Jornadas de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la U.N.Cuyo Mendoza, 9 y 10 de mayo de 2013 Título: “El derecho como denuncia. Abogados y política en los primeros ´70” Autor: Mauricio Chama (CISH-UNLP) Correo electrónico: [email protected]Mesa 5: Política, Estado y Sociedad en la historia reciente argentina: radicalización política y protesta social. Resumen El trabajo se propone una reconstrucción históricamente situada de la politización de una generación de abogados que asumieron la defensa de presos políticos en los tempranos setenta. Identifica los ámbitos y espacios de socialización profesional y política, entre fines de la década del ´50 y el ´60. Analiza las estrategias de denuncia que, junto con la defensa de presos políticos, contribuyeron a modelar la identidad del abogado políticamente comprometido y su proyección en la esfera pública a principios de los ´70. Explora las tramas y redes de relaciones forjadas por este grupo de profesionales con otros actores movilizados en favor de la defensa y la libertad de los detenidos políticos, en el marco de la conformación de un frente antirrepresivo y antidictatorial. Introducción Es usual reconocer el vínculo privilegiado que históricamente construyeron los abogados con el mundo de la política 1 . Como fue señalado por diferentes cientistas sociales, abogados y juristas formaron parte de las elites gobernantes y ocuparon posiciones centrales del poder institucional desde el momento mismo de la constitución del Estado nacional 2 . Este breve 1 La relación entre abogados y política no es exclusiva de nuestro tiempo ni de la Argentina. Ya en las primeras décadas del siglo XIX Henri de Saint Simon destacó el lugar de los legistas dentro de las denominadas “clases intermedias” y su incidencia, a su juicio perjudicial, en el control del aparato de Estado con el advenimiento de la Revolución Francesa. Por su parte, a comienzos del siglo XX, Max Weber ponderó la influencia de los abogados en la constitución de la política profesional, en la emergencia de los partidos políticos modernos y en la gestión del aparato burocrático, subrayando la estrecha asociación entre “abogados modernos” y “democracia moderna”, como un rasgo peculiar de la modernidad. 2 Véase, entre otros, Cantón, D. (1966); El Parlamento Argentino en épocas cambio, Buenos Aires: Editorial del Instituto; Zimmermann, E. (2010); “Elites técnicas estatales: abogados y juristas”, Boletín Bibliográfico Electrónico, nº 6, septiembre de 2010, ISSN 1851-7099; Buchbinder, P. (2010); “Elites académicas y políticas en
13
Embed
Título: “El derecho como denuncia. Abogados y política en los … · 2016-12-13 · Jornadas de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la U.N.Cuyo Mendoza,
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Jornadas de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la U.N.Cuyo
Mendoza, 9 y 10 de mayo de 2013
Título: “El derecho como denuncia. Abogados y política en los primeros ´70”
Mesa 5: Política, Estado y Sociedad en la historia reciente argentina: radicalización política y
protesta social.
Resumen
El trabajo se propone una reconstrucción históricamente situada de la politización de una
generación de abogados que asumieron la defensa de presos políticos en los tempranos setenta.
Identifica los ámbitos y espacios de socialización profesional y política, entre fines de la
década del ´50 y el ´60. Analiza las estrategias de denuncia que, junto con la defensa de presos
políticos, contribuyeron a modelar la identidad del abogado políticamente comprometido y su
proyección en la esfera pública a principios de los ´70. Explora las tramas y redes de relaciones
forjadas por este grupo de profesionales con otros actores movilizados en favor de la defensa y
la libertad de los detenidos políticos, en el marco de la conformación de un frente
antirrepresivo y antidictatorial.
