UNIVERSIDAD CENTROCCIODENTAL “LISANDRO ALVARADO” HIERRO SÉRICO Y HEMOGLOBINA EN LACTANTES SANOS DE 1 A 6 MESES DE EDAD, DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO BAJO, QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO III “DR. DANIEL CAMEJO ACOSTA”. BARQUISIMETO. CRISTHIAN PÉREZ LEÓN Barquisimeto, 2009
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UNIVERSIDAD CENTROCCIODENTAL
“LISANDRO ALVARADO”
HIERRO SÉRICO Y HEMOGLOBINA EN LACTANTES SANOS DE 1 A 6
MESES DE EDAD, DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO BAJO, QUE ACUDEN
AL AMBULATORIO URBANO TIPO III “DR. DANIEL CAMEJO ACOSTA”.
BARQUISIMETO.
CRISTHIAN PÉREZ LEÓN
Barquisimeto, 2009
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”
DECANATO DE CIENCIAS DE LA SALUD
POSTGRADO DE PUERICULTURA Y PEDIATRÍA
HIERRO SÉRICO Y HEMOGLOBINA EN LACTANTES SANOS DE 1 A 6
MESES DE EDAD, DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO BAJO, QUE ACUDEN
AL AMBULATORIO URBANO TIPO III “DR. DANIEL CAMEJO ACOSTA”.
BARQUISIMETO.
Trabajo presentado para optar al grado de
Médico especialista en Puericultura y Pediatría
Por: CRISTHIAN PÉREZ LEÓN
Barquisimeto, 2009
APROBACIÓN DEL TUTOR
En mi carácter de Tutor del Trabajo titulado: Hierro Sérico y Hemoglobina en
Lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de Estrato Socio-económico Bajo, que
acuden al Ambulatorio Urbana Tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”. Barquisimeto.
Presentado por la ciudadana: Cristhian Criceira Pérez león, para optar al Grado de
Especialista en Puericultura y Pediatría, considero que dicho trabajo reúne los
requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la presentación pública y
evaluación por parte del jurado examinador que se designe.
En Barquisimeto, a los 28 días del mes de Enero del 2009.
__________________________________
Dra. María Ferrer
C.I: 7.006.133.
APROBACIÓN DEL COTUTOR
En mi carácter de Cotutor del Trabajo titulado: Hierro Sérico y Hemoglobina en
Lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de Estrato Socio-económico Bajo, que
acuden al Ambulatorio Urbana Tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”. Barquisimeto.
Presentado por la ciudadana: Cristhian Criceira Pérez león, para optar al Grado de
Especialista en Puericultura y Pediatría, considero que dicho trabajo reúne los
requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la presentación pública y
evaluación por parte del jurado examinador que se designe.
En Barquisimeto, a los 28 días del mes de Enero del 2009.
__________________________________
Dr. Robert Andrade
C.I: 7.760.490.
HIERRO SÉRICO Y HEMOGLOBINA EN LACTANTES SANOS DE 1 A 6
MESES DE EDAD, DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO BAJO, QUE ACUDEN
AL AMBULATORIO URBANO TIPO III “DR. DANIEL CAMEJO ACOSTA”.
A mi papá Elis Antonio Pérez, que Dios lo tenga en su Gloria, gracias a él soy lo
que soy.
A mi madre Mirian León quien es el pilar que me sostiene y me da la fuerza para
seguir adelante.
A mi hija Laura Antonieta Alvarado quien es la alegría y luz de mi vida.
AGRADECIMIENTO
A Dios quien me acompaña siempre y guía todos mis pasos.
Al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”, y su personal
directivo, médico y de enfermería, quienes fueron muy receptivos con el proyecto, y
permitieron la ejecución del mismo.
A todos los niños que formaron parte de la investigación, madres y representantes,
quienes con su valiosa colaboración hicieron posible la realización de este estudio.
Al laboratorio de Banco de Sangre del Hospital central “Dr. Antonio María
Pineda” quienes prestaron su colaboración con parte del procesamiento y
almacenamiento de las muestras.
Al laboratorio de Bioquímica Nutricional del Decanato de Ciencias de la Salud de
la UCLA, donde prestaron sus instalaciones y equipos para el procesamiento
completo de las muestras para ferrocinética.
A la Licenciada Yilma Apostol, persona de gran calidad humana, siempre
dispuesta a prestar su ayuda en pro de la investigación, se encargó de procesar todas
las muestras para ferrocinética.
Al laboratorio Los Luises del Centro, al Licenciado René Arriechi y la Licenciada
Karitza González, quienes prestaron su colaboración en el procesamiento de todas las
hematologías completas.
Al profesor Roberto y la Licenciada Yudith Ontiveiros del Departamento de
Medicina preventiva y social del Decanato de Ciencias de la Salud de la UCLA,
quienes me asesoraron con la metodología del trabajo.
A mis tutores, la Dra. María Ferrer y el Dr. Robert Andrade, quienes confiaron en
mí y me ayudaron en todo momento con sus valiosos conocimientos a sacar adelante
el proyecto.
A mi amigo Walter Marchan quien me ayudó en la construcción de los cuadros y
gráficos, y tuvo la paciencia para ayudarme siempre que lo necesité.
A todos mil gracias…
ÍNDICE
PÁG
DEDICATORIA vi
AGRADECIMIENTO vii
ÍNDICE DE CUADROS x
ÍNDICE DE GRÁFICOS xiii
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES xv
RESUMEN xvii
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO
I EL PROBLEMA 4
Planteamiento del Problema 4
Objetivos 8
General 8
Específicos 9
Justificación e Importancia 9
Alcance y limitaciones 10
II MARCO TEÓRICO 12
Antecedentes de la Investigación 12
Bases Teóricas 15
Bases legales 22
Operacionalización de las Variables 24
III MARCO METODOLÓGICO 28
Tipo de Investigación 28
Población y Muestra 28
Procedimiento 29
Técnicas e Instrumento de Recolección de Datos 39
IV RESULTADOS 41
V DISCUSIÓN 68
VI CONCLUSIONES 77
VII RECOMENDACIONES 79
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 81
ANEXOS 85
A. Currículum Vitae del Autor 86
B. Encuesta Socio-económica de Graffar 87
C. Consentimiento Informado 88
D. Instrumento de Recolección de Datos 91
E. Tarjeta de Control de los lactantes incluidos en la muestra 93
ÍNDICE DE CUADROS
PÁG
1. Hemoglobina, Hematocrito e índices Hematimétricos en lactantes sanos
de 1 a 6 meses de edad de estrato socio-económico bajo que acuden al
ambulatorio urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”, Barquisimeto.
Marzo – Agosto 2008
41
2. Hierro Sérico y TIBC en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de
estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta". Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008
43
3. Ferritina y Porcentaje de Saturación de Transferrina en lactantes sanos
de 1 a 6 meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al
ambulatorio urbano tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta". Barquisimeto,
Marzo - Agosto 2008
45
4. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el grupo etario. Barquisimeto,
Marzo - Agosto 2008
47
5. Anemia y déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el sexo del niño. Marzo - Agosto
2008
49
6. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el tipo de alimentación que
reciben. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008
51
7. Anemia en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad de estratos socio-
económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano tipo III "Dr.
Daniel Camejo Acosta", según se alimenten con lactancia materna
exclusiva ó reciban fórmula. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008. 53
8. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 3 a 6 meses de edad, de
estratos socio-económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano tipo III
"Dr. Daniel Camejo Acosta", según la Ablactación. Marzo - Agosto 2008. 54
9. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad
de estratos socio-económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano
tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el estado nutricional del
niño. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008 55
10. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad
de estratos socio-económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano
tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el orden de nacimiento del
niño. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008. 57
11. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano
tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el antecedente de anemia
durante el embarazo de la madre. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008. 59
12. Anemia en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estratos Socio-
económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano tipo III "Dr. Daniel
Camejo Acosta", según el antecedente de Anemia durante el embarazo de la
madre. Marzo - Agosto 2008. 61
13. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según la madre haya recibido
suplemento de hierro durante el embarazo. Barquisimeto, Marzo -
Agosto 2008.
62
14. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según la vía de nacimiento.
Barquisimeto, Marzo – Agosto 2008. 64
15. Anemia en lactantes sanos de 1 a 6 meses de estratos socio-económico
bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo III "Dr. Daniel Camejo
Acosta", según la vía de nacimiento. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008. 66
16. Manifestaciones Clínicas al examen físico de los lactantes de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al
ambulatorio urbano tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta", que presentan
Anemia Ferropénica y Déficit de Hierro. Barquisimeto, Marzo-Agosto
del 2008.
67
ÍNDICE DE GRÁFICOS
PÁG
1. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el grupo etario. Barquisimeto,
Marzo - Agosto 2008.
48
2. Anemia y déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el sexo del niño. Marzo - Agosto
2008.
50
3. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el tipo de alimentación que
reciben. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008.
52
4. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad
de estratos socio-económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano
tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el estado nutricional del
niño. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008.
