Alain Touraine. Un nuevo paradigma para comprender el mundo de
hoy
UN NUEVO PARADIGMA
Segn Tourine, estamos en la actualidad en un cambio de
paradigma, pues se est cambiando el paradigma poltico y social por
el cultural. Plantea que durante muchos siglos, el paradigma
poltico en el que predominaba conceptos como, orden, paz, guerra,
poder, estado, Rey, nacin, repblica, pueblo y revolucin articulaban
el pensamiento humano y sus relaciones entre el individuo y la
sociedad. Con la llegada del capitalismo y la revolucin industrial
comienza el paradigma econmico, los conceptos que prevalecen son:
clases sociales, riqueza, burguesa, proletariado, sindicatos,
huelgas, estratificacin, movilidad, desigualdad, conflicto social y
redistribucin. Pero actualmente vivimos la emergencia del paradigma
cultural, que representa la desaparicin de las sociedades como
sistemas integrados y portadores de un sentido general. En el
paradigma cultural, ya no hablamos de derechos sociales, sino de
derechos culturales donde se reivindican y se defienden los
derechos de cada individuo, de las colectividades a las que
pertenecemos diluyndose unos de los principios del paradigma
social: el inters general. Derechos sociales como la igualdad
social, redistribucin de la riqueza, pasan a ser sustituidos por el
derecho a la lengua, a la religin, en definitiva el derecho a
ejercer mi minora o mi opcin individual. Estos ya son derechos
antiguos, pero se diferencian en que en las sociedades modernas se
sitan en el debate pblico. En el nuevo paradigma tampoco se hablan
de actores sociales definidos por su papel social (trabajador,
alumno, obrero, patrn, etc.) en la realidad social, sino de sujetos
definidos por si mismos, por sus expectativas, valores o ilusiones,
en definitiva su identidad individual y colectiva. El sujeto
cultural no vehiculiza sus aspiraciones en movimientos sociales
clsicos, no presenta conciencia de clase, por lo tanto no precisan
de la lucha de clases para canalizar sus reivindicaciones. Los
nuevos movimientos sociales no tratan de tomar el poder, sino de
disolver el poder actual en las mentes de los ciudadanos, estos
nuevos movimientos sociales, han dado voz a jvenes, minoras tnicas
o minoras sexuales que no crean que su voz pudiera ser escuchada.
La ascensin de la individualidad en la sociedad moderna ha
permitido que estas minoras dejen de sentirse culpables de su
diferencia, de su individualidad y por tanto han decidido dar el
salto a lo pblico.
El tema central de este nuevo paradigma es la informacin, que
representa una revolucin tecnolgica cuyos efectos sociales y
culturales son visibles; por ejemplo la globalizacin que representa
la disociacin de la economa mundalizada y las instituciones; o bien
la percepcin de la violencia, las guerras, los sistemas de
represin: ese mundo de la violencia poltica organizada no es ya un
mundo social. Los Estados modernos se haban creado a travs de
guerras; los conflictos actuales no tienen funcin poltica o social.
Una guerra no es ya la otra cara de un conflicto social.
Todas estas observaciones convergen hacia el mismo punto: la
cada y la desaparicin del universo que hemos denominado social,
pues millones de personas deploran la ruptura de los lazos sociales
y el triunfo de un individualismo desorganizador. Hay que aceptar
como punto de partida del anlisis esta destruccin de todas las
categoras sociales, desde las clases sociales y los movimientos
sociales hasta las instituciones o agentes de socializacin, nombre
que se ha dado a la escuela y a la familia al definir la educacin
como socializacin.
La idea que este libro quiere defender es que cambiamos de
paradigma en nuestra representacin de la vida colectiva y personal.
Salimos de la poca en que todo se expresaba y se explicaba en
trminos sociales, y debemos definir en qu trminos se construye este
nuevo paradigma cuya novedad se percibe en todos los aspectos de la
vida colectiva y personal. El paso de un paradigma a otro, de una
lenguaje social sobre la vda colectiva a un lenguaje cultural.
