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ESTE TRABAJO SE ENCUENTRA EN PRENSA. SER PUBLICADO EN: Pablo de
Marinis (comp.): Comunidad: estudios de teora sociolgica. Buenos
Aires, Prometeo.
La comunidad societal de Talcott Parsons, entre la pretensin
cientfica y el compromiso normativista
Pablo de Marinis
Deben evitarse simples dicotomas del tipo de comunidad y
sociedad, tan sorprendentemente anloga a la dicotoma entre
capitalismo y socialismo. Los intelectuales contemporneos tienden
angustiosamente a retornar a estadios primitivos de comunidad como
remedio nico para las enfermedades y males de la sociedad
contempornea.
Talcott Parsons (2009: 54) [1970]
1) Introduccin
Enfocando sobre el ltimo tramo de la obra de Talcott Parsons, el
presente artculo tiene el propsito de poner a prueba unas claves de
lectura generadas y utilizadas en otros trabajos, orientados a
comprender la obra terica de algunos autores pertenecientes a la
segunda generacin de socilogos clsicos.1 En aquellos trabajos, el
foco del inters investigativo haba estado puesto especficamente en
las elaboraciones realizadas por estos autores acerca de la
idea-nocin-concepto2 de la comunidad. A contramano de buena parte
de la bibliografa secundaria en el campo de la historia de la
sociologa, ha podido constatarse que la comunidad en la sociologa
clsica no slo debera entenderse como un planteamiento nostlgico,
ansioso por restituir un idlico y mtico pasado ya irremediablemente
perdido. En efecto, para la sociologa clsica (y, como veremos, no
slo para ella) la comunidad muestra adems otras variadas facetas,
que sern brevemente resumidas en el segundo apartado de este
artculo.
A continuacin, en el tercer apartado, se entrar propiamente en
tema, realizando un fuerte salto espacial, temporal y epistemolgico
por el cual se llegar a cierto tramo de la obra de Talcott Parsons.
Habr algunas incidentales menciones a la enorme importancia de este
autor tanto para la historia de la sociologa de todo el siglo XX
como tambin para nuestro presente. Pero sobre todo interesar
localizar, en el contexto de su vasta obra y en su especfico
momento epocal (los aos 60 del pasado siglo), la emergencia y
perfiles de un estratgico concepto: la comunidad societal (en
adelante, CS).
1 A modo de ejemplo de estas claves de lectura vanse los
diversos artculos que componen el nmero de marzo de 2010 de la
revista Papeles del CEIC (www.identidadcolectiva.es). Por ejemplo,
Alvaro (2010) sobre Tnnies; Grondona (2010) sobre Durkheim; Haidar
(2010), Torterola (2010) y de Marinis (2010b) sobre Weber. Sasn
(2010) y Bialakowsky (2010), si bien tambin incluyen reflexiones
sobre los clsicos, despliegan una mirada ms extensa, que llega
hasta autores ms recientes. Vase tambin de Marinis (2010a) sobre
Tnnies y la abundante bibliografa (tanto de los propios clsicos
como secundaria) que en todos estos artculos se cita.2 Resulta
evidente que idea, nocin y concepto remiten a niveles diferentes de
entidad y consistencia de los fenmenos implicados. Por razones de
espacio, no podr desarrollarse aqu este asunto tan importante, que
excede en mucho al mero preciosismo estilstico.
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En un cuarto momento, se intentar aplicar a ese concepto
parsoniano las mismas claves de lectura ya probadas en relacin a
los clsicos. As, se detectar en qu medida en la CS parsoniana se
encuentran presentes (o no) los registros de la comunidad que se
haban verificado en aqullos. Como luego se ver, algunos de los
viejos sentidos clsicos de la comunidad desaparecen mayormente en
la obra parsoniana, mientras que otros se reconfiguran, cambiando
sus contenidos y sus implicancias.
En las conclusiones, finalmente, se resumir todo el recorrido
realizado. Pero adems se plantearn algunos argumentos en los que,
sintticamente, se sostendr que ni siquiera un autor como Parsons,
uno de los ms fervientes cultores de una sociologa madura,3 logr
desembarazarse de planteamientos de carcter ontolgico-normativista.
As, sus elaboraciones acerca de la CS pueden entenderse no slo como
un concepto analtico fundamental, sino tambin como un poderoso
esfuerzo de autoconciencia de la racionalidad poltica keynesiana.
Sin someter el concepto a una profunda historizacin, la
potencialidad de su valor analtico puede verse comprometida, y de
ese modo quizs quede reducido, apenas, al testimonio de un pasado
(el presente de Parsons) con el que, para bien o para mal, ya no
habremos de reencontrarnos jams.
