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Vida Cotidiana y Sociedad Local.
Subjetividad en la accin social.
Aportes a la Teora del Desarrollo.
TESIS
MAESTRA EN
DESARROLLO REGIONAL Y LOCAL FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y
COMUNICACIN
UNIVERSIDAD CATLICA DEL URUGUAY
CLAEH CENTRO LATINOAMERICANO DE ECONOMA HUMANA
LUIS CARRIZO MONTEVIDEO, OCTUBRE 2001
TUTOR: DR. JOS AROCENA
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INDICE
SECCIN I
I. Presentacin y Antecedentes 4
El conocimiento en trnsito La plataforma disciplinaria y el
campo interdisciplinario Focos y tejidos
II. Marco Terico 9
Introduccin Acerca del mtodo La dimensin antropo-social del
desarrollo
III. La vida cotidiana como campo de estudio 20
Razones para el su consideracin y anlisis. Agnes Heller: crtica
de la alienacin desde la vida cotidiana. Erving Goffman: el teatro
de lo cotidiano en el anlisis social. Alfred Schutz: el sentido
comn naturalizado. Harold Garfinkel: etnometodologa Enrique
Pichon-Rivire: la vida cotidiana desde la psicologa social.
IV. Vida Cotidiana y Sociedad Local 42
La cotidianeidad de lo local, la localidad de lo cotidiano El
actor local y la cotidianeidad. Iniciativa local: la dimensin
actitudinal Identidad local: cultura y valores. La mirada ms all
del muro.
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SECCIN II
V. Vida Cotidiana y Desarrollo Local. Apuntes
terico-metodolgicos. 58
Eficiencia hermenutica de la vida cotidiana.
De la observacin El problema de la relacin sujeto-objeto
El nivel ideolgico de la vida cotidiana. Las representaciones
sociales Los valores Las actitudes
El nivel organizacional de la vida cotidiana Vnculo, roles y
formaciones grupales La dimensin institucional y la comunicacin
Aproximaciones metodolgicas al estudio de la vida cotidiana
Roberto Castro: un abordaje hermenutico en el campo de la salud.
Edgar Morin: la modernizacin de una pequea comunidad francesa.
Maritza Montero: un enfoque psicosocial comunitario.
SECCIN III
VI. Conclusiones 99
VII. Posfacio 105
SECCIN IV VIII. Anexo 108
Epistemologa compleja e investigacin. Entrevista a Edgar
Morin.
IX. Notas 112
X. Bibliografa consultada 117
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1. Presentacin y Antecedentes
1.1 El conocimiento en trnsito.
El presente trabajo tiene, en lo medular, un doble objetivo:
acadmico, por un lado, como produccin final de la Maestra en
Desarrollo Regional y Local de
la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicacin de la Universidad
Catlica del
Uruguay; cientfico, por otro, al intentar fundamentar y
describir el concepto de Vida Cotidiana como categora de anlisis e
intervencin en procesos de
Desarrollo Local.
Pretende ser un aporte a la caja de herramientas conceptual y
metodolgica con
las que hoy cuentan los tcnicos, los planificadores, los
decisores de polticas y
la comunidad -involucrada en sus procesos de transformacin- a la
hora de
pensar en estrategias de desarrollo.
En los estudios sobre Desarrollo se advierte sugerida en
distintos aportes y
bibliografas la presencia de la dimensin antroposocial que da
coherencia y
sostiene las piezas del rompecabezas del Desarrollo. As,
nociones tales como
identidad, cultura y otras se incorporan al complejo panorama de
nuestro
estudio y sugieren la existencia de un campo privilegiado para
el anlisis.
Siendo mi formacin bsica como psiclogo una vocacin de
bsqueda
insistente entre lo psquico y lo social, esta aludida dimensin
del desarrollo me
result atractiva desde el principio de la especializacin. Esta
articulacin de
campos de conocimiento (psicologa/desarrollo local/desarrollo
regional)
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promueve enlaces de campos de saber con objetos de estudio y
corpus tericos
diferenciados. Estos enlaces y articulaciones prometen ser tiles
para el avance
de la Teora del Desarrollo.
El campo de los estudios sobre Desarrollo es abierto a lo
polidisciplinario. El
enriquecimiento con otros cdigos, otras epistemologas y diversas
experiencias
de gestin e intervencin en el campo del desarrollo, genera un
circuito de
conocimiento recursivo en donde el corpus terico disponible en
el campo de la
psicologa se vuelve difuso para distinguirse luego con mayor
densidad. Esta
experiencia es fructfera por eso mismo: el cruzamiento de las
fronteras
establecidas, la conquista de nuevos territorios, el valor
agregado de las
potencialidades y realidades de un sistema avanzado en su
complejidad.
Esto precisamente est vinculado al tema de este trabajo y al
ncleo de los
procesos de desarrollo local en un contexto de globalizacin. De
hecho, en ellos
tambin hablamos de fronteras mviles, territorios en
transformacin, procesos
de integracin, emergencia de nuevas posibilidades sobre bases de
mayor
complejidad.
1.2 La plataforma disciplinaria y el campo
interdisciplinario.
En el abordaje a un campo de estudio transversal, uno de los
riesgos consiste en
el error epistemolgico de acoplar al mismo plano una perspectiva
disciplinaria
con un campo interdisciplinario, ubicado en un nivel sistmico de
mayor
complejidad. Una vez procesada este obstculo, se torna ms
eficiente la
inclusin y el aprovechamiento de los aportes disciplinarios de
la psicologa y,
en una perspectiva ampliada, de la psicologa social al estudio
del desarrollo
regional y local. Esto se facilita (o incluso se hace posible) a
travs de la
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construccin de una actitud transdisciplinaria, necesaria para
acceder a la complejidad del campo en cuestin.i
Claro es que este proceso no es fcil ya que estn en juego
identidades
profesionales construdas durante largo tiempo,
institucionalidades escolsticas,
controles epistemolgicos y concepciones del cambio componentes
de gran
carga resistencial que deben adquirir una nueva configuracin
para
desempear un distinto protagonismo.
As, el mbito de la Maestra desempe un rol catalizador para
profundizar en
los ncleos de la formacin disciplinaria bsica tanto como para la
apertura al
dilogo con otros saberes, en una espiral virtuosa que enriqueca
tanto uno
como otro plano de la comprensin. La problemtica del Desarrollo
Regional y
Local no puede ser contenida dentro de un solo marco
disciplinario (riesgo de
reduccionismo y generalizacin) aunque no puede tampoco ser
interpelada sin
ellos (pretendida bsqueda de una teora holstica y especfica,
siempre
insuficiente e inoperante). Por tanto, los duelos en relacin a
la imagen de
potencia con la que cada disciplina se protege no se hacen
esperar: se necesitan
acoplamientos y complementariedades, la insuficiencia da lugar a
la sinergia
frtil, aunque no exenta de conflictos.
Se deben distinguir los aportes especficos de cada campo de
saber para incluir
en el conjunto. As, las riquezas de cada concepto se potencian y
actualizan,
sufriendo tambin transformaciones necesarias para su
instrumentacin. Por lo
mismo, una determinada disciplina encuentra nuevos horizontes
de
posibilidades luego de la fertilizacin cruzada que concurre a
esta aventura intelectual. La alta calificacin disciplinaria es
relevante para producir una
buena aproximacin interdisciplinaria, y el buen dilogo
interdisciplinario es
relevante para una edicin revisada y ampliada de la
disciplinariedad.ii
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1.3 Focos y relaciones.
La pretensin de este trabajo apunta a ofrecer una mirada con
cierta
profundidad a la dimensin de la Vida Cotidiana entramada en los
procesos de
Desarrollo Local. Intentaremos ver su naturaleza, comprender cmo
opera y,
sobre todo, cmo opera en la lnea de estos procesos especficos de
desarrollo
social. Intenta ser un esfuerzo terico, pero con vocacin
aplicada. Por ello, el
plan del trabajo incluye una viaje por distintas concepciones de
la vida
cotidiana, donde se hace escala en los aportes de autores
relevantes desde el
punto de vista de las ciencias sociales y humanas (sociologa,
psicologa,
antropologa, filosofa). De all, nuestro trnsito se dirige a
considerar las
articulaciones posibles entre el anlisis de la vida cotidiana y
las sociedades
locales, esto es, una mirada territorializada, ubicada sobre
coordenadas espacio-
temporales donde el concepto se pueda traducir a realidades
concretas. Hasta
aqu, entonces, lo que puede ser llamado campo de anlisis. Por
ltimo, se intentarn aproximaciones terico-metodolgicas que puedan
ofrecer marcos de
accin fundamentados para la labor de los agentes de desarrollo.
Aqu lo que se
enfatiza es el campo de intervencin. Por cierto que campo de
anlisis y campo de intervencin (Baremblitt, 1992)iii no son
categoras divorciadas y
se entrelazan aqu y all. De todas formas, vale la distincin, que
es operativa,
as como vale la conjuncin, que previene el riesgo de
academicismos estriles
y/o tecnicismos vacos.
Una advertencia sobre el alcance de este trabajo: lo que
pretendemos aqu es
proponer la categora vida cotidiana para su inclusin tanto en el
campo de
anlisis como en el campo de intervencin. Se trata de una
aproximacin
general, cuya potencialidad podr ser evaluada solamente en
condiciones
empricas y all ser donde se deban traducir las proposiciones de
este estudio a
condiciones particulares y singulares de las situaciones
consideradas. All no
solamente estarn en juego las formulaciones realizadas, sino la
sensibilidad y
Vida Cotidiana: campo de anlisis y
campo de intervencin.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 8
apertura del investigador o agente que se dedique a esta tarea.
Uno de los
elementos ms delicados a tomar en cuenta ser lo que tiene que
ver con los
marcos interpretativos de la realidad que porte el observador.
Aqu se introduce
la complejidad que, desde el campo filosfico, nos acerca la
nocin de
Versteheniv, central en el estudio de la conducta humana y que
tuviera incidencia en la distincin conceptual y metodolgica de la
relacin
observador/objeto entre las ciencias humanas y naturales.