PRIMER.A PARTE
CUANDO HABLBAMOS DE NOSOTROS EN TRMINOS SOCIALES
Captulo 1
LA RUPTURA 11-S
El atentado del 11-11 instala en el mundo un discurso nico,
hegemnico y geopoltico, en el que la lucha del Bien (EEUU) contra
el Mal (el Mundo Islmico), ser apoyados ciegamente por todo el
mundo occidental. Se rechaza la intervencin de los organismos
internacionales justificndose el uniteralismo para tomar
decisiones.De esta manera, se genera una ruptura con el pasado,
adoptndose formas brutales de torturas y servicios sexuales
humillantes.El cambio de perodo histrico y el tipo de sociedad se
vuelven tan dramtico que generan rupturas que van ms all de
iniciativas polticas y guerreras de una superpotencia, este
sentimiento de ruptura fueexperimentado en todo el mundo
EL MIEDO
Desde la cada del Estado y el imperio comunistas, slo se habla
de sociedad civil y de liberacin de los individuos, pero desde le
11-11 la vida de las sociedades est dominada por el miedo, la
violencia y la guerra, por na amenaza mortal constante.Debido a
elo, las sociedades se fragmentaron en comunidades cerradas,
rechazando como enemigas a las dems comunidades que no se les
parezca.Los paises actuales apuntan a la negociacin del otro ms que
al conflicto con l.
UN MUNDO EN RETROCESO
Ciento de millones de seres humanos, obligados a abandonar :sus
pases por la miseria, la violencia social y las propias guerras,
son arrojados a los campos de refugfiados. Una parte de ellos,
particularmente en China, encuentran en las ciudades dmedio de
sobrevivir o incluso de entrar en un nuevo tipo de vida social.
Pero esos campesi nos descampesinados, esos jvenes sin empleo y
atrados por los reflejos de consumo urbano pero que no pueden
integrar las clases medias y, con ellos, tantos otros, de todos los
continentes, viven cam bios geogrficos y socioculturales que los
destruyen ms que hacerles en trar en la modernidad.Estbamos
acostumbrados, a constatar que d progreso del nvd de vida y las
polticas de solidaridad social supriman o reducan la gran miseria
caracterstica de los comienzos de la industrializacin. Ahora no
creemos ya, ni siquiera en los pases ms ricos, que baste atravesar
medio siglo de trabajo intenso para acceder a un modo de vida
mejor. Las desgualdades sociales aumentan; las escalas sociales se
vudven demasiado cortas: los golden boys no estn en lo alto de la
sociedad nacional, sino por encima de ella, y los precarios y los
excluidos no estn abajo, sino fuera de la escala, suspendidos en el
vaco.Las conquistas del movimiento obrero y la fuerza dd
sindicalismo haban permitido al Estado-providencia crear en los
pases industriales notables sistemas de proteccin social, pero
pierden hoy su fuerza.
DNDE EST EL SENTIDO?
Todas estas observaciones negativas se inscriben en la
descomposicin de la sociedad, de la desocializadn, que es, el ocaso
de lo social, y la penetracin por todas partes de una violencia de
mil formas, rechazando todas las normas y los valores sociales, hay
que aadir una tercera, el incremento de las reivindicaciones
culturales, tanto bajo una forma neocomunitaria como de apdacin a
un sujeto personal y de reivindicacin de los derechos culturales.
Hablbamos de actores sociales y de movimientos sociales; en el
mundo en que ya hemos entrado, tendremos que hablar con mayor
frecuencia de sujetos personales y de movimientos culturales.No
creemos ya en el progreso; estamos angustiados por la descomposicin
de las ciudades y las zonas rurales, por la violencia social y por
las guerras santas hay que buscar respuestas a las amenazas que
pesan sobre nosotros y a las transformaciones que ya nos han hecho
pasar de un tipo de so ciedad a otra.El actor principal es
evidentemente Estados Unidos, la inmensidad y la diversidad del
espacio social en el que evoluciona hacen difcil no ceder a la vez
a la diabolizacin de su gobierno y a la fascinacin ejercida por un
pas que dirige el consumo y las comunicaciones de masas del mundo
entero, y que disfruta de un abrumador avance cientfico y tec
nolgico sobre los dems pases.Cmo enfrentarse a ello? Debemos, creo,
considerar que Estados Unidos fue el pas refugio por excelencia, y
al mismo tiempo una tierra de conquistas, descubrimientos y
conflictos que hicieron a la vez fascinante e inquietante su vida
interior. Actualmente, a pesar de la llegada masiva de hispanos,
Estados Unidos est menos ocupado por sus problemas in ternos que
por su papel internacional, lo que ha provocado, desde la guerra de
Vietnam y hasta la ocupacin de Irak, un aumento de los de bates,
las divisiones e incluso los enfrentamientos que hacen del Estados
Unidos de hoy un pas ms prximo al Reino Unido de 1904 que al Esta
dos Unidos de 1954. Ese pas, vuelto hacia el interior y orgulloso
de sus xitos, est en adelante enfrentado a movimientos populares y
a polticas de Estado que atacan su hegemona y sus empresas
militares.El mundo occidental, ese conjunto vago pero real, se ha
disuelto y se ha visto la disminucin brutal del papel de Gran
Bretaa. El todo poderoso Estados Unidos se interesa ahora mucho
menos que antes por Europa y Amrica Latina. Entre Estados Unidos y
China no existen sino
2Cuando hablbamos de nosotros en trminos sociales
La rupcura29
centros de decisin muy secundarios, d ms visible de los cuales
es la Unin Europea, y una masa confusa que se denomina mundo
islmico, atrapado entre intentos de modernizacin que ya han
fracasado, intentos de retroceso fundamentalista y empresas
guerreras.
