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GPS GUÍA PARA SALIR Viernes 18.02.11 Ocho poblaciones del noroeste segoviano destacan por el llamativo color de sus construcciones más tradicionales [P2 Y 3] Los colores de la tierra Iglesia de la localidad de Madriguera, en la Sierra de Ayllón. :: J. PRIETO GALLEGO
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Mar 25, 2016

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GUÍAPARASALIR Ochopoblacionesdelnoroestesegoviano destacanporelllamativocolordesus construccionesmástradicionales [P2Y3] Iglesiadelalocalidadde Madriguera,enlaSierra deAyllón. Viernes 18.02.11 :: J.PRIETOGALLEGO
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GPSGUÍA PARA SALIR

Viernes18.02.11

Ocho poblaciones del noroeste segovianodestacan por el llamativo color de susconstrucciones más tradicionales [P2 Y 3]

Los coloresde la tierra

Iglesia de la localidad deMadriguera, en la Sierrade Ayllón.:: J. PRIETO GALLEGO

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PLANES Viernes 18.02.11EL NORTE DE CASTILLAGPS2

Son del color de la tierra queles vio nacer: arcillas o piza-rras dan tinte a la sangre deun puñado de pueblos sego-vianos recostados sobre lasladeras septentrionales de lasierra de Ayllón.

Hubo un tiempo, muchomucho antes de que la fiebredel ladrillo se convirtiera enenfermedad endémica, enque las gentes levantaban susmoradas sólo con aquello quequedaba más a mano. Ese es,en esencia, el rasgo de perso-nalidad que mejor define laarquitectura tradicional decada comarca. Es la forma enla que los paisajes circundan-tes pasaban a formar partedel lugar de residencia. Y espor eso por lo que los núcleosrurales que han sabido con-servar mejor sus rasgos depersonalidad arquitectóni-cos aparecen armoniosos,apetecibles y bellos enmar-cados en un territorio del queforman parte. Y no comoabominables bodrios tan fue-ra de lugar que lo que apete-ce al verlos es salir corrien-do. O apedrear a los arquitec-tos –si lo hubiere-. Por eso enlos pueblos de la montañaleonesa predomina la piedracaliza y la madera. O en lameseta dominaba el adobe.El mismo color del paisaje cir-cundante era el propio de lascasas de los hombres que lohabitaban.

Y eso mismo sucedió enun puñado de poblaciones di-seminadas a lo largo de unospocos kilómetros en el no-reste de la provincia de Sego-via, sobre las lomas bravas dela sierra de Ayllón, que cie-rra el territorio segoviano poresa parte marcando las lin-des con Madrid y Guadalaja-ra. La diversidad geológica deesas laderas es la responsabledel colorista catálogo arqui-tectónico que ha dejado so-bre el terreno pueblos de teznegra, negra como la pizarrade sus tejados y sus paredes,y pueblos de tez roja, rojacomo las areniscas de sus mu-ros o las tejas de sus tejados.Y también amarillos, amari-

llos como las cuarcitas blan-cas y amarillas con que vis-ten sus revocos y mampos-terías. Un reguero de coloresque ahora, con el manto blan-co de las montañas al fondo,lucen con una intensidadapetecible y serena, digna delmejor pintor.

PiedrasllanasUn buen lugar para comen-zar este periplo de colores yarquitecturas tradicionaleses el mirador de Piedraslla-nas, un kilómetro más arri-ba de la ermita de Hontana-res, en las afueras de Riaza.No hay mejor balcón para verdesde lo alto lo que luego severá a ras de suelo. Con lacumbre del pico Buitrera(2.045 m.) a la espalda, la lla-nada segoviana extiende sumanto de ocres hasta don-de alcanza la vista, que estanto como que los Picos deUrbión se divisan allá al fon-do entre las brumas. Más cer-ca, a los pies, las masas depino verde ponen el contra-punto a una paleta en la quepredomina el marrón de losrobledales sin hojas, el ama-rillo de los barbechos o el rojode los caminos. Más arriba,aún queda mucho para queestas montañas, que miranal norte, pierdan el vestidoblanco que oculta la mismatez oscura de varias de sus po-blaciones.

De regreso a la carreteraque une Riaza con Santibá-ñez de Ayllón, Alquité se pre-senta como el primero deeste rosario de piedras pre-ciosas. Las de aquí tiran ha-cia el amarillo porque en susmuros predominan las cuar-

citas de ese tinte. Lo mismoque en Martín Muñoz deAyllón, donde al amarillo seañaden ya los rojos de las

mamposterías y el negro dealgunos tejados de pizarra.Pero en Martín Muñoz deAyllón junto al revuelto de

casas caídas, casas rehabili-tadas y casas tal cual, de lasde toda la vida –sin pintar niremozar–, se ven tambiéncasas de vanguardia tratan-do de conjugar el uso de losmateriales tradicionales conventanales casi infinitos,más pensados para degustarcon gula el panorama serra-no que para resguardar de los

duros fríos del invierno.Porque este paseo de colo-

res por los pueblos de la sie-rra segoviana es un pococomo caerse en el interior deuna revista de esas de deco-ración rústica y con encanto,de chimenea en la portada yflores secas colgando del te-cho. Al largo periodo de aban-dono y decadencia, en el que

En rojoy negroArquitectura tradicionaly color en la sierra de Ayllón

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOSIERRADE AYLLÓN

Vista panorámica de la localidad de Madriguera. :: REPORTAJE GRÁFICO DE JAVIER PRIETO

Arriba, arquitectura tradicional en Becerril, uno delos pueblos negros. A la izquierda, dinteles rojizosenmarcan un ventanuco en una construcción arruinadadel mismo pueblo.

