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* Este artculo es producto del trabajo realizado para mi tesis
doctoral, con base en el Proyecto Doctoral: Organizacin, demanda y
accin poltico-sindical. Etnografa de las prcticas organizativas de
trabajadores/as telefnicos de la Ciudad de Buenos Aires. Directora:
Dra. Mabel Grimberg. Agradezco los comentarios de Juan Jos Gregoric
y Soledad Cutuli a versiones previas de este trabajo.** Licenciada
en Antropologa (UBA, 2010), y doctoranda de la Facultad de Filosofa
y Letras de la UBA. Es becaria doctoral del CONICET con sede en el
Instituto de Ciencias Antropolgicas de la Facultad de Filosofa y
Letras, Universidad de Buenos Aires. Trabaja en temas vinculados a
las prcticas polticas de trabajadores/as, trayectorias y
tradiciones de movilizacin gremial y las relaciones entre
trabajadores/as en el marco de la vida cotidiana en los espacios
laborales. Desde 2007 realiza trabajo de campo con los
trabajadores/as telefnicos de la Ciudad de Buenos Aires. Integra
los proyectos de investigacin PIP-Conicet 0599: Polticas,
desigualdad social y vida cotidiana. Un estudio etnogrfico en
grupos subalternos del rea Metropolitana de Buenos Aires, y el
UBACyT 273: Poltica, polticas y politizacin de la vida cotidiana.
Un estudio etnogrfico de los modos de relacin entre Estado y
conjuntos subalternos en el rea Metropolitana de Buenos Aires,
dirigidos por Mabel Grimberg. E-mail: [email protected]
VIRAJESUN MILITANTE HISTRICO Y SUS DISPUTAS. ANLISIS DE LA
TRAYECTORIA DE UN ACTIVISTA GREMIAL.*
SANDRA WOLANSKI**
Recibido: 23 de marzo de 2013 Aprobado: 19 de mayo de 2013
Artculo de Reflexin
VIRAJES antropol.sociol. Vol. 15 No. 1, enero - junio 2013, pgs.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
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ResumenEn este artculo me propongo aportar a los estudios sobre
sindicatos
y sindicalismo a partir de un foco sobre los militantes que de
manera cotidiana llevan adelante, disputan y activan las
organizaciones gremiales. Me centro especficamente en las prcticas
y los sentidos del activismo de aquellos militantes considerados
histricos, a travs del anlisis de las prcticas de activismo y la
reconstruccin de la trayectoria de vida de un activista telefnico
histrico. A partir de ellas, analizo la construccin que realiza de
s mismo como activista, como un militante de toda la vida,
sosteniendo que esta construccin se produce en dilogo y vinculacin
con las tramas de relaciones y disputas en que est y estuvo
comprometido. Esta reconstruccin permite iluminar los sentidos de
las prcticas de militancia de activistas histricos, en tanto activa
vinculacin entre pasado y presente.
Palabras clave: sindicalismo, militancia, movimiento obrero,
generaciones.
A HISTORIC ACTIVIST AND HIS DISPUTES. ANALYSIS OF A TRADE
UNIONISTS LIFE COURSE.
AbstractThis paper intends to contribute to studies on unions
and unionism,
through a focus on activists they carry on, dispute and activate
union organizations daily. I center specifically on the practices
and meanings of the activism of those considered militantes
histricos (historic activists), through the analysis of practices
and the life course of a historic telephone companys worker.
Thereon, I analyze his self construction as an activist, as a
lifelong activist, contending that this construction is produced in
a dialogue and correlation with connection networks and disputes in
which he is and was engaged. This reconstruction allows to
elucidate the meanings of activist practices of historic activists,
as an active link between past and present.
Key words: trade unionism, militancy, labour movement,
generations.
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Introduccin
En este artculo me propongo aportar a los estudios sobre
sindicatos y sindicalismo a partir de un foco sobre los militantes
que de manera cotidiana llevan adelante, disputan y activan las
organizaciones gremiales. Analizar, en particular, las prcticas y
los sentidos del activismo de aquellos militantes considerados
histricos, indagando su lugar en las organizaciones gremiales y
procesos de movilizacin, en particular en el caso del Sindicato
Telefnico de Buenos Aires (FOETRA Buenos Aires), un sindicato que
construye una memoria particular de su historia como una historia
de lucha1.
Mientras que en mi trabajo de campo constantemente me eran
sealados quines eran delegados histricos, y en los eventos de
militancia intervenan militantes histricos (hombres y mujeres ya
jubilados, que continuaban participando de los actos, asambleas y
eventos sindicales), en las investigaciones de las ciencias
sociales, sin embargo, ellos aparecan en otros trminos. Para la
historia, y especialmente para la historia oral, estos militantes
eran claves a la hora de aportar su testimonio sobre pocas pasadas:
en particular en Argentina la Historia Oral tuvo un intenso
desarrollo en los estudios respecto de la militancia armada y de
base de los aos 60 y 70, as como de la ltima dictadura militar
(Pozzi, 2011). En las investigaciones de la Sociologa del Trabajo,
en cambio, el anlisis del sindicalismo estaba marcado por las
enormes transformaciones vividas en los espacios de trabajo durante
los aos 90, que incluyeron el crecimiento del desempleo y el
incremento indito de formas de flexibilizacin y tercerizacin
laboral, posibilitadas por reformas legales. Los aos 90 aparecan
como un abismo particularmente entre los trabajadores/as
telefnicos, en el que la realidad de muchos espacios de trabajo
haba cambiado radicalmente, conllevando una brecha entre jvenes y
viejos en los espacios de trabajo (Pierbattisti, 2008) producto del
debilitamiento y la desaparicin de los marcos sociales y culturales
del antiguo mundo obrero (Svampa, 2000: 152). El viejo militante
sindical histrico, ausente en la mayor parte de los trabajos, era
para Svampa una figura social en la cual convergan la positividad
de la memoria de una experiencia histrica de luchas polticas y
sociales, contrapuestas a la negatividad del momento de
fragmentacin del peronismo y prdida de los derechos y conquistas
laborales (Svampa, 2000: 129).
1 As, por ejemplo, FOETRA presenta su historia en la pgina web
del sindicato relatando el conflicto de-sarrollado por nueve
operarios a fines de siglo XIX, y concluyendo que a pesar de haber
sido ignorado durante mucho tiempo, este episodio es un buen
ejemplo de lo que seran los 130 aos posteriores: el compromiso de
los trabajadores con su dignidad no era negociable (FOETRA, 2013:
prr. 3).
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
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En ambas aproximaciones, los militantes histricos aparecan como
depositarios de una memoria de los trabajadores/as, aunque
desligados del presente de las prcticas sindicales. Busco entonces
resituarlos en las prcticas actuales de militancia gremial, aunque
dando cuenta de los modos en que el pasado informa sus acciones,
anima las discusiones y sostiene sus construcciones del yo. Frente
a las hiptesis centradas en la ruptura generacional, mostrar cmo
las experiencias y modalidades histricas de organizacin son puestas
en juego, actualizadas y disputadas en la actividad gremial
actual.
Para dar cuenta cabal de la especificidad de las prcticas y los
sentidos del activismo de estos militantes, mi estrategia
metodolgica consistir en centrarme en un activista telefnico,
Joaqun. Esta labor est enmarcada en un enfoque desde la antropologa
poltica, que busca entender a los procesos de movilizacin y
organizacin en su doble carcter de procesos histricos y
experiencias de vida, mostrando cmo esos procesos se insertan en
trayectorias y modos de vida (Grimberg, 2009). En primer lugar, a
travs de una breve referencia etnogrfica a un evento donde tuvo
participacin, muestro los modos en que presentarse como militante
histrico legitima y permite a Joaqun participar en disputas
gremiales actuales. Luego, reconstruyo resumidamente la trayectoria
de vida de Joaqun, para analizar cmo esta fundamenta la construccin
de s mismo como militante de toda la vida, y la vinculacin de esta
construccin con lneas de tensin en la militancia poltica y gremial
argentina.
Eso ya lo hicimos. La experiencia como saber legitimador.
En octubre de 2011 asist al encuentro Octubre y los
trabajadores, coordinado por un conjunto de organizaciones de
trabajadores/as de distinta envergadura, situadas todas ellas en la
oposicin de izquierda al gobierno nacional. Realizado en el
Sindicato de Farmacia de la Ciudad de Buenos Aires, la consigna de
este evento era discutir y recordar la significacin del mes de
octubre para los trabajadores, en torno a tres eventos histricos:
octubre de 1917 (la Revolucin Rusa), el 17 de octubre de 1945 (la
masiva movilizacin que exigi la liberacin de Pern) y el 8 de
octubre de 1967 (el asesinato de Ernesto Che Guevara).
Llegu a ese evento invitada por Joaqun, un trabajador telefnico
que en los ltimos meses se haba tornado un interlocutor central de
mi investigacin. l era uno de los organizadores del encuentro, como
parte
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de una Agrupacin Cultural de trabajadores telefnicos que con
otros compaeros en su mayor parte jubilados o retirados estaban
impulsando. En su turno de hablar, como primer orador, hizo una
extensa referencia al significado que dos fechas haban tenido para
los trabajadores de Argentina y el mundo, octubre de 1917 y octubre
de 1945, buscando dejar sentada una posicin poltica: que
constituyeron victorias de los trabajadores.
Pero, hacia la mitad de su presentacin, se desvi de los octubres
propuestos para mencionar la experiencia de lucha y resistencia que
termin de ser derrotada con la masacre del ao 76 [haciendo
referencia a la ltima dictadura militar en Argentina] y por si
quedaba algo, con lo que signific la dcada del 90.
