SECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA Y NORMAL DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN BÁSICA LERDO PTE. No. 101, COL. CENTRO, TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO, C.P. 50000. TEL. 722 214 17 96, FAX. 722 214 68 60. www.edomex.gob.mx/dgeb DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN BÁSICA DOCUMENTO DE TRABAJO PRIMERA ETAPA
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Envío del Artículo No. 29: Al inicio del nuevo curso escolar, ¿qué retos impone la
nueva cartilla de evaluación 2012?
Artículo correspondiente al mes de
agosto-septiembre del 2012 Número: 29
Al inicio del nuevo curso escolar,
¿Qué retos impone la nueva cartilla de evaluación 2012? Dra. Laura Frade Rubio @
Este artículo está basado en dos nuevos libros que pronto saldrán a la venta: Elaboración de
exámenes para evaluar competencias y Competencias en el aula, que aborda la planeación y la
evaluación tomando como base el Acuerdo No. 592.
Para el curso escolar 2012 - 2013 se comenzará a utilizar la Cartilla de Evaluación 2012, misma
que impone una nueva lógica para evaluar y que emerge del Acuerdo No. 592 por el que se
establece la Articulación en la Educación Básica en México (DOF, SEP, 2011).
Esta articulación se refleja en el hecho de que para empezar ya no serán boletas aisladas que se
entreguen cada año a los niños y niñas cuando sean promovidos de grado, mismas que nadie
observa toda vez que ha sido promovido, sino que desde que inicia su educación preescolar
cada cartilla será un referente para el grado siguiente, de manera que a lo largo de los años vaya
formando su trayectoria y registro de aprendizaje. De hecho en la página oficial de la cartilla se
menciona que: "la evaluación del aprendizaje se concibe como un proceso que consiste en
valorar lo que los alumnos conocen y saben hacer al comenzar un ciclo escolar, un periodo de
trabajo o una secuencia de actividades, con respecto a los propósitos establecidos en el
programa educativo". Lo que implica que no es un proceso con miras finales en el que se
acredita al final de haber cursado el grado escolar, sino que más bien es un proceso recursivo
que inicia con el insumo que se ha producido en el año anterior como base del mismo.
El siguiente punto de cambio es que se impone una lógica más compleja que la que veníamos
utilizando, ya que se pasa de un proceso de medición exclusivamente cuantitativo a uno que
incluye ambas dimensiones, es cualitativo y cuantitativo a la vez, existe una relación entre
ambos, ya que lo que se logra en términos de calidad se refleja posteriormente en términos de
cantidad. Esto se identifica en que se incluyen 4 parámetros de medición: letras, descriptores del
desempeño de los niños y de las niñas en niveles, el apoyo requerido de acuerdo al resultado
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obtenido por los padres y madres, y finalmente el número que lo representa (confer. Cartilla de
evaluación, SEP):
Nivel de
desempeño
Descripción Colaboración requerida por parte
de la familia, docentes y
directivos
Equivalencia
con la escala
numérica
A Muestra un desempeño
destacado en los
aprendizajes esperados
de cada bloque.
Para conservar el nivel es
necesario conservar el apoyo que
se le brinda.
10
B Muestra un desempeño
satisfactorio en los
aprendizajes esperados
de cada bloque.
Necesita un esfuerzo adicional para
resolver las situaciones en las que
participa.
9/8
C Muestra un desempeño
suficiente en los
aprendizajes esperados
de cada bloque.
Requiere apoyo y asistencia
permanente para resolver las
situaciones en las que participa.
7/6
D Muestra un desempeño
elemental en los
aprendizajes esperados
de cada bloque.
Requiere apoyo, tutoría,
acompañamiento diferenciado y
permanente para resolver las
situaciones en las que participa.
5
No obstante, por la descripción subsiguiente al primer recuadro en cada boleta de la cartilla en el
que se describe el logro obtenido en cada asignatura, se infiere que la calificación más
importante será la letra relacionada a un nivel de desempeño que describe cómo están los niños
y niñas con respecto a su aprendizaje. Esto se observa en una matriz que incluye en la primera
columna el nivel de desempeño y en la siguiente cada asignatura con un círculo a tachar en el
número del bloque (I, II, III, IV y V). Sin embargo, con miras a obtener un promedio, esto se
traducirá en una calificación numérica que viene casi igual que como se utilizaba antes,
utilizando números del 5 al 10, para luego especificar los apoyos requeridos, y la calificación
obtenida en niveles para la lectura misma que también viene definida con sus descriptores.
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Lo que se observa en la boleta es un buen ejemplo del pensamiento complejo en el que se
identifican todos los elementos necesarios para evaluar a los niños y a las niñas en el Siglo XXI,
calidad, cantidad, descripción del apoyo, y la trayectoria que ha ido cursando el niño y la niña
como un antecedente, en el que si el maestro de secundaria lo desea podrá observar cómo le
fue desde preescolar, información que le servirá de base para detectar sus fortalezas y
debilidades, así como las oportunidades que puede tener como docente con un niño o niña que
apenas está conociendo.
La observación de la trayectoria que se va construyendo es también un indicador del enfoque
formativo de la evaluación que se adquiere a raíz del Acuerdo No. 592 en donde lo importante no
es acreditar el esfuerzo con un número, sino promover una cultura de aprendizaje de manera
que a partir de realizar un balance entre lo que se ha hecho y lo que se ha logrado con respecto
a las metas propuestas, en este caso las competencias y los aprendizajes esperados, se
identifiquen la decisiones que se tienen que tomar para mejorar de manera continua. Es decir
que el énfasis se encuentra en el aprendizaje que se logra por la retroalimentación posterior a la
evaluación, lo importante es aprender más y mejor y no sacarse una calificación, para lo cual él y
la docente juegan un papel relevante ya que deberán impulsar a los estudiantes a la mejora
continua.
Esto modifica el paradigma de evaluación de manera total, porque se pasa del esquema "pase
aunque sea de panzazo", a uno en el que lo importante "es aprender, aunque uno se saque 10".
Por ejemplo, antiguamente se pensaba que con un 6 en matemáticas ya se había acreditado el
curso y todo estaba bien, era suficiente, porque se había pasado, aunque el estudiante no
supiera restar, asunto que se perpetuaba a lo largo de toda su educación, se iba reproduciendo
grado con grado, de manera que pasaba y pasaba con los conocimientos que poseía sobre otros
temas, aunque nunca hubiera aprendió a restar, porque se conservó el mismo error a lo largo de
todo su proceso educativo, no se adquirió un conocimiento que era fundamental.
Otro fenómeno que se observaba es que el estudiante que sacaba 10 había llegado a la meta y
no había nada más que hacer. Recuerdo mucho una clase de orientación educativa en primero
de secundaria de una escuela privada, que al final del año escolar, la docente les dejó como
tarea individual qué pensaran en que tenían que mejorar el año siguiente, mientras todos
pensaban y escribían largas listas de mejoras, había dos estudiantes, un niño y una niña que no
hacían nada. Me acerqué y les pregunté que por qué no escribían a lo que me respondieron que
no tenían nada en qué mejorar porque se habían sacado puros dieces a lo largo de todo el año.
