UN ACERCAMIENTO PRELIMINAR Marta Inés Valderrama Barrera.

UN ACERCAMIENTO PRELIMINARMarta Inés Valderrama Barrera

Los orígenes del Trabajo Social se remontan al siglo XVI en el interno de “otorgarle cierta sistematicidad a la asistencia social cristiana desarrollada en la edad media, sin rupturas con respecto a su herencia filantrópica, caritativa y voluntarista, y los rudimentarios esfuerzos por desarrollar sistemas de seguridad social en la Europa preindustial orientados a ayudar y a asistir al necesitado, al débil, al desadaptado socialmente, se constituyen en la cuna del proceso de institucionalización del entonces servicio social o asistencia social que años más tarde sería nombrado también como trabajo social.”

Garner, Isaza Lorena ¿ES EL TRABAJO SOCIAL UNA DISCIPLINA? En: Boletín electrónico Surá número 33, Escuela de Trabajo Social, Universidad de Costa Rica, abril de 1999 p.1

Es en Europa y posteriormente en Estado Unidos donde se instauran los procesos de formación, o entrenamiento, que marcan los inicios de la articulación de la asistencia social a lógicas profesionalizantes centradas, para la época, en una visión eminentemente asistencialista cuyo propósito giró alrededor del adiestramiento orientado a lograr una atención a la población necesitada que estuviera mediada por la identificación de la realidad en que viven y la utilización de medios que pudieran aliviar el dolor y el sufrimiento de las personas.

El entrenamiento tenía como fin aplicar técnicas para acompañar el hacer artesanal de quienes se formaron como asistentes sociales anclados en enfoques eminentemente empiristas que lentamente fueron evolucionando.

Esta visión y carácter que acompañó por muchos años al Trabajo Social ha trascendido al compás de los desarrollos de las teorías, enfoques, paradigmas, lecturas de realidad, contextos y replanteamientos generados en el marco de las ciencias sociales.

En el contexto latinoamericano, es precisamente en la década de los 20 donde se inicia el Trabajo Social cuyo nombre primero, que aún persiste en varios países, es la asistencia social, entendida desde ese carácter profesionalizante.

En dicho periodo “se fundan las primeras escuelas con la asesoría académica de la Unión Católica Internacional de Servicio Social en la tarea de difundir el Servicio Social Católico en estas latitudes, con una notoria orientación asistencialista de tipo paramédico y parajurídico marcada por la incidencia religiosa cristiana que caracterizó la acción social en Europa.” (Garner)

Trabajo Social en Colombia surge en 1936 bajo el periodo presidencial de Alfonso López Pumarejo

“como respuesta a las expectativas del desarrollo social implementado en la política social de gobierno, concentrado en la “Revolución en marcha”. Se crea bajo la denominación de Servicio Social y la primera escuela de formación universitaria estuvo anexa al “Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario”. Esta escuela fue reconocida por el Estado Colombiano mediante resolución 317 de 1940. (Torres 1981)

En 1945 se crea la segunda escuela de Servicio Social, localizada en la ciudad de Medellín, anexa, inicialmente, a la Normal Antioqueña de Señoritas, y posteriormente a la Universidad Pontificia Bolivariana.

Esta escuela fue aprobada por el Estado mediante

resolución 1216 de 1974; en sus orígenes tuvo el apoyo de la Acción Social Católica y la Asociación Nacional de Industriales ANDI.

El objetivo central de este programa fue la capacitación técnica con una sólida formación moral evidente en el plan de estudios cuyas asignaturas de ciencias sociales fueron: psicología, economía social, economía política, derecho civil y tribunal de menores.

El programa de Trabajo Social, en sus inicios establece una formación y orientación de tipo filantrópico con arraigo en centros de educación universitaria de corte cristiana.

Muy rápidamente y con el surgimiento de la carrera en instituciones públicas se marcan pautas hacia una formación orientada teórica y metodológicamente hacia núcleos problematizadores asociados con centros laborales, comunales y familiares y con la prevención y atención de fenómenos sociales como la delincuencia, la prostitución, el alcoholismo, el desempleo, la salud y la vivienda.

Entre 1946 y 1969 se crean programas de Trabajo Social en las universidades Nacional, del Valle, de Cartagena, Industrial de Santander, de Antioquia, entre otras.

1968 - 2007

La carrera de Trabajo Social de la Universidad de Antioquia fue creada por el Consejo Superior Universitario en 1968.

Fueron dos las necesidades a las que respondía la creación de la carrera.

- La demanda de trabajadores Sociales en el país demostrada en un estudio del ICETEX sobre recursos y requerimientos de personal.

