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TOLERANCIA TESIS.docx

Oct 08, 2015

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VALUACIN DELATOLERANCIA ENLOSMBITOS TICO YJURDICOTesis Doctoral de Jos Mara Vm uesa AnguloDirector Dr. Carlos Daz HernndezSeptiembre de 1998Departamento de Filosofa 1(Metafsica y Teora del Conocimiento)Facultad de FilosofaUniversidad Complutense de MadridEVALUACINDELA TOLERANCIA ENLOSMBITOSTICO Y JURDICO.NDICEPREFACIO. 1~6*CAPITULO 1. INTRODUCCIN. 7-44LI.Obieto y metodologa. 7L1.a. Objeto del trabajo. 71. 1.b. Metodologa. 231.2. Elamallo margen de tolerancia (desviacin aceotada>existente en el concento de tolerancia. 271.3. Anlisis de solemnes proclamaciones de Institucionesnacionales e internacionales. 31CAPITULO II. ETIMOLOGA YEVOLUCIN. 45-6811.1. La rau indoeuropea y los dos verbos latinos. 4611.2. Las derivaciones latinas. 5311.3. Evolucin hasta la situacin actuaL 5511.4. La tolerancia como relacin. 61liS. Vinculacin dialctica con la intolerancia. 62CAPITULO Iii MBITOS TERICOS DONDE SE USA ELTRMINO. COINCIDENCIAS Y DISCREPANCIAS. 69-103111.1. La analoga del trmino tolerancia. 69*Las pginas que se indican corresponden al texto del trabajo. Laspginas en las que se encuentran las notas y citas de cada capitulose hacen constar a su inicio.EVALUACIN DEL&TOLERANCIA FN ~AMBrrc6 ticoy IURIDICO111.2. Significacin en las ireas de: 74lll.2.A. Resistencia de materiales. 74111.2.1. Estadlstica. 7711L2.C. Finanzas. 78IlI.2.D. Fsica 1.2. Transigencia>1.3. AguanteX.4. IndiferenciaCAPITULO XI. LA TOLERANCIA COMO HABITOINTELECTUAL CON FUNCIN SOCIAL.XLI. Abertura y permeabilidadXLt Admisin en el otro de una forma de nensar o actuardiferente a la omolaXL3. Comprensin44. Reconocimiento del otro como nersona libre e iguaL>11.5. Atemperacin>11.6. Conciencia de falibilidadCAPITULO XIL LA TOLERANCIA COMO REGLA DEFUNCIONAMIENTO SOCIAL O GRUPAL.217-222217219220223-229223225226228243Xli.?. Admltir-intearar-asimilar230-241230231233235238238242-279yEVALUACINDE LATOLERANCIA ENuas AMros Tico YJURIDICO>111.2. Convivencia. 248Xli 3. Concordia. 251>111.4. Derecho a la diferencia culturaL religiosa, ideolgica frmoral. 253258Xli 5. Secularizacin de las organizaciones socio-polticas.CAPITULO XIII. LA TOLERANCIA COMO ESTRATEGIA DEL 280-332PODER.280>1111.1. Eguidad.>1111.2. Misericordia, gracia y perdn. Omisin del castigo e 288indulto3031. Y qu debemos hacer cuando14Introduccinun uso descuidado o interesado y polmico del lenguajesignificaciones plurales, escasamente compartidas, que tiendenequivocidad en el uso?.Creo que no puede negarse la concurrencia de esta circunstancia en lapalabra tolerancia y en otras muchas vinculadas a valores que si llegana ser compartidos es slo a base de ensancharles y vaciarles (B 17).Ser ste uno de los casos que Wittgenstein se guarda de incluir en lagran clase de ellos en los que significado equivale a uso? Otendremos que admitir que, en efecto, el significado equvoco del trminotolerancia procede de un uso voluntariamente instrumentalizador yabusivo, lo mismo que sucedera con democracia, laicismo,progresismo, etc, etc...?. Tal vez con cierta ingenuidad, supongo quedebe ser legtimo preferir entre los mltiples significados-usos de lapalabra tolerancia unos que sean ms correctos que otros (6 18).Si tomamos el lenguaje como un juego -y es, obviamente, mucho msque eso-, el juego necesita un rbitro que determine si las reglas estnsiendo observadas por los jugadores. Los jugadores pueden decidircambiar de juego pero -por un imperativo de coherencia y racionalidadnopueden cambiar esencialmente las reglas sobre la marcha ypretender que el juego sigue siendo el mismo. Aun cuando todos losjugadores en un partido de cualquier deporte (supuesto civilizado)decidieran dar validez a las agresiones alevosas, el rbitro tendra queoponerse, en nombre de las reglas.La labor arbitral requiere determinar qu usos del trmino toleranciacumplen mejor unos fines explcitos que se asigna a la comunicacin y,en lo que se refiere al concepto, qu notas conceptuales responden delmejor modo posible a determinados requisitos. El problema, por lo tanto,se nos va concretando en