Yves Ledure
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Yves Ledure
PEQUEA VIDA DE LEON DEHON
Fundador de los Sacerdotes del Sagrado Corazn de San Quintn
Dios no sabe que hacer con nuestra sabiduray con nuestras obras,
l quiere nuestro corazn.Verdad y Caridad han sido las dos grandes
pasionesde mi vida, y tengo un solo deseo:que sean el nico
atractivo de la obra que dejar,si Dios quiere.Len Dehon
Traduccin realizada en Roma,en ocasin de la Beatificacin de Juan
Mara de la Cruz, scj,11 de marzo de 2001primer Beato de la
Congregacin del P. Dehon
PREFACIO
El inters de una biografa est en el hecho de que hace presente
la historia de una persona: prolonga la existencia contndola, y por
tanto dndole un nuevo espacio en nuestro tiempo. La personalidad
del P. Dehon tan rica y contrastada, mereca ampliamente tal
empresa.
Este hombre, que ha vivido la ltima mitad del siglo XIX y el
primer cuarto del XX, es de hecho un testigo privilegiado, sino
protagonista, de la historia de la Iglesia de este largo perodo.
Siguiendo su itinerario, descifrando sus evoluciones, se descubre
el trasfondo de nuestra vida religiosa. El P. Dehon haba entendido
que, tras la Revolucin francesa, la Iglesia era tan solo una porcin
de la sociedad, y por tanto, tambin tributaria de la cultura y del
espacio humano en el cual quera obrar. Su historia por tanto es tan
solo una de las componentes de un retablo ms amplio.
El inters mayor de la biografa del P. Dehon consiste en hacernos
vivir estas interacciones mltiples, que tejen los espacios de una
sociedad y portan las esperanzas de los hombres. La clarividencia
de este hombre de inteligencia brillante, le ha llevado a l y a sus
diferentes discpulos a ocupar los grandes desafos que marcaron las
evoluciones de las cuales saldr el siglo XX. Situando la Iglesia
dentro de esta evolucin, l contribuy a hacerla entrar en la
modernidad, que es nuestra historia y su presente.
El P. Dehon vivi con la pluma en la mano. Comenz a recoger
anotaciones desde su vida en el colegio, y dejar de hacerlo tan
solo con su muerte. El resultado son dos voluminosos documentos, de
diferente tipo: en primer lugar, sus memorias (Notes sur lHistoire
de ma Vie = NHV) que cubren la primera parte de su vida, desde su
nacimiento hasta 1888. se trata de una retrospectiva en la cual el
autor comenz a trabajar en 1886 y que en 1897 no estaba an
terminada. Refirindose a distintos documentos, el P. Dehon escribe,
a veces rescribe, su existencia, para darle una continuidad y, por
tanto, justificar sus elecciones ms importantes.
En segundo lugar, tenemos su Diario personal (Notes Quotidiennes
= NQ) en el cual recoge anotaciones cotidianas, que describen lo
que l vive, sus estados de nimo, as como sus reflexiones frente a
los acontecimientos. Esencialmente este diario va del 1886 al 1925.
del perodo que precede a 1886 queda tan solo algn cuaderno que
cubre su perodo de seminarista en Roma (1867-1870). Es solo una
casualidad que hayan desaparecido justamente las anotaciones del
perodo anterior a 1886?
Estos dos documentos, Memorias y Diario, han servido como hilo
conductor a esta biografa. Salvo indicacin contraria, los textos
del P. Dehon citados en las pginas que siguen estn trados de estas
dos obras. Si bien sean diferentes tanto por el estilo como por el
objetivo que persiguen, ellos nos dan un reflejo muy interesante de
la compleja personalidad del P. Dehon. Entrelazando las dos
prospectivas, podremos darnos cuenta mejor de su gran riqueza de
vida y de pensamiento. Sorprende de hecho, que, todava hoy, ellos
no hayan sido ms estudiados. Si este breve perfil contribuye a
hacerlos conocer mejor, tambin fuera del crculo de sus discpulos,
el autor considerara alcanzado su objetivo...
Y. L.
1ESTUDIOS Y VIAJES
1870, ao de transiciones para Francia y Europa, as como para la
Iglesia Catlica. En julio de 1870 estalla la guerra franco-prusiana
que remodelar el mapa geopoltico de Europa y cuyas consecuencias
llevan en germen los conflictos futuros, en particular el de
1914-1918. la victoria militar abre el camino a la unidad alemana,
bajo la dominacin de Prusia. Seguidamente al desastre de Sedan, que
ha supuesto el alejamiento de Napolen III, en pars se proclama la
Repblica.
Aprovechando la cada de Napolon III, Victorio Emmanuel II invade
los territorios pontificios, que estaban protegidos por las tropas
francesas y hace de Roma la capital prestigiosa del Reino de
Italia. El Papa se ve privado de todo poder temporal. El papado ser
profundamente transformado. El papa deber ponerse de manera
diferente ante las naciones. Su papel ser ms espiritual que
poltico. Estos acontecimientos supondrn profundas transformaciones
tambin para la Iglesia.
A partir del 8 de diciembre de 1869, se desarrolla en Roma el
concilio Vaticano I, que haba sido convocado por Po IX. Este
concilio llegar, en julio de 1870, a la proclamacin de la
infalibilidad pontificia. Todo sucede como si este plus de aureola
espiritual tuviese que compensar la prdida del poder temporal y
tambin reorientar la funcin pontificia hacia una dimensin ms
pastoral. El Vaticano I confirma la corriente romana que en el
siglo XIX se haba propagado en la Iglesia e incrementar el
potencial de simpata o es ms de veneracin hacia la persona del
soberano pontfice. Perdiendo su funcin temporal, la institucin
pontificia se concentrar en la persona misma del papa, hasta el
punto de identificarse con l. Claramente no todos los catlicos
seguirn esta evolucin.
Un Concilio es siempre en acontecimiento en la Iglesia, sobre
todo por el hecho de que el ltimo se remontaba al siglo XVI, en el
momento de la Contrarreforma. En efecto, tras el concilio de Trento
(1545-1563), la Iglesia no haba conocido una reunin similar. Esto
nos hace entender la novedad representada por el Vaticano I en la
segunda mitad del siglo XIX.
Un joven sacerdote, ordenado en diciembre del ao precedente,
participa como estengrafo del acontecimiento. Para asegurar la
transcripcin de las sesiones solemnes haba sido creado un pequeo
grupo de estengrafos, bajo la direccin de Virginio Marchese,
sacerdote de Turn, ya estengrafo del Senado italiano. La veintena
de sacerdotes que componan este grupo haba sido tomado de los
diferentes seminarios romanos. Uno de los cuatro franceses,
elegidos entre los estudiantes del seminario de Santa Chiara, se
llama Len Dehon. El Vaticano I ser para l una experiencia
inolvidable, que dar una tonalidad decididamente romana y eclesial
a su perfil espiritual. El razonar y se comprometer siempre en
trminos de Iglesia universal. Roma forma parte de su cultura hasta
el punto de convertirse para l en una segunda patria.
Desde octubre de 1865, Len Dehon se encuentra en el Seminario
francs de Roma, donde se prepara al sacerdocio. Esta etapa es la
conclusin de un camino rico de peripecias, como veremos a
continuacin. Muy dotado, tambin brillante es ya abogado el joven
habra podido abrazar carreras ms gratificantes. Es con pleno
conocimiento de causa que elige el sacerdocio. Con la dulce
perseverancia de las personas convencidas, supera obstculos y
dificultades para alcanzar el objetivo al cual apuntaba desde la
primera juventud.
Las races familiares
Len Dehon naci el 14 de marzo de 1843 en La Capelle, un burgo
grande situado al norte del departamento de LAisne, no lejos de la
frontera belga. Fue bautizado en la iglesia parroquial el 24 de
marzo siguiente. Estamos en la vigilia de la Anunciacin a la Virgen
Mara. Ms tarde el P. Dehon ver en esto un signo providencial, una
indicacin de lo que deba ser el corazn de su espiritualidad, el
Ecce venio, he aqu que vendo del salmo 40, que describe la actitud
del creyente que hace don de su voluntad a Dios por amor. La Carta
a los Hebreos retomar esta perspectiva para definir la actitud
misma de cristo, sus sentimientos, en la aventura de la Encarnacin.
Tu no has querido ni sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado
un cuerpo. no aceptas ni holocaustos ni sacrificios por el pecado.
Entonces yo dije: He aqu que vengo porque de m est escrito en el
libro- para hacer, oh Dios, tu voluntad (Hb 10, 5-7).
En NHV, Dehon escribir unos 40 aos ms tarde:
El 24 de marzo era la fiesta de un nio mrtir, San Simen. Pero
eran sobre todo las primeras vsperas de la fiesta de la Anunciacin.
Fui feliz ms tarde de unir el recuerdo de mi bautismo al del Ecce
Venio de Nuestro Seor. He obtenido una gran confianza de este
acercamiento.
Estas indicaciones nos son preciosas, porque subrayan la
continuidad de una existencia de muchas esfumaturas, de
innumerables compromisos. La actitud de oblacin, de ofrenda de s,
que es la trama de fondo de la Encarnacin, leer unido y dar un
densidad particular a la vocacin religiosa de Len Dehon.
Len nace en una familia de ricos propietarios terratenientes,
especializada en la crianza de caballos de carrera. La Capelle
pertenece a la Thirache, que es una regin esencialmente agrcola.
Sus principales riquezas son fruto de la crianza. La regin est
dividida por dos grandes mercados, como Hirson, La Capelle, Le
Nouvion, que constituyen otros tantos cruces de comunicaciones.
Estamos en una regin de paso, dirigida al norte de Francia, hacia
la Lorena, Champagne, Blgica. Ella ser regularmente atravesada por
diferentes ejrcitos, que dejarn ruina y desolacin.
La familia Dehon es originaria del Hainaut francs, ms
precisamente del Seoro de Hon, junto a Bavay, una ciudad importante
ya en la poca galo-romana, justamente porque era un cruce de
caminos que surcaban el norte de la Galia. En el siglo XVIII los de
Hon se establecen en La Capelle; con la Revolucin abandonan el
prefijo de para convertirlo en Dehon. Prosiguen su actividad de
agricultores y de criadores de animales. Con la llegada de la
riqueza, la familia ocupa rpidamente una posicin social acomodada e
influyente. El abuelo es alcalde de La Capelle en el momento del
nacimiento de Len. Es l quien firma el registro de nacimiento de su
nieto. El padre de len, Alejando Julio, como su hermano menor
Enrique, ocuparn el mismo puesto. La posicin social de la familia
Dehon est ampliamente asegurada en La Capelle, famosa en la regin
por las carreras de caballos. Los Dehon poseen naturalmente una
escudera.
Len Dehon nace por lo tanto en un ambiente de pequea burguesa
rural, muy enraizada en un territorio, ocupada en las cosas de la
tierra, pero abierta a las innovaciones. Podemos ver una prueba en
el viaje que l emprende a la edad de 12 aos con su padre para
visitar la Exposicin universal de Pars. Ser su primer gran viaje.
Har seguidamente muchos otros, vivindolos como otras tantas
lecciones de cosas, segn su expresin.
Sin embargo, el joven Dehon, al contrario que su hermano Enrique
que sigue la huellas paternas, no est atrado por la vida y las
ocupaciones de la tierra. Practica tan solo moderadamente la
equitacin, cosa que sorprende en tal ambiente. En efecto es con su
madre, Estefana Vandelet, que el nio establece lazos de secretas
connivencias. Aqu se juega una parte decisiva de su orientacin
futura, tanto en el plano cultural en general como desde el punto
de vista religioso.
