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La Teta Feliz Historias y Relatos © Bell © 2013 - Derechos Reservados - Colección La Teta Feliz © © Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.
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Apr 13, 2016

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John Coll
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La Teta Feliz Historias y Relatos © Bell © 2013 - Derechos Reservados - Colección La Teta Feliz ©

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni

en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en

ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,

electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

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2 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

DESPERTAR DE LA OSCURIDAD –

BELL

No consigo moverme, por más que intente gritar mi voz no se oye, la desesperación se apodera de mi, siento que voy a morir o quiero desaparecer, lucho con todas mis fuerzas para liberarme pero siempre mi oponente me supera , cuando creo que moriré sintiendo mi corazón demasiado acelerado, logro al fin gritar y despertarme.

Esa maldita pesadilla se repite desde hace años, no encuentro la manera que desaparezca, gran parte de mi vida he sufrido de insomnio, en general las personas que me rodean no lo notan, salvo ella… Romina. Nos conocimos un día cualquiera en una reunión de trabajo, yo era administrativa en la empresa y ella trabajaba en la planta, fue esa la primera vez que la vi, después por diferentes razones nos tocó trabajar juntas; debido a mi área sabía todo de ella, su nombre completo, su dirección, su teléfono en cambio ella de mi no sabía nada, sólo lo que veía en la empresa; pero un día mientras

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acomodábamos remitos pendientes la sentí mirarme por largo rato para después decir:

Romina: ¿Hace cuánto no dormís una noche completa? (confieso que se me cayeron los papeles por la sorpresa y espontaneidad de la pregunta)

Fernanda: ¿Perdón? ¿Quién dijo que no duermo? (creo que mi voz sonó muy dura, no era enojo sino sorpresa)

Romina: Lo lamento no debí preguntar, perdón, podés hacer de cuenta que no dije nada. (Lo dijo y continuó con su tarea)

Sin embargo yo ahora necesitaba saber el por qué de su pregunta, no hacía mucho que nos conocimos y si bien era cierto que no dormía bien, nadie lo había notado antes ¿Por qué ella sí? Además de la sorpresa pude sentir verdadero interés de su parte, no fue una pregunta por curiosidad, así que tomé valor para preguntar:

Fernanda: No me molestó tu pregunta pero si me sorprendió ¿Podrías decirme por qué la hiciste? (sonrió y pude notar que se avergonzaba un poco, pero me gustó su sonrisa)

Romina: Porque te observo y si bien desempeñas tu trabajo muy bien se te ve cansada, pero al mismo tiempo me parece que tenés cierta resistencia a que llegue la noche, por eso es que creo que no dormís bien… es obvio que puedo equivocarme.

Fernanda: Sos la primera persona que me pregunta eso…

Romina: Será que los demás no saben mirarte…

Sólo pude sonreír y continuamos con el trabajo sin volver a cruzar palabras salvo que se tratase del mismo; el día terminó, nos despedimos con una inclinación de cabeza y una sonrisa, más tarde desde la oficina la vi salir, por primera vez me detuve a mirarla; ella tenía una estatura media, no era un cuerpo de modelo pero tenía ciertos atributos que no pasaban desapercibidos sobre todo al tenerla de frente, su corte de cabello era muy personal y muy sobria su manera de vestir. Pero lo que más me llamaba la atención de ella era como pudo darse cuenta de algo tan mío, que yo creía esconder tan bien.

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Los días siguieron transcurriendo y por diversas razones ya no coincidíamos para trabajar juntas demasiadas veces, pero cada tarde la veía irse. Algo cambió un viernes, la vi salir y quedarse a cierta distancia en la esquina, pensé que tal vez esperaba a alguien, terminé mi trabajo y me dirigí a mi auto, un pequeño Fiat 147, que con esfuerzo conseguí comprar, al que cuidaba según mis hermanos mejor que a mí misma, cuando estaba a punto de abrir la puerta su voz me sobresaltó.

Romina: ¡Fernanda! (al darse cuenta que casi me provoca un infarto, primero se puso seria para luego echarse a reír…)

Fernanda: Casi muero del susto…no te rías (pero yo misma no podía evitar hacerlo) ¿Qué es lo grave? Para que grites así…

Romina: Perdón…me parece que las pocas veces que hablamos me pasé pidiendo más perdón que otra cosa, es que…no quería perderte y sé que una vez que entrás a tu auto el mundo exterior deja de existir… (¿Cómo puede saber eso?)

Fernanda: ¿Quién dice eso?

Romina: yo puedo dar fe, porque he intentado varias veces llamar tu atención cuando salís del estacionamiento y ni siquiera notaste mi presencia, así que hoy me dije: si no quiero perderla mejor grito, ¿hice mal?

Fernanda: No, es verdad que no miro más que el tránsito cuando subo al auto, discúlpame…pero bueno decime a que se debe que me busques ¿te puedo ayudar en algo?

Romina: Sí, ¿tomarías algo conmigo? (seguramente mi cara hizo notar la sorpresa, esta mujer me sorprendía cada vez que hablaba…)

Fernanda: ¿tomar algo? ¿Ahora?

Romina: Salvo que tengas algo mejor que hacer, sí, ahora

Fernanda: jajaja tenés una manera muy particular de llamar mi atención, acepto, pero con una condición…elijo el lugar

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Romina: De acuerdo… (La invito a subir al auto para ir a un pequeño lugar que conozco, donde puedo estar tranquila y disfrutar una buena merienda)

Llegamos y nos sentamos, el lugar es acogedor los sillones son cómodos, la decoración tiene sólo lo justo y necesario, aparentemente a Romina le gustó, pedimos un café cortado y algo para acompañar, por fin ella dijo:

Romina: Mira que sos difícil de encontrar…hace exactamente un mes que trato de invitarte a tomar un café, no quiero que pienses mal de mí, ni que soy una loca acosadora, ni que busco acomodarme en el trabajo, sólo soy yo, así como me ves alguien que cree que podemos conocernos y ser amigas, te observo y me encanta tu forma peculiar de ser, muy seria en apariencia pero al momento de reírte pareciera que logras iluminar el lugar , me gustaría compartir esos momentos con vos. (Lo dice y toma un sorbo de su café como dando lugar a una repuesta de mí parte…pero ¿Qué puedo decirle?)

Fernanda: No pensaría eso, pero es raro que alguien se acerque a mí de esta manera, no sé si sentirme alagada o asustada…es…es raro

Romina: ¿pensás que soy rara? Mmmm tal vez, o tal vez soy alguien que cree que la vida es muy corta para dar demasiadas vueltas y que siempre es mejor tomar el toro por las astas ¿Qué puedo perder? Y sin embargo sé que hay mucho por ganar. (Definitivamente no era una mujer común y me estaba poniendo en una situación muy incómoda, porque cada palabra suya me sorprendía más, al mismo tiempo que me daban más ganas de conocerla)

Fernanda: Como dije antes, tenes una manera muy especial de llamar mi atención…estoy de acuerdo en que podemos ser amigas, creo que nos llevaríamos bien, así que acepto el desafío.

Romina: No esperaba menos de tu parte (lo dijo con una hermosa sonrisa y un brillo en sus ojos color miel)

Definitivamente habrá que creer que existe un radar para algunas cosas hasta para las que ni uno mismo reconoce en un principio, Romina comenzó a ser parte importante de mi vida en aspectos que los demás ni siquiera notaban, se daba cuenta si algo me preocupaba con sólo verme y en algún momento del día recibía un mensaje de ella

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diciendo “peor no puede ser, así que sólo queda pensar en que mejorará ¿un café al terminar?” con ese mensaje robaba mi sonrisa para más tarde proponer alguna salida en la que seguramente encontraba algún tema que me hacía olvidar mi mal día, ella acostumbraba a sorprenderme con preguntas a las cuales dudo muchos seres humanos tuviesen respuesta como por ejemplo: ¿es necesario el dolor para ser feliz? O ¿existen dolores tan profundos que impiden que uno disfrute la vida? O como el día en que me preguntó… ¿crees que existe la conexión de alma a alma con otra persona? Siempre tenía la facilidad de hacerme volver a casa pensando en ella y en mí, porque pocas veces pensaba en las razones para ser feliz ya que suponía que yo no nací para serlo, hablábamos de cosas que me sorprendían porque no acostumbraba a hablar mucho de nada con ninguna persona. Ella, sin embargo siempre me hacía notar que no era cualquier persona. Un día me atreví a contarle de mi insomnio mientras llenábamos papeles en la oficina.

Fernanda: esa vez hace como tres meses cuando me preguntaste cuanto hacía que no dormía la noche entera, me sorprendiste

Romina: lo sé…causo ese efecto jajaja

Fernanda: pero fue más que nada porque no recuerdo cuando fue la última vez en que dormí toda la noche o si es que hubo alguna…

Romina: y… ¿cuál es la razón que te quita el sueño? Aparte claro del hecho que no dormís conmigo (lo dice y sigue escribiendo, cada vez me gustan más esos comentarios)

Fernanda: ¡Creída!

Romina: ¡pero limpita! Jajaja…lo digo en serio Fer, podés confiar en mí de verdad siento que puedo ayudarte

Fernanda: tu compañía me ha ayudado mucho, más que nada me haces pensar en cosas que antes ni se me ocurrían…

Romina: espero sepas que la locura en algún punto es contagiosa jajaja

Sabía que podía confiar en ella pero algo me impedía hablar de mis pesadillas, estaba segura que Romina no era una amiga más, ella me

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gustaba mucho, su particular manera de ser me atrapaba, mis sentimientos por ella crecían pero tenía miedo de no ser correspondida, si lo fuese, ser feliz sería fácil y no estaba acostumbrada o no creía merecerlo.

Fernanda: ¿Qué haces esta noche?

Romina: si me lo preguntas vos…no tengo nada que hacer ¿Qué vas a proponerme?

Fernanda: ¿Cenamos en casa? Puedo cocinar algo y ver una peli o filosofar un rato, no quiero estar sola ¿Tenés ganas?

Romina: Mmmm si una chica como vos, así de elegante, con esos ojos color almendra, más alta que yo y…otras cosas que no diré me propone algo así, mi respuesta debería ser un No, porque no sé si podría contenerme…pero como sos vos, digo sí, definitivamente sí…

Fernanda: bue…no sé si eso es bueno pero me alegro, entonces nos vemos al salir y vamos juntas ¿Sí?

Romina: ¡Por supuesto! No sea cosa que me dejes plantada, por las dudas espero frente a tu auto jajajaja

Fernanda: No te preocupes que no me olvido, lo que sí…es muy probable que sólo prepare unas pizzas, nada extraordinario…

Romina: en tu compañía lo que sea es extraordinario, no te preocupes, nos vemos. (¿Te queda claro, Fernanda? Es obvio que ella te dice las cosas necesarias para que veas que le gustas, ya no podes evitar entender eso…)

Terminamos de trabajar y tal cual me dijo estaba parada frente a mi auto, sólo sonreí mientras subimos, preguntó si podía buscar música en la radio, cuando se detiene en una desconozco quien canta, pero ella parece conocerla muy bien y canta…”cuanta verdad, cuanta mentira y cuantas palabras y todo ese motor para devastar tu inconsciente…en qué lugar habrá consuelo para mi locura, esta ironía con que se cura si el final es de donde partí y a quién llamar, a quién golpearle la puerta tan tarde, con quién hablar cuando no hay nadie, si esta noche no puedo dormir…” la música es algo fuerte para mi gusto pero ella muy entusiasmada sigue cantando…”loco de pensar

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queriendo entrar en razón y el corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá y a dónde voy siempre voy a buscar lo que es mío aunque el planeta termine en un círculo y el final es de donde partí. No llores más, dame la mano contame tu suerte, de esta manera quizá no sea la muerte la que nos logre apagar el dolor…y en qué lugar habrá consuelo para mi locura, esta ironía con que se cura, si el final es de donde partí…”

Fernanda: no te imaginaba escuchando esta música…

Romina: escucho música diversa, lo importante es la letra, ¿la escuchaste? (debo reconocer que sí sobre todo algunas partes hicieron ruido en mi cabeza, pero dije…)

Fernanda: algo escuché…imposible no hacerlo con tu voz.

Romina: no sé como tomar ese comentario…pero me alegro que me dejaras hacerlo sin echarme de tu auto…

Fernanda: lo pensé…jajaja me gusta que te sientas cómoda como para hacerlo, ya llegamos.

Bajamos del auto, entramos y como había dicho preparé la cena, ella quería cerveza, yo prefiero algún jugo, ella se burla diciendo que soy aburrida lo que me provoca algo de dolor que trato de disimular, pero ella lo nota.

Romina: ¡Ey! Es broma, no lo dije en serio

Fernanda: está bien, ¿vemos una peli?

Nos sentamos a ver una película, mientras lo hacíamos ella de pronto se pone frente a mí y dice:

Romina: Fer…necesito que sepas algo, me gustas mucho desde hace tiempo y desde que empezamos a tratarnos, cada día siento más cosas por vos, no quiero forzar nada pero sí dejar claro que me encanta ser tu amiga, sólo es que me gustaría construir algo más.(no me asusta para nada su actitud, estoy acostumbrada a que me sorprenda)

Fernanda: Te mentiría si dijera que no interpreté de esa manera tus palabras muchas veces, me halaga que me lo digas, debo ser honesta

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y decir que a mí también me pasan cosas con vos, cosas que uno no planea sentir pero no sé si podamos llegar a algún lado, hay cosas en mí que suelen boicotear todo.

Romina: No te preocupes, no voy a dejar que eso pase, podés confiar, voy a esperarte el tiempo que necesites. (Me dio un beso en la mejilla y se acomodó para seguir viendo la peli que ya ninguna sabía de qué iba)

No sé el momento en que me dormí, pero sí que la pesadilla empezó otra vez, la diferencia fue que una voz cálida me despertó mientras acariciaba mi rostro diciendo:

Romina: Shhhhh estás bien, estoy acá y no pasa nada, tranquila, tratá de seguir durmiendo (pero me sobresalté, la miré mal como si ella estuviese invadiendo esa parte tan mía y dije algo de lo que me arrepentí segundos después)

Fernanda: es mejor que te vayas…yo estoy bien y es tarde (ella no se sorprendió ni dijo nada con enojo)

Romina: de acuerdo, te veo mañana en el trabajo y espero puedas descansar, lo pasé muy bien.

Cuando se fue, una vez más el llanto me invadió algo que era inevitable después de las pesadillas, esperaba que ella no sintiera que la eché de mi lado pero no puedo dejar que me vea así, aunque debo reconocer que mi forma de despertar fue diferente con su voz, la noche se convirtió en una más sin descanso, me di un baño como todos los días y me dirigí al trabajo, al llegar la vi de lejos, pensé que no me saludaría, sin embargo me dedicó una gran sonrisa como cordial saludo. Hay reunión de personal, así que tengo un día largo por delante, lo bueno es que Romí estará ahí aunque hablaremos de trabajo, me siento acompañada porque ella siempre está pendiente de lo que digo.

Los balances resultan tediosos, todos planteamos resultados por área de trabajo, así que todo lleva demasiado tiempo, en medio de la reunión me avisan que tengo una llamada, salgo a atender:

Fernanda: Hola… (Del otro lado escucho la voz de alguien que me hace feliz) ¡Andy! ¿Cómo, dónde estás?

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Mi amiga Andy ha estado conmigo desde que tengo memoria, creo que nos conocemos desde el jardín de infantes, hace un tiempo se casó y se fue a vivir a la costa, en ese lugar ella construyó mi lugar en el mundo, es a dónde voy cuando me supera el cansancio por lo cual si ella vino es porque en nuestra última conversación no me escuchó nada bien, esa es la única manera de despegarla de su hogar lo que me hace sentir culpable.

Andy: nada de culpas, sólo necesito saber cómo estas…vine a llevarte unos días

Fernanda: nos encontramos más tarde y hablamos mejor

Andy: te paso a buscar a las 16, besitos amiga

No tengo escapatoria, ni bien me vea Andy se dará cuenta que hace tiempo no duermo, lo que implica el sermón de siempre por no ir a terapia, no cuidarme etc. y obviamente querrá que la acompañe unos días a su casa…y…¡UY! Perdón (choqué de frente con Romi que salió a buscar algo)

Romina: ¿Quién habrá llamado para dejarte así? Ya vuelvo, me olvidé una carpeta

Fernanda: ok, yo entro y disculpa mi torpeza

Romina: me gustaría chocarte más seguido (y me guiña un ojo mientras se aleja)

Termina la reunión y a las 16 en punto como es su costumbre, Andy me espera al lado de mi auto, tan efusiva como siempre me abraza y me besa como si fuera una pequeña niña, mi amiga acostumbra hacer eso.

Andy: Mmmmm ya veo que el sueño pasa de largo por tu casa, debí haber venido antes, no puede ser que estés tan cansada y no me dijeras nada ¿Qué clase de amiga crees que soy?

Fernanda: La de siempre… por eso no quiero molestarte ni a Rubén, ustedes tienen su negocio y es necesario que lo cuiden, además lo mío ya sabes que es crónico…

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Andy: ¡Nada de crónico! Ya sabes lo que pienso, pero bueno mejor vamos a casa

Al entrar al auto veo a Romina que nos observaba de lejos, espero no piense nada extraño respecto a mi actitud con Andy…aunque por qué debería preocuparme eso, ella es más importante para mí de lo que quiero aceptar.

Andy: ¡Ey! ¿En qué nube estás? Ya quiero saber donde volaron tus pensamientos en mi plena presencia…

Fernanda: No es nada Andy, es sólo que algo me preocupo y no entiendo bien porque…

Andy: aparte del sueño…estás rara ¡Ahhhh! No me digas, ¿hay alguien? ¿Alguien logró derribar el muro? Contame ¡ya!

Fernanda: ¡dejá de gritar! No es eso…o sí, tal vez…no lo sé, mejor déjame llegar casa ¿Sí?

Andy: Ok, ya no hablo… (Mientras tamborilea con sus manos sobre el tablero y sus ojos hacen un recorrido por todo el auto sin mirarme, sé que va a hablar…) pero…

FER: ¿Pero?...sabía que no te quedarías callada

Andy: es que no podes negar que algo pasa ya que por más que se te ve cansada, tenés un brillo en la mirada y cuando salimos recién fue preocupación lo que vi en tu cara y eso sin dudas es por algo o… ¿Alguien?

FER: te prometo que en casa te cuento todo ¿Sí? (eso la tranquilizó y se puso a contarme sobre su negocio y la casa, lo feliz que es con Rubén, lo que extraña de su vida en la ciudad y otras tantas cosas, mi amiga tiene la facilidad de hablar de muchas cosas en poco tiempo)

FER: llegamos ¿tomamos algo fresco?

Andy: pero sin alcohol, te quiero sobria jajaja

Andy sabe que el beber no se me da bien, la única vez que me atreví a acompañarla en una noche de copas, me convertí en un verdadero

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desastre; sólo lloré y terminé con un dolor de cabeza que dudo mucho querer repetir.

Andy: listo, ahora sentate y contame

FER: de acuerdo, hay alguien… que me da miedo la verdad, miedo a mí y la capacidad de arruinarlo todo que tengo, es especial, me sorprende cada día desde que comenzamos a hablar, me hace sentir bien…es…es

Andy: ¡Amiga! Si esa persona consiguió dejarte sin palabras, tiene que ser especial, bueno acá vamos… nombre, dirección, número de documento, última revisión médica y evaluación psiquiátrica…

FER: ¿Qué?...

Andy: es que si se fijó en vos muy normal no es jajajajaj (no puede parar de reír mientras le tiro con un almohadón)

FER: es alguien del trabajo, de a poco se ha ido metiendo en mi vida, o logró que yo la dejé entrar…

Andy: ¿La? ¿Dijiste la? No, nooooooo (se tira en el sillón y se cubre la cara con el almohadón, mientras llora. Me acerco y salta del sillón)

Andy: ¿cómo pudiste engañarme de esa manera? ¿En serio dijiste la? Porque podés rectificar y que sea él (lo dice con grandes ademanes y muy seria) No lo puedo creer, mi amiga, mi única amiga y ahora resulta que… ¿Cómo pudiste? ¿Cómo?... (lo decía con dolor)

FER: pero Andy yo…

Andy: vos me prometiste que sería la única chica en tu vida, desde que a los 5 añitos me besaste y yo ¡te creí! Lo hice y ahora acá estás clavándome el puñal (dice esto último y se echa a reír sosteniendo su estómago) el melodrama cada día me sale mejor, pero amiga al menos tiene que ser más bonita que yo o más sexi ¿lo es?...

FER: estás totalmente loca por un momento pensé que tu vida de casada te había borrado la memoria, pero no, seguís tan terrible como siempre y si vamos a reclamar ese beso me lo robaste vos a mí, señorita “heterosexual” jajajaja

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Andy: es cierto, pero ahí ya me di cuenta que me gustaban otros besos…aunque tu boca siempre fue mi tentación y eso hasta Rubén lo sabe.

FER: no lo dudo ya querría vernos a las dos en cierta situación…

Andy: No; eso no es posible, conmigo le basta y sobra (se acerca y me abraza fuerte, sé que está feliz por mí, aunque un poco de celos también hay) Bueno ahora dejando de lado toda esta escena que armaste, contame quién es ella y cómo logró descongelarte o… ¿no lo hizo todavía?

FER: se llama Romina y trabaja en la planta, es espontánea, sorprendente, sabe cómo hablarme sin que quiera salir corriendo, es dulce además de atenta, sabe escuchar aunque yo no le hable mucho, y me da miedo que termine alejándose por mis miedos, mis pesadillas y mis locuras.

Andy: es casi tan perfecta como yo, así que seguramente sabrá esperarte y vos te darás la oportunidad de dejarla acercarse, sólo tenés que confiar Fer, es la única manera de matar la oscuridad que te acecha, tal vez ella sea la cazadora de monstruos que necesitamos. ¿Por qué te preocupaste hoy cuando te busqué?

FER: es que ella nos vio y creí ver en su rostro un gesto de molestia, además no me mandó mensaje cosa que hace todas las tardes, mirá si pensó cualquier cosa cuando te vio abrazarme así…

Andy: si ella piensa mal antes de que le cuentes, entonces no es lo que necesitas ¿Por qué no le mandas vos mensaje? Dale quiero ver tu cara cuando responda

Fer: puede ser, siempre ella lo manda, no está mal que lo haga yo ¿no?

Tomo mi celular y ante la mirada atenta de Andy escribo: “hola, sólo quería que supieras que estoy pensando en vos y extrañé tu sonrisa” lo envío y me aseguro que saliera, que el teléfono tenga señal y batería sin dejar de mirarlo a lo cual, mi amiga se desparrama en el sillón riendo de nuevo. Por fin el teléfono suena pero no es un mensaje, me está llamando:

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Fer: ¡hola! ¿Cómo va?

Romina: ¡hola! Qué bien se siente recibir un mensaje así, gracias y hoy no me acerqué para no interrumpirte, y por eso extrañé aún más tu mirada, pero lo podemos solucionar ¿cenamos?

Fer: ¿cenar? Yo… (Andy me tira con el almohadón haciendo ademanes para que acepte y lo hago) sí, ¿dónde?... De acuerdo te espero, un beso.

Andy: jajajajaj esa es la mirada y la cara de idiota a la que me refería, esa chica te tiene peor de lo que estás dispuesta a aceptar amiga mía. ¿Viene a buscarte? Así al menos tendrás que presentarme.

Fer: ¡Basta! Que me pones más nerviosa y sí, viene a buscarme a las 9.

No sirvió de mucho lo que dijera porque mi amiga se pasó el resto de tiempo bromeando sobre el tema, hasta que al fin llegó Romina…

Fer: ¡hola! Pasa que tengo que presentarte a alguien

Romina: ¡hola! ¡Estás muy elegante! ¿Alguien?...

Andy: ¡¡Hola!! Mucho gusto soy Andy, prometida de Fer (lo dice mientras con una sonrisa extiende su mano)

Romina: Yo…mucho gusto, disculpen mi sorpresa es que no sabía que… (Romina me miraba buscando una explicación y se la di)

FeRomina: te presento a mi mejor amiga, Andy, quien como me besó a los 5 años se cree con ciertos derechos, además de ser muy bromista y curiosa como veras…

Andy: pero no me vas a decir que la cara de Romi no era para filmarla jajajaja, perdón no quise asustarte, sólo quería disfrutar de el mal momento de mi amiga, no es normal que me presente a alguien así nada más.

Romina: ok, supongo que eso es bueno ¿no?

Andy: sin dudas, mi amiga te tenía escondida salvo por su mirada, que la descubrió

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Fer: basta Andy, no saques conclusiones apresuradas, somos amigas y como tales saldremos a cenar

Romina: mmmm si lo planteas así, que así sea ¿nos vamos? ¿Queres venir Andy?

Andy: No, seré muchas cosas pero entrometida no, yo espero a que vuelvan y después me las arreglaré para que me cuenten todo jajajaj

Después de soportar las bromas de Andy, salimos de casa y caminamos buscando un taxi ya que Romi no quiso que usáramos el auto porque ella invitó, conseguimos uno y nos dirigimos a un resto bar, muy lindo donde además de comer se podía escuchar música, nuestros gustos respecto a la comida eran parecidos, en cuanto a música diferíamos bastante, pero a medida que avanzaba la conversación encontrábamos muchas cosas en común, me sentía realmente bien.

Romina: ¿tenes muchas dudas respecto a esto?

Fer: ¿Qué es esto?

ROMINA: Nosotras…

FER: No dudo que me siento muy bien estando con vos, que realmente sabes cómo hacer que me sienta especial, de eso no tengo dudas

ROMINA: Entonces si hay dudas…

FER: las dudas son mías, respecto a mi no tienen que ver con vos, hay cosas de mi vida que tarde o temprano terminan arruinando lo que quiero construir.

ROMINA: ¿y si me das la oportunidad de ayudarte a construir? Sin dar por sentado que esas cosas lo van a impedir

FER: estoy haciendo mi mayor esfuerzo para eso ¿sabes hace cuánto no dejaba que alguien se me acerque como lo haces vos? Hace demasiado tiempo como para recordarlo, realmente quiero y necesito demostrarte lo importante que sos para mí.

