1 “Tipologías arquitectónicas de Chiclayo durante el periodo colonial” ARQ. ALBERTO RISCO VEGA [email protected]Centro de Investigación FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL, SISTEMAS Y ARQUITECTURA UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO Lambayeque, Abril 2002
Se describen las tipologias arquitectonicas de Chiclayo-Perú durante los siglos XVI-XIX
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL, SISTEMAS Y ARQUITECTURA
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO
Lambayeque, Abril 2002
2
1. RESUMEN:
Se determinaron las tipologías arquitectónicas correspondientes al período colonial de
Chiclayo antes de 1821, cuando éste era aun un humilde poblado de mayoría indígena. Se
plantea el origen y la consolidación de los tipos formales, así como las causas que
intervinieron en dicho proceso. Ante la gran escasez de información se recurrió
principalmente a los datos primarios depositados en archivos locales, inéditos en su
mayoría, consistentes en las diversos documentos de transacciones realizadas ante
escribanos contemporáneos, que contienen descripciones de los bienes inmuebles (casas,
tiendas, molinos, oficinas, etc.), en ocasiones de incalculable valor testimonial.
Las tipologías estudiadas se dividieron en residenciales, religiosas y de producción. Sin
embargo debido a lamentables perdidas de documentación temprana, dichas tipologías
reflejan mejor el periodo colonial tardío. La naturaleza del tema sugiere una posterior
confrontación de ésta propuesta, con las tipologías de otros pueblos indígenas del entorno
local.
Palabras Claves (Key Words): Tipología arquitectónica, organización espacial, técnica constructiva.
ABSTRACT:
The architectonical typologies belonging to Chiclayo’s Colonial Period before 1821 , when
this was a poor small village mostly natives, were stipulated. The sources and consolidation
of the formal types, such as the causes that influenced in that process were outlined.
Because of the great shortage of information, we appealed mainly to the prime dates in the
local public records. Most of them were originals and based in several documents of
transactions done before contemporary notaries, containing descriptions of personal
properties (houses, shops, mills, offices, etc.), sometimes of incalculable testimonial value.
The typologies studied were divided in to: residential, religious and production types.
However because of regrettable losses of early documents, such typologies reflect the Late
Colonial Period better. The nature of the subject suggest a later confrontation of this
proposal, with eventual typologies of the other native villages of the local environment.
3
2. INTRODUCCION
Existe escasa información sobre las tipologías arquitectónicas coloniales de la ciudad de
Chiclayo, desde su fundación hasta 1821. Es posible que tal situación halla también
contribuido a sostener la falsa imagen histórica de una etapa colonial carente de interés y
variedad arquitectónica, la misma que se ha generalizado para la mayor parte de poblados
de la región. En realidad si hubo una moderada dinámica arquitectónica, que tiene que ser
entendida y valorada con criterios diferentes a los que se aplican a las ostentosas villas y
ciudades españolas contemporáneas.
La situación problemática consiste en determinar las tipologías arquitectónicas coloniales de
Chiclayo.
Se tienen los siguientes objetivos
Objetivo General:
a) Establecer las diferentes tipologías arquitectónicas de la ciudad de Chiclayo, desde su
fundación hasta 1821.
Objetivo Específico:
b) Definir las principales características formales de las tipologías arquitectónicas.
c) Establecer las variaciones tipológicas.
d) Identificar las principales actividades funcionales.
Una seria limitación es originada por el patrimonio arquitectónico monumental actual de
Chiclayo, el cual procede en su mayor parte del siglo XIX. Las edificaciones anteriores han
sido destruidas por las lluvias periódicas ó por las progresivas modernizaciones de la
ciudad. Sin embargo esta es una razón más que nos motiva a construir una conciencia
histórica arquitectónica de la ciudad, la cual no estaría completa si no se aborda el tema de
cuales y cómo eran esas tipologías del inicio, aún cuando dicho corpus físico ya no exista y
solo lleguemos a estudiarlo indirectamente.
4
3. METODOLOGIA Y MATERIAL
Se realizó una investigación deductiva no experimental de carácter histórico, partiendo de
hechos generales para llegar a lo particular. Las categorías de análisis empleadas fueron:
organización espacial, género de edificación, técnica constructiva.
