CONTENIDO ONTENIDO ONTENIDO EL PERFIL ERFIL ERFIL: L : L : LUIS UIS UIS ULACIA LACIA LACIA, , , UN UN UN GRANDE GRANDE GRANDE COMO COMO COMO PRI- PRI- PRI- MER MER MER BATE BATE BATE EN LA LA LA MIRILLA IRILLA IRILLA: L : L : LLEGA- LEGA- LEGA- RON RON RON LOS LOS LOS PREMIOS PREMIOS PREMIOS RESUMEN ESUMEN ESUMEN DE DE DE LA LA LA SNB SNB SNB EL BATE BATE BATE DE DE DE “U “U “UNIVERSO NIVERSO NIVERSO BÉISBOL ÉISBOL ÉISBOL” NO-NO NO NO PARA PARA PARA FREDDY REDDY REDDY ASIEL SIEL SIEL CUBA UBA UBA A LA LA LA SERIE ERIE ERIE DEL DEL DEL CARIBE ARIBE ARIBE BOLETA OLETA OLETA 2014 2014 2014 PARA PARA PARA COOPERSTOWN OOPERSTOWN OOPERSTOWN… … … Y OTRAS OTRAS OTRAS OPINIONES OPINIONES OPINIONES AÑO ÑO ÑO 4, Nº 44, N 4, Nº 44, N 4, Nº 44, NOVIEMBRE OVIEMBRE OVIEMBRE DE DE DE 2013|H 2013|H 2013|HAGAMOS AGAMOS AGAMOS DEL DEL DEL BÉISBOL BÉISBOL BÉISBOL UN UN UN DEPORTE DEPORTE DEPORTE MÁS MÁS MÁS UNIVERSAL UNIVERSAL UNIVERSAL. UNIVERSO NIVERSO NIVERSO BÉISBOL ÉISBOL ÉISBOL http://universobeisbol.wordpress.com
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Freddy Asiel Álvarez sin dudas es un lanzador fuera de serie. Tras tener un play off de ensue-ño, con 40 entradas y dos ter-cios sin permitir carreras lim-pias, y permitiendo apenas una anotación en cinco desafíos de Play Off en los que salió airoso en todas las ocasiones. En el primero de ellos, contra Cien-fuegos, permitió apenas dos imparables y estuvo coquetean-do con el cero-hit-cero-carreras… y aún estaban esas imágenes frescas en la memoria de los fanáticos, cuando el pasa-do sábado dejó sin imparables ni anotaciones a la poderosa tanda de Sancti Spíritus—sí, porque aún sin Yulieski Gourriel sigue siendo una tanda poderosa—embasando a un solo corredor, Frederich Cepeda, en el segundo episodio por boleto.
El no-hit-no-run de Freddy Asiel es su primera lechada en Series Nacionales y el juego número 53 de esta ca-racterística que se propina en los torneos domésticos cubanos. Con una economía que hizo que no rebasara los 90 envíos hacia el plato, el derecho de Sierra More-na se mantuvo todo el tiempo por encima de los batea-dores, incluso ante la presión del poco apoyo ofensivo que le brindaron sus compañeros.
El diestro villaclareño ponchó a siete bateadores, y su GameScore ascendió a 93, lo más alto que hemos visto en Cuba en los últimos meses, pues él mismo había archivado dos puntuaciones por encima de 80 (85 y 82 en los dos primeros partidos del Play Off con-tra Cienfuegos. Por momentos parecía poseído, ende-moniado, parecía tocado por los dioses. Lo peor, o tal vez lo más impresionante, parecía superior, dueño del mundo, capaz de hacerlo de nuevo.
Su cadena se extendió a 56 entradas y un tercio sin permitir carreras limpias, y acaba de archivar su sépti-mo GSc consecutivo por encima de 60: 85, 82, y 71 vs. Cienfuegos, 78 y 66 vs. Matanzas en la final, 64 vs. Ma-
tanzas en el juego inaugural y este astronómico 93 ahora.