Introducción
Es usual reconocer el vínculo privilegiado que históricamente construyeron los abogados con
el mundo de la política1. Como fue señalado por diferentes cientistas sociales, abogados y
juristas formaron parte de las elites gobernantes y ocuparon posiciones centrales del poder
institucional desde el momento mismo de la constitución del Estado nacional2. Este breve
1 La relación entre abogados y política no es exclusiva de nuestro tiempo ni de la Argentina. Ya en las primeras
décadas del siglo XIX Henri de Saint Simon destacó el lugar de los legistas dentro de las denominadas “clases
intermedias” y su incidencia, a su juicio perjudicial, en el control del aparato de Estado con el advenimiento de la
Revolución Francesa. Por su parte, a comienzos del siglo XX, Max Weber ponderó la influencia de los abogados
en la constitución de la política profesional, en la emergencia de los partidos políticos modernos y en la gestión
del aparato burocrático, subrayando la estrecha asociación entre “abogados modernos” y “democracia moderna”,
como un rasgo peculiar de la modernidad. 2 Véase, entre otros, Cantón, D. (1966); El Parlamento Argentino en épocas cambio, Buenos Aires: Editorial del
Instituto; Zimmermann, E. (2010); “Elites técnicas estatales: abogados y juristas”, Boletín Bibliográfico
Electrónico, nº 6, septiembre de 2010, ISSN 1851-7099; Buchbinder, P. (2010); “Elites académicas y políticas en
Sin embargo, este proceso de depuración institucional no fue acompañado de una renovación
de los contenidos y las orientaciones del derecho. A diferencia de otras carreras de la UBA que
combinaron desperonización y modernización (los casos más emblemáticos fueron Ciencias
Exactas y Sociología), en Derecho persistió la impronta profesionalista sobre la cual se había
concebido la formación de abogados desde la creación misma de la Facultad. Esta orientación
centrada en la formación de abogados para el ejercicio privado de la profesión se sustentaba en
concepciones tradicionales del derecho, que lo concebían como un conjunto de normas puras,
neutrales y no pasibles de interpretación. Asimismo, la enseñanza dogmática y enciclopedista,
basada en la repetición de textos legales, la memorización de normas y la transmisión de
teorías abstractas continuó siendo la práctica la práctica pedagógica dominante6. Tampoco se
generaron condiciones institucionales para la promoción de la investigación jurídica, quedando
sujeta a iniciativas aisladas, focalizadas en la tareas solitarias de Ambrosio Gioja en el Instituto
de Filosofía del Derecho o de Luis Jiménez de Asúa en el Instituto de Derecho Penal y
Criminología, a partir de su incorporación a la Facultad en el año ´587.
Esta política restauradora se encontraba en abierta contraposición con las expectativas de
cambio forjadas por el cuerpo estudiantil, principalmente para el sector reformista. Desde
1918, el reformismo adquirió una presencia significativa en la Facultad de Derecho,
incrementado incluso su prestigio durante el peronismo producto de su prédica opositora8. En
los días posteriores al golpe del ´55 los estudiantes reformistas tomaron la Facultad, buscando
preservar sus bienes y garantizar la continuidad de las actividades académicas. Asimismo,
obtuvieron un aval institucional para trasladar el Centro de Estudiantes al edificio de la
Facultad (que durante el peronismo había funcionado en la semiclandestinidad)9. Luego de
legalizadas las agrupaciones estudiantiles y acordada la adopción de un mecanismo de elección
directa, el Movimiento Universitario Reformista (MUR), se impuso en las elecciones
6 Véase Fucito, F. (2000); El profesor de Derecho en las Universidades de Buenos Aires y Nacional de La Plata.
Un estudio comparado, La Plata: Editorial de la Universidad Nacional de La Plata. 7 Luis Jiménez de Asúa fue un reconocido catedrático y político socialista español exiliado en Argentina en 1939.
En 1958 se incorporó a la Facultad de Derecho para dirigir el Instituto de Derecho Penal y Criminología, hasta su
renuncia a raíz del golpe militar de 1966. Bajo su dirección se formó una generación de jóvenes criminólogos
como Enrique Basigalupo, Esteban Righi y David Baigún, entre otros. 8 Algunas referencias sobre los orígenes del movimiento reformista en la Facultad de Derecho de la UBA pueden
encontrarse en Sanguinetti, H. (1970); “El movimiento estudiantil y la caída de Yrigoyen”. Todo es Historia nº
40: 54-61 y en Ciria, A. y Sanguinetti, H. (1962); Universidad y Estudiantes, Buenos Aires: Depalma. 9 Durante el peronismo el Ateneo Universitario de Derecho era la única asociación estudiantil reconocida por las
autoridades de la Facultad de Derecho. Luego del golpe del ´55 el Ateneo fue despojado de su local y finalmente
se disolvió. Sobre la militancia estudiantil en la Facultad de Derecho, véase Gómez, A. (1995); No nos han
vencido…Historia del Centro de Estudiantes de Derecho-UBA, Buenos Aires: EUDEBA.
estudiantiles10
. El MUR estaba integrado por militantes socialistas, comunistas, radicales
intransigentes e independientes que compartían un proyecto de universidad reformista.
