INTERVENCION COGNITVO CONDUCTUAL FAMILIAR EN ADICCIONES Psicoterapeuta-Especialista adicciones y Psicologia forense Luis Ponce Jimenez
11.Terapia Cognitiva -Familiar
Dec 09, 2015
Sobre la terapia cognitiva aplicada en el ámbito familiar. Este documento es sólo de uso académico.
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INTERVENCION COGNITVO CONDUCTUAL FAMILIAR EN
ADICCIONES
Psicoterapeuta-Especialista adicciones y Psicologia forense
Luis Ponce Jimenez
LA FAMILIA DEL ADICTO
La presencia de un adicto en la familia provoca una serie de alteraciones en la interacción y la homeóstasis familiar, así como en el funcionamiento familiar y en el proceso de socialización y de control social.
La familia evalúa el comportamiento adictivo como agresivo, por lo que la atención de todos sus miembros se vuelca a él y continuarán reforzándolo (Patterson, 1971).
El adicto, a su vez, encuentra la actitud de la familia como aversiva y aprende formas sofisticadas para evitarla manipulando y provocando otros comportamientos en cada uno de los miembros.
Sobreprotección y rechazo son los patrones actitudinales más frecuentes en el grupo familiar (Emmelkamp, 1988).
Progresivamente, cada miembro de la familia va desviando la atención que había puesto en sus metas personales hacia el paciente lo cual favorece la incorporación de patrones de comportamiento que llevan al sufrimiento de cada uno y todos los miembros de la familia.
¿Qué problemas se producen en la familia cuando hay un adicto al interior de ella?
Las relaciones entre los miembros de la familia cambian.
Hay un deterioro de la comunicación.
La droga controla además del adicto a la familia.
Existe una falta de autoridad y la destrucción de estructuras familiares.
Surge la desconfianza, los secretos.
La familia va perdiendo su individualidad para hacerse dependientes del adicto.
Surgen “bandos” en la familia.
La Evaluación y Motivación Familiar
Se evalúa el funcionamiento familiar.
Se utilizan procedimientos de intervención dirigidos a incrementar la motivación de la familia para participar en el tratamiento.
Contenidos de la Evaluación Familiar
Se realiza conjuntamente y por separado a los padres o esposa y al adicto, para obtener una descripción de los principales problemas que afectan a la relación familiar, fundamentalmente conflictos, pautas de comunicación y habilidades de solución de problemas en familia y la estructura de funcionamiento familiar desde su inicio hasta la actualidad.
Las principales áreas a cubrir en la evaluación familiar son:
a. Conflictos y/o Problemas. Un conflicto y/o problema familiar se define
como una conducta verbal que se manifiesta en forma de discusiones y desacuerdos entre padres e hijos, sobre determinados aspectos relacionados con el funcionamiento de la familia como el manejo del dinero, convivencia familiar, estudios.
b. Habilidades de Comunicación y de Solución de Problemas
Componentes del proceso de comunicación que el consejero puede evaluar: el grado de expresión, tono positivo o negativo de la interacción, habilidad verbal y claridad de los mensajes. También se observa la reciprocidad entre los miembros de la familia (semejanzas en señales no verbales como postura, contacto visual, gestos y expresiones), congruencias entre los mensajes verbales y no verbales, grado de desacuerdo, grado de tolerancia y respeto. Además las pautas en las que los miembros de la familia hablan unos con otros, apoyan sus puntos de vista o están en desacuerdo.
c. Estructura Familiar. Se puede usar las sesiones iniciales para
identificar cualquier problema que exista en la estructura familiar y que puede contribuir al mantenimiento del problema de la adicción. Estos problemas, según Robin y Foster (1989) pueden ser de dos tipos: de cohesión y de alienación.
La cohesión familiar se refiere al grado de unión emocional que existe entre los miembros de la familia, así como el nivel de autonomía disponible en el sistema familiar.
En las familias con un bajo nivel de cohesión no existe una estructura adecuada de apoyo.