Los Dehon son catlicos por tradicin, pero poco practicantes. El
padre, Alejando Dehon, tras el perodo transcurrido en el Colegio de
San Quintn, haba abandonado toda prctica de vida cristiana. De su
primera educacin religiosa, aun siendo rudimentaria, conserva el
sentido de la justicia, una actitud de bondad y de respeto sincero
por la religin. Sin embargo, se adapta a los usos de la poca, que
quieren que la religin no sea una ocupacin de hombres, sino
negocios de mujeres. La Capelle estaba particularmente marcada por
este modo de pensar. Por respeto humano, los hombres evitaban
entrar en la iglesia.
Estaban fuertemente influenciados por las ideas cientistas, que
juzgaban el cristianismo como un insostenible oscurantismo. Ms
tarde, el P. Dehon se revelar contra estos prejuicios que alejan a
los hombres de la Iglesia y que desfiguran a Cristo, presentndolo
como el apstol tmido de los nios y enfermos. No es ms el Len de
Jud, no es ms el pastor de hombres, que reuna tres o cuatro mil
galileos, sin contar las mujeres y nios. Cmo no admitir que Dehon
piensa en su padre escribiendo estas lneas en La rnovation sociale
Chrtienne?
La vocacin de Len permanecer por ello, para su padre, un enigma
y un tema de grave conflicto. Entre padre e hijo se crea una
incomprensin duradera, cuando no una sorda hostilidad. La ordenacin
sacerdotal de Len en 1868 les acercar solo parcialmente, tambin si
el hijo tiene la gran alegra de ver a su padre retomar tmidamente
el camino de la Iglesia.
La cosas van totalmente de otra manera del lado de los Vandelet,
cuya educacin religiosa es cuidado. La madre de Len fue educada en
Charleville, en el pensionado de las Damas de la Providencia de
Mme. de Gerlache, que despus se fundirn con las religiosas del
Sagrado Corazn de Santa Sofa Barat. Del tiempo transcurrido en el
pensionado, Estefana hered una piedad slida, iluminada, inventiva
en sus diversas actividades caritativas. Sobre todo a partir del
matrimonio en casa Dehon, su vida est fuertemente marcada por la
devocin al Sagrado Corazn de Jess, del cual toma los elementos
esenciales en el libro de oracin Manual del Sagrado Corazn. Este
libro la acompaar toda la vida, y transmitir su sustancia al hijo
Len.
Por tanto se puede decir que es sobre las rodillas de su madre
donde Len descubre el Cristo manso y humilde de corazn. Es all
donde es impregnado de esta devocin, tan popular en el siglo XIX. A
travs de ella de hecho expresa esencialmente la fe del pueblo
cristiano de la poca. Cuando Len es invitado al colegio de
Hazebrouck, la madre deja caer en el equipaje el Manual del Sagrado
Corazn. Ms tarde el P. Dehon dir que este libro fue su verdadera
gua asctica, el que lo ha formado a las grandes devociones de la
vida cristiana. Si se aaden la Imitacin de Cristo y la Introduccin
a la vida devota de S. Francisco de Sales, tenemos los libros clave
de su adolescencia, con los cuales nutra su adolescencia. Es
necesario felicitarse por tales elecciones, que testimonian una
sensibilidad religiosa particularmente iluminada, nutrida en la
gran tradicin asctica de la Iglesia. El terreno est bien preparado
para la obra espiritual de maana, centrada sobre la persona de
Cristo. Compartimos plenamente el pensamiento del P. Dehon cuando
rinde homenaje a su madre:
Mi madre ha sido para m uno de los mayores dones de mi Dios y el
instrumento de mil gracias... ella prepar indirectamente mi
vocacin.
El colegio de Hazebrouck
Len asiste a la escuela del pueblo como mediopensionista. Todas
las maanas, tambin en invierno, se presenta a las seis en punto.
Sigue el catecismo del prroco Hcart, demasiado viejo para domar las
travesuras del muchacho de diez aos. Muy dotado, vivo de espritu,
capaz de entender rpido y bien, Len se dejar llevar. No tiene
necesidad de estudiar mucho para sacar los estudios. El ambiente de
la escuela no lo impulsa al trabajo. Los padres se preocupan por
esta situacin y deciden enviarlo con su hermano Enrique, mayor que
l cuatro aos, al colegio de Hazebrouck, dirigido por algunos
sacerdotes del norte. Ingresa el 1 de octubre de 1854 y lo deja en
1859, tras haber conseguido el diploma a los diecisis aos.
Por qu Hazebrouck? En un primer momento el padre, que soaba
brillantes carreras para sus hijos, haba pensado en Pars. Pero por
la insistencia de la madre, que vigila la educacin religiosa de los
hijos, los muchachos son confiados al pensionado de Hazebrouck. De
hecho, la familia tiene relacin con uno de sus dirigentes, el
reverendo Boute, viejo prroco de su ama de llaves. La eleccin es
importante, porque permite a Len vivir en un ambiente cristiano
homogneo, donde nacer y crecer su vocacin. l mismos, por lo dems,
no se engaa cuando dice: es sta la gracia que gua mi vida. Alabar a
dios por esto toda mi vida. Len Dehon, una vez dejado el colegio,
mantendr una correspondencia regular con sus viejos maestros, en
particular con el director profesor Dehaene. De hecho, la vida
austera de estos sacerdotes enseantes, como existan tantos en la
poca, todo dedicados a la educacin de la juventud, quedar para
Dehon como un modelo y una tarea que tambin l realizar a su vez. En
contacto con estos sacerdotes, l mide la importancia de la tarea
pedaggica. Por largos aos l mismo se dedicar en alma y cuerpo,
formando al mismo tiempo el hombre y el cristiano.
La Iglesia de Francia, tras la tormenta revolucionaria, invirti
masivamente en la educacin de los jvenes, a travs de escuelas y
oratorios sea en el sector masculino que femenino. Por lo que
respecta a los hombres, Jean-Marie Lamennais, Marcelin Champagnat o
don Bosco, por citar algunos, suscitarn innumerables vocaciones de
religiosos enseantes o educadores. Tras la ley Falloux de 1850, ms
de 900 congregaciones femeninas fueron autorizadas a abrir
escuelas. La Monarqua de julio, como la ley Falloux que suprima el
monopolio de las universidades sobre la enseanza secundaria, han
facilitado de manera singular la tarea de la Iglesia, que
inmediatamente se ha puesto manos a la obra. Los institutos
pertenecientes a congregaciones religiosas se multiplican tanto en
el campo como en la ciudad. A los ojos de los historiadores, esta
irrupcin masiva de religiosas institutrices, sin olvidar las
enfermeras, constituye un verdadera acontecimiento de sociedad. La
enseanza se convierte as en la plaza fuerte de la Iglesia para su
obra de evangelizacin... para la reconquista del poder, afirmarn
los anticlericales, que comienzan a preocuparse por esta nueva
apropiacin eclesistica. Tenemos aqu en germen los futuros
conflictos de la III Repblica.
Hazebrouck es uno de aquellos colegios de origen municipal que
pasa a la direccin eclesistica. Es aqu donde Len siente la llamada
al sacerdocio. El ambiente mismo preparaba a esto, porque el estilo
del colegio, bajo el impulso del prroco Dehaene, tenda a una
pedagoga integral que pona el acento en la vida cristiana. Los
estudios clsicos tenan el puesto de honor; el latn acaba por
convertirse para los ms dotados en una lengua casi corriente. La
austeridad de vida que reinaba deba templar los caracteres y
fortificar las convicciones cristianas.
Se coma pan negro siempre y diferentes carnes apreciadas por el
campo flamenco, pero apetecibles para estmagos delicados. La regla
era viril: alzada matutina, poca calefaccin, mucho trabajo y pocas
vacaciones. Los estudios eran duros. Los mejores alumnos de retrica
eran admitidos sin ni siquiera hacerla filosofa.
La descripcin un poco densa, digna de un informe militar, no
debe hacer olvidar lo esencial. Este ambiente, bien enraizado en
las fuertes tradiciones flamencas, ser iluminador para Len. Adems
de sus estudios, el se dedicaba a diversas asociaciones pas, en
particular a la Conferencia de San Vicente de Pal cuyo origen era
reciente: se remontaba a 1833. justamente en aquel ao Ozanam haba
reunido en Pars a sus primeros compaeros. Gracias a las actividades
de la conferencia, Len comienza a descubrir la cara oculta de la
sociedad de la cual ignora todo: pero en particular la miseria y la
pobreza. Recordando que es durante este perodo que l lee el Manual
del Sagrado Corazn, la Introduccin a la vida devota y la Imitacin
de Cristo, se est en el derecho de afirmar que justamente en
Hazebrouck toman pie las dos grandes orientaciones de su vida: una
espiritualidad del corazn de Jess y el compromiso social.
El atractivo hacia el sacerdocio se precisa desde el primer ao
de colegio. La misa cotidiana y el encargo como sacristn
contribuyen por su parte. Len fecha su decisin a responder a la
llamada la noche de Navidad de 1856. a partir de este momento, el
sacerdocio se convierte en el objetivo del cual l no se desviar ms;
l mismo se sorprende: lo que me impresiona, anotar ms tarde, es que
desde entonces mi decisin no ha sido nunca seriamente cuestionada.
Cierto, el adolescente conocer las dificultades, las tentaciones de
la edad. La obra dela gracia ser ms fuerte y permitir superar todas
las resistencias y oposiciones que encontrar en su camino. La
decisin del adolescente es por tanto irrevocable y l sabr inventar
los caminos, a veces originales, para realizar el proyecto. Vemos
aqu una personalidad fuerte que se construye sobre la base de
fuertes convicciones y de perseverante tenacidad en la elecciones y
decisiones. Todas ellas cualidades que son indispensables al
fundador de una orden.
Durante las vacaciones de 1856, Len lleva a cabo su primer gran
viaje en compaa del nuevo prroco de La Capelle, don Demiselle, con
el cual estar siempre muy ligado. Lieja, Aquisgrn, Colonia son las
principales etapas de este viaje turstico de varias semanas. De
este viaje el adolescente conserva l hbito de anotar con cuidado
los lugares visitados, las impresiones recibidas, las reflexiones
que le inspira lo que ve. Para Dehon el viaje es un abrir las hojas
del gran libro del universo, descubre la vida y las pasiones de los
hombres y contempla las mirabilia Dei. Sus numerosos cuadernos de
viaje contiene el testimonio.
El sacerdocio que divide
El agosto de 1859 seala el final de una etapa. Len termina sus
estudios secundarios. El 16 de agosto de 1859 supera conexito el
bachillerato de letras. Se pregunta, tanto l como sus padres, por
el futuro.
Volviendo a La Capelle, el neobachiller pone al corriente a sus
padres de su decisin de ser sacerdote. El anuncio resuena como el
golpe de un rayo.
Para los progenitores, en particular para el padre, es un shock.
Hasta aquel momento no haba habido ningn acuerdo entre padre e
hijo. El padre, que se haba convertido en una personalidad local,
soaba para este hijo una gran carrera de prestigio. La eleccin de
Len, sin embargo, arruina todos sus proyectos. No la comprende y
por supuesto no la comparte. Por otra parte, cmo podra hacerlo? Su
cristianismo era demasiado superficial, por no decir esencialmente
sociolgico. No poda aceptar para su hijo una idea de sacerdocio que
no corresponda en nada a las ambiciones que l acariciaba: las del
xito, el prestigio y el poder. Se enfrentan en este caso dos lgicas
que crean una profunda incomprensin entre el padre preocupado de la
carrera y posicin social y el hijo que busca la unin con Cristo, el
don de s a Dios. Si la relacin padre-hijo es problemtica, en casos
como ste puede convertirse en enfrentamiento: el padre ya no se
reconoce en su hijo y este ltimo pierde la referencia paterna por
algo que le es ms querido. As se anuda un drama secreto que teje
una tela de fondo de sufrimiento, de frustraciones y en fin de
soleada entre dos seres, que se quieren el uno al otro. De su
padre, el hijo dir con gravedad: Fue tomado por una tristeza que no
lo dejara nunca hasta su muerte.