Significativamente, termin su intervencin expresando una vinculacin
deseada entre aquel proyecto de lucha y resistencia y el encuentro
del que estbamos participando: Que todos estos encuentros y otros
que nos proponemos seguir haciendo sirvan para humildemente
comenzar a construir la gran alternativa independiente que fue uno
de nuestros objetivos que tambin fue frustrado por la gran matanza
del 76.
De este modo, en su intervencin, Joaqun remarcaba su
participacin en experiencias de movilizacin que sealaban su
pertenencia generacional en la poltica de nuestro pas: para l, como
para otros participantes del evento, la resistencia peronista y las
experiencias de movilizacin de las dcadas de 1960-1970 aparecan
como las experiencias de movilizacin distintivas de su generacin; y
la dictadura de 1976 como la experiencia de derrota2.
Las relaciones intergeneracionales permeaban el debate esa
noche, ya que los participantes se dividan, de manera notoria, segn
dos rangos etarios alejados: jvenes, de entre 18 y 30 aos; y
viejos, la mayora de quienes superaban los 70 aos. En este
contexto, el discurso de Joaqun fue inmediatamente contestado por
el siguiente orador que, en cambio, buscando valorizar las
experiencias actuales de jvenes trabajadores/as as como de su
organizacin, el Frente Popular Daro Santilln3, se posicionaba desde
las luchas del presente, resaltando que su historia, en comparacin
con las de otros compaeros, era ms breve: Como teniendo 30 aos me
faltan un poco de aos de historia, o no haber pasado algunos
momentos
2 La centralidad de la dimensin de la movilizacin poltica en el
reconocimiento y autorreconocimiento de determinados grupos de edad
como generaciones ha sido trabajada por Kropff (2011), a partir del
planteo de Lewkowicz (2003). Precisamente, este autor seala la
existencia de dos generaciones dife-renciadas dentro del peronismo,
segn su experiencia originaria de movilizacin: el peronismo en el
Estado (hasta 1955) o el peronismo de la proscripcin (1955-1972).3
La disputa para este orador era doble. Por un lado, porque el FPDS
surgi en el ao 2005 como co-ordinacin de movimientos de
trabajadores desocupados, y solo en los ltimos aos ha comenzado a
desarrollar una actividad de organizacin de trabajadores ocupados.
Por el otro, porque esta orga-nizacin se posiciona como
no-peronista, frente al discurso de Joaqun que postul una defensa
del carcter clasista del peronismo.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
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histricos, a m lo que me sirve es la historia reciente. Yo soy
delegado del Ministerio de Trabajo. Ganamos la Junta Interna hace
poquito.
En resumen, en ese evento se hallaban en disputa los fundamentos
de la legitimidad de viejos y jvenes militantes, que a su vez eran
parte de una disputa por la direccin que tomara el intento de
coordinacin entre organizaciones distintas. En efecto, en las
intervenciones posteriores comenz a perfilarse un debate entre
distintas posiciones sobre qu hacer para generar otro octubre desde
los trabajadores/as, para lograr la unidad. Cuando Joaqun tom la
palabra en este debate, se refiri a la larga experiencia del
peronismo en la integracin de frentes policlasistas. Su intervencin
se centr en cmo el policlasismo haba resultado, desde el mismo
inicio del peronismo, a la vez una grandeza y una contradiccin,
para luego concluir:
Entonces no se trata de si estar o no a favor de conformar un
frente, juntar las fuerzas contra la oligarqua o el imperialismo.
Eso ya lo hicimos. Se trata de hacerlo de manera tal que no nos
pase otro 16 de septiembre4. Porque si de algo estoy seguro y ese
fue el gran aporte que tuvimos los laburantes [trabajadores] es que
eso al principio no lo veamos, porque creamos que ramos todos
argentinos, todos patriotas, todos cristianos, que el problema era
de traiciones individuales No, el problema es de intereses de
clase. Eso lo aprendimos en la lucha y nos cost mucho sacrificio.
Entonces, este gran movimiento que es necesario que se organice,
que tenga en cuenta eso. [] Bueno, yo un poco porque si de algo
podemos hablar es de experiencia de los frentes de clase.
La primera impresin que me dej el encuentro, en ese momento,
respecto de las relaciones que estaban en juego, era la existencia
de mltiples registros tras las palabras de los oradores, y
especialmente de aquellas de Joaqun. Por un lado, sus reflexiones
tomaban el carcter de una enseanza, a partir de la propia
experiencia, del sacrificio, y de un conocimiento de la historia a
partir de haberla vivido, de haber tomado parte en luchas
consideradas histricas. Con el tiempo, acompandolo a otras diversas
actividades, pude ver que esta presentacin de s mismo a travs de su
experiencia de activismo era un hecho central de su militancia
actual. As, por ejemplo, haba dado su testimonio en una pelcula
documental sobre la resistencia peronista5, y se dedicaba a
presentarla en distintos espacios de
4 Se refiere al 16 de septiembre de 1955, da en que comenz la
sublevacin autodenominada Revolu-cin Libertadora, que derroc al
gobierno de Juan Domingo Pern.5 Se llam La Resistencia, segn
reconstruye James (2006), a la lucha defensiva en los espacios de
trabajo, frente al empeoramiento de las condiciones de trabajo y la
represin sobre los trabajadores que sigui al golpe de Estado de la
autodenominada Revolucin Libertadora. Al mismo tiempo, segn
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militancia; al mismo tiempo, comenz a participar en carcter de
militante de la resistencia y activista telefnico en encuentros de
formacin de una agrupacin de estudiantes secundarios y
universitarios. En esas actividades, Joaqun tena un papel
protagnico narrando y respondiendo preguntas del pblico en general,
ms joven.
Pero adems, la experiencia una categora que para los
participantes del evento condensaba el saber que se desprenda de
haber transitado luchas permita a Joaqun legitimar sus prcticas y
posicionamientos actuales. En este sentido, las palabras de Joaqun
sealaban otra tensin palpable, en el evento, entre quienes se
identificaban como peronistas y quienes no lo hacan. La apelacin a
la experiencia (de lucha y resistencia, de conformacin de frentes)
le permita a Joaqun sostener a la vez un posicionamiento clasista,
sin dejar de reivindicarse peronista aunque en el debate parecan
presentarse como opuestos polarizados.
En suma, en las actividades de militancia de Joaqun, el relato
de su trayectoria de compromiso poltico y gremial formaba parte del
trabajo discursivo realizado para justificar sus posicionamientos,
parte de la presentacin que realizaba de s mismo y de la
argumentacin desarrollada para valorizar sus compromisos6. En este
sentido, sostengo que la experiencia entendida como categora de uso
en esos espacios de militancia condensa un tipo de saber legitimado
en esos espacios, el saber que se desprende de haber transitado
luchas. Mostrar la experiencia para fundamentar sus intervenciones
y posicionamientos supona por parte de Joaqun una performance de
apelacin a esas luchas, de exhibicin de la propia trayectoria.
Tanto la antropologa como la sociologa han colocado el foco en
los militantes que forjan las organizaciones sociales como forma de
distanciarse y complejizar el abordaje que toma como objeto de
estudio a el o los movimientos, el cual tiende tanto a homogeneizar
los puntos de vista de quienes los conforman como a aislar la
actividad en el movimiento respecto del conjunto de la vida
cotidiana de las personas (Quirs, 2006; Manzano,
James: El trmino la Resistencia, que lleg a constituir un punto
de referencia decisivo en la cultura poltica peronista, tena
connotaciones ms amplias []. En el folklore del movimiento folklore
que integr la ideologa de la clase obrera despus de 1955 la
resistencia en las fbricas estuvo indisoluble-mente ligada a la
resistencia en otros terrenos [] incluy un variado conjunto de
respuestas que iban de la protesta individual en el plano pblico
hasta el sabotaje individualmente efectuado y la actividad
clandestina, sin excluir la tentativa de sublevacin militar (James,
2006: 112-113).6 Tomo la nocin de trabajo discursivo de Tissot et
al. (2004), quienes sostienen que los procesos de re-conversin de
militantes requieren de un trabajo discursivo que implica encontrar
las palabras para reconstruir una identidad, desarrollar una
argumentacin que permita valorizar de otra manera el com-promiso
[pasado] (Tissot et al., 2004: 14, traduccin propia). En el caso de
Joaqun, y de otros militantes telefnicos histricos, sostengo que
ese trabajo discursivo de valorizacin, legitimacin y argumenta-cin
a travs de los compromisos pasados se halla presente, de manera
cotidiana, en sus actividades de militancia.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
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2007; Vzquez, 2010). Dirigir la mirada hacia los militantes
histricos permite dar cuenta del particular lugar que ocupan en las
organizaciones gremiales, tramando conexiones entre el pasado y el
presente; as como tambin iluminar a la experiencia como
legitimadora de su palabra, que permite a los histricos
posicionarse tanto frente a la accin de los jvenes como en relacin
a la generacin que hoy conforma la dirigencia sindical.
El tema era pelear. La trayectoria de vida de Joaqun.
Propongo entonces, para indagar en los sentidos de ese vnculo
entre pasado y presente, reconstruir la trayectoria de vida de
Joaqun. La reconstruccin de trayectorias de vida, como concepto de
carcter metodolgico, consiste en la recuperacin, a partir del
relato biogrfico, de los hitos significativos de la vida de un
sujeto relacionados con reas estratgicas de la prctica social
(Grimberg et al., 1998: 232). En este sentido, la trayectoria de
vida permite dar cuenta de los significados que los sujetos otorgan
a su vida cotidiana y el sentido de sus interacciones
cotidianas.