Algunas excelentes
muestras de una concepcin y una metodologa como las propuestas,
se
encuentran especialmente en la obra de Roberto Castro sobre las
experiencias y
vivencias en el campo de la salud sexual y reproductiva en
Ocuituco, una
comunidad rural de Morelos Mxico (Castro, 2000) y en el estudio
de 1965
de Edgar Morin sobre las condiciones de transformacin hacia la
modernidad
en la comuna de Plozvet Francia (Morin, 1985). Por ello,
insistimos en la
necesidad de ver la propuesta que presentamos esencialmente como
una puerta
de entrada a una dimensin del desarrollo, y que deber
modelarse
singularmente en cada caso.
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2. Marco Terico
La toma de conciencia de la gran carencia de los modelos es lo
que precede a todo
progreso poltico y social en la idea de Desarrollo.
EDGAR MORIN, 1984
Nuestras deficiencias cognitivas son considerables y ello ha
impedido construir modelos mentales
del desarrollo regional como respaldo de una accin social
eficaz.
SERGIO BOISIER, 1998
2.1 Introduccin
El estudio del Desarrollo Regional y Local integra lo que puede
caracterizarse
como estudios de rea (Klein, 1990)v, siendo un mbito
eminentemente
interdisciplinario y que como tal requiere de una plataforma
paradigmtica e
instrumental reformulada, es decir, de una nueva
transdisciplinariedad. Como
en otras reas de estudio de similar complejidad, uno de los
requerimientos
necesarios para su abordaje es la sistemtica revisin de los
marcos
conceptuales, de los paradigmas que gobiernan las maneras de
comprender e
intervenir, la elucidacin de los fundamentos cientficos que
orientan la
investigacin. Nuestra cultura cientfica no es prdiga ni
permanente en este
tipo de consideraciones y la capacidad para la
interdisciplinariedad no nace per
se en la cabeza de los investigadores. Por ello, es importante
disear currculas
especficas para el tratamiento filosfico y epistemolgico de
temas de esta
complejidad.
El Desarrollo Regional y Local
como
estudio de rea. La necesaria inter-
disciplinariedad.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 10
En este trabajo, debemos aproximarnos al concepto de Desarrollo;
debemos
describir el ncleo, el cierre y la apertura de la categora vida
cotidiana
integrada a ese concepto; pretendemos presentar la dinmica
psicosocial que la
organiza; intentamos, asimismo, insistir en la generacin de una
nueva actitud
transdisciplinaria (necesaria para comprender la complejidad del
tema) y su
traduccin en el proyecto interdisciplinario (necesario para
construir la teora y
la prctica).
Por qu Vida Cotidiana como protagonista de este ensayo? Por
varias razones
asociadas. Por un lado, postulamos que la consideracin y el
tratamiento de la
vida cotidiana ocupan una posicin privilegiada cuando hablamos
de procesos
de Desarrollo Local. En esta categora sobre la que luego
abundaremos
convergen nociones de accin, interaccin, proximidad: elementos
claves para pensar el Desarrollo Local. Por otro lado, porque nos
coloca de cara a la
microsociologa del Desarrollo, complementando de manera
pertinente las
perspectivas macro de los estudios sobre este campo (dimensiones
polticas,
econmicas y sociales en sentido tradicional). Por ltimo, porque
nos interesa
aportar una perspectiva que debera ser fundamental a nuestro
modo de ver
en la Teora del Desarrollo: la de los marcos de accin de los
actores sociales y sus dinmicas, que pueden ser elucidadas desde
una perspectiva del anlisis de sus formas de vida y la construccin
de subjetividad. Al decir de Dora Fried Schnitman, la subjetividad
y las relaciones sociales se organizan en el trazado
de metforas y horizontes que generan presuposiciones y
expectativas,
configurando creencias, epistemologas cotidianas y visiones del
futuro. (Fried
Schnitman, 1995:16). En el debate sobre el destino de la
Planificacin y el
papel de la Iniciativa en los procesos de Desarrollo, la mirada
de varios autores
se dirige a la escala local como un componente de primera
importancia en este
asunto. En este sentido, la trada Planificacin/Iniciativa/Actor
cobra especial
relieve estratgico desde la dimensin local. Sergio Galilea
(citado en Arocena,
1995:22) comenta sobre este punto: La revitalizacin de la escala
o dimensin
Vida Cotidiana, accin, interaccin,
proximidad: elementos claves
para pensar el Desarrollo Local.
Subjetividad y relaciones sociales:
creencias, epistemologas
cotidianas y visiones del futuro.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 11
local en la planificiacin y en las acciones de desarrollo se ha
consagrado en la
ltima dcada en la Regin. Factores diversos explican esta
reorientacin en la
escala de planificacin: el fracaso de las propuestas macro y
largoplacistas de
esfuerzos institucionales de planificacin; la recuperacin de lo
cotidiano en
las nuevas orientaciones por el desarrollo, lo que ha orientado
las dimensiones
esenciales de la calidad de vida deseada (). Por su parte, Jos
Arocena en
el marco del mismo debate enfatiza la pertinencia de hablar de
Planificacin
Local: Hay dos razones principales para hablar de planificacin
local. La
primera se refiere a la pertinencia de la escala local o
regional. En esta escala
importa la construccin social cotidiana, el hombre concreto y su
entorno inmediato, as como la permanente transformacin de la
naturaleza. (Arocena, 1995:22. Cursivas aadidas.)
Para ingresar en el anlisis de la vida cotidiana y su vinculacin
con las
sociedades locales en los procesos de desarrollo, si bien
necesitamos de una
actitud transdisciplinaria (entre, a travs y ms all de las
disciplinas), esto no inhibe de aportar de manera especfica
elementos que desde la Psicologa
Social puedan resultar tiles a estos efectos.
La asociacin productiva de los campos del Desarrollo, la Vida
Cotidiana y las
Ciencias Sociales y Humanas (con nfasis en la Psicologa Social e
importantes
aportes de la Sociologa, la Antropologa y la Filosofa) necesita
un mtodo que
sea capaz de incursionar en ellos elucidando sus estructuras y
su vinculacin
posible. Se necesita de un mtodo complejo para ingresar en su
complejidad.
Por un lado, la nocin de Desarrollo (y de all la de Desarrollo
Regional y/o
Local) es una nocin rica a la vez que difusa; de la misma
manera, el campo de
la Psicologa Social es de vocacin inclusiva y expansiva,
multidimensional y
sinttica. Utilizar la Psicologa Social como disciplina
interdisciplinaria para incursionar en la temtica del Desarrollo
Local constituye un plan de trabajo
que requiere herramientas idneas. El mtodo de la complejidad, en
la
En la escala local importa la
construccin social cotidiana, el
hombre concreto y su entorno inmediato.
Desarrollo, Vida Cotidiana y
Ciencias Sociales: requerimientos de
un mtodo.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 12
elaboracin fundamental de Edgar Morin, nos permite acercarnos a
las
consideraciones que pretendemos realizar en este trabajo, y as
se constituye el
ncleo y la triloga conceptual de nuestro marco terico:
Desarrollo Local
Ciencias Sociales y Humanas (Paradigma de) Complejidad (nfasis
psicosocial)
2.2 Acerca del Mtodo (Paradigma de Complejidad)
Preguntas (1): El primer ejercicio que se realiz en el inicio de
la
especializacin en Desarrollo Local fue responder a la
siguiente
pregunta: Qu entiende Ud. por Desarrollo? La mayora de las
respuestas se afiliaba a la concepcin de un desarrollo
evolutivo
lineal, de alguna forma tambin asociado a la idea de orden es
progreso.
Preguntas (2): La formacin en Psicologa Social y Anlisis Grupal,
en el Ro
de la Plata en las dcadas de los aos 70 y 80, particip de
los
frecuentes debates de la poca acerca de, por ejemplo, a quin
se
diriga la intervencin del terapeuta grupal (al individuo o
al
grupo?, habiendo escuelas en ambos sentidos), o tambin de
las
Vida Cotidiana
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 13
intensas polmicas acerca de la esencia de los grupos
(articulacin entre individuo y sociedad?).
Preguntas (3): En el campo de la Psicologa strictu sensu, cmo
entender al
sujeto individual? Dnde dibujar las fronteras de lo psquico?
Cmo comprender la vinculacin entre psique y resto del
mundo? Teoras provisorias, aproximaciones a veces ms
artesanales que cientficas, quizs afortunadamente
insatisfactorias.
En las tres escenas, la potencialidad de sus horizontes se
adivinaban, se
sugeran, se actualizaban parcialmente, aunque la sensacin
interna era la de la
ausencia de un nuevo mtodo para aprovechar mejor su riqueza. Las
propuestas
del Anlisis Institucional (al decir de Ren Lourau, la segunda
disciplina de
cualquier disciplinavi) eran enlaces que daban coherencia a
parcelas de
conocimiento que se disgregaban o se confundan.
Algunas publicaciones editadas a principios de los aos 90
ofrecen distintas
propuestas innovadoras en el campo de la reflexin social y
organizacional.
Entre ellos, System Design Modeling and Metamodeling (Van Gigch,
1991) condensa una nueva forma de entender los procesos sociales y
organizacionales
(y especialmente los procesos de toma de decisin en estos
mbitos) a travs de
una aproximacin sistmico-compleja. Dice este autor:
Los modelos sobre los cuales la investigacin y la educacin, en
muchas de las ciencias sociales, estn construdas asumen la primaca
de mtodos cuantitativos en la toma de decisiones. Asimismo, estn
basados en postulados que estn probablemente obsoletos o han
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 14
sufrido drsticos cambios en los ltimos 100 aos. En general,
estos postulados estn basados en una epistemologa que es (1)
positivista, (2) mecanicista, y (3) reduccionista. La perspectiva
mecanicista-reduccionista est asociada a un modelo cientfico
cerrado. Este ha sido suplantado por un modelo sistmico que es
abierto. Adicionalmente, la epistemologa obsoleta asume que la
realidad es, generalmente, (1) concreta o tangible, (2) continua y
lineal, y (3) determinstica y controlable. Obviamente, no todos los
dominios son concretos o tangibles. Sin embargo, dadas nuestras
actitudes materialsticas, nuestra tendencia es a tomar en cuenta
los aspectos de un problema que puedan ser vistos y manipulados.
vii
La perspectiva de sistema abierto se conjuga con nuevas
aproximaciones
epistemolgicas y metodolgicas a los objetos blandos de las
ciencias humanas efecto de migraciones conceptuales desde las
ciencias fsicas y naturales (azar,
incertidumbre, caos, impredictibilidad, sistemas difusos...). La
lectura de Van
Gigch invita a retomar en profundidad la Teora General de
Sistemas de von
Bertalanffy, la ciberntica de Wiener y los aportes que los
fsicos-filsofos han
realizado desde ya tiempo atrs (Von Foester, Prigogine, Laszlo y
otros).