Se efectuó un intenso trabajo de gabinete recopilando datos primarios, basados
principalmente en la transcripción de los registros de escribanos coloniales del Archivo
Departamental de Lambayeque, referidos a los asientos de tasación, compra-venta,
hipoteca, donación, alquiler o herencia de los solares y edificaciones del Chiclayo colonial.
Se identificaron alrededor de 200 documentos que aportaron información útil, comprendidos
entre el siglo XVII y comienzos del siglo XIX, haciendo mención de que aún faltan agotar los
archivos de Lima y Trujillo. Se elaboraron fichas o registros electrónicos para cada uno de
ellos, empleando el programa Excel de Ms Office para facilitar el análisis estadístico.
En menor proporción fueron empleados también datos secundarios, consistentes en
publicaciones modernas.
Por tipo arquitectónico se entiende un modelo formal y espacial característico, que es
estable e invariante; pudiendo trascender a diversos usos en el tiempo y en el espacio. De
su identificación y clasificación surgen las tipologías arquitectónicas.
4. RESULTADOS
Debido al presunto origen de Chiclayo como reducción sus funciones y actividades urbanas
fueron al inicio muy sencillas, siendo la obligación prioritaria de sus pobladores el tributar
mediante las labores agrícolas. Se tenía la Iglesia y la ramada para las prácticas religiosas,
la plaza para instalar el mercado y desarrollar las festividades, el cabildo y la cárcel para
ejercer la administración colonial y las viviendas - como principal elemento de la trama
urbana - para reposar y criar animales de sustento. Estas primeras tipologías surgieron de
la mixtura forzada entre las viviendas prehispánicas y la normativa hispana aplicable a los
poblados de indios. Las labores agrícolas, como razón principal de la existencia de la
reducción, se desarrollaba en los campo comunales a varias leguas de distancia. No es
5
exagerado afirmar que en estos primeros años, el suelo urbano de Chiclayo tenía como fin
principal la evangelización forzada y el servir de gran dormitorio.
Con la presencia temprana de los primeros vecinos españoles, así como también de la
articulación y consolidación progresiva de los circuitos mercantilistas coloniales en la región,
la vida del pueblo lentamente va adquiriendo complejidad. Para comienzos del siglo XIX, la
comparativa prosperidad de Chiclayo comienza ya a ser evidente, encontrándose una
mayor cantidad de tipologías edilicias, necesarias para resolver las funciones más
especializadas.
4.1 TIPOLOGIAS ARQUITECTONICAS DE CHICLAYO COLONIAL
Del análisis de las funciones generales desarrolladas, se identificaron las actividades
residenciales, religiosas y más tardíamente las de producción y comercialización. Las
edificaciones que albergaron dichas actividades se moldearon de acuerdo a la mixtura de
usos y costumbres, dictadas tanto por la administración colonial, como por los indígenas
tributarios, debido a que ambos ya disponían de tipos preestablecidos. La clasificación
tipológica es la siguiente:
A. TIPOLOGIAS RESIDENCIALES B. TIPOLOGIAS RELIGIOSAS C TIPOLOGIAS DE PRODUCCION
a.1 Rancho Indígena b.1 Capilla c.1 Molino
a.2 Casa española b.2 Convento c.2 Tina y tenería
a.3 Callejón b.3 Iglesia Matriz
A. TIPOLOGIAS RESIDENCIALES
a.1 RANCHO INDIGENA
Nombre con que los españoles designaban genéricamente a las viviendas indígenas en la
costa. El rancho colonial deriva de las viviendas prehispánicas, las mismas que conocemos
al estar abundantemente representadas en huacos y dibujos moche. En base a esta rica
iconografía se sabe que la vivienda de la gente del pueblo estaba constituida por dos o tres
habitaciones, que se complementaban con ambientes situados al exterior: alar, cocina y
corrales.
6
La estructura estaba constituida por horcones de algarrobo. Para los cerramientos se
empleaba quincha o un simple encañado. La cobertura a dos aguas empleaba como
soporte madera rolliza o caña, y el revestimiento era de totora o torta de barro (fig 1)
Las moderadas oscilaciones climáticas le exigían poco a estas viviendas, bastando con
disponer la mayor protección a los vientos del sur y la ventilación ser resuelta en los otros
muros y por aberturas en la cobertura.
