UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN ESTUDIOS CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL POR DECRETO PRESIDENCIAL DEL 3 DE ABRIL DE 1981 “intervención nutricia individualizada para la mejora del consumo alimentario, parámetros antropométricos, rendimiento físico y estado de hidratación en atletas pertenecientes a olimpiadas especiales, Guanajuato”. PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN AUTORA: Ana Karen Estrada Salas INSTITUCIÓN: Olimpiadas Especiales México, Guanajuato COAUTORAS: MPC. Ana Olivia Caballero Lambert INSTITUCIÓN: UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN C.Dra. Eugenia Morales Rivera INSTITUCIÓN: UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
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UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
ESTUDIOS CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL POR DECRETO
PRESIDENCIAL DEL 3 DE ABRIL DE 1981
“intervención nutricia individualizada para la mejora del consumo alimentario, parámetros antropométricos, rendimiento físico y estado de hidratación en atletas
pertenecientes a olimpiadas especiales, Guanajuato”.
PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN
AUTORA:
Ana Karen Estrada Salas
INSTITUCIÓN:
Olimpiadas Especiales México, Guanajuato
COAUTORAS:
MPC. Ana Olivia Caballero Lambert
INSTITUCIÓN:
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
C.Dra. Eugenia Morales Rivera
INSTITUCIÓN:
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA LEÓN
RESUMEN
Introducción: La relación entre las enfermedades neurológicas y la nutrición puede darse por
la misma enfermedad o su tratamiento, comprometiendo el estado nutricio o sus respectivas
consecuencias.
Una alimentación adecuada puede servir como un componente clave en la
prevención de problemas de salud específicos de los atletas con DI, que son ligeramente más
vulnerables al estrés, a la fatiga y al rendimiento deficiente, que los atletas sin DI.
Objetivo: Determinar si una intervención nutricia individualizada mejora el consumo alimentario,
los parámetros antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación de 31 atletas
pertenecientes a Olimpiadas Especiales, Guanajuato.
Metodología: Se realizó un estudio cuasiexperimental para determinar el consumo alimentario
con la aplicación de la frecuencia de consumo de alimentos (SNUT), los parámetros
antropométricos, el rendimiento físico mediante las pruebas de DIDEFI®, y el estado de
hidratación determinado con la densidad urinaria mediante un refractómetro de Goldberg.
PALABRAS CLAVE: Intervención nutricia, antropometría, rendimiento físico, estado de
hidratación, atletas con discapacidad intelectual.
INTRODUCCIÓN
La Organización de las Naciones Unidas define discapacidad como la que refleja las
consecuencias de la deficiencia a partir del rendimiento funcional y de la actividad del
individuo.1 Asimismo, la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de
la Salud, refiere que es la interacción entre las personas que padecen alguna enfermedad,
aunada a factores personales y ambientales.2
En México, al año 2010, INEGI reporta que las personas que tienen algún tipo de
discapacidad son 5 millones 739 mil 270, lo que representa 5.1% de la población total.3 Se
estima que de cada 10 familias al menos una tiene contacto con una persona con discapacidad.
En el estado de Guanajuato, 299, 876 personas presentan algún tipo de discapacidad, de las
cuales el 8.1% padecen discapacidad de tipo mental o intelectual.4
De los tipos de discapacidad, la Discapacidad Intelectual (DI) es uno de los más comunes.
La Norma Oficial Mexicana NOM-173-SSA1-1998 para la atención integral a personas con
discapacidad, la define como el impedimento permanente como consecuencia de una
alteración prenatal, perinatal, posnatal u otra que limita a la persona a realizar actividades
necesarias para su conducta adaptativa al medio familiar, social, escolar o laboral.5 Es decir, la
Discapacidad Intelectual es una condición en la naturaleza de quien la presenta, que influye en
todo el desarrollo de la persona,6 por lo que debe concebirse desde un enfoque que subraye en
primer lugar a la persona como a cualquier otro individuo de nuestra sociedad.7
Habitualmente la DI se explica sobre la base de tres conceptos significativos, el modelo
socio-ecológico de discapacidad; un enfoque multifactorial de la etiología; y la distinción entre
una definición operativa y otra constitutiva de la condición.