56
5. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad
de estratos socio-económicos bajos, que acuden al ambulatorio urbano
tipo III Dr. Daniel Camejo Acosta", según el orden de nacimiento del
niño. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008.
58
6. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según el antecedente de anemia
durante el embarazo de la madre. Barquisimeto, Marzo - Agosto 2008.
60
7. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según la madre haya recibido
suplemento de hierro durante el embarazo. Barquisimeto, Marzo -
Agosto 2008.
63
8. Anemia y Déficit de Hierro en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
de estrato socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo
III "Dr. Daniel Camejo Acosta", según la vía de nacimiento.
Barquisimeto, Marzo – Agosto 2008.
65
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
PÁG
1. Curvas de distribución de los valores de Hemoglobina en lactantes
sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que
acuden al ambulatorio urbano tipo III "Dr. Daniel Camejo Acosta".
Barquisimeto, marzo - agosto 2008
93
2. Curvas de distribución de los valores de hematocrito en lactantes sanos
de 1 a 6 meses de edad, de estrato socioeconómico bajo, que acuden al
Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”,
Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
94
3. Curvas de distribución de los valores de Volumen Corpuscular Medio
(VCM) en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato Socio-
económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel
Camejo Acosta”, Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
95
4. Curvas de distribución de los valores de Hemoglobina Corpuscular
Media (HCM) en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato
socioeconómico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr.
Daniel Camejo Acosta”, Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
96
5. Curvas de distribución de los valores de Concentración de
Hemoglobina Corpuscular Media (CHCM) en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socioeconómico bajo, que acuden al
Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”,
Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
97
6. Curvas de distribución de los valores de Hierro Sérico en lactantes
sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato socioeconómico bajo, que
acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”,
Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
98
7. Curvas de distribución de los valores de Capacidad Total de Fijación de
Hierro (TIBC) en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato
socioeconómico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr.
Daniel Camejo Acosta”, Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
99
8. Curvas de distribución de los valores de Ferritina en lactantes sanos de
1 a 6 meses de edad, de estrato socioeconómico bajo, que acuden al
Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”,
Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
100
9. Curvas de distribución de los valores de Porcentaje de Saturación de
Transferrina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato
socioeconómico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr.
Daniel Camejo Acosta”, Barquisimeto, marzo-agosto del 2008
101
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA
POSTGRADO DE PUERICULTURA Y PEDIATRÍA
HIERRO SÉRICO Y HEMOGLOBINA EN LACTANTES SANOS DE 1 A 6 MESES DE EDAD, DE ESTRATO SOCIOECONÓMICO BAJO, QUE ACUDEN AL AMBULATORIO URBANO TIPO III “DR. DANIEL CAMEJO ACOSTA”.
BARQUISIMETO.
Autora: Cristhian Pérez León. Tutora: María Ferrer.
Cotutor: Robert Andrade. RESUMEN
El déficit de hierro es la carencia nutricional más extendida en el mundo, en países como Venezuela, constituye un problema de salud pública, por los hábitos dietéticos de la población y por el predominio de las clases sociales desfavorecidas. Los niños en crecimiento son los más afectados, por sus altos requerimientos y la poca biodisponibilidad del hierro en los alimentos que consumen, esto los hace susceptibles a desarrollar anemia ferropénica, situación que puede causar daños irreversibles en su desarrollo psicomotor. Esto planteó la necesidad de determinar los niveles de hierro sérico y hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta” de Barquisimeto. Se diseñó un estudio analítico no experimental de prevalencia, el muestreo fue no probabilístico a conveniencia, se aplicó la encuesta socioeconómica de Graffar y se seleccionaron niños de clase IV y V. Se obtuvo el consentimiento informado de las madres, se les aplicó el instrumento de recolección de datos mediante una entrevista y examen físico del niño, y se tomaron las muestras de sangre venosa para medición de hierro sérico, ferritina, TIBC, porcentaje de saturación de transferrina, hemoglobina e índices eritrocitarios. Los resultados se presentaron en porcentaje, media, mediana y Proporción de Riesgo, con IC95%(P<0,05). La muestra final estuvo constituida por 71 lactantes, la prevalencia de anemia ferropénica fue de 35,2% y su frecuencia aumentó con la edad, alcanzando 63,2% en niños de 5 a 6 meses, el déficit de hierro fue de 8,5%, el sexo masculino fue el más afectado, todos los lactantes alimentados con leche de vaca estaban anémicos. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la proporción de niños anémicos en relación a la alimentación con LME ó fórmula, el antecedente de anemia en la madre durante el embarazo y la vía de nacimiento (p>0,05). El signo clínico predominante fue la palidez cutáneo-mucosa y la entidad clínica más frecuente fue la IRA. Se estableció la importancia de la ferroterapia oral en la madre durante el embarazo, el fomentar la LME hasta los 6 meses de edad y la adecuada alimentación suplementaria en el lactante, como medidas preventivas de la anemia ferropénica en la infancia.
Palabras Clave: Déficit de hierro, niños sanos, estratos socio-económico bajo.
1
INTRODUCCIÓN
La deficiencia de hierro constituye la carencia nutricional más prevalente en el
mundo, tanto en países industrializados como en vías de desarrollo. La población más
susceptible de padecerla, son los niños, por sus mayores requerimientos, debido al
crecimiento acelerado, y donde existen muchos factores que pueden influir en la
aparición del déficit de hierro, como lo es la alimentación, la biodisponibilidad del
hierro en los alimentos que consumen, las reservas de dicho metal con las que nace el
individuo, enfermedades e infecciones, etc., conllevando en la mayoría de los casos,
si se perpetúa el déficit, a desarrollar anemia ferropénica, patología que puede
acarrear alteraciones en la formación y desarrollo del cerebro, generando
consecuencias desfavorables en el desarrollo psicomotor del niño que pueden llegar a
ser irreversibles.
En los países en vías de desarrollo, dicho problema se evidencia con una mayor
frecuencia debido a los hábitos nutricionales de la población, basados en dietas
hipoproteicas, compuestas principalmente de cereales y tubérculos. Venezuela es un
país que no escapa a esta realidad, donde podemos encontrar alta prevalencia de
déficit de hierro y anemia ferropénica sobre todo en las poblaciones más
desfavorecidas con escaso poder adquisitivo. La mayoría de los estudios publicados
en la literatura sobre anemia ferropénica en la infancia se han realizado en
poblaciones mayores a 6 meses de edad, sobre todo en los grupos que se conoce que
son mássusceptible como los menores de 36 meses, no obstante son muy pocas las
investigaciones que se pueden encontrar sobre deficiencia de hierro en lactantes
menores de 6 meses, etapa en la que comienza a aparecer el déficit y en muchos casos
sin la manifestación clínica de anemia.
2
Es por ello que se creó la necesidad de realizar esta investigación que tuvo como
objetivo determinar el hierro sérico y la hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estratos socioeconómicos bajos, que acuden al Ambulatorio
Urbano Tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta” de la ciudad de Barquisimeto. Mediante
la aplicación de la encuesta socioeconómica de Graffar modificado por Méndez-
Castellano, se tomaron aquellos niños pertenecientes a las clases IV y V, a los que
previo consentimiento informado, se les aplicó el instrumento de recolección de datos
mediante una entrevista y examen físico del niño, finalmente se seleccionaron
aquellos lactantes que cumplieron con los criterios de inclusión, para tomar las
muestra de sangre venosa, y hacer los análisis de hemoglobina, hematocrito e índices
eritrocitarios, hierro sérico, TIBC, porcentaje de saturación de transferrina y ferritina.
La recolección de la muestra se realizó durante 6 meses, en el período Marzo –
Agosto del 2008. En consecuencia, se conoció el comportamiento de dichos
parámetros en esa población de riesgo y la asociación de cierto factores con el
desarrollo de anemia ferropénica y déficit de hierro, como la anemia y la
suplementación con hierro durante el embarazo de la madre, la vía y el orden de
nacimiento del niño, el tipo de alimentación que reciben y su estado nutricional,
además de que se reconocieron las manifestaciones clínicas al examen físico de los
lactantes con déficit de hierro y anemia ferropénica. Esto permitió instaurar en los
niños afectados un tratamiento oportuno, para así contribuir a evitar en ellos, la
aparición de alteraciones en el desarrollo de sus destrezas motoras y mentales. De
esta manera, se considera que este trabajo proporciona bases científicas para la
aplicación y el fortalecimiento de programas de salud dirigidos a la atención
perinatal, postnatal y de los lactantes, con miras a la prevención de la anemia
ferropénica en la población más susceptible, y a nivel de la práctica individual,
proporciona al médico las bases para tomar una conducta clínica que traiga mayores
beneficios al niño, contribuyendo en su sano desarrollo físico e intelectual.
