• Universidad Nacional Autónoma de México FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS (COI,IWIO DE FILOSOFIA) ORTEGA Y LA DIALECTICA (LA IDEA DE DIALECTICA EN JOSE ORTEGA Y GASSET) TESIS PROFESIONAL PARA OBTENER EL TITULO DE FILOSOFO PRESENTA HECTOR GUILLERMO ALFARO LOPEZ ASESOR: MARIO MAGALLON ANAYA México, D. F. 1988
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TESIS: ORTEGA Y LA DIALECTICA (LA IDEA DE DIALECTICA EN ...
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Universidad Nacional Autónoma de México FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS
Capitulo II.- Fundamentos dialécticos en Ortega •••••••••••••••••• 29
A. Kant y la dialéctica ••••••••••••••••••••••••••••• 38· a. Juicios anal! ticos y sin té tic os •••••••••••• ." •• ¡ 49
B. Husserl .• ..•..........•....•...•........••.•••••• ~ 53 a. Intencional id ad y reducci 6n fenomenológica ••• ,¡ 56. b. Conciencia temporal ••••••.•••••• ~···••••••••••~~
l~ot as . •.•.•••.......•..............•••••.•••••••• ?fJ
lürtega y Gasset? La pregunta.por qué se estudia a un fil6sofo en particular parecería ociosa, puesto que ella nos llevaría a una pre
gunta .más general ¿Porqué· se retorna siempre al pasado de la filosofía? Pero el caso específico de Ortega requiere ciertas precisiones aclaratorias.
España, en relaci6n al contexto 1'ilos6fico europeo moderno, tuvo un gran rezago. Durante la alborada del racionalismo y el cenit idealista, la mentalidad hispana no pudo asimjlur plenamente las abstracciones de esas corrientes films6ficas par!l. crear un pensamiento P.ropio, con.formándose, en última instancia, con su deficiente divulgaci6n o,nost¡lgicamenteJ retornando a un momificado escolasticismo. Con el advenimiento de las filosofías vitalistas e historicistas son6 la hora de hacer filosofía en la península ibérica; los dos adalides fueron Unamuno y Ortega. Ambos partían de un mismo supuesto; la necesidad de sacudir el pensamiento español de la carcoruu t.t•urJ iclonuli ata, pero la manera de conseguirlo fue distinta. Unamuno parapetado en un hispanismo (saturado de irracionalismo kir~ergaardiano) !l. ul trum111, temeroso de que las "bru
mas germanas" envolvieran la "latina claridud" española. Ortega, por el contrario, dirigi6 sus pasos hacia Alemania. De sus dos estancias en eáe país regresó con las alforjas cargadas de doctrinas y un amplio pro
grama de renovación, de "europeización" del pensamiento hispano •. Entre oae cúmulo clo doctrinas 1>e encontrtib!l.n uJ ~~u11t11:1 que. ae esparcieron como reguero de p6lvora por todos. los confines del mundo hispanoamericano y
que, en muchos casos, fueron fundument!l.ltlu pu.1.;u forjar un pensamiento propio l1.1tinonmericnno. Ortega mostró u Jo¡; españoles .c.Ó~o filosofar a
partir de y segifu.la circunstancia propiu (Véa1w: Cup.l; b. Perspectiva y
circunstancia) .. ; al fin era posible crear un pensamiento acorde. con la flexible mentalidad ibérica. Así la tradici6n filos6fica dejaba de ser un medio de sujeci6n del pensamiento en Io:o pui ses de menor desarroliLo
filos6fico, para ser incorporada como el e mento p1·opio, liberador.
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1n latinoamérica, decíamos, estas ideas ejercieron grandes repercusiones ya que coincidieron principalmente con el despertar de la conciencia de las burguesías que buscaban afirmar su identidad nacional1
.Y que nir•vinron, a au ve:r. 1 cnmo ount1•11to ideol6¡i;:ico ul p1·oyecto de de11urrollo nacional. En México Samuel Ramos utilizando como plataforma las doctrinas de Ortega -y Alfred Adler- hizo el análisis del mexicano2 , ,.,in lo que estaba fincando -junto con Caso y Vasconcelos, aunque éstos, bajo otros orientaciones-: la fil'osofía de lo mexicano3.
En torno a Ortega se prod~jo toda una conotelaci6n de fil6aofos españoles, los cuales bajo el magisterio orteguiano comenzaron a revita-1 izar lo filosofía hispana, revitalizaci6n que se vio truncada por la p;uerra civil, confla~raci6n donde las fuerzas más progresistas de Españn ne enfrentaron a las mós retrÓgrndas. E:sto ocasionó la emigraci6n de intolHctualeu. América y en especial México se vieron favorecidos -en decir de José Gaos- por los "transterredos". José Gaos, brillante y dilecto discípulo de OrteKa trajo de manera directa todo el pensamiento de su muestro, la filosofía de lo mexicano se vib ~ntonces enriquecida con estos aportes derivando e aspectos mós universales. De los discípulos de Gaos fue leopoldo Zea el que tuvo una orientaci6n mós definida y definí ti va sobre el pensamiento latinoamericano. En Leopoldo Zen y 1mtre todos los lntinoamericanistas posteriores fue determinante la influencia de Ortege 1via José Gaos. Por lo expuesto podemos apreciar la importanciu d•Ü pensamiento ortep:uiano, oiendo por conaiguiente -hoy que es ton rebatida y por momentos olvidada-, conveniente retornar una vez mñs a esta filosofía rica en intuiciones.
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Ortega y las aventuras de lu dinl,cticn.
Ln fi losofÍfl orteguiena formo parte del devenir de lu historia de ln filosofía. Ortega expuso a las corrientes filos6ficas como sucedi~n-
doae .unnn a otras en serie diul~ctica (Véase: Cap. IV. Historia de le filosofía como ejemplo de serie dialéctica), este enfoque tiene la gran virtud de la continuidad. Una exposici6n amplificada dialécticamente de ln hiRtoria de la filosofÍA permite comprender la Íntima concatenaci6n del suceder filos6fico, pero tiene el agravante de perder de vista los peque~os-~rnndes matices que existen entre loo doctrinno filos6ficas --que ~onste, pues, que con esto no se está haciendo mcnci6n al ~ado
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de error o de acierto que ellas pudierqn contener-, el telescopio permite ver las constelaciones, pero es inútil cuando se trata de contemplar los infusorioi. Una vioi6n telnsc6pica de la historia de la filosofía, ulcanza mayores niveles de exactitud en la medida que mls minuciosa ea ln visión microsc6picn. ~l movimiento dinlActico implica procesos deductivos e inductivos. Teniendo' en cuenta lo anterior fije.~on el puesto de lu filo~ofía orteguiana en el proceso dialéctico de '1a hintoria de la filpsofía.
Dende su nucimiento en Grecia.lu filosoffu ae si~nificó por su amplitud de intereses, los cuales marcarían sus grandes direcciones. Ge~6n una caracterización cinco serían las principales direcciones de ln fi1ocofíu4 : Healista, Idealista, Cultural, Vitalista y Net6dica. l1horn bien, ~l problema se complica cuando observamos que una doctri-na no es específica en sus postulados y puede cubrir varias de las señaladao direcciones. ~n el caso de Ortega esto es ostensible. La filosofía ortc¡~uiana desde su nacimiento se vio envuelta en constantes polémicns, ~ue se han prolongado hasta nuestros días; varios membretes le han zido colocados .; irracionalista, vitalista, historicista, culturnlistn, etc. La filosofía ele Ortega contien~ elementos de esos calificntivos; sin ~mbargo, no se debd reducir a uno sólo. Revisando las fuent.n:' inmndi11t1111 de 1111; c1111lo:: "" nut.1•i6 lo podro111nn "ºmrrondor me,ior.
1\l declinar el idealismo absol1:1to hef)elinno (V!l'asc: Cup.III. La dihl6ctica orteguiana) vino una reacción en cadcnn contra su influencia, corril,ntes filos6ficns que hasta ese momento habían pasado desaperci-b.i dan empezaron a dej¡¡rse escuchar, como las filosofías de Marx, J.\ierkevaard, Llchopenhauer y Nietzsche. Estos pensndores abrior6n la senda ,, pnrr1 la J'i1onofía contemporúneu. El .vitalismo nietzscheano encontr6 en
tronque en Her~son y la vía historicista encontró nu pin6culo con Dilthey. i~stnn don vías, fueron por mamen tos c on;iur:adus en tendencias post.1• 1· i orn:;. Jientro del devtn1i1· de 111 hii;tori.u J'ilot:6ficu una de las "avont.urni1 dP ln dialéctica" h•1 f\ido el pT·o¡•reoivo desenvolvimiento de una de lan m6o influyentes tendencias contemporáneas, el vitalismo historicinta. Ln posici6n del pensamiento orte~uinno 1 en el de9enir dialéctico de la filosofía, corrcB¡ionde 11 una fase mhs y es integradora de la vín vitnlista completada como historicista, la cual desemboca tanto en el fil69ofo espaftol como en Heideg~er.
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Algunns reconsidernciones.
La presente no es una indagaci6n f'.i:néticn sino arqueol6p:ica, !Q r.roblemn lL indagar_, los fundamentos diaHcticos fill :¡,g filosofín-:!.
metodoloe;ín orteguiana, !lQ. ~hará rastreándolo desde ~ P.rimeras eta
JlLW -mnrcnrlament!; .vitalistas- hasta su Última fase -historicista-
~ eJ PJi..Ql?Qmiento ~ ürte5a. Una ínvesti.p;aci6n de tul m~gnitud reba
saría con mucho los objetivos Y•la extenei6n destinados para ello. El
problema por sí mismo requiere un tratamiento unitario 1 fijo. La concep
ci6n dialéctico de Orte~a se encuentra baja ~l edificio meto
dol 6~ico do lu ruz6n histórica (V,ase: Cap.IIl; B.~az6n hist6rica y se
rie dialéctica) para lo cual,deciamos, es menester un tratamiento EKC)U<'ol6t•ico-exnod tivo, "desenterrar y mostrar" los hallaze;os olvidados
q dejados de lado. La dialéct-ica ortep;uianaf debido a seEJgadas interpre
taciones -que han minimizado su importancia o que no han profundizado
en sus más explícitos fundnmentos-,no ha sido investigada con la jus
teza que requiere,
Así puei;, .. tal indagaci6n non permitirá responder a la pre-
gunt11 ¿<¿ué funci6n tiene la dialéctica en la filosofía de Ortega'/ Ayudán
dono~; a diacernirai es, y en c¡u~ medida, fundamento metodol6¡i;ico, epiete
mol6rico y, principalmente, sost6n de la idea de raz6n hist6rica.
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Algunns reconsideraciones.
La presente no es una indagaci6n f'.•,néticn sino arqueol6p:ica. El
problnmn A. indagar_, los fundumentoo dialécticos @ l;¡. filosofíq :t. metodología Ortef-".Uian.!,l, !12.. tt h!!!'.Q. rastreándolo desde ~ P.rimeraS !rt!!,J]!Hl -mnrcndamunti; .vitnlistus- hasta su Último fase -historicista-
e.n eJ fli!.!\§Qmiento ~Ortega. Una ínvesti~aci6n de tal m~gnitud reba
saría con mucho los objetivos Y·la extenai6n destinados para ello. Bl
problema por sí mismo requiere un tratamiento unitario, fijo. La concep
ci6n dinlécticu de Ortega se encuentra bajQ ~l edificio meto
dol 6rri cn de 111 r11z6n hist6r.icn (Véane.: Gap.Ill; B.iwz6n hist6rica y se
ri1~ dialéctica) para lo cual,deciamos, es menester un tratamiento E.E.CJU<!ol61•ico-exoosi tivo, "desenterrar y mostrar" len ·hallazeos olvidados
q de,jados de lado. La dialéctica ortep;uiana1debido a sesgadas interpre
taciones -que han minimizado su importancia o que no han profundizado
en sus m{1r, explícitos t'undnmentos-, no ha sido ~nvestigada con la jus
teza que requiere.
Aaí puer; 1 • tal indagaci6n noo permitirá re!lponder a la pre-
gunta ¿(¿u6 función tiene la diaHctica en ln filosofía de Ortega'~ Ayudán
donon a diocernirsi es, y en qu~ medida, f~ndamento metodol6r:ico, epiote
mol6fico y, principalmente, sostén de la idea de· raz6n hist6rica.
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NO'l'AS A _LA INTHOD!JCCION.
1Al ir evolucionando esta necesidRd de afirmaci6n ideológica nacional de la burguesía latinoamericana , pronto desbord6 a la misma burguesía puru convertirse en patrimonio de una clase media en nscenso, que buscabn 1 asimia~o,nfirmarse en su anidhd nacional y continental contra el imperialismo extranjero y las burguesías aut6ctonas
2v~a3e: hamos, Samuel. El oerfil del hombre i la cultura en México. o.e .. ~.!, ú.N.A.M., Kéx1co, 1975.
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4 ' · · · 1 · 1 rí F e E Vea10: Bueno, M1ruel. lills grnndes d1recc1ones de. n f1 ono a •••• , Mxicu, 1ge,7.
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11r rt,•cn r:n ::-;r!C:ll?'11mont.o muclu.1 m1~s ori gi n::l de 1 o q1w sufl cletr:•ctorefi p1·ocl nmr111, y :wnon o Pi e;i nHJ cl1\ lo •;,1i<..: ~t]¡ l~'I\'~· u::,~u1 i r1,.\ ;,1;' ¡1f'1.:diChn • •.u
.To'J "«rl"uter Morv.