Esta rpida evocacin geopoltica trata en primer lugar de hacer
com prender que no es en d nivel propiamente poltico en el que
conviene buscar la explicacin de los movimientos actuales. Es en el
nivel mun dial, y el anlisis puramente poltico no podra bastar para
ello.
Mi punto de partida, ya lo he dicho, es que asistirnos a la
descompo sicin de losocial. El anlisis de la realidad social en
trminos propia mente sociales responda al universo poltico que nos
domin durante un largo perodo, y que haba comenzado con Maquiavelo
y haba dura do hasta Tocqueville, pasando por Hobbes y Rousseau. La
crisis y la des composicin del paradigma social de la vida social
han creado un caos enel que han penetrado la violencia, la guerra y
la dominacin de los mercados que escapan a toda regulacin social,
pero tambin la obsesin de los comunitarismos por su identidad.-La
organizacin social, amenazada desde arriba por lo que llamamos la
globalizacn, no puede encontrar ya en s misma los medios de su
enderezamiento. Es abajo, en un llamamiento cada vez ms radical y
apasionado al individuo, y no ya a la sociedad, donde buscamos La
fuerzasusceptible de resistir a todas las violencias. Es en ese
universo individualista, muy diversificado, donde muchos buscan y
encuentran un sen tido que no se encuentra ya en las instituciones
sociales y polticas, y que es el nico capaz de alumbrar exigencias
y esperanzas capaces de suscitar otra concepcin de la vida
poltica.Los tres temas que acabo de evocar: 1) la descomposicin de
lo social,2) el ascenso de fuerzas situadas por encima de la
sociedad: la guerra, los mercados, el comunitarismo, la violencia
personal e interpersonal, y, fi nalmente, 3) la apelacin al
individualismo como principio de una mo ral, no estn ligados entre
s? No es el ocaso de lo social lo que provo ca a la vez el
incremento de la violencia y el recurso al sujeto personal? La
proposicin central sobre la que se puede reconstruir un anlisis
social positivo es, en mi opinin, que la invasin del campo social
por fuerzas impersonales (que pueden ser denominadas no sociales)
no se pue de combatir ya mediante reformas sociales conquistadas
por un mov-. miento social; tal cosa slo puede hacerse invocando
unos principios de
accin que no son, tampoco, raciales, puesto que apelan
directamente a lo que denominamos derechos humanos. Cuando todo es
cuestin de vida y muerte, las intervenciones pblicas no pueden
bastar para resolver los problemas. La vida no es slo lo que es,
sino el movimiento por el que los actores, en lugar de
identificarse con un valor o un objetivo exteriores, descubren en s
mismos, en la defensa de su propia libertad, su capacidad de actuar
de manera autorreferencial, como lo haca la socie dad en la
situacin precedente. De este modo se crea un sentido que resiste a
la lgica del poder y del mercado, e igualmente a la de la inte
gracin comunitaria. Pero hay que aadir, antes incluso de presentar
es tas hiptesis de manera detallada, que ese sujeto consciente de s
no se li mita en absoluto a una actitud de meditacin interior, de
bsqueda de s por la eliminacin de las influencias ejercidas sobre
el yo por el mundo exterior; se afirma ante todo luchando contra lo
que le aliena y le impide actuar e:n funcin de la construccin de s
mismo. El sujeto personal lu cha contra todas las formas de vida
social que tienden a destruirle, pero tambin contra el tipo de
individualismo que es manipulado por los est mulos de los mercados
y los programas. Al mismo tiempo, de manera ne gativa se
desarrollan, en los pases y las categoras que se definen ante todo
por la dominacin que sufren, reivindicaciones comunitarias. stas