Las que tienen un nivel alto de cohesión no refuerzan la independencia, la ejecución y la diferenciación. En estas familias los hijos suelen ser tímidos e indecisos y no manifiestan su desacuerdo con otros miembros de la familia.
En el caso de las adicciones, aunque el hijo convive con la familia de origen en la mayoría de los casos, el nivel de cohesión y de autonomía es muy bajo.
La alineación se refiere a unirse a alguien dentro del sistema familiar que está realizando una tarea o actividad.
En las adicciones las madres suelen alinearse con el hijo, sobre todo si el padre se implica poco en la relación familiar y critica y ridiculiza la drogodependencia de su hijo.
En otras familias, el hijo y uno de los padres se alinean formando un frente contra el otro padre, con la finalidad de adquirir mayor poder y minar la estructura jerárquica de poder y los límites existentes en la dinámica familiar.
d. Adaptabilidad.
La adaptabilidad de la familia se medirá por la capacidad de la familia para adaptarse a las necesidades de sus miembros en respuesta al estrés situacional y evolutivo.
La medida de adaptabilidad puede ser rígida, estructurada, flexible y caótica.
Las familias rígidas se caracterizan por un estilo autocrático y es más difícil para sus hijos negociar la necesidad cada vez mayor de poder e influencia dentro de la unidad familiar. La falta de autonomía y de asertividad caracterizará a los hijos de estas familias.
Las familias con una estructura caótica se caracterizan por una consistencia mínima, aplicación de contingencias aleatorias.
e. Estrés Agudo y Crónico. Es importante evaluar los estresares recientes o
crónicos que afectan al funcionamiento familiar, enfermedades físicas, problemas psicológicos y psiquiátricos independientes de la adicción, problemas financieros, empleo y vivienda. La pobreza es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de un determinado desorden.
f. Recursos Familiares. En cada área del funcionamiento familiar
existen recursos y déficit. El consejero deberá evaluar en qué aspectos la familia funciona bien y es competente y en cuáles no. Como la familia puede considerar su problema como irresoluble, en la fase inicial de la terapia es importante reforzar las habilidades de competencia que existan.
La Intervención Familiar
Al entablar el primer contacto con la familia, es importante considerar que toda demanda está caracterizada por algún nivel de crisis.
Por tanto, el estado emocional del terapeuta deberá ser de tranquilidad interna para poder contener emocionalmente a la persona que está solicitando ayuda.
Se sugiere asumir la actitud de escucha activa.
Además intervenir aclarando y priorizando las necesidades del consultante, así como iniciar el análisis de la demanda y eventualmente brindar algunas alternativas prácticas y realistas.
Se suele realizar una redefinición más amplia de los problemas y de las metas para la familia mediante un análisis más comprensivo sobre el rol de los antecedentes y consecuentes en el mantenimiento de las conductas problema.
Si la familia considera con objetividad los problemas que le aquejan, su motivación hacia el cambio aumentará considerablemente, desarrollará una actitud más positiva hacia la terapia con una disminución en el nivel de culpabilización mutua.
Consideraciones Básicas a tener en cuenta en la Intervención con la Familia del Adicto
Cuando el terapeuta informa a la familia que su familiar ha desarrollado dependencia a drogas, se recomienda a la familia que asuma una actitud de calma, puesto que ello les permitirá manejarse adecuadamente en esta etapa.
Se les sugiere que se agrupen y sumen esfuerzos así como que sensibilicen a su entorno.
Consideraciones Básicas a tener en cuenta en la Intervención con la Familia del Adicto
La familia debe conocer los efectos que producen las sustancias de abuso a nivel subjetivo y objetivo para el sujeto que la consume y sus consecuencias de tipo crónico.
Es importante explicarle a la familia las características comportamentales del adicto: la aparición de mentiras, manipulaciones, cinismo, agresividad, etc.
Indicarle que opten por la uniformidad de actitudes coherentes frente a estos comportamientos.