'J'odo ¡:;r•nr1 penuvdor <:r 1J:li~ hG¡:;ut,i.·1. •.1 i!".ent:_..ln por los v:ient.os
il··:· w111 ; :,rf:e <k ' 1 · eri ni ro;, 1-'.rir:< :; Engels cnfnincnrtos en luchas -
purtidir,tes BP. vi•:t·O·J obltc<dos 11 rl>dicnli::.nr sus posturas sociales, c11rc;11ndo til ncento "11 el ur.pectu ccon1~mico; tunto ellon como sus -
rnr·tidurioG,uic.iit.>ndo er;t:o lin"an,i•mto,c0nci11ir:f'0r la crin:iu como-·
11 "1~1 público vio ··,Jlr.rc:;an prf.cticnmontP. ·i.nspi.radns por la iden en ln
ip;leni n r<a:i nt-simo.ni nna y en los .intentos dn üwcn y bubet de fund11r so
ci o<lades ideales. Bo podría sentir o no simpatía hnctn esas ideaR pero
ln ntenci6n de las ¡~enteG habla sido ucapnrndn. Al mismo tiempo, eran
tentigoB de una rhpirla transformac i 6n de lno condiciones externas de vi
da, un movimiento cuyn conllnuaci6n futura parecía no tenor límitou. Los
r1w111 t11rlo:; onpoctnl'ttl nren ''"1 nvnncn ::i nnt{f i c:o y 1 n técni en mecfmicn
hi ci.eron !]UH el hombro m«dio considero se .fo.mili ar el crecimiento inde
fi ni rlo del poder humano r.obre la naturaleza, al mi::ifüu tiempo que su men
te pnnetrnba en los secretos de Asta. ~~te evidente progreso material que, <leude entonce!;, no ne lln dctunido, hu nido 111 base fundnmentul en
que Be upo,ya 1 u creencia ¡\enurul en el 1 rogre::;o, hoy prevaleciente". llury, John. Lu id"" du l'r·o¡jl'll!iO. Alianza t:ditoriul, Mudrid, l'::l'{1.
Pi'. :•ti0-:·l)·\. e ;.il~npel,,, ~'lldnrico. ~.1t11:wi.',,, <ll' Ja clano ohrc1·a en lng!~~- Grí.jul
l>o,-··¡¡·::1:,;, i vi7ií.·, 10?8.
6r,nr;ky, J. I-lelv]n. !~t2tl11 y !<evoluci6n. F.C.t::., México, 1985.
Kolnkovski, Leszek. et.al. Gríticu de la utopía. U.H.A.M., n6xico, l'l~
"Ern f;]ci] pnra Jo:: hi•~n i11t1.rncion:.11ou y l'Omlínticou 1 to1·i.,n' o
p11rn loi; fi lhnti-orios reli.gi osor.; eo!ldcnnr ',, expnnsi6n del pau
pei·i :<n10 o 111n ,iori11.d11:· i riln1m11nar; <IL· trnbn,;o de las mu;jeres y
lon niños en lai> nm·'-'nfl fnbrir.ns, minntrns que gunrdahan si
lcndo con relucibn al temu principal: la línea divisoria en
tre el capital y el trnhnjo. ~n consecuencia, la idea de que
el i;ocii•linmo ern, sobre' todo, una protesta contra la pobre-
za que 110~6 n tPner unn umplia nceptaci6n, mientras que su
verdudera problemliticu ne refería, por el contrario a la i¡r,ual
du11. t.1 nuevo prolet:Js:-i ~•do rubri1 trntalm .Jemasia<lo oprimido pa-
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ro i ntent11 r ul ¡~o m(in quo mc;jorur sw; ,: ..... 1 i e iones de vi du, y
los connerv!v·! ·."'e!l mÍll" .fi 1 nntr6pi c.on Pntnbnn di npuentor. n ntcn
dor e11t11 t:ipo de exi¡rnncit11i". 1.icllthni.Ul, \i.,01·¡;tJ. hrcvu tli::tur•i11 clul sociulimno ••. 1iu1rnu Editorial,
~i:•rl rid, b'I'), p. $1j.
?"fJurnnh! nquo1l1·:; 11iinn, cnda Ví'7. mán europeos ucce<l fun n la propuri
dnd y aer:url.!:1d. A pesnr df! la intonsi.ficaci6n de lo!, sentimientos na
cionnlistan y de ln cowpetenciu dellida a la creciente tendencia pro
tecci on i stu de lni economíno nncionules. Europa cre6 un internacionalis
mo pr6ctico. El pntr6n oro era universal. Eru pos~ble viajar de un ex
tremo de Europa n otro sin necesidad de pasaporte. Y la diplomacia in
dustrial de las emprenns ~i~onte~_que lloraron a dominar lns econom[ns
111i.·ionnlen elnbor6 un s1ntemn ne ncuerclon -e:.; tentndor llamarlos tru
tndo:;- que contril>n;v6 tanto a la paz como cualquier pl1ln de los minis-1.<•1··, os ótJ lrnuutou extran,jel'oH. Lll!l conferenc.ius de la Hoya de lU<)lJ y
ic<o7 lo["raron codificar con éxito las leyes de lu guerra, y se cre6 en
ln Hnyn un tribunnl internacionnl. ~1 que no lograsen ase~urar una re
l;•>! ... ·i611 puc{ficu de los conf'lic:tos i¡¡ternac:ionale:; 1w debe llevarnou
a considerar est1<~; confr·rencinn co!ºº excepciones en un mundo decidido
I• 1 n f'llf'J'rn. <~i ] 1 er:nron n CP] ,,hrn1•nn fllP rll'lddo 11 11n11 PXpnr·i onci u ele
¡·a:~ Hi 11 precedentes en la hi r;tori a europea, a<lemfni de un deseo de mnn
t1:rwr y perf'f'ccionur er:ta pa¡:". Garraty, J oiln y Gn.v, Pet.er. 11 i i;tori a llni vernal i. Ln edad contemRorá-
11en, tomo V ) -Br11t;11er11, !forr.olona, 1•).1, pp. ?3- '/4.
811 ·r~, halda est11dincto 11n semen\ re en Luipzj~~· Allí tuvu td rrimer cuer
po a cuerpo d >'::e~:per:.do con l 11 Crí tj_ca de 1 a raz6n .:P.urn, que ofrece tan
f'11i u f•crlfn. Vivía l'On una pt!c:u .. r.a pcnsi6n del •.:d.ado español que hn
J.fn ohte11i · • r.1r·di;<nt.n un concuruo ( ••• ) !lacia ]')08 cr.Luvc un niio entero
en Msrburg y en 1911 volví, pero esta vez recién casado". ür1.e¡m .~ Jas:ait, ..i. r:1 tcnn1J de nuei.;t.ro tiempo. pp.?'/-?H.
'\t.!.!E... p • :''I.
10 Ortt>r-n y <;Mm et, J. "K:m t;: He fl P.Xi oncs de centAnari o 1724-1924" en l\a.!}~.C.::_l_i...!.!~. p .1).
- 73 -
11 !bid. pp.13-14
12 .!2_.!.<!J:H! el" nuei;t ro t !.,~:I>.i::• pp .46-47.
11¡1 . ... ., •. -~· P·~'· '•
11~ 11 Hi:!i;t.;11c·ión de verncid:id, de nometer er:trictamentc 111 iden n lo que
ne prer:cnta como real, sin aziadiduras ni rodeos". lbid. p.46.
1 7'fie tal modo, pues, la verdad exi.ste que es nlgo recíproco con el hom
bre. Ein hombre no hay verdad, pero, vicevers11, sin verdad no hay hom
bre. Eolo puede definirao co~o el ser que necesito nboolutnmente la ver
dad y nl rrvés, la verdf!d es lo único que e:.:onci nlmente necesita el
hombre, nu 6~ica necesidad incondicional". i bi <!. p. 11 '.>o
1611>id. fl.117.
"l-.s decir, el Crtep-11 de ln mocedad pone el sist.emn en el futuro,
pero lo pone como deber inexorable, por tanto como empresa de su
vid n 11•
Mnr!«::, Jul i6n. Ortega. Circunstancia y vocnci6~. p. 339.
1 ·1 ..... h11ll:1:no:· ni;imi,,mo plantndn en nonotroa -fl]n equ{vocn ni encape
ponihl.,:;- la convicci{,11 de q1w era prt;ciuo liechar 111 nave al agua y
11h11ndona1· no s6lo ]u r.rovincia del ]dealinmo r•omñntico, n1110 todo el
contin1·:.t.e \deulista". ürt1'"'" y Gm::.et, J. •rema de nucntro tiempo. p .1~7.
1811 1~st.o ciuiere decir que tan pronto como Ortega pens6 a fondo la fenomenolo~!n, fue m6s allh de ellu en lo que tiene de filosofía idealistn
( ••• ) lwr.ul ta, pu .. n, <JU!' <~n 19111, c111indo ln t1~orf11 de la fenomenología
,;6lo ha cumplido un nfio, Orter;n hnbín superado lan nociunes de reduc
<'if1n y cr•11C'iP.ncin, pnrn nfirm11r• ln rt}nlidnd f'"rnonnl y e,i•H~111.ivn de ]n
v: :t:i li 1 1manH". l·Tii1·i:;:,-;-·Jul16n. 9.!'t•Tª· Circunntttncia y vocaci6n. pp.'.94-195.
•]<¡ "Un punto de pn!'I: : .• ot.vio, ,,..-,r lo t1111to, p:.ru nuentro t>ntudio en la
:·ip;uicnte pregunta: :.No ,.,. hn examinado ya ln rel:ll'i·'.•n tic (;rte¡:z;a con
ilu:iserl y la fPnll.'IH'J1r•lnr-fH": l.n írnicn respuer.tn es ciue m• hn nnolizodo
y no Gll ha analizado. Juliún tlnríun, Jean Puul Horel, Fernando :.;nlme
r6n, I·aulino Gurnp:orri y, mlís ror.ient1nnente, c. Mor6n Arroyo, hon alu
<lirlo t don u ll11nne1•l corr.<• <!l PI'llf'iO Orter:n hi7,0 in61~ udolnnte en nu vi
du. ~;_in <•mbpr¡~n, nin1'.uno do e:;to:; críticos hu hecho du lu z·i:luci.6n de
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Ortega con ln tFrncn111molorfn un nnunto dt) intr:!'tir. pri1111H·di11l, con el
resultado d<1 1;ue h11;ya quo oxnminar :te nuevo torlo ,.J ¡r•oblemn". p.?4.
"F:r. decir, 'l" en vez de consirlur11r que L.J cdtica dP ürtep:n al iden
limmo husaerliano ea un mero subproducto del desarrollo f~los6fico del pensndor 1i:1j>añol, r.eríu cierto más bi.en lo contrario yn que, en rculi
dnd, ln filo~offu orteguiunu crlstnliz6 en el proceso de esa crítica". \,. u1lvet', 1'11)1ip. i"enomenol~"t~-1'. lla7.6n v)tn1. G{•]!!_!]in d" "M•"r~
l! i ouc:; del 1,111 ,Jo e 11 dt! Grt.u1:u .Y C111.;:;~~l1 unzu Edttonal, fluJr1d, l')?El. p.·18.
'JO ' Ortega y Gnsuet, J. El temu da nuestr¿ tiempo. p. 48.
:'1conoc:idns r.t>n lnn diverr:en1:. ,[; que existier6n entre Husserl y Heide
~r:er respecto n Jo interpretnci6n y ntili~nci6n del m6todo fenomonol6-fd()o: deb1<lo 11 quo f>¡;te último le rl.io una orientnci6n e:cintcnci.nrin. En
el cnmpo de la pr.if)uiatda e1 mf>tncto fenomenolt>r:ico hu si.do implem•"11ta
<l<• innovador11mr.nt.1•en Jo que 1.w hu llumndo psiquiatrfa fr.nouwnol6¡r,icn; Vt...!;,nr:(~ lo~; texton de:
~GLeruon, rtrln. üih]Ócticn do la locuru. F.c.i:;., M'xico, 19??. Minkow:;ki., !::ur;enr.-~;1 t.iPm(lo vivido. l".G • .E.., Mé:ctco, 1973. Laing, Hurwld. c.l yo d.iv.i.d1~E., M~xico, ll)(,it .• ------- J:;l vo y los otror.. 1''.C.E., Nhico, 1974 •
.??en el cup(t.ulo l {~. supru pp.-10-1·1) ne bar.fon nlp;unaH fugnc&a con
:; i di: :·ac i onus sobru 1 w; :q.<11·t,.,:; rle l 11 .1.'enomenolor~iu ul poni;amit,11to J.e Ort.egn, por lo quo no!1 concretal'emon a runt1111l i ~1.cionnn de mu.vor prt:ci
si6n.
· ·•, Ibi dem.
;>r,Jhirl. p.Sl).
~8 •Lo qw• dice ürte~a, pueR, tornnte a l~sRerl, con independencia de su postur11 unte Heitlngger, es ·1) que su enc.uentro con la fenomenoloµ;{a
de Husoerl fue breve, pero est6 relacionado con mi deocubriruiento del fenómeno 'vi da bumann' ; 2) que este descubl'i mi en to fue formulado por
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pl'imnrn vez rl11rnnte lou currwn univerni tarios que vor:rnron sobre la
descripci6:1 liusserl inna del fen6meno 'conciencia do ••• ', es dec:i.r, la
intencional irl1!_1.!_i 3) que si lon netos de la conciencia ne nucerton en
el tiempo no puede unn de ellon invnlidar o suprimir otro y recebar pa
ru ri.f un ~- onto16¡r,ico prefcr1inte, de muneru que lu rurlucci6n t1•as-·
cnndent.ul us imponible sí el fen6meno 'conciencia de ••• '· husserliana
como 'forir.a r•~nernl de ln mente' nn una mera hip6tnr;i!l¡ y, finalmente;
1¡) una det~-~ripc:i.6n.m6n rir:uror;n rlc·1 fon6111cno revela en crimbio 'la coexin
t.orwi11 d1>l .voy de 1'• co::;a'. ¡_;Jlvcr, lt1il1µ W. 0.).Cit. p.27.