La mayor parte de estas casas, totalmente adaptadas a la campiña, se encontraban muy
dispersas ubicándose cerca de las chacras familiares. Se estima que en los poblados su
disposición era muy irregular, no llegando a formar calles o manzanas.
Cuando estas viviendas fueron “obligatoriamente” construidas dentro de los pueblos y
reducciones según el patrón de manzanas hispanas en solares ortogonales con puerta
independiente a calle, su tipología fue modificada para adecuarse formalmente a las nuevas
normativas y condiciones sociales de vida urbana, dando origen al rancho. No se conoce
una descripción temprana de su conformación espacial, sin embargo se puede suponer su
sencilla disposición tipológica, derivada directamente de esta vivienda prehispánica.
El rancho colonial constituyó el elemento básico con el que se edificó tempranamente la
trama urbana de Chiclayo. Las referencias en escribanos es muy clara al mostrar siempre la
asociación entre rancho y un propietario indígena; incluso es posible advertir el sentido
despectivo del termino rancho dado por los españoles, ninguno de los cuales declara vivir
en uno. Desde el punto de vista de las expectativas de prestigio social español, no era
deseable habitar en una construcción tan modesta, sin posibilidad alguna de ser dotada de
"visos de fijaldía".
Fig. 1 Exterior de viviendas de Motupe en 1907, según fotografía de Brunning. Aún es posible encontrar similitud con las actuales
7
En la documentación notarial es frecuente la alusión al estado ruinoso de la quincha, como
resultado directo de las catastróficas lluvias e inundaciones periódicas, pero tampoco debe
desdeñarse las críticas condiciones económicas y culturales de los indígenas tributarios,
quienes tenían pocas posibilidades e interés para invertir sus escasos recursos en mantener
sus ranchos en buen estado.
El rancho colonial tardío y republicano, se encuentra abundantemente descrito en las
transacciones notariales. La organización espacial se originaba con la sencilla disposición
consecutiva de tres ambientes comunicados, destinados usualmente a las siguientes
funciones (fig. 2): a.-Sala b.- Dormitorio c.- Cocina y d.- Corral1. La ventilación e
iluminación se resolvían principalmente con perforaciones cenitales o teatinas.
Eventualmente se agregaba un e.- callejón de acceso directo al corral, para facilitar el
ingreso de las bestias; asimismo se podía construir una f.- ramada en el corral para
disponer de sombra.
Fig. 2 Tipología de rancho indígena
Esta tipología se adecuó a la expansión de la comercialización minorista de diversos
productos regionales. Se trataba de un inicio modesto, principalmente de venta de derivados
de la caña de azúcar, un sembrío que en la región databa desde inicios del siglo XVII. Se
vendía aguardiente, panes de azúcar, diferentes tipos de azúcar, melaza, etc. Cuando las
tiendas se difundieron a partir de mediados del siglo XVIII, se empleó la sala o el ambiente
a a a
b b b
c c c
d d f
e
8
puerta a calle del rancho para el expendio de la mercancía. No se trataba pues de otra
tipología formal, sino de una variación funcional.
La tecnología constructiva para ranchos y tiendas fue la misma que se empleó en tiempos
prehispánicos: cerramientos de quincha de caña o madera rolliza reforzados con troncos de
algarrobo, cobertura de totora o caña y torta de barro. (fig. 3) De la observación de las
viviendas campesinas actuales se puede constatar que el ambiente destinado a la cocina es
el más abierto, tanto en la cobertura como en el cerramiento de muros, dispuestos tan solo
como un entramado de varas de rama o caña, realizándose tal función incluso en el patio o
corral posterior; situación que debió ser la misma desde la colonia.
Las medidas promedio de los ranchos coloniales tardíos de inicios del siglo XIX son
aproximadamente 8 m de frontera por 24 m de fondo.
La recuperación demográfica experimentada desde mediados del siglo XVII en las
reducciones, así como la precariedad constructiva de la quincha, permitieron la subdivisión
creciente de los solares en Chiclayo.
Muchos ranchos presentan irregularidades debido a las abundantes ventas de pequeñas
porciones de solares entre los vecinos; por lo que en algunos casos la planta adquiere
configuraciones insospechadas.