Conjuga, as, un aporte definido para la comprensin de los
sistemas humanos.
Por la misma poca se publica tambin Introduccin al Pensamiento
Complejo (Morin, 1994), donde se condensan aspectos claves de una
revolucin
paradigmtica an hoy en construccin. La fertilidad de la obra
moriniana es
fermental para la comprensin de la problemtica del Desarrollo,
del Desarrollo
Local y de la dimensin antropo-social asociada a su estudio.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 15
2.3 La dimensin antropo-social del Desarrollo
Cada vez con mayor frecuencia encontramos en trabajos acadmicos,
en el
discurso poltico y en las imgenes dominantes dos lneas de
sentido
divergentes. Por un lado, una mayor preocupacin por los aspectos
humanos del
desarrollo, esto es, mayor calidad de vida, acceso universal a
servicios y
oportunidades, equidad en la distribucin de la riqueza,
conservacin del
entorno natural y el medio ambiente, respeto por las tradiciones
y culturas
diversas frente al embate globalizador, democratizacin de la
revolucin
cientfico-tecnolgica y tantas otras reivindicaciones condensadas
en las
propuestas por un desarrollo humano sustentable. Por otro lado,
vemos la
hegemona de perspectivas con fuerte nfasis en los aspectos
econmicos de
mercado, la globalizacin de las comunicaciones y el comercio
internacional, el
liderazgo de la industria tecnolgica donde las Bolsas de Valores
son el altar
del nuevo orden econmico, a mucha distancia de las declaradas
perspectivas
del desarrollo humano. As, la tecnocracia, la inequidad, la ley
de mercado, la
homogeneizacin de usos y hbitos y una cierta sensacin de
indefensin de las
gentes sencillas frente a a este movimiento avasallante, van
cobrando ms
cuerpo del que se deseara. Estas dos posiciones estn claramente
definidas en
esta poca, y tienen momentos culminantes de visibilidad mundial.
As, los
movimientos contestatarios de la sociedad civil frente a las
Cumbres del Foro
Econmico Mundial muestran una polarizacin de estas dos
perspectivas sobre
el desarrollo. Un ejemplo de esto lo constituy el Forum Social
Mundial (Porto
Alegre, Enero 2001), como respuesta alternativa a la hegemona
del dominio
del capital, representada en la reunin que simultneamente se
estaba
realizando en Davos, Suiza, en el Foro Econmico Mundial. Es
significativo el
aumento de la presencia de la sociedad civil internacional
organizada en todas y
cada una de estas instancias de reuniones-acuerdos (v.g.,
Conferencia de
Seattle, Reunin del G-8 en Gnova) y las opciones que, por lo
mismo, se
plantean los representantes de los pases centrales para realizar
sus prximos
Desarrollo Humano y
Desarrollo Econmico
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 16
encuentros a en lugares menos accesibles para estas
manifestaciones (por ej.,
planear la prxima reunin en Alaska).
En el mismo sentido se expresa Alain Touraine al referirse al
momento
histrico que estamos viviendo. Dice este autor: percibimos cmo,
en
nosotros y a nuestro alrededor, se separan, se disocian por un
lado el universo
de las tcnicas, los mercados, los signos, los flujos, en los que
estamos
sumergidos, y, por el otro, el universo interior que cada vez
con ms frecuencia
llamamos el de nuestra identidad (Touraine, 1997:27). El
pensamiento clsico
hegemnico plantea el desarrollo como un orden ineluctable en el
sentido del
progreso y el crecimiento econmico, abonado por el soporte
tecnolgico de
una revolucin cientfica imprevisible en su destino. Se
configura, as, un
dominio de tecnocracia economicista que se sustenta sobre un
paradigma
reduccionista. Ms all y ms ac de los intereses econmicos y la
inequidad
del intercambio, de alguna manera la idea que est en la base de
estas
consideraciones es la de un homo sapiens faber, figurando una
concepcin del ser humano reducida a sus cualidades racionales y
tcnicas. Una antropologa
compleja, lejos de eso, incluye en su concepcin las dimensiones
irracionales,
mticas, imaginarias del ser humano. As, Edgar Morin no duda en
caracterizar
la especie como homo sapiens demens, a la vez y de manera
dialgica portador de racionalidad e irracionalidad.1 en la raz
misma del concepto de
desarrollo, lo que es pobre es, precisamente, aquello que parece
rico: la idea de
hombre y la idea de sociedad. Se ha construido la idea de
desarrollo sobre la
base de un mito humanstico/racionalista, unidimensional y pobre
del hombre y
sobre la base de una idea mecanicista/economicista
sorprendentemente limitada
de la sociedad. () (Esto es porque) nuestra antropologa no es
suficientemente
compleja, puesto que vive sobre la base del mito limitado al
Homo
sapiens/faber, y nuestra sociologa no es suficientemente
compleja y no puede 1 A este respecto, se puede ver especialmente:
Edgar Morin, 1992:113.
Antropologa Compleja:
del Homo Sapiens Faber
al Homo Sapiens Demens
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concebir lo que sera un verdadero desarrollo social. (Morin,
1995:393). En la
obra donde analiza de manera erudita el pensamiento de este
autor, Jos Luis
Solana nos alerta sobre la forma mutilante de concebir el
desarrollo de manera
reduccionista y que bien conviene reproducir de manera textual:
La trada
ciencia/tcnica/industria, ncleo de la fe en el progreso, revela
su ambivalencia
cada vez ms radical, pues no slo desemboca en el progreso
humano, sino que
tambin acarrea serios peligros (). El desarrollo econmico ha
suscitado un
proceso de homogeneizacin cultural, de destruccin de las
culturas locales con
toda su riqueza cultural, y genera crisis de identidad. () De
este modo, el
desarrollo aparece no slo como ganancia, sino como prdida de la
relacin
fundamental con la naturaleza y de las relaciones comunitarias
primordiales
(fraternidad, amistad, relaciones sociales sinceras y
escogidas). Morin llama la
atencin sobre las nuevas formas de barbarie surgidas de nuestra
civilizacin
cientfico-tcnica. (Solana, 2001:425-426). Desde esta perspectiva
no es
suficiente, entonces, concebir el desarrollo desde un punto de
vista solamente
econmico, tcnico o de mercado, sino ampliar el concepto de
desarrollo al
dominio psquico, cultural, espiritual, tico. Sabiendo, adems,
que no es sola ni
prioritariamente esta reduccin la que opera lo que Morin
denomina sub-
desarrollo del concepto de desarrollo. Debemos considerar,
asimismo, las
dimensiones irracionales de los rdenes objetivos,
cuantificables,
matematizables, as como levantar las racionalidades de los
rdenes subjetivos,
cualificables, intangibles. Es con estas concepciones que, por
un lado, podemos
construir nociones sobre desarrollo que sean ms reales, mientras
que, por otro,
podemos incluir sustantivamente dominios que no siempre estn
presentes o
carecen de legitimacin por parte del discurso hegemnico sobre
desarrollo.
Ahora bien, una vez fundamentadas estas bases sobre las cuales
pensar la
problemtica del desarrollo, es importante agregar que los mismos
modelos
estn presentes en la forma que los propios protagonistas tienen
para pensar el
desarrollo en general y el de ellos en particular. Esto es clave
para considerar lo
Las nuevas formas de barbarie
surgidas de nuestra civilizacin
cientfico-tcnica.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 18
que ms arriba referamos acerca de la iniciativa (local). Esto
significa que, para
actuar proactivamente en la direccin de un desarrollo humano
(antropolgicamente complejo), debern ser tambin los propios
integrantes de la sociedad quienes lo piensen y produzcan. De all,
la auto-organizacin como
componente ineludible de la iniciativa local; de all, la
autonoma relativa en la
interdependencia; de all, la soberana de las comunidades locales
para disear
su destino; de all, la legitimacin de usos y costumbres propios
y singulares
que hoy pueden estar amenazados por la globalizacin y sus
efectos
homogeneizantes; de all, finalmente, la importancia del locus,
del lugar, de la proximidad y el conocimiento mutuo, marco
territorial/cultural para generar un
caldo de cultivo apropiado al desarrollo humano.
Ahora bien, no se trata de una lucha reactiva a la
universalizacin ni debera ser
un germen de fundamentalismo. En realidad, la dada local/global
tambin debe
leerse desde una perspectiva compleja para ser fructfera. Hoy,
individualidad
est connotado con un cierto tinte positivo en trminos de
autonoma, aunque
no podemos dejar de leer las connotaciones negativas en donde
el
levantamiento de los derechos individuales y la autonoma pueden
llevar a la
atomizacin y el anonimato para el sujeto y derivar en la
exclusin y
cosificacin para el otroviii. De la misma forma, la mentada
globalizacin ms
parece un terrible manto que una interconexin productiva. Desde
una
perspectiva compleja y dialgica, local-global se interconectan
sin anularse. De
all, la propuesta moriniana de una antropoltica en tres niveles
sobre un
principio dialgico que vincule transformacin y regulacin: a) un
campo
micro-poltico o universo microsociolgico, de las relaciones
personales, lo concreto de las vidas individuales y su interaccin,
con las implicaciones que
tienen sus acciones en otros niveles ms alejados, menos prximos
(en
parmetros territoriales o temporales); b) un campo meso-poltico
o universo meso-sociolgico, donde normalmente se realiza la poltica
(pueblos y
sociedades), pero que en general tiende a olvidar los otros
niveles; c) un campo
Auto-organizacin, autonoma relativa,
soberana, convivencia.