El hijo deber por tanto oponerse al padre para realizar su
proyecto, para realizarse con este proyecto. El proyecto dehoniano,
del cual veremos progresivamente la complejidad, comienza con una
desobediencia inicial a los padres. El rechazo de seguir al padre
abre la vida de la obediencia a Dios, que ser la actitud de fondo
de la espiritualidad dehoniana. Len no podr nunca contar con su
padre para ser sostenido, acompaado, animado. Ciertamente su madre
lo comprende y secretamente lo sostiene, pero sin oponerse
abiertamente a su marido. El sacerdocio de Len Dehon es hurfano al
menos de padre. No tiene ascendientes, pero tendr una numerosa
descendencia. Al momento de la ordenacin, el padre, Alejandro
Dehon, se acerca tmidamente a la prctica sacramental, dando una
inmensa alegra al hijo: haba acabado por habituarse a lo que no
poda aceptar. La herida se reabrir en el momento de la fundacin de
la congregacin, que trunca de raz toda posibilidad de promocin
eclesistica.
Para el P. Dehon el sacerdocio no ser nunca visto, ni siquiera
de lejos, como una carrera. A sus ojos, tan solo la caricatura
podra ver en el sacerdote un funcionario de Dios! A travs de su
historia personal, Dehon ha vivido el sacerdocio como una realidad
que no se casa con las ambiciones personales o los xitos sociales.
El sacerdocio entra en el campo de la aventura espiritual que no
tolera la mediocridad, aunque no est carente de debilidades. Toda
su vida estar acompaado de esta conviccin, a la cual la Escuela
Francesa y, en particular, Brulle darn la argumentacin teolgica. La
preocupacin por la cualidad sacerdotal, sea humana que espiritual,
es una constante que reencontraremos en las sucesivas y muchas
iniciativas, de manera particular en la fundacin de la
congregacin.
Pars
Frente al rechazo del padre, el hijo se pliega momentneamente.
En vez de entrar en el Seminario de San Sulpicio de Pars, como tena
intencin de hacer, se inscribe en un curso de preparacin al
Politcnico, ya que sta era la decisin paterna. Contemporneamente,
se inscribe en el primer ao de derecho, sin seguir an regularmente
los cursos. Tras haber conseguido con xito, en julio de 1860, el
bachillerato en ciencias que le abre el ingreso al Politcnico,
abandona este camino para dedicarse totalmente al derecho. El
trmite jurdico le parece, e efecto, ms de acuerdo con su cultura y
su sensibilidad personal. En ella ve tambin una lejana preparacin a
su proyecto sacerdotal, pospuesto ciertamente, pero no
abandonado.
En agosto de 1862, supera la licencia en derecho. Este xito
universitario le abre la posibilidad de inscribirse e el foro. En
noviembre presta juramento como abogado e inicia la prctica en el
bufete de un procurador legal. Pero como no aspira a ejercer,
dedica casi todo el tiempo a preparar una tesis doctoral en
derecho, que sostiene con xito el 2 de abril de 1864.
Por obedecer a su padre, Len pas cuatro aos de estudio en Pars.
Esta larga permanencia fue particularmente rica y fecunda. El
estudio del derecho no lo ocupaba totalmente, porque lo considera
no como preparacin a una carrera ni como aprendizaje de un oficio.
Era ante todo un paso obligado y la espera de otra cosa.
El estudiante de derecho se programa por tanto un ritmo de vida
que le permita favorecer la vocacin sacerdotal, su objetivo ltimo.
Habitando en la Rue Madame, l hace de San Sulpicio su parroquia,
que frecuenta activamente, en particular, la misa cotidiana de la
maana. Aqu espiga algo del espritu de Olier, el fundador de los
sulpicianos, del cual deseba alimentarse entrando en el Seminario
de San Sulpicio. Gracias a la enseanza de los sulpicianos recoge
los primeros elementos de espiritualidad sacerdotal de la cual har
ms tarde la base de la propia doctrina espiritual: la unin con
Cristo, a sus misterios, a sus sentimientos. l se compromete adems
con diferentes obras de la parroquia, como la Conferencia de San
Vicente de Pal. Aconsejado por su padre espiritual, elegido de
entre los vicarios de la parroquia, se convertir tambin en
catequista de los desheredados y de las personas privadas de
instruccin, muy numerosas en el barrio.
Esta parte de Pars presentaba un rostro muy contrastante. No se
reduca solo a los negocios de objetos sacros de gusto decadente de
los cuales se burlar ruidosamente Huysmans. Entre el Panten, el
barrio Mouffetard y S. Sulpicio se extenda una zona de extrema
pobreza: una zona donde los males y las miserias de la sociedad del
Segundo Imperio se concentraba y se agigantaban. Atravesando
aquellas calles estrechas, sin sol, nauseabundas, superpobladas,
aquel joven tan distinguido tuvo que padecer los sarcasmos y los
insultos de hombres y mujeres que, a causa de sus condiciones de
vida, haban perdido toda dignidad humana. l mide el abismo que
separa a las clases sociales, toca con la mano el odio fuerte que
el pueblo en la miseria nutre hacia la burguesa, de la cual l forma
parte. Este barrio le ofrece de algn modo el rostro de una sociedad
del siglo XIX en vas de industrializacin y de empobrecimiento. Para
remediar estos males, el estudiante se compromete en obras de
caridad. Algn tiempo despus, vicario de S. Quintn, recordando su
experiencia parisina, medir los lmites. La caridad no basta: los
desheredados tienen ante todo el derecho a la justicia social.
Len Dehon fructifica su estancia en Pars tambin para abrirse a
la vida social y poltica, para iniciarse en cuestiones estticas.
Frecuenta con asiduidad el crculo catlico del barrio S. Sulpicio,
una de las numerosas obras que florecan en la Francia del XIX y que
denotan la vitalidad del catolicismo. Se organizaban conferencias
sobre cuestiones literarias y sobre problemas de actualidad. El
problema del galicanismo, la cuestin del liberalismo catlico que la
escuela de Lamennais haba propuesto con vivacidad y que haba
suscitado tantas esperanzas, eran objeto de debates apasionantes.
Son todas cuestiones que Len Dehon reencontrar ms tarde. A travs de
las personas que encuentra, Ozanam, el periodista Veuillot,
Dupanloup, el oratoriano Gratry o el futuro diputado de
Valenciennes, Thellier de Poncheville, Dehon descubre un rostro del
catolicismo francs del cul estaba lejos de sospechar que fuese tan
rico y variado.
El encuentro del amigo
A travs del crculo catlico, Len conoce a un joven estudiante de
arqueologa, Len Palustre, que ms tarde ser conocido por sus
publicaciones y presidir tambin la gestin de la Sociedad Francesa
de Arqueologa. Una amistad profunda se produce entre los dos, que
descubren tener gustos comunes, hasta el punto de compartir un
apartamento en comn en la calle Buonaparte, un apartamento de
artistas, precisa Dehon, donde se acumulan numerosos recuerdos de
sus viajes. Palustre dar de hecho a nuestro Len un gusto por los
viajes que no lo abandonar ms. Juntos descubren Pars, sus museos,
sus monumentos. Lo abre adems al mundo de las bellas artes, en
particular de la pintura y de la arquitectura, de las cuales Dehon
ignoraba casi todo. Los dos jvenes comparten tambin un ideal
cristiano comn y miran cada uno a una propia consagracin a Dios. En
su pequeo apartamento inician muy pronto la jornada, con media hora
de lectura de la Sagrada Escritura sirvindose de los comentarios
del clebres exegeta benedictino dom Calmet. El particular merece
ser subrayado porque por entonces la prctica de la Biblia era poco
corriente en el mundo catlico. Dehon conservar un sentido muy agudo
de la Escritura, que reencontraremos en sus obras de
espiritualidad.
Desde abril a julio de 1861 len Dehon est en Inglaterra para
aprender la lengua del pas. Volver al ao siguiente con Palustre,
para un recorrido turstico a travs de Inglaterra, Escocia e
Irlanda. Aprovecha el pasaje a Londres para visitar la exposicin
universal. Obtiene una audiencia del arzobispo de Westminster, el
cardenal Wiseman, autor de la clebre novela Fabiola o la Iglesia de
las Catacumbas. El cardenal habl mucho de roma, de donde apenas
haba regresado. En 1863 Dehon emprende un nuevo viaje con Len
palustre. Los dos amigos recorren Alemania del norte, los pases
escandinavos y despus la Europa central. Parten en 12 de agosto de
Estrasburgo y llegan al inicio de noviembre a Viena. Son recibidos
por el conde de Chambord, pretendiente al trono de Francia, que
vive en el exilio en Frohsdorf. El 4 de noviembre, palustre y Dehon
son invitados a la mesa del conde y de la condesa de Chambord.
Encuentro conmovedor que refuerza los sentimientos monrquicos de
los dos jvenes.
Seguirn otros viajes, porque Dehon les ha tomado gusto durante
el perodo de estudios. Si el viaje es un placer, Dehon lo vive ante
todo como un medio de cultura, como los escritores y los artistas.
Vea en los viajes una fuente inagotable de estudio. Descubre a los
hombres en su espacio vital, con sus costumbres e historia. Llenar
cuadernos enteros de anotaciones ricos en detalles y ancdotas,
hasta el punto de aparecer a veces como una copia de la gua
turstica. Sin embargo no faltan las observaciones ms personales y
las impresiones fuertes, que revelan un carcter curioso, atento a
las personas; y expresa su repulsa frente a situaciones
insoportables.
As el mercado de las pulgas de Dubln le inspira sentimientos
severos, porque los viejos trastos de los ricos ingleses, que all
van testimonian el estado de opresin y de pobreza de Irlanda. Se
revela contra los casinos de las grandes ciudades termales alemanas
como Ems, Wiesbaden, Homburg, donde se dan cita la rica burguesa y
las familias principescas. La sed de la ganancia envilece al
hombre, que prisionero de su pasin por el juego, ofrece un
espectculo inmoral y desolador.
A mi parecer es en estos viajes que Len Dehon adquiere el
sentido de la historia que marcar tanto su pensamiento. Desde este
punto de vista es ciertamente un hijo de su tiempo. El siglo XIX es
por excelencia el siglo de la historia, este sexto sentido del
hombre segn Nietzsche. Es tpico ver esta problemtica en la obra de
Dehon: situar histricamente para comprender la complejidad y la
puesta en juego de una cuestin. A travs de los viajes y tal es la
historia Dehon aprende a conocer al hombre en su realidad
cotidiana, en una infinita variedad. Cmo no relativizar despus los
puntos de vista, las afirmaciones muy unilaterales? El viaje es una
escuela de tolerancia. Dehon ser todo, excepto un idelogo cerrado
en sus certezas. l desconfiar siempre de los nacionalismos
mezquinos, sea en el pensar que en el corazn.
Carencias intelectuales de la Iglesia
Ni estos viajes, ni los estudios distraen a Len Dehon de su
vocacin. Estara tentado en decir lo contrario: este tiempo de
maduracin lo conforta en su voluntad de ser sacerdote.