¡Caray, pensé! Pobres, con todo y su 10 tienen la metacognición dañada, la capacidad para
encontrar áreas de oportunidad y de mejora se perjudicó porque según ellos habían llegado a la
meta, no podían pensar en ser mejores.
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Por esto, el más importante cambio en el sistema de evaluación es el enfoque formativo, es
pensar que el centro de la evaluación es el aprendizaje y la mejora continua y no la acreditación
engañosa que no permite identificar el acierto para repetirlo y el error para evitarlo, superándose
y perfeccionándose de manera continua. Lo anterior, no quiere decir que se deje del lado el
aspecto sumativo, incluido el hecho de que se sí se incluirán los exámenes, sino más bien la
perspectiva, la mirada desde la cual se observa la evaluación.
No obstante, este enfoque que implica aprender y mejorar, y que además se observa desde una
visión compleja que incluye lo cualitativo y cuantitativo será difícil de llevar a cabo sino se
impulsa un sistema de evaluación que se implante en el aula desde el inicio de clases, porque
implica necesariamente la recopilación de la información y de la evidencia que permita identificar
las áreas de mejora, las oportunidades en las que se tiene y se debe intervenir e incidir para que
los estudiantes lo logren y que además incluya los cuatro momentos de la evaluación: el
diagnóstico o inicial, el formativo o de proceso, el sumativo o final y el implícito o continuo que
lleva a intervenir en el momento en que se necesita, identificando así lo que deberá hacer el
estudiante pero también el docente.
¿Qué sistema de evaluación se puede utilizar a nivel áulico que permita recopilar la información
y la evidencia? Entendemos por sistema el conjunto de elementos que articulados entre sí
producen un todo estructurado el que cada parte aporta información al mismo para su operación.
Por tanto hablar de un sistema de evaluación dentro del contexto del Acuerdo No. 592, implica
preguntarse: ¿cuáles son los elementos que se requieren para evaluar tomando en cuenta que
se busca desarrollar competencias en los estudiantes?
Básicamente y de forma matricial, los elementos son:
1. Las metas que buscan alcanzar.
2. Los actores que participan en el proceso: el y la estudiante y el o la docente.
3. La acción que realizan para hacerlo que incluye: un inicio, un proceso, un resultado y un
continuo.
4. Los instrumentos (comportamientos y productos realizados por el estudiante) y las
herramientas (realizadas por el docente para intervenir en su aprendizaje) que utilizan durante la
acción educativa para lograr las metas.
5. El análisis que se desprende de los mismos que permite identificar lo que se ha ganado y lo
que falta por hacer.
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6. El reporte que se emite con rasgos cualitativos y cuantitativos.
7. La retroalimentación que se genera a partir del mismo de manera en que se avance hacia el
logro total de las metas propuestas.
Estos elementos se combinan en una matriz que se articula a partir del enfoque formativo, es
decir que observa que se puede intervenir a lo largo de toda la dinámica para lograr el
aprendizaje de manera continua tal y como se observa a continuación.
Metas Momentos Actores Reporte/retroalimentación que se emite
Competencias finales y aprendizajes esperados
Instrumentos: lo que produce el estudiante
Herramienta: lo que hace el docente para incidir en el aprendizaje
Evaluación inicial: se identifica cómo llega, la línea base desde la cual se empieza
Se recopila lo que sabe hacer el estudiante de inicio, incluye el análisis de su cartilla de evaluación anterior al grado que ingresa, y un diagnóstico que permita identificar qué sabe hacer en contextos varios.
- Elaboración de un expediente personal que incluya la cartilla del curso anterior. -Observación de lo que sabe hacer en situaciones didácticas iniciales - Exámenes iniciales.
Evaluación diagnóstica inicial que determina las áreas de oportunidad y los aspectos de mejora, ya sea que se realice al inicio del ciclo o bien al comienzo de cada situación didáctica a lo largo del curso.
Evaluación formativa o de proceso, se identifica lo que va produciendo en el camino para aprender
Se recopila la información que se produce en los comportamientos y productos para encontrar la evidencia que demuestre su aprendizaje.
Se elaboran rúbricas holísticas que permitan establecer los criterios generales con los cuáles se evaluarán los comportamientos y productos que se van realizando.
Se identifica de manera constante en qué y cómo se tiene que intervenir para asegurar el resultado.
Evaluación sumativa o de
Se recopila la información que se produce en
Se utilizan rúbricas analíticas que establecen los
Se establece el nivel de desempeño al que ha llegado el estudiante.
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resultado, se identifica lo que ha logrado
comportamientos y en productos finales así como exámenes de varios tipos.
criterios con los cuáles se evaluarán los comportamientos y productos en los niveles de desempeño que se han establecido.
Se determinan las áreas de oportunidad y de mejora y se señala en qué se debe mejorar.
Evaluación implícita o continua, se identifica en qué aspectos clave se deberá intervenir
Se define la intervención que resulta clave para lograr el éxito, qué es lo más importante a observar y hacer.
Se utilizan mecanismos para ir recopilando la información.
Se analizan estos mecanismos para determinar el tipo de intervención, así como si esta es grupal o individual dependiendo de lo que se vaya observando.
Un sistema así implica que la evaluación no es un proceso que se realice al final del bloque, o al
final del curso, sino que es algo que se planea desde el inicio de clases, antes del ingreso los
docentes ya tienen que tener en claro como lo harán.
Desde esta perspectiva, existen varios retos que se derivan de la aplicación de un sistema que
considere tantos elementos. A continuación se describen los siguientes.
El primer reto es la clarificación de los conceptos relacionados al sistema de evaluación de
manera que se identifique que quiere decir cada uno, pero sobre todo los nuevos términos, entre
ellos la diferencia entre comportamiento, conducta, desempeño, producto, información y
evidencia:
Comportamiento: es lo que hace el estudiante, no es el desempeño, ni la conducta sino todo
lo que hace tanto consciente como inconscientemente.
Conducta: es el comportamiento que resulta de un estímulo.
Desempeño: es lo que hace el estudiante que resulta de un proceso cognitivo y emocional,
tiene una intención y un razonamiento previo.
Producto: es lo que hace el estudiante para aprender, es una actividad entregable, como un
dibujo, un resumen, un ensayo. Hay productos de proceso, como lo son un esquema y un
mapa conceptual, y productos finales, como un proyecto, una investigación y problema
resuelto.
Información se refiere a todo lo que sucede dentro y fuera del aula que puede afectar el
aprendizaje y que deberá ser considerado para atenderlo en la medida de lo posible. Por
ejemplo si los niños y niñas llegan muy inquietos y sudorosos del recreo y no se les deja tomar
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agua, difícilmente podrán poner atención, lo que bajará su aprendizaje. Dicha información es
múltiple y compleja, mientras más se recopile en mejores condiciones estará el docente para
evaluar lo que pasa.