Cultura, identidad e iniciativa para el
desarrollo.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 19
macro-poltico o universo macro-sociolgico, de alcance planetario
en relacin a la naturaleza y la especie humana, en estrategias a
largo plazo2. Desde esta
perspectiva antropoltica, los actores deben actuar en escenarios
contradictorios,
convergentes y complementarios, en las tres escalas y en los
tres tiempos (corto,
medio y largo plazo), quizs con prioridades diferentes y muchas
veces
antagonistas, pero sin reducir los escenarios al propio de su
situacin particular
o responsabilidad principal.
*
2 Para profundizar sobre Antropoltica, cfr.: Morin y Kern,
1993:167, as como Solana, 2001:435.
La Antropoltica en tres niveles: las
relaciones personales, las polticas y las
estrategias globales.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 20
3. La vida cotidiana como campo de estudio.
Lo que no hemos incorporado a la vida cotidiana no lo
sabemos,
y si hablamos de ello, hacemos literatura. HUMBERTO MATURANA,
1991
3.1 Razones para su consideracin y anlisis.
En la concepcin del desarrollo, advertimos que la relacin
espacio-sociedad es
una dimensin privilegiada. Es la convergencia de estos dominios
geogrficos y
culturales la que define una nocin enriquecida de territorio. En
este sentido, el
territorio aparece teido de imaginarios, constituyendo una zona
a la vez
tangible e intangible, en donde la materialidad del suelo se va
moldeando con la
circulacin de poderes, deseos, mitos y proyectos que las
poblaciones inscriben
en l.
Se hace imprescindible pensar el desarrollo, en la escala local,
desde
situaciones especficas, referido a poblaciones concretas,
situadas en territorios,
con organizacin determinada y cultura propia. Es decir, en sus
condiciones
concretas de existencia, en su cotidianeidad.
Desde esta perspectiva, Desarrollo y Vida Cotidiana son
componentes de una
misma problemtica, entrelazados en la sociedad local que da
sustento a sus
proyectos. La vida cotidiana es producto y productora de
anhelos, necesidades,
organizaciones y desorganizaciones, y pone su sello peculiar en
la historia que
construye una comunidad. En esta produccin social lo que est
presente es la
La Vida Cotidiana pone su sello
peculiar en la historia que
construye una comunidad.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 21
produccin y reproduccin de sujetos sociales, es decir: produccin
de
subjetividad. Vida cotidiana y subjetividad son dos facetas de
una misma
experiencia vincular y productiva.
Lo que pretendemos privilegiar en este trabajo es una mirada
terica y
metodolgica sobre la cotidianeidad, desde el supuesto de que
esta dimensin
es de gran importancia para el conocimiento de los procesos
sociales en general
y de los procesos de desarrollo local en particular. A nuestro
modo de ver, se
trata de un concepto-llave para ingresar en la comprensin de los
modos en que
la experiencia social se organiza en un determinado contexto
histrico y
territorial. El anlisis de la vida cotidiana nos remite, en
primera instancia, a la
fundamentacin del concepto desde un punto de vista terico; esto,
a su vez,
nos relanza al anlisis de los sujetos en su realidad inmediata y
en sus
condiciones concretas de existencia. (Pichon-Rivire y Pampliega,
1985:9).
Trataremos de recorrer un breve camino a travs de las
conceptualizaciones que
sobre este tema se han realizado desde distintos campos de
saber. La sociologa,
la antropologa, la filosofa, la psicologa, la psicologa social y
la historia
ofrecen una vasta bibliografa para incursionar en esta revisin.
Por cierto que
este panorama no tiene pretensin de ser taxativo de los aportes
tericos y
metodolgicos sobre la materia, pero s resulta til para conjugar
elementos
fundamentales que nos permitan avanzar luego en sus
vinculaciones con la
problemtica del Desarrollo.
No parece fcil, en principio, definir cul es el campo de la vida
cotidiana y
cmo diferenciarlo de otros, por ejemplo de las historias de vida
privada. Es
decir que, aunque se pueda construir una delimitacin especfica
desde la que
referir aquellas actividades del ser humano que estaran
comprendidas en esa
categora, los lmites no siempre son tan claros en el momento del
anlisis. Lo
mismo sucede si nos atenemos a la diferencia entre lo privado y
lo pblico,
Vida Cotidiana y Vida Privada.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 22
diferenciacin que de todas formas no parece operativa a la hora
de hablar de
vida cotidiana.ix El concepto de vida cotidiana nos remite
necesariamente a
considerar algunas nociones que lo estructuran en su campo de
significacin y
que atraviesan las fronteras de lo que se distingue como privado
y pblico. Las
nociones de subjetividad, sentido comn, proximidad, interaccin,
valores
locales, vnculo y otras nos permiten avanzar en una
caracterizacin que no est
definida por el cierre de lo pblico o de lo privado (aunque
tambin se nutre de
l) sino por las formas que toma la accin social cotidiana y las
dinmicas de la
subjetividad y la intersubjetividad. Mario Woronowski propone
distinguir tres
dimensiones en la nocin de lo cotidiano:
1) Lo cotidiano como conjunto innumerable y heterogneo de
prcticas en las
que la vida de todo sujeto transcurre, y que son condiciones de
su
produccin como tal. Prcticas, discursivas y no discursivas,
cuya
significacin es vital para la constitucin del sujeto como sujeto
psquico y
actor social.
2) La cotidianeidad naturalizada, donde escuchamos el
significante
cotidiano como representacin desde el sentido comn de
aquella
heterogeneidad prctica.
3) Vida cotidiana como espacio de lo conflictivo, donde las
batallas por la
aplicacin de sentido tendrn un campo estratgico de disputa.
(Tomado de
Woronowsky, en Fernndez y De Brasi, 1993:349).
La escena de la vida cotidiana representa un campo de accin
donde lo
individual y lo social se entraman hologramticamente -al decir
de Morin-
donde a la misma vez la parte est en el todo y el todo est en la
parte.
Siguiendo a Giddens, hablar de un individuo no es hablar slo de
un sujeto,
sino tambin de un agente; por eso nunca podremos evitar la idea
de accin
(). Adems y es decisivo la accin no es una mera cualidad del
individuo,
sino que al propio tiempo es la tela de la organizacin social o
de la vida
colectiva. (Giddens, 1977:15). Por ello es que la vida
cotidiana, como objeto
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 23
de estudio, tenga a nuestro modo de ver gran relevancia como
aporte a la Teora
del Desarrollo Local. Es en las escenas de la vida cotidiana
donde, por un lado,
se condensan la historia social y la historia subjetiva (aunque
esto, en s mismo,
no sera razn suficiente para los objetivos del trabajo); por
otro, es all donde
se desarrollan las acciones, las prcticas concretas de un sujeto
determinado en
una sociedad local determinada. Es en la convergencia de estas
dos premisas
que adquiere fundamentacin el anlisis de la cotidianeidad como
elemento a
tomar en cuenta cuando hablamos de procesos de desarrollo local
o de gestin
del territorio.
3.2 Agnes Heller: crtica de la alienacin desde la vida
cotidiana.
Varias entradas tericas ha merecido este objeto de estudio al
correr del siglo
XX. Algunas de ellas han adquirido una importante relevancia
para el estudioso
de las ciencias del hombre y la sociedad. Ha sido ste un punto
fuerte en las
consideraciones filosficas de Agnes Heller, con algunos trabajos
ya clsicos
sobre el tema3. En ellos se aprecia la rigurosidad analtica con
que esta autora
desentraa el concepto de vida cotidiana desde una perspectiva
marxista
ciertamente utpica, al decir de Heller-, donde la personalidad
individual y el
sistema de objetivaciones (escenario de ese mismo protagonista)
se conjugan en
su obra. Su objeto se dirige a elaborar una teora de la
revolucin en el nivel de la vida cotidiana, proponiendo el
agenciamiento por parte del individuo (y de
todos y cada uno de los individuos) de la riqueza social y la
supresin de la
enajenacin en la vida cotidiana como esencial para el acceso a
niveles
superiores de socialidad.
Tambin en Heller encontramos la dada individuo/sociedad de la
que hablamos
ms arriba, a traves de los conceptos hombre particular y mundo,
insistiendo en
En cada encuentro se ponen en juego
las historias personales y las
historias sociales del lugar.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 24
su engramado de retroproduccin: en la vida cotidiana el
particular se
reproduce a s mismo y a su mundo (el pequeo mundo) directamente
y el
conjunto de la sociedad (el gran mundo) de modo indirecto.
(Heller,
1977:27). Desde una perspectiva de anlisis materialista-histrico
de la lucha de
clases, Heller igualmente propone una caracterizacin que tambin
ms
adelante encontraremos en otros autores: la relacin entre
particulares. La
contraposicin de intereses del individuo particular en relacin a
la clase
dominante no es la nica lucha que esta autora identifica: el
particular tambin
se contrapone a otros particulares, an en su misma situacin de
clase. La
temtica del vnculo conflictivo y contrapuesto entre el yo y el
otro aparece
aqu en una dimensin muy importante aunque, claro est, concebida
desde su
marco conceptual, y entonces caracterizada de manera
privilegiada por la
enajenacin y la prdida de la conciencia de clase. La concepcin
moriniana de
la dialgica (segn su autor, una formulacin con la que complejiza
la dialctica hegeliana), nos permite entender esta relacin
interpersonal
conflictiva como caracterstica en cualquier vnculo:
contradictoria, siendo a la
vez convergente y complementaria. Esta dimensin del encuentro
entre sujetos
configura la unidad esencial de la categora vida cotidiana, y
por ello su
elucidacin, la comprensin de su dinmica y los contenidos de
sentido y
significacin de sus diversos lenguajes y marcos de comprensin
mutua debe
ocupar un lugar importante en el anlisis de nuestro objeto de
estudio. Y en esta
relacin yo-otro se encuentra, en el aporte de Heller (aunque
tambin en los de
otros autores) una idea clave: el puente que me une a otro en mi
relacin
configura mi conciencia de pertenecer a una especie y tomar
responsabilidad
por mis actos trascendentemente a m mismo. En esto, la filsofa
hngara es
muy clara, describiendo el pasaje del particular al singular, al
individuo. Para
ella, individuo es aquel particular para quien su propia vida ha
pasado a
convertirse conscientemente en objeto, en razn de su capacidad
de asumirse
con concienca de pertenecer a una especie. Para Heller, el
individuo es un
3 Cfr., en este sentido: Heller, 1977 y Heller, 1994.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 25
particular que sintetiza en s mismo la singularidad casual de
su
individualidad y la generalidad universal de la especie. () el
hombre
particular singular se comporta tanto en lo relativo a su
singularidad como en lo
que afecta a las formas de objetivacin propias de la
universalidad de la especie
(entorno inmediato, la comunidad y sus exigencias) como si
tuviera que
habrselas con datos trascendentes. (Heller, 1994:13). La
enajenacin, la
alienacin y, en su opuesto, la toma de conciencia
(autoconciencia) de su ser
singular/universal son los parmetros desde los cuales esta
autora conceptualiza
la vida cotidiana, la transformacin y, para ello, la crtica de
la vida cotidiana
como laboratorio e instrumento de liberacin singular y
colectiva.
