UNA REEVALUACIÓN DE LA SERIE VALENCIOIDE por: Eduardo Herrera Malatesta Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para optar al Titulo de Magíster Scientiarum en Antropología INSTITUTO VENEZOLANO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS I.V.I.C. CENTRO DE ESTUDIOS AVANZADOS CARACAS Septiembre de 2009
Trabajo de grado presentado ante el Centro de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas como requisito parcial para obtener el titulo de Magister Scientiarum, 2009
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UNA REEVALUACIÓN DE LA SERIE VALENCIOIDE
por:
Eduardo Herrera Malatesta
Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para optar al Titulo de Magíster
Scientiarum en Antropología
INSTITUTO VENEZOLANO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
I.V.I.C.
CENTRO DE ESTUDIOS AVANZADOS
CARACAS
Septiembre de 2009
RESUMEN DEL TRABAJO DE GRADO PRESENTADO PARA OPTAR AL TITULO DE
MAGÍSTER SCIENTIARUM EN ANTROPOLOGÍA
UNA REEVALUACIÓN DE LA SERIE VALENCIOIDE
por:
Eduardo Herrera Malatesta
Centro de Estudios Avanzados
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
I.V.I.C.
Caracas, septiembre de 2009
Lilliam Arvelo
Tutora de la Tesis
El Centro Norte de Venezuela se conoce arqueológicamente desde finales del
siglo XIX. Sin embargo, no es hasta 1932 que se realizan las primeras excavaciones
sistemáticas. Estos trabajos, llevados a cabo en la Cuenca del Lago de Valencia por tres
arqueólogos norteamericanos, Wendell Bennett en La Mata, Cornelius Osgood en
Tocorón y Alfred Kidder II en Los Tamarindos, constituyen la base de las
investigaciones arqueológicas en la región hasta el día de hoy. A finales de 1960,
Cruxent y Rouse, en su conocido libro Arqueología Cronológica de Venezuela,
definieron a partir de los trabajos de Bennett, Osgood y Kidder, así como de las
investigaciones de Cruxent en sitios de la Costa Central y las Montañas aledañas a la
Cuenca del Lago de Valencia, una serie cerámica que se distribuye en todo el Centro
Norte de Venezuela. La serie Valencioide, ubicada cronológicamente entre el 900 a 1500
d.C., está constituida por 7 estilos cerámicos ubicados cada uno de ellos en un área
geográfica del Centro Norte de Venezuela, y su sitio cabecero es La Mata.
Los arqueólogos que hemos trabajado en esta región después de Cruxent y Rouse,
mantuvimos la clasificación de estos autores intacta y sin modificaciones. Sin embargo,
nuestras preguntas de investigación han buscado responder aspectos diferentes sobre las
culturas del pasado. Cruxent y Rouse, buscaban conocer la historia cultural de la región a
partir de ideas de migración, difusión y evolución cultural. El modelo y la clasificación
de estos autores están implícitos en todos los trabajos arqueológicos que se han hecho en
la región.
Esto no significa un problema; sin embargo, lo que podría significar un problema
es que ningún trabajo arqueológico en la región Centro Norte ha actualizado la
clasificación de Cruxent y Rouse. Para la definición de la serie Valencioide estos autores
trabajaron con una base de datos de 32 sitios; y actualmente la cuantitativa de reportes
arqueológicos relacionados con la serie Valencioide ha aumentado en 107 sitios más. Es
a partir de todo lo anterior que se propone reevaluar y actualizar la clasificación cerámica
de la Serie Valencioide.
Los datos analizados en este trabajo y sus resultados llevaron a considerar una
nueva clasificación cerámica para la serie Valencioide; que consiste en la definición de la
serie en dos sub-series, cada una vinculada a un periodo de tiempo y un área geográfica
específica. Este esquema clasificatorio representa una nueva hipótesis sobre la secuencia
histórico-cultural de la serie Valencioide.
v
Agradecimientos Al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas por brindarme la oportunidad de pertenecer a una institución de alta excelencia académica, así como por haberme financiado y apoyado en todas mis actividades académicas y extraacadémicas. Al personal administrativo del Centro de Estudios Avanzados y al personal de la Biblioteca Marcel Roche por siempre brindar un trato cordial y de alta calidad administrativa y humana. A la Dra. Lilliam Arvelo, por su gran calidad como tutora, profesional y persona. Sin su valiosa orientación y estimulo este trabajo no existiría. A mis compañeros del Laboratorio de Arqueología: Ant. Nicolás González, Ant. Eduy Urbina por sus valiosos comentarios sobre mi trabajo, y su constante apoyo académico. Muy especialmente a mis compañeras, Ant. Marcia López y Ant. Yadira Rodríguez por su constante estimulo, orientación y colaboración durante mi postgrado y mi tesis. A mis compañeros del postgrado Ant. Francisco Tiapa, Ant. Xiomara Escalona, Ant. Ant. Sigrid Curtis y Ant. Jeyni González. A mis profesores durante el postgrado, Dr. Horacio Biord, Dr. Franz Scaramelli, Dr. Eliézer Arias, Dra. Berta Perez, Dra. Egleé Zent, Dr. Stanford Zent, Dra. Nelly Arvelo-Jiménez, Dr. Luis Llambí, por haberme brindado la oportunidad de asistir a un postgrado de excelente calidad académica. Muy especialmente quisiera agradecer a los investigadores del Centro de Antropología: Dr. Werner Wilbert, Dr. Rafael Gassón, Dra. Hortensia Caballero, Dra. Erika Wagner y Dra. Alberta Zucchi por brindarme constante estimulo y apoyo académico tanto en mis clases, en la tesis como en mis actividades extraacadémicas y profesionales. A Nuria Martín por ayudarme con la impresión de las súper tablas y los mapas. Al Dr. Andrzej Antczak y la Dra. María Magdalena Antczak por siempre estar dispuestos a ayudarme y orientarme en mi carrera. Al Ing. Andrej Sýkora, siempre dispuesto a compartir y discutir sobre arqueología. Quisiera igualmente agradecer a los profesores de la Escuela de Antropología, Prof. Rodrigo Navarrete, Prof. Kay Tarble, Prof. Luis Molina y Prof. Carlos Alberto Martín por su atención al desarrollo de mi carrera incluso durante mi postgrado. A mi familia, Parisina Malatesta, Eduardo Herrera, Romina Herrera, Carlos Herrera, Bettina Herrera, al nonno, la nonna, mis abuelos por siempre estar presentes en mi vida; también a mi nueva familia Efraín Martínez, Luz Esther Martínez, Soni, Yskler e Yskander por todo su apoyo y cariño. A Sahirine Martínez, mi esposa, no hay palabras para describir mi sentimientos y agradecimiento… A la gente de Patanemo, siempre presentes e interesados en el pasado. Al Tango por dejarme sentir, crecer y entender el mundo desde otra perspectiva.
A mi familia, por su apoyo y solidaridad
A Bennett, Osgood y Kidder, cuyas investigaciones siguen siendo un estímulo
vii
ÍNDICE
pág.
Resumen iii
Agradecimientos v
Dedicatoria vi
Lista de Tablas ix
Lista de Figuras x
Lista de Mapas x
Lista de Gráficos xi
Lista de Láminas xii
Introducción 1
I. Planteamiento del Problema 4
Contexto General 4
La investigación en la Cuenca de Patanemo 7
II. Antecedentes y Contexto de la Investigación 10
Una mirada a los orígenes de la arqueología regional 10
Primeras clasificaciones cerámicas 16
La serie Valencioide 25
Reevaluaciones estilísticas precedentes 27
III. Consideraciones Teóricas 30
Sistemática 30
Conceptos claves 32
Consideraciones generales 34
viii
IV. Metodología y Clasificación 36
Dimensiones de Análisis 36
Metodología General del Trabajo 36
Proceso de Obtención de Datos 37
Metodología y Definición de Unidades Espaciales 38
Metodología y Definición de Unidades Temporales 41
Metodología de Clasificación 46
Clasificación Cerámica: Serie Valencioide 52
Consideraciones sobre la Serie y los Estilos Valencioides 53
V. Análisis de los Datos 79
Análisis Estilístico 79
Cruce de Dimensiones: Estilística y Espacio 85
Cruce de Dimensiones: Estilística y Tiempo 85
Resultados del Cruce de Dimensiones: Definición de Sub-series 87
VI. Conclusiones 90
Hipótesis Generales 90
Hipótesis Específicas 91
Nuevos Objetivos de Análisis 93
Bibliografía 96
Anexos 111
Resumen Curricular 230
ix
LISTA DE TABLAS
Tabla Pág.
I Lista de Sitios Arqueológicos Valencioides del Centro Norte 113
II Categorización de Sitios Arqueológicos del Centro Norte 125
III Total de Sitios Utilizados en los Análisis 129
IV Sitios utilizados en cada línea de análisis 130
V Equivalencia a Nomenclatura de Clases Formales 134
VI Características de las Clases Formales 138
VII Clases Formales: Variaciones de Forma de Borde 140
VIII Fechados Absolutos 144
IX Cuantitativa de Enterramientos y Deformaciones Craneales 145
X Evidencias Estilísticas por Periodos Cronológicos 146
XI Cuantitativa de Clases Formales por Sitios Arqueológicos 147
XII Presencia de Clases Formales por Sitios en la Región 148
XIII Porcentaje Total de Decoraciones en Sitios Arqueológicos 148
XIV Presencia de Técnicas Decorativas en los Sitios de la Región 149
XV Cuantitativa de Técnicas Decorativas por Clase Formal en la Región 150
XVI Cuantitativa de Técnicas Decorativas en Panzas por Sitio en la Región 151
XVII Cuantitativa de Técnicas Decorativas en el Área de la Costa Centro-
Oriental 152
XVIII Cuantitativa de Técnicas Decorativas en el Área de las Montañas del
Centro Norte 153
XIX Conjunto Estilístico: Serie Valencioide 154
XX Conjunto Estilístico: Estilo Cementerio Tucacas 155
XXI Conjunto Estilístico: Estilo El Pinar 155
XXII Conjunto Estilístico: Estilo Río Chico 155
XXIII Conjunto Estilístico: Estilo Las Minas 155
XXIV Conjunto Estilístico: Estilo Valencia 156
XXV Conjunto Estilístico: Estilo Topo 156
XXVI Presencia de Técnicas Decorativas en Sitos Costeros 156
XXVII Ubicación de Colecciones Cerámicas dentro de Estilos Valencioides 157
x
XXVIII Evidencias estilísticas por periodos cronológicos 158
XXIX Cronología de Sitios fechados con C14 159
XXX Cronología de los Estilos Valencioides 160
LISTA DE FIGURAS
Figura Pág.
1 Esquema de Estudio de los Sitios 162
2 Esquema de Estudio del Material Cerámico 163
3 Matriz de Técnicas Decorativas: Cuenca de Patanemo 164
4 Modos Decorativos de la Región Centro Norte de Venezuela 165
5 Clasificación de modos de pasta 166
6 Esquema de Estudio del Espacio 167
7 Esquema Clasificación de Serie Valencioide 168
LISTA DE MAPAS
Mapa
1 Ubicación de los Estilos Valencioides 170
2 Dicotomía Oriente-Occidente 171
3 Sitios Arqueológicos Valencioides reportados hasta 1958 172
4 Sitios Arqueológicos Valencioides reportados hasta 2008 173
5 Sitios arqueológicos excavados por el autor en la Cuenca de Patanemo
entre 2002 y 2003
174
6 Sitios Arqueológicos Valencioides en la Región Centro Norte de
Venezuela
175
7 Primeras Excavaciones Arqueológicas en la Cuenca del Lago de
Valencia
176
8 Áreas de la Región por agrupación de sitios 177
9 Área del Lago de Valencia 178
10 Área de la Costa Centro-Oriental (1) 179
xi
11 Área de la Costa Centro Orientales (2) 180
12 Área de las Montañas del Centro Norte 181
13 Área de las Islas Oceánicas: Archipiélago de Los Roques 182
14 Área de las Islas Oceánicas: La Orchila 183
15 Distribución Espacial de las Sub-series 184
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico
1 Porcentaje de Clases Formales en Pueblo de Patanemo 186
2 Porcentaje de Clases Formales en Los Pueblos 186
3 Porcentaje de Clases Formales en Primavera 187
4 Porcentaje de Clases Formales en Playa de Patanemo 187
5 Porcentaje de Clases Formales en Playa Chuao 188
6 Porcentaje de Clases Formales en Puerto Maya 188
7 Porcentaje de Clases Formales en Cúpira 189
8 Porcentaje de Clases Formales en Guaremal 189
9 Porcentaje de Clases Formales en Las Minas 190
10 Porcentaje de Clases Formales en Topo 190
11 Porcentaje de Clases Formales en Krasky 191
12 Porcentaje de Clases Formales en La Mata 191
13 Porcentaje de Clases Formales en Tocorón (de Osgood) 192
14 Porcentaje de Clases Formales en Tocorón (de Cruxent) 192
15 Porcentaje de Clases Formales en La Mata y Tocorón 193
16 Porcentaje de Clases Formales en La Mata, Tocorón (de Osgood) y Tocorón
(de Cruxent)
194
17 Porcentaje de Clases Formales en la Región 195
18 Porcentaje Total de Decoraciones en Sitios Arqueológicos 195
19 Porcentaje de Técnicas Decorativas en la Región 196
20 Porcentaje de Técnicas Decorativas por Clase Formal en la Región 197
21 Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en la Región 198
xii
22 Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en la Cuenca de
Patanemo
199
23 Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Playa Chuao 200
24 Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Puerto Maya 201
25 Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Cúpira 202
26 Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Guaremal 203
27 Porcentaje de Técnicas Decorativas en la Costa Centro-Oriental 204
28 Porcentaje de Técnicas Decorativas en las Montañas del Centro Norte 205
LISTA DE LÁMINAS
Lámina Pág.
1 Adornos y Asas Decorados de La Mata 207
2 Ajuar Cerámico de La Mata 208
3 Ajuar Cerámico Atípico de Tocorón 209
4 Fragmentos de Borde en Tocorón 210
5 Asas y Apéndices Decorados en Tocorón 211
6 Formas de Vasija Fase Valencia, Los Tamarindos 212
7 Materiales Decorados Fase Valencia, Los Tamarindos 213
8 Modos de Borde: Cuenca de Patanemo 214
9 Modos de Borde: Región Centro Norte de Venezuela 214
10 Bordes y Vasijas No Incluidos en los Análisis 215
11 Técnicas Decorativas Plásticas: Cuenca de Patanemo 216
12 Técnicas Decorativas Pintadas: Cuenca de Patanemo 217
13 Material Cerámico Decorado, Cementerio Tucacas 218
14 Formas de Vasija, Cementerio Tucacas 218
15 Materiales Cerámicos, El Pinar 219
16 Formas de Vasija, El Pinar 219
17 Formas de Vasija, Río Chico 220
18 Materiales Cerámicos, Río Chico 220
19 Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Las Minas 221
xiii
20 Formas de Vasija, Estilo Las Minas 221
21 Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Valencia 222
22 Formas de Vasija, Sitios de la Cuenca del Lago de Valencia 222
23 Formas de Vasija, Estilo Valencia 223
24 Urnas Funerarias, Estilo Valencia 223
25 Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Topo 224
26 Formas de Vasija, Estilo Topo 224
27 Formas de Vasija, Cuenca de Patanemo 225
28 Materiales Cerámicos, Cayo Sal 226
29 Formas de Vasija, Cayo Sal 226
30 Figurinas Estandarizadas 227
31 Figurinas Heterogéneas 227
32 Figurinas Imitativas 228
33 Formas de Vasija, Estilo Krasky 228
34 Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Krasky 229
1
INTRODUCCIÓN
Siguiendo la idea de que la ciencia no se edifica en función de las novedades, en
cambio se construye a partir del cúmulo de informaciones que se van anexando al
conocimiento existente (Dunnell 1971), en este trabajo se tratará de realizar un aporte a
la arqueología del Centro Norte de Venezuela al reevaluar la serie Valencioide definida
por Cruxent y Rouse en 1958, en función de las evidencias cerámicas reportadas luego de
su trabajo. Esta investigación es una continuación de la iniciada en el 2002 en la Cuenca
de Patanemo y que resultó en la tesis de pregrado del autor (Herrera Malatesta 2004).
Para la región Centro Norte de Venezuela fueron Cruxent y Rouse (1982 [1958-
59]) los primeros que generaron un esquema clasificatorio completo que agrupara todas
las evidencias cerámicas recolectadas hasta ese momento; así definieron la serie cerámica
Valencioide, ubicándola cronológicamente, de manera relativa, entre el 900 y 1500 d.C.
El resto de los investigadores que hemos trabajado en la región utilizamos la
clasificación de Cruxent y Rouse como eje de las reconstrucciones sobre el pasado
indígena, sin embargo, las preguntas de investigación que se plantean hoy en día son
diferentes a las desarrolladas por ellos, por lo cual, a nuevas preguntas de investigación,
son necesarias nuevas clasificaciones de la cultura material (Tarble 1977).
Antes de seguir proponiendo modelos socio-políticos a partir de las
clasificaciones cerámicas, es importante evaluar la condición de la serie Valencioide en
función de los nuevos reportes arqueológicos que han aportado una base de datos mayor,
tanto en colecciones cerámicas como en fechas radicarbónicas. Si bien el trabajo de
Cruxent y Rouse continúa significando un aporte elemental a la arqueología nacional, es
prudente actualizarlo y considerar los posibles cambios generados por las nuevas
evidencias.
2
Este trabajo utilizará principalmente los datos disponibles en la bibliografía
especializada, pues se considera relevante analizar en detalle las informaciones
publicadas, y así poder considerar cuáles son las referencias bibliográficas existentes que
son útiles para evaluar la clasificación cerámica, la cronología y la definición de unidades
espaciales.
Hasta el momento no se han considerado cómo se insertan los nuevos sitios,
fechas y colecciones cerámicas en los estilos definidos por Cruxent y Rouse, desde 1958
hasta el día de hoy se han reportado una diversidad de sitios y colecciones cerámicas
nuevas que han sido incluidas a la serie sin mayor evaluación.
El trabajo consta de seis capítulos. En el primero se presenta el planteamiento del
problema, donde se desarrollan las ideas y supuestos que llevaron a la definición de las
preguntas y objetivos del presente trabajo. En el segundo, se discuten los antecedentes y
el contexto de la investigación, donde se relatan los orígenes de la arqueología de la
región, las clasificaciones cerámicas de Bennett, Osgood, Kidder II y Cruxent y Rouse;
y, por último se discuten los trabajos que inspiraron el presente estudio. En el tercer
capítulo, se desarrollan las ideas del marco teórico, las cuales giran en torno a la noción
de la sistemática en la arqueología y cómo se aplica esta teoría formal a la cerámica, y se
señalan los conceptos claves para el trabajo. En el cuarto, se abordará la metodología y
clasificación de las dimensiones a ser consideradas, que son: cultura material, tiempo y
espacio; y se plantea la clasificación cerámica y la definición de las unidades espaciales y
temporales a ser relacionadas con la evidencia estilística. En el quinto, se presentan los
análisis realizados a cada una de las dimensiones, así como los resultados preliminares de
cada una, y el cruce entre la estilística y las unidades espaciales y temporales. En el
capítulo seis, se presentan las conclusiones del trabajo donde se discutirá concretamente
3
los resultados finales de los cruces entre las variables y las dimensiones, se plantea una
nueva perspectiva para la serie y por último de delinearán los objetivos que se considera
deben ser desarrollados en el futuro de las investigaciones arqueológicas del autor en la
región.
4
I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Contexto general
La región Centro Norte de Venezuela se conoce arqueológicamente desde finales
del siglo XIX. Sin embargo, no fue hasta los años 30 del siglo XX cuando se realizaron
las primeras excavaciones sistemáticas. Estos trabajos, llevados a cabo en la Cuenca del
Lago de Valencia por tres arqueólogos norteamericanos, Wendell Bennett (1937) en un
montículo artificial de tierra en La Mata, Cornelius Osgood (1943) en un montículo
artificial de tierra en Tocorón y, Alfred Kidder II (1944) en Los Tamarindos a orillas del
Lago de Valencia en la Península de La Cabrera, constituyen la base de las
investigaciones arqueológicas de la región hasta el día de hoy.
A finales de 1960, Cruxent y Rouse, en su conocido libro Arqueología
Cronológica de Venezuela (1982 [1958-59]), definieron a partir de los trabajos de
Bennett, Osgood y Kidder II, así como de las investigaciones de Cruxent (1945a, 1946a,
1946b, 1946c, 1947-48, 1951, 1958, 1958-59a, 1958-59b, 1964) en sitios de la Costa
Central y las Montañas aledañas a la Cuenca del Lago de Valencia, una serie cerámica
que se extiende en todo el Centro Norte de Venezuela. La serie Valencioide, ubicada
cronológicamente de manera relativa entre 900 y 1500 d.C., con su estilo cabecero en el
sitio de La Mata, está constituida por 7 estilos cerámicos ubicados cada uno de ellos en
una zona específica de la región Centro Norte de Venezuela (Mapa #1).
Para estos autores, durante el periodo prehispánico tardío (900 a 1500 d.C.),
Venezuela estaba dividida en dos macro-regiones arqueológicas (Mapa #2). En este
modelo, se definió el Oriente con presencia de cerámica con decoración plástica,
consumo de yuca y sociedades tribales; y el Occidente, con presencia de cerámica con
decoración pintada, consumo de maíz y sociedades con estratificación social (Cruxent y
5
Rouse 1982 [1958-59]). El Centro Norte de Venezuela se constituyó, en términos
humanos, como producto de las migraciones desde el Río Orinoco. En un primer
momento, alrededor del 200 a.C. por grupos portadores de cerámica aplicado-modelada;
y un segundo poblamiento alrededor del 900 d.C. por grupos portadores de cerámica con
líneas finas incisas (Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]).
Bennett (1937), Osgood (1943) y Kidder II (1944) destacaron la dificultad de
agrupar el conjunto estilístico recolectado por ellos en los sitios de la Cuenca del Lago de
Valencia; pues la diversidad formal y estilística era abrumadora, por lo cual se les
dificultó generar una clasificación uniforme. Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]), también
destacaron este fenómeno estilístico, razón por la cual uno de los elementos claves de su
definición de la serie Valencioide fue la oposición de atributos estilísticos con las series
de Occidente y Oriente. Por un lado, esta serie no poseía las pinturas y patas en las
vasijas muy comunes y diagnósticas en Occidente, y por otro, no compartía totalmente la
decoración plástica y las formas de vasija carenadas de Oriente (Rouse y Cruxent 1963:
101).
Partiendo de la comparación estilística y de 2 fechas de C14 tomadas por Cruxent
(Rouse y Cruxent 1963) en un montículo artificial en la zona de La Mata en la orilla Este
de la Cuenca del Lago de Valencia (870 a 1070 d.C., ver tabla #VIII), los autores
relacionaron la cerámica Valencioide con la serie Arauquinoide del Orinoco Medio.
Aunque, destacan que posiblemente tuvo influencias estilísticas de la serie Barrancoide,
y específicamente de sitios de la región Centro Norte como La Cabrera (fase Cabrera) y
El Palito (estilo El Palito). Posteriormente, Lathrap (1970) relacionó a los grupos
portadores de cerámica de líneas finas incisas con grupos de lengua Caribe, por lo que la
hipótesis de la relación Arauquinoide–Valencioide se afianzó como una relación
6
estilística y lingüística. Con los trabajos de Zucchi (1985) y Tarble (1985), esta relación
pareció quedar consolidada.
La relación Valencioide–Caribe se refuerza cuando se añaden los datos
etnohistóricos (Humboldt 1991 [1826], Hernández de Alba 1948; Pimentel 1964 [1578]);
Biord 1992, 2001, 2005). Todos los textos arqueológicos que poseían un apartado sobre
“datos históricos” inmediatamente asumían la descripción de características de la
organización social Caribe (Álvarez y Casella 1983; Morales 1984; Gómez 1995; Martín
1995; Antczak 1999, entre otros).
En este contexto se ha asumido que la serie Valencioide representa un conjunto
humano relacionado con los grupos Caribe hablantes y, por lo tanto, se ha concedido que
la similitud estilística de la serie es el resultado de la similitud cultural. Sin embargo, si
bien los textos históricos hacen reiterada manifestación a grupos Caribes en la región
Centro Norte, plantear una relación directa entre las evidencias arqueológicas y los
grupos étnicos y lingüísticos es muy arriesgado en este momento. Lo mismo ocurre con
las asunciones de que en la región se cultivó el maíz, y más aún que esto implica
directamente un marcador de jerarquía socio-política (Sanoja y Vargas 1974). Estas
interpretaciones han llevado a que el modelo dicotómico y la clasificación cerámica de
Cruxent y Rouse se asuman como modelos implícitos en el ordenamiento de la cultura
material y, en las interpretaciones sobre el pasado.
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]; Rouse y Cruxent 1963) concibieron la serie
Valencioide como un conjunto estilístico ubicado en un periodo de tiempo y espacio
geográfico bien delimitado, que no se superpone con el resto de las series venezolanas
del periodo tardío. En función de los objetivos de investigación de estos autores, tanto su
clasificación cerámica como las definiciones espacio-temporales son sistemáticamente
7
consistentes, y aún siguen significando el eje de cualquier investigación arqueológica en
el territorio nacional.
Es a partir de aquí que surge el problema de investigación de este trabajo, pues
para la definición de la serie Valencioide, Cruxent y Rouse (1982[1958-59]) trabajaron
con una base de datos de aproximadamente 32 sitios (Mapa #3); mientras que
actualmente, los sitios relacionados con la serie Valencioide han aumentado en 107 sitios
más1 (Mapa #4). Esto quiere decir que, si Cruxent y Rouse definieron la serie con
materiales de 32 sitios, actualmente con 139 es necesario plantear una reevaluación de la
clasificación cerámica.
La investigación en la Cuenca de Patanemo
Como ya se comentó, esta investigación es una continuación de la iniciada en el
2002 en la Cuenca de Patanemo (Herrera Malatesta 2004), que consistió en el
reconocimiento arqueológico de la zona y la identificación de la muestra cerámica
excavada de tres localidades de la Cuenca (Los Pueblos, Primavera y Pueblo de
Patanemo) y una excavada en 1996 por Andrzej y María Magdalena Antczak (Playa de
Patanemo). Las excavaciones consistieron en pozos de sondeo de 1x1m y 2x1m,
ubicados en los distintos ambientes (montaña, valle y playa) de la Cuenca con el objetivo
de ofrecer un panorama general de la ocupación prehispánica (Mapa #5).
Con los análisis se observó que la colección cerámica era muy similar a la serie
Valencioide, pero con algunas diferencias en el aspecto decorativo. La principal
diferencia de esta cerámica de la Cuenca de Patanemo es la presencia de material
decorado con pintura, en las siguientes combinaciones: rojo/crudo, rojo/engobe rojo y
1 En la tabla #I se presenta la lista de los sitios reportados y en el mapa #5 su ubicación.
8
negro/crudo todos sobre pasta roja con antiplástico de arena y mica, muy característico
de la serie Valencioide. En su definición de la serie Valencioide Cruxent y Rouse (1982
[1958-59]: 63; Rouse y Cruxent 1963: 101) destacaron que un elemento definitorio de la
serie es la ausencia de pintura. Sin embargo, en la Cuenca de Patanemo, estos materiales
pintados aparecieron asociados a cerámica Valencioide y sin la presencia cerámica de
otras series pintadas de la región, como por ejemplo: la Ocumaroide.
En el trabajo de la Cuenca de Patanemo (Herrera Malatesta 2004) no se
incluyeron estos materiales como Valencioides. Pues se siguió al pie la definición de
Cruxent y Rouse quienes no incluyeron dentro de la definición de la serie Valencioide los
materiales pintados encontrados en sitios Valencioides debido a su escasa frecuencia en
la región, por lo cual los relacionaron con las series Occidentales u Orientales o, los
dejaron sin clasificar (por ejemplo ver Estilo Topo en Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]:
180-182).