Hay premisas que son una parte explícita de la definición de DI porque aclaran el
contexto en el cual la definición se plantea, y a la vez indican como debe ser aplicada,
sobretodo si se pretende realizar una intervención. La primera premisa indica que las
limitaciones en el funcionamiento se deben considerar en el contexto de ambientes
comunitarios típicos de los iguales en edad y cultura. La segunda premisa es que una
evaluación válida tiene en cuenta la diversidad cultural y lingüística así como las diferencias en
comunicación y en aspectos sensoriales, motores y conductuales. Otra premisa a tomar en
cuenta es que en una persona, las limitaciones coexisten habitualmente con capacidades; y por
otro lado, el propósito de la descripción de limitaciones, es el desarrollo de un perfil de
necesidades de apoyo; por lo que si se mantienen apoyos personalizados apropiados durante
un largo periodo, el funcionamiento en la vida de la persona con DI generalmente mejorará.8
La DI es una condición con numerosas posibles causas9, entre las cuales están las
complicaciones que se presentan en el desarrollo prenatal, perinatal y posnatal, como la
diabetes no controlada, la toxemia, la desnutrición, una hemorragia vaginal, un prolapso de
cordón umbilical, las complicaciones comunes de nacimiento, la aplicación de fórceps
inadecuada, encefalopatía, hiperbilirubinemia, traumatismos encefálicos e infecciones. 10
Del mismo modo, entre la posible etiología se encuentran los factores genéticos
(trastornos cromosómicos o hereditarios), que representan el mayor número de casos, y cuya
frecuencia es aproximadamente de 47%9, en especial aquellos que presentan Síndrome de
Down (SD), una anomalía que ocurre en 15 de cada 10 000 personas. Otras anomalías
cromosómicas mucho menos frecuentes son las del síndrome de Marfan, el síndrome
cromosoma X frágil, síndrome de PraderWilli, el síndrome de Rett, la neurofibromatosis, el
síndrome de Lesch-Nyhan, la adrenoleucodistrofia, la fenilcetonuria, galactosemia,
síndrome de Mowat-Wilson, y la enfermedad de Tay-Sachs. Los factores adquiridos ó
congénitos presentan una frecuencia aproximada de 17%9, pueden ser de tipo metabólicos
como hipotiroidismo, envenenamiento por plomo, síndrome alcohólico fetal, la exposición
prenatal a sustancias, y por infecciones como la rubeola, la enfermedad por citomegalovirus con
cuerpos de inclusión, la sífilis, la toxoplasmosis y herpes genital (tipo II).
Como se ha mencionado, el mal funcionamiento cognitivo puede ser consecuencia de
una alteración de cualquiera de los procesos que intervienen en el desarrollo y en la
maduración del sistema nervioso. 11 La sobreexpresión genética repercute en un desequilibrio
por exceso o defecto en la producción de algunos materiales biológicos, imprescindibles para
un correcto desarrollo de determinados órganos y sistemas del cuerpo humano. 12 Del mismo
modo, el efecto de esta vulnerabilidad biológica genera que haya más exposición a factores
desfavorables que inciden sobre la prevalencia de varios estados nutricionales, en los que hay
influencia de los cambios en los patrones alimentarios y en los estilos de vida.19
El riesgo nutricio depende de la causa e intensidad de la DI. En primer lugar, por su
frecuencia está el Síndrome de Down, siguiendo la parálisis cerebral (PC), el autismo, el
síndrome de Noonan y el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entre otros. 19
El Síndrome de Down (SD), constituye una enfermedad congénita que se compone de una
anomalía cromosómica que puede caracterizarse por trisomía libre del cromosoma 21
principalmente, translocación y mosaico. 20
También, la parálisis cerebral (PC) se define como una afección permanente del
desarrollo del movimiento y la postura, atribuible a alteraciones no progresivas que sucedieron
en el desarrollo cerebral, generalmente antes de los tres años. 22
Con frecuente aparición, el autismo es el resultado de un trastorno neurológico que
afecta el funcionamiento del cerebro, y sus comportamientos asociados pueden ocurrir en 1 de
cada 110 individuos. Algunas investigaciones han llevado por el camino de que el autismo
aparece desde la infancia debido a una sobrecarga de péptidos opiáceos sufrida por el sistema
