Historia El Origen de los Reinos Francos Mayordomos de Palacio Carlomagno Sacro Imperio Romano Organización del Imperio Carolingio Cultura Carolingia Desmembramiento del Imperio Carolingio El Imperio Alemán Arte Características de Arte Carolingio Arquitectura Escultura Decoración de Libros
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Historia
El Origen de los Reinos Francos
Mayordomos de Palacio
Carlomagno
Sacro Imperio Romano
Organización del Imperio Carolingio
Cultura Carolingia
Desmembramiento del Imperio Carolingio
El Imperio Alemán
Arte
Características de Arte Carolingio
Arquitectura
Escultura
Decoración de Libros
Los Reinos Francos y el Imperio CarolingioHacia el año 250, un grupo de francos, aprovechándose de la debilidad delImperio Romano, llegó hasta Tarragona (en la actual España), ocupando esta región durante una década antes de que las fuerzas romanas los doblegaran y expulsaran de territorio romano. Unos cuarenta años después, los francos tomaron el control de la región del río Escalda (actual Bélgica), interfiriendo en las rutas marítimas de Bretaña. Los romanos pacificaron la región, pero no expulsaron a los francos.
Los francos eran una tribu procedente de Baja Renania y de los territorios situados inmediatamente al este (Westfalia).
Entre los años 355 y 358, el emperador Juliano se encontró con las vías fluviales del Rin bajo el control de los francos, y una vez más volvió a pacificarlos. Roma les concedió una parte considerable de la Gallia Belgica, momento a partir del cual pasaron a ser foederati del Imperio Romano. De este modo, los francos se convirtieron en el primer pueblo germánico que se asentó de manera permanente dentro de territorio romano.
A pesar de ser aliados de Roma, desde la década de 420, los francos aprovecharon la decadencia de la autoridad romana sobre la Galia, para extenderse al sur, de manera que fueron conquistando gradualmente la mayor parte de la Galia romana al norte del río Loira y al este de la Aquitania visigoda.
Lo poco que se sabe acerca de los reinos de los primeros jefes francos,Faramond (aproximadamente entre 419 y 427) y Clodión (aproximadamente entre 427 y 447), parece tener más de mito que de realidad, y su relación con la dinastía de los merovingios permanece poco clara. Se menciona a Clodión como el primer rey que inició la conquista de la Galia. Se identifica sin demasiada seguridad a Meroveo como el rey de los francos, epónimo de la dinastía y posible hijo de Clodión. Meroveo fue sucedido en el trono por Childerico I.Clodoveo I, hijo de Childerico I, comenzó una política de expansión de su autoridad sobre las otras tribus francas y de ampliación de su territorio al sur y oeste de la Galia. Así, comenzó una campaña militar con la intención de consolidar los varios reinos francos en la Galia y Renania, dentro de la cual se enmarca la derrota de Siagrio en 486. Esta victoria supuso el fin del control romano en la región de París.
Los Reinos Francos, año 511 dC
La conversión de Clodoveoal cristianismo en 493, pudo haber ayudado a acercarlo al Papa y a otros soberanos cristianos ortodoxos. La conversión de Clodoveo supuso la conversión del resto de los francos. Al profesar la misma fe que sus vecinos católicos, los recientemente cristianizados francos encontraron mucho más fácilmente la aceptación por parte de la población local galo-romana que los arrios, los visigodos, los vándalos o los burgundios. De esta forma, los merovingios dieron lugar a la que con el tiempo sería la dinastía de reyes más estable de Occidente.
El área franca se expandió aún más bajo el reinado de los hijos de Clodoveo, llegando a cubrir la mayor parte de la actual Francia (con la expulsión de los visigodos), pero incluyendo también zonas al este del río Rin, tales comoAlamannia (el actual sudoeste de Alemania) y Turingia (desde 531); Sajonia, en cambio, permaneció fuera de las fronteras francas hasta ser conquistada porCarlomagno siglos más tarde.A su muerte en 511, repartió el reino entre sus cuatro hijos, hasta que su hijoClotario I reunió temporalmente los reinos, tras él, los territorios francos volvieron a dividirse en 561 en Neustria, Austrasia y Borgoña.En cada reino franco, el mayordomo de palacio ejercía las funciones de jefe de estado. Los reinados de Clodoveo IV y Childeberto III entre 691 y 711 tuvieron todas las características de los de los rois fainéants (reyes holgazanes).
CuandoPipino de Heristal, mayordomo de palacio, murió en 714, el reino se hundió en una guerra civil y los duques de las provincias periféricas se desvincularon de la influencia de los pipínidas. El sucesor designado de Pipino en la Mayordomía de Palacio fue Teudoaldo. Pronto apareció otro candidato a la mayordomía de Austrasia: el hijo adulto e ilegítimo de Pipino de Heristal, Carlos Martel. Finalmente, en la batalla de Soissons (718), Carlos derrotó a sus rivales y los forzó definitivamente a resignar todos sus cargos, aceptando el eventual regreso del rey Chilperico a condición de que el propio Carlos recibiera las dignidades de su padre Pipino como mayordomo de todos los reinos. No hubo más reyes merovingios que ejercieran como tales después de este punto, y Carlos y sus herederos, los Carolingios, gobernaron a los francos, pero no como reyes.
Después de 718, Carlos Martel emprendió una serie de guerras para consolidar la hegemonía de los francos en Europa occidental.Poco antes su muerte en octubre de 741, Carlos Martel dividió el reino como si él fuera rey entre dos de sus hijos. La división del reino dio Austrasia, Alemannia, yThuringia a Carloman y Neustria, Provenza, y Borgoña a Pipino. Éste, logró destronar a su rey merovingio Childerico III en 751, y fue reconocido rey de los francos con apoyo del Papa Zacarías, y posteriormente ungido como rey por el Papa Esteban II en 754. Así, aunque Pipino fue rey electo, aseguró su legitimidad divina a través del Papa.
Pipino repartió el reino a su muerte en 768, entre sus hijos Carlos y Carlomán. Éste se retiró a un monasterio y murió poco tiempo después, dejando a su hermano como único rey, quién pasaría más tarde a ser conocido comoCarlomagno. Era un personaje poderoso, inteligente y relativamente culto, que se convertiría en una leyenda para la historia posterior tanto de Francia como de Alemania. Carlomagno restableció un equilibrio de poder entre el emperador y el papa.
A partir del año 772,Carlomagno emprendió una larga guerra en la que conquistó y derrotó a los sajones para incorporar sus territorios al Imperio Franco. Esto expandió el Imperio Franco hacia el este, hasta el río Elba, algo que el Imperio Romano sólo intentó una vez, y en lo que falló en la batalla del Bosque de Teutoburgo (año 9 d.C.). Para poder cristianizar con más efectividad a los sajones, Carlomagno fundó varias diócesis, entre las que se cuentan las de Bremen, Münster, Paderborn y Osnabrück. Al mismo tiempo (773 - 774), Carlomagno conquistó a los lombardos, incluyendo de esta manera el norte de Italia en su esfera de influencia. En el 788, incorporó Baviera a su reino. Hasta el 796, Carlomagno continuó expandiendo su reino todavía más hacia el sureste, hasta la actual Austria y a partes de Croacia. De esta manera, Carlomagno creó un reino que alcanzaba desde los Pirineos al suroeste, pasando por casi toda la Francia moderna (a excepción de Bretaña, que nunca fue conquistada por los francos), y al este la mayor parte de la actual Alemania, incluyendo el norte de Italia y la actual Austria.