29conocido en qun Kunt fue educado en la severa trndici6n pietista de
ahí que !Hl concepci611 de la moral ~stuviera impree;nada de un acendrudo
pietismo. ~uro su octitud piadosa, forzando ligeramente la interpre
tuci 6n, r.c :·renta a rmnpicucias. lor la forma nn qw! se desenvuelve
nu pennnmiP.nto y respondiendo a la tradición renacentista, diremos que
uu p'ifHJ11rl ::e 1iec1·c11 mfw 11 Ja mun.,r·a como EW entem!Ítt 1:t1 o! mundo de la
antir;uednd clá1üca romana. En la Eneida, Vi rgilio huce referencia a la
piednd como eumisi6n a la altfuima voluntad de los hados, la cual en nu dn:;i¡rnio mfi:; ree6ndito ot.or¡~n lu litwrtud u t1·uv{•u de ]u ley:
''.t..u:; tlioses, ( ••• ) ¡.ersonalizun la ley, y, con ellu, el m·nt.i
clno rte lu m~s nltn piednd: aquella que se rinde a la libertad
a trnvés de ln ley". Hubén /Jonifaz lluño. Introducci6n a: Virgilio. gneida. 1J .N.A .M.
l Hi bl i otheco ~;e ri t.orum GracCOJ.iiiñ"n t Homunorum lfox1cana , p.
líe las Úl t imus pulnbras del frap:mento citado se pueden en :intrar ecos
en l<nnt., t.od11 :>u fi Jo:;uffu e:J 111111 -.:!d'onfu en t.ru:J movimient.ua, t.rou
c1·(ticuu, que non conducen a ln libertad por medio de Ju ley moral de
mauci11t.o rtivino. J\pr1!dacio hn,io la ópt.ir,n rte la pjednd pnp;nnn, el p:rnn
fi lónofo el•· 1\(jnir;nbHr¡r, se vuelve mfis comprensible su penr.omiento, y su
vidn nnr.11da de la herrumbre de lu disciplinada monotonía ee humaniza.
10 .. J ~ider:1~ deJ racionalismo llauíu sido que el conocim.icnto lle-
¡~:.1·11 u et:t.1·;1cturnrf:e del mismo mr:.<10 <¡ue ln matemlitirn, af.Í 1uclo lo du
do d1!hía t.rr1nnri.r;urarr.e en p11ra r:J?.6n. ::.1 racionnlinmo encuentra 1;t1
n11t.o,;11:-it.ific:ncibn mc!l;nff~;icn cr: lu t.eol'Ía de lna m6nndus. Leibniz hace
ln tfij nn to di ~;t. i nci ón PI' t . '-' verdades de raz6n y verdades de hecho, por
- 76 -
lo que el i diwl del conocimiento e i ent í fico con nin te en flf1t rllc turar
todos sus elerni-Jnton como v<~rctnclos de raz6n. Tos cnmp·11t>:1c 1 nrwo ftc·. ··n
vercl11doa do hecho rccor•i ctnn por la Hxpericnd u se conv i o r1.i:11 en verda
des de rnz6n, o en otros términos, en juicios cuyo fundnmento estó de
mostrndo, el cual seu extrnicto de otros verdades de ruz6n m~s profun
dos, y nsi sucesivnmente, hnstu conducirnos a las "cosas en sí" o en
concepto lei bni zinno: las mónadas.
El empirismo ; ,1¡z;l6i; en su vertiente más consecuente a trav~s de Hu
me conv ll!rte l!l proceso co~noci ti vo en un haz de viven<.:~us, las cuáles
adquieren lu categoría de "cosa en sí".
Con Nt.Jwtón 1 a ciend a f í ¡;; t'.o-mu temli.t i cu ulcun~n en E.:!le i. · ;11(•nto su. nAs
nlt.o r:rnclo <fo rlenarrollo, y cnn P.llo lo ponibil.idad d1· t'eJul.!ir a r.'r
mulus mntem{1ticaruunte precisns lun lt!ye:; fund11ult.l11tules de la naturale
za.
31 "Kunt es quien ha torcido el racionalismo de su Apoca. orientándolo
hacia el evolucionismo. Asl Kant ea el p6rtico que por un lndo termina
y cierra l;, l :1hor del Henncimient.o y por otro abre la entrada a una
n1rnvu época qu•~ a(m vi vimos". Gnrcfa Moreuto, ~unuul. La filosofía de Kant. ~spasa Calpe (col.Aus
tral n". 15<)1) Madrid, 1982, µ. •:;
·p '·r.unt. Gr.ítica do la raz6n flll!'a. J,ouada, Buenon 11ires 19'/':J, (trud.
Joi;lí del I'e1·0,lo). T.I, prefacio a la primora edici6n, p.121. A partir de los si~1ienteu notas en que se haga referencia a esLa obra se abrev '"t«• con las sir:las C.l~.P.
33rnra Ku1t el concepto trascPndentnl r:i p:ni fica l>{u:;ico.monte el modo Clt:
co11ocer los objetos, en cuanto ea nosible a priori, más que los objetos
por :;l mir,,,.,,!·:. ;;n( pues, el c'.mcepto trascendental se aplica al conoci
~nionto !'n tunt:o que s,e_ refiere a 1a posibilidad de conocimi1·11to a pnori,
o a su omnleo a priol'i
"~"r.nnt :~u rd'iere cun ln p11l11b1•u 'oenr:ibilidad' u 111 capucldnd qui· te
nnmon di) on t.11 r en u] f•;Ún t. i po de eu I: 11do senso1· i ul. lJice que esta capa
cidnrl se ejerce cte dos modos: como sentido externo, permite que se ten
r:an eutadoo nenr;oriali::;, visunlr?s, audit;ivoo, t.!1ct.iln.; 1 otc. du co11ns
ti i st i ntnn de uno mismo; como sentido interno, pnrmi te que se tengnn e,; -
tudon 01 "~10rial es r111e p11od1~n relnc i onnr a uno con nu """; i o pero pu orlen
:.1! r· 1~·111·:.::it;11tc nntotlu!- Je u110 m.i Dmo 11•
Heniwt.t., ,Jonuthan • .Ln "cl'Íti<.:a de la r11z6n pur¡•" de Kant. 1.Ln Annlí~· Ali1111:rn t':rtitoriul, Mu7tric!, 19'7'J, p.]4.
- 77 -
3'\~.H.P. :3cc< ... ~cp;undt1 de ln EBt~tlcu trnscendental, p.190.
3?"Lon ob.ifltor do ln cd.enci11 no r.on, p11cs, los ob,ioton rdn('11tar¡is, sino loc objetos r:e11crulnn. i'lo h;:iy conocim~ent¡; Je lo t:inpllar, de lo parti
culnr. Sólo hny conocimiento de lo general, decía Arist6teles (.~.) Por
eso se dice que 1 os objetos r:ene r·nles que ln cionci n ciui ere conocer son cora:'-~1 tos".
liurcia Morente. _Qp.cit. p.73. 1·;11 m:1i1.1.do m;tricto paru r:ant lon corH"'¡,toB son e1 marco t!n el cuuJ
se tncertn ln experiencia posible; los conceptos hase del edificio
kni!H ario non 1110 catfworíns o concepto!; del entendimiento, los cuales t;c•r1 .<!_I'.I.L2.1'..'.i y ordenan e1 materinl de la experiencia.
JB<, ¡· u l' t . d 1 t 21 e:, -~-· J\TllJ , .1cn e os concep os, p. .·•
!i 111 :.;in embnrr:o, deho ol munn:; exponer !;u conocido· cundro de las cnte
¡r,orín:J con lns forma:i 16p:icns corr:espondientes: 1P) S:.nt~e;orías de cunti
~: 11 100 juicios universales co~·:·trnponde la categoría de unidad; a loa ,juir.:iou pnrticulures, lude plurutidud; u los ,iu:ic.ios siugulareu, la de
totalidud. ;>t1 ) t.:o.tegoría de cunl.idnd: a los juicio.o afirmativos correspondt' Jn c11teror!11 ele renlidu<i; ;i loo ,iuicios ne¡r,nt'i\·on, la nof~l··~ión;
u lon julciou limitativos, lu rl~ Ji~ltaci6n. 32) Caterorlas de reluci6n:
n le.a ,iuicion cnterflricos c:orrP.r:¡,omlc ln cntnr~nr{n de suntanciu -y- 11.:ci
rlt!nLe y n lo.s ,iuicini:; llipotéticori, 11i de causal idnd y depen<lcncia; a los
,i11ici,.1· rlinyunt ivnn, la dn comunid;rrr y redpr<c1cl11d. 11D) Cnto1'orfnn de
morlalidt1d: a los juic)os problum6ticon corresponde la categoría de po
:dtdJi<1111l-impouibi li<!11Cl; u lon ,;ui.-rcrn nnert61':icoi;, lu ''xintencio y no exiatencia; n loo juic1on apodícticoe, la de necAsidad- contingencia".
c•Jn.o fulo;w¡ si110 que uu.scu ln ¡,qui.rlud cutre teuis y untíteids. Esta :11l11cif.n r.onci]inrlorn nólo Pllf!<lfi r.ir;nific:ir que "Y.ii;tiendo un perpetuo
dP\'f!llir, Ó:;te ún1cament.e ne munificutu en ol t.i1.~111pu, duudH lodo Lieno
rrincipio y fin. l.011 Hmiten ,;olnmi':r1t.e r;e encuPntran nn el espacio:
"~in Pmbnrpo, ln síntesi~ da ]ns m6ltiple~ parteo del espacio,
mediante la cual lo aprehendemos, e:; fiUcer~iva y ocurre por lo
tanto en al onpocio y contiene una serje. Y como en esta serie
de enpnci on 111~rer•11du>; (por e,icmplo, de Jos pic:i; de una vnrn) a
pul't ir· d1! uno <ludo, 1 OH d.,11/1u espac 1 os qtw :ie leu ui11u.le en el
pen1;1rn1iento son uiemnre l '' condición llmi te". C.H.r. llntít«Hioiu de: la ra~.ón. ;,iBtemn de lar; id1?1JR cosmol6¡,icus, --- p.'li.•_,..'.
I or tanto, l\1111t cond be o:.ipuc lo y tiumpo coi:10 f'ormao t.r11G1:cndent11lHB
di:l enl.endimient.o, q1w oc conr:;tituyen en cnfcrnn definidas cor1•u1ipor.•
- tiO -
di.entes nl mundo ~ll.!2.'néni r..!: r)l cual ti ene un principio y un lfmi te.
l'licntras quP 1'1 :nuncio de los 11oí1me..!!2.!! carece de ellou, por lo QIJ« .. ,
lu esfera proria <ie la rnz6n.
52c.R.f. Del propósito finnl de la dialóctica n~tural de ln razón hu--- mana, p. 2<Jl).
"i)"Por tanto, está ju;;tifi cado hablar, ( ••• ) de una dialécti.ca en Kant,
puen siempre que nunntro fil6rofo ne t1nlla nnte la necesidad de busror
lor: puntos de pato entre mundo nouménico y mundo fenoménico recurre a
la idea de totalidud. Pero su mariera de concebir esta última en tanto
que principio rel"Ulndor, y sobre todo en tanto que postulado, es mucho
mí11: dn1·m(.t.iru que la mnyorf1, cff~ ]O!l dialécticou". 1iun·. · .:t1, 1;eorv.es. Jnuléct;ie~ • . y t.Joctolor;í.u. J\J i nnza .Editorial, Madrid,
1 c¡7··1 , p. 7<J.
~' 1 ~ 11 l·or t:1nt.o, no norprende r~rnn conn el comnrohnr quf~ este nrtversnri o
i~·¡ lacfible dtd método dial6ctico sn hnlla e11 úl orif:on de todo el desa
rrollo de ln dinléctica del ni~lo XIX. La situaci6n de la crftica knn-
1'iana en este\, !'!'eno en, poi' tunto, pnrad6,iica: en vez de eliminar la
dinl~ctica, 111 J'1!1;ucit.n, dundo lugnr a tipo~: nuP.vos de dialéctica. Es
111f1n: el modo en que Kant niP.rn ln validez del método dialéctico eJC1'e-
1··i mct1t.!l u :...:u ve~~ u1, mov.irn1vuLu dialéclico·~ •• u .!..1::.!.9. • P • r / 4 •
llu1::11• 1·l, l'.<lm1u,d, M"·!it.11cinn1.,; t~:ir·t1:1;i11n11s. (!":"!• Jon{: (juo.; y 1·li1:1wl <iraP'31'it-:·1~ ... ;:·r·:-ó ·r.--r:r:-::~ :-;-mY.T .::o, J ')Ub, p. 3u. r;r, lo ;:uccé;ivo, cua11do º" vut:lv11 ..-1 cit:1r eotu obra Ge harla con 1~1; iniciulus H.t:.
G'}"La d<!;:,:omponici6n <h~ 111 filo:,orfo actual en medio de i::u nctividad sin
nor1;, 1 non da q1w pu11~:11r. Ln dta;;,d.,nein es iru1ef~1Jbl1~ dende la mitad del
siglo pasado, en comparnci6n con los tiempos antuu.ures, si intentamos
considerar la filosofía occidental desde el punto de vista de ln unidnd
propio de la ciencia. Estn unidad se ha perdido en cunnto ol objeto de lu
filonoría, o eun problemue y 11 su m6todo". ~- pp.1J0-'l'l.
Cbllusse rl , Edmund, Ideas relt1ti vas a una fenomPnol o Bofia fenomum rica. tru • Jos •x1-co, ] t)8t,, p.:! Gu11rH10 1:t: vue va a ci Lar cstu obr·u se h1iró con la abreVilituru. 1dcan iu.~iut.ivas.
- 82 -
67 11 La 16~icn formal, en,tanto quH tnl, no conuidora al oLjeLo An su
existencin concn~ta, ni por c-onsicui.,nte a la dencia en 011 correlaciln
(udecuaci6n) s.int6tica u ln ro11l 1t1ad existente. La lí1¡;.ic<1. formul hu::rner
liana es unu 16p;ica de las esencias, es decir de las significaciones,
t.:.'·:1 ién purume11r" anal !.ticns como la 16rr,ica tradicional, pero implica
por Sil obj1d;o mi;;mo lu promesa de una superación hacia ln 16gica tras
cendental". André. La iden de la fenomenolocín • .t.l <:J~m ilariomo ilusser-
·l 1ñ~ 1 · .. 1. 1cic11rdo Gtll'Pl':tJ. IJ.N.A.t1., unt.r" de 'E71.udion f1 Jui;ól'icos), l1~xico, l')b), : 12G.