2) La sociologa clsica y sus variados registros de la
comunidad
Resulta un lugar comn en muchos trabajos sobre historia de la
sociologa atribuirle en bloque a los socilogos clsicos una visin
nostlgica de la comunidad perdida debido al avance arrollador de
los procesos de modernizacin y racionalizacin social. Un versado
historiador del pensamiento sociolgico clsico como Nisbet
caracteriza el siglo XIX como grave transicin histrica (1996:
101).4 Debe admitirse que algo de cierto hay en ello. En el mismo
sentido, Tnnies, uno de los autores ms detalladamente analizados
por Nisbet, a finales del siglo XIX haba descrito el proceso de
modernizacin-racionalizacin como una desintegracin incontenible en
su progresivo avance (1947: 272).5
Pero, con todo, si se carga excesivamente el nfasis en
posiciones de esta ndole, toda la sociologa clsica del siglo XIX
podra quedar reducida apenas a una mera sociologa del orden, una
sociologa con la que simpatizan conservadores como Nisbet y a la
que deploran otros autores, crticos o informados por el marxismo.
As, si la sociologa clsica hubiera sido slo eso, no cabra otra
opcin que entenderla apenas como un emprendimiento refutador -o, en
el mejor de los casos, crtico interlocutor- del materialismo
histrico, o como un temeroso observador de la ebullicin
revolucionaria de las masas, o como ambas cosas a la vez. En suma,
como una sociologa que simplemente se dedicara a rememorar con
incontenible nostalgia los apacibles tiempos idos del mundo
premoderno. En este trabajo se sostiene que esa mirada de la
historia 3 En (1967) Parsons formul claramente sus crticas a la
inmadurez de la sociologa de su tiempo. Este ensayo, escrito en
1949, apareci publicado el mismo ao en una compilacin de ensayos de
su autora. La segunda edicin ampliada, de 1951, es la que fue
traducida al castellano y es la que se cita aqu.4 Es precisamente
Nisbet (y este libro suyo) a quien Parsons menciona en la cita del
epgrafe inicial de este trabajo, como ejemplo prototpico de uno de
esos intelectuales contemporneos que apelan a la vieja comunidad
como antdoto frente a los males de la sociedad contempornea (2009:
54).5 Por supuesto, no es esto lo nico que Tnnies tuvo para decir
acerca de la comunidad (la llave maestra de toda su sociologa),
pero no es ste el lugar para demostrarlo. Otra vez, vase de Marinis
(2010a) y, mucho ms profunda y extensamente, la tesis doctoral de
Alvaro (2012), donde aparecen problematizadas las posiciones acerca
de la comunidad no slo de Tnnies, sino tambin de Marx y de
Weber.
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de la sociologa contiene algunos elementos certeros, porque
alguna evidencia puede hallarse en ese sentido en varios de los
textos de los clsicos, pero en su conjunto ofrece una visin
excesivamente sesgada y unilateral.
La idea-nocin-concepto de comunidad ofrece una plataforma
excelente sobre la cual poner a prueba todas estas cuestiones. Muy
lejos de una posicin tan sesgadamente unidimensional, puede
observarse en autores como Tnnies, Weber, Durkheim (en cierto modo
tambin en Simmel y, antes de todos ellos, en Marx) una
problematizacin terica acerca de la comunidad que, por lo menos,
reviste las siguientes facetas, todas compleja y confusamente
superpuestas:
1) Una incorpora el concepto de comunidad como fundamental para
la constitucin-fundacin de un discurso sociolgico formal, abstracto
y con elevadas pretensiones de cientificidad (al menos, las
pretensiones por entonces exigibles). Se trata de una contribucin
para una especie de sociologa sistemtica o de sociologa pura que
pretende describir la realidad tal cual es, aceptando con
resignacin las duras realidades de la vida moderna. En este caso,
la comunidad conforma un tipo ideal en la jerga weberiana, o un
concepto normal en la perspectiva tnniesiana, al cual iban
adheridas una serie de notas distintivas alrededor de significados
tales como cohesin, comunin, autenticidad, permanencia, intimidad,
naturalidad, fuerte sensacin subjetiva de pertenencia, intensidad
emotiva, copresencia, etc. Estos conceptos tpico-ideales fueron
especialmente diseados para servir a la comparacin con fenmenos
empricos reales as como con otros tipos, dotados de otras y a
menudo contrapuestas notas distintivas (eminentemente, la sociedad,
caracterizada por significados muy otros: motivacin racional para
la persecucin de intereses, artificialidad, artefactualidad,
impersonalidad, frialdad, contractualismo, instrumentalidad,
etc.).
2) Otra apuntala este discurso sociolgico formal y vaciado de
historia por medio de una consecuente narracin histrica, que supo
tambin aunque no de manera exclusiva- llevar consigo una actitud en
cierto modo nostlgica respecto del pasado comunal de la sociedad
moderna. En este ejercicio, se vislumbra un esfuerzo por desplegar
una especie de sociologa histrica que intenta comprender y explicar
causalmente un presente moderno eminentemente societal, partiendo
de la consideracin de un pasado comunal. De este modo, y en
contraste con el sentido anterior (donde comunidad aparece como una
de las opciones empricamente posibles en el presente), comunidad es
lo que ya no somos, o lo que estamos dejando atrs, o lo que quizs
ya hemos dejado de ser.