Progresivamente madura tambin, durante su vida parisina, un
proyecto de gran importancia. El estudiante de derecho, que asiste
a las iglesias parisinas y encuentra muchos sacerdotes, constata
una falta. La Iglesia est ausente de la que l llama la direccin
intelectual del pas. El clero francs no se ocupa del debate de las
ideas, porque no est preparado para los altos estudios. La
clarividencia de Dehon es sorprendente en este aspecto, porque por
una parte l subraya una de las carencias de la Iglesia francesa del
XIX: el nivel mediocre de la preparacin del clero. Ya al inicio de
siglo, los hermanos Flicit y Jean-Marie Lamennais, en Reflexiones
sobre el estado de la Iglesia de Francia, deploraban la gran plaga
que amenazaba a la Iglesia de Francia, o sea la ignorancia. Para
remediarlo, ellos haban propuesto la creacin de los conservatorios
de ciencias eclesisticas. Habran pensado tambin en fundar un
instituto la congregacin de san pedro, cuyo nombre es todo un
programa para la formacin de un clero iluminado y sabio, que
supiese debatir las ideas del tiempo, en la confrontacin con el
Iluminismo. Pero tal proyecto, iniciado por Malestronit en Bretaa,
no tuvo futuro a causa de la evolucin de Flicit y su ruptura con la
Iglesia.
Otras personalidades, como Bautain en Estrasburgo o Gratty en
Pars, vean la necesidad de renovar la formacin sacerdotal. Pero
ningn proyecto lograba el xito, porque los obispos teman sea la
ciencia que la modernidad y no los animaban. Se confiaron sin
embargo a los Sulpicianos, especialistas en la formacin de los
sacerdotes, y estos refutaban toda novedad para poner el acento
sobre las cualidades de la generosidad y de la piedad, a costa de
la formacin intelectual. Se contentaban con ensear una teologa de
manual, repitiendo la apologtica de Bossuet, sin acceso directo a
las fuentes escritursticas. El trabajo de edicin de los Padres
griegos y latinos comenzado por Migne se ignora. Se necesitar
esperar a la creacin de universidades catlicas en 1875 para que la
situacin comience a moverse y la Iglesia comience su renovacin
intelectual. Notamos aqu que ms tarde, el P. Dehon defender la idea
de que la renovacin de los estudios en los seminarios exige que
estos estn unidos con una universidad catlica.
Ciertamente el joven estudiante de derecho no tiene, en torno a
los aos 1860, una clara visin de esta situacin. Sin embargo, le
preocupan los puntos mayores y desea participar en la renovacin de
la formacin del clero para ayudar a la Iglesia a encontrar su
puesto en el debate cultural. El se abre, respecto a este proyecto,
con dos personalidades de la poca. Ante todo con el padre Alfonso
Gratty, que est empeado en la revitalizacin del Oratorio en
Francia.. len Dehon leer sus diferentes obras, en particular
Sources, de la cual aprecia sus cualidades pedaggicas.
Expone su proyecto tambin a Mons. Dupanloup, obispo de Orlens,
al cual visita regularmente. Ambos le animan a seguir en los
estudios, pero como buenos galicanos le desaconsejan Roma para el
estudio de la teologa. Estaban prevenidos contra la teologa romana,
comenta sobriamente Dehon, que admira estas grandes figuras de la
Iglesia francesa y se amarga por sus diferencias frente a Roma.
l, como por instinto, est siempre ms inclinado a elegir Roma
para su formacin teolgica, no obstante las reservas de las que
hemos hablado. El estudiante desconfa en primer lugar de esta
cerrazn del galicanismo en el cual ver ms tarde una de las causas
del debilitamiento de la Iglesia francesa.
Quedaba convencer a su padre, que haba impuesto al hijo un curso
de estudios profanos, en la esperanza de verlo abandonar su deseo
de ser sacerdote. Tras haber obedecido llevando a trmino los
estudios jurdicos, Len repiti a su padre su intencin. El dilogo fue
de lo ms difcil, porque el padre no quera ni siquiera or hablar de
sacerdocio para su hijo y continuaba a tergiversar.
Mi padre, escribe, me haba prometido dejarme libre una vez
convertido en doctor: pero ahora que el momento haba llegado, no
quera an rendirse.
Un viaje turstico de diez meses
La situacin est por lo tanto bloqueada y no est en cuestin que
el hijo se rebele contra el padre. La mentalidad de la poca no lo
habra permitido y los sentimientos de Len no habran podido llegar a
tal exceso. Palustre, que se encuentra en La Capelle en el momento
de la discusin entre padre e hijo, propone una solucin de espera.
Sugiere un gran viaje a travs del Medio y el Cercano Oriente. El
padre, para ganar un ao y en la esperanza de que este viaje habra
obrado la auspiciada distraccin, da su consenso y el dinero
necesario para su realizacin. Ser el viaje ms largo llevado a cabo
por el P. Dehon; durar ms de diez meses. Este viaje representa un
momento clave en la formacin y evolucin de Len. l lo vive como la
coronacin de sus estudios profanos, y como un complemento de su
formacin clsica, antes de su entrada en el seminario. Viaje de
estudios, si es que existi alguno, visto que nuestros amigos llevan
consigo una verdadera biblioteca, que debe ayudarles a descubrir
los tesoros culturales de las ciudades a visitar. A medida que el
viaje procede ellos mandan de vuelta los libros que ya no necesitan
ms, junto a los objetos de recuerdo de los pases explorados. Dehon
y Palustre inician su viaje a Estrasburgo el 23 de agosto de 1864.
no es fcil seguir a los dos viajeros, a pesar de los cuadernos de
viaje perfectamente documentados que nos ha dejado Len Dehon. En el
contexto del siglo XIX el mapa poltico de estas regiones no
corresponde al que hoy conocemos.
En la poca dos grandes imperios contendan en Europa central,
adems de en el Medio y Cercano Oriente. Por una parte encontramos
la monarqua austriaca a cuya cabeza est Francisco Jos, a quien vern
el 6 de junio de 1865 en una Budapest en fiesta. El imperio, en vas
de liberalizacin para convertirse en 1867 en el imperio
austro-hngaro, en plena descomposicin, se extiende oficialmente
desde Constantinopla hasta Egipto, que goza de un rgimen de
autonoma muy amplia.
Tras haber atravesado Alemania del Sur, Suiza e Italia del
Norte, nuestro viajeros se detienen unos diez das en Venecia. A
travs del Adritico llegan a Grecia, donde estn seis semanas.
Queramos recorrer toda Grecia, explica Len Dehon, y buscar el
recuerdo de las pocas heroicas, de la edad clsica y de los siglos
cristianos.
Al final de la estancia confa:
He visto con placer lo que respecta al arte y la historia
profana, pero me he conmovido ntimamente sobre todo cuando he
encontrado algn gran recuerdo cristiano, como los de San Dionisio
en Atenas, de San Pablo en el Arepago y en Corintio, de San Andrs
en Patrasso.
Tal subrayado evidencia el espritu del viaje, desvelando los
centros de inters y la preocupacin mayor del joven.
En la nave que lo lleva a Alejandra, Len entra en contacto con
el mundo oriental. Es un shock. El elemento particular de este
viaje es el hijo de un baj que se traslada con un squito de sesenta
personas, mujeres, esclavos, eunucos, ... Es la edad media tomada
en el hecho, observa Dehon aadiendo no sin un cierto sentimiento de
superioridad:
Apenas salimos de los pases catlicos se encuentran el esclavo,
el eunuco, el harem, la vagancia, la suciedad, la mala
educacin.
Los dos estudiantes permanecen casi tres meses en Egipto,
visitando todos los grandes lugares culturales. Conocern al clebre
egiptlogo creador del gran museo de El Cairo.
Len, sin embargo, tiene prisa por llegar a Jerusaln, lo dice
claramente en una carta expedida desde El Cairo a sus padres.
Tierra Santa, donde permanecer mes y medio, es de hecho el vrtice,
quizs el objetivo secreto del viaje. En palestina el peregrinaje
tiene la mejor parte respecto al turismo: los jvenes siguen paso a
paso los pasos de Cristo. La subida a Jerusaln la hacen a pie y
cada lugar visitado es acompaado de una oracin. Visitaba orando,
escribe para darnos la tonalidad del peregrinaje. El tiempo fuerte
de esta visita es la Semana Santa de 1865, vivida litrgicamente,
desde el da de Ramos hasta la maana de pascua con un grandsimo
fervor religioso.
Los grandes das de la Semana Santa en Jerusaln son ms
conmovedores de cuanto sea posible expresar. Se siguen, temblando,
las etapas de la Pasin y de la Resurreccin. A cada hora del da,
contemplando los misterios sagrados, es posible decirse: ha
sucedido all.
El retorno lo hacen a travs de Asia Menor. Se detienen en
Constantinopla, la ciudad ms magnfica del mundo. Continan a travs
de Hungra y Austria y aqu los viajeros se separan. Palustre va
directamente a Pars, mientras Dehon se dirige a roma, a donde llega
el 14 de junio de 1865. Es su primera estancia romana: ser
decisiva.
Gracias a algunas cartas de recomendacin de Mons.. Dupanloup
puede encontrar con diferentes personalidades eclesisticas. Obtiene
una audiencia con Po IX con quien se abre respecto a su vocacin y a
sus dudas sobre el lugar de estudios teolgicos. El consejo del Papa
pesar fuertemente en la balanza. Ser Roma y no San Sulpicio de
Pars. Esta eleccin marcar la personalidad religiosa del futuro
fundador de los dehonianos. Dejando la ciudad eterna, l anota:
Haba terminado en roma lo que quera hacer. Mi vocacin estaba
decidida. Era la coronacin de mi viaje.
Necesitaba an hacer aceptar a sus padres, en particular a su
padre, la eleccin de roma para sus estudios. No ser fcil, porque el
padre no siempre comparte las perspectivas de su hijo. Curiosamente
tambin la madre, aun siendo muy pa, no est completamente de acuerdo
con Len. Se ve obligado por tanto, a imponer el verbo no es
demasiado fuerte a sus padres su decisin de ir a Roma. Tal
determinacin, en un joven sensible como Len, deja intuir la firme
conviccin que lo anima y que lo acompaar toda la vida. Se puede
tambin decir que es la nica vez, en la vida del P. Dehon, en la
cual l impone a la fuerza una decisin importante. Esta determinacin
no excluye sin embargo sufrimientos y heridas del alma frente a la
incomprensin de los padres. El nico sostn que Len encuentra en su
familia le viene de su abuela paterna, que l llama familiarmente
mam Dehon.
Las NHV, en una pgina conmovedora como un relato bblico de
vocacin, nos deja adivinar algo del combate que l ha debido
afrontar en el verano de 1865.
Durante estas vacaciones con mis padres he tenido algunas
escenas muy penosas. Mi padre sufra cruelmente por mi decisin. Mis
xitos en los estudios lo haba enorgullecido. l soaba para m una
carrera honorada segn el mundo. Haba deseado para m la escuela
Politcnica. Ahora que haba estudiado derecho, me destinaba a la
diplomacia o a la judicatura. Mi madre, con la cual haba contado
para tener un apoyo seguro, me abandon completamente. Era pa, me
quera po, pero el sacerdocio la asustaba, le pareca que no habra
formado ya parte de la familia, que me habra perdido. Tuve que
endurecer mi corazn para resistir todos los asaltos que tuve que
padecer. He estado a veces muy duro con mis padres. Les he dicho
que era mayor de edad y que quera ser libre. Convenimos que me
habran dejado partir, pero las escenas de lgrimas se repitieron
abundantemente.