El trabajo está estructurado de la siguiente forma: en el Capítulo I, se desarrolla el
planteamiento del problema, el déficit de hierro y la anemia ferropénica como
problemas de salud pública a nivel mundial, se explican los factores de riesgo para el
3
desarrollo de la anemia ferropénica, la población más susceptible y se plantean los
objetivos a alcanzados con la investigación, su importancia, el alcance y las
limitaciones presentadas. En el Capítulo II se hace referencia a las investigaciones
que anteriormente se han realizado concernientes al tema en estudio, tanto a nivel
internacional como nacional en los últimos años, como también se realiza una
revisión de la fisiopatología de la deficiencia de hierro, finalmente se esquematiza la
operacionalización de las variables. En el Capítulo III, se habla acerca del marco
metodológico, que incluye el tipo de investigación, población y muestra, tipo de
muestreo, procedimientos cumplidos en la investigación, además de que se describe
el instrumento de recolección de datos. Finalmente en el Capítulo IV se representan
los resultados obtenidos mediante cuadros y gráficos, en base a los cuales se hicieron
los siguientes capítulos: el V donde se realiza la discusión de los resultados y su
comparación con otras investigaciones referentes al tema, el Capítulo VI donde se
llega a las conclusiones del estudio y el Capítulo VII en el que se plantean las
recomendaciones, por último se citan las referencias bibliográficas y los anexos
formados por el resumen curricular del autor, la encuesta socioeconómica de Graffar ,
el modelo del instrumento de recolección de datos y del consentimiento informado
que se utilizó, y finalmente las ilustraciones formadas por las representaciones
gráficas de las curvas de distribución de todos los resultados de laboratorio
realizados.
4
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema La deficiencia de Hierro es la carencia nutricional que afecta a más personas en el
mundo, ocurriendo la mayoría de los casos en países en vías de desarrollo donde las
condiciones sanitarias y nutricionales no son adecuadas. (García-Casal, 2005). Según
la OMS, se estima que a nivel mundial alrededor del 20% de la población infantil
sufre algún grado de anemia ferropénica. Así mismo la OMS ha considerado la
deficiencia de hierro como la causa más importante de anemia, y a ésta como una
deficiencia asociada a la mortalidad infantil, mortalidad prenatal, mortalidad materna
y retardo mental leve. (Guerra, 2005). En los países desarrollados su prevalencia ha
disminuido en las últimas décadas, sin embargo la carencia de hierro sigue
constituyendo la deficiencia nutricional más frecuente de la primera infancia en los
países industrializados. Durá y Díaz (2002).
El déficit de hierro constituye, junto con la malnutrición calórica, el problema
nutricional de mayor importancia y trascendencia mundial (Wagner, S/F). En los
países subdesarrollados el tipo de mal nutrición más frecuente es el asociado a las
deficiencias de nutrientes, siendo en algunos países la deficiencia de hierro reportada
como la más importante, ya que puede ser tan alta y alcanzar hasta el 80%. (Guerra,
2005). Esto tiene un gran impacto en la población por efectos biológicos, sociales y
económicos, debido a que las bajas defensas inmunológicas están asociadas a las
deficiencias de algunos micronutrientes como hierro, zinc y vitaminas A y C, al igual
5
que la proteína y los ácidos grasos poliinsaturados (Guerra, 2005). La deficiencia de
hierro puede ocurrir como consecuencia del consumo insuficiente de hierro
absorbible, infecciones, deficiencias de vitamina A, ácido fólico, o vitamina B12,
aumento del requerimiento, pérdidas aumentadas de hierro, entre otras, pero una de
las causa más importantes, además de la disminución del aporte de hierro en las
comidas, es la pobre biodiponibilidad del hierro contenidos en las dietas habituales de
los países del tercer mundo, basadas principalmente en el consumo de cereales y
tubérculos. (García-Casal, 2005).
Es por ello que en los países en vías de desarrollo, la anemia ferropénica es
altamente prevalente, y persiste como un problema de salud pública; esto debido a las
precarias condiciones socioeconómicas imperantes, que limitan el acceso a los
alimentos de alto valor biológico, aunado al bajo nivel de educación, servicios de
salud inadecuados y a la coexistencia de otros estados morbosos, principalmente
desnutrición calórico-proteica, así como parasitosis intestinal (Chávez, 2003). Sin
embargo, el factor dietético es el que más influye en el desarrollo de la anemia
ferropénica (Wagner, S/F).
El déficit de hierro constituye la principal causa de anemia en todas las edades,
siendo la edad pediátrica de especial susceptibilidad por sus depósitos más escasos y
sobre todo por su crecimiento acelerado. Pérez y Rodríguez (2001). Según algunos
cálculos, la deficiencia de hierro y la anemia ferropénica afectan a más de 3.500
millones de seres humanos. A pesar de las divergencias de criterios que impiden
precisar la verdadera magnitud del problema en el mundo, se ha reconocido que en
países de menor desarrollo, uno de cada dos niños menores de cinco años y una de
cada dos mujeres embarazadas presentan anemia por deficiencia de hierro. Por cada
caso de anemia por deficiencia de hierro existen dos casos de deficiencia de hierro sin
anemia. Vásquez y Edgar (2003).
El hierro es un elemento esencial para el desarrollo y buen funcionamiento del
cerebro, y su deficiencia en los dos primeros años de la vida se asocia con
alteraciones en el desarrollo mental y motor, ya que se afecta el proceso de
mielinización, ocasionando alteraciones en los mecanismos de neurotrasmisión, lo
6
cual, en etapas posteriores de la vida, sería capaz de alterar el establecimiento de las
bases neuronales de algunos procesos básicos motores, emocionales, sociales y
cognitivos (Chávez, 2003).
En los niños la mayor prevalencia del déficit de hierro se observa entre los 6 y 24
meses de edad, etapa crítica en el desarrollo neuronal, por lo que los efectos
deletéreos de esta carencia son probablemente más graves y permanentes que cuando
ocurre en etapas posteriores de la vida (Chávez, 2003). Una deficiencia prolongada
leve o moderada en la edad preescolar, aún cuando sea corregida, reduce en forma
importante la destreza manual de los niños, limita su capacidad de concentración y
debilita su capacidad de memoria. Reboso y otros (2005). Por lo tanto la anormalidad
sistémica más importante producida por la deficiencia de hierro en la infancia es la
alteración del desarrollo cognitivo. El estudio hecho por Walter (1989) en Chile, ha
demostrado con claridad que el déficit de hierro durante los primeros meses de la vida
provoca una disminución del coeficiente intelectual en los niños y que esta alteración
puede llegar, si se prolonga la deficiencia, a ser irreversible, a pesar de corregir la
anemia con terapia de hierro oral. Lozoff y otros (1987) ya había confirmado esto, y
encontró relación entre la cronicidad y la gravedad de la deficiencia de hierro, y el
déficit en el desarrollo mental y motor del niño.
En un reciente estudio, un amplio número de niños que ya estaban siendo
alimentados con leche de vaca a los 9 meses se repartió en forma aleatoria para
recibir fórmula suplementada o seguir con la leche entera de vaca; no se encontraron
diferencias ni en el crecimiento ni en el desarrollo psicomotor, a pesar de que en el
grupo alimentado con leche de vaca existía un 32% de niños anémicos frente al 5%
del grupo suplementado, los autores emiten la hipótesis de que existiría un período
crucial, antes de los 6 meses de edad, en el que la deficiencia de hierro produciría los
efectos más adversos, lo que apoya más la evidencia de que algunas alteraciones del
desarrollo psicomotor no son reversibles, tras la corrección de la anemia. (Wagner,
S/F). Por lo tanto, la persistencia, tras un tratamiento con hierro capaz de corregir la
anemia, de puntuaciones bajas en los test de desarrollo mental y motor observado en
esos estudios, sugiere que la corrección de la anemia es insuficiente para remitir las
7
alteraciones de la conducta y del desarrollo en la mayoría de los lactantes anémicos,
lo que apoya la conclusión de que la anemia ferropénica en el lactante tiene
consecuencias irreversibles que repercuten en su desenvolvimiento psíquico y motor,
y que se mantiene aún en la edad escolar (Lozano, 2002).
De aquí la importancia de la prevención y detección precoz del déficit de hierro y
anemia ferropénica en las primeras etapas de la vida, sobre todo en la población más
susceptible como es la del estrato socio-económico bajo, ya que la mayoría de los
estudios encontrados en la literatura, hablan de la aparición de la anemia ferropénica
es a partir de los 6 meses, y de hecho, está indicado el cribado de anemia a todos los
niños con alto riesgo a partir de esta edad, sin tomar en cuenta a los lactantes menores
de 6 meses, etapa en la que comienza a iniciarse la deficiencia de hierro y a
instaurarse la anemia, y dadas las nefastas consecuencias irreversibles en el desarrollo
del niño, se debe actuar en primera instancia buscando la prevención del déficit de
hierro en la población susceptible y de manera oportuna indicando el tratamiento
adecuado, para evitar la aparición de la anemia, y en consecuencia impedir que se
produzca daño al cerebro que se encuentra en formación y desarrollo, y así podamos
tener niños sanos que puedan desarrollar todas sus potencialidades. Por lo que se
propuso realizar esta investigación que tuvo como objetivo determinar los niveles de
hierro sérico y hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato
socio-económico bajo, que acuden al ambulatorio urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo
Acosta” de Barquisimeto, en el período marzo-agosto del 2008. Se midieron
parámetros como el hierro sérico, ferritina, TIBC, porcentaje de saturación de
transferrina, hemoglobina, hematocrito e índices eritrocitarios, se realizó el
diagnóstico de la anemia ferropénica y déficit de hierro, se conoció su frecuencia y el
comportamiento de los mismos en esta población de riesgo, la edad en la que
comienza a aparecer el déficit, la relación que guarda con el tipo de alimentación que
recibe el lactante, se determinó además, si la anemia durante el embarazo de la madre,
el tratamiento con suplemento de hierro oral durante la gestación y la vía de
nacimiento, se relacionan con la aparición de anemia y finalmente se determinó la
presencia de manifestaciones clínicas al examen físico en los lactantes afectados. Esta
8
información constituye una base científica para la creación y el fortalecimiento de
programas preventivos dirigidos a la población más vulnerable, correspondiente a la
atención perinatal, postnatal y del lactante para combatir la anemia. Para el clínico es
una herramienta en la atención primaria en salud, el sospechar y detectar más
precozmente la anemia y la deficiencia de hierro en el lactante, e indicar un
tratamiento oportuno.
