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Las polticas pblicas de fomento del reciclaje:
La regeneracin de aceites usados
ASUNCIN ARNER GERRE
RAMN BARBERN ORT
JESS MUR LACAMBRA
Universidad de Zaragoza
Recibido: Febrero, 2003
Aceptado: Octubre, 2003
Resumen
Los aceites usados son un residuo peligroso del que pueden
derivarse graves daos medioambientales si su gestines inadecuada;
al mismo tiempo, tienen un indudable valor econmico, ya que
conservan gran parte de los hidrocar-buros que los lubricantes
contenan originalmente. La gestin de los aceites usados ofrece
distintas alternativas, diri-gidas principalmente al reciclaje,
siendo de destacar la combustin y la regeneracin. Esta ltima es la
que habitual-mente se considera preferible desde la perspectiva
ambiental y la que, por tanto, los gobiernos tratan de fomentar.Por
ello, en este trabajo analizamos la eficacia de las polticas
pblicas dirigidas al fomento de la regeneracin de losaceites usados
a partir de la estimacin de las funciones de oferta y demanda del
mercado espaol de aceites regene-rados en el perodo de
1965-1999.
Palabras clave: Residuos, reciclaje, aceites usados,
regeneracin, mercados secundarios, polticas pblicas.
Clasificacin JEL: H23, L71, Q31, Q38.
1. Introduccin
El desarrollo econmico ha trado como consecuencia el aumento de
la generacin de re-siduos hasta constituir ste uno de los impactos
medioambientales ms graves de la actuali-dad. Los residuos
generados por el sistema econmico dan lugar a problemas de
contamina-cin de diversos medios y de despilfarro de recursos. En
la estrategia para afrontar estosproblemas, la prevencin en la
generacin de residuos y su reciclaje cuando ya se han ge-nerado se
consideran opciones preferentes frente a su eliminacin final.
Los aceites usados 1 constituyen un residuo peligroso del que
pueden derivarse gravesdaos medioambientales si su gestin es
inadecuada. Por otra parte, estos aceites conservangran parte de
los hidrocarburos que contenan previamente a su uso, lo que les
confiere unvalor econmico que ha permitido el desarrollo de un
importante mercado. La regeneracin,esto es, la obtencin de aceites
base 2 mediante el refinado de los aceites usados consisten-te en
la separacin de los contaminantes, los productos de la oxidacin y
los aditivos, seconsidera la opcin ambientalmente preferible de
reutilizacin de este residuo frente a otras
Hacienda Pblica Espaola / Revista de Economa Pblica,
167-(4/2003): 33-55 2003, Instituto de Estudios Fiscales
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alternativas como la combustin 3. Esta preferencia, que tiene un
fundamento tcnico, en-cuentra su refrendo poltico en el mbito de la
Unin Europea a travs de una normativa queprioriza expresamente la
regeneracin y contempla la posibilidad de adoptar medidas
parahacerla efectiva.
En Espaa, bajo la regulacin del Monopolio de Petrleos, tuvo
lugar en los aos sesentael nacimiento de la industria de
regeneracin, cuya consolidacin coincide con la crisis ener-gtica de
los setenta. A partir de la liberalizacin del mercado de
lubricantes iniciada en 1986y la posterior autorizacin de la
combustin en 1989, se puso de manifiesto la dificultad delas
empresas de regeneracin para subsistir en dicho mercado, llegndose
a la prctica desa-paricin de su actividad. Se da as la paradoja de
que la opcin de gestin considerada ofi-cialmente como ms
beneficiosa se ve desplazada de modo casi absoluto por otra la
com-bustin menos conveniente. El resurgir de la regeneracin se
produce a mediados de losnoventa, auspiciado fundamentalmente por
la introduccin de medidas pblicas de fomento,pero se mantiene en
una posicin de clara inferioridad frente a la combustin.
El objetivo de este trabajo es analizar el funcionamiento del
mercado de aceites regene-rados en Espaa durante el perodo de 1965
a 1999, a travs de la estimacin de sus funcio-nes de oferta y
demanda, con el fin de identificar los factores determinantes de su
evoluciny poder extraer conclusiones que ayuden al diseo de las
polticas pblicas encaminadas apotenciar la regeneracin 4.
La estimacin de las funciones de oferta y demanda del mercado
puede servir para, apartir del clculo de elasticidades, valorar la
eficacia de las distintas polticas propuestas parapromover el
reciclaje. As se ha hecho para los mercados secundarios de
distintos productos,como el papel (Anderson y Spiegelman, 1977;
Gill y Lahiri, 1980; Edgren y Moreland,1989; Edwards y Pearce,
1978; Deadman y Turner, 1981; Kinkley y Lahiri, 1984; Nestor,1991),
el cobre (Slade, 1980; Fisher, Cootner y Baily, 1972), el acero
(Anderson y Spiegel-man, 1977), el plomo (Sigman, 1995) y el
aluminio (Suslow, 1986; Bomberg y Hellmer,2000). Adicionalmente,
los resultados de este tipo de estudios son utilizados como input
paraacometer el anlisis de la eficiencia de las polticas de
incentivos econmicos propuestaspara promover el reciclaje, lo que
ha contribuido el desarrollo de una literatura complemen-taria de
la anterior (Miedema, 1983; Dinan, 1993; Palmer y Walls, 1994,
1997, 1999 y 2002;Fullerton y Kinnaman, 1995; Palmer, Sigman y
Walls, 1997; Walls y Palmer, 1999; Calcotty Walls, 2000 y 2001).
Como puede comprobarse, no existe ningn estudio emprico referi-do a
los aceites lubricantes, por lo que su realizacin constituye una
novedad en el contextointernacional.
El trabajo se estructura en cuatro secciones. Tras esta
introduccin, en primer lugar, seanalizan los principales rasgos del
sector de la regeneracin de los aceites usados desde unaperspectiva
terica y se hace una breve descripcin de la evolucin de las
actividades de re-generacin en Espaa. A continuacin, se procede a
la especificacin de las funciones deoferta y demanda de aceites
regenerados en Espaa y se presentan los resultados de su esti-macin
para el perodo 1965-1999. Por ltimo, se exponen las principales
conclusiones obte-nidas.
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2. El sector de la regeneracin de aceites usados
Tal como se acaba de indicar, esta seccin se dedica a presentar
el sector de la regenera-cin. En el primer apartado se discuten los
aspectos generales sobre el funcionamiento delmercado de la
regeneracin, en tanto que en el segundo se presentan los rasgos ms
destaca-dos de dicho sector en Espaa.
2.1. Aspectos generales
El mercado de la regeneracin viene definido por la actividad de
las empresas de rege-neracin, las cuales determinan la oferta de
aceites base regenerados, y por la demanda quede los mismos hace el
sector de fabricacin de lubricantes para el acabado de aceites
lubri-cantes.
En relacin con la oferta de aceites base regenerados, cabe
destacar su dependencia, so-bre todo, de su propio precio, del
precio de los aceites usados y de la tecnologa de regenera-cin;
factores que influyen decisivamente en la viabilidad econmica del
proceso de regene-racin (Angulo et al., 1996).
El precio de los aceites base oscila, como es habitual, segn la
evolucin relativa de suoferta y demanda. Debido a la sofisticada
tecnologa que requiere su fabricacin, los aceitesbase poseen el ms
alto valor aadido de todos los productos petrolferos, por lo que la
evo-lucin de su precio de mercado es menos sensible a las
fluctuaciones en el precio del petrleoque en el caso del fuel u
otros de sus derivados. La oferta de bases regeneradas incrementa
lacompetencia en el mercado de aceites base, pero las reticencias
existentes por parte de losdemandantes de aceites lubricantes sobre
la calidad y caractersticas tcnicas de los aceitesfabricados con
bases regeneradas ha determinado que, tradicionalmente, el precio
de estasbases se fije aplicando un descuento al precio de las bases
de primer refino.