El día de Navidad de 800, el papaLeón IIIcoronó aCarlomagnocomo “Emperador que gobierna el Imperio Romano”, en Roma, en una ceremonia presentada como inesperada, puesto que Carlomagno no deseaba encontrarse en deuda con el obispo de Roma, y a su hijo Carlos el Joven como rey de los francos. Esto originó una serie de disputas con los bizantinos por el nombre de Imperio Romano. Tras una primera protesta por la usurpación, en 812, el emperador bizantino Miguel I Rangabé reconoció a Carlomagno como “emperador” (basileus), pero no como “emperador de los romanos”, título que se reservó el bizantino como el verdadero sucesor de los emperadores romanos. La coronación sirvió para dar una legitimidad permanente a la primacía carolingia entre los francos.Tras la muerte de Carlomagno el 28 de enero de 814 en Aquisgrán, fue enterrado en su Capilla Palatina.
Reparto del Imperio Carolingio, años 843 y 870 dC
Carlomagno tuvo varios hijos, pero sólo uno le sobrevivió. Fue Luis el Piadoso, quien sucedió a su padre al frente del imperio unificado. Tras tres guerras civiles, Luis murió en 840, y sus tres hijos supervivientes decidieron repartirse el territorio en el tratado de Verdún, en 843:
1. El hijo mayor (de los que sobrevivieron) de Luis, Lotario I emperador desde el año 817, le correspondió los francos centrales con las capitales imperialesAquisgrán y Roma. A su vez, sus hijos se dividieron este imperio en Lotaringia,Burgundia e Italia (septentrional). Estas zonas desaparecerían más tarde, integrándose en el Imperio germánico.
2. El segundo hijo de Luis, Luis el Germánico, pasó a ser rey de los francos del este. Esta zona sería el origen de lo que más tarde fue el Sacro Imperio Romano Germánico, que con el tiempo llegó a ser, aproximadamente, la actual Alemania.
3. Su tercer hijo, Carlos el Calvo, pasó a ser rey de los francos del oeste. La zona que ocupó llegaría a ser la actual Francia.
El reino de Carlomagno sobrevivió a su fundador y se extendió por gran parte de la Europa occidental, sin embargo, sus sucesores se mostraron incapaces de mantenerlo.
El 12 de diciembre de 884, tras una serie de fallecimientos, el emperador Carlos III el Gordo reunió la mayor parte del Imperio Carolingio, sólo Bosón de Provenza resistía como rey en Vienne.A finales de 887, su sobrino, Arnulfo de Carintia se sublevó y se hizo con el título de rey de los francos del este (actual Alemania). Carlos se retiró y murió poco después, el 13 de enero de 888. Italia, y las dos Borgoñas tuvieron reyes propios. En la Francia occidental, Odón, conde de París fue elegido rey y fue coronado al mes siguiente, pero en Aquitania Ranulfo se proclamó rey. Diez años más tarde, los carolingios recuperaron el poder en Francia, donde gobernaron hasta 987, año de la muerte del último rey de la dinastía carolingia Luis V.
Otón I, hijo de Enrique I el Pajarero, duque de Sajonia y rey de Germania, en 929 ya fue asociado al trono por su padre para facilitar así la sucesión. A la muerte de Enrique I, fue ungido y coronado en Aquisgrán en 936 con el título carolingio de Rex et sacerdos. Tuvo la vocación de restaurar el imperio de Carlomagno (Imperio Carolingio) y es el primer representante del Sacro Imperio Romano Germánico.
Mayordomo de palacioDurante el periodo merovingio, el Mayordomo de palacio (del latín: maior domus o majordomo: 'el más importante, el principal', entendiendo que se habla de servidores) era el intendente principal del rey. Durante el reinado de los últimos reyes merovingios, ostentaban realmente el poder político, ejerciendo la función de «primer ministro», función ésta que se transmitía, con frecuencia, de padres a hijos.
Periodo merovingio
A lo largo de este periodo aparece la familia de los piponidas (descendientes de Pipino de Landen,
o Pipino el Viejo), que da paso al nacimiento de la dinastía carolingia.
El poder de los mayordomos de palacio fue incrementándose de un modo continuo. En principio
eran servidores del rey y responsables del palacio, pero de forma progresiva y a partir del siglo
VII desarrollaron un verdadero poder detrás del trono de Austrasia, el sector noreste del reino de
los Francos bajo la dinastía Merovingia, por lo que este oficio se convirtió en una apuesta entre los
aristócratas y rápidamente llegó a ser heredable en la familia de los Carolingios.
Dagoberto I, consciente de la amenaza que éstos representaban, se separa del mayordomo Pipino
de Landen y retoma, personalmente, el poder. Pero cuando muere, el reino recae definitivamente
en manos de los mayordomos pipínidas. La ascensión de los pipínidas no se realizó sin tropiezos y
durante 20 años, de 662 a 680, fueron expulsados del poder por la familia de Vulfoald. Ansegisel,
padre de Pipino de Heristal fue asesinado durante este periodo. Los soberanos descendientes de
Dagoberto I, a menudo muy jóvenes y con una esperanza de vida muy corta, no podían reinar sin
la ayuda de los mayordomos de palacio. Éstos aprovecharon la situación para acrecentar su
poderío y dirigir el país reemplazando a los soberanos: ellos nombraban a los obispos, los condes
y los duques, firmaban los acuerdos con los países vecinos, decidían y mantenían las campañas
los laureados se encuentran el Conde Richard Coudenhove-Kalergi, fundador del movimiento
paneuropeo, Alcide De Gasperi, y Winston Churchill.
En la película Indiana Jones y la última cruzada se cita en una ocasión a Carlomagno cuando,
después de haber empleado su paraguas a fin de inducir a que una bandada de gaviotas
rompieran el cristal de la cabina y obstruyeran el motor de un avión caza que se hallaba
persiguiéndole, Henry Jones —interpretado por Sean Connery— observa: «De repente me he
acordado de Carlomagno: "Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles en la tierra, y los pájaros
en el cielo"». A pesar de que esta cita se hizo popular tras la difusión de la película, no existen
pruebas de que Carlomagno la pronunciara.31
The Economist, una publicación semanal británica centrada en noticias internacionales, dedica un
artículo llamado «Carlomagno» a algún líder gubernamental europeo.
Arquitectura y Arte Carolingio
Después de la etapa del llamado arte bárbaro (siglos VI, VII y parte del VIII) surgió un proceso cultural realmente importante, el llamado Renacimiento Carolingio.
El Renacimiento Carolingio fue un intento deliberado de reclamar la herencia romana. Se trató de la renovación del Antiguo Imperio Romano con un doble propósito: extender la fe cristiana y difundir al máximo la cultura.
El Renacimiento Carolingio estuvo directamente promocionado por el emperador Carlomagno, que potenció la cultura con el fin de reafirmar su poder político, muy débil frente al de los grandes señores del Imperio.
Para ello, Carlomagno convirtió Aquisgrán en uno de los mayores centros culturales del imperio, apoyándose siempre en hombres de iglesia de magnífica preparación intelectual, como el anglosajón Alcuino de York.
El mundo carolingio va a tener raíz latina. Se inspiró más en la cultura romana que en la bizantina. Ante esa necesidad de preparar intelectualmente a clérigos, monjes y personal administrativo, la cultura sale de los monasterios para acceder y constituir centros intelectuales en catedrales e incluso en el palacio real de Aquisgrán. De esta manera, se crearon escuelas monacales, escuelas catedralicias o episcopales y una gran escuela palatina.
El mayor esfuerzo de este proceso cultural se centró en la producción de libros. Las bibliotecas se enriquecieron con numerosas copias de libros que procedían de Irlanda, Italia y España.