Al reconsiderar los materiales excavados en la Cuenca de Patanemo, comenzó a
hacerse cada vez más evidente que estos materiales pintados tenían una frecuencia
importante2. A raíz de esto, se comenzó a revisar nuevamente la bibliografía
especializada buscando menciones a estos materiales pintados. Durante este proceso, se
observó que sí existían en la región otros sitios con materiales cerámicos pintados no
relacionados con otras series pintadas de Oriente y Occidente. Casi todos ellos, a
excepción de Topo, fueron reportados después de los trabajos de Cruxent y Rouse, y son
los siguientes: Topo (Dupouy y Cruxent 1946), Puerto Maya (Álvarez y Casella 1983),
Playa Chuao (Morales 1984), Cúpira (Nieves 1992), Dos Mosquises, Cayo Sal (M.
Antczak 2000, Antczak y Antczak 2006) y Patanemo (Herrera Malatesta 2004).
2 Casi el 40% de los materiales decorados de toda la Cuenca de Patanemo.
9
A partir de esto surgió la intención de establecer las características de estos
materiales pintados y, su frecuencia y contexto espacio-temporal dentro de la serie
Valencioide. Por ello, se decidió que era necesario llevar a cabo una actualización de la
clasificación cerámica Valencioide, para observar cómo se incluyen estos materiales
dentro de la serie. Igualmente, se consideró que era necesario revisar la relación entre la
secuencia espacio-temporal y la serie, pues hasta el momento el vinculo entre la
estilística, el espacio y el tiempo no era muy claro en la arqueología de la serie
Valencioide de la región Centro Norte de Venezuela. Estas inquietudes
Se consideró que era necesario en primer lugar plantear esta reevaluación desde
los materiales de la Cuenca de Patanemo y compararlos con la bibliografía especializada.
Para en el futuro contrastar los resultados de esta investigación con las colecciones
físicas existentes. Esto con el objetivo de generar un esquema preliminar que permita
revisar las colecciones con preguntas de investigación claras y concretas.
A partir de esto se consideró que era necesario realizar un trabajo que buscara
conocer ¿cómo es afectada la unidad estilística definida por Cruxent y Rouse al
considerar la nueva data disponible? Para responder esto es necesario resolver un
objetivo general que es: realizar una reevaluación y actualización de la serie
Valencioide y sus definiciones espacio-temporales que incluya la nueva data. A partir de
este objetivo general se plantean dos objetivos específicos que son: 1) definir y
especificar las unidades espaciales y temporales para poder realizar comparaciones con
la nueva clasificación cerámica, y 2) determinar si el componente pintado identificado
en la Cuenca de Patanemo es un elemento estilístico de la serie Valencioide.
10
II. ANTECEDENTES Y CONTEXTO DE LA INVESTIGACIÓN
Una mirada a los orígenes de la arqueología regional
A finales del siglo XIX, en Europa ya se conocían ampliamente las ideas del
evolucionismo cultural y en conjunto con el nacionalismo creciente, producto de la
desesperanza que había traído la revolución industrial, produjeron un interés en los
intelectuales de la época hacia el estudio de la etnicidad como factor fundamental en la
historia de la humanidad (Trigger 1988). En Venezuela, en ese momento la vanguardia
de la discusión científica sobre los grupos humanos y el pasado la llevaba Adolfo Ernst
quien, para 1868, había fundado la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales de Caracas.
Aunque tenía un claro interés por las ideas evolucionistas de Lamarck y Darwin, fue el
fundador del pensamiento positivista venezolano (Vargas 1976). Fue el primero en
desarrollar investigaciones arqueológicas en Venezuela, y junto a Vicente Marcano, en
1887, fue el primero en llevar a cabo excavaciones arqueológicas en Venezuela, y más
específicamente en la zona monticular del Lago de Valencia. Sin embargo, sus aportes a
la arqueología se centraron en la descripción de materiales arqueológicos y objetos
indígenas (Vargas 1976; Navarrete 1998). De los científicos que siguieron sus ideas y
trabajos, se encuentran destacados intelectuales como Lisandro Alvarado, Raúl
Villavicencio y Gaspar Marcano. En el campo de la arqueología, la incidencia más
marcada fue la de Gaspar Marcano y Alfredo Jahn.
Gaspar Marcano escribió tres textos sobre etnografía precolombina y
contemporánea de Venezuela (Marcano 1971 [1889-90-91]). De los tres escritos de
Marcano, el primero fue dedicado a los Valles de Aragua y Carabobo (Marcano 1971
[1889]); en el mismo describe e interpreta los materiales recolectados en las
excavaciones realizadas en 1887 por su hermano, Vicente Marcano, en los montículos
11
artificiales de tierra a orillas del Lago de Valencia. Del texto de G. Marcano se puede
observar su deseo de situar los análisis del pasado indígena dentro de un esquema
objetivo y científico, enfocando su interés en los procesos de poblamiento del territorio.
Marcano, al igual que Ernst, estaba influido por las ideas del evolucionismo cultural. De
sus conclusiones, una de las ideas más destacadas es lo que Osgood y Howard (Osgood y
Howard 1943) definirían posteriormente como la Teoría de la “H”. Marcano destacó el
rol de Venezuela como zona de paso para migraciones indígenas que se movilizaron
desde el sur, este, oeste y norte, cruzando por los valles y costas del norte de Sur
América. Esta percepción, a partir de las investigaciones precedentes y las suyas, fue
vanguardista y es necesario mantenerla presente, pues es un elemento recurrente en las
investigaciones realizadas posteriormente por Osgood y Howard (1943), Kidder II
(1944), Dupouy (1952), Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]), e inclusive Sanoja y Vargas
(1974).
A inicios del siglo XX, Alfredo Jahn, influido por las ideas de Ernst, y con el
bagaje de la escuela de etnología alemana, combinó el trabajo de campo, la recolección
de datos de primera mano y las fuentes históricas, orientando su investigación
principalmente hacia la etnografía y lingüística. Jahn, a diferencia de Marcano, mantuvo
“una posición analítico-descriptiva de carácter eminentemente fenomenológico” (Vargas
1976: 168). Realizó aportes importantes al estudio del pasado del Lago de Valencia. En
1903, Jahn realizó excavaciones arqueológicas en dos sitios con montículos artificiales
de tierra cerca de las orillas del Lago de Valencia: en La Mata o el Zamuro y Camburito
(Jahn 1932). Un resumen de los resultados de las excavaciones de Jahn fue publicada en
alemán en 1904 por Karl von den Steinen (Steinen 1904). Por otra parte, Jahn también
realizó investigaciones sobre la variación en los niveles del Lago de Valencia y trató de
12
correlacionar estos datos con las evidencias de asentamientos prehispánicos (Jahn 1940),
así como lo había hecho Berry en años anteriores (Berry 1939). Sin embargo estos datos
no fueron concluyentes, y la correlación de las variaciones del Lago con las evidencias
materiales prehispánicas todavía necesita ser refinada.
Este periodo estuvo marcado por la intención de descubrir un pasado oculto y
desconocido, por aplicar métodos y teorías en boga en Europa para ese momento y,
conocer las culturas humanas del pasado con una visión nacionalista, siguiendo preguntas
básicas sobre el pasado como ¿quiénes fueron? y ¿de donde vinieron? Estos aportes
comienzan a ver correlatos en los trabajos de los posteriores arqueólogos del siglo XX.
Entre 1932 y 1948 trabajan en Venezuela tres arqueólogos norteamericanos
traídos por Rafael Requena, interesado y aficionado sobre el pasado de Venezuela y para
ese momento primer ministro del General Juan Vicente Gómez. Requena realizó
excavaciones en los montículos artificiales de tierra de la Cuenca del Lago de Valencia
(Requena 1932). Sin embargo, su publicación no siguió los estándares arqueológicos de
la época, y ni siquiera las orientaciones científicas de autores como Ernst, Marcano o
Jahn (Gassón y Wagner 1992, 1994, 1998; Navarrete 1998). Serían los trabajos de los
norteamericanos traídos por Requena, Wendell Bennett, Cornelius Osgood y Alfred
Kidder II, los primeros en introducir en la arqueología nacional las técnicas y métodos
arqueológicos, como la estratigrafía, la seriación y clasificación de materiales.
En términos teóricos, Kidder II estaba influenciado por una metodología
arqueológica diferente a la de los otros autores. El interés de Kidder II, formado en la
escuela iniciada por su padre Alfred Kidder y mejorada y ampliada por los Galdwin, era
crear un modelo que lograra hacer una síntesis de las historias culturales de áreas
tratando de definir periodos o ‘culturas’ y utilizando como concepto clave la Fase
13
(Trigger 1988). El concepto de Fase involucraba toda la evidencia material presente en
una unidad, cualquiera que fuese ésta (sitio, pozo, nivel estratigráfico), permitiendo con
esto una reconstrucción histórica de los habitantes que produjeron y dejaron los restos
(Rouse 1980). El planteamiento central radicó en que este concepto podía relacionarse
con definiciones sobre elementos culturales utilizados en la antropología cultural
norteamericana de la época. En su trabajo en la Península de la Cabrera, Kidder II definió
dos fases arqueológicas. Siguiendo un énfasis difusionista también propuso que los
desarrollos culturales del actual Occidente de Venezuela no habían sido producidos en
las culturas locales, sino que fueron ‘prestados’ de otras áreas (Kidder II 1944: 3). Kidder
II, al igual que Marcano, señaló que Venezuela había sido un área de paso entre
Suramérica, Centro América y el Caribe. Sin embargo, dado que para ese momento no
existía evidencia de otras áreas además de las trabajadas por él en el Occidente, sólo
relacionó sus materiales con los del Noroccidente del país.
Por otra parte, Bennett (1937) y Osgood (1943) provenían de la escuela
norteamericana que seguía el Método Taxonómico del Medio Oeste que planteaba que la
clasificación de los materiales debía darse a partir de criterios formales (Rouse 1980). Es
decir, que ellos buscaban atributos diagnósticos en los materiales que les permitiera la
construcción de clases y a partir de ahí la definición de tipos y estilos (Rouse 1960,
1972). Para lograr esto, este grupo trabajaba principalmente con la cerámica. Bennett
(1937) describió los materiales de la excavación de un montículo en el sitio de La Mata,
definiendo dos periodos ocupacionales en el montículo a partir de diferencias formales
como la pasta, las asas y algunos diseños decorativos (Bennett 1937). Por su parte,
Osgood siguió el esquema planteado por Bennett e identificó que el montículo excavado
por él en Tocorón, representaba el periodo temprano de Bennett (Osgood 1943). Un
14
aspecto importante del trabajo de Osgood (1943) es que, después de sus investigaciones
en la Cuenca del Lago de Valencia realizó prospecciones arqueológicas con George
Howard en todo el país, así como las investigaciones que ya estaban en curso en el Arco
Antillano. Esto le permitió correlacionar algunos materiales de los montículos del Lago
de Valencia con materiales encontrados en el Bajo y Medio Orinoco, así como con sitios
de las Antillas Mayores y Menores (Osgood y Howard 1943).
El producto de las prospecciones de Osgood y Howard culminó con la
publicación de la monografía An Archaeological Survey of Venezuela en 1943. En este
trabajo los autores sentaron las bases de una visión arqueológica nacional, pues
prospectaron todos los estados del país con diferentes resultados. En cuanto al área de los
Valles de Aragua y Carabobo, los autores mencionan que existe una homogeneidad en
los materiales de los montículos excavados desde Marcano hasta Osgood (Osgood y
Howard 1943: 49). Otro rasgo característico es la distinción que plantean entre la
cerámica de líneas pintadas de Lara y Trujillo y la cerámica modelado-incisa del Bajo
Orinoco. De hecho, Osgood relacionó la cerámica de la Fase La Cabrera de Kidder II con
los materiales del Bajo Orinoco y Trinidad, y marcó su contraste con los materiales
recolectados en el Occidente (Osgood y Howard 1943: 60). Es en este trabajo donde
Osgood plantea la teoría de la “H”, debido a que consideró que en el pasado existieron
dos centros de difusión, uno en el Orinoco y otro en el Occidente que se fueron
expandiendo hacia el Centro de Venezuela y, posiblemente, de la mezcla de rasgos
provenientes del Orinoco y el Occidente se generaron las culturas que manufacturaron la
cerámica encontrada en los montículos (Osgood y Howard 1943). Sin embargo, una
mejor definición de estas relaciones vendría en años posteriores, así como también una
mayor confusión al respecto.
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Luego de las investigaciones de estos arqueólogos, vino un periodo de gran auge
en las investigaciones arqueológicas de la región Centro Norte. Aparecen los aportes de
1999; León et al. 2000). De estos trabajos, es interesante destacar que fue Oramas (1959
[1939]) el primero en correlacionar la cerámica de los montículos del Lago de Valencia
con la encontrada en las costas del Centro Norte. Sin embargo, el aporte más importante
para la arqueología de la región lo hicieron Cruxent y Rouse en su monografía técnica
Arqueología Cronológica de Venezuela, publicada en inglés en 1958 y luego en español
en 1961, la cual tenía como objetivo darle continuidad al trabajo de Osgood y Howard
(Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: 14). En este trabajo los autores, a partir de las
prospecciones de Cruxent en el Centro Norte, y de los trabajos precedentes en el área,
delimitaron un conjunto de atributos cerámicos y definieron la serie Valencioide
constituida por siete estilos ubicados en la región (Mapa #1).
El aporte de esta obra fue que se generó una visión de la arqueología nacional
más compleja y amplia que la esquematizada por Osgood y Howard (1943). También
construyeron una tabla cronológica relativa para toda Venezuela y definieron series para
todas las áreas conocidas hasta ese momento. Esto les permitió tener una perspectiva
general del pasado indígena y continuar con las ideas de difusión y migración presentes
en los trabajos histórico-culturales. Para el Centro Norte, Cruxent y Rouse definieron la
serie Valencioide y propusieron que sus orígenes estaban en la serie Arauquinoide del
16
Medio Orinoco. Igualmente, la fase La Cabrera de Kidder II y los materiales recolectados
por Howard (1943) en el Bajo (Barrancas) y Medio Orinoco (Ronquín) fueron definidos
como serie Barrancoide, siendo los sitios del Orinoco más antiguos que los excavados
por Kidder II en La Cabrera.
Primeras clasificaciones cerámicas
La definición y cronología de la serie Valencioide de Cruxent y Rouse, estuvo
basada en los trabajos precedentes realizados por Bennett, Osgood y Kidder II en la zona
del Lago de Valencia. Para entender y desglosar la serie Valencioide es necesario
comprender antes que nada los orígenes clasificatorios y estilísticos de los materiales
recolectados en la zona. En este apartado se van a revisar las clasificaciones cerámicas
realizadas en los diferentes sitios de los que fueron tomados los materiales para la
definición base de la serie Valencioide y los estilos que la componen.
La Mata
El primer arqueólogo que llevó a cabo trabajos sistemáticos en la Cuenca del
Lago de Valencia fue Wendell Bennett (1937), del Museo de Historia Natural de Nueva
York. Sus trabajos de campo los realizó entre septiembre y octubre de 1932,
prospectando diversos sitios -ya excavados por Rafael Requena y su jefe de campo Mario
del Castillo- como Cascabel, El Charral, Palmita o Araguata, los montículos de La Mata,
Tocorón y La Quinta. Bennett decidió excavar un montículo en La Mata (Mapa #7) dado
que era uno de los yacimientos donde se había encontrado mayor material por parte de
los exploradores precedentes (cf. Requena 1932; Marcano 1971 [1889]), y todavía tenía
muchos montículos sin prospectar.
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En vista de que Bennett fue el primero en realizar un trabajo sistemático, el autor
prefirió dejar su clasificación cerámica en la definición de tipos, y no definir estilos o
series puesto que, aunque tenía buena cantidad de material, consideró que el primer
trabajo debía definir un conjunto de materiales que investigadores posteriores pudieran
ampliar, comparar y contrastar para de ahí definir un concepto clasificatorio más
complejo (Bennett 1937). En esta sección se va a discutir la clasificación realizada por
Bennett con la intención de reconstruir su proceso clasificatorio y tener acceso a los
atributos y clases definidos por éste.
Los tipos definidos por Bennett (1937) fueron formales y decorativos, sin
embargo y como se verá más adelante, para su construcción Bennett utilizó otras
variables complementarias. En su descripción se pueden reconocer tres variables
principales: pasta, forma y decoración, y en cada una de ellas se describen los atributos
que las caracterizan. En la dimensión pasta se observan seis (6) atributos de color, que
son:
1. Gris gruesa
2. Gris fina
3. Negra
4. Roja gruesa
5. Roja fina
6. Amarilla
De estos atributos de pasta, Bennett (1937) define los grupos de alfarería. De
éstos destaca la importancia de dos, los grises y los rojos, que poseen las frecuencias más
altas. Con esto, el autor distingue dos primeras clases a nivel tecnológico, la alfarería gris
(atributos: gruesa: sin engobe o engobe gris, apariencia grafitosa, antiplástico arena,
18
variante con engobe rojo con la misma apariencia de la gruesa; fina: quebradiza y áspera,
engobe poco común) y la roja (atributos: gruesa: composición tosca, con engobe rojo en
algunos casos; fina: textura fina, con engobe rojo). En el texto de Bennett, estas clases se
observarán como elementos distinguibles y, en conjunto con otras clases, en la
formulación de los tipos.
Bennett no definió tipos para la pasta, sin embargo, dentro de los tipos definidos
se incluye frecuentemente la distinción entre alfarería gris y roja. El resto de las clases
que crea son formales y decorativas. En lo formal el autor describe seis (6) clases de
formas de vasija e igualmente 6 tipos de vasijas que contienen a su vez sub-tipos, la
definición de los sub-tipos se da por variaciones en la orientación del borde utilizado para
la reconstrucción. Los atributos utilizados por Bennett para construir los conjuntos son
principalmente: orientación del borde, tamaño de la boca y profundidad de la vasija.
Lamentablemente, el autor no coloca ninguna de estas informaciones en el texto,
ilustrando exclusivamente la vasija ya reconstruida. Bennett diferencia constantemente
las formas que se encuentran en la alfarería gris, y las de la alfarería roja, aunque no se
observa un patrón diferencial entre las formas de vasija y las pastas.
En cuanto a los tipos decorativos, éstos están definidos por los conjuntos de
atributos que engloban las tres formas decorativas descritas para esta cerámica, que son:
modelado, aplicado e inciso. Dado que estos atributos decorativos no son exclusivos de
esta zona, el autor se enfocó en la posición en la que se encuentra la decoración, más que
en la descripción de la técnica, y así definió tipos de adornos y asas. También para estos
tipos Bennett marcó las distinciones entre las alfarerías (Lámina #1).
El elemento que marca la separación ocupacional cronológica del sitio son las
alfarerías definidas a partir de los tipos de pasta, puesto que las diferencias formales y
19
decorativas no son tan grandes entre las dos alfarerías. En este sentido, la clasificación de
Bennett no tiene mucha elegancia en su clasificación, aunque si fue coherente
internamente; él mismo reconoció esto cuando dijo que “la complejidad de la cerámica
hace difícil simplificar la clasificación” (Bennett 1937: 90). La diferencia entre los
materiales cerámicos de los estratos inferiores y superiores, además de las dos alfarerías,
no es que algunas formas, adornos, asas o figurinas hayan caído en desuso, en cambio,
está en la aparición de elementos. En ambos estratos se encuentra alfarería de los dos
tipos, sin embargo, la roja tiene una frecuencia muy baja en el inferior y la gris una
frecuencia muy baja en el superior. El aumento y disminución en la pasta utilizada para
la elaboración de la cerámica, y la aparición de nuevos elementos podría indicar un
cambio alfarero en la toma de decisiones del artesano (cf. Tarble 1977; Sackett 1990) no
necesariamente relacionado con aspectos sociales.
Sin embargo, la ausencia de cráneos deformados en los estratos superiores del
montículo, así como la presencia mayoritaria de enterramientos directos en los estratos
inferiores podría indicar un cambio en ciertos patrones sociales o religiosos. Bennett
plantea que pareciera existir una diferencia y cambio entre los estratos inferiores y los
superiores que podría estar indicando momentos diferentes en la historia cultural del
sitio. En la lámina #2 se muestra el ajuar cerámico construido por Bennett para el sitio de
La Mata.
Entre las decoraciones que no pudieron ser asociadas a una forma se encuentran:
“ojos granos de café” aplicados en la panza, bolitas de arcilla con incisión aplicadas en
borde, rostros antropomorfos en borde, figurinas humanas en borde, rostros zoomorfos en
borde, asas tubulares horizontales y asas con excisiones verticales y horizontales.
20
Tocorón
El segundo en realizar trabajos de campo en el área fue C. Osgood. Este
investigador venido de la Universidad de Yale, excavó un montículo cerca del pueblo de
Tocorón (Mapa #7), pero más cerca de la zona de La Mata. Osgood prefirió llamar al
yacimiento Tocorón debido a que los montículos de esta zona son más pequeños y
menores en cantidad que La Mata, por lo que prefirió definirlo como un grupo aparte. En
cuanto a la clasificación cerámica, Osgood siguió el esquema precedente de Bennett,
pero con modificaciones pequeñas. Una diferencia es que no consideró los adornos, pero
tomó en cuenta las bases, y su terminología no incluye tipos como tales, sino estilos. Es
necesario destacar que lo que Osgood denominó estilos se asemeja más a los tipos de
Bennett que a los estilos de Rouse (1972; Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]), debido que
para Rouse un estilo es un conjunto de caracteres cerámicos que son aislados en un
yacimiento cabecero y se repiten en otros yacimientos; Osgood se refiere a atributos que
un grupo de materiales del mismo sitio tienen en común.
Antes de iniciar la revisión de la clasificación de Osgood es necesario mencionar
que el autor encontró en la base del montículo un grupo de tiestos pertenecientes a una
cerámica no descrita para el área y muy diferente del resto de los materiales del
montículo (Lámina #3). Estos fragmentos se caracterizan por ser extremadamente
friables, las vasijas son asimétricas, el color de la superficie es gris, textura rugosa y la
decoración consiste en un ‘punteado angular’, como muescas en la cerámica. El conjunto
de forma-decoración es diferente a todo lo descrito anteriormente en la región. Osgood
cree que lo friable y asimétrico de esta cerámica se debe a una deficiencia en la técnica
de manufactura o en los materiales utilizados. Ahora bien, si se analizan detalladamente
21
estas cerámicas, se puede observar que realmente no son tan diferentes a otras alfarerías
reportadas.
En primer lugar, en la imagen proporcionada por Osgood (lámina #3), se
observan las vasijas B y E, estas vasijas, copas con base de pedestal, o platos pequeños
con base de pedestal, aunque con una manufactura más simétrica se encuentran en la
cerámica de La Mata, de algunos yacimientos costeros y en las islas. En cuanto a las
vasijas C y D, aunque las formas no se corresponden con alguna cerámica definida como
Valencioide, y las asas de la vasija C tampoco es común, el diseño de las decoraciones es
muy común en los materiales descritos por Bennett y Kidder II: incisiones en la inflexión
e incisiones desde el borde hacia la panza de la vasija. Claro, la diferencia está en que
estos motivos en la cerámica Valencioide se encuentran asociados generalmente a
cadenetas. La figurina si es totalmente diferente a cualquier otra descrita para el Centro
Norte.
En cuanto a la clasificación del resto de los materiales, Osgood no definió la
diversidad de tipos que Bennett, en cambio y siguiendo el esquema de color de pasta de
Bennett, Osgood explica que su cerámica es toda de pasta gris (1943: 47), por lo cual la
define como una sola clase, no nombra el tipo, ni estilo, sólo considera el material como
una unidad homogénea. Sin embargo, Bennett revisó la colección de Osgood y comentó
que existen algunos materiales de su alfarería roja, pero que la mayoría son grises, por
otra parte, Osgood comenta que para ese momento Bennett ya no daba tanta importancia
a la distinción entre alfarería roja y gris (Osgood 1943: 47). Es interesante destacar esto,
pues al eliminar las distinciones entre las dos alfarerías se elimina, en gran parte, la
propuesta tentativa de dos periodos de manufactura de la cerámica, y por tanto de
cambios en el desarrollo cultural de los hacedores/habitantes del montículo.
22
Osgood enfocó su clasificación formal en los bordes, no reconstruyendo las
formas como Bennett; en cuanto a las decoraciones, el autor analizó las asas y los
apéndices. Argumenta que todos eran iguales a las tipos grises de Bennett (Lámina #4-5).
Para complementar la discusión de la clasificación de Osgood, quisiera reproducir
un párrafo que resume la intención de la sistemática del autor, así como sus trabajos
posteriores en Venezuela (Osgood y Howard 1943), y también la intención de Cruxent y
Rouse (1982 [1958-59]) quienes abiertamente dijeron seguir los trabajos de este autor:
“El problema de la arqueología descriptiva en la aparentemente unificada área de
montículos del Lago de Valencia es clara. Lo que se necesita es una clasificación
definitiva del material de la región como un todo, que servirá como base para distinguir
sitios individuales, y los estratos que lo componen, así como para proveer conocimiento
exacto de los especímenes en sí mismo” (Osgood 1943: 233).
Los Tamarindos
El tercer arqueólogo norteamericano en excavar en las orillas del Lago de
Valencia fue A. Kidder II (1944). Kidder II a diferencia de Bennett y Osgood no excavó
en montículos. En cambio, excavó en Los Tamarindos, sitio ubicado en la costa lacustre
de la Península de La Cabrera al norte del Lago de Valencia (Mapa #7). En esta
excavación Kidder II recuperó materiales de dos clases diferenciadas, que el llamó Fase
Cabrera para la cerámica encontrada en los niveles más profundos y Fase Valencia para
la recolectada en los superiores. Dado que el interés principal de este trabajo se enfoca en
la cerámica Valencioide del Centro Norte de Venezuela, no se discutirá aquí la
clasificación de la Fase Cabrera (Estilo Cabrera, serie Barrancoide en Cruxent y Rouse
3 Traducción del autor
23
1982 [1958-59]), centralizando esta discusión a su Fase Valencia (Estilo Valencia, serie
Valencioide en Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]).
En importante destacar que tanto Bennett como Osgood comentan que la
clasificación de los materiales cerámicos es sumamente compleja y, posiblemente
excluyeron del análisis los fragmentos cerámicos que rompían con el estándar.
Igualmente, estos autores destacan las diferencias internas al conjunto cerámico
principal, denominado posteriormente por Kidder II (1948) como Aspecto Valencia para
distinguirlo de su Fase Valencia. Sin embargo, dado que este último autor excavó dos
conjuntos cerámicos totalmente diferentes, pudo simplificar la clasificación.
Kidder II explica que la cerámica de los estratos superiores es una sola, y la
definió como tipo Valencia rojo. La clase que define este tipo está caracterizada por
atributos de superficie, forma y decoración. Es importante destacar que el nombre del
tipo Valencia rojo se define principalmente por la presencia de engobe rojo en los
fragmentos cerámicos; Kidder II no hace una distinción entre los colores de la pasta
como la hacen Bennett y Osgood. De hecho Kidder II comenta que la cerámica gris de
Bennett es un engobe rojo mal cocido (Kidder II 1944); sin embargo, en la descripción de
Bennett, y de Osgood, ambos autores se refieren al color de la pasta y no al engobe,
describiendo, incluso, fragmentos de la alfarería gris con engobe rojo (Osgood 1943).