Por ende, la trayectoria de vida como estrategia metodolgica se
posiciona en el seno de una tensin sealada en extensos debates en
historia, antropologa y sociologa entre la atencin a la
especificidad de una vida individual, con sus grados de
originalidad y creatividad, y el inters en su pertenencia a un
grupo, su insercin en campos sociales, en suma, su vinculacin con
los flujos ms generales de la vida social (Passeron, 1989; Levi,
1996-97; Pereira Fernndez, 2011). Sostengo, siguiendo a las
corrientes de la denominada microhistoria, que, a partir de la
atencin a un personaje singular, es posible acceder a las prcticas
sociales, a las normas y regularidades pero en estado de continuo
movimiento y sometidas a lo imprevisible, incoherente y plural que
hay en las personas (Pereira Fernndez, 2011: 116). Esta perspectiva
se ubica necesariamente alejada de una concepcin de la trayectoria
social como una serie de determinaciones cronolgicamente ordenadas
(Bourdieu, 2007: 98), en tanto en estas propuestas el acento parece
ponerse ms sobre los aspectos deterministas e inconscientes, sobre
las estrategias que no son el resultado de una verdadera intencin
estratgica (Levi, 1996-97: 19), y sobre las primeras experiencias
de socializacin.
En trminos de metodologa, entonces, no reproduzco aqu un relato
textual de Joaqun, sino un texto elaborado a partir del mismo, en
tanto esto supone reconocer que se trata de una produccin dialgica
y
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situada, producto de la relacin que entablamos a partir de mi
propuesta de investigacin y su voluntad de afrontarla: en
consecuencia, se trata necesariamente de una reconstruccin
fragmentaria (ver: Ochs & Capps, 1996; Ferraroti, 2007;
Bataillon, 2008). En estos trminos, una primera versin de este
texto fue leda y corregida con Joaqun.
Los inicios: Pern, Evita, el barrio y la resistencia
Nacido en 1937, el primer hito en el relato que Joaqun organiza
sobre su vida es la muerte de su madre, en 1944. A partir de ese
momento, recuerda, l y su hermana se hicieron cargo de su casa del
barrio de Flores Sur, ya que el padre trabajaba en la fbrica de
Piccardo (industria del tabaco) y regresaba tarde en la noche. En
1949, cuando tena 12 aos, falleci tambin su padre. En ese momento,
Joaqun qued a cargo de su to, quien decidi inscribirlo en una
escuela-fbrica de la compaa Transportes de Buenos Aires7, donde
comenz los estudios secundarios pero lo echaron en primer ao por
hacerse la rata (salir de clase).
Un ao despus, otra ta, hermana de su madre, realiz los trmites
para ser nombrada tutora de Joaqun y su hermana y ambos se mudaron
con ella. A instancias de esa ta y su marido, Joaqun volvi a
ingresar en esa escuela. All, termin el primer ao de la
secundaria8. Recuerda que la escuela les daba los mamelucos, la
comida, los apuntes, un pase para viajar gratis y una especie de
beca para la compra de tiles. Pero como no le gustaba estudiar,
sola hacerse la rata con algunos compaeros, para gracias al pase
gratuito frecuentar el puerto, jugar al ftbol en Palermo o asistir
a los entrenamientos de Boca. Joaqun aclara que fue este motivo el
que gener nuevamente su expulsin, a comienzos de segundo ao; no era
que tuviera problemas, simplemente no quera estudiar, pero lea de
todo: A los ocho, nueve aos, despus que haba muerto mi mam, que mi
viejo vena tarde de trabajar, trabajaba en Piccardo, vena como a
las dos, tres de la maana, estaba en maestranza. Yo me la pasaba
leyendo. Novelas, porque haba una revista, la revista Leopln, que
era una revista de actualidad, que traa novelas completas. Recuerda
que as ley novelas de Dumas, Vctor Hugo, Balzac y Tolstoi.
7 La compaa Transportes de Buenos Aires (TBA) fue fundada en
1948 como resultado de la nacionali-zacin de la Corporacin de
Transportes de Buenos Aires. Inclua dentro de su injerencia los
mnibus, tranvas y subterrneos de la Ciudad de Buenos Aires.8 El
rgimen de esta escuela, como el de otras escuelas-fbrica que
funcionaron en este perodo, inclua el cursado de tres aos de las
materias tericas del secundario, sumados a la actividad como
aprendices en los talleres de la empresa. Luego de esos tres aos,
los estudiantes eran incorporados como trabajadores en la empresa,
con la opcin del cursado nocturno de otros tres aos para obtener el
ttulo de Tcnico.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
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La escuela-fbrica fue el espacio del primer contacto de Joaqun
con la militancia: la UTA convocaba a los alumnos de la escuela a
las movilizaciones del gremio, incluyendo, rememora, el velorio de
Evita y la movilizacin contra el intento de golpe del 51. El 16 de
junio de 19559 aparece como otro hito altamente significativo en la
trayectoria de Joaqun: ese da fue mi bautismo de militancia, porque
me mand solo a la plaza [de Mayo], luego de escuchar en la radio la
convocatoria realizada por el Secretario General de la CGT10 y
frente a la oposicin de su ta. Sus conflictos con ella haban
comenzado con el abandono de la escuela y su oposicin a que Joaqun
consiguiera un trabajo. En 1954, a los 17 aos, sin embargo, ya haba
comenzado a desempearse como cadete de una fbrica de joyas de
fantasa. Abandonara la casa de su ta y el trabajo de cadete durante
el gobierno de Aramburu, hacia 1956, porque ya estaba haciendo
militancia peronista.
Y as empez la militancia ms intensa. Despus del 16 de junio de
1955, buscando quienes hicieran cosas, salieran a la calle a pedir
justicia, Joaqun se afili a la Alianza Popular Nacionalista, un
grupo nacionalista de tinte catlico que se reivindicaba
peronista11. Joaqun busca aclarar que no fue una afinidad ideolgica
con excepcin del antiimperialismo, que s comparta lo que lo llev a
afiliarse, sino el hecho de que en la Alianza hacan cosas, a
diferencia del Partido Peronista o la UES (Unin de Estudiantes
Secundarios), que era solo un aparato burocrtico.
Y [la Alianza Popular Nacionalista] se definen como peronistas y
no solamente, sino que hacen lo que no haca el Partido Peronista,
empiezan a ganar la calle! Contra de los que haban dado, pidiendo
que se hiciera justicia, que los fusilaran y todo! O sea, hacan
cosas!
As, el da del golpe de Estado de la Revolucin Libertadora, el 16
de septiembre de 1955, se fue a ofrecer a la Alianza a ver qu
hacamos, y lo enviaron a defender la Secretara de Prensa, con la
consigna de defender los
9 El 16 de junio de 1955, en un intento por derrocar y asesinar
al presidente Juan D. Pern, las fuerzas de la aviacin naval
argentina bombardearon la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno y
otros edificios pblicos de la Ciudad de Buenos Aires, con un saldo
de ms de 300 muertos.10 La Confederacin General del Trabajo (CGT),
fundada en 1930, es la central sindical histrica y tradi-cional del
movimiento obrero argentino (Novick, 2001: 36). A lo largo de su
historia, sin embargo, tuvo diversas escisiones y en numerosos
perodos coexistieron centrales sindicales de distinto sello
poltico.11 La Alianza Popular Nacionalista fue fundada en 1951 por
Patricio Kelly, sobre la base de la anterior Alianza Libertadora
Nacionalista, que hasta ese momento haba sido liderada por J.E.R.
Queralt. A partir de ese momento, este grupo nacionalista catlico
se defini como popular y peronista. Cabe resaltar la mirada de
Joaqun sobre Kelly, una figura altamente controversial: era un
trnsfuga, un mercenario, pero iba al frente, era un tipo jodido
pero de accin, y recuerda que estaba en la calle, todos los das,
despus del bombardeo. De este modo, destacaba la accin como valor
por sobre los modos e ideologas sobre los que estaba fundada.
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edificios pblicos frente a los Comandos Civiles12. Por otra
parte, de esos das, recuerda que los pasaba dando vueltas, viendo
qu hacer, encontrando en la calle a otros que ni los conocas,
tratando de hacer algo, perseguidos por los grupos de Comandos
Civiles que desde autos identificados con telas blancas baleaban a
las personas en la calle.
Hasta que a fines de septiembre de 1955, Joaqun se alej de la
Alianza Popular Nacionalista por el apoyo que esta dio al general
Lonardi. Sin embargo, encontr en su barrio, Flores, el lugar donde
hacer: Y bueno, un poco ya, el centro s, uno siempre andaba pero no
encontraba puntos de referencia. Y en el barrio tambin ah, hablar y
qu se poda hacer y qu se poda hacer y se empez a armar un Comando
de la Resistencia. Joaqun comenz a participar como el miembro ms
joven del comando. Su rol era la coordinacin la comunicacin con
otros ncleos de la Resistencia, porque una de las grandes cosas de
ese momento era estar informados qu pasaba con otros, qu pasaba en
otros lados. Llevando y trayendo mensajes, era el che Pibe de la
Resistencia, afirma riendo.