3) La tercera problematizacin de la comunidad involucra una
actitud de proyeccin utpica. Esto supone la utilizacin de este
concepto como dispositivo terico-ideolgico que permite, por un
lado, condenar un presente societal plagado de males y patologas
(despersonalizacin, anomia, prdida de sentido, alienacin, etc.) al
que condujeron los procesos de modernizacin; por otro lado,
proyectar o esbozar los perfiles de un futuro comunitario (as sea
fragmentario, acotado, excepcional, puntual, local, episdico) como
posible salida del pozo ciego al que ha conducido la racionalizacin
moderna. En este futuro deseable habran de reactualizarse, aunque
adecuadamente reacondicionados y remozados, algunos de los viejos
componentes de la vieja virtud comunitaria. En esta empresa,
nuevamente, son instrumentos propios de la ciencia los que se
disponen para apuntalar una suerte de imaginacin poltica. Esto no
implica una ciencia inundada de valores, o meramente puesta al
servicio de
YoyResaltado
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la propaganda ideolgica, sino una situacin en la que, de la mano
de una demarcacin precisa de mbitos y de incumbencias, se aspiraba
no obstante a establecer fructferas relaciones entre ambos campos
de intervencin: la ciencia y la poltica, el saber y el poder, la
razn y la pasin.
Abundantes evidencias textuales tomadas de los propios autores
podran presentarse aqu para apuntalar cada uno de estos registros
de la comunidad, registros que -como ya se dijo y vale la pena
volver a subrayar- en sus obras aparecen siempre entremezclados,
superpuestos. Pero dado que no es ste el tema del presente trabajo,
se remite simplemente a los textos citados en la nota nmero 1, que
los abordan consecuentemente. En lo que sigue, se intentar en
cambio aplicar esta misma grilla conceptual consistente en, por lo
menos, estos tres registros de la comunidad, para el anlisis de un
concepto tan nodal como relativamente poco estudiado de la obra
parsoniana: la CS.6 Pero para ello ser necesario, primero, realizar
una caracterizacin general del concepto, as como apuntar algunos de
los problemas que necesariamente deja abiertos.
3) Parsons y la comunidad societal
Talcott Parsons fue, sin duda alguna, una de las figuras ms
importantes de la historia de la sociologa del siglo XX. Esta es
una afirmacin cuyo peso aumenta cuando se tiene en cuenta que la
sociologa, como disciplina autnoma de conocimiento, no tiene
siquiera dos siglos de existencia. Gracias a su tan peculiar como
pionera lectura de los clsicos (sobre todo de Durkheim y Weber),
contribuy al establecimiento del primer canon sociolgico, que tuvo
una relativamente larga vigencia y que, aunque de manera parcial,
an subsiste;7 realiz la primera gran sntesis terica, ambiciosa y
compleja, sobre los sistemas sociales de accin;8 y lleg a alcanzar
una posicin de relativa hegemona en el campo sociolgico, en las
dcadas centrales del siglo pasado.9
Por diversas razones, tanto internas como externas, entre los
aos 60 y 70 del siglo pasado Parsons fue destronado del lugar de
relativo privilegio que haba ocupado hasta entonces. En ello,
jugaron un importante papel tanto sus propias debilidades,
confusiones e inconsistencias intrnsecamente tericas como tambin
arraigados prejuicios de carcter ideolgico (propios y de sus
detractores), as como problemas histrico-coyunturales. Hasta tal
punto esto sucedi as que hoy son muy pocos los que leen y discuten
su obra, pese a que ella no slo marc el tono del debate sociolgico
de
6 Esta grilla conceptual comprende, por el momento, slo estos
tres registros de la comunidad, dado que ellos son los nicos que
han logrado sostenerse a travs de diversos ejercicios de
reconstruccin conceptual de la obra de los clsicos de la sociologa,
como los mencionados ms arriba. La tarea investigativa sigue su
marcha, a los fines de revisar o ampliar este esquema analtico. Los
diversos artculos que componen este libro (ms otros actualmente en
curso) son una buena muestra de ello.7 En efecto, debemos
principalmente a Parsons la incorporacin de Durkheim y Weber
(aunque no de Marx) en los lugares ms destacados del panten de
padres fundadores de la sociologa.8 Segn sostienen unos importantes
conocedores de su obra, Parsons procur desarrollar un esquema
conceptual exhaustivo y coherente que pudiera ser aplicado a toda
sociedad y a cualquier poca histrica, y que diera cuenta de todos
los aspectos de la organizacin social humana (Fox, Lidz y Bershady,
2005: 2).9 Vale aclarar que con esto no slo se est hablando de su
pas, Estados Unidos. As, la obra de Parsons fue central, por
ejemplo, para la constitucin de las sociologas cientficas de los
aos 50 y 60 del siglo pasado en varias universidades
latinoamericanas. Lo mismo vale para la reconstruccin de las
sociologas europeas de la segunda posguerra mundial.