la fijacin de unos criterios o reglas en funcinde las cuales se pueda valorar si es o no legtima (o si lo es ms omenos> una nota conceptual, una acepcin del trmino o un usodeterminado de una expresin que la incluya. Se podra, tal vez,15Introduccinproceder de otro modo (sistemtico-dogmtico) -luego volver sobreello-, pero creo que la legitimidad que, desde un punto de vistapragmtico, alcanza la mayor validez y utilidad es la lexical, crtica.Quiero decir que no pretendo ninguna clase de legitimidad normativaque, desde una instancia extrnseca al lenguaje mismo, establecierausos y significados. Tal empeo, a mi modo de ver, sera infundado(gratuito) y, sobre todo, completamente intil. Imponer o vetarsignificaciones o usos -como bien sabe la Real Academia de la Lenguaesms ilusorio que poner puertas al campo.La legitimidad lexical tiene su fundamento remoto en el hecho radical deque todo conjunto lxico es, ciertamente, arbitrario en su origen pero, almismo tiempo, est sujeto a convenciones fijas respecto a su uso (almenos, en un intervalo de tiempo limitado). Por convencin, enSemntica, hemos de entender la regularidad que aceptan los hablantesen el uso de los trminos que integran su lxico. Esta regularidad estapoyada por el conjunto de quienes utilizan el lenguaje concreto de quese trate y viene motivada por el refuerzo que crea la satisfaccin yseguridad derivadas de su conservacin. La presin de la comunidadlingstica es muy fuerte, porque cada miembro es consciente de que laregularidad convenida (convencin) es -por ejemplo- la nica garantaque le permite esperar una conducta conveniente si alguna vez tiene quegritar ~socorrol.Adems del fundamento remoto de la legitimidad lexical, debe haber otropara casos de conflicto, -ya que, en los supuestos en que el uso de untrmino devenga indiscriminado y su significacin equvoca, no bastacon reconocer que han sido violados (por unos, por otros o por todos) lospactos que dieron legitimidad a unas significaciones inicialmentearbitrarias. Esa legitimidad debe ser restaurada, mediante una funcinarbitral que muestre cules de los usos presentes en un contextolingistico determinado son ms legtimos.16IntroduccinLos criterios de legitimidad de un concepto o trmino podran fijarse atenor de los siguientes principios metasintcticos, inspirados en Leibniz:a) Criterio de posibilidad intrnseca. Como ya he expuesto, unconcepto tiene que designar un ser posible, lo que implica que nopuede darse el caso de que sus notas sean contradictorias entre s(619).b) Criterio de composibilidad. No todo lo internamente posible esreal; al menos, porque no es composible con el resto de lo real. Unconcepto tiene que estar de tal modo delimitado que seacomposible con los colaterales. En otros trminos, la toleranciamisma ha de situarse en condiciones de composibilidad con lasrestantes realidades de su gnero (sean actitudes, sentimientos,actos, hbitos, criterios de conducta, valores sociales, estrategiasdel poder...). Asi a tolerancia ser posible no slo internamente,sino en relacin a su entorno contextual, si no entra encontradiccin con alguna de sus partes.c) Criterio de perfeccin. De los infinitos conjuntos composibles -enmuchos de los cuales sera posible una realidpd determinada,como, por ejemplo, un especfico concepto de tolerancia- slo unose desarrolla realmente. Este conjunto debe ser el ms extenso yadecuado de los posibles (B 20). Confieso que este criterio es elque presenta ms dificultades en su aceptacin y su aplicacin.Sobre todo, cuando no se pretende echar mano de la armonapara la seleccin del conjunto ms perfecto, como hizo Leibniz: Laarmona de las cosas es algo ideal y, por tanto, se observa en losposibles, porque una serie de posibles es ms armnica que otra(621).En un terreno mucho ms cercano y emprico, si nos presentan unrevoltijo catico de elementos, ocasionalmente incompatibles entre s, ynos piden que seleccionemos un conjunto; es decir un grupo coherente17Introduccinde elementos que no presenten mutuas contradicciones, procuraremosformar el conjunto mayor posible por el que sefijaron. De ah la importancia que se habr de dar a la etimologa de lapalabra tolerancia