La vocacin religiosa del P. Dehon procede de esas grandes
profundidades en las cuales se enrazan las cosas decisivas. Se
comprende aqu como ella se convirti en vocacin a toda prueba,
viniese lo que viniese a continuacin.
Roma, una segunda patria
Len Dehon llega al seminario francs de Santa Chiara en roma el
25 de octubre de 1865. este instituto haba sido fundado en 1853 a
peticin expresa de Po IX, que quera multiplicar los seminarios en
Roma, para formar una lite de eclesisticos. Santa Chiara estaba
confiado a la congregacin de los espiritanos, que aseguraba la
direccin y la gestin. Cuando llega Len, el superior es el padre
Freyd, un slido alsaciano que tendr un papel importante en su
formacin y en su evolucin espiritual, en cuanto que ser su director
espiritual. Para Dehon, el P. Freyd permanece como el modelo de
vida religiosa.
Tras un retiro predicado por el P. Roubillon, asistente general
de los jesuitas, Len se dedica con ardor y aplicacin a sus estudios
que lo acercan a su objetivo. Sigue los cursos en el Colegio
Romano, hoy la Gregoriana, fundado en 1551 por San Ignacio de
Loyola y dirigido desde entonces por los Jesuitas. El colegio
romano fue reconocido como universidad con sus derechos y
privilegios por Julio III en 1552. Dehon estudiar all cinco aos.
Comienza con un ao de filosofa, al trmino del cual consigue el
doctorado: de hecho es dispensado de los cursos ms prolongados en
consideracin a sus estudios anteriores. Estudiar despus la teologa
y completar su formacin jurdica con el estudio del derecho cannico.
Consigue un doctorado tambin en estas dos disciplinas. Cuando Len
Dehon vuelve a Roma en 1871 es por lo tanto cuatro veces doctor:
los tres doctorados obtenidos en Roma, a los cual se aade el de
Pars. Esta preparacin fuera del comn explica la riqueza y la
diversidad de la obra dejada por el P. Dehon.
Uno de los maestros de la Gregoriana que ms lo marcar ser su
profesor de dogmtica, el P. Juan Bautista Franzelin. Este jesuita
tendr un papel importante en la preparacin del Vaticano I, siendo
considerado uno de los telogos del papa. Po IX, en 1876, lo crear
Cardenal. Para Dehon, Franzelin ser otro modelo de sacerdote:
profesor erudito y profundamente religioso, que hace del dogma la
base esencial de toda vida cristiana y la condicin de una autntica
fecundidad pastoral y espiritual de los sacerdotes. Dehon har
propia esta perspectiva, y buscar ponerla en prctica, como
testimonia el prrafo siguiente:
Es al abandono del dogma a donde hay que referir las ruinas
morales y sociales de nuestra pobre sociedad. Si la formacin
dogmtica del sacerdote es fuerte, su accin moralizadora y social
ser potente, porque no faltar la comunicacin a la nacin de
convicciones que traen consecuencias prcticas. Por ello pensamos
que es necesario dejar en la preparacin al sacerdocio una parte muy
amplia, la mejor parte, al dogma, como se hace en Roma.
Escribiendo estas lneas, el P. Dehon piensa en los seminarios
franceses, que no tienen las mismas exigencias intelectuales. l ver
en esto una de las razones de la poca eficacia pastoral del clero
francs. Es en este contexto en que se de be comprender por qu, para
todo lo que respecta a la formacin de los clrigos, Roma permanece
para l como una referencia.
El joven de 22 aos que en octubre de 1865 llega a Roma est
literalmente fascinado por la ciudad eterna, que considerar su
segunda patria. Como amante del arte que es, no acaba de hacer el
inventario de los tesoros artsticos que Roma guarda. Reencontrar al
arquelogo Palustre, que trascurrir en roma diferentes inviernos
consecutivos. Lo que mayormente entusiasma a Dehon es sin embargo
el espectculo de la Roma pontificia. Hasta 1870, Roma es la capital
de los Estados Pontificios, de la cual el papa es el soberano
absoluto. Tan solo el 31 de diciembre de 1870 Victorio Emmanuel
entra en Roma y la hace capital de Italia, suprimiendo as los
Estados Pontificios. Desde entonces, el papa se considerar
prisionero en el Vaticano.
Dehon ha conocido por tanto los ltimos aos de la ciudad
pontificia con la corte papal y sus fastos suntuosos, sus grandes
liturgias en las principales baslicas y las inolvidables
bendiciones papales en la plaza de San Pedro; l no conoce nada ms
grandioso. Todo este decoro lo impresiona y lo seduce, hasta el
punto de conservar una viva nostalgia de ellos. Pero si Dehon se
convierte , en el correr de los aos, siempre en ms romano, como
reconoce l mismo, es porque hace experiencia de una ciudad que vive
al ritmo de la religin, y ha conservado en algn modo su estilo
cristiano. Una carta del 5 de marzo de 1869, enviada a sus padres
que apenas han visitado la ciudad eterna, desvela claramente esta
escena entre bastidores.
Habis entendido que Roma es como un santuario donde Dios hace
sentir de manera totalmente particular su influencia sobrenatural,
expandiendo abundantemente sus gracias e instruyendo a travs del
ejemplo de sus santos.
Desde este punto de vista, Roma permanece para l un modelo,
sociolgicamente hablando, de la articulacin del cristianismo con
una sociedad, una suerte de concentrado de vida social cristiana
que desaparecer con la supresin de los Estados Pontificios. En
ocasin de una permanencia en Roma en enero de 1891, anota a este
propsito:
Estando hoy en Roma se prueba un disgusto indecible, que crece
da a da. Roma no ve ms a su pontfice, no tiene ms fiestas, no tiene
alegra. Su vida social est casi apagada.
Una espiritualidad sacerdotal
Para Dehon, Roma es inseparable de la persona del papa. En toda
permanencia en Roma, l se preocupa de tener una audiencia con el
papa, como veremos seguidamente. Estos encuentros con soberano
pontfice representan, a sus ojos, momentos de gracia, tiempos
excepcionales. En toda su existencia, Dehon cultivar una verdadera
devocin al papa, como se usaba en aquella poca.
Pasar un cuarto de hora junto al vicario de Cristo, escribe el
11 de diciembre de 1890, qu gracia! Se necesita haber conocido
estas santas y puras emociones para comprenderlas. La audiencia del
vicario de Cristo tiene algo de las impresiones de una primera
comunin o de una primera misa, que son audiencias del mismo
Cristo.
Pero si para el P. Dehon Roma permanece siempre como una
referencia es sobre todo porque aqu l ha podido realizar su sueo ms
querido, el sacerdocio. Su vida de seminarista ser, se podra decir,
habitada por este proyecto. El texto mismo de sus NHV es
significativo de este punto de vista. Estaba finalmente en mi
elemento, era feliz. Era necesaria la extrema sobriedad de esta
anotacin sobre la llegada al seminario de Santa Clara para expresar
la plenitud interior del joven. El perodo de seminario representa
de hecho para l un perodo de gracia, de intensa maduracin
intelectual y espiritual.
Dos son los objetivos con los cuales l entenda caracterizar su
sacerdocio, pero que no siempre, inmediatamente, podr perseguir: la
piedad y la ciencia. Los dos trminos (piedad y ciencia) los
extraigo de una carta del 12 de noviembre de 1865: as defina el
seminarista Dehon las grandes exigencias de su sacerdocio. Ms
tarde, el P. Dehon aadir el apostolado, particularmente el social.
De este modo se esbozaba lo que llamar la triloga dehoniana que, a
sus ojos, debe estructurar la vida de todo sacerdote: santo, sabio,
apstol. Queda diseado el cuadro de su vida; l volver regularmente,
en particular en sus obras sociales; un cuadro que se completar
segn las circunstancias, a menudo muy diferentes. Su solidez le
permitir una existencia rica, variada, a veces tambin dispersa,
pero que sin embargo permanece unificada en torno a esta triple
exigencia.
La razn por la cual Len Dehon ha podido superar las fuertes
resistencias paternas para ser sacerdote es que l tiene una alta
idea del sacerdocio, que no se expresa en trminos de funcin o de
ministerio, sino de vida. l ve y vive el sacerdocio como una vida
de unin, lo ms estrecha posible, con Dios. Bajo la gua de su padre
espiritual, padre Freyd, Len entra as en la problemtica de la
Escuela Francesa, que al cristiano y sobretodo al sacerdote,
propone profundizar la unin a Dios meditando los misterios de la
vida de Jess. En esta contemplacin de los misterios, o sea de los
grandes acontecimientos de la vida de Cristo, el joven seminarista
descubre y acoge el amor de Dios por los hombres. Este camino le
permite integrar tambin la espiritualidad del Corazn de Jess que
hereda del ambiente, en particular de su madre. Asistimos as, al
nacimiento de una actitud espiritual tpica que definir
progresivamente una sensibilidad dehoniana, que como fundador querr
transmitir a sus hijos; y de hecho escribe: Es la vocacin de las
almas entregadas a mi Corazn buscar siempre descubrir mi amor bajo
la corteza de todos los misterios.
Desde este punto de vista, Dehon se sita en la lnea de Brulle,
de Olier y de San Juan Eudes, todos unidos por la idea del
sacerdocio y que buscaban de fortificar al sacerdote integrndolo en
una congregacin religiosa o en una sociedad presbiteral. En la
lgica de la espiritualidad de la Escuela Francesa, Dehon desde el
seminario concibe el sacerdocio en trminos de vida religiosa, o sea
de consagracin a Dios. Con Brulle, ve en el sacerdote ante todo un
consagrado, que acta in persona Christi. Y la consagracin se
convierte en condicin de su eficacia pastoral y misionera. En la
medida en la cual el sacerdote es otro Cristo debe, segn la
expresin de San Pablo, revestirse de los mismos sentimientos de
Cristo. Dehon percibe muy fuertemente esta interior exigencia de
unin y de imitacin, que lo identifica mayormente con aquel al cual
se da y que quiere servir. Arda en el deseo de convertirme en un
sacerdote santo, nos confa. Es esta lgica de santidad la que lo
conducir progresivamente a la vida religiosa. Ella est, por as
decir, inscrita en la coherencia espiritual del inicio. En espera
de tal resultado, esta espiritualidad prepara al joven Len al
sacerdocio como a un encuentro personal con Cristo.
Es ordenado sacerdote en presencia de sus padres, el 19 de
diciembre de 1868 en la baslica de San Juan de Letrn, la madre de
todas las iglesias. Su alegra es mucho ms grande porque su padre
participa en la impresionante ceremonia de la ordenacin de cerca de
200 sacerdotes. El da sucesivo los padres asisten a la primera misa
del hijo y reciben la comunin de su mano. La emocin llega al clmen,
porque el hijo es testigo de la vuelta a la prctica religiosa de su
padre, cosa por la cual haba orado y luchado mucho.
Una frase de sus NHV me parece que resume bien los sentimientos
del nuevo sacerdote. Se puede tambin tomar el hilo conductor de su
futuro ministerio sacerdotal. Me alc sacerdote, posedo por Jess,
completamente lleno de l, de su amor por las almas, de su espritu
de oracin y de sacrificio.