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una poca completa, sino tambin de la que lo habra de suceder. Al
respecto, tngase en cuenta que los ms importantes tericos de la
sociologa de las dcadas finales del pasado siglo (Giddens,
Habermas, Luhmann, por ejemplo) sintieron la obligacin de, al
menos, ajustar cuentas con la obra parsoniana, lo cual fue
especialmente notable durante la dcada del 80, en la cual tuvo
lugar una suerte de rehabilitacin de la gran teora.10 Muy lejos de
pretender sistematizar aqu una obra tan vasta como compleja,11 en
este apartado se ofrecer apenas una somera aproximacin a un
concepto clave, acuado tardamente por Parsons (la CS), y que pese a
su centralidad ha sido asombrosamente poco discutido por la
recepcin posterior (Sciortino, 2005: 111). Pero, para ello, habr
que dar algunos breves rodeos, que ataen, primero, a la
caracterizacin general de las etapas en las que se divide su obra;
luego, al momento especfico en el cual introduce este novedoso
concepto; finalmente, se avanzar en la caracterizacin del concepto
mismo. Esta caracterizacin ser completada en el cuarto apartado del
trabajo, analizando la CS parsoniana desde la grilla de los
registros de la comunidad sintetizados en el segundo apartado.
Hay cierto consenso en la parsonologa acerca de la identificacin
de diversas etapas en su obra. La CS apareci casi al final de ese
recorrido. Ms all de las novedades que cada etapa introdujo, son
notables las continuidades que se expresan a lo largo de su
produccin terica. Ellas fueron reconocidas por el propio Parsons en
su autobiografa intelectual, en la que hizo referencia por ejemplo
al problema del orden en la condicin humana, en general, y en el
sistema social, en particular (1986: 70). Sobre la base de la
evidente insatisfaccin que le causaba la solucin hobbesiana a este
problema,12 en su primer gran libro (1971) [1937] se aboc a
encontrar convergencias entre varios autores (sobre todo Weber,
Durkheim, V. Pareto y A. Marshall) alrededor de la importancia de
los factores normativos de la accin humana, en forma analticamente
independiente de los intereses econmicos y polticos. El orden
(social) es, entonces, un primer concepto clave que atraviesa toda
su obra. Segundo: la racionalidad. En ello, Parsons mostr un
marcado inters por analizar el papel y la naturaleza de los
componentes racionales de la accin en relacin con aquellos que no
deberan ser considerados como tales (1986: 73).
Luego de las fases que se conocen como voluntarista y
estructural-funcionalista,13 desde mediados de los aos 50 Parsons
desarroll su famoso modelo AGIL (o
10 A modo de ejemplo de la abundante bibliografa donde el
alcance y el significado de esta rehabilitacin se discute, vase
Zabludovsky (2002).11 Tres libros disponibles en castellano cumplen
adecuadamente ese papel: Savage (1998), algunos captulos de
Alexander (1989) y Almaraz (1981). Se advierte que, en los tres
casos, no se trata de trabajos introductorios, y su lectura exige
el conocimiento previo de los textos ms importantes de la propia
bibliografa parsoniana. La literatura en ingls es, obviamente, ms
abundante. A modo de ejemplo, Alexander (1983), Gerhardt (2002), o
ms reciente y brevemente, los captulos introductorios de las
compilaciones de Trevio (2001) y Fox, Lidz y Bershady (2005).
Tambin resultan tiles -por su sinttica claridad pero a la vez por
la rigurosidad conceptual con la que tratan a la obra parsoniana-
los captulos II a IV de Joas y Knbl (2009). Como buenos exponentes
de un cierto revival parsoniano luego de unos 20 aos de olvido
prcticamente total, vanse tambin los trabajos reunidos en Holton y
Turner (1986) y Robertson y Turner (eds.) (1991).12 En resumidas
cuentas, para Parsons no hay orden social posible si los actores
slo persiguen sus intereses instrumentales.13 El libro central de
la primera etapa es (1971) y uno de los ms importantes de la
segunda es (1988). Los ensayos compilados en (1967) muestran
claramente la transicin de una etapa a la otra.
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paradigma de las 4 funciones),14 donde incorporando sugerencias
de la teora general de sistemas, afirma que todo sistema social,
como cualquier sistema vivo, es un sistema abierto, involucrado en
un proceso de intercambio (o en unas relaciones de inputs elementos
que el sistema recibe- y outputs elementos que el sistema genera-)
de informacin y energa con otros sistemas y sus ambientes.
Este modelo se convirti en el marco conceptual para prcticamente
todo lo que Parsons escribiera de all en ms. Segn l, todo sistema
tiene que enfrentarse a cuatro desafos, problemas o exigencias. La
letra A del AGIL corresponde a la adaptacin, orientada a satisfacer
las exigencias situacionales externas. El sistema debe adaptarse a
su entorno y hacer que su entorno se adapte a l. La adaptacin
consiste en los procesos activos que generan nuevos recursos para
el sistema (o asignan ms eficientemente los recursos disponibles
entre los actores individuales y colectivos del sistema), de manera
de poder asegurar nuevas capacidades para l. El organismo
conductual (al que posteriormente llamara sistema conductual) es el
especializado en el cumplimiento de esta funcin. La G corresponde
al logro de metas (o Goal Attainment). Todo sistema debe definir y
alcanzar unas metas primordiales en relacin a su ambiente. El logro
de metas consiste en organizar las actividades de los actores en la
forma de esfuerzos concertados, para alcanzar los cambios buscados.