El tipo Valencia Rojo, en conjunto con los materiales no cerámicos representa la
Fase Valencia. En cuanto a los atributos característicos de superficie se encuentran: el
color de la superficie sin engobe es marrón cacao y gris neutro, y el de los que tienen
engobe rojo es rojo. El color de la pasta en general es gris. En cuanto a las formas se
observan una diversidad de bordes de jarras y boles con diferentes inclinaciones (Lámina
#6). La decoración es la misma encontrada en todos los sitios descritos para la Cuenca
24
del Lago de Valencia: modelado, aplicado, incisión, punteado y engobe rojo. Kidder II
hace la distinción en la relación de estos atributos, comentando que todos están
mayormente combinados en el cuerpo o borde de las vasijas. Kidder II describe cuatro
clases de combinaciones (1) caras humanas aplicadas en el cuerpo o borde, (2)
aplicaciones de bajo relieve con o sin incisión, (3) adornos de alto relieve en las paredes
o bordes representando figuras humanas o animales, (4) incisión y punteado simple sin
asociación a aplicaciones o modelados (Lámina #7). Estas agrupaciones en la cerámica
fueron mantenidas para la definición del estilo Valencia y la serie Valencioide por
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]).
La clasificación de Kidder II es coherente en cuanto a su descripción de los
materiales, sin embargo es ajena a las otras clasificaciones del área. Esto, posiblemente,
debido que Kidder II encontró en los estratos inferiores una cerámica totalmente
diferente, y posiblemente le interesó describir los dos conjuntos de manera global y no
destacar las variaciones internas de cada fase. El autor siguió los estándares
clasificatorios comunes para su marco teórico, buscó definir un conjunto cerámico
relacionable y comparable con otros conjuntos. Sin embargo, pasó por alto detalles que sí
toman en cuenta Bennett y Osgood como representativos, como el color de la pasta y las
diferencias estratigráficas del conjunto. Aunque, desde cierto punto de vista, al
enfrentarse Kidder II con una base de datos mucho mayor que las de los autores
precedentes y ante el problema de clasificar dos conjuntos totalmente diferentes, Kidder
II se enfocó en las homogeneidades que caracterizaban cada conjunto y, dejó las
heterogeneidades a cambios temporales (Kidder II 1944: 61), sin importancia estilística.
25
La serie Valencioide
Tanto para Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) como para Osgood (1943) y Kidder
II (1944), la serie Valencioide fue producto de las migraciones/difusiones de la gente
portadora de las series pintadas del Occidente y las plásticas del Oriente-Orinoco. Dado
que el interés de Cruxent y Rouse era ofrecer una visión general de la arqueología
nacional y las historias culturales prehispánicas de cada región del país, y que las
muestras disponibles eran reducidas, los autores se basaron en la definición de atributos
diagnósticos que permitieran establecer similitudes y diferencias entre los Estilos y
Series.
Para la clasificación de Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) se pueden reconocer
dos niveles en la definición de los estilos. El primero de ellos, el fenomenológico, se
refiere a grupos de tiestos de los cuales se establecen los modos o atributos que forman y
definen una clase (Rouse 1939); mientras que el segundo, ideacional, se refiere a la
definición de atributos, modos y clases para su comparación estilística (ver capítulo III).
Al observar esta distinción es posible reconocer que el conjunto estilístico usado por
Cruxent y Rouse para las comparaciones es el ideacional y no el fenomenológico, pues
nunca se va a encontrar en un nivel fenomenológico dos colecciones idénticas como para
ubicarlas dentro de un mismo estilo (Tarble 1977).
Es importante destacar que Cruxent y Rouse no fueron siempre muy explícitos
con sus definiciones de estilos. Algunos estilos están definidos por pocos atributos,
aunque comparten rasgos decorativos y/o formales con la serie, no poseen un conjunto
suficiente y necesario como para definir un estilo. Cruxent y Rouse definieron siete
estilos que conforman la serie Valencioide, cada uno ubicado en un área diferente de la
región Centro Norte. Estos son, 1) en el oriente: Río Chico; En la montañas: Las Minas;
26
en el Valle de Caracas: El Pinar; en la Costa Central: Topo; en los Valles de Aragua y
Carabobo: Valencia; en el Occidente: Cementerio Tucacas; y en las islas: Krasky (Mapa
#1).
Cruxent y Rouse trabajaron con las dimensiones de: material, forma y decoración,
y describieron el grupo de atributos presentes en cada uno de los estilos. Es importante
destacar que, en la clasificación de Cruxent y Rouse, al igual que en la de Howard (1943)
no todos los modos (atributos) presentes en un grupo de materiales se utilizan para la
definición de los tipos, ya que sólo se consideran aquellos relevantes en de la secuencia
espacio-temporal del sitio excavado o del área trabajada. Por ejemplo, Howard (1943)
trató de explicitar este punto definiendo tres grupos de modos: 1) los diagnósticos, que
están siempre presentes en las clases; 2) los alternativos, que son aquellas escogencias no
obligatorias del artesano; y 3) los opcionales, aquellos que pueden estar presentes o no
dentro de las clases (Howard 1943: 20). En este sentido, Cruxent y Rouse utilizan un
conjunto de atributos, pero son los diagnósticos los que definen la serie y caracterizan los
estilos pertenecientes a ésta. Los atributos diagnósticos de la serie son:
Bases planas o anulares
Vasijas globulares (principalmente boles)
Ausencia de Pintura
Ornamentación tosca (punteado, incisión, aplicado y modelado, “ojo grano de
café” y presencia de engobe rojo)
Apéndices aplicados (zoomorfos y antropomorfos)
Estos atributos se encuentran asociados con:
Budares
Figurinas femeninas de arcilla (con engobe rojo y amarillo, cabezas chatas)
27
Artefactos líticos, de concha y de hueso
Para Cruxent y Rouse, cualquier sitio arqueológico ubicado en el Centro Norte de
Venezuela cuya cerámica posea estas características pertenece a la serie Valencioide.
Esta definición ha producido confusiones en las clasificaciones o identificaciones
posteriores relacionadas con esta serie. Esto debido a que la serie no es un concepto
clasificatorio, sólo se usa para agrupar estilos. En este sentido, los atributos descritos
anteriormente son atributos comunes y generales para los estilos. Por lo cual el
procedimiento metodológico correcto sería asignar los materiales de un sitio
arqueológico a un estilo que está dentro de la serie.
Reevaluaciones estilísticas precedentes
Osgood y Howard (1943) plantearon la primera clasificación cerámica general
para los restos materiales prehispánicos recolectados en Venezuela. El trabajo de estos
autores consistió en utilizar las clasificaciones previas y las propias para definir
categorías que permitieran conocer los patrones de manufactura cerámica de los grupos
indígenas que habitaron Venezuela.
Posteriormente, Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) ampliaron y mejoraron las
clasificaciones de Osgood y Howard en un intento por categorizar de manera más
consistente los grupos cerámicos creados anteriormente. Esto les permitió definir una
diversidad de estilos y series en el territorio venezolano.
Las clasificaciones de los distintos estilos y series planteadas por Cruxent y Rouse
no han sido sometidas a grandes revisiones como las realizadas por ellos mismos a las
planteadas por Osgood y Howard. Dunnell (1971: 36), explica que para cada problema
28
de investigación es necesario plantear una clasificación diferente. Esto es debido a que la
clasificación, de cualquier tipo de material debe estar directamente relacionada con el
problema que se intenta resolver.
Ahora bien, existen tres trabajos que explícitamente han buscado replantear las
clasificaciones cerámicas de Cruxent y Rouse al exponer nuevos problemas de
investigación. El primero de ellos fue realizado por Tarble (1977) para dos colecciones
cerámicas del Occidente de Venezuela. Tarble (1977: 37) tuvo que plantear una nueva
clasificación para las colecciones cerámicas de Santa Ana y Lagunillas, debido a que
tenía como hipótesis que estas dos colecciones cerámicas pertenecían al mismo estilo,
contraria a la hipótesis existente de que las colecciones pertenecían a estilos diferentes.
De esta manera, la autora al plantearse un nuevo problema de investigación, tuvo que
definir una nueva clasificación estilística.
El segundo caso es el trabajo de Arvelo (1987) para las colecciones cerámicas de
la Cuenca del Lago de Maracaibo. Esta autora consideró que el pasado indígena de esa
zona estaba explicado en la bibliografía de manera fragmentada y, por lo tanto, era
necesaria una agrupación coherente y sistemática de la data existente (Arvelo 1987: 10-
11). Por esto, la autora formuló un modelo de poblamiento prehispánico para la Cuenca
del Lago de Maracaibo, lo que hizo necesario reevaluar las clasificaciones cerámicas
existentes para la región y reorientarlas en función de su problema de investigación.
Por último, se encuentra el trabajo de Oliver (1989), quien realizó un aporte
significativo a la arqueología del poblamiento humano del Occidente de Venezuela, al
correlacionar la evidencia arqueológica con la etnohistórica y lingüística. Para ello
reevaluó la clasificación cerámica de Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) para las series
Tocuyanoide y Dabajuroide, y sus estilos. Dado que la intención de este autor era
29
principalmente evaluar la relación entre Estilística y Tiempo, utilizó como categoría
clasificatoria mayor, el concepto de Macro-Tradición, incluyendo en cada macro-
tradición diferentes Tradiciones (equivalentes a series), dentro de éstas las sub-
tradiciones y por último los complejos. Este esquema, si bien mantenía presente la
clasificación de Cruxent y Rouse, constituyó una variación adecuada a las preguntas de
investigación de este autor, lo que le permitió poder armonizar interpretaciones que
vinculaban las tres líneas de evidencia antes mencionadas.
Estos tres primeros trabajos (Tarble 1977; Arvelo 1987; Oliver 1989) así como
otros que han aparecido después (Arvelo y Wagner 1984, 1993; Arvelo 1995; Tarble
2008), han sentado precedentes en la arqueología venezolana en cuanto a la manera
sistemática de proceder ante un problema de investigación relacionado con la cerámica.
En el caso que compete a esta investigación, los arqueólogos que han trabajado luego de
la clasificación cerámica de la serie Valencioide de Cruxent y Rouse, han mantenido este
esquema invariable y sin modificaciones. Esto ha hecho que tanto los modelos sociales
como las interpretaciones utilicen como base analítica clasificaciones que fueron creadas
con preguntas y objetivos muy específicos de este momento histórico-arqueológico. Se
considera que este trabajo se encuentra dentro de la línea originada por Cruxent y Rouse
(1982 [1958-59]) y mantenida por Tarble (1977), Arvelo (1987) y Oliver (1989).
30
III. CONSIDERACIONES TEÓRICAS
Sistemática
En este trabajo se revisó la serie Valencioide desde una perspectiva crítica que
permitió relacionar los conjuntos estilísticos con la secuencia espacio-temporal a partir
de la aplicación de un cruce paradigmático de las dimensiones y variables. Se considera
que los aportes clasificatorios de los primeros investigadores (Bennett, Osgood, Kidder II
y Cruxent y Rouse) fueron adecuados y consistentes, sin embargo, dado que las
colecciones cerámicas se han ampliado con las nuevas investigaciones es necesario
realizar una reevaluación de la clasificación de la serie Valencioide. Como plantea
Dunnell (1971: 9), “el conocimiento científico no se edifica en función de novedades, en
cambio se construye sobre lo ya conocido”. Utilizando esta cita como inspiración, el
marco teórico de esta investigación se enfocará en elementos formales más que
analíticos, pues el interés no está en desarrollar un esquema teórico para llegar a una
explicación/interpretación sobre el pasado, en cambio se enfocará en cómo han de
formularse los fenómenos para que sean susceptibles de explicación/interpretación
(Dunnell 1971: 23).
La formulación de los fenómenos se basará en la Sistemática como fue definida
por Dunnell (1971) y como ha sido aplicada en Venezuela por algunos autores (Tarble
1977; Arvelo 1987). La Sistemática es la clasificación y ordenación del mundo y las
cosas. Es un medio para crear conjuntos de unidades y se aplica diferencialmente a cada
caso particular, por esto se ha puesto el énfasis en que cada pregunta de investigación
debería conllevar al desarrollo de una clasificación orientada a esa pregunta (Dunnell
1971). En este sentido, plantear una teoría formal implica el establecimiento de una
31
“sistemática adecuada a los objetivos del trabajo incluidos en un sistema lógico que
responda a un fin específico” (Dunnell 1971: 38).
La teoría no es una explicación en sí misma, sino el establecimiento de los
principios mediante los cuales se llega a una explicación. De esta manera, la Sistemática
es el inicio en la construcción de una teoría pues es el único medio de identificar la
materia de estudio (Dunnell 1971: 48). Desde esta perspectiva se puede definir la
Sistemática como “un sistema de unidades encaminadas a la categorización de
fenómenos en clases significativas” (Dunnell 1971: 52-53).
En este punto es importante destacar dos conceptos claves: el método y la técnica.
El método es un “sub-sistema de una teoría más amplia que se propone la solución de un
tipo de problema determinado” (Dunnell 1971: 48). El método es el modelo con el cual
se compararán los fenómenos en consideración para alcanzar la explicación del
problema. El método utilizado en este trabajo fue la clasificación, que se define como “el
método utilizado para establecer los patrones en el material cultural” (Tarble 1977: 16).
Se ha conceptualizado como “el procedimiento de formar clases, denominarlas y
definirlas siguiendo patrones distintivos de atributos” (Rouse 1972: 48). Para formar las
clases cerámicas es necesario primero definir categorías como dimensión, atributo y
modo. La técnica, por otra parte, sirve para poner en funcionamiento un determinado
método en un caso específico. La técnica constituye la secuencia real de procedimientos
empleados para resolver un problema (Dunnell 1971: 51).
En el trabajo de clasificación, o Sistemática, es importante reconocer dos niveles
de análisis: lo ideacional y lo fenomenológico. Lo ideacional se relaciona con la forma, y
es un nivel que no posee existencia objetiva; lo fenomenológico, en cambio, se refiere al
contenido y posee atributos observables y medibles. En toda clasificación se trabaja con
32
estos dos niveles. En el nivel fenomenológico se ubican los atributos que van a ser
agrupados para la definición de las clases (nivel ideacional).
Ahora bien, para evaluar la pertinencia de una clasificación es necesario
considerarla desde tres aspectos: elegancia, parsimonia y consistencia. La Elegancia se
refiere a la simplicidad en la explicación; la parsimonia trata el número de suposiciones
que incorpora la clasificación, es decir, si la clasificación incorpora o no algún dato que
no sea evidente; por último, la Consistencia es la estructura lógica de la clasificación, si
la hipótesis explica o no todos los datos (Dunnell 1971: 54).
Es importante destacar en este momento la definición de hipótesis que se utilizará
en este trabajo. Una hipótesis consiste en “una explicación propuesta de un conjunto,
específico de cosas o sucesos, y de este modo es el resultado de la aplicación de la teoría
y el método mediante una técnica a un cuerpo dado de datos” (Dunnell 1971: 52).
Siguiendo esta definición, las hipótesis no se demuestran, en cambio son sustituidas por
hipótesis de mayor utilidad según las diferentes preguntas de investigación.
Conceptos Claves
En este trabajo se utilizarán seis conceptos claves relacionados con el proceso
clasificatorio: dimensión, atributo, modo, clase, estilo y serie. Cada uno de ellos se ubica
en niveles diferentes del proceso clasificatorio.
La dimensión, se refiere a términos descriptivos generales que son mutuamente
excluyentes, ej. cultura material, tiempo, espacio. Cada dimensión consta de atributos
que pueden ser identificados y descritos. El atributo es la unidad cualitativa distintiva
más pequeña de una clasificación (Dunnell 1971: 65), y representa un elemento
distintivo, particular y exclusivo de una dimensión (Dunnell 1971: 200). El término
33
modo, se utiliza para categorizar un atributo (Rouse 1964), es decir atributo y modo son
lo mismo, con la diferencia que el atributo es una característica distintiva de un
fragmento cerámico, mientras que el modo es la abstracción ideacional que realiza el
investigador.
La clase, es un término empírico, es decir, es un conjunto tangible de atributos, un
grupo de ejemplares con atributos comunes (Rouse 1972: 44). Luego de definir las clases
de un componente de materiales, se puede comenzar a definir categorías conceptuales
más abstractas como los tipos.
El estilo, desde la perspectiva normativa, es la combinación de atributos
cerámicos diagnósticos en una muestra representativa de un sitio arqueológico (Rouse
1964, 1972). Es un concepto que permite agrupar la cerámica para diferenciar unos
‘grupos’ (estilos) cerámicos de otros. El estilo, desde esta perspectiva, es “un conjunto de
caracteres cerámicos aislados en un sitio típico o cabecero, conjunto que se repite en
otros sitios” (Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: 22-23).
La Serie, es el concepto que se utiliza para agrupar estilos similares; es decir que
una seria es un conjunto de estilos que comparten muchas de sus características
cerámicas, aunque no necesariamente todas ellas (Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: 55).
Para que los estilos puedan generar un conjunto definible como serie, es necesario que
estén relacionados temporal y/o espacialmente.
No todos los modos presentes en un grupo de materiales son utilizados para la
definición de clases (Howard 1943; Rouse 1964, 1972; Dunnell 1971). Los modos que se
utilizan para clasificar son aquellos que poseen una “importancia histórica identificable”
(Dunnell 1971), es decir que son recurrentes en el tiempo y el espacio. Por ejemplo,
Howard (1943) trató de explicitar este punto definiendo tres grupos de modos: 1) los
34
diagnósticos, que están siempre presenten en las clases; 2) los alternativos, que son
aquellas escogencias del artesano no obligatorias; y 3) los opcionales, que son aquellos
que pueden estar presentes o no dentro de las clases (Howard 1943: 20). Esta definición
es muy pertinente dado que todos los investigadores que construyen una clasificación
observan estos tres grupos de modos, sin embargo no necesariamente hacen explicito al
lector cual es cual, y de aquí la dificultad de reconstruir clasificaciones hechas por otros
(Dunnell 1971).
Siguiendo esta perspectiva, este trabajo trata de realizar un aporte en cuanto a la
teoría formal utilizada en la arqueología del Centro Norte de Venezuela. El objetivo de
este trabajo, más que generar interpretaciones sobre el pasado, es delimitar marcos de
referencia concretos sobre los fenómenos a ser analizados (consideración de la nueva
data en la clasificación de la serie Valencioide y su relación con la secuencia espacio-
temporal de la región), para delinear esquemas que sean susceptibles de explicación
científica, y posteriormente de interpretaciones arqueológicas.
Consideraciones Generales
Hay algunos elementos importantes de destacar en cuanto al marco teórico
planteado en este trabajo. En primer lugar, se está consciente de que al utilizar categorías
como estilo y serie desde una perspectiva Histórico-Cultural se está asumiendo
implícitamente un marco antropológico normativo. Es decir, el estilo es la categoría
clasificatoria utilizada para explicar la Cultura. Para los normativos, el estilo representa
un conjunto de normas (atributos) que son utilizados y expresados por el artesano. Estas
normas reflejan caracteres de la cultura de sus hacedores/portadores (Rouse 1972). Sin
embargo, dado que la intensión de este trabajo es hacer un aporte metodológico que
35
permita actualizar y reevaluar la serie Valencioide, no se desarrollará este aspecto
antropológico de la teoría del estilo y la serie. Será en futuras investigaciones donde se
desarrollen elementos relacionados con, por ejemplo: los estilos de producción y de
consumo.
36
IV. METODOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN
Dimensiones de Análisis
Para este trabajo es necesario definir unidades clasificatorias y analíticas. En
primer lugar se definió el esquema clasificatorio y las categorías que lo componen. Estas
son: dimensión, variable y atributo. La dimensión es considerada como la categoría
mayor para agrupar; dentro de ésta se encuentran las variables que, a su vez, incluyen los
atributos. Las dimensiones a ser consideradas para el desarrollo de esta investigación
fueron: Cultura Material, Tiempo y Espacio. Dentro de la dimensión Cultura Material se
encuentran las variables cerámicas: forma, decoración y pasta; en la Temporal se
utilizaron las variables: cronologías relativas y absolutas; y en la dimensión Espacial las
variables: la región y las áreas.
Metodología del General del Trabajo
La metodología se desarrolló considerando tres aspectos: 1) la clasificación
cerámica, 2) la definición de las unidades espacio-temporales y, 3) los análisis de los
datos. Como se comentó en el marco teórico, se siguió un esquema de Sistemática donde
la clasificación se realiza en términos exclusivamente cualitativos, y es en los análisis
donde se procederá a obtener resultados cuantitativos a través del cruce de variables y
dimensiones. En este sentido, los análisis se dividieron en dos partes: 1) el cruce de
variables, donde se cruzan los datos de las variables forma y decoración con las variables
de sitios y áreas; y 2) el cruce de dimensiones, donde se cruzan los resultados obtenidos
de la clasifición y definición de clases en las dimensiones estilística, espacio y tiempo.
Este cruce de datos se realizará de forma paradigmática (Dunnell 1971) con el objetivo
de minimizar las cargas valorativas sobre los resultados. Se está consciente de que la
37
cantidad y calidad de la data afecta los resultados cuantitativos, sin embargo se considera
que los resultados a ser obtenidos en este trabajo son tendencias que permiten el
planteamiento de nuevas hipótesis de trabajo.
Proceso de Obtención de Datos
Los datos utilizados en este trabajo provienen de dos tipos de fuentes: en primer
lugar, de la colección obtenida en las investigaciones en la Cuenca de Patanemo (Herrera
Malatesta 2004) y, en segundo lugar, se utilizaron las referencias bibliográficas sobre la
arqueología prehispánica del Centro Norte de Venezuela relacionada con la serie
Valencioide4. Con la colección de la Cuenca de Patanemo se realizó una reevaluación de
los conjuntos cerámicos definidos, y con la bibliografía se realizó una revisión detallada
de las descripciones e ilustraciones para luego comparar de manera gráfica estos datos
con la colección de la Cuenca de Patanemo.
Es importante destacar el manejo que se le dio a los sitios y datos reportados en
Arqueología Cronológica de Venezuela (Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]). De este
trabajo se obtuvieron datos generales sobre los sitios, estilos y serie Valencioide. En este
texto los autores presentan su visión y definición de la serie Valencioide y sus estilos; sin
embargo, cuando se quiso obtener datos específicos sobre cuantitativas cerámicas,
levantamientos planimétricos de sitios, mapas, e ilustraciones más abundantes se
utilizaron los trabajos de Cruxent con Dupouy (Dupouy y Cruxent 1946, 1946-47). La
perspectiva que plantea Cruxent en muchos de estos artículos no estaba basada en la
visión general y sistemática que se presenta en Arqueología Cronológica de Venezuela.
4 Se está consciente de que existen otros reportes arqueológicos, sin embargo, todos aquellos que no fueron incluidos en este trabajo se debe a que no fue posible ubicar la referencia bibliográfica o el manuscrito inédito.
38
Este hecho hace que los artículos donde se reportan los sitios por primera vez sean
fuentes invalorables de información específica que no aparece en Arqueología
Cronológica de Venezuela por las características de esta monografía. Así, para la revisión
cuantitativa se utilizó principalmente los artículos de Cruxent, mientras que para las
definiciones de estilos y serie se trabajo con la monografía.
Para esta investigación se decidió no incluir los artefactos de concha, hueso o
lítica recolectados en diferentes sitios arqueológicos de la región, debido que estas
evidencias sólo se pueden relacionar de manera muy general con la serie Valencioide,
más no con los estilos. Por otro lado, tampoco se incluyeron comparaciones con las
figurinas humanas de arcilla, puesto que si bien éstas representan parte del ajuar
cerámico Valencioide, en este trabajo no se está considerando las evidencias de la cultura
material representacional como las figurinas.
Una parte del proceso de obtención de datos está muy vinculado a la clasificación
y análisis espacial. Para poder organizar la explicación de la información se decidió
separar la clasificación espacial es dos niveles, el primero relacionado con el proceso de
obtención de datos para el trabajo y, el segundo, con la definición de las unidades
espaciales.
Metodología y Definición de Unidades Espaciales
Primer Nivel de Clasificación Espacial: Obtención de Datos
Debido a la condición del trabajo se decidió categorizar la información de los
textos con el fin de unificar criterios entre las diferentes fuentes de información. De esta
manera, se definió un esquema de trabajo que incluyera toda la información relacionada
39
con aspectos estilísticos, espaciales y temporales de los sitios arqueológicos (figura #1) y
a partir de éste se creó una base de datos (tabla #II).
Del total de los 139 (100%) sitios arqueológicos relacionados con la serie
Valencioide y reportados para la región Centro Norte hasta el momento, se trabajó de
manera general con un total de 126 (90,65%), ya que los 13 (9,35%) restantes carecían de
información espacial, estilística y cronológica. De los 126, se manejó un número variable
para los distintos análisis (Tabla #III). En los análisis espaciales fue posible utilizar los
126 debido a que se tenía la referencia exacta y/o aproximada de su localización. Para el
análisis temporal sólo se utilizaron 9 (6,47%) sitios que eran los únicos que poseían
fechados de Carbono 14. En el aspecto estilístico se consideraron sólo 18 (12,95%) sitios
que aportaban información pertinente (tabla #IV).
Es importante destacar que los sitios utilizados para la clasificación y los análisis
cerámicos sólo representan un 12,95%, lo que significa una muestra baja con relación al
universo de estudio. Sin embargo, este porcentaje de sitios es mayor al utilizado por
Cruxent y Rouse para la definición de la serie Valencioide5. Este porcentaje de sitios fue
utilizado tanto para obtener datos sobre las tres variables de la Cultura Material (forma,
decoración y pasta). Es necesario destacar que los datos sobre decoraciones plásticas y
pintadas provienen todos de estos 18 sitios, lo que quiere decir que los datos cuantitativos
de las variables provienen de una sola muestra.
5 Estos autores trabajaron para la definición de la serie con 9 sitios, lo que representa un 6,47% de la muestra actual de sitios arqueológicos.
40
Segundo Nivel de Clasificación Espacial: Definición de Unidades Espaciales
La dimensión Espacial posee tres variables: la región, las áreas y los sitios (figura
#6). La definición de la región de estudio se tomó de los trabajos de Antczak y Antczak
(1999) y Biord (2005) quienes plantean que el Centro Norte de Venezuela es el espacio
que se encuentra de Este a Oeste entre Cabo Codera y Punta Tucacas y de Norte a Sur
desde las Islas Oceánicas hasta la Serranía del Interior6. En cuanto a las áreas, en primer
lugar se utilizaron las ya definidas por Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) para el Centro
Norte. Sin embargo, al revisar las distribuciones de los nuevos reportes arqueológicos en
el mapa de la región, se decidió definir las áreas en función de los agrupamientos de los
sitios (Mapa #8).
A partir de los reportes bibliográficos es muy difícil acceder a los datos
necesarios para una completa consideración de los sitios arqueológicos, por lo que se
trató de generar una categorización de “sitio arqueológico” tomando en cuenta algunos
atributos generales (por ejemplo: ubicación, altura sobre el nivel del mar, área de
presencia del material), sin embargo, las categorías fueron muy ambiguas. Por esto, se
decidió mantener una noción de “sitio” general, considerándolo como la ubicación
(punto) en el espacio de un conjunto de materiales arqueológicos.
Las unidades espaciales a ser consideradas en este trabajo son las áreas. En
función de las decisiones tomadas para su definición, se crearon cuatro áreas de estudio,
que son: 1) Cuenca del Lago de Valencia, que se ubica en los actuales Valles de Aragua
y Carabobo, incluyendo el pie de monte de la Cordillera de la Costa en su sector sur
(mapa #9). 2) Costas Centro-Orientales, se abarca toda la costa desde Tucacas hasta
6 Es importante destacar que aunque para Biord (2005) esta área representa un área cultural Caribe, en este trabajo sólo se está utilizando la definición geográfica y no cultural.
41
Cúpira. Sin embargo, dada la naturaleza de los reportes, fue posible trabajar en mayor
medida con dos zonas dentro de esta área (mapa #10 y 11). 3) Montañas Centro-Norte y,
que se abarca los Altos Mirandinos y el Valle de Caracas (mapa #12). 4) Islas Oceánicas,
donde se incluyen las islas del Archipiélago de Los Roques y La Orchila (mapa #13 y
14).