El precio de los aceites usados se ve influido por la
competencia existente entre las di-versas industrias que lo
utilizan como input en sus procesos productivos, ya sea en la
obten-cin de aceites base o en la produccin de calor en ciertas
industrias, como cementeras y cen-trales trmicas (su poder
calorfico es equivalente al del fuel oil). Dadas las
diferenciasexistentes entre las empresas que utilizan el aceite
usado para la combustin y las empresasde regeneracin, tanto en sus
estructuras de costes como en el precio de los productos prima-rios
a los que el aceite sustituye, es de esperar que cada una de ellas
pueda pagar precios m-ximos distintos por el residuo. La evidencia
emprica al respecto es que ese precio es mayoren el caso de la
combustin; lo que tiene como consecuencia que, en un contexto de
compe-tencia por el aceite, las empresas regeneradoras no tengan
garantizado un suministro regulardel mismo 5.
El desarrollo de las tecnologas de regeneracin se remonta a los
aos veinte del si-glo pasado, coincidiendo casi con el inicio del
uso de los aceites lubricantes. Desde en-tonces la tecnologa ha ido
evolucionando, en paralelo con el incremento en el nivel deaditivos
de los lubricantes puestos en el mercado, con la finalidad de
obtener aceites basede calidad similar a los de primer refino y
disminuir los impactos medioambientales cau-
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 35
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sados en el proceso de regeneracin 6. Ello ha implicado un
indiscutible incremento delos costes de capital en las industrias
de regeneracin, haciendo ms relevante el papelque las economas de
escala juegan en la determinacin de los costes del proceso de
rege-neracin 7.
En relacin con la demanda de aceites base regenerados, cabe
esperar que dependa, fun-damentalmente, de su propio precio, del
precio de los aceites base de primer refino, comosustitutivos de
aquellos, y del comportamiento del consumo final de
lubricantes.
La demanda de lubricantes es altamente inelstica con respecto a
su propio precio debi-do a que su consumo es difcilmente
sustituible, por lo que cabe esperar que tambin lo sea lademanda de
aceites base, dado que su nico destino es la fabricacin de
lubricantes. A pesarde ello, dentro de los aceites base, podramos
encontrarnos con una elevada elasticidad-pre-cio de la demanda de
bases regeneradas, con la condicin de que stas fuesen un
sustitutivoperfecto de las bases de primer refino.
No obstante, existen varios factores que pueden hacer que la
demanda de un input reci-clado sea inelstica, tanto con respecto a
su propio precio como con respecto al precio del in-put virgen. En
concreto, los ms citados en la literatura son los siguientes 8: i)
la existenciade restricciones tcnicas (estado de la tecnologa) que
dificulten la sustitucin de inputs reci-clados e inputs vrgenes a
la hora de obtener productos de calidad similar; ii) la existencia
dedemandas segmentadas para los productos finales segn sean
producidos con inputs vrgeneso reciclados, ya que inducir a los
productores a discriminar entre los inputs segn su origen;iii) la
baja participacin del input en los costes totales del producto
final, ya que desincentivala utilizacin de inputs reciclados como
fuente de reduccin de costes.
De estos factores, en el caso de las bases regeneradas cabe
descartar dos, debido a que nohay obstculos tcnicos a la sustitucin
de inputs y a que la participacin de las bases en loscostes de
fabricacin de lubricantes es elevada. Por el contrario, tiene plena
vigencia el fac-tor referido a la existencia de demandas
segmentadas. Ya que, si bien los aceites regeneradoscumplen las
mismas especificaciones y, por tanto, tienen las mismas
homologaciones tcni-cas que los aceites de primer refino, han
debido hacer frente, tradicionalmente, al handicapde una imagen de
menor calidad, lo que ha conducido a su relegacin a un segundo
nivel depreferencia por parte de los demandantes. Esta
circunstancia, al reducir sustancialmente lasustituibilidad entre
los dos tipos de inputs, determinar, sin duda, que la elasticidad
de la de-manda de las bases regeneradas sea reducida, no solo con
respecto a su propio precio sino,tambin, con respecto al precio de
las bases de primer refino. Por ello, se precisar de la exis-tencia
de un diferencial de precios de cierta importancia que facilite la
sustitucin entre unasy otras bases.
En este contexto, dada la competencia existente por los aceites
usados y las dificulta-des para la comercializacin de los aceites
regenerados, que obliga a venderlos a un precioinferior a los de
primer refino, la actividad de regeneracin puede no ser rentable
econmi-camente, incluso tratndose de plantas de regeneracin que
operen con una tecnologaavanzada y tengan una dimensin ptima. Sin
embargo, la regeneracin es defendida comola opcin preferible de
reutilizacin de los aceites usados, sobre todo, por razones me-
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dioambientales. Destaca, por su trascendencia, la posicin
oficial adoptada por la Comuni-dad Europea, dado que asume que
generalmente la forma ms racional de volver a utilizarlos aceites
usados es la regeneracin, en vista de los ahorros de energa que
pueden obte-nerse, al tiempo que considera que la combustin de
aceites usados genera gases resi-duales nocivos para el medio
ambiente cuando las emisiones superan determinadas con-centraciones
9.
A partir de este estado de cosas, cabe justificar algn tipo de
intervencin pblica en estemercado para subsanar las dificultades
que impiden el desarrollo de la actividad de regenera-cin y
garantizar as que el residuo tenga el destino final deseado.
En general, las polticas propuestas para promover el reciclaje
se clasifican en dos blo-ques, segn acten sobre la oferta de
materiales secundarios o sobre su demanda por parte dela industria
10. Las primeras tratan de incentivar la oferta de materiales
recuperados, desvin-dolos del flujo de residuos que ira a
vertederos e incineradoras. Acciones de este tipo son,por ejemplo,
las campaas de educacin pblica para promover la separacin en origen
o laconcesin de ayudas financieras a las actividades de recuperacin
y reciclaje. Las segundastienen por objeto el desarrollo de
mercados para los materiales recuperados mediante, entreotras
medidas, el estmulo directo de la demanda final (fijacin de
estndares de material re-ciclado en los productos y adquisicin por
la Administracin Pblica de este tipo de materia-les), el
restablecimiento de los precios relativos entre los materiales
primarios y secundariosde acuerdo con sus costes ambientales
(eliminacin de subvenciones o introduccin de gra-vmenes a las
materias primas naturales) y la informacin y sensibilizacin de los
consumi-dores.
En la literatura que se ocupa del sector de la regeneracin de
aceites usados es habitual ladefensa de polticas de apoyo para
asegurar la viabilidad de las empresas regeneradoras conuna triple
dimensin: la garanta de la regularidad en el suministro de los
aceites usados; lagaranta de una salida para los aceites
regenerados producidos; y, en su caso, la concesin deayudas para la
cobertura de posibles dficits de explotacin 11.
A la hora de analizar qu tipo de polticas son ms eficaces para
incrementar el reci-claje de un residuo, si las que actan sobre la
oferta o las que lo hacen sobre la demanda,debe prestarse una
atencin especial a la elasticidad-precio de la demanda del
materialsecundario (Nestor, 1991). En concreto, cuando la demanda
es inelstica con respecto alprecio, las polticas de oferta que
tengan por objeto reducir el precio de las materias recu-peradas
(por ejemplo, mediante la ampliacin de los programas de separacin y
recogidaselectiva de residuos) no sern eficaces para incrementar
los niveles de reciclaje, por loque debern ser complementadas con
otras polticas de estmulo de la demanda. Al res-pecto, los estudios
empricos sobre mercados secundarios obtienen, en general,
reduci-das elasticidades-precio de oferta y demanda (vase cuadro
1). Estos resultados les lle-van a concluir que las polticas
basadas en alterar los precios resultan ineficaces, por ssolas, a
la hora de incrementar los ratios de reciclaje y a proponer otro
tipo de medidaspara alcanzar este objetivo 12.