Consideraciones Básicas a tener en cuenta en la Intervención con la Familia del Adicto
Las pautas básicas que se emplean con las familias son: no facilitar dinero al adicto, evitar la ingesta de licor y el fumado de cigarrillos; el establecimiento de normas y reglas claras en casa. Evitar la confrontación y las riñas con el adicto.
Recordar a la familia que la inactividad laboral y física pueden contribuir en el sostenimiento de la conducta del consumo de sustancias.
Los principales procedimientos de intervención giran en torno a las siguientes áreas:
1. Habilidades de manejo familiar.
2. Entrenamiento en habilidades de comunicación y de solución de problemas.
3. Intervenciones funcionales/estructurales para afrontar los problemas y conflictos familiares.
Entrenamiento en Comunicación
El entrenamiento en comunicación tiene por objetivo identificar y corregir dificultades que existen en la forma que tienen los padres y el adicto a hablar entre sí.
El entrenamiento en comunicación tiene dos componentes fundamentales: no verbales y verbales.
Las emociones frecuentemente se manifiestan de manera no verbal, como por ejemplo, a través de las expresiones faciales y la posición del cuerpo.
Mediante técnicas de instrucción, modelado y juego de roles se entrena a los miembros de la familia a enviar y recibir mensajes de forma más clara, prestando especial atención a las señales no verbales.
Entre las habilidades de comunicación que se trabajan son:– Establecer contacto visual al hablar.– Lograr identificar sus estados emocionales– Lograr expresar verbalmente sus sentimientos, pensamientos,
planes, deseos, etc.
Las habilidades verbales de comunicación que se trabajan son:
________________________________________________________________Habilidades Verbales de Comunicación
________________________________________________________________ Hábitos Negativos Hábitos Positivos________________________________________________________________
•Acusar, culpar . Utilizar afirmaciones en primera persona (“YO”)•Humillar, avergonzar . Criticar la conducta, no a la persona•Interrumpir . Gesticular al hablar•Reprender, sermonear . Hacer afirmaciones claras y breves•Hablar de forma sarcástica . Hablar en un tono neutro
•No establecer contacto visual . Mirar al hablar•Adivinar el pensamiento ajeno . “Parafrasear”, hacer reflexiones•Salirse del tema de conversación . Hablar de cada cosa a su tiempo•Mandar, ordenar . Al preguntar, ser agradables y asertivos
•Rastrear en el pasado . El pasado no se cambia, centrarse en presente•Romper la conversación . Al hablar, respetar los turnos y ser breves•Intelectualizar . Utilizar un lenguaje asequible y sencillo•No escuchar . Escuchar de forma reflexiva
________________________________________________________________Habilidades Verbales de Comunicación
________________________________________________________________ Hábitos Negativos Hábitos Positivos________________________________________________________________
Modificación de Atribuciones, Expectativas y Creencias Irracionales
Las familias con un hijo adicto se caracterizan por tener conflictos constantes que originan unas pautas de conducta negativa muy arraigadas y en las que la culpabilidad juega un rol importante.
Morris y otros (1988) sugirieron que la teoría de la atribución sirve para explicar la regulación de conductas negativas de la culpabilización.
Según este planteamiento, los individuos tienen necesidad de explicar lo que les sucede y dar significado a los acontecimientos de su vida.
Generalmente, las interpretaciones de causalidad se reducen a explicaciones de “rasgo”.
Modificación de Atribuciones, Expectativas y Creencias Irracionales
En las familias con problemas, los rasgos negativos como “perezoso”, “egoísta”, “irresponsable”, “inmaduro”, se usan para explicar conductas inadecuadas.
Por ejemplo, “Como mi hijo siempre fue un irresponsable, no creo que vaya a dejar la droga”.
Este tipo de cogniciones desencadena unos sentimientos negativos y puede dar lugar a conductas negativas.