Objetivos Objetivo General Determinar los niveles de hierro sérico y hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano
tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta” de Barquisimeto, en el Período marzo-agosto del
2008.
Objetivos Específicos Determinar el hierro sérico, ferritina, TIBC, porcentaje de saturación de
transferrina, hemoglobina, hematocrito e índices hematimétricos en lactantes sanos de
1 a 6 meses, de estrato socio-económico bajo que acuden al Ambulatorio Urbano tipo
III “Dr. Daniel Camejo Acosta”.
Determinar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, según la edad y sexo del niño.
9
Determinar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, según el tipo de alimentación que
reciben.
Determinar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, según el estado nutricional del niño.
Estudiar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, según el orden de nacimiento del
niño.
Estudiar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, según el antecedente de anemia
durante el embarazo de la madre.
Investigar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses, de estrato socio-económico bajo, según la suplementación con hierro durante
el embarazo de la madre.
Determinar la presencia de anemia y déficit de hierro en lactantes sanos de 1 a 6
meses de edad, de estrato socio-económico bajo, según la vía de nacimiento del niño.
Determinar las manifestaciones clínicas al examen físico, de los lactantes que
presenten deficiencia de hierro y anemia ferropénica.
Justificación e Importancia
La importancia del presente estudio radica en que se determina el hierro sérico y
hemoglobina en una población de alto riesgo, hasta ahora muy poco estudiada en
nuestro medio, según las referencias bibliográficas consultada, como son los lactantes
menores de 6 meses de estrato socioeconómico bajo, la mayoría de los trabajos se
enfocan en las edades mayores a los 6 meses, cuando con frecuencia ya se encuentra
instaurada en el niño la máxima expresión del déficit de hierro, la anemia ferropénica,
tomando en cuenta que es quizá a más temprana edad cuando comienzan a depletarse
10
las reservas del metal, siendo el momento ideal para realizar un diagnóstico oportuno,
tomando en cuenta que el daño ocasionado por el déficit de hierro al desarrollo
psicomotor del niño es mayor, conforme la deficiencia se prolongue en el tiempo y
sea más severa.
Este estudio permitió conocer la vulnerabilidad en la población de niños menores
de 6 meses de estrato socioeconómico bajo, para el desarrollo precoz de déficit de
hierro y anemia ferropénica en la infancia. De tal manera que los resultados pueden
constituir una base para la creación de programas, por parte de la autoridades
sanitarias, dirigidos a la prevención de la deficiencia de hierro en la población de
riesgo.
Alcance y Limitaciones El alcance de la investigación constituye que se realizó en una población de
lactantes de estrato socio-económico bajo, en edades comprendidas entre 1 a 6 meses,
hasta ahora poco estudiada, no solamente aquí en nuestra región, sino también en
Venezuela, donde no se cuenta con los parámetros hematológicos propios de
normalidad de este grupo de edad en nuestro medio, razón por la que se tomaron en
cuenta fueron tablas de población americana sometidas a otras latitudes y climas muy
diferentes al nuestro, esto por lo tanto representó una limitante para el estudio.
Otro de los alcances considerados fue conocer el comportamiento de los niveles de
hemoglobina, hematocrito, índices eritrocitarios, hierro sérico y perfil ferrocinético en
los lactantes de estrato socio-económico bajo, donde la anemia ferropénica puede
aparecer más precozmente, problema que pasa desapercibido usualmente en la
práctica clínica, ya que no se investiga en la mayoría de los casos.
Entre las otras limitaciones encontradas a lo largo de la investigación se
encuentran:
1. Los escasos estudios publicados a nivel nacional e internacional referentes al
tema investigado.
11
2. La poca afluencia de niños completamente sanos a las consultas de pediatría y
control de niño sano en el ambulatorio, esto probablemente originado por creencias
arraigadas en la cultura de nuestro medio, sobre todo en la población de estrato socio-
económico bajo, en donde los niños no son llevados al médico para un control porque
los ven “sanos” o los ven “bien”, por lo tanto la mayoría de los niños que son
llevados a la consulta médica tienen algún tipo de proceso patológico manifiesto.
3. La deserción del estudio de un número significativo de niños que
conformaban la muestra, ya que no asistieron a la cita para la toma de la muestra de
laboratorio, entre las posibles causas están: (a) Que la madre haya considerado
innecesario realizárselos por verlo “sano”, (b) Lo difícil que se le hace a las madres
salir de sus casas con sus hijos, por vivir en barrios alejados de la ciudad, con poca
accesibilidad al transporte público, (c) En los primeros meses del estudio, hubo
restricciones en el funcionamiento de la consulta de pediatría y control de niño sano
en el ambulatorio por la ausencia de uno de los médicos pediatras que allí laboran,
situación que obligó a disminuir el número de pacientes que podían ser atendidos.
4. Los escasos recursos económicos disponibles para el estudio, ya que fue todo
autofinanciado por el investigador.
5. El tiempo limitado para la investigación.
12
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación En Latinoamérica, el estado de ferropenia crónica, sin anemia manifiesta, afecta al
52-55% de la población, siendo más grave el problema en la infancia. En naciones
superdesarrolladas como Estados Unidos, el 9% de los niños entre 1 y 2 años presenta
ferropenia y el 3% anemia ferropénica. (Wagner, S/F).
En España, Pamplona Durá y Velaz (2002), encontraron en lactantes sanos de 12
meses de edad, una prevalencia de deficiencia de hierro de 9,6% y de anemia
ferropénica de 4,3%.
La OMS determinó en 1999 un 51% de casos de anemia en menores de 4 años en
los países en vías de desarrollo.
Gay y otros (2002) realizaron un estudio en 211 niños sanos de 22 a 46 meses de
edad, asistentes a guarderías, en la ciudad de la Habana, encontraron que un 28,4% de
los niños presentó valores de hemoglobina menor de 110 g/L, el 41,8% presentó
valores de ferritina sérica inferiores a 10 microgramos/L y ningún niño tuvo valores
deficientes de folato sérico. Se encontró diferencia significativa entre las medias de
hemoglobina en los niños con edades entre 22 a 35 meses y aquellos con más de 35
meses, siendo mayor el porcentaje de anémicos en el grupo de niños de < 35 meses.
En la misma Ciudad de la Habana, ese mismo año, Ruiz y otros (2002), estudiaron
55 niños de 6 a 24 meses de edad, con hemoglobina normal, con el objetivo de
detectar precozmente la ferropenia e identificar los factores de riesgo que pueden
13
contribuir a su aparición, encontraron 29,1% de déficit de hierro, presentando esta
población uso de lactancia artificial o mixta, prolongación de la lactancia materna
exclusiva más allá de los 6 meses, y una alimentación inadecuada.
Batrouni y otros (2004) en la ciudad de Córdoba Argentina, encontraron entre
niños de 12 a 24 meses de edad, de distintos niveles socioeconómicos, una
prevalencia de 46% de depleción de hierro, 26% de anemia ferropénica y 2% déficit
de hierro sin anemia. El 76% del total de la población consumía hierro en cantidades
inferiores a las recomendadas, siendo los más afectados los niveles socioeconómicos
medio y bajo (p<0,05), donde también se encontró a un mayor número de niños con
anemia.
Urrestarazu y otros (2004) identificaron factores relacionados con el riesgo de la
anemia ferropriva en 130 niños menores de 24 meses de bajo nivel socioeconómico
en la ciudad de Sao Paulo Brasil, encontrando que la ingestión de leche de vaca a
partir de los 4 meses de edad y el orden de nacimiento superior a 4, fueron factores de
riesgo para la anemia (OR>2).
Reboso y otros (2005) en un estudio realizado en la ciudad de Guantánamo de
Cuba durante el segundo semestre del año 2003, encontró que la prevalencia de
anemia ferropénica en niños menores de 2 años fue del 35,8% y en escolares del 22%,
alcanzando la prevalencia de deficiencia de hierro el 57%.
Un estudio realizado por Meinzen-Derr y otros (2006) en México en el período
1998-2003, encontró que la lactancia materna exclusiva más allá de los 6 meses de
edad estuvo asociada con un incremento del riesgo de anemia en la infancia y que la
presencia de anemia materna es un factor de riesgo independiente para la aparición de
anemia en el niño (P=0,03).