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aceites usados 37
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Como se comprueba en el cuadro citado y tal como ya se ha
destacado en la introduc-cin, no existe ningn estudio de esta
naturaleza referido a los aceites lubricantes que permi-ta
confirmar o refutar el anlisis que acabamos de hacer sobre el
sector de la regeneracin yque sirva de base al diseo de polticas
para el mismo. De este modo, la estimacin que sehace en la seccin
siguiente constituye una aportacin original a este campo de
estudio, hastaahora indito en Espaa.
2.2. La regeneracin de aceites usados en Espaa
La evolucin de las actividades de regeneracin en el territorio
espaol conoce dos eta-pas claramente diferenciadas, cuya
delimitacin temporal viene marcada por la liberaliza-cin del
mercado de lubricantes que se inicia a partir de 1986. Desde los
aos sesenta y hastaesa fecha, bajo la regulacin del Monopolio de
Petrleos, se desarroll una importante indus-tria de regeneracin que
se vio fortalecida a raz de la crisis energtica de los aos
setenta(vase cuadro 2). As, la oferta de aceites regenerados lleg a
situarse a mediados de losochenta por encima de las 20.000
toneladas, lo que supona ms del 7 por 100 de la oferta to-tal de
lubricantes del mercado espaol 13.
Durante esta primera etapa, las empresas de regeneracin eran
remuneradas porCAMPSA segn un precio de adquisicin de sus productos
que se fijaba sobre la base de losestados de costes que estas
empresas acreditaban 14. Esta circunstancia, de la mxima
rele-vancia para entender el funcionamiento del sector en este
perodo, permita a las empresas
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Cuadro 1Anlisis sobre mercados secundarios. Resumen de
resultados
Mercado AutoresElasticidad-precio
Oferta Demanda
Papel usado Anderson y Spiegelman (1977) 0,53 0,08Gill y Lahiri
(1980) 0,190Edgren y Moreland (1989) mn 0,06-mx 0,08 0Edwards y
Pearce (1978) 0,3Deadman y Turner (1981)Kinkley y Lahiri (1984)
0,23Nestor (1991) 0,04
0,12 (a)Acero secundario Anderson y Spiegelman (1977) 1,43
1,12 (a) 0,64Plomo secundario Sigman (1995) 0,1Cobre secundario
Fisher, Cootner y Baily (1972) mn 0,42-mx 0,44
mn 0,31-mx 0,32 (a)Aluminio secundario Slade (1980)
Suslow (1986)0,281,62 2,08
Blomberg y Hellmer (2000) 0,17 0,07
(a): Estimacin de la elasticidad a largo plazo. En el resto de
los casos, la elasticidad estimada es a corto plazo.
Fuente: Elaboracin propia.
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regeneradoras decidir su volumen de produccin, dentro de los
lmites que tenan autoriza-dos, en funcin de las ventas de aceites
base que prevean realizar a las empresas de fabrica-cin de
lubricantes 15. Asimismo, las restricciones existentes a la oferta
de aceites de primerrefino motivadas por la sujecin de la produccin
a autorizacin y por la restriccin a lasimportaciones contribuyeron
a mantener un nivel de competencia reducido entre los pro-ductores
de lubricantes y un nivel elevado de demanda de regenerados.
La liberalizacin del mercado, concretada en la liberalizacin
interior y la apertura exte-rior, desat una fuerte competencia
entre las compaas de lubricantes cuyo resultado fue elaumento de la
oferta de aceites base y la cada de los precios. El proceso de
liberalizacin in-terior 16 supuso que los lubricantes industriales
quedasen en rgimen de distribucin libredesde el 1 de enero de 1986,
mientras que los aceites base tanto procedentes del refino
depetrleo como de la regeneracin de aceites usados y los
lubricantes de automocin de-ban mantener el rgimen de distribucin
monopolizada hasta el 1 de enero de 1989. Asimis-mo, en 1986 se
inici la apertura exterior del mercado de productos petrolferos
mediante laautorizacin de un volumen creciente de contingentes de
importacin, hasta su supresin to-tal el 1 de enero de 1992.
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aceites usados 39
Cuadro 2Evolucin de la cantidad de aceites usados generados
y recogidos y de sus principales destinos (a)
AO
Aceitesusados
generadosAceites usados recogidos
Aceites usados destinadosa la regeneracin
Aceites usados destinadosa la combustin
Toneladas Toneladas % s/gener. Toneladas % s/recog. Toneladas %
s/recog.
1965 80.992 12.901 15,9 12.901 100,0 1970 135.440 26.810 19,8
26.810 100,0 1975 150.468 25.597 17,0 25.597 100,0 1980 139.614
30.998 22,2 30.998 100,0 1985 152.614 35.928 23,5 35.928 100,0 1990
277.500 38.508 13,8 31.008 80,5 2.300 5,91991 224.500 44.584 19,8
23.098 51,8 7.228 16,21992 219.500 57.827 26,3 5.800 10,0 39.127
67,61993 186.550 60.000 32,1 1.300 2,1 55.000 91,61994 211.250
73.823 34,9 2.951 3,9 70.870 95,91995 216.500 106.528 49,2 13.848
12,9 92.679 86,91996 217.400 119.831 55,1 27.561 22,9 92.270
77,01997 225.750 134.646 59,6 28.275 20,9 103.677 76,91998 245.000
173.500 70,8 31.230 18,0 138.800 80,01999 250.450 190.000 75,8
24.086 12,6 161.500 85,0
(a) A partir de 1987 los datos de recogida se corresponden con
los datos oficiales de concesin de subvenciones,pudiendo no
coincidir con la recogida real llevada a cabo. La suma de los
aceites usados destinados a regeneracin ycombustin no coincide con
el total de los aceites usados recogidos porque, desde 1990,
incluye la recogida tempo-ral en centros de transferencia y, desde
1997, existe una pequea cantidad destinada al reciclaje en
productos asflti-cos.
Fuente: Elaboracin propia a partir de Delegacin del Gobierno en
CAMPSA (varios aos), de las Resoluciones so-bre subvenciones y de
informacin proporcionada directamente por el Ministerio de Medio
Ambiente.
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El citado rgimen transitorio de distribucin monopolizada de los
aceite base suponala fijacin de las cantidades mximas que cada
fabricante o distribuidor estaba autorizado acomercializar,
quedando en cambio liberalizadas las condiciones de venta al pblico
y, portanto, la fijacin de mrgenes y precios de venta. Tuvo
vigencia, de hecho, nicamente en1987, debido al inicial retraso en
su regulacin 17 y al posterior adelanto en la supresin delas
restricciones a la comercializacin 18. As, desde 1987 dej de
aplicarse el sistema deprecios de adquisicin por parte de CAMPSA y
las empresas de regeneracin pasaron aobtener su remuneracin
directamente del precio de venta de sus productos; en tanto
quedesde 1988 quedaron suprimidos los lmites cuantitativos a la
produccin y distribucin debases regeneradas.
Al proceso descrito de liberalizacin de los mercados de
lubricantes se suma, en 1989, laautorizacin de la combustin de los
aceites usados, con lo que se consuma un cambio radi-cal en el
marco de gestin de este residuo 19. Las consecuencias de este nuevo
marco, carac-terizado por la competencia, se hacen evidentes a
partir de 1992 con la explosin de la ac-tividad de combustin, la
prctica desaparicin de la regeneracin y el incremento de larecogida
de aceites usados (vase cuadro 2).
Todos estos cambios se dan en un contexto en que la
Administracin concede subven-ciones directas, primero a la
regeneracin y, posteriormente, desde 1990, tambin a la com-bustin
de aceites usados 20. El importe de la subvencin por kilogramo
concedida a la com-bustin es inferior al de la regeneracin, aunque
la exencin en el impuesto sobrehidrocarburos de que se beneficia la
utilizacin de aceites usados como combustible consti-tuye una
subvencin adicional indirecta a esta alternativa de gestin 21.