Algunos de sus referentes eran Alberto Ciria, Horacio Sanguinetti, Carlos Barbé y Ricardo
Monner Sanz, entre otros. Una segunda camada de militantes del MUR, que entró a la Facultad
con posterioridad al ´55, estaba conformada por Carlos González Gartland, Laura Rabey, Pedro
Galín, Haydee Birgin, Eduardo L. Duhalde, Carlos Cárcova y Gerardo Taratutto, entre otros.
Para esta segunda camada, el entramado de relaciones solidarias gestadas en esos años en la
militancia estudiantil se prolongaría en otros grupos y asociaciones comprometidos con la
defensa de presos políticos, durante la segunda mitad de los ´60 y comienzos de los ´7011
.
Desde la conducción del Centro de Estudiantes el MUR desarrolló una política opositora a la
gestión de la Facultad. Esa posición opositora incluyó diversas cuestiones académicas desde el
cuestionamiento al plan de estudios y las “clases magistrales” hasta la impugnación a “las
pruebas de ingreso” y a la implementación de un “Ciclo Básico”. Asimismo, promovió la
revalorización de la “enseñanza práctica del derecho” y las “actividades de extensión
universitaria”, demandó la incorporación de profesores jóvenes y de materias con “contenidos
modernos”, editó publicaciones (como la “Revista de Derecho y Ciencias Sociales”) y una
serie de libros de pensadores políticos y jurídicos (como Gregorio Selser o Juan J. Sebreli),
impulsó seminarios con profesores invitados y respaldó los cursos “de promoción sin examen”
final12
.
En el marco del conflicto desatado por “la laica y la libre”, el MUR fue una de las
agrupaciones estudiantiles que mayor cantidad de activistas movilizó contra la decisión del
gobierno de Frondizi de reglamentar el artículo 28 del decreto 6403/55, en septiembre de 1958,
que autorizaba a las universidades privadas a expedir títulos habilitantes. En un clima de
intensa politización y creciente polarización, la Facultad de Derecho se convirtió en escenario
central de asambleas estudiantiles y también de frecuentes enfrentamientos entre reformistas y
10 El MUR ganó las primeras elecciones para Centro de Estudiantes en 1955 con 2071 votos, seguido por el
Movimiento Humanista de Derecho (de ideología social cristiana) con 1.881 sufragios, quedando en tercer lugar
la Agrupación Reformista Democrática (reformistas de “derecha”) con 1107. Además de esas tres agrupaciones
participaban de la política estudiantil en la Facultad grupos trotskistas y de derecha, como el Sindicato Unico de
Derecho o el Movimiento Sindical Universitario. El MUR mantuvo su primacía política hasta los años ´60, recién
en los años ´61 y ´62 perdió la elección estudiantil frente al Movimiento Universitario de Centro (de ideología
liberal-conservadora). En 1963 el MUR volvió a recuperar el Centro de Estudiantes hasta el año ´66. Gómez, A.
op. cit. 11
El MUR no fue la única agrupación estudiantil de Derecho donde iniciaron su militancia los defensores de
presos políticos pero sí la más relevante. Por ejemplo, Mario Hernández y Esteban Righi, dos connotados
defensores de presos políticos en los ´70, militaron en la Agrupación Reformista Democrática. 12
Gómez, A. op. cit. y Ciria, A. y Sanguinetti, H, op. cit.
grupos nacionalistas y católicos, partidarios de la “libre”, como el Sindicato Único de Derecho
o el Movimiento Sindical Universitario. A comienzos de la década del ´60 estas disputas se
tornaron más violentas y cotidianas, incluyendo refriegas, tiroteos y reiterados incendios del
local del Centro de Estudiantes13
.
Durante el primer lustro de los sesenta egresados de Derecho, varios ex – militantes del MUR,
se iniciaron en la defensa de presos políticos. Su ingreso a diversos núcleos y asociaciones
defensista representaba tanto un modo de canalizar y reafirmar su compromiso político o
partidario como también una primera instancia de experiencia para poner en práctica
competencias y saberes jurídicos. Para aquellos identificados con el Partido Comunista (PC),
como Laura Rabey, Néstor Martins o Matilde Scaletzky, su ingreso se canalizó a través de la
Comisión Jurídica de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH). Por fuera de la
LADH pero dentro de la constelación de izquierda, se conformó otro núcleo de jóvenes
profesionales socialistas dedicados a la defensa de presos políticos y sindicales integrado por