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ROMINA: ¡¡Guau!! Con eso ya estoy hecha, no puedo pedir más, gracias

Lo dice y sus ojos tienen un brillo especial, no parece que sean lágrimas, seguimos la charla sin dar más vueltas al asunto, me contó sobre su infancia, su familia, su mascota, para todo tenía una anécdota que me hacía reír, fue una noche realmente placentera. Al terminar me acompañó con el taxi a casa, antes de bajar acarició mi mejilla y me dio un suave beso en los labios que aceleró mi corazón y debo reconocer que me dejó con ganas de más, así nos despedimos, al cerrar la puerta se me escapó un suspiro.

Fer: Awwwww

Andy: Mmmm, ¡qué suspiro, me vas a contar todo ahora! ( mi querida Andy me esperaba despierta…)

FER: Andy sabes que te amo, pero estoy cansada, déjame dormir esta noche y mañana te cuento todo

Andy aceptó y como siempre se acomodó en mi cama, cuando estaba cerca dormía conmigo, sabe que mis pesadillas me despiertan y ella me abraza para consolarme, sigue siendo la única a quien se lo permito.

Por la mañana tuve que contarle a Andy todo…

Andy: No podes dejar que el miedo te gane otra vez amiga, dale una oportunidad a ella pero más a lo que sentís cuando está cerca.

FER: Es lo que más quiero, espero poder hacerlo…

Andy: cuando confíes y puedas sacar afuera tus fantasmas con ella, seguro vas a poder disfrutar sin que nada lo impida

Mi amiga tiene razón, ella siempre me anima, se queda unos días pero decide no llevarme para que pueda seguir construyendo con Romina lo que sentimos. Vuelvo al trabajo de manera normal cuando ella se va, pero la gran diferencia la siento por las noches cuando no tengo quien me consuele.

ROMINA: ¿Ocupada?...

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FER: No; adelante…

ROMINA: ¿te digo la verdad o uso la excusa?...

FER: prefiero siempre la verdad aunque me intriga la excusa…

ROMINA: Bien, entonces las dos, la verdad; tenía muchas ganas de verme en tus ojos y ver cómo te pones colorada cuando lo digo. La excusa era que necesito llenar los papeles de mis vacaciones para poder invitarte a salir.

FER: Mmmm me encanta la verdad, ¿cuándo salimos?...

ROMINA: esta noche, pero no salimos…vamos a tu casa y voy a demostrarte mis dotes culinarias, así comprobaras otra de las ventajas de tenerme en tu vida

FER: suena genial, te espero en el auto (y una vez más como las últimas veces se acerca y me besa suavemente los labios, para luego retirarse con una sonrisa) Cada día me gusta más, todo de ella pero más que nada su paciencia, no creo que muchas personas tengan la capacidad de esperar como lo hace ella, me reprocho a mi misma las veces que me besa y quiero que siga pero al mismo tiempo me reprimo, no consigo relajarme, es cuando ella me gusta más porque sólo me abraza pasando a otra cosa sin reproches. Al salir ya está al lado de mi auto, cuando la veo mi corazón se acelera, sé que la quiero, que no podría cambiar mi vida tanto como para estar sin ella, no creo soportarlo.

ROMINA: ¡Cada día me gustas más! Y el color azul te queda perfecto

FER: ¡gracias! Aunque espero que todo eso no sea para que te perdone la cena

ROMINA: ¿cómo adivinaste? Jajaja bromeo, esta noche vas a conocer a una verdadera chef

Subimos al auto, paramos en el supermercado donde compró todo lo necesario para preparar matambre a la pizza, algo que comí sólo en restaurant, así que veremos que tal lo prepara. Se concentra tanto que parece que estuviera sola, eso no me gusta mucho, quiero que me mire, que esté cerca…

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FER: ¡Ey! Está bien que te quieras lucir pero yo estoy acá…

ROMINA: Mmmm qué bueno que me lo recuerdes porque el aroma de la comida es lo único que me distrajo de sentir tu perfume que cuando lo siento sólo me invita a acercarme… (Mientras lo dice se acerca mirándome a los ojos, me besa la mejilla, los labios y lentamente con su nariz recorre mi cuello… awwww que sensación tan dulce, empieza a besarme despacio y todo mi cuerpo reacciona, la abrazo acercándola a mi mientras un suspiro se me escapa, de repente ella se detiene acercándose a mi oído y dice casi en un suspiro…)

ROMINA: perdón amor…pero creo que no elegí el mejor momento para hacer esto…salvo que prefieras que se queme la cena (sin soltarla la beso pero el momento mágico pasó)

FER: Volvamos a la cena y después buscaremos el mejor momento

Lo dije y sé que las dos necesitábamos que pase, nos reímos de nosotras mismas, mientras ella termina la cena yo pongo la mesa y debo reconocer que cocina riquísimo, me encantó la comida y más su compañía, terminamos y entre roces sutiles ordenamos todo para luego sentarnos en el sillón a ver algún programa al que no le presté atención porque sólo podía mirarla y esta vez fui yo quien se acercó a su cuello para besarla, la sorprendí porque su cuerpo reaccionó estremeciéndose, al mismo tiempo comenzó a besarme, me dejé llevar por lo que mis sentidos me pedían, sus caricias lentas y suaves me llevaron a otro mundo pero de pronto al cerrar mis ojos, dejé de verla y cuando sus manos buscaban más de mi, comencé a sentir dolor, cada caricia me lastimaba y la empujé del sillón, la saqué de mi lado, me cubrí como si ella me estuviese atacando y le grité…

FER: ¡No me toques! ¡No te acerques más! (y mis lágrimas salían sin control junto con ese dolor agudo que me quitaba el aire)

ROMINA: Tranquila Fer, soy yo Romi… ¿puedo traerte algo? ¿Agua?

FER: sólo quiero que te vayas, ¡andate por favor! Déjame sola…

ROMINA: puedo irme, porque lo pedís pero no voy a dejarte sola, no sé qué pasó pero tenés que saber que te quiero demasiado para que esto me asuste, te llamo en un rato o mañana para saber cómo estás. (Pensé que se acercaría y volví a gritar…)

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19 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

FER: ¡No me toques! (En su mirada noté mucha tristeza y eso me hizo peor, era mi culpa…sólo cerró su mano al alejarse y salió)

¡Maldita sea! Siempre lo arruino todo, pobre mi amor…ella no hizo nada, es esta maldita oscuridad que me ahoga, no puedo dejar de llorar, a mi dolor se suma el hacerla sentir culpable de algo que es sólo mío…me falta el aire, tomo el teléfono y llamo a la única persona capaz de calmarme en este momento…Andy

FER: …

ANDY: ¿Fer? ¡Fer! Amiga respirá, despacio, una vez, otra…despacio…tranquila corazón, acá estoy, respirá

FER: Andy…lo…arruiné…ella…ella… la eché de mi lado (y el llanto otra vez me ahoga)

ANDY: Eso lo vemos después, ahora es necesario que te calmes, que respires, despacio, vamos amiga vos podes hacerlo…

FER: Ella va a odiarme…lo sé…

Andy: ¡Fernanda Saldivar! ¡Basta! Escúchame, eso no va a pasar, tenés que hacerme caso a mí ahora, respira, no me hagas esto, estoy muy lejos como para abrazarte pero escúchame, esto podía pasar, pero todo se puede arreglar, ¿sí? Despacio, tomá agua, recostate en la cama, como cuando éramos chicas ¿te acordas? A contar las manchas del techo las que sin menospreciar yo contaba más rápido, porque siempre fui más rápida… ¡Ups! Me olvidé que Rubén me escuchaba, vas a tener que ayudarme a explicar eso eh… ¿Mejor?

FER: Sí, gracias amiga y perdón a los dos por esto…

Andy: Rubén te manda un beso y yo te amo amiga, me preocupa estar lejos nada más.

FER: Voy para allá, necesito cambiar de aire, salgo temprano, mañana los veo

Andy: ¿Estás segura? Escapar no es lo mejor Fer, tal vez tendrías que afrontar lo que pasa

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20 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

FER: No puedo en este momento, debo tomar distancia y después veré

Andy: Sabés que nos encanta tu compañía, tu lugar te espera, avísanos cómo va el viaje

FER: te veo mañana amiga, gracias

Llamaré al trabajo mañana, mi jefe no tendrá problemas en que me tome unos días y no podría mirar a Romina a los ojos, no creo que pueda volver a hacerlo. Es mejor así, ella no merece a alguien como yo. Es mejor que trate de dormir porque mañana debo manejar, y si pienso en ella volveré a llorar…aunque alguna lágrima aparece, logro conciliar el sueño…

ROMINA

No vas a sacarme de tu vida de ese modo mi amor, cuánto dolor puedo ver en vos, estoy segura que si me das una oportunidad, una sola, puedo ayudarte, te amo tanto que el dolor de verte sufrir me aterra, mañana seguro lo peor habrá pasado y te pediré que le des una oportunidad a este amor que me llena el pecho. Me costó conciliar el sueño después de haberla visto así, pensando que tal vez me apresuré, pero no pude contenerme, no pude, la amo…

ROMINA: buenos días… ¿se encuentra Fernanda?

Estela: No; ella se tomó unos días

ROMINA: ¿Está bien? Digo, de salud

Estela: Supongo que sí, no dio explicaciones, pero estoy para reemplazarla, así que ¿En qué te ayudo?

ROMINA: Es sobre mis vacaciones, como la empresa me pidió retrasarlas, necesitaría poder tomarlas ahora, necesito hacer unos trámites personales de urgencia.

Estela: veamos (mirando en la computadora) por lo que veo Fer, perdón la señorita Saldivar ya había gestionado eso, por lo cual no habrá problemas ¿Cuándo querés empezar?

ROMINA: de ser posible mañana mismo

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21 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

Estela: De acuerdo, sólo preparo los papeles para firmar y estás libre. ¡Qué suerte! A mí me faltan dos meses

ROMINA: Pasarán rápido, muchas gracias (Quizás el universo no esté tan en contra de nuestro amor, necesito buscarla para hacerle ver lo que ella aún no puede)

Creo que fue el día más largo de mi vida, al salir voy directamente a la casa de Fer, no veo el auto, llamo y nadie responde, uso el teléfono y nada ¿Dónde estás? Pensá… Romi, pensá, no parece estar en casa pero ¿Dónde?... ¡Andy! Su amiga, claro, pero donde encuentro su número o algo. No vas a huir tan fácil de mi Fer, te amo demasiado, se me ocurre que en los registros de la empresa ella debe ser su contacto, pero ¿cómo hago? mientras pienso, vuelvo a la empresa. Con la excusa de olvidarme algo entro, casi no queda nadie salvo…Sebastián, mmmm no está tan mal, siempre quiso salir conmigo eso me servirá para algo hoy…

ROMINA: ¡Hola!

Sebastián: ¡Romina! ¡Qué raro por acá…!

ROMINA: Es que me olvidé algo y como mañana empiezo mis vacaciones

Sebastián: ¡Qué bien! ¿Podríamos vernos un día?

ROMINA: ¿Por qué no? Puede ser, tengo tu número… ¡Uh!

Sebastián: ¿Qué pasó?...

ROMINA: hoy estuve en la oficina firmando las vacaciones y me olvidé mi tarjeta

Sebastián: me asustaste, no hay problema tengo la llave si me esperas un rato…

ROMINA: me encantaría pero tengo un compromiso urgente

Sebastián: de acuerdo, tomá las llaves, pero acordate que me debes un café

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ROMINA: ¡Gracias! (entro a la oficina y busco el legajo de Fer, estoy segura que su contacto es Andy y no me equivoco ¡Tengo el número!) salgo y me despido de Sebastián con un beso, sé que me va a costar una salida pero me importa poco si logro encontrar a Fer.

FERNANDA

Manejar me hace bien, me mantiene concentrada en la ruta lo que me ayuda a olvidarme las últimas horas de anoche, tengo que parar para marcar tarjeta con Andy, que se asegura que esté en condiciones de seguir, si no amenaza con salir a buscarme, ya en una hora a lo sumo estaré en mi lugar en el mundo.

Al llegar, Andy me espera con ese abrazo que me hace sentir en casa y Rubén con esa mirada de buen hombre, mostrándome que está feliz de verme.

Andy: ¡Amiga! Hasta que por fin llegaste, el tiempo no pasaba más y encima que venis en esa batata que llamás auto

ROMINA: No seas irrespetuosa con mi auto, que más de una vez te llevó con tu amado

Rubén: es cierto amor…bienvenida Fer, ya te extrañaba

ROMINA: Gracias, yo también y necesitaba recuperar la energía que consigo sólo acá

Andy: Porque no dejás que alguien te enchufe allá…

FER: Ahora sin reclamos por un rato ¿Sí?

Andy: Ok, ok vamos a que te bañes y podemos tomar mate y comer algo, para después empezar con tu ritual

Andy sabía de que hablaba, mis caminatas por la playa tan sólo acompañada de la luna era algo que me devolvía la vida, mientras estoy con ellos lo hago siempre, hasta con lluvia. Andy dice que duda en acompañarme porque le da miedo la oscuridad, yo creo que sólo lo dice para que Rubén se sume a nosotras y la lleve abrazada todo el tiempo, me encanta ver como se aman y lo felices que son a pesar de la loca de mi amiga.

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Acá estoy otra vez frente al mar, ante el gigante confidente de mis penas y dolores, quien ha enjugado mis lágrimas con su sabor a sal, llevándoselas con él, hoy vengo a contarle que alguien logró hacer que tenga ganas de mirarlo con otros ojos, con ojos enamorados, porque lo estoy, estoy enamorada de Romina, pero hice todo para arruinarlo…como siempre. ¿Por qué permito que todavía me sigan haciendo daño? Siguen ganando con mi dolor, siguen ganando ellos…La brisa golpea fuerte mi rostro y el mar con un rugido me manda a casa.

Andy: Casi salíamos a buscarte ¿Estás loca? Hace frío, entrá a tomar algo caliente

FER: pensaba darme un baño y acostarme ya…

Ru: Fer necesito decirte algo, espero no te enojes

FER: ¿qué pasó?

Ru: Es que la verdad no esperábamos que vengas y la cabaña…la alquilamos, pero sólo unos días, llamé a la persona y me dijo que no tiene problemas en compartir la cabaña mientras tenga su espacio y pensamos con Andy que como vos casi no vas a estar salvo para dormir, podrían compartirla, sabemos que es tu lugar pero esto fue un caso extremo

Andy: Amiga, no será un problema y por lo poco que hablé con esa chica tampoco será un problema para vos ¿Estás muy enojada?

FER: No; ¿Cómo podría enojarme con ustedes si lo único que siempre hacen es cuidarme? Supongo que no es un problema, la cabaña es grande ¿Cuándo la conozco?

ANDY: ella llegó hace unos minutos así que supongo que mañana o cuando se vean, no parece ser de las personas que se quedan encerradas

Ru: Una cosa, me dijo que escucha música antes de dormir y que trataría de bajar el volumen lo más posible para no molestarte

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FER: Dejen de preocuparse, estoy feliz de estar acá, tengo mucho que pensar, les aseguro que no les haré quedar mal, ahora entraré en puntas de pie para no molestar a su inquilina jajajaja

ANDY: Portate bien Fer y dame ese abrazo que necesito para dormir (sé bien que si ellos hicieron esto es porque no hubo opción y seguramente me lo contará Andy mañana…acá voy a no molestar a mi compañera de cabaña)

Entro despacio, aunque no creo que sea un problema ya que los dormitorios están muy separados, uno da al frente y el otro al fondo, espero que al menos escuche buena música, todo este lio en parte me hizo olvidar lo que le hice a Romi que seguro me está odiando…suena el celular ¡es ella!

“No espero que me respondas, sólo quiero que sepas que de algún modo superaremos esto, sé que no lo dije antes pero te amo y voy a demostrarte que podes confiar en mi” Romi

Awwww mi vida, a pesar de lo que hice me comprende…pero no es justo, no puedo manejar estos malditos fantasmas, no sé que responder, es mejor que no lo haga tendría que explicar dónde estoy y no tengo fuerzas hoy…Por la ventana se oye el ruido del mar, la brisa me envuelve, está fresco pero me encanta, el mar es música para mí, es… ¿música?... ¡claro! Rubén dijo que escucha música de noche, tengo curiosidad por lo que escucha, pego mi oído a la puerta y siento como si el mismísimo mar me trajera esas palabras.

“Que, ahora como estas plantada por tu historia

acabada y de frente a ti la enorme cuesta

arriba, te sientes algo sola sin nadie

que se siente a escucharte que

comprenda tu situación, no te debes

de rendir.

Y sigues siendo tú, persigue tu destino,

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25 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

pues todo ese dolor que está

dentro nunca debe interferir en tu camino,

descubrirás así que tu historia toda y cada

minuto pertenecen tan solo a ti,

mas si te has quedado tu navegando sin

razones en el mar de tus porqués...

Mira en ti, escucha el silencio, tu corazón

te soplara las palabras, mira dentro

de ti misma y entonces,

prueba si alcanzas donde te lleva tu alma

Es, difícil decidirse, que es lo correcto

que debe hacerse, si se tiene la cabeza

en otra parte, tu orgullo que te atrapa,

las noches que el dolor te destapa todo

tu miedo a equivocarte si te vuelves

a sentir persiguiendo las estrellas

nunca debes renunciar...

Cree en ti, escucha el silencio, tu corazón

te curara las heridas, mira dentro de ti misma,

y entonces prueba volar donde el dolor

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26 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

no te siga, no te engañaras, si escuchas

atenta abre los abrazos y es posible

que toques cada mano, cada sueño

que quieras tener, cada uno de nosotros

te espera con su corazón.

Cada vez que dudes y que no sabes prueba escucharle,

tu corazón sí que sabe, tu prueba escucharle,

tu corazón sí que sabe, tu corazón sí que sabe…” (Laura Pausini)

Algo dentro de mí se movió con esa canción, me siento identificada en gran parte, tal vez lo que debo hacer es escucharme a mi misma y dejar de temer, mi corazón me dice que puedo confiar en Romina, que ella es la persona que necesito, que siempre esperé, al menos sé por el mensaje que no me odia, mañana será otro día y creo que debo llamarla. Trataré de dormir, éste es el único lugar donde conciliar el sueño no es un suplicio, supongo que el mar me arrulla además de saber que Andy está tan cerca que puedo llamarla si tengo pesadillas.

Siento algún murmullo en el pasillo, falta poco para el amanecer, seguramente mi compañera de cabaña querrá verlo, jajaja me causa gracia llamarla así, voy a tener que conocerla, pero ahora tengo sueñooo y no voy a dejar que Morfeo me suelte por un largo rato. Cerca de las 11 abro un ojo al sentir que alguien se sienta en mi cama…

FER: hoooolaaa

ANDY: Es tan gratificante verte dormir en paz, me siento feliz que sea cerca mío, ya preparé el desayuno para las dos, Rubén fue a comprar algunas cosas ¿Ya viste a tu compañera de cabaña?

FER: No, pero la escuché muyyyy temprano, seguro fue a ver el amanecer…pensé en acompañarla pero mi cama me convenció que su compañía era mejor jajaja

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27 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

ANDY: Tal vez cuando la conozcas encuentres que preferís su compañía antes que la cama jajaja

ROMINA: No lo creo por el momento pienso sólo en Romi…

ANDY: Lo sé, vamos remolona, a desayunar

Nos reímos mucho en el desayuno, mi amiga está loca, pretende organizar una fiesta en la playa mañana a la noche…

FER: ¡¿De disfraces?! Estás loca amiga y Rubén ¿Qué dice?

ANDY: Está de acuerdo, por eso fue de compras, además será una gran publicidad para las cabañas, imagínate este cartel “Fiesta loca en la playa” o “Noche de fiesta loca” o…

FER: “La loca está de fiesta” jajajaja ese te queda genial jajaja

ANDY: Vos de egoísta que sos, porque queres la playa para vos, pero va a estar lindo, además quiero festejar que mi amiga está en casa y ponerle un poco de misterio a una noche con Rubén no está mal ¿No? (con cara de pícara)

FER: ¡Ah! Era eso, queres una noche distinta con tu amorcito, con razón, de acuerdo te ayudo por ahí hasta tengo suerte y soy tía jajaja

El día transcurrió entre risas y trabajo para organizar la fiesta, mi amiga anda como campanita de un lado a otro, menos mal que para esta fecha no hay tanta gente, si no todo sería más complicado, mi compañera de cabaña no apareció en todo el día y Rubén anduvo casi todo el día en uno de los médanos al que no nos deja acercarnos, seguramente es una sorpresa para Andy, después de la cena me desmayaba de sueño hasta el paseo por la playa lo dejé, cuando me tiré a la cama lo último que escuché fue música…

“Háblame

Aunque no te escuche, háblame

Mírame

Aunque no me veas, mírame

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28 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

Porque yo te siento

Desde el universo hasta el final

Vivo eternamente en ti

Háblame

No me ignores, sólo háblame

No me creas lejos

Siénteme

Estoy muy cerca, sólo siénteme

Porque el día es corto

Y la noche invita a olvidar

Que fuimos uno y nadie más

Pudo remplazarnos

Resistiré hasta que termine este dolor

Perdonaré si ya no estás

Somos lo que somos

Estamos solos

Y nos entendemos a lo lejos

Somos los que somos

Estamos todos

Desunidos pero queremos amor

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29 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

Háblame

No me ignores, sólo háblame

Mírame

Estoy muy cerca, sólo siénteme

Porque el día es corto

Y la noche invita a olvidar

Que fuimos uno y nadie más

Vivo eternamente en ti

Somos lo que somos

Estamos solos

Y nos entendemos a lo lejos

Somos los que somos

Estamos todos

Desunidos pero queremos amor

Solo queremos amor” (Beto Cuevas)

Lo primero que pensé al escucharla fue mandarle un mensaje a Romi o llamarla pero era tarde seguro está descansando, definitivamente tengo que hablar con ella, lo haré mañana a primera hora y pensando en su sonrisa y el roce de sus labios me dormí.

ROMINA

Estar tan cerca sin decirle todavía me hace temer su reacción, casi llegamos juntas a su lugar en el mundo, por suerte encontré en Andy y

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Rubén dos aliados para llegar a ella, estos días sintiendo que tan sólo me separa de ella una puerta fueron interminables, elegí las canciones para que ella las escuche, sé que le presta atención a la letra, espero hayan cumplido su propósito. Mañana ya tenemos todo organizado para la fiesta aunque en realidad es para Fer, preparamos en el médano una carpa donde podremos estar solas cuando sea necesario, estoy segura que me dará la oportunidad que necesito, no será fácil que ella pueda liberar sus fantasmas pero cuando ocurra quiero estar ahí para lo que necesite.

FERNANDA

¡Qué fiaca tengo!...qué raro que Andy no haya venido a buscarme, el día está precioso, esta mañana no escuche a mi compañera de cabaña…pero me desperté escuchando la voz de Romina, creo que llegó la hora de llamarla.

FER: ¿porqué no atiende?… ¡hola! ¿Romi?... ¿estás ocupada?

ROMINA: Para vos nunca corazón… ¿Cómo estás?...

FER: Yo… extrañándote, tanto que soñé con vos, estoy con Andy perdón que no me comuniqué antes, no podía pensar claro, estos días pude descansar y me di cuenta que significas demasiado para mí como para perderte… quiero verte

ROMINA: Awwww Es lo que más quiero, poder verte amor y espero sea pronto

FER: pienso quedarme unos días más pero prometo llamarte cada día hasta que nos encontremos ¿mucho trabajo?

ROMINA: ehhhh algo… pero me encantaría hablar hasta que nos veamos ¿te puedo llamar?

FER: Síiii voy a estar algo ocupada más tarde, pero espero ansiosa tu llamado

Después de una cariñosa despedida con Romi salgo en busca de Andy, a quien encuentro dando algunas indicaciones a los encargados de la comida y bebida de la fiesta…

FER: ¡Guau! No te hacía tan mandona jajaja

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ANDY: ¡Ah! Era hora que aparezcas ¿dónde estabas?

FER: ¡Ey! Amiga, tranquila, está todo muy bien organizado saldrá perfecta tu fiesta, es que me dormí, perdón

ANDY: Mmmm mientras hayas dormido estas perdonada ¿alguna novedad?

FER: Llamé a Romina, creo que tendremos oportunidad con un poco más de paciencia…

ANDY: De ella ¡obvio! Habría que hacerle un monumento a esa mujer, a mí no me hubieses hecho ni la mitad y te dejaba

FER: ¿Quién es tu amiga al final eh?

ANDY: ¡Vos! Pero tenés que reconocerme que ella es especial para soportarte, ya la conoceré mejor

FER: Es cierto…pero bueno ocupémonos de lo que falta

Para las seis de la tarde estaba todo listo, así que fuimos a vestirnos para la ocasión, Andy me insistió para que me vista de gala un poco más, eligió un vestido azul muy cómodo para mí y era obvio que unas sandalias bajas serían ideales, creo haber escuchado a mi compañera de cabaña pero justo me estaba bañando, no pude verla y aparentemente se fue apurada porque no estaba cuando salí rumbo a la playa, al llegar muchos de los invitados estaban comiendo algo y bailando, lo que no me dijo Andy era que necesitaba una máscara…

ANDY: ¡Amiga! Estás para matar, ¡Qué hermosa!

ROMINA: Bueno, es suficiente o terminaré poniéndome celoso, estás hermosa Fer y a propósito esta es tu máscara

FER: ¡Gracias por ser tan dulces!

Me uno a los demás, para comer algo y bailo con la loca de mi amiga que está muy emocionada por cómo va todo, de pronto cambia la música y lo que escucho me lleva a Romina una vez más…

Me quedo callado

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32 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

Soy como un niño dormido

Que puede despertarse

Con apenas sólo un ruido

Cuando menos te lo esperas

Cuando menos lo imagino

Sé que un día no me aguanto y voy y te miro

Y te lo digo a los gritos

Y te ríes y me tomas por un loco atrevido

Pues no sabes cuánto tiempo en mis sueños has vivido

Ni sospechas cuando te nombré

Yo, yo no me doy por vencido

Yo quiero un mundo contigo

Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro

Una señal del destino

No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

Tengo una flor de bolsillo,

Marchita de buscar a una mujer que me quiera

Y reciba su perfume hasta traer la primavera

Y me enseñe lo que no aprendí de la vida

Que brilla más cada día,

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33 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

Porque estoy tan sólo a un paso de ganarme la alegría

Porque el corazón levanta una tormenta enfurecida

Desde aquel momento en que te vi…

Yo, yo no me doy por vencido

Yo quiero un mundo contigo

Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro

Una señal del destino

No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

Este silencio esconde demasiadas palabras

No me detengo, pase lo que pase seguiré

Yo, yo no me doy por vencido

Yo quiero un mundo contigo

Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro

Una señal del destino

No me canso, no me rindo, no me doy por vencido. (Luis Fonsi)

Ru: Parece que alguien está en una nube…

FER: Awwww algo así…

Ru: me harías el favor de llevar esta fuente al médano, pero trata de disimular, esa parte de la fiesta es privada

FER:¡Ah! Así que ¿preparaste eso para Andy? ¡Qué romántico!