La reactivacin de la regeneracin que se aprecia desde mediados
de los noventa se debeprincipalmente a la intervencin de la
Generalitat de Catalua, que estableci la obligacinde que los
aceites usados en esa Comunidad Autnoma fuesen recogidos y
destinados a la re-generacin 22. Sin embargo, al trmino de esa
dcada an se destinaban a la combustin msdel 80 por 100 de los
aceites recogidos en Espaa (vase cuadro 2). Porcentaje que pone
demanifiesto el carcter excepcional de la intervencin de Catalua en
el concierto autonmicoespaol, junto a la insuficiencia de las
medidas adoptadas por el gobierno central para hacerefectiva la
prioridad de la regeneracin frente a las dems alternativas de
gestin de los acei-tes usados establecida en la legislacin
comunitaria 23.
Al respecto, son una constante en los trabajos de los
especialistas y empresarios del sec-tor las llamadas de atencin
sobre la falta de desarrollo de la regeneracin en Espaa y la
re-clamacin de unas ms decididas medidas de apoyo 24. El Proyecto
de Ley de aceites usadosque est elaborando el Ministerio de Medio
Ambiente (conforme a la previsin recogida enla Ley 10/1998, de
residuos) parece dar respuesta a esta reclamacin, ya que, adems de
fijarambiciosos objetivos de regeneracin, contempla nuevas y
rigurosas medidas para su conse-cucin (como la obligatoriedad de
que los lubricantes industriales puestos en el mercadocontengan un
porcentaje de bases regeneradas) 25. En el mismo sentido incide la
nueva Di-rectiva comunitaria sobre incineracin de residuos, en la
que se establecen condiciones msestrictas para el uso de los
aceites usados como fuel 26.
40 A. ARNER GERRE, R. BARBERN ORT, J. MUR LACAMBRA
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3. Una aplicacin para el caso espaol
En esta seccin se lleva a cabo el anlisis economtrico de la
estructura del mercado es-paol de los aceites base regenerados. El
objetivo concreto se centra en especificar y estimarlas funciones
de oferta y demanda. El disponer de esta informacin parece de suma
impor-tancia para poder discutir sobre la mayor o menor eficacia de
los instrumentos con los quecuenta la Administracin pblica para
intervenir en este mercado. En el primer apartado secomentan una
serie de cuestiones relevantes que afectan a la especificacin de
estas dos fun-ciones. La estimacin de ambas para el caso espaol, y
con datos correspondientes al perodo1965-1999, se presenta en el
apartado segundo.
3.1. Especificacin de las funciones de oferta y demanda
La revisin de la literatura econmica sobre mercados secundarios,
citada en la introduc-cin, permite concluir que las variables ms
frecuentemente incluidas en la especificacin de lafuncin de oferta
de materiales secundarios son el precio de los materiales
secundarios, el pre-cio de los residuos y su accesibilidad, la
tecnologa de recuperacin de los residuos, la regula-cin
medioambiental y, en algn caso, el precio del correspondiente
material primario. Conrespecto a la funcin de demanda, las
variables habitualmente consideradas son el precio de losmateriales
secundarios, el precio de los materiales primarios sustitutivos, el
nivel de actividadeconmica y el estado de la tecnologa de
procesamiento de materiales secundarios.
Sobre la base de esta revisin de la literatura especializada y
del estudio del sector de laregeneracin en Espaa presentado en la
seccin anterior, proponemos las especificacionesque a continuacin
se comentan.
a) La funcin de oferta de aceites regenerados
La funcin de oferta propuesta para el caso de los aceites base
regenerados se correspon-de con la ecuacin:
QARS = f (PARS, PAU, TEC) [1]
Donde QARS es la cantidad de aceites base regenerados
producidos; PARS, el precio delos aceites base regenerados
percibido por los productores, o precio antes de impuestos;PAU, el
coste de los aceites usados que se utilizan como materia prima en
la regeneracin, yTEC, la tecnologa utilizada en el proceso. El
signo esperado de la derivada parcial de la fun-cin de oferta
respecto de las variables PARS y TEC es positivo, mientras que es
negativo enel caso de PAU.
El anlisis del marco institucional en que se ha desarrollado el
sector permite anticiparque la funcin de oferta se ver influida por
el proceso de liberalizacin del mercado de lu-bricantes iniciado en
1986. Este cambio de marco se hace especialmente evidente en
1987,en que se modifica la forma de fijacin del precio percibido
por las empresas de regenera-cin. Asimismo, destaca la autorizacin
de la combustin de los aceites usados en 1989, que
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 41
-
incide sobre la disponibilidad de esta materia prima para la
industria de la regeneracin. Fi-nalmente, tambin deber tenerse en
cuenta que la implantacin en Catalua de un nuevomarco de actuacin
para la gestin de aceites usados, que favorece la regeneracin,
permiteexplicar la recuperacin de los niveles de actividad en los
ltimos aos.
b) La funcin de demanda de aceites regenerados
La demanda de aceites base regenerados que tomamos como
referencia se concreta en laecuacin:
QARD = g (PARD, Df, CL) [2]
Donde QARD es la cantidad de aceites base regenerados
demandados; PARD, el precio delos aceites base regenerados pagado
por sus consumidores, impuestos incluidos; Df, el diferen-cial de
precio con respecto a las bases de primer refino, y CL, el consumo
de lubricantes. Elsigno esperado de la derivada parcial de la
funcin de demanda respecto de la variable PARDes negativo, mientras
que es positivo respecto de la variable Df, como factor que ha
podido in-centivar el consumo de bases regeneradas, y de la
variable CL, como medida de la intensidadde la demanda. La nica
variable no incorporada, en relacin con las contempladas
habitual-mente en la literatura de aplicacin, es el estado de la
tecnologa, debido a que la utilizacin deaceites base regenerados
como input para la produccin de lubricantes no requiere de una
tec-nologa especfica distinta de la requerida por los aceites base
de primer refino.
De nuevo, el anlisis del marco institucional en que ha operado
el sector permite suponerque el proceso de liberalizacin del
mercado de lubricantes habr afectado a la demanda deaceites
regenerados. Este efecto cabe atribuirlo a que las restricciones
existentes a la ofertade aceites de primer refino, hasta la
liberalizacin del mercado, podran haber contribuido asostener
artificialmente la demanda de aceites regenerados. En tal caso, la
eliminacin de di-chas restricciones, de forma progresiva a partir
de 1986, habra puesto de manifiesto las pre-ferencias reales de los
consumidores por los aceites regenerados y los de primer
refino.
3.2. Resultados de la estimacin
En la estimacin del modelo especificado en el apartado anterior,
la variable precio de losaceites regenerados se ha tratado como
exgena al modelo, puesto que se determina aplicando undescuento al
precio del aceite de primer refino. Esta circunstancia reduce el
nmero de variablesendgenas a una: el nivel de actividad de la
industria regeneradora, el cual se intenta explicar, deforma
separada, desde la perspectiva de la funcin de oferta [1] y de la
demanda [2], incorporan-do adems los factores institucionales
identificados como relevantes.
El perodo muestral, como ya se ha dicho, comprende los aos 1965
a 1999. La naturale-za de los datos utilizados en la aplicacin es
diversa. Algunos de ellos, tal como se pone demanifiesto en el
Apndice de fuentes estadsticas, provienen de fuentes oficiales que
ha sidonecesario procesar previamente 27, mientras que otros tienen
su origen en las propias empre-sas del sector 28 y han sido
elaborados especficamente para este trabajo.
42 A. ARNER GERRE, R. BARBERN ORT, J. MUR LACAMBRA
-
a) Estimacin de la funcin de oferta de aceites regenerados
Como es habitual en los trabajos de aplicacin, la forma
funcional propuesta inicialmen-te para la ecuacin [1] es lineal.
Este supuesto se mantendr en tanto la evidencia emprica
lopermita.
El anlisis del orden de integracin indica que todas las
variables son I(1), a excepcinde la variable TEC que resulta ser
estacionaria. El contraste de Engle-Granger confirma
laestacionariedad de los residuos de la ecuacin de cointegracin y
el de la traza de Johansen laexistencia de una nica relacin de
cointegracin, tal como se indica en el cuadro 3.