Para el objeto de nuestro estudio, nos interesa rescatar tres
ideas de entre
tantas que nos ofrece la riqueza de la propuesta helleriana y
que sern tiles de
aqu en ms: a) la potencialidad productiva de la vida cotidiana
en la relacin
hombre-mundo; b) la importancia de un pensamiento crtico al
respecto de las
formas de concebir y actuar la cotidianeidad (elucidacin, al
decir de
Castoriadisx); c) la coexistencia de mltiples niveles de lo que
podramos
denominar identidades de escala en el sujeto y su grupo de
referencia (ego-eco-poli-cntrico), en una relacin dialgica entre
sujeto y el mundoxi.
3.3 Erving Goffman: el teatro de lo cotidiano en el anlisis
social.
En otro registro de anlisis de la vida cotidiana, la obra de
Erving Goffman
ofrece una serie de elementos de gran importancia para nuestro
estudio. Este
autor, con una rica bibliografa, ha puesto su nfasis en una
especie de
recuperacin de los pequeos sucesos de la interaccin en
escenarios
habituales, que tradicionalmente la sociologa no considera en
primer plano.
Sus crticos lo han acusado de elegir objetos de estudio
irrelevantes, as como
sealan la ahistoricidad de una descripcin que es a su modo de
ver excesiva
La crtica de la vida cotidiana
como laboratorio e instrumento de
liberacin singular y colectiva.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 26
y prioritariamente fenomnica. Sin embargo, la recopilacin de
material de
estudio en el marco de sus investigaciones y el cuidado del
anlisis de lo
aparentemente obvio ha sabido producir conceptos de importancia
primera para
entender el hecho social. La obra de Goffman no toma la categora
de vida
cotidiana como objeto de su labor, sino que, ms bien, observa el
fenmeno de
la interaccin, intentando desentraar su estructuracin y
normativa,
concibindola como unidad de la vida social. Muchos de sus
trabajos han
tomado los mbitos de las organizaciones como laboratorios de
observacin de
los encuentros cara-a-cara y, aunque se podra considerar que
las
aproximaciones analticas a la dinmica organizacional que realiza
Goffman
pueden parecer dbiles en comparacin con otros trabajos
sociolgicos o
directamente institucionalistas (especialmente de la escuela
francesa), no es esto
lo que nos interesa captar para nuestro estudio. Al decir de
Mauro Wolf, el
intento de Goffman es precisamente el de hacer ver que estas
cosas (cotidianas)
no son socialmente irrelevantes; es el partir de la etiqueta
para ver su
profundo significado social, es analizar en sus rituales la
existencia de un
primer umbral fundamental de intercambio social. (Wolf,
2000:33-34). El
enfoque de Goffman intenta ofrecer una comprensin de las
actitudes y marcos
normativos en situaciones de interaccin, y sostiene que las
desviaciones o
discordancias con las expectativas institudas para cada situacin
tendr,
inevitablemente, efectos disruptivos en tres planos: la
personalidad, el grupo
afectado en la situacin dada y ms all, en un nivel macro en la
propia
estructura social. Goffman no queda en la pequea cosa, o en la
aparente
banalidad del diario vivir; por el contrario, insiste en una
puerta de entrada a la
comprensin de lo social, que no es transitada con frecuencia en
los mbitos
cientficos. Al respecto de su propio trabajo, afirma que ste
atae a la
estructura de las interacciones sociales, a la estructura de
esas entidades de la
vida social que surgen toda vez que los seres humanos se
encuentran unos con
otros en presencia fsica inmediata. (Goffman, 1997:270).
La recuperacin de los pequeos sucesos de la
interaccin en escenarios
habituales
para ver su profundo
significado social.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 27
La obra de Goffman nos ser til para intentar avanzar en nuestro
estudio. De
sus propuestas, nos parece importante subrayar tres aspectos,
que funcionan
como conceptos operativos: a) La importancia del concepto de
interaccin, que
para Goffman son las unidades de anlisis y que representan
autnticos
microsistemas sociales (cfr. Wolf, 2000), y que el autor intenta
desentraar en
su estructuracin y dinmica; b) el problema del s mismo (self),
que este autor desarrolla a partir de la analoga dramtica (la
situacin de interaccin como
escenario de actuacin), y de la cual deriva toda una
interesante
conceptualizacin acerca de las imposiciones normativas sobre la
esencia
existencial del sujeto; c) la nocin de marco (frame) y su
eficiencia simblica en la definicin de modos de vincularse y actuar
socialmente.
Si bien estas propuestas pueden ser (y de hecho han sido)
enriquecidas con
aportes de otros autores, debemos reconocer el mrito de Goffman
de distinguir
algunos planos de anlisis que resultan operativos para
incursionar en la
comprensin del hecho social. Desde la Psicologa Social de raz
psicoanaltica,
el enfoque del grupoanlisis (Pichon-Rivire, Ren Kes) y las
fundamentales
construcciones tericas de Freud nos ofrecen material conceptual
muy
interesante para releer el problema del s mismo y los entramados
vinculares en
situacin de pequeos grupos. Conceptos como transferencia,
inconsciente grupal, y toda la Teora del Vnculo de cuo pichoniano
sern frtiles a la hora de pensar esta red de
identificaciones/proyecciones que configura el escenario
goffmaniano. Por su parte, la escuela institucionalista francesa
(Lureau,
Lappassade) y representantes de la denominada Sociologa Clnica
(De
Gaullejac) aportan interesantes elementos para pensar el
concepto de marco
desde la dada institudo/instituyente en relacin a las
organizaciones, la
accin/desviacin social y el mundo de las expectativas
mutuas.
Interaccin, s mismo,
marco:
conceptos operativos para el
anlisis.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 28
3.4 Alfred Schutz: el sentido comn naturalizado.
La obra de este pensador austraco es extensa y prolfica en lo
que era su
preocupacin central: comprender la estructura provista de
sentido del mundo
de la vida cotidiana. Iniciado en la vida intelectual en un
perodo de intenso
debate metodolgico entre las ciencias de la naturaleza y las
ciencias del
espritu, adopt una posicin crtica al naturalismo, inclinndose a
desarrollar
dimensiones que tenan que ver con la reflexin de la vida sobre s
misma y la
comprensin de las significaciones. Dos influencias decisivas se
advierten en
los trabajos de Schutz: las ideas de Edmund Husserl y las de Max
Weber. La
obra de Max Weber influy fuertemente en Schutz, en especial lo
que tiene que
ver con las propuestas weberianas hacia una sociologa
comprensiva y la formulacin de tipos ideales. Por su parte, la
fenomenologa de Husserl encontr en Alfred Schutz a la vez un
discpulo y un continuador crtico. Es de
l de quien tomar las categoras de intencionalidad,
intersubjetividad y mundo de la vida, para incorporarlas a sus
desarrollos y reorganizarlas en un nuevo sistema de ideas que le es
propio.
El mundo del sentido comn es, para Schultz, la escena de la
accin social, con
caractersticas muy particulares que son decisivas para elaborar
un abordaje
comprensivo: estas estructuras de la vida cotidiana no son
advertidas ni
formalmente evaluadas en general por el sentido comn, que acta
por medio
de lo que este autor denomina tipificacin. Toda interpretacin de
este
mundo se basa en un acervo de experiencias previas sobre l, que
son nuestras o
nos han sido transmitidas por padres o maestros; estas
experiencias funcionan
como un esquema de referencia en forma de conocimiento a mano.
(Schutz,
1974b:39). Estas experiencias desarrollan modelos tpicos desde
los cuales se intentar integrar la interpretacin de la realidad.
Llevado por esta disposicin
especial, que Schutz denomina epoj de la actitud natural, el
sujeto suspende la duda acerca de la existencia y cualidades del
mundo tal como se le aparece. Lo
La actitud natural y la tipificacin
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 29
que coloca entre parntesis es la duda de que el mundo y sus
objetos puedan ser
diferentes de lo que se le aparecen. Proponemos denominar a esta
epoj, la epoj de la actitud natural. (Schutz, 1974b:214). Como dice
Maurice Natanson en su introduccin a la obra de Schutz, la
acumulacin de
tipificaciones es endmica en la vida del sentido comn, y este
conocimiento
del sentido comn aparece en forma de recetas para comprender
(y/o controlar)
la experiencias de vida.
As, un circuito de articulaciones como el siguiente puede darnos
una
representacin grfica til de los aspectos que nos importan
centralmente de
esta propuesta:
La intersubjetividad, en este contexto, adquiere tambin
cualidades especficas.
Desde esta actitud natural y sostenido sobre la definicin de
gnesis social del
conocimiento, lo que el pensador austraco sostiene es que,
dentro del marco del
sentido comn y en el dominio de la cotidianeidad, el sujeto
presupone
simplemente que rige la reciprocidad de perspectivas, es decir,
que el otro entiende lo mismo que yo. Esto parece una condicin
importante para compartir
la realidad y para la generacin de una trama de significacin
unificadora de
experiencias personales y sociales, y por lo tanto, para
favorecer y consolidar la
cohesin social y la cultura propia. Claro est, esta posicin
tambin corre los
riesgos de la postura acrtica a travs de la naturalizacin de lo
dado. Desde otra
perspectiva, el planteo de Agnes Heller retomando la concepcin
marxista de
ideologa y alienacin tambin recoge esta situacin de
cristalizacin de la
interpretacin y de resistencia a la crtica de la realidad. Estos
sern aspectos
Sentido comn
Cotidianeidad Actitud natural
Intersubjetividad. El Otro como
Alter-ego.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 30
sustantivos a la hora de evaluar, por un lado, los grados de
cohesin de una
sociedad local a travs de sus presupuestos interpretativos
compartidos y, por
otro, las estrategias de elucidacin de los contenidos de sentido
comn que
configuran sus representaciones de la realidad y, por tanto, sus
competencias
para los cambios. Segn Schutz, esta caracterstica funcin de
naturalizacin
del sentido comn tendra sus orgenes en lo que l denomina la
ansiedad
fundamental, referida a la experiencia bsica de cada uno de
nosotros: s que
morir y temo morir. Dice Schutz: De la ansiedad fundamental
surgen los
muchos sistemas interrelacionados de esperanzas y temores, de
necesidades y
satisfacciones, de oportunidades y riesgos que incitan al hombre
de la actitud
natural a tratar de dominar el mundo, superar obstculos, esbozar
proyectos y
llevarlos a cabo. (Schutz, 1974b:30, citado por Natanson). De
los innumerables modos de exorcismo frente a la muerte ineludible,
ste tiene una
singular importancia en el devenir social y en los procesos de
desarrollo. La
crtica, la duda, la elucidacin, el debate, la participacin y la
soberana, la toma
de iniciativa para los cambios, los riesgos de la apuesta a
nuevos niveles de
desarrollo, la reivindicacin de los derechos, la identificacin
de necesidades
todos estos factores estn, desde esta perspectiva, comprometidos
a partir de tal
naturalizacin.
La obra de Alfred Schutz dej un legado de primera importancia
para la
investigacin de la accin social, desde una construccin terica
que
pretende dar cuenta de los fundamentos subjetivos de la
conducta, a travs del
anlisis de sus modos tpicos. Su obra resulta ineludible para la
investigacin y
la intervencin en lo social, no slo en la perspectiva de sus
aportes tericos
sino tambin en lo que refiere a las reflexiones metodolgicas que
ofrece en su
trabajo.
Alter-ego.
La ansiedad fundamental y el miedo al cambio.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 31
3.5 Harold Garfinkel: etnometodologa.
Una de las aproximaciones ms atractivas para el tratamiento del
tema de la
vida cotidiana por su rigurosidad, por su mtodo, por su
contenido
cuestionador es, sin dudas, el que surge de la Etnometodologa,
con la figura
de Harold Garfinkel como uno de sus representantes ms
significativos. La
propuesta de Garfinkel, iniciada a travs de su ya clsico Studies
in Ethnometodology4, es de gran inters para el estudio de la vida
cotidiana y la teora de la accin social. No exenta de crticas y
crticos, la obra de este autor
paga tributo a importantes antecedentes en el campo sociolgico,
como las
concepciones de Parsons (de quien fuera discpulo) y las de
Alfred Schutz. De
todas formas, sealando antecedentes, se distancia de ellos
(fundamentalmente
de las ideas de Parsons acerca de los determinantes de la
motivacin y el papel
que juega el conocimiento del sujeto en la accin) elaborando una
teora y una
metodologa que le son propias. Toma de Schutz su inters en el
conocimiento
del actor y los desarrollos referidos ms arriba sobre el sentido
comn y la
actitud natural. Varios aportes de la etnometodologa de
Garfinkel son tiles en
este estudio. Algunos son puntos tericos, sobre el anlisis del
objeto; otros, son
puntos metodolgicos, no solamente en trminos del trabajo de
campo, sino
tambin en trminos del anlisis de la posicin del observador en
esa situacin.
Podramos decir que Garfinkel parte de otorgarle al conocimiento
del actor una
lgica propia, que regula sus acciones y los intercambios entre
sujetos. De ello
resulta una jerarquizacin de la lgica del lego, distinta y no
subordinada a la
lgica cientfica del investigador. Ubicado en situacin de
observacin, el
investigador apela a lo que Garfinkel llama la indiferencia
etnometodolgica,
un intento (imposible en su radicalidad, agregamos nosotros) de
mantenerse
ingenuo de teoras frente a la situacin observada, sin
predeterminaciones que
contaminen el propio campo de observacin y manipulen
inconscientemente el
anlisis y la interpretacin.xii Garfinkel distingue, as, entre la
racionalidad de la
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 32
ciencia y la racionalidad del sentido comn, o de la actitud
natural. Como bien
interpreta Giddens, esta distancia es grande: Como terico social
prctico, el
actor lego consigue ordenar su experiencia de suerte de
sustentar la suposicin
de que el mundo (tanto el natural como el social) es lo que
parece ser () La
actitud del observador de ciencia social es la opuesta, e
implica suspender la
creencia en que las cosas son como parecen ser, e (idealmente)
no est influda
por las demandas pragmticas que dominan la actitud natural.
(Giddens,
1977:53). Tan importante como la crtica de Garfinkel sobre la
funcin del
observador, y previa a ella, es la adjudicacin de sentido propio
que este autor
le otorga a las actividades cotidianas basadas en el sentido
comn (asiento de
intercambios, cdigos y normativas, en una organizacin reticular
de gran
complejidad). De este cruzamiento de campos (razonamiento lego
y
razonamiento cientfico), el procedimiento deber exigir que el
analista
suspenda enteramente cualquier clase de compromiso con
versiones
privilegiadas de la estructura social (includas tanto las
versiones del analista
como las de los participantes), y que estudie cmo crean,
organizan, producen y
reproducen las estructuras sociales de acuerdo con las cuales se
orientan los
participantes. (Heritage, 2000)
Del resultado de sus investigaciones surgen muy interesantes
aspectos y
derivaciones a la hora de aproximarnos al estudio de la vida
cotidiana. Por un
lado, como ya adelantamos, la importancia de considerar el
sentido comn (y el
sentido del sentido comn) como una pieza privilegiada en la
ingeniera de la
interaccin social. Esto rompe con la banalizacin del sentido
comn tomado
como suceso intrascendente, incluso interpretado segn las reglas
del sentido
comn del analista y, desde all, tambin naturalizado. Segn
Maurice
Natanson, la caracterstica central y ms sutil del mundo
presupuesto cotidiano
es la de ser presupuesto (Natanson, en Schutz, 1974b:15). Para
Garfinkel, en cambio (y en esto sigue la lnea marcada inicialmente
por Schultz) el sentido
4 1967, Englewood Cliffs, Prentice-Hall.
Garfinkel jerarquiza la lgica
del lego, distinta y no subordinada a la lgica cientfica del
investigador.
El elemento crucial y ms sutil del
mundo cotidiano dado paor
descontado es el hecho de que ste
se de por descontado.
-
Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 33
comn que pauta la interaccin tiene una importancia capital para
la
organizacin social. Su sentido se orienta a brindar una
racionalidad y una
explicabilidad de los sucesos de la vida cotidiana. Cualquier
disrupcin a esta
interpretacin es vivida como una desestabilizacin de la
normalidad,
continuidad, estabilidad y confiabilidad del da a da. Y este es,
podramos
decir, el tema de la etnometodologa: investigar los modos
comunes en que se
hacen racionales y explicables las experiencias cotidianas por
parte de sus
actores, es decir, los modos comunes en que estas experiencias
mantienen un
sentido. Sentido que no necesita ser explicado cientfica o
analticamente por parte de sus protagonistas, sino que est all,
dado, visto pero no notado (seen without been noticed) al decir de
Garfinkel. Esto no significa que no tenga leyes, cdigos y lgicas
propias (y en este sentido, la dimensin local de las
prcticas central en el desarrollo de nuestro estudio- es por
dems relevante).
En este punto es importante subrayar la importancia terica que
representan dos
conceptos de la propuesta etnometodolgica: aquellos referidos a
la reflexividad del lenguaje y los de la indicialidad (o
indexicalidad, segn otras traducciones). La reflexividad opera en
la prctica cotidiana con fuerte determinacin sobre,
precisamente, la racionalidad del sentido de la accin. Se
postula que, a travs
del lenguaje, no slo se trasmite cierta informacin, sino que se
crea, en el
mismo acto, el escenario de codificacin de esa informacin. El
texto, aqu,
opera en convivencia imprescindible con el contexto prctico en
el cual ese
texto es trasmitido. Intimamente asociado a esto, se propone el
concepto de
indicialidad (o expresiones indxicas) que refiere precisamente
al contexto en
el que la accin/lenguaje se realiza y que permite orientar no
slo la
interpretacin sino, simultneamente, la accin derivada.
Desde este sinttico panorama sobre la perspectiva
etnometodolgica, se
rescatan algunas notas privilegiadas para nuestro trabajo. Por
un lado,
destacamos la importancia asignada a los paradigmas
interpretativos del
investigador, los cuales debern ser formulados desde una
perspectiva que no
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 34
anule ni minimice la riqueza y estructura propia del campo
observado. Por otro
lado, se revela la importancia asignada a los fenmenos
cotidianos en
vinculacin a la accin social, asociados a la bsqueda de
estabilidad, as como
el tema del cambio o ruptura de la coherencia de la accin (en
esto, el anlisis
del sentido comn y la actitud natural sealada ya por Schutz no
puede ser
descuidado ni despreciado). Por otra parte, debemos tomar nota
del fuerte
nfasis (consistente con todo lo anterior) puesto por Garfinkel
en la relacin
texto/contexto (reflexividad, indicialidad), en donde la
historia y los usos,
costumbres y cdigos locales son elementos de primera importancia
para la
interpretacin de la accin tanto como para la accin misma. La
escuela
etnometodolgica, asentada sobre estos y otros postulados, ha
generado
recursos metodolgicos de investigacin interesantes para nuestro
objeto.
Especialmente, el denominado anlisis de la conversacin, con
definido perfil
emprico. Desarrollado a partir de los esfuerzos iniciales de
algunos entonces
integrantes de esta escuela y posteriormente continuado como
prctica
sistemtica, el anlisis de la conversacin intenta centrarse en
los mtodos o
procedimientos mediante los cuales los miembros ordinarios de
una sociedad
conducen sus asuntos interaccionales. () El objetivo central del
anlisis de la
conversacin es descubrir las competencias sociales que subyacen
a la
interaccin social, es decir, los procedimientos y expectativas
mediante los que
se produce y entiende la interaccin. (Heritage, 2000).
Fuerte nfasis en la relacin
texto/contexto de los fenmenos
cotidianos en relacin a la
accin social.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 35
3.6 Enrique Pichon-Rivire: la vida cotidiana desde la psicologa
social.
Lo psquico y lo social son, por un lado radicalmente
irreductibles lo uno a lo otro
y por otro lado, absolutamente indisociables, lo uno es
imposible sin lo otro.
CORNELIUS CASTORIADIS, 1981
Ms cerca de nosotros en trminos geogrficos, la corriente de la
Psicologa
Social fundada por Enrique Pichon-Rivire en Argentina adjudic
cardinal
importancia al anlisis de la vida cotidiana, tomndola como pieza
relevante de
la organizacin social. Sus estudios, tanto en el rea de la salud
mental como en
la educacin, han sido fermentales para generaciones de
profesionales de muy
distintos campos disciplinarios. Pichon-Rivire inaugur una lnea
de
pensamiento abierto y de convergencia epistemolgica que se
apoyaba, por
cierto, en sus orgenes en la psiquiatra y el trnsito por el
psicoanlisis, pero
que abarcaba intereses de enorme riqueza, no solamente por lo
universal de su
cultura, sino por la integracin conceptual que hara de estos
diversos campos.
Particularmente importantes son sus aportes a la comprensin de
la Psicologa
de la vida cotidiana, sus formulaciones terico-metodolgicos
sobre Grupo
Operativo y Grupo Familiar, consustantivas a lo que denomin
Teora del
Vnculo. Algunos de estos aportes son sustanciales para
desarrollar las ideas
que promovemos en este trabajo. En un principio, parece oportuno
trasladar
algunas fundamentaciones que aparecen en la introduccin de una
de sus obras
clsicas: La Psicologa Social que postulamos, en funcin de su
abordaje del
sujeto en sus condiciones concretas de existencia, se define
como crtica de la
cotidianeidad. () La indagacin de la cotidianeidad, enriquecida
desde una
comprensin psicolgica, permite develar los mecanismos por los
cuales un
sistema de relaciones sociales configura los sujetos aptos para
sostener esas
relaciones y desarrollarlas. (Pichon-Rivire y Pampliega,
1985:11-12) La
Psicologa Social, segn lo fundamenta este autor, es la ciencia
de las
interacciones orientada hacia un cambio social planificado.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 36
Para Pichon-Rivire, la vida cotidiana es considerada un modo de
organizacin
de la actividad humana producido en un contexto histrico-social
determinado.
Las dimensin ideolgica y el concepto de campo situacional es
importante
en esta perspectiva. Se trata de una perspectiva que como l
mismo lo seala
si bien se sistematiza en el conocimiento cientfico, hunde sus
races en su
propia experiencia de vida, y lo lleva a ecologizar su mirada, a
buscar
comprender las cosas ms pequeas de su entorno y a establecer
puentes entre
cdigos y culturas muy diferentes. Podra decir que mi vocacin por
las
Ciencias del Hombre surge de la tentativa de resolver la
oscuridad del conflicto
entre dos culturas. A raz de la emigracin de mis padres desde
Ginebra hasta el
Chaco, fui desde los 4 aos testigo y protagonista, a la vez, de
la insercin de
un grupo minoritario europeo en un estilo de vida primitivo. Se
dio en m la
incorporacin, por cierto que no del todo discriminada, de dos
modelos
culturales casi opuestos. Mi inters por la observacin de la
realidad fue
inicialmente de caractersticas precientficas y, ms exactamente,
mticas y
mgicas, adquiriendo una metodologa cientfica a travs de la
tarea
psiquitrica. (Pichon-Rivire, 1985:7-8) Los trabajos de G.H.
Mead, Kurt
Lewin, Durkheim, Bachelard, articulados entre muchos otros con
los
psicoanalticos de Freud y M. Klein y los aportes de la
Gestaltheorie, van consolidando en la antropolgica lectura
pichoniana una concepcin que no
duda en definir como de convergencia epistemolgica. Sus
experiencias de
trabajo de laboratorio social, en la ciudad de Rosario en el ao
1958,
constituyen un mojn inicial para lo que luego ira tomando forma
como
Tcnicas de Grupo Operativo. Pichon-Rivire formula un modelo
que
denomina ECRO (Esquema Conceptual, Referencial y Operativo) y
que
permite, segn este autor, la comprensin horizontal (la totalidad
comunitaria) y
vertical (el individuo inserto en ella). El ECRO como
instrumento es lo que
permite planificar un manejo de las relaciones con la naturaleza
y sus
contenidos en las que el sujeto se modifica a s mismo y modifica
el mundo en
un constante interjuego dialctico. (Pichon-Rivire, 1985:150).
Ese esquema
La Psicologa Social es la ciencia de las interacciones orientada
hacia un
cambio social planificado.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 37
conceptual y referencial (conjunto de experiencias,
conocimientos y afectos con
los que un individuo piensa y acta) es instrumental y operativo
porque, as
constitudo, es aplicable en cualquier sector de tarea e
investigacin.
El rico caudal de conceptos que desarrolla la teora pichoniana
surge de la
sistematizacin de experiencias en el campo de la educacin de
adultos y el de
la salud mental. A partir de ellas, este autor provee una
importante caja de
herramientas tericas y metodolgicas para comprender el
aqu-y-ahora del
hombre-en-situacin, realizar diagnsticos histrico-individuales e
histrico-
sociales, ofrecer comprensiones sobre lo que denomina vnculo (la
relacin
entre mundo-interno y mundo-externo), a la vez que establecer
tcticas y
estrategias desde la planificacin. Por cierto que los campos de
quehacer
mencionados (educacin, salud mental) son plataformas para
proyectar sus
propuestas sobre otras realidades sociales y comunitarias. Las
intervenciones
tcnicas con grupos familiares y no familiares, con equipos de
trabajo y
comunidades fueron ofreciendo importante material cuya
sistematizacin di
lugar a diversas conceptualizaciones de gran importancia tanto
para
trabajadores de la salud y la educacin como para cientistas y
operadores
sociales (v.g., Teora del Vnculo, Teora y Tcnica de los Grupos
Operativos,
Teora de la Enfermedad Unica).
A los efectos de lo que nos interesa rescatar para nuestro
trabajo, en lo esencial
las propuestas de Pichon-Rivire nos aportan los siguientes
elementos claves:
Un marco epistemolgico abierto para la comprensin de la relacin
individuo/sociedad, a travs de la teorizacin sobre el vnculo,
relacin no
dicotmica y s de interdependencia. Una comprensin terica y de
abordaje tcnico elucidatorio acerca de los implcitos que subyacen a
las acciones explcitas.
El ECRO: Esquema
Conceptual, Referencial
y Operativo.
Intervenciones tcnicas
psicosociales con grupos familiares y
no familiares, con equipos de trabajo
y comunidades.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 38
La potencialidad operativa de mecanismos inconscientes en la
interaccin humana y en los grupos que funcionan como obstculos para
la consecucin
de la tarea convocante (mecanismos de segregacin y exclusin,
de
depositacin proyectiva, de adjudicacin y asuncin de roles no
explicitados, etc.) La teorizacin y prctica de anlisis de lo que
denomina situaciones bsicas universales, que actan en forma
latente: los miedos bsicos (miedo a la prdida de la estructura ya
lograda,
miedo al ataque en la nueva situacin a estructurar); reaccin
frente a la situacin de cambio, configurada por el miedo al cambio
y la resistencia al cambio; sentimiento bsico de inseguridad; los
procesos de aprendizaje y comunicacin, formando una unidad mltiple
e interdependiente.
En y desde el mbito del tratamiento con grupos familiares,
Pichon-Rivire
seala algunas de las zonas donde el anlisis (para este autor,
analizar es hacer
explcito lo implcito) deber fijarse, entre otras:
El anlisis de los roles. El anlisis de las ideologas o
prejuicios. El anlisis de los malentendidos bsicos. El anlisis de
los mecanismos de segregacin. Las fantasas de omnipotencia e
impotencia. La evolucin de los medios o logstica.
Tanto para la intervencin en procesos de desarrollo a escala
local como para la
investigacin en este campo, la posibilidad del anlisis de los
grupos humanos (su estructura, su funcionalidad, sus obstculos y
potencialidades), tanto en su
Algunas claves propuestas por
Pichon-Rivire.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 39
estable cotidianeidad como en especficas situaciones de
construccin de
iniciativas locales, constituye a nuestro modo de ver un
elemento invalorable.
En trminos metodolgicos, en este sentido, es til considerar
algunas
concepciones que los desarrollos de Pichon-Rivire ofrecen para
visualizar
cmo la articulacin de las dimensiones psicosocial (las
relaciones del
individuo con el grupo) y sociodinmica (la estructuracin y
dinmica del
grupo) es evaluable en trminos de su potencial operativo en las
tareas que se
propone un grupo humano.
En este sentido, la metodologa de evaluacin de los procesos
grupales de
Pichon-Rivire propone algunos indicadores que resultan tiles a
nuestro
inters, y cuyo debate involucra a los propios participantes
abriendo opinin
sobre los siguientes vectores:
Afiliacin: identificacin con el grupo, pero donde el sujeto
guarda determinada distancia, sin incluirse de manera protagnica en
su proceso. Pertenencia: luego de un primer momento de afiliacin
necesario, se consolida una mayor integracin al grupo, que permitir
la elaboracin de
estrategias, tcticas, tcnicas y logsticas para lograr la tarea
propuesta, es
decir, la planificacin. Cooperacin: que hace posible la
contribucin an la silenciosa a la tarea grupal, establecida sobre
la base de roles diferenciados. Pertinencia: centramiento del grupo
en la tarea prescripta. Comunicacin: verbal o preverbal, tomando en
cuenta el contenido del mensaje as como tambin el cmo y el quin de
ese mensaje; asociado a
este vector corresponde la presencia de los malentendidos.
Aprendizaje: produccin de cambios cualitativos en el grupo,
traducido en trminos de descenso de ansiedades, adaptacin activa a
la realidad,
creatividad, iniciativa, diseo de proyectos, etc.
La articulacin de las dimensiones
psicosocial y sociodinmica es
evaluable en trminos de su
potencial operativo.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 40
Para sealar la pertinencia de este tipo de anlisis en relacin a
las
construcciones de desarrollo de una sociedad local, creemos
oportuno
transcribir las siguientes consideraciones que realiza este
autor: los
agrupamientos sociales se organizan en unidades con el objeto de
adquirir
mayor seguridad y productividad, surgiendo en su seno la
posibilidad de
estudiar la red de comunicaciones, es decir, los vnculos
interhumanos que
hacen posible la convivencia y la tarea en comn. La estructura y
funcin de un
grupo cualquiera, sea cual fuere su campo de accin, estn dadas
por el
interjuego de mecanismos de asuncin y adjudicacin de roles.
Estos
representan modelos de conductas correspondientes a la posicin
de los individuos en esa red de interacciones, y estn ligados a las
expectativas propias y a las de los otros miembros del grupo.
(Pichon-Rivire, 1985:152).
Las concepciones de Pichon-Rivire son a nuestro modo de ver una
puerta de
entrada terica de gran importancia para la comprensin
estructural y dinmica
de los mecanismos que se ponen en juego tanto en la vida
cotidiana (con
caractersticas de continuidad, proximidad, interaccin) como en
situaciones
especficas de procesos grupales con tareas focalizadas y plazos
definidos. Por
ello, nos resulta atrayente la conjuncin de estas teorizaciones
con las que
anteriormente destacamos sobre el pensamiento sociolgico y
filosfico en
relacin a la vida cotidiana. Esta convergencia de formulaciones
tericas parece
adecuada a la consideracin de la importancia que debe otorgarse
a la
cotidianeidad y a los seres humanos agrupados, en la tarea de
concebir,
entender y acompaar procesos de desarrollo a escala local.
Las experiencias de la vida cotidiana en sus distintos ambientes
despliegan para
este autor al decir de Mario Woronowski una dramtica colectiva
que se
entreteje no como marco, contexto o pantalla de la vida psquica
de los sujetos
implicados, sino como trama interna, como la subjetividad misma.
A travs de
La estructura y funcin de un grupo
cualquiera estn dadas por el
interjuego de mecanismos de
asuncin y adjudicacin de
roles.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 41
estas experiencias, el otro social, el otro institucional, el
otro familiar,
aparecen no rodeando sino inscriptos en el mundo interno.
(Woronowski, en
Fernndez y De Brasi, 1993:336-337). Estas experiencias requieren
un anlisis
crtico, al decir de Pichon-Rivire, procesos de elucidacin y
deconstruccin.
Ellas muestran y ocultan, son como sntomas que, a la vez, hablan
y callan,
discurso escindido cuya significacin integral est por develarse.
En ese mundo
no totalizado de la subjetividad, es donde se da la dramtica
aludida de escenas
de lo social en el mundo interno del sujeto y en su vnculo con
el otro. Anlisis
crtico de la vida cotidiana, interpretacin del sentido comn,
comprensin de
los caminos de la subjetividad: herramientas para interpelar la
accin social.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 42
4. Vida Cotidiana y Sociedad Local
4.1 La cotidianeidad de lo local, la localidad de lo
cotidiano
La dimensin local se encuentra estrechamente asociada a la
definicin de
cotidianeidad. Como ya apuntamos antes, la vida cotidiana
producto histrico-
social, prcticas concretas de la actividad humana adquiere sus
peculiaridades
en contextos determinados, definidos en coordenadas de tiempo y
espacio. As,
la cotidianeidad aparece como una dimensin constituyente de la
nocin de
territorio como ha sido definida por diversos autores. Andr
Corboz lo concibe
como palimpsesto, sealando as una perspectiva histrica y
compleja (acumulacin, construccin, deconstruccin, reconstruccin) de
la
pluridimensionalidad de elementos componentes de esta nocin.
Corboz
muestra los movimientos de transformaciones naturales y
culturales que se
entretejen para producir otras cualidades del territorio, y as
lo concibe como
proceso de construccin y como producto. Este autor subraya la
singularidad
del imaginario social que impregna lo territorial,
semantizndolo, incluso a
travs de las actividades productivas humanas que se agencian del
paisaje y
modifican tambin sus formas.
Las formulaciones aportadas en el Marco Terico de este trabajo
son
convergentes con esta perspectiva de lo territorial complejo y
de all con la
caracterizacin de sociedad local. La sociedad local no debe
confundirse, como
bien lo seala Jos Arocena (Arocena, 1995:19), con localismos,
sino
relativizada desde una mirada sistmica que tome el foco y el
contexto como
niveles en dilogo. Sin embargo, en el proceso metodolgico de
cierre y
La singularidad del imaginario social
que impregna el territorio.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 43
apertura de conceptos (local global), lo local debe distinguirse
con su
especificidad. Y esta especificidad, para Arocena, se manifiesta
en el
territorio/sociedad local como portador de una identidad
colectiva expresada
en valores y normas interiorizados por sus miembros, y cuando
conforma un
sistema de relaciones de poder constitudo en torno a procesos
locales de
generacin de riqueza. Dicho de otra forma, una sociedad local es
un sistema de
accin sobre un territorio limitado, capaz de producir valores
comunes y bienes
localmente gestionados. (Arocena, 1995:20).
Nos importa, particularmente en el anlisis de esta proposicin,
destacar la
capacidad de la sociedad local para producir bienes inmateriales
(valores
comunes, representaciones sociales), sin descuidar la profunda
determinacin
que la produccin de bienes materiales tiene recursivamente sobre
ellos. En este
sentido, Ana Pampliega comenta: las formas concretas que reviste
la vida de
los hombres estn directamente relacionadas con las modalidades
en que la
existencia material se produce y reproduce. El objeto, los
medios y las formas
de produccin, as como la insercin de los sujetos en ese proceso
productivo,
la distribucin de lo producido y la relacin que guarda lo que se
produce y su
distribucin con las necesidades de los hombres que constituyen
una
organizacin social, determina sus formas de vida, su
cotidianeidad. (Pichon-
Rivire y Pampliega, 1985:10) Para nosotros, siguiendo en esto
algunas
propuestas de Cornelius Castoriadis (Castoriadis, 1983 y 1989),
nos resulta
insuficiente pensar solamente en trminos de determinacin de las
condiciones
materiales sobre las configuraciones subjetivas y sociales.
Aunque no restamos
importancia a los modos y condiciones de produccin de bienes
materiales en
esa construccin socio-subjetiva, tambin debemos subrayar la
capacidad
instituyente, creativa, ex nihilo, que despliega el ser humano y
los colectivos sociales a partir de lo que Castoriadis denomina
imaginario radical.
Formas concretas de produccin y
capacidad creadora.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 44
Ms all de eso, y pretendiendo no ingresar en ese debate, lo que
nos interesa
colocar aqu como punto de atencin es la estrecha vinculacin que
guardan
entre s las dos categoras que presentamos: vida cotidiana y
sociedad local. Por
definicin, la cotidianeidad se nutre de (a la vez que produce)
los hechos
prximos y relaciones interhumanas de proximidad. De all que la
cotidianeidad
slo pueda ser comprendida dentro de una escala local (aunque no
toda
cotidianeidad pueda acoplarse de manera simple al concepto de
sociedad local
tal como ha sido formulado). A la inversa, la sociedad local se
apoya y se
despliega en un tejido de cotidianeidad que le ofrece la
ingeniera para la
accin. La vida cotidiana, de esta forma, constituye el haz de
relaciones donde y con el cual se tejen los procesos de desarrollo
de una sociedad local determinada.
4.2 El actor local y la cotidianeidad.
El territorio es humano. EDGAR MORIN, 1984
La figura del actor local es clave a la hora de considerar
procesos de desarrollo
local. Se trata de una categora que abarca a individuos, grupos
e instituciones
que, actuando dentro de los lmites de su sociedad local,
desarrollan acciones
para promover y llevar adelante el desarrollo de su comunidad y
capitalizar su
potencial. En esta formulacin, la nocin de actor local se
encabalga con la de
agente de desarrollo, tomando en consideracin no slo la accin en
s, sino
incorporando fuertemente lo que se puede llamar el sentido de la
accin. Una
accin que no solamente se oriente a la obtencin de beneficios
particulares
descontextuados de las consecuencias sobre el entorno, sino que
se sustente
sobre una racionalidad de sustentabilidad social, ecolgica y
cultural. En este
apartado nos interesa aproximarnos a los marcos de accin
cotidiana de una
Actores ligados a la accin sobre el
terreno.
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Vida Cotidiana y Sociedad Local Luis Carrizo 45
clase de actor local definida por Fernando Barreiro5, referida a
los actores
ligados a la accin sobre el terreno (la poblacin y todas sus
expresiones
activas) especialmente ubicados en lo que Arocena denomina el
sistema de
accin socioterritorial (Arocena, 1995:88). Este autor distingue
entre tres
sistemas de accin con sus respectivas lgicas: el
poltico-administrativo, el
empresarial y el socioterritorial; este ltimo, por su parte,
desarrollado segn
una lgica territorial y orientado hacia las necesidades de las
comunidades
locales, con una racionalidad fuertemente vinculada a la relacin
del ser humano con el territorio.
Esto ltimo oficia de puerta de entrada a la consideracin de la
cotidianeidad
del actor local desde la perspectiva sealada. El mbito ecolgico
pleno de
significaciones mtico-imaginarias, productor de modelos
simblicos y de
narrativas singulares es un crisol determinante para la
construccin de
subjetividades e socialidades en la escala local. Intimamente
relacionado con la
construccin de valores y actitudes (que consideraremos en los
siguientes
apartados), el interjuego dialctico entre el ser humano y el
medio va
modelando cotidianeidades, modos de vida cotidiana que, para
nuestro estudio,
consideramos de importancia relevante.
Esta estructura simblica se trata de un orden subyacente, no
siempre
organizado en un cuerpo de nociones claras y compartidas, sino
que tiene la
cu