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Viernes 18.02.11EL NORTE DE CASTILLA PLANES 3GPS

muchas de las viviendas fue-ron quedando vacías, suce-dió la calentura de las segun-das residencias, especialmen-te de vecinos de Madrid, quesumió en un frenesí rehabi-litador todo lo que levanta-ba un palmo del suelo. Hoytodos esos pueblos lucen cas-cos urbanos con la mayor par-te de sus casas en pie, contra-ventanas cerradas y fachadaslustrosas, en orden, a la es-pera de los habitantes del finde semana y sometidas a laley no dictada que dice quetodo ventanuco tiene que te-ner un visillo blanco detrás.

Villacorta es ya un pueblorojo, rojo. Como la areniscaferruginosa ‘buntsangstein’de la que está hecho. El pa-seo por las calles, desiertasentre semana y ajetreadas asu final, lleva hasta el desaho-go rojizo al que, además de lacasa consistorial y el sopor-tal del bar, se asoma tambiénla espadaña de la iglesia deSanta Catalina.

Como si la sangre roja ali-mentara los pies y la negra lacabeza, en las cotas más altasde estas montañas predomi-na el suelo pizarroso. Por esobastan unos pocos kilóme-tros –en longitud– y unos po-cos metros –en altura– paraque varíe radicalmente –delrojo al negro– el color de todoun pueblo. Es lo que pasa enBecerril. Con la mitad del ca-serío por los suelos y la otrarecompuesto, destaca por larareza de una plaza que, enrelación el tamaño del pue-

blo, es casi como El Retiro.La cara más pintoresca deBecerril –y vencida por eltiempo– es la que queda en

el costado occidental.Madriguera, de nuevo en

la carretera principal, fue elprimero de todos estos pue-

blos serranos en padecer elreflujo de las restauracionescosmopolitas. Y eso se notatanto en la abundancia comoen el acabado de la mayoríade las construcciones. Un pe-queño ramal aúpa desde Ma-driguera hasta Serracín. Quees como pasar del atardecerrojizo del primero a la nochede los tiempos del segundo.Porque este pueblo negro ypizarroso es también uno delos que más severamente su-frió el abandono en el siglopasado. Algo más que com-prensible cuando uno se en-tera de que casi llega aquí an-tes la televisión digital te-rrestre que el agua corrien-te a las casas y el alcantari-llado a las calles. Ni su igle-sia se salvó del derrumbe yhoy su peculiar espadaña bi-color es la parte más enteradel templo.

EspadañaPrecisamente de la plaza a laque se asoman la espadaña yel destechado lavadero par-te el corto y hermoso paseoa pie que alcanza hasta otrode los emblemáticos pueblosnegros: El Muyo, el pueblo amayor altitud de la provin-cia y tan negro como el futu-ro que vislumbraron sus ha-bitantes a mediados del sigloXX. Hoy recupera parte de sucaserío mientras ve cómo laotra se convierte en revolti-jo de vigas al aire y piedrascaídas. En el entorno de suiglesia asoma, como una ro-zadura en las rodillas, la roca

desnuda y negra sobre la queapoyan directamente mu-chas casas, la esencia verda-dera de estas montañas queahí se muestra sin el arropede la tierra.

La última etapa del viaje

alcanza hasta El Negredo, denuevo en la carretera de Ria-za, en cuyas inmediacionesdestacan, como unas Médu-las en miniatura, unas anti-guas minas de alúmina.� [email protected]

�En marcha. La ‘Ruta delos pueblos del color’,como aparece en los folle-tos de la Diputación Pro-vincial de Segovia, se pue-de realizar partiendo deRiaza por la carretera SG-V-1111. A dos kilómetrossurge el desvío que llevahasta el aparcamiento delmirador de Peñasllanas,junto a la ermita de Hon-tanares.

�El paseo. Un paseo seña-lizado enlaza las pequeñaspoblaciones de Serracín yEl Muyo. Son tres kilóme-tros que pueden hacerse en

unos 45 minutos. Toda lazona está hilvanada porcircuitos señalizados den-tro del programa CaminosNaturales. Junto a la ermi-ta de Hontanares se en-cuentra ubicado un panelcon todos los recorridos.También en la web: www.-mapa.es/es/desarro-llo/pags/caminos_natura-les/caminos_natura-les.htm.

�Dormir. Tel. de informa-ción institucional: 902 2030 30. Turismo rural:www.castillayleonesvi-da.com.

Sencillo crucero de madera incrustado sobre piedrasrojizas a la entrada de Becerril.

Serracín

El Muyo

SG-1112

300 m

Arroyo

de la Hoz

Arroyo de la TejeraInicio1.396 m

1.431 m

1.260 m

1.181m

yoyoArroyoArroyoArroyoArroyoArroyoArroyoArroyArrode la Ho

lala

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