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 43
Cuadro 3Resultados de la estimacin de la funcin de oferta
Orden de integracin: Estadstico DFA
Variable I(1)/I(0) I(2)/I(1) Conclusin
QARS 0,61 4,33 I(1)PARS 3,7 6,33 I(1)TEC 2,07 6,01 I(0)DAU 3,03
8,72 I(1)
Contraste EstadsticoPunto crtico/P-valor(significacin 5%)
Engle-Granger 4,18 3,75
Johansen r = 0 74,31 0,00VAR (k=3) r 1 0,83 0,99
r 2 0,21 0,74
Estimacin del modelo final
VariableCoeficienteestimado
t de Student/Estadstico
P-valor
PARS 142,43 11,89 0,00DPARS 558,26 6,56 0,00L 29.880,30 6,71
0,00TEC 192,68 11,89 0,00DAU 133,17 10,21 0,00NMC 106,28 5,30
0,00MA 11.997,10 10,53 0,00FAM 4881,15 2,82 0,01FAV 75,21 0,00DW
1,61 [0,03; 0,63]Breusch-Godfrey LM: AR/MA1 2 (1) 0,94
0,33Breusch-Pagan 2 (0,05, k-1) = 12,6 6,40 0,60Test de Jarque-Bera
2 (2) 0,72 0,69RESET 0,06 0,80R2 (corregido) 0,93
-
Los resultados de la estimacin de la funcin simple de oferta
especificada en [1] reve-lan carencias relacionadas con problemas
de ruptura estructural, apuntando al ao 1987como punto de cambio.
En consecuencia, se ha re-especificado esa funcin introduciendo
losdistintos factores institucionales que, creemos, han intervenido
sobre el mercado. Por otraparte, se ha sustituido la variable PAU
por un ndice de disponibilidad de los aceites usados(DAU, detallado
ms adelante). Este cambio est motivado por los indicios de
endogeneidadapreciados en la primera variable 29, lo que se
compadece bien con el hecho de que, durantela mayor parte del
perodo estudiado, la regeneracin fuese la nica salida para los
aceitesusados recogidos; adems, los directivos y tcnicos del sector
consultados, confirman que ladisponibilidad de aceites usados ha
sido habitualmente un factor clave que ha condicionadoel nivel de
actividad de la industria de la regeneracin.
En definitiva, los nuevos regresores introducidos han sido:
DPARS: variable ficticia, de tipo multiplicativo con PARS, que
refleja el cambio en ladeterminacin del precio de los aceites base
regenerados tras su liberalizacin en 1987, mo-mento hasta el cual
toma el valor cero.
L: variable ficticia aditiva que recoge el mismo efecto
anterior, con valor uno a partir de1987.
DAU: disponibilidad de los aceites usados, obtenida como
cantidad de aceites usados re-cogida en relacin con la capacidad de
gestin instalada (regeneracin y combustin).
NMC: variable ficticia, de tipo multiplicativo con DAU, que
recoge la permisividad de lanormativa medioambiental con respecto a
la combustin. Es distinta de cero a partir de 1992,ao en el que se
aprecian nuevos sntomas de ruptura estructural.
MA: variable ficticia aditiva que recoge el nuevo marco de
actuacin adoptado por laGeneralitat de Catalua para la gestin de
aceites usados, con valor uno a partir de 1996.
FAM: variable ficticia aditiva que introduce el cese de la
actividad, en 1999 y por moti-vos ajenos al mercado (cambio de
localizacin), de una de las dos empresas que operaban enel
sector.
Los principales resultados de la estimacin se presentan en el ya
citado cuadro 3. Hasta1986 el coeficiente de la variable precio es
negativo, lo que puede interpretarse como unamanifestacin del
ajuste de la oferta a la demanda. La razn de esta anormalidad se
encuen-tra, como ya se ha dicho, en que, durante la etapa del
Monopolio, las empresas de regenera-cin eran remuneradas por CAMPSA
segn sus costes de explotacin, por lo que fijaban elvolumen de
produccin de aceites en funcin de las ventas que podan realizar a
las empresasde fabricacin de lubricantes. El precio de los aceites
afectaba a la cantidad ofrecida slo in-directamente, a travs de su
efecto sobre la cantidad demandada, lo que explica el signo
ne-gativo obtenido para el coeficiente. A partir de 1987 el efecto
de esta variable se correspondecon la suma del coeficiente de las
variables PARS y DPARS, y su signo se hace positivo talcomo cabe
esperar en un mercado competitivo. Para este ltimo perodo se
obtiene una elas-ticidad precio, en el punto de medias muestrales,
de 1,33.
44 A. ARNER GERRE, R. BARBERN ORT, J. MUR LACAMBRA
-
Si se atiende al coeficiente estimado asociado a L, se completa
la evidencia sobre elcambio radical habido en la estructura de la
funcin de oferta a partir de 1987. En este caso,se trata de un
ajuste en la escala de la funcin de oferta, producido al mismo
tiempo que elcoeficiente asociado a la variable precio cambia de
signo.
El coeficiente estimado asociado a la variable TEC es positivo,
corroborando el supuestode que la utilizacin de una tecnologa
avanzada constituye un factor fundamental para el de-sarrollo de la
regeneracin.
El signo positivo del coeficiente estimado asociado a la
variable DAU indica que el in-cremento en la competencia por los
aceites usados perjudica la regeneracin. Esta competen-cia se
intensifica cuando la normativa medioambiental permite la combustin
de los aceites,tal como se refleja en el signo negativo obtenido
para el coeficiente que acompaa a la varia-ble NMC.
El coeficiente asociado a la variable MA presenta signo
positivo, evidenciando la mejoraen las condiciones derivadas del
nuevo marco legal promulgado por la Generalitat de Catalu-a para la
gestin de los aceites usados en su Comunidad.
El coeficiente estimado asociado a la variable FAM presenta
signo negativo, reflejandola cada en el volumen de la produccin de
aceites regenerados debido al desmantelamientode una de las dos
empresas que operaban en el sector.
b) Estimacin de la funcin de demanda de aceites regenerados
Al igual que antes, la forma funcional propuesta para la
estimacin de la ecuacin [2]es lineal. El anlisis del orden de
integracin indica que todas las variables en la ecuacinde demanda
son I(1). El contraste de Engle-Granger confirma la estacionariedad
de losresiduos de la ecuacin de cointegracin y segn el contraste de
Johansen se acepta r = 1y, por tanto, la existencia de una nica
relacin de cointegracin, tal como se indica en elcuadro 4.
Los resultados obtenidos en la estimacin inicial de la ecuacin
[2] son, como ocurracon la funcin de oferta, insatisfactorios. El
test de Chow indica que uno de los principalesdefectos en esa
especificacin es la omisin del entorno institucional en el que
opera el mer-cado, entorno que introducimos a travs de las
siguientes variables:
LI: variable ficticia aditiva que recoge el cambio operado en la
demanda de aceites rege-nerados como consecuencia de la
liberalizacin interior de la produccin de aceites base (su-presin
de lmites de cantidad). Esta variable toma valor uno a partir de
1988.
LE: variable ficticia aditiva que recoge el cambio operado en la
demanda de aceites re-generados como consecuencia de la
liberalizacin exterior del mercado de lubricantes (su-presin de
contingentes de importacin), y que toma valor uno a partir de
1992.
En el cuadro 4 puede observarse que el coeficiente estimado de
todas las variables usa-das presenta un elevado nivel de
significatividad y el signo es el esperado.
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 45
-
El coeficiente estimado asociado a la variable PARD tiene signo
negativo. En este caso,a diferencia de lo que ocurra con la funcin
de oferta, la liberalizacin del mercado no intro-duce cambios de
comportamiento en los agentes. El valor estimado para la
elasticidad-pre-cio, correspondiente a la media muestral, es de
0,39; confirmando la hiptesis de inelastici-dad de la demanda
defendida en la seccin 2.