No sólo se copiaron libros de los grandes padres de la iglesia, sino también de la antigüedad clásica como Cicerón, Plinio, Tito Livio, etc.
Paralelamente, se creó una caligrafía de letras pequeñas, redondeadas y separadas entre sí, que facilitaba enormemente la copia, la difusión y la lectura de estos libros. Es la llamada letra carolingia.
Durante el reinado de Carlomagno también se reguló la enseñanza y se llegó a determinar dos grados diferentes: elemental y superior. La enseñanza elemental se impartía en las escuelas parroquiales y consistía fundamentalmente en aprender a leer. La superior o artes liberales, se impartía en las grandes escuelas (monacales, catedralicias y palatina) y se dividía en 2 grandes ramas: la de la lógica que compendiaba la gramática, retórica y dialéctica, y la rama de la física con aritmética, geometría, música y astronomía.
En el plano religioso, Carlomagno asumió un doble papel político y religioso, lo que le llevó a convertirse en una especie de César y Papa similar al sistema cesaropapista de Justiniano. De esta manera, también los grandes clérigos de la época se convierten en oficiales de la administración (ministros del estado).
El arte carolingio, al seguir la tradición romana, recupera la concepción figurativa mediterránea inscrita en su aspecto tridimensional. El arte se convierte en un medio de propaganda y, por tanto, su finalidad será fundamentalmente didáctica.
La Ciudad Palatina de Aquisgrán
Carlomagno rompió con la tradición anterior de que las cortes fueran itinerantes, construyendo una gran ciudad palatina en Aquisgrán similar a la ciudad palatina de Constantinopla pero totalmente inusual en el marco político europeo. De la ciudad palatina de Aquisgrán sólo quedan restos arqueológicos, pero son suficientes como para darnos una idea de cómo era.
Esta ciudad estaba inscrita en un rectángulo. Al norte presentaba un aula palatina. Ésta tenía una planta rectangular y terminaba en una gran exedra que, sin duda, sería el lugar donde se encontraba el trono, por lo que era un aula regia donde el emperador haría una serie de actos con la corte. También tenía dos exedras en los muros laterales a cada lado, con un valor meramente ornamental.
También había un pórtico o galería porticada, probablemente cubierto con madera, que unía el aula palatina con la capilla palatina, recorriendo toda la ciudad en su eje norte-sur. Este pórtico estaba presidido por una gran puerta de carácter triunfal que recuerda mucho a los arcos del triunfo romanos. Esto indica que probablemente todos los edificios que constituían el ámbito privado del emperador se encontrarían hacia el este, mientras que al oeste estarían los edificios palatinos más ligados a la administración del imperio. Entre estas construcciones se encontraba, aunque no se sabe dónde, la escuela palatina.
En el sur de la ciudad se encontraba la capilla palatina a la que el Papa otorgó incluso la consideración de catedral y se la dedicó a la Virgen. Tenía al oeste un gran atrio porticado al que se accedía a través del pórtico. Era un atrio muy monumental (se sabe que cabían hasta 7000 personas en él) y era donde el emperador celebraba justicia. El hecho de que esté junto a la capilla simboliza que Carlomagno hace justicia en nombre de Dios. Precisamente con el fin de administrar justicia, se construye un pórtico avanzado que presentaba dos pisos. Como la capilla era de planta poligonal también con dos pisos (piso bajo y tribuna), el piso bajo del pórtico se comunicaba con el de la capilla, en tanto que el piso alto del pórtico se comunicaba con la tribuna del deambulatorio.
En este piso alto del pórtico, mirando hacia el atrio, había un trono, en donde se sentaba el emperador para ejecutar las prácticas de justicia y, por tanto, se comunicaba directamente con el deambulatorio de la capilla que disponía de otro trono donde, ya mirando al este, se sentaba el emperador para asistir a los oficios litúrgicos. El acceso a la tribuna del pórtico se hacía mediante unas escaleras de caracol que había a ambos lados. Esto significa que el emperador accedía del exterior, probablemente por unos pasillos que llevarían a su palacio, que tenía que estar muy cercano.
También había dos capillas laterales que aparecían en los lados norte y sur de la capilla, que han desaparecido y cuya función exacta se desconoce, pero se especula con una posible gran afición de Carlomagno por las reliquias, que se guardarían en estas capillas.
La Capilla Palatina (Aix-la-Chapelle)
Es una iglesia de planta centralizada poligonal formada por un núcleo y un deambulatorio, que tiene 16 lados, en tanto que núcleo central es un polígono de 8. El núcleo presenta un cuerpo cupulado con un gran tambor horadado que proporciona al centro luz directa. La tribuna está desdoblada en dos registros, el registro inferior es lo que propiamente desemboca al deambulatorio, mientras que el superior nos lleva a una bóveda de cañón muy baja.
Da una cierta sensación achaparrada porque los arcos del piso inferior resultan demasiado bajos en comparación con los dos registros de la tribuna. Al este se encuentra la cabecera de testero recto y también dividida en dos pisos, seguramente para que el emperador no tuviera que estar pendiente de lo que ocurría en el primer piso.
Lo que es realmente importante es la cubierta del deambulatorio, debido a la influencia que tuvo posteriormente. El piso inferior está formado por ocho lados mayores, todos cubiertos con bóveda de aristas, y por ocho lados menores, cubiertos con bóveda de cañón de forma triangular, son pequeñas cuñas triangulares. En el piso superior, que es todavía más interesante, los lados mayores se cubren con bóvedas de cañón que apoyan sobre muros diafragma que dan a arcos muy bajos, y los lados menores cubren con cuñas triangulares cubiertos también con bóveda de cañón. El que la bóveda de cañón se apoyara sobre un muro diafragma apoyado en un arco se hizo porque este muro sostiene muy bien el empuje de la bóveda de cañón. Esta parte del muro diafragma es la que corresponde con el registro superior en que está desdoblada la tribuna.
Se desconoce cómo era la bóveda original del núcleo central, aunque es posible que fuera gallonada. La actual tiene ocho plementos. Sin embargo, sí sabemos cómo era el mosaico que la cubría: sobre una bóveda celeste con estrellas aparece un Cristo Cosmocrator (sentado sobre el
mundo) y Apocalíptico (ya que encuentra acompañado por los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis, aunque no por los símbolos del Tetramorfos). Abajo aparece un crismón muy simple.
Monasterios carolingios: La utopía de Saint Gall
Una de las cuestiones tópicas que siempre se mencionan cuando se aborda el arte carolingio es su influencia en el nacimiento del románico.
Independientemente de esta posible influencia, hay un hecho incuestionable, el modelo de monasterio que nace en el mundo Carolingio constituye la base conceptual del futuro Monasterio de Cluny y, a su vez, éste va a determinar la estructura de edificios del monasterio de época románica.
En efecto, Carlomagno quiso que los monasterios del Imperio se rigieran por la regla de Benito de Nursia, aunque matizada por las influencias y connotaciones religiosas propias del Imperio Carolingio. La regla benedictina "Regula Sancti Benedicto" se puso en marcha especialmente en tiempos de Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, cuando consiguió que San Benito de Aniane lograse implantar la regla en la mayoría de los monasterios carolingios.
En la biblioteca del Monasterio de Saint Gall, uno de los más importantes del mundo carolingio, se ha conservado un plano originario del primer tercio del s. IX donde se representa el modelo ideal de monasterio carolingio-benedictino. A este plano se le ha denominado "Utopía de Saint Gall" por lo complejo y perfecto de su estructura funcional.