Definitivamente, y como dijo Michel Contreras en Cu-baDebate:
… el muchacho está alquilado en el firmamento del montículo. Truena a ratos, relampaguea otras veces, llueve, y los demás (los de allá en-frente) no consiguen capear su temporal. Fred-dy Asiel moja a todos, los empapa, y él sale seco y a placer de cada entrada.(1)
Nadie puede poner en duda su calidad, su condición de
extraclase, su porte que lo convierte en un artista, un
maestro, un lanzador prácticamente invencible a quien
Universo BéisbolUniverso BéisbolUniverso Béisbol|||777 Año 4, Nº 44, Noviembre de 2013|Hagamos del béisbol un deporte más universal.
E stoy convencido de que aquellas personas que
estuvieron allí o tuvieron algo que ver estaban esperando que introdujera la historia del bate de Universo Béisbol, llegado a mis manos cuando fungía co-mo traductor e intérprete (de interpretación bilateral) duran-te el 9no Coloquio por la Libe-ración de los Cinco y Contra el Terrorismo. Resulta que me solicita Don Foreman, un cana-diense a quien conocí hace unos años, que le sirva de intér-prete por algo que quería decir, y resulta que era un regalo para mí en particular y para Uni-verso Béisbol en lo general.
El obsequio fue recibido de ma-nos de René González, el único de los Cinco que se encuentra hoy en Cuba.
La razón por la que el bate se me envía, hecho por el proyecto CubaCan, que protagonizan el canadiense Bill Ryan y Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco (como se les conoce en Cuba), debido al hecho de que la revista es impresa y enviada a prisión, donde Hernández Nordelo tiene la oportunidad de leerla, y con lo que se ha convertido en un seguidor de UB. Fue esa tal vez la razón —
pues confieso no tener comuni-cación con él— por la que ese bate, con el logo de Universo Béisbol y con una nota de agradecimiento a su editor, llegó a mis manos.
Por si todo fuera poco, justo al lado de mi nombre, aparecen los nombres de los tres colum-nistas más fieles que ha tenido nuestra revista desde sus ini-cios: Chris Kabout, Matt Nadel y Jim Allen.
Por supuesto que el bate no es para jugar, pues estará colgado dentro de poco en alguna de las paredes de mi casa, luego de que cumpla con llevarlo a las tantas personas que quieren
poner sus ojos en él, pero cu-riosamente cuenta con las di-mensiones y el peso de un bate legal para jugar en cualquier béisbol.
Las autoridades deportivas cubanas se llamaron a capítulo y cedieron a que las congas no desaparezcan del espectáculo beisbolero en Cuba.
Tras una verdadera ola de protestas de aficionados, periodistas deporti-vos y expertos en temas sociales, la Dirección Nacional de Béisbol (DNB) rectificó la Circular No. 4, emitida el pasado 13 de noviembre, y dictaminó que las congas y las trompetas podrán sonar en los esta-dios durante todo el juego, siempre y cuando se ubiquen en el área de los jardines.
“Las congas se colocarán en un área de los jardines derecho o izquierdo, a una distancia de 35 metros a partir de los extremos finales de ambos dogout en dirección al LF [left field] y RF [right field]. En esas áreas pueden tocar durante todo el juego”, indica la Circular No. 7, reproducida este miércoles en el sitio Cubadebate.
El documento indica que en los estadios que no ten-gan condiciones para cologar la música cumpliendo este requerimiento para la 53 Serie Nacional de Béisbol, se habilitán tarimas o de lo contrario tendrán que tocar solo entre innings.
La rectificación no implica restaurar la música en el área cerca de los dogouts durante los momentos ac-tivos del partido. Aquellas congas que no quieran ocupar el área de los jardines únicamente podrán desatarse al terminar cada entrada.
Un pasito atrás, con Siguaraya
Aunque se trata de un evidente paso atrás bajo la presión popular, el hecho mismo de sentir la obliga-ción de regular las congas en los estadios mediante circulares es ya un suceso sin precedentes en la his-toria del pasatiempo nacional. Un gran ridículo en el país de la Trichilia havanensis: la Siguaraya.