El signo correspondiente a la variableDf presenta un nivel de
significatividad superior al delpropio precio de los aceites
regenerados y signo positivo, reflejo de que el descuento con
respec-to al precio de los aceites de primer refino ha sido un
factor importante en la demanda de losaceites regenerados. No
obstante, la elasticidad de la demanda con relacin al diferencial
de pre-cio, tomada en la media muestral, es de 0,57, por lo que la
demanda es tambin inelstica. Esteresultado confirma la menor
preferencia por las bases regeneradas frente a las de primer
refino.
46 A. ARNER GERRE, R. BARBERN ORT, J. MUR LACAMBRA
Cuadro 4
Resultados de la estimacin de la funcin de demanda
Orden de integracin: Estadstico DFA
Variable I(1)/I(0) I(2)/I(1) Conclusin
QARD 0,61 4,33 I(1)PARD 1,98 5,71 I(1)CL 1,59 4,43 I(1)
Contrastes para el anlisis de cointegracin
Contraste EstadsticoPunto crtico/P-valor(significacin 5%)
Engle-Granger 3,84 3,75
Johansen r = 0 28,72 0,01VAR (k=3) r 1 7,68 0,97
Estimacin del modelo final
VariableCoeficienteestimado
t de Student/Estadstico
P-valor
PARD 62,71 7,44 0,00Df 483,81 7,25 0,00CL 0,04 13,24 0,00LI
8.292,08 5,84 0,00LE 10.668,00 11,03 0,00FAV 155,11 0,00DW 2,01
[0,22;0,80]Breusch-Godfrey LM: AR/MA1 2 (1) 0,04 0,82Breusch-Pagan
2 (k-1) 8,55 0,12Test de Jarque-Bera 2 (2) 1,61 0,44RESET 3,26
0,08R2 (corregido) 0,94
-
El coeficiente de la variable CL presenta el esperado signo
positivo, lo que corroboraque el crecimiento del consumo final de
lubricantes influye positivamente en la demanda debases
regeneradas.
El coeficiente estimado asociado a la variable LI tiene signo
negativo, reflejo del debili-tamiento en la demanda de aceites
regenerados cuando se eliminan las restricciones a la pro-duccin
interior de aceites base. En igual sentido apunta la estimacin del
coeficiente asocia-do a la variable ficticia LE. As, la
liberalizacin exterior tuvo un efecto negativo sobre elmercado
estudiado en la medida que, ante una mayor oferta de aceites base,
se crearon msdificultades para la comercializacin de los
regenerados.
4. Conclusiones
Segn los resultados obtenidos, tras la liberalizacin del mercado
la funcin de oferta deaceites regenerados se ha hecho elstica con
respecto al precio, con un valor de la elastici-dad-precio en el
punto de medias muestrales de 1,33. Asimismo, la utilizacin por los
rege-neradores de una tecnologa avanzada y la disponibilidad de
aceites usados parecen factoresfundamentales en las decisiones de
oferta. Por otro lado, la funcin de demanda de aceites re-generados
resulta ser inelstica con respecto al precio, con un valor de la
elasticidad-precioen el punto de medias muestrales de 0,39. Lo
mismo ocurre respecto al diferencial del precioentre las bases
regeneradas y las bases de primer refino, ya que la elasticidad
estimada eneste caso es de 0,57.
En el contexto de los estudios empricos sobre mercados
secundarios, los resultados ob-tenidos para la funcin de oferta de
los aceites base regenerados son, junto a los obtenidospara el
acero o el aluminio, de los pocos que indican la existencia de
elasticidades elevadas.Por el contrario, la reducida elasticidad de
la demanda entronca con la obtenida en la genera-lidad de los
estudios realizados, excepcin hecha del caso del aluminio.
La teora sobre mercados secundarios seala que la
elasticidad-precio de la demanda esel factor determinante del tipo
de polticas que son ms eficaces para incrementar el reciclajede un
residuo. En el caso de los aceites base regenerados, al haberse
obtenido un valor redu-cido para dicha elasticidad, el nfasis para
conseguir un mayor desarrollo de la regeneracindebera ponerse en
las polticas de estmulo a la demanda distintas de las que inciden
sobre elprecio. No obstante, dado que el precio en el mercado de
los regenerados siempre se fija enrelacin con el precio del mercado
de primer refino, resulta ms significativo valorar la elas-ticidad
de la demanda respecto al diferencial de precios. De nuevo en este
caso se ha consta-tado la inelasticidad de la demanda, reflejo de
la menor preferencia por las bases regeneradasfrente a las de
primer refino, lo que indica la necesidad de aplicar polticas
adicionales a lasdirigidas a ampliar dicho descuento.
En este sentido, cabe indicar que la puesta en marcha de campaas
de informacin y sen-sibilizacin pblica, acompaadas de la
implantacin de etiquetas ecolgicas para los lubri-cantes fabricados
a partir de la regeneracin, o de smbolos distintivos como producto
reci-clado, podran permitir que, a largo plazo, creciese la demanda
de aceites regenerados, como
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 47
-
ya ha ocurrido con otros productos secundarios (caso del papel).
Su conveniencia estriba enque, aunque las principales
certificaciones de aceites lubricantes garantizan la similitud
decaractersticas entre aceites regenerados y de primer refino, la
concienciacin pblica siguesiendo una tarea pendiente. La demanda
por parte de la Administracin Pblica para su pro-pio uso o la
obligatoriedad de que los lubricantes puestos en el mercado
contengan un por-centaje mnimo de bases regeneradas (tal como prev
el Proyecto de Ley de aceites usadosque est elaborando el
Ministerio de Medio Ambiente) contribuiran tambin, y de modoms
inmediato, a la misma finalidad.
Al mismo tiempo, deberan articularse polticas que den solucin a
los problemas quecondicionan la expansin de la oferta. Dado que la
oferta ha resultado ser elstica con res-pecto al precio, la
concesin de subvenciones a la industria de la regeneracin ser un
instru-mento eficaz para potenciar el incremento de su nivel de
actividad, adems de en primerlugar contribuir a evitar su
desaparicin mediante la cobertura de los posibles dficit
deexplotacin.
Asimismo, los resultados obtenidos permiten proponer otras
polticas de fomento de lasactividades de regeneracin. En este
sentido operarn aquellas medidas que, al favorecer lacanalizacin de
los aceites usados hacia la regeneracin frente a otros usos,
faciliten la dispo-nibilidad del residuo como input para esta
industria. De modo singular cabe citar el estableci-miento de
regulaciones ms estrictas sobre el empleo de ese residuo como fuel
(tal como pre-v la nueva Directiva comunitaria sobre incineracin de
residuos), ya que si se encarece suproceso de transformacin en
combustible, se facilitar el destino de los aceites usados haciala
regeneracin. Por el contrario, la exencin en el impuesto especial
sobre hidrocarburos, dela que disfruta actualmente la combustin de
los aceites usados (y que est previsto por laComunidad Europea que
se prolongue hasta 2006), est favoreciendo su utilizacin comofuel.
Lo mismo puede decirse de los incentivos que la poltica tarifaria
del sector elctricogenera respecto de la valorizacin energtica de
los aceites para produccin de electricidad.Finalmente, cabra
avanzar en la cooperacin administrativa, incluso supranacional, al
obje-to de conseguir el tamao adecuado de las plantas de
regeneracin para aprovechar las eco-nomas de escala y asegurar la
oferta a largo plazo de aceites usados para su regeneracin.
Apndice de fuentes estadsticas
Cantidad de aceites base regenerados producidos (QARS): hasta
1987 los datos proce-den de las Memorias de la Delegacin del
Gobierno en CAMPSA, excepto de 1970 a 1973en que se obtienen de las
Memorias de CAMPSA; desde 1988 hasta 1992 se toman de
lasResoluciones ministeriales de concesin de subvenciones; en 1993,
en que no se concedieronsubvenciones, se adopta la cantidad
regenerada por PETROLEV, nica empresa operante enese momento; y
desde 1994 se corresponden con la informacin proporcionada
directamentepor el Ministerio de Medio Ambiente en relacin con la
concesin de las subvenciones.Dado que los datos sobre concesin de
subvenciones se refieren a la cantidad de aceites usa-dos cuyo
destino es la regeneracin y que la conversin de aceites usados en
aceites base re-
48 A. ARNER GERRE, R. BARBERN ORT, J. MUR LACAMBRA
-
generados conlleva importantes prdidas de volumen, se ha
estimado la cantidad de estos l-timos aplicando un factor de
conversin de 0,6, de acuerdo con las recomendaciones de lostcnicos
del sector en Espaa.