Lubach y Coe (2006) demostraron en monos Rhesus que la deficiencia de hierro
de la madre en el período preconcepcional es un factor de riesgo para la deficiencia
de hierro en la descendencia, que no se modifica a pesar de recibir suplemento de
hierro durante el embarazo, y enfatizan la importancia de mejorar el estado del hierro
en la mujer antes de la concepción.
14
En Venezuela se disponen de algunos datos oficiales de Fundacredesa, del
instituto nacional de nutrición y otros estudios, que reportan deficiencias notorias de
hierro en adolescentes y niños menores de 3 años de los estratos más pobres (Guerra,
2005). Fundacredesa para 1991, establece una prevalencia de anemia por déficit de
hierro en niños menores de 5 años en Venezuela, que se había mantenido desde 1985,
entre el 37% y 47% hasta ese momento, siendo la frecuencia de casos inversamente
proporcional a la edad, con predominio de los lactantes. Los índices en escolares en el
país, disminuyeron de 19% a 9,3% después del programa de fortificación de la harina
de maíz y de trigo en 1993.
Andrade (1998) encontró en la Cuidad de Maracaibo, mediante un estudio
realizado en 76 niños entre 5 a 12 años, asistentes a un colegio de una zona marginal
de la ciudad, un 42,59% de déficit de hierro y 18,4% de anemia ferropénica.
En el estado Nueva Esparta, Municipio Arismendi, Pabón y otros (2002)
realizaron un estudio, en una muestra final de 151 niños de 6 meses a 5 años de edad,
donde encontraron una prevalencia de anemia por déficit de hierro del 36,84%, con
predominio del sexo masculino, con una diferencia del 12,16% respecto al sexo
femenino, los lactantes menores de 1 año fueron los más afectados con un 70,83%.
En valencia Estado Carabobo, Solano L y col. (2005), mediante un estudio
descriptivo en 543 niños de 6 a 48 meses de edad (96,4% de familias pobres),
encuentra una prevalencia de anemia ferropénica de 23,6% y el déficit de hierro en
77,7%, siendo los más afectados los menores de 2 años y los varones.
Como ya es conocido, en nuestro país predomina la población de estrato socio-
económico bajo, y la dieta del venezolano generalmente es rica en carbohidratos, baja
en proteínas y de alimentos que contienen hierro, por lo que se puede inferir que la
deficiencia de hierro sigue siendo un problema frecuente en la población, afectando
de igual manera a las mujeres en edad reproductiva y embarazadas, esto hace pensar
que los niños podrían nacer con bajas reservas, como lo demuestran algunos estudios,
y que serían insuficientes para garantizar sus requerimientos de hierro los primeros
meses de la vida. En las distintas publicaciones encontradas, con respecto al tema,
tanto nacionales como internacionales, son pocos los trabajos sobre deficiencia de
15
hierro y anemia ferropénica en lactantes menores de 6 meses, la mayoría de las
investigaciones toman en cuenta son niños a partir de los 6 meses, lactantes mayores
y preescolares, de ahí la importancia de determinar el hierro sérico y hemoglobina en
lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, procedentes de estrato socio-económico bajo
que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta” de la ciudad
de Barquisimeto durante el período marzo-agosto del 2008. De ésta manera se pudo
conocer la frecuencia de anemia ferropénica y déficit de hierro en esta población y
emplear las medidas correctivas precozmente, ya sea de manera individual o
colectiva, evitando así la aparición de enfermedad y de secuelas permanentes,
contribuyendo al adecuado desarrollo del niño.
Bases Teóricas El hierro es un elemento esencial para la vida, puesto que participa en
prácticamente todos los procesos de oxido-reducción del organismo, en donde se
encuentra formando parte de dos compartimentos: uno funcional formado por la
hemoglobina, la mioglobina, la transferrina y las enzimas que requieren hierro cómo
cofactor o cómo grupo prostético. Y el compartimiento de depósito constituido por la
ferritina y la hemosiderina, que constituyen las reservas corporales de éste metal. En
un individuo con óptimo estado nutricional el 65% del hierro forma parte de la
hemoglobina, 15% está contenido en las enzimas y la mioglobina, 20% como hierro
de depósito y sólo en 0,1 al 0,2% se encuentra unido a la transferrina cómo hierro
circulante. Barrios y otros (2000).
El déficit de hierro produce alteraciones de la eritropoyesis, se acompaña de
manifestaciones sistémicas y la presencia de anemia es una manifestación tardía de
esta patología; no se trata solo de una enfermedad de la sangre, sino que es una
enfermedad sistémica con repercusiones potencialmente graves, específicamente en el
desarrollo humano (Chávez, 2003).
16
El metabolismo del hierro en el niño tiene particularidades que lo hacen
susceptible a sufrir déficit de dicho metal, especialmente en lactantes menores, de 4 a
12 meses, en los que el 30% de su fuente de hierro para la síntesis de hemoglobina
proviene de la alimentación y la tasa de reutilización por hematíes destruidos a ésta
edad es menos significativa, además se plantea que las pérdidas gastrointestinales por
excreción son mayores, algunos investigadores plantean que las pérdidas promedio
son de 0,2mg/día en lactantes. Barrios y otros (2000). Todo esto aunado a que la
infancia es un período de crecimiento rápido y consecuentemente con altos
requerimientos de hierro, hace que la anemia ferropénica sea un problema de salud
pública mayor a ésta edad con una prevalencia estimada de 3 al 80% en diferentes
poblaciones, especialmente en los países en vías de desarrollo. Dicho déficit de hierro
produce una serie de anormalidades sistémicas en el niño, entre las más importantes
se han descrito la alteración del desarrollo psicomotor y de la conducta, además
estudios han demostrado que cuando la anemia por deficiencia de hierro se presenta
en un período crítico de desarrollo y diferenciación del cerebro, puede producir
anormalidades irreversibles. Se ha demostrado que la falta de hierro afecta al encéfalo
en dos formas principales: impidiendo la mielinización de las fibras nerviosas
centrales y obstaculizando la unión de la dopamina con su receptor D2. En efecto la
célula de Schwann requiere la presencia de hierro para poder sintetizar la vaina de
mielina, si no hay hierro, la velocidad de conducción del impulso nervioso central se
altera, provocando trastornos cognitivos, especialmente inhibiciones del aprendizaje.
(Wagner, S/F). Es por ello que se creó la necesidad de detectar el déficit de hierro
precozmente en la infancia especialmente en lactantes, quienes son los más
susceptibles a sufrir éstas secuelas.
La instauración del déficit de hierro es un proceso dinámico que se inicia con la
depleción de los depósitos de hierro: Ferropenia Latente, pasa por una eritropoyesis
ferropénica: Ferropenia Manifiesta, ambas entidades subclínicas, y termina con una
anemia ferropénica. Barrios y otros (2000). Existen determinaciones bioquímicas y
hematológicas que permiten valorar los diferentes estadios de la deficiencia de hierro
17
y la prevalencia de la misma varía ampliamente dependiendo de los criterios usados
para establecer el diagnóstico.
En un niño normal nacido a término, las reservas de hierro son adecuadas para
garantizar los requerimientos de hierro durante los cuatro primeros meses posterior al
nacimiento. Durante esta etapa de la vida pueden distinguirse 3 períodos
característicos, en dependencia del estado nutricional de hierro. El primer período
comprende las primeras 6 a 8 semanas, durante las cuales se produce una declinación
progresiva de los niveles de hemoglobina, de 170 g/L al nacer, a 110 g/L, como
consecuencia de la disminución de la eritropoyesis producto del aumento del tenor de
oxígeno en la vida extrauterina. El hierro liberado producto de la destrucción de los
eritrocitos es suficiente para cubrir las necesidades durante este tiempo y el que no se
utiliza se almacena para satisfacer las demandas de las siguientes etapas de desarrollo.
Durante estas semanas, la cantidad de hierro absorbido a partir de los alimentos no es
significativa. El segundo período se caracteriza por el inicio de la eritropoyesis, a
expensas fundamentalmente del hierro almacenado como producto de la destrucción
de los hematíes en la etapa anterior, que se traduce en un incremento de los niveles de
hemoglobina. El tercer período comienza alrededor del cuarto mes y se caracteriza
por un incremento progresivo de la dependencia del hierro alimentario para garantizar
una eritropoyesis eficiente. Esto hace que sea necesario asegurarle al lactante una
dieta rica en hierro, que garantice un suministro adecuado de este metal para cubrir
sus requerimientos. Barrios y otros (2000).
Los niños prematuros tienen una tasa de crecimiento postnatal más rápida que los
nacidos a término, por lo que si su dieta no es suplementada con hierro, desarrollaran
más rápidamente déficit férrico a los 2 o 3 meses de edad. Barrios y otros (2000).
La leche materna contiene menor cantidad de hierro con respecto a la leche de
vaca, pero su biodisponibilidad difiere marcadamente. La absorción del hierro de la
leche materna es alrededor del 50%, en contraste con sólo un 10% que se absorbe de
la leche de vaca. Barrios y otros (2000).