confieren a la afirmacin de s como sujeto un apoyo poderoso, pero
tien den tambin constancemente a destruirla.El sujeto es, ms que
una palabra liberadora, una accin y una con ciencia que no se
afirman con frecuencia ms que por su combate contra las fuerzas
organizadas que, dando una existencia concreta al sujeto, amenazan
con derrocarlo, segn el modelo conocido de los movimientos
religiosos, polticos y sociales que, en nombre de un dios, del
pueblo o de la libertad y la igualdad, sehan apoderado del poder y
han reducido al si lencio las libertades personales, cotno hizo
Lenin desde finales de 1917. El sujeto no es ni un suplemento de
alma ni un instrumento en manos de los fundadores de aparatos de
gestin pblicos o privados.Una definicin del nuevo paradigma no se
podr formular ms que al final de esta primera parte. Pero desde
ahora comprendemos que no se define como una etapa del progreso ni
como una ideologa o una repre sentacin del mundo. La descomposjcin
de los conjuntos sociales y cul tuales cerrados sobre s mismos, a
la manera de los sistemas holsticos anillizados por Louis Dumont,
libera por una parte fuerzas de cambio cada vez menos controladas,
lo que sucede en dcapitalismo mundializa do, pero tambin diversos
tipos de crisis, de ruptura, de violencia, que
30Cuando hablbamos de nosotros en trminos sociales
La ruptura31
expresan tambin el proceso general de desocializacin (es decir,
la di solucin de los mecanismos de pertenencia a grupos y a
instituciones ca paces de perpetuar su integracin y administrar sus
transformaciones). Pero libera tambin una relacin con uno mismo,
una conciencia de li bertad y de responsabilidad que era prisionera
de los mecanismos i-ns titucionales cuyo papel era imponer a todos
valores, normas, formas de autoridad y el conjunto de nuestras
representaciones sociales. Esra doble disociacin puede desembocar
tanto en el debilitamiento (incluso la de saparicin) del espacio
propiamente social, como en el surgimiento de otras
instituciones.El anlisis que emprendo es nonnativo; se basa en la
idea de que enla sociedad actual existen, por una pa rte, fuerzas
de destruccin de los actores sociales que actan invocando la
necesidad natural y, frente a ellas, figuras del sujeto
(religiosas, polticas, sociales o morales) que resis ten a lo que
amenaza a la libertad. Entre las dos se mantienen (o incluso se
refuerzan) instituciones que se esfuerzan por dar forma a la
autonoma de lo social. Pues hoy como ayer, no es inevitable que el
bien gane o que el mal prevalezca sobre l, y tampoco que el mundo
social sea bastante fuerte para resistir por s mismo a la potencia
de los elementos desenca denados. Si mi anlisis es normativo, no es
apologtico.Como socilogo que soy, no trato, claro est, de destruir
la sociologa.Pero es preciso comprender bien que no existe ninguna
razn convincen te para identificar la sociologa con el anlisis de
una sola va (o de una sola etapa) de la modernizacin. No olvidemos
que si las categoras sociales se descomponen hoy, han sustituido a
las categoras polticas hace me nos de dos siglos. Y, adems, el
anlisis sociolgico no se forma aparte de los hechos observables. No
hablara de crisis social, de ascenso de la vio lencia no social y
del sujeto personal si todos estos fenmenos no fueran ya
constatables a nuestro alrededor y dentro de nosotros.No apelo aqu
a una edad de oro desaparecida ni a una nueva concepcin del
progreso. Es de nuestra experiencia de lo que hablo, y en pri mer
lugar de la situacin histrica en la que se opera el cambio de para
digma del que este libro quiere dar cuenta.