Cantidad de aceites base regenerados demandados (QARD): la
cantidad demandadacoincide con la cantidad de aceites regenerados
producidos a excepcin del ltimo perodo, apartir de 1995, en que
CATOR destina, aproximadamente, un 40 por 100 parte de su
produc-cin a la exportacin.
Consumo de lubricantes (CL): para el perodo 1965-1987 los datos
proceden de las Me-morias de la Delegacin del Gobierno en CAMPSA y
Memorias de CAMPSA; en los aos1988-1990, de la Subdireccin General
de Hidrocarburos de la Direccin General de PolticaEnergtica y
Minas, del Ministerio de Economa; y en el perodo 1991-1999, de
ASELUBE.
Diferencial de precios (Df): esta variable se define como
porcentaje del descuento apli-cado al precio de los aceites base
regenerados con respecto al precio de los de primer refino.En el
perodo 1965-1986 los datos se obtienen de las Memorias de la
Delegacin del Gobier-no en CAMPSA; en 1990 se toman del trabajo de
Lohof (1991); en el perodo 1996-1999 secorresponden con el
descuento medio que declaran haber aplicado las empresas del
sector;en los perodos 1987-1989 y 1991-1995 se han estimado
teniendo en cuenta el diferencial delos aos del entorno de cada
perodo junto con la evolucin del nivel de precios de las basesde
primer refino y, adems, en 1987 y 1988, la diferenciacin en el
tratamiento impositivo deunas y otras bases.
Disponibilidad de los aceites usados (DAU): esta variable se
define como porcentaje deaceites usados recogidos en relacin con la
capacidad instalada para regeneracin y valoriza-cin energtica. La
informacin sobre la capacidad de las empresas de regeneracin ha
sidoobtenida, hasta 1986, de fuentes oficiales sobre la produccin
autorizada, y desde entonces di-rectamente de las empresas del
sector; la relativa a la capacidad de valorizacin energtica
paraproduccin de electricidad ha sido facilitada por las empresas
SOGECAR y Grupo Befesa.
Precios de los aceites base regenerados, antes y despus de
impuestos (PARS y PARD):durante el perodo 1965-1986 proceden de las
Memorias de la Delegacin del Gobierno enCAMPSA; en el perodo
1987-1999 constituyen una estimacin obtenida a partir de los
pre-cios de aceites base de primer refino proporcionados
directamente por REPSOL (hasta 1991)y por ICIS-LOR (Independent
Commodity Information Services-London Oil Reports), apli-cando el
diferencial de precios sealado anteriormente. Los impuestos tomados
en conside-racin han sido el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos,
hasta 1992, y desde 1986 elImpuesto sobre el Valor Aadido.
Precio de los aceites usados (PAU): hasta 1993, precio de los
aceites usados destinadosa la regeneracin segn informacin
facilitada por Flores e Hijos, S.A., recogedor de aceitesusados
minerales de automocin autorizado por la Consejera de Medio
Ambiente y Desa-rrollo Regional de la Comunidad Autnoma de Madrid;
en el perodo 1994-99, precio de losaceites usados destinados a la
combustin, segn informacin facilitada por ridos Lige-
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 49
-
ros, S.A., gestor de residuos peligrosos autorizado por la
Consejera de Medio Ambiente yDesarrollo Regional de la Comunidad
Autnoma de Madrid.
Tecnologa (TEC): esta variable se define como un ndice del
estado relativo de la tecno-loga de regeneracin utilizada por las
empresas que operan en Espaa, tomando como ele-mento de referencia
la mejor tecnologa disponible en cada momento. Ha sido calculado
porlos autores del trabajo atendiendo a la opinin de los expertos
sobre los rendimientos del pro-ceso, al consumo de materias
auxiliares y a los residuos generados. Su valor se obtiene a
par-tir de los ndices atribuidos para cada ao a la tecnologa
tradicional y a las nuevas tecnolo-gas, ponderados segn la
participacin, en ese ao, de cada tecnologa en la capacidadinstalada
total (vase Arner, 2002, para ms detalles).
Notas
1. Se habla de aceites usados para referirse a todos los aceites
industriales o lubricantes, con base mineral o sint-tica, que se
han vuelto inadecuados para el uso al que inicialmente estaban
destinados (motores de combus-tin, sistemas de transmisin,
turbinas, sistemas hidrulicos, etc.).
2. Los aceites base, tanto si provienen del refino del petrleo
como de la regeneracin de los aceites usados,constituyen la materia
prima principal en la fabricacin de aceites industriales o
lubricantes. En este procesode fabricacin se mezclan con los
aditivos requeridos para alcanzar los niveles de calidad y
prestaciones queles son exigidos en funcin del uso al que, en cada
caso, vayan destinados.
3. Se entiende por combustin la utilizacin de los aceites usados
como combustible con la finalidad de aprove-char el calor
producido; lo que tambin se conoce como valorizacin energtica.
4. El Ministerio de Medio Ambiente espaol est elaborando un
proyecto de ley de aceites usados con exigentesobjetivos de
recogida y regeneracin.
5. Segn el informe de Coopers & Lybrand (1997), el principal
obstculo para la regeneracin es la menor renta-bilidad de este
proceso en comparacin con la combustin, de forma que los
recogedores de aceites usadosconsiguen precios ms elevados por los
aceites que venden a las cementeras y a otras empresas que los
utilizancomo fuel, que por los aceites que venden a las empresas de
regeneracin. El informe de Taylor Nelson SofresConsulting (2001),
ahonda en esta misma lnea, al sealar que, excepto en el caso de las
empresas regenerado-ras de gran capacidad, una empresa de
regeneracin no puede competir con los procesadores de los
aceitesusados para su combustin, ya que el precio mximo que la
planta puede pagar por los aceites usados (entre 25y 100
Euros/tonelada, dependiendo del pas) no es suficiente para cubrir
los costes de recogida, mientras quelos procesadores de los aceites
usados para su combustin pueden pagar precios superiores (entre 40
y 120 Eu-ros/tonelada, segn pases).
6. La tecnologa tradicional de regeneracin por cido sulfrico y
tierras absorbentes (proceso Meinken), debidoa su reducido
rendimiento y elevado impacto ambiental, ha dado paso a otros
procesos: proceso de regenera-cin por desasfaltado trmico, con
terminacin por tierras o hidrogenacin (proceso TDA); proceso de
regene-racin por extraccin con propano y terminacin por tierras
(proceso Interline); proceso por destilaciones flashsucesivas y
tratamiento final con reactivos (proceso VAXON); y procesos de
destilacin a alto vaco e hidro-genacin (procesos KTI, Mohawk,
etc.), que resultan los ms sofisticados en la actualidad.
7. Segn Taylor Nelson Sofres Consulting (2001), el incremento de
los costes de capital experimentado a lolargo de este proceso de
innovacin tecnolgica se estima que llega al 75 por 100 respecto de
su inicio, demodo que actualmente los costes fijos representan
entre un 55 por 100 y un 80 por 100 de los costes
totalesdependiendo de la tecnologa utilizada. Segn el informe de
Coopers & Lybrand (1997) el coste de capital(depreciacin y
costes financieros) para una planta de regeneracin standard es de
un 51 por 100 de los cos-
50 A. ARNER GERRE, R. BARBERN ORT, J. MUR LACAMBRA
-
tes totales. Por otra parte, en este mismo informe se estima una
escala mnima eficiente de entre 60.000 (pro-ceso TDA) y 80.000
(proceso KTI) toneladas de aceites usados para que la regeneracin
resulte competiti-va; en tanto que Angulo (1997) seala una
capacidad mnima de planta de 25.000 toneladas de aceitesusados
(proceso Interline).