Por lo tanto, establecer el diagnóstico de anemia por deficiencia de hierro se basa
en 3 pilares fundamentales:
18
1. El interrogatorio: Interesan los antecedentes perinatales, nutricionales,
patológicos y familiares.
2. Examen físico, datos antropométricos y signos de enfermedad.
3. Datos de laboratorio pertinentes.
Antecedentes Perinatales:
Incrementa el riesgo de déficit de hierro: el bajo peso al nacer, la prematurez,
García y otros (2002) encuentra resultados similares en su estudio realizado en
Cuba Ciudad de Camagüey, donde en un grupo de 104 lactantes de 0 a 12 meses,
encuentran una prevalencia de anemia del 15,3%, con cifras de Hb<11gr/dl, el mayor
porcentaje de niños anémicos estuvo entre 4 y 6 meses de edad con 36,8%, quienes
72
recibían en su mayoría, lactancia mixta con leche de vaca, el sexo masculino fue el
más afectado con un 67%.
Por otra parte, Morasso y otros (2003) encontraron en la Provincia de Chaco
Argentina, en su estudio que incluyó a 414 niños de 6 a 24 meses de edad, una
prevalencia de anemia (Hb<11gr/dl) de 66,4%. La proporción de casos fue menor en
niños de 6 a 8 meses de edad (5,1%), quienes tuvieron menor prevalencia de
deficiencia de hierro 36,6%. La prevalencia de anemia fue más alta en varones y en
niños pobres.
En cuanto al tipo de alimentación que recibían los lactantes de 1 a 6 meses, se
encontró que todos los niños alimentados con leche de vaca estaban anémicos y de
estos el 50% tenían anemia ferropénica. En los niños alimentados con fórmula
fortificada se obtuvo la menor frecuencia de anemia ferropénica 28,6%, y en aquellos
alimentados con lactancia materna exclusiva y lactancia mixta se encontraron
frecuencias comparables de anemia ferropénica y déficit de hierro, con 34,7% y
10,2% respectivamente, para la lactancia materna exclusiva, y con 36,4% y 9,1%
respectivamente, para la lactancia mixta. Al comparar estadísticamente aquellos niños
que recibían lactancia materna exclusiva con los que recibían fórmula, ya fuese sola ó
asociada a la lactancia materna, se encontró una mayor proporción de niños anémicos
entre los que se alimentaban con fórmula (PR=1,17), aunque esta relación no fue
estadísticamente significativa (p>0,05).
Urrestarazu y col. (2004) en Sao Paulo – Brasil, en su estudio realizado en 130
niños menores de 24 meses de bajo nivel socioeconómico, encontraron que la
ingestión de leche de vaca a los 4 meses de edad fue un factor de riesgo para la
anemia (OR de 2). A su vez encontró que la ingestión de fórmula infantil fue un
factor de protección (OR de 0,5).
Estos resultados tienen su explicación dada por Oski (1993), quien propone que
aunque la leche de vaca tiene mayor cantidad de hierro que la leche materna
(alrededor de 1mg/L), su biodisponibilidad es diferente. La absorción de hierro de la
leche materna es alta de aproximadamente 50%, por el contrario, solo el 10% de la
leche de vaca es absorbido, esto se debe a las altas concentraciones de calcio, fósforo
73
y proteína, y la baja concentración de ácido ascórbico. Además, puede producir
sangramiento gastrointestinal oculto y su contenido en calcio inhibe el
aprovechamiento del hierro dietético, cuando se suministra junto a otros alimentos.
Sánchez-Ruíz (2002) asevera que está demostrado con estudios anteriores a doble
ciego, que las fórmulas fortificadas reducen el déficit de hierro y la anemia
ferropénica, ya que éstas suelen contener entre 10 – 12 miligramos de hierro por litro
y las no fortificadas entre 1,1 y 1,5mg, esto hace que a pesar de que su absorción sea
menor (4%), la alta concentración de hierro proporciona mayor cantidad del mineral
para ser absorbido (0,4mg/día), en comparación con lo aportado por la leche materna
(0,12mg/día), Archivos Pediatría (2001).
En cuanto a la ablactación en este estudio, se observó que en el grupo de lactantes
de 5 a 6 meses, fue mayor el porcentaje de niños con anemia ferropénica de 75%,
entre aquellos que no habían iniciado ablactación, en comparación con 54,5% entre lo
ablactados.
Oski (1993) encuentra que la ablactación tardía conlleva a la deficiencia de hierro
en los lactantes, puesto que la lactancia materna exclusiva es insuficiente en el aporte
de hierro al lactante en crecimiento más allá de los 6 meses. Urrestarazu y otros
(2004) en su estudio señala, que la ingestión de alimentos fuentes de vitamina C, de
carne y frijoles a los 6 meses fueron factores de protección para la anemia (OR de
0,5), y que comprobó la importancia de una adecuada introducción de alimentos en el
6º mes de vida para la prevención de la anemia ferropénica en la infancia.
El 90,14% de la población en esta investigación tenían un estado nutricional
normal, de ellos, el 35,9% presentaban anemia ferropénica y 6,2% déficit de hierro.
El aquellos niños con déficit de peso se encontró 33,3% tanto de anemia ferropénica,
como de déficit de hierro, y en los que tuvieron exceso de peso, 25% tenían anemia
ferropénica, e igual número con déficit de hierro. En base a estos resultados se
plantea que en los niños con alteración de su estado nutricional se observó con una
mayor frecuencia el déficit de hierro.
74
En el estudio realizado por García y otros (2002), en 104 niños de 0 a 12 meses en
la Ciudad de Camagüey en Cuba, obtuvieron un 15,3% de niño anémicos, y de estos
la cuarta parte (18,6%) presentó malnutrición por defecto.
En el presente estudio la mayor cantidad de niños sin deficiencia nutricional de
hierro se encontró entre los primogénitos con 65,5%. Fue en los lactantes productos
de 2º y 3º gesta en quienes se observó el mayor porcentaje de anemia ferropénica con
el 41,4% y el déficit de hierro fue de 13,8%.
Estos últimos resultados difieren de lo encontrado por Urrestarazu y otros (2004)
en su estudio realizado en 130 niños de bajo nivel socioeconómico en la Ciudad de
Sao-Paulo Brasil, donde encontró que el orden de nacimiento superior a 4 fue un
factor de riesgo para la anemia ferropénica (OR de 2).
Al estudiar la presencia de anemia de la madre durante el embarazo, y la
suplementación con hierro durante ese período, se encontró el mayor porcentaje de
niños con anemia ferropénica entre aquellas madres que negaron el antecedente de
anemia durante el embarazo 40%, y en las madres que si sufrieron de anemia durante
la gestación, el porcentaje fue menor, con 23,8% de anemia ferropénica, y el déficit
de hierro de 9,5%. Se encontraron solo 2 lactantes cuyas madres refirieron no haber
cumplido la ferroterapia oral durante su embarazo, ambos niños resultaron tener
anemia ferropénica, lo que representó el 100%. Aunque se encontró una menor
proporción de niños con anemia entre las madres que sufrieron de anemia durante la
gestación (PR=0,92), en comparación con las no anémicas, esta relación fue débil y
estadísticamente no significativa (p>0,05).
Estos resultados tienen su posible explicación en lo propuesto por Rao y otros
(2002) ellos afirman que el paso transplacentario de hierro es un mecanismo de alta
eficiencia que garantiza el aporte suficiente de hierro al feto, y que esto ocurre
principalmente en el tercer trimestre del embarazo.
Brathd y Moe (1980), además de Milman y otros (1994) proponen que existe un
comportamiento logarítmico entre la reserva de hierro materna y las concentraciones
de ferritina sérica, así en condiciones extremas de ferropenia materna, puede estar
75
afectado significativamente el mecanismo de transporte de hierro transplacentario,
hecho que puede modificarse con la suplementación materna con hierro.
Estos resultados confirman la importancia de la suplementación nutricional con
hierro a la madre durante el embarazo y la lactancia, como medida preventiva para el
desarrollo de anemia ferropénica en el niño.
Al estudiar la vía de nacimiento del niño, se encuentra que en aquellos lactantes
nacidos por cesárea fue menor el porcentaje de anemia ferropénica con 29,6%. En los
nacidos por parto eutócico vaginal, se observó un 43,2% de anemia no ferropénica,
seguido de un 38,6% de la ferropénica. Aunque se encontró mayor proporción de
niños anémicos en aquellos nacidos por parto vaginal (PR=1,23), no se encontró
diferencia estadísticamente significativa en relación a los nacidos por cesárea
(p>0,05).
Estos resultados pueden ser explicados, en parte por lo planteado con anterioridad,
referente al tiempo de pinzado del cordón umbilical (Strauss, 2003), y la técnica
empleada por el médico para el corte del mismo. En el parto por cesárea, por las
mismas condiciones en las que se realiza, el neonato es colocado al mismo nivel de la
madre, y el cordón umbilical es pinzado de manera tardía generalmente, lo que
implica mayor transfusión placentaria al niño. En cambio en el parto eutócico es más
probable que al momento de extraer al feto, éste sea colocado por encima del nivel de
la madre, lo que implica la transfusión feto-materna, además de que el estrés del
médico en la atención del parto puede traer como consecuencia el pinzado precoz del
cordón umbilical.