De todas formas, ahora el jefe de la DNB, Higinio Vélez, dice que el ánimo de los directivos beisboleros no fue nunca eliminar las congas (Higinio es santia-
guero y sabe que con eso no se juega), sino “solo re-gular su accionar a partir de que es real la interfe-rencia en los juegos”. La afirmación de Vélez se pro-dujo en una conferencia de prensa la pasada semana en La Habana, luego del temporal de críticas que le cayó encima a la dirigencia deportiva del país.
La suspensión del jolgorio en los estadios fue sus-tentada por la Circulas No. 4 bajo el pretexto de que las congas “interfieren en la concentración de los jugadores”.
Pero desaliñada y desmerengada por las deserciones como está, lo menos que necesita la pelota cubana en estos momentos es prohibiciones y silencio. El deporte -y particularmente el béisbol- es sinónimo de festividad para los cubanos, y someter la ldisosin-crasia bullaguera y desbordada de nuestra afición a las malacrianzas de ciertos directores de equipo es un error colosal.
Por lo pronto, tendremos conga en la 53 Serie Na-
cional de Béisbol. No hay mucho que celebrar en la
pelota cubana, pero los atletas y sus seguidores lo
necesitan.
Tomado de Café Fuerte
FOTO: TOMADA DE CAFÉ FUERTE
Parte de la idiosincrasia
cubana, las congas se
mantienen
Universo BéisbolUniverso BéisbolUniverso Béisbol|||111111 Año 4, Nº 44, Noviembre de 2013|Hagamos del béisbol un deporte más universal.
Por Enrique Rojas/ESPN
ORLANDO— Cuba recibió la aprobación del Departa-mento de Estado de Estados Unidos para regresar a la Serie del Caribe de béisbol, último obstáculo que enfren-taba la isla para volver a jugar en el torneo que dominó hace seis décadas. Debido al embargo económico del gobierno norteameri-cano contra la isla, el Departamento de Estado debe su-pervisar la participación de equipos cubanos en eventos en que participe Estados Unidos para verificar que no se viole el embargo. Puerto Rico, uno de los miembros de la confederación y organizadores de la Serie del Caribe, es un estado libre asociado a Estados Unidos. “Para nosotros es una tremenda satisfacción informar al mundo que el regreso de Cuba a la Serie del Caribe es un hecho", dijo el lunes a ESPNDeportes.com el director de desarrollo internacional de Grandes Ligas, el dominicano Joel Araujo. Araujo dijo que la oficina del comisionado de Grandes Ligas propuso a la Confederación del Caribe que además de Cuba integre un sexto equipo, que inicialmente parici-paría como invitado especial. El sexto equipo saldría del ganador de la llamada Serie Latinoamericana, que anual-mente realizan Colombia, Nicaragua, Panamá y la Liga Veracruzana.
"Eso último será una decisión de la Confederación del Caribe, pero por ahora la buena noticia es que Cuba está de regreso", dijo Araujo. Tras una ausencia de 53 años, Cuba anunció en junio que aceptaba la invitación de la Confederación del Caribe para regresar a la Serie del Caribe, evento que creó en 1949 y dominó hasta 1960, cuando las autoridades del nuevo gobierno prohibieron el béisbol profesional. En los últimos tiempos, el gobierno cubano ha suavizado su postura, anteriormente radical, ante el deporte profe-sional. La semana pasada se informó desde la isla que el presidente Raúl Castro aprobó en su última reunión con el Consejo de Ministros que los atletas locales podrán ser contratados en el extranjero, pero el permiso será condi-cionado a los atletas cumplan con sus compromisos con los equipos nacionales y paguen impuestos sobre los sala-rios devengados. Los equipos cubanos ganaron siete de las 12 ediciones de la primera etapa de la pequeña Serie Mundial Latinoame-ricana, incluyendo de forma invicta en su última apari-ción. La próxima edición del campeonato caribeño se realizará del 1 al 7 de febrero del 2014 en el estadio Nueva Esparta de Isla Margarita, Venezuela. Además de Cuba, partici-parán México, República Dominicana, Puerto Rico y Ve-nezuela.