nervioso central, afecta los neurotransmisores cerebrales, es de probable origen exógeno y
derivados en gran parte de la incompleta digestión del gluten y la caseína. Se ubica como la
tercera incapacidad más común de desarrollo más común que el SD, y se considera como
equivalente al síndrome de Kanner y el síndrome de Asperger.Se señala que pueden presentar
alteraciones de la conducta alimentaria y en el sueño, cambios inexplicables de estados de
ánimo, falta de respuesta a peligros reales y temor inmotivado intenso a estímulos que no son
peligrosos. 14,15
Por su parte, en el síndrome de Noonan (SN) es de múltiples anomalías congénitas, que
hereda en un patrón autosómico dominante (1:8,000 nacimientos).23 Se caracteriza por baja
estatura, rasgos dismórficos craneofaciales, cuello corto o pterigión, enfermedad cardíaca
congénita, criptorquidia en los varones, esterilidad, hipogonadismo, anomalías esqueléticas y
diátesis hemorrágica.24Entre las anomalías fenotípicas de tipo neurológico asociadas con este
síndrome, están el retraso leve en el desarrollo motor, retraso del lenguaje, trastornos del
aprendizaje, retraso mental leve y problemas sociales, de atención y de conducta. 25
Otro trastorno mental es el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que afecta de 2
al 12% de la población pediátrica en todo el mundo, cuyas características son la inatención,
hiperactividad e impulsividad, y pueden atribuirse a otras dificultades o a otros trastornos
psiquiátricos, neurológicos y médicos. Tiene un origen fundamentalmente biológico, que altera
las capacidades para atender a un estímulo, planificar y realizar una acción. Además, presentan
dificultades para relacionarse socialmente, tienen dificultad en el aprendizaje, la expresión
verbal, torpeza motora fina y gruesa, y escasa tolerancia a la frustración. 26
La relación entre las enfermedades neurológicas y la nutrición puede darse por la
misma enfermedad o su tratamiento, comprometiendo el estado nutricio o nutrimentos
específicos con sus respectivas consecuencias.22Tal es el caso de las personas con SD, por su
alta prevalencia de obesidad y talla baja. En el caso de los infantes con SD,el crecimiento
difiere marcadamente al de niños normales, caracterizándose además de talla baja, por mayor
precocidad en el inicio del estirón del crecimiento, junto con la elevada prevalencia de
sobrepeso y obesidad particularmente en adolescentes y adultos. Por lo tanto, la utilización de
los estándares de crecimiento para la población general en niños con SD no es adecuado, ya
que el diagnóstico del estado nutricio puede ser erróneo. Por tal motivo se han desarrollado
algunos estándares de crecimiento específicos para estos niños. 41
También presentan alteraciones como diarrea, constipación, reflujo gastroesofágico,
dificultades motoras orales y deficiencia de folato, vitaminas A y E, zinc, hierro y calcio. 11,13Las
deficiencias de hierro y zinc se han asociado a problemas de conducta e hiperactividad en el
TDAH. También, las personas con autismo, el calcio, hierro, vitaminas E y D, y la fibra dietética,
se pueden ver comprometidos por su limitado consumo de alimentos. 27
Del mismo modo, la relación se da cuando una alteración nutricia puede afectar la
evolución de la enfermedad neurológica y la respuesta al tratamiento.22 Por ejemplo, los
trastornos motores característicos de la PC, autismo, SN y TDAH, están a menudo
acompañados de alteraciones de la sensación, la percepción , la cognición, el comportamiento
y la comunicación por problemas musculo esqueléticos secundarios.16 Estos trastornos del
movimiento y de la postura pueden llevar a dificultades al caminar, problemas secundarios de
conducta, de masticación y deglución, donde éstos últimos juega en un papel fundamental en
el estado nutricio. Se ha reportado que las secuelas relacionadas con la alimentación, que
dependen de la extensión de la discapacidad19, se presentan hasta en el 80% y pueden dar
lugar a la broncoaspiración (principalmente en PC), aumentan el tiempo de alimentación
considerablemente, convirtiéndose una experiencia poco agradable.17Se ha encontrado mayor