Finalmente al estudiar las manifestaciones clínicas al examen físico de los niños
con anemia ferropénica y déficit de hierro, vemos que la palidez cutáneo-mucosa fue
el signo clínico principal, encontrándose en el 76% de los lactantes con anemia
ferropénica y en el 66,6% de los que tuvieron déficit de hierro, las infecciones agudas
del tracto respiratorio superior también ocuparon un lugar importante, 40% en
lactantes con anemia ferropénica y 16,6% de aquellos con déficit de hierro, el soplo
cardíaco funcional fue el menos frecuente y se encontró solo en niños con anemia
ferropénica con un 8%. Es notoria la cantidad de niños asintomáticos en ambas
76
entidades, sobre todo en aquellos con déficit de hierro con un 50%, y en la anemia
ferropénica de 36%.
García y Aguirrezabalaga (2006) señalan que los signos y síntomas dependen del
grado y rapidez con que se desarrolle la anemia. Describen hasta un 45% de niños
con anemia ferropénica severa que pueden estar asintomáticos, que la palidez es el
signo más frecuente y que cuando el grado de anemia aumenta pueden aparecer los
soplos funcionales.
En el estudio señalado anteriormente realizado por García y otros (2002),
encontraron, entre las enfermedades asociadas a los niños con anemia, las infecciones
respiratorias agudas con un 25%, seguida de la enfermedad diarreica aguda con
12,5%. Los niños sin enfermedad asociada ocuparon un 25%.
Finalmente se quiere recalcar que los resultados obtenidos en esta investigación no
son concluyentes, por el reducido número de niños incluidos en la muestra, lo que
mantiene la necesidad de seguir investigando en este campo, y ahondar más en la
búsqueda de respuestas a las interrogantes planteadas y de las nuevas inquietudes
surgidas a partir de este estudio.
77
CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES
1. El valor medio de hemoglobina fue similar en los 3 grupos: entre 1 a 2 meses
de 9,48g/dl ± 2,06, los niños de 3 a 4 meses tuvieron 9,75g/dl ± 2,7, y los de 5 a 6
meses 9,38g/dl ± 1,18.
2. La frecuencia de anemia ferropénica en la población estudiada fue de 35,2% y
la del déficit de hierro de 8,5%.
3. La anemia ferropénica apareció desde edades tempranas, encontrándose en el
23,7% de los lactantes entre 1 a 2 meses, y su frecuencia fue aumentando con la edad
del niño llegando a 63,2% en los lactantes de 5 a 6 meses. El déficit de hierro sin
anemia fue mayor entre los niños de 3 a 4 meses con 28,6%, lo que sugiere que es la
edad en la que se inicia mayormente la depleción de las reservas de hierro en nuestro
medio.
4. El sexo masculino fue el más afectado con un 47,2% de anemia ferropénica en
ese grupo.
5. Todos los lactantes que se alimentaban con leche entera de vaca estaban
anémicos y de ellos el 50% tenían anemia ferropénica. En cambio, los niños
alimentados con fórmulas fortificadas presentaron la menor frecuencia de anemia
ferropénica con 28,6%.
6. No se encontró diferencia estadísticamente significativa entre la proporción de
niños anémicos que habían sido alimentados con fórmula, de aquellos que recibían
lactancia materna exclusiva (p>0,05), lo que confirma que la alimentación ideal para
el niños en sus primeros 6 meses de vida sigue siendo la lactancia materna exclusiva.
78
7. Entre los niños de 5 a 6 meses se observó mayor frecuencia de anemia
ferropénica entre aquellos que no habían iniciado ablactación (75%), lo que afirma la
importancia de una adecuada alimentación suplementaria a esta edad para la
prevención de la anemia ferropénica en la infancia.
8. En los niños con alteración de su estado nutricional fue mayor el déficit de
hierro, con 33,3% en aquellos con déficit de peso y de 25% en los que tenían exceso
de peso.
9. En aquellos lactantes producto de 2º y 3º gesta fue mayor la frecuencia de
anemia ferropénica 41,4%, en comparación con los lactantes nacidos de 4º gesta ó
más (23,1%).
10. No se encontró diferencia estadísticamente significativa entre la proporción de
niños anémicos nacidos de madres con anemia durante su embarazo, en comparación
con las madres que no sufrieron de anemia durante ese período (p>0,05). Esto
confirma la existencia de un mecanismo de transporte de hierro transplacentario al
feto durante la gestación que es eficaz, a pesar de que la madre sufra de anemia.
11. El 100% de los niños cuyas madres refirieron no haber cumplido ferroterapia
oral durante el embarazo presentaron anemia ferropénica, lo que confirma la
importancia del control prenatal y de la suplementación con hierro en la dieta de la
embarazada, como medida preventiva de la anemia ferropénica en el niño.
12. Al estudiar la vía de nacimiento del niño, se observa que existe mayor
proporción de lactantes anémicos entre aquellos nacidos por parto eutócico vaginal en
comparación con la cesárea (PR=1,23), pero esta relación no fue estadísticamente
significativa (p>0,05).
13. El signo clínico principal tanto en la anemia ferropénica como en la
deficiencia de hierro fue la palidez cutáneo-mucosa, y la enfermedad que más
comúnmente se vio asociada fueron las infecciones agudas del tracto respiratorio
superior. Aunque existe un gran número de niños asintomático en ambas entidades
36% de aquellos con anemia ferropénica y el 50% de los que tienen déficit de hierro.
14. Se debe seguir investigando en esta población y lograr incluir un mayor
número de niños para obtener resultados más concluyentes.
79
CAPÍTULO VII
RECOMENDACIONES
1. Promover la importancia del adecuado control prenatal en toda la población, y
seguir aplicando estrategias para mejor la nutrición de hierro antes y durante el
embarazo y en el período perinatal, mediante la suplementación con hierro en la dieta
de la madre, como medidas preventivas de la anemia ferropénica en el niño.
2. Promover la ligadura oportuna del cordón umbilical, mediante campañas de
concientización dirigida al personal médico en todos aquellos centros asistenciales de
salud que cuenten con salas de atención de partos.
3. Seguir promoviendo la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad,
y emplear las fórmulas fortificadas solo en los casos cuando la lactancia materna
exclusiva no pueda cumplirse.
4. Evitar la alimentación del niño con leche entera de vaca durante el primer año de
vida.
5. Recomendar añadir suplemento con hierro a dosis de 1mg/kgP/día, en lactantes
a término con lactancia materna exclusiva a partir del 4º mes de edad, según lo
recomendado por el Comité de Nutrición de la Academia Norteamericana de Pediatría.
6. Se recomienda realizar el cribado de anemia a todos los niños con alto riesgo
en nuestro medio, a los 3 – 4 meses de edad, y realizar un 2º cribado en caso de que el 1º
haya resultado con anemia, ó realizarlo a los 5 – 6 meses cuando el 1º haya sido normal.
7. Promover el inicio adecuado de la alimentación complementaria, la cual no
debe realizarse antes del 4º mes de edad, ni después del 6º mes, en aquellos niños que
no tienen lactancia materna exclusiva.
80
8. Seguir investigando en el tema en nuestra población, y crear nuestros propios
patrones de referencia, en cuanto a valores hematológicos se trata, para el grupo
etario de 1 a 6 meses.
9. Presentar estos resultados a todos aquellos organismos que tienen competencia
en la atención de la madre y el niño (MSDS) a fin de revisar y fortalecer los
programas inherentes a la atención prenatal, natal y postnatal y control de niño sano.
81
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85
ANEXOS
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Anexo A
Currículum Vitae del Autor
DATOS PERSONALES: Nombre y Apellido: Cristhian Criceira Pérez león. F.N.: 02/05/1978. C.I.: V-13.679.809. Dirección: Urb. Patarata I Bloque 6 entrada D Apto D-6 Barquisimeto. Teléfonos: 0251-2675796 – 0416-2531297 – 0253-4911940 DATOS ACADÉMICOS:
- Médico Cirujano (Mención Cum Laude). UCLA. Decanato de Ciencias de la Salud. Fecha de Grado: Noviembre/2002.
- Médico Especialista en Puericultura y Pediatría. UCLA. Hospital Universitario Pediátrico “Dr. Agustín Zubillaga”. Barquisimeto. Fecha de Grado (asistencial): Diciembre/2008.
EXPERIENCIA LABORAL - Internado Rotatorio Docente. Hospital Central “Dr. Antonio María Pineda”.
Período Marzo/2003 a Marzo/2005. - Residencia Urbana en el Ambulatorio Urbano Tipo III “Dr. Daniel Camejo
Acosta”. Barquisimeto, período Marzo-2005 a Marzo-2006. - Residencia de Postgrado Universitario en Puericultura y Pediatría. Hospital
Pediátrico “Dr. Agustín Zubillaga”. Barquisimeto, Período Marzo-2005 a Diciembre-2008.