Evidencia es aquello que demuestra que el estudiante ha adquirido el aprendizaje, no es el
producto, es lo que se observa en el mismo, por ejemplo la evidencia de aprendizaje es que
cuando escribe cualquier párrafo comienza a escribir con mayúscula, el producto es el cuento
que escribió.
Estos términos serían los básicos, pero también es necesario identificar la diferencia entre
evaluación diagnóstica, formativa, sumativa e implícita, así como entre rúbrica analítica y
holística y los niveles de desempeño, pero de esto hay ya mucho más avance y claridad entre
los docentes actualmente (confer. libros previos de la autora).
2. El segundo reto es identificar cómo se puede aplicar este sistema mediante un proceso
sencillo, asunto que se logra con un plan de evaluación que se diseñe al inicio de cada situación
didáctica de manera que se pueda recopilar la información de manera continua a lo largo de toda
la misma, o bien al inicio de cada bloque identificando cómo se podrá recopilar la información a
lo largo de dos meses, lo que implica planificar todas las situaciones didácticas de antemano. En
ambos casos se deberá planear qué tipo de comportamientos y de productos se deberán
recabar en el inicio, en el proceso y en el resultado, así como las rúbricas con los cuáles se van
a evaluar.
3. El tercer reto es identificar cómo se califican los comportamientos y productos en niveles de
desempeño de manera que no se caiga en un proceso arbitrario sino que sea realmente
científico, es decir objetivo, válido y confiable, que realmente evalúe lo que se da, se mida lo que
se quiere medir y se obtengan los mismos resultados en contextos distintos. Para lograrlo se
deben tener claro qué son los niveles de desempeño y cómo se pueden observar.
Un nivel de desempeño define qué tan bien hace algo el sujeto, en este caso los aprendizajes
esperados que son la unidad básica de evaluación de los nuevos planes y programas de estudio.
Observan como su nombre lo indica el desempeño, lo que el sujeto sabe hacer con conciencia
frente a una situación o contexto, lo que implica que además tiene una intención determinada. El
desempeño por tanto no es una conducta que se emite sin saber, o un comportamiento del que
no se sabe cuál es la intención o la meta que se persigue aunque otro lo observe.
Por lo tanto, los niveles de desempeño identifican en qué grado el sujeto sabe hacer algo, pero
al observarlo el evaluador lo puede hacer desde una perspectiva distinta, así uno puede
observar el desempeño desde diferentes categorías, por ejemplo:
Cumplimiento, cumple o no cumple lo que se identifica en dos niveles de desempeño.
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Eficacia: resuelve o no resuelve la problemática que enfrenta, lo que brinda al menos cuatro
niveles: i) resuelve con innovación, ii) resuelve satisfaciendo la demanda, es decir cumple con
lo que se le pide, iii) resuelve como puede, a lo mejor sin saber pero resuelve y sale adelante,
o bien iv) no resuelve o si lo hace requiere de ayuda externa.
Eficiencia: resuelve en tiempo y forma, lo que implica que lo hace rápido y bien, así puede
tener un nivel máximo porque atiende a 40 clientes por día, o bien medio porque sólo atiende
a 20, o bien bajo porque sólo puede con 10. Generalmente se usa en condiciones laborales y
casi siempre se estructura en 3 niveles, aunque pueden ser más dependiendo de la decisión
del evaluador.
Autonomía: que identifica qué tanto resuelve por sí mismo, lo que lleva a establecer al menos
4 niveles: i) cuando resuelve de manera independiente y sin ayuda, a tal grado que hace
aportaciones propias, ii) resuelve conociendo pero sin aportar y puede tener errores, iii) lo
hace con algo de ayuda, o bien iv) requiere de un apoyo externo total para lograrlo.
La Cartilla de Evaluación 2012 ha establecido los niveles de desempeño desde una perspectiva
en la que el desempeño de los niños y niñas se observa por la autonomía que tienen en el
dominio de los aprendizajes esperados, de manera que los niveles son: destacado, satisfactorio,
suficiente y elemental, y cada uno se encuentra caracterizado por una definición que está
relacionada al apoyo que requieren, así el destacado sólo debe continuar con el apoyo que ya
tiene, pero el elemental deberá tener tutoría para salir adelante.
Esto resulta difícil de observar en el aula porque la pregunta es: ¿cómo se pueden caracterizar
los niveles de desempeño en comportamientos y productos de una manera más específica, sin
caer, en arbitrariedades o bien nuevamente en números que califiquen sin identificar las
cualidades que realmente emergen del desempeño que realizan los estudiantes?
Una manera de hacerlo es describiendo las características que podría tener el desempeño de los
sujetos en cada nivel, de manera que por la descripción de lo que hacen, se ubiquen los
comportamientos y los productos en cada uno, al hacerlo así se podrán dar recomendaciones
sobre lo que sigue. Esto implica caracterizar cada nivel; para hacerlo se debe responder a la
pregunta: ¿qué sabe hacer el estudiante en cada nivel de desempeño a diferencia del resto, por
qué se caracteriza cada uno, es decir cuáles son las características que se observan en cada
nivel, valga la redundancia?
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Una propuesta de caracterización de cada nivel de desempeño pudiera ser la siguiente:
Nivel Lo que se supone debe hacer en este nivel
Destacado Es creativo, original, y resuelve más allá de lo que el común de sus compañeros hace.
Sabe, conoce, y utiliza conocimientos de varias asignaturas para resolver, crear y
proponer. Cumple más allá de la tarea o demanda solicitada, brinda nuevos
elementos, ideas e innovaciones. Domina los aprendizajes esperados establecidos en
la asignatura. Realiza las actividades por sí mismo y con independencia, sin errores, o
casi sin errores. Las actividades que hace implican acciones en las que el sujeto
elabora con argumentación (razones, causas, procesos, resultados, consecuencias,
impactos, actores, hechos, fechas, elementos), resuelve problemas con
conocimientos, operaciones y procesos en los que analiza, ordena, organiza, clasifica,
inferir, interpretar, sintetizar, elaborar hipótesis y comprobarlas. Aplica reglas,
procedimientos y procesos con algunos errores tanto en los productos que realiza
como en sus comportamientos. Puede ser honesto, trabajador, crítico, creativo,
propositivo. Destaca por que cumple con lo que se le solicita.
Suficiente Realiza actividades pero requiere apoyo y ayuda para hacerlo, lo que se observa en
que tiene múltiples errores que puede corregir cuando se le señalan dónde están y
cuáles son dándole pistas para que los corrija, ya que por si mismo no los puede
corregir. Puede escribir textos con apoyo, resolver problemas con ayuda, identificar los
conocimientos, conceptos y nociones que necesita para hacerlo, decir cuáles son y
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proceder a aplicarlos, pero tal vez no llegue al resultado correcto porque le faltan
detalles que todavía no domina de los conocimientos que debe tener, así como una
profundidad en los elementos de su análisis que le permitan llegar al resultado
correcto. Distingue qué reglas y procesos se aplican en cada caso pero suele
equivocarse. Conoce los reglamentos, y puede reconocer cuando se equivoca con
respecto a la aplicación de los mismos, es decir que requiere de apoyo externo para
aplicarlos. Destaca porque su desempeño necesita ayuda externa o una guía pero
cuando se le brinda entonces logra la meta.