En el comando haba, adems de los del barrio, compaeros de
distintos gremios, todos laburantes, no?. Una de las tareas que
tenan como miembros de la Resistencia y en los primeros aos de la
Juventud Peronista13, era precisamente recuperar los sindicatos que
haban sido intervenidos. As, Joaqun recuerda que colabor con
Armando Cavalieri14, que en ese momento era un delegado de base del
Sindicato de Empleados de Comercio y haba creado una agrupacin
gremial combativa, para desbancar a la burocracia socialista o
radical, era. Los relatos de Joaqun sobre esa poca estn permeados
de referencias a compaeros de la Resistencia que luego participaron
de gobiernos, fueron dirigentes gremiales, etc. Cavalieri
constituye as un ejemplo significativo, para Joaqun, de compaeros
que luego fueron burcratas.
Entre 1957 y 1959, Joaqun cumpli con el servicio militar, de
manera extendida porque a los tres meses se haba hecho desertor.
Cuando regres, se incorpor a los primeros grupos de la Juventud
Peronista, que
12 En los primeros das despus del 16 de septiembre, recorran las
calles los Comandos Civiles, o Co-mandos Civiles Revolucionarios,
grupos paramilitares que perseguan a los simpatizantes peronistas,
buscando asegurar el triunfo de la Revolucin Libertadora.13 La
Juventud Peronista fue fundada en 1957 por Gustavo Rearte, como
parte de las organizaciones clandestinas que se opusieron al rgimen
del general Lonardi y se propusieron luchar por el retorno de Pern.
En sus primeros aos, agrup a reconocidos militantes como Jorge
Rulli, Envar El Cacho Kadri, Susana Valle y Felipe Vallese. 14
Armando Cavalieri es el actual Secretario General de la Federacin
Argentina de Empleados de Co-mercio y Servicios, cargo en el que se
desempea hace 25 aos, desde 1988. Rodeado de acusaciones de
enriquecimiento y colaboracin con la ltima dictadura militar, el
gremio que dirige es considerado un ejemplo de sindicalismo
empresarial. Para un estudio de las prcticas de este sindicato en
el sector super-mercadista ver Abal Medina (2011).
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
127VIRAJES
continuaban la resistencia aunque con problemas de personalismo
. Frente a eso contrapone la actividad de los sindicatos, que
estaban ms por la integracin, y recomienda leer a Daniel James que
muestra bien esa contraposicin. Sin embargo, desde la Juventud
Peronista, adems de buscar recuperar los sindicatos, utilizaban los
locales sindicales entre ellos el de los trabajadores telefnicos
como espacio de reunin. Y una de las cosas que se haca desde el
sindicato, una agrupacin, era tratar de enganchar a travs de la
Bolsa de Trabajo a compaeros, no? que estuviesen sin trabajo. As
ingresaron a trabajar en ENTel militantes de esas agrupaciones y,
tambin, por ejemplo, muchos de los trabajadores que haban sido
despedidos tras la huelga del frigorfico Lisandro de la Torre, en
1959, y trabajadores metalrgicos despedidos a raz de su
enfrentamiento con la conduccin de la Unin Obrera Metalrgica.
De este modo, en 1964, a travs de compaeros telefnicos que
conoca por su militancia, Joaqun fue anotado en la Bolsa de Trabajo
de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel), la cual era
manejada en un 50% por el sindicato telefnico, FOETRA. En esa
ocasin, un conflicto del sindicato con la direccin de la empresa
ligada al gobierno radical impidi que entrara. As fue que, hasta
1967, sigui recorriendo los ms diversos trabajos aunque por lo
general, por la misma militancia y dems, duraron poco los trabajos,
en una florera, en un frigorfico, embarcado, en un restaurante, una
bodega...
Activismo gremial, militancia armada: La Marrn, el PB y las
FAP
Recin el 14 de febrero de 1967 Joaqun comenz a trabajar en
ENTel, en una cuadrilla de construccin de la zona de Flores. Dos
semanas despus, en el primer paro de la CGT frente al gobierno
militar de Ongana15, se uni a la huelga y fue suspendido durante un
mes. Pero al final me benefici, no por el mes de suspensin, sino
cuando volvemos a trabajar me sacaron de ah, me mandaron a la otra
seccin, donde estuve muchos aos que, la ms combativa del gremio.
Desde ese momento comenz a desempearse en la seccin de
Mantenimiento, en la parte de Conservacin de Cables, tanto areos
como en cmaras, cubriendo con su cuadrilla la zona oeste de la
Ciudad de Buenos Aires. Su trabajo entraaba conocimientos tcnicos y
tambin riesgos, ya que implicaba trepar a los postes para reparar
cmaras
15 Luego de una sucesin de gobiernos electos, aunque en
elecciones signadas por la proscripcin del peronismo, el 28 de
junio de 1966 nuevamente se produjo en Argentina un golpe de
Estado, que design como presidente de facto al general Juan Carlos
Ongana. Esta dictadura militar durara hasta la eleccin del 11 de
marzo de 1973, en la que result electo Hctor Cmpora, en la primera
eleccin en la que el peronismo pudo presentar una lista oficial
desde 1955.
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128 antropol.sociol. Vol. 15 No. 1, enero - junio 2013, pgs.
115-143
y cables, as como entrar en las cmaras subterrneas. En ambos
casos, los trabajadores corran grandes peligros a causa de
descargas elctricas y/o filtraciones de gas.
Como consecuencia de la huelga, se le haba retirado la personera
gremial a FOETRA, y no nos reconocan delegados, pero igual elegimos
delegados. Y as, Joaqun fue elegido delegado de su seccin ese mismo
ao. A partir de su vinculacin con la Lista Marrn, liderada por
Julio Guilln, dos aos despus particip en la lista conduccin como
parte de la Comisin Administrativa Suplente del sindicato y, a raz
del fallecimiento del Tesorero del gremio, pas a desempearse como
Secretario de Prensa de FOETRA Buenos Aires, con dos aos [de
antigedad] Pero claro, digamos, yo, haba un conocimiento, adems uno
estaba metido. Ese cargo dur poco: en 1970 el gremio fue nuevamente
intervenido por el gobierno (militar) de Levingston.
Bajo la conduccin de esa agrupacin, en 1968, FOETRA tom parte de
la formacin de la CGT de los Argentinos16. Poco tiempo despus, sin
embargo, el gremio decidi retirarse de ese proyecto. Joaqun, sin
embargo, junto a otros compaeros de la Agrupacin Marrn los
calamares, como los llamaban sus compaeros sigui tomando parte
activa hasta que esa experiencia se disolvi, e incluso participaron
polticamente (no gremialmente, porque en la Agrupacin se vot en
contra) de los congresos de la Tendencia Revolucionaria en 196917.
Es que la Agrupacin Marrn era, siempre recalca Joaqun, muy
democrtica, al punto de incluir en su seno tendencias divergentes:
El gremio nuestro era de los que haban estado en lo que se llamaba
las 62 de pie, o sea, estaban en
16 En el Congreso Normalizador de la CGT Amado Olmos, realizado
entre los das 28 y 30 de mayo de 1968, result electa una conduccin
combativa, cuyo Secretario General fue Raimundo Ongaro, del
Sindi-cato Grfico. Un breve extracto de su programa inicial, el
Programa del 1 de Mayo, permite dar cuenta de la definicin de esta
central como combativa, de oposicin al rgimen militar, y mostrar su
relacin con las grandes rebeliones de fines de los aos 60: Las
direcciones indignas deben ser barridas desde las bases. En cada
comisin interna, cada gremio, cada federacin, cada regional, los
trabajadores deben asumir su responsabilidad histrica hasta que no
quede un vestigio de colaboracionismo. Los gremios conocidos como
partipacionistas, ligados a la figura de A. Vandor, se retiraron de
ese cuerpo y fundaron una central rival, la CGT Azopardo. El 30 de
junio de 1969, a partir del allanamiento y encarcelamiento de
cuatro miembros de su Consejo Directivo y numerosos militantes, la
CGT de los Argentinos pas a desempearse en la clandestinidad.17 La
Tendencia Revolucionaria estaba conformada por distintas
agrupaciones identificadas con el peronismo revo-lucionario y el
socialismo nacional como proyecto poltico: la Juventud Peronista
Regionales (JPR), el Movimien-to Villero Peronista (MVP), la
Juventud Universitaria Peronista (JUP), la Juventud de Trabajadores
Peronistas (JTP), la Unin de Estudiantes Secundarios (UES), y el
Movimiento de Inquilinos Peronistas (MIP) todas ellas
organizaciones de superficie de Montoneros, junto con otras
agrupaciones como las Fuerzas Armadas Revolucio-narias (FAR), las
Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y el Peronismo de Base
(PB).Afinesdel68yenenerodel69serealizarondoscongresosenlosquesediscutieronlasestrategiasymtodosdelucha
del peronismo revolucionario.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
129VIRAJES
contra del vandorismo18, pero dentro de todo, como nuestra
agrupacin era muy participativa y democrtica haba de todo ah
adentro. Mientras los calamares permanecieron en la experiencia de
la CGT de los Argentinos, otras lneas dentro de la Agrupacin fueron
paulatinamente separndose y armando sus listas propias: la Lista
Celeste, la Lista Gris, la Azul y Blanca En FOETRA hubo elecciones
de seis, siete listas, remarca Joaqun, para mostrar el carcter
democrtico del gremio. Y en la Agrupacin, en particular, eran
solidarios, se apoyaban todos, incluso compaeros que, aun dentro de
la Agrupacin, simpatizaban con la CGT en ese momento: Esto te lo
cuento para ver toda la potencia que haba y a pesar de las
discusiones.