prevalencia de desnutrición en niños con PC, relacionada los factores mencionados, además
de reflujo gastroesofágico, enteroparasitosis, sialorrea, estreñimiento y descontrol cefálico. La
prevalencia de desnutrición varía según el grado de DI, la presencia de anomalías asociadas, el
tratamiento utilizado y el ambiente que los rodea.18
Se ha hecho énfasis que la desnutrición se debe a la deficiencia mantenida de proteínas
e hidratos de carbono, acompañada de otras situaciones de precariedad.28 Y esto aunado a una
alimentación monótona, las alteraciones motrices, dependencia e inactividad, finalmente
resultará en un inadecuado estado nutricio, incitando comorbilidades que pueden agravar la
situación.34,29
Así como el consumo alimentario difiere en las personas con DI, lo es la composición
corporal. Algunos estudios realizados mencionan que el peso corporal y el índice de masa
corporal (IMC) varían. Unos describen a las personas con DI como prevalentes al sobrepeso y
obesidad, principalmente a las personas con SD por el porcentaje de grasa mayor en relación a
las personas que no lo presentan, así como el predominio de una estatura promedio menor 30
que coincide con los trastornos que implican bajo peso como el autismo y TDAH, por la
presencia de una conducta alimentaria anormal, que se puede manifestar como anorexia o
bulimia. 31Las personas con PC también presentan disminución de la masa muscular, masa
grasa y menor crecimiento lineal, por el compromiso motor de postura y tono muscular.22 En
general, sus parámetros antropométricos se relacionan con el estado de nutrición y el
mantenimiento y la mejora funcional.
Como evidencia de lo descrito, en las conclusiones de su estudio, Fernández M.C
reportó que en relación al porcentaje de grasa corporal el 100% de las participantes, todas del
sexo femenino y con SD, al inicio del estudio presentaron obesidad (% masa grasa mayor a
32%).30También, dos estudios con participantes de los Juegos Mundiales de Olimpiadas
Especiales, refieren que después de las evaluaciones de la composición corporal, el 56% de
los atletas tenían un IMC mayor a 24 (con tendencia al sobrepeso), mientras que en el otro 26%
eran obesos y un 6% eran extremadamente obesos. Otro estudio en México en el que
participaron 20 personas con DI leve-moderada estudió 20 participantes con deficiencia mental
leve-moderada con edad de 22,5 años (+/-10) mostró 45% de sobrepeso u obesidad (según la
OMS) y perímetro de cintura de 35% (>90 cm).31
De acuerdo a lo anterior, el estudio de la composición corporal es el más frecuente, y
en población con DI, se ha adoptado el IMC como instrumento de evaluación e indicador
nutricio, antropométrico, de la salud y de crecimiento. La antropometría, constituye la forma
más directa, confiable y reproducible para medir el estado nutricio que permite estimar mediante
técnicas tradicionales como el estudio de pliegues subcutáneos la masa corporal y las
modificaciones del componente muscular, que son las de mayor interés, especialmente por que
se correlaciona con el rendimiento. 19,30
Además, el riesgo y las evidencias presentadas tienen en común un estilo de vida
sedentario, en el que la inactividad favorece la ganancia de peso reduciendo aún más sus
posibilidades de participación en actividades físicas y recreativas.30Como conclusión en un
estudio realizado en el que Frey reportó que los adultos con DI son similares a los de más de
50% de la población en general que está clasificado como sedentario, sin embargo, la
proporción de personas con discapacidad intelectual acumular 30 minutos de actividad
moderada continua fue menor que en aquellos sin este diagnóstico.55
Por el lado opuesto, algunos estudios demuestran que la realización de ejercicio
aeróbico, combinado con ejercicio de fuerza y junto con un plan adecuado de alimentación,
conducen a alcanzar un peso adecuado, mejora las funciones cardiovasculares, la fuerza
muscular y resistencia, además de disminuir la grasa corporal.32 Los beneficios también se
extienden al aspecto psicológico y psicosocial, disminuyendo la ansiedad y depresión, dando
como resultado una mejor calidad de vida 13 en toda la población, incluso a las personas con DI.