Hasta la época de la guerra con Chile se podían encontrar estas “casas de quincha y
puertas de carrizo” en lugares tan céntricos como la calle Real (hoy Elías Aguirre). A fines el
Fig. 3 Interior de una vivienda de Eten en 1907, según fotografía de Brunning. Se observan claramente las técnicas constructivas de la época, pared frontal de adobe, paredes laterales de quincha, cobertura de totora, banquetas de adobe y de algarrobo. La imagen nos da una idea de la apariencia que debieron tener los antiguos ranchos de indios
9
siglo XIX se menciona que: "cuatro quintas partes de la población son indios que viven en
casas desprovistas de muebles" (Middendorf 1973:289).
a.2 CASA ESPAÑOLA
Esta variante tipología surgió de la adaptación de la casona hispana a las limitaciones
económicas de los peninsulares sin fortuna que se avecindaron en los pueblos de indios y a
las particulares condiciones del lote indígena, de dimensiones más reducidas que los
gigantescos solares españoles.
Un referente cercano que nos permite identificar las características de la casa española en
esta región, es aportada por la villa de Zaña, más modesta en sus orígenes que la
aristocrática ciudad de Trujillo. Estas viviendas constaban de los siguientes ambientes:
Patio, Sala, Cuartos, Callejón, Transpatio, Cocina y Corral. En su construcción se
emplearon los ladrillos y el adobe en los muros interiores, el bajareque para circundar sus
corrales, para los pisos el enchungado, embaldosado, enladrillado, enmosaicado y
emparquetado (Huertas 1987:114). En su afán por conseguir el prestigio social, cada
propietario se esmeraba en dotar a su casa con los "visos de fijaldía".
Las casas de españoles en Chiclayo se construyeron sobre solares destinados a indios,
incluso es probable que incidentalmente estos habitaran en ranchos de indios, llegando
eventualmente a demolerlos y reconstruirlos "con pared", (como era denominada la técnica
constructiva en adobe). Por las descripciones tardías del siglo XVIII, tenemos entre sus
ambientes: Zaguán, Patio, Sala, Cuarto de Dormir, Recámara, Cocina, Despensa,
Corral de Gallinas y Corral de Bestias; eventualmente se le agregaban tienda y
trastienda. De la comparación con las casonas de Zaña, se puede afirmar que en esencia,
se trataba de la misma conformación tipología, con la sustracción del traspatio,
posiblemente debido a la menor profundidad del lote y al nivel de vida más modesto.
Este problema del tamaño reducido del solar indígena, se resolvía principalmente
comprando franjas de solares o solares enteros a sus vecinos indígenas.
Los muros fueron construidos con adobe de manera total o parcial, completándose con
quincha en el segundo caso. En los techos se emplearon vigas de algarrobo. Habitualmente
10
la puerta a la calle tenía dos abras, asimismo las tiendas que daban a la calle se
comunicaban al interior con la sala. Rara ves debieron tener dos pisos y el consabido
balcón, encontrando evidencia de una de estas casas en 1723: "en la esquina de la Plaza
en que esta el Balcon de la casa De los Erederos del Capitan Juan de Salazar"2
Es probable que el edificio del cabildo empleara esta tipología, la referencia es que tenía
portales en su ingreso.
A diferencia de lo ocurrido con los ranchos, es habitual encontrar que el estado de estas
construcciones era bueno o regular. Aunque sin lugar a dudas al ser edificaciones de barro,
también debieron resentir las duras pruebas sucesivas de las lluvias e inundaciones.
a.3 CALLEJÓN
De manera explícita se menciona el termino callejón en la documentación de escribanos.
Aunque la referencia más antigua encontrada data de inicios del siglo XIX, es razonable
suponer un origen anterior, debido a la recuperación demográfica indígena y el consiguiente
aumento en la presión del suelo urbano. El callejón aparece al subdividirse un solar
indígena y generalmente se corresponde, al menos en sus inicios, con un grupo familiar en
donde los hijos se han convertido en cabezas de familia y se independizan sobre parte del
mismo solar. Así el callejón se designaba usualmente con el apellido del conglomerado
familiar residente. Espacialmente se formaban varios cuartos o ranchos independientes en
fila, aprovechando la presencia lateral del callejón para la circulación de acceso. Sin duda
se trato de un origen diferente al callejón proletario, aparecido en la ciudad mucho tiempo
después a inicios del siglo XX.