Ru: Sí, lo hice por Andy, ahora anda sin levantar la perdiz

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34 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

Me encanta que Rubén haya preparado algo especial para Andy y sobre todo que me deje espiar un poco, mientras disimuladamente voy hacia el médano suena mi celular…es Romi

FER: ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Ya en casa?

ROMINA: ¡Hola hermosa! Sí, casi en casa y ¿vos?

FER: En una fiesta en la playa con mis amigos y ahora ayudando en una sorpresa para Andy

ROMINA: ¿Enserio? Que dulce de tu parte, ¿estás agitada?

FER: jajaja algo así, es que estoy subiendo un médano con una fuente mientras sostengo el celular para escucharte o sea si me vieras soy un desastre

ROMINA: Yo diría que uno de los desastres más hermosos que vi…

FER: Mmmm se nota que no me ves en este momento jajaja

ROMINA: Creo que el azul es tu color definitivamente…

FER: Lo eligió Andy porque… ¿azul?

Al momento de pensar en cómo sabía ella de mi vestido, la veo aparecer detrás de la carpa que estaba en el médano y me quedé sin aliento, no sólo por la sorpresa sino porque estaba con un vestido blanco que le quedaba perfecto, era como ver un ángel…mi ángel

ROMINA: ¿Cortamos? (Lo dice mientras se acerca a tomar la fuente de mis manos y ayudarme a llegar hasta ella)

FER: ¿Cómo? ¿Cuándo?

ROMINA: Andy y hace tres días…

FER: ¿tres días? ¿Cómo?

ROMINA: Primero sentémonos que para eso está preparado todo acá, Rubén me ayudó a armar esto mientras Andy te mantenía ocupada, para que no sospeches quien compartía tu cabaña.

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35 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

FER: ¿Vos? Así que caí en una trampa, por eso la música y la ausencia de mi compañera… ¡No puedo creerlo!

ROMINA: ¿Eso te enoja mucho? ¿Preferirías que no hubiese venido?

FER: ¡No! Deseaba mucho verte, yo…lamento lo que pasó, te traté como alguien desconocido y eso me torturaba porque la realidad es que te amo, te amo y eso me da mucho más miedo, porque no sé si podré cuidarte, no sé si te merezco.

ROMINA: ¡Ey! No llores, sé que no es fácil para vos, cuando te fuiste me desesperé, tenía que buscarte, menos mal que tu contacto en la empresa es Andy, así te encontré y ella me ayudó con todo, además ya habías dejado preparadas mis vacaciones, entonces me di cuenta que el universo está a favor de este amor y que a pesar de todo lograremos salir adelante, porque yo te amo, necesito que lo sepas y que sería incapaz de hacerte daño.

FER: Lo sé, el problema soy yo y mi maldita oscuridad (mis lágrimas se escapan sin pensar)

ROMINA: Amor, déjame ser un poco de luz, que mi amor cure tus heridas, estaré cerca el tiempo que haga falta para que confíes en mi.

Mientras Romina me abraza, conteniéndome, pienso en que no puedo perder a esta mujer, tengo que poder hacer frente a esos fantasmas, dejar que su amor me ayude a superar todo esto que me impide avanzar, ella es tan dulce. Pasamos el resto de la noche riendo al ver a los demás en la playa bailando, cuando Rubén prendió la hoguera decidimos bajar y sentarnos junto a nuestros amigos. Andy me abrazó fuerte mientras decía…

ANDY: Perdón…pero era necesario…

FER: Gracias amiga…te amo

Rubén me guiñó un ojo mientras acariciaba mi mano, la música fue cómplice de mis pensamientos al estar recostada en el regazo de Romina que dé a ratos besaba mi mejilla o acariciaba mi cuello, la madrugada fue llegando y mientras todos se iban nosotras decidimos quedarnos a ver el amanecer, poder hacerlo en sus brazos me hizo sentir que mi vida podía tener un nuevo comienzo a su lado,

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caminamos abrazadas mientras el sol aparecía en el horizonte, sin hablar, tan sólo sintiendo la mutua compañía.

ROMINA: ¿Vamos a dormir? Aunque estemos de vacaciones es necesario descansar

FER: Sí, vamos a descansar, al menos ahora tengo la ventaja de saber quien está conmigo en la cabaña

Al entrar pensé que tal vez ella quisiera dormir conmigo pero no pasó, me abrazó muy fuerte al llegar a la puerta de mi habitación, dándome un suave beso en los labios y se retiró. No estoy segura de querer tenerla lejos más tiempo, pero quizás sea lo mejor por ahora.

ROMINA

¡Está realmente hermosa! El vestido azul le queda fantástico, al fin voy a poder acercarme, la estoy esperando en la carpa que preparamos en el médano, Rubén la envía hacia mí, la complicidad de los dos ha sido única, espero que la sorpresa no le desagrade. La llamo y mientras se acerca se da cuenta que la veo y al llegar su cara fue de total asombro, creo que no se imaginaba todo lo que hicimos, pero le gusta, sonríe y eso es suficiente para mi, después de aclarar cómo llegué hasta aquí disfrutamos de la noche y el amanecer hablando muy poco, necesito hacerle saber que estaré a su lado sin que importe nada más, si es necesario en silencio. Al volver a la cabaña me despido con un abrazo y un beso en la puerta de su habitación esperando que pronto podamos compartirla definitivamente.

FERNANDA

¡NO! ¡NO! ¡BASTA!… me despierto y parece que mi corazón va a estallar, bañada en transpiración y las lágrimas otra vez…

ROMINA: Fer ¿Puedo pasar? ¿Estás bien? (mi primer impulso es decirle que me deje sola, pero la realidad es que la necesito)

FER: Pasa…

ROMINA: Perdón, te escuché gritar ¿Puedo ayudarte? (lo dice pero sin acercarse)

FER: Abrazame por favor

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37 Las Historias de Bell – La teta Feliz® - 2013 – Derechos Reservados

ROMINA: Mi amor…tranquila, ya pasa, no estás sola, estoy con vos (Me recuesto en su pecho y escuchar su corazón me trae paz, el mío empieza a calmarse y las lágrimas cesan)

FER: Gracias por no salir corriendo de mi lado

ROMINA: Nunca lo haría, sabes que te amo y estoy para lo que quieras

FER:¿Caminamos por la playa?

ROMINA: ¡Claro! Si es lo que queres vamos…

Mientras caminamos por la playa de la mano fue como si de pronto un gran nudo en mi garganta se desatara, me sentí libre para hablar como nunca antes, al fin puedo sentir que Romina es quien puede escuchar, veo en ella la luz que me saque de mi oscuridad.

FER: Necesito que me prometas algo

ROMINA: Por supuesto, lo que quieras

FER: Voy a contarte algo, no sé el tiempo que llevará ni si podré hacerlo por completo, pero quiero que me prometas que no vas a interrumpirme o intentar que deje de hablar

ROMINA: Prometido, sólo quiero saber… ¿Estás segura?

FER: Sí, estoy segura que te amo y necesito sacarme este peso de encima

ROMINA: De acuerdo, sentémonos entonces

FER: Nunca tuve la capacidad de enfrentarme a esto antes, traté de buscar ayuda y supongo que no lo hice bien porque no encontré alivio nunca, sigo sin dormir, sin permitir que alguien se acerque lo suficiente para intentar ser feliz de algún modo; cuando te conocí pensé que no estarías en mi vida suficiente tiempo como para que me importe, pero me equivoqué, tu paciencia, tu manera de llegar a mí, hizo imposible que te ignore, te fuiste colando en mi corazón por grietas que ni yo sabía que existía, por eso necesito contarte todo, algo que ni siquiera Andy sabe pero que ha sabido dejar de lado en estos años para mantenerse a mi lado.( siento la boca seca a medida que hablo, mi

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corazón se acelera pero al mirar a Romi a los ojos consigo la paz para continuar)

Actualmente tengo muy poco contacto con mi familia que tampoco es tan grande, con mi madre me comunico más seguido, traté de alejarme de todos para conseguir olvidar, por mucho tiempo creí lograrlo, pensé que pude enterrar mi pasado con todo lo que implicaba; me equivoqué, porque en mis sueños todo volvía a caer sobre mí una y otra vez con más fuerza. Llegué a pasarme semanas sin dormir más que un par de horas, así me conociste, Andy siempre me dice que tengo que sacar la oscuridad que me domina de adentro, pero hasta hoy no pude hacerlo, en vos encontré el motivo, en tu amor encontré la razón. (Romi acaricia mi mano mientras la sostiene, es el único gesto de su parte pero es lo que necesito, mientras se mantiene en silencio).

Mi niñez fue muy divertida y tranquila hasta que cumplí siete años, en ese momento todo pasó a ser oscuro y sombrío (mis ojos se llenan de lágrimas y mi voz se quiebra, las veces que intenté hablar de esto me pasó igual pero estoy decidida así que tomo aire y continúo) Una tarde ¡maldita tarde!, terminaba de bañarme cuando él entró al baño, traté de cubrirme pero no me dejó, dijo que me ayudaría a vestirme porque no había nadie en casa, en ese momento no tenía motivo para no creer lo que decía, hasta que comenzó a acariciarme de manera que me puso incomoda y dije ¡no!, entonces él me tomó con fuerzas mientras tapaba mi boca llevándome a su habitación, me arrojó sobre la cama mientras decía: ¡No vas a contarle a nadie esto porque nadie va a creerte! Te voy a enseñar cosas que van a gustarte, tapó mi boca ante mis gritos y lágrimas…fue la primera vez que ¡mi propio hermano abusó de mi! (No podía evitar el llanto porque era demasiado vívido el recuerdo, volví a tener siete años, volví a sentir el mismo miedo, asco y repulsión de ese momento. Romi en silencio me miraba mientras unas lágrimas caían por sus mejillas, mostrando en sus ojos una gran tristeza pero sin emitir palabra como prometió; volví a tomar aire para poder seguir)

No fue la única vez, esto continuó por años hasta que crecí lo suficiente para poder amenazarlo yo a él con la firmeza suficiente para que me crea, entonces logré que me dejara en paz, muchas veces me pregunté por qué no se lo dije a mi madre o a alguien más de la familia, supongo que fue porque pensaba que debía salvar al resto de

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mi propio dolor. Él era diez años mayor, por lo cual no tardó mucho más en irse de la casa, pero yo seguía herida en lo más profundo de mi ser, a la única persona que le permití acercarse y tocarme fue Andy, nos conocíamos desde el jardín, ella siempre me abrazaba, cuando lo hacía yo lloraba sin consuelo, nunca preguntó porque supongo que se daba cuenta que no le contaría, sin embargo siempre se mantuvo a mi lado cada día hasta hoy. La vida no ha sido fácil por todo esto, nunca pude tener relaciones personales duraderas, no puedo confiar en nadie, siempre pienso que van a lastimarme, que me harán daño, me dediqué al trabajo sin dar lugar a que nadie se acerque tanto como para importarme…hasta que me preguntaste cuanto hacía que no dormía, en ese momento empecé a mirarte, y como dije antes sin darme cuenta te fuiste metiendo en mi corazón, es la primera vez que confío en alguien como para hablar de esto, es la primera vez que amo a alguien sin temor a que me haga daño, esa vez que dormí a tu lado ¿te acordás?... cuando en mis sueños volví a tener siete años y a pesar de haberte echado de mi lado, recuerdo haber escuchado tu voz cuando dijiste: “Shhhhh estás bien, estoy acá y no pasa nada, tranquila, tratá de seguir durmiendo” en ese momento sentí por primera vez que podía ser rescatada, sentí una mano que podía sostenerme, sé que no lo demostré pero hiciste que sintiera cosas inimaginables para mi hasta ese día (Mi corazón por primera vez estaba en paz, a medida que hablaba era más fácil hacerlo, ya no lloraba, de pronto una briza fresca hizo que ella me abrazara fuerte y me sentí protegida, en paz)

ROMINA: prometí no hablar pero creo que ya puedo decirte que sos muy valiente, debo agradecerte el que hayas confiado en mí, sé que no fue nada fácil para vos contarme esto, pero estoy acá y no pienso irme, te amo y quiero estar a tu lado siempre.

FER: Lo sé, creo que después de hoy podré lograrlo, necesito tiempo pero confió en que vas a estar conmigo

No dijimos más nada, supongo que no era necesario; nos quedamos viendo el atardecer y después volvimos a la cabaña, encontrándonos en el camino con Andy que nos invitó a cenar, me miró extrañada por mis ojos hinchados pero no preguntó nada, creo que sabía que llorar me había hecho bien, pasamos una noche amena conversando sobre la fiesta, cómo conocí a Romi, lo exagerada de mi amiga, me enteré los detalles del engaño para que nos encontremos, pero lo realmente

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importante era que me sentía aliviada, como si me hubiese quitado un enorme peso de encima, podía respirar mejor y el sentir a Romina tan cerca me llenaba de paz.

ROMINA

Cuando entré a su habitación pensé que tal vez volviera a rechazarme, pero no pasó, me dejó cuidarla. Al pedirme que permanezca en silencio mientras relataba todo el horror vivido por ella, me hizo sentir su confianza, muchas veces pensé que sus pesadillas quizás se relacionaban con algo así pero escuchar todo es difícil, porque siento una gran indignación, la necesidad de protegerla, cuando una persona abre su corazón de ese modo lo único que se puede hacer es escuchar con interés y empatía, pero la verdad es que cuesta mucho no sentir enojo contra quien fue capaz de hacer semejante daño.

Volvimos a la cabaña y terminamos cenando con Andy, verla reír después de tanto llanto me daba tranquilidad, significaba que hablar le hizo bien; no sé qué pasará de ahora en adelante, sólo espero que haya más luz que oscuridad en nuestro futuro y que de a poco sus heridas sanen permitiéndole disfrutar de la vida sin miedos.

FERNANDA

Los tres días siguientes nos tomamos enserio las vacaciones, nos metimos al mar, tomamos sol, paseamos por la noche, los besos, abrazos y caricias son cada día más necesarios, más buscados, el miedo va desapareciendo además noto como ella es muy cuidadosa a cada momento, sin embargo siento la necesidad de más, quiero más caricias, más besos, su piel y su perfume me inundan, cuando se despide en la puerta de mi habitación con un beso, me cuesta conciliar el sueño pero no es el miedo sino la falta de ella, creo que esta noche será diferente, quiero dormir con ella, la necesito.

FER: Andy necesito un favor, quiero que lleves a Romi a algún lado, necesito preparar la cabaña y debe ser una sorpresa

ANDY: ¡Amiga! ¿No me digas que…? ¡Guauuu!

FER: Andy… ¿podés hacer lo que te pido?

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ANDY: Síii obvio, todo sea por vos y más por Romi

FER: Mmmm amiga no tengo idea que voy a preparar ¿será como en las películas?

ANDY: ¡Ay amiga! sólo tenes que ser vos misma…con eso es más que suficiente

Supongo que tiene razón pero no sé cómo ser yo misma en estas circunstancias, ese es el problema, pero algo tengo que hacer para demostrarle cuanto la amo y lo importante que es para mí; pensé en todas las películas románticas que vi, cena, velas, rosas, pétalos, perfume, bombones…nada me convence…ser yo misma…Mmmm a ella le gusta la cena sencilla y liviana, la luz tenue, la charla…creo que eso haré lo demás se dará.

Acomodé la cabaña dejando prendidas las lámparas pequeñas, en la mesa frente al sillón algo para comer que sé le gusta, una copa de vino que le pedí a Andy, ella sabe más que yo de eso y dice que hace bien una copa, ya veremos, estoy un poco nerviosa pero creo que está todo; me visto con el vestido azul que sé le gusta, el perfume que siempre se toma el tiempo de sentir en mi piel, lo que pase será cuestión de amor…se acabó el tiempo, llegó…

ROMINA: ¿Amor? ¿Pasó algo?...

FER: No…salvo que estoy enamorada y quiero demostrarte cuanto…no, no pasó nada

ROMINA: Mmmm y ¿Cómo será esa demostración? (lo dice y me rodea con sus brazos recostando su cabeza en mi hombro mientras huele mi perfume) ¡Estás mucho más hermosa! Con esta visión ya me demostraste todo amor

FER: pero hay más… (Tomo su mano y nos sentamos en el sillón, su sonrisa me hipnotiza)

Entre mimos, caricias y besos cenamos, recordando anécdotas, hablando de futuro, su mirada brilla y sus labios son una invitación que no pienso rechazar, me acerco para acariciar su rostro, sentir su piel, besarla, un beso que no es suave ni tímido como muchas veces, es un beso que pide más, al principio siento que ella se resiste en cierto

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modo y lo entiendo, teme hacerme mal, pero sin palabras sigo besándola, mis caricias son mucho más que un simple roce, nuestros cuerpos cambian la temperatura, pero todo me encanta, quiero más de ella, todo de ella… Nos separamos un momento para tomar aire, ella me mira y sus ojos encendidos me dan la señal que necesito.

FER: Quiero, necesito que tus caricias recorran mi cuerpo, que sanen por completo mis heridas, que me ayudes a terminar de sanar mi alma, que la luz de tu amor acabe con la oscuridad que me tenía cautiva, yo te amo.

Romina no dijo nada, simplemente sonrió de esa manera tan suya que me enloquece, se levantó tomándome la mano para llevarme a la habitación, dónde por primera vez supe lo que era disfrutar de mi cuerpo, de mis sentidos, con sus besos recorrió cada rincón, me llevó al cielo como nunca imaginé que podría, me entregué a ella en cuerpo y alma, ahora tenía todo de mí, no sólo mi corazón, lo que me permitió demostrarle cuan enamorada estaba, pude amarla, disfrutar de su cuerpo plenamente, hasta que el amanecer llegó y el mar con su canto nos acunó mientras exhaustas nos dormimos una en brazos de la otra.

Tiempo después…

Hoy hace frio fuera de la cabaña, estoy esperando a Romina que vuelve del trabajo, ambas hicimos de éste nuestro lugar en el mundo, desde aquella noche donde me rescató de mi oscuridad no he vuelto a tener pesadillas, sus brazos son mi mejor remedio para el insomnio. Una vez alguien arruinó mi vida y aunque pasaba el tiempo, yo seguía presa de ese dolor, hasta que llegó quien supo ver, escuchar, esperar, quien me supo amar del modo que necesitaba, al fin pude sacar de mi esa capacidad de dar amor que creí imposible, Andy tenía razón solamente debía dejar que ella me rescatara de mi oscuridad con la luz de su amor y el camino de su paciencia.

No puedo mentir diciendo que ya olvidé todo, porque no es cierto, por momentos se presenta un retazo de oscuridad pero tengo mi sol, que se encarga de alejarlo.

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PERDIDAS – BELL

Muchas voces, mucha gente, es lo que escucho; lo que veo, antes nunca imaginé estar en el mismo lugar que tu sin estar contigo. Te observo mientras estoy con alguien más en una charla amena, me digo todo está bien, pudimos hacerlo, compartir un mismo ambiente sin casi mirarnos; tú en tu mundo, yo en el mío. No recuerdo haberte saludado al llegar o si llegaste después y pienso que en algún momento de nuestras vidas no existíamos una sin la otra.

Entonces por qué de pronto estoy pensando en ti, en mi ¿es qué algo me falta?... siempre supe que quien me recordaba quien era, quien con su sola presencia completaba mi mundo, eras tu. Pero todo cambió un día, no pudimos cuidarnos lo suficiente, nos perdimos mutuamente en la rutina diaria, en otras miradas, en voces nuevas que sin querer nos fueron convenciendo que separadas seríamos mejores.

Cruzamos nuestras miradas un instante, una mueca, porque no es sonrisa se nos dibuja en el rostro y hay un dejo de nostalgia y dolor en nuestros ojos. Si estamos bien separadas ¿porqué siento que algo falta? Las voces me aturden, la gente… decido alejarme, por suerte el parque es grande como para perderme sin pensar en nada, la noche invita a la nostalgia, el cielo iluminado por millones de estrellas me recuerda a otro ya visto; “si pudieras contar todas esas estrellas, no alcanzarías a la cantidad necesaria para sumar mi amor por ti” lo dijiste cuando estábamos acostadas en la terraza mirando este mismo

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cielo, aunque parece que fue hace mil años; cierro mis ojos recostada en el banco y sin pensarlo creo que una lágrima se me escapa ¡basta! Me digo, ya no quiero pensar más, tú y yo ya no existimos y fue mejor. ¿Lo fue?

¿Quién?...en un parque tan grande no es posible que alguien coincida conmigo, lo pienso en segundos al escuchar un ruido cerca, abro mis ojos y ahí estas, parada a unos metros mirándome con una sonrisa en tus labios.

¡Ey! No quise interrumpir tu momento (dijiste)

¡No! Solo me sorprende que nos encontremos a pesar de lo amplio del parque

¿Es enserio? Siempre elegíamos los mismos lugares, no me sorprende que coincidiéramos

Es verdad, antes siempre sabíamos dónde estaría la otra, no debiera sorprenderme o tal vez lo que me sorprende sea su comentario o el sentir que en cierto modo las dos nos estábamos buscando, ella se acerca lento y pregunta ¿puedo? Señalando el espacio a mi lado, sí, respondo sin mirarla pero algo muy profundo se mueve en mí, ella se acerca y nuestros brazos se rosan apenas pero una electricidad recorre mi cuerpo y veo por su mirada que sintió lo mismo ¿Qué nos está pasando?

Ella dice: Esto es extraño pero muy familiar…

¿Qué cosa? Digo fingiendo no entender, pero es real ya no escucho voces, no hay gente, solo estamos nosotras, me siento yo nuevamente por loco que suene para cualquiera.

¿Sabés porqué te encontré? No fue casualidad, te estaba buscando desde que nuestras miradas se cruzaron adentro, porque quiero decirte algo

¿A mí?... ¿Qué?

Necesito que me digas donde estoy, que me ayudes a encontrarme, a reconocerme, estoy perdida y sé que sólo tú podrás hacerlo. No es justo, pero siento que me perdí en algún lugar cuando deje de verme

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en tus ojos y esta noche mientras te seguía por el salón, me di cuenta que sos la única que puede hallarme. ¿Harías eso por mí?

Lo dice con lágrimas en sus ojos, las mismas que yo trato de ocultar ¿Cómo puede todo este amor revivir en mí y golpearme tan fuerte? Quizás sea que nunca murió, que solo estaba extraviado en el laberinto de esta vida, para que al hallar la salida lo haga con más fuerza, más pleno, al final me doy cuenta que las dos pensábamos lo mismo al mismo tiempo, como antes, como siempre, entonces tomé su mano en la mía, ella cerró sus ojos mientras yo con la yema de mis dedos dibujaba su rostro lentamente como tantas veces antes, sus cejas, el contorno de sus ojos, su nariz, su labios para después recostar mi frente en la suya y decirle: aquí estás amor, en mí, como siempre, como nunca dejó de ser, abre tus ojos; para encontrarte solo tienes que ver en los míos.

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LA CULPA FUE MIA - BELL

Hoy quienes te ven dicen: ¿Cómo puede? ¿Cómo hace? Volar como un ave de brazo en brazo, sin descansar definitivamente en ningún regazo, nadie sabe la verdad; de lejos te miro y puedo decir, la culpa fue mía… ella no es así.

Cuando tu piel se estremecía ante un roce distraído de mis manos, cuando en tus ojos veía el amor que me entregabas, cuando sin ver caminabas solo porque te guiaba…estuve ahí, te conocía. Tenías tu corazón en un puño que habrías en mi presencia, tu temblor, tu escalofrío, tu sentir desenfrenado, esa primera vez en sentirte enamorada, estuve ahí…fue culpa mía.

Cada vez que suspirabas al mirarme y te asustabas, porque al tenerme cerca o lejos todo tu ser reaccionaba y sin entender, lo aceptabas…todo en tu mundo cambiaba, tu dispuesta a luchar; yo sin pelear por nada. Cada parte de tu ser a mi amor se entregaba, con miedo, incertidumbre, sin entender cabalmente que era lo que pasaba, sin embargo, lo intentabas…estuve ahí, fue culpa mía.

Nadie sabe en realidad todo lo que sufrías, por pertenecerle a él, por sentirte solo mía; es menos lo que se sabe que aún así caminabas siempre de frente hacia mí, sin bajar la mirada, querías, necesitabas

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aferrarte a ese amor del que tanto disfrutabas, estabas dispuesta a hacerlo sin que importara más nada, pero yo no te dejé y no porque no te amara.

Mi miedo era más profundo, yo no pude reaccionar ante cuanto me brindabas, sin fingir, sin pensar, sin dobleces ni dudas, siempre te entregaste a mí amor, se quién eres; se que eres capaz de amar sin que importe más nada, con todo puedes luchar por la persona que amas; fui yo…quien no pudo hacerlo por ti…y no porque no te amara.

Hoy recuerdo cada vez que me decías, “no me cuides más vida mía, sin ti todo lo demás es tan solo fantasía, yo quiero esta realidad, te quiero por siempre mía”. Tú eras quien me animaba a luchar por ese amor, tan puro, tan pleno, tan lleno de cada cosa descrita por los poetas, pero yo no me animé, esa carga es toda mía.

Entonces me convertí en culpable de tu dolor, el día que te perdía, cuando llorando dijiste: no me dejes sin valía, no me conviertas amor en esta alma vacía, que tan solo al respirar sabrá que ya no eres mía, entonces mi corazón dejará ya de latir, de sentir, me convertiré en un cuerpo del que disfrutaran muchos, pero lo que tu dejas hoy; muerto estará ya por siempre.