6811usserl, Edmund. Investi~acionnfi_ 16gicns. (trnd. M. García Morente y Jodí Guau J,lian:rn Universidad, l'iadrid, 1')82, 'l'.l, p.118. 1·.11 nuceni vm; c i t 'ª de esta obra ae ·pondrán las inicial es 1. L.
b~1 "Ln t'eflorma de lu filoso!'{¡¡ uupone una reforma paralela de toctns las
ciencias puesto que para Denrartes las diferentes ciencias no son m6e
out: micmlirou de 111111 cienciu uuiveri;ul 4uc nu eu olru que lu fiJ.osoJ'iu
mi i:ma ( ••• ) Ni nr:una cie11cia podrh fundar el conocimiento filos6fico y
esto oblir:u u Descnrtes u comenzar sus reflexiones por una epojá eoc6p
tica do un r·11dic11lirimo ic;norndo liu::tn 61 ( ••• ) I;econvengamos 1 pues, el
rudi<:nlismo curtes.iano ponienrlo "nt.re pul'6nteuin todas nunsr.rns cjen-
Gnnst i t11~1Pnl:e o crenrtoru que nos infor·mn noLrn el origen del mundo, A
Pt:tn distinción corr<H:¡ onde lu de' los tres i:;~íos: n ·1 el J!:go sumergido
en el mundo; b) el ~ trancendental; c)el Ep;o observndor. I.os treo
conceptor. ele ln inL•'rH:ionalidnd e• iTe<.ponch:n, p11cn, n divnr:ion momentos de Ju comprensi6n e¡;;ol6f;i en y no de si ¡i:nan netos realmente separados si
no r t:nrnn c.ln 1-- < mirn1w vi <la i ntenc i anal 11 •
c:1br't:l.'a, ti. Oe.c1 t., p.·1'1.
~" 1 1 ·arn llunnerl ln cntnp;orí a de objeto tiene una i nterprotaci6n w<..;r
"mpl i a, el ob,ic'to intencional ·e·s ·mentado por la conciencia inten-
cional nntoncc~ el objt:Lo puede ser tanto real, como imaginario, o ideal, etn., los productos de estos objotos, como por ejemplo lns esencias
,;,;n lo que fflnomenol6gicumente :¡e llama objcti vidnrlcs 1clenles, lus cua
les son aprehcndidan por la intuici6n eid6tica.
13º"'1'n1 es el Fl!ntido de la connigna 're¡:;reso a las cosas mismas' nl
ser develada. Hignificn 'regreso a loa universales' pero a los univer-· sal es que no son producidos ni·•. i trnriamente o en bien de la convenien
cia y que no constituyen un 6mbito de ser separado; es decir, 'rerreso o los universalns como objetos directos de la intuici6n intelectual' ".
r~olnkuwi K i, 1,e¡¡.,_d •• l!1wca.!t·I :t l:t u(rnauedn de ·¡_'•.,.ccrt.,zu. illinnza C:ctitorlriT;l111cti•i11, Fl 3, pp.1~5-ljt>.
"" •·· "Husserl de ni p:na a la reducción con el nombre p;riego •fr !!?EJ.! que si~ni fi.ca suspenni ón. La reducci6n es, en efecto, una suspensi6n que
comienza r·or poner entre paréntesis los hechos para describir en el los
lan esencinB :r se completa con· la suspcnsi6n del nmndo y la afirmación
rl<·~ 01'.c;o triH:cenr'f!n!:al" •
. :H11•era, h. 2E:~· p. 18.
f.ll¡: l"''f'l'l ··'· .1.1. '
f~í- H 1 •' . ,, reduce i tn n·mp1117.a urw r<~presentacj 6n riel rrM11<io como conti.nenro
en el cual :w 1'ncu1rntrn conh'n.ido 111 propio m1,j•,to, por ln pren•:11\.:1-
cif.n de ln corT'<.>lnd6n enu·1~ Pl flll;iet:o intencionr,l .Y e1 munclo como mi
;vm1t.e ctd o.t.;j1•t.o 111 IT/Jll l'i:""ª ele lu J'cnomunolof'.Íll y del idcu] i1lluo 1!11
r;cneral: "J..:i realidllr1 VHI·d:,(!i'rn es el .;ontemplar mismo; por tant·o, el
yo que contempla s6lo en cuanto contempla, el acto de contemplar como
tul y el espncth~ulo contemplado ~n cuanto especthculo. Como el rey
l·lirlus t:rnnm11tnh11 cm oro cuunto tocnba,. la rnal iuao absoluta que es la 1 c • .r .. ~iencia pura' desrcali_~~.!.- cuanto hay en ella y lo convierte en puro . . 1.1 •.. .,t.o, 1rn p111·0 ui;p"e l.o. La p11ru ..:oncionciu. Uuwuuntuui n von, otipcctru
li:1.a l'!l mundo, lo trurrnfOl'ma en mero ~-9.· Y como el ·sentido ap;ota
toda su co11ni11tencin en ner entendido, hace consistir ln renlidnd en
i11t«1!Fil·ili<i:1d purn". l'l't·;i'.11 ~ tiruir:et, ,J. "J·r·ólovo por11 alemanes", en El t1?mn do nuestro
.!:.i.~!!!1.P..2.. p • )b.
bumund. ~el'iern:ia ! juicio. (trad. Jas Heut.er). U.N.A.M. (lnnt,'íl.11¡;0 denvest.iµ:uciones J>'ilos6ficas), México, l ';lliO, p • .!d].
ri7 11 1·1.11~ •• ~.erl l · 6 d t ·... t 1 l' t • fl u nna 1z e .en1.,nml'!n·e OG numeroaon a~ :ornR quo 1n uyen
::0111·" la vi:.a6n mlis impur·cHil <.le !11t1 c()sus. uuserva, por ejemplo, que
no vemos nunca unn co1:a l'ºr P.ntero. No vemon mf11: qu~· tres cnrus do un
cutio, no a] cun:.>.amos lni: eosHn sino .r:or secciones, no recop;emoo sino po
co~~ ~~iJH~cton a lu Ví:!z". i:obllerechts, L. op.cit. p_.11
<)C),,•;on l:i rr>dui:ci6n de loi; p1·occ::;os l.empori.l· ,¡ ob,ietivoa a los dntos
fenomonol6~icos de ln conciencia temporal 'desvinculamos' n la concien
cia du 111 'real:idud' tempornl, del tienopo c6smico, par<• dirigir en ae
¡~ui cta ln mirada hncin lnn vivnncinn 'purns', pertenecientes a un yo ''Pu
lr .. ;o. Wonl'i l io. J~_nsuyos epiGtemolf,1·i~. U.l~.A.M. (l<ncultad de Filoi.;ofíu :l Letras) ['l(ixico, 1976 1 p.21.
·1 ºº ' " ' () !'.!..:.::· p. ' •
10·1 "hwn .'.qnt t!:; un oh;j1"1·0 ni no Ju ,;{nLcsin de nnp!!t:l:nn quu de Ól he
ncrcihirlo !:.'.1~!..:_:;ivamentc't Comprendemor: ahorn por r¡ué esta síntesis eo
ni empre pr•·,"1rn• a: un ob.ieto 1!!1 nb,ieto -en-el-ti emno, ob,ieto del cual
- 87 -
u111·ge :i lo vez un o6lo 11specto, pronto pasado, remplazado por un as
pee: t.o ni r:1ri Pntn -o por lo mismo, pero entonces <i i feronte en el ti.ampo,
no máf; ¡ . ..i·cihido y ev1úc:11te sino retenido y re-recordado-, en el cual
l'í!porr:11t .. iwlofiniri•1rr.,.ntn, con todo y que nn n:-fuminn nn 1a rot:nnci(m". 1.ol>1.c·1 . .,¡¡1,,¡, l,. QE~2.!:· p.·IU •
. ;1·"-' 11 h:ro tambitfo ocurre lo sir-;uiente, que si el tono-nhora 'iu1presional'
pfürn n catla momento a su correnpondiente modi t'1<·nci6n retencional-en
el mo:io ct .. 1 tono -ha-si do-recientemente- esta modificnci6n retencio-
., .. 1 tw conviPrtn de inmediato, a su vez, en un 'ahora', 1!S decir, el
tono-ha-sido, de carficter retnncional, estl presente a la conciencia en
cunnto tono retencionnl y es así, un 'ahora-retencionol', si bien ya
no como ,,s obvio, un ahora 'impresional'. J\ su turn·o, este ahora-reten
cion:il r.u, ... ·~onvertirse <'11 un nhorn-retencional-retera1do, en cuyo cn
¡:o ef:t•1remc1:· nnte un:. rete ne i .'m de segundo ¡r:rado, ante una retenci.6n ~
unn rt>lnnr:i.)n ~.'..'..!_ nhorn impr'1Hdonnl. Obndec'iendo n un11 1•',Y modific11cio
n1d pr·orin de lu conciencin tempornl, ln retención de Ja retenci6n del
11hor11 irnprn~dfln111 puerte conv .. 1·t ir<· en prn::nncin pnrn una nueva ret(ln
ci6n". 'l'1·e,jo, \~011t i i i o. f?E.·~'-0:...:. p • ."'J.
101111 ••• lo que nlcnnzo de r:olpe, subraya Husserl en otros lur:;,,·es, no
e;; un·1 <.uce!:it;n de p1·opiedades, sino precisamente la cosa --como no
p1,rciho nn 11rimer 'Jurnr un cuerpo muteriul, l1w;•o un routro y a fin de
cu.:rit;a:; :a mi nmi v.o: nr; i nmedi ntnmente {,] quien entra en el cuarto, aun
ntl• .1] t "riormnnte no pued11 detallar lot; elementos de llU aparicion. Aquí
l11111h1{.11 ¡'¡:Ja realidr.<1 1•lobal 111 que 0
flfl prim<:rn, la e::tructura, y la
q1w :w d11·11·e de 11n:1 """ a todos mis nentirtoo y :i todo mi mismo, i.nt.ea
nu" un nnfdinir: norlerior descnbrn una multiplicidad latente". ,,ohl1nr"':ht.n, L~ Op.•!Í t. p.1,.,.
- fü:l -
II I. DT ALECTICA OllTbGUI ANA.
"1 o llumorr. pu ro vis i orw:: eu uucir (lo mulo es eso, decirlo) unn aptitud instnnt&nen pnrn salirme, para do pr•ont;o rlondo nfuon1 11prch1mrlormn, o de dcntt·o pcr·o en otJ'o pluuu, como si yo fuern ··.1 t •den que me e:;tf. mirnndo (mejor toúnvín -,-noroue en real.irtad no mu Vtlo- : como alguje~ q~e me est6 viviendo).
Utrn mnnoru de t 1·11t.1Jl' ele duclrlo: Currndo ei; eso, ya no eut:o,v mirando hacin ol mundo, de mí a lo otrn, .üno que por un sev.undo :rny .,J mundo, el plano de fu('r11, lo ciumfw mi.r-:'1ndome. 11e veo co;no puecten verme lon otl'OS 'ii!Tñii'pr-ftciable: por ,•;_;o dura apenas. Mido mi defectividud, advierto todo lo nuo por ausnncia o defecto no nos vemos nuncn. Veo lo q1w uo soy".
Julio Cort6;.-.ur.
A la muerte de Hegel su filosofía entr6 en breve eclipse, los gol
pen 11sr·studos contra su "si stP.ma" y las mnni¡•ulndas interpretaciones la
rnlev.1•ron ll ln penumbra. f,;n nuest:i:_-os días ha lop:rudo un sorprendente re
n1Jci mionLo, poro no ya como sistema racional, eino desde otro Angulo:
dubnjo de lns encornbros de lu mur;níficn construcci6n ne buscan respues
tnn p11r11 <~1 presente. En Ja filosofín hev,elianCJ. !;e encuentran, hnnta
·~i,.rt" p1111tn, lnr. r11ícen del pP.ni:rnmionto uctuul, por euo hacer fi losofia
d<: C'l!T'1• :il f11t.11ro imrlica llevnr en buena medida el hegi!lianü.ruo. 1 l'e
r·n est.o t''' uólo unn pnrt1>, y, tril vez, la mnn pcrif6ricu, si queremos
1:.1t11ro•·•·nder V<•I'<l:1dernmente la twrenciq de llep:el es menester rcmonlurnos
:ii rrnnrido df' lri fi losofín.
1..L ld'<•hl 1•m11 de fondo en ul punsumient.o griPro fue el tiempo. 2 Los
plantJ·nmi1_•1i1 ... n de h•rménirles y llel'áclito fincaron el fundam<::nto del pro
bl1:m11. l 1!ro u pn:·! ir de esa doble visi6n la i'ilonofíu griega trastnbillb
nin cr:co11t:ru1• unn soluci6n definitiva, si.n lov,rnr r.:1J.1r 11u11<.:u del labe
rinto rl e 1 a tompornl i.dud. j Con t 1 u t6n n lcnnza su urlis rcfi nada explica-
ci hn y eato r:raciCJ.s a un poderoso noporte, quu de ouyo se encontrubu en
los presor:rf1hc• .. , pero en ~.6crates es ya una reolidod actuante: ]o d]a
J {,.• r icn. 'l'i r!mpo .Y di nll~c tj en truvenaños de la filosofía ¡:>;rieg¡¡ nun con
,itwncl o:: orr:!rnicnrnt>nte nor Plnt6n; y sobre todns las vici.situdcs en la
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hist.orjn de In filosofb, lendrtín eGo indisoluble entramado basta nuos
t.r·on cHnn.
1'.l <l indpulo de G6crates uxtremnn110 la pauperiznci611 de la reali
dad, conc:.ihl' {wt.11 como un 11 blírb11ro l(l.:;1znl", dond1i no puodo oxist.ir cer
teza al¡nma, ya que ln realio:..id er; corroída pol' Ja erosi6n temporaria.