El concilio Vaticano I
Un acontecimiento excepcional marcar la estancia romana de Len
Dehon, el concilio Vaticano I, que se abre el 8 de diciembre de
1869. nuestro estudiante vive desde dentro este acontecimiento
fundamental de la vida de la Iglesia, en cuanto que forma parte de
un grupo de veinte estengrafos encargados de seguir las sesiones
solemnes. Este encargo trastorna el ritmo de sus estudios, pero le
otorga tal ocasin una experiencia nica. A travs de la extrema
variedad del cuerpo episcopal, del cual 774 representantes toman
parte en el concilio, el joven sacerdote descubre la sabrosa
riqueza de su Iglesia. El concilio le ofrece una fuerte experiencia
de la universalidad de la Iglesia. Para l la iglesia no podr nunca
reducirse a los intereses de una sola campana. l, al contrario,
tiene una visin amplia, abierta, casi mundial, y Roma permanece
para l el smbolo de esta universalidad, el espejo de estos miles de
rostros del nico credo.
El concilio da al estengrafo la posibilidad de estar al lado de
hombres que por sus funciones episcopales, se encuentran
habitualmente tras las vidrieras de una catedral. El mide su
densidad humana, con sus debilidades y sus lmites, pero tambin con
sus convicciones y pasiones. Como habitualmente Dehon tiene un
diario, que fue publicado en 1962, en la apertura del Vaticano II.
Este diario del concilio es un precioso documento: nos ofrece el
reflejo de un gran acontecimiento vivido por un joven sacerdote
francs. Contiene una galera de retratos que subrayan la extrema
diversidad de esta asamblea de obispos. Las observaciones sobre las
personas subrayan las puestas en juego del encuentro, poniendo en
evidencia la lucha ardiente y a menudo apasionadas dentro y fuera
del concilio respecto a la infalibilidad pontificia. No nos
sorprender ver a Dehon decantarse por la definicin de este dogma.
El sabe reconocer el mrito de opositores como Dupanloup o Maret,
que se arrastran tras la mayora del episcopado francs. Agradece al
alemn Strossmayer haber dado todo su amplitud a un debate que,
limitado a los esquemas preparatorios, reflejaba demasiado
unilateralmente el punto de vista romano. Hace eco al obispo de
Orleans: Es necesario hacer un gran concilio. Y desde este punto de
vista se lamenta vivamente de que los opositores a la proclamacin
del dogma se hayan alejado de las comisiones preparatorias.
Se ha comenzado inmediatamente con una visin un poco
restringida, como en una clase de teologa. Tal observacin por parte
de un romano convencido subraya una personalidad que sabe dar
prueba de apertura ms all de las propias convicciones.
El concilio es un cruce de hombre y de ideas. Len Dehon se
aprovecha al mximo y encuentra personalidades que, a un ttulo o a
otro, se encuentran en Roma. Ver regularmente al periodista Louis
Veuillot, que informa a los lectores del gran peridico catlico
fundado por Migne, LUnivers, sobre los trabajos del concilio. Dehon
admira al periodista, del cual utiliza abundantemente los
comentarios, disgustndose, sin embargo, por el partido tomado o por
tono polmico perfecto para los presbteros, pero chocante para los
no iniciados, precisa. Encuentra tambin a Gratry, que ha conocido
en pars. Conoce al padre dAlzon, fundador de los asuncionistas, que
suea con crear una universidad catlica en Nmes. Dehon comparte sus
preocupaciones por la formacin del clero y somete sus propios
proyectos, que confa tambin a Mons. Mermillod, el futuro animador
de la que ser llamada Unin de Friburgo, que ser uno de los crisoles
de la doctrina social de la Iglesia. Entre dAlzon y Dehon, pese a
la diferencia de edad y de temperamento, hay una gran identidad de
visin, hasta el punto de que el joven sacerdote se preguntar largo
tiempo si no hubiese debido entrar en los asuncionistas.
Roma, el concilio, los muchos encuentros dan a Dehon una altura
de miras a partir de la cual l busca analizar en el modo ms justo
la situacin de la Iglesia de Francia. l se sorprende en particular
de la debilidad intelectual y teolgica del episcopado francs. Hemos
sido verdaderamente humillados bajo este punto de vista, comenta. A
sus ojos tal carencia es la consecuencia de una poltica desastrosa
de la inteligencia conducida por el episcopado francs. Lo explica
claramente en su diario.
Francia, escribe, no tena universidades catlicas. Nuestros
seminarios eran pos, pero haban organizado pequeos cursos tras la
revolucin y se limitaban a ellos.
Reencontramos de nuevo un tema querido para Dehon, que aqu en el
momento del concilio Vaticano I tiene modo de profundizar. El se
refiere, de manera ms difuminada, al juicio incisivo de Stendhal en
El Rojo y el Negro: A partir de Voltaire... la Iglesia de Francia
parece haber entendido que los libros son sus verdaderos enemigos.
La sumisin del corazn es el todo a sus ojos. Tener xito en los
estudios, tambin sacros, parece sospechoso, y con buen derecho.
El 18 de julio de 1870, la constitucin Pastor Aeternus, que
define la infalibilidad pontificia, es votada con la
cuasi-unanimidad. Sobre 535 votos resultan solo dos opositores
declarados. Es verdad que cerca de ochenta opositores no se
movieron para asistir a la sesin solemne. Dehon tiene cuidado en
anotar, con la ms grande satisfaccin, que pronto los opositores
aceptaron el dogma, una vez proclamado.
El 20 de julio, entra en Francia entren en compaa de Mons. Pie,
obispo de Poitiers, con el cual comparte el mismo compartimento
ferroviario hasta Lyon. Los acontecimientos polticos se precipitan:
la guerra franco-prusiana y la cada del Estado pontificio impedirn
el reinicio del concilio. El joven sacerdote vivir estos
acontecimientos en La Capelle, milagrosamente preservada, si bien
se sienten los caonazos, las primeras tropas prusianas se acamparon
de hecho a algn kilmetro de all en Hirson, Vervin, Guise. En La
Capelle misma, que ve pasar parte del ejrcito en derrota, tras el
fracaso de Sedan, se acampan cerca de seiscientos militares,
originarios de las Flandas francesas. Dehon, sacerdote desde hace
dos aos no quiere dejar sin sostn espiritual a estos hombres
lejanos de sus casas. Movido por su celo apostlico, se convierte
naturalmente en su capelln. Anima su preocupacin pastoral hasta
hacer cada semana breve conferencias religiosas a estos soldados
por otra parte, casados.
Exceptuado, por tanto, un pequeo ministerio, Dehon consagra
estos largos meses de guerra a la lectura. Estudia, segn su
expresin, los espritus que dirigen nuestro siglo...: De Maistre,
Montalembert, Ozanam, Lacordaire, a los cuales aade al historiador
Guizot y al lder de la escuela cristiano social liberal Charles
Perrin. Lleva a cabo anlisis que lo ayudarn a comprender la cuestin
social. Se detendr ms tarde sobre el problema del liberalismo y de
la intervencin del Estado en el campo social. Uno queda sorprendido
de la eleccin de tales lecturas; denotan una necesidad de entender
su poca, de abrirse a las grandes cuestiones contemporneas. Los
estudios no cierran a Dehon en un universo fuera del tiempo y de
las preocupaciones de los hombres. Al contrario, son para l una
preparacin para una mejor presencia dentro de su tiempo: la
inteligencia est en este caso al servicio del compromiso.
Sacerdote para qu misin?
Tras la firma de los acuerdos preliminares de paz el 26 de
febrero de 1871, Dehon decide volver a Roma para concluir sus
estudios. Se pone en viaje en marzo, pero se detiene algn da en
Nimes para reencontrar al padre dAlzon y a un condiscpulo de Roma,
el sacerdote Desaire que se ha unido a los asuncionistas. Hablan
mucho de la necesaria renovacin de los estudios eclesisticos, sobre
lo cual todos concuerdan. Pero, esta reforma se toma bajo la
direccin de dAlzon? A esta pregunta Dehon, no obstante todas las
presiones, no responde, permanece dudoso, comparte los anlisis,
denuncia las mismas dificultades de la Iglesia de Francia. Est
tambin de acuerdo sobre los objetivos a poner en prctica. Una carta
sucesiva, del 28 de noviembre de 1874, lo precisa.
La enseanza superior me pareca ser el gran medio para rehacer
una sociedad cristiana. En nuestra ciudad salvamos algunas almas,
pero en el conjunto estamos dominados por la corriente y el estudio
universitario hace cada da ms dao, del bien que nosotros logramos
hacer.
Y, sin embargo, Dehon duda. Ante todo sobre el proyecto de
universidad catlica en Nmes. Piensa que tal operacin no puede
lograrse si no con el concurso del episcopado, que se hace esperar.
Estamos en presencia de caracteres muy diversos. DAlzon es ante
todo un hombre de accin, de caracteres vivaz, emprendedor, hasta el
punto de ser en ocasiones confuso, y puede llegar incluso ala
exageracin. Dehon por el contrario es ante todo reservado, moderado
en sus acercamientos, an dudoso acerca de las grandes elecciones
del porvenir. La diferencia de edad, adems dAlzon naci en 1810 no
facilita la comprensin; Dehon haba ido a buscar consejo y luz para
sus compromisos futuros. DAlzon, muy cogido por sus mltiples obras,
busca colaboradores de la talla de Dehon para seguirlo. No toma la
distancia necesaria para el consejo. Quiere ante todo convencer y
ganar a su interlocutor para la propia causa. El balance que Dehon
saca del encuentro testimonia esta incomprensin entre los dos
hombres.
Padre dAlzon pareca entender y gustar nuestros proyectos, pero
en el fondo permaneca un hombre de accin, osara decir tambin de
agitacin, en el mejor sentido del trmino, ms que un hombre de
estudio. Part para Roma sin haberme liberado de mis dudas.
La Roma laica
Con una cierta aprehensin, Dehon deja Nmes camino de Roma, donde
llega el 18 de marzo. Se pregunta de hecho qu encontrar en la
capital de la cristiandad cuyo estatuto poltico ha cambiado
completamente. El da despus a su llegada, enva una carta
tranquilizadora a sus padres. Desde el punto de vista poltico toda
est en calma. Roma, invadida por los piamonteses, que l llama la
canalla, no conoce ningn problema o desorden. Cada uno se ocupa de
sus obligaciones. Los cursos de la Gregoriana se llevan a cabo con
normalidad.
Desde el punto de vista religiosos sin embargo todo ha cambiado.
El briggantagio italiano tomo esta expresin de una carta a sus
padres del 1 de mayo de 1871 ha transformado el espritu de la
ciudad difundiendo en ella los principios laicos y revolucionarios.
En su correspondencia con sus padres o con Palustre, a Dehon le
gusta contraponer el pueblo romano a los piamonteses invasores,
asimilados a la canalla revolucionaria. Oposicin fcil,
probablemente dictada ms por sus sentimientos personales que por la
opinin de los romanos. El paralelo, que traza en una carta, entre
el ocupante piamonts en Roma y la ocupacin prusiana en Francia
muestra el partido tomado. El sacerdote Dehon de otra manera est
persuadido de que la ocupacin de Roma ser de breve duracin, que sus
efectos nefastos sern limitados.
Ellos (los piamonteses) pasarn como la inundacin, se arriesga a
pronosticar, y el fango que dejarn ser mandado fuera.Otro paralelo,
altamente revelador, comparece en su correspondencia de la poca. La
ocupacin de Roma y la Comuna de Pars, son, a los ojos de Dehon,
fruto de un nico origen: la revolucin atea que preconiza un estado
sin Dios. En los desrdenes y en la decadencia de las costumbres no
ve sino una consecuencia obligada de los principios revolucionarios
cosmopolitas difusos por las sociedades secretas y la masonera. El
anlisis dehoniano en la materia se limita a su nico punto de vista,
el moral religioso. No obstante todas las evoluciones, l conservar
este reflejo como trasfondo de sus juicios, desde el momento en que
rechaza una sociedad cuyos valores de fondo no sean los mismos del
cristianismo. El este sentido no reconoce ms en la capital italiana
su Roma de la cristiandad. El reproche esencial dirigido a los
republicanos respecta menos a la eleccin de tal tipo de gobierno
que los principios laicos de separacin entre religin y estado. l
retomar este debate a propsito de Francia en los aos 1890,
modificando sensiblemente la problemtica.