El sistema de la personalidad es el encargado de esta funcin. La I
se relaciona con la integracin. Todo sistema debe regular la
interrelacin entre sus partes integrantes, y lograr un ajuste mutuo
entre las unidades del sistema, para garantizar la lealtad, la
adhesin y la interdependencia entre ellas. Estos procesos
comprenden, por ejemplo, mecanismos de control social,
institucionalizacin de rdenes normativos y sistemas de
estratificacin. Se podra decir que la integracin es la
contrapartida de la adaptacin (que conecta al sistema con el
ambiente exterior), en tanto atae a la organizacin del ambiente
interno del sistema. La diferenciacin de unidades dentro del
sistema requiere que se desarrollen mecanismos de integracin entre
ellas que creen solidaridad y, mediante pautas generales,
confronten los conflictos que inevitablemente surgen de esta
diferenciacin. Esto est a cargo del sistema social.15 Finalmente,
la L corresponde a la Latencia (o: Mantenimiento de Patrones y
Manejo de Tensiones). Todo sistema debe mantener y renovar las
pautas culturales que estn en la base de la motivacin de sus
miembros. Aqu se trata de valores compartidos, que aseguran la
adhesin a largo plazo de los principios bsicos de la accin.
Socializacin y aculturacin son los principales procesos implicados
aqu. Tiene que ver con la necesidad de formular y mantener la base
de identidad del sistema, es decir, lo que es especfico de l, lo
que lo distingue de su ambiente. Esta funcin es llevada a cabo por
el sistema cultural.
Al bajar un nivel en el anlisis, y al introducirse en la
especificidad del sistema social16 aplicando el mismo modelo AGIL,
los 4 subsistemas resultan ser ahora la 14 Para Almaraz, este
modelo representa la definitiva formalizacin lgica de la estrategia
de anlisis de Parsons (1981: 441).15 Para Parsons, el sistema
social es el ncleo de los sistemas de accin humana, puesto que
constituye el vnculo primordial entre la cultura y el individuo
considerado a la vez como personalidad y como organismo (1976:
710-1). En esta afirmacin pueden verse entrelazados los 4
componentes del paradigma tetrafuncional.16 Para Parsons, sistema
social no debe ser equiparado sin ms a sociedad. La sociedad es slo
un tipo de sistema social, precisamente aquel que alcanza el nivel
ms elevado de autosuficiencia en relacin a sus ambientes (1974a:
21). Autosuficiencia remite a la capacidad del sistema, lograda
tanto a travs de su organizacin y recursos internos como de su
acceso a las entradas que le ofrecen sus ambientes, para funcionar
de manera autnoma con objeto de realizar su cultura normativa, es
decir, sus normas y objetivos colectivos y, sobre todo, sus valores
(1976: 712).
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economa (A), la poltica (G), la comunidad societal (I), y el
sistema fiduciario (L). Cada uno de estos subsistemas dispone de un
medio que le es especfico, y que intercambia con sus ambientes,
tanto intra como extrasociales. Estos medios son, respectivamente,
el dinero, el poder, la influencia y los compromisos de
valor.17
Si bien obras anteriores ya venan preparando el terreno para
ello, por ejemplo (1964), es recin en La Sociedad (1974a) [1966]
donde el concepto de CS aparece por primera vez y de manera
explcita, en el marco de su intento por delinear una perspectiva
evolutiva y comparativa general que, partiendo de las sociedades
primitivas y arcaicas, pudiera llegar a la comprensin de los
perfiles actuales y posibles tendencias de desarrollo de las
sociedades modernas.
En resumidas cuentas, la CS es el ncleo estructural de la
sociedad, su subsistema integrativo. En tanto sistema, es el orden
normativo organizado dentro de un patrn, a travs del que se
organiza colectivamente la vida de una poblacin. Como orden,
contiene valores y normas diferenciadas y particularizadas, as como
reglas, que requieren referencias culturales para resultar
significativas y legtimas. Como colectividad, despliega un concepto
organizado de membresa que establece una distincin entre los
individuos que pertenecen o no a ella (1974a: 24).
La propiedad ms importante de la CS es el tipo y nivel de
solidaridad que en el sentido durkheimiano del trmino caracteriza
las relaciones entre sus miembros (1976: 712). Solidaridad es
entendida como el grado hasta el que (y las formas en que) es de
esperar que el inters colectivo prevalezca sobre los intereses de
sus miembros siempre que ambos entren en conflicto (ibdem).
En suma, la CS se basa en un conjunto de normas compartidas en
la interaccin cotidiana de sus miembros. Su funcin especfica es la
de desarrollar estructuras que permitan la unidad y la armona
interna de la sociedad como tal. Sostiene Almaraz que es como un
programa que rige la accin de los miembros de una sociedad bajo el
aspecto de su solidaridad como miembros de la misma (1981: 489).