Actualmente muchos arqueólogos creen que este modelo sí se logró trasladar a algunos grandes monasterios del Imperio Carlongio y que fue sin duda una base fundamental para conformar, ya en el s. X, el monasterio benedictino de Cluny, que más tarde se tomará coma base del monasterio románico en los siglo XI y XII.
A diferencia de, por ejemplo, el monasterio visigodo cuyo centro es la iglesia, el Monasterio Carolingio de San Gall ubica el claustro como corazón del complejo monástico organizando el resto de dependencias a su alrededor.
La planta nos depara la existencia de cuatro ámbitos insertos en un trazado cuadrangular. Se accedía al monasterio a través de una avenida occidental que desemboca en un gran atrio semicircular con dos puertas, una que iba a la zona norte y otra que la zona sur.
Zona de hospedería de noblesLa puerta norte nos introduce en el ámbito menos privado del monasterio. Allí aparecía una gran hospedería de nobles. Se trata de una muestra de la adaptación de la regla de San Benito al contexto político carolingio en el que religión y poder político estaban unidos. A continuación, hacia el este, aparece una escuela destinada a hijos de nobles y, por último, el palacio del abad empleado para recepciones, dado su alto estatus político. Este palacio abacial tenía cocina, letrinas y un pasadizo que se unía con la iglesia para los momentos en los que el abad se reunía a los demás monjes.
Zona de las Dependencias Monásticas propiamente dichasLa puerta sur nos introduce en el ámbito propiamente privado, lo que los arqueólogos llaman "el monasterio dentro del monasterio".
Se articula en torno a un claustro de alas porticadas, elemento que aparece en esta época y que será el corazón del futuro monasterio románico. A la entrada había unos edificios: el locutorio y la estancia del pobrero, el monje destinado a recibir a las personas que querían introducirse en el monasterio y era el que estaba en relación directa con la hospedería de los pobres.
Unido a la iglesia, en el este, estaba el dormitorio (por exigencias de la regla) que normalmente tenía escaleras o un pasillo que lo comunicaba con la iglesia. Este edificio tenía dos pisos: en el inferior estaba la sala de los monjes, donde podían reunirse, y en el superior estaban los dormitorios, con letrinas y baños.
Paralelo a la iglesia, y en su lado opuesto del claustro se encontraba el refectorio, sala donde comían los monjes. En el piso superior del refectorio estaría la ropería. El refectorio tenía conexión con la aneja cocina.
Cerrando el claustro se encuentra la cilla o almacén de dos pisos, el superior para el grano y el inferior para bodegas y otros usos.
Zona de enfermos y noviciosLa tercera zona o ámbito, al este, estaba destinada a enfermos y novicios e incluía una iglesia pequeña dividida en dos, con ábsides contrapuestos; la parte occidental para enfermos y la parte oriental para novicios.
Zona de SeviciosEl cuarto ámbito era la de los servicios, donde había graneros, corrales, talleres etc., y las dependencias del personal que se ocupaban de los mismos. Todo ello aseguraba que el monasterio fuera independiente.
La gran iglesia monásticaLa iglesia era un enorme templo de ábsides contrapuestos. El hecho de que siga este modelo se debe a causas litúrgicas. El ábside oriental es el que utilizaba la comunidad monástica para realizar su liturgia, mientras que el occidental estaba destinado a la liturgia parroquial. Generalmente estas iglesias tienen un altar justo en el centro de la nave, llamado "altar de la Santa Cruz", que es justo el límite a partir del cual podemos hablar hacia el este de iglesia monástica y hacia el oeste la iglesia parroquial. Solamente en ciertos momentos la iglesia se destinaba al culto parroquial, en el resto se convierte toda ella en iglesia monástica, con 17 altares a través de los cuales sabemos que los monjes hacían recorridos procesionales.
Además, la regla benedictina aconsejaba a los monjes el rezo personal y parece que la colocación de tantos altares obedece no sólo a la necesidad de los recorridos procesionales, sino también a satisfacer el rezo personal de los numerosos monjes.
La iglesia solía estar dividida en tres naves con un transepto ligeramente sobresaliente en planta con dos alas. La zona lateral o ala orientada al norte era una pequeña construcción de dos pisos, en el inferior con un scriptorium y en el superior la biblioteca, ya que el monje debía llevar una práctica intelectual, esto también es nuevo frente a la regla benedictina. El ala orientada al sur era una sacristía, en el piso inferior se guardarían los objetos sagrados y en el superior, las vestimentas.
Algunos edificios de Arquitectura Carolingia
Iglesia de la Abadía de FuldaSe trata de una iglesia de ábsides contrapuestos, con la particularidad de que en Fulda los monjes quisieron imitar la iglesia de San Pedro de Roma. Así, el ábside que está junto al transepto está occidentalizado. Toda la parte de la cabecera está dedicada a San Bonifacio y el transepto está muy desarrollado.
Existía en el centro un altar igual que en Saint Gall. El ábside contrapuesto orientado al este era el destinado a cultos parroquiales. El problema de este tipo de iglesia es que se rompe el eje
longitudinal de la iglesia, lo que obligó a hacer otro tipo de iglesia, que no todos los monasterios eligieron: es la iglesia con West Werk, con macizo occidental.
Iglesia de la Abadía de Saint Riquier o CentulaAparte de la gran iglesia, parece que esta abadía tenía otras dos iglesias, una dedicada a Santa María y otra a San Benedicto.
Tras el ábside aparece un gran transepto que al exterior se convierte en un gran macizo con tres hileras de ventanas y que está coronado por un gran cimborio y al interior es un espacio vacío normal, sólo que con unos muros altísimos. Tras esto, aparecen las tres naves ad triangulum cubiertas con madera e iluminación directa e indirecta. Y tras las naves, aparece otro macizo al exterior exactamente igual que el oriental: es el macizo occidental. Éste, sin embargo, no se encuentra vacío al interior, sino que está dividido en tres pisos: el primero está lleno de soportes para no romper el eje longitudinal y que soportaba bóvedas de aristas de piedra que además sirven de contrarresto al peso de los otros dos pisos. El segundo tiene el santuario que en las otras iglesias estaba en el ábside contrapuesto y que servía para la liturgia parroquial. El tercer piso estaba formado por una tribuna que rodea el segundo piso por tres de sus lados, desde donde se veía toda la iglesia y donde se colocaba el coro (estamos en el inicio del coro Gregoriano, con dos coros que se contestan). Al lado había unos torreones laterales con escaleras helicoidales para subir a los otros dos pisos.
Esto supone que las tres filas de ventanas del transepto oriental eran por imitación de las del macizo occidental que eran necesarias por la existencia de los tres pisos. Como el macizo no era lo suficientemente grande para albergar a los fieles de la misa parroquial, seguramente los fieles laicos se situarían en las naves mirando al oeste, mientras que en el segundo piso estaría el clérigo con sus acólitos. Entre los dos pisos superiores no hay suelo. La cubierta superior es de madera.
Iglesia de la Abadía de CorveyEs la única en la que se conserva el West Werk, aunque fue muy remodelado en la época románica (todas las galerías superiores son románicas). En esta iglesia no encontramos simetría ya que no hay macizo oriental, al contrario que en la iglesia de Riquier. Sobre el macizo occidental hay un gran cimborrio que seguramente tendría una cubierta tronco-piramidal.