El lanzador derecho Greg Maddux, el zurdo Tom Glavine y el inicialista/designado Frank Thomas encabezan la boleta para la votación de la Aso-ciación de Escritores del Béisbol de Estados Unidos (BBWAA: Baseball Writers’ Association of Ameri-ca) con vistas a integrar el Salón de la Fama de las Grandes Ligas, en la que repite Craig Biggio —víctima el pasa-do año del prejuicio generado por la Era de los Esteroides— además de Jack Morris, quien se encuentra en su último año de elegibilidad. La boleta de la elección para 2013 no produjo ningún pelotero para Cooperstown, debido a la presencia de miembros de la ya mencionada Steroid Era como lo eran Barry Bonds, Roger Clemens y Sammy Sosa.
Famoso por su control y por su singu-lar inteligencia y capacidad analítica, Maddux ostenta 18 Guantes de Oro (récord para la Gran Carpa) además de lograr cuatro premios Cy Young (Cy Young Award) de forma con-secutiva. También al hilo ganó al me-nos 15 partidos por 17 temporadas, algo que constituye marca para las Grandes Ligas. En su carrera de 23 temporadas lanzando al máximo nivel con los Cachorros de Chicago, los Bravos de Atlanta, los Dodgers de Los Ángeles y los Padres de San Diego, “The Professor” tuvo balance de 355-227, efectividad de 3.16 y 3371 pon-ches contra 999 boletos en 5008.1 entradas de actuación. Su WHIP fue de 1.143 y dio apenas 1.8 bases por bolas por cada nueve entradas de ac-tuación, algo sin dudas impresionan-te.
Glavine, por su parte, ganó el partido decisivo de la Serie Mundial de 1995 contra los Indios de Cleveland, además de ostentar un par de pre-mios Cy Young y haber participado en 10 Juegos de Estrellas. Tuvo balance de 305-203 con 3.54 de efectividad en 22 temporadas con los Bravos y los Mets de Nueva York. Junto con Greg Maddux y John Smoltz, Tom Glavine formó uno de los tríos más poderosos
que se hayan conocido jamás en la historia de las Grandes Li-gas.
Frank Thomas ostenta dos pre-mios al Jugador Más Valioso de las Grandes Li-gas en forma c o n s e c u t i v a , terminó su ca-rrera de 19 temporadas con los Me-dias Blancas de Chicago, los Atléticos de Oakland y los Azulejos de Toronto con 501 cuadrangulares, promedio de .301, 2468 imparables, 1704 carre-ras empujadas, además de más bole-tos (1667) que ponches (1397), algo bien difícil para un slugger. Sin em-bargo, y a pesar de sus excelentes cre-denciales, Thomas tiene en su contra su gran tamaño y peso corporal, algo que le vino por naturaleza, pero que tuvo la pésima suerte de coincidir con los “villanos” de la Steroid Era, a pesar de haber sido uno de los primeros promotores de realizar exámenes en busca de drogas en los jugadores. Al conectar su cuadran-gular número 500 dijo que se sentía muy bien por “haberlo hecho de la manera correcta”.
La boleta incluye a otros “primerizos” como Moisés Alou, Luis González, Jeff Kent, Eric Gagné, Mi-ke Mussina, y el japonés Hideo No-mo.
Entre los repitentes se encuentran los desafortunados Biggio, Morris, Edgar Martínez, Jeff Bagwell, Curt Schilling y Alan Trammel, así como Fred Mcgriff, Mike Piazza y Larry Walker.
Entre los “tramposos” visibles están Sosa, Bonds, Clemens, Mark McGwi-re y el cubano Rafael Palmeiro, cuya frase de “Nunca, jamás, he tomado esteroides, punto.” (I have never, ever, taken steroids, period.) se hizo bien célebre durante las investiga-ciones por esteroides en la MLB.
Para poder entrar en Cooperstown, un jugador debe recibir al menos el 75% de los votos.
En la historia de las Grandes Ligas ha habido tríos de lanzadores muy efectivos, con excelentes números. Hoy, con la cantidad de millones de dólares que se invierten por dos o tres jugadores, no es difícil encontrarse con una rotación como la de los Phillies o la de los Gigantes. Sin embargo, por espacio de casi diez años, hubo un trío de ser-pentineros que, aunque solamente lograron una Serie Mundial, hicieron que los Bravos de Atlanta fuesen el conjunto más ganador de la década: Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz.