As, debe facilitar la sensacin de pertenencia. Justamente aqu pasa
Parsons a localizar su solucin al problema hobbesiano del orden,
problema que ya lo vena aquejando desde sus primeros trabajos. Al
diferenciarse de la economa y de la administracin del poder, en la
CS se institucionalizan formas de solidaridad social a travs de su
medio especfico que es la influencia. As, la comunidad societal
debe proveer marcos de juicio delimitados, que dejen pocas
alternativas para la desviacin de la accin que ha sido socialmente
sancionada de acuerdo a valores compartidos y deseados (Chernilo,
1999: 18-9).
El concepto de la CS fue concebido por Parsons a un nivel de
abstraccin tal que permitiese un amplio anlisis comparativo de
diversos momentos o etapas en el marco del proceso general de la
evolucin social. Pero es evidente que para su aplicacin al anlisis
de la sociedad moderna tuvo que introducir consideraciones
especficas. As, al considerar los procesos de cambio, que
constituyen en su conjunto una evolucin
17 En este trabajo se pondr el foco en la CS. Por eso, se remite
a otros textos donde tambin los otros subsistemas del sistema
social son convenientemente desplegados (Chernilo, 1999; Almaraz,
1981; y, obviamente, Parsons y Smelser, 1956). Para el anlisis
especfico de cada uno de los medios de intercambio hay abundante
bibliografa del propio Parsons (por ejemplo, 1963).
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progresiva en direccin hacia la sociedad moderna,18 Parsons
(1974b: 39) subraya la centralidad de cuatro de ellos: adems de los
sociolgicamente ms convencionales conceptos de diferenciacin e
inclusin, menciona el ascenso de adaptacin y la generalizacin de
valores. Para los fines de este artculo, es indispensable hacer
aunque sea una breve referencia a esta ltima.19
Parsons afirma que la generalizacin de valores complementa a los
otros tres procesos a fin de que las diversas unidades de la
sociedad puedan lograr una legitimacin apropiada y modos de
orientacin para sus nuevos patrones de accin (1974b: 40). Estos
nuevos patrones emergen cuando la red de situaciones socialmente
estructuradas se hace ms compleja, y as el mismo patrn de valores
deber establecerse a un nivel de generalidad ms elevado, con el fin
de asegurar la estabilidad social (ibdem).
Para Parsons, en las especficas condiciones de la modernidad
avanzada, la CS no podra sostenerse si no se asentara sobre la base
del pluralismo. En efecto, en la sociedad moderna asistimos de
hecho a la proliferacin y a la yuxtaposicin de una variedad de
pluralismos: de intereses econmicos, de grupos polticos, en el
plano cultural (lo cual incluye, de especial inters para Parsons,
el pluralismo multidenominacional religioso), el pluralismo de
disciplinas intelectuales, y el pluralismo tico (1976: 713). Pero
para Parsons esto va mucho ms all de una mera constatacin de la
realidad de la existencia del pluralismo moderno, fuertemente
contrastante con el carcter comparativamente ms rgido y sencillo
del orden premoderno. Esto es, que el pluralismo constituye para l
prcticamente una respuesta a una exigencia funcional: las
sociedades modernas han de ser plurales, o no habr orden, esto es,
no habr sociedad.
Es evidente que estos conceptos parsonianos ofrecen numerosos
problemas, muestran abundantes puntos ciegos. En un trabajo
sumamente sugerente, Girola (2010) explora el lugar que ocupan los
conceptos de anomia e individualismo en las teoras parsonianas de
la modernidad cultural. Para ello, retoma el problema de la
generalizacin de los valores y lo conecta adecuadamente con el
problema del pluralismo de las sociedades modernas. As sintetiza la
intrincada argumentacin parsoniana: cuando una sociedad se
complejiza, como es el caso de las sociedades modernas, los
sectores, grupos y clases que la componen son mltiples y variados,
as como diversos son sus intereses y los valores que los animan. Es
por ello necesario que el marco valorativo sea cada vez ms
incluyente a la vez que plural (2010: 38) (nuestro nfasis).
De tal forma, en condiciones de modernidad avanzada, la CS
requiere la consolidacin de una serie de valores bsicos, generales
y abstractos. Al mismo tiempo, estos valores generales deben
admitir, tolerar o al menos no deben interferir sobre la vigencia y
validez de valores ms especficos, concretos y particulares,
relativos a los diferentes grupos, sectores, estratos,
organizaciones, instituciones en los que se encuentra dividida una
sociedad o sistema social crecientemente diferenciado. A este
panorama plural Girola lo describe con la plstica figura conceptual
de reas de operacin normativa diversa (2010: 39), que hace
pensable, por ejemplo, que en cierto espacio predominen
orientaciones universalistas, y simultneamente en otros espacios,
esquemas
18 Las comillas en la palabra progresiva son del propio Parsons,
y slo han servido para alimentar la interminable serie de
discusiones que tuvieron lugar entre quienes consideraban a Parsons
como un evolucionista lineal y quienes lo consideraban mucho ms
cauteloso o moderado en ese aspecto.19 Para una explicacin
detallada de los cuatro procesos vase Parsons (1974a, 40-49; 1974b,
39-41).