Por su parte, a partir de su ingreso en ENTel, Joaqun remarca
una inflexin en su trayectoria de militancia: Ah empec. Ah s que
asum a fondo, la importancia de no solamente hablar de la revolucin
[se re] [] Bueno, yo hasta ese momento cambi como veinte trabajos y
nunca me plante una cosa as de Era militante de afuera, haciendo
cosas clandestinas y dems, pero ah s, hice cosas bsicas que no son
tan difciles sino de sentido comn, como pone por ejemplo negociar
derechos de los trabajadores/as basndose en el Convenio Colectivo,
a ver qu palabra, qu punto pods utilizar en lo que a vos te
interesa. Tu campo es el del laburante. En su prctica como
delegado, resume, el tema era pelear. La peleabas primero tratando,
bueno, de jugar con estas cosas [las imprecisiones del Convenio] y
despus, si la cosa se pona pesada, llegaba a un conflicto.
En ese momento, adems, Joaqun comenz a militar cada vez ms
activamente en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP)19, y esto lo
llev a plantearle a Julio Guilln (el Secretario General de FOETRA)
la renuncia como Secretario de Actas, cargo para el que haba sido
electo en 1971. Cuando yo ya voy teniendo ms compromiso, un da voy
y le digo: mir, yo voy a renunciar como Secretario de Actas. l ya
saba, porque l, si bien
18 Augusto Timoteo Vandor, dirigente metalrgico simboliz el
proceso de integracin del aparato sindical al sistema poltico e
institucional de la Argentina y su corolario de burocratizacin, as
como el creciente empleo de mtodos autocrticos para regular la vida
interna de los gremios, proceso que lleg a su apogeo en el perodo
1962-1966 (James, 2006: 220). Sostiene James que el vandorismo:
lleg a ser sinnimo, tanto en el plano poltico como en el sindical,
de negociacin, pragmatismo (James, 2006: 220). En 1966 un conjunto
de federaciones, organizaciones y agrupaciones gremiales firm una
solici-tada de denuncia a estas prcticas, autodenominndose las 62
organizaciones de pie junto a Pern.19 Las Fuerzas Armadas
Peronistas (FAP) fueron la primera organizacin guerrillera
peronista: su apa-ricin pblica fue en septiembre de 1968 en una
fracasada operacin armada en Taco Ralo, Tucumn. A partir de 1969
desarrollaron tambin operaciones en reas urbanas. Las discusiones
en el seno de las FAP llevaron a mltiples escisiones en su seno,
especialmente en 1971 a raz del llamado Proceso de Homogeneizacin
Poltica Compulsiva. Producto de esas escisiones grupos de
militantes de las FAP se fueron sumando a otras organizaciones
armadas en ascenso, como Montoneros o el ERP (Ejrcito
Revolucionario del Pueblo).
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no comparta una parte de la cosa, era muy solidario. A pesar de
lo que hizo despus, no? Entonces, ms o menos saba. Y me dice: nooo,
qu vas a renunciar! Vos hac lo que tengas que hacer, ac te
cubrimos. Le digo: No, es un despelote, adems de ser un compromiso
para el gremio, no est bien eso, yo voy a estar ah. Nooo, pero ac
te cubrimos. Joaqun, sin embargo, se mantuvo firme en su
decisin.
Guilln aparece, en el relato de Joaqun, como una figura central.
Por un lado, como lder de la Agrupacin, era muy solidario y siempre
fue un abanderado de la democratizacin. Por el otro, con l siempre
tuvimos muchas discusiones, porque dentro del binomio lucha
armada/insurreccin, Guilln se inclinaba por esta ltima: Nosotros
nos burlbamos y decamos que Pern, Pern deca que l era un len
herbvoro y nosotros le decamos a Guilln que era un len herbvoro
[risas]. Guilln fue padrino del casamiento de Joaqun, en 1970 y,
aunque su figura es controvertida por lo que hizo despus, Joaqun se
ocupa de marcar la distancia entre el antes y el despus que para l
estuvo sellado por la crcel:
Cuando fue en plena poca de la CGT de los Argentinos, mir vos!
[] Guilln era Secretario Gremial. Funcionaba ah en la calle Paseo
Coln, donde est el Sindicato Grfico. Salamos de ah yo todava no la
haba conocido a mi mujer y nos bamos a la casa [de Guilln] La mujer
[de Guilln] estaba ya [cansada]! ramos como seis, o siete, qu s yo.
Para seguir charlando, eran como las diez de la noche, once. [] Y l
se pona a cocinar, se pona a cocinar Por eso, no es tan fcil, a
veces, con algunos compaeros. Pero el que lo vio antes, el que lo
vio despus, adentro de la crcel lo hicieron mierda!
A pesar de que se alej de las responsabilidades como dirigente,
Joaqun sigui siendo delegado de su oficina, y su vida segua
permeada por su pertenencia al gremio telefnico. Viva en un
edificio, frente a la estacin de Liniers, donde tambin habitaban
muchos otros compaeros telefnicos. Conoci a su mujer, abogada, en
las actividades de la Comisin de ayuda a los presos polticos que
funcionaba en la sede gremial. Se casaron en 1970, con un cura
salesiano, que trabajaba en La Cava, un asentamiento del norte del
conurbano bonaerense, y era solidario en su prctica, colaborando
con las organizaciones e incluso bancando a militantes. En esa
poca, adems, con otros compaeros telefnicos, comenzaron a
proyectar, de manera clandestina, La Hora de los Hornos, de Pino
Solanas, fcil, en 200 lugares. Las proyecciones incluyeron desde
locales gremiales hasta casas de compaeros, y siempre estuvieron
acompaadas de debates. En la actualidad, Joaqun buscaba replicar
esta experiencia organizando proyecciones de la pelcula sobre la
resistencia peronista en la que particip en los ltimos aos.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
131VIRAJES
Pero adems, a partir de la formacin del Peronismo de Base20,
Joaqun estaba tan o ms metido que antes en lo gremial, en
particular en la prctica de su seccin gremial. Entre finales de la
dictadura y durante los gobiernos de Pern e Isabel (1973-1976),
llev adelante, desde ese lugar, distintos proyectos. Por un lado,
en su seccin se haba formado una comisin gremio-empresa, en la que
haba participacin gremial en la direccin de la seccin. Joaqun era
uno de los tres delegados del gremio en esa comisin. Al mismo
tiempo, durante los ltimos aos de Ongana, desde FOETRA comenzaron a
elaborar una propuesta de participacin en la conduccin de la
empresa, que terminaron durante el gobierno de Isabel Pern
(1974-1976). Una propuesta similar result en una experiencia de
cogestin entre la empresa estatal de electricidad (SEGBA) y Luz y
Fuerza (el sindicato del servicio elctrico), pero en el caso de
ENTel fue denegada. Segn Joaqun, esto fue as porque coincidi con
otro conflicto, por la anulacin de los contratos de produccin de
equipos que ENTel tena con la firma Siemens Standard, firmados en
la poca de Ongana: [] le dimos vuelta un contrato que era, qu s yo,
multimillonario. Fue toda una lucha!.
Joaqun evala que en ese perodo en el que l adems fue electo a
cargo del Fondo Compensador21 telefnico se hicieron varias cosas
bastante piolas, discutir algunas cosas paritariamente Pero duramos
poco. A partir de enero de 1975, luego de la muerte de Pern, las
relaciones entre el gremio telefnico y el gobierno de Isabel
comenzaron a tensarse. Adems de negarles el proyecto de cogestin de
ENTel, la empresa dispuso un plan de racionalizacin del personal
que supuso ms de 600 cesantes, prescindibles. La posible respuesta
a este plan supuso una divisin en el gremio: algunos no queran
desarrollar un conflicto y preferan la negociacin, al tratarse de
un gobierno popular. Desde el Peronismo de Base, Joaqun sostuvo la
necesidad de medidas que afectaran la produccin, y finalmente,
desarrollaron un retiro de colaboracin. En el marco de ese
conflicto, la Secretara de Comunicaciones pidi el desafuero como
delegado de Joaqun. La esposa de Joaqun litig el pedido de
desafuero que finalmente result favorable 15 das antes del golpe de
Estado del 24 de marzo de 1976.
20 Desde las FAP se impuls el Peronismo de Base, desde donde se
buscaba disputar con el sindicalismo peronista burocrtico. Se
trataba de un frente de masas, que impulsaba en el terreno sindical
conquis-tar las conducciones para las bases, con base en premisas
de democracia obrera y consulta continua a las bases. Una fuente
rica para el abordaje del Peronismo de Base se encuentra en el
nmero 30 de la Revista Cristianismo y Revolucin, publicada en
Septiembre de 1971. Se encuentra disponible en:
http://www.ruinasdigitales.com/cristianismoyrevolucion/cyrporquesomosperonistasdebase3030/
21 El Fondo Compensador Telefnico era un fondo mutual creado en
1973, por un decreto de Lpez Rega como Ministro de Bienestar
Social. Se constitua con el aporte del 1% del salario de los
empleados de menos de 25 aos de antigedad, 2% de aquellos con mayor
antigedad, y 6% de la empresa, y estaba principalmente destinado al
financiamiento de viviendas.