- La necesidad de formar profesionales en capacidad de trascender la concepción tradicional del Trabajo Social, buscando su compromiso con el desarrollo social, que integre los factores humanos con la política social y económica, y con la capacidad de identificar las áreas de conflicto social para promover las transformaciones necesarias en el individuo y su medio, dando énfasis al proceso de cambio social

El programa de Trabajo Social en la Universidad de Antioquia surge en el mismo periodo en el que se gesta a nivel Latinoamericano el movimiento de “reconceptualización” de la profesión, que propende, en esencia, por un profesional crítico con capacidad de establecer rupturas con la concepción asistencialista que caracterizo al Trabajo Social durante varias décadas. Se impulsaba el desarrollo de una profesión con carácter propio acorde con las necesidades y demandas de los contextos particulares que permitiera establecer distancias, pero no rupturas, con las tradiciones de la profesión en el viejo continente y América del Norte.

Los cambios fundamentales, consecuencia del proceso de reconceptualización, se plantearon en torno a la fundamentación profesional, su formación crítica e investigativa en el marco del desarrollo de las ciencias sociales y humanas, una marcada formación política, el replanteamiento de las metodologías de intervención profesional y la vinculación temprana a las prácticas académicas, buscando afianzar el proyecto político y el compromiso social del profesional, acorde con las necesidades y demandas de los grupos de población más vulnerables.

La década de los 70 significó, en la historia del programa de Trabajo Social, la vinculación a organismos académicos y gremiales de carácter nacional e internacional, que fueron un marco de referencia para los cambios curriculares que se han dado a lo largo de la historia de la profesión.

En la década de los 80 se tiene como referente teórico, además de la política social, las nuevas tendencias sociológicas y económicas sobre el desarrollo social y humano. Las teorías psicológicas y sobre la familia cobran importancia en la formación. En el país se dinamizan los movimientos sociales como medio de presión para obtener mejores condiciones de vida y este fenómeno se convierte en tema de estudio de la profesión.

En la década de los 90 el Departamento de trabajo Social configura los programas de extensión y posgrados y fortalece la investigación formativa y docente como uno de los procesos que permite la cualificación del programa. El Departamento se vincula al Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas - CISH - y participa de la conformación de grupos de investigación en familia, medio ambiente y sociedad, y cultura política y desarrollo social.

Desde finales de la década del 90, el departamento de Trabajo Social incursionó en la formación posgraduada mediante la realización de dos maestrías y una especialización, que se sustentaron en los desarrollos alcanzados por sus docentes y por el programa.

En el 2001 se inicia el proceso de proyección del programa de Trabajo Social en las sedes regionales contemplado la incursión paulatina, actualmente se encuentra desarrollando el programa en 7 sedes regionales.

En términos generales los referentes teóricos que fundamentaron la formación de los Trabajadores Sociales en la Universidad de Antioquia en sus primeras décadas se centraron en las teorías del cambio social, siendo más sobresalientes las que se apoyaron en el materialismo histórico, con especial énfasis en los análisis de corte marxista como marco referencial para explicar la realidad social y los problemas sociales de la época.

En décadas más recientes, los replanteamientos al pensamiento marxista como paradigma explicativo de la estructura social permearon la orientación profesional, reconfigurándose de manera implícita un nuevo enfoque al programa con propuestas diversas y la incursión de nuevos paradigmas que no alcanzan a cristalizar un nuevo momento del desarrollo de las teorías, sino por lo contrario, amparados en enfoques sistémicos y complejos, se involucra nuevamente el positivismo y el estructuralismo como referentes teóricos, incorporando algunas propuestas de carácter socio crítico y hermenéutico que no alcanzan a opacar esta nueva fuerza positivista e incluso funcionalista que ha marcado la fundamentación de la profesión y de la formación profesional.

El desarrollo teórico y metodológico que ha acompañado la fundamentación profesional del Trabajo Social, ha bebido del empirismo, del funcionalismo, del estructural funcionalismo, del positivismo, del materialismo dialéctico, y más recientemente, de la teoría de sistemas, de los paradigmas de la denominada complejidad y de enfoques de corte socio crítico, los cuales han sido incorporados no de manera lineal y acrítica, por lo contrario, como referentes fundantes que permiten generar condiciones para explicar la realidad social a la cual se inserta de manera directa y cotidiana la profesión, y en correspondencia con las búsquedas que otras profesiones y disciplinas cercanas han generado en su afán por alcanzar la mayor fundamentación para analizar y explicar los contextos sociales que las determinan, validan y le otorgan pertinencia social.