CARGO ACTUAL: - Médico Residente de 1º año del postgrado de Cardiología Infantil.
ASCARDIO, Barquisimeto – Lara.
87
Anexo B
Encuesta socio-económica y Clasificación por clases sociales según Graffar
modificado por Méndez-Castellano.
Nivel de instrucción de la madre: Universitaria o Equivalente_____________________________________________1 Secundaria Completa o Técnico Superior__________________________________2 Secundaria Incompleta o Técnico Medio___________________________________3 Primaria o alfabeto____________________________________________________4 Analfabeta___________________________________________________________5 Fuente Principal de Ingresos: Renta o fortunas Heredadas_____________________________________________1 Ganancias – Honorarios________________________________________________2 Sueldo Mensual______________________________________________________3 Salario semanal o de Destajo____________________________________________4 Donaciones Públicas o privadas__________________________________________5 Profesión del Jefe de Familia: Universitario_________________________________________________________1 Técnico titular________________________________________________________2 Empleado o técnico no titular o pequeño comerciante_________________________3 Obrero especializado___________________________________________________4 Obrero no especializado________________________________________________5 Condiciones de la vivienda: Óptimas condiciones espaciosa; Ambiente de lujo____________________________1 Óptimas condiciones espaciosa, sin lujo____________________________________2 Sin deficiencias sanitarias, espacio reducido sin lujo__________________________3 Rancho, condiciones sanitarias aceptables__________________________________4 Inadecuada, espacio muy reducido________________________________________5 Clase Social Clase I_____________________________________________________4 a 6 puntos Clase II____________________________________________________7 a 9 puntos Clase III__________________________________________________10 a 12 puntos Clase IV__________________________________________________13 a 15 puntos Clase V__________________________________________________16 a 20 puntos
88
Anexo C-1
Consentimiento Informado
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
UNIVERSIDAD CENTRO OCCIDENTAL "LISANDRO ALVARADO". DECANATO DE MEDICINA.
BARQUISIMETO .ESTADO LARA. En el hospital Universitario Pediátrico "Dr. Agustín Zubillaga" del Estado Lara se pretende realizar el proyecto de investigación titulado: Hierro Sérico y Hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”. Barquisimeto. INFORMACIÓN AL PACIENTE: Se les invita a participar en esta investigación. El estudio está siendo realizado por la Dra. Cristhian Pérez quien labora como Médico Residente del Hospital Universitario de Pediatría "Dr. Agustín Zubillaga". El mismo está siendo financiado por la autora. Usted decide si participará o no. Tómese su tiempo a fin de decidir. Lea detenidamente la información que se le suministra a continuación y está en libertad de preguntarle al médico encargado del estudio cualquier duda que pueda tener. El objetivo del estudio: es Determinar los niveles de hierro sérico y hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta” de Barquisimeto. Se espera que este trabajo investigativo sirva para: Conocer la frecuencia del déficit de hierro en los niños sanos menores de 6 meses que acuden al ambulatorio, y poder aplicarles un tratamiento oportuno. Para ello se ha elaborado una encuesta que consta de 02 partes, que debe ser respondida por la madre del paciente elegido para el estudio, el examen físico del niño, y finalmente la toma de la muestra. CONSENTIMIENTO VÁLIDO: YO,________________________________________CI__________________ mayor de edad, en pleno uso de mis facultades mentales y libre de coacciones o violencia alguna, en completo conocimiento de la naturaleza de la investigación, declaro: 1. He sido informado (a) de forma objetiva, clara y sencilla por parte del médico que realiza el estudio, de todos los aspectos relacionados con el proyecto de investigación titulado Hierro Sérico y Hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad, de estrato socio-económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta”. Barquisimeto. 2. Tener conocimiento claro de que el objetivo principal del trabajo, es Determinar los niveles de hierro sérico y hemoglobina en lactantes sanos de 1 a 6 meses de edad,
89
Anexo C-2
de estrato socio-económico bajo, que acuden al Ambulatorio Urbano tipo III “Dr. Daniel Camejo Acosta” de Barquisimeto. 3. Haber sido informado (a) de que mi participación en el proyecto consiste en contestar de manera verbal las preguntas que se me hagan por el entrevistador, el examen físico y la toma de una muestra de sangre a mi hijo. 4. Que la información que yo suministre al investigador, será usada única y exclusivamente para determinar los objetivos de este estudio. 5. Que se me ha garantizado la confidencialidad relacionada a mi identidad, de mi hijo y de toda la información relativa a mi persona en la que se acceda por mi participación en el proyecto mencionado. 6. Estoy de acuerdo con el uso de la información que suministre, para fines académicos derivados de los resultados obtenidos por el estudio. 7. Mi participación en este estudio, no implica riesgos para mí y el niño 8. Cualquier pregunta que tenga en relación a este estudio me será respondido por el responsable del mismo. 9. Bajo ningún concepto se me ha ofrecido ni pretendo recibir algún beneficio económico por mi participación en el estudio y no representará ningún costo para mi persona. DESCRIPCION DEL PROCESO: Es necesario que usted permanezca con su hijo durante el procedimiento. Dicho procedimiento no le ocasionará ningún costo, la extracción de la muestra le producirá molestia al niño, y existe un pequeño riesgo de que se infecte el sitio de la extracción, lo que se previene con las debidas normas de higiene, utilizando algodón y alcohol para limpiar la zona y usando jeringas estériles y desechables, de esta manera no representa riesgo para su hijo. BENEFICIOS: Si su hijo (a) participa en este estudio nos ayudara a encontrar la respuesta a esta investigación, además de que se puede saber si su hijo sufre de deficiencia de hierro o estado de anemia que se pueda corregir con un tratamiento oportuno. Puede que no haya ningún beneficio para la sociedad en el presente estado de la investigación, pero probablemente se beneficiarán generaciones futuras. A QUIEN CONTACTAR: Si usted tiene alguna pregunta puede hacerla ahora e incluso después de que haya comenzado el estudio. Si usted desea hacer preguntas más tarde puede contactar al investigador Dra. Cristhian Pérez teléfono 0416-2531297. Esta propuesta ha sido evaluada y aprobada por la Comisión de Bioética del Hospital Universitario de Pediatría Dr. Agustín Zubillaga y la Comisión de Postgrado del Decanato de Medicina de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado. DECLARACIÓN DEL VOLUNTARIO PARTICIPANTE: Una vez leído, comprendido y recibido respuestas a mis preguntas respecto a este consentimiento informado y por cuanto mi participación en este estudio es completamente voluntaria, acuerdo:
90
Anexo C-3
1. Aceptar las condiciones estipuladas en el mismo, y autorizar al investigador la realización del estudio con los fines anteriormente descritos. 2. Reservarme el derecho de revocar esta autorización, así como mi participación en el proyecto en cualquier momento que lo decida. Firma del Voluntario Nombre y Apellido: CI: Firma del investigador: Nombre y Apellido: CI: DECLARACIÓN DEL INVESTIGADOR: Luego de haber explicado detalladamente al voluntario la naturaleza del estudio mencionado, certifico mediante la presente que, a mi saber, el sujeto que firma este consentimiento informado, comprende la naturaleza, requerimientos, riesgos, beneficios de la participación en este estudio, no existe ningún problema de índole médica, de idioma o de instrucción que hayan impedido al sujeto tener una clara comprensión del compromiso de este estudio. Investigador: ______________________________________ Lugar y fecha: _________________________
91
Anexo D-1
Instrumento de Recolección de Datos
Historia N° ______. Teléfono:_________________.
I.- Parte: Nombre y apellido: ________________________________Edad: __________meses. Sexo: M_______F________.FN:____/____/____. Madre de ______años de edad. El niño es su gesta N°________________. Durante el embarazo su médico le diagnosticó Anemia: Si________ No__________. Recibió tratamiento con hierro durante el embarazo: Si ______No______. Presentó alguna complicación durante el embarazo: Si_______ No________. Qué tipo de complicación: ___________________________________________. Parto a las _______semanas de gestación. Eutócico: ________Cesárea_________. Peso al nacer: __________gramos. Respiró espontáneamente Si________No________. Presentó algún problema después de nacer: Si________No_________. Especifique______________________________________________. Que tipo de alimentación ha recibido el niño: Lactancia Materna__________.exclusiva: Si_______No_________ Lactancia mixta: _________Suplementaria__________ Complementaria_________. Formula infantil___________ Desde cuando: _____________________________. Leche completa____________Desde Cuando: _____________________________. Aglactación: ____________Desde cuando_________________________________. Tipo de alimentos: ____________________________________________________. El niño recibe o ha recibido algún tratamiento con: Hierro: Si_______No_________. Ácido Fólico: Si___________No_________. Vitaminas: Si_____________No____________. De que se ha enfermado su hijo: Ha sido hospitalizado: Si_________No___________ Por cuanto tiempo_______________________ El niño sufre de alguna enfermedad de la sangre: Si__________No__________. Qué enfermedad___________________________________________________. En su familia por parte de madre o padre hay alguien que sufra alguna enfermedad de la sangre Si____________No_____________. Que tipo de enfermedad____________________________________________.