y a su evolucin. Gracias a la etimologa se puedendescubrir sentidos no manifiestos de la tolerancia, al desvelar -porejemplo- que pertenece a su familia lxica (como pariente lejano, peropariente, al fin y al cabo) la palabra atolladero. La reflexin sobre qupuede tener en comn la causa de un atranco (atrancadero) con ladecisin de levantar una suspensin o reprimir la posibilidad de impedirla espontaneidad del otro, puede aportar interesantes sugerencias.24IntroduccinUna mencin especial requiere la conocida necesidad de explicar lasignificacin de un trmino por otros ms claro o conocidos.Seguramente esta regla es la que ha llevado a algunos autores aestablecer arriesgadas similitudes o equiparaciones de la tolerancia conamor, paz, justicia, caridad, solidaridad, indulgencia, laicidad, etc., etc.Es obvio que, si queremos que la tolerancia sea realmente algo,debemos defender su autonoma (al menos, relativa), protegindola desu absorcin por algunas de esas grandes palabras y menos an portodas ellas. Habr ocasin de analizar alguna definicin de toleranciaque va enumerando, sucesivamente, su equiparacin a varios de losvalores fundamentales de la convivencia democrtica. Finalmente, esteproceder genera la noche de los conceptos, en la que -como es sabidotodoslos gatos son pardos.La dificultad de establecer trminos (o conceptosy ms claros yconocidos no ser relevante en este trabajo, ya que partir deexpresiones ya formuladas -sean claras o no- cuya pluralidad va a servirpara proveer aproximaciones diferentes a la que se refiere (ya sea una cualidad o un Valor o cualquierotro fenmeno humano) merece su inclusin en el conjunto de la-tolerancia.26IntroduccinProcede aadir una desengaada precisin. El mtodo escogido avanzacuando consigue identificar elementos positivos, pero tambin -y sobretodo- cuando va suprimiendo, rechazando, las notas disonantes, laspropiedades internamente contradictorias. Ello puede dar la sensacinde que el avance es lento -tal vez, penoso-, pero no puede olvidarseque, en trminos generales, de-finir es una operacin negativa; consisteen poner fin, asignar los lmites a partir de los cuales una realidad ya nose extiende o halla. Ms an -y ms acuciantemente- cuando no nosfaltan caractersticas, propiedades, electos, etc. hipotticamentepertenecientes a la tolerancia; es decir, cuando no nos faltanconocimientos acerca de ella, sino que, ciertamente, nos sobran. Nosera malo que el mtodo retomase algo de la irona socrtica (629).1.2. El amplio margen de tolerancia (desvacin aceptada)existente en el concepto de tolerancia.Segn lo expuesto, el presente estudio no puede limitarse a profundizaren las condiciones, requisitos y caractersticas de la tolerancia tomadacomo un objeto (o concepto) cuyo contenido nos fuera perfectamenteconocido. Por el contrario, lo primero que hay que hacer es averiguar aqu nos referimos cuando mencionamos ese trmino. Se trata deejercitar el racionalismo pragmtico que K. Popper define usando laspalabras de Carnap como la actitud que se esfuerza por llevar laclaridad a todas partes pero que reconoce que la maraa de los hechosde la vida nunca es completamente comprensible o racional (6 30).Para ello, comenzar con referencias (que no argumentos> de autoridad(autoridades), al objeto de iniciarnos en el uso del trmino tolerancia,por ms que algunas de esas referencias y opiniones seandecididamente inaceptables. Las valoraciones crticas que cabra hacersobre las pauprrimas definiciones de la tolerancia facilitadas por altos27IntroduccinOrganismos internacionales apoyan la tesis de que resultaabsolutamente precisa una aclaracin semntica acerca del significadodel trmino. Intentar asumir metodolgicamente la mayor parte delvigente discurso social sobre la tolerancia, con objeto de mostrar susinsuficiencias y contradicciones, en la bsqueda de una nocin que seainternamente consistente y coherente con una crtica racional de su usosocial.Partir del uso habitual del trmino tolerancia, cuando se procura llevar acabo una crtica racional del mismo, no excluye denunciar que el propiotrmino se encuadra en la maraa de tpicos al uso, revoltijo de flatusvocis que integra la jerga de quienes