Así fue, que yo maté la más dulce mirada que alguien pudo entregar, el amor dado sin dudas; maté un corazón amado, lleno de ternura y pleno de pasión; maté el amor que me regalaron, por cobarde o inacción, por no ser como tú eras, por no saberte amar como tú lo merecías, dejé que te convirtieras en lo que hoy eres y todos ven, perdón amor sé que no sirve de nada pero tengo que aceptar que la culpa es toda mía.

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LA VIDA EN CAPITULOS – BELL

Tal vez al final de esta historia encuentre su título, por ahora solo intentare que las palabras fluyan y me permitan contarla… Muchas personas creen en el amor para toda la vida, o en el amor a primera vista, otros creen que el amor se relaciona solo con el sexo, hay quienes ven al amor como algo inalcanzable o inexistente. Que creo yo ?...bueno les contaré lo que me sucedió a mí, entonces quizás pueda responderles.

Confieso que siempre supe el día que me enamore, lo que no sabía, era que me llevaría una vida reconocerlo y así y todo no tenerlo… Mi primer “amor” me doblaba la edad y era imposible sacarlo de mi cabeza, hice cosas en ese momento con 13 años que no me

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imagino!!! Como pude!!! Mirando atrás y viendo como se afianzo mi personalidad descubro que no era amor, solo estaba deslumbrada, porque alguien me prestaba atención.

Después de esa etapa (que me avergüenza un poco). A mis 15 años conocí a dos personas que cambiaron mi vida, sí, dos no una. Primero conocí a Trisa, asistí a una reunión de estudios, y la casualidad o la vida, quiso que se sentara a mi lado solo con una silla de por medio, me llamo la atención como se manejaba con sus cosas, prolijas, acomodadas, sus libros eran muestra de dedicación e interés en lo que estudiaba, eso me hizo querer saber más de ella. Comparándola conmigo, a mí me gustaba estudiar, pero me faltaba esa prolijidad y quizás esa dedicación. Físicamente ella tenía el cabello largo, era alta, esbelta y tenía unos ojos difíciles de olvidar.

A partir de ese momento traté de conocerla mejor, cosa que me costó porque ella era más grande que yo y tenía otros amigos, pero mi interés en ella podía superarlo, de a poco y por un motivo u otro comenzamos a hablar más, empezamos a conocernos mejor, nos dimos cuenta de muchas cosas que teníamos en común, y eso permitió que creciera entre nosotras una gran amistad, yo me sentía realmente apegada a ella. Se caso y seguimos siendo amigas.

Entonces conocí a la otra persona de la que hable antes, el era Dan, fue por trabajo, a mi me costaba tratar con los hombres, así que al conocerlo, prácticamente no le hable y mucho menos lo miré. Cada vez que me tocaba ir rogaba que no estuviese, hasta que un día, me miró y dijo: ¿nunca vas a mirarme a la cara? Mira que no muerdo eh… ¿me miras?

En ese momento sentí que mi cara hervía, sentí que estaba toda colorada, pero levante los ojos y lo miré… ¿para qué lo miré? Era hermoso! Alto, con una gran espalda y dueño de unos ojos verde esmeralda, preciosos...yo muerta de vergüenza y él con una sonrisa, me miraba, desde ese día ya no pude dejar de mirarlo, cada encuentro era hablar y hablar, de su vida, de la mía, realmente era un gran hombre, con una sensibilidad y comprensión que yo no conocía. Siempre estaba atento a mis palabras o a lo que me preocupaba, en ese momento yo no soportaba que alguien se me acercara o me tocara, todo parte de momentos tristes de mi niñez, pero él no me presionaba para nada, solo estábamos juntos para conocernos, y eso

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me llenaba de respeto y admiración hacia él. Sin embargo, de estas dos personas, estaba más unida a Trisa, ella era única para mí, su vida, su modo de manejarse, sus ganas, sus metas, sus locuras y la frescura con que tomaba algunas cosas me llenaba el alma.

Pero no todo fue fácil al pasar el tiempo y darme cuenta de lo que en realidad pasaba…

Estaba con él pero no era él en quien pensaba o a quien sentía, en lo profundo de mi alma, sabía que algo más que un amor de amigas me unía a Trisa, y la decisión de estar con Dan para siempre me superaba, porque en verdad no era lo que yo quería. Estando con él, ella siempre estaba…siempre presente en mí.

Dan notaba que había algo más que me unía Trisa, porque cuando él intentaba acercarse a mí, siempre surgía ella, siempre estaba ahí, aunque yo no lo planeara, era más fuerte lo que yo sentía por ella, aún sabiendo que para ella, yo solo era alguien más en su vida, solo eso, hasta a veces me sentía… una molestia.

Pero saber esto no impedía que quisiera saber más y más de ella, cuando la veía y le contaba lo que estaba viviendo con Dan ella me aconsejaba, decía que lo mejor era seguir lo que sentía, pero que tendría que asumir las consecuencias, era lo que menos me importaba…ya que lo único que en realidad yo quería era estar cerca de ella.

Dan tuvo paciencia un buen tiempo, pero entre nosotros no había más que conversación, hasta que un día él me pidió permiso para besarme… y yo acepte, no sé porque, supongo que lo hice para saber si con eso sería a él a quien tendría en mi mente y en mi corazón a partir de entonces…Así fue mi primer beso, a los 17 años, el se acercó lentamente a mí, hasta que mi espalda estaba sobre la pared, ya no tenía opción, el acercó su boca a la mía, roso mis labios, después sentí su lengua en mi boca, pero no sentí nada de lo que me había imaginado que sería el beso, nada se estremeció dentro de mí, ni siquiera quería que lo hiciera otra vez, por dentro me decía….pensar que dije que me casaría con el primer hombre que me besara, será esto el beso?? Si lo es, no es lo que yo quiero…

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Él no se dio cuenta de todo lo que tenía en mi mente, solo se dio cuenta que era verdad lo que había dicho… que nunca antes bese a nadie, entonces lo creyó, y se apegó más a la idea de que yo fuera su novia, pero no era lo que yo quería, mis sentimientos, mis sensaciones las sentía con otra persona y era una locura!!! Era mujer y era casada y nunca se fijaría de ese modo en alguien como yo, ella solo me veía como un animalito herido a quien cuidar…Pero decidí conservar esa amistad aun a costa de mis sentimientos.

Entonces traté de volver a ver a Dan como el hombre de mi vida, la persona que merecía que yo lo amara, trate de verlo así, un día fui a visitarlo decidida a probarme a mi misma que lo que sentía por Trisa no era lo que yo creía, entonces Dan esta vez me beso, pero de otra manera, más suave, más lento, con caricias que recorrieron mi cuerpo, y yo cerrando los ojos trataba de sentir que sí, que era él, era el momento, sin embargo, mi corazón, mi respiración, se mantuvieron en el mismo ritmo, frio…no sentí otra cosa, el dolor de no sentirlo era muy profundo, verdaderamente necesitaba que él me hiciera sentir eso, de otro modo querría decir que Trisa era más que solo mi amiga para mí y eso era un terrible dilema para mí, problemática adolescencia.

No era justo para Dan que yo mintiera sobre lo que sentía por él, así que puse de excusa mi edad, mi familia, mis principios, para no continuar con lo que yo ya sabía no era lo que realmente quería. No volví a verlo, aunque hasta estos días me pregunto cómo estará él, espero siga siendo el hombre que yo conocí y que me enseño que no todos eran iguales y que aunque no fue como soñé fue él quien me dio el primer beso.

Trisa seguía ahí como parte de mi vida, le conté que con Dan ya no me vería y sé que en cierto modo se sintió aliviada. Nuestra amistad continuó haciéndose más intima, conocí de ella cosas que muy pocos sabían, sus sufrimientos, su soledad a pesar de estar siempre rodeada de personas. La consideraban trivial, común, como si no tuviera mucho que decir, me convertí en su compañía, quien la escuchaba, quien compartía con ella momentos de paz, sin exigirle, pedirle o reclamarle nada, contrario a lo que hacía su familia.

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Tal vez esta sea una manera de razonar, de poder entender que me paso, que nos paso, poner por escrito lo que viví, y al leerlo tratar de ver en qué momento me equivoque tanto, o como pude ver cosas que no estaban y nunca estuvieron ahí. Tal vez mis sentimientos me jugaron una mala pasada, y quise ver en sus ojos sentimientos que nunca existieron, que tal vez me equivoque en todo, pero ¿fue un error en realidad?

Hubo una tarde muy particular donde sentí que había algo mas, en mi estaba claro, esa tarde estuvimos hablando sobre, nosotras, como nos sentíamos y lo bien que nos hacía estar juntas, estábamos en su casa, ella siempre fue muy celosa de mí, pero me lo hacía sentir a tal grado que me sentía sumamente culpable, sobre todo porque a mi alrededor había personas a las que apreciaba realmente, quería ayudarlas, eso hacía que se sintieran apegadas a mí, sin que yo hubiese hecho algo demasiado importante, y eso era lo que a ella más le molestaba, que le dijera ..Yo no hago nada. Pero mi dolor era tanto, porque mis sentimientos por ella me superaban de muchísimas maneras, por ella podía olvidar todo lo demás, podía seguir viva a pesar de lo que me rodeaba, donde no era feliz. Esa tarde caminamos casi veinte cuadras en las que mi estomago se había convertido en un nudo, una piedra, ese, yo sentía, era el momento de decirle que la amaba, el que sea mi amiga llenaba toda mi vida, cada paso que di ese día era pensar en decirlo y ¿ella? Caminaba a mi lado y juro que podía oír sus pensamientos, y compartía mis sentimientos…

Tal vez era lo que yo deseaba, pero esa tarde al llegar a casa, tuvo conmigo un gesto que solo confirmaba lo que yo sentía, acerco su frente a la mía y acaricio con ella mi cabeza, mi cara. Revivo ese momento y puedo escuchar su corazón como ese día, latía al compas del mío. ¿Por qué no le dije? ¿Por qué no lo hizo ella?, había muchas cosas implicadas, más que solo nosotras, creo que sin decirlo, lo entendimos o es lo que yo quise creer, a esta altura no lo sé…

Cuanto más tiempo pasaba, me daba cuenta que los sentimientos por Trisa, no desaparecían como pensaba, las dos pasamos momentos muy duros que nos unieron más. Éramos el apoyo mutuo, el consuelo y para mi ella era mi amor…

Siempre hablábamos, salíamos, aunque el contacto físico era mínimo, le decía lo importante que era para mí, cuanto la quería, lo bonita que

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era, mucho debo decir. Una vez, quise abrazarla dijo que no le gustaba, que se sentía incomoda y prefería que no lo hiciera, en ese momento lo acepte y me fui. Camine unos pasos por el pasillo y pensé: “no más, me canse de esperar…” Volví.

Trisa, sorprendida pregunto qué pasaba, me acerque, la abrase muy fuerte, sentí su perfume, bese su cuello despacio, suavemente…durante unos momentos. Entonces me separe…pude ver sus ojos cerrados y su cara de placer, le dije viéndola a los ojos: “esto es lo que me gustaría hacer siempre, pero como no te gusta, solo volveré a hacerlo cuando me lo pidas” y me fui…

Por unos días no llame, no fui a su casa, me concentre en mis estudios, trataba de no pensar en ella, pero su perfume, el aroma de su piel volvían una y otra vez. La sensación de besar su cuello… solo con eso había sentido todo lo que hubiese querido sentir con Dan alguna vez. Entonces ella llamó, “¿por favor, podes venir?... no puedo más, hablemos”. Su voz sonaba distinta, no quise hacerme ilusiones, así que fui preparada para perderla del todo. Llegué, nos sentamos una frente a la otra, me miro a los ojos, y dijo:” por esto no quería que me abrases, porque me hiciste sentir en el único lugar en que quiero estar cada día, donde me siento segura, protegida, entera, con los besos que me diste sentí miles de sensaciones”. Pensé que estaba soñando!!! ¿Era verdad lo que escuchaba?

“Es una locura!!! – Dijo - me estoy volviendo loca, ¿cómo puedo sentir esto?” Estoy muy confundida…”

Lo sabía! me dije por dentro, a ella solo le dije que no lamentaba haberlo hecho, que me canse de fingir, que yo la amaba hacia demasiado tiempo pero que aceptaría lo que ella dijera, porque era consciente de sus compromisos. Ella me miro y dijo que solo le diera tiempo, que necesitaba poner en orden sus pensamientos, que esos días no había dormido, y que decidió llamarme porque la noche anterior estando en la intimidad con su marido… había dicho mi nombre… y que eso era aun una locura más grande. Dijo que solo quería que lo supiera, pero que ya no quería verme…

Mi corazón se estremeció, “la perdí” me dije, con lágrimas en los ojos, las dos nos miramos, yo me saqué un anillo que tenía y se lo di, le dije que si nunca me lo devolvía lo guardase como recuerdo de mi amor

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por ella, pero que si alguna vez me lo devolvía supiera que sería para estar conmigo sin reparos ni miedos. Trisa lo acepto y nos despedimos. El dolor que sentía me mataba, pero tenía que olvidarla.

Mis días se hicieron todos iguales, grises, tristes, solo estudiaba, casi no hablaba con nadie, mi familia creía que estaba enferma, ¿cómo decirles que el problema era que amaba a mi mejor amiga y ella no me correspondía? La tristeza me enfermaba, solo pude hablar con mi hermano mayor, mi confidente, a él le conté todo, lo que sentía, lo que paso con Dan y como estaba por Trisa. Seguro porque es mi hermano, solo dijo:” nadie puede dejar de quererte así nada mas, no la busques, ella va a volver”…

Al mes, volví a casa de estudiar y Trisa me estaba esperando, tomaba algo con mi hermano, que vio mi cara y se rio. Paso a mi lado diciendo, “Invite a todos a comer, sabía que vos hoy no podes, así que perdón pero nos vamos”. Me beso la frente y se fueron. Estaba muy nerviosa, no sabía que esperar, Trisa se acercó y dijo: “Dijiste que solo volverías a hacerlo, cuando te lo pidiera… abrásame por favor”. Las lágrimas recorrían mi cara, la abrase con todo mi ser, tan fuerte como pude, su aroma era único, no quería soltarla. Nos separamos un momento, ella saco un estuche, me pidió que lo abriera, era mi anillo… lo sacó y pidió que lea la inscripción. TE AMO, lo puso en mi dedo, secó mis lágrimas, se acerco despacio besando mi frente, sobre mis ojos hasta besar mis labios, todo mi cuerpo se estremeció, fue suave, tierno, cada vez más profundo. El sabor de sus labios, su respiración tan cercana, hicieron despertar todos mis sentidos, mis manos recorrían su cuerpo y ella correspondía a mis caricias, eso era lo que siempre desee sentir, ese fue mi primer beso, esa fue la primera vez que hice el amor. Sin hablar, nuestros cuerpos se entendían, cada rose, cada detalle, como si siempre hubiesen estado preparados para ese momento, tan esperado, tan intenso…

Mi Hermano se encargo que todos volvieran tarde ese día, Trisa y yo, todavía abrazadas en mi habitación, habíamos olvidado que existía un mundo afuera. Haber podido demostrar lo que sentíamos fue realmente valioso.

Entonces mirando a sus ojos pregunte: ¿y ahora? ¿qué sigue?...ella tomó mi rostro entre sus manos y me beso dulcemente, - sé que quiero estar con vos, que no soportaría dejar de besarte, al traerte el

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anillo soy consciente de lo que me dijiste, es para mostrarte que vamos a estar juntas- Mi corazón salto en mi pecho, y volví a besarla, sus ojos, sus labios su cuello, acariciar sus pechos que por tanto tiempo había deseado, volvimos a sentir el calor en nuestros cuerpos y volcamos toda nuestra pasión una vez más…

Ella aún no estaba separada de su marido, pero la situación entre ellos era problemática, por la cercanía me había enterado que él la engañaba. Se lo conté para que ella no temiera dejar a quien no la merecía, las cosas se complicaron, con temas legales, divorcio, papeles, en medio de esto, siempre encontrábamos esos ratos para estar juntas.

Nada se hizo fácil, todas las personas que conocíamos, no aceptarían el cambio tan pronto…

Trisa me pidió que fuéramos despacio, que poco a poco todos sabrían que estábamos juntas, a mí lo que más me importaba era tenerla a ella conmigo. Nos acostumbramos a las miradas, a los comentarios cuando pasábamos, a que se acercaran a nuestras familias para preguntar- ¿es cierto que…?- mi hermano era el que siempre daba la mejor explicación –el que no lo entiende, es porque nunca ha amado realmente ¿no pueden dejar a dos personas estar felices y en paz?, él siempre fue mi apoyo, y Trisa lo quería por ser así. Pasado un tiempo prudencial desde el divorcio, comenzamos a buscar un lugar para nosotras, para vivir juntas, para mí era un sueño, después de tantos años, podía gritar a quien lo oyera que amaba a Trisa, que era mi mujer, que después de tanto dolor al fin era feliz.

Conseguimos departamento, lo decoramos a nuestro gusto, hicimos nuestro hogar. La noche que nos mudamos, nos comprometimos a luchar juntas por nuestro amor, Trisa es mi mejor amiga, mi compañera, mi amante, la persona por la que más llore y la que más satisfacciones me ha dado, ese día prometí amarla siempre.

El día a día de convivir no siempre es fácil, surgen cuestiones, problemas, celos…Trisa, es muy celosa, pero lo hemos superado todo…

Hoy, mientras termino de escribir, espero que mi hermano venga por mí, cuando se aprobó la ley de matrimonio entre parejas gay en

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Argentina, Trisa, me propuso casarnos. Ahora pienso, que recién al estar frente al juez lo creeré, al principio no sabía qué título darle a esta historia, ahora creo que…”Mi vida” sería ideal.

Ya vienen a buscarme, tal vez un día, cuente el día después o la luna de miel…

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ESTA VEZ SERA DIFERENTE - BELL

El mal humor que tengo hace que ni yo me soporte ¿por qué la extraño tanto? Discutimos por su falta de tiempo. Me supera la situación, solo es cuestión que quiera verme, sabe muy bien que siempre la espero. Esta vez será diferente, ya no quiero pasar por esto, de extrañarla tanto, del mal humor, de pasar los días con ella en mi pensamiento sin que nada me haga reír o me divierta realmente. Mis amigos y compañeros preguntan si estoy enferma…y lo estoy, ella me hace falta. Extraño sus palabras, su perfume, su mirada, extraño sentirme en mi mundo, que es el mundo donde ella esta.

Esta vez será diferente, cuando la vea no voy a demostrarle lo que me paso estos días, me mostrare indiferente, no es justo que yo me sienta así y ella ni siquiera de señales de vida, no responda mis mensajes, esta vez estoy convencida, seré fuerte y no caeré ante sus ojos. Una semana es mucho tiempo y me ayuda no verla para pensar bien lo quiero.

¿Por qué Será que el universo está en mi contra? No quiero hablar con ella pero el trabajo me lo exige, tengo que tratar de disimular el salto que da mi corazón cuando escucho su voz, ella no debe darse cuenta que me muero por verla, sí, debo ser indiferente, solo es

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trabajo y nada más, si ella quisiera hablarte hubiese llamado. (Mi mente quiere convencerse)…y no lo logra.

Basta escuchar su voz para que se revolucione todo en mi vida, (Es trabajo, solo trabajo), mi mente insiste y yo que muero por decirle cuanto la extraño. Ella dice: hola corazón, con entusiasmo, me cuenta que ha pasado malos días, que se encuentra enferma y yo solo hablo de trabajo. Merece que la trate así, no puede ser que sienta esta terrible necesidad de correr a su lado solo a confortarla.

Esta vez será diferente, no voy a ir a su lado. Ella está sorprendida ante mi poco interés en su estado, me contesta sobre el trabajo pero siento dolor en el tono de su voz, no le demuestro nada, así es mejor siempre corro, siempre voy, esta vez no, tal vez si pasan unos días más ya no necesite verla y logre alejarla de mis pensamientos. (Mi mente sigue queriendo convencerme) y quizás lo consiga.

Estoy concentrada en el trabajo cuando un mensaje llega: ¿Tenes un rato? Paso por ahí…NOOO (dice mi mente)

Otra vez mi mundo se revoluciona, por un lado espero que venga gente y así no tenga tiempo de hablar con ella por otro lado deseo que no venga nadie y solo verla. Pero debo resistir, estoy enojada, después de todo, no debo ser tan fácil. No termina de entrar y siento su perfume, ya no puedo pensar con claridad pero NOO, debo poder, tengo que poder (mi mente esta dudando más que yo)… me ve y se acerca dándome un beso en la mejilla, me mira, trato de mirarla con indiferencia pero si veo sus ojos es imposible, desvío mi mirada, (no la mires) dice mi mente pero mi corazón grita. ¡Qué hermosa esta! Salta dentro de mí, quiere correr a sus brazos, ella busca mis ojos yo la evito, ellos nunca logran ocultar lo que siento al verla, muero por besarla, abrazarla, sentir su piel, envolverme en su perfume. Debo ser fuerte pero escondo mi mirada, le doy la espalda mientras hablo, así al menos no me mira a los ojos, que al mismo tiempo me traicionan y van tras ella, nuestras miradas se cruzan.

Mi mirada- ¿por qué te amo tanto? ¡Dios que hermosa esta! Que ganas de besar tu cuello… (NOO) mi mente grita y ya no la miro…

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Su mirada- Amor, ya no estés así, necesito que me mires, no me robes esos ojos, perdón ya estoy acá, te extraño y odio tu indiferencia…

Lo estoy logrando, casi no se da cuenta que no la miro, además llega gente, que bueno así no tengo que dedicarle mi tiempo y no se dará cuenta que muero por besarla. (Vas muy bien) dice mi mente, pero el corazón me duele.

Se le hace tarde y se va, (esta vez será diferente) mi mente repite, pero ella antes de irse se abraza a mí, mis piernas tiemblan pero respondo al abrazo fríamente, ella lo nota diciendo vuelvo mas tarde. No; que no vuelva, si la veo otra vez no podre resistir, espero que no vuelva así tendré tiempo para que mi mente me convenza que es mejor, que el dolor de no verla es demasiado, que ella se aprovecha de mis sentimientos, que esta vez será diferente.

Todo está contra mí, ella vuelve y ya no hay nadie, me besa muy cerca de la boca, mi cuerpo responde con un escalofrió, y ya mis oídos son sordos ante mi mente, solo escucho a mi corazón. Pero debo resistir, quiero saber si ella siente lo mismo que yo, siempre soy quien vuelve, esta vez no, no lo hare.

Ella me mira y dice- hoy estaba pensando en vos-

Yo- ¿qué pensabas?

Ella- que siempre pasa esto, que me enojo si no te veo, que me muero por cómo te extraño, que cuando te veo y tu mirada me habla así, mi alma me vuelve al cuerpo.

Yo- ¿y qué dice mi mirada?

Ella- cuando no me escondes tus ojos, ellos me muestran destellos de tristeza y enojo, pero de repente me dicen cuanto te extraño…y miras mis ojos, mi cuello, mi boca y me tranquilizo porque sé que estoy ahí- señalando mi corazón

Ya no pude más, sobre todo porque su mirada afirmaba lo que decía, ella se acercó y la abrace, su perfume, como me gusta, ya me olvide porque me había enojado, solo quería sentir su piel, besarla, su cuello es algo que no puedo dejar de disfrutar, sentir sus manos acercarme

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más hacia ella, su respiración agitada al sentir mis besos en su cuello, cuando por fin nuestros ojos se encuentran como solo ellos saben hablar, nuestros labios se unen en ese beso lleno de necesidad , de dolor, de ausencia, de todo lo que sentí en estos días, notando como me corresponde , como el erizarse de su piel, el latido acelerado de su corazón va al compas del mío, esas cosas que no se pueden explicar, que se sienten, tiran abajo todo tipo de argumento y muro que mi mente quiera armar. Amo a esta mujer con todo lo que soy, y me convenzo que esta vez será diferente, porque ya no quiero más peleas ni días sin vernos, porque hoy le pediré que se mude conmigo y que cada pelea llegue con su reconciliación. Pero solo aceptare extrañarla por algunas horas, (jajajaja) mi mente se ríe, porque nuestras peleas son siempre por extrañarnos tanto y por amar como lo hacemos.

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AMOR EN CONTRASTE – BELL

Amor que duele, amor que tiembla, amor que grita, amor que calla, amor de nudo en la garganta, amor de estomago cerrado, amor que piensa, amor que sueña, amor que parece odio, amor que amar más no podría.

Amor aventurero, amor tímido y callado, amor de miradas, amor de roces tibios, amor que se afirma a la tierra, amor que vive en el aire, amor que se muestra, amor que se esconde. Amor que es locura, amor que vislumbra cordura, amor que disfruta, amor que padece.

Amor de corazón herido, amor que sueña ser curado, amor que finge estar perdido, amor que ansia ser encontrado, amor indiferente, amor apasionado, amor que camina lento, amor de paso apresurado, amor de corazón calmo, amor de pulso acelerado.

Amor de dulces palabras, amor de rostro endurecido, amor de matices propios o ajenos, amor que se da, amor que se pide, amor que se entrega, amor que se exige, amor imposible de explicar, amor increíble de sentir.

Todo contraste no alcanza para describir este amor tierno y tranquilo, loco y desbocado.

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Amor que camina de la mano al abrigo del sol, amor de cuerpos desnudos solo envueltos en pasión, amor después de enseñado que vestía de varón, descubro por experiencia que para mi corazón viene envuelto en perfume y esencia de mujer.

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AHORA QUE? - BELL

Estas muy cerca, tengo la oportunidad de conocerte, pero me da miedo, podrías decir ¿Por qué? Si hace más de un año que hablamos, me da miedo no ser lo que esperabas o no poder darte lo que necesitas. No puedo decirte que mi corazón espera por otra, que alguien más sea quien quiera conocerme; trate de no ilusionarte, trate de no ilusionarme. ¿Cómo pudo pasar que no dejaras de pensarme? Y yo de pensar en ella…

Sólo buscaba una amiga, cuando entre en el mundo virtual, pero las cosas pasan rápido, el tiempo, las charlas, la soledad, todo cambia, todo aumenta, terminamos compartiendo más que tiempo o tardes o noches de soledad, terminamos compartiendo, trabajo, estudio, familia, sentimientos. Cuando dijiste ya es tiempo, tendremos que vernos, no pude decirte que esperaba que alguien más lo propusiera. ¿Cómo se hace en este espacio que compartimos para no herir cuando todo se potencia tanto?¿Cómo haré? para decirte que podemos ser amigas, pero que ese sentimiento que diste a entender tantas veces, no puede ser correspondido, no por mí, no contigo. Porque a quien espero, le llevara más tiempo llegar a mí o yo a ella. La ironía de la vida ocurre también en lo virtual, no siempre se es correspondido por quien esperamos, no siempre queremos a quien

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nos ofrece su amor. ¿Cómo decirte que contigo rió y por ella tiemblo? Contigo la vida diaria, con ella espero futuro.