111 íinic11 noluci6n por.ible p11r11 oncupur de oao puntnno t;umporal os la
dinléctica:
"Ll m6torlo rli11l{;r.tico; por conoir;uionte, dije, es
el (mico que, cancelando sucesivamente 1 nn hl p6te-
si s, sir;ue así su camino hflstn el pri11cipi0 mismo
llHI'n a¡;r,ntarlo firmemente¡ el único que verdadera
·mr!nte anca ul o,,., el el almn, con toda t>unvi d nd, del
bfirbaro lodazal en que estaba sumido, y lo eleva ha
cia lo altu ••• 114
f,n mr;todolor:ín 1r.H,VÓ11tico-socr{1ticn ea perfeccionada por Plat6n: en
r.·r,fronl:11ci{111 <iinl<W•<r1t:c lr1n intnrlocutores, nor ol nin11oso sonrloro r¡uo
vn de lr1 rJ<.>>:11 al conoc.imi ••nto, elevan el alma, peregrinando hacia el rr?ino et:e~do lnr. rlivinnr. ideon.5 Con Platón .!!i:> r!elfnf>a oxpl:fcit1Ht_~-~!'..._!!~--'-'~'--1.!.!E'.-ºr_i_~!1J:!!..C:.i.<~ll'_'.:!_~!~• la di 11 l éct.i en: -~'~~-t-~o lofil. Es un 111.'·t.octo ª'·'''"1dt•11t.P dn 111·01·re:-iivo nle,jamiento del mundo nensible; fina-
lj ¡;ta p1wr.to Qll•' .riel u,ye r'<Jn la npolop;Ía del mundo de las ideas. l·cro
tmnbi {,11 en el pensamiento plat6nico se presenta i m2líci ti.mente la otra
5i(..:::'!!:.'.!i::l.~~-~-.'.)ialéc!:ic;1: como movimiento del_ munrl~.P.mpírico. j¡ pnr
!.i 1· cüd corr.nl1·,jo diÍil<wo "!11r!ll~uidcs" :;e hace patente la dialéctica de
lan i<ie11:/, e11 el 11pacilll<• munrto eidét;ir.o irr111.f"' ol movimiento pnra
fncil itnr la interucci61, <le ellas, pºor tanto, la participaci6n del mun
do :;1•11:;il1le l.Pn<lrlí 111111 col!Pl't•nt:" !!Xpl iruci6rr: nl m11n<io ompÍrico on 11u
di sr:orrlnnte fluir no oerti unu upenas i nsinuadu irnmbra ¡,,,rticipativa,
1:ino expreni6n c!Pl movimj.,nr·o de las ideas. I.n corrnxi6n entre el movi
mi Poto de J n et.erni dad .'f ln r'up:acidad sensible es el "instante", que os
on E:Í miflmo intempo1·ul, pero es la condición de ponihilidad del tiem
po. b l ·lut611 ¡; i nt i6 vért i ¡ro 1Jnte este allí smo de por:i hí 1 idnden, ln fusión
dnl método dial~ctico con nl movimiento dial6ct reo del mundo sensible,
o mc,ior ;,(in, el m{;1c;do diu1éctico como e;.prEn1i6n dPJ movimiento de lo
inmediato •'mrírico; i:m vis.if1n aristocrntiznnte y decerctonadn dol mun-
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do y la sociedad la im¡.idi6 dar ese paso. El pensamiento P.lat6nico se
tambalea por esa r:ontradic<:'i 6n, un ml!todo rliul(:ctico quo huye de la
exterioridad inmediatn y una dialéctica de las idens r¡ue se acerca a
•
]<, :•r,nnillle y lo tumporLJlizn. Nuestro filos6fo no pudo r11Holver esta con
trndicci6n, pero con olímpico gesto seHal6 el camino. La filosof{a occi
der~ tal con múltiples argumentaci aneo 9 ha. in tontado encontrar la reopue
tn a ln ~ontradicci6n r·lanteadn por Plnt6n, porr¡ue ello si~nifica dar
Doluciones ni problema del tiernpoy la eternidact. 10
He¡~c:l pcmnador dlaJActico por· excelencia se autodesignn albacea
principal de todo el pensamiento Rrie~o, 11 imponiAndose la minL6n de
ror;oJvor ]11 oncrucijnda pl:1t6dca, utilizando para ello 111 noci6n ro
rnfir.t-ic1. ctc1 movimiento metamorfoseada en dialéctica de la 1.i:-:toria.
1.l "movimiento" fue l'l pPincipio que rlenvelo el crnsunño del ro
rr:ir.t i<'i!;mo. A contr11r11ntn •~on el clasicismo, para los románticos el
mur.d..-. er11 unn voráp;ine de p1.¡¡iones en movimiento: el coraz6n henchido
dP sentimiento rompe los resistenciao del mundo pura nlcnnzar la li
bertad, ~'ichtc cupurt.i.cipc del ideal romá11t.ico convierte el "movimien
to" en centro de gruvectod OH su filosofía; ea un movimiento dialficti
co gw> 1·.:fl.eja la vida llun.uria, 1.u cuul con~li:it.e un vivir intunoumente
ritH.'r.~ro yo vol11ntario nnt.e un11 n:it11rnlez11 CJIH' le pone olrnt:liculon, pe
ro al trancenderlos se renliza lo eterno de ln voluntad. 1 ~ El punto
de enlnce entre la concepci6n fichteana y hegeliana del movimiento es
~bel 1 i up;, del cual, el prooio Hep:el culmimidor de la filosofía clási
ca alemana, dice lo sir;uiente:
"El paso más importúnte o, por : .. ro:ior decir, el úni
r.o impo1·t.11nt.e d1n;dP el punto du vinta filonófico, quu
ha sirlo d;i<!r. parll remontnrnos por encima de la filo
uofía de ~lchtu ha sido dado nor ~chellin~; ( ••• ) La
unid11d C.:<>ll<'.I'fd.11 o~·., un él, 111 de r¡uc Jo J'init;o os n1-
vo tan carente de verdad como lo infinito, la idea
1rnh,ieti vn lo mi r.mo fJllfl 1 n oh,ieti vülnd, .v de r¡ue las
combinaciones en las r¡uc ambas coAns carentes de ver
dad se articulnn entre sí como indepenuinntes la una
de 11i , • 1·11 f:On t11mhlfn co111binncionos d1. ulp;o no ver
tf,t '. .. :.en el csp1'1·it.,, :L>twluto, lo riue implica l:.i t:rnnBici6n de lo his
tol'i;i al arte. Lnn arte:: , :¡:iritualmente vnn r?volucionando do lnn nrt.t::•l natur:d.o:: o nimh6Uca:• (:il'q11it.ect.u1·n) a lnn nrt"n cl{u;icn!: (esculturn)
y de ahí o lni> romf.nt.icns (mtisicn, poe13Ín, ¡ .. ..i1t·11rn). U d1wrinir del en-
pí r1 tu en arte culminu con .la relip:i6n: IJioc •rncuent1•;, t•n ol pi nliru1o
de ln dinlllctica hcgeliur,:i su 11utoconsumnci6n uosolutn. lü absoluto no
en unn realidad trnncenrlcnte oino el cor¡ocimit•nt;o que el mundo tiene de
ni mismo; se conoce como totalidad en el proceso completo de su deve
nir y conoce las dintincionos entre las fases de nu propin vida, .en
otros térmi.non, ne C:• ""'"como identidad en 111 <li!'errmci.a. Jo:l espíritu
nhsol uto e,; 1u :rntoreflexi 6n de l.a realidad, es 1 n U tertnd que llega
o conocerse n sí mi smn, y lo lw.ce en y n travén dfll espíritu humnno,
La uinfon{a dinlécticn del espíritu es en el fondo unn teodicea.
hnr-.tn su nutoconsumaci6n en Dios, este movimiento consi::te en febril
llPnar¡;e de contenido nl desdoblarse en el mundo en un constante ascender y de!'lcender, con 1o nuc) la dinlécticu hep;eliuna mnn:ífjesta la
11n·íf•11 de lo finito y lo in; '.':o, de tal forma llevel c1·eia haber íu-.ion:i.io mótodo dialéctico y ~'.ovimícnto din16ctíco itn JJj"'" l·ero lli hi
lumos por lo m{rn delrr,ucto, como toda teodicea, la he¡reliana se clnusura
u sí misma, es un círculo preconcebido, círculo herméticoEente cerrado
donoe ce asfixia la dialécticF.i. 1 9 Como upunt:abnmos lineas nrrjba, la
re11lidad hint6ricu y el mundo en su conjunto son solamente funtasmap;o
rfus, "pura serie 16~ica de ideas", pero lo que finalmente prevalece,
01· lr> 1•!.<.r·nidact on nu fl11,io i nturior", con lo qu" ]u d.ialúetica se con-. t , 1 d d . 20 t. lá v1Pr e ('ll un entor1·ono corrw a que se pue e esecnar, ctesar icu ndo-
f:.>, por connip;uiento, método .Y movimiento ctiuléct.ico d1• !Jio:;,
.l discurrir épico del eupíritu se hundi6 en el suefio del abeolu
to y bn.io las t'11i11:.;: de lo t .. odice¡¡ l11:¡::cli::inu, pcrseverunte, s6lo queo6 e) murmullo del perpet110 movimiento, del tiempo como ponibilidnd de
comr,rnn:d6n unifjradorn de la realidad. Eflta certc::u es el l•·;rndo mfin
profunrlo del nL;t;pm11 he¡~1d i :i111l, 1101·que ni alp:unos críticos han conc.ide
r::ic\o lr1 noción cte 1 ihertud ce . n su aporte mlí.s imr.ortnnte t•nra ln fil o
vicia human1<, n :inber, por r.rCJr. cauces, que hemon exp1i.,uto 1111otn unuí:
Kant, lllllrnerl y ller~el; vi':rn·on r11es como se intersectan estos cauces con
111 concepcic'in fi lo1~6f'ic:1 d<' l11·ter:n, par•• dnr formn a ln diulécticn vi
tal y nflf penetrar· en flU ent.1 uc1.tH':1 internu.
A. R t·:A l. 1 ll.\r1 -····r-··-- -·
~ier un verdadero P"r1:iudo1· di uléct.ico signi J'ic:u uet·l o inter:r1ilmen
tf!, tAnto on nu vi dn como en nu r il onofía. Orter:a fue un uu t6nti co pon
:;:1Ctor di11lóctico, nu vid11 f'1ll! una clenodu.du n:wi6n diul~<'.l.i.cH. c.:c.n t.oduo
HUS pnrson:ile:' cont1·;1,!ic:c1onen, ue propuso elovnrel unt11ncado nivel in
telectual de nu país, "ponerlo a la altura de lon tien:pou". l;u filoso
ffn e: 11n hontnnar dinlrr.tico de doctrinos, int:11icionos, nociones, utinho:: y :1r1•11rn1•rit11cione1,. Lll cuunto n lo que 011 filo:.ofíu .-:·111cierne, es
·ne<"esario delirnit:nr el en!'(Jque c¡ue nos interesa inve8tir;nr. lle los e9-
cri t.ofl ele Ortnr;n non i nteresrin nus ideas sobre la dialéctica, no su lí
nen de exponi C'i ón rot6ri c~1. ..anri fi quer:":: os t: n nnerci 6n: la cnrncterí n
t i ca b&aica de lu obrn del fil6aofo eaparlol en nnsnyística, pues bien, 2b ln 1Ín1•11 11rf"11m1:ntnt:1vn de r~rnn ,,,.rte de 8118 ennn,von en dinlécticn, en
es tu di r1.icc ifn. 110 d .. :;c:u1110:: ahondur, ni no en 11u cuncepcil>rr U1etodollvicu
como E:xprAf1i6n del movimirnto dinléctico de la realidad h11mnnn.
hn tre la m.isce l fin•ni r!e temas en la ohrn ortevui una nos extrDñ n no
nncontrur t.c:-:i.oa l'XcJ1.: :v11m.,11t.e dedicudou u expo1wr 1111 111oto1loloir,!a rtiu
l~ctir.n, s6Jo 1:nc<.ntr11mo!; breven referencias, pero siempre circunscri
t11:: 1ncido11J.11lm"11lf! 11 110 t."rn: . .,:;!:111J]oc:ido dn 11nl.nm11no. r~] t:oxto on ol
c~ul con mhs u~pllc:it.as entns referencias es en el bello y f11nd11mcntal
f':~crit.o r:nbrc hi!Otorir. di' lo fi.losofín: Orit•;:n y __ c.e.Ll!2r0. de la filono
E_f_a_. 1·:n f"rt"t'.<1 !W .i.,r:11ic!;I ra, nl ir;unl que en Ion fil6::0:·u:; c¡un :.u::r:nn
t·,,, su r:f•rrnamicnto en un n6lido undnmia,ie mctodol6gico, que la dialéc
tica en mfw uuu pr.,!Hrncia tácita que un pretr:xt:o expositivo. T,a din16c
tica en le filosofin ortcvuiana, es el flujo subterr6ueo que a~iliza
y vivi.J'icu las el:í::ticnt> nrticulacionc:; de ln r11z6n hict.6ri.ca. Uonde
111:.:> notorio sn htH:" ";.;e movii.:1u11to, y que a lu vez nos servirlí como
prirJcr nivc!l ele 1w,·1)f,n 11 la ¡¡,etodología de n11estro autor, es en ln re
,iur quf! 1 nn coio;ns sean, ellns non debr>n conducir, son "el maestro del
humbrc" • .\.~ Lu:; cO!'"'' ne con,iurnn en plnnon, que por lo minmo, nin¡~ún homhl't~ rnrn<le ahnr"nr "ºn t:ot11li:»odo1·11 mirncln; 111 humnnidnrl p;rnn o;jo his-
- ~l!J -
t.6rico del hombre Ím i cr1ment•' fl<ldrlÍ contempl11r f!'np;mentos, gironeo dol
mundo: 11 t'.: i no fuorn nn r, nl primor hombro, co] ocndo unte
el cosmos, 1 o hrii>rf n traspmwdo fnte1 ,,- .mente con
nu pupilo, lo hnbrfn visto entero. Mns lo acneci-
do .fue, mós hii:n, que la humnnidnd s6lo hn ido vie11-
do el universo trozo n trozo, círculo trao círculo,
como si cndn unn de S1io oituncion•!t~ v~ '.t.l.<:o, de ous
ufuneo, mcn.,utero.., e intcrcoos le hubiese servido
de 6rruno ~ercnotivo con que otear unn brnve zona
circundante". 3'1
J.:. 1'••'11 idn<l "'' r>l fir111 .. ''' dimf'n:'i on11l donde rae nucPdnn .Y orp;nni
za11 lar. plnno:i <'!:paci · ;<'f> y tt~mporales, a lo:. qui· Crtep:a llaina .,;,cor
zO:i.35 Lo •nw para l11wD1·rl •·:; corriente lle aparicit1111:s, para Ortú(!a
en nncorzo or~nnizndo en plnnon o aspectos. ~l escorzo es la dinlActi
ca r:ir,ma de la renlidnd; la realidad ~R st,rie dialéctica de plnnos,
urclimbro i 11ccsnnt.e de superficies y profundiclndes:
"Pues de ir;ual r,uerte 11ue lo profundo rlflcesi ta una
:rnpt!rficie tras de 11ue esconderi3e, necesita la su
pPrfici e o sobrehaz, pnru serlo, de algo sobre que "1G
ne •~xtiendu y qut· t~lln t.une".-
t;omo don ec~ .. l:,\on <~1J'! r':r·;~ 14nn suce~jViJ!i e intcrmir1rtL·1rts im{1venes
rtP ::{ minn.o:i, n,,f ••l mur ·lo :0t• rwlutin11 en nur:ordvon e int~r11ct u:i11t.ei;
pl:onu:; esp11C':n-temroruln::, l« Ruperficie, tras de sí rroyecta niveles
iutencional.idnd dc,spo,indn de su connotoci(,n idealista ne transforma en vivencin •. C:l homt>re se diri¡~e vitnlmente a ln realirlnrl y de est.n con
vivencia sur~o la razón viviente, niendo, por tunto, un poneamiento
producto de la nece:üdad cotidiana¡ la realidad envuelve el pensnmien
to, conduciéndolo !linuonnml!n'.•· n truvfin u,, :;un di rc:rent.es perfiles. El
pen~nmiPnln en ~1u1·tn conntuntc hace coincidir ou cuuce con el de la
renlidnd:
"1ü1orn bi f'fl, t:P.ln el guid er,tá en qtw cuda 'vista'
de un 'aspecto' reclama que avancemon para ver otro.
La cosa, como hcmoc dicho tira de nonotros, non fuer-
za a m1.rcli111' de nuevo dospuén de lwhernon p;.i "do. l~an
nur,vu vir,tn reclamada por la primeru, serD. 1 n rle otro
'n::1wct.o' ele 111 cor;:• -por(• '·ºuno cu1dqui1:r.r~ tl.ino el
"Cluro cntl1, como el hombre !!S el nnimnl qlH~ hn lo
grarlo meternc dentro de sí, cuf1ndo el hombre f;e pone rueru de sr ee que aspira a descender, y recne
en la animalidad. 'l'al es la escena, siempre idéntica, ,¡., ro:; Úp11ca:1 en que ne divinizo la acci lin ru
ru. 1::1 eopncio se puebla de crímenes. Pierde valor,
pierde precio ln vicia de lo~~ homl·1·r•n y sc pr11ctic11n
tod1rn 111!; J'ormus de v.iolencin y del rlcspo,it> < ••• )
i~ulmn! ¿,uA nenti<lo lleva este imperutivo~ ~oncillnmnnte, "·¡ 11•' i nvi tnrnon n n11np,•ndr•r• 1m mnmnnt.o
111 ucc1 (m 11110 amenaz1t con ennjonurnos y con hnct~r
non nAT'd<'r 1 n CJ1h<>7.n; suspender un momento 1 :. :icc_i ón,
l~i.~..1:~~.rE-<;2~T_non tientro de Jl\,.;cit ros mi :.mu!;, pnnnr re
_y_i n tan nunntra~; i<knn sobre la circunstnncín y for
~n_rilan entl_'.!'lté~11 .l./Z. (subrayado rufo). Cu:.indo uu han dul'inido e~;Lrateginn, el hombre proyecta au vida no
hrci el trfifup;o cotidiano, día n día va acumulnndo_ ex¡,,,ric~ncias. La me
mor tn, suspiro de 1 n eternidad, es piedra an¡rnlnr del vivir cotidiano,
el la hncn coherente el nucodHr te¡¡¡porul de lou uscor7.0S del mundo y don
cle (d fondo de nu oncui-i claridad el hombre orienta su vida, la rlirip:e
en el •~scern1ri o del mundo, donde cnda hombre es al mismo tiempo actor
y espectudor del rlrnm& viviento.
1) .- l'c.H~:i\H ANAI,1:J'_!_f:O.
Ln rlinl~cticu nrtar1i~nn, es por su cnr6ctnr vitn1, una diolécti
cn por nntonoi ... .i:. in :i nmnnentista, en clln no tienen cahiflq mi steríoa t,rnumundnnos: send 11 .. mente noy yo y mi circunstancia intoructuando, pe
ro no entendúmoa estn reloci6n de manera tan escueta, tiene un alto
~redo de complejid1~. Como cxpl[citamos líneao arriba, Orte~a apoyado 1!n la idea dP. pornpectiva cnncihe lo diuléctica como inr!ísolublo uni
<lud de mbtodo y rnovimirnt.o do lu reulirlud. ~stn unidad se conoi~ue co
mo rcsultndo •1e1 entrar y :;ulir rlel pensrimient·o nnt·rc> ln nxteriorúlaci:
"Ue eote mundo interior emerge y vuelve ul de fuora.
( ••• ) Le,ion 1k perder su propio o:í n·i '1mo en e::;ta vuel
ta al mundo, por 1~1 contrurio, llevu nu oí minmo a lo
- 10" -
ot:ru, lo ¡wo.v•.d;11 nnór~~icn, 1rnñorinlrnontr: nob1·n l11n
coflns, es deci 1' 1 hace que lo otro -el mundo- 1w vny11 convirti.•H.<lo por:o a poco en 61 rninmo" • .l/.Y
in conntunte flu,io de ida y vuelta, pensar lo real y volverse con
tra lo penirnrlo .Y vicevu1•H11 hasta quednrse s6lo con ln i ntuici6n de lo
r•'lll 1 en til mu:v ulejado del movirn.ien t.n he¡\eliauo de tesis, anti tesis y
. íntesis que se dan únicamente en. el pensamiento. Ortega busca el mo
vimiento de ln renlirlnd concreta, que para ser asimilndn requiere ucer
c~rnnlo, sorber su navia y despu6s alejarse hncia la intimidnd. A este
procP.so, nunntro fil.6sofo, le da el nombre de "serie di 11léctica". Una
seri1~ dinHcticn rw int.cwra por otras series dinlécticun;'/.6 cntlll fen6-
meno de la real idnd reouiere ser bordLJdO y abordado ¡.or u.~ serie dia-
16cl i <:n que nor; deveJ<) 111 mnyor cuntid11d posil.Jlc' cln suH f"'rfileo, pero
ello en s6lo un neto i:n el ar17,Umento cognoci l..i vo. Cuando p11rnmos la se
ri.!:_.!!i 1iléctica en un determinado punto hemor. nrrib11do ¡¡ una intuici6n
cli! ln cona que cuh1~fn m1estra atcnci6n; es una vini6n derivada de ha
ber ahurcudo la globalidnd de aopectos del fen6meno. El hombre asimilu
ln intuición 11tesor6ndola, pero el pensar si ¡i:ue ncuciándonos, por lo
que otr11 i;urio dialéctica inicia su actividad prendándonos del nuevo fe
nómeno, por tnnto, la serie tiene que continuar, la obli~aci6n de pro
ner:idrln en imposter¡;mble:
"J~a el l1ecl10 1111 muo de lu condicJ 6n l:lummw, plHHl el
hombre, en efecto, no tiene más remedio que 'seguir
pensando' ~nrque siempre ne encuentra con que no ha
pensado rwd u 'por <>:111pl tJ tu' a i no qut: nur." 1: j ta in te
rror lo ya pensado, so pe~a de advertir que es como
ni r~o buhiern renrrncio n11da y, en connncu•Jnr.ia, de
t . d' el " "!~ r;en irse per 1 o •
En oumr•, ¡111r11 pon:~ur !Hl necesnri o suotru<•rric n la exterioric.ind.
l•rtega, suc11ndo del desv6n una empolvada pnlnbra de evocadoras eleva
ci onen mfsticuu, dnoirna nl proceso dn interiorizaci6n como ensimisma-
. !!Ü~· '1'1¡.;mpeiinclo en borrnr sus vestigios esotéricos transforma la pa-
l rilirn en un COll•"'' t·rr t.P.n1ie".o. ::nsiminn111rae no es eapjritualizuci6n, ai
no apremiunt:t: "nnber a que atenernos" sobre el mundo oue nos acosa, y
t111nt>i6n unu c•onntruc~i6n intolectunl, por lo q1w 111rnnt.ro mundo intrJJ'ior
en un bullente caldero de ideas •.
- 101~ -
Las idenr ..:n úrtegn tienen un devenir propio, como d,.d'.nmos, lns
cosnR nuR impu l snn n se(!;\lir pensando después de habernos detenido, el
pe111; .. u. i rnto ti ene riue ror.orrer l n contir;üidnd de l 011 nspectos reales:
!Je 111 conti1·~!idad de los escorzos se deriva ln cont~idad conceptual.
Y or. en cota concluni6n donde ne putentiza ln influencin do ln 1lilono
fí~ir; de KnnL y llu1;rn!;rl. Del último, recoge la dit1Unci6n de que exis
ten dos forma·~ de .conexi6n 16r;icn entre los conceptos, implicación y
comnl icnci f.u, nmbos r;o1: mo<loR de evidencia. !'ero nobre todo el pennu
~rnt.ra1• y :wl 11· d•d pen:rn!ai ento. El mundo va mos.trtindo, adentrando sus
perfil .. n nl pensnmionto y {~nte ~lt.imo, para contemplur la consiaten_~i.!1.
mí1ndicu, t•ll fulv,urunt.e movimiento ue e: .. :1rnif:;ma, por lt:· que la reulidud
f:tt1c dH él, r:e ocul tn, entonces, el p~nsamiento urgido de actuar sale
~_:J_, ne ,!11 l~, pero no es una hirsuta alteraci6n, sino 1 11 acci6n l!!.;:_•]_f_l_!_•~.~-.2.:.: ".'," r.o~tnm~P i An.6 ?i Acci fin - "contcmpl uti va", la en ti en
t' t~ \Tt.e1.•a como proy11cLar paru pervivir, no como proceso meramente inte-
1 ectunli za.do:
"Son punn, tres momentos diferentes que cíclicumen
te se rPpitnn n lo 1nr~ri de la hintoria humnnu en
formas c~da vez m~n complejRS y densas: 19, el hom
bre se siente perdido, nhufrago en lns cosan; es la
nlternci6n. 29, el hombre, con un enér~ico esfner
;~u, ne reLjru u su .intimidad para formursc id<HHl so
bre lu::; <:O!lflS y su ponible dc ;11inaci6n; es el ensi-
mismamiento, ln vitn conteroplnti.va q1w decían loa
roll!anou, el theoretH:6s bios de los r;riegos, la
theoría. 3º, el hombre ~1elve a nuroor~irse en el
m1111do para actuar en 61 conforme a un plan precon
cebidos; en la 11cci6n, 111 vida activa, la praxis".6.Y
Ahora bi t·n, donmenuzemoB detenidamente esta sop:unda fuoe del m6-
todo orte~uiano: el pennuEiento diulActico accediendo al movimiento dia
léct·:co reaJ 1 i. :;1f 01ynnicidud ontol6~.
Vunmos, pues, el ponflur nint6tico.
Mor.trando ln otra faz de los juicios, Kant estimabn que en los jui
ci on 11 i ntét i cos el pred icndo no está contenido en el sujeto y su funda
mento en ln experiencia, son verdaderos cuando la percepci6n sensible
los a_'!!!l!:!.t. por lo riue en t ruc turalmente responden a si tuuc iones partí cu
ln ren y continrentes, de tiempo y lugar determinados. Por tanto, en es
f¡,,; ,111i1!ios se puetlen unir siut.éticumente elementos heteroeéneos en el
i;u,;eto y t:l predicndo.
El "pensnr flint.f.tico", análogamente a lon "juidos sintéticos", tít:
ne su fundamento t•ll ln exueriencia, la vivencia lo verilJ~, ~ ~~ ~-
"hn decir, quo s6lo po!1rwir1on in rí!nlidnri dr! 11nn icle11, lo que elln i11t.er,r-amcnte es, ni se Ju toma
como cnncr1d;1 reunción rlo un homhr·r, 11 11n11 nitun
ci6n concreto. En, ¡•1;.,::, innepnrnhln de 61lt11. 'l1ul
ve~ renulte a6n m6s clnro decir esto: pensar es
dinloRar con 111 circunstancia".~B
)).- t.ll::(1f1GlON.
lit•tef\n 11hi. ?·t nmentP. di ncrera de 1 a .1>1t'hebun(í o síntenis hegeliana,
dr!bir\CI 11 C11H' P.r.ta, sep.:ún vimos, era convertida en meta de llep;ada dcl
''::pf ri tu y, por 1::int.o, en pn1·to ·"conexa" del si::t<!rna fi lou6fico:
"Ln 'absorción' e:: un fenómeno, tan claro y reite
rn<lo qun no ofrece lugar a duda. Pero en Hegel es, 11dHm.11:;, 111111 tnni:·. l~Ont!XU con Ludo uu uiutnmu, .Y ur1
cuunt.o 1.:11 no tiene nndn que ver (con mi idea de ab
so1·ei f,11 l, como r10 1fobe nensnrse tampoco en 111 dialéc
t i<!IJ nop-P.li1111:i <~Linndo he hublndo y sir:u hablando de 'rrnri,., dinlf:c1.ic11' ".')'?
Así purrn, la sínteoi r;, p::ira liev;el, cla:1,;ur11 el ciclo espiritual y
de:;puén ••• , deu¡>L16n :iólo pt'f!Vul "ce ] u mnyei;t{Jti cu, lu abi nmnl otcrnidad.
Lo único que tom1' Orte~a de llcr:el es el corH:epto de nbnot~1 pero no l" :q.Ji1~a.,i(1n do i·.11 cu11l.i:t1id<1. J.11 :ior·io di1d/Í<:l11:11 ortu,·:111111111 011 un pro
Cf!flO nbi ·~rto, nunca cer!'ado; nunque la de tf!ni;amos ~'.lt(meamente -por
ono, no 11u1?clr. f;e r un t!rtft;r·ant? 11 cont~Xo 11 , n l t10 n<!Ce ~iciad ¡ .. !a!ren t.u d-.! l pen
:;111111 •.·n to ortcivuiano-. C:l ¡wnsa1' analiti co para obtener unidad y cont.i
nu idnd con 1•l p0n~r:1· fli ntétir.o requiere de 111 nbsnrci6n. Ensimismados
tP 1 .. !1 :;1:1· histori:,".1.ti Lu hi:;toria el'\ memoria, pero no la memoria en
mol .. ;c irl n de nrchi vo, si no c:omo eht id ad ucti vn que sirve para pre-ver:
"h,rque ser eterno no es nf'rdur1tr, no es hubur es
t:udo en el pretéri t·o, 1;:;t.'1r 1~n e] pr1nw11t.o y Sl!~·:uir
er-t11ndo !!11 el futuro. i'..so es s6lo perp.,tuarse, peren-.
niznrg•l' --nna t'aenn, de:·:·nér; de todo, f11tip,-osa, por
"'"' :: i fTni fi en tener 1111c rt1correr uno !:..0.::!!' rl tiempo.
L:t. "-~tt~rniüttt'!.it: en lo contrario: us 11'-> movurso uno
del prr;r.r!nt:e y lo¡Yrnr 11ue nusacto y futu1·•1 r.e fati-
, 1w¡, ello;, 1:n VPntr al p1·e¡.wnte y hen<;hirloi eu re
cnrdur ;¡ p1•ever 11 • (i')
!-:1 homh1·r. P.r. cHmt-ii o, ns( r:omo apnrí!ció tendrf, 11ue fenoccr; el peo
,.," .• <:!11 u de (>rt.e•'!t "'' 1 .,Ja r;u ext.ensi6n esta enfocnclo Íl describir ln
;,;i:1t omf a d1! nne cnmh.i o. tii bi.l,n 1;s cierto, el L lÓ:;ofo .1uo le dio la
11. 1',111!n .irit:uicil·: dt; ln c<1Ln1r.tencin hi.:tóric:. :le ln vida fue Dilthey,
:· \ '' t!mh:n·1"0, la f i 1 onof r n h11:;r:1;rl i unll l"w ln que con la conciencia tem
pci1·:1l, J'i lll:6 e11 la t'i losaría orl:e 1 ~uinn:i 1 n 11rqui tect.11r11 propia dul de
~.r!b: vil11l del hombr1•.
- 112 -
i n1•u líw:. :· 1 - • nn Vt>Z oue se hn npl i cndo ln i;~!LlQ.- 1 n conc inn
c in rfltienr- el nuc1~nivo rlnvcnir del objnto i.ntencio11ul.; cuela imprt>,;i6n
e1; retcnid11 •1 incor11orudu con la ante1·ior. J'ISÍ tflmliión ln nrotenni.~'I!
(a{in-no-rddo) es integrada con la retención (hu-sido) y la impresión
( ril101·11 ). Lon t..,.eo momr!ntos connti tuyen l n n:nc ienciu temporul como "co
rr1 ente nuru de vivencias".
Orte¡~n lleva lon tr·es rnornentor; de la co:wi encia temporal a un pla
no vi tnl: J.on nnmln"e!: viven cercnrlon por· "l tr!tfrq~o cotictianu, son born
h11rrfrndos por in1·1,;:;anten sensncione:; inmediatas, ne vive el "ahora". Lo
q1w en t1~1·minoo de l!unne1•l en ln "im¡11•eni6n" en la J'ilosof{11 ortep:uia
n:1 "'" ln P.9.!l.0_innirtn!!_. Pero no todo es vivi" el morn<rnto, tambitln se vi
vr. ;¡,. ·1rnm11F. m11r<:h1t01;, <le 1 on rec11erdo11, lu i>xp•~riencia del caminar nor
1 · vic!a no ~•<' volatili:'.n; sedirnentándone en :-retcridades forma la volu-
1 ¡,. rn;o:• rn de l n memoria. Lu "r~tención" bu,::cerlinnn pnsa a Sf'I' la ~-.
.:::·i_::_~irllll'.:!_1.1_!!_?.!!...!!~.] .'.!.. experiencia de 1 vivir. ;, er,tc absorber pasado es
Jo q1w urte¡~a llam6 "!<az6n hist6rica":
"J·o1· otra p11rtc, puude ir cuda ve:. mí1~; t.omu11do po
sesi6n de n11 p;.:1ado. (Cuando) se ocupe en absorber
panudo nn proporcionas y exnctitcct nuncn vistou: en
lo que llnrno y nnuncio desde hnc" tant.on años co
mo 1111ror11 cir. ln razlrn hir.t6rico". 7º La rn:1:m hiMt6!'icu no cul:ninn en remembran:::n, es ln cntupult11 que
pro.1"·,:tu hacia ul futuro. 1·ura llusoerl el p:-oyecturse sobre lo nún-no
nido e5 la protensión que en conceptualizac::.6n orteguiana es la acti
tud humuna de esoectnti v1., de proyectar al ::añunn la vida. El hombre
en, puPs, un constante "ir siendo" y "des-!;iendo"; viviend,o y acumulan
do Nis arto, desde el cual proyecto su por-ver.l r: en cada instante se es,
r")'·r:111: :inter; n0 ha siclo otra coso que ya no !'e podrá volver a :rnr, y to-
11< t n d<'!hiclo a que. se 011iso realizar ser al¡ro (Vénse:J\flt>xo;enq11emn n<??).
"' t:.nto, 1:1 vid11 conni!:tP. .~n for,inr provt!Gtoi; en vintnn u la circ11nr.
t.1111•'i~1; ,¡.,:wr·:1ciml:1111P11t.P los proyect.10:; r1•/~·.ian lr1 inm1ficinnci11 inhe
r•·ntP 111 r:r.r humano, por lo que en si mismos non insuficientes; enton
c1•:: :·n t:i •·nn 01w d•·l inP11r otro proyecto one ;;imt i tuyu 11~ previo, y ér.-t.r, ' :·11 VPZ, corrt!l'tÍ 1 n mi smn suerte.
:·:n cnrta proyPr.to se j1wr:n ln vidu, el enc•11l1•nnmi1mto de proyectos
con! 11;vn 111 acnr111l11c i 6n de spr, y ésta es 111 serie d ialéc tí.ca de la vi-
d:i lri hi;;l:oriri: 7 '
- 113 -
11 1·:1 hombre pn:rn y utruvie:rn por toctns c:ms for·miw
de uor; pnrn~rino del ser, lus vu siendo y deH-sicn
do, er; cte.<'ir, lnn vu viviendo. ~l homhrn, no tinne
n11t11rtJlt~zri, : . 11110 tiene en hi ::t.ori a; porcpH! hi :;t;o
ria tHJ t~l modo dn r:er de un nntc~ q11r· t·~: <~nru1t.l t:111 :ivamm:tP., r11dic:ilment:e, movil ic!'nd y r.nmbin". 7¡,,
l'u1·11 comprender nl r~f>toJo dia16ctico es indinnennnl>ln r~onocel' 1a
.;~:t.1'tict111·n clr; la sti"st11ncia hist6ri·ca, dn nhí que método dinléctico y
ra.:t.1 !.ir;tf.1·ic11 :·nn entidnrlr!S ur.idas bn,io "J. pT'incirio de enclarecer
ln P.~!-r11r.turn de lr• vidn humana. La razón histórica es un método~-
1.:!.'l~.: _:.:!_<:_, r,uc por todo nu ;,n'lnmiaje corrrc el flujo de la dialéctica vi
t." 1:
"¡,¡ homtn·.-• .. :; t10,y lo que en poi' Jlh' av<H' fue otr ·:o
sa. iAhl :-..ntonc0s, n11rn entcn<lcr lo que hoy es b·1sti.
con qu8 nor: C:!i•.-nten lo que uy•1r t'ur!. Hasta con eso,
y ap11rcce, tran::parece lo que hoy er.tamon hacienrto.
Y u:w razón nnrrativa es la 'rn:::6n hiRt6rica' 11•
73
l·.J j nrn?.!'..~'i!.. de Borges es la inr;ravi.dez pu1·u, o me,;or aún, el pu
r<¡ :.;pr· n:ida, 11]~0 tot·:.ilmPnte distinto acontece con el h9.!ll!:>re .!!!.C?.I:'tn1, ll•~v:1 J'l'i::u -su vid:• ::u :1r.or·tn, la finitud acnr.hn- por hacer alr:o,
1101· •. t!l' ulf.(<>, por o~r !;impJ t:UH.!Ulc ••• !H:!l'.
''"'Dinl·'-ctica', nues, n lo larp:o rie l:iH obr1Hi df! P1nt6n ne refiere n1
1rot.1•nto cl•1 dericubri r o 1·cctnscubrir ln verdndera naturaleza de los prin
ci p.: o:' r:icionales que oscuramente reconocemos en nuestro pensaroj ento; ,¡,. rtnrw11brir ln verdadera nntur11l1•?.a ºcte cada uno de ellou tul como es
"1. 1 :ir1.o <ie nus encarnacionr>n y en r~lacJ 6n con todos los 1iem~s". l.h. r.!di::i:; de t·1s doctrinuo de lla1.6n ?. 'l'c,0rí11 u"I
cviioc1in"'íeñto y de la nnturale7.n. ,,}1unzn lln1vursiaud, foul nd, 19?CJ, p. i:,55.
('1:1rn una detullf-lcl11 exnlicnci6n de éste i.nsonctnble dih1oro v~11ne: Lur•ite hu11u, ,loué. ¡,J lur·méniden de t·lat.l111. 111 11íd<!JO 111? lo indn
c t tiTC:J:C:\; .1·.. .v lln1 ve rv"TJw.t"'iTeiciil /.iiiTili!, bov.óT.71, Tifüi):'
t i••'fJn•!nt.e, •.· ¡resP.nl·1n 1'1 moviminnto interrr.l.-.·i•1 . .i 11ue n pnt·tir· de
¡, ·· <'l'Ít ican de ,,f'ir,tl•t•!1r>n tendrán en el "h1rménides". Lo oue daba
1
- '115 -
como ronul tndo c¡ue n pesar do la imagen rfr un mundo B•·I•:; 1 ble fl 11,'.;ente,
linte en l'll fondo cru connidc!'udo como est.útico por Platón. J\ un mundo
eid6tico 1rnt6tic:o ·>orrenponcierfu una nnrticinncifin ootfit:i"a do 1:1 PP.n-
1 irlnd.
ª":.,1116 '"'• 11111':1, este 'míbit.umontc', e<.te't'o t~~(<~v~c;., en cunnto .con
v0r1~if·n d•• •'t·f'rnidnd en tiempo, y de unidnd lln 11111ltipliciciud, y :_:,,f':Ún
nJ lo en cuunto comif'nzo de todo movimiento tempornl en ol Pnrmáni.des'r
E:.i 111 participnci6n como proceso, no como estado, ln¡lll{Bt'~l') 1 la ~tic i.r._nti o dP. lo tomporal en lo eterno, de ln mt'1lt.iple reprosentnci6n
eu ,. l uno !'OT' representar, de las operaciones normacllas en la normn una;
11q11f <'n el í;,.,_::·1:1J•'llt conforme ne acaba de decir, nr.nrece ella no co
mo al¡'O ,,,if,ti.co -i:•ep;ún lo descri.be casi oiempre ln historia de ln. fi
Jor.of'ín- ~dno como pro-ceso, como un ncontceimiento, como ol trfinsito
dAl r·epo:;o del i;or nl movimiento del ente como alJ':O c¡ue clevione ( ••• )
d i.nr.tnnte en tntemporal. t:s la nep;nci6n de todo tiempo d•:terminado.
fe nl proceno nue mueve nn medio del tiemno, y sin este proceso del
connontimiento do la participuci6n el tiempo no podría ser tiempo. El
instnnre no est6 sometido ~1 tiempo¡ pero est~ vn medio del tiempo, tom
ror11l i?.11do, ponihili.tnndo, h11c:io11do Blll'f':Íl' <ll tiempo". :;:.nuia. itr:11:11·i·i di! fjlo¡;ofl;,. hnx Müller. "'l'ieii.¡10 .Y eternidad en la
!1;;:¡¡1i'T:7¡ 1:T.""Ü17-Í:l l·11 t ul1'. fo'...,.'~. , México, l ':!70, pp. 'l-1 ';J.
0 ..... 10 historin de 111 diolóctica registra momentos de au~e y de estan
c:un1f'nt.u, inel11::0 momentos en lor-. q·10 permanece c1>Ei ie;norada, o bien
:. :::ii tid•· r:olurnPnte en culidAd de inntrumento discursivo, apto pura ln
n,inrcít11c:i6n retórica .Y en el manejo do lor. arr~umentos perounBivoa, pe
r" n,ieno al trnhn,jo te6ri co explicnti.vo del conocimiento propiumente
rJi,·ho (unn '16¡rir.n de ln np11rienci11', como 1~1 del'ino 1lriot16telefl, y con
~l ];1 h~ndencia ma;vorit11r.i11 de ]11 filoaofín medi1~vnl y moderna, huot11
Knnt)". <.ortéf1 del Moral, Hodolfo. '"l 1'1étodo Dinléct.ico. 'lrillas, México,
1 '" ••• el f:ler no puede ser revP.lndo roor el Pennnmiento, no hay un Fen
nnm i .,nto un el :;or y del LJor, nino porque el ner oo r!ialéctico; que ei.g
ni fic:a decir, r,oro110 el Ger implica un elemento connt:itutivo ner:ativo o
nP~nrlor. Ks ln r!inlécticn renl r!ol eer existente que constituye, entre
ot.r:•o, 111 revelncj6n de lo lte;il y del Ber por e_l ~incurso o el Ponrmmien
to. Y enton son ellon mismos dialécticos s6lo porque 1m ·1a medida en que
revel<1n o deflcr1bnn ln dinlé.ctica .del Ser y de lo Honl". Ko,i1fve, Alexnndre. L11 cli,ü{,ct;ic& de lo renl y la irteu de ln muerte en
llej;el. La lléynde, Buenon Aires, ).ti82~, p.9.
1h¡:.,r:el. Encidonedia de l:n> ciencias filos6ficas. Juan Pnblos, México, 1•,771;--Trí;""l;1Eroduc<'•.*,n, pnrllr:rnfo '.i85, p • .?70.
17oru,,·:1 y (:asnet, J. "Heµ:el y América" en Meditnci6n del pueblo Joven ~troi.: en:m on fiObi'e .. ml!ric·ii. Trnv1¡;ta ele Occ1den- ·
t.t! en • ionza l!.l.Ltor1n, 1adrid, 1'181, p.77.