Captulo 2
LA MUNDIALIZACIN
DE 1.os EsT,mos DE LA POSGUERRAA LA MUNPIALIZhCIN DE LA
ECONOMA
Tras la Segunda Guerra Mundial, tanto en los nuevos pases
creados sobre las ruinas del sistema colonial como en los pases
comunistas y en la mayor parte de los pases occidentales,
aparecieron Estados volunta ristas que trataban de crear una nacin
nueva, de enderezar una econo ma destruida por la guerra o tambin
de mejorar rpidamente las condi ciones de vida de los
trabajadores.El We/fare_ State, instituido en Gran Bretaa cn_ 1943
por el plan Be veridge, era con toda certeza muy diferente de la
Seguridad Social fran cesa, creada en 1945, pero, en esos dos casos
como en todos los dems, la figura central de la vida econmica y
social era sin duda el Estado, tan to porque era el nico que posea
los recursos suficientes para impulsar una poltica econmica como
porque, inmediatamente despus de la guerra, los trastornos sociales
y nacionales exigan quelas leyes y la defi nicin misma de la vida
poltica fueran transformadas de manera pro funda.El Estado
intervino, pues, en todos los dominios (econmico, social y
cultural), a menudo de manera autoritaria, pero, en el caso de la
mayor parte de los pases occidentales, con la voluntad de asociar a
la recons truccin econmica profundas reformas sociales y una
transformacin de la conciencia nacional. En Europa, se mantend r
durante largo tiempo la esperanza de conseguir un desarrollo
econmico ms preocupado por los problemas sociales que el modelo
norteamericano. Michel Albert ha opuesto as d capitalismo renano,
es decir, de tipo alemn, en el que la cogestin y los sindicatos
ocupan un lugar importante, al capitalismo an glosajn, cuyos
objetivos son exclusivamente econmicos. Es slo a finalde siglo
cuando el capitalismo renano aparecer como un obstculo ms que como
una fuerza motriz frente altriunfo de los mercados internacio nales
y 1a rapidez de accin de los decisores liberales.
)'!Luando hablbamo5 de nosotros en trminos sociales
De hecho, todos los aspectos econmicos de ese intervencionismo
del Estado entraran ms o menos pronto en decadencia, sobre todo en
los pases que no disponan de una buena administracin pblica y don
de haba una corrupcin activa. Pero, hasta comienzos del siglo
xx1,se ha mantenido en algunos pases la idea de que la
nacionalizacin de las actividades econmicas es de una importancia
vital para el progreso del pas.En Francia, en particular, se ha
creado una concepcin cuasi religiosa de las nacionalizaciones y,
cuando la huelga de 1995, entre los ferroviarios y sus amigos se oa
todava exaltar al Estado como portador de valores uni versales
frente a una burguesa que no defendera ms que intereses par
ticulares.A pesar de estas resistencias, el nuevo modo de
modernizacin, basa do en la libre empresa y el papel central del
mercado en la asignacin de los recursos, seha instalado con rapidez
en todas partes. De este modo, el control y la regulacin de la
economa se apoyan cada vez menos en obje tivos o normas ajenos a la
economa. A lo largo del ltimo cuarto del si glo xx, el Estado
intervencionista ha sido reemplazado casi en todas par tes (y casi
por completo) por un Estado que busca ante todo atraer las
inversiones extranjeras y facilitar las exportaciones nacionales,
y, a la vez, por empresas que se integran cada vez ms en conjuntos
transnacionales y estn asociadas a redes financieras que, apoyadas
en nuevas tcnicas ma temticas, pueden sacar beneficios importantes
de la circulacin de las informaciones en tiempo real. Estas rpidas
transformaciones son la con secuencia directa de una
internacionalizacin de la produccin y delos in tercambios que van a
desembocar en la globalizadn de la economa.Nuestro propsito no es
describir en detalle esta globalizacin o mundializacn de la
economa, pero es preciso situarla en trminos his tricos a fin de
poder comprender sus efectos sobre la disgregacin de las sociedades
contemporneas.Volvamos, pues, al perodo que se abri a mitad de la