Grupo Episcopal de MetzLa aparición de un conjunto de edificios destinados a los canónigos de la catedral, articulados en torno a un claustro y anejos a la catedral, surgió en época carolingia, mediante la reforma de Saint Chro de Gand. Antes, los canónigos (los clérigos que ayudaban a los obispos en su tarea diocesana) vivían independientemente, ajenos a reglas y generalmente con sus barraganas. Así, surgió la necesidad de que los clérigos vivieran bajo las normas de una reglas, generalmente la de San Agustín, y todos juntos en torno al obispo y la catedral. Esto originó la creación de unos edificios especiales destinados a estos clérigos y surgieron los primeros complejos catedralicios como el claustrum de Metz. Parece que había una serie de pequeñas iglesias u oratorios para que los clérigos hicieran sus rezos.
Germiny des PrèsFue la iglesia oratorio de Teodulfo de Orleáns, obispo de esta ciudad y uno de los grandes mandatarios del imperio que era de linaje visigodo. Por ello, construyó una iglesia de claras influencias visigodas. Es una iglesia de cruz inscrita en un cuadrado, al que se le añaden tres ábsides en la zona este, dos en el tramo del transepto y uno en la zona occidental, que curiosamente no rompía el eje longitudinal de la iglesia puesto que una puerta se abría justo en el centro del ábside. No es, por tanto, un ábside de carácter litúrgico, sino que simplemente está buscando reproducir un modelo arquitectónico.
Está totalmente abovedada. Los ejes ortogonales se cubren con bóveda de cañón, presididos por un gran cimborrio de influencia carolingia, mientras los tramos de las esquinas se cubren con pequeñas cúpulas. Todo este abovedamiento se apoyaba fundamentalmente en cuatro pilares centrales. Es un modelo visigodo pero también con profundas huellas bizantinas, lo que indica que en el mundo visigodo existían templos más bizantinizados que los que se han conservado. Sólo se ha conservado la parte oriental y el transepto.
En el interior destacan los arcos de herradura y la compartimentación, características de clara influencia visigoda.
En la bóveda del presbiterio, al igual que en la capilla palatina de Aquisgrán, hay un mosaico de tema peterotestamentario del Antiguo Testamento: el Arca de la Alianza, donde se guardaban las tablas que Dios entregó a Moisés, rodeada por cuatro ángeles, dos muy pequeños y dos más grandes, que tienen una actitud de exaltación. En este mosaico se observan claras influencias bizantinas: el fondo es dorado y las figuras son esquemáticas y estereotipadas.
Cripta de San Germán de AuxerreLas criptas carolingias son muy importantes porque en ellas se realizaron numerosos experimentos sobre un posible abovedamiento en piedra que pudiera emplearse en futuros edificios románicos.
Eran semisubterráneas y cuadradas, no circulares como las paleocristianas o como serán las románicas.
Tenían pasillos laterales de entrada que daban acceso al testero de la cripta donde se abrían las capillas, en las que se guardaban las reliquias y podía incluso enterrarse algún personaje importante. Se encontraban justo debajo del gran presbiterio carolingio que casi siempre estaba cubierto con madera.
La cripta de San Germán de Auxerre estaba cubierta con bóveda de cañón corrida, pero otras, como la de San Medarde de Soissons, estaban cubiertas con bóvedas de aristas.
La Miniatura Carolingia
La miniatura o iluminación de manuscritos es una pieza fundamental en el Renacimiento Carolingio, y la producción de códices se incrementó acusadamente con el fin de recopilar al máximo posible todo el conocimiento de la época. Los scriptoria, por tanto, se dedicaron a elaborar numerosos manuscritos con ilustraciones de gran calidad.
La miniatura es la mejor expresión de que el arte carolingio se inspira en el arte de la Baja Antigüedad. Por ello, observamos un florecimiento extraordinario de las artes figurativas, ubicadas en sus tres dimensiones y con una buena proyección en el espacio. En el mundo de la Miniatura carolingia hubo cuatro principales escuelas:
Escuela palatina de AquisgránDesarrolló su labora durante el último cuarto del siglo VIII. Esta escuela sitúa a los personajes sobre fondos arquitectónicos muy recargados. Es una etapa inicial de la miniatura en la que se puede observar cómo los artistas de este taller buscan modelos en las fuentes clásicas, bizantinas e incluso del mundo anglosajón.
Los libros más representativos de esta escuela son el Evangeliario de Godestalc y los Evangelios de Ada.
Escuela de Ebbon de Reims:Pertenece ya a tiempos de Ludovico Pío (o Luís el Piadoso), hijo de Carlomagno, del primer cuarto del siglo IX.
Es una escuela que se distingue por representar a los personajes en un espacio aéreo, es decir, en plena naturaleza y generalmente solos, aunque alguna vez aparecen agrupados.
Todos los personajes ofrecen una gran vivacidad en su expresión y el modelado no se realiza mediante trazos sino mediante el color: la línea desaparece y los colores se disponen en pequeños toques yuxtapuestos. Destaca el Evangeliario de Ebbon.
Escuela de Tours
Activa durante el segundo tercio del siglo IX. Es una escuela de gran sobriedad que imita fielmente el arte antiguo. Los colores son muy discretos, poco numerosos y especialmente realzados por el oro y la plata. Una derivación de esta escuela es la escuela de corte de Carlos I el Calvo, del último tercio del s. IX, con ejemplares como el Evangeliario de San Emerano de Ratisbona.
Taller de Drogo de MetzSegunda mitad del s.IX. Se inspira en decoraciones murales o en mosaicos romanos del tipo de Santa Constanza. Así, las figuras son pequeñas y hay mucha vegetación y ligeras construcciones recortadas sobre el fondo. Los colores suelen ser poco utilizados y la obra adquiere una gran elegancia. Destaca el Sacramentario de Drogo.
Arquitectura y Arte Carolingio
Después de la etapa del llamado arte bárbaro (siglos VI, VII y parte del VIII) surgió un proceso cultural realmente importante, el llamado Renacimiento Carolingio.
El Renacimiento Carolingio fue un intento deliberado de reclamar la herencia romana. Se trató de la renovación del Antiguo Imperio Romano con un doble propósito: extender la fe cristiana y difundir al máximo la cultura.
El Renacimiento Carolingio estuvo directamente promocionado por el emperador Carlomagno, que potenció la cultura con el fin de reafirmar su poder político, muy débil frente al de los grandes señores del Imperio.
Para ello, Carlomagno convirtió Aquisgrán en uno de los mayores centros culturales del imperio, apoyándose siempre en hombres de iglesia de magnífica preparación intelectual, como el anglosajón Alcuino de York.
El mundo carolingio va a tener raíz latina. Se inspiró más en la cultura romana que en la bizantina. Ante esa necesidad de preparar intelectualmente a clérigos, monjes y personal administrativo, la cultura sale de los monasterios para acceder y constituir centros intelectuales en catedrales e incluso en el palacio real de Aquisgrán. De esta manera, se crearon escuelas monacales, escuelas catedralicias o episcopales y una gran escuela palatina.
El mayor esfuerzo de este proceso cultural se centró en la producción de libros. Las bibliotecas se enriquecieron con numerosas copias de libros que procedían de Irlanda, Italia y España.
No sólo se copiaron libros de
los grandes padres de la iglesia, sino también de la antigüedad clásica como Cicerón, Plinio, Tito Livio, etc.
Paralelamente, se creó una caligrafía de letras pequeñas, redondeadas y separadas entre sí, que facilitaba enormemente la copia, la difusión y la lectura de estos libros. Es la llamada letra carolingia.
Durante el reinado de Carlomagno también se reguló la enseñanza y se llegó a determinar dos grados diferentes: elemental y superior. La enseñanza elemental se impartía en las escuelas parroquiales y consistía fundamentalmente en aprender a leer. La superior o artes liberales, se impartía en las grandes escuelas (monacales, catedralicias y palatina) y se dividía en 2 grandes ramas: la de la lógica que compendiaba la gramática, retórica y dialéctica, y la rama de la física con aritmética, geometría, música y astronomía.