B. TIPOLOGIAS RELIGIOSAS: LAS OBRAS FRANCISCANAS
Las tipologías religiosas constituyen elementos arquitectónicos únicos, cuyas variaciones
formales no fueron documentadas, además de que actualmente están destruidas a
excepción de un sector del Convento de Santa María.
Dentro de la lógica de adoctrinamiento forzado de los indígenas, la real Audiencia autorizó a
los franciscanos la edificación de la “casa de Nuestra Señora de Collique” en 1559, si bien
11
los fondos asignados por la Corona y las contribuciones de los encomenderos de la zona
fueron conseguidos tiempo después. Se proponía construir un conjunto que constara de
“una yglesia grande y un tambo grande para la doctrina y un rrefitorio y seys celdas”, es
decir se trataba de la Iglesia Matriz, la Ramada y un claustro del Convento. El terreno
ocupado por el núcleo de estas obras franciscanas, se encontraría actualmente circundado
por las calles de Lora y Cordero, Teatro, Balta, Elias Aguirre y el parque (fig. 4). Cabría
agregar que el área total del complejo, incluyendo la huerta era mucho más grande,
habiéndose calculado en 4 hectáreas. Estas sin embargo no serían las únicas obras
religiosas del periodo colonial.
b.1 CAPILLAS
Se tiene muy poca información sobre las capillas doctrinales de indios o españoles. Por
referencias en los documentos de escribanos sabemos que alrededor de 1821 existían en
total cuatro, estando las fechas de las dos últimas por confirmar, pero sabemos con certeza
que son anteriores a 1828.
La más antigua y conocida es la Ramada o capilla doctrinal. La segunda fue la capilla de
San Antonio de Padua en la calle del mismo nombre existiendo ya a fines del siglo XVIII y
siendo demolida a comienzos del siglo XIX. La tercera fue la capilla de San Marcos en la
Fig. 4 El complejo religioso (aerofotografía SAN 1942) 1 Primer claustro del convento 2 Segundo claustro del convento 3 Iglesia Matriz 4 Antiguo Atrio lateral 5 Antiguo cementerio católico 6 Antigua ubicación de Ramada 7 Catedral en construcción
12
calle del mismo nombre, construida a comienzos del siglo XIX presuntamente muy cerca al
complejo franciscano y sin fecha de destrucción. La cuarta es la superviviente capilla de la
Verónica, ubicada como remate de la antigua calle del mismo nombre (hoy Alfonso Ugarte),
habiéndosele atribuido equívocamente el año de 1840 como fecha de su edificación. Por
referencias de escribanos sabemos que ya estaba en funciones para 1825, en todo caso
dejamos el asunto pendiente para una ulterior confirmación. Al no contar con descripciones
de la segunda y tercera capillas mencionadas solo desarrollaremos el caso de la Ramada.
RAMADA O CAPILLA DOCTRINAL DE INDIOS
No se le conoce un nombre propio. Estuvo destinada a la catequización de los indios
gentiles. Por su sencillez arquitectónica las ramadas se construían más rápido que las
iglesias; por lo que fue allí en 1588 en donde se dio lectura al acta de donación de los
terrenos comunales para la construcción del Convento y la Matriz.
La memoria popular conservó una vaga descripción suya: ubicada frente a la plaza, se dice
que tenía muros de quincha y almenas como ornamentación (Zevallos 1995: ). Las
sobrevivientes ramadas de indios de Mórrope y Lambayeque nos pueden brindar una
imagen aproximada. Debió ser un único ambiente con dos hileras de columnas esbeltas que
generaban tres “naves”, el techo levemente inclinado a dos aguas y con teatinas. La nave
central debió rematar en un altar rústico. Detrás del altar posiblemente se ubicaron los
ambientes de la Sacristía.
Hacia la plaza se debió mostrar la fachada con la espadaña y el atrio, el mismo que daría
sentido a la afirmación - no comprobada - de que el primer cementerio estuvo cerca de la
Ramada, siendo usado hasta la posterior puesta en funciones del cementerio católico en el
atrio lateral de la Iglesia Matriz.