A finales de julio de 1871, Dehon ha terminado sus estudios
romanos. Antes de volver a Francia ha hecho un retiro bajo la
direccin del P. Mauron, superior general de los redentoristas, para
encontrar una solucin a su futuro. La cuestin es importante y el
tiempo apremia. Con el estado actual de las cosas, una doble
orientacin se le propone: la vida religiosa que, como hemos visto
anteriormente, derivaba de su evolucin espiritual. Piensa adems
desde hace tiempo en un proyecto de estudios eclesisticos que entre
en la renovacin de la enseanza y de la formacin de los futuros
clrigos. Este proyecto es tan maduro, tan preciso que en el mes de
agosto va a Lovaina para estudiar de cerca el funcionamiento de la
universidad y ms en particular el del colegio teolgico. Para Dehon
esta doble perspectiva tiene su coherencia interna: est guiada por
una autntica preocupacin evanglica; debe por tanto poder asegurar
la unidad a una vida sacerdotal y religiosa. La cuestin
determinante, que queda en suspenso y por la cual el joven
sacerdote busca luz, es saber si debe realizar este proyecto bajo
la gua del P. dAlzon, cuyos objetivos, lo hemos visto, son muy
cercanos. Sal del retiro, dice, inclinado hacia la Asuncin, pero
sin una determinacin muy neta. O sea, l no ve an claramente su
porvenir. Se adhiere globalmente a la obra del P. dAlzon sin poder
verdaderamente decidir a consagrar la vida. de qu orden puede ser
esta resistencia?
Durante el verano, las cartas del P. dAlzon son de presin.
Finalmente se decide que Dehon llegar a Nmes al inicio de octubre.
Pero a medida que la fecha se acerca l est siempre ms inquieto.
Habla de angustia ante la idea de tomar en consideracin una decisin
similar. De manera evidente y en el verdadero sentido de la
palabra, Dehon sacerdote se siente mal ante el pensamiento de
llegar a Nmes. Frente a tal incerteza, a fines de septiembre l enva
un telegrama a su padre espiritual de Roma, P. Freyd. Este ltimo le
telegrafa la respuesta el 1 de octubre. El mensaje, del cual el P.
Dehon dice que ha fijado la orientacin de su vida, est redactado en
estos trminos: Su duda es legtima. Hara mejor liberndose del
compromiso, si es posible. Es necesario decir que el P. Freyd nutra
reservas acerca de la personalidad del P. dAlzon. Adems, l no vea
la necesidad de una enseanza superior catlica en Francia.
Secretamente tema, de hecho, una disminucin del nmero para las
universidad romanas y su seminario de Santa Chiara.
Una casi incomprensible decisin del obispo
En todo caso este telegrama libera literalmente al joven
sacerdote que ve en l un signo de la providencia divina. El P.
dAlzon har una lectura ms amarga del mismo, que no estar privada de
consecuencias en sus futuras relaciones y sobre las de sus
respectivas fundaciones. Dehon no va inmediatamente a Nmes. Se pone
provisionalmente a disposicin del obispo de Soissons, esperando
encontrar una solucin definitiva a su futuro.
El 3 de noviembre llega la respuesta del obispado. El sacerdote
Dehon, sin posteriores procedimientos, es nombrado sptimo vicario
en la baslica de San Quintn, que es la nica parroquia de esta gran
ciudad, la segunda en importancia del departamento del LAisne. El
shock es duro. Este nombramiento est en las antpodas de los
proyectos del joven sacerdote: una vida consagrada a los estudios
para responder a los desafos de los tiempos modernos. En efecto, es
difcil explicarse tal decisin episcopal. No aporta ninguna
innovacin desde el punto de vista pastoral porque Dehon se
convierte en oscuro vicario de una parroquia de dimensiones
desmesuradas; pero tampoco tiene en cuenta las excepcionales
cualidades del joven sacerdote. Sin embargo, Soissons era una
dicesis pobre de hombres y de valores. Dehon no es de los que no se
sorprenden ante tal nombramiento. Su condiscpulo en Roma, el
sacerdote Bougouin, futuro obispo de Prigueux, recibiendo la
noticia, le escribe su desilusin:
S. Quintn estaba lejos de entrar en nuestras previsiones, como
tambin la vida que llevaris... Lo que pruebo es un sentimiento de
tristeza.
Sin embargo, Dehon ve en esta decisin incomprensible una llamada
de Dios. Y es como tal que la vive retomando la actitud misma de
Mara en la Anunciacin: fiat, se haga tu voluntad! Vemos dibujarse
aqu una suerte de reflejo espiritual que reencontraremos a lo largo
de toda la existencia del P. Dehon: esta disponibilidad a lo que
sucede, considerndolo misteriosamente guiado por la providencia
divina. Har ser un trazo significativo de su espiritualidad, que
llama abandono. Esta actitud espiritual muy evanglica manifiesta
por otra parte una cualidad humana que, segn mi punto de vista,
denota una sensibilidad cultural particular, quiero decir, la
confianza en el futuro. Dehon est entre esos hombres con
temperamento de fundador, que mirando siempre lejos, escrutan el
horizonte para estar abiertos al maana. Hombres similares hacen el
futuro.
El paso a travs del ministerio pastoral ordinario marcar una
etapa decisiva en su vida. En S. Quintn l har experiencia de un
sacerdocio-misin, mientras hasta ahora lo haba vivido esencialmente
como camino de santidad.
2VICARIO Y FUNDADOR
El 17 de noviembre de 1871, el reverendo Dehon llega a San
Quintn. Es el sptimo y ltimo vicario de la parroquia de la baslica,
que comprende el conjunto de la poblacin de la ciudad, cercana a
los 35.000 habitantes. El nuevo vicario es inmediatamente
conquistado por la belleza de esta colegiata que se remonta al
siglo XIII; la adopta inmediatamente y la hace su iglesia, de la
cual le gusta enumerar las bellezas. La iglesia gtica fue erigido
en honor al joven romano Quintino, que fue en el siglo tercero a
evangelizar con algunos compaeros esa regin del norte de las
Galias. El joven mrtir dar su nombra al conglomerado.
Una ciudad obrera del siglo XIX
Antiguo capital de Vermandois, construida sobre las dos riberas
de la Somme, San Quintn ha conocido a partir del medioevo, una
actividad de fabricacin de diferentes tejidos e hilaturas. En la
vigilia de la Revolucin, la industria del tejido de lino haba
alcanzado unja extensin considerable. Se enumeran en la poca, para
la ciudad y sus suburbios, cerca de doce mil fbricas con sesenta
mil hiladores. La Revolucin detendr este progreso, que retomar muy
lentamente al inicio del siglo XIX. En torno a 1830, que seala el
inicio del desarrollo industrial en Francia, a la industria textil
se le aade la industria pesada de diferentes manufacturas que
atraen las poblaciones de las zonas rurales circundantes y
acrecientan considerablemente la poblacin. Nada est previsto para
acoger y alojar a los desenraizados, obligados a encontrarse, en
malsanos suburbios, algo que se parezca a un techo y que Dehon
compara a las cuadras de Augias.
La duracin del trabajo cotidiano, para estos obreros, oscila
entre las diez y las doce horas; y es pagado en base al precio
corriente, como una vulgar mercanca. Recordando que es necesario an
aadir el tiempo para llegar a pie a la factora, se comprende cmo la
vida de familia sea completamente descompuesta y el tiempo libre
casi inexistente. Reencontramos aqu las caractersticas de aquel
tipo de industria, siempre en mayor expansin, que separa la
actividad econmica de la vida de familia. Estas condiciones de vida
y de trabajo generan poblaciones marcadas por la inseguridad, por
diferentes y numerosas enfermedades, de relajacin y miseria moral.
En resumen, San Quintn ofrece el ejemplo tpico de una ciudad obrera
del siglo XIX, cuya poblacin padece en pleno las consecuencias de
una industria naciente cuya principal, por no decir nica, finalidad
es el rendimiento econmico y el beneficio.
Lo que sorprende ms es que el joven vicario, con el bagaje
cultural que conocemos, adopta inmediatamente esta ciudad de la
cual todo lo separa. Encuentro si no inslito ciertamente
excepcional, porque Dehon estaba por nacimiento, por cultura, por
gustos, destinado a otro universo. Y sin embargo la mayor obra de
Dehon nacer en el corazn de este encuentro. La obra fundada por l
est indisolublemente ligada a San Quintn que, al menos en Francia,
ha dado el nombre oficial a su congregacin: Sacerdotes del Sagrado
Corazn de San Quintn.
Desde su llegada a San Quintn, Len, acompaado del arcipreste,
cumple con las visitas protocolarias a los notables: viceprefecto,
alcalde, magistrados. Paralelamente el vicario, esta vez solo,
entra inmediatamente en contacto con los miembros de la Conferencia
de San Vicente de Pal, con la cual comparte el espritu desde que
era estudiante. A travs de estos hombres, de una dedicacin
ilimitada, descubre la medida de la situacin real del mundo
popular, obrero, en San Quintn. Por lo dems estos mismos hombres se
convertirn en el ncleo del patronato que l fundar en poco
tiempo.
El sptimo vicario
Me parece necesario presentar aqu los muchos contornos que
forman la personalidad de este hombre que no podr nunca ser
clasificado dentro de una sola categora simplificadora. A esto
seguirn muchas incomprensiones. Apenas llega a San Quintn estudia
la historia local de la ciudad, se entusiasma por la belleza
arquitectnica de la colegiata. Pone el ms grande cuidado en el
instalarse cmodamente y con gusto. Para dar armona a su residencia
lo que gusta mucho a sus padres elige tan solo muebles de vieja
factura, hechos la mayor parte a medida. Es el mismo hombre que
podra ser visto como prisionero de un universo un poco elitista,
pero que analiza con precisin la situacin social y religiosa de la
ciudad. l denuncia las dimensiones enormes de una parroquia
separada de la poblacin activa, fuertemente influenciada por la
propaganda revolucionaria, como le confa a su amigo Palustre.
La atmsfera del vicariato le conviene, porque se lleva una
cierta vida comunitaria. Le entristece sin embargo que el misterio
de los vicarios se reduzca nicamente a los funerales, a la
catequesis y a la visita a los enfermos: un tipo de pastoral que no
entra en contacto con la poblacin obrera y que, consiguientemente,
resulta poco edificante. El joven vicario lo denuncia sin medios
trminos.
En estas grandes parroquias, anota, se entra en relacin solo con
algunas familias elegidas. De hecho cada vicario frecuenta cierta
casa. Todo el resto de la ciudad, por desgracia, ve al sacerdote
solo de vez en cuando o no lo vede nunca. No se har nunca una
ciudad cristiana con parroquias de 30.000 habitantes. Es contrario
al buen sentido. Es necesario que el pastor conozca a sus ovejas y
que las ovejas conozcan al pastor.
Tal preocupacin testimonia una orientacin que, con el tiempo, se
reforzar hasta el punto de convertirse ms tarde en una
reivindicacin de fondo, la alianza entre el pueblo y la Iglesia. La
constatacin hecha por Dehon es la divisin, la ruptura< entre
estos aliados naturales, segn su expresin. Un de los mayores
objetivos de su compromiso, entonces ser justamente reconciliar al
pueblo y la Iglesia.