Elemental Cuenta con nociones, ideas y conceptos básicos para hacer las cosas, tiene una idea,
algunos conocimientos, pero requiere dirección constante para usarlos y aplicarlos por
sí mismo, necesita que le digan lo que tiene que hacer, los pasos que debe llevar a
cabo, los procedimientos detallados, así como que le señalen los errores que tiene y le
den pistas para corregirlos o bien una explicación guiada paso por paso, o un
modelaje externo para poder hacer, resolver y corregir. Depende de otros para llegar a
la meta. No puede resolver sin ayuda y sin apoyo. Es decir que requiere de ayuda
mediante varias herramientas que pueden ser explicaciones detalladas, materiales,
libros, guías, consejos, avisos, recordatorios, organizadores varios o bien que alguien
externo le modele la tarea para identificar los pasos que necesita dar. No puede
aplicar reglas, procesos y procedimientos sin ayuda y apoyo externo. Destaca porque
existe una dependencia sistemática de ayuda externa para lograrlo, sin ésta no sale
adelante.
Obviamente que para cada producto o comportamiento no se utilizan todos estos criterios para
evaluarlos, y que en algunas asignaturas algunos tendrán unas características y en otras serán
diferentes, pero lo importante es establecer una caracterización que permita ubicar un
comportamiento o trabajo realizado dentro de cada nivel, lo que ayuda para diseñar las rúbricas
de productos de proceso o bien de productos finales de acuerdo con los mismos.
Además, en estas caracterizaciones se encuentran todos los procesos y procedimientos
diseñados de manera conjunta, es decir no hay separación entre lo cognitivo, motriz y valoral. No
obstante, esto no quiere decir que los estudiantes lo tengan todo, sino que en cada nivel se
ofrece un menú de opciones que permite clasificar los comportamientos y productos de manera
general para que el docente haga las adecuaciones en lo particular, así en algunos procesos
actitudinales podrá contar con un nivel mientras que en otros de índole más cognitivo tendrá
otros.
Por ejemplo, la rúbrica de un cuento en 3º de primaria, producto de la asignatura de español,
que toma como base estas caracterizaciones pudiera ser la siguiente:
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Aprendizajes esperados:
Identifica las características de personajes, y escenarios, y establece su importancia en el
cuento.
Usa palabras y frases adjetivas y adverbiales para describir personas, lugares y acciones.
Criterios de evaluación:
Nivel Descripción del nivel de desempeño en un cuento Calificación
Destacado Cuenta una historia que tiene inicio, desarrollo, cierre en los que
actúan varios personajes que se han descrito. Identifica las
características de personajes, y escenarios, y establece su
importancia en el cuento. Usa palabras y frases adjetivas y
adverbiales para describir personas, lugares y acciones. Utiliza
las reglas de redacción y ortografía que conoce. El cuento es
original y único, es decir no se basa en narraciones existentes y
conocidas. Escribe con letra que se entiende en un espacio
determinado como un renglón y sin tachaduras, enmendaduras y
borrones.
A, 10
Satisfactorio Cuenta una historia que tiene inicio, desarrollo y cierre, identifica
personajes y escenarios y los describe con adjetivos y adverbios.
Se parece a otras historias conocidas, existen más de 5 errores
en la redacción y en la ortografía que ya se supone conoce, pero
cuando se le señalan las corrige por sí mismo. Escribe con letra
legible, es decir que se entiende y se encuentra dentro de un
espacio determinado, el renglón.
B, 9-8
Suficiente Cuenta una historia que no tiene secuencia, aunque se aprecian
dos de los elementos: inicio con desarrollo sin fin, inicio con fin
sin desarrollo. Los personajes no están claros, es decir no se
sabe lo que hace cada uno en la historia porque existen
repeticiones que hacen algunas veces unos y otras veces otros,
o bien los nombres se confunden. No describe un escenario pero
dice un lugar en el que se desarrolla. Cuesta trabajo comprender
lo que escribe porque su escrito cuenta con manchones y
tachones, y tienen más de 10 errores de redacción y ortografía
C, 7-6
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sobre reglas que ya deberían conocer.
Elemental Escribe algunas oraciones que intentan ser un cuento, lo que se
demuestra en que se describen elementos de alguna historia,
pero no hay inicio, desarrollo y cierre, hay varios escenarios de
manera que no queda claro el lugar y los personajes se
confunden porque no se describe quiénes son y qué hacen. No
escribe en un espacio determinado, cuesta comprender la letra, y
existen errores en la escritura que tienen que ver con la
separación de las palabras, hay omisiones, sustituciones en las
letras, todavía no existe una relación biunívoca entre las letras y
los fonemas. Requiere de apoyo externo para armar la historia,
organizarla y aún utiliza dibujos para representar lo que quiere,
pero cuenta con una noción de lo que es un cuento e intenta
contar uno propio.
D-5
Queda claro que a lo mejor el o la docente no hará algo tan largo, pero algo similar evitaría la
arbitrariedad, de manera que al contar con criterios claros evitará el uso de la subjetividad al
evaluar. El asunto es partir de una caracterización muy general, aplicable a múltiples
comportamientos y productos se pueda identificar el nivel de desempeño pero también la
retroalimentación necesaria para llevar a cabo una evaluación objetiva, válida y confiable y evitar
con ello la identificación de trabajos, comportamientos y productos de manera similar cuando en
realidad no lo son, o bien etiquetarlos sin contar con criterios que permitan emitir un juicio
objetivo, real y no subjetivo.
En suma, la nueva Cartilla de Evaluación impone nuevos retos a los docentes, pero éstos se
pueden superar si se cuenta con un sistema efectivo y eficiente que sea diseñado y aplicable
desde el inicio de clases, desde que comienza el curso escolar, de manera que al establecer
normas, criterios, mecanismos y procedimientos los estudiantes puedan predecir lo que
sucederá. Este ambiente predictivo mejora el aprendizaje, porque establece una lógica de
antecedente y consecuente, en la que el estudiante aprende a pensar: "si hago esto, pasa esto".
Cuando esto sucede se asegura el éxito en el corto, mediano y largo plazo.
Referencias bibliográficas:
Frade Laura, 2012. Competencias en el aula, planeación y evaluación tomando como base el
Acuerdo No. 592, Mediación de Calidad, S. A. de C.V., México, D. F.
Frade Laura, 2012. Elaboración de exámenes para evaluar competencias, Mediación de Calidad,
S. A. de C. V., México, D. F.
32
Sabías que...