Hasta la fecha, sólo 14 estudios han examinado la actividad física entre los estilos de vida
adultos con DI en los países desarrollados y han tratado de describir los niveles de actividad
física y los patrones de los adultos con DI, entre ellos atletas especiales participantes de
Olimpiadas Especiales. Además midieron la actividad física como un factor de riesgo para las
enfermedades no transmisibles.55
Entre las personas con DI cuya actividad es constante, un Atleta Especial es aquella
persona que debido a una alteración significativa de origen físico, orgánico, intelectual o social
requiere para aprender, practicar y competir en un deporte, de una metodología y de una
tecnología diferencial. Deben recibir entrenamiento por medio de programas diseñados
específicamente para cada uno de ellos, tomando en cuenta las condiciones naturales y el
potencial que manifiesta cada uno.7
Las necesidades morfo-fisiológicas que determina la práctica deportiva pueden suponer
un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos del comportamiento alimentario,
desencadenados por la presión ejercida en mantener el peso forma y por cuestiones del mismo
tipo de discapacidad. 47
El rendimiento del atleta, la genética, el talento, la energía, el tipo de deporte
y entrenamiento deportivo, están estrechamente relacionados con la nutrición, por lo que es
sustancial realizar estudios del efecto de la dieta en el rendimiento de los atletas con DI. 33Una
alimentación adecuada puede servir como un componente clave en la prevención de muchos
problemas de salud específicos de los atletas con DI, que son ligeramente más vulnerables al
estrés, a la fatiga y al rendimiento deficiente, que los atletas sin DI.
Algunos estudios mencionan que cuanto sea menor el consumo de grasas, la ingesta
de proteínas es más alta y la ingesta de hidratos de carbono es razonable, pero si se limitan los
alimentos grasos y productos lácteos, la ingesta de calcio u otros nutrimentos puede ser
deficiente. Por lo tanto, se debe hacer hincapié en el papel de la grasa y todos los nutrimentos
en el cuerpo, tomando como ejemplo los elementos inorgánicos que son importantes en
funciones reguladoras, para el equilibrio hídrico corporal, la coagulación de la sangre y la
regulación de la contracción muscular, así como también en los procesos fisiológicos
relacionados con el ejercicio físico13
Lo anterior y demás evidencias acentúan la importancia de una intervención nutricia en
atletas con DI, como las que presenta la investigación de Fernández M.C, que relaciona el
consumo alimentario y el rendimiento físico en atletas con SD, refiere que podría deducirse que
existe una relación positiva entre estas variables de estudio, esto debido a que se mostró al
final del estudio una disminución de la ingesta calórica, con una adecuada la distribución de
macronutrimentos, lo cual tuvo una influencia positiva en el IMC, porcentaje de grasa y
rendimiento físico de los atletas. Asimismo, se observó la disminución de las circunferencias
que refieren al componente no muscular corporal, y un aumento en algunos casos de
circunferencias que corresponden al componente muscular corporal, que se atribuye al deporte
que practican y al régimen alimenticio.13
En un estudio descriptivo de atletas con DI, Hernández B., encontró que el 51.51 % de
los atletas con discapacidad intelectual evaluados presentaron exceso de peso y 3.03 % bajo
peso. Además, el 51.51% de la población evaluada presentó deshidratación. Por lo que
destaca que esta población debe ser considerada como un grupo de riesgo. 20
Del mismo modo, al optimizar el diagnóstico antropométrico, se requiere agilización del
cumplimiento de metas de la intervención nutricia, y puede incentivar al atleta. El manejo
alimentario debe ser visto bajo una nueva perspectiva, ya que líneas recientes de investigación
han involucrado distintos procesos metabólicos en la aparición del SD y otros trastornos
característicos de la DI.41
Como parte de la modificación de hábitos, el valor de una adecuada hidratación es tan
crucial como una alimentación apropiada, ya que los déficits de rendimiento que experimenta un
deportista deshidratado se producen rápidamente y son fácilmente mensurables. La
dependencia del cuerpo con respecto al agua para refrigeración, transporte de nutrimentos,
lubricación de articulaciones, eliminación metabólica de desechos, digestión y absorción ha sido
claramente establecida, y los deportistas deshidratados simplemente no rinden bien. La
reposición de líquidos en atletas es un tema que concierne a entrenadores y profesionales de la
salud; pues son responsables de mantener un adecuado estado de hidratación en los atletas.