18 ",.horn bion, ln r.itunci6n en 111 quo el hornhre nur¡re no permite ln e:<in
tenc ia de lo l i bertnd plena de todos. l'or lo tanto, será necesario un
lnrr:o y ccnoao proceso hist6rico en el cual la humanidnd realice, por
r.i,.lmnnt.n y por otnpnn, ln lihortnrt. ~nte procono, que comienza nl aur
rir "l hombre en luchn n muerte por el recnnocimi•rnto, y recorre las
comunirtndes noturaleo así como los distintos Estados de derecho, culmi-
11n p,.ra lleµ:ol en ol J:.ntado que, constitucionalmente, reconozca y gnr<1n
Lice la libertnd de los in~ividuos. En ese Entado, lu esencia humana,
al !"in, encontrnrfn lnr; posibilidades de su realizoci6n" • • luan fiarz6n ¡,¡,i,,, :'rr6lor:ovn llep:el. l'ilonof{n del r!ePr:cho. U.N.A.M.,
hó>: ico, l<.!8'>, 1~:7./:Ix. -
1').,l." prn il•'l'!'l no di ce en ln !.6r,icn on que entn prnt-.rnci.onn dial~eti en ele ln m(::,ticp d•~l concepto creador, que no p1•esent.a como la tomu de
concie11ciu del tór~ino dn ln crenci6n divina y de la culminaci6n final
de la hin t;ori a humnnn (p;rncias a la filosofía de Hep;el), es s6lo 111
expooici6n de unn taodjcea conocida de antemano que convierte a todo
22 .. 1 G t 1..-r :ega y 1unse , .1. "H1wo1 y América", p.?7
'>l
' )lhi1i. pp.?'!-F0.
· ·- .-iarx t run:.d!ormn 1 ri d iuJ.6cticn llep;eliann, de un conoCi miento del de sen-
vo1vimí<>nto P.spiritn1•l 1rn un conocimiento dnl den<>nvolvímiento social;
roulinHn<lo lu fnmorn "puentn nobro los pies" de ln invertido diulócticn de l!cwcl:
"hi método ct i a 1t'ir:1: ico no n6lo dí:' i ere del de Her,el en cuanto
a mu: f1111damen tos, ni no que es su an tí t\!::J is di roe ta. h1ra !le
rn l el proceBO dHl pcnnar, al que convierte incluco, onjo el
nombre de :idea, en un 1mjeto autónomo es el deruiur-:'.o de lo re
al; lo real no oJ mhs que una manifestnci6n externo. Para mi, n lu inveren, lo idenl no ee sino lo material trnnpuesto y tra
ducido en lu mento humuna ( ••• ) La mistifi cac:i 6n que sufre la
dinlécticu en n:tinos de l!e~el, en modo alguno obsta para que ha
ya nido él quien, por primera vez, expuso de munera amplia y
·¡•n:icinnte las formaH f'1mer11lPR de! movimiento de nauéllu!. . .r:n él
ln dialt';ctica estft puesta al revén. Es necesario dar la vueltn,
nnrn descubrir n~I el n6clea racional que se ocult!_bajo la en
voltut'n mintica". (subrayado mío). Man:, ;:a rl. F1 cupi tul. Lliglo XXi, México, 1 'J83, T. I /vol.1 "f~p!lo
r:.:-" a 1n Gcp;unda edici6n,.pp.19-20.
! :·.r:• unn mnyor 11ro!'unc1íz11ci6n en lo cjjalé<'.f icn mnrxiatu véuse: l1:it 1 ra, !\ario. Lu diull:1:tic:a en Marx. l'inrtínez Hoca, barcelona, 1')7·1.
?7(·l'te¡;:a y Unsioet, J. 11 !.n 'Pilosofía de J,n Historia' de llep;el y la historiol\}p·ía". en ~i....f>¡:•'.lL t;cJ~~..!~.!:• p.G?.
~-·bnrtof'u y Gass<!t, J. 11 1rlen del teatro (una nhreviaturn)''., en Ideas ;,¡,t !·e nl tr>nt:ro y ln n<!Vdn. i·:evint<1 :ln r·cc1dnntf> ·~n .~] i ~111;.,¡;- ;·,;litor1r.l, h11.!1·i·a, 1982, p.',1·•.
?<J.,,..l huhlnr d(! di:il~c! 1cn, no me rr;ficro al mlit·odo de pen{'tror ··n las
•·: t ruc turas pr<·fnnrlns de las instituciones ni li la f6rm11l& capaz de
i•nnciirnns lns loynn do 1011 c11mhion hiot6ricon, nino a unn técnico ele
11rr11mt•ntnción. Por dínlóct:ico, untiencio 110 sentido mt.n rv·t6rico que
i'.i 1 on6r i co.
Al nrnor; enrrnyor. •>I 1 ... ,·11 i nnon de estructurn el i ulél:ti ca clnlat:nn los
d1r.11ient1w l'Hnp:ou: la afirmación y negación simultáneas de los contra
rios; ln trnnsform11ci6n dP una noci6n en su contrario inlwronte y la
im1licnció11 ele un s1•ntido oc;pccífico mcdiunte la ne¡ruc:í6n". . rwr-:r.tdl, 'l'how11,;. "L.11 dialéctica como formu de nrguuiento en Orte¡z:a y
G1,-1utiet", <:rt urtee;u hoy. p.155.
10~uprn. Cap. 1; B. hirspectiva y Circunstancia ~ p<i».;im.
31ürtH¡r,n y Gasset, J. ;,qué es filosofía'i p.170.
:n,., "l'a n.f, est•1 •''qHri1~ncin impremeditndn ll'l sido inolvicinble -lo que
l.o,..thn llnm:ibn un 'protot'ontim.·no'- y n nll" duho, lít:or111monto, toda ·unn <1imnn:,·itm dP r.:i .¡ .. _·t rinn: c¡ue es la r.o:rn el maestro dnl hombre".
Urt.ega y Guuset, .;. Uri ·en e iílo o de ]a :'i1oeofla. hev1stu de Ucci-<it!ot e en'' ianzu · itor1a, :irr-:rd, 1 1)81, pp.36-:~7.
Lue si~uienten reforencino que se hn~an de Aste texto serán con abrevia
tura: 0.8.F.
35"1!1 dimensión ele profnnoirlnd, sea espncia1 o de tiempo, sea visun] o
auctjtiva, Be prcBe11l11 uiemprc en superficie. lle suert;e que esta super
ficie posee en rigor rlo. v~lores: el uno cuando la tomamos como lo nue
es r.rnterí o1mente; el ot:ro cunnct"o lo vemos en r.u sep;unda vida virtunl.
J<n el i'1ltimo c11so 111 s11pcrflcie, nin _dejar de serlo, se dilata en un sen
tido r1·0J'unoo. t'.!ÜO es lo que 11:: .. :imos escorzo". trtof~a y linGFtd, ,J. l'~lit _ _!!<')Clneu dg~ 1,~ijo!~· Revistn de Occidente,
~.ailr•t<l, 1S?U;P. > •
-rn '1·tp¡•;1 .Y G;r.;:·et., ,J.~'.- p. 11'1.
-11• • ·'Jl'j~I_. n.117.
11() ·01·l•WH y Gan1;.:t, J. Goethe. Dilthey. p.·173.
- 120 -
1¡1 "Lo rprn ror pnrte rlo l n e osa es 'nspec to', por purte del hombro es
In 'vjntn' tnmnrln nqbro lu cosn. Le le puede llnmnr 'iden' (concepto,
noción, ntcJtcrn)". ~-p. ·~l}.
1"111·11 '·'! •r r1·r,c;,,nto nl ni•Tificndo prt•ciso de r·1~11litlad en Ortcp:a: ·.Y-~!'~~
~· <J:or • .1; n. J·ernpectivu y circunstancil•. Y de 6ste mi.nmo cupitulo:
P.. h>nnnmie1:to y r•en1id11d en la serie dialé..:tica.
11) Ortern y
1~ 11 'l-. d '>8 _.1_,_1_. p.c _
11,'La noci 611 <11~ ni ve] cr. <lí al éct.icos, esto es, la dialéctica como con,iun-·
to intP.f'J'IH!o de "ctinléct:.ictH•", es, muy probnt>lemente, lo que mflR ncer
c:1 1 n dial ~et ir.11 01·t.eruinnn con la de l!e 1 ~el. y.»u.!..!1!.· C:ip.Il l. Jrialócticu Crtep:uiana,et pusui.'!l.
4 t1"1·:Bt.e hed10 enorme !10 entra en colisi·6n con e~t.o- otro menor: que, de
fue t._., •:11ctn uno do no sol. roe ilc purl} 1 se de ti ene y de ,;a de penm1r en de
l.e rm 1 n:ido punt.o dt) la aeri" diulécticu. Unou pu1·un 11nt.en, otros dunpuéo.
hint6ricn dAtiene en un determinndo punto ou oerie dinl6ctica, co]npo~ndocH ent•n~cn el .rennumiu11to, pero "ln dinl6ctica oi~uo enngr11ndn". 1º ~1entro ei~lo con~entionndo por honda crisis ha esclerosado el movimiento tlinl~ctico; el nonunmiento en franca dieporui6n no atina o dar unu nuevo y ontnble imnRen del hombre y del mundo. Ante tnl panorama lo dlnlécticn vitnl ortevuinnn, eiendo conociente de ou posi~i6n en la historio de lo filosofín, ofrece la posibilidad, la alternativo, de continuar ln serie dialécticu con unn orientnci6n ~e "salvación".
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1"11!e1H1 pui·a un11 hiiitorin ••• " 1:11 ~· p. 1fA.
?"l.a vidu h11mnn11 es lo quo "~ !'n cndn mom1mto, en vista de un pasado
011e en el prenente perdura y pernctúa. Tara denominar este carácter de
nuestra ~·alid~d no tenemoE otra palabrh que 'historicidad'. Esta es ln doble rnz6n por ln cual me he permitido decir que una 'hiotorin de 111 filosofía' como exposici6n crono16~ica de los doctrinas filos6ficao,
ni ;•n lli ntori 11 111 lo ns dn l!i fi looofía. Es precirrn y formalmente ln
ftbstrocci6n de una efectiva historia de la filosofín". ~-
3Thid. p.1C':•.
/¡ l t>id. p. '1'/
'ilbid. p.18
6 Ibid. p.23
?"De esta eucrte, la sorie de fil6sofos aparece como un s6lo fillAofo q11e lwliior•u viv1cio don mil quinient:os aiios y durunto ellos hubiera 'se
FUido pnnnnndn'. ~n este tcrce1• aspecto se nos revcln el pasado filo
s6fico como lo in;rrmtr: mnlod{n de experjoncian intr:lect;uales por las
ou" ol l!omb' •. h» i cto nas ando". j i>id. µ •• '?
11..!l.L1. p. ·''l
9u.id. p. ·¡1
1f v _:__!.:.!.!l!.!2!.· cup. ! l l; nota llO.
-U'J-
C()flC T.ll::l I oNw; -------
En el tranncurso de lu inventip;ud6n ¡1wlimos comprender y cons
tnt :ir lon finen Últimos que lnten bn;jo el r;entil y contradictorio en
tr:irwdo del pe11:1nmiento ort1'•·11inno. l·,1 métodü bior•rát'ico-nnrrntivo de
) u rnz6n hist6rica. es apuntalndo por una humonizndn dialéctica vi tlll,
1 ci 1·11nl, por su carficter -o funci6n- m•?todol6L:ica y epistemol6r'.ica,
muentrn el devenir'del hombre con·ln reolidnd en eu cnncroci6n. Bin
•rn1bnrµ;o, tenemos que hncer i;eri os rnpnron a esta nr~udn i nterpretnci6n.
ComP.nzor•:mor: por de e ir que ,.1 movi mi onto d -¡al éc t· i co en ürtep;n os 1 imi
t '"'"• no 1dcnnzn 11 í)nw:lobnr ,.J movimiento de la totnlidad humana.
Vidn, rernpr•ctiv11 y circunstancio son lo:: 1rr11ndes e.ins de ln filo
sof{i. O!·ternii.nn11, ::;u inter111't'i6n en productci del movimiento dialéctico.
,.r.í hcmbre .Y ci rcunr;tmic: i 11 ei'.t !in i nmerr;o:; en un pr:rp1~t110 flujo internc
t.1wnte, '111<! f'11f"t1zment.e en nur.rwndido cuando el horr.hre pC'olongu su ento-'
rlfu cll'nt.ro de 1d. i·ero lo qllt! nou 11zor11 ":< q1w, •HI ídt.im11 in11t11nci11, en
nolnmente eso: homhre y circunstancio y ••• nada m6s. Incluso, si somos
múi; perq; .~r., notnremoo que l'rte¡:r,n termina por <JUedarse en un s6lo
ludo rle 111 rnln·~iAn. i.l coni;iderHr que lo prnpi111111·r.t.•1 h11m11no on •'l nnni
mir.mamiento, derivo cor conniruientn, a ln noledKrl 1 nl solipsinmo del
individuo; ln .'.!.i::.s,i6n constunte r;obre lu reulidfld no üf; esencial del hom
Ahorn bien, en el otro extremo, ln circuns~nricia, es vista 6nica
m1:11t.c con:o ol '\:1d.ul'no". Cc•mo en todos sus conceptos cl11vn, Ortep;a, res
pecto a lu ci rcunstnncia de~a trnsluc;i.r indecisiones y ombi¡rüedades •
No nlcunzu n dnr unu definici6n preciso de circunstancio¡ porque previ0-
m0nte no acierto a encuudrnr su entidad primordiul: lo fundamental del
l'nl .,. no e:; ••l otro. Con e:;t.o no se quiere decir que puro el filósofo eep:ir'.ol el entorno no esté poblado, lo está, fH!ro ••• ¡;¡, C()!;usl no du hom
br-.,r;. ;, P''!"RT' dP.l rlnr11•nporndo P.r;fuP.rzo, nn Rll er.tmli o .!:l. hombr•fl y l n
.e:::~'..!:.':• no p11clo dnr· !."":.~ ont:ol6dco a !u entidad noci;rl. bn buenu me