dcada de 1970 hasta la cada del Muro de Berln y que ha terminado
con el atentado que destruy las torres del World Trade Center en
Nueva York. Este pero do haba comenzado con la crisis del petrleo,
dicho de otro modo, tras un desplazamiento masivo de recursos
procedentes de Japn y de Euro pa occidental en direccin a los pases
petrolferos, que colocaron sus re servas en bancos de Nueva York a
fin de generar intereses, lo que atesti guaba ya una forma de
globalizacion de la economa. Desde hace un tercio de siglo, al
menos, a pesar de la agresividad del campo sovitico al comienzo del
perodo, el mundo occidental se ha adelantado de forma
considerable en casi todos los sectores de la vida industrial y
econmica, y Estados Unidos ha adquirido una poscn cada vez ms
dominante. Una visin econmica de la historia se ha impuesto
entonces, confiriendo cada vez ms importancia a los factores
econmicos y tecnolgicos del cambiosocial. La mundializacin de los
mercados, el crecimiento de las empresas transnacionales, la
formacin de redes (networks) cuya importancia capi tal ha subrayado
muy bien Manuel Castells, y la nueva eficacia de un sis tema
financiero capaz de transmitir Las informaciones en tiempo real, La
difusin por los mass media,por la publicidad y por las propias
empresas de bienes culturales masivos, con frecuencia
estadounidenses, todos estos hechos, ahora sobradamente conocidos,
han creado esta globalizacin ca racterizada, a los ojos de muchos
analistas, por una ampliacin rpida de la participacin en los
imercambios internacionales y, a la ve2, por el do minio de un gran
capitalismo cuyos centros de decisin son con frecuen cia
estadounidenses. Y el mundo, en efecto, parece en adelante regulado
por la extensin casi sin lmites del moddo estadounidense.Sin
embargo, los ecologistas subraya ron desde el principio la
imposibilidad de una generalizacin de ese modelo y, asumiendo
rpidamente una actitud contestataria, se manifestaron en todas las
partes dd mundo, mientras se multiplicaban los levantamientos
contra Estados Unidos. Ms recientemente, las graves consecuencias
de la crisis burstil, desen cadenada por una fuerte especulacin
sobre los valores tecnolgicos, han acentuado la desconfianza
respecto de las grandes empresas, que han apa recido menos como la
vanguardia de la modernizacin que como los agen tes de una
especulacin desenfrenada, o como fuentes de enriquecimien to
directo para sus dirigentes. En el cambio de siglo, los movimientos
anticapitalistas han llegado a dominar una parte importante de la
opi nin, contando con una capacidad de movilizacin masiva de los
asa lariados y los consumidores descontentos. Se form as un
importante movimiento de oposicin contra la globalizacin que pronto
decidi cambiar su nombre, para dar a entender mejor que su objetivo
era cons truir otro tipo de organizacin mundial
(altermundializacin).
UN CAPITALISMO EXTREMO
Si el tema de la globalizacin ha adquirido una importancia
poltka central es por una razn que no es econmica sino ideolgica:
en efecto, aquellos que han cantado con ms fuerza la gloria de la
globalizacin han
38Cuando hablbamos de nosotros en trminos sociales
La mundializacin39
querido imponer la idea de que ningn modo de regulacin social o
po ltica de una economa mundializada era ni posible ni deseable,
puesto que la economa. se situaba en un nivel mundial y no exista
autoridad ca paz de imponer limitaciones a la actividad econmica en
ese nivel. Laidea misma de globalizacin conllevaba, en efecto, la
voluntad de construir un capitalismo extremo, liberado de toda
influencia exterior, queejercera su poder sobre el conjunto de la
sociedad. Es esta ideologa de un capitalismo sin lmites lo que ha
suscitado tanto entusiasmo y tanta protesta.La larga historia de
los capitalismos nacionales est profundamente ligada a la historia
general de cada pas. Ya no es lo mstno hoy, pues las nicas
instituciones poderosas a nivd mundial, los bancos y sobre todo el
Fondo Monetario Internacional o la Organizacin Mundial del Comer .
co, tratan de imponer una lgica econmica a los Estados y no
objetivos sociales o polticos a los actores econmicos. Durante
largos aos, este entusiasmo por la globalizacin ha sido contestado
sobre todo por los de fensores de intereses locales o nacionales y
de producciones que tenan necesidad de la proteccin nacional para
garantizar su existencia en la competencia mundial: los
agricultores europeos y norteamericanos, por ejemplo. A pesar de
todo, la Organizacin Mundial del Comercio se ha reforzado de manera
decisiva cuando China ha llegado a ser miembro de ella. Y las
resistencias locales se han fundido ampliamente en un movi miento
planetario de oposicin al capitalismo global y a la potencia
norteamericana que es su principal apoyo. El foro de Porto Alegre
ha sido el punto culminante.Algunos piensan que el debilitamiento o
la descomposicin de las sociedades y los Estados nacionales
constituyen etapas hacia la formacin de una vida tanto poltica y
cultural como econmica a nivel mundial.No se ajusta esta idea a lo
que constatamos desde hace mucho tiempo, a saber, la constitucin de
conjuntos sociales cada vez ms vastos? A este respecto, la formacin
de los Estados nacionales, imponiendo su poder a seores' o a
colectividades locales, ciudades o monasterios, ha sido lo bastante
larga y tumultuosa como para que estemos preparados para Lalenta
y!difcil pero tambin ineluctable construccin de una
sociedadmundil.Nadie podra descartar tal hiptesis, pero cuando
tratamos de definir un perodo ms limitado nos sentimos arrastrados
en la direccin opues ta: no haca la formacin de una sociedad
mundial, sino hacia la diso ciacin creciente de los mecanismos
econmicos, que funcionan a nvd
..mundial, y de las organizaciones polticas, sociales y
culturales que no ac tan sino a una escala ms reducida, perdiendo
toda capacidad de inte raccin con el nivel mundial. De forma que lo
que se llama sociedad esta lla, puesto que una sociedad est
definida por la interdependencia en el mismo conjunto territorial
de los sectores ms diversos de la actividad co lectiva. La
mundializacin de la economa no entraa, pues, necesaria mente la
decadencia del Estado nacional,' y en consecuencia una desre
gulacin cada vez mayor de la economa?Estas observaciones
esquemticas nos permiten deducir las principa les implicaciones
culturales y sociales de la globalizacin. La ms ma nifiesta es la
formacin de una sociedad de masas en la que los mismos productos
materiales y culturales circulan en pases de niveles de vida y
tradiciones culturales muy diversos. Esto no significa de ningn
modo la estandarizacin general de los consumos y la americanizacin
del mun do entero. Se ve, por el contrario, cmo se mezclan diversas
corrientes opuestas. La primera de ellas es la influencia cultural
ejercida por las grandes empresas de consumo y de ocio: Hollywood
es sin duda la fbri ca de sueos del mundo entero, pero se constatar
tambin que no por ello hace desaparecer las producciones locales.
Pues se asiste, por otra parte, a la diversificacin del consumo en
los pases ms ricos. En Nueva York, Londres o Pars, hay ms
restaurantes extranjeros que antes, y se pueden ver ms pelculas
procedentes de otros pases del mundo. Por l timo, se asiste as al
resurgimiento de formas de vida social y cultural tra dicionales o
alimentadas por la voluntad de salvar una cultura regional o
nacional amenazada. Pero en todas partes, como efecto de estas
tenden cas opuestas, se acelera el declive de las formas de vida
social y poltica tradicionales y de la gestin nacional de la
industrializacin.El caso ms visible es el de los sindicatos. En
Francia, por ejemplo, la sindicalizacin del sector privado ha
llegado a ser muy dbil, sobre todo en las pequeas y medianas
empresas. El sindicalismo ingls, dominado por el sindicato de los
mineros y la izquierda, fue vencido por la seora Thatcher y no se
ha recuperado de esa derrota. En Estados Unidos, don de la tasa de
sindicacin es ms elevada, los sindicatos tienen poca in fluencia, y
la poca de Walter Reutber y de] gran sindicato del automvil est ya
muy lejos de nosotros.Durante las dcadas de 1980 y 1990, cuando
decaa y luego se que braba el imperio sovitico, el tema de la
sociedad de la informacin y de la comunicacin, a pa rtir dd
desarrollo de Internet y las redes financie- . ras, se impuso a la
opinin mundial. Perodo bastante corto pero decisi-
vo, durante el cual la guerra y los imperialismos aparecieron
privados de sentido por el final de la lucha entre los dos bloques
y d debilitamiento de lo que se llamaba d Tercer Mundo. El
pensamiento social concedi una importancia central al anlisis de un
nuevo tipo de sociedad, de contornos ms amplios que la sociedad
industrial o postindustrial, e incluso que la sociedad de la
informacin, que haba sido definida por las tecnologas que formaban
lo que Georges Friedmann haba llamado una nueva Revo lucin
industrial. Este tipo de pensamiento era tambin de una naturaleza
diferente de la que haba presidido los anlisis centrados en el
enfrenra miento del capitalismo y el socialismo, o en los problemas
de la depen dencia de muchos pases respecto de un poder de decisin
exterior.La sociedad de la informacin ha sido creada por
empresarios de un nuevo tipo, entusiastas y empujados por una nueva
concepcin de la so ciedad. Es el caso del grupo Linux, formado en
California por verdade ros caballeros (o monjes!) de la informtica,
que elabor una moral, la del enjoyment , opuesta al puritanismo tan
bien descrto por Max Weber, y que desempea en otra escala el papel
que haba sdo el de los saintsi monianos en Francia al principio de
la industrializacin. Esta sociedad de la informacin se construye
sobre un nuevo modo de conocimien tos, de nuevas inversiones y una
representacin transformada de los ob jetivos del trabajo y la
organizacin social.
