Antenoche estuvo el Malo-tú no me vas a creer-,ronco, peludo y feo,que me quería comer.
Son sueños, mi niño; sueños.
Me amarró con gruesas cuerdas,me cubrió con negra capa, y mientras todos dormían me arrastró fuera de casa.
El Malo clavó la espuela,el caballo dio un relincho,
y las estrellas fugaces perdieron todo su brillo.