Lo más importante en la evaluación formativa es el proceso cualitativo aunque éste se
represente por una cantidad, es decir que el énfasis está en la observación de las características
que se emiten en el proceso para detectar lo que se debe hacer para llegar a la meta que en
este caso son las competencias y los aprendizajes esperados. Identificar esto cómo la médula
del quehacer docente evitará caer en el viejo paradigma en el que los estudiantes se diferencian
por el número de errores que realizan. La diferencia actual deberá estar en lo que hacen y cómo
lo hacen.
Esto supone un reto porque deben existir puntos de corte, es decir diferenciaciones claras entre
las características que permitan identificar el nivel de desempeño de un estudiante como distinto
de otro que no caigan en la subjetividad, de ahí la necesidad de definirlos.
Si se parte del análisis de la diferencia en lo que hacen y cómo lo hacen, entonces la calificación
que se brinde también podrá serlo, evitando así lo que decía un docente, que el 7 termina
poniéndosele al trabajo que parece más feo sin que necesariamente exista un criterio objetivo
para calificarlo.
Consejos prácticos para evaluar tomando en cuenta la nueva cartilla de evaluación desde
el principio
1. Parte de conceptos claros, para empezar deberás tener definiciones sobre lo que es y no es
cada elemento y aspectos en la evaluación.
2. Realiza un plan de evaluación al inicio de cada situación didáctica, de manera que tengas
claro cómo se evaluará al inicio, en el proceso y en el resultado, y que se deberá observar en el
continuo para incidir y lograr la meta, estableciendo los comportamientos y productos que se
evaluarán con las rúbricas que permitan identificar los criterios que se requieren para evaluar. En
este plan identifica los criterios de fondo (qué tan profundo se observará la temática), forma
(cómo se presentará), calidad (qué aspectos valorales se observarán y motrices si son
necesarios) y cantidad (cuánto se deberá hacer y qué tanto valdrá).
3. Caracteriza los niveles de desempeño con los cuales evaluarás los comportamientos y
productos, defiendo qué es lo que se hace en el nivel destacado, satisfactorio, suficiente y
elemental, sin utilizar adjetivos y adverbios, de manera que al hacerlo puedas identificar de
manera clara la diferencia entre lo que hace un estudiante y lo que hace otro que corresponde a
otro nivel, y si llegas a utilizarlos defínelos. Por ejemplo no se vale decir: letra bonita, porque lo
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bonito para el estudiante a veces no es bonito para el docente, es mejor decir: letra legible, lo
que quiere decir que el docente la entienda. Así se está definiendo el adjetivo de una manera
clara que no deja dudas sobre lo que se quiere que se lleve a cabo.
4. RETROALIMENTA, lo más importante de todo el proceso es la retroalimentación es decir qué
se le dice al estudiante para mejorar, y cómo se le dice para mejorar su aprendizaje,
identificando que todo error que se cometa es una oportunidad de aprendizaje y detectando que
aún sacándose 10 el estudiante siempre tendrá áreas o aspectos que lo lleven a mejorar. Cabe
señalar que las mejores formas para retroalimentar son: los señalamientos o marcaje, las
preguntas, el modelaje y las explicaciones (Frade, 2012).
Es decir que cuando se retroalimenta se debe señalar el error con círculos y decir: "Aquí hay un
error, corrígelo". Esto permitirá desarrollar la metacognición, ya que el estudiante hará el
esfuerzo por identificar dónde está, en qué se equivocó y que deberá hacer para corregirlo. Si no
puede, se le pueden hacer preguntas que lo lleven a encontrar la solución, si todavía no puede
entonces se puede explicar o bien se puede modelar la tarea, trabajo o actividad para que vea
cómo se hace y luego la realice por sí mismo. El asunto es darle chance para que identifique qué
es lo que está mal de manera independiente, por sí mismo.
Otro aspecto importante es encontrar el máximo de errores y equivocaciones en el proceso de
manera que cuando lleguen al resultado ya no los realicen, esto implica un docente satelital, que
circule por el salón mientras los niños y niñas trabajan observando lo que hacen, de manera que
cuando vea los errores intervenga, haciendo señalamientos, marcajes, modelando o bien dando
explicaciones.
5. Nunca se debe ridiculizar el error, aprender del error es una oportunidad de aprendizaje, es
crear una cultura en la que se acepta que de todo se aprende y que todo se supera. Esto no
implica dejar de señalar los errores, sino más bien cómo se establece una relación de
retroalimentación que no los permita y los utilice para aprender, lo que no implica que se les
evada pero tampoco que se usen como coyuntura para hacer daño, insultar, poner nombres u
orejas de burro como se hacía antes. El asunto es más bien detectar el error para corregirlo con
la retroalimentación y festejar al máximo su corrección, el aprendizaje logrado después de
haberlo corregido.
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ANEXO 3
PRÓLOGO
(Serie: Herramientas para la Evaluación en Educación Básica)
La evaluación de los aprendizajes es una de las tareas de mayor complejidad que
realizan los docentes, tanto por el proceso que implica, como por las consecuencias que
tieneemitir juicios sobre los logros de aprendizaje de los alumnos. Por esta razón, quise
iniciar el prólogo con la cita de Rebeca Anijovich, ya que acercarse y profundizar en la
evaluación de los aprendizajes sólo es posible si se hacen conscientes las emociones
que involucra, la forma en que se enseña y en la que aprenden los alumnos, los valores
implicados, las consecuencias que puede tener respecto de la inclusión y la exclusión y,
sobre todo, responder honestamente si se confía en la capacidad de aprender de todos
y cada uno de los alumnos.
Esta reflexión es importante debido a que en el proceso de la RIEB la evaluación de los
aprendizajes de los alumnos de los tres niveles que integran la educación básica es un
elemento que está directamente relacionado con la manera en que se desarrolle el
currículo en las aulas y las escuelas.
Tal como lo establece el Plan de estudios 2011, se debe “evaluar para aprender”. En la
actualidad, se insiste en la importancia de que el propósito de la evaluación en el aula
sea mejorar el aprendizaje y desempeño de los alumnos mediante la creación constante
de mejores oportunidades para aprender, a partir de los resultados que aquéllos
obtienen en cada una de las evaluaciones que presentan durante un ciclo escolar.
Significa dejar atrás el papel sancionador y el carácter exclusivamente conclusivo o
sumativo de la evaluación de aprendizajes, por uno más interesado en conocer por qué
los alumnos se equivocan o tienen fallas para que, una vez identificadas las causas, sea
posible ayudarlos a superarlas. En esto consiste lo que hemos denominado el enfoque
formativo de la evaluación de los aprendizajes.