Luego del decaimiento del poder religioso a partir de la independencia y bajo el impulso de
la burguesía criolla, la Ramada fue desmontada y lotizada a partir de 1847.
b.2 EL CONVENTO DE SANTA MARIA
El convento central de la orden de San Francisco en Lima se empezó a construir en 1546,
llegando a ser uno de los mas grandes de América del Sur (Nakandakari 1988:256), su
13
ordenamiento de claustros e iglesia es bastante parecido al del convento franciscano de
Chiclayo. Aparentemente en 1566 la construcción de este último se encontraba en marcha,
debiendo haberse concluido algunas décadas después. Sus muros estaban íntegramente
construidos en adobe. Llegó a tener dos claustros adosados lateralmente a la Matriz para el
alojamiento y formación de los religiosos, y para su sostenimiento un gran huerto posterior
de más de dos hectáreas, totalmente cercado y con acequia propia. El primer claustro – que
es el sobreviviente -, ubicado frente a la plaza y a la ramada, posee una galería con arcos
ojivales, bastante raros en el Perú. Tienen una altura aproximada de 4 m por 3.65 m de
ancho. El segundo claustro poseía arcos de medio punto de 3.68 m de alto por 3.40 m en la
base, circundando un patio rectangular de 24 m por 20 m. En las primeras décadas de la
república el estado destina los claustros al servicio de la educación pública, siendo el origen
del Colegio San José; igualmente alrededor de 1840 el gran huerto empieza a ser lotizado y
ocupado.
b.3 LA IGLESIA MATRIZ
La tipología de la Iglesia Matriz corresponde a aquella de las reducciones de indios. Cabe
destacar que fue demolida sin haberse elaborado ningún tipo de levantamiento. Constaba
de una sobria planta renacentista de una nave, altar mayor, capillas laterales, coro, torre y
campanario. El transepto, las dos
naves laterales y la cúpula son
ciertamente un agregado posterior.
Su frontis abría hacia la plazoleta
Bolognesi; al costado derecho –
actual Av. Balta - se tenía el ingreso
lateral desde el atrio, donde se
ubicaba también un cementerio en la
esquina más alejada de la plaza. La
gente influyente fue enterrada en las
capillas interiores.
Fig 5. La Iglesia Matriz
14
La obra se construyó con muros de adobe y cobertura plana de vigas de algarrobo y torta de
barro. Sufrió los embates de varios terremotos, especialmente los de inicios del siglo XVII,
que dejaron los muros arruinados y derribaron la torre y campanario. Debido a la técnica
constructiva de adobe, que a diferencia de la piedra facilita su remodelación, es posible que
los elementos visibles en las antiguas imágenes fotográficas de fines del siglo XIX no sean
los originales (fig. 5).
Una medición efectuada en 1677 con motivo de la reparación de todo el maderamen del
techo, determina que el cuerpo de la iglesia media 56.42 m de largo por 14.42 m de ancho
(Zevallos 1995:60).
C. TIPOLOGIAS DE PRODUCCION
Las instalaciones de producción constituían en núcleo de las haciendas y estancias
coloniales– muy diferentes a los posteriores y poderosos complejos agroindustriales de fines
del siglo XIX - y se asentaron al inicio en la campiña. Para aprovechar la creciente población
se trasladaron desde mediados del siglo XVIII al borde o dentro de la misma traza urbana
de Chiclayo.
Su construcción era sólida, empleándose principalmente el adobe. Podían llegar a ocupar
grandes extensiones de terreno, mas de 1,000 m2, sobre todo las tinas y tenerías. Los
ambientes que se describen se organizaban alrededor de un espacio central. Estas
instalaciones estaban en manos de personas acomodadas y su cantidad siempre fue
limitada, aunque su influencia económica fue decisiva para transformar el pueblo en ciudad.
Cabe destacar la presencia en Chiclayo del Real estanco de Tabaco desde 1780,
originando el gran edificio denominado Tabacalera o Casa Fábrica, en donde se procesaban
los mazos de las hojas de tabaco para su exportación. Se trataba de un edificio único del
cual no conocemos su distribución, por lo que aun no lo podemos encuadrar bajo alguna
tipología.
15
c.1 MOLINO
Se mencionan dos tipos: Trapiche - destilería y Taona, los primeros para la molienda y
procesamiento de la caña de azúcar, el segundo para la molienda de la jora.
Usualmente disponían de una tienda puerta a calle para el expendio de la producción,
seguida de grandes patios, corrales y depósitos. La energía mecánica se conseguía
mediante el uso de yuntas de bueyes.