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115-143
Este golpe de Estado puso un trmino a otras tensiones en FOETRA
y la Lista Marrn. Ya en las elecciones de 1973, esta haba ganado
muy estrechamente las elecciones gremiales frente a la Lista Gris,
un desprendimiento de la Marrn que afirmaba tener el apoyo del
general Pern. Antes de las elecciones se desat un escndalo por un
enfrentamiento armado entre activistas de la Lista Marrn y otros
ligados a Rucci, dirigente de la Unin Obrera Metalrgica y
Secretario General de la CGT, que en ese entonces estaban
enfrentados, por el cual casi pierden las elecciones. Lo cual,
destaca Joaqun, fue an ms peligroso porque dirigentes de la Lista
Gris luego estuvieron ligados a Lpez Rega, terminaron siendo
colaboradores de los milicos, y algunos integraron la Triple A22.
En las elecciones de 1975, por otra parte, el principal opositor a
la Lista Marrn era la JTP (Juventud Trabajadora Peronista).
Finalmente, Joaqun tambin se haba enfrentado con sus compaeros,
los calamares, en torno a las discusiones desde el Peronismo de
Base sobre una Alternativa Independiente: la disputa se centraba en
definir si esta implicaba tambin una independencia respecto de
Pern. Y yo prcticamente me qued solo, recuerda Joaqun, al sostener
esa posicin.
Se arm la podrida cuando salieron en el 73 porque el tema de que
tena que ser independiente de Pern [] lo que yo siempre discuto es
que por un lado est bien. Yo por ah s, afectivamente, yo soy ms
dependiente, por todo lo que vivimos, toda la lucha juntos, las
cosas que nos pasaron, de Pern, pero yo, no me parece muy coherente
por un lado decir lo que decimos de las limitaciones de Pern y
despus no plantearnos ser independientes para qu?, para tener a
alguien a quien echarle la culpa. Yo creo que la gran
responsabilidad es del activismo. Y entre ellos estoy yo.
Para Joaqun esta disputa en torno a la posibilidad de formar una
alternativa independiente y el significado de la independencia que
aparece en sus palabras ligada a la responsabilidad del activismo
sigue siendo una preocupacin central hoy.
Derrota y reconstruccin: despus de 1976
Con el golpe de Estado de 1976, Joaqun fue declarado cesante, y
fue preso en marzo mismo junto con otros sesenta compaeros
telefnicos. A
22 Jos Lpez Rega fue Ministro de Bienestar Social de los
gobiernos de Hctor Cmpora, Juan D. Pern y de Isabel Pern. Desde all
organiz la Alianza Anticomunista Argentina (ms conocida como Triple
A), una organizacin parapolicial de extrema derecha que llev
adelante asesinatos, ejecuciones suma-rias y desapariciones
forzadas de peronistas de izquierda, luchadores sociales,
intelectuales, artistas y miembros de organizaciones de
izquierda.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
133VIRAJES
lo largo de ese ao, la mayora de ellos fueron liberados; con la
excepcin de Guilln, que permaneci preso seis aos. Joaqun, en
cambio, fue liberado a los dos meses y en mayo de 1976 colabor con
una campaa en contra de la modificacin de la ley de contratos de
trabajo que estaba llevando adelante el gobierno militar. Un ao
despus, en 1977, aunque segua cesante, Joaqun tom parte de un
conflicto gremial organizado clandestinamente, ya que FOETRA estaba
intervenido contra la modificacin de la jornada de trabajo en
ENTel. En el curso de ese conflicto, secuestraron a seis o siete
trabajadores telefnicos, recuerda aunque despus los soltaron y lo
fueron a buscar tambin a l, aunque no lo encontraron.
Durante la dictadura, la cuestin pas a ser sobrevivir,
realizando los trabajos que se presentaran, desde ayudante en un
estudio jurdico hasta manejar un taxi. Mientras tanto, cri a sus
tres hijas, nacidas entre 1974 y 1980. En 1978 en su casa de
Liniers sufrieron un allanamiento en el que fueron encontrados
libros prohibidos. Yo cre que bamos a estar jodidos, afirma Joaqun,
pero en realidad fue bastante liviana la cosa: l y su mujer fueron
presos slo por tres das. La consecuencia ms importante fue que a su
esposa la echaron del trabajo, en el Consejo Agrario Nacional, del
Ministerio de Agricultura. Luego de este incidente, Joaqun y su
familia se mudaron a un barrio del norte del conurbano de Buenos
Aires, donde l trabaj en una fbrica de tubos fluorescentes y luego,
a partir de 1979, en una tintorera industrial. En esos aos tambin
retom sus estudios secundarios, aunque qued adeudando ingls, que
solo pudo aprobar aos despus, en la dcada de 1990.
Otra vez un 14 de febrero, pero de 1984, Joaqun volvi a trabajar
en ENTel. Ya desde antes de las elecciones, algunos de los ms de
600 trabajadores/as cesantes haban sido reincorporados,
especialmente aquellos que no portaban en su legajo el ttulo
presunto subversivo, que s tena Joaqun. Este fue un momento de
fuertes tensiones para su pareja: su mujer se opona a que l
reingresara a ENTel, porque saba que eso iba a significar su
retorno a la militancia gremial. Ella haba decidido alejarse de la
militancia y pretenda que Joaqun la siguiera. l sostiene que, en
cambio, tampoco poda dejar de intentar. Cuando le ofrecieron la
oportunidad, decidi entonces regresar a ENTel. Fue asignado a la
misma seccin en la que trabajaba antes, pero pidi su traslado, para
hallarse cerca de su hogar. Mientras tanto, su mujer abri un
estudio como abogada, dedicndose principalmente a demandas
laborales. Sus clientes provenan en su mayora de la villa La Cava,
donde haba militado en su juventud.
Durante 1984 Joaqun fue elegido delegado de su seccin esas
elecciones de delegados supusieron el primer paso en la
normalizacin del sindicato. Recin a fines de ese ao, se realizaron
las elecciones para
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Sandra Wolanski
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designar una Comisin Administrativa en la que fue elegida
nuevamente la Lista Marrn, liderada por Julio Guilln. Joaqun
recuerda que se trataba de una lista pluralista, con representantes
de distintas tendencias polticas con lo que l estaba de acuerdo.
Sin embargo, afirma que all comenzaron a notarse los cambios en
Guilln, que era ahora muy cercano al presidente electo, Ral
Alfonsn: era un asesor de Alfonsn. Joaqun lo justifica como
consecuencia de lo vivido en la crcel y, adems, de la bronca hacia
la cpula del peronismo. Pero, recuerda, en ese momento Guilln
comenz a plantear que haba que cambiar, que ahora no se puede
(tener las mismas prcticas combativas), empez a resignar algunas
cosas, a hablar de los microemprendimientos y de a poquito, a
acercarse a la idea de privatizar ENTel. El armado de una patota
para defender las decisiones de la conduccin del gremio marcaba
para Joaqun un quiebre en la historia del sindicato y de la
Agrupacin Marrn:
J: Arma una patota, cosa que nunca haba pasado en el gremio...
Telefnicos, pero corra de todo. Una patota para defenderse, porque
l, la mayora de la militancia se le haba puesto en contra. S: La
mayora de los que venan de militar con l antesJ: - Todos! Toda la
lista que haba llevado siempre una lnea combativa, que varios, haba
habido varios desprendimientos por mantener siempre una lnea
coherente, antivandorista. l mismo! l siempre fue un poco la imagen
de todo eso.
Mientras comenzaba a discutirse la posibilidad de privatizacin
de toda ENTel, Joaqun tom parte de una experiencia de autogestin
del rea de conservacin de cables, a partir de un proyecto impulsado
por los trabajadores/as que supuso la re-estatizacin del sector,
que ya haba sido privatizado. En 1987, cuando se form la Lista
Celeste y Blanca, Joaqun se sum a este movimiento de oposicin a la
Lista Marrn y su poltica favorable a la privatizacin. El compromiso
con esa agrupacin y su actuacin en la Junta Electoral en 1988
supuso renovar el conflicto con su mujer en torno a la militancia
y, como consecuencia, Joaqun se fue por un tiempo de su casa.
En 1989, frente a la Lista Marrn, encabezada por Guilln, se
present una coalicin de oposicin, donde se unieron distintos grupos
de la izquierda partidaria con los activistas que se haban
distanciado de la Lista Marrn por su apoyo a los proyectos de
privatizacin: una bolsa de gatos, deca Guilln. Y era cierto.
Precisamente en 1989, el Poder Ejecutivo orden la preparacin de los
pliegos y condiciones para la privatizacin de ENTel; a comienzos de
1990 la empresa fue intervenida, como fase
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
135VIRAJES
preparatoria para la privatizacin, que incluy la reforma del
Convenio Colectivo del sector. Mientras que la Lista Marrn y la
Federacin Nacional (hoy FOEESITRA) se declararon a favor de la
privatizacin y colaboraron activamente con la misma, la conduccin
del Sindicato Buenos Aires, la Lista Celeste y Blanca, llev
adelante una activa resistencia, que incluy 40 das de huelga en
agosto/septiembre de 199023: Y bancamos, fueron varios meses! De
estar prcticamente todos los das en la primera plana de los
diarios, porque hacamos movilizaciones, con los camiones, haba
tremendo despelote con la Alsogaray manejaba eso. Y tuvimos como
600, 700 cesantes. Sin embargo, la movilizacin se llev a cabo en un
contexto de conflictos, tanto dentro del Frente de Gremios
Estatales que haba comenzado la resistencia a la privatizacin de
manera conjunta, como en la Comisin Directiva electa el ao
anterior.