Además de lo establecido en el Plan de estudios 2011, la frase “evaluar para aprender”
remite a la posibilidad de que todos los que participan en el proceso de evaluación
aprendan de sus resultados. no sólo hace referencia a los alumnos y sus aprendizajes,
también se dirige a las educadoras, las maestras y los maestros, quienes con los
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procesos de evaluación tienen la oportunidad de mejorar la enseñanza, al adecuarla a
las necesidades de aprendizaje de sus alumnos. en este sentido, la evaluación también
es una herramienta para mejorar la práctica docente.
Por lo anterior, se elaboró esta serie de materiales de apoyo para los docentes titulada
Herramientas para la evaluación en Educación Básica, cuyo propósito principal es invitar
a educadoras, maestras y maestros a reflexionar acerca de qué evalúan, cómo lo hacen
y, sobre todo, cuál es el sentido de la evaluación de los aprendizajes, con el fin de que
esta reflexión sea la base para mejorar sus prácticas evaluativas y les permita ser cada
día mejores docentes. Sólo es posible innovar cuando se reconoce la manera en que se
han realizado ciertas acciones, y para innovar en la evaluación es necesario que cada
uno de nosotros tome como punto de partida su propia tradición.
La serie consta de cinco textos:
1. El enfoque formativo de la evaluación
2. La evaluación durante el ciclo escolar
3. Los elementos del currículo en el contexto del enfoque formativo de la evaluación
4. Las estrategias y los instrumentos de evaluación desde el enfoque formativo
5. La comunicación de los logros de aprendizaje de los alumnos desde el enfoque
formativo.
En el primer texto se aborda la conceptualización del enfoque formativo de la evaluación
de los aprendizajes, y se explica con mayor profundidad en qué consiste, cuáles son los
pasos que se deben seguir cuando se evalúa y cuáles son los tipos de evaluación que
se llevan a cabo, entre otros temas principales. en el segundo se hace un análisis del
papel de la evaluación durante el ciclo escolar y se brindan sugerencias para dar
seguimiento a los alumnos que a lo largo del ciclo van presentando algún rezago
respecto del resto del grupo. en el tercero se ofrece una mirada desde la evaluación a
los elementos del currículo para centrarse en cómo evaluar los aprendizajes esperados.
En el cuarto se presentan diversas estrategias e instrumentos de evaluación conforme a
lo establecido en los programas de estudio y se dan sugerencias de cómo elaborarlos,
también se identifica qué es lo que permite evaluar cada uno de ellos. Finalmente, en el
quinto se abordan los temas relacionados con la comunicación de los logros de
aprendizaje, desde la retroalimentación en clase hasta el informe oficial que se brinda a
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través de la cartilla de educación básica, y se plantean propuestas de cómo hacer de la
comunicación una herramienta para mejorar los logros de aprendizaje.
Como puede apreciarse, estos textos, en su conjunto, hacen un recorrido desde la
conceptualización hasta la comunicación de resultados, con el fin de que los docentes
cuenten con los elementos y las sugerencias necesarias para mejorar la forma en que
llevan a cabo la evaluación de los aprendizajes en el aula y la escuela.
Este conjunto de materiales de evaluación de aprendizajes favorecerá el interés por este
ámbito profesional de los docentes, que es tan importante, y por otros materiales sobre
el tema que permitan profundizar en distintos aspectos de la evaluación.
Para ello, resultará fundamental contar con las experiencias y opiniones de los propios
docentes para orientar las reflexiones respecto de la evaluación.
Como maestra e investigadora, quiero expresar mi agradecimiento por haberme invitado
a reflexionar sobre el tema con los colegas de la Subsecretaría de Educación Básica,
pues reconozco que la evaluación de los aprendizajes escolares es una labor de las
educadoras, las maestras y los maestros frente a grupo, porque son quienes mejor
conocen a los alumnos y quienes cuentan con la información necesaria para desarrollar
esta tarea.
Varias de las conclusiones a que llegamos en esas conversaciones, están ahora en
estos textos. Por ello, espero que los docentes de los tres niveles que integran la
educación básica encuentren respuestas en ellos y se formulen nuevas preguntas que
los lleven a profundizar su propio aprendizaje y a mejorar su enseñanza. Sin duda, la
evaluación no puede ser un apéndice de la enseñanza, es parte de la enseñanza y del
aprendizaje.
Margarita Zorrilla Fierro.
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ANEXO 4
III Sugerencias para utilizarlos elementos curriculares en el enfoque formativo de
la evaluación
(Serie: Herramientas para la Evaluación en Educación Básica)
En los programas de estudio 2011 se manifiestan los procesos graduales del aprendizaje para cada
campo formativo en el de preescolar y para cada asignatura en el caso de primaria y secundaria. Estos
procesos se abordan desde una perspectiva congruente con las características, los niveles de desarrollo y
el aprendizaje de los alumnos.
Establecer criterios para evaluar es una de las tareas más complejas dentro del proceso de evaluación.
Cuando no se definen, se tiene el riesgo de reducir la evaluación a una acción de resultado en la cual sólo
se establece el grado de logro o de insuficiencia de los aprendizajes sin observar el proceso; por esta
razón, es necesario definir los criterios de evaluación a partir de los aprendizajes esperados, lo que
permitirá valorar las evidencias de desempeño.
En esta sección se presentan algunos ejemplos acerca de cómo se pueden emplear los referentes
curriculares en situaciones de evaluación.
Referencias curriculares para realizar la evaluación en Español
La asignatura de español en primaria y secundaria está organizada con base en prácticas sociales del
lenguaje en las que se desarrolla un proyecto específico asociado a un ámbito: Estudio, literatura o
Participación social. Para cada proyecto, el programa de estudio establece: el tipo de texto oral o escrito
que se analizará o producirá, las competencias que se espera favorecer, los aprendizajes esperados, las
producciones parciales, los temas de reflexión y el producto final por obtener.
Para tener evidencia del logro de los aprendizajes esperados, se debe identificar el vínculo que hay entre
el producto final y la práctica social del lenguaje, el o los temas de reflexión y el aprendizaje esperado.
Esta vinculación permitirá identificar productos parciales en los que se hacen evidentes algunos aspectos
de los temas de reflexión involucrados en los aprendizajes esperados y que por tanto puede funcionar
como evidencia de aprendizaje.
Por ejemplo, en el bloque III de español, segundo grado de secundaria (tabla 5), se expresa como uno de
los aprendizajes esperados: Selecciona datos y sucesos más importantes de la vida de un personaje. Este
aprendizaje se relaciona de manera directa con el tema de reflexión “Pasajes y sucesos más importantes
de la vida de un personaje”, y con dos productos parciales: “lista de preguntas de aspectos interesantes
acerca de la vida de un autor literario” y “reconstrucción, a través de esquemas o líneas del tiempo, de la
vida de la persona que recuperen los datos más relevantes de la indagación realizada” (SEP, 2011:69).
Además, el programa ofrece productos parciales con algunos indicadores de lo que podría considerarse
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datos importantes: época, principales sucesos de su vida, hechos históricos paralelos, principales
personas que influyeron en su vida.