Conocernos fue tu idea o mía, no sé bien, pero las razones son diferentes, busco espacios en mi mente donde te pueda guardar. Porque creo que al contarte qué guarda mi corazón, ya no querrás ni leerme y seguro tendrás razón. Pero como le explico a mi corazón que fue ella quien me enamoro con su voz, con su ternura, con sus detalles, que el sentimiento inexplicable un día apareció, quise mucho que fuera por ti, por quien él se despertara, sin embargo se negó.

Espero puedas comprenderme, tal vez sería fácil mentir; a mí o a ti, diciendo que sí correspondo a tus sentimientos, para no herirte y al mismo tiempo tener compañía, después de todo sí te quiero. Pero el recuerdo de ella, el saber que alguna vez podré verla, me lo impide, además mereces que sea franca, que te cuente que las veces en que hablamos de futuro, de amor, de tiempo, sé que pensabas en mí…pero yo en ella. Entonces me pregunto, ahora ¿Qué? Estas por llegar, mis nervios me dominan, mi amiga se acerca, pronto estaremos frente a frente, espero poder reír como lo hacemos siempre a través del micrófono, que tu mirada sea tan simple como la que me devuelve la cámara, sólo quiero ser causante de alegría, que tus lágrimas no surjan cuando entiendas que aunque me quieras a mí; yo sigo esperando por ella.

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AMOR COBARDE – BELL

Miro por la ventana, siento que el frío del exterior consume mi alma, la lluvia arrastra con ella mis propias lágrimas, las decisiones que tomamos marcan la diferencia, en mi caso es totalmente cierto…

Mamá… ¿Por qué estás llorando?... (Mi hijo se me acerca y simplemente me abraza, se acurruca en mis brazos quedándose en silencio hasta dormirse)

Tal vez cuando sea más grande pueda contarle el por qué de mi llanto, por el momento tenerlo cerca me alivia, aunque no impide que mi mente me lleve de viaje al pasado, que me recuerde mi cobardía.

Siempre me consideré heterosexual, me gustan los hombres, que por otro lado es lo normal, en mi adolescencia tuve novios, salí con muchos chicos que me hacían sentir especial, nunca sentí que me faltara nada…hasta que conocí a Nina, nueva en el barrio, en la escuela, algo retraída, tímida, sentí que tenía que protegerla de algún modo, era mi forma de ser, tratar de cuidar a alguien que se encontrara desvalido, fue así que me propuse ser su amiga. Al principio ella desconfiaba de lo que yo quería pero, no pasó mucho para que confiara en mí y descubrí a una persona inteligente, simple, sencilla, simpática y pronto dejé de ser yo quien la cuidaba para sentir

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como ella me hacía sentir segura. Nos fuimos acompañando al pasar los meses que se hicieron años, yo seguía aumentando la lista de conquistas o admiradores, notando que ella, en cambio, casi nunca hablaba de nadie con interés, me hacía reír, me sentía especial a su lado, nunca pensé en ella más que como mi amiga, pero me hacía falta verla o escucharla por lo cual si no podíamos vernos, hablábamos mucho por teléfono. Mi cariño por ella crecía, llegamos a compartir tanto tiempo que ya no estaba pendiente de los muchachos que quisieran salir conmigo, muchas veces rechazaba invitaciones porque quería estar con ella o no salía para escucharla por teléfono, en ningún momento me pregunté por qué me pasaba eso, hasta que un día mientras hablábamos ella dijo que había escrito algo para mí y lo leyó; nunca podré olvidar la sensación que recorrió mi cuerpo en ese momento, el placer que sentí al escuchar su voz leyendo y más aun porque me vi en sus palabras, jamás olvidaré ese poema, fue una declaración de amor, algo que nadie me había dado antes, algo que me hizo sentir como nunca me había sentido…

A partir de ese momento ella me escribía todo el tiempo, era como si todo estuviese dicho entre nosotras y al mismo tiempo ninguna lo decía claramente estando frente a frente, pero cada vez que ella me abrazaba, me miraba directo a los ojos o me rozaba aceleraba mi corazón sin pensar, ella todo el tiempo me sorprendía con detalles que fueron llenando mi vida, hasta que llegó el día en que me dijo: “Tenemos que hablar…”

Y habló, me dijo que ya no soportaba ocultar sus sentimientos por mí, que comprendería si yo la rechazaba, pero que ella necesitaba decir lo que estaba pasando, que cada cosa que escribía no era como amiga, que estaba enamorada de mí, me pidió perdón por sentirlo, explicó cómo intentó evitarlo, pero que debía ser leal a sí misma y al mismo tiempo a mí, me dijo que nunca planeó enamorarse, sólo pasó, mientras ella abría su corazón el mío galopaba alocado en mi pecho, porque le correspondía, entonces le dije que me pasaba lo mismo, me enloquecía tenerla cerca, ella se me acercó con lágrimas en los ojos regalándome el beso más dulce que jamás probé, la suavidad de sus labios me llevaron a la locura, creo que nunca en mi vida dije tantas veces te amo como ese día, porque la amaba…

Ese momento cambió mi vida, aunque no tanto como hubiese querido, los llamados se hacían interminables, no había horarios ni días,

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cuando nos veíamos todo el universo se reducía a esos momentos en que estábamos una en brazos de la otra, al abrigo de la habitación donde el amor era pleno, ya que al salir de ese sitio seguro, solamente compartíamos miradas cómplices, ella soportaba que me invitaran a salir los muchachos a lo que yo respondía con sonrisas provocativas, ella disimulaba bien su incomodidad, pero cuando estábamos solas me hacía sentir su sufrimiento y yo la comprendía, después de varios episodios parecidos, ella empezó a decirme que le costaba demasiado disimular, que me amaba tanto que era imposible no sentir celos de quienes se acercaban para estar conmigo, yo sólo podía asegurarle que la amaba, que no la engañaría pero que no podía permitir que todos se dieran cuenta porque era algo incorrecto lo que hacíamos, no era normal, en esos momentos ella lloraba al decirme que ella podría amarme a la luz del día sin que importe nada más.

Estas conversaciones se repitieron muchas veces y yo la amaba…pero mi miedo a ser rechazada, a ser juzgada por amar a una mujer era más fuerte, ella a pesar de mi egoísmo seguía a mi lado, mientras yo aceptaba invitaciones de muchachos sólo para aparentar, ella se encerraba en sus estudios, yo al volver a casa la llamaba después de cada salida para asegurarle que nada pasó, que seguía amándola, podía sentir su dolor y sus lágrimas apagadas ¡ay mi amor! ¡Cómo te hice sufrir! Por cobarde, por no poder darle lo que tanto merecía, amar a la luz del día, pero llegó el momento en que se cansó, mi inseguridad, mi temor al qué dirán, mi debilidad, mi cobardía y dijo llorando… “Es mejor que lo dejemos, ya no puedo más vivir así, nunca vas a poder luchar contra el mundo por mi…” sus palabras me dolían hasta lo más profundo pero sabía que era verdad, la amaba pero no podía con mi miedo vivir ese amor fuera de la seguridad de las cuatro paredes de la habitación, fue ella quien tomó la decisión y me fui de su casa con el corazón lleno de amor y la vida cargada de cobardía.

Los primero días era inevitable mirar el teléfono y llamarla, ella respondía pero volvía a decir “Ya no podemos hacer esto porque me duele” y al cortar volvía a llamarme cobarde, a llorar amargamente por no ser capaz de correr a su lado y ser completamente feliz sin pensar en nadie más que en mí, la amaba… Aunque mi cobardía era mayor, mi amor me llevó a hacer locuras, llegar a su casa y sin mediar palabras besarla hasta que su resistencia desaparecía volviendo a hacerla mía y entregarme a ella, ella cedía aun sabiendo que era

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momentáneo, que al despertar se rompía la ilusión, pero yo no podía evitar buscarla ni ella corresponderme, nos amábamos…así siguió todo por un buen tiempo, a mi modo era feliz y creía hacerla feliz a ella, pero mi egoísmo no dejaba que viera la realidad.

Una tarde llegué a su casa sin avisar y la encontré con una chica, por lo que pude ver estaban tomando algo y conversando, me presentó como una amiga, eso me molestó mucho, yo no era sólo su amiga, era mucho más…pero recordé que sólo lo era dentro de cuatro paredes; el dolor que me invadió fue mayor al tomar conciencia de eso, fingí que necesitaba una dirección y que por eso pasé por su casa, ella algo sorprendida me la anotó, me despedí y me fui llena del dolor que me producían los celos, eso era algo que hacía conmigo, nadie podía invadir de esa manera mi lugar, me repetí mil veces que era lo que merecía por mi cobardía, que Nina tenía todo el derecho a ser feliz, pero una cosa era lo que me repetía mi cabeza y otra muy distinta lo que gritaba mi corazón , ella era mía, la amaba, como podía pero la amaba con toda mi alma, luché conmigo para no ir a su casa, traté de razonar, pensar que no podía seguir haciéndole daño, pero estaba enloquecida pensando que alguien más que yo tuviera su ternura, sé de mi egoísmo pero la amaba…

Después de un buen rato dando vueltas y pensando que tal vez al llegar a su casa no estaría sola, no pude evitar llegar a su puerta, cuando me abrió sus ojos llenos de lágrimas me recibieron, le pedí perdón por mi cobardía, por no ser capaz de darle lo que ella necesitaba, mi llanto desesperado logró derribar el muro que ella construyó para protegerse de mí, entonces lloró conmigo, estuvimos abrazadas durante un rato, hasta que no soporté más y reclamé su cuerpo con todo el amor que la pasión me permitió y ella se entregó del mismo modo, las dos sabíamos que esa era la última vez, que ya no estaríamos en nuestro universo nunca más, en esa habitación aquella noche dejé todo el amor que uno puede entregar, dejé con ella mi capacidad de dar, nada volvió a ser igual desde entonces.

Al momento de amanecer se rompió el hechizo, ella dijo “Ya no podemos dejar que nos duela tanto este amor”, solamente pude asentir mientras seguía recostada en su pecho, me vestí como si fuese a irme sólo por un rato, ella mientras me observaba sin decir nada, antes de irme le entregué mi alma en un último beso pidiendo perdón por no poder, porque ella merecía ser amada a la luz del día.

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Me fui, la vida me llevó por distintos caminos, me casé, tuve a mi hijo, me separé y me quedé sola porque aún eso era mejor que haber dejado fluir libremente mis sentimientos por mi amada Nina. Hoy salí de casa y no sé porqué extraña razón terminé frente a su puerta, desde el auto miraba el lugar donde tantas veces fui feliz, la lluvia caía copiosa como mis recuerdos y de pronto la vi, llegaba a su casa abrazada a otra mujer bajo un solo paraguas, reían mirándose a los ojos, al pasar frente a mi auto esa mujer tomándole el rostro la besó, bajo ese cielo lluvioso para después acercarla más a ella y perderse bajo el paraguas, así debe ser ,ella merece ser amada cada día sin esconderse, a la luz del día. Antes de irme, ella volvió a salir, quiero pensar que tal vez presintió mi presencia o quizá fue sólo casualidad, pero estoy casi segura que en la distancia buscó mi mirada un instante, pero al girar encontró nuevamente los labios de la mujer que sin vergüenza mostraba su amor bajo la lluvia.

Llegué a mi casa y el peso de los años sin ella cayeron sobre mí, un amor que no olvidé pero que no supe cuidar, acariciando el cabello de mi hijo pienso, mientras mis lágrimas caen silenciosas, que algún día le diré que nunca piense en nadie más que en la persona que ama, que de nada sirve vivir lo que supuestamente es correcto, sin esa chispa de locura que nos regala el amor, al menos espero que él no sea como yo y no pierda el amor de su vida, que no le pase lo que a mí con Nina, a quien amaba…a quien aún amo.

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EL RINCON DEL ENCUENTRO – BELL

Era muy fría la mañana, el sol no era suficiente para entibiar el día, la plaza estaba vacía, ella era muy friolenta y buscaba un retazo de sol, recorrió la plaza abrazándose a sí misma, con la cara escondida en el abrigo, necesitaba pensar. Todos los bancos estaban en las sombras, hasta que hallo uno en un rincón solitario, el sol lo iluminaba llenándolo de tibieza.

En ese lugar podía pensar, tenía todo lo que buscaba, luz, calor, privacidad, paz, este sería su lugar para estar sola, meditar o llorar. Se sentó y toda su vida pasaba frente a ella, su pasado, lo que vivía y lo que quería vivir. Había aprendido que para entender las cosas y que no le afectaran tanto, tenía que poner en orden sus ideas, la bronca o el enojo no la llevaban a ninguna parte, salvo a sentirse mal y no disfrutar lo que tenía. Pensó en la hipocresía y maldad de muchos que la rodeaban, quienes quería influir en su decisión echando abajo lo que tanto le costó construir, ¿Por qué? ¿No podían verla feliz?, alegaban buenas intenciones pero, ¿pensaban en lo que ella quería? ¿No entendían que ella quería vivir sosteniendo lo que sentía? Como no aceptaban que si ella era feliz, eso lo podía compartir y contagiar. Antes de esto nadie se había fijado en su dolor, sufrimiento, se conformaban con lo que aparentaba a ninguno le importaba como

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estaba, pensaba o sentía. Pero no era todo lo que la rodeaba, no podía dejarse caer, si bien estas personas estaban se minimizaban ante la comprensión, ternura, paciencia, tiempo y amor que le brindaba ella, Cielo, quien había abierto sus ojos, la quería sinceramente, sin egoísmo, la dejaba ser ella misma, le brindaba apoyo, la hacía sentirse plena.

Que contraste! Pensó, entre quienes decían quererla y los que lo hacían realmente, tenía a personas valiosas a su lado que la aceptaban con su decisión, si dejaba que ganara el enojo, la victoria seria para quienes nunca la aceptarían, ella disfrutaba del tesoro que tenia, de su Cielo. La mañana seguía fresca, ya no tan fría, el rincón donde estaba era cálido y sereno…lo disfrutaba.

Alguien llegaba, también con frio pero con más abrigo, la busco con la mirada hasta descubrirla en ese rincón, le sonrió y comenzó a acercarse ¿sería consciente de lo que era para ella? ¿Sabría la falta que le hacía? Se sentó a su lado y ella pregunto- ¿Cómo me encontraste?-

-Fue fácil- respondió- imagine donde estaría yo si necesitara pensar…

Ella entonces se sintió segura, porque sin importar donde estuviese, quien la amara realmente la encontraría y Cielo su amor, siempre lo hacía.

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EL PARQUE DE LOS RECUERDOS –

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El clima es templado, la noche estrellada, oscura; hay quienes dicen que la noche es para dormir… ¿será así? Tal vez para aquellos que solo duermen pero no para los que sueñan. Hay una estrella curiosa que disfruta espiando en las casas los sueños de las personas, recorre las madrugadas buscando algo distinto…

De pronto, escucha voces, risas, como susurros, se acerco y pudo escuchar a dos personas paseando juntas por un parque de recuerdos, caminaban de la mano a través de diez años de vida en los cuales compartieron risas, tristezas, sueños, desencantos, penas y temores. Sin embargo eran felices porque se tenían mutuamente, con los años, la madurez había hecho de su amor una hermosa fragancia con miles de sensaciones únicas e irrepetibles, que no podían ser cambiadas o borradas por nada. Simple y sencillamente eran felices, muchas veces habían soñado poder caminar juntas de la mano por el parque, sin importar el tiempo, las horas que pasaran. La estrella veía como se acercaba el amanecer, pero la conversación era tan interesante que no quería marcharse, para ellas no pasaban las horas,

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estar juntas en esa conversación era lo mejor y más preciado que tenían, no se cansan, no se aburren, solo se disfrutan.

El parque es inmenso, los caminos están hechos con baldosas de momentos, los bancos construidos con días, los árboles son tiempo, las flores nacen de sonrisas, el césped es una alfombra de palabras, cada rincón del parque es único porque en él hay ¡vida!

Ellas juntas lograron crear este parque, cuando se encontraron todo comenzó, desde el momento en que descubrieron que no hay nada que no pueda ser cambiado, que no siempre lo aprendido como normal, era su felicidad, ambas compartían los recuerdos de luchas internas primero para reconocer su amor, y externas después para poder concretarlo, cada recuerdo sumaba a su vida más, la estrella se retiro al despuntar el alba, pero en esa casa el paseo continuaba, el parque de los recuerdos sumaba nuevos detalles, el amor sumaba un nuevo aniversario.

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EL MUNDO CORRECTO – BELL

¿No puede ser que yo este sintiendo esto?. Que casi me desespere por viajar, no es normal lo que me pasa, ¿Qué es esto que siento? Ana, ya viajo con Débora y su madre. Hace tanto que organizamos estas vacaciones entre amigas, y yo que no termine de solucionar el problema que no me permitió viajar. Mi enojo es tal, que nadie me soporta. Pero me doy cuenta, “tengo que ser consciente que mi molestia mayor es que Ana esta con Débora allá en la playa y yo estoy acá”.

No, es imposible que lo que sienta sean celos, somos amigas , las primeras vacaciones desde que me separe de Andrés, después de

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todo lo que llore por su infidelidad, y con Ana que siempre estuvo a mi lado, es mi amiga, es una locura que este sintiendo algo más…

Por fin voy a viajar, a descansar, pero lo que me lleva el pensamiento es otra cosa, es pensar en Ana y Débora juntas.

Ay! Ana como me gusta como sos, todo lo que me das, me encantan tus abrazos, tus caricias simples, tus palabras, extraño las veces que dormimos juntas, porque no me atrevía a dormir sola, esa sensación de sentirme completa en tu compañía.

¿Qué me está pasando? Mientras veo el campo por la ventanilla, me pregunto porque pienso en vos, con Débora y me dominan los celos; después de todo somos amigas, las tres, aunque nosotras llevamos más tiempo de serlo, ya no debo dar vueltas con esto en mi cabeza, ya no más.

¿Donde puse la dirección del departamento? Estoy tan nerviosa que no la encuentro, mi celular, esta sonado, -¡Hola Tali!, ¿donde estas?- Es Ana…

-Llegue, me tomo un taxi y voy, me recordas la dirección- escuchar su voz me alivia.

–Que tendrás en la cabeza amiga ja ja- su risa del otro lado, si supieras… pienso. Llego al departamento, ahí está ella esperando para darme ese abrazo que tanto me gusta, su perfume, el olor de su pelo, ella en su abrazo me brinda la medida justa de contención. En el que me siento en mi hogar, Débora, ella siempre tan sonriente, como si nada la afectara, me molestaba mucho la atención que Ana le brindaba, pero, ¿Por qué?...

El departamento es muy bonito, puedo escuchar el ruido del mar, que me encanta,

-¿Bien entonces donde dormiré?- Pregunto.

–Estos días yo dormí en la cama grande, mi mamá, en la cama simple como Débora- dijo Ana,

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-Si queres te cedo la cama grande y yo me quedo con el colchón en el suelo, así estas cómoda- dijo.

No sé como lo hice pero lo dije, - Podemos compartir la cama, si te parece, si no yo dormiré en el suelo- esperaba que su respuesta sea no, pero deseaba que me dijera q sí. Ella dijo - de acuerdo compartimos la cama-

¡¡¡¡Qué locura!!!! ¿Qué estaba haciendo? Muchas veces compartimos una cama, pero nunca antes sentí esta necesidad de tenerla cerca, que va más allá de dormir juntas, ya no debo pensar, no voy a perder a mi amiga, no, no debo.

Quiero ir a caminar, la luna esta preciosa, y el aire de mar me hará bien, si me ayudara a despejar mi cabeza.

Ana y Débora, me cuentan lo que hicieron estos días que estuvieron sin mí. Yo solo pensaba que al volver estaría con Ana en la misma cama. Regresamos, cada una se preparo para dormir, acostumbro a dormir con un short y remera, ¿porque no quiero esta noche?.

Estoy enloqueciendo. Como siempre las veces que dormimos juntas hablamos mucho, sobre todo, Ana tiene la costumbre de rascar mi espalda mientras lo hacemos, a mi me encanta, además que también me besa, es algo que amo de ella, esa capacidad de volverme loca con total inocencia, pero nunca hizo ningún tipo de insinuaciones, siempre me pregunta si me molesta que lo haga, pero que voy a decir yo, si es lo más dulce que puedo experimentar, pero lo que me pasa hoy me supera, la siento más cerca, su olor, su perfume, es una locura, pero quiero besarla. Ana sigue hablando, se acerca y me besa los ojos, la cara, ya no puedo soportar, busco su boca en la oscuridad, siento su aliento y dejo de pensar, solo la beso, que labios tan dulces, tan suaves, ella me responde con timidez, pero lo hace, todo mi cuerpo se estremece lo que está pasando no me alcanza, mi cuerpo quiere más. De pronto reacciono, ¡¡¡¡Que locura!!!! No!!!! Y me alejo, ella también lo hace, me levanto, tengo que salir de ahí, escapar de esto.

¿Qué hice? Me reprocho encerrada en el baño. ¿Qué hago ahora? Ana no se levanto, solo espero a que volviera, me acosté y no dijimos nada, el silencio solamente nos acompaño el resto de la noche, en la

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que no dormí, creo que ella tampoco lo hizo. Al despertar, ella dormía, la observe, su boca, su pelo, su todo, ella era todo, se despertó y le dije- ¿Dormiste bien? Sí-respondió.

-Yo tuve un sueño bastante extraño -Le dije sonriendo.

–¿Fue un sueño?- me dijo –con razón, no podía ser real.

Eso fue todo lo que dijimos durante el día sobre el tema, fuimos a la playa, no podía dejar de mirarla de recordar el contacto de sus labios, ella parecía haber olvidado lo que paso, se divertía con Débora y mi sangre hervía en mi cuerpo de celos… y deseo. Y ya no podía negar eso. Casi al final de la tarde le propuse caminar por la playa, nos despedimos del resto y nos fuimos.

El sol ya casi desaparecía, caminamos sin hablar un rato, hasta que Ana tomándome del brazo dijo- Creo que es hora que hablemos de tu sueño de anoche- sonreí, tenía una mezcla de vergüenza y placer al recordar.

-No sé que me pasó. Sabes que me gustan los hombres, siempre me han gustado así que…- ella rio a carcajadas -No creas que no he notado eso en todo este tiempo, siempre en mi presencia te ocupaste de hacerme saber que te gustan los hombres- nos sentamos en un médano… no podría huir esta vez tendría que hablar con ella.

-¿Qué es esto para vos?, ¿Queres probar algo nuevo? Mmm… no sé, ¿Quizás una fantasía?- mirándome seria- Lo que sea, me lo vas a decir hoy, para vos tal vez no fue nada pero para mí sí lo fue- Su expresión se torno fría de pronto, y quise salir corriendo, pero no podía hacer eso era una persona adulta y tenía que enfrentarlo. Solo pude decirle que no sabía que me pasaba, salvo que desde que Débora y ella estaban tan unidas, en mi se despertó algo que no pude evitar, y sentir sus labios me había despertado un montón de sensaciones que en verdad quería sentir, pero que de todos modos estaba claro que me gustaban los hombres, como a ella. Nuevamente rio a carcajadas – Yo nunca dije eso, ni hombres, ni mujeres, ¡¡¡¡me gustas vos!!!!- Me sorprendió su soltura al decirlo, pero me llegaron sus palabras.

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-Pero…-continuo- en este momento no quiero ser tu experimento, si te decidís, sabes dónde estoy, lo que no se es por cuánto tiempo, pensalo, ahora vamos que es tarde- Se levanto y empezó a caminar hacia el departamento, ya no me hablo y yo que podía decirle, estaba confundida, esto que me pasaba debía terminar. Pensé que esa noche ella no querría dormir conmigo, pero al contrario solo se acostó a mi lado y se durmió.

Las vacaciones terminaron, sin más besos pero sin que yo pudiera olvidar el sabor de sus labios cada vez que la miraba. Pasaron los días, y una tarde como tantas otras estaba en su casa viendo una película, las dos acostadas en su cama y Débora en el sofá, en lo que menos yo pensaba era en la película, Ana sin embargo, parecía muy concentrada, de pronto dijo- como siempre…-se levanto y arropo a Débora que se había dormido.-¿Apagamos la película?-pregunte –No, te aseguro que ella no se despierta muy fácil, así que estamos solas- sonrió y volvió a la cama. En un segundo, bajo la cortina que nos separaba de Débora acomodándose más cerca de mí, por debajo de la sabana comenzó a acariciarme, mi espalda, mi estomago, cada parte que le permitía la posición en la que estaba, mi cabeza daba vueltas, me gustaba cada vez más, me acomode de frente a ella para sentir sus caricias en todo mi cuerpo, mientras lo hacía, sentí que desprendió mi corpiño, yo mantenía mis ojos cerrados, sintiendo cada cosa que ella quisiera hacerme, comenzó a besar mi cuello una y otra vez, bajando hacia mis pechos, mis pezones erectos pedían a gritos sus labios, su lengua, ella escucho, me enloqueció, apretándolos, mordiéndolos, recorriendo cada parte con su lengua, yo estaba totalmente excitada, ella continuo con lo mismo y además sus manos bajaron a mi vientre, a mi sexo, solo con un roce casi grito, sus manos hicieron conmigo lo que deseaban, no sé el tiempo que paso, se que el placer que obtuve de ese orgasmo, no lo había sentido antes. A diferencia de la primera vez, en esta casi no hubo besos en los labios, cuando mi cuerpo se recuperaba del temblor que me causo, ella seguía besando cada parte de mi. Nos quedamos abrazadas un largo rato sin hablar, después ella dijo-espero que estés bien y que no dejes de visitarme por esto- me sonreí. –¿Lo estas disfrutando verdad?, yo la come hombres, rendida en tus brazos…de mujer- ella solo me dijo que no pensaba en eso, que no pensó y por eso solo hizo lo que sentía.