Glavine y Smoltz comenzaron desde su debut con los Bravos, mientras que Maddux llegó en 1993, cuando era ya un lanzador hecho, con más de 20 victorias para los Cachorros de Chicago.
Desde entonces fue para los rivales todo un dolor de cabeza saber que corrían el evidente riesgo de perder tres partidos consecutivos si estos lanzado-res aparecían juntos en la rotación. No era para menos, durante el período que estuvieron juntos, Maddux fue el máximo ganador de la Liga Nacio-nal en dos oportunidades (1994 con 16 y 1995 con
19), logró 20 victorias en 1993 y fue líder en carre-ras limpias en tres cuatro oportunidades (1993 con 2.36, 1994 con 1.56, 1995 con 1.63, y 1998 con 2.22); Glavine, por su parte, encabezó la liga en triunfos en tres oportunidades (1993 con 22, 1998 con 20, y 2000 con 21); mientras tanto, Smoltz encabezó las victorias y los ponches en 1996 con 24 y 276 respectivamente y fue líder en salvamen-tos con 55 en 2002, segundo año tras su cirugía.
Además de ser excelentes como serpentineros, también fueron muy buenos amigos, y contaron además con la compañía de otros abridores duran-te ese tiempo, como Steve Avery (con quien forma-ron un cuarteto conocido como Fab Four o los Cuatro Fabulosos), Kevin Milwood, y los también siniestros Denny Neagle y Kent Merker (normalmente de quinto abridor).
Aunque Smoltz no jugó en la temporada de 2000, y regresó como cerrador, este trío fue tan efectivo, que juntos le dieron a la “tribu” de Bobby Cox na-da menos que 453 victorias, 65 salvamentos (508 intervenciones positivas en triunfos), al tiempo que perdían solamente 230 choques y el promedio
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de efectividad de los tres fue solamente de 2.96, y el porcentaje de ganados y perdidos ascendió a .663.
No por gusto los Bravos ganaron más juegos que nadie en ese período, aunque es cierto que les faltó un empuje extra para sobreponerse a los rivales en la postemporada, algo que no les falló en 1995: Maddux alcanzó balance de 19-2, para un escanda-loso .905 de promedio, y también encabezó la efectividad con 1.63, su segundo promedio conse-cutivo de menos de 2.00; Glavine, ganador del último juego de la Serie Mundial 1-0, tuvo balance de 16-7 y efectividad de 3.08; por último, Smoltz, quien había tenido su peor temporada en 1994, promedió para 3.18 limpias por juego y ganó 12 con 7 fracasos.
Muchos se preguntan qué habría pasado si la rota-
ción de los Bravos hubiese contado con Greg Mad-
dux, Tom Glavine y John Smoltz durante la carre-
ra deportiva de cada uno de ellos. Las mismas es-
tadísticas pueden responder, y lo harán en grande:
Greg Maddux (lanzador derecho)
(Estadísticas en el tiempo en que coincidió con Glavine y Smoltz en los Bravos)
PCL: 2.51 G: 178 P: 77 K: 1704
BB: 350
De por vida
PCL: 3.16 G: 355 P: 227 K: 3371
BB: 999
Tom Glavine (lanzador zurdo)
(Estadísticas en el tiempo en que coincidió con Maddux y Smoltz en los Bravos)
PCL: 3.25 G: 169 P: 89 K: 1410
BB: 870
De por vida
PCL: 3.54 G: 305 P: 203 K: 2607
BB: 1500
John Smoltz (lanzador derecho)
(Estadísticas en el tiempo en que coincidió con Glavine y Mad-dux en los Bra-vos)
PCL: 3.23 G:
106 P: 64 Sv:
65 K: 1502 BB:
456
De por vida
PCL: 3.33 G:
213 P: 155 K:
3084 BB: 1010
Con estas estadísticas, nadie duda que el trío mágico sea incluido en Cooperstown a la primera votación, y de seguro que lo harán juntos, y los tres como Bravos de Atlanta.