LA RUPTURA DE LAS SOCIEDADES
Pero se trata verdaderamente de una nueva sociedad? En los tipos
anteriores de sociedad, el modo tcnico de produccin era inseparable
de un modo social de produccin. En la sociedad industrial, la
organiza cin del trabajo, tal como fue definida por Taylor y luego
por Ford, con sista en transformar el trabajo obrero para obtener
el mayor provecho posible, y el trabajo a destajo, que estaba tan
extendido, era ante todo una forma extrema de dominacin de clase.
El mundo de la informacin es, al contrario, puramente tecnolgico,
es decir, que sus tcnicas son so cialmente neutras y no tienen por
s mismas consecuencias sociales inevi tables. Quiere eso decir que
ya no hay aqu relaciones de dominacin? No, desde luego. Pero los
conflictos de clase, si todava se los puede lla mar as, se sitan en
lo sucesivo en el nivel de la gestin global, sobre todo financiera,
ms que en el nivel del trabajo y de la organizacin de la pro
duccin. La sociedad industrial estaba basada en la fbtica oel
taller; y en
La mundializacn39
este nivel tambin haban aparecido los sindicatos, con sus
reivindicacio nes, sus huelgas y sus negociaciones colectivas. La
imagen que sugiere la globalizacin es la de redes de informaciones
e intercambios que pueden no tener prcticamente ninguna existencia
material, y la transformacin de las empresas en el curso de los
ltimos veinte aos ha consistido a me nudo en trasladar al exterior
sectores de produccin, en fragmentar, y por tanto en reduci r, el
tamao de las empresas en proporciones consi derables. La jmagen que
haba llegado a ser clsica de un ncleo central de la empresa
constituido por manipuladores de smbolos>>, corno los llama
Reich, da a entender perfectamente la prdida de importancia de los
trabajadores productivos.Los grandes conflictos se forman en
adelante en torno a la orien tacin del cambio histrico, de la
modemi.zac.:in. Para retomar una distin cin importante, los
movimientos sociales formados en un tipo de socie dad son
reemplazados por movimientos histricos que responden a un cambio de
gestin del cambio histrico. La globalizacin es, hay que re.
petirlo, una forma extrema de capitalismo que ya no tiene
contrapeso. La lucha de clases desaparece no porque las relaciones
entre empresarios y asalariados hayan llegado a set pacficas, sino
porque los conflictos se han desplazado de los problemas internos
de la produccin hacia las estrate gias mundiales de las empresas
transnacionales y las redes financieras.Los movimientos opuestos a
la globalizacin consagran lo esencial de su tiempo a criticar la
poltica de Estados Unidos y de los pases ms ri cos, tratando de dar
una forma a los muy numerosos movimientos de base constituidos en
los diversos pases; pero no han sabido proponer hasta el presente
un anlisis general de los conflictos que se formaran a nivel
mundial.El movimiento ecologista est en una situacin anloga,
defiende la naturaleza, la tierra, ataca a los que destruyen el
entorno y defiende la idea de un desarrollo sortenible, es decir,
los intereses de aquellos que estn demasiado lejos, en el espacio o
en el tempo, para hacerse or. Pero choca con la resistencia de los
Estados y no ha obtenido ms que resulta dos limitados.La nocin de
clases socales se impuso en la poca en que las diversas categoras
de asalariados, comenzando por los obreros, estaban defini das,
ante todo, por relaciones sociales :vividas en el trabajo. Cuando
se ha bla de glopalizacin, es de categoras generales de lo que hay
que servir se y la de clase no lo es en grado suficiente. Es, por
otra parte, de la humanidad o de las generaciones futuras