adormecen la reflexin con unconjunto de sonoras etiquetas constituyentes de un universopretendidamente autoexplicado. Unos se aferran al tpico delrelativismo, la libertad, la tolerancia, todo vale, laissez faire trminosque se refuerzan a s mismos como si unos fueran la explicacin yjustificacin moral de los otros... (6 31).Tampoco es intelectualmente honesto evitar desvelar la intencionadaambigedad lingistica que, al diluir los referentes, va dejandodesprovistos de soportes a los conceptos, y precisamente al detolerancia, as como el laxismo camuflado de modernidad que, alimponer la hermenutica de sus filtros, emborrona los lmites de larealidad hasta desdibujarla. Es lo que sucede cuando introducimos ennuestro discurso palabras funcin como, por ejemplo, progresismo,asumida como un comodn que sanciona positivamente, pero de formaacrtica, siglas y novedades. A qu se alude, verbigracia, al hablar departido progresista, poltica progresista o intelectualesprogresistas?; o con la palabra tolerancia, entendida no tanto comouna exigencia de la persona a ser respetada en su manera de pensar,cuanto como una necesdad social para catapultar un pluralismo tanexagerado que termina positivando toda opinin y con elladesvalorndola (6 32>.28IntroduccinEs preciso superar la insatisfaccin que produce el trrino tolerancia,por su ambigedad y los riesgos que su uso comporta, si quien loemplea desea realizar un discurso serio y preciso, no una arenga polticao, en el peor sentido, moralizante. En particular, hay que evitar elcarcter expansivo del concepto de tolerancia. Inicialmente, latolerancia expresa la capacidad de (o la disposicin a) dejar pasar lo quese opone a nuestras convicciones. Pero, a partir de ah, se puedeextender a la determinacin de convivir con (o, al menos, dejar vivir a)quienes no son, piensan o actan como nosotros. En algunassignificaciones ampliadas, tolerancia se opone a xenofobia, racismo,dogmatismo, discriminacin, exclusin... Cada incremento de extensinchoca con alguna nota conceptual de la tolerancia. Por poner un soloejemplo, la tolerancia se refiere a hechos y opiniones no respaldados(an) por el derecho, mientras que las personas demandan respeto paras mismas y para sus derechos, no tolerancia.Desde el punto de vista del lxico, la circunstancia ms llamativa en elestudio de la palabra tolerancia es la inexistencia de un trmino neutrointermedio entre tolerancia e intolerancia. Semejante vacio provoca laexportacin hacia la tolerancia (como virtud o actitud positiva) de cuantose oponga a lo que, de vituperable, encontramos -o imaginamos- en laintolerancia, en un amplio espectro que va desde lo incorrecto, pasandopor lo indebido o ilegtimo hasta lo ilegal o delictivo. Ahora bien, de laprohibicin de lo vetado no se puede pasar, vlidamente, a la obligacinde su contrario. (Como es bien sabido, en Lgica es perfectamenteposible que dos proposiciones contraras sean igualmente falsas).Resulta lamentable la vaciedad de numerosos discursos que considerangravsimos crmenes (asesinatos, secuestros, etc...), criticados comosignos de intolerancia, los evocan para reprobaras y condenarlosenrgicamente, manifiestan la esperanza de que ser la ltima sangrederramada, hacen votos para que jams vuelvan a producirse hechossemejantes y rematan el contundente mensaje con un entonado himno a29Introduccinla paz y a la tolerancia. Reducir la tolerancia a este lamentable y hueroViva Cartagena! es un efecto ms de la hpertrofia cultural de untrmino que se usa de modo indiscriminado... y, por tanto, nosignificativo. Y es que la doble negacin (no in-tolerancia) no producenecesariamente una nocin de tolerancia positiva; tambin puedegenerar un concepto indeterminado, infinito, vaco.Es necesario afirmar que existe una actitud que -a fuerza de ser reflexivay critica- no puede ser a priori ni tolerante ni intolerante. No es razonable,en efecto, mantener a priori otra actitud que la de la atenta escucha.Como dice Humberto Giannini . Algunas opiniones y prcticasrememoran, ms bien, la rplica de Pedro Crespo (el Alcalde deZalamea), en lo tocante al respeto con que deba tratar al capitn,respeto que ste le habla exigido