Resumen de noviembre Grandes Ligas — Por Chris Kabout
Tan pronto acabó la Serie Mundial, comenzó a ca-lentarse la estufa caliente (hot stove). ¿Qué jugador probará el mercado como Agente Libre (Free Agent)? ¿Quién será transferido? Hay varios jugadores re-nombrados como Agen-tes Libres en el Mercado. Pero el más grande de todos resulta ser Robin-son Canó, quien está bus-cando “solamente” un contrato de diez años por 300 millones de dólares. Hay una cosa segura: los Yankees no van a pagarle esto. Recibieron vía transferencia a Dean Anna de los Padres. ¿Dean qué? Dean Anna. Estaba jugando Triple A para los Padres y era uno de los mejores bateadores en la Liga de la Costa del Pacífico. Como coincidencia, juega segunda base, por lo que veo esta transferencia como una póliza de seguros en caso de que no fichen a Canó. Los Yankees lograron una buena firma con la adquisición del receptor Brian McCann. A pe-sar de ser propenso a las lesiones, los Yankees lo querían. Es un buen bateadory un receptor defensivamente bueno. Tanto lo deseaban, que estaban dispuestos a ofrecerle un contrato de 85 millones de dólares por cinco años. Pero los Yankees tienen a otros jugadores en la mira: Carlos Beltrán, Stephen Drew y Jacoby Ellsbury, al menos, según la prensa. Los Padres firmaron a Josh Johnson para un contrato de un año. Los Cardenales recompen-saron a Johnny Peralta, quien cumplió una suspensión de 50 partidos por su participación en el escándalo de Biogénesis, con un contrato de cuatro años. Los Twins lograron firmar a Ricky Nolasco por cuatro años, en los que le pagarán 49 millones. Y entonces, hubo un par de transferencias sor-prendentes.
La primera fue la de David Freese a los Angeli-nos, a cambio de Peter Bourjos. Pero la que dejó boquiabiertos a todos en el mundo del béisbol fue la que protagonizaron los Rangers y los Tigres. Los Tigres querían deshacerse del gran contrato de Prince Fielder y lo enviaron a Austin a cambio del camarero Ian Kinsler. Esta transacción le abrirá un ca-mino a Jurrickson Profar, quien probablemen-te juegue en segunda base la próxima tempora-da. Pero la noticia que resultó más sorprendente, o más emocionante, si así lo prefieren, fue la no-ticia de que los Bravos tendrán un nuevo esta-dio en 2017. ¿Un nuevo estadio? Si el que tie-nen no tiene ni 20 años. Dicen primero que no están contentos con el lugar que sirvió como Estadio Olímpico. ¿No están contentos? ¿Qué tal adaptar el lugar en vez de moverlo hacia un suburbio de Atlanta? ¡Qué desperdicio de din-ero! De todos modos, la estufa caliente seguirá hir-
viendo hasta el Entrenamiento de Primavera.
Los mantendremos informados.
FOTO: TOMADA DE BLEACHER REPORT
Las demandas de Canó
son un poco excesivas.
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YYYANKEEBISCUITFANANKEEBISCUITFANANKEEBISCUITFAN'''SSS WWWORLDORLDORLD ¡Hola, aficionados del béisbol! Acá tenemos otra edición de Yankeebiscuitfan's World, y esta vez, me gustaría hacer un pequeño resumen de cómo he visto la tempora-da. Tuvo sus altas, pero definitivamente sus bajas. Referente a los Yankees, la temporada transcurrió exacta-mente como lo había imaginado. Estuvieron en la lucha por el último lugar de la División Este de la Liga America-na, por lo que no es una decepción. Pero al equipo con el que esperé que lucharan, los Medias Rojas, le fue mucho mejor de lo que muchos esperaban. Y esa fue una “baja” en mi punto de vista. Por supuesto que merecían ganarlo todo porque fueron… ah, bueno, soy fan de los Yankees y no puedo hacer que salga de mi boca. Saben lo que quiero decir. No sabía qué esperar de mi conjunto favorito de las Ligas Menores, los Montgomery Biscuits. Siempre hay que es-perar qué jugadores serán enviados a tu equipo por el club al que pertenecen. Durante la primera mitad de la temporada, lograron competir, terminando apenas a 2.5 partidos del primer lugar. Entonces uno comienza a tener esperanzas con la segunda mitad de la temporada, pero éstas se desvanecieron a la larga. El equipo no cumplió con mis expectativas, y terminó encajado en el último lugar d esu división con balance de 34-36, a seis juegos del primer lugar. Mi club favorito de Holanda, el L&D Amsterdam Pirates, llegó a los play off, pero se quedó fuera de la Serie de Holanda por una pulgada. Cayeron en el último fin de semana de competencia con los Vaessen Pioniers de Hoofddorp, quienes eventualmente enfrentaron al DOOR Neptunus de Rotteram en la Serie de Holanda. Estos últi-mos barrieron a los Pioniers en cuatro encuentros. No odio a Nptunus, pero estoy en cierto modo decepcionado con esta victoria. Saben, existe esta rivalidad Amsterdam vs. Rotterdam… Pero como escribí al principio, hubo sus altas también. La primera fue el centenario de mi antiguo club de béis-bol, el AHC Quick de Amsterdam. Al cumplirse sus cien años, el club es el de béisbol de más antigüedad de los que aún existen en Europa. En su exis-tencia, el club ganó tres títulos de Holanda: el primer título ofi-cial de la historia en 1922, otro en 1925 y el último en 1935. Este club fue uno de los pioneros del béisbol holandés. Enviaba juga-dores a los clubes de fútbol, para ayudarlos a establecer una sub-división de béisbol y para ense-ñarles a practicar el deporte. Estoy muy orgulloso de haber jugado por este club. Pero el punto absolutamente alto de la temporada 2013 en el béisbol fue la gran actuación del equipo Nacional de Holanda en el Clásico Mundial de Béisbol de 2013 y el juego de semifinales al que asistí. Normalmente, no me
emociono tanto cuando escucho nuestro himno nacional, pero se me puso la piel de gallina cuando lo escuché en este grupo. Fue grandioso ver a jugadores como Andruw Jones, Wladimir Balentien, Roger Bernadina y Robinson Canó en la vida real. E incluso aunque cayeron ante los dominicanos (quienes debieron ajustar cuentas con los holandeses… ¿recuerdan el Clásico de 2009?), estoy ex-tremadamente orgulloso por lo que hicieron. Otro punto alto, fue la actuación de jugadores holandeses y de las Antillas Holandesas. Jugadores como Jurrickson Profar, Xander Bogaerst, Didi Gregorios y Andrelton Sim-mons, quien ganó el Guante de Oro y el Guante de Plati-no. Mi jugador favorito, Kalian Sams, no jugó a nivel de la MLB. Tuvo una difícil temporada: comenzó en la lista de lesionados, y tan pronto estuvo listo para jugar, los Mari-neros lo liberaron. Los Padres lo escogieron rápidamente y lo enviaron a la AA (Doble A) con los Misioneros de San Antonio. Masacró entonces a los lanzadores de la Liga de Texas (Texas League), lo que le sirvió para ser promovido a la AAA (Triple A). Desgraciadamente, le costó trabajo adaptarse a ese nivel, y eventualmente fue liberado otra vez. Le tomó algunas semanas encontrar otro club: los Camdem Riversharks de la Liga Independiente del Atlán-tico. Dicen que la Liga del Atlántic (Atlantic League) pue-de compararse con Triple A, pero eso no impidió que Ka-lian masacrara nuevamente al pitcheo, lo que le sirvió para lograr un contrato con los Rangers de Texas, quienes lo volvieron a enviar a la Texas League. Eventualmente, cuando la temporada terminó, los Rangers decidieron renovar su contrato. Estoy contento de que haya “asegurado” un puesto para la próxima temporada, y es-cribí “asegurado” entre comillas porque nada puede to-marse por sentado en el béisbol. Nos vemos la próxima vez.