De esta manera, como parte de la evaluación en el desarrollo de la secuencia, pueden reunirse evidencias
acerca de lo que inicialmente el alumno consideró que podrían ser aspectos interesantes de la vida de un
personaje y de cómo evolucionó esta intuición inicial a partir de las actividades; además, como parte de la
evaluación sumativa se podrá valorar en qué medida el alumno fue capaz de seleccionar esos datos e
introducirlos en el texto generado como producto final.
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Las evidencias del logro del aprendizaje esperado deben establecerse en las actividades
diseñadas por el docente en su planificación, considerando los distintos elementos que ofrece el
programa, lo que implica tener claridad acerca del propósito de cada actividad y de su función
dentro de la secuencia didáctica.
Referencias curriculares para realizar la evaluación en Matemáticas
Los programas de estudio de Matemáticas se organizan en ejes, temas, contenidos y
aprendizajes esperados por evaluar en cada uno de los bloques. Los contenidos dan sustento a
los aprendizajes esperados; por ello, para evaluar el aprendizaje esperado que se enuncia en
cada bloque se requiere identificar los contenidos que constituyen el aprendizaje.
Por ejemplo, en el bloque IV del programa de Matemáticas de quinto grado de primaria (tabla 6),
se enuncia el aprendizaje esperado: Identifica problemas que se pueden resolver con una
división y utiliza el algoritmo convencional en los casos en que sea necesario. en este ejemplo, el
aprendizaje esperado tiene un vínculo directo con el contenido “análisis de las relaciones entre la
multiplicación y la división como operaciones inversas”, que se ubica en el eje “Sentido numérico
y pensamiento algebraico” con el tema “Problemas multiplicativos”.
El proceso de construcción de conocimientos, habilidades, actitudes y valores involucrados en
los aprendizajes esperados de Matemáticas va más allá de las actividades que puedan
desarrollarse en un bloque, de hecho, a lo largo de los cinco bloques, los contenidos están
organizados de manera que los alumnos acceden a ideas y recursos matemáticos cada vez más
complejos, a la vez que relacionan lo que ya saben con lo que están por aprender (SEP,
2011f:27).
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Tabla 6. Aprendizajes esperados en Matemáticas en quinto grado de primaria
La evaluación desde el enfoque formativo debe fijarse mucho más en el proceso que en el
resultado; por ello, es necesario observar cómo avanzan los alumnos en los aprendizajes, qué
entienden del problema o situación que se plantea, que solución encuentran o cómo verifican la
respuesta o si se plantean otras preguntas.
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Referencias curriculares para realizar la evaluación en Ciencias con énfasis en Biología
El programa de ciencias con énfasis en biología está organizado en cinco bloques, los cuales
enuncian las competencias que se favorecen, los aprendizajes esperados y los contenidos que
se abordarán. Además, en el enfoque didáctico de la asignatura se establecen habilidades,
actitudes y valores que se deben favorecer (tabla 7), así como las modalidades de trabajo,
destacando el papel del alumno y del docente para propiciar la formación científica básica.
Como en otras asignaturas, la evaluación debe centrarse en los aprendizajes esperados, por lo
que el análisis de los aprendizajes relacionados con los contenidos permitirá advertir que en
ellos se ponen en práctica, de manera intrínseca, habilidades, actitudes y valores de la
asignatura.
Por ejemplo, en el bloque I del programa de ciencias con énfasis en biología, correspondiente al
primer grado de secundaria (tabla 8), se establece como primer aprendizaje esperado: Se
reconoce como parte de la biodiversidad al comparar sus características con las de otros seres
vivos, e identificar la unidad y diversidad en relación con las funciones vitales; para su logro es
necesario plantear una secuencia didáctica que considere su contexto, es decir, el ámbito al que
pertenece, que en este caso es Biodiversidad y protección del ambiente,
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Tabla 7. Habilidades, actitudes y valores propuestos en el programa de estudio de Ciencias
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y la descripción del bloque en que se establece (bloque I). en dicha secuencia didáctica se
deberá promover que el alumno analice, compare e identifique semejanzas y diferencias entre
los seres vivos, desde la perspectiva personal, en particular las que comparte con los demás
seres vivos: semejanzas o unidad en funciones vitales como la nutrición, respiración y
reproducción, y aprecie las diferencias o diversidad en sus expresiones. esto es, todo los seres
vivos nos nutrimos, respiramos, nos reproducimos, pero lo hacemos de diferente manera.
El logro de este aprendizaje esperado implica el desarrollo de las habilidades de comparación,
contrastación y clasificación. En consecuencia, estas habilidades que los alumnos ponen en
práctica serán uno de los elementos que se debe considerar en la evaluación del procedimiento,
mediante el cual un alumno identifica la “unidad y diversidad en relación con las funciones
vitales”.
En cuanto a las actitudes y los valores que se deben fortalecer, el programa plantea la curiosidad
y el interés por conocer el respeto por la biodiversidad, el reconocimiento de la ciencia como
actividad colectiva y la disposición para el trabajo colaborativo. Esto indica que en la selección
de estrategias se deberá estimular la curiosidad y en la organización del grupo se deberá
privilegiar el trabajo colaborativo, ya que con ello se ampliarán las oportunidades para
acompañar, observar, valorar y retroalimentar al alumno.
Para trasladar este ejemplo a otras asignaturas, se puede decir que la evaluación de
habilidades, actitudes y valores forma parte de la evaluación de un aprendizaje esperado y que
estos elementos se desarrollan mediante las actividades de aprendizaje.
Referencias curriculares para realizar la evaluación en Formación Cívica y Ética
Las referencias curriculares que los docentes deberán considerar para evaluar son los
aprendizajes esperados referidos en los programas, ya que son indicadores que permiten valorar
el desempeño de los alumnos y facilitan a los docentes la identificación de los aprendizajes de
los alumnos en cada grado y, de manera transversal y progresiva, en toda la educación básica.
Muchas de las acciones que los alumnos realizan durante el trabajo de un bloque pueden
propiciar la manifestación de algunos aprendizajes esperados, por lo que estos últimos no son
un producto final, sino que forman parte de un proceso. De modo que en la evaluación se debe
enfatizar en los procesos y no únicamente en los productos y los ámbitos (tabla 9).
Debido a la singularidad de cada alumno, los aprendizajes esperados no se expresan de manera
homogénea ni simultánea. El conocimiento que el docente tiene de la diversidad de rasgos de
sus alumnos contribuirá a ejercer una mirada abierta y flexible respecto a sus logros.
Entre las características que la evaluación debe tener en esta asignatura se encuentran:
• Que se desarrolle en torno a las actividades de aprendizaje que realizan los alumnos.
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• Que proporcione información para reflexionar y tomar decisiones sobre el tipo de estrategias y
recursos que es necesario introducir o modificar.
• Que involucre a los alumnos en la valoración de sus aprendizajes para identificar dificultades y
establecer compromisos con su mejora paulatina.