Sucesivas descripciones de trapiches en Chiclayo y Lambayeque3 desde mediados del siglo
XVIII detallan las siguientes instalaciones y ambientes:
Acequia y toma de agua.
Ramada con trapiche de bronce o de madera y su castillo corriente.
Casa de candela o de calderas.
Oficina de alambique. Los alambiques para el destilado de aguardiente eran
metálicos o de barro. Existían numerosas oficinas de alambiques independientes
diseminadas en el pueblo,
Casa de purga, con noques de cal y ladrillo.
Bodega de azúcar blanca.
Corralón y corral para guardar bueyes.
La Taona empleaba molinos de piedra y requería menos ambientes. Hubo el intento de
utilizar energía eólica, se concretó cuanto menos una transacción4 en 1805 para instalar un
molino de viento sobre “un cerrito de piedra” a media legua del pueblo.
c.2 TINA Y TENERÍA
Eran instalaciones destinadas a la curtiembre de cueros y producción de jabón. El proceso
se iniciaba con el beneficio del ganado caprino para el aprovechamiento de su piel y su
cebo, razón por la cual al lugar también se le denominaba Tina y Matanza.
Debido a los requerimientos de agua para la obtención de los productos y a la necesidad de
limpieza y eliminación de gran cantidad de desperdicios nauseabundos, estas instalaciones
se asentaban en las cercanías de acequias bien abastecidas, y ubicadas además en la
periferia urbana por el mal olor que el lugar despedía. En Chiclayo se asentaron en el borde
norte y noroeste, aprovechando las rutas hacia las caletas de exportación y posiblemente
debido al viento predominante del lugar que sopla de sur a norte, el cual se llevaría los
16
malos olores sin problemas para los habitantes. Al ubicarse “extramuros”, las áreas del solar
eran extensas incluyendo frecuentemente huertos.
La descripción de algunas tinas en Lambayeque y Chiclayo a comienzos del siglo XIX, nos
refieren los siguientes ambientes:
Corralones de caña brava para el ganado caprino que llegaba en pie.
Noques de ladrillo y cal para “podrir” la grasa.
Grasera, con horno para hervir grasa y además con depósitos y noques para
recolectar y medir la cantidad de grasa colada.
Depósitos de ladrillo y cal para almacenar agua que usan los coladores.
Pieza para guardar leña
Sebera, bodega para guardar sebos con tendal de cal y ladrillo.
Senicera, pieza para almacenar cales y lejía.
Bodegas de jabón, para la obtención de jabón. Habían noques con muretes de
adobe y piso de ladrillo para recibir la mezcla. Luego se empleaban estanterías de
caña para el secado de jabón, denominadas barbacoas. El proceso culminaba en
las mesas de corte para piezar el jabón.
Depósito de tinas de bronce.
Saladera, para salar los pellejos y la carne
Molinos de piedra para moler Paypay, que es un árbol de donde se extraían
químicos para el proceso.
Paypallera, para almacenar Paypay.
Tenería, con tinajas para curtiembre de cordovanes, tinajas para alumbrar pellejos
y noques de ladrillo y cal para hechar los pellejos a la cal.
Bodega cordovanera, para guardar los cueros ya procesados.
Calabozo con cepo para el sometimiento de los esclavos negros.
17
5. DISCUSION
El análisis demuestra que en Chiclayo colonial existió una moderada variedad tipológica, en
contraposición a la creencia extendida de una uniformidad de edificaciones aburrida y sin
valor.
También se descarta la idea errónea que plantea el despertar económico de Chiclayo para
fines del siglo XIX. En realidad este acontecimiento se perfila con nitidez desde mediados
del siglo XVIII, como lo demuestra la existencia de las tipologías de producción y tiendas
coloniales, las mismas que evolucionaran rápidamente hacia formas más avanzadas en las
décadas subsiguientes originando la mencionada confusión. Lo más probable es que estas
tinas, molinos y destilerías tuviesen la misma forma física que las instalaciones
mencionadas en las haciendas y estancias.