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Esa tarde me fui, con miles de preguntas, pero segura que la experiencia, deseaba repetirla, Ana era lo más dulce que había probado, lo más excitante, quería mas de ella, la quería a ella. Desde ese día, volví todos los siguientes, solas ella y yo, aprendimos a amarnos, a darnos placer, a sentirnos, me sentía tan viva a su lado, la amaba, aún la amo…

Pero en mi cabeza apareció el miedo…una noche, después de hacer el amor, le pregunte -¿Estás segura que esto es lo que queres? ¿Estar con una mujer toda tu vida? Tal vez, deberías experimentar estar con un hombre, así sabrías si esto en realidad es lo que queres- Ella no se movió, estaba recostada en mi pecho y dijo

-Yo se que te amo- No volvió a hablarme, pero en mi mente todo se puso confuso, la amaba, pero que clase de vida llevaríamos, escondiéndonos siempre, y mi familia, mis amigos, todos me rechazarían, el trabajo, no estaba preparada para soportar la discriminación al saberse que estaba con una mujer, mi mundo se cayó a pedazos, cada día vivido con Ana, fue de lo más pleno en mi vida, pero tener que sostener eso ante los demás, sería de lo más terrible.

No olvido la noche en que me llamo, -Tenes que venir, necesito que hablemos- se que lloraba. Hacía días que la evitaba, no podía enfrentarla diciendo que ya no quería su compañía, aunque era lo que más deseaba en mi vida, parece de locos, pero al romper su corazón, arruinaba el mío. Salimos a caminar, la calle peatonal estaba vacía, caminamos unas veinte veces las mismas cuadras, ella solo dijo -Solo explícame porque, sabía que era un riesgo hacer lo que siento con vos, pero necesito saber, ¿porque? Te extraño demasiado, sufro demasiado, si tengo que olvidarme de todo, quiero saber porque- sus lágrimas golpeaban mi corazón, podía decirle, mi amor, te amo tanto… abrazarla y todo estaría bien, o decirle, ¿crees que no te extraño? O dejar salir las lágrimas que me ahogaban. Pero no, decidí mentir,-Es solo que no soy buena para tener y mantener una pareja, si seguimos con esto, solo te hare más daño, si queres que desaparezca y ya no vernos, lo haré, pero te aseguro que nunca fuiste un juego para mi, te considero mi amiga, solo que esto ya no puede ser, quizás deba volver a pensar en un hombre, no lo sé, se que nunca pretendí hacerte daño-

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Ana lloraba en silencio, mientras caminábamos, no dijo nada salvo al llegar a su casa, -Este era el riesgo que corrí, que rompieras mi corazón, siempre fui consciente que podía pasar, solo que preferí amarte a mi manera el tiempo que fuera a no decirte nunca que te amo, así que, tal vez si nos vemos en algún momento, podamos conversar como viejas amigas- se dio vuelta y se fue.

Tal vez si alguien escucha mi historia, crea que fue fácil para mí hacer lo que hice, o me tilden de cobarde, y seguro tendrán razón, pero en mi mundo no es simple aceptar que amo con toda mi alma a una mujer que nunca podre tener, en mi mundo que me llevo a buscar conocer hombres, para afirmarme a mi misma que eso es lo correcto, en mi mundo, se ve mejor flirtear o acostarse con varios hombres para asegurarme mi posición de mujer, antes que correr a los brazos donde me sentí yo misma, donde fui plena, brazos a los que añoro, por los que lloro cada noche. Sé que Ana sigue sola, la llame algunas veces, no puedo evitarlo, le hago más daño por mi egoísmo, me ha dicho su madre que su hija ya no cree en el amor y no sabe porque. Yo lo sé, por la cobardía de alguien como yo, que ama a una mujer, pero prefiere vivir la mentira de lo que es correcto en este mi maldito mundo.

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EL ENCUENTRO DEL SOL Y LA LUNA –

BELL

Existen dos personas que viven en este mundo complicado, lleno de dificultades, donde cada uno piensa en sí mismo sin importar lo que piensan y mucho menos lo que sienten los demás, cada uno busca sus propios intereses, no les importa el dar nadie.

Sí; en este mundo nacieron ellas, dos personas con ganas de que todo sea diferente, que pudiesen dar sin intereses ocultos o esperando recibir algo a cambio, dar simplemente lo que tenían dentro, para poder disfrutar siendo ellas mismas.

Pero para esto tenían que descubrirse primero, encontrarse y lo más importante reconocerse, entregarse, sin esperar la opinión de los demás.

¿Existiría alguien así? Cada una por su lado se lo preguntaba, sin encontrar una respuesta cierta, pero querían intentarlo.

Sus nombres eran Sol y Luna, buscaban algo, muchas veces sin ser conscientes ellas mismas de lo que hacían, Sol era reservada, introvertida, estructurada decían muchos, tímida, tenía mucho para dar

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y no siempre era apreciado, muchos no comprendían su forma particular de querer ya que si alguien le importaba estaba dispuesta a demostrarlo; Le costaba ser independiente al decidir por su crianza, todo lo que había formado su personalidad.

Luna era una incógnita para quien quisiera conocer como era en realidad se ocultaba tras una imagen de alguien despreocupada, a quien todo le parecía bien, se reía, se divertía, la mayoría la tomaba como alguien trivial, sin mucho que dar, como no teniendo una razón para sentirse mal o estar triste. Pero como el algún momento de la vida todo se equipara, llegó el día esperado por ambas… se encontraron.

Sol era muy perceptiva, observadora, sensible y tenía un concepto muy especial sobre el amor y la amistad. Al ver a Luna sintió aún sin conocerla que había encontrado alguien especial, queriendo llegar a la profundidad de su persona. Cuando intento acercarse por primera vez no obtuvo un resultado que la dejara satisfecha, pero no estaba dispuesta a darse por vencida sin intentarlo las veces que fueran necesarias, sabía que si podía hacer que Luna saliera de su escondite mostrándose tal cual era, todo intento valdría la pena. ¿Lo lograría? ¿Sería capaz de hacer ver a Luna algo que ni ella sabía?

Sol se dio cuenta que lo que primero tenía que hacer era observar y conocer a Luna hasta lograr que ella la necesitara, se fue acercando tímidamente a ella, de forma casi imperceptible, con cosas simples y sencillas, pero sintiendo que a Luna le agradaban, se esforzó por conocer de ella todo, cada gesto, cada palabra, el tono de su voz, sus ademanes y lentamente se fue internando en su mirada, descubrió entonces que allí estaba la clave, en sus ojos, que reflejaban lo que sentía su corazón, le llevo mucho tiempo y paciencia, pero consiguió que ella la necesitara a su lado, sus palabras no lo decían pero sus ojos lo gritaban y cada vez que la permanencia de Sol a su lado era amenazada de algún modo. Luna reaccionaba mostrándole a Sol lo que le importaba, pero siempre retraída, no pronunciaba palabras pero se hacía entender o mejor dicho Sol podía entenderla permaneciendo a su lado, lo hacía porque estaba convencida que había algo o mucho más dentro de Luna.

Luna sentía que necesitaba algo sin saber ella que era, tenía momentos tristes, de una gran frustración, no podía confiar en nadie

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por más que lo intentara, todo su pasado no le permitía disfrutar de las cosas pequeñas que le llenaban el alma, cargaba con culpas que no eran suyas pero sentía como tal. Se esforzaba por convencer a quienes la rodeaban que era feliz, se preocupaba por conformar a muchos, aún a costa de dejar de lado sus propios gustos, pensamientos y más de una vez sus sentimientos. Al conocer a Sol, solo era alguien más a quien conformar o agradar, sentía que ella le daba muchas cosas, demasiadas pensaba, sintiéndose más de una vez culpable por no dar lo mismo, la realidad era que no le interesaba hacerlo, Sol era solo compañía. Luna le decía lo que pensaba que ella quería escuchar, pero con el tiempo se fue dando cuenta que Sol nos e conformaba como los demás, le decía que sí pero sentía que no le creía, esto la desconcertaba ¿cómo podía Sol saber tanto de ella sin decírselo? Fue descubriendo que para Sol, cada palabra, gesto o mirada tenían significado, esto le daba una sensación agradable, pero a la ves era como sentirse descubierta, temía que ella lograra entrar a su escondite.

Casi sin darse cuenta, Sol fue llenando gran parte de su vida. Hasta un día descubrió con asombro que como se sintiera cada día, dependía si veía o escuchaba a Sol; esto la asusto tanto que tuvo un tiempo de muchas dudas ¿era Sol en realidad como se mostraba? ¿Podía confiar en ella? ¿Que sentía por Sol? Todo esto le complicaba la vida, tenía responsabilidades que no le permitían tomar una decisión pero Sol le mostraba que era posible, que todo sería más sencillo si aceptaba compartir su dolor, sus miedos, dudas, sentimientos, solo debía confiar.

Sol seguía intentando, sufriendo por momentos, pensando que ya no era posible convencer a Luna de lo que ella era, lo que podía hacer o dar. Luna tenía su corazón encerrado con llave y una parte de ella quería liberarlo y otra tenerlo cautivo ¿Qué haría? Sol lo intento por mucho tiempo, conseguir la confianza de Luna, y cuando pensaba seriamente en abandonar, en rendirse…

Fue Luna quien decidió dar el gran paso, una de las decisiones más difíciles de su vida, entregarle a Sol la llave de su corazón, la dejo entrar con temores pero al hablar con Sol sentía que todo era posible. Entonces comenzó para ambas una nueva vida, ya no volverían a sentirse solas nunca más.

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Empezaron a conocerse más profundamente, hablaron, hicieron de la palabra un alimento con sabor incomparable, compartieron pensamientos, sentimientos, momentos tristes y otros felices, llegaron a necesitarse tanto que era impensado para una estar sin la otra, al alejarse se extrañaban, estar juntas era disfrutar el tiempo que siempre era poco para decir todo. Sol pudo sacar todo lo que guardaba en sí mismo, pudo confiar sin dudas entregarse a Luna, respetando su concepto de amor y amistad que siempre la guiaba. Sentir el amor y vivirlo, no solo en palabras si no en acciones. Luna descubrió que tenía dentro suyo, sentimiento, palabras y sensaciones que no creyó que existieran, se convirtió en una persona capaz de expresar lo que sentía, demostrarlo sin vergüenza ni temor, juntas descubrieron y encontraron lo que tanto buscaron, el amor verdadero, el que seda y no se exige, el que sufre y se regocija con el otro, el que les permite salir adelante en la adversidad, el que ve errores y los pasa por alto, el amor que está dispuesto a ceder sin considerarlo una perdida.

Si; en este mundo viven ellas, pero tienen un mundo propio, en el que se cuidan, se protegen, se aman y dan lo mejor de sí cada día sin dobles intenciones, tratando de no se r egoístas, solo unidas por el amor, descubriendo sensaciones nuevas. Son como el Sol y la Luna, cuando el sol sale, la luna se esconde, en realidad se refugia detrás de él y lo mismo cuando ella aparece. Así es la vida de Sol y Luna están juntas en su mundo donde todo es posible, porque la fuerza que lo impulsa es la más grande del universo… el amor.

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EL AMOR DE MI VIDA

¿Cuándo alguien puede decir que ha conocido al amor de su vida? ¿Existe esa posibilidad? ¿Hay solo “un” amor de su vida?

Nadie tendrá la misma respuesta, pero pensando en eso me dije: ¿Cómo supe quien era el amor de mi vida?

Dándome cuenta que el momento de mayor enamoramiento no me demostró que lo fuera, tampoco el éxtasis del principio de la relación donde esas ganas de ver, escuchar, sentir a la otra persona parecía enloquecerme, cuando pensar en no verla un día me traía angustia, cuando nos extrañábamos al punto de terminar de despedirnos y tratar de hacer una llamada solo para escucharla otra vez, estas situaciones podrían indicar en su momento que había conocido al amor de mi vida, pero al conocer a otras personas me entero que estas cosas les pasaron a muchos y sin embargo no están con esa persona.

Entonces volví a preguntarme: ¿Cómo supe quien era el amor de mi vida? Recordé el momento donde las cosas se complicaron, cuando ella se asusto de sentir tantas cosas por mí, cuando creyó que no era posible y me pidió tiempo, en ese momento sentí que el dolor no podía

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ser mayor, que había perdido el amor de mi vida…pero si ya no lo tenía no podía ser ella, otra vez pensé que me equivocaba que no existe solo uno aunque mi corazón decía lo contrario. Fue cuando ella volvió a mí, cuando me trajo su corazón pidiéndome que lo cuidara porque ya no le pertenecía, cuando confeso que el miedo a perderme era mayor al miedo que tenía a sus sentimientos, cuando dijo que se sentía totalmente vulnerable ante mí, ella que siempre podía controlar todo, no podía controlarse si estaba conmigo, con lágrimas que brotaban de lo profundo de su alma me pedía perdón por su cobardía pidiendo solo un abrazo. En ese momento me di cuenta que ella me veía como el amor de su vida, ¿pero lo era ella para mí? ¿Lo supe en ese momento? Todo es tan efímero, eso me habían enseñado, que nada es para siempre, que tarde o temprano los sentimientos cambian , el amor se termina, podía eso que eran tan fuerte, tan real terminarse, eso me hizo dudar de mi misma , de lo que mi corazón decía.

Cada nuevo día descubría nuevas razones para enamorarme de ella, la forma especial de mostrar interés en lo que hago, en lo que disfruto, cuando pasó de ser alguien de pocas palabras a una persona capaz de hablar por horas sobre un libro, una película, una canción tan solo porque me gustaban, capaz de despertarse en plena madrugada para ver si tenía fiebre, capaz de correr de un lado a otro en un día difícil de trabajo para estar conmigo en mi egreso, cada momento con ella me confirmaba que ya había conocido al amor de mi vida, cuando aprendí que si bien no me gustaba la música a todo volumen, o la aglomeración de personas era capaz de vencer toda timidez o claustrofobia solo por verla reír haciendo lo que ama que es bailar, cuando aprendí que ceder tiene recompensas mucho mayores que el orgullo, me daba cuenta que esas cosa se hacían por alguien demasiado importante ¿encontré el amor de mi vida?

Fueron pasando los años y pocas veces me anime a decirle que ella es el amor de mi vida, no porque no lo sintiera sino porque me asustaba darme cuenta que no podía pensar mi vida sin ella, mi experiencia me ha mostrado que aunque en el mundo actual se cree que todo es descartable y efímero, depende de cada uno hacer que el amor perdure a través del tiempo, me di cuenta en estos días, que si alguien te mira a los ojos dejándote ver su alma desnuda, sin temor a ser herida, si es capaz de llorar en tus brazos como una niña sin

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vergüenza, porque encuentra entre esos brazos la ternura y protección que necesita, si existe el momento de decir “te amo” sintiendo que parte de tu esencia se va con el otro, cuando un frio recorre tu cuerpo al pensar que podrías perderla o que está en peligro, cuando mirando sus ojos no necesitas nada más para conseguir la paz que te hace falta, cuando las tristezas y problemas de a dos se toman con una sonrisa, el amor de mi vida es “ella”, porque cada día construyo a su lado el mundo que quiero, porque no importa que pase se que al buscarla la encuentro, cuando me invade la tristeza se que encontrare entre sus brazos el refugio necesario, llegue a la conclusión que el amor de mi vida es uno solo, es ella, porque siempre descubro que a pesar de poder estar en otro lugar, de poder vivir mi libertad, experimentar otra cosas…la verdad es una sola…NO QUIERO HACERLO!!!

Porque gracias a Dios, el universo o el destino, tuve la suerte de encontrar la persona que es EL AMOR DE MI VIDA y lo será cada día que pueda verme en su mirada, porque ahí vivo, soy parte de ella como ella es parte de mí, por eso apostamos cada momento por conservar nuestro mundo donde lo efímero o descartable no tiene lugar.

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LA PRINCESA DE OJOS VERDES – BELL

La fiesta, estaba empezando, todos estaban muy sonrientes. El ambiente era distendido con buena música, Alejandro organizo todo para que algunos de sus amigos conocieran a alguien, para que no estuvieran solos, entre ellos, Federico, Demian, Antonela, Kiara y Lucia, eran los que hace rato estaban sin pareja y Alejandro con su novia planeo presentarlos y ver si surgía algo.

Lo que nunca imagino era lo que paso, al principio todos conversaron por buen tiempo, pero las que más hablaban eran Kiara y Lucia, entre ellas, parecía que nadie mas estaba alrededor, se habían visto algunas veces, pero no se conocían, Kiara no podía dejar de mirar a Lucia, de hablarle, hasta se animo a invitarla a bailar con algo de vergüenza pensando que Lucia no querría, para su sorpresa Lucia acepto encantada, se divirtieron, rieron y no se separaron en toda la noche, Demian era el más desconcertado porque había puesto sus ojos en Lucia y ella ni siquiera lo miraba, solo se divertía con Kiara.

Kiara, era una chica tímida, de 25 años quien dentro suyo hacía tiempo acepto que le gustaban las chicas más que los chicos, pero esto no era conocido por sus amigos o familia, ella lo pudo comprobar en su momento, cuando conoció a Gabriela, ella fue la primera chica que la ponía nerviosa con solo mirarla, hasta que se dieron el primer beso y Kiara termino de comprobar lo que por dentro ya sabía, le gustaban las chicas, no fue fácil aceptarlo menos porque su familia era muy conservadora y no aceptarían eso en ella, con Gabriela no tuvo una relación larga ya que tenía pareja, así que fue y seguía siendo una buena amiga con quien descubrió la sensación del primer beso. Ahora estaba delante de Lucia, que parecía hipnotizarla con sus ojos verdes y no sabía muy bien qué hacer, no quería confundir una amistad con algo más.

Lucia, era extrovertida, le gustaba mucho bailar, tenía muchos amigos y a sus 20 años ya había tenido varios novios o algo así, como solía decir. El ultimo novio que tuvo, era algo mayor que ella y la relación termino mal, porque era un hombre casado, lo que llevo a su padre a prohibirle muchas cosas, por considerarlo inmoral, a pesar del maltratato mas de tipo emocional que recibía de su padre, nunca perdía su sonrisa, ahora estaba bailando y hablando con Kiara , se sentía cómoda, alguien se interesaba en lo que ella tenía que decir, no

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entendía porque no podía dejar de mirarla, tampoco entendió porque en un momento en que pararon la música se sentó en las piernas de Kiara, sin pensar tomo la mano de ella y levantando su remera la puso sobre su abdomen, Kiara sorprendida dijo-¿pasa algo?-. Lucia solo respondió con inocencia,-aunque no lo creas, solo quería sentir esa sensación- ambas rieron y siguieron observando a los demás bailar el resto de la noche y solo bailaron entre ellas. Llego el final de la fiesta y Kiara se ofreció para llevar en su auto a algunos de sus amigos, la primera en sentarse en el asiento del acompañante fue Lucia, ella no entendía que pasaba solo quería estar cerca de esta chica tan interesante.

Todos opinaban a quien debían llevar primero, Kiara deseaba en su interior que fuera Lucia la ultima en bajar de su auto, pero no lo dijo en cambio Lucia sí, dijo-primero llevemos al resto, mi casa esta de camino a la tuya así que me quedo hasta el final- lo dijo con una enorme sonrisa en el rostro. Kiara no dijo nada, pero su sonrisa iluminaba más que las luces propias de la calle, hicieron el recorrido dejando a todos, cuando se quedaron solas, siguieron hablando de lo buena que estuvo la fiesta y de sus dotes de bailarinas, riéndose mucho. Al llegar a la casa de Lucia, ninguna quería despedirse sin saber muy bien que pasaba, se conocían hace apenas horas pero sentían que se conocían de toda la vida, finalmente Kiara dijo- será mejor que bajes, así tendremos de que hablar mañana- sonrió. ¿Mañana? Dijo Lucia, te espero a las 5 de la tarde, espero que al despertar no te hayas olvidado de mí- acercándose le dio a Kiara un beso muy cerca de la boca, se bajo del auto y antes de cerrar la puerta giro, dedicándole una gran sonrisa.

Kiara no podía creer lo que había pasado, sería posible que esa chica fuera lo que ella buscaba, no lo sabía pero estaba segura que no la olvidaría en la mañana, su sonrisa era plena, más cuando recordaba la sensación de sentir la piel de Lucia, no estaba dispuesta a confundirse, seguro para Lucia todo era muestra de su simpatía, que se sentía cómoda con ella pero nada más, no quería ilusionarse, eso no podía pasarle a ella, llego a su casa y durmió con un sabor dulce en su boca sin saber todavía porque.

Para Kiara el día paso muy lento, era muy responsable en su trabajo así que trato de no distraerse, pero al recordar los ojos de Lucia, le era imposible. Miraba el reloj cada 5 minutos, quería apresurar el tiempo

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para verla, por fin el reloj marco las 4 de la tarde, no tendría tiempo de pasar por su casa y cambiarse por lo que se arreglo como pudo, pasando a buscar a Lucia, no sabía si ella estaría lista o tan nerviosa como ella lo estaba, pero lo que fuera que le atraía no la dejaba pensar, estaciono, bajo del auto y toco el timbre, un niño de unos 3 años se asomo diciendo- Dice Luci, que ya viene, hola , sos linda vos- Kiara rio, aquel pequeño tenía los ojos tan hermosos como los que perturbaron su sueño. –Gracias, me llamo Kiara- el niño la miro sin decir nada, corriendo hacia dentro de la casa. De pronto, Lucia aparece en la puerta, un jeans al cuerpo, una camisa q marcaba su cintura, Kiara pensó que no podía disimular lo que le provocaba, trato de saludarla normalmente, esperaba haberlo logrado. Lucia por su parte, la saludo con una gran sonrisa y un sonoro beso en la mejilla- ¿Nos vamos?, veo que ya conociste a mi príncipe- dijo subiendo al auto.-Sí es hermoso, ¿cómo se llama?-.

-Su nombre es Kevin, es mi hermanito, es precioso- , -no lo dudo ¿pensaste a dónde ir?- Kiara se daba cuenta que le costaba mucho no mirarla, y menos evitar ver sus ojos, pero debía hacer bien las cosas, no conseguía amigos con facilidad, no pretendía perder una por un gran error. Así que solo pensó que lo mejor era dejar de lado lo que sentía y tratar de seguir con una buena amistad, además sabia que a Lucia le gustaban mucho los hombres, eso estaba claro.

Lucia por su parte, estaba sorprendida de ella misma, lo que estaba haciendo no era normal, salir con una amiga que recién conocía no era su costumbre, pero Kiara hacia que se sintiese segura, tenía una forma de mirar sus ojos, con tal ternura que le era imposible no sentirse nerviosa, decidieron ir al cine, fue una tarde de risas y charlas, tímidamente, Lucia le conto algo sobre su familia, sus padres estaban separados, aunque convivían, lo que más le importaba era el bienestar de su hermanito, sus otros hermanos eran mayores que ella, no tenia buena relación con su padre, pero su madre era muy importante en su vida, no trabajaba desde que había tenido problemas con su jefe , por la intervención de su padre, Kiara escuchaba con atención todo lo que decía, y la tristeza de su mirada solo lograba que tuviese ganas de cuidarla, protegerla. Kiara le conto que hacía 2 años se había ido de la casa de sus padres, que trabajaba, se mantenía y deseaba estudiar una carrera, pero que debía poder costear sus gastos primero.

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Finalmente regresaron, se despidieron dejando alguna salida pendiente.

Después de esta hubo otras salidas, reuniones en casa de amigos, una fiesta, salidas en grupo al parque de diversiones, cada una era motivo de una alegría inmensa para ambas que con solo saber que se verían, cambiaba su día.

Lucia, comenzó a darse cuenta que si vería a Kiara, estaba nerviosa desde temprano, se arreglaba pensando en el momento de verla, no entendía, no le pasaba esto con sus amigas; Sobre todo desde una fiesta, a la que llego después de discutir con su padre, el acostumbraba a herirla con sus palabras, esa noche en especial se encontraba muy triste, pero disimulaba ante todos, cuando Kiara le dijo- ¿me acompañas afuera?- llevándola de la mano, una vez lejos del resto, la miro a los ojos diciendo- No sé el motivo de la tristeza en tus ojos, solo puedo decirte que estoy para cuando quieras hablar de eso o de lo que sea que necesites, siento en mi la necesidad de estar para lo que quieras, no te voy a presionar, solo necesitaba que lo sepas.-le dio un beso y volvió a entrar a la fiesta, dejando a Lucia con una gran sonrisa, pero más que nada con los latidos de su corazón acelerados sin entender porque, lo que si sabía era que ninguno de sus amigos pudo ver lo que Kiara vio en sus ojos, y nunca se sintió tan protegida con simples palabras como ese día.

Kiara, le dijo eso sin pensarlo mucho, en general cuando sentía que debía decir algo lo hacía, pero los ojos tristes de Lucia le llegaron más hondo que cualquier otra persona, vio como ella quedo perdida un momento después del beso para después entrar y sentarse con una gran sonrisa a su lado. La noche continuo, sus amigos se divirtieron y ellas igual, al terminar la fiesta, Kiara como siempre llevo a varios a sus casas, también como siempre llevo por ultimo a Lucia, solo que esta vez al despedirse, se atrevió a besar en la comisura de sus labios al despedirse, notando que a ella no le disgustaba, lo que le dejo un sabor dulce en su boca, durmiendo con una sonrisa.

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Su amistad fue creciendo muy rápido, llevando a conversaciones muy profundas donde Lucia , le conto los problemas con su padre, el porqué de su tristeza y dolor, como su padre la trataba como una cualquiera desde que tuvo esa relación con alguien casado, él se creía con derecho de herirla gratuitamente, sobre todo al decirle que nunca cambiaria, en Kiara encontró a quien le hizo ver lo valiosa que era como persona, que le hacía sentir de verdad que era capaz de hacer todo aquello que se propusiera pero lo que sentía en su estomago cada vez que iba a verla la tenía muy confundida, no decía nada, pero cada beso ya no era una despedida suficiente, cada abrazo que ella le daba hacia que se sintiera única y especial. Kiara le propuso a Lucia trabajar con ella, podía conseguirle un puesto para adquirir experiencia, de ese modo estaría haciendo algo, demostrándole a quien dudara que era capaz, ella acepto con mucho temor, pero en poco tiempo era una de las empleadas con mejor desempeño, mientras que su admiración por Kiara crecía, más que nada sentía que no solo era admiración, era mucho más que eso.