YoyResaltado
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particularistas, o que ambas orientaciones coexistan en el mismo
espacio segn cules sean las relaciones de relevancia.20
Parsons no deja de reconocer que esta situacin puede acarrear
conflictos para los individuos y los subgrupos, que se vern de
alguna manera confrontados con la exigencia de tramitar las
tensiones que supone su lealtad simultnea tanto hacia la CS, en
general, como hacia otras colectividades de ms bajo rango de las
que tambin son miembros (1974b: 22). As, dado que el pasaje hacia
un tipo moderno de sociedad supone un notable incremento en el
pluralismo de papeles (ibdem), esto puede traer aparejado un
importante problema de integracin para la comunidad societaria
(1974b: 23). Ms all de que, con ello, Parsons realiza una concesin
importante en el marco de una teora que pone el mayor de sus nfasis
en los aspectos integrativos y consensuales de los sistemas
sociales, no parece ser mucho ms lo que est dispuesto a decir al
respecto.21
No cabe duda de que la comunidad es un concepto con una fuerte
carga semntica que invariablemente ha denotado proximidad,
intimidad, unin, cohesin y recalentamiento del lazo social, y as lo
fue ya tambin para los clsicos de la sociologa en los que, a su
peculiar manera, tambin abrev Parsons. No parece forzoso pensar
que, en su novedosa articulacin del sustantivo comunidad con el
adjetivo societal, Parsons haya procurado romper uno de los
dualismos conceptuales22 que, de Tnnies en adelante, ms larga
carrera ha hecho en la historia de la teora sociolgica:
Gemeinschaft-Gesellschaft, o comunidad-sociedad. Todo esto a los
fines de subrayar la importancia de lo comunitario que persiste,
pervive o late en lo societal moderno (e incluso lo sostiene) o, al
revs, el influjo que lo societal puede ejercer incluso en las
esferas ms ntimas, personales y privadas de los individuos. Dicho
de otro modo, este concepto de la CS permitira romper tanto con la
nostlgica obsesin por la comunidad perdida como con las imgenes
unilaterales de una racionalizacin imparable que no dejara espacio
alguno para el cultivo de la intimidad o de la intensidad
afectiva.
Con todo, compartimos con Girola la afirmacin de que Parsons
pinta un cuadro excesivamente armonioso de la sociedad contempornea
(2010: 66).23 La imagen de una sociedad como compuesta por
numerosas y plurales esferas de sociabilidad que exigen de los
individuos lealtades y compromisos valorativos, que demandan de
ellos sacrificios al tiempo que les garantizan libertades, que
sirven a la persecucin instrumental de los intereses pero que
tambin les ofrecen espacios de refugio, de afectividad e intimidad,
conserva bastante de la imagen durkheimiana de la democracia, el
asociacionismo moderno y la moral cvica (que en sus Lecciones de
Sociologa aparece con particular claridad), o de la imagen
tocquevilliana donde aparece realzado el papel de las asociaciones
intermedias en el marco de un juego de pesos 20 Subyace a toda esta
argumentacin la conocida arquitectura conceptual parsoniana de las
variables pautas (pattern variables), y dentro de ellas en
particular la que se refiere a la polaridad
universalismo-particularismo. Sobre este importante tema se volver
ms abajo.21 En este mismo libro, vase el trabajo de Sadrinas, que
problematiza en detalle las ambivalencias del pensamiento
parsoniano en torno a los aspectos incluyentes y excluyentes de la
CS.22 Oposiciones metafsicas, llama a menudo Alvaro (2011) a este
tipo de dualismos conceptuales.23 La mayora de los crticos de
Parsons, desde los llamados tericos del conflicto, Mills, Gouldner
hasta autores ms recientes, ha sostenido exactamente lo mismo. Pero
los argumentos de Girola son mucho ms sutiles y balanceados, y as
pretendemos que sean los nuestros. Quizs esto nos resulte posible
por el mero hecho de estar localizados en una poca en la cual buena
parte de las pasiones antiparsonianas se ha mayormente apagado, y
cuando el hacer lea de un rbol que evidentemente se ha cado se nos
representa como un ejercicio que carece absolutamente de
atractivo.
-
y contrapesos entre los intereses individuales y el creciente
poder del Estado.24 Las conceptualizaciones parsonianas acerca de
la CS ofrecen tambin una evocacin del conocido tema weberiano de la
fragmentacin moderna de las esferas de valor y de la
Eigengesetzlichkeit (la propia legalidad) de cada una de ellas.
Pero, en todos los casos, se termina desembocando en una posicin
que, otra vez segn Girola, lo muestra a Parsons como menos crtico y
escptico que sus maestros (2010: 67). Pues en la CS parsoniana no
parece haber demasiado espacio ni para prdidas de sentido, ni para
despersonalizacin, ni para alienacin, ni para formas anmicas de un
individualismo exacerbado, ni para desbordes de la cultura objetiva
sobre la subjetiva, elementos todos infaltables en los diagnsticos
sociolgicos clsicos de la modernidad, y que no sera forzado esperar
de una posicin que llega incluso a reconocer la existencia de reas
de operacin normativa diversa.