En el plano religioso, Carlomagno asumió un doble papel político y religioso, lo que le llevó a convertirse en una especie de César y Papa similar al sistema cesaropapista de Justiniano. De esta manera, también los grandes clérigos de la época se convierten en oficiales de la administración (ministros del estado).
El arte carolingio, al seguir la tradición romana, recupera la concepción figurativa mediterránea inscrita en su aspecto tridimensional. El arte se convierte en un medio de propaganda y, por tanto, su finalidad será fundamentalmente didáctica.
La Ciudad Palatina de Aquisgrán
Carlomagno rompió con la tradición anterior de que las cortes fueran itinerantes,
construyendo una gran ciudad palatina en Aquisgrán similar a la ciudad palatina de Constantinopla pero totalmente inusual en el marco político europeo. De la ciudad palatina de Aquisgrán sólo quedan restos arqueológicos, pero son suficientes como para darnos una idea de cómo era.
Esta ciudad estaba inscrita en un rectángulo.
Al norte presentaba un aula palatina. Ésta tenía una planta rectangular y terminaba en una gran exedra que, sin duda, sería el lugar donde se encontraba el trono, por lo que era un aula regia donde el emperador haría una serie de actos con la corte. También tenía dos exedras en los muros laterales a cada lado, con un valor meramente ornamental.
También había un pórtico o galería porticada, probablemente cubierto con madera, que unía el aula palatina con la capilla palatina, recorriendo toda la ciudad en su eje norte-sur. Este pórtico estaba presidido por una gran puerta de carácter triunfal que recuerda mucho a los arcos del triunfo romanos. Esto indica que probablemente todos los edificios que constituían el ámbito privado del emperador se encontrarían hacia el este, mientras que al oeste estarían los edificios palatinos más ligados a la administración del imperio. Entre estas construcciones se encontraba, aunque no se sabe dónde, la escuela palatina.
En el sur de la ciudad se encontraba la capilla palatina a la que el Papa otorgó incluso la consideración de catedral y se la dedicó a la Virgen. Tenía al oeste un gran atrio porticado al que se accedía a través del
pórtico. Era un atrio muy monumental (se sabe que cabían hasta 7000 personas en él) y era donde el emperador celebraba justicia. El hecho de que esté junto a la capilla simboliza que Carlomagno hace justicia en nombre de Dios. Precisamente con el fin de administrar justicia, se construye un pórtico avanzado que presentaba dos pisos. Como la capilla era de planta poligonal también con dos pisos (piso bajo y tribuna), el piso bajo del pórtico se comunicaba con el de la capilla, en tanto que el piso alto del pórtico se comunicaba con la tribuna del deambulatorio.
En este piso alto del pórtico, mirando hacia el atrio, había un trono, en donde se sentaba el emperador para ejecutar las prácticas de justicia y, por tanto, se comunicaba directamente con el deambulatorio de la capilla que disponía de otro trono donde, ya mirando al este, se sentaba el emperador para asistir a los oficios litúrgicos. El acceso a la tribuna del pórtico se hacía mediante unas escaleras de caracol que había a ambos lados. Esto significa que el emperador accedía del exterior, probablemente por unos pasillos que llevarían a su palacio, que tenía que estar muy cercano.
También había dos capillas laterales que aparecían en los lados norte y sur de la capilla, que han desaparecido y cuya función exacta se desconoce, pero se especula con una posible gran afición de Carlomagno por las reliquias, que se guardarían en estas capillas.
La Capilla Palatina (Aix-la-Chapelle)
Es una iglesia de planta centralizada poligonal formada
por un núcleo y un deambulatorio, que tiene 16 lados, en tanto que núcleo central es un polígono de 8. El núcleo presenta un cuerpo cupulado con un gran tambor horadado que proporciona al centro luz directa. La tribuna está desdoblada en dos registros, el registro inferior es lo que propiamente desemboca al deambulatorio, mientras que el superior nos lleva a una bóveda de cañón muy baja.
Da una cierta sensación achaparrada porque los arcos del piso inferior resultan
demasiado bajos en comparación con los dos registros de la tribuna. Al este se encuentra la cabecera de testero recto y también dividida en dos pisos, seguramente para que el emperador no tuviera que estar pendiente de lo que ocurría en el primer piso.
Lo que es realmente importante es la cubierta del deambulatorio, debido a la influencia que tuvo posteriormente. El piso inferior está formado por ocho lados mayores, todos cubiertos con bóveda de aristas, y por ocho lados menores, cubiertos con bóveda de cañón de forma triangular, son pequeñas cuñas triangulares. En el piso superior, que es todavía más interesante, los lados mayores se cubren con bóvedas de cañón que apoyan sobre muros diafragma que dan a arcos muy bajos, y los lados menores cubren con cuñas triangulares cubiertos también con bóveda de cañón. El que la bóveda de cañón se apoyara sobre un muro diafragma apoyado en un arco se hizo porque este muro sostiene muy bien el empuje de la bóveda de cañón. Esta parte del muro diafragma es la que corresponde con el registro superior
en que está desdoblada la tribuna.
Se desconoce cómo era la bóveda original del núcleo central, aunque es posible que fuera gallonada. La actual tiene ocho plementos. Sin embargo, sí sabemos cómo era el mosaico que la cubría: sobre una bóveda celeste con estrellas aparece un Cristo Cosmocrator (sentado sobre el mundo) y Apocalíptico (ya que encuentra acompañado por los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis, aunque no por los símbolos del Tetramorfos). Abajo aparece un crismón muy simple.
Monasterios carolingios: La utopía de Saint Gall
Una de las cuestiones tópicas que siempre se mencionan cuando se aborda el arte carolingio es su influencia en el nacimiento del románico.
Independientemente de esta posible influencia, hay un hecho incuestionable, el modelo de monasterio que nace en el mundo Carolingio constituye la base conceptual del futuro Monasterio de Cluny y, a su vez, éste va a determinar la estructura de edificios del monasterio de época románica.
En efecto, Carlomagno quiso que los monasterios del Imperio se rigieran por la regla de Benito de Nursia, aunque matizada por las influencias y connotaciones religiosas propias del Imperio Carolingio. La regla benedictina "Regula Sancti Benedicto" se puso en marcha especialmente en tiempos de Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, cuando consiguió que San Benito de Aniane lograse implantar la regla en la mayoría de los monasterios carolingios.
En la biblioteca del Monasterio de Saint Gall, uno de los más importantes del mundo carolingio,
se ha conservado un plano originario del primer tercio del s. IX donde se representa el modelo ideal de monasterio carolingio-benedictino. A este plano se le ha denominado "Utopía de Saint Gall" por lo complejo y perfecto de su estructura funcional.
Actualmente muchos arqueólogos creen que este modelo sí se logró trasladar a algunos grandes monasterios del Imperio Carlongio y que fue sin duda una base fundamental para conformar, ya en el s. X, el monasterio benedictino de Cluny, que más tarde se tomará coma base del monasterio románico en los siglo XI y XII.
A diferencia de, por ejemplo, el monasterio visigodo cuyo centro es la iglesia, el Monasterio Carolingio de San Gall ubica el claustro como corazón del complejo monástico organizando el resto de dependencias a su alrededor.
La planta nos depara la existencia de cuatro ámbitos insertos en un trazado cuadrangular. Se accedía al monasterio a través de una avenida occidental que desemboca en un gran atrio semicircular con dos puertas, una que iba a la zona norte y otra que la zona sur.