Desde el inicio el ministerio de Dehon toma una tonalidad
social. Su pastoral no se reduce a la distribucin de los
sacramentos; se inscribe en los componentes de una sociedad de la
cual analiza algunas mal funciones humanas, sociales, religiosas y
polticas. Hay una perspectiva que merece ser subrayada y de la cual
encontramos una primera pero significativa manifestacin en su
predicacin de Navidad, que tradicionalmente compete al ltimo
vicario llegado. Dehon definir esta homila un verdadero sermn
social que se esfuerza por analizar la situacin poltica, social y
religiosa de Francia. Deplora la decadencia de las costumbres y la
indiferencia religiosa, que pone en relacin con la realidad social
y econmica del pas. Ve sobretodo pesar sobre Francia la amenaza de
un gran peligro social al cual el remedio solo puede venirle del
cristianismo. Apenas un mes despus de su llegada a San Quintn, el
vicario Dehon subraya con fuerza la dimensin social de la religin
cristiana. Esta homila, de cuyo tono se arrepentir un poco,
califica inmediatamente al sacerdote Dehon en San Quintn, sobretodo
en la burguesa local. Manifiesta una sorprendente continuidad en
las convicciones de aquel que despus ser el propagador de las ideas
de Len XIII.
En cuanto sptimo y ltimo vicario, Len Dehon est encargado, en
particular, de un ministerio juzgado ingrato y, por ello, poco
buscado: el catecismo en las escuelas primarias pblicas. La ley
Guizot del 28 de junio de 1833 prevea explcitamente un horario para
la instruccin moral y religiosa. Ya se ha subrayado hasta qu punto
la Iglesia se haba servido ya de estas facilidades para difundir el
mensaje evanglico. Desde 1839 Dupanloup, an viario de San Sulpicio
en Pars, subraya la importancia del catecismo y desarrolla una
pedagoga adaptada en el Mtodo general de catecismo y dilogos sobre
el catecismo.
Hacer el catecismo, afirma, no es solo ensear a los nios el
cristianismo, es entrenarlos en el cristianismo.
Dehon, que visita al obispo de Orleans y del cual dir que ha
escrito el mejor tratado de educacin, se ha impregnado de su
pensamiento y sigue su lgica. Desde su primer ao de vicariato,
prepara un centenar de muchachos a la primera comunin. Esta
actividad le permite entrar en contacto con los ambientes populares
de la ciudad. Muy pronto constata que este catecismo no es un
camino de perseverancia, en resumen que no educa a la vida
cristiana. Esta constatacin, banal en s, es decisiva en el camino
de Dehon. l se ver llevado a fundar diferentes obras , y despus una
congregacin religiosa para remediar esta triste realidad.
Se revela aqu una dimensin nueva de la personalidad de Dehon: es
un educador, preocupado de la formacin. De los pilluelos de
ambientes populares, a menudo desheredados, que tiene en el
catecismo quiere hacer hombres y cristianos formados, instruidos.
Con este objetivo, en 1872, abre un patronato. Seguir, en 1877, la
fundacin de una escuela secundaria, el colegio San Juan. Ms tarde
Dehon educador se interesar por la formacin de los seminaristas y
sacerdotes, para sensibilizarlos en la dimensin social del
ministerio sacerdotal. Y adems, a travs de sus escritos
espirituales, a travs de sus conferencias y sus retiros acompaar a
mujeres y hombres por el camino de la perfeccin evanglica. Por toda
su vida estar comprometido, a diversos ttulos, en la enseanza y en
la formacin, convencido de que es a ste nivel donde se juega el
porvenir, tambin el de la evangelizacin. No es de hecho indiferente
que la fundacin de su congregacin haya sido tambin madurada dentro
del contexto ms amplio de un gran proyecto educativo.
El Patronato San Jos
El catecismo de la Escuela conduce a Dehon a la fundacin del
patronato, que se convierte en su primer gran obra en San Quintn.
Para no dejar a los muchachos en la calle y para darles una
educacin cristiana ms avanzada rene una decena de ellos los
domingos por la tarde. Nace as el patronato. Primero en su despacho
de vicario, despus en el patio de un pequeo pensionado dirigido por
un miembro de la conferencia de San Vicente de Pal, el seor Julien,
que ser su confidente y el brazo derecho del P. Dehon. En el verano
de 1872 se pone a buscar un local ms adecuado, para instalar la
obra San Jos, que hasta 1877 ser el campo apostlico original en el
cual se implica el P. Dehon movilizando lo mejor de sus energas. En
la correspondencia dirigida a sus padres habla regularmente de ella
describindola como su obra por excelencia.
La obras para la juventud en aquella poca no eran una novedad en
Francia. El iniciador haba sido un sacerdote de Marsella, Allemand,
que en 1797 reuni en torno a s a algunos jvenes. Su sucesor,
Timon-David, para asegurar la permanencia de la obra, fund tambin
una congregacin religiosa: los sacerdotes de Marsella del Sagrado
Corazn. En el espritu de esta fundacin, el sacerdote tena la tarea
de ser el animador directo de estas obras para la juventud. En
Pars, en las huellas de la conferencia de San Vicente de Pal, algn
ao ms tarde, con Le Prvost y Mauricio Maignen, nacer otra tradicin.
Al famoso patronato de Montparnasse, que Dehon visita en 1873,
responsable y encargado de la animacin era un laico. En S. Quintn,
Dehon se inspira en cierto modo en los dos modelos. Es l el
animador principal del patronato, pero su segundo ser el seor
Julien.
Medir y evaluar esta fundacin y partir de la imagen un poco
simplista o antigua que podra ser derivada del trmino patronato
significara no tomar en serio el objetivo del P. Dehon. l persigue
un proyecto educativo global, que respecta a los jvenes en su
formacin humana y cristiana. Se trata, para l de un ministerio
pastoral que le permite de poner un puente hacia todo el mundo
popular obrero. Esta iniciativa se comprende dentro de la
preocupacin por evangelizar un pueblo separado de la Iglesia. En
una carta del 13 de mayo de 1873, dirigida al P. Freyd, l expone as
la finalidad del patronato:
Antes del nacimiento de esta obra, en San Quintn se habran
contado como mximo diez jvenes obreros que cumplan con Pascua,
Usted ve entonces cun grande es el mal. Necesitaremos tiempo y
esfuerzos serios para obtener numerosas perseverancias.
Tras esta carta se comprende mejor el cario de P. Dehon a esta
obra que nunca querr dejar, ni siquiera para entrar en una
congregacin religiosa. Ser por lo tanto conducido a ser l mismo
fundador desde su puesto.
A travs de esta obra de formacin de la juventud, Dehon mira a un
proyecto de renovacin de la sociedad. Explica con el mximo cuidado
su proyecto para que no sea reducido a un simple pasatiempo, sino
para que se comprenda su importancia. Con ocasin de la asamblea
solemne del 13 de junio de 1875, en presencia de los notables de la
ciudad, el vicario Dehon precisa:
Permitidme ante todo recordaros brevemente nuestro objetivo.
Demasiadas personas no entienden bien este punto e imaginan que no
tenemos otra intencin que la de hacer jugar honestamente a algunos
muchachos el domingo. Nosotros miramos ms alto. Nuestro objetivo es
la salvacin de la sociedad a travs de la asociacin cristiana.
Estamos por tanto ante un proyecto educativo global, del cual se
intuyen las lneas polticas. En la lgica de esta globalidad, Dehon
apoya progresivamente todos sus desarrollos: discusiones
religiosas, cursos de economa social, biblioteca, caja de ahorros,
coro, alojamiento para jvenes obreros de la contornada de San
Quintn y tambin los nicos de una agencia de colocacin para los
jvenes obreros en busca de empleo.. no sorprende entonces que el
patronato se engrandezca rpidamente, hasta llegar a contar con
cerca de quinientos jvenes, ni que el sacerdote Dehon se convierta
en una personalidad, y su compromiso sea unnimemente alabado.
Frente al xito de la empresa, Dehon se ve obligado, desde 1873,
a estructurar varios sectores, en funcin de objetivos ms precisos.
En ese mismo ao, para los miembros ms adultos del patronato, crea
una seccin de los Crculos Catlicos de los obreros que A. de Mun y
R. de la Tour du Pin haban fundado en diciembre de 1871. En ocasin
de la peregrinacin de la Obra de los Crculos el 17 de agosto de
1873 al santuario mariano de Liesse, en las cercanas de Laon,
Dehon, que participa con los miembros del patronato, conoce a los
fundadores. Estos estn impresionados por la personalidad del
vicario de San Quintn y de su compromiso con la ciudad. Buscan
ganarlo para su causa para hacer de l un trmite esencial para el
norte de Francia. Una carta de Albert de Mun explica bien la puesta
en juego:
Podemos esperar tambin organizar en San Quintn, en este centro
popular, en esta ciudad de obreros mirados con sospecha por los
temerosos, un comit de nuestra obra y fundar uno o ms crculos
catlicos? Solo usted, reverendo, puede decirlo y animarnos y
ponerse a la cabeza del movimiento, decidiendo si hay lugar tambin
para nuestro obra al lado de la suya, o si las dos obras deben
fundirse en una sola.
Dehon elige una solucin original. Decide unir al patronato una
seccin obra de los crculos para los miembros ms grandes. As, a
partir de 1873, la obra San Jos reagrupa dos actividades: el
patronato y un crculo catlico de obreros. Dehon no se detiene aqu.
En la lgica de su proyecto de renovacin integral, debe obrar en
todos los ambientes y a todos los niveles de la sociedad. En 1875
funda un crculo de estudios religiosos y sociales, con una
conferencia de San Vicente de Pal dirigida a los estudiantes del
Instituto de la ciudad, donde se forman los futuros lderes
sociales. El ao siguiente se dirige al patronato y a los dueos les
propone una reunin bimensual para abrirles a las cuestiones
sociales y hacerles tomar conciencia de sus deberes frente a los
obreros.
Con el crecimiento de las obras aumentan tambin los problemas de
financiacin y las preocupaciones por la animacin del conjunto.
Esencialmente es el mismo Dehon quien lleva el peso, que viene a
unirse al ministerio ordinario de vicario. Conduce una vida
particularmente activa y, para hacer espacio a la oracin est
obligado a levantarse a las 4.30 de la maana. Se haba abonado a
diferentes peridicos y revistas para nutrir su vida espiritual e
intelectual, como LUnivers, la Revue des sciences ecclsiastiques,
el Mensajero del Sagrado Corazn y muchas otras. Pero a causa de las
numerosas ocupaciones, le queda poco tiempo para la lectura. Se
lamenta regularmente, a veces tambin con expresiones fuertes,
porque su vida cultural y espiritual sufre. Evidentemente una vida
de vicario parroquial como la que lleva l le crea alrededor un vaco
que crecer de ao en ao, hasta el punto de convertirse en un
malestar que le llevar a dolorosas rupturas.
Una sensibilidad social
Dehon se convierte en un hombre de los congresos, de las
asambleas generales. Es fiel a estas citas, en las cuales se
encuentras los hombres de obras, que comparten las mismas
convicciones. As recoge una cantidad de informaciones, de
iniciativas de todo tipo, que actan como estmulos. Hasta el inicio
del siglo XX, el P. Dehon utilizar esta red como medio de formacin
y tribuna de expresin.
Del 25 al 29 de agosto de 1875, participa en Nantes en un
congreso de las Obras dirigido por Mons. Sgur , hijo de la cl