Metodología y Definición de Unidades Temporales
Metodología
La dimensión temporal se dividió en dos variables, las Cronologías Relativas y
las Cronologías Absolutas. En la discusión sobre las cronologías relativas se incluyen
dos atributos: 1) las tipologías cerámicas, donde se revisaron aquellos textos que
aportaran informaciones sobre las variaciones en la cerámica que pudieran ser
indicadores cronológicos, como por ejemplo, en las clasificaciones de Bennett (1937),
Osgood (1943) y Kidder II (1944); y, 2) se revisó la información concerniente a los
enterramientos humanos y cráneos deformados; donde se discuten las evidencias
disponibles que sugieren patrones temporales diferenciados internos a los sitios del Lago
de Valencia.
En cuanto a las cronologías absolutas, se utilizaron todos aquellos reportes de
sitios relacionados con cerámica Valencioide que poseían fechas de C14. El
procedimiento consistió en crear una base de datos cronológica que permitiera conocer
cuáles son las fechas existentes y cuál es su variación temporal (tabla #VIII). Dado que
muchos de estos fechados no están calibrados, se tomó la fecha con su rango de variación
y se calcularon las dos sigmas restantes. La intención de esta clasificación del tiempo es
42
generar unidades temporales que permitan una relación coherente y sistemática con las
evidencias estilísticas.
Definición de Unidades Temporales
Cronologías Relativas y Absolutas en la Región
El primer periodo cronológico relacionado con la serie Valencioide está asociado
a los estratos inferiores de los montículos artificiales de tierra de las orillas de la Cuenca
del Lago de Valencia. Bennett (1937) fue el primero en destacar que en su montículo
parecen haber existido dos momentos de ocupación. El primero relacionado con lo que él
define como alfarería gris y el segundo relacionado con la alfarería roja. Estos
conjuntos estaban además relacionados con sus observaciones sobre la construcción del
montículo. Bennett (1937) planteó que la alfarería gris estaba relacionada con los
desechos que fueron tirados por los habitantes de los palafitos, dado que se encontraba en
los estratos inferiores. La alfarería roja estaba vinculada con el periodo de construcción y
ocupación del montículo, dado que se recolectó en los estratos superiores.
Osgood (1943) consideró que el montículo que excavó en Tocorón era más
antiguo que el de Bennett, debido al hallazgo de materiales cerámicos en la base del
montículo totalmente diferentes a los reportados para la zona hasta ese momento7. Por
otro lado, Osgood comenta que los materiales cerámicos que recolectó son
exclusivamente del tipo gris de Bennett. Por estas razones, ubicó su montículo como más
temprano, y contemporáneo con los estratos inferiores del de Bennett.
7 De hecho, estos materiales siguen siendo diferentes a cualquier otro conjunto reportado para la región en la actualidad.
43
Posteriormente, Kidder II (1944) realiza otra propuesta cronológica para la zona
en función de los materiales excavados en el sitio de Los Tamarindos. En estas
excavaciones Kidder II encontró dos conjuntos cerámicos diferentes. Al primero lo
denominó Fase Cabrera y al segundo Fase Valencia. La fase Cabrera se encontró en los
estratos inferiores de las excavaciones, mientras la fase Valencia en los superiores.
La cronología de Kidder II supone una secuencia general para la zona, mas no
para las fases descritas por él. Es decir, Bennett y Osgood plantearon una cronología
interna a la cerámica Valencia, mientras Kidder II una cronología para las ocupaciones
humanas de la Cuenca del Lago de Valencia. Este modelo cronológico planteado por
Kidder II (1944) para los poblamientos del Lago de Valencia ha sido el que ha
prevalecido hasta el presente. Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) lo mantienen y lo
complejizan con las fechas de C14 tomadas por Cruxent en un montículo en La Mata, la
cual poseía un rango medio en 900 d.C. (tabla #VIII). Todos los autores que trabajaron
después de estos pioneros han mantenido de una u otra manera la cronología de Kidder II
y Cruxent y Rouse (Sanoja y Vargas 1974; Peñalver 1966, 1970, 1971, 1976; Vargas
De Bellard Pietri 1977, 1982; Peñalver 1965a, 1967, s/f; Lagrange de Castillo 1979; De
Arrechabaleta 1974, 1979; Bonilla y Morales 2001, entre otros). Sin embargo, los autores
que han trabajado con esto afirman que la deformación predominante en los montículos
artificiales es la tabular oblicua (Dupouy 1943; Peñalver 1965a, 1967, s/f; Fuchs 1963;
Bonilla y Morales 2001), siendo la tabular-erecta un elemento minoritario y asociado
generalmente a los sitios no monticulares (Cruxent 1945b, 1946b).
En la tabla #IX se presenta un resumen y cuantificación de las informaciones
sobre enterramientos y cráneos deformados recolectados en los montículos artificiales de
las orillas del Lago de Valencia. A partir de estos datos se puede observar que casi el
10% de la cantidad de entierros reportados pertenecen a cráneos con deformación
tabular-oblicua, y el resto a cráneos no deformados. Claro que la cuenta entre cráneos
deformados y no deformados sólo representa el 23,65% de todos los enterramientos
reportados, lo que indica que el 76,35 % restante, es desconocido en función de las
referencias bibliográficas.
En los montículos de Los Cerritos de Los Guayos, Peñalver (s/f) encontró los
enterramientos directos en los estratos inferiores y las urnas en los superiores, lo mismo
describió Bennett para su montículo en La Mata. En el caso del montículo excavado por
Peñalver (s/f) en El Roble, la autora hace referencia a que la mayoría de entierros eran en
45
urnas, encontrándose sólo uno directo. Lo mismo ocurre en el montículo de La Pica
(Peñalver 1967), la mayoría de entierros directos se encuentra en los estratos inferiores,
encontrándose muy poco asociados a los estratos superiores donde se encuentran las
urnas. Por último, Kidder II también comenta que la mayoría de enterramientos directos
se hallaban en los estratos inferiores relacionados con su fase Cabrera, mientras la
mayoría de las urnas estaban asociadas a la fase Valencia. A partir de estos datos, se ha
planteado que en esta área existieron dos patrones de enterramientos con diferencias
temporales. En el primero se enterraba a los muertos de manera directa o se incineraban.
En el segundo se comienza a practicar los enterramientos secundarios en urnas. Estos dos
tipos de enterramientos se encuentran por igual en los montículos.
Para el resto de la región no han sido planteados modelos temporales relativos,
más allá del general de la serie Valencioide. En función de la tabla #VIII, donde se
muestran todas las fechas de C14 obtenidas para sitios relacionados con la serie
Valencioide se ordenaron y agruparon las fechas y se generó una cronología tentativa
basada en tres periodos. El rango temporal de la serie Valencioide son 685 años, se
decidió dividir este valor en tres para poder obtener una fragmentación del tiempo y
observar si esto se relacionada con las otras dimensiones. Así cada periodo está dividido
por lapsos arbitrarios de 220 años a excepción del último periodo que tiene 265 años: I)
880 a 1100 d.C., II) 1110 a 1300 d.C. y, 1300 a 1565 d.C. (tabla #X). Es importante
destacar que los periodos señalados con números romanos no tienen relación con los
definidos por Cruxent y Rouse para su cronología relativa.
Es importante destacar que, al estar ya definidas las unidades espaciales y
temporales, se cumple con el primer objetivo específico del trabajo.
46
Metodología de Clasificación
La Sistemática planteada en este trabajo se define como clasificación analítica
(Rouse 1960: 314), es decir que se basa en la definición de Modos, y no de Tipos
(clasificación taxonómica). Los modos se definieron en función de atributos suficientes y
mutuamente excluyentes para ser agrupados en Clases. No se quiso llegar la definición a
Tipos, debido que los datos con los que se trabajó son insuficientes para generar
categorías estilísticas complejas como el Tipo. En este sentido, una clasificación analítica
permite crear tendencias que luego pueden ser contrastadas con colecciones físicas y
corroborar estos resultados previos.
La clasificación de los restos cerámicos (dimensión cultura material) se dividió en
tres variables: forma, decoración y pasta (figura #2). En cada una de estas existe un
conjunto de atributos que la integran. Antes de iniciar la descripción de la clasificación,
es necesario delimitar los atributos de estas variables:
Variable Formal:
Borde: En este atributo sólo se consideró la forma del borde. Se excluyó otro tipo de
datos como el diámetro, los labios o la inflexión debido a que estos elementos no están
suficientemente bien desarrollados en la gran mayoría de los textos.
Panza: Este atributo se consideró sólo cuando poseía decoraciones.
Variable Decorativa:
Plástica: se refiere al trabajo de adición o modelado, en sus diferentes combinaciones.
Esta sub-variable se dividió en 6 atributos:
47
Incisión: se refiere al proceso de realizar incisiones con instrumentos de puntas
delgadas, o afiladas, con motivos básicamente rectilíneos.
Excisión: se refiere al proceso de realizar surcos sobre la superficie de la vasija
con instrumentos de puntas delgadas o gruesas afiladas, con motivos básicamente
rectilíneos.
Perforado: se refiere al proceso de realizar perforaciones desde la cara externa de
la vasija hasta la interna con instrumentos de puntas afiladas.
Impresión digital: consiste en dejar marcas de las huellas digitales sobre las
vasijas, principalmente se observa en los bordes que poseen corrugado.
Corrugado: consiste en dejar los rodetes con los que se manufactura la vasija al
descubierto sin alisado.
Aplicado modelado: se refiere a la aplicación de porciones de arcilla a la vasija y
modelarlas con figuras geométricas, antropomorfas o zoomorfas. Los motivos
comunes con esta técnica son: cadenetas, mamelones, bolitas de arcilla y
apéndices antropo y zoomorfos.
Pintada:
La pintura se refiere a la aplicación de pintura roja o negra, sobre superficie sin pintar o
con engobe rojo, los motivos son en bandas simples lineales.
Engobe:
Se refiere al baño total o parcial de una vasija en colores rojo, anaranjado y blanco. El
engobe se observa principalmente como baño total en la cara externa de la vasija, baños
48
parciales en la mitad de la cara externa de la vasija y baños parciales en el borde interno
y externo de la vasija.
Variable Pasta:
La pasta se refiere a la materia prima con la que fue manufacturada una vasija, y el color
que se tomó en cuenta es el color que adquiere esta materia prima luego de ser cocida.
Esta variable posee cuatro atributos:
Roja: Se refiere a la pasta que incluye una gama de colores que varían desde el
rojo hasta el marrón rojizo. Se encuentra asociada a engobe rojo o naranja, con
antiplástico de arena, arena y mica o cuarzo molido.
Gris: Se refiere a pasta de color gris claro y oscuro. Se encuentra asociada a
engobe rojo, con antiplástico de arena, arena y mica o cuarzo molido.
Amarilla: Se refiere a pasta de color amarrillo. Se encuentra asociada en la gran
mayoría de los casos a engobe rojo o naranja, con antiplástico de arena o arena y
mica.
Negra: Se refiere a pasta de color negro. No se encuentra reportada con presencia
de engobe de ningún tipo. El antiplástico suele ser arena o cuarzo molido.
La metodología utilizada en los análisis cerámicos consistió en primer lugar en la
reevaluación de las colecciones cerámicas excavadas por el autor en la Cuenca de
Patanemo (Herrera Malatesta 2004). Para la clasificación se mantuvo el esquema
utilizado por Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]), donde se analizan tres variables de la
cerámica: forma, decoración y pasta. Toda la clasificación está basada en la reevaluación
49
de las colecciones cerámicas de la Cuenca de Patanemo y, la posterior comparación
gráfica con el resto de los sitios de la región.
Para la dimensión Formal se siguieron dos pasos. En primer lugar se reevaluaron
los 22 tipos y sub-tipos de formas de vasija definidos en el trabajo hecho en la Cuenca de
Patanemo (Herrera Malatesta 2004). Esta revisión se realizó en función de los
fragmentos de borde, considerando principalmente la inclinación del borde. No se tomó
como elemento definitorio de los modos de borde los diámetros de las vasijas, pues ya se
ha evaluado que la relación entre diámetro y el borde, al menos en la Cuenca de
Patanemo no posee ninguna diferenciación (Herrera Malatesta 2005), y en el resto de la
bibliografía es un elemento complejo de determinar y correlacionar.
En segundo lugar, como resultado de la nueva agrupación de los fragmentos de
borde, se generó un nuevo conjunto de bordes diagnósticos a partir del cual se definió
una matriz de 10 modos de borde (lámina #8). Con esto, se buscó agrupar los fragmentos
de borde en modos amplios, más que generar una amplia gama de modos. Pues se
consideró que era conveniente, en función de la data a manejar, tener una base de datos
que agrupara y no separara las evidencias. Esta matriz de modos de borde fue contrastada
de manera gráfica con todas aquellas ilustraciones en los reportes arqueológicos (tabla
#V). Así fue posible construir una matriz de 12 modos de borde para toda la región, los
10 de la Cuenca de Patanemo y dos agregados de otros sitios (lámina #9, modo 5 y 11),
es decir, al contrastar los conjuntos de atributos de los bordes con el resto de la
información bibliográfica fue posible definir dos modos de borde adicionales, no
representados en la Cuenca de Patanemo.
De la muestra de fragmentos de borde de la Cuenca de Patanemo y los reportados
en la bibliografía hubo varios que no fueron incluidos en el trabajo debido a que 1) sólo
50
estaban reportados para un sólo sitio, o 2) su definición era dudosa en el reporte, en la
lámina #10 se presentan los fragmentos de borde y vasijas no considerados. A partir de
esto, se definieron 12 clases formales de los modos de borde definidos en la clasificación
(tabla #VI). En la tabla #VII, se puede observar las clases formales y la variación en la
forma de borde de cada una.
La Decoración fue analizada tanto en los fragmentos de Borde como en los de
Panza. Igual que con los bordes, la muestra central se tomó de la colección de la Cuenca
de Patanemo, donde se definió una matriz de las técnicas decorativas (figura #3). Dentro
de la variable Decoración se incluyeron las sub-variables de técnicas plásticas (lámina
#11) y pintadas (lámina #12). Dentro de cada una de éstas, se tomaron en consideración
todos aquellos atributos presentes en la Cuenca de Patanemo, y a partir de los cuales se
definieron los modos decorados (figura #3). Es necesario destacar que dentro del modo
Incisión se incluyen atributos como: incisión, punteado e impresión de canutillo. Dentro
del modo Aplicado-Modelado se incluyen todos aquellos atributos decorativos que
involucran la aplicación y/o modelado de arcilla sobre la vasija. Por otro lado, la variable
decoración pintada se divide en dos aspectos principales que son engobe y pintura,
poseyendo cada uno de éstos los modos.
Para las técnicas decorativas se definió un conjunto de Modos Decorativos (figura
#4). Estos modos se dividen en dos grupos generales, los Plásticos y los Pintados. Es
necesario destacar que en los modos pintados se incluyó la pintura Blanca dada su
presencia repetida en varios sitios de la región; las combinaciones de esta pintura son:
blanco/rojo y rojo/blanco. Igualmente se incluyeron los engobe Naranja y Blanco.
51
Posteriormente se comparó la matriz decorativa de la Cuenca de Patanemo con
todos los reportes que poseían este tipo de información clara y explícita, y así fue posible
construir un conjunto de modos de las técnicas decorativas Valencioides (figura #4).
En cuanto a la Pasta se trabajó como en las otras variables, se revisó los datos de
la Cuenca de Patanemo y luego se contrastó esto con el resto de los sitios. Dentro de la
dimensión pasta se incluyeron tres variables: color, tratamiento de superficie y
antiplástico y a su vez dentro de cada uno de estos aspectos se incluyeron atributos
(figura #5), con la intención de definir modos de pasta.
A partir de este esquema se pudo observar cuatro modos de pasta (Roja, gris,
amarilla y negra), los cuales se repiten en la gran mayoría de los sitios arqueológicos
relacionados con cerámica Valencioide del Centro Norte. Se consideró siguiendo el
planteamiento de Howard (1943) que la pasta roja y gris son atributos diagnósticos de la
serie Valencioide, siendo las pastas amarillas y negras un elemento alternativo u
opcional. Esto debido a que las pastas amarilla y negra son comunes según los autores
que han trabajado con esta evidencia, pero siempre se reportan en muy bajas
proporciones. Por ejemplo, en la Cuenca de Patanemo las pastas amarillas y negras
poseen una presencia menor al 3% de toda la colección.
Con el antiplástico ocurre algo similar, el antiplástico de arena es diagnóstico en
la muestra cerámica Valencioide, siendo el cuarzo molido un atributo alternativo. En el
caso de la presencia de arena y mica, hasta el momento no se puede afirmar si la mica era
un agregado a la arcilla o si ya estaba incluida de manera natural en ésta. Esto debido a la
presencia recurrente de mica en los suelos del Centro Norte, sobre todo en las Costas. En
cuanto al tratamiento de superficie, el alisado es un elemento diagnóstico y el pulido un
atributo alternativo, observándose este último siempre en asociación con el engobe rojo.
52
Clasificación Cerámica: Serie Valencioide
En función de lo anterior, se considera que la serie Valencioide posee 12 modos
de borde, las decoraciones son plásticas y pintadas, las plásticas presentan la incisión,
corrugado, aplicado-modelado como atributos diagnósticos y recurrentes, estando la
excisión, perforado e impresión digital como atributos alternativos y/o opcionales. Las
decoraciones plásticas se observan principalmente en los bordes e inflexiones y, en
ocasiones sobre las panzas. Las decoraciones pintadas son básicamente bandas simples
lineales colocadas sobre las panzas y presentando combinaciones monocromas y
bicromas (rojo/crudo, negro/crudo y rojo/engobe rojo). Es importante destacar que hasta
el momento no se ha reportado la decoración plástica y pintada en conjunto en una
misma vasija.
Todavía queda por determinar si la pintura y engobe Blanco es un elemento
Valencioide. La pasta típica y diagnóstica de la cerámica Valencioide es la roja y el
antiplástico de arena. La pasta gris, es un elemento alternativo o posiblemente
diagnóstico en un periodo de tiempo no determinado aún; las pastas amarillas y negras
se considera que son elementos opcionales, dado su poca redundancia en los diversos
sitios.
Se considera en este trabajo que dentro de la serie Valencioide existen dos
componentes cerámicos diferenciados, uno que involucra la decoración plástica y el otro
la pintada. Por último, se propone en este trabajo seguir, por ahora, el esquema de
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]), donde las variables de forma, pasta y decoración son
las que definen a los estilos, mientras que sólo la decoración es la que define a la serie
debido a que dentro de la serie Valencioide no existen formas que no estén presentes en
otras series, en cambio la decoración si es particular de la serie.
53
Consideraciones sobre la Serie y los Estilos Valencioides
La Serie Valencioide
Rouse y Cruxent (1963: 100) consideraron que la serie Valencioide representa un
desarrollo local de la Cuenca del Lago de Valencia con influencias del estilo La Cabrera
(fase Cabrera de Kidder II, 1944), representadas en las bases anulares perforadas, la
incisión, el punteado rectilíneo y los apéndices aplicados. Además de estas relaciones los
autores establecieron que la influencia estilística más fuerte era de la serie Arauquinoide.
Esto se debe a la presencia de collares aplicados a las vasijas, rostros con ojo grano de
café, cejas arqueadas y los aplicados pequeños con incisiones. Por esto, Rouse y Cruxent
(1963) sugirieron que el origen de la serie Valencioide podía estar en el Medio Orinoco y
los Llanos, planteando que esta difusión se haya producido a través de los ríos
Portuguesa y Pao.
Por otra parte, Rouse y Cruxent (1963) contrastan las series del Occidente y el
Centro Norte como la Dabajuroide, Memoide, Ocumaroide y Tierroide con la serie
Valencioide porque “es la única de estas sin corrugado, por ejemplo; la única sin diseños
pintados de ningún tipo; y la única excepto la Memoide que no posee patas” (Rouse y
Cruxent 1963: 101). Esta definición de la serie Valencioide, con sus relaciones y
contrastes en función de los análisis realizados en este trabajo se relaciona más con el
Estilo Valencia que la serie como un todo. La nueva evidencia cualitativa y cuantitativa
de los materiales cerámicos, así como la inclusión de los modos decorativos pintados
permiten considerar y plantear una redefinición de los estilos y la serie Valencioide.
En la tabla #XIX se presenta el conjunto estilístico definitorio de la serie
Valencioide de Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) y el conjunto cerámico definido en
función de las nuevas evidencias y los análisis estilísticos realizados en este trabajo. En
54
esta tabla se puede observar que el cambio en la definición de la serie Valencioide
consiste en una refinación de los atributos formales y decorativos. Si bien en este trabajo
se definió un componente formal más claro y complejo, este no representa un elemento
definitorio de la serie. Lo que define a la serie, como se observa en la tabla #XIX, es la
decoración basada en técnicas plásticas que incluyen el corrugado, con un fuerte
componente de pinturas mono y bicromas en bandas simples (tabla #XIX).
Con los análisis se pudo observar que las pinturas parecieran tener una
distribución espacial diferencial. Este patrón característico de la presencia de pinturas
llevó confirmar la impresión planteada en la clasificación de que existen dos
componentes estilísticos en la serie. El primero, fue denominado Valencioide Plástico, y
está representado por materiales decorados principalmente con incisión, aplicado-
modelado, corrugado y presencia de engobe rojo; similar al conjunto que define la serie
Valencioide de Cruxent y Rouse, pero con un nuevo elemento decorativo, el corrugado.
El segundo conjunto es el Valencioide Plástico-Pintado, y se define por la presencia de
la incisión, aplicado-modelado, corrugado, engobe rojo y presencia de pinturas mono y
bicromas en bandas simples.
En este punto, ya se da respuesta al segundo objetivo específico de este trabajo
que planteaba conocer si la pintura presente en la Cuenca de Patanemo era un elemento
Valencioide. Como se pudo observar con esta clasificación, además de la pintura ser un
elemento Valencioide, representa un componente dentro de la serie.
55
Estilos Valencioides
En función de la clasificación planteada, los análisis estilísticos y la revisión
exhaustiva de la bibliografía es posible revisar los estilos Valencioides definidos por
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) y refinar las definiciones de algunos de los estilos.
Los análisis estilísticos permitieron conocer que en los diferentes sitios asociados
con un determinado estilo definido por Cruxent y Rouse, existen diferencias en la
frecuencia de las distintas clases formales. De hecho, en casi todos los sitios con
cuantitativas para las formas de vasija se observan patrones totalmente diferentes,
mientras que sólo los sitios monticulares de La Mata y Tocorón (de Osgood) poseen
cuantitativas formales similares. En las decoraciones se observa un patrón similar, todos
los sitios comparten las mismas técnicas decorativas plásticas, pero su presencia
porcentual varia entre cada sitio. Esto podría sugerir que las diferencias estilísticas entre
los conjuntos cerámicos del Centro Norte se dan a un nivel cuantitativo, más que en la
presencia o ausencia de rasgos. La diferencia estilística más marcada que se puede
observar en la nueva definición de la serie Valencioide, es la presente entre los
componentes Valencioide Plástico y el Plástico-Pintado.
Estilo Cementerio Tucacas
Se decidió comenzar con este estilo debido a que estilísticamente es el más
inconsistente de toda la serie, como ya lo señalaron Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]).
La colección recolectada por Cruxent en el cementerio cercano al pueblo de Tucacas,
consiste en 268 fragmentos (Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]), y de todos ellos muy
pocos están relacionados con la cerámica hallada en el Lago de Valencia. De hecho, los
autores comentan que el sitio es multicomponente. Como se puede observar en la lámina
56
#13, los fragmentos relacionados directamente con los estilos Valencioides definidos por
Cruxent y Rouse son pocos.
Cuando se reconstruyeron las formas de vasija de este estilo, en función de las
clases definidas para el presente trabajo, sólo había coincidencia en 5 formas en la
muestra, que además están presentes en casi todas las series de Venezuela (lámina #14).
En cuanto a las técnicas decorativas, el conjunto cerámico Valencioide de Cementerio
Tucacas posee Aplicado Modelado, Incisión y Engobe Rojo, formando motivos de: Asas
Bitubulares, Apéndices zoomorfos, Mamelón con incisión, Ojo grano de café y
Corrugado (Lámina #13). En la tabla #XX se presenta el contraste entre el conjunto
definido por Cruxent y Rouse para el estilo y la reevaluación del conjunto estilístico
planteada en este trabajo.
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) no aportan datos explícitos sobre si
cuantitativamente los materiales Valencioides dentro de la colección de Cementerio
Tucacas predominan como para poder considerar si la muestra Valencioide es la más
abundante dentro del conjunto multicomponente.
Se considera en este trabajo que los materiales cerámicos Valencioides en este
sitio no son suficientes para constituir un conjunto diagnóstico que permita la definición
de un estilo. Además, la colección cerámica Valencioide de Cementerio Tucacas no
puede ser diferenciada estilísticamente de otros estilos, como por ejemplo, Topo. Sin
embargo, se propone seguir manteniendo el Estilo Cementerio Tucacas hasta que existan
nuevas evidencias que permitan una mejor evaluación.
57
Estilo El Pinar
La muestra de materiales de este estilo proviene de las colecciones recolectadas y
excavadas por Cruxent (Cruxent 1951, 1958-59a, 1958-59b, 1964; Cruxent y Rouse 1982
[1958-59]) en diversos paraderos a lo largo y ancho del Valle de Caracas y las montañas
circundantes. La colección consta de 114 fragmentos cerámicos, y su descripción
estilística no es consistente con la definición de la serie. Cruxent y Rouse (1982 [1958-
59]) admiten que los atributos de estos materiales se asemejan a los de la cerámica
Valencioide, sin embargo su escasa cuantitativa y la gran variedad de localidades de las
que proviene la colección, hacen dudar en la inclusión de todas estas localidades dentro
de un mismo conjunto estilístico. Es cierto que los sitios se encuentran dentro de la
“región Valencioide”, sin embargo su definición es pobre en términos estilísticos.
Podrían ser sitios diferentes estilísticamente, cronológicamente e incluso culturalmente,
pero lamentablemente en función de la data expuesta por Cruxent y Rouse, es imposible
acceder a esta respuesta.
Como se puede observar en la lámina #15, los materiales ilustrados por Cruxent y
Rouse (1982 [1958-59]) e incluidos en este estilo coinciden estilísticamente con los
Valencioides de forma muy indirecta. Los autores comentan que “los pocos casos en los
que aparece el engobe rojo pueden considerarse como un nexo con el estilo Valencia. Por
otra parte, el asa acintada vertical y el apéndice semicircular inciso no lo son” (1982
[1958-59]: 324). Se decidió incluir las asas acintadas como un elemento Valencioide
debido a su continua presencia en los diferentes sitios de la región. Cuando se aplicaron
las clases diseñadas para este trabajo a las formas de El Pinar, fue posible identificar 5
clases (lámina #16).
58
Ahora bien, existen nuevos reportes de sitios arqueológicos en el Valle de
Caracas, y aunque ninguno ha sido concluyente en sus definiciones estilísticas, se
incluyeron para ampliar la discusión sobre este estilo. Tal es el caso del trabajo de Peris
Aparicio (1967) en Carapa, una localidad ubicada en la carretera que va de Caracas a
Antímano, vía Los Teques, en la ribera izquierda del Río Guaire. Este autor recolectó una
muestra cerámica de 27 fragmentos. Entre los materiales sólo 2 presentan decoraciones,
con las técnicas de incisión y corrugado; también el autor reportó un tiesto con engobe
rojo. De las formas dibujadas por Peris Aparicio (1967: 344-345), se observan sólo 2
clases (2 y 5) de las definidas para este trabajo. La colección de este autor es tan escasa
que su clasificación estilística se mantiene tan ambigua como el estilo El Pinar.