La destrucción del complejo religioso del Convento y la Matriz imposibilita la realización de
un profundo análisis tipológico y estilístico. Asimismo la forma física exacta de las
mencionadas capillas coloniales son un misterio. Afortunadamente subsiste la capilla La
Verónica, que nos puede servir de referencia para aquellas capillas más recientes, por lo
que esta debería constituirse en foco de un minucioso estudio tipológico, así como histórico.
Las primeras décadas de la república poco alterarán el panorama tipológico descrito. Pero
con el potenciamiento económico continuado ocurrido desde mediados del siglo XIX
aparecerán nuevos edificios como mercados, teatros y hospitales; asimismo se edificarán
nuevos tipos de viviendas más ostentosas de influencia europea.
Estas nuevas tipologías lentamente desplazarán a las coloniales de los lugares más
importantes. Solo en los bolsones indígenas se mantendrá la tipología rancho. Incluso es
posible establecer vínculos entre estas y el presente, al determinarse la gran similitud con la
distribución de las actuales viviendas de adobe ubicadas en el antiguo sector urbano
delimitado por las calles Elías Aguirre, Balta, Luis González y Bolognesi. Aunque la mayor
parte de estas casas datan de las primeras décadas del siglo XX, se basan en el mismo
patrón tipológico, como se puede verificar en las medidas y ambientes, hecho que
constituiría una notable solución de continuidad arquitectónica.
18
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El análisis de las fuentes primarias ha probado ser muy valioso. Estos documentos en
archivos están lejos de haber sido agotados, están esperando ser explotados.
Se ha podido constatar una notoria variedad de tipos arquitectónicos residenciales,
religiosos y de producción en Chiclayo Colonial.
Algunos han tenido una fuerte trascendencia en el tiempo, ya que se ha evidenciado la
relación de continuidad entre el tipo rancho indígena y las viviendas actuales presentes
en los sectores antiguos de la ciudad.
La tipología de las instalaciones de producción (tinas y molinos) que se asentaron en
Chiclayo debió ser la misma de las haciendas y estancias contemporáneas, por lo que
surge un interesante vínculo formal entre ambas.
Para la ratificación de las tipologías planteadas sería deseable la realización de un
amplio estudio regional de todos los poblados de origen colonial.
Se recomienda la realización de un estudio histórico y tipológico de la capilla La
Verónica.
19
7. BIBLIOGRAFIA Y NOTAS REFERENCIALES
ALDANA, Susana. 1988 EMPRESAS COLONIALES. Las tinas de jabón de Piura.
CIPCA-IFEA ARENAS P., Victor y CARMONA, Hector. 1947 ANUARIO LAMBAYEQUE.
Editorial Minerva, Chiclayo. BRUNING, Enrique 1989 LAMBAYEQUE. Estudios Monográficos.
Editorial Gráfica Pacific Press S.A., Lima
CAMPANA, Cristobal 2000 TECNOLOGIAS CONSTRUCTIVAS DE TIERRA EN LA COSTA NORTE PREHISPANICA
MAGUIÑA GOMEZ, César 1993 “ Proyecto para la recuperación arquitectónica del ex monasterio Santa Maria”.
En: CHICLAYO POR DENTRO Y TAMBIEN POR FUERA Compilador Glicerio GARCIA CAMPOS, Editores Gegecé, Chiclayo pp 36-45.
MIDDENDORF, E.W. 1973 PERU, OBSERVACIONES Y ESTUDIOS DEL PAIS Y SUS HABITANTES DURANTE UNA
PERMANENCIA DE 25 AÑOS UNMSM, Lima. III t. (edición original de 1894)
MIRANDA ROMERO, Ricardo A. 1927 MONOGRAFIA DEL DEPARTAMENTO DE LAMBAYEQUE.
Editorial Minerva, Lima NAKANDAKARI S., Ernesto 1988 “La arqueología histórica: Un caso de investigación en el conjunto monumental de San francisco, Lima”
En: ARQUITECTURA Y ARQUEOLOGIA, pasado y futuro de la construcción en el Perú. Compilador y editor Victor Rangel Flores. Chiclayo pp 255-266.
ZEVALLOS QUIÑONES, Jorge 1995 HISTORIA DE CHICLAYO (Siglos XVI, XVII, XVIII y XIX).
Editorial Minerva, Lima
NOTAS
ARL : Archivo Departamental de Lambayeque
1 ARL Notario José del Carmen Carranza t II 1848 fol 23 04-03-1847