8. Sobre la teora de los mercados secundarios en relacin con
esta cuestin, vase Nestor (1991).
9. Prembulo de la Directiva 87/101/CEE, de 22 de diciembre de
1986, por la que se modifica la Directiva75/439/CEE relativa a la
gestin de aceites usados. Al respecto, es importante el dato de que
el consumo deenerga primaria necesario para obtener una tonelada de
aceite base mediante la regeneracin es una terceraparte del
requerido en el proceso de primer refino (Environmental Protection
Agency, 1989). Este dato secomplementa con el aportado por Regidor
(1999) para el caso espaol, en el sentido de que la
regeneracinpermite unos ahorros directos o indirectos de materias
primas muy superiores a los que permite el proceso devalorizacin
energtica de los aceites usados. Por otra parte, una amplia revisin
de los estudios de anlisis deciclo de vida aplicados a la
regeneracin y a la combustin, realizada por Taylor Nelson Sofres
Consulting(2001) y auspiciada por la Comisin Europea, confirma que
las ventajas medioambientales de la regeneracinson indiscutibles
siempre que la combustin sustituya a combustibles no fsiles;
mientras que si sustituye acombustibles fsiles los resultados no
son concluyentes, ya que dependen del impacto ambiental tomado
enconsideracin.
10. Sobre las polticas que se proponen, pueden verse: Ruston y
Dresser (1989), Bartone (1990), Sutherland(1992), Young y Sachs
(1995) y Department of Trade and Industry (1999).
11. Vase Lohof (1991), Jarmin (1993) y Taylor Nelson Sofres
Consulting (2001).
12. Slo se encuentran elasticidades-precio de la demanda
superiores a la unidad para el aluminio.
13. La conversin de aceites usados en aceites base regenerados
conlleva una prdida de volumen que los tcnicosdel sector coinciden
en cifrar en el 40 por 100 en el caso de las tecnologas aplicadas
en Espaa hasta final delos noventa.
14. Vase convenio de 31 de octubre de 1962, formalizado entre
CAMPSA y Olivol S. L., para la recogida y rege-neracin de aceites
usados. Tambin, convenio de 27 de junio de 1963, formalizado entre
CAMPSA y UlibarriS. A., para la recogida, regeneracin y distribucin
de aceites usados.
15. Con carcter general, CAMPSA adquira los productos de las
refineras, en la cuanta que el Gobierno sealaba y aunos precios
prefijados, para su posterior distribucin (Santamara, 1988). No
obstante, el Reglamento para la ventade aceites minerales y otros
productos de origen petrolfero de 1963 (B.O.E. de 23 y 24 de agosto
de 1963, nms.202 y 203) permita que la distribucin y venta de
aceites lubricantes se hiciese directamente por las empresas
pro-ductoras a los precios de distribucin fijados por el Gobierno,
siempre que hubiesen sido nombradas agentes deventas por CAMPSA.
Esta ltima fue precisamente la prctica habitual en el sector de la
regeneracin.
16. Puesto en marcha con el Real Decreto-Ley 5/1985, de
adaptacin del Monopolio de Petrleos.
17. Real Decreto 2644/1986, de 30 de diciembre, que regula la
fabricacin, distribucin y venta de aceites base ylubricantes de
automocin.
18. Segn fuentes del sector consultadas, la liberalizacin de la
comercializacin de aceites base y de lubricantesde automocin se
anticip, de hecho, a 1988 mediante la ampliacin de las cantidades
autorizadas; lo que tienesu reflejo inmediato en la evolucin de las
cifras de consumo interior y de comercio exterior.
19. Orden de 28 de febrero de 1989, del Ministerio de Obras
Pblicas y Urbanismo, por la que se regula la gestinde los aceites
usados.
20. Orden de 30 de noviembre de 1988, del Ministerio de Obras
Pblicas y Urbanismo, por la que se establecen lasbases para la
concesin de subvenciones a las empresas que durante 1988 se
hubiesen dedicado a la reutiliza-cin de aceites usados. Esta
convocatoria de subvenciones se renueva anualmente, fijndose las
nuevas condi-ciones para su concesin.
21. Esta exencin, contemplada en el artculo 51.4 de la Ley
38/1992, de Impuestos Especiales, entr en vigor el 1de enero de
1995.
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 51
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22. Ley 6/1993, de 15 de julio, de la Generalitat de Catalua,
reguladora de residuos. Para hacer posible la aplica-cin de esta
Ley se constituy una empresa dedicada a la recogida y regeneracin
de los aceites usados de Ca-talua (CATOR), que inici la produccin
de regenerados en 1995.
23. Vase la ya citada Directiva 75/439/CEE, de 16 de junio,
relativa a la gestin de aceites usados, modificadapor la Directiva
87/101/CEE, de 22 de diciembre de 1986, en cuyo artculo 3, apartado
1, se dice: cuando loscondicionantes de orden tcnico, econmico y de
organizacin lo permitan, los Estados miembros adoptarnlas medidas
necesarias para dar prioridad al tratamiento de los aceites usados
por regeneracin. Entre las me-didas adoptadas por el Gobierno
espaol en el periodo estudiado en este trabajo slo cabe destacar el
citadotrato favorable a la regeneracin en materia de subvenciones.
Ms recientemente, desde 2000 (Orden de 16 dejunio de 2000, del
Ministerio de Medio Ambiente), se ha ido ms all y se han suprimido
las subvenciones di-rectas al proceso de combustin (aunque esta
actividad se sigue beneficiando de las subvenciones a la recogi-da,
transporte, almacenamiento, anlisis y tratamiento de
descontaminacin de los aceites).
24. Pueden verse como trabajos ms representativos a este
respecto: Gmez-Miana (1993), Angulo (2001 y2002), Martn Pantoja
(2002) y Surez (2002), as como la pgina web de la Asociacin Espaola
de Regene-radores de Aceites Minerales Usados AERAMU (2003).
25. Este proyecto se inspiraba en las lneas de actuacin
propuestas por la Comisin Europea para incluir en lanueva revisin
de la Directiva sobre gestin de aceites usados que se estaba
llevando a cabo. Sin embargo, estarevisin parece haber sufrido una
paralizacin como consecuencia de la insuficiente presin poltica a
favor(Olazbal, 2000) y de la oposicin del sector de fabricacin de
lubricantes (vase, a modo de ejemplo,ASELUBE, 2002, p. 17-18).
26. Directiva 2000/76/CE, de 4 de diciembre de 2000, sobre
incineracin de residuos, cuya implantacin est pre-vista en 2003
para las nuevas plantas y en 2005 para las antiguas.
27. rdenes Ministeriales, Memorias de la Delegacin del Gobierno
en CAMPSA y Memorias de CAMPSA, fun-damentalmente.
28. Memorias de las empresas y, sobre todo, informacin
facilitada directamente por directivos y tcnicos de lasmismas.
29. Los citados indicios consisten en la obtencin de un signo
positivo para el coeficiente de la variable precio.
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Abstract
Used oils are a dangerous waste product whose inadequate
management could give rise to serious damage to the en-vironment;
at the same time, they have an undoubted economic value, in that
they maintain a very significant part ofthe hydrocarbons that
lubricating oils originally contain. Management of used oils offers
different options, mainlyfor recycling of oils, between of these
burning and regeneration are the most important. From the
environmentalpoint of view, the latter is considered the best
option and therefore government intervention aimed at promoting
it.Because of this, this study analyse the effectiveness of the
public policies intended to foster the regeneration of usedoils,
estimating the demand and supply functions of Spanish re-refined
market during period 1965-1999.
Keywords: Waste products, recycling, used oil, regeneration,
secondary markets, public policies.
JEL classification: H23, L71, Q31, Q38.
Las polticas pblicas de fomento del reciclaje: la regeneracin de
aceites usados 55