Otro caso es el trabajo de Jam (1958) en Valle Arriba en Caracas. En esta
urbanización el autor realizó excavaciones arqueológicas, recolectando diversos
fragmentos cerámicos. Los tiestos poseían antiplástico de mica y cuarzo, y sus colores
varían entre el rojo y el pardo grisáceo. El autor comenta que varios fragmentos
cerámicos poseían engobe rojo y blanco (Jam 1958: 46). Se recolectaron fragmentos de
borde con labios redondeados, expandidos, planos y engrosados; igualmente reporta
bases planas, anulares y patas globulares, sin embargo no coloca la información visual
necesaria para la completa identificación estilística. También el autor comenta la
presencia de un fragmento con cadeneta aplicada a la inflexión con incisiones diagonales
sobre esta, muy típica de los sitios Valencioides de la costa, aunque en estos casos no se
observa incisión diagonal sino punteado. Se hace mención en el trabajo a dos figurinas,
de las cuales una la asocia con las recolectadas en La Cabrera, la otra es una cabeza
zoomorfa. Lamentablemente, Jam no ilustra los materiales más característicos de los que
se podría obtener información estilística concreta.
59
Los trabajos en el Valle de Caracas, hoy en día son sumamente difíciles, debido a
que ya no queda mucho terreno libre de construcciones. Lamentablemente, los materiales
que se ilustran en todos los trabajos citados son tan variados, fragmentados y escasos que
una correcta filiación estilística es muy difícil, sin embargo en la tabla #XXI se presenta
una especificación de los materiales cerámicos del estilo El Pinar en función de las clases
formales definidas. Esta tabla no representa una modificación de lo que ya habían
planteado Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]).
Sin lugar a dudas existió en el pasado gente que portaba cerámica Valencioide en
el Valle de Caracas, pero su presencia, actividades y contextos son desconocidos hasta el
momento. Se considera que las colecciones que dan cuerpo al estilo El Pinar son
sumamente dudosas y escasas como para definir un estilo de éstas, igualmente, no es
posible diferenciar esta colección de otros estilos definidos para la serie (por ejemplo
Topo y/o Las Minas), pero tampoco relacionarlos directamente. Se considera en este
trabajo que no es posible proporcionar afirmaciones concluyentes sobre este estilo, por lo
cual es necesario ampliar la data disponible antes de plantear una reevaluación
exhaustiva.
Estilo Río Chico
El estilo Río Chico es otro de los estilos problemáticos de la serie Valencioide. Su
colección consta de 450 tiestos recolectados por Cruxent (Cruxent y Rouse 1982 [1958-
59]), en la orilla del río que le da su nombre cuando se construía la carretera Río Chico-
El Guapo. Los fragmentos cerámicos poseen antiplástico de cuarzo molido, y los colores
de la pasta varían del marrón al salmón claro. De los fragmentos de borde se observó
coincidencia con 6 de las clases formales definidas, sin embargo, la presencia de labios
60
angulares, así como bordes salientes chatos, no son comunes en las colecciones
Valencioides (lámina #17 ver ND), este tipo de labios se observan sobre todo en vasijas
de cuerpo poco profundo y con bordes muy diferentes a los bordes incluidos en las clases
formales definidas.
El material decorado de este sitio presenta elementos comunes para la serie,
aunque su representatividad dentro de la muestra pareciera ser reducida (lámina #18).
Con este estilo el problema mayor es la cuantitativa de la muestra y las limitadas
descripciones del material cerámico. Puesto que la presencia de uno, dos o tres atributos
diagnósticos del estilo Valencia o de otro estilo Valencioide no tiene que representar un
estilo diferente. Igualmente, la descripción del estilo Río Chico de Cruxent y Rouse no es
consistente. Cuando explican el estilo por primera vez en su libro (Cruxent y Rouse 1982
[1958-59]: 188) no hacen referencia al motivo decorativo “apéndice antropomorfo” que
sí incluyen al final del trabajo cuando resumen los estilos (Cruxent y Rouse 1982 [1958-
59]: 452). Entre estas dos descripciones existen diferencias que no son solucionadas en el
material gráfico del trabajo. En la tabla #XXII se presenta la definición estilística del
conjunto de Río Chico, incluyendo las clases formales definidas.
Como en los estilos anteriores, se considera que es necesario ampliar la data de
esta zona para poder plantear una reevaluación precisa del estilo Río Chico. Cruxent y
Rouse (1982 [1958-59]) ya habían destacado la relación de Río Chico con el estilo Topo,
sin embargo, la ausencia de pintura en Río Chico no permite una vinculación directa
entre estos estilos.
61
Estilo Las Minas
Este estilo es uno de los más consistentes y mejor definidos por Cruxent y Rouse,
tanto porque la descripción hecha por Dupouy y Cruxent (1946-47) es completa, como
porque la colección proviene de una sola localidad, con un pequeño agregado del
paradero del Pico El Paují (Dupouy y Cruxent 1946-47). El estilo Las Minas representa
un conjunto cerámico uniforme en términos formales y decorativos, proviene de una
colección pequeña pero suficiente considerando las cuantitativas de otras localidades de
la región, en este sitio se recolectaron un total de 826 fragmentos. La presencia de
elementos estilísticos diferentes a la muestra (lámina #19, fragmento 4), pueden ser
explicados tanto por la funcionalidad del asentamiento, dinámicas socio-culturales
desconocidas, como por su cercanía a áreas hasta ahora desconocidas arqueológicamente
como los Valles del Tuy. De hecho, no se posee en la actualidad ninguna referencia
arqueológica del área de los Valles del Tuy, lo que es lamentable pues en ésta se podrían
ubicar contextos arqueológicos que permitan ampliar el entendimiento de las dinámicas
de los grupos del Lago de Valencia y las Costas Centro Orientales con los de la Llanada
Barloventeña y el Oriente en general. Como se puede ver en el mapa #12, al Sur-Este de
las montañas se encuentra una parte de estos Valles, que además están surcados por el
Río Tuy, el cual desemboca muy cerca del Río Guapo y tiene su naciente en la Colonia
Tovar8.
En la lámina #19 se presentan los materiales cerámicos decorados de Las Minas
ilustrados por Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]). En esta imagen se puede apreciar que
las formas de vasijas 3, 7 y 12 resaltan dentro de la muestra. Es importante destacar que
8 Esta consideración es necesaria pues la presencia de materiales semejantes a los estilos del Oriente de Venezuela en esta área podrían estar indicando más que sólo materiales de comercio.
62
esta forma (clase 10 en la presente clasificación) fue agregada al conjunto de clases
definido en este trabajo debido a que se observa su presencia en varios sitios de la región,
por lo cual se consideró que, si bien está presente dentro de la serie Memoide (ver
Cruxent y Rouse 1982 [1958-59], tomo II: 168, fig. 166 #12), hasta el momento se tiene
un mejor reporte de su presencia en la serie Valencioide.
Cuando se aplicaron las clases formales a los materiales de Las Minas, se pudo
observar una coincidencia de 9 clases (lámina #20), no quedando ningún fragmento de
borde fuera de las clases. Esto es interesante, debido que, aunque Las Minas no posee
todas las clases formales, es una de las pocas colecciones cerámicas en la que todos sus
fragmentos de borde coincidieron con las clases definidas.
Se plantea en este trabajo que el estilo Las Minas es un conjunto estilístico
consistente en función de la nueva clasificación y representa un estilo importante dentro
de la serie Valencioide, tanto por sus similitudes formales como decorativas. Se espera
que en el futuro, con nuevas investigaciones arqueológicas se pueda ampliar el
conocimiento de los sitios ubicados en las Montañas, así como en los Valles de Tuy.
Por último, es interesante destacar que la colección de Las Minas posee poca
decoración plástica y total ausencia de pintura, hecho que pasa también en el sitio de
Guaremal (Gómez 1995). De hecho, como se pudo observar en el último de los análisis
estilísticos, la presencia de técnicas decorativas en estos sitios es sumamente baja, siendo
la característica más representativa, en el sitio de Guaremal, el alto porcentaje de engobe
rojo. Se considera que el sitio Guaremal es una localidad del estilo Las Minas.
Igualmente se sigue manteniendo, como ya lo plantearon Cruxent y Rouse (1982 [1958-
59]) que las localidades de Pico El Paují y Quiripital pertenecen al estilo Las Minas. En
la tabla #XXIV se presenta el conjunto definitorio del estilo Las Minas.
63
Estilo Valencia
A pesar de que las colecciones cerámicas de los sitios que son incluidos por
Cruxent y Rouse dentro de este estilo siguen siendo las más completas descritas para la
región, es necesario revisar cómo afectan las inclusiones de nuevos modos decorativos y
clases formas dentro de la serie a este estilo.
En cuanto a los modos decorativos, en ninguno de los tres sitios, mayormente
descritos e ilustrados, incluidos dentro de este estilo (La Mata, Tocorón, Los
Tamarindos) se establece claramente la presencia de pintura. Tanto Requena (1932)
como Peñalver (1965b) en las excavaciones en los sitios monticulares recuperaron
objetos pintados, sin embargo, estos parecen ser pertenecientes a cerámicas de los estilos
y series Occidentales, tanto por la presencia de pinturas policromas como por las formas
de vasija. En los textos de Bennett, Osgood y Kidder II se hace poca referencia sobre los
materiales pintados o estos materiales foráneos, lo que puede indicar que posiblemente su
frecuencia era muy baja o no había presencia de éstos. En las cuantitativas realizadas en
este trabajo, se pudo observar que los materiales pintados pertenecen principalmente a
los sitios ubicados en las costas. Por otra parte, el patrón exclusivo en los porcentajes de
las formas de vasija en los sitios monticulares de La Mata y Tocorón (de Osgood)
pareciera estar indicando aspectos funcionales relacionados con los asentamientos de la
zona de la Cuenca del Lago de Valencia.
Se considera que no hay razones para reconsiderar que en términos estilísticos el
estilo Valencia es el estilo cabecero de la serie Valencioide como lo plantearon Cruxent y
Rouse (1982 [1958-59]). Este estilo es mejor representante del conjunto Valencioide
Plástico, pues las variaciones pintadas responden al conjunto Valencioide Plástico-
Pintado (Topo, Patanemo, Puerto Maya, Cúpira, etc.), permaneciendo, hasta ahora, el
64
estilo Valencia como una muestra representada principalmente por decoraciones
plásticas, como se puede observar en la ilustración de Cruxent y Rouse sobre estos
materiales (lámina #21).
Como se pudo observar en los análisis estilísticos, del conjunto utilizado de La
Mata y Tocorón (de Osgood) hay una coincidencia de los bordes con 7 de las clases
formales definidas en este trabajo (lámina #22), y una sola forma de vasija quedó fuera
de la clasificación (lámina #22 ver ND9), debido a que ésta está presente en los
materiales de la Fase Cabrera de Kidder II (1944), y aunque se han reportado vasijas
similares para la isla de Dos Mosquises (M. Antczak 2000; Antczak y Antczak 2006), su
reporte en la región y en contextos Valencioides es específico a estos dos sitios. En vista
de esta presencia ambigua y poco reportada se prefirió no incluir esta forma dentro del
conjunto del ajuar formal de la serie.
El conjunto cerámico de Los Tamarindos comparte con La Mata y Tocorón las
mismas clases formales con la diferencia de que en Los Tamarindos hay presencia de la
clase #2. La colección cerámica de Tocorón (de Cruxent) comparte con estos tres sitios
casi todas las formas (tabla #XIII), sin embargo, en esta muestra hay presencia de las
clases #4 y #12 que están totalmente ausentes en los otros, y la clase #2 que sólo está
presente en Los Tamarindos (lámina #22). Si bien la colección excavada por Cruxent
(1946a) en Tocorón difiere levemente en términos formales del resto, no se considera que
esto sea razón suficiente como para dudar de su inserción en el estilo; sin embargo,
pareciera que las clases #2, #4 y #12 no son parte del conjunto definitorio del estilo dada
su presencia escasa en los sitios analizados de la Cuenca del Lago de Valencia. A partir
9 ND: No Definido
65
de estas consideraciones, en la lámina #24 se presentan las formas de vasija diagnósticas
del estilo Valencia.
También es necesario incluir dentro del ajuar formal de estos tres sitios las urnas
funerarias. Si bien es cierto que se han reportado diversas vasijas de “uso común” como
urnas funerarias (Bennett 1937; Kidder II 1944; Fuchs 1963; Peñalver s/f), también se
han reportado algunas que, aparentemente, eran de uso exclusivo para los enterramientos.
Kidder II (1944) las ilustra y su forma es idéntica a las descritas por otros autores (lámina
#24). Si bien los materiales provenientes de estos sitios siguen constituyendo las
colecciones más amplias, debido a las excavaciones extensivas realizadas por Bennett,
Osgood y Kidder II, existen vacíos en las descripciones, sobre todo los relacionados con
las cuantitativas cerámicas, contextos y relaciones entre los materiales y la descripción
exhaustiva de materiales cerámicos diferentes y/o alóctonos.
Las colecciones que componen el estilo Valencia son las que poseen los
porcentajes más altos en términos decorativos. Sin embargo, como se pudo apreciar en
los análisis estilísticos (gráfico #18) y en las imágenes de los materiales de cada estilo, la
diversidad decorativa en la región es relativamente alta y uniforme porcentualmente. Lo
que puede estar indicando que la variabilidad decorativa era un elemento característico
de los grupos que manufacturaban esta cerámica. Aunque el estilo Valencia comparte
una gran proporción de elementos cerámicos decorativos y formales de la nueva
definición de la serie Valencioide, no los comparte todos. Mucho menos con la inclusión
de los modos pintados. Por otra parte, la cerámica del estilo Valencia no posee
corrugado, mientras que el resto de los estilos sí.
Es interesante recalcar, que tanto Bennett, Osgood, Kidder II como los propios
Cruxent y Rouse, destacaron que las colecciones cerámicas de los sitios ubicados
66
alrededor del Lago de Valencia son sumamente difíciles de clasificar en un sólo
conjunto. Luego de aplicar los análisis, revisar la data existente para toda la región,
evaluar sistemáticamente los trabajos de la zona de la Cuenca del Lago de Valencia, se
piensa que es muy probable que Bennett, Osgood y Kidder II no hayan descrito,
analizado y publicado todo lo que recolectaron en sus excavaciones. Sin embargo, esta
intuición sólo se confirmará cuando se revisen las colecciones de estos autores en
detalle10.
Se propone, por ahora, mantener el estilo Valencia como estilo cabecero de la
serie hasta que no se hagan investigaciones intensivas en la región que permitan construir
cronologías más claras y conjuntos estilísticos más complejos. En la tabla #XXIV se
presenta el conjunto definitorio del estilo en función de los análisis y consideraciones
realizados.
Estilo Topo
El estilo Topo es otro de los estilos consistentes en términos estilísticos de toda la
serie. El conjunto definido por Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) a partir del trabajo de
Dupouy y Cruxent (1946; Cruxent 1946c) para las decoraciones es muy similar a las
características generales de la serie (lámina #25). Cuando se aplicaron las clases formales
a la muestra de bordes de esta colección, hubo una coincidencia de 9 clases (lámina #26),
quedando por fuera un sólo borde que por su forma y presencia no recurrente en otros
sitios se prefirió no incluirlo. La presencia de pintura en Topo, corresponde a las
inclusiones de elementos pintados en la serie Valencioide, mencionada anteriormente.
10 Todas se encuentran en Estados Unidos: La colección de Osgood se encuentra en el Museo de la Universidad de Yale, la de Bennett reposa en el Museo de Historia Natural de Nueva York y, la de Kidder en la Universidad de Harvard.
67
Estos agregados consisten en líneas de pintura roja sobre crudo y negra sobre crudo. En
Topo, se reportó un fragmento pintado rojo y negro sobre fondo crudo, este caso sí se
considera ajeno a la colección en este momento debido a que consta de un sólo ejemplar
de pintura polícroma.
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) relacionan los materiales pintados de Topo
con los materiales cerámicos del estilo Palmasola y la serie Dabajuroide. No es de
extrañar que en una localidad como esta, con una ubicación geográfica tan crucial, se
encuentren materiales pertenecientes a otros estilos y series. Aunque, en la presente
clasificación se considera que los fragmentos pintados de negro sobre fondo crudo
pertenecen al conjunto alfarero del sitio, y por ende al estilo.
Los atributos decorativos y formales de este estilo se muestran en la tabla #XXV,
y componen atributos comunes para todos los sitios ubicados en las Costas Centro-
Orientales, de hecho tanto las decoraciones plásticas como las pintadas que se observan
en los sitios de la Cuenca de Patanemo (Herrera Malatesta 2004), se encuentran también
en los sitios de Puerto Maya (Álvarez y Casella 1983) y Playa Chuao (Morales 1984), y
Cúpira (Nieves 1992). En la tabla #XXVI se muestra la presencia de las técnicas
decorativas en los sitios del área de la Costa, incluyendo los de la Cuenca de Patanemo
desglosados para una mejor visualización y entendimiento de los datos. En términos
formales estos cuatro sitios son muy similares al ajuar formal de Topo (tabla #XIII), con
pequeñas excepciones como la clase 10 que sólo se ha reportado para la Cuenca de
Patanemo y para El Topo.
En la lámina #26 se puede observar el ajuar formal que posee el estilo Topo, estas
formas son compartidas por todos los sitios del área de la Costa, en mayor o menor
grado. Como se pudo observar en los análisis estilísticos, los materiales cerámicos de los
68
sitios ubicados en la costa son consistentes entre ellos mismos, aunque aparezcan en
proporciones diferentes intra e inter cuenca. Sin embargo, todos comparten los atributos
diagnósticos que definen el estilo (tabla #XXV) tanto en términos formales como
decorativos.
Se propone en este trabajo que el Estilo Topo es la representación de lo que hasta
ahora se ha denominado arbitrariamente “Valencioide Costero” (Herrera Malatesta 2004;
Sýkora 2006). Con la ubicación de Topo como un estilo Costero y la complejización de
su estilística con otros sitios, es posible comenzar a definir conjuntos que permitan
entender y esclarecer la estilística de los sitios costeros. Este estilo permite observar y
afianzar el hecho de que la serie Valencioide posee un componente pintado, además del
corrugado. Posiblemente este estilo de hacer cerámica haya estado estrechamente
relacionado con las formas de hacer cerámica y las simbologías presentes en los estilos y
series tardías del Occidente.
Aunque es difícil concretar elementos de esta relación en este momento, pareciera
adecuado afirmar que existieron estrechas relaciones entre estos grupos, al menos con
aquellos asentamientos de las costas, lo que le permitió a los grupos portadores de la
cerámica Dabajuroide dejar evidencia de su presencia en lugares tan lejanos del oriente
como la Depresión del Unare (Rojas y Navarrete 2005; Navarrete 2008), o Campoma
(Wagner 1972, 1977).
Estilo Cayo Sal
Este estilo fue definido recientemente por Antczak y Antczak (2006: 85) para
clasificar los materiales recolectados en las excavaciones en la isla que le da su nombre.
Un elemento interesante en esta colección, como ya lo destacaron Antczak y Antczak
69
(2006) es la presencia de ciertas técnicas decorativas y formas de vasija que parecieran
indicar orígenes Occidentales. De hecho los Antczak relacionan las decoraciones
pintadas de esta isla con la serie Dabajuroide, y la forma A de la lámina #28.1 con la
serie Tierroide (Antczak y Antczak 2006: 253). Estos autores proponen que,
posiblemente, los visitantes de esta isla constituyeron la vanguardia en las exploraciones
al Archipiélago, tanto por las fechas tempranas que se obtuvieron como por la presencia
de la pintura, suponiendo que los primeros viajes se realizaron en conjunto con grupos
portadores de cerámica Dabajuroide. Si bien esta hipótesis es plausible, algunos
comentarios se pueden hacer sobre esta colección y su definición como estilo.
En primer lugar, es interesante que Oliver (1997) clasificó como parte del ajuar
cerámico Dabajuroide11 la vasija clasificada por los Antczak (2006) como Tierroide.
Tanto la vasija A como la B, de la lámina #28.1, son además las que resaltan más en la
muestra, y según Oliver (1997: 409) son vasijas típicas del ajuar formal Dabajuroide. En
cuanto a las pinturas, hay algunos motivos que son comunes en la serie Dabajuroide,
como por ejemplo los que se observan en las vasijas B a I (enmarcadas en cuadro rojo)
de la lámina #28.2. Sin embargo, es interesante notar que en los sitios costeros se han
reportado fragmentos cerámicos con líneas pintadas de negro sobre crudo y rojo sobre
crudo, justamente como los que se observan en esta imagen, y en este trabajo han sido
incluidos como parte del ajuar decorativo de la serie Valencioide.
Por otro lado, es interesante notar que tanto en Cayo Sal como en Dos Mosquises
se ha reportado la clase 10 (lámina #29), que es una forma de vasija que en el continente
sólo se ha descrito en el área Costera para la Cuenca de Patanemo y Topo, y en el área de
11 Aunque es necesario destacar que A. Antczak comentó recientemente (com. personal) que la inclusión de esta vasija como Dabajuroide o Tierroide todavía está en discusión, incluso por el propio J. Oliver.
70
Montaña en Las Minas y Guaremal. Si bien una sola forma de vasija pareciera no ser
diagnóstica dentro de una colección tan amplia, esta clase es una forma muy
característica y representativa dentro de la nueva definición de la serie Valencioide, por
lo cual se podría preguntar, ¿estuvo el asentamiento de Cayo Sal relacionado de alguna
manera con los asentamientos de la Cuenca de Patanemo, Topo, Guaremal y/o Las
Minas? Y, siguiendo este orden de ideas, ¿representan las decoraciones pintadas en la
cerámica Valencioide un nexo cultural entre los grupos portadores de cerámica
Valencioide con aquellos portadores de la cerámica Dabajuroide?
En términos formales Cayo Sal comparte 5 de las clases formales definidas para
la serie Valencioide. Si se compara, por ejemplo, la cantidad de clases formales entre
Cayo Sal y Dos Mosquises la diferencia salta a la vista, Dos Mosquises posee 9 clases
formales y Cayo Sal 5, lo que podría indicar que los materiales de Cayo Sal están
relacionados con la serie Valencioide, aunque el sitio no tuvo una variedad estilística
como la de Dos Mosquises. Pareciera que Cayo Sal representara un sitio
multicomponente, así como muchos de los sitios de las islas donde se encuentran
evidencias de las series Dabajuroide y Ocumaroide. Sin embargo, en función de los datos
proporcionados por Antczak y Antczak (2006) la presencia Valencioide es mayor.
Ahora bien, tanto el estilo Cayo Sal como las colecciones cerámicas de las Islas
del Archipiélago de Los Roques parecieran poseer una complejidad cerámica más
marcada que en los sitios del continente. Para elucidar un poco estas apreciaciones se
decidió complementar la discusión precedente con los datos proporcionados por Antczak
y Antczak sobre las figurinas y los análisis de proveniencia.
M. Antczak (2000) definió tres tipos de figurinas: Estandarizadas, Heterogéneas e
Imitativas. La autora relacionó cada tipo con patrones culturales particulares dentro de
71
los grupos portadores de la serie Valencioide, así como de otras series. No es necesario
aquí repetir a detalle la clasificación de las figurinas, que puede ser revisada en los textos
de la autora (M. Antczak 2000; Antczak y Antczak 2006), pero si se hará una breve
descripción de cada tipo.
La autora explica que las figurinas Estandarizadas (lámina #30) se caracterizan
por su homogeneidad estilística, comentando que sus “variables más distintivas se
encuentran encerradas en la forma (silueta y tamaño) y el color” (Antczak y Antczak
2006: 108). El engobe rojo o rojo oscuro está presente y es contrastante con el color
amarillento-gris de la pasta. La autora hace hincapié en que estas figurinas fueron creadas
para ser vistas desde diferentes ángulos y no sólo de frente. Igualmente comenta que son
las más grandes en tamaño de las figurinas de Dos Mosquises. Entre las técnicas
decorativas que acompañan a las figurinas se encuentra la incisión, punteado, perforado,
aplicado-modelado y el engobe rojo. M. Antczak comenta que el 90% de las figurinas
son huecas, existiendo sólo 6 sólidas. El antiplástico es de arena con incrustaciones de
cuarzo fácilmente visible, su color es amarillento-gris y en pocos casos rosado, las
superficies siempre están alisadas y en muchos casos pulidas.
La característica más representativa de las figurinas Heterogéneas (lámina #31) es
que todas son diferentes. M. Antczak (2000) comenta que aunque este tipo presenta gran
diversidad, todos los especímenes comparten atributos comunes que las agrupan. El
rasgo más característico según esta autora es “la falta de habilidad artesanal al producir
figurinas de “buena calidad”, como las estandarizadas” (Antczak y Antczak 2006: 154).
La autora comenta que las figurinas heterogéneas son “crudas y rústicas” y la mayoría
está deficientemente cocida, mostrando generalmente manchas de fuego en su superficie.
Tanto la pasta como el antiplástico de este tipo es el mismo que el del tipo anterior, sin
72
embargo las superficies son ásperas y burdas, y el pulido es raro. Este tipo de figurinas
posee una “virtual” falta de engobe, bruñido o pulido, muy común en las Estandarizadas.
El color de la pasta es el marrón rojizo o marrón, su estructura es sólida y en los casos en
los que son ahuecadas las paredes son gruesas. También es interesante notar que estas
figurinas son más pequeñas en tamaño que las Estandarizadas.
En cuanto al tipo figurinas Imitativas (lámina #32), M. Antczak (2000) explica
que este tipo se basa en figurinas que parecieran “imitar” a las figurinas Estandarizadas.
En función de la experiencia de los Antczak (Antczak y Antczak 2006) con artesanos de
diversos lugares de Venezuela, los autores pudieron comprender que estos artesanos al
tratar de reproducir las figurinas Estandarizadas, creaban figurinas similares,
“imitaciones”, que aunque parecidas nunca podrían pasar por originales. Los autores
explican que esta imitación se da a partir de un prototipo el cual puede consistir en
cualquiera de los siguientes elementos: “1) la idea o contenido temático (sujeto); 2) una
imagen reconocida (imagen); y 3) el objeto físico per se (objeto) o de la unión de estas
tres opciones juntas” (Antczak y Antczak 2006: 174). Antczak y Antczak comentan que
en este punto de su investigación, no les es posible afirmar si estas figurinas fueron de
hecho imitaciones de las Estandarizadas o, en cambio, son un paso anterior al desarrollo
de habilidades artesanales, por lo cual el término “Imitativo”, lo usan exclusivamente con
relación a la estilística de los objetos y no a su cronología.
Este tipo de figurinas comparte los elementos estilísticos de los dos tipos
anteriores. Su “imagen” recuerda a las figurinas Estandarizadas, pero su manufactura es
como el de las Heterogéneas. La mayoría de los especímenes son sólidos o tienen
paredes gruesas, el antiplástico es de arena, su color marrón-rojizo, las superficies
73
alisadas y en algunos casos se observa presencia de engobe rojo (Antczak y Antczak
2006).
En el punto en el que se encuentra la arqueología del Centro Norte, es muy difícil
poder generar relaciones concretas entre la clasificación de figurinas de M Antczak y los
estilos cerámicos Valencioides. Sin embargo, hay dos aspectos donde se pueden hacer
algunos comentarios. El primero está relacionado con los estudios de proveniencia de
figurinas que han llevado los Antczak en conjunto con físicos y químicos de la
Universidad Simón Bolívar y otras instituciones internacionales (Kasztovszky et al.
2004; Sajo Bohus et al. 2005, 2006). El segundo aspecto se refiere a los vínculos
estilísticos que los propios autores han realizado.