Modificación de Atribuciones, Expectativas y Creencias Irracionales
Desde esta óptica, el hijo adicto puede ser visto como algo global y negativo.
Cualquier cosa nueva que haga se interpreta haciendo alusión a estos rasgos generales, que automáticamente desencadenan una respuesta emocional negativa.
Por lo que no es la conducta en sí misma, sino las expectativas y atribuciones o el significado asignado a una conducta lo que determinará cómo reaccionarán los padres o el adicto.
Entrenamiento en Solución de Problemas
Es una intervención cognitivo conductual que sirve para incrementar la competencia social, enseñando a los individuos a descubrir vías efectivas de afrontamiento para los problemas de la vida cotidiana.
Los objetivos para la solución de problemas consisten en ayudar as la familia a identificar y resolver los conflictos actuales y enseñar las habilidades necesarias para manejar de forma más eficaz los conflictos futuros.
Entrenamiento en Solución de Problemas
El entrenamiento en solución de problemas establece la ocasión para que la familia “negocie” los conflictos que surjan en la dinámica familiar, desarrollando un esquema de trabajo democrático referente a la toma de decisiones sobre reglas de convivencia, desarrollo de actividades en familia, entrenamiento en comunicación y reestructuración cognitiva.
El entrenamiento en solución de problemas se puede realizar mediante técnicas de instrucción, modelado, ensayo de conducta, juego de roles feedback, etc.
Entrenamiento en Solución de Problemas
El entrenamiento en solución de problemas se compone de los siguientes pasos:
1. Definición del problema2. Generación de alternativas3. Evaluación de las alternativas y elección de la más
adecuada para resolver el conflicto familiar.4. Planificación de los detalles para la ejecución de la
solución.5. Verificación del resultado de la ejecución de la solución.
Intervenciones Estructurales/Funcionales
Están diseñadas para abordar las secuencias circulares de interacción interpersonal, fundamentalmente las funciones de las pautas de conducta relacionadas con la adicción.
Se asume que la conducta de cada persona tiene una ganancia que, en conjunto, mantiene la homeostasis familiar.
El terapeuta diseñará una intervención para alterar el sistema de forma que las “ganancias” que ha adquirido la conducta problema puedan sustituirse por otras más adaptativas y en las que no exista la coacción del adicto.
Inversión de la Jerarquía Familiar
Cuando los padres no están de acuerdo entre ellos con la especificación de reglas y la aplicación de contingencias para las conductas problema del hijo adicto, éste empieza a comportarse sin tener en cuenta las normas de convivencia familiar, y de forma gradual es él el que las impone.
La autoridad paterna se diluye y el adicto asume una posición de control y coacción.
La jerarquía normal de autoridad de los padres se invierte, con lo que los padres, en vez de apoyarse mutuamente, inician una serie de discusiones que originan una coalición débil entre ellos.
Inversión de la Jerarquía Familiar
El objetivo del terapeuta sería el corregir la jerarquía invertida, alcanzando un nivel razonable de control paterno sobre la conducta del adicto.
Es importante entrenar a los padres a establecer entre ellos acuerdos claros referentes a la definición de normas y aplicación de consecuencias.
Conductas de la Familia que pueden Entorpecer el Proceso de Tratamiento
Para que la familia sea consciente de la presencia de estas conductas es importante que las sepa identificar.
Una vez se han hecho conscientes y se hayan podido identificar, la familia debe conocer las consecuencias que tendrían este tipo de errores para el desarrollo del tratamiento.
Las más frecuentes son: (Martínez, Molina, Ruiz y Torres, 2000)
Conductas de la Familia que pueden Entorpecer el Proceso de Tratamiento
Negación del problema. Exigencia desproporcionada. El empleo de amenazas y su incumplimiento. Culpabilizarse entre los padres. Encubrir al paciente. No llegar al consenso entre los padres cuando existen
diferencias de criterio. Padre periférico/ madre periférica. Atención centrada exclusivamente en el problema de consumo. Anulación de las expectativas de solución.
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