La derrota de la movilizacin fue inmediatamente seguida por
transformaciones de profundas consecuencias para los
trabajadores/as telefnicos. Con la divisin de ENTel, Joaqun pas a
desempearse en Telecom, y continuaba siendo delegado, a pesar de
que las condiciones eran sumamente adversas: La cuestin que fue
terrible ese perodo por los retiros voluntarios. Los facilitaban,
incidan Y algunos delegados, que estbamos, tratbamos de hacerle
pata al compaero que no se quera ir, pero era medio una situacin
media jodida. La divisin en cinco listas distintas de la Lista
Celeste y Blanca llev, en 1993, a un nuevo triunfo de la Lista
Marrn, encabezada por Guilln. Esta coyuntura adversa para la
actividad gremial coincidi con importantes problemas de salud para
Joaqun: a partir de 1993 se someti a tres cirugas de bypass. Si
bien regres a trabajar en cada una de las ocasiones, fue
transferido a tareas internas:
Cuando a m me operan de ac, si era por ellos me jubilaban, ya
era Telecom. Yo segu trabajando hasta que me jubil [] Yo estaba en
la calle. Y no, no voy ms a subir a postes, pero bueno, trabajo
adentro.
En este contexto, en septiembre de 1997, das antes de la eleccin
en
que una nueva coalicin opositora triunfara sobre la Lista Marrn,
Guilln falleci. En los ltimos aos, Joaqun se haba distanciado
definitivamente
23 Ante la inminente privatizacin de ENTel, los trabajadores del
Sindicato Buenos Aires de FOETRA se declararon en huelga por tiempo
indeterminado en agosto de 1990. El gobierno reaccion restringiendo
su derecho a huelga, extendiendo la jornada de trabajo y, ante la
continuidad de la medida, decretando la ilegalidad de la misma y
quitando la personera jurdica al Sindicato Buenos Aires. La
continuidad de la huelga llev a la interventora a extremar las
medidas: suspendi 50 de los 110 artculos del Convenio telefnico,
utiliz a las Fuerzas Armadas para garantizar el servicio y,
finalmente, despidi a ms de 400 trabajadores. El 17 de septiembre
de 1990, finalmente, la huelga fue levantada; y solo 90 de los 400
despidos fueron reconsiderados.
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de l: adems de su apoyo decidido al proyecto privatizador, que
le vali el nombramiento como Secretario de Telecomunicaciones,
Joaqun recuerda que estaba mal, destruido fsicamente anmicamente y
tena graves problemas de alcoholismo. Joaqun dud sobre si asistir o
no al velorio y finalmente decidi ir, para encontrarse con un
compaero de la vieja Agrupacin Marrn tambin luego opositor al que
la mujer de Guilln haba echado de la ceremonia. Pero el momento ms
destacado de ese velorio, relata Joaqun, fue la aparicin de Mara
Julia Alsogaray, ex interventora de ENTel, quien arrib al lugar
afirmando: vengo a despedir a un gran amigo.
A partir de 1997, entonces, una nueva lista, la Azul y Blanca,
ocup la conduccin del gremio. Aunque Joaqun, debido en parte a sus
problemas de salud, ya no formaba parte del grupo dirigente,
destaca los logros de esta nueva conduccin en sus primeros aos.
Entretanto, en 2003, a los 65 aos, Joaqun se jubil de Telecom.
Cuando me mostr el pequeo diploma que firmaron en su despedida los
compaeros de su sector y del gremio, record su discurso de
despedida: y yo ah dije yo me jubilo de Telecom pero sigo siendo
telefnico. Ese mismo ao, adems, se separ definitivamente de su
mujer, despus de 33 aos juntos: el detonante de la separacin fue la
negativa de Joaqun a abandonar la militancia gremial al retirarse.
Por el contrario, tom responsabilidades en la nueva Obra Social
(servicio mdico) que FOETRA Buenos Aires estaba armando. Ante su
persistencia en esa tarea, su mujer abandon la casa y se mud. En
2003, entonces, Joaqun conclua entre risas: Me jubil doble, me
jubil de telefnico y me jubil de mi mujer.
Su actividad como sndico en la Obra Social dur hasta 2007,
cuando lo echaron, por su oposicin a algunas demandas de la
conduccin. Qued entonces por fuera del sindicato, aunque siempre
sigui activando. En los ltimos aos, tom parte, con otros
extelefnicos, de la Agrupacin Cultural Ctulo Castillo, a travs de
la cual no solo realizaron peas y encuentros de (ex)
trabajadores/as sino que tomaron parte de actos y espacios como el
que describ al comienzo de este trabajo. Particip de un documental
sobre la Resistencia Peronista y tom como iniciativa personal
proyectarlo en la mayor cantidad de espacios, buscando replicar las
proyecciones de La Hora de los Hornos que realizaban en los 70.
Finalmente, emprendi una serie de colaboraciones y dilogos con una
organizacin de estudiantes secundarios, armando la Ctedra John
William Cooke de discusin sobre la historia argentina del siglo
XX.
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
137VIRAJES
Yo sigo pensando siempre igual. Un militante de toda la
vida.
Tal como ha sido presentada, la trayectoria de vida de Joaqun es
susceptible de ser analizada en tanto que narrativa, y por ende, a
la vez en el plano del discurso y en su referencia a la realidad,
como expresin del mundo (Alves & Rabelo, 2009); al tiempo que,
en cuanto discurso, incluye no solo elementos figurativos, sino
tambin categorizaciones, evaluaciones, conceptualizaciones y
emociones (Ibd.: 61). Susceptible de mltiples acercamientos, en
este apartado realizar un anlisis centrado en cmo la trayectoria de
vida de Joaqun sustenta una construccin de s mismo como militante,
interrogando los sentidos y relaciones a los que ella apunta.
Para comenzar, en la reconstruccin se destacan algunos perodos
de su vida que Joaqun relata con mayor detalle y extensin. Estos
corresponden, notoriamente, a experiencias de movilizacin: los
comienzos de su militancia en la resistencia peronista y la
participacin como activista gremial/militante poltico a partir de
su ingreso a ENTel en 1967 y hasta la dictadura militar que comenz
en 1976. Estos momentos de movilizacin intensa fueron relatados por
Joaqun con lujo de detalles, recordando compaeros, situaciones,
discusiones, actividades -muchos de los cuales por razones de
extensin quedaron fuera de este artculo. En cambio, otras
experiencias que de hecho marcaron su trayectoria, supusieron
reacomodamientos y redefiniciones incluso traumticas como la
dictadura de 1976 o la privatizacin de ENTel fueron relatadas de
manera ms sinttica, remitiendo sucintamente a los principales
cambios que entraaron para su vida.
Es precisamente la militancia entendida como hacer, intentar,
pelear el eje en torno al cual se estructura el relato de Joaqun.
En este sentido, puede ser pensado como un patrn clave de la
estructura narrativa del relato, el elemento que reproduce en toda
la narracin una matriz reconocible de conducta que impone una
coherencia a la experiencia de vida del hablante, la coherencia del
yo (Chanfrault-Duchet, citado por James, 2004: 164). Desde ya, no
fue este el nico ncleo temtico que abordamos en nuestros
encuentros. Sin embargo, s fue el ncleo del registro ms personal
del relato de Joaqun, abarcando sus ms de 70 aos de vida. Para dar
un ejemplo, Joaqun dedic horas a su descripcin de la vida en el
barrio de Flores, las relaciones con los vecinos, la relacin
barrio-centro; pero este relato, limitado al perodo de su infancia
y adolescencia, pareca ligado a una voluntad de recuperar el
recuerdo de una dinmica social barrial perdida con el tiempo entre
la nostalgia y el inters sociolgico.
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La trayectoria de vida de Joaqun, entonces, permite acceder a la
construccin que realiza de s mismo como activista, precisamente
porque es este el eje de su relato: la imagen resultante es aquella
de un militante de toda la vida. Esta construccin, por un lado,
refiere a un registro personal, otorga una coherencia a la
presentacin que Joaqun hace de s mismo y de su trayectoria. Esta
bsqueda de coherencia puede verse, en particular, en el trabajo de
reflexin y significacin que Joaqun realiza para saldar algunas reas
problemticas que tensionan su presentacin como activista y en
algunos casos, tensionaron su compromiso en el pasado. As, los
inicios de su militancia en el nacionalismo peronista, vinculado a
la derecha del peronismo, entran en tensin con su construccin como
un activista de izquierda, que entiende el peronismo desde la lucha
de clases y desde los trabajadores. Para lidiar con esa tensin, se
distancia ideolgicamente, y destaca, en cambio, la voluntad de
hacer, de defender a Pern, que comparta con esa organizacin. Tambin
las disputas con su esposa en torno al trabajo y la militancia se
vislumbran como una tensin para Joaqun, en tanto esa distancia con
quien fue su pareja durante 33 aos se le presenta como problemtica.
Las demandas de ella de reencauzar sus energas le permiten sin
embargo resaltar que l tampoco poda dejar de intentar, reafirman su
compromiso y presentan a la militancia como una forma de ser fiel a
s mismo al punto de preferir mantener su espacio en la Obra Social
y separarse de su esposa.
Distintos tericos del compromiso militante han desarrollado el
concepto de carreras militantes para el anlisis del compromiso
militante como un proceso, vinculado al tiempo biogrfico y
organizacional, y situado en el conjunto del ciclo de vida de las
personas; interrogndose sobre las predisposiciones a la militancia,
el pasaje al acto, las formas diferenciadas y variables en el
tiempo tomadas por los compromisos, as como la retraccin o extensin
de los mismos (Fillieule, 2001). El anlisis narrativo de la
trayectoria de vida de Joaqun permite ver cmo, ms all de la serie
de reajustes subjetivos que supone la redefinicin de sus
compromisos (Ibd.: 203), Joaqun otorga al conjunto de su
trayectoria de vida un sentido unificador, presentndose ms all de
los cambios en espacios, formas y compaeros como un militante de
toda la vida.