Las consecuencias de deshidratación podrían incluir el desmayo, el agotamiento por calor y en
casos extremos la muerte, lo que obliga a que se tome conciencia de acerca de
ladeshidratación.48
En relación a la actividad física en esta población, Olimpiadas Especiales tiene como
objetivo integrar a las personas con DI mayores de ocho años a que practiquen algún deporte
sin importar el nivel de rendimiento. Está afiliada a 21 programas municipales y cuenta con un
total de 12 disciplinas. 37En México, hay alrededor de 26,000 atletas con DI, en 26 entidades
federativas.20
Considerando la importancia de lo anterior, el presente trabajo de investigación es
relevante debido a que abona a otro de mayor magnitud, que cuenta con el apoyo financiero
de Conacyt-Concyteg a través de la Convocatoria 2011-04, de Fondos Mixtos. Así como la
aportación de nuevo conocimiento a la investigación relacionada con los atletas con DI, y de
acuerdo a los resultados se generarán formatos prácticos y de gran utilidad para la
reproducción de los siguientes proyectos que estén en contexto con el presente.
JUSTIFICACIÓN
Las personas con discapacidad intelectual se consideran vulnerables por el riesgo
elevado que tienen de presentar diversos problemas relacionados con la nutrición, aumentando
el riesgo con inadecuados hábitos alimentarios y estilo de vida. Hay evidencia en estudios en
los que atletas especiales presentan porcentajes significativos de obesidad, y en menor
proporción, es mórbida. La participación en el deporte junto a un plan de alimentación
estructurado, representan un papel destacado que proporciona un aumento de la calidad de
vida debido a los beneficios que se obtienen.
Por otro lado, algunos estudios demuestran que la realización de ejercicio aeróbico,
combinado con ejercicio de fuerza, mejora las funciones cardiovasculares, fuerza muscular y
resistencia, además de disminuir la grasa corporal. Cada atleta con DI presenta necesidades
individuales que requieren de una alimentación, hidratación y entrenamiento adecuados para
lograr mayor rendimiento y sobretodo una mejor calidad de vida. Debido a los requerimientos
puntuales que presentan los atletas con DI, una intervención nutricia es ideal para que
contribuya a la disminución de riesgos de tipo nutricio, y al aumento del rendimiento deportivo,
que finalmente puede resultar benéfico para los atletas y para los que los rodean.
Basado en lo anterior, la necesidad de una intervención nutricia en atletas con DI radica
en que es el punto de partida para modificar sus hábitos alimentarios, y se pueden notar en los
parámetros antropométricos, en un adecuado estado de hidratación, y puede tener como
resultado una buena actuación en la práctica deportiva, reflejando un óptimo estado de salud.
Realizar estudios multidisciplinarios también resulta relevante porque se requiere más
fundamento teórico y sus evidencias acerca de las necesidades relacionadas con la salud
para la mejora de la calidad de vida de personas con DI. Conjuntamente puede aumentar el
número de personas capacitadas en el tema. La realización de este trabajo de investigación
formó parte del proyecto “Determinación del diagnóstico nutricio, rendimiento físico y estado de
hidratación en atletas con discapacidad intelectual y nivel de conocimientos de
hidratación y nutrición de los padres y o cuidadores perteneciente a Olimpiadas
Especiales, Gto.”, apoyado financieramente porConacyt-Concyteg a través de la
Convocatoria 2011-04, de Fondos Mixtos.
El licenciado en Nutrición y Ciencia de los Alimentos es el profesionista que como
parte del equipo de salud tiene los conocimientos y habilidades que le permiten
identificar si una intervención nutricia individualizada mejora el consumo alimentario, los
parámetros antropométricos, el estado de hidratación y el rendimiento físico en atletas
con DI, mediante una correcta evaluación del estado nutricio y pruebas físicas, así como
proponer alternativas de solución desde el punto de vista nutricio para la mejora de la
calidad de vida a través de una buena actuación en la práctica deportiva como
consecuencia de una modificación de hábitos alimentarios.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Una intervención nutricia de cuatro meses mejora el consumo alimentario, los parámetros
antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación en atletas pertenecientes a
Olimpiadas Especiales Guanajuato?