4) La comunidad societal revisitada. (O: qu tan comunitaria es
la comunidad societal parsoniana?)
Todas las cuestiones hasta aqu planteadas se retomarn en lo que
sigue, cuando de manera explcita habrn de recuperarse para la
consideracin de la CS parsoniana las claves de lectura que en otros
trabajos se han utilizado para la lectura de los clsicos de la
sociologa, y que se han sintetizado en el segundo apartado de este
trabajo. En un primer momento, se analizar si la CS puede ser
tambin entendida como un tipo histrico (4.1). Luego, se intentar
comprender si constituye o no un tipo ideal (4.2). Finalmente, se
considerarn los componentes utpicos y normativos que el concepto
involucra (4.3). Vale la pena subrayar que estos tres aspectos
constituyen distinciones de carcter meramente analtico. De tal
forma, las evidencias textuales tomadas tanto de la obra del autor
como de sus comentaristas, y que sern utilizadas para sostener
estas hiptesis, podrn servir simultneamente a diferentes
propsitos.
4.1) Comunidad societal, historia, evolucin
Comunidad es lo antiguo y sociedad lo nuevo, como cosa y nombre,
sostena Ferdinand Tnnies en 1887 (1947: 21), entre muchas otras
afirmaciones que realiz en su pionero libro acerca de la comunidad,
acerca de la sociedad, y sobre todo acerca de la oposicin polar
entre ambas. Nada parecido a esto puede encontrarse en la obra
parsoniana, y mucho menos an en relacin al concepto que aqu nos
ocupa, la CS. En efecto, el fuerte sentido secuencial-histrico de
la polaridad conceptual comunidad-sociedad, presente al menos en
una parte del pensamiento sociolgico clsico, resulta mayormente
desdibujado en la CS de Parsons. Por eso no hay en l una concepcin
de la comunidad como lo meramente sido ni tampoco como antecedente
de lo que es la sociedad moderna. As, la CS parsoniana no es
directamente asimilable a una poca histrica especfica, sino que es
el substrato bsico de solidaridad e integracin de los ms diversos
sistemas sociales, en las ms diversas constelaciones histricas. Es
por
24 Parsons fue uno de los primeros autores estadounidenses en
efectuar una cuidadosa recepcin de la obra del socilogo francs, y
esto ya se hizo patente desde (1971) [1937]. En su autobiografa
intelectual (2009) reconoce la fuerte deuda que mantuvo con
Durkheim a lo largo de toda su vida. Y, finalmente, en la fase de
su obra que aqu ms nos interesa, se producen las ms intensas
reelaboraciones, en especial de la nocin de solidaridad social,
estratgica para acuar su concepto de la CS (vanse, por ejemplo, las
voces Sistema social y Emile Durkheim en 1976 [1968]). Tiryakian
(2000) reconstruye acabadamente la recepcin completa de la obra
durkheimiana por parte de Parsons. Las relaciones de Parsons con
Tocqueville, en cambio, han sido mucho menos problematizadas. En
Henao (1990) hay algunas incidentales referencias al respecto.
-
eso que Parsons puede hacer referencia tanto a la CS griega,
como a la de la ciudad medieval, como a la CS estadounidense
moderna. Todo esto no quita que, en la misma veta abierta por los
clsicos, la consideracin que hizo Parsons acerca de remotos pasados
haya estado estrictamente puesta al servicio de la (auto)comprensin
de la modernidad.
Frente a las fuertes acusaciones de ahistoricidad y abusiva
abstraccin que le realizaron numerosos crticos, cabe aqu subrayar
que efectivamente la historia y la evolucin social han sido objeto
especfico de reflexin de este autor, aunque quizs no en la forma
que pudiese agradar a estos crticos, abonados a otras teoras del
cambio social. Precisamente en la fase de su obra que aqu
mayormente nos interesa, Parsons desarroll una completa teora de la
evolucin social, en la cual despleg unas conceptualizaciones que
pretendieron dar cuenta de un conjunto extenso de transiciones
epocales, suministrando herramientas tericas de cuo ciberntico para
un anlisis evolutivo y comparativo de pautas institucionales en un
marco histrico extenso. En textos tales como 1964, 1974a y 1974b
esta intencin se expresa con la mayor elocuencia.25 Los procesos
mencionados ms arriba (diferenciacin, inclusin, ascenso de
adaptacin y generalizacin de valores) son los que estn en la base
de (y sirven para explicar) todas estas transiciones
evolutivas.
Para reforzar el argumento, esta seccin se cerrar haciendo una
referencia a las famosas variables pauta parsonianas. El punto de
partida de Parsons para la elaboracin de estas variables pauta fue
la ya mencionada dicotoma Gemeinschaft-Gesellschaft que acu Tnnies
y que luego habra de hacