Voy, Señor Voy, Señor Homilia de Primera Comunion Domingo 26 Ciclo A P. Robert Flock 5 O 1958 2008 Parroquia La Santa Cru
Voy, SeñorVoy, Señor
Homilia de Primera Comunion
Domingo 26 Ciclo AP. Robert Flock
5O1958
2008
Parroquia La Santa Cruz
“Voy, Señor.”
Jesús nos cuenta una parábola con dos hijos.
Uno dice que obedecerá a su Padre para trabajar en la viña, pero no va.
Otro dice: “NO voy”. Pero luego se va.
“Voy, Señor.”
Jesús se queja de la falsedad de los que mienten a Dios, prometiendo obedecer su Santa Voluntad, pero luego no lo hacen.
“Voy, Señor.”
Lo hemos visto muchos en la Iglesia.
Hay padres que prometen educar a sus hijos en la fe.
Pero después ni siquiera asisten a la Misa los Domingos.
“Voy, Señor.”
Hay Niños que reciben su Primera Comunión
Prometen ser amigos de Jesús,
Pero no vuelvan el siguiente Domingo.
“Voy, Señor.”
Hay también muchos que prometen trabajar por el Reino de Dios, un reino de paz y justicia donde todos estamos incluidos y respetados como hermanos. Pero luego se ponen a pelear, insultar, amenazar y hasta matar, como hemos visto en los conflictos sociales.
“Voy, Señor.”
Jesús prefiere gente que, aunque en una primera instancia hayan dicho “NO” …
luego se arrepientan y cambien su manera de actuar.
“Un mismo amor”
Faltan otras dos posibilidades en la parábola de Jesús:
Uno que diría: “No voy” y No va;
Y otro que diría: “Sí, Voy”, y cumple su palabra.
Jesús es el Hijo que dice a Dios Padre:
“Sí, voy a trabajar en tu viña”.
Va.
Trabaja.
Entrega su vida.
“Un mismo amor”
Como nos explica la segunda lectura:
“Se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte,
y muerte de cruz.”
“Un mismo amor”
“Un mismo amor”
Jesús explicó a sus discípulos en la Última Cena: “Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.”(Juan 15,9-10).
“Un mismo amor”
De la misma manera, en la Segunda Lectura, San Pablo insiste en que seamos como Jesús:
“Si la exhortación en Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu o la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo sentir, un mismo amor, un mismo espíritu”.
La Santa Comunión
Por este motivo Jesús nos ha regalado la Eucaristía, su Cuerpo y su Sangre.
Por medio de la Santa Comunión, podemos compartir los sentimientos, el espíritu y el amor de Cristo.
La Santa Comunión
Sabemos que esta gracia no es magia.
Por eso, cuando venimos a la Misa, empezamos reconociendo nuestros pecados.
Como nos promete el Señor en la Primera Lectura:
“Si el malvado se aparta de su maldad y hace lo que es recto y justo, salvará su vida.”
La Santa Comunión
Después para tener los sentimientos de Jesús,
Escuchamos la Palabra de Dios en las Lecturas, el Salmo y el Evangelio.
Vean que lo dice el Salmo hoy:
“Señor, enséñame tus caminos.”
La Santa Comunión
Rezamos la plegaría Eucarística.
Rezamos la Oración del Señor,
Nos comprometemos a vivir en Paz.
La Santa Comunión
Finalmente recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo,
para que Jesús mismo viva en nosotros.
La Santa Comunión
De esta manera, cuando salimos de la Misa, enviados para trabajar en la Viña del Señor, podemos, como Jesús, decirle al Padre con toda humildad y valor, y sin engaños y mentiras:
“¡Voy, Señor!”
Felicidades