OBJETIVOS
Objetivo general
Determinar si una intervención nutricia individualizada mejora el consumo alimentario, los
parámetros antropométricos, el rendimiento físico y el estado de hidratación en atletas
pertenecientes a Olimpiadas Especiales Guanajuato.
Objetivos específicos
1. Evaluar el consumo alimentario de atletas pertenecientes a Olimpiadas Especiales,
Guanajuato antes y después de cuatro meses de una intervención nutricia
59. U.S. Department of Agriculture and U.S. Department of Health and Human Services. Dietary
Guidelines for Americans 2010. Washington, DC: U.S. Government Printing Office, December
2010.
60. Vildoso M. Diagnóstico y manejo nutricional de pacientes con síndrome de Down. Medwave,
Año VI, No. 6, Julio 2006. (Fecha de consulta 20/08/2012). Se encuentra en URL:
www.medwave.el
55
ANEXO 1
CARTA CONSENTIMIENTO
Por medio de la presente Yo padre, madre o tutor de doy mi consentimiento libre y voluntario, para la participación en el proyecto de investigación “Intervención nutricia dirigida a atletas con discapacidad intelectual pertenecientes a Olimpiadas Especiales, Gto., y sus padres/cuidadores, para la mejora de parámetros antropométricos, rendimiento físico y estado de hidratación”, a realizarse en las ciudades sedes y en los lugares designados por las direcciones de éstas, el cual tiene como objetivo determinar la mejora de la intervención nutricia en los parámetros antropométricos y el rendimiento físico en atletas con discapacidad intelectualde Octubre de 2011 a noviembre de 2012. Mediante un programa de atención nutricia con una duración de 4 meses, en el cual se incluirán:
Valorar el consumo alimentario mediante el cuestionario de frecuencia de alimentos SNUT® y el
recordatorio de 24H de pasos múltiples, con un lapso máximo entre cada una de las valoraciones de 30 días. Medir los parámetros antropométricos de cada atleta de acuerdo a su condición: Atletas con discapacidad intelectual sin Síndrome de Down, mediante parámetros como: talla, peso, índice de masa corporal, pliegues cutáneos: bicipital, tricipital, subescapular y suprailiaco; circunferencia de cintura y porcentaje de grasa corporal; atletas con Discapacidad Intelectual con Síndrome de Down mediante parámetros como: talla, peso, índice de masa corporal circunferencia de cintura, y porcentaje de grasa corporal, con un lapso máximo entre cada una de las valoraciones de 30 días. Evaluar el rendimiento físico de los atletas de diferentes disciplinas a través de las pruebas de diagnóstico del desarrollo físico (DIDEFI®) de: fuerza muscular de las piernas, fuerza muscular de la mano, fuerza y resistencia abdominal y la flexión. Con un lapso máximo de 1 mes entre cada evaluación hasta cumplir con 4 pruebas de rendimiento físico que se realizarán en un lapso total de 17 semanas, a partir de la primera cita. Se evaluarán los conocimientos de hábitos de nutrición y alimentación de los padres/cuidadores a través de 2 cuestionarios validados. Soy consciente de que este proyecto no tendrá costo alguno, no representa ningún riesgo para la salud y que los beneficios se verán reflejados en el desempeño físico del atleta, además los datos tendrán completa confidencialidad y en el momento que lo desee puede retirarse del proyecto sin ver afectada ninguna de las otras actividades que realiza. Igualmente puedo pedir cualquier aclaración o información obtenida en el estudio a la MPC Ana Olivia Caballero Lambert NC, la Efra. Blanca Estela Hernández Martínez o a la Dra. Martha Leticia Guevara Sanginés.
Las investigadoras podrán ser localizadas en: 1) Ana Olivia Caballero Lambert Universidad Iberoamericana León Blvd. Jorge Vértiz Campero 1640 Cañada de Alfaro, CP 37238 Tel. 7 10 06 69 [email protected] 2) Blanca Estela Hernández Martínez Universidad Iberoamericana León Blvd. Jorge Vértiz Campero 1640 Cañada de Alfaro, CP 37238 Tel. 7 10 06 00 ext 2050 [email protected]
3) Martha Leticia Guevara Sanginés Universidad de Guanajuato. División de Ciencias Económico Administrativas, Cuerpo Académico de Comportamiento Organizacional.