El primer análisis de proveniencia realizado por los autores fue el análisis
petrográfico aplicado a las figurinas y recipientes cerámicos excavados en los contextos
arqueológicos de las islas. Los análisis fueron llevados a cabo por Francesco Camillo y
sus estudiantes de la Fundación para el Desarrollo y Asesoría en Tecnología de Caracas
(Antczak y Antczak 2006). Este grupo realizó análisis de difracción por rayos X,
secciones finas en cerámica y mediciones de porosidad a través del método de inmersión
en el liquido (Antczak y Antczak 2006). Los resultados obtenidos en estos análisis
indicaron que existía una uniformidad en la materia prima utilizada en la producción de
la cerámica del Archipiélago. Igualmente se indicó que “todo el material cerámico
utilizado en la producción de los objetos analizados proviene de los ríos de la cordillera
de la costa, en la región centro-norte de Venezuela (Antczak y Antczak 2006: 104).
Posteriormente los autores realizaron estudios ceramológicos a un grupo de 154
figurinas (99 provenientes de las islas del Archipiélago y 55 encontrados en diferentes
localidades del área del Lago de Valencia), encontrando coincidencias entre los grupos
74
de las islas y los del continente (Antczak y Antczak 2006). Utilizando la base de datos
generada por T. Poirier y sus colaboradores quienes realizaron los estudios
ceramológicos, se pudo observar que de todos los sitios de la Cuenca del Lago de
Valencia, los que presentan mayor correspondencia con el conjunto de Los Roques
(figurinas Estandarizadas e Imitativas) son las localidades de la costa oriental del Lago,
principalmente La Mata, Camburito y Tocorón y en la Península de La Cabrera, la
localidad de Los Tamarindos. Dentro de este mismo estudio, se determinó que las
figurinas Heterogéneas recolectadas en Los Roques provienen esencialmente de la costa
marítima centro-occidental de Venezuela (Antczak y Antczak 2006: 106).
Otro de los elementos a destacar dentro de estos estudios es que los resultados
aplicados a una muestra de 40 figurinas utilizando los métodos de fluorescencia de rayos
X, análisis de activación de neutrones instrumental, y análisis de prompt gamma
activation, indicaron que el grupo de figurinas de Los Roques y del Lago de Valencia
poseen diferentes proveniencias en cuanto a sus fuentes de arcilla (Sajo Bohus et al.
2005). En estos análisis se pudo observar coincidencia entre dos figurinas, una de Los
Roques y otra del continente, señalando un posible origen en los sitios de Cia y Caña de
Azúcar. Sin embargo, los resultados generales apuntan a considerar que la composición
de las figurinas de Los Roques y la Cuenca del Lago de Valencia muestran diferencias
significativas (Sajo Bohus et al. 2005). Si bien los autores de este trabajo opinaron que
“los resultados sobre la proveniencia presentados aquí parecieran estar en oposición con
la actual hipótesis arqueológica, de acuerdo con la cual las figurinas de las islas fueron
producidas en la tierra adentro de Venezuela (Cuenca del Lago de Valencia)” (Sajo
Bohus et al. 2005: 255), es cierto que la muestra no es total, y es necesario ampliar los
75
experimentos para seguir en la búsqueda de recurrencias que afirmen o contradigan las
hipótesis arqueológicas y estos resultados preliminares.
En un artículo publicado posteriormente por el mismo grupo de científicos (Sajo
Bohus et al. 2006), aplicando los mismos métodos, se obtuvieron resultados reveladores
sobre el estudio de proveniencia. La interpretación de los resultados por los autores
consistió en que mientras las muestras de figurinas de Los Roques contienen arcillas
provenientes de muchos lugares de extracción, las de la Cuenca del Lago de Valencia
indican que la arcilla proviene un sólo sitio de extracción o de dos lugares con formación
geológica similar (Sajo Bohus et al. 2006: 410). Igualmente estos análisis confirmaron la
correlación entre muchas de las figurinas de Los Roques con las del Lago de Valencia,
indicando esto orígenes de manufactura común, pero no necesariamente orígenes en un
mismo sitio.
Considerando la clasificación de las figurinas, algunos datos de las excavaciones
en el Archipiélago y los proporcionados por los estudios de proveniencia, hay algunos
elementos para considerar. En primer lugar, es interesante revisar el rol de las costas en
la diversidad de orígenes de las figurinas y la cerámica de las islas. Los análisis
realizados por los autores y explicados anteriormente, coinciden en indicar que si bien
existen correlaciones entre las figurinas de las islas y la Cuenca del Lago de Valencia, la
mayoría indica orígenes desconocidos. Los análisis petrográficos realizados por Poirier y
sus colaboradores indicaron que los orígenes de las pastas de algunas figurinas y vasijas
cerámica están en los ríos de la Cordillera de la Costa, aunque no se especifica en el texto
de los Antczak de cual lado de la Cordillera se esta hablando o de si son ambos lados
(Norte y Sur). Como bien comentan los autores (Antczak y Antczak 2006), posiblemente
76
más de un grupo portador de cerámica Valencioide operara simultáneamente en las islas
de manera contemporánea o en diversos periodos cronológicos.
Aunque no existe evidencia directa de las relaciones entre las islas y las costas, en
términos decorativos, las vasijas de islas como Dos Mosquises, Cayo Sal, Krasky
(Antczak y Antczak 2006), Domusky Norte (Colmenares 1990) indican atributos
cerámicos presentes y comunes para el área de la Costa y el componente Plástico-
Pintado, así como, con el área de la Cuenca del Lago de Valencia y el componente
Plástico.
En función de esta revisión, se considera que la definición de un estilo en una isla
podría generar muchos inconvenientes metodológicos a la hora de realizar
comparaciones estilísticas. En primer lugar, los análisis de proveniencia realizados por
los Antczak han demostrado que los materiales de las islas provienen de una diversidad
de sitios del continente, y por otro lado, la comparación de las colecciones de Cayo Sal y
otras islas del Archipiélago mantiene fuertes relaciones con los dos componentes
cerámicos definidos en este trabajo. Sin embargo, hasta que no existan colecciones
cerámicas con contextos claros y cronologías amplias como las existentes en el
Archipiélago de Los Roques, no será posible ahondar más en la discusión estilística de lo
aquí planteado.
Estilo Krasky
Este estilo proviene de una colección recolectada por Jam (1956) en la isla que le
da su nombre. La colección es consistente con la serie tanto en términos formales como
decorativos. De la colección descrita por Jam (1956) se identificaron 6 de las clases
formales definidas para este trabajo (lámina #33). En la lámina #34 se pueden observar
77
algunas de las decoraciones presentes en Krasky. En términos exclusivamente estilísticos
la colección de Krasky sigue manteniendo su filiación con la serie Valencioide.
Sin embargo, en términos formales la colección de Krasky comparte el ajuar con
muchos sitios, aunque la similitud mayor es con Patanemo y Cúpira. En cuanto a la
decoración, la muestra de Krasky posee el motivo “punteado doble sobre inflexión” que
sólo está registrado para la colección de Topo. El resto de motivos es compartido con
varias colecciones dado que son motivos populares en la serie Valencioide.
Aunque la colección de Krasky mantenga fuertes relaciones con el estilo Topo y
varios sitios de la Costa, se considera que hasta que se logren ampliar las colecciones
cerámicas de la Región, sobre todo de las Costas, los estilos de las islas, como Krasky y
Cayo Sal siguen constituyendo estilos dentro de la serie Valencioide. En el futuro, tal vez
sea posible relacionar los materiales de las islas con estilos claramente identificados en el
continente.
Comentarios
La reevaluación de los estilos permitió agrupar colecciones definidas después del
trabajo de Cruxent y Rouse dentro de los estilos reevaluados. Del total de 139 sitios
arqueológicos reportados para la región Centro Norte de Venezuela e identificados como
Valencioides fue posible asignar las colecciones de los sitios descritos después de
Cruxent y Rouse de la siguiente manera:
1.- Los sitios de la Cuenca de Patanemo, Puerto Maya, Playa Chuao, Cúpira,
Chupaquire y Topo de Tacagua, pertenecen al estilo Topo. Principalmente, debido a que
todos ellos comparten la presencia de pintura y muchas clases formales.
78
2.- Los sitios de Guaremal, Cocorote, Quiripital, Río Chico, El Paují y Las Minas
poseen de manera general los rasgos del estilo Las Minas. Debido a que todos comparten
la ausencia de pintura, las bajas proporciones de materiales decorados y una alta
presencia de engobe rojo.
3. Los sitios monticulares y no monticulares del Lago de Valencia, como La
Mata, Tocorón, Los Tamarindos, La Ceiba, La Pica, Los Cerritos de Los Guayos, La
Culebra, El Roble, Quebrada de Maletero, Camburito, Villas del Centro, Pirital, Cascabel
y El Charral seguirán estando dentro del estilo Valencia.
4.- El resto de los sitios arqueológicos ubicados en la Región Centro Norte que no
poseen descripciones amplias, pero que sus materiales se asemejan a la serie Valencioide,
siguen estando incluidos como Valencioides pero sin afiliación directa a algún estilo.
En la tabla #XXVII se presenta la distribución de los sitios arqueológicos cuyos
materiales cerámicos se pudieron anexar a algún estilo Valencioide. En total 26 sitios
pudieron ser incluidos dentro de un estilo concreto.
Por último, es importante destacar que en función de la reevaluación realizada en este
trabajo pareciera que el estilo Valencia significa una particularidad en la serie, pues si
bien el estilo Las Minas se encuentra dentro del mismo componente Plástico que el estilo
Valencia, es cierto que en la colección de Las Minas hay elementos comunes con la
colección de Topo, como son el corrugado y la clase formal #10, que están ausentes en el
estilo Valencia. En términos exclusivamente cerámicos, se piensa que este hecho de
ajuares cerámicos particulares puede estar indicando funcionalidades específicas para
estas zonas y/o como temporalidades diferentes (figura #7).
79
V. ANÁLISIS DE LOS DATOS
Análisis Cerámico
Análisis de Formas de Vasijas
Primer Análisis: Porcentaje de Clases Formales
Con este análisis se persigue obtener la cuantitativa y los porcentajes de la
distribución de formas en el espacio por cada sitio arqueológico. En la tabla #XI se
presentan los porcentajes de los fragmentos de bordes de las clases formales por sitios
arqueológicos, y sus ilustraciones en los gráficos #1 al #14.
Este análisis indicó lo siguiente:
1.-. No existe un patrón similar en los porcentajes de las clases formales en los
distintos sitios, aunque posiblemente, esto se deba al tipo de muestra analizada.
2.- El patrón diferenciado entre los sitios podría estar indicando diferencias
funcionales debido a que cada colección posiblemente proviene de contextos diferentes
(áreas de enterramiento, conucos, rancherías de pescadores, zonas de vivienda, etc.).
3.- Las variaciones formales de los sitios monticulares de La Mata y Tocorón (de
Osgood) son iguales o menores que el resto de los sitios de la región, lo que contradice la
suposición de que la mayor diversidad formal y estilística se encontraba en la zona de
estos montículos (Sanoja y Vargas 1974). Sin embargo, los resultados porcentuales del
sitio Tocorón (de Cruxent) son radicalmente diferentes a los de los otros dos montículos.
En el gráfico #15 se presentan los porcentajes de los montículos de La Mata y Tocorón
juntos, y en el #16 los tres sitios unidos para una mejor visualización de las formas de
vasija.
Es importante destacar que el sitio excavado por Cruxent (1946a) en Tocorón se
encuentra muy cerca del pueblo de Tocorón, mientras que el excavado por Osgood
80
(1943) está más cerca de La Mata. Por otra parte, aunque Cruxent señala que el sitio
excavado por él fue un montículo, su descripción de las excavaciones no soporta esta
aseveración, ya que de los dos pozos que realizó, el más profundo sólo alcanzó los 50cm
de profundidad, mientras que tanto Osgood (1943) como Bennett (1937) llegaron a los
3m de profundidad. Es posible que Cruxent haya excavado en una zona elevada que no
necesariamente pertenecía a un montículo o en la periferia de uno. Esta consideración es
necesaria pues es posible que la diferencia formal entre el sitio de Osgood y el de
Cruxent se deba a: 1) que uno es un montículo y el otro no lo es y, 2) no son sitios
relacionados temporalmente. A partir de esto se podría preguntar: ¿Podría esta
distribución ser un elemento diagnóstico que indique la funcionalidad de estos sitios
monticulares? O ¿podría este elemento sugerir una diferencia cultural y/o temporal de los
grupos que utilizaron los sitios monticulares y los no monticulares?
4.- Con este análisis se trató de obtener una perspectiva regional, en cuanto al
porcentaje de presencia de las clases formales, para ello fue posible trabajar con 18 sitios
arqueológicos (tabla #XXII). El resultado de este análisis se observa en el gráfico #17, y
permitió establecer que las clases 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8 y 9 son las más frecuentes en los sitios
arqueológicos con porcentajes mayores al 50%, estando el resto de las formas por debajo
de este valor.
Análisis de Técnicas Decorativas
Segundo Análisis: Porcentaje Total de Decoraciones en Sitios Arqueológicos
El segundo análisis consistió en establecer el porcentaje de material decorado en
relación al total de materiales cerámicos de cada sitio. En la tabla #XXIII se presentan las
cuantitativas de los 10 sitios arqueológicos utilizados para ello, así como sus porcentajes
81
de material decorado. El engobe no fue incluido, debido a que sus cuantitativas no
figuran en todos los textos. En el gráfico #18 se pueden observar los porcentajes de los
materiales cerámicos decorados.
Este análisis permitió establecer que:
1.- En casi todos los sitios la presencia de material decorado es inferior al 4%
2.- Los únicos sitios con porcentajes mayores son Playa de Patanemo y La Mata.
Es interesante señalar que el sitio de Tocorón (de Cruxent) presenta un porcentaje de
material decorado igual al del resto de los sitios no monticulares de la región.
Este análisis se complementó con el comportamiento de cada técnica decorativa
en los diferentes sitios, para lo cual se utilizaron 15 de ellos. En el gráfico #19 y la tabla
#XXIV se presentan las tendencias de este comportamiento. Con este análisis fue posible
observar que:
1.- La incisión y el aplicado-modelado se encuentran presentes en el 100% de los
sitios analizados.
2.- El engobe rojo aparece en el 88,24%.
3.- La excisión alcanza una frecuencia de 47,05%.
4.- La Pintura Negra y la Roja tienen un porcentaje de aparición del 41,18%, lo
que constituye un valor mucho más alto de lo que comúnmente se acostumbraba aceptar
en la literatura especializada.
5.- El corrugado, una técnica descrita principalmente para el área costera,
representa un 29,41%.
6.- El resto de las técnicas está por debajo del 25% en los sitios analizados.
Este análisis permitió apreciar que ciertas técnicas que las técnicas pintadas y el
corrugado poseen porcentajes más altos de lo esperado.
82
Tercer Análisis: Porcentajes de Técnicas Decorativas por Clases Formales en la Región
Con el tercer análisis se trató de obtener porcentajes de las técnicas decorativas
por clase formal. Para ello fue posible trabajar con 9 de los 10 sitios utilizados en la tabla
#XIV, con la excepción del sitio Tocorón (de Cruxent). A partir de ellos se obtuvo la
información de la tabla #XV.
En el gráfico #20 se presenta el porcentaje de cada técnica decorativa en el total
de los fragmentos de borde de los sitios analizados. De este gráfico es interesante
destacar que:
1.- Las técnicas de Incisión, Aplicado-Modelado y el Engobe Rojo son las que
poseen los mayores porcentajes,
2.- Existe en los materiales Valencioides presencia de pintura y corrugado.
Este análisis se complementó con la inclusión de los porcentajes de panzas
decoradas. Para ello fue posible trabajar con 5 sitios, con los que se construyó la tabla
#XVI, cuyos datos están representados en el gráfico #21. De este análisis fue posible
observar que el engobe rojo posee el porcentaje mayor en las panzas, aunque el engobe
naranja y la pintura roja aumentan porcentualmente, con respecto al resto de los modos
decorativos.
Estos dos análisis permiten sugerir la posibilidad de que exista un patrón que
indica que las técnicas decorativas plásticas se asocian fundamentalmente a los bordes,
mientras que las pinturas y engobes lo están con las panzas.
Por último, se realizó un análisis a las técnicas decorativas en panzas
considerando cada uno de los sitios arqueológicos. A partir de la tabla #XVI se generaron
los gráficos #22 a #26. De éstos hay varios elementos interesantes a destacar:
1.- El alto porcentaje de pintura roja en la Cuenca de Patanemo y en Cúpira.
83
2.- La total ausencia de pinturas y engobes en Playa Chuao.
3.- El alto porcentaje del engobe naranja en Puerto Maya.
4.- Los altos porcentajes de engobe rojo en Cúpira y Guaremal.
Cuarto Análisis: Porcentaje de Técnicas Decorativas por Áreas
El último análisis, nos permitió conocer el comportamiento de las técnicas
decorativas en el total de la muestra de bordes y panzas en las dos áreas, Costa Centro
Oriental y Montañas del Centro Norte, que poseen descripciones adecuadas para este
análisis (tablas #XVII y #XVIII). En los gráficos #27 y #28 se presentan los gráficos de
los datos cuantitativos.
A partir de estos análisis es posible destacar dos elementos:
1.- El alto porcentaje de las pinturas y engobes en el área de la Costa.
2.- En el área de las Montañas existe un porcentaje muy marcado de engobe rojo,
y muy reducido en cuanto a las técnicas decorativas plásticas.
Comentarios
Los resultados de los análisis estilísticos se pueden resumir de la siguiente
manera:
1. La distribución del patrón formal no es homogénea, lo que genera ajuares
formales diversos en los sitios, excepto en los sitios monticulares de La Mata y
Tocorón de Osgood, cuyo patrón formal es casi idéntico.
2. Los tiestos decorados representan porcentajes no mayores del 4% en la mayoría
de los sitios analizados (gráfico #18).
84
3. El corrugado debe ser incluido como un elemento decorativo de la cerámica
Valencioide.
4. Existe en la cerámica Valencioide analizada en este trabajo un componente
pintado.
5. La pintura en bandas simples lineales se observa exclusivamente en los sitios del
área de la Costa y las Islas (tabla #XVI), estando ausente en el área de la Cuenca
del Lago de Valencia y Las Montañas del Centro Norte.
6. La acentuada cuantitativa que poseen los materiales pintados en bandas simples
lineales con combinaciones de rojo/crudo, rojo/engobe rojo y negro/crudo,
confirma la inclusión de estos modos dentro de la clasificación cerámica
Valencioide hecha en este trabajo.
7. La baja frecuencia porcentual y la poca redundancia de los modos pintados en
combinaciones de blanco/rojo, rojo/blanco y los engobes blancos pareciera
indicar que estos modos no pertenecen al conjunto cerámico Valencioide12.
Los resultados del análisis estilístico de este trabajo no muestran grandes
diferencias con el esquema de Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]). Sin embargo, la
especificación en la clasificación y análisis de los modos formales y decorativos, en
conjunto con las nuevas consideraciones espaciales y temporales permitieron una
reevaluación de las definiciones sobre la serie y los estilos Valencioides.
12 Estas pinturas y engobes blancos pueden se evidencia de la presencia en el Centro Norte de las series pintadas tardías del Oriente venezolano.
85
Cruce de Dimensiones: Estilística y Espacio
Los análisis cerámicos asomaron ciertas relaciones entre las unidades espaciales
(áreas) y los modos, clases, estilos y serie. La serie Valencioide se extiende en toda la
región Centro Norte de Venezuela y, cada componente definido se ubica espacialmente
en un sector diferenciado de esta región. El componente Plástico se encuentra localizado
en los montículos y sitios no monticulares del área de la Cuenca del Lago de Valencia y,
en aquellos sitios ubicados en las Montañas del Centro Norte, es decir en el sector de
tierra adentro; aunque existen sitios relacionados con el componente plástico como Río
Chico y Cementerio Tucacas que se ubican en las Costas. El componente Plástico-
Pintado se encuentra localizado principalmente en los sitios de la Costa Centro Oriental
(mapa #17), excluyendo los dos ya mencionados.
En el área de las Islas se encuentran evidencias de ambos componentes; sin
embargo, para poder vincular estas evidencias a estos resultados preliminares es
necesario revisar las colecciones físicas con los criterios de esta investigación. Por esto,
esta área mantiene una secuencia poco clara en cuanto a la determinación y
diferenciación específica de los dos componentes definidos para este trabajo y su relación
estilística directa con los sitios del continente.
Cruce de Dimensiones: Estilística y Tiempo
Al cruzar las fechas de C14 y los modelos temporales con la nueva estilística
Valencioide surgió un elemento muy resaltante. El estilo Valencia esta ubicado entre el
900 a 1100 d.C. (Rouse y Cruxent 1963), es decir el periodo I; por otro lado, el sitio de
Playa Chuao (Morales 1984), relacionado estilísticamente con el estilo Topo, está
fechado entre el 1100 a 1300 d.C., es decir en el periodo II. Las fechas proporcionadas
86
por Antczak y Antczak (2006) para el sitio de Cayo Sal abarcan desde 1100 a 1430 d.C.,
si se considera que Cayo Sal tiene evidencias de los dos componentes definidos en este
trabajo, esto quiere decir que en este lapso de tiempo hubo presencia de ambos en la isla.
Con estos datos se puede comenzar a delinear una cronología (tabla #XXVIII)
para la serie Valencioide. En el periodo I (temprano) se observa una presencia del
componente Plástico y, en los periodos II (medio) y III (tardío) el inicio y
establecimiento del componente Plástico-Pintado. Todos los sitios fechados que poseen
decoraciones pintadas se ubican en los años posteriores a 1100 d.C. mientras que los
sitios que poseen decoraciones exclusivamente plásticas son anteriores a esta fecha.
Si se aplica este modelo cronológico a los sitios con fechados radiocarbónicos, se
obtiene un esquema cronológico y estilístico (tabla #XXIX). En esta tabla se puede
observar que la presencia de cerámica Valencioide más antigua se ubica alrededor del
900 d.C., y se extiende en los diversos sitios hasta alrededor de 1560 d.C.
Lamentablemente, en el continente no existen la diversidad de fechas que en las Islas
Oceánicas; sin embargo, de esta tabla es posible apreciar que en la Cuenca del Lago de
Valencia los sitios fechados se ubican en el periodo I, mientras que en las Costas en el
periodo II, y en las Islas se observa presencia de los tres periodos, pero con un inicio
posterior al 1070 d.C.
En la tabla #XXX se puede observar que sólo es posible conocer de manera
absoluta cuatro sitios con definiciones estilísticas concretas y, relacionadas directamente
a los componentes Valencia y Topo. Esta tabla ilustra la idea de que posiblemente en la
historia cultural de los hacedores/portadores de la cerámica Valencioide existieron al
menos, dos periodos de manufactura cerámica.
87
Así como, en la historia cultural de los habitantes de la Cuenca del Lago de
Valencia igualmente existieron al menos dos momentos culturales destacados. A partir
del 900 d.C. se ubica la evidencia de los constructores iniciales de los montículos,
quienes fueron los grupos que enterraban a sus muertos de forma directa, y en ocasiones
los incineraban, tuvieron un patrón de deformación craneal principalmente relacionado
con la deformación tabular-oblicua y manufacturaban cerámica definida
arqueológicamente como alfarería gris. Posterior a esta época pero ubicados antes del
1100 d.C., se encuentran los ocupantes tardíos de los montículos, quienes comenzaron a
enterrar a sus muertos en urnas, con un patrón no muy popular de deformación tabular-
oblicua y, manufacturaron la cerámica definida como la alfarería roja.
Es importante destacar que estas relaciones cronológicas sólo representan una
imagen general de la temporalidad interna a la serie Valencioide. El hecho de que a partir
del 1100 d.C. haya comenzado a aparecer evidencia de un componente estilístico
Valencioide que conjuga elementos plásticos y pintados, no necesariamente implica que
todos los sitios Valencioides ubicados en estos periodos de tiempo contengan elementos
pintados. Por ahora este esquema cronológico se mantiene como puramente referencial e
hipotético.
Resultados del Cruce de Dimensiones: Definición de Sub-series
Siguiendo la sistemática de Rouse (1986: 10) se decidió considerar que los dos
componentes cerámicos son sub-series de la serie Valencioide. Se decidió llamar a cada
sub-serie con el nombre del estilo definido por Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) que
88
poseyera la mayor cantidad de atributos relacionados con la sub-serie13 (Rouse 1986: 10).
El componente Valencioide Plástico fue denominado sub-serie Valencia debido a que
este estilo es la representación más completa de las decoraciones plásticas en la serie
Valencioide; y el componente Valencioide Plástico-Pintado, se llamó sub-serie Topo,
debido a que el estilo Topo es el único estilo definido con características pintadas y
plásticas.
Con la definición de las dos sub-series fue posible especificar la estilística de la
serie Valencioide, así como darle un valor temporal y espacial más complejo. De esta
forma, se cumple con el objetivo principal que se consideró para este trabajo: realizar una
reevaluación sistemática de la serie Valencioide y sus definiciones espacio-temporales
que incluyera la nueva data.
El interés por reevaluar la serie Valencioide se dio a partir de que durante y luego
de la investigación en la Cuenca de Patanemo, se mantuvo la impresión de que los
materiales cerámicos de esta Cuenca, si bien relacionados con la serie Valencioide
poseían diferencias decorativas con ésta. Como ya se demostró con la clasificación y los
análisis, las diferencias estilísticas de la colección de la Cuenca de Patanemo respondían
a que hasta ese momento se había considerado que la serie Valencioide era un conjunto
cerámico que contenía decoraciones exclusivamente plásticas, y la presencia de pintura
había sido atribuida a evidencias cerámicas de otras series. Con la nueva clasificación
planteada, la revisión de las evidencias espacio-temporales y el cruce de estas
dimensiones, fue posible responder a la pregunta de investigación de este trabajo. A
13 Se prefirió en este trabajo no agregarle en sufijo –an como plantea Rouse (1986: 10), debido a que esto representa una deformación morfológica innecesaria de la lengua española.
89
partir de esto es posible plantear un nuevo panorama para explicar la estilística de la serie
Valencioide.
90
VI. CONCLUSIONES
Las conclusiones finales que se pueden delinear a partir de los resultados de la
clasificación y los análisis en esta investigación se consideran como hipótesis de trabajo
para ser evaluadas posteriormente al revisar las colecciones físicas. Como se explicó en
el marco teórico, una hipótesis es una explicación propuesta de un conjunto específico de
sucesos, y de este modo es el resultado de la aplicación de la teoría y el método mediante
una técnica a un cuerpo dado de datos. En este sentido, las hipótesis no se demuestran, en
cambio son sustituidas por hipótesis de mayor utilidad según las diferentes preguntas de
investigación. Al retomar la pregunta general de este trabajo: ¿cómo es afectada la
unidad estilística definida por Cruxent y Rouse al considerar la nueva data disponible?,
se considera que la respuesta está en el planeamiento de tres hipótesis generales. A partir
del planteamiento de las hipótesis generales fue posible definir dos hipótesis específicas,
una relacionada con la secuencia espacio-temporal de la serie, y la otra con una posible
red de relaciones de los sitios costeros.
Hipótesis Generales
La primera hipótesis es que la serie Valencioide está dividida en dos sub-series:
la sub-serie Valencia y la sub-serie Topo. La segunda hipótesis es que estas sub-series
poseen una diferenciación espacial: La sub-serie Valencia se extiende espacialmente en
la Cuenca del Lago de Valencia y las Montañas del Centro Norte, y está representada por
los estilos Valencia y Las Minas. Teniendo su expresión estilística más representativa en
los sitios monticulares y no monticulares de la Cuenca del Lago de Valencia. La
distribución espacial de la sub-serie Topo abarca el área de las Costas Centro Orientales.
El estilo Topo es el cabecero de esta sub-serie, y su expresión más característica se
91
encuentra en los sitios de la Cuenca de Patanemo y Topo. La tercera hipótesis es que las
sub-series poseen una diferenciación temporal: la sub-serie Valencia está ubicada
cronológicamente entre los 800 a 1100 d.C.; y la sub-serie Topo está ubicada entre los
1100 a 1600 d.C.