Las disputas de un militante y las tensiones en las
orga-nizaciones
Yendo un paso ms all, propongo que esa construccin de s mismo
como militante debe ser comprendida en dilogo y vinculacin con
las
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
139VIRAJES
tramas de relaciones y disputas en que Joaqun est y estuvo
comprometido. Aqu abarcar el anlisis de dos de estas disputas, que
refieren y sealan la centralidad de otros significativos
excompaeros y/o compaeros actuales para esa autoconstruccin. A la
vez, permean y permiten vislumbrar los sentidos que adquieren las
prcticas actuales de militancia de Joaqun, iluminando algunas de
las formas en que relaciones, disputas y tradiciones son puestas en
juego en las prcticas actuales de los militantes histricos.
En primer lugar, a lo largo de nuestros encuentros, Joaqun
muchas veces sealara a compaeros/as de la poca de la resistencia o
del activismo gremial combativo, resaltando sus trayectorias
posteriores, divergentes de la propia. Primero, de aquellos que hoy
son dirigentes sindicales a los que acusa de burcratas: el caso de
Armando Cavalieri, como seal en la reconstruccin, es central, pero
tambin el de los actuales dirigentes de FOETRA Buenos Aires, o de
Raimundo Ongaro, exSecretario General de la CGT de los Argentinos.
Con mayor perplejidad an, seala a compaeros devenidos colaboradores
del gobierno militar en 1976 y que incluso integraron
organizaciones paramilitares como la Triple A. Finalmente,
identifica a aquellos compaeros que apoyaron la privatizacin de
ENTel y colaboraron en el proceso: el caso de Guilln, por la
relacin afectiva y poltica que Joaqun tena con l, es la figura
lmite que pone en evidencia el carcter problemtico de esas
conversiones24. Es destacable que, a pesar de lo que hizo despus,
Joaqun busque resaltar lo solidario y democrtico que era Guilln
antes de 1976, la experiencia de la crcel y los maltratos, y evite
calificar de traicin a sus acciones durante la dcada de 1990,
aunque as fue visto por las agrupaciones en las que Joaqun tom
parte a partir de 1989.
En uno de nuestros primeros encuentros, precisamente, Joaqun me
cont que haba reencontrado, en la presentacin de la pelcula sobre
la resistencia, a un antiguo compaero del Peronismo de Base, que
ahora era Secretario de la Unin Obrera Metalrgica y directivo de
una seccional de la CGT oficialista, alineada con el gobierno
nacional. En esa ocasin, Joaqun me coment que: el aparato hoy [en
referencia al lugar de su ex compaero en la UOM y la CGT] fue en
algn tiempo del Peronismo de Base, que se supone la Alternativa
Independiente, el ala izquierda del peronismo.
24 Hago aqu referencia al concepto de reconversiones militantes
utilizado por Tissot et al. (2004) para abor-dar las
transformaciones de las disposiciones militantes formadas antes o
en el curso del involucramien-to poltico (Tissot et al., 2004: 10,
traduccin propia). El objetivo de esa compilacin es complejizar las
miradas sobre los militantes de mayo de 1968 que han seguido
trayectorias aparentemente alejadas de este compromiso, los
renegados. El carcter radical, y problemtico especialmente para
contempo-rneos como Joaqun de algunas trayectorias de cambio hacen
que desde su punto de vista aparezcan como autnticas conversiones,
retomando el sentido religioso original de este trmino,
transformaciones en las maneras de ser y pensar (Tissot et al.,
2004: 15).
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Contraponiendo sus opciones a las de este dirigente, y a otros
que hoy son todos funcionarios, Joaqun sostuvo: yo sigo pensando
siempre igual.
En este sentido, la construccin de Joaqun como un militante de
toda la vida, que siempre se ha mantenido haciendo, y que no ha
variado en sus ideales desde al menos el comienzo de su activismo
gremial, cobra sentido en una trama de relaciones que incluye de
manera central a sus compaeros de agrupaciones y/u organizaciones
del pasado. De este modo se pone de relevancia una trama de
relaciones que se extiende hacia atrs en el tiempo, as como formas
de juzgar las opciones desplegadas por otros excompaeros que
informan las prcticas y sentidos del activismo de militantes como
Joaqun.
En segundo lugar, dentro de la trayectoria de vida de Joaqun se
destaca un punto de quiebre dentro de su militancia, donde
prcticamente se qued solo: la discusin dentro del Peronismo de Base
sobre los alcances de la alternativa independiente concretamente,
si esta independencia involucraba tambin a Pern. El posicionamiento
de Joaqun respecto a una independencia de Pern tension los vnculos
con sus compaeros ms cercanos, los calamares, y supuso una
importante ruptura que an hoy, en espacios que comparte con sus
excompaeros, sale a la luz. El relato de ese momento de su
trayectoria evidencia las tensiones que atraviesan su posicin como
peronista: por un lado, su vinculacin afectiva con Pern, por todo
lo que vivimos, toda la lucha juntos, las cosas que nos pasaron que
permea su relato del primer peronismo, su recuerdo de Evita y de la
defensa de Pern en 1955. Por el otro, su apreciacin de las
limitaciones que implicaba la dependencia de Pern en 1973, que se
vincula con su apuesta por la militancia clasista y su posicin
favorable a la lucha armada como camino revolucionario.
La discusin expresada en el binomio dependencia/independencia y
el alcance de una alternativa independiente marc la trayectoria de
militancia de Joaqun, al punto que he presenciado en paneles de
debate cmo otros militantes le recordaban la existencia de este
quiebre y su distanciamiento del Peronismo de Base como resultado
de l. Retornando al evento descripto al comienzo de este trabajo,
cobra otros sentidos el llamado que realiza Joaqun a comenzar a
construir la gran alternativa independiente que fue uno de nuestros
objetivos que tambin fue frustrado por la gran matanza del 76. En
octubre de 2011, sin embargo, los sentidos de la independencia
resultaban menos claros: independencia de la burocracia,
independencia del gobierno, independencia pero peronismo todas
estas definiciones eran provisorias en el intento de conformacin de
una coordinacin de organizaciones. Sin embargo, para Joaqun y para
otros militantes que compartan el espacio los dilemas a enfrentar,
las discusiones y resoluciones
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Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria
de un activista gremial.
141VIRAJES
posibles remitan a aquellos otros de aproximadamente 40 aos
antes. Incluso las caracterizaciones respecto del peronismo como
movimiento de los trabajadores y del policlasismo como limitacin,
replicaban anlisis producidos en documentos de esa poca por las FAP
(ver: Duhalde & Prez, 2003: 181).
As, el anlisis de la trayectoria de vida de Joaqun y de su
construccin como militante ilumina dos disputas en el campo poltico
y gremial argentino que perduran hasta hoy, en particular en el
sector que constituy el Peronismo de Base, y en general el
peronismo de izquierda. La primera, aquella referida al binominio
dependencia/independencia de Pern, y en general a la posibilidad de
un peronismo que se defina como alternativa de los trabajadores, y
que tome un carcter clasista. La segunda refleja las tensiones
entre excompaeros producidas por sus trayectorias polticas, de modo
que se cuestiona y disputa la legitimidad de algunas de ellas. De
modo que la construccin de Joaqun como un militante de toda la vida
que ha permanecido fiel a sus compromisos, cobra sentido en
contraposicin a los traidores, los burcratas, el aparato
constituido de excompaeros.
Para finalizar: la prctica de vincular pasado y presente
Retomo aqu algunos puntos del argumento que desarroll. Primero,
en las actividades de militancia de Joaqun, el relato de su
trayectoria de compromiso poltico y gremial y la apelacin a la
experiencia forman parte del trabajo discursivo realizado para
fundamentar, legitimar y argumentar sus posicionamientos en las
disputas de los espacios en que participa. En este sentido,
sostengo que la experiencia constituye una categora utilizada por
los militantes que condensa un tipo de saber legitimado en esos
espacios, el saber que se desprende de haber transitado luchas, y
que supone una performance constante de apelacin a esas luchas, de
exhibicin de la propia trayectoria. Segundo, al mismo tiempo, al
reconstruir la trayectoria de vida de Joaqun se pone de manifiesto
que, lejos de ser simplemente una actuacin para un auditorio, su
trayectoria fundamenta una imagen de s mismo que otorga coherencia
al conjunto de su vida. Esta coherencia proviene precisamente de
una construccin de s mismo como un militante de toda la vida.
Tercero, finalmente, la trayectoria de Joaqun y los modos en que se
construye como militante en ella cobran sentido en dilogo con las
tramas de relaciones y disputas en que Joaqun est y estuvo
comprometido: su reconstruccin ilumina disputas que perduran hoy da
en el campo poltico y gremial argentino.
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Para concluir, el anlisis presentado permite dar cuenta de los
sentidos puestos en acto en las actividades de los militantes
histricos: lejos de tratarse de meras recuperaciones testimoniales
de historias de luchas pasadas, en los espacios sindicales estos
militantes disputan tanto las lecturas de ese pasado como las
opciones del presente, vinculan ambas y transmiten de manera activa
una memoria obrera, una historia incorporada para la posibilidad de
creacin de lo nuevo (Leite Lopes, 2011: 588).
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