• Que contemple al aprendizaje y al desarrollo de las competencias cívicas y éticas como un
proceso heterogéneo y diverso en cada alumno, que puede expresar saltos yretrocesos en lo
que se requiere respetar la diversidad de formas de aprender.
• Que tome en cuenta los aprendizajes esperados que se plantean en cada bloque como
referencias de lo que los alumnos deben saber y saber hacer al término del mismo.
• Que considere la disposición de los alumnos para construir sus propios valores, respetar los de
los demás y participar en la construcción de valores colectivos.
La tarea de evaluar requiere que el docente considere diversas estrategias e instrumentos que le
permitan obtener información sobre los aspectos que favorecen o dificultan a los alumnos
avanzar en el desarrollo de las competencias cívicas y éticas. La evaluación puede hacerse
tanto de producciones como de la participación en clase. A continuación se sugieren algunos
recursos para la evaluación:
• Producciones escritas y gráficas elaboradas por los alumnos en las que argumenten su postura
ante diversas situaciones, también pueden expresar su perspectiva y sus sentimientos.
• Proyectos colectivos de búsqueda de información, identificación de problemáticas y formulación
de alternativas de solución.
• Esquemas y mapas conceptuales que permitan ponderar la comprensión, la formulación de
argumentos y las explicaciones.
• Registros y cuadros de actitudes de los alumnos observadas en actividades colectivas.
• Rúbricas que den cuenta de los aspectos que se evalúan y del nivel de desempeño logrado.
• Portafolios y carpetas de los trabajos desarrollados por los alumnos en cada bloque, en los que
sea posible identificar diversos aspectos de sus aprendizajes.
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Para desarrollar las competencias cívicas y éticas se requiere de un trabajo que contribuya a
enfrentar retos y resolver problemas. En este sentido, conviene realizar la evaluación de los
aprendizajes en función del alumno, considerando diferentes formas de evaluación que incluyen
la heteroevaluación, la coevaluación o la autoevaluación.
Debe mencionarse que la valoración no puede limitarse a la observación de una sola variable en
los procesos o los resultados, por lo que es necesario tomar en cuenta diversas estrategias y
recursos que permitan obtener información sobre los aspectos que favorecen o dificultan el
desarrollo de las competencias cívicas y éticas, y que inciden en los aprendizajes de las niñas y
los niños y en sus competencias para la vida.
En la asignatura, el trabajo de un bloque puede dar lugar a la expresión del logro de los
aprendizajes esperados, manifestados a partir de la apropiación de los contenidos, el desarrollo
de habilidades y al asumir actitudes ante situaciones de la vida cotidiana. Esto también se
favorece por medio del trabajo en proyectos o de forma transversal con otras asignaturas, por lo
que los aprendizajes esperados no son un producto final sino que forman parte del proceso, y es
necesario realizar una evaluación formativa considerando los diferentes momentos y finalidades.
Referencias curriculares para realizar la evaluación en preescolar, en el campo formativo
Expresión y apreciación artísticas
El Programa de educación preescolar está organizado en seis campos formativos: lenguaje y
comunicación, Pensamiento matemático, exploración y conocimiento del mundo, desarrollo físico
y salud, desarrollo personal y social, y expresión y apreciación artísticas. Para cada uno de los
campos formativos, el programa explica el enfoque pedagógico, indica los aspectos en que se
organiza, y señala las competencias y los aprendizajes esperados que los integran. Es necesario
que los docentes tengan claridad acerca de lo que es relevante observar y de los criterios para
valorar los logros y las dificultades de los alumnos, porque les permitirá identificar los factores
que favorecen o dificultan el logro de los aprendizajes y el desarrollo de competencias, con la
finalidad de mejorar la acción educativa, como el principal objetivo de la evaluación.
Por ejemplo, si se elige trabajar en el campo formativo de expresión y apreciación artísticas con
la competencia: Expresa, mediante el lenguaje oral, gestual y corporal, situaciones reales o
imaginarias en representaciones teatrales sencillas, se puede elegir uno de los aprendizajes
esperados para diseñar la situación didáctica, por ejemplo: Participa en juegos simbólicos
improvisando a partir de un tema, utilizando su cuerpo y objetos de apoyo como recursos
escénicos (tabla 10).
El enfoque de este campo formativo establece que el trabajo pedagógico con la expresión y la
apreciación artísticas en la educación preescolar se basa en la creación de oportunidades para
que las niñas y los niños hagan su propio trabajo, miren y hablen sobre él y la producción de
otros (SEP, 2011b:80), el docente podría considerar en la evaluación, entre otros aspectos, la
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autonomía con que los niños se desenvuelven, los aprendizajes esperados asociados a las
competencias y las explicaciones de cada campo, dan a los docentes elementos para enfocar la
observación en las participaciones y el desempeño de los alumnos. Siguiendo con el ejemplo
anterior, el docente enfocaría su atención en observar y registrar cómo se expresan los niños,
cómo usan su cuerpo y objetos para apoyar su expresión; hacer estas observaciones ayudará al
docente a
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Identificar con qué alumnos y en qué momentos es pertinente intervenir, con el fin de promover
el desarrollo de competencias en los alumnos.
Mediante el juego simbólico también se pueden observar otros aspectos, por ejemplo, para
esperar turnos, hacer propuestas y llegar a acuerdos con los otros niños. Las evidencias del
aprendizaje esperado se obtendrán con base en la observación de estos elementos a lo largo de
la secuencia didáctica, y podrá registrarse información en los expedientes de los alumnos.
MATERIALES PARA LA SEGUNDA ETAPA
La cartilla en la que se haya realizado el registro de los niveles de desempeño de un alumno, junto con todas las fuentes de información que recopiló para hacer sus valoraciones (diagnóstico(s), planificación, instrumentos y/o evidencias, entre otras).
Elaborar una reflexión por escrito acerca de lo que le implicó realizar unaevaluación con enfoque formativo.
Recuperar la relatoría grupal del cuadro “Acciones por realizar” de la primeraetapa.
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DIRECTORIO
Luis Ángel Jiménez Huerta Director General de Educación Básica
Ricardo Zepeda García
Director de Educación Secundaria
José Guilmar Solorio Salgado Director de Educación Elemental
Mariana Flores Orona
Subdirectora de Educación Preescolar
Omar Talavera Vázquez Subdirector de Educación Primaria
Guilibaldo Hernández Campuzano
Subdirector de Secundaria
Gustavo de la Cruz Torres Subdirector de Telesecundaria
Paulino Martínez Gutiérrez
Subdirector de Apoyo a la Educación
Braulio Castillo Maldonado Subdirector de Educación Especial
Javier Balderas Hinojosa
Subdirector de Escuelas Incorporadas
Coordinación Académica Roberto Rodríguez García
Autores: Araceli B. Nava Valdés
Ruth Trejo Zúñiga Ángel Erazo Pineda
José Luis Hernández Hernández Ivonne Rocío Cuevas Rojas Alicia C. Garduño Ronquillo M. Eugenia Peña Salazar