Hipótesis Específicas
Hipótesis Espacio-temporal
Cruxent y Rouse (1982 [1958-59]) establecieron que la posición cronológica de la
serie Valencioide se extiende entre los 800 a 1600 d.C. En este trabajo, la misma fue
dividida en tres periodos. El primero de ellos (800-1150 d.C.) se caracteriza por cerámica
con rasgos decorativos plásticos; durante el segundo (1150-1380 d.C.) comienza la
aparición de rasgos pintados, aunque sin el abandono de la decoración plástica. El tercer
periodo (1380-1600 d.C.) se caracteriza por el establecimiento de un componente con
decoraciones pintadas y plásticas en la región (tabla #XXVIII).
Ahora bien, en el Archipiélago de Los Roques se encuentra evidencia de las dos
sub-serie definidas, sin embargo, en función de los datos revisados en este trabajo
pareciera que las evidencias tempranas en Los Roques fueran resultado de las visitas en
un periodo temprano que hicieron los grupos asentados en la Cuenca del Lago de
Valencia y que las evidencias tardías en el Archipiélago fueran el resultado de las visitas
realizadas en un periodo tardío por los grupos asentados en las Costas. Este posible
desfase temporal podría indicar que no existió en el pasado una dominación política de
los grupos asentados en la Cuenca del Lago de Valencia sobre aquellos ubicados en las
Costas, como ha sido planteado por algunos autores (Sanoja y Vargas 1974).
92
Esto no quiere decir que haya habido un abandono de los sitios ubicados en los
alrededores de la Cuenca del Lago de Valencia, en cambio podría ser interpretado como
que en un momento los viajes a las islas estuvieron dirigidos principalmente desde los
asentamientos del Lago de Valencia, y posteriormente desde aquellos localizados en las
Costas. Sin embargo, estas interpretaciones son por ahora hipotéticas.
Hipótesis Red de Relaciones Costeras
A lo largo de estos tres periodos temporales se pueden reconocer dos momentos
importantes: 1) la aparición de la serie Valencioide en la región y, 2) el inicio de la
utilización de pintura en la decoración cerámica. Ambos eventos podrían representar
desarrollos locales y/o relaciones inter e intraregionales diferentes. El conjunto estilístico
de la sub-serie Topo parece reflejar marcadas influencias estilísticas de las series y estilos
pintados tardíos del Occidente de Venezuela. Estos datos pueden ser interpretados y
considerar que los sitios costeros pueden estar representando asentamientos de
comunidades autónomas que mantuvieron estrechas relaciones comerciales con aquellas
de las Costas Occidentales.
La presencia de un componente pintado en las colecciones cerámicas de estos
sitios y la amplia presencia de sitios en las distintas Cuencas costeras podrían estar
sugiriendo que en el pasado existieron asentamientos especializados en diversas
actividades vinculadas con la explotación de recursos en las Islas Oceánicas y
posiblemente también con la producción y distribución de sal (cf. Arvelo 2003). Por ello,
se considera que los asentamientos ubicados en las costas pudieron representar
poblaciones independientes vinculadas tanto con los asentamientos de la Cuenca del
93
Lago de Valencia (redes comerciales intra-regionales), como con las poblaciones del
Occidente (redes comerciales inter-regionales).
Sería importante revisar de manera profunda en el futuro las relaciones estilísticas
entre la sub-serie Topo y las series Occidentales, así como explorar las relaciones entre
los asentamientos ubicados en las Costas y los de la Tierra Firme.
En función de estas consideraciones, se puede plantear de manera hipotética que
los estilos Valencioides poseen diferencias espacio-temporales que podrían estar
respondiendo a grupos alfareros no relacionados lingüística y/o étnicamente, en cambio,
con estrechos nexos políticos y culturales; aunque las diferencias cronológicas y/o
espaciales pueden estar marcando un elemento importante, esto puede estar relacionado
con trayectorias históricas locales. Como plantean diversos autores (Rice 1984, Sackett
1990) si los estilos son sistemas de expresión abiertos en vez de cerrados, que
constantemente transmiten y reciben información, entonces las variaciones estilísticas
entre los estilos Valencioides podrían ser un ejemplo de las relaciones macro-políticas
que estaban ocurriendo en las Costas y Tierra Adentro del Centro Norte de Venezuela.
Nuevos Objetivos de Análisis
Se considera, como un elemento importante a desarrollar en el futuro, que sería
prudente plantear un proyecto de investigación que se concentre en una o dos de las áreas
definidas, y que trate de esclarecer la distribución espacial de los sitios arqueológicos,
obtener fechados absolutos y manejar explícitamente las clasificaciones cerámicas. Con
un proyecto con estas características va a ser posible reevaluar el presente trabajo y la
clasificación planteada aquí para poder determinar si las tendencias destacadas
permanecen o se modifican y plantear un nuevo conjunto de hipótesis.
94
Se considera que es necesario que los proyectos de investigación en la región
consideren de manera explícita la revisión de las clasificaciones cerámicas previas, y no
asumirlas a priori. Sería necesario realizar un estudio profundo de las pastas
Valencioides y determinar explícitamente cuáles son las diferencias entre éstas y las de
otras series localizadas en la región (Barrancoide, Ocumaroide). Esto debido a que en
este momento en el laboratorio de la Dra. Lilliam Arvelo en el Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas se están revisando las colecciones cerámicas excavadas por
Cruxent en El Palito, un sitio costero relacionado con la serie Barrancoide y cabecero del
estilo El Palito; y, la primera impresión general (en términos visuales) ha sido que la
pasta de la cerámica de este sitio es idéntica a la ubicada por el autor en la Cuenca de
Patanemo, y a las presentes en diversos sitios Valencioides de la región.
Por otro lado, sería importante realizar análisis específicos sobre los motivos
decorativos presentes en la cerámica Valencioide y evaluar si existen diferencias entre,
por ejemplo, la decoración plástica del estilo Valencia y aquella del estilo Las Minas.
Igualmente, sería interesante poder ampliar los datos sobre las decoraciones pintadas y
los engobes. Para poder realizar este tipo de estudios es necesario considerar varias
campañas de campo que involucren prospecciones sistemáticas y excavaciones
extensivas en sitios arqueológicos, de manera de poder contar con contextos claros para
la cerámica (y otras evidencias materiales), e igualmente poder comenzar a construir un
esquema claro y concreto de la distribución espacial de los sitios. Ampliar las
cronologías de la región y las áreas a través de fechados de C14 y cronologías relativas
explícitas es otro elemento necesario para poder dar un contexto coherente a todas las
evidencias. Por otra parte, la revisión de las distintas colecciones Valencioide en museos
95
nacionales e internacionales sería de suma importancia para poder responder a preguntas
que no es posible contestar en función de las bibliografías.
Este tipo de esquema permitiría desarrollar preguntas de investigación más socio-
culturales y políticas como: redes de circulación de productos entre la costa y la tierra
firme, producción de objetos suntuarios, sistemas de mercado, etc. Este tipo de
planteamientos teóricos permitirían comenzar a contestar preguntas sobre, por ejemplo,
cómo eran las relaciones socio-políticas entre los grupos que habitaron en las orillas del
Lago de Valencia y aquellos ubicados en las Costas y Montañas.
96
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ANEXOS
TABLAS
113
Tabla #I. Lista de Sitios Arqueológicos Valencioides del Centro Norte
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Cuenca 1 Los Cerritos Marcano Cuentas y pendientes Monticulos (presencia de muro Ningunade Lago (La Mata, 1889 de concha exterior de piedra de 90cm de expesor,de Valencia Tocorón) Ranas comunes no es constante sino
Vasijas con color rojo aparece en secciones,Figuras zoomorfas en el medio de cada seccióny antropomorfas hay osamentas, conchas, vasijas
y artefactos de piedra,hueso y madera)Forma OvaladaPresencia de craneos deformados
Los Cerritos Requena Cerámica Montículos artificiales Ninguna(La Mata) 1932 Lítica, concha, hueso Enterramientos en urnas La deformaciónPunta Palmita Figurinas femeninas Presencia de craneos deformados la clasifica
Pipas Figurinas y vasijas de como del tipoestilos occidentales Aymara
La Mata Bennett Cerámica Montículos artificiales La deformación la clasifica como1937 Lítica, concha, hueso (no encontró murallas de piedra, pero del tipo Aymara
Figurinas femeninas si evidencia de estacas, hipótesis de Clasifica por palafitos, en las capas de tierra del tipos, 2 grupos: montículo encontró capas de arcilla) Rojos y GrisesPresencia de craneos deformados
Cuenca 3 El Charral Bennett Cerámica Enterramientos en urnas Ningunade Lago 1937
de Valencia 4 Punta Palmita o Bennett Cerámica Enterramientos NingunaAraguata 1937
5 Tocorón Osgood Cerámica Montículos artificiales Clasificó por1943 Lítica, concha, hueso (no encontró murallas de piedra, la tipos. No hizo
Figurinas femeninas composición del montículo era de capas una categoríaEncontró un conjunto de tierra y de arcilla una sobre otra) mayorcerámico diferente en No encontró enterramientosel estrato más bajo
6 Los Kidder Cerámica Enterramientos directos y en urna 2 FasesTamarindos 1944 Lítica, concha, hueso Cabrera (Península (temprana)de la ValenciaCabrera) (tardía)
7 Camburito Kidder Cerámica Montículos artificiales Ninguna1944 Enterramientos en urno no en el
montículo pero sí en los alrededores delmismo
Camburito Cruxent Cerámica Enterramientos en urna Ninguna1946 Presencia de craneos deformados
8 San Mateo Kidder Cerámica Enterramientos en urna Ninguna1944
9 La Cuarta Kidder Cerámica Enterramientos en urna Ninguna10 La Quinta 194411 La Huerfana
12 El Burro Kidder Cerámica Cuevas13 Caigüire 1944 artefactos líticos
ContextoÁrea Yacimiento Referencia
115
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Cuenca 14 La Pica Peñalver Cerámica Montículos artificiales Ningunade Lago 1965 Figurinas de arcilla Enterramientos en urna y directosde Valencia 1967 Cuentas de collar de Presencia de craneos deformados
18 Caño Rico Peñalver Cerámica Montículos artificiales Ninguna1993 otros restos Enterramientos
19 Los Cerritos Peñalver Cerámica Montículos artificiales Ningunade los Guayos 1993 Lítica Enterramientos
s/fa Adornos de concha Figurinas zoomorfas (monos)y hueso
20 El Roble Peñalver Cerámica Enterramientos en urna y directos Cultura 1993 Figurinas humanas Monticulos artificiales material se s/fa Cuentas de collar Presencia de Cráneos deformados asemeja a la
circulares en jade verde de los CerritosCuentas tubulares enjade verde y cuarzo rosadoColgante de figurina humana en piedra
21 Pira Pira Peñalver ? ? Ninguna1993
22 La Culebra Peñalver Cerámica Enterramientos Ninguna1993
ContextoÁrea Yacimiento Referencia
116
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Cuenca 23 Río Blanco Peñalver Cerámica Enterramientos en urnade Lago 1967 Líticade Valencia Figurinas femeninas
Figuras zoomorfas
24 Río Vigirimita Cruxent Cerámica Enterramiento Ninguna1948
25 Pirital Laucho Cerámica Enterramiento en urna por comparación:y Herrera Serie Valencioide2005
26 Quebrada de Cruxent Cerámica Enterramiento en urna NingunaMaletero 1945 Presencia de deformación craneal
27 Villas del Ferris y Cerámica Enterramientos en urna por comparación:Centro Navarrete Budares Serie Valencioide
s/f LíticaNavarrete1995Frías1997Fríasy Gil s/f
28 Macapo
29 El Zamuro
30 La Morita en Sýkora2006
31 Morro de Guacara Peñalver Cerámica Contexto de enterramiento Cerámica negra1976 Huesos humanos precencia de pipas grisácea
cerámica negra grisacea
32 Chanbergo Peñalver Cerámica ?
Área Yacimiento Referencia Contexto
117
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Costas 33 Cementerio Cruxent Cerámica Conchero por atributos:Centrales Tucacas y Rouse Estilo Cementerio
1982 Tucacas
34 Puerto Peñalver Cerámica Adornos en concha NingunaCabello 1993 Moluscos
35 El Manglar Peñalver Cerámica Montículos artificiales (?) Ninguna(Borburata) s/fb
36 Cumboto Peñalver Cerámica Enterramientos en urna y directos Ningunas/fbSýkora2006
37 San Gean Peñalver Cerámica Concheros Ningunas/fb Restos de conchas y Monticulo artificial
huesos de animales Enterramiento directoFogones
38 San Esteban Peñalver ? Concheros Ningunas/fb Petroglifos
39 Los Pueblos Herrera Cerámica por comparación:(Cuenca de 2004 Lítica Serie ValencioidePatanemo) Concha y huesoPatanemo Sykora sin data ? sin dataMontano 2006(Los Pueblos)
40 Primavera Herrera Cerámica Fragmentos de huesos y dientes por comparación:(Cuenca de 2004 Lítica humanos Serie ValencioidePatanemo) Concha y huesoValle de Sykora Cerámica por comparación:Patanemo 2006 Conchas Serie Valencioide(Primavera) Restos de peces
Cerámica
Área Yacimiento Referencia Contexto
118
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Costas 41 Pueblo de Herrera Cerámica Enterramiento directo por comparación:Centrales Patanemo 2004 Lítica Serie Valencioide
(Cuenca de Concha y huesoPatanemo)
42 Playa de Herrera Cerámica por comparación:Patanemo 2004 Lítica Serie Valencioide(Cuenca de Concha y huesoPatanemo)Pie de Cerro Sykora Cerámica por comparación:(Playa de 2006 Conhas y huesos de Serie ValencioidePatanemo) animales
Restos de peces
43 Salina de Sykora Cerámica Salina por comparación:Patanemo 2006 Artefactos de concha y Serie Valencioide(I, II y III) lítica
Conhas
44 Río Santa Rita Sykora Cerámica por comparación:(Cuenca de 2006 Estilo El Palito yPatanemo) Serie Valencioide
45 Bahía de Sykora Cerámica por comparación:Ocumare 2006 Artefactos de hueso Serie Valencioide
Restos de conchas y peces
46 Valle Sykora Cerámica por comparación:Ocumare 2006 Restos de conchas Serie Valencioide
y pecesLítica
47 Montano Sykora Cerámica por comparación:Ocumare 2006 Restos de animales Serie Valencioide
Lítica
ContextoÁrea Yacimiento Referencia
119
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Costas 48 Playa Sykora Cerámica por comparación:Centrales Cata 2006 Concha Serie Valencioide
Restos de peces
49 Pto. Maya Alvares Cerámica Fogones por tiposy Casella Lítica1983 Concha y hueso
51 Cepe Martín Cerámica por tipos1995 Figurinas antropo y
zoomorfas
52 Sinamaica Martín Cerámica por tipos1995
53 Cueva del Martín Cerámica NingunaOtro Lado 1995 conchas de agua dulce
54 La Cesiva Martín Cerámica Enterramiento en urna Ninguna1995
55 Andrés Martín Cerámica Conchero por tiposEspaña 1995
56 El Paraiso Martín Cerámica por tipos1995
57 Cementerio Martín Cerámica por tiposChuao 1995
58 Pueblo Cepe Martín Cerámica por comparación1995
59 Tuja Martín Cerámica por tipos1995
60 Pto. Colombia Martín Cerámica1995
Área Yacimiento Referencia Contexto
120
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Costas 61 Abrigo El Picacho Altez y Rivas Cerámica ? por comparaciónCentrales 62 Boca de Maya 2002 Cerámica ? Serie Valencioide
63 Camurí Chico Rivas 1994 Cerámica ?64 Catia La Mar 1 Cerámica ?65 El Corozo Cerámica ?66 El Topo 3 Cerámica ?67 La Horquilla Cerámica ?68 Las Pailas Cerámica ?69 Las Trincheras Cerámica ?70 Leprocomio de Cerámica ?
Cabo Blanco Cerámica ?72 Loma Colorada Cerámica ?73 Loma Larga Cerámica ?74 Mare Cerámica ?75 Naiguatá 3 Cerámica ?76 Oricao Cerámica ?77 Plan de Los Cerámica ?
100 Tio Pancho Cerámica ?101 Cementerio Todasana Cerámica ?102 Los Cafés Cerámica ?103 El Níspero Cerámica ?133 Fila Topo Cerámica133 Fila La Ceiba Cerámica133 Plan de Los Muertos Cerámica
(estos tres últimos sondel grupo de Topo des-crito por Dupouy y Cruxent)
104 Río Chico Cruxent Cerámica por atributos:y Rouse Budares Estilo Río Chico1982
105 Cúpira Nieves Cerámica por tipos:1992 Lítica Fase Cúpira
Concha y huesos deanimales
Área Yacimiento Referencia Contexto
122
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Costas 106 Chupaquire Nieves Cerámica por tipos:Centrales 1992 Lítica Fase Cúpira
Concha y huesos deanimales
107 Chirimena Nieves por comparación:1992 Serie Valencioide
108 Balneario citado en por comparación:Nieves Serie Valencioide1992
109 Cueva citado en por comparación:Cruxent Nieves Serie Valencioide
1992
Cordillera de 110 Las Minas Dupouy y Cerámica por atributos:la Costa y Cruxent Lítica Estilo Las MinasMontañas 1947 Artefactos de concha
111 Guaremal Gómez Cerámica por tipos y1995 Lítica comparación:
Conchas y huesos Serie Valencioidede animales
112 Cocorote Arvelo Cerámica por comparación:Com. pers. Serie Valencioide
113 Quiripital Arvelo Cerámica por comparación:Com. pers. Serie Valencioide
114 El Silencio Cruxent Cerámica por atributos:115 El Pinar (El Paraiso) Estilo El Pinar116 Baruta 1951 Lítica117 El Hatillo, Cruxent Petroglifos118 Fila de Mariches, y Rouse119 La Peñonera, 1982120 La Yaguara121 El Sitio
Área Yacimiento Referencia Contexto
123
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Cordillera de 122 Cueva Lira
la Costa y 123 El Cafetal Bellard Restos oseos Enterramiento NingunaMontañas de Pietri Adorno de oro Huesos fechados: 490+/- 75 a.p.
1977, 1982 Presencia de deformación craneal
124 Carapa Peris CerámicaAparicio Lítica1967
125 Cueva de La Botija Cruxent Cerámica Vasija cerámica por comparación:1958-59a y b Estilo Laas Minas
126 Parque Central Anónimo Cerámica Posible área de enterramientos por comparación:1972 Huesos humanos Serie Valencioide
127 Santa Mónica Navarrete Cerámica Vasija funeraria por comparación:et. al. 1995 Serie Valencioide
128 Urb. Valle Arriba, Jam 1958 Cerámica por comparación:Las Mercedes Serie Valencioide
129 La Guairita IPC 1997 Cerámica por comparación:Serie Valencioide
130 Río Guaire, en Fila de Cruxent Cerámica Figurina humana por comparación:Mariches 1964 Serie Valencioide
131 Cueva de Guanasna Urbani Cerámica por comparación:2000 Serie Valencioide
132 Topo de Dupouy y Cerámica Posible presencia de montículo por atributos:Tacagua Cruxent Lítica artificial en la costa al final de la Estilo Topo
133 Saltos de 1946 Metates quebradaTacagua Cruxent
1946
Igual que los #114 a 121
Área Yacimiento Referencia Contexto
124
Cont…
# en Cultura ClasificaciónMapa Material Cerámica
Islas 134 Krasky Jam Cerámica por atributos: Estilo Krasky1956 Definido por Cruxent y RouseAntczak y Cerámica Fogones por identificación:Antczak Lítica Concheros Serie Valencioide1991 Restos de concha, 1999 peces y tortugas2000 Artefactos de concha2006 Figurinas humanas
135 Cayo Sal Antczak y Cerámica Fogones por atributos: Estilo Cayo SalAntczak Lítica Concheros Serie Valencioide1991 Restos de hueso, 1999 concha, peces y 2000 tortugas2006 Figurinas humanas
136 Dos Antczak y Cerámica Fogones por identificación:Mosquises Antczak Lítica Concheros Serie Valencioide
1991 Restos de hueso, Enterramiento directo1999 concha, peces y 2000 tortugas2006 Figurinas humanas
137 Cayo de Agua Antczak y Cerámica Fogones por identificación:138 Isla de Loco Antczak Lítica Concheros Serie Valencioide139 Orchila 1991 Restos de concha y
1999 huesos de animales20002006
Hasta Cruxent y Rouse: 32 Despues de Cruxent y Rouse: 107
Área Yacimiento Referencia Contexto
Total de sitios Valencioides en el Centro Norte de Venezuela: 139
125
Tabla #II. Categorización de Sitios Arqueológicos del Centro Norte
Laderas FilasPuerto Cabello X X X X XEl Manglar X X X X (?) XCumboto X X X X X XSan Gean X X X X (?) X XSan Esteban X X X X XLos Pueblos X X X X X X XPrimavera X X X X X X XPueblo de Patanemo X X X X X X XPlaya de Patanemo X X X X X X XSalina de Patanemo X X X (?) X XRío Santa Rita X X X X X XBahía de Ocumare X X X X X X XValle Ocumare X X X X X XMontano Ocumare X X X X XPlaya Cata X X X X X XPto. Maya X X X X X X XPlaya Chuao X X X X X XPlaya Cepe X X X X (?) X XSinamaica X X X X (?) X XCueva del Otro Lado X X X (?) X XLa Cesiva X X X X (?) X XAndrés España X X X (?) X XEl Paraiso X X X (?) X XCementerio Chuao X X X (?) X XPueblo Cepe X X X (?) X XTuja X X X (?) X XPto. Colombia X X X (?) X X
No Def.Montaña
SitiosPlaya Valle Rec. Sup. Pozo
Tipo de Data*
C/Mont. S/Mont. 1 2 3
Características de los Sitios
P. de Pba Trinch. Valen.
Ubicación Tipo de Intervención Identificación Cultural
Multicomp.
Estructura
126
Cont…
Laderas FilasCementerio Tucacas X X X X X XRío Chico X X X X X X XCúpira X X X X X X XChupaquire X X X X X X XChirimena X X (?) X XBalneario X X (?) X XCueva Cruxent X X (?) X XKrasky X X X X X X XCayo Sal X X X X X X X X XDos Mosquises X X X X X X X X XDomusky Norte X X X X X X X X XRabusky X X X X X XIsla Larga X X X X X XEspenky X X X X X XCayo de Agua X X X X X X XIsla de Loco X X X X X X XNoronky X X X X X XMadrisky X X X X X XNordisky X X X X X XBoca Cote X X X X X XGran Roque X X X X X XMosquitoky X X X X X XPunta Cuchillo X X X X X XFrancisky X X X X X XLa Pelona X X X X X XLa Orchila X X X X X X XLas Minas X X X X X X X XGuaremal X X X X X XCocorote X X X X X XQuiripital X X X X X X
S/Mont. 1 2 3Valen. No Def. Multicomp. C/Mont.Rec. Sup. Pozo P. de Pba Trinch.Sitios
Características de los SitiosUbicación Tipo de Intervención Identificación Cultural Estructura Tipo de Data*
Playa ValleMontaña
127
Cont…
Laderas FilasEl Silencio XBaruta X X X X XEl Hatillo X X X X XFila de Mariches X X X X XLa Peñonera X X X X X XLa Yaguara X X X X XEl Sitio X X X X XCueva Lira X X X X XEl Cafetal X X X X XCarapa X X X X X XTopo de Tacagua X X X X X X X XSaltos de Tacagua X X X X X X X XLa Mata X X X X XCascabel X X X X XEl Charral X X X X XPunta Palmita (Araguata) X X X X X XTocorón X X X X X XLos Tamarindos X X X X X X XCamburito X X X X (?) X X X XSan Mateo X ? ? ? ? X X XLa Cuarta X ? ? ? ? X X XLa Quinta X ? ? ? ? X X XLa Huerfana X ? ? ? ? X X XEl Burro X ? ? ? ? X X XCaigüire X ? ? ? ? X X XLa Pica X X X X X XSorocaima X ? ? ? ? X X XTurmero X ? ? ? ? X X XCagua X ? ? ? ? X X XCaño Rico X X X X X X
S/Mont. 1 2 3Valen. No Def. Multicomp. C/Mont.Rec. Sup. Pozo P. de Pba Trinch.Sitios
Características de los SitiosUbicación Tipo de Intervención Identificación Cultural Estructura Tipo de Data*
Playa ValleMontaña
128
Cont…
Laderas FilasLos Cerritos de los Guayos X X X X X X XEl Roble X X X X X XPira Pira X X X X XLa Culebra X X X X X XRío Blanco X X X X XRío Vigirimita X X X X X XPirital X X XQda. de Maletero X X X X XVillas del Centro X X X X X XMacapo X ? ? ? ? X X XEl Zamuro X X X X X XLa Morita X X X X X
Total
S/Mont. 1 2 3Valen. No Def. Multicomp. C/Mont.Rec. Sup. Pozo P. de Pba Trinch.Sitios
Características de los SitiosUbicación Tipo de Intervención Identificación Cultural Estructura Tipo de Data*
Playa ValleMontaña
1: Descripción y clasificación del sitio y las colecciones2: Descripción breve del sitio y/o de las colecciones3: Resporte de sitio arqueológico
129
Tabla #III. Total de Sitios Utilizados en los Análisis
Dimensión Cantidad de Sitios %
Espacial 126 90,65%
Cultura Material 18 12,95%
Temporal 9 6,47%
Sitios no incluidos 13 9,35%
Total de Sitios 139 100%
130
Tabla #IV. Sitios utilizados en cada línea de análisis
Cult. MaterialCuantitativa
Cerámica
1 La Mata X X X X X X X2 Cascabel … … … … … X …3 El Charral … … … … … X …4 Punta Palmita (Araguata) … … … … … X …5 Tocorón X … X … … X X6 Los Tamarindos X … X X X X X7 Camburito … … … … … X …8 San Mateo … … … … … X …9 La Cuarta … … … … … X …10 La Quinta … … … … … X …11 La Huerfana … … … … … X …12 El Burro … … … … … X …13 Caigüire … … … … … X …14 La Pica … … X X X X …15 Sorocaima … … … … … X …16 Turmero … … … … … X …17 Cagua … … … … … X …18 Caño Rico … … … … … X …19 Los Cerritos de los Guayos … X X X X X …20 El Roble … … X … X X …21 Pira Pira … … … … … X …22 La Culebra … … X X X X …23 Río Blanco … … … … … X …
24 Río Vigirimita … … … … … X …25 Pirital … … … … … X …26 Quebrada de Maletero … … … … … X …27 Villas del Centro … … … … … X …28 Macapo … … … … … X …29 El Zamuro … … … … … X …30 La Morita … … … … … X …31 Puerto Cabello … … … … … X …32 El Manglar … … … … … X …33 Cumboto … … … … … X …34 San Gean … … … … … X …35 San Esteban … … … … … X …36 Los Pueblos X … X … … X X37 Primavera X … X X … X X38 Pueblo Patanemo X … X … … X X39 Playa Patanemo X … X … … X X40 Salina Patanemo … … … … … X …41 Río Santa Rita … … … … … X …42 Bahía de Ocumare … … … … … X …43 Valle Ocumare … … … … … X …44 Montano Ocumare … … … … … X …45 Playa Cata … … … … … X …46 Pto. Maya X … X … X X X47 Playa Chuao X X X … … X X48 Cepe … … … … … X …49 Sinamaica … … … … … X …
Cerámica50 Cueva del Otro Lado … … … … … X …51 La Cesiva … … … … … X …52 Andrés España … … … … … X …53 El Paraiso … … … … … X …54 Cementerio Chuao … … … … … X …55 Pueblo Cepe … … … … … X …56 Tuja … … … … … X …57 Pto. Colombia … … … … … X …58 Río Chico X … … … … X X59 Cementerio Tucacas X … X … … X X60 Cúpira X … X … … X X61 Chupaquire X … X … … X X62 Chirimena … … … … … X …63 Balneario … … … … … X …64 Cueva Cruxent … … … … … X …65 Las Minas X … X … … X X66 Guaremal X … X … … X X67 Cocorote … … … … … X …68 Quiripital … … … … … X …69 El Silencio/El Pinar X … X … … X …70 Baruta … … … … … X …71 El Hatillo … … … … … X …72 Fila de Mariches … … … … … X …73 La Peñonera … … … … … X …74 La Yaguara … … … … … X …75 El Sitio … … … … … X …
Cerámica76 Cueva Lira … … … … … X …77 El Cafetal X X … … … X …78 Carapa X … … … … X X79 Topo de Tacagua X … X … … X X80 Saltos de Tacagua X … X … … X X81 Krasky X … X … … X X82 Cayo Sal X X … … … X X83 Dos Mosquises X X … … X X X84 Domusky Norte … X … … … X X85 Cayo de Agua … … … … … X X86 Isla de Loco … X … … … X X87 La Orchila … X … … … X X
6 E, F, G, J, Y, I1, M1, N1 ? 1, 1, 6, 1, 1, 4, 1, 1 16
7 D, I, Z ? 3, 1, 1 5
8 B, X, R1 ? 11, 3, 1 15
9 H ? 4 4
10 4a ? ? ?
12 U ? 1 1
1 A, C, D, P ? 28, 7, 6, 1 42
3 B, E, N, T ? 3, 6, 13, 2 24
4 F, G, L, O ? 5, 2, 3, 2 12
5 A (solo un fragmentos del tipo A es así) ? 1 1
7 H, I, K, M, Q, S ? 1, 4, 3, 1, 4, 1 14
9 J ? 3 3
11 C ? 1 1
Las
Min
asT
opo
de T
acag
uaK
rask
y
137
Cont…
Sitios Clas. Formas Diámetro Cantidad Total
Arqueo. For. De cada Autor de boca en frag. frag.
1 E, F, I ? 10, 64, 15 89
3 J, K ? 11, 21 32
6 B ? 163 163
7 O ? 10 10
8 C, D ? 27, 4 31
9 A, M ? 239, 44 283
11 G, H ? 59 59
1 G, H ? 34, 128 162
3 I ? 13 13
6 A, B, C, D ? 131, 42, 1, 56 230
7 L ? 3 3
8 NIET ? 1 1
9 M, N, O, P, Q, R, S ? 107, 147, 2, 52, 9, 109, 59 485
11 F ? 14 14
Nota1: Entre los fragmentos de borde ilustrados por Morales (1984) de su forma 4, se encuentran fragmentos de la Clase 8
y 9 definidas en este trabajo, sin embargo es imposible deslindar la cantidad de fragmentos de una u otra Clase. Por lo cual, solo
se colocó la cuantitativa de la Clase 9 que es, aparentemente, la más abundante
Nota2: El fragmento que se reconoció como la Clase 4 pertenece a su tipo 6, sin embargo en general su tipo 6 es parte de la Clase 8, como es imposible deslindar la cantidad de los fragmentos similares a la clase 4, solo se reporta la presencia masno la cuantitativa.
Toc
orón
La
Mat
a
138
Tabla VI#. Características de las Clases Formales
Código Clases
Vasija de cuerpo globular, cuello cerrado
y borde evertido.
Asociada a decoraciones plásticas
Presencia de engobe rojo
Vasija de cuerpo globular, cuello abierto y bordeligeramente evertidoAsociada a decoraciones plásticas
Presencia de engobe rojo
Vasija de cuerpo globular, cuello cerrado y borde
directo.
Asociada a decoraciones plásticas
Vasija de paredes rectas y borde directo (en ocasiones
ligeramente saliente)
Asociada a decoraciones plásticas
Vasija de cuerpo globular, cuello cerrado y borde
ligeramente entrante y directo
Asociada a decoraciones plásticas
Presencia de engobe rojo
Vasija de cuerpo globular, cuello cerrado y bordeinvertidoAsociada a decoraciones plásticasPresencia de engobe rojo
Descripción
1
2
3
4
5
6
139
Cont…
Código Clase
Vasija de cuerpo semi-globular, boca abierta y borde
directo.
Asociada a decoraciones plásticas
Presencia de engobe rojo
Vasija de paredes rectas salientes, borde directo.
Asociada a decoraciones plásticas
Presencia de engobe rojo
Vasija semi-globular de cuerpo poco profundo, bordedirecto.Asociada a decoraciones plásticasPresencia de engobe rojo
Vasija de paredes rectas y perfil sinuoso, borde saliente
Asociada a decoraciones plásticas
Vasija de cuerpo bi-globular, cuello cerrado y borde
evertido.
Asociada a decoraciones plásticas
12 Budare
11
9
10
7
8
Descripción
140
Tabla #VII. Clases Formales: Variaciones de Forma de Borde
Código Clases Variación en Diámetro Variación Formal
1
2
3
141
Cont…
Código Clases Variación en Diámetro Variación Formal
4
5
6
142
Cont…
Código Clases Variación en Diámetro Variación Formal
7
8
9
143
Cont…
Código Clases Variación en Diámetro Variación Formal
10
11
12
144
Tabla #VIII. Fechados Absolutos
Nivel del Tipo de Asociacióna b c Pozo Fechado Estilística
Islas Antczak y Antczak Dos Mosquises 470 +/- 80 a.p. 1400 d.C 1480 d.C 1560 d.C. 45-47 cm C14 carbon Valencioide2006 490 +/- 80 a.p. 1380 d.C. 1460 d.C. 1540 d.C. 38 cm C14 carbon
Tabla #XII. Presencia de Clases Formales por Sitios en la Región
Tabla #XIII. Porcentaje Total de Decoraciones en Sitios Arqueológicos
Sitio Total de la Muestra Total Decorado % de Material Decorado
Pueblo Patanemo 853 32 3,80%
Los Pueblos 2483 14 0,60%
Primavera 2500 49 1,96%
Playa Patanemo 287 26 9,10%
Playa Chuao 5563 132 2,40%
Puerto Maya 8203 82 0,99%
Cúpira 2513 83 3,34%
Guaremal 754 25 3,32%
La Mata 2285 361 15,80%
Tocorón (Cruxent) 634 26 4,10%
ClaseSitio/Sitios
Cuenca de Patanemo X X X X X X X X X X
Playa Chuao X X X X X X X X X
Pto. Maya X X X X X X X X X
Topo de Tacagua X X X X X X X X X
Las Minas X X X X X X X X X
Sitios Estilo el Pinar X X X X XCementerio Tucacas X X X X XRío Chico X X X X X XCúpira X X X X X X X XGuaremal X X X X X X X XCarapa X X X X X XLa Mata X X X X X X XTocorón (O) X X X X X X XTocorón (C) X X X X X X X XLos Tamarindos X X X X X X X XCayo Sal X X X X XKrasky X X X X X X X
Dos Mosquises X X X X X X X X X
9 10 11 125 6 7 81 2 3 4
149
Tabla #XIV. Presencia de Técnicas Decorativas en los Sitios de la Región
Tabla #XIX. Conjunto Estilístico: Serie Valencioide (en verde los nuevos atributos)
Según Cruxent y Rouse Según Herrera Malatesta
Ausencia de Pintura
Presencia de Pintura monocroma y bicroma, ambas en bandas simples lineales (colores rojo/crudo, rojo/rojo, negro/crudo y negro/rojo)
--- Presencia de corrugado
Decoración basada en punteado, incisión, aplicado y modelado y “ojo grano de café”
Decoración plástica basada en técnicas decorativas de: incisión y aplicado-modelado. Motivos basados en: “ojo grano de café”, mamelones, cadenetas, bolitas de arcilla.
Presencia de engobe rojo Presencia de engobe rojo y naranja Apéndices aplicados (zoomorfos y antropomorfos)
Apéndices aplicados (zoomorfos y antropomorfos)
155
Tabla #XX. Conjunto Estilístico: Estilo Cementerio Tucacas
Según Cruxent y Rouse Según Herrera Malatesta Antiplástico de arena y mica Clases formales 1, 3, 4, 7 y 9 Apéndice zoomorfo Decoración plástica Presencia de engobe rojo Corrugado
Tabla #XXI. Conjunto Estilístico: Estilo El Pinar
Según Cruxent y Rouse Según Herrera Malatesta Antiplástico de arena y mica Clases formales: 1, 4, 7, 8, 10 Formas de ollas Decoración plástica Engobe rojo Presencia de engobe rojo Perfil sinuoso (clase 10) y bordes con pliegues (corrugado)
Corrugado
Tabla #XXII. Conjunto Estilístico: Estilo Río Chico
Según Cruxent y Rouse Según Herrera Malatesta Apéndices Antropomorfos (?) Clases formales: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9, 12 No hay presencia de pintura Decoración plática Alfarería semejante a Topo Engobe rojo
Tabla #XXIII. Conjunto Estilístico: Estilo Las Minas
Apéndice zoomorfo Decoración plástica Engobe rojo Presencia de engobe rojo Perfil sinuoso (clase 10) Corrugado Asas uni y bitubulares
156
Tabla #XXIV. Conjunto Estilístico: Estilo Valencia
Según Cruxent y Rouse Según Herrera Malatesta Formas de ollas y boles globulares Clases formales: 1, 3, 6, 7, 8, 9, 11 Apéndices antropomorfos y zoomorfos Decoración plástica Ojo grano de café Engobe rojo Bandas geométricas aplicadas en panzas Ausencia de pintura Incisiones rectas diagonales con punteado Engobe rojo Ausencia de pintura
Tabla #XXV. Conjunto Estilístico: Estilo Topo
Según Cruxent y Rouse Según Herrera Malatesta Apéndices antropomorfos Clases formales: 1, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12 Ojo grano de café Decoración plástica y pintada
Apéndices zoomorfos Corrugado Pintura rojo/crudo y negro/crudo
Engobe Rojo
Tabla #XXVI. Presencia de Técnicas Decorativas en Sitos Costeros
Digital Modelado Rojo Blanco Naranja Negra Roja Blanca
Playa
Chuao
Playa
Patanemo
Puerto
Maya
Pueblo
Patanemo
Sitio
Plástica Pintada
Incisión Excisión Perforado Corrugado
X
XX
X X X X X X X X X
XXXXX
X X X XX X X
X
X X
X X X X X XCúpira
Los Pueblos
Primavera
X
X
X
X
X X X
XXXX
X XX X X
XX
157
Tabla #XXVII. Ubicación de Colecciones Cerámicas dentro de Estilos Valencioides (en verde nuevos sitios incluidos a estilos)
Estilo Sitios
Val
enci
a
La Mata
Tocorón
La Cabrera
La Pica
Los Cerritos de Los Guayos
La Culebra
El Roble
Quebrada de Maletero
Camburito
Villas del Centro
Pirital
Cascabel
El Charral
Las
Min
as
Las Minas
El Paují
Guaremal
Cocorote
Quiripital
Top
o
Topo de Tacagua
Saltos de Tacagua Puerto Maya Playa Chuao
Cuenca de Patanemo
Cúpira
Chupaquire
Total Estilos: 3 Total sitios: 26
158
Tabla #XXVIII. Evidencias Estilísticas por Periodos Cronológicos
III
1600
Presencia de
1500 elementos
pintados
1400
II
1300 Inicio de
influencia
1200 pintada
I
1100
1000
Decoraciones
900 plásticas
800
159
Tabla #XXIX. Cronología de Sitios fechados con C14
Costas
La Mata Los Cerritos Playa Chuao Dos Mosquises Cayo Sal
1600
1500
?
1400 ? ?
1300
1200
1100
1000
?
900
800
0
Continente Islas
III
II
I
Periodos Fechas
160
Tabla #XXX. Cronología de los Estilos Valencioides
Área Costas IslasSub-serie Topo Valencia y Topo
Sitios La Mata Cerritos de los G. Playa Chuao Cayo SalValenciaFechas
Cuenca del Lago de Valencia
1600
1500
1400
1300
1200
0
1100
1000
900
800
FIGURAS
163
Figura #1. Esquema de Estudio de Sitios
Playa Valle Montaña Rec. Sup. Pozo P. de Prueba Trinchera Valencioide No Definido Multicomponente C/Montículo S/Montículo 1 2 3
Laderas Filas
2: Descripción breve del sitio y/o de las colecciones 3: Resporte de sitio arqueológico*Tipo de Data1: Descripción y clasificación del sitio y las colecciones
Estructura Tipo de Data*
SitiosCaracterísticas
Ubicación Tipo de Intervención Identificación Cultural
164
Figura #2. Esquema de Estudio del Material Cerámico
Decoración
Bordes Panzas Plástica Pintada Engobe Roja Gris Amarilla Negra
Clases Formales C/Decoración S/Decoración
|C/Decoración S/Decoración
Forma Pasta
Cerámica
165
Figura #3. Matriz de Técnicas Decorativas: Cuenca de Patanemo
Decoración Plástica
Decoración Pintada
Incisión
Excisión
Perforado
Impresión Digital
Corrugado
Aplicado Modelado
Engobe
Pintura
Rojo
Rojo/crudo
Impresión de Canutillo
Punteado
Rojo/engobe rojo
Negro/crudo
166
Figura #4. Modos Decorativos de la Región Centro Norte de Venezuela
Decoración Plástica
Decoración Pintada
Incisión
Excisión
PerforadoImpresión Digital
Corrugado
Aplicado Modelado
Engobe
Pintura Lineal
Naranja
Rojo/crudo y Rojo/rojo
Negro/crudo
Rojo
Blanco
Blanco/rojo
Decoración Plástica
Decoración Pintada
Incisión
Excisión
PerforadoImpresión Digital
Corrugado
Aplicado Modelado
Engobe
Pintura Lineal
Naranja
Rojo/crudo y Rojo/rojo
Negro/crudo
Rojo
Blanco
Blanco/rojo
167
Figura #5. Clasificación de los Modos de Pasta
RojaColor Gris
Negra grisáceaAmarilla
Acabado de PulidoSuperficie Alisado
ArenaAntiplástico Arena y Mica
Cuarzo Molido
Pasta
168
Figura #6. Esquema de Estudio del Espacio
Sitios SitiosSitios Sitios
Región
Centro Norte de Venezuela
Áreas
Costas Centrales Islas Oceánicas
Cuenca del Lago de Valencia Montañas del Centro Norte
169
Figura #7. Esquema Clasificación de Serie Valencioide
Topo Cayo Sal Las Minas Valencia
Plástico-PintadoConjuntoPlástico
Serie Valencioide
Conjunto
MAPAS
171
Mapa #1. Ubicación de los Estilos Valencioides1
1 Mapa digitalizado de las cartas de la Dirección Nacional de Cartografía N°: 6546, 6547, 6548, 6549, 6646, 6647, 6746, 6747, 6846, 6847, 6946, 6947, 7046, 7047
172
Mapa #2. Dicotomía Oriente-Occidente
173
Mapa #3. Sitios Arqueológicos Valencioides reportados hasta 19582
2 Mapa digitalizado de las cartas de la Dirección Nacional de Cartografía N°: 6546, 6547, 6548, 6549, 6646, 6647, 6746, 6747, 6846, 6847, 6946, 6947, 7046, 7047
174
Mapa #4. Sitios Arqueológicos Valencioides reportados hasta 20083
3 Mapa digitalizado de las cartas de la Dirección Nacional de Cartografía N°: 6546, 6547, 6548, 6549, 6646, 6647, 6746, 6747, 6846, 6847, 6946, 6947, 7046, 7047
175
Mapa #5. Sitios Arqueológicos excavados por el autor entre 2002 y 2003
176
Mapa #6. Sitios Arqueológicos Valencioides en la Región Centro Norte de Venezuela4
4 Mapa digitalizado de las cartas de la Dirección Nacional de Cartografía N°: 6546, 6547, 6548, 6549, 6646, 6647, 6746, 6747, 6846, 6847, 6946, 6947, 7046, 7047
177
Mapa #7. Primeras Excavaciones Arqueológicas en la Cuenca del Lago de Valencia
178
Mapa #8. Áreas en la Región
1
2
3
4
179
Mapa #9. Área del Lago de Valencia
180
Mapa #10. Área de la Costa Centro-Oriental (1)
181
Mapa #11. Área de la Costa Centro Orientales (2)
182
Mapa #12. Área de las Montañas del Centro Norte
183
Mapa #13. Área de las Islas Oceánicas: Archipiélago de Los Roques5
5 Los datos de la ubicación de los sitios arqueológicos del Archipiélago de Los Roques y La Orchila fueron tomados de Antczak y Antczak (2006).
184
Mapa #14. Área de las Islas Oceánicas: La Orchila
185
Mapa #15. Distribución Espacial de las Sub-series6
6 Mapa digitalizado de las cartas de la Dirección Nacional de Cartografía N°: 6546, 6547, 6548, 6549, 6646, 6647, 6746, 6747, 6846, 6847, 6946, 6947, 7046, 7047
GRÁFICOS
187
Gráfico #1. Porcentaje de Clases Formales en Pueblo de Patanemo
Gráfico #2. Porcentaje de Clases Formales en Los Pueblos
0
5
10
15
20
25
30
35
40
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
30
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
188
Gráfico #3. Porcentaje de Clases Formales en Primavera
Gráfico #4. Porcentaje de Clases Formales en Playa de Patanemo
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
189
Gráfico #5. Porcentaje de Clases Formales en Playa Chuao
Gráfico #6. Porcentaje de Clases Formales en Puerto Maya
0
5
10
15
20
25
30
35
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
190
Gráfico #7. Porcentaje de Clases Formales en Cúpira
Gráfico #8. Porcentaje de Clases Formales en Guaremal
0
5
10
15
20
25
30
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
30
35
40
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
191
Gráfico #9. Porcentaje de Clases Formales en Las Minas
Gráfico #10. Porcentaje de Clases Formales en Topo
0
5
10
15
20
25
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
30
35
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
192
Gráfico #11. Porcentaje de Clases Formales en Krasky
Gráfico #12. Porcentaje de Clases Formales en La Mata
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
193
Gráfico #13. Porcentaje de Clases Formales en Tocorón (de Osgood)
Gráfico #14. Porcentaje de Clases Formales en Tocorón (de Cruxent)
0
10
20
30
40
50
60
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
194
Gráfico #15. Porcentaje de Clases Formales en La Mata y Tocorón
0
10
20
30
40
50
60
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
La Mata
Tocorón
205
Gráfico #16. Porcentaje de Clases Formales en La Mata, Tocorón (de Osgood) y Tocorón (de Cruxent)
0
10
20
30
40
50
60
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
La Mata
Tocorón (O)
Tocorón (C)
218
Gráfico #17. Porcentaje de Clases Formales en la Región
Gráfico #18. Porcentaje Total de Decoraciones en Sitios Arqueológicos
0,00%
2,00%
4,00%
6,00%
8,00%
10,00%
12,00%
14,00%
16,00%
%
PuebloPatanemo
LosPueblos
Primavera PlayaPatanemo
PlayaChuao
PuertoMaya
Cúpira Guaremal La Mata Tocorón(Cruxent)
Sitios
Porcentaje Total de Decoraciones por Sitios Arqueológicos
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
%
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Clases
219
Gráfico #19. Porcentaje de Técnicas Decorativas en la Región
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
% d
e S
itio
s
Inci. Exci. Perf. I.Dig. Corr. Ado.Mdo E.Rojo E. Blanc E. Nara P. Negra P. Roja P. Blanc
Técnicas Decorativas
220
Gráfico #20. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Fragmentos de Borde en la Región
0
5
10
15
20
25
30
35
40
%
Inc is ió n Excis ió n P erfo rado Imp. Digita l Co rrugado Apdo .-Mo delado
E. Ro jo E. Blanco E. Naranja P . Negra P . Ro ja P . Blanca
Técnicas
221
Gráfico #21. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en la Región
0
10
20
30
40
50
60
%
Inci. Exci. Perfo. Imp. Dig. Corrug. Apl-Mod. E. Rojo E. Blanco E. Naranja P. Negra P. Roja P. Blanca
Técnica
222
Gráfico #22. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en la Cuenca de Patanemo
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
Inci. Exci. Perfo. Imp. Dig. Corrug. Apl-Mod. E. Rojo E. Blanco E.Naranja
P. Negra P. Roja P. Blanca
Técnica
223
Gráfico #23. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Playa Chuao
0
5
10
15
20
25
30
35
40
%
Inci. Exci. Perfo. Imp. Dig. Corrug. Apl-Mod. E. Rojo E. Blanco E.Naranja
P. Negra P. Roja P. Blanca
Técnica
224
Gráfico #24. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Puerto Maya
0
20
40
60
80
100
120
%
Inci. Exci. Perfo. Imp.Dig.
Corrug. Apl-Mod.
E. Rojo E.Blanco
E.Naranja
P. Negra P. Roja P.Blanca
Técnica
225
Gráfico #25. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Cúpira
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
%
Inci. Exci. Perfo. Imp. Dig. Corrug. Apl-Mod. E. Rojo E. Blanco E.Naranja
P. Negra P. Roja P. Blanca
Técnica
226
Gráfico #26. Porcentaje de Técnicas Decorativas en Panzas en Guaremal
0
100
200
300
400
500
600
%
Inci. Exci. Perfo. Imp. Dig. Corrug. Apl-Mod.
E. Rojo E. Blanco E.Naranja
P. Negra P. Roja P. Blanca
Técnica
227
Gráfico #27. Porcentaje de Técnicas Decorativas en la Costa Centro Oriental
0
5
10
15
20
25
%
Incisión Excisión Perforado Imp.Digital
Corrugado Apdo-Modelado
E. Rojo E.Blanco E.Nara P. Roja P. Negra P. Blanca
Técnica
228
Gráfico #28. Porcentaje de Técnicas Decorativas en las Montañas del Centro Norte
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
%
Incisión Excisión Perforado Imp. Digital Corrugado Apdo-Modelado
E. Rojo E.Blanco E.Nara P. Roja P. Negra P. Blanca
Técnica
LÁMINAS
207
Lámina #1. Adornos y Asas Decorados de La Mata (Tomado de Bennett 1937: 104, fig. 10; 107, fig. 11)
208
Lámina #2. Ajuar Cerámico de La Mata (Tomado de Bennett 1937: 93, fig. 7)
209
Lámina #3. Ajuar Cerámico Atípico de Tocorón (Tomado de Osgood 1943: 29, fig. 7)
210
Lámina #4. Fragmentos de Borde en Tocorón (Tomado de Osgood 1943: 27, fig. 6)
211
Lámina #5. Asas y Apéndices Decorados en Tocorón (Tomado de Osgood 1943: 30, fig. 8; y, plancha 7)
212
Lámina #6. Formas de Vasija Fase Valencia, Los Tamarindos (Tomado de Kidder 1944: 63)
213
Lámina #7. Materiales Decorados Fase Valencia, Los Tamarindos (Tomado de Kidder 1944: plancha VIII)
214
Lámina #8. Modos de Borde: Cuenca de Patanemo
Lámina #9. Modos de Borde: Región Centro Norte de Venezuela
215
Lámina #10. Bordes y Vasijas No Incluidos en los Análisis1
1 Las ilustraciones de los fragmentos de borde incluidos en la clasificación como aquellos no incluidos provienen todos de dos fuentes: la colección de la Cuenca de Patanemo (Herrera Malatesta 2004) y las referencias bibliográficas sobre la arqueología Valencioide en la región; principalmente de los trabajos de Bennett (1937). Osgood (1943), Kidder (1944), Álvarez y Casella (1983), Morales (1984), Nieves (1992) y Antczak y Antczak (2006).
216
Lámina #11. Técnicas Decorativas Plásticas: Cuenca de Patanemo
Corrugado Aplicado-Modelado
Punteado, Excisión, Perforado, Incisión
217
Lámina #12. Técnicas Decorativas Pintadas: Cuenca de Patanemo
Rojo/Crudo y Rojo/engobe rojo
Engobe rojo
Negro/Crudo
218
Lámina #13. Material Cerámico Decorado, Cementerio Tucacas (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Plancha 24)
Lámina #14. Formas de Vasija, Estilo Cementerio Tucacas
219
Lámina #15. Materiales Cerámicos, El Pinar (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Plancha 70)
Lámina #16. Formas de Vasija, Estilo El Pinar
220
Lámina #17. Formas de Vasija, Río Chico
Lámina #18. Materiales Cerámicos, Río Chico (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Plancha 38)
221
Lámina #19. Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Las Minas (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Figura 147)
Lámina #20. Formas de Vasija, Estilo Las Minas
222
Lámina #21. Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Valencia (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Planchas 67 y 68)
Lámina #22. Formas de Vasija, Sitios de la Cuenca del Lago de Valencia
223
Lámina #23. Formas de Vasija, Estilo Valencia
Lámina #24. Urnas Funerarias, Estilo Valencia
224
Lámina #25. Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Topo (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Plancha 36)
Lámina #26. Formas de Vasija, Estilo Topo
225
Lámina #27. Formas de Vasija, Cuenca de Patanemo
226
Lámina #28. Materiales Cerámicos, Cayo Sal (Tomado de Antczak y Antczak 2006: 254-255)
Lámina #29. Formas de Vasija, Cayo Sal
28.1 28.2
A B
227
Lámina #30. Figurinas Estandarizadas (Tomado de Antczak y Antczak 2006: 111, fig. 127)
Lámina #31. Figurinas Heterogéneas (Tomado de Antczak y Antczak 2006: 155, fig. 176)
228
Imagen #32. Figurinas Imitativas (Tomado de Antczak y Antczak 2006: 175, fig. 196)
Lámina #33. Formas de Vasija, Estilo Krasky
229
Lámina #34. Materiales Cerámicos Decorados, Estilo Krasky (Tomado de Cruxent y Rouse 1982 [1958-59]: Plancha 1)
Currículo Vitae DATOS PERSONALES Nombre Eduardo Napoleón Herrera Malatesta Lugar y fecha de nacimiento Buenos Aires, Argentina. 5 de noviembre de 1978 Nacionalidad venezolano ESTUDIOS REALIZADOS U.E. Carlos Soublette, Valencia: Bachiller en Ciencias Universidad Central de Venezuela, Caracas: Antropólogo CARGOS DESEMPEÑADOS 2001 – 2004 Asistente-Pasante en Arqueología en el Proyecto: Inventario Electrónico, Conservación
y Consolidación Institucional de la Colección Arqueológica (Prehispánica, Colonial y Republicana) de las Islas (Dependencias Federales) de Venezuela. Universidad Simón Bolívar e Instituto de Patrimonio Cultural.
2004 Arqueólogo en Proyecto de Arqueología de Rescate en el Área de Afectación del
Proyecto Interconexión Centro Occidental. PDVSA Gas, Vinccler Oil & Gas y UNEFM. Coro, Edo. Falcón. Segundo Tramo (06 de julio al 24 de septiembre).
2005 Estudiante Graduado en el Centro de Antropología, Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas. 2009 Coordinador Arqueológico: II Etapa del Proyecto de Restauración y Puesta en Valor del
Templo Santa Ana del Norte, Municipio Gómez, Estado Nueva Esparta. Gobernación del Estado Nueva Esparta.
CAMPO EN QUE HA TRABAJADO Y/O PUBLICADO Investigación Arqueológica HONORES Y DISTINCIONES 1999-2003 Becario de la Universidad Central de Venezuela. 2005-2007 Becario del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas 2005-2008 Financiamiento otorgado por el Centro de Estudios Avanzados del Instituto Venezolano
de Investigaciones Científicas para asistir a diversos Congresos Internacionales. 2006-2007 Postulado por el Centro de Estudios Avanzados del Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas para la Orden “José Félix Ribas” por méritos académicos. (Promedio de notas: 18/20 y 19/20 puntos respectivamente).