Zona de hospedería de nobles
La puerta norte nos introduce en el ámbito menos privado del monasterio. Allí aparecía una gran hospedería de nobles. Se trata de una muestra de la adaptación de la regla de San Benito al contexto político carolingio en el que religión y poder político estaban unidos. A continuación, hacia el este, aparece una escuela destinada a hijos de nobles y, por último, el palacio del abad empleado para recepciones, dado su
alto estatus político. Este palacio abacial tenía cocina, letrinas y un pasadizo que se unía con la iglesia para los momentos en los que el abad se reunía a los demás monjes.
Zona de las Dependencias Monásticas propiamente dichas
La puerta sur nos introduce en el ámbito propiamente privado, lo que los arqueólogos llaman "el monasterio dentro del monasterio".
Se articula en torno a un claustro de alas porticadas, elemento que aparece en esta época y que será el corazón del futuro monasterio románico. A la entrada había unos edificios: el locutorio y la estancia del pobrero, el monje destinado a recibir a las personas que querían introducirse en el monasterio y era el que estaba en relación directa con la hospedería de los pobres.
Unido a la iglesia, en el este, estaba el dormitorio (por exigencias de la regla) que normalmente tenía escaleras o un pasillo que lo comunicaba con la iglesia. Este edificio tenía dos pisos: en el inferior estaba la sala de los monjes, donde podían reunirse, y en el superior estaban los dormitorios, con letrinas y baños.
Paralelo a la iglesia, y en su lado opuesto del claustro se encontraba el refectorio, sala donde comían los monjes. En el piso superior del refectorio estaría la ropería. El refectorio tenía conexión con la aneja cocina.
Cerrando el claustro se encuentra la cilla o almacén de dos pisos, el superior para el grano y el inferior para bodegas y otros usos.
Zona de enfermos y novicios
La tercera zona o ámbito, al este, estaba destinada a enfermos
y novicios e incluía una iglesia pequeña dividida en dos, con ábsides contrapuestos; la parte occidental para enfermos y la parte oriental para novicios.
Zona de Sevicios
El cuarto ámbito era la de los servicios, donde había graneros, corrales, talleres etc., y las dependencias del personal que se ocupaban de los mismos. Todo ello aseguraba que el monasterio fuera independiente.
La gran iglesia monástica
La iglesia era un enorme templo de ábsides contrapuestos. El hecho de que siga este modelo se debe a causas litúrgicas. El ábside oriental es el que utilizaba la comunidad monástica para realizar su liturgia, mientras que el occidental estaba destinado a la liturgia parroquial. Generalmente estas iglesias tienen un altar justo en el centro de la nave, llamado "altar de la Santa Cruz", que es justo el límite a partir del cual podemos hablar hacia el este de iglesia monástica y hacia el oeste la iglesia parroquial.
Solamente en ciertos momentos la iglesia se destinaba al culto parroquial, en el resto se convierte toda ella en iglesia monástica, con 17 altares a través de los cuales sabemos que los monjes hacían recorridos procesionales.
Además, la regla benedictina aconsejaba a los monjes el rezo personal y parece que la colocación de tantos altares obedece no sólo a la necesidad de los recorridos procesionales, sino también a satisfacer el rezo personal de los numerosos monjes.
La iglesia solía estar dividida en tres naves con un transepto ligeramente sobresaliente en planta
con dos alas. La zona lateral o ala orientada al norte era una pequeña construcción de dos pisos, en el inferior con un scriptorium y en el superior la biblioteca, ya que el monje debía llevar una práctica intelectual, esto también es nuevo frente a la regla benedictina. El ala orientada al sur era una sacristía, en el
piso inferior se guardarían los objetos sagrados y en el superior, las vestimentas.
Algunos edificios de Arquitectura Carolingia
Iglesia de la Abadía de Fulda
Se trata de una iglesia de ábsides contrapuestos, con la particularidad de que en Fulda los monjes quisieron imitar la iglesia de San Pedro de Roma. Así, el ábside que está junto al transepto está occidentalizado. Toda la parte de la cabecera está dedicada a San Bonifacio y el transepto está muy desarrollado.
Existía en el centro un altar igual que en Saint Gall. El ábside contrapuesto orientado al este era el destinado a cultos parroquiales. El problema de este tipo de iglesia es que se rompe el eje longitudinal de la iglesia, lo que obligó a hacer otro tipo de iglesia, que no todos los monasterios eligieron: es la iglesia con West Werk, con macizo occidental.
Iglesia de la Abadía de Saint Riquier o Centula
Aparte de la gran iglesia, parece que esta abadía tenía otras dos iglesias, una dedicada a Santa María y otra a San Benedicto.
Tras el ábside aparece un gran transepto que al exterior se convierte en un gran macizo con tres hileras de ventanas y que está coronado por un gran cimborio y al interior es un
espacio vacío normal, sólo que con unos muros altísimos. Tras esto, aparecen las tres naves ad triangulum cubiertas con madera e iluminación directa e indirecta. Y tras las naves, aparece otro macizo al exterior exactamente igual que el oriental: es el macizo occidental. Éste, sin embargo, no se encuentra vacío al interior, sino que está dividido en tres pisos: el primero está lleno de soportes para no romper el eje longitudinal y que soportaba bóvedas de aristas de piedra que además sirven de contrarresto al peso de los otros dos pisos. El segundo tiene el santuario que en las otras iglesias estaba en el ábside contrapuesto y que servía para la liturgia parroquial. El tercer piso estaba formado por una tribuna que rodea el segundo piso por tres de sus lados, desde donde se veía toda la iglesia y donde se colocaba el coro (estamos en el inicio del coro Gregoriano, con dos coros que se contestan). Al lado había unos torreones laterales con escaleras helicoidales para subir a los otros dos pisos.
Esto supone que las tres filas de ventanas del transepto oriental eran por imitación de las del macizo occidental que eran necesarias por la existencia de los tres pisos. Como el macizo no era lo suficientemente grande para albergar a los fieles de la misa parroquial, seguramente los fieles laicos se situarían en las naves mirando al oeste, mientras que en el segundo piso estaría el clérigo con sus acólitos. Entre los dos pisos superiores no hay suelo. La cubierta superior es de madera.
Iglesia de la Abadía
de Corvey
Es la única en la que se conserva el West Werk, aunque fue muy remodelado en la época románica (todas las galerías superiores son románicas). En esta iglesia no encontramos simetría ya que no hay macizo oriental, al contrario que en la iglesia de Riquier. Sobre el macizo occidental hay un gran cimborrio que seguramente tendría una cubierta tronco-piramidal.
Grupo Episcopal de Metz
La aparición de un conjunto de edificios destinados a los canónigos de la catedral, articulados en torno a un claustro y anejos a la catedral, surgió en época carolingia, mediante la reforma de Saint Chro de Gand. Antes, los canónigos (los clérigos que ayudaban a los obispos en su tarea diocesana) vivían independientemente, ajenos a reglas y generalmente con sus barraganas. Así, surgió la necesidad de que los clérigos vivieran bajo las normas de una reglas, generalmente la de San Agustín, y todos juntos en torno al obispo y la catedral. Esto originó la creación de unos edificios especiales destinados a estos clérigos y surgieron los primeros complejos catedralicios como el claustrum de Metz. Parece que había una serie de pequeñas iglesias u oratorios para que los clérigos hicieran sus rezos.
Germiny des Près
Fue la iglesia oratorio de Teodulfo de Orleáns, obispo de esta ciudad y uno de los grandes mandatarios del imperio que era de linaje visigodo. Por ello, construyó una iglesia de claras influencias visigodas. Es una iglesia de cruz inscrita en un cuadrado, al que se le añaden tres ábsides en
la zona este, dos en el tramo del transepto y uno en la zona occidental, que curiosamente no rompía el eje longitudinal de la iglesia puesto que una puerta se abría justo en el centro del ábside. No es, por tanto, un ábside de carácter litúrgico, sino que simplemente está buscando reproducir un modelo arquitectónico.
Está totalmente abovedada. Los ejes ortogonales se cubren con bóveda de cañón, presididos por un gran cimborrio de influencia carolingia, mientras los tramos de las esquinas se cubren con pequeñas cúpulas. Todo este abovedamiento se apoyaba fundamentalmente en cuatro pilares centrales.
Es un modelo visigodo pero también con profundas huellas bizantinas, lo que indica que en el mundo visigodo existían templos más bizantinizados que los que se han conservado. Sólo se ha conservado la parte oriental y el transepto.
En el interior destacan los arcos de herradura y la compartimentación, características de clara influencia visigoda.
En la bóveda del presbiterio, al igual que en la capilla palatina de Aquisgrán, hay un mosaico de tema peterotestamentario del Antiguo Testamento: el Arca de la Alianza, donde se guardaban las tablas que Dios entregó a Moisés, rodeada por cuatro ángeles, dos muy pequeños y dos más grandes, que tienen una actitud de exaltación. En este mosaico se observan claras influencias bizantinas: el fondo es dorado y las figuras son esquemáticas y estereotipadas.
Cripta de San Germán de Auxerre
Las criptas carolingias son muy importantes porque en ellas se
realizaron numerosos experimentos sobre un posible abovedamiento en piedra que pudiera emplearse en futuros edificios románicos.
Eran semisubterráneas y cuadradas, no circulares como las paleocristianas o como serán las románicas.
Tenían pasillos laterales de entrada que daban acceso al testero de la cripta donde se abrían las capillas, en las que se guardaban las reliquias y podía incluso enterrarse algún personaje importante. Se encontraban justo debajo del gran presbiterio carolingio que casi siempre estaba cubierto con madera.
La cripta de San Germán de Auxerre estaba cubierta con bóveda de cañón corrida, pero otras, como la de San Medarde de Soissons, estaban cubiertas con bóvedas de aristas.
La Miniatura Carolingia
La miniatura o iluminación de manuscritos es una pieza fundamental en el Renacimiento Carolingio, y la producción de códices se incrementó acusadamente con el fin de recopilar al máximo posible todo el conocimiento de la época. Los scriptoria, por tanto, se dedicaron a elaborar numerosos manuscritos con ilustraciones de gran calidad.
La miniatura es la mejor expresión de que el arte carolingio se inspira en el arte de la Baja Antigüedad. Por ello, observamos un florecimiento extraordinario de las artes figurativas, ubicadas en sus tres dimensiones y con una buena proyección en el espacio. En el mundo de la Miniatura carolingia hubo cuatro principales escuelas:
Escuela palatina de Aquisgrán
Desarrolló su labora durante el último cuarto del siglo VIII. Esta escuela
sitúa a los personajes sobre fondos arquitectónicos muy recargados. Es una etapa inicial de la miniatura en la que se puede observar cómo los artistas de este taller buscan modelos en las fuentes clásicas, bizantinas e incluso del mundo anglosajón.
Los libros más representativos de esta escuela son el Evangeliario de Godestalc y los Evangelios de Ada.
Escuela de Ebbon de Reims:
Pertenece ya a tiempos de Ludovico Pío (o Luís el Piadoso), hijo de Carlomagno, del primer cuarto del siglo IX.
Es una escuela que se distingue por representar a los personajes en un espacio aéreo, es decir, en plena naturaleza y generalmente solos, aunque alguna vez aparecen agrupados.
Todos los personajes ofrecen una gran vivacidad en su expresión y el modelado no se realiza mediante trazos sino mediante el color: la línea desaparece y los colores se disponen en pequeños toques yuxtapuestos. Destaca el Evangeliario de Ebbon.
Escuela de Tours
Activa durante el segundo tercio del siglo IX. Es una escuela de gran sobriedad que imita fielmente el arte antiguo. Los colores son muy discretos, poco numerosos y especialmente realzados por el oro y la plata. Una derivación de esta escuela es la escuela de corte de Carlos I el Calvo, del último tercio del s. IX, con ejemplares como el Evangeliario de San Emerano de Ratisbona.
Taller de Drogo de Metz
Segunda mitad del s.IX. Se inspira en decoraciones murales o en mosaicos romanos del tipo de Santa Constanza. Así, las figuras son pequeñas y hay mucha vegetación
y ligeras construcciones recortadas sobre el fondo. Los colores suelen ser poco utilizados y la obra adquiere una gran elegancia. Destaca el Sacramentario de Drogo.
Cultura y arte
Se suele conocer a este periodo del entorno del año 800 con el nombre de Renacimiento carolingio, no tanto porque diera origen a algo similar al Renacimiento del siglo XV, sino por comparación con la decadencia cultural del periodo anterior.
Carlomagno (como la mayoría de los hombres de su tiempo, incluidos los nobles y muchos clérigos) no sabía leer, ni escribir, ni siquiera aritmética. No obstante, intentó elevar el nivel cultural del Imperio creando la Escuela Palatina de Aquisgrán, y puso en su dirección al célebre Alcuino de York. En ella se formaron él, sus hijos y todos los funcionarios de la corte.
Esta Escuela se convirtió en modelo para la fundación de otras en toda Europa. Divulgó las artes, las ciencias, las letras y todo el conocimiento de la Antigüedad con sus materias:
Trivium: retórica, gramática y dialéctica.
Quatrivium: geometría, astronomía, aritmética y música.
El arte carolingio estaba basado fundamentalmente en dos estilos: el arte clásico griego 1 y 2 y el arte cristiano, pero con algunas influencias de sus vecinos bizantino e islámico.
Escultura: Los ejemplos conservados son muy escasos, si bien las esculturas de marfil han sobrevivido y son de una gran belleza.
Arquitectura: La arquitectura carolingia se reflejaba en edificios religiosos y algunos palacios. Se caracteriza
por usar la planta de cruz latina de tres naves; arcos de medio punto, de herencia romana; cubiertas de madera; columnas con capiteles esquemáticos y pilares cuadrados y cruciformes.
Mosaicos y miniaturas: Entre las obras de arte más notables de esta época, sobresalen los mosaicos y las miniaturas que ilustran los Evangelios, además de la orfebrería que decoraba todos sus templos.
En materia cultural, Carlomagno procuro estimular el desarrollo de las letras y de las ciencias, decaídas por efecto de las luchas, a través de su propio ejemplo. A tal efecto, aprendió el latín y estudió la lengua germánica. Fundó escuelas y se rodeó de sabios, entre los cuales sobresalieron el teólogo Alcuino, nacido en Inglaterra, el lombardo Diácono y el germano Eginardo. Carlomagno asistió a la escuela que funcionó en su propio palacio de Aquisgrán, que mas bien tenía el carácter de una academia, donde se trataban y discutían temas de carácter científico y literario, basados en el estudio de las denominadas artes liberales, que comprendían el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el quadriuium (geometría, aritmética, astrología y música), según el método de lectura y comentario de textos. Paralelamente funcionaba una escuela para niños, que visitaba con frecuencia.
Hasta entonces eran pocos los que tenían una cultura clásica. Entre ellos sobresalían los monjes benedictinos, quienes fueron los más celosos custodios de
esa valiosa herencia. Este resurgimiento cultural ha sido llamado el renacimiento carolingi