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LA ALHAMBRA: EL GENERALIFE
CULTO AL PLACER
El Generalife es una pequeña parte del conjunto monumental que forma la Alhambra.
Sin embargo su visita es obligada para el Paseante, para descubrir aquella finca de recreo del rey de la Alhambra, que como no podía ser de otra manera, se construyó combinando el lujo de sus edificaciones, con la riqueza vegetal y la imprescindible presencia del agua.
Vecino con la Alhambra en su colina de La Sabika, se sitúa el Cerro del Sol. Fue éste el sitio de asentamiento de huertas y fincas de recreo de los moradores de la Alhambra. Allí pasaron temporadas de descanso, dejando los asuntos de la corte, lo suficientemente lejos para relajarse, pero tan cerca, como para acudir a ellos si se les requería de forma inmediata.El Generalife (“jardín del alarife o arquitecto” es la traducción) es la principal de aquellas construcciones – huertas – jardines, y la única que ha llegado a nuestro días. Podríamos hablar, de forma poco rigurosa, del primer carmen que tuvo Granada.Su paseo es subyugante, por su entorno y la belleza de su concepción, haciendo de él, quizás, la parte más recogida de la Alhambra.
Se conoce como Patio de la Acequia, al principal de los que hay en el Generalife. Tal es la importancia del agua en estos jardines y construcciones, que sus dos pabellones se estructuran en función del patio con su alberca. Constituyen el prototipo de jardín musulmán.Lugar que el paseante recorre arriba y abajo, pasando junto a la acequia, oliendo el mirto, las rosas, oyendo el rumorcillo del agua…El Pabellón Norte, es la principal edificación del Generalife y albergó las estancias de descanso.
Frente a él, cerca, pues lo separan apenas cincuenta metros, pero tan lejos como quiera el Paseante hacer íntimo su recorrido, se sitúa el Pabellón Sur.
Éste albergó la parte administrativa de este bello recinto de descanso.
Vista del Pabellón Norte, desde el Sur, donde se aprecia su cercanía, que el Paseante puede hacer kilómetros en su delectación.
Lindante con el Patio de la Acequia, se pasea por el Patio del Ciprés de la Sultana. Bellísimo patio, en forma de “U”, que tiene en su lateral oriental un enorme ciprés, con tal peso que lo ha ido inclinando con el paso de los siglos. Este patio tiene en su leyenda los amores prohibidos entre la sultana y el abencerraje. Los enamorados cantaban su romance a la sombra del ciprés, que … al conocer la tragedia de la muerte de los príncipes abencerrajes, recogió las lágrimas de la desconsolada sultana, que secaron para siempre el tronco del árbol.
También en el interior de las dependencias se aprecia el Estilo Nazarí.
Los materiales de nuevo vuelven a ser el yeso, estuco y mármol.
De hecho, reconocemos que estamos en dependencias distintas a los palacios nazaríes, porque éstos se divisan desde el propio interior de los pabellones del Generalife.
Curioso “Tanto Monta Y F”, caligrafiado en una arquería del Generalife y escudos cristianos, de aquellos que tras la conquista, no pudieron sino admirar la obra ingente realizada por sus predecesores.
Concebido como espacio de esparcimiento y descanso, el Generalife no podía sino tener grandes zonas de jardín y huerto (de flores pero también de frutas). Los jardines se estructuran en torno a los patios y dependencias y también en largos paseos que se asoman en terraza hacia zonas declives.Ahí se sitúa la huerta. Y desde ambos se divisa la Alhambra.
Por donde quiera que se dirija el paseante en el Generalife, siempre va encontrar al ciprés, como rey de los árboles de este reino vegetal. La riqueza de agua del Generalife propicia que en todos sus paseos, árboles, arbustos, setos y flores se confundan con la arquitectura dando frescor y colorido.
concepción original del “jardín del arquitecto” se
alternaban chorros y albercas. La realidad es que
los separan siglos de diferencia.
El tratamiento del AGUA en el Generalife es excepcionalmente bello y hereda por una parte, la placidez de las albercas remansadas de sus constructores. Éstas fueron concebidas para dar paz y sosiego a aquel que las contemplara, paseando o meditando, escribiendo poemas o declarando su amor.Siglos después, el Neoclasicismo, incorporó a la Alhambra surtidores versallescos, que chapotean en las aguas tranquilas de las acequias y patios.
Y para terminar … Gran parte de la originalidad del Generalife reside en la Escalera de Agua. ¿Qué tendría en la cabeza aquel que diseñó una barandilla formada por cristalina y fresca agua? El agua, nuevamente el agua, vuelve a aparecer en estos Paseos Íntimos, ya sea en la Alhambra o Generalife, como lo ha sido en el Albayzín o lo será en la ciudad baja.