Una tarde en que en la casa de Kiara veían una película junto a la hermana mayor de Lucia, recostadas en la cama, ya la confianza entre ellas permitía que se soltaran, haciéndose cosquillas, cuando de repente sin pensarlo Kiara comenzó a besar la cara de Lucia a modo de cosquillas, el aroma de su piel la mareaba, era conciente que no estaban solas, pero no pudo evitar hacerlo, además estaban algo tapadas con una frazada y la hermana de Lucia estaba muy concentrada en la película, así que no se percato de lo que sucedía, mucho menos del momento en que sin poder evitarlo Kiara beso los labios de Lucia, luego la miro pensando que hizo una locura, sin embargo, Lucia le regalo una hermosa sonrisa con brillo en sus ojos verdes, lo que impulso a Kiara para volver a besarla, solo cuando Andy, la hermana de Lucia dijo- ¿no están mirando?-. Las dos salieron de su escondite con una sonrisa que no podían ocultar y tomadas de la mano siguieron en apariencia por lo menos viendo la película, la realidad era que ambas solo pensaban en ese beso, en lo dulce, tierno, loco que había sido, en que pasaría ahora, eran tantas cosas que solo deseaban que la película termine en ese instante.

Con Andy presente, no tuvieron oportunidad de hablar del beso, Kiara las llevo a su casa, despidiéndose con cierto dolor de Lucia, quien sin embargo, volvió sobres sus pasos con la oscuridad de cómplice,

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dándole un beso en los labios. Kiara solo pensaba en el día siguiente, casi no durmió y aunque ya era tarde llamo a casa de Lucia con la excusa del trabajo, sabía que ella no podría responder nada, así que solo hablo - Quiero que sepas que no puedo dejar de pensar en ese beso, que no me arrepiento de haberlo hecho, lo deseaba desde que te conocí, si te molesto te pido perdón, pero necesito que me lo digas, se que ahora no podes, solo quiero que me digas que mañana vamos a hablar, por favor princesa- esperó que Lucia diga algo, solo se escuchaba su respiración, hasta que dijo- pienso igual, mañana seguro hablamos, te mando un beso, que descanses- y corto.

Al día siguiente se vieron en el trabajo, solo se saludaron acordando irse juntas al salir, para ambas el día no pasaba más, miraban el reloj cada minuto y nunca avanzaba, así fue el día para ellas, solo se dibujaba en sus labios una sonrisa al recordar los besos. Kiara termino lo último que debía entregar, se arreglo un poco, se perfumo y salió al estacionamiento como habían quedado. Por su parte, Lucia entrego su planilla y corrió al vestuario, se baño, se preparo pensando que lo hacía para Kiara y aún así no lo podía creer, no era nada normal para ella, pensar en arreglarse para una chica, pero su corazón latía con fuerza ante el deseo verla.

Kiara estaba recostada en el auto, cuando la vio, su boca se seco, cuando puso atención en el vestido que ella llevaba, no era corto ni largo pero permitía apreciar sus bellas piernas, y el escote llegaba justo a la línea que tantas veces llamo su atención. –hermosa!!!!- dijo, abriendo la puerta de su auto, Lucia sonrió y en su cara se notaba cierta vergüenza, salieron del estacionamiento. Kiara prestando atención al tráfico dijo- Si te parece vamos a mi casa, podemos comer algo y hablar-. –Es lo mejor- dijo Lucia- en otro lugar no estaría muy cómoda- al llegar, las dos estaban nerviosas, no sabían muy bien que decir , ni que iba a pasar, se encontraban en una situación difícil de explicar.

Kiara: creo que me toca empezar, quiero que sepas que no planee ese beso, solo lo hice y me sentí muy mal, sobre todo cuando pensé en cual sería tu reacción, fueron dos segundos pero interminables, cuando me regalaste tu sonrisa, te aseguro que te habría besado el resto del día de no haber estado tu hermana, siento algo muy fuerte por vos, ahora necesito que me digas que te pasa a vos conmigo.

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Lucia: Soy sincera si te digo que no tengo idea, sé que conocerte cambio mi vida totalmente, me haces sentir valorada, cuidada, me enseñaste sin pensar que no podría, con vos siento que puedo hacer todo lo que quiero, realmente siento un gran cariño, el beso fue lo más dulce que me paso, sentí que volaba, que era una locura, pero me encanto, no sé qué va a pasar ahora, no te quiero perder.

Kiara: eso no va a pasar, salvo que vos quieras, te propongo que sigamos como hasta ahora si algo tiene que cambiar entre nosotras, se dará.

Lucia: pero vos entendes que no me gustan las chicas??

Kiara: Sí, lo sé, no creas que yo estoy segura de lo que hago, sé que me gustas vos, pero vos, no las chicas vos, Lucia, de eso estoy segura.

Lucia: Tengo que decir, que no se si quiero que el beso se repita, se que quiero tenerte en mi vida, por favor, que las cosas no cambien, no sé qué haría sin vos ahora que te conozco.

Kiara: ni yo, dejemos que el tiempo nos muestre como seguirá todo, sin presiones, sigamos siendo amigas.

Era verdad lo que ambas decían, sin embargo, en su interior, las dos sabían que querían más. Lucia, tenía miedo porque para todos era evidente que se casaría pronto o tendría pareja, nunca estaba mucho tiempo sola, como explicaría lo que estaba pasando si ni ella entendía muy bien. Por su parte, Kiara, si bien sabía que le gustaban las chicas, nunca había estado con una y el único que sabía esto era su mejor amigo, la angustiaba no saber qué hacer si Lucia decidía por fin estar con ella, que era lo que deseaba, era conciente que estaba enamorada de esa princesa de ojos verdes, como en un cuento, solo que no sabía qué final tendría todo.2

Después de hablar tomaron la decisión de verse en el trabajo o si coincidían en alguna reunión estaría todo como siempre, pero que tomarían distancia en cuanto al tiempo que compartían hasta saber que era lo que realmente querían hacer. Pasaron unos días, se extrañaban, mientras estaban en el trabajo podían hablar y no dejaban de mirarse, pero no alcanzaba. Un día, Kiara vio a Lucia hablar muy de cerca con Adriana, una compañera, no le gusto verla tan sonriente

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menos que le hablara casi al oído, pero no dijo nada solo se concentro en su trabajo sin que el resto del mundo existiese, esto incluía a Lucia, quien se dio cuenta y le dolía la frialdad con que la trataba, no entendía nada. No soporto más y se presento en la oficina de Kiara.

Lucia: Me podes decir qué hice? Para que me trates así.

Kiara: ¿Perdón? De qué hablamos?.

A Kiara le salía bien la indiferencia cuando lo deseaba, y era muy dura al hablar, en este momento sentía que Lucia merecía ese trato.

Lucia: De nosotras!! ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Es muestra que el tiempo está hablando y que no te interesa ni mi amistad?

Kiara: No digas eso, yo…solo, me puse mal al ver como hablabas con Adriana, no pensé, solo actué y me sale ser así, es mi manera de encerrarme para no sufrir, perdón.

Lucia: ¿Con Adriana?...pero si solo estaba planeando una salida, ya que quedamos que tendríamos que coincidir, esperaba que ella te invite para poder estar juntas ¿no ves que te extraño?- A Lucia sus ojos verdes se le llenaron de lágrimas.

Kiara: Que mal me siento, perdón por favor, estaba celosa princesa, ¿me perdonas?

Lucia la miró, con ternura, quería que viera en sus ojos lo que le hacía sentir, pero fueron sus palabras las que cambiaron para siempre su relación.

Lucia:¿Cómo no perdonarte? si sos la luz de mis ojos, no quiero perderte y menos tenerte lejos.

Kiara sintió que su corazón dio un vuelco, sí era su princesa, era ella, por fin la encontraba, sus palabras hicieron que se le llenaran los ojos de lágrimas, quería estar con ella más que nada, por fin se abrazaron sin querer soltarse, volvieron a hablar y esta vez ya no tratarían de estar separadas sino todo lo contrario, Kiara aprovechaba cada momento libre para pasar por casa de Lucia, a merendar, a cenar, ya era normal para todos su presencia constante, al igual que el hecho que Lucia no estuviera y seguro la encontraban en casa de Kiara. Pero

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ellas hablaban mucho, hacían todo juntas, sin embargo aquel beso no se había vuelto a repetir, hasta que un día mientras caminaban por una calle oscura, Kiara le tomo la mano, la abrazo y finalmente en la oscuridad, beso tiernamente esos labios que la volvían loca, a los que aprovechaba para rosar con los suyos cada vez que se saludaban, pero este beso fue más profundo, y cuando quiso sentir con su lengua, Lucia se separó y dijo- No, eso no- en Kiara había sorpresa, vergüenza, temor de haber confundido todo, dolor por el rechazo; Lucia por su parte, tenía miedo , porque sabía que si daba rienda suelta a lo que sentía no podría parar, y no sería solo su lengua lo que querría, de Kiara lo quería todo, pero sabía que ella no tenía experiencia, que no había estado antes con nadie a pesar de ser mayor , eso la hacía sentirse responsable, más que nada porque sabía que la amaba. Vio como Kiara se alejo caminando en silencio, triste, la siguió tomo su mano y le dijo- No te pongas mal, no me molesto, por favor vamos a tu casa, voy a avisar a mi mamá que no vuelvo a dormir hoy-.

Al llegar, las dos se sentaron en el sofá, Kiara algo confundida, Lucia, nerviosa.

Kiara: no entiendo, pensé que estabas enojada conmigo por el beso, pero yo ya no puedo evitar lo que siento, te quiero, y necesito sentirte, si a vos no te pasa lo mismo es mejor que me lo digas ahora, para que pueda obligar a mi corazón a no quererte así.

Lucia: No mi vida, a mi me pasa lo mismo, lo de hace un rato fue porque se me vino todo a la cabeza, mis ganas de besarte, de acariciarte, la locura que me provoca tu perfume, te quiero, además te deseo, eso es lo que me hizo reaccionar así, sé que yo tengo responsabilidad para con vos, para estar juntas, porque vos no estuviste con nadie antes.

Kiara: Hay mi amor, que susto me diste, cuando te separaste me quise morir, yo siento lo mismo, pero sé que podemos superar todo si es lo que realmente deseamos.

Lucia se acercó para besarla, suave, tiernamente al principio, después fue profundizando en el beso, su lengua saboreaba la de Kiara, sus labios, sus manos empezaron a perder el control como si tuviesen vida independiente, acariciando el cuello, la espalda y despacio desprendió

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los botones de la camisa para acariciar sus pechos, después quitando la prenda que los cubría, desde que vio a Kiara por primera vez, los miraba siempre que podía, el tenerlos ahora a su disposición aumento su deseo, los colmo de caricias y besos. Kiara sentía su sangre hervir con cada beso, roce, aparte de sentir, acariciaba a Lucia, logro quitarle la ropa y sentir su piel, siempre a pesar del perfume, era la piel de ella lo que la mareaba, y la deseaba tanto que no podía pensar, esa noche se demostraron mutuamente lo que sentían, el amor que se tenían, se daban cuenta que sus vidas cambiarían, pero solo se dedicaron a disfrutarse una a la otra.

Ya pasaron meses desde aquella primera vez, es imposible ocultar lo que sienten, empezaron los problemas cuando un día, el hermano mayor de Lucia llego a la casa cuando se despedían en la vereda, viendo como Kiara besaba el cuello de Lucia sin querer parar, se preocuparon por su reacción, él solo le dijo que eso no era normal, que estaba mal. Que pensara lo que hacía, que el problema sería con su padre no con él. El padre de Lucia, había comenzado a hacer comentarios sobre Kiara, diciendo que era rara, que la gente pensaba mal, que dejara de verla, la perseguía todo el tiempo, y ya no podía hablar con ella por teléfono desde su casa, esto la hacía sufrir, sobretodo porque no quería estar lejos de Kevin, pero no soportaba más la situación.

Una tarde que no fue a trabajar, Kiara vino a verla, estaba acostada porque no se sentía bien, entró a la habitación y Kevin estaba cuidando a su hermana.

Kevin: hola linda, a Luci por culpa de mi papá le duele la cabeza, vos la vas a curar?

Kiara: Creo que vos la cuidas bien, sos su príncipe, hermoso sobre todo.

Kevin: mmmm, vos ¿te queres casar conmigo?- pregunto muy serio.

Lucia: Ja ja ja, responde, el lo dice muy enserio.

Kiara: Es que tengo un problema, vos sos príncipe y ella princesa yo no lo soy, ¿Qué puedo hacer?

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Kevin: yo te quiero igual, pero tenes que esperar a que sea más grande, te lo digo ahora para que no te cases con otro…solo te dejo si es Lucia.

La sorpresa en la cara de las dos ante ese comentario fue notoria, lo abrazaron y besaron ambas y el salió corriendo para ir a jugar. Lucia le conto el problema con su padre, y como se sentía, también que le había dicho que si se iba de la casa, no podía volver, eso la tenía preocupada, por su madre y por Kevin. Kiara como siempre, con algunas bromas, besos y abrazos logro sacarla de ese estado.

Kiara: nunca pensé que tendrías competencia en tu propia casa… Kevin te gano y me propuso casamiento antes jajaja.

Lucia: lo entiendo, sos encantadora, por eso te amo y me encanta como sos con él.

Kiara: quiero proponerte algo, te parece que hagamos un viaje?, tomémonos unos días, al volver veremos cómo están las cosas, ¿aceptas?

Lucia: y el trabajo?, sí quiero ir, con vos adonde sea

Ya estaba todo arreglado, se irían a la montaña, una cabaña que unos tíos de Kiara tenían, Lucia no pensó más y preparo sus cosas, cuando estaba haciendo el bolso, entro su padre.

Padre: –así que te vas con esa?, te das cuenta lo que haces?, si te vas es mejor que no vuelvas, no serás bienvenida en esta casa, ya me canse de tantos comentarios sobre vos, antes eran tipos, ahora esta…

Lucia: ¡Basta! Ya no digas nada, me voy y cuando vuelva no vendré a tu casa, además esta, tiene nombre, se llama Kiara.

Su padre se fue, ella estaba asombrada de lo que había hecho, enfrentarlo, no permitiría que nadie dijera nada de Kiara, ella era su vida, lo mejor que tenía, así que tomo sus cosas y fue a buscarla. El viaje fue hermoso, disfrutaron cada día a pleno, cada noche también, hicieron el amor tantas veces como lo desearon, algunos días no salieron , solo querían estar juntas, caminar en la calle de la mano, era algo que no podrían hacer al volver, lo que sí quedo claro fue que Lucia se mudaría con ella, y no darían explicaciones a nadie, que cada

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uno pensara y reaccionara como quisiera, ellas empezarían su vida juntas , era lo que importaba, este viaje fue su luna de miel y así lo vivieron, plenamente.

Pasaron 8 años de aquel viaje, hubo otros, pero ese fue el más especial, al volver comenzaron a vivir juntas, todos los conocidos y no tanto, pensaban que eran pareja pero no lo decían, la familia de ambas, salvo el padre de Lucia, adopto a cada una, Kevin ya no quería casarse con Kiara, era el único que se atrevía a decir, que ella ya estaba casada con la princesa de ojos verdes.

Era cierto, lo que Kiara había buscado desde un principio, su princesa, era quien vivía con ella, quien la cuidaba cuando estaba enferma, quien se preocupaba por cada cosa que le pasara, quien le había enseñado como hacer el amor, con quien había aprendido a sentirse plena cuando estaban juntas, las dos sabían que le gustaba a cada una y como, por eso y más la amaba tanto, ella también era quien hacía frente a los comentarios mal intencionados, con total dignidad, Lucia era su princesa y no podía sentirse más feliz. Aunque de pronto comenzó a pasar por su cabeza la idea de tener su propio principito o princesita, para que su vida sea completa…pero esa… es otra historia.

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MI TIEMPO… TU TIEMPO – BELL

Estas otra vez en mi mente, buscando la manera de llegar a mí, demostrarme que podes volverte indispensable, de conseguir que todo gire en torno a ti, que camine dando cada paso acompasando los tuyos, volviendo a pensarte con cada canción, con cada imagen, con palabras repetidas en mi mente que provocan pensamientos, más que eso sensaciones, nuevas aunque añejas, simples y complicadas.

Que tu perfume llegue a mí, me envuelva, me transporte, a otros instantes pequeños, donde tu vida se fundió con la mía, donde nos acariciamos el alma además de nuestros cuerpos, donde fuimos parte del mismo universo. Cuando llegamos a ser simplemente dos almas en una, lo que en algún momento sin darme razón quisiste perder, olvidar, cambiar, porque tu mundo giraba distinto al mío, tus pasos llevaban otro compás, ya no marcabas el mismo ritmo, ya no había magia en nuestro universo, nada provocaba tu risa, tu rostro no me regalaba miradas divertidas, un tono de aburrimiento marcaba tu voz, en ese momento mi dolor se despertó, quise olvidar que la herida crecía, que cada día traía a mi corazón un dolor nuevo, el dolor de saberte lejos, el dolor de extrañar tu amor, dolor al que me acostumbre, que se calmo un día, simplemente se adormeció, me

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acostumbre a que no estabas, a que ya no me escuchabas y un día desperté sin extrañar nada, salvo tu mirada…

Y ahora aquí estas nuevamente, proponiendo un cambio, buscando mi atención, intentando despertar mis dormidos sentimientos, buscando con un roce sanar mi dolor, tal vez sería fácil para mí solo admitir que mis sentimientos dormidos pelean por despertar, por darte la bienvenida, por cambiar, para volver a estar en nuestro universo, en el que sigo siendo yo, pero el dolor no me deja, ni mi razón, que por tanto tiempo acompañaron tantos gestos tuyos de desamor y aunque ahora me preguntes… ¿ya no me amas amor? Tan solo pueda decirte, no sé, hoy no puedo o no quiero, hoy solo puedo aceptar que estés pero no esperes que me acomode a tus pasos o tu ritmo, solo puedo decirte que si quieres trates de seguir el mío, sin preguntar adonde, sin preguntar por qué, puede que en un momento volvamos a coincidir en el mismo espacio de tiempo para volver a empezar, o puede que ya no pase , que en el camino del amor, sea yo quien te diga que comprendo tu dolor.

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DARME CUENTA – BELL

Aquí estaba yo, a las cuatro de la madrugada, descalza, semidesnuda, frente a la ventana viendo a la calle, con el teléfono en la mano y tratando de encontrar como explicarlo… cuando mi esposo salió del dormitorio, en ese momento me di cuenta que la persona que estaba al otro lado de la línea hace un segundo no podía ser sólo una amiga. ¡Qué me estaba volviendo loca!, pero sentía por ella algo irresistible.

Cuando Alex, preguntó quién era, qué paso, sólo pude decir que nadie había contestado cuando atendí.

- ¡Qué raro! - dijo – yo no escuche el teléfono.

Le dije que al levantarme al baño sonó y otras cosas más, sin mucho sentido, volvimos a la cama y él comenzó a buscarme para tener sexo, lo dejé a ver si con eso olvidaba lo anterior, la que no podía olvidar era yo. Obviamente ya no dormí, Alex me dijo que tendríamos que pedir detalles en la compañía de teléfono, porque hacía varios días que sonaba una vez y se cortaba o no hablaba nadie. Qué algo andaba mal, le dije que sí. El se fue a trabajar.

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En ese momento, sola, tenía que explicarme a mí que estaba pasando, yo, una mujer de 25 años, casada, con una hija de 2 años, deseando sólo ver, escuchar y sentir a Magui, ¡mi amiga! No era posible que esto me pasará, yo, que siempre estuve con hombres, que me enamoré de uno, me casé, ahora deseaba con todo mi ser a esa otra… ¡Mujer!

Sentía que el piso se movía, era obvio que algo me pasaba, fui yo la que llamó a su casa a esa hora, sin que me importe que no vivía sola, que tuve que despertar a su cuñada, que extrañada, preguntó si algo grave sucedía, me paso con ella, que a esa hora estaba tan despierta como yo.

– ¿Shey? ¿Qué paso? ¿Estás bien?- preguntó. Sólo su risa silenciosa, respondió del otro lado, cuando dije:

- Sólo necesitaba escucharte - Ella dijo.

- ¿No estuvimos juntas toda la tarde?

- ¿y Alex?

- Duerme – dije:

- No preguntes, sólo necesitaba escucharte - Se quedó callada, luego dijo. - de acuerdo, te entiendo más de lo que piensas, mañana pasaré en la tarde a ver a Cami y podemos hablar, no quiero que te enfermes hace frío para estar parada al lado de la ventana, a las 4 de la mañana - No pude decirle lo que me atormentaba, además justo apareció Alex, así que corte.

Pero ahora, al acercarse el momento en que ella vendría, no podía pensar, ella siempre había estado ahí para mi, cada momento, siempre pensé en ella como una buena amiga y lo era, sólo que hacía poco tiempo, me encontraba pensando en ella la mayor parte del día y si no la veía, extrañaba su presencia.

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Desde que Cami nació, ella pasaba a verla todos los días, me encantaba la relación que ella tenía con mi hija, era capaz de jugar horas con ella, reírse, cantar. Mi mundo era perfecto cuando estábamos las tres. Magui siempre estaba pendiente de nosotras, mi esposo no era malo, ni como padre, ni como amante, pero casi no hablaba, si estaba en casa era la televisión su compañía, casi se olvidaba que estábamos ahí. Sin embargo, Magui nos hacía sentir su prioridad, siempre llamaba, pasaba, estaba… Sólo que ahora, me daba cuenta que ella despertaba en mí otros sentimientos, más allá de la amistad, moría de celos de pensarla con alguien, sólo la quería para mí, necesitaba sentirla cerca, sólo me preguntaba si ella sentía igual. Magui llegó, su sonrisa llenaba mi mundo, la abracé muy fuerte, casi nunca lo hacía.

- ¿estás bien? - preguntó – algo te pasa Shey, ¿me quieres contar? Por casualidad o por cosas del destino, en la radio se oía la canción, “Por amarte así”. Estábamos frente a frente, apoyadas en una mesa de planchar, la canción seguía… ”…por amarte así, es esa mi fortuna es ese mi castigo, será que tanto amor acaso está prohibido…” Nos mirábamos a los ojos, yo dije:

- Parece que si…- ella me miraba y en sus ojos me sentía desnuda, sólo sonrió y acarició mi mejilla.

- Nunca les haría daño - dijo. La canción seguía, “por amarte así, a un paso de tu boca y sin poder besarla, tan cerca de tu piel y sin poder tocarla…”. Ella suspiró y dijo

-seguirá siendo así, si supieras cuanto te amo - mis ojos se llenaron de lágrimas, sólo quería besarla, tenerla para mí, por más loco que fuese, entonces, Cami salió de su habitación y el momento paso, sólo nosotras supimos que en ese instante sentíamos igual…

Traté con todas mis fuerzas de evitar lo que sentía por Magui, ella seguía viniendo pero pasaba más tiempo con Cami, se aseguraba de llegar para encontrarla despierta y si hablábamos, trataba que la conversación sea sobre mi familia, la importancia que tenía para Cami,

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yo sólo podía sentirme morir al pensar que ella se fuera, pero sabía que nunca dañaría a mi hija y para ella que creciera sin un padre, era hacerle daño. Pero no podía evitarlo, la amaba, la deseaba, y cada vez era más difícil fingir delante de otros, Alex, sabía que algo andaba mal, yo no era la misma, no podía, cumplía con él porque mi mente y mi corazón estaba en otro lugar, en los ojos de Magui, despertar a ese sentimiento era un tormento.

Una tarde, llevamos a Cami de paseo, de pronto se largo una fuerte lluvia, las tres riendo nos empapamos, no huimos de la lluvia, la disfrutamos. Al llegar a casa lo primero fue bañar a Cami, darle algo caliente y acostarla para su siesta. Mientras Magui trataba de secarse, le dije que era mejor que se diese una ducha, que secaría su ropa. - ¿Y Alex? - preguntó.

-Vuelve tarde hoy, está en un viaje, no te preocupes -. Ella acepto. Cami se había dormido, mi corazón latía muy rápido, quería entrar a la ducha con ella, lo deseaba… ¿y si me rechazaba? No pude evitarlo y entré al baño, asomó su cabeza tras la cortina sorprendida. -¿Paso algo? - no respondí, me quité la ropa, ella dijo

-Ya salgo, me decías que me apure y listo - No permití que saliera, entre con ella detrás de la cortina, me miró asombrada, trataba de cubrirse, le quité la toalla y me acerqué hasta dejarla con la espalda pegada a la pared, sólo veía sus ojos, no podía echarme atrás así que avancé, acaricié su cuello, rocé su cara con la mía y la besé con toda la pasión contenida, ella sólo respondió igual a mi beso, intenso, tierno, dulce, nunca antes había besado a una mujer, mis manos sin saber cómo recorrían su cuerpo, cuanto había deseado tenerla para mí, creo que sólo fueron caricias y besos, pero yo sentí que mi mundo se completaba sólo con ella.

Salimos de la ducha en silencio, nos vestimos y nos sentamos a tomar un café. Magui, me miraba sin decir nada, yo sólo podía recordar que momentos antes, me sentí tan plena como nunca en mi vida. Cami se despertó y fue el centro de atención, nuestro momento pasó… Alex volvió con ideas nuevas, que había tenido tiempo de pensar en

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nosotros, que se dio cuenta que tenía que cambiar, éramos una familia los tres y teníamos que luchar por ella, traté de convencerme que tenía razón, mi hija merecía criarse con un padre, aunque en mi mente, mi corazón, mi deseo, estaba en esa tarde en la ducha y el beso de Magui.

Ella dejó de venir todos los días, me daba cuenta que trataba de hacer lo que era correcto, ella no destruiría mi familia. Pero tuve que llamarla, Cami enfermo, me traía sus cuentos y con su pequeña voz señalándolos decía… “Magui…” La llame, le dije que por favor viniese, por Cami, por supuesto que lo hizo.

Llegó, la sonrisa de mi hija era brillante, y mi corazón saltó dentro de mí, casi no habló conmigo, salvo para aceptar el café, se acostó con Cami en su habitación leyendo su cuento favorito, tenía sobre mi hija un poder casi mágico, ella sólo escuchaba su forma de relatar el cuento, la fiebre bajó. Cuando Magui intento irse, Cami la abrazó y casi con lágrimas le pidió que se quedase. Me daba cuenta que ella quería irse antes que llegará Alex, pero por Cami, era capaz de todo, yo lo sabía, su amor por mi hija me conquistaba más aun.

Pasaron las horas, yo trataba de no molestarlas, mientras juntas veían la peli favorita de Cami, al pasar por la habitación, las encontré a ambas dormidas, Magui sostenía mi vida entre sus brazos, nunca lo había visto tan claro hasta ese momento…

Alex llegó, preguntó por Cami, le dije que dormía con Magui. Él muchas veces criticaba el hecho que yo dejase que mi hija se apegará tanto a mi amiga

-Parece que no tuviese un padre - solía decir, aunque ese día era obvio el cambio de Cami con su presencia

-Mientras duermen, podemos aprovechar para hablar ¿no? -propuso. Acepte, él intentaba lograr un diálogo entre nosotros, yo estaba ahí o mi cuerpo, porque mi alma, la sentía en la otra habitación. El intento de Alex no duró mucho, pronto como siempre, se entretuvo con la televisión, y después se durmió. Me levanté, fui a ver a Cami, las dos dormían. Volví a mi habitación, miré Alex dormido, me encerré en el baño y lloré amargamente, mis sentimientos me superaban,

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amaba a Magui, pero mi hija era mi vida, no podía quitarle a su padre, era una locura.

Se hizo de noche, al salir Cami y Magui, preparaban algo para comer, ella me vio a los ojos, quise esconder mi dolor pero ella lo noto enseguida. Preparó la cena e intento irse, Cami pidió y pidió, así que le dije que podía quedarse con ella, aceptó. Esa noche no dormí - aprovechemos que Cami seguro no viene – dijo él. Traté, de hecho lo hice, estuve con mi marido, pero ya no sabía qué hacer con lo que sentía. Al día siguiente mientras Cami dormía, ella se fue, no vino por unos días aunque sí llamaba para hablar con mi niña,

-Es mejor así, lo sabemos -me dijo.

Yo también traté de convencerme, una tarde trajo un regalo para Cami, no vino sola, la acompañaba una chica, me sentí morir… Me presentó a Elisa, era bonita, atractiva, y además una buena persona. -Sólo pasé a dejar esto - dijo, yo la miré con odio, los celos me invadían en ese instante, ¿Por qué?... ¿Qué haces con ella mi amor?... me estás matando… Magui, no era conocida porque se supiera de sus relaciones amorosas, pero muchos comentaban que le gustaban las chicas, ella siempre decía “no tengo que explicar nada a nadie” su seguridad me encantaba.

Pero que de pronto la viera con Elisa, tan contenta, me sumió en un estado terrible, no podía pensar en otra cosa que ellas dos juntas, aunque ni siquiera estaba segura que fuera así, lo que sabía era que lo celos me mataban.

Si bien era verdad, que trataba de mantener mi matrimonio, me daba cuenta que aquel beso en el baño, era lo más real que había vivido, mi amor por Magui no desaparecía, empecé a escuchar rumores sobre Magui y Elisa, ella seguía viniendo a visitar a Cami, pero yo la sentía lejos, me contaba lo que hacían, hasta me pidió permiso para llevar a Cami de paseo, me preguntaba si lo decía para herirme, si no se daba

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cuenta de mi dolor, de mis celos, ¡ella era mía!. No entendía que esa chica estuviera en su vida, tan cerca.

La tarde que vino a buscar a Cami, como una maldición la radio otra vez, y la canción “Rayando el sol” de Mana. Ella sólo se ocupaba de preparar a Cami, sin prestar atención, “rayando el sol, rayando por ti, esta pena me duele, me quema sin tu amor, no me has llamado, estoy desesperado…son muchas lunas las que te he llorado”…no pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas, la amaba tanto, que moría por dentro de no tenerla, ella giró y me vio a los ojos -¿Qué pasa?- dijo y se acercó.

En la radio como un castigo seguía “es más fácil llegar al sol que a tu corazón” -Eso es así - le dije

“me muero por ti, viviendo sin ti y ya no aguanto me duele tanto estar así”… Ella me abrazó y mis lágrimas salieron sin control, mi angustia, mi dolor no lo pude evitar, pero al sentirme en sus brazos, mi corazón tuvo paz. -Eres el amor de mi vida - me dijo – ¿no lo ves?

-Pero nunca me perdonaría si no le doy la oportunidad a Cami de tener una familia, aún a costa de mi propia vida - Entre sollozos le dije –Elisa, ¿por qué?- levantó mi rostro con sus manos, me miró y dijo: - En verdad me crees capaz después de lo que paso aquel día de la lluvia, ¿de estar con alguien más?, sólo estaría contigo, mi amor, por favor, no me lo pongas más difícil. Elisa es sólo una amiga, que escuchó sin juzgarme, todo lo que siento por ti, si salgo es para no recordar, dónde y con quién duermes cada noche, para no pensar que muero por dentro de pensarte con alguien más, no puedo dejar de amarte, no quiero dejar de hacerlo - volvimos a abrazarnos, esta vez no sentí dolor, si no más amor por ella, al darme cuenta, cuanto me amaba...

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No podía pensar en alejarla de mi vida, pero al mismo tiempo, el miedo, el prejuicio, lo que pensarían los demás, el temor a lastimar de algún modo a mi hija, me llevó a dejar de pensar en Magui, dejar de hacerlo como algo más que sólo mi amiga. Decidí priorizar mi familia, lo hice.

Cami cumplió 4 años, hacia garabatos e intentaba escribir, un día estaba con mis quehaceres y corriendo se acercó:

- mamá, mamá…mira - con una hermosa sonrisa en su rostro me mostraba lo que había escrito. “Mamá te amo”, “Magui te amo” con un dibujo en el aparecíamos las tres en un día de lluvia… No podía creer como mi hija amaba a Magui, darme cuenta, que ella nos veía juntas me aterrorizaba, no era posible. Aunque muchas veces intente que se alejaran, no lo conseguía, ni sus tías, abuelas o cualquier otra persona lograban sacar en mi hija esa sonrisa mágica que iluminaba todo. Era revolver lo que pretendía olvidar, para esa época Magui compartía departamento con Elisa, nos veíamos pero no tan seguido… ella trabajaba y sus horarios eran complicados, pero todas las noches escuchaba su voz en el teléfono cuando llamaba para hablar con Cami, venía a casa solamente si ella enfermaba, al oír su voz, como un gigante dormido mi amor se movía dentro de mí, luego me costaba conciliar el sueño, pero siempre cerraba los ojos pensando…”es lo mejor para todos”.

Unos días antes Alex llego con la novedad, que se había enterado lo que pasaba entre Magui y Elisa

-Quién lo hubiese dicho, que son…- dijo – tu entiendes - No sabía cómo ocultar lo que en ese momento tenía en mi mente, odiaba a Alex por decirlo, odiaba a Magui por estar con esa mujer, y me odiaba a mi misma por no poder evitar que todo eso me importará, que mi corazón muriera de celos y amor por más esfuerzo que hiciera, no podía olvidar cada momento vivido al lado de Magui.

La noche siguiente mis vecinos organizaron una reunión, a la que Magui asistió acompañada por Elisa, no pude probar bocado, mi estomago estaba como piedra, ver a mi amor con ella, era un dolor terrible, me enfermaba, al no poder disimular invente un malestar y me

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fui. Alex como siempre no pudo con Cami así que llegó a casa… en brazos de Magui. La recibí fríamente, casi sin mirarla, ella en silencio llevó a mi hija a su habitación, la acostó, besó su frente y salió, yo entré, la abrigué, besé y salí para encontrarme con ella esperándome. – ¿Se puede saber qué te pasa?- preguntó. Mí odio era tal, que sólo dije: - ¡Vete! - ya no podía verla más, no podía resistir los celos que me llenaban de amargura

-Me vas a decir lo que te pasa aunque sea por respeto al tiempo que somos amigas - dijo firme mirándome.

Sólo pude decir - No soporto verte con esa, no es justo, ¡tú eres mía! ¡mía! - grité –pero es evidente que poco te importa - Se acercó sin responder, puso su mano en mi cuello atrayéndome a ella y me besó, sentí sus labios, todo mi cuerpo se estremeció, temblaba de deseo, respondí a su beso, su lengua me recorría, aumentando mi deseo, sin dejar de besarme me llevo a la habitación, donde lentamente me quitó la ropa, besando y acariciando cada parte de mi cuerpo, sólo podía sentir su aroma, su perfume, estaba mareada, sentía la necesidad de embriagarme de ella, de sentirla mía, nada más existía, pasaron las horas , llenas de placer, ella me abrazó se acerco a mi oído y dijo - soy sólo tuya - Sabía que era verdad, y eso me hacía muy feliz, me aferré a ese momento sin que nada más importe…

De pronto escucho la llave en la puerta, no tenía noción del tiempo que había pasado, sólo vi a Magui dormida a mi lado, y recordé… era Alex, se suponía que no volvería a casa, se quedaría a cuidar la casa de su padre, como dejé mi llave en la puerta no pudo entrar, se fue. Magui dormía sin enterarse de lo que pasaba en ese instante por mi mente, no me hubiese importado si él entraba, después de esa noche nada me importaba, no podía fingir más, mi mundo estaba completo, me abracé a Magui y dormí.

Por la mañana, desperté con Magui y Cami trayendo el desayuno a mi cama, ambas con una gran sonrisa, la mía no podía ser más plena, ya no me importaba nada más, no podría estar con nadie que no fuese Magui el resto de mi vida, me sentía en paz en ese momento, no podía volver atrás. Estaba convencida de eso y al vernos a las tres

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disfrutando de estar juntas, no tenía miedo a pesar de darme cuenta que no sería fácil.

Estaba decidida a cambiar radicalmente mi vida por amor, nada era fácil, comencé hablando con Alex sobre nuestra pareja, ambos reconocíamos que ya no era lo mismo, yo era obvio… sabía mis motivos, aunque él también sabía que no era feliz a mi lado. Me dijo que en parte mantenía nuestro matrimonio por Cami y por lo que diría su familia, pero que podíamos seguir igual, de todos modos el sexo no era malo y teníamos una vida organizada. Me parecía increíble escuchar lo que decía, ¿seguir así? ni siquiera se daba cuenta que hacía días que evitaba su contacto y dormía en el cuarto de Cami. Después de esa conversación tenía en claro, que no era la vida que quería para mí y mi hija. Mucho menos podía pensar en no tener a Magui a mi lado, desde esa noche no podíamos evitar encontrar todas las excusas necesarias para vernos, me ofrecieron trabajo, acepte, sabia necesario el independizarme, para continuar con mis planes de separarme definitivamente. Alex lo había entendido, aunque obviamente no sabía de mis sentimientos, vivíamos bajo el mismo techo pero nuestras vidas tomaban rumbos distintos.

Con Magui sabíamos que sólo era el comienzo, que para estar en definitiva juntas tendríamos que luchar mucho, pero las fuerzas que nos daba el amor que sentíamos nos animaba a seguir, mis amores eran las mujeres de mi vida, Cami y Magui por ellas sería capaz de enfrentar todo. Nunca pensé que sería tanto…

Alex llegó enloquecido, enojado, insultando, me enfrentó diciendo que lo sabía todo… ¿todo?

-¿Qué es eso? - pregunté, no sentí temor, si era el momento de decir toda la verdad era lo mejor. Me miraba no con odio, si no con total desconcierto, -¿cómo puede ser?, ¿en qué momento paso esto?-

–si me explicas de que estás hablando, tal vez te ayude- dije.

Pidió que me sentará, después mientras caminaba de un lado a otro dijo - sólo quiero que me digas si es verdad, Shey ¿tú tienes algo con Magui?, sólo necesito que seas sincera, por favor - nunca lo había

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visto tan serio, no tenía idea sobre que podía pasar, pero de lo profundo de mi ser conseguí fuerzas para decir

–Sí, amo a Magui, si es lo que estas preguntando - sus ojos parecían salirse de sus orbitas, no hablaba, se sentó dejando caer la cabeza entre sus manos, yo lo observaba, ya lo había dicho, solo quedaba esperar. Levanto su mirada y dijo

-¿te das cuenta que es una locura? Que no podes estar enamorada de una mujer - A lo que le dije:

- pero lo estoy, no quise hacerte daño, pero los dos sabemos que cuando ella entró en mi vida, nuestro matrimonio sólo era comodidad, no había amor ni pasión, me costó mucho darme cuenta de lo que me pasaba, traté y eres conciente, de arreglar las cosas, pero no funcionó, me enamoré de una persona maravillosa y quiero estar con ella El se puso de pie, me dio la espalda diciendo:

- Alguna vez escuche que estas cosas pasaban, nunca pensé que a mí, sólo te voy a decir esto; No voy a permitir que mi hija viva contigo, voy a hacer todo lo posible para tener la custodia, jamás permitiré que arruines su vida - junto sus cosas y se fue. Me quedé hecha pedazos, ¿vivir sin Cami?... No podía imaginarme sin mi niña, la familia de Alex tenía contactos que podrían ayudarlo a quitármela, me desesperaba pensar en que lo lograran, sólo pude llorar no podía pensar en otra cosa que no fuera tener a Cami conmigo… Pasaron muchas cosas, detalles largos de contar, mucho llanto, mucho dolor, estuve varios meses sin mi hija, hasta que finalmente, Alex aceptó que Cami sufría demasiado, que sólo sonreía los fines de semana que pasaba en su casa conmigo y Magui, en verdad nunca me arrepentiré de amar a esta mujer, fue mi apoyo, mi consejera, mi amiga, todo ese tiempo, no pedía nada, como siempre lo más importante siempre fue Cami, mi hija volvió a casa y mi corazón a su lugar. Muchos han opinado, criticado, perdí supuestos amigos, parte de mi familia, quienes me aman y respetan siguen aquí, a mi lado, como mis amores, las mujeres de mi vida, Cami y Magui.

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Mi hija ya no tiene dos años, pronto tendrá 16, es hermosa, madura y capaz, tiene con su padre una buena relación al igual que yo, además de la sabiduría para responder a quienes la miran raro por su familia de dos madres, ella sólo sabe que dos personas la aman de manera incondicional, que siempre hemos pensado primero en ella, a pesar de nosotras mismas.

Hoy hace frío, miró por la misma ventana que hace años de madrugada, la radio, otra vez…”Para ti, mi vida entera es para ti, no puedo más que sonreír, si caminas cerca y a mi lado…” Siento que unas manos me abrazan desde atrás, recostando su cabeza en mi hombro - Shey, te amo - dice Magui sin soltarme, la radio sigue “Para ti, mi corazón es para ti. Revivir entre tus brazos revivir, cada mañana y descubrir, que hoy me brilla el sol porque me amas…”. Estar juntas no ha sido fácil, menos darme cuenta que amaba a una mujer, pero aquí estoy, soy feliz en los brazos de Magui, esta vez veo por la ventana porque Cami llega de estudiar, siempre es nuestra costumbre esperarla así y con música en la radio… “Junto a ti, envejecerme junto a ti, sé que te puedo hacer feliz, nunca supe nada así de claro, somos dos, cuando duermo oigo tu voz…”. Cami ilumina nuestra vida al llegar con su sonrisa, - ¡mamis! ¡Aprobé todo!- en esta historia de amor, siempre hemos sido tres.

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DIALOGO SILENCIOSO - BELL

Ha pasado suficiente tiempo para que lo entienda…No estás enamorada de mi. Pero, quiero pedirte un favor, podrías explicar algunas cosas…

¿Por qué tu mirada se ilumina cuando te digo que estas más bella que nunca? O cuando digo que me encanta tu perfume. ¿Por qué tus ojos se encienden si me ves con alguien? ¿Por qué tu mal humor después de escucharme hablar con una amiga?

Lo sé…no estás enamorada, pero…

Porque buscas mi cercanía con abrazos y besos ¿¿Por qué tu mirada triste si ves que alguien más tiene mi atención? Somos sólo amigas eso lo sé, entonces… ¿Por qué los celos? Cuando reaccionas como si te quitaran algo solamente tuyo, porque cuando intento hablarte de alguien que me interesa, te enojas o te vas y no querés saber que podría pasar. ¿Por qué siento que tu cuerpo se estremece cuando te tengo cerca?

Tal vez sea el momento de aclarar las cosas, tal vez sea el momento de decirte que me fascina tu mirada, que tu perfume me envuelve y no dejo de pensarte, que cada minuto del día hay algo que te trae a mi mente, que a mis noches hace tiempo la adornan tus sonrisas, cuando te conté que me gustabas más que como amiga, seguiste a mi lado,

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pero cuando dije “sé que es imposible” solo hubo silencio y escondiste tus ojos. Ayer trajiste ese bombón en forma de corazón, lo pusiste en el centro de mi mano y me diste ese beso tan cerca de los labios. Sé que no estás enamorada de mí, pero ¿podrías explicarme esas cosas, para tratar de no estar enamorada de vos?

Respuesta

Ha pasado suficiente tiempo para que lo entienda…Sí, estoy enamorada de vos y quiero explicarte por qué…

Mi mirada se ilumina no tan sólo por lo que me decís, sino por cómo me miras, nadie lo hace igual, cuando me despierto lo hago pensando que debo llevar mi perfume porque voy a verte y me encanta que pases disimuladamente muy cerca para sentirlo. Si te veo con alguien me siento perdida, no puedo evitar sentir celos de quien te mira, se acerca o te toca, que alguien aunque sea al teléfono tenga tu atención.

Lo reconozco…me enamoré…

Cuando me abrazas me siento en otro mundo, tus besos son un regalo lleno de dulzura, me embarga la tristeza de pensarte con alguien, no puedo escucharte hablar de quien sea con interés porque mi corazón se rompe, los celos me dominan, porque sólo te quiero mía, para mí, tu atención, tu ternura, tu paciencia, tu locura…sólo para mí. Mi cuerpo se estremece hace mucho al tenerte cerca, el escalofrió que me recorre con tan sólo un roce distraído de tus manos. No te lo dije, pero estoy enamorada…

Cuando aquella vez dijiste que me amabas, sabiendo que era imposible, no pude responderte porque ya estaba enamorada, aclaremos algo…desde ese día espero que me beses, que me toques, que me mires, sin vergüenza de tus sentimientos, el bombón de ayer es el primero de muchos, como el beso que no me animé a darte será el primero solamente. Sé que estas enamorada de mi ¿Alcanza la explicación para que sepas que yo estoy más

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EL DOLOR DE AMAR – BELL

Fue un día que nunca olvidaré, el sol de otoño que se apagaba, hojas secas danzaban en la vereda, acompañando mis pasos, el nudo en el estomago, lo sentía como piedra…La garganta cerrada, no volvió a salir de mi el verdadero sonido de mi voz, mi corazón desgarraba mi pecho con cada golpe, y mi mente no lograba borrar las palabras de mi hermana… ¨Mara no resistió, ha muerto…”

¿Cómo?!!! ¿Qué?!!! Mi amor, mi vida!! ¿Cómo pude dejarte sola, tan frágil, tan débil?...

Tal vez, alguien pueda entender mi dolor si puedo contar en parte mi historia desde el principio y tal vez, yo logré un poco de paz, de consuelo.

Mi nombre es Carla, nací en playa Serena, un lugar donde el aroma a mar se siente, el viento trae a los labios el sabor a sal, donde el sol es generoso en verano y esquivo en invierno, no mucha gente la conoce, tiene casas bajas, casi todas de un mismo color en tonos lila, los fundadores pensaban que ese color hacia más leve el sol del verano; tiene un centro pequeño donde se desenvuelve toda la vida social del pueblo, el mercado, la panadería, la farmacia, la escuela y el centro de salud. En general todos se conocen, cada cosa que ocurre se

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comenta, la mayoría trata de ayudar al otro. Aquí se desenvolvía mi vida, la que cambio por completo cuando ante una tragedia sufrida en su familia, mis padres trajeron a casa a Mara. Contaba yo con 16 años ella 15, desde que llego se convirtió en un miembro más de la familia. Mara era tan hermosa, dulce, tierna, parecía un verdadero ángel, a los pocos días de llegar ya éramos inseparables, junto con mi hermana asistíamos al colegio, recorríamos el pueblo y disfrutábamos de juegos sencillos, en verano, corríamos a la playa desde temprano, éramos incansables, salíamos del agua con la piel arrugada, para lo que teníamos, nuestro tesoro era el mar.

Mara y yo teníamos una relación muy especial, para mí, verla a ella era como contemplar la luna o el más bello jardín, nuestras miradas siempre se encontraban muchas veces nos sonrojábamos al no poder dejar de mirarnos. Entre nosotras algo crecía, algo que no podíamos explicar y no era el cariño de hermanas, nos dimos cuenta que había más. El dolor llegó cuando mis padres consideraron que tendría mejor educación si me trasladaba a estudiar a Mar del Plata, la ciudad más grande y cercana donde vivían parientes que me darían alojamiento hasta terminar mis estudios. Nada podía decir yo ante la decisión tomada, me despedí, con lágrimas como brotadas de un manantial, de mi familia pero el dolor más grande era dejar a Mara, aún recuerdo sus ojos y los míos empañados por las lágrimas al despedirnos.

Por motivos económicos, me fue imposible volver a casa hasta terminar mis estudios estaba comunicada por teléfono y con Mara por carta, nos decíamos todo lo que sentíamos, eran cartas interminables las que me pasaba horas releyendo, en nosotras la distancia no cambio lo que sentíamos, pasaron tres años. Al llegar a casa mi alegría era inmensa, abracé y besé a mis padres, mi hermana. Y ahí volví a ver a Mara…ya no podía negar que ella era mi amor, tan bella que parecía brillar. Estaba enamorada de ella y debía decirle cuando me animé a declararle mi amor, me convertí en la mujer más feliz cuando me dijo que también me amaba. No podíamos pensar en estar separadas. Al principio sólo Clara, mi hermana, lo sabía ella aceptó que estábamos enamoradas, además en esos tres años su amistad con Mara se había afianzado y sabía todo de nuestras cartas, contábamos con ella para nuestros encuentros frente al mar, no podía existir mejor momento que ese, en que dejábamos que con palabras nuestros corazones se expresaran y nos llenaba de felicidad. Pero,

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había algo que no sabíamos, lo que había sido una tragedia en la vida de Mara, la pérdida de su madre, era ahora un fantasma que nos perseguía. Por momentos Mara presentaba una debilidad extraña para su edad, su rostro se llenaba de una extraña palidez, pero nosotros solo pensábamos que con nuestro amor todo sería posible. Mi padre, sin embargo sabía la realidad, Mara estaba muy enferma, el amaba a Mara como a su propia hija y se dio cuenta de nuestro amor. No quería para mí un futuro de dolor, así que me propuso que siguiera mi carrera de medicina en Buenos Aires, que me permitiría perfeccionarme mejor y tal vez, yo misma, podría ayudarla. No tenía posibilidades de negarme, pero el solo pensar en dejar a Mara, me causaba un dolor intenso, nos amábamos profundamente. Lo que decíamos con palabras ya no alcanzaba, hasta ese momento sólo habíamos imaginado el sabor de un beso, sólo el tomarnos de la mano nos llenaba de sensaciones. Un día mis padres salieron con Clara, nosotras nos quedamos porque Mara no se sentía bien. Así estábamos recostadas en su cama cuando sin planearlo mire a sus ojos y las dos al mismo tiempo nos besamos de manera tierna, sin hablar dejamos que todo lo que escribimos en algún momento se concretara, fue la primera vez que tuve a mi amor en mis brazos desnuda con su piel demostrando cuanto deseaba mis caricias y al mismo tiempo yo las suyas, su boca se convirtió en mi culto, mi religión, la dulzura de esa mujer tan frágil parecía ser lo más poderoso que existía con sólo un roce suyo me sentía desfallecer. ¿Cómo no amarla? Nadie en el tiempo que paso desde que la vi por primera vez pudo borrar el sentimiento de ver sus ojos reflejados en mí. Ese día, sólo confirmamos lo que ya sabíamos éramos una de la otra sin lugar a ninguna duda.

Nuestros corazones se llenaban de alegría cada vez que por distintos motivos mi inminente viaje se suspendía, podíamos estar más tiempo juntas, era lo que anhelábamos, no separarnos. Luego me explicaría mi padre que él conocía la enfermedad de Mara y que lo que sucedió después era inevitable.

Con todo el dolor de nuestros corazones, tuvimos que separarnos, ambas prometimos mantenernos comunicadas siempre, le dije cuanto la amaba y que nunca la olvidaría, ella prometió cuidar el jardín, las rosas, para que al volver viera como su amor las había mantenido con vida. Fue la última vez que vi a mi amada Mara… Nos manteníamos

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en contacto, ella me escribía, a pesar de toda la tecnología, eran sus cartas lo que más deseaba, en cada una ella enviaba un pétalo de rosa, para recordarme que cuidaba nuestro amor. Nuestro amor seguía vivo y creciendo, hasta que pasado un tiempo ella no escribía, me desesperaba pensar que tal vez a ella se le hacía difícil amarme a la distancia y que tal vez, hubiese aceptado la propuesta de Esteban, que la pretendía, ¡qué culpable me siento por pensar así de mi amada!

Pasaron dos meses desde que nos despedimos, llovía de manera torrencial en Buenos Aires, cuando un mensaje llegó, debía volver cuanto antes a playa Serena, Mara estaba enferma y reclamaba mi presencia, mi mundo se puso de cabeza, salí desesperada en busca del modo de llegar más rápido, el cielo se caía de tanta lluvia, las calles inundadas, los autos, micros, todo estaba parado, no encontraba forma de viajar, me desesperaba al pensar en ella, después me contarían que solo pedía por mí.

Cuando al fin logré llegar, era tarde, mi amor, la dueña de mi corazón, de mi sonrisa, no soportó y esa silenciosa enfermedad se la llevó, ese fue el momento que relaté al principio, cuando todo dejó de tener sentido para mí, cuando sobre su tumba mis ojos se secaron, cuando mi amor murió, cuando esta vez sin rumbo, partí para no volver, no soportaba la idea de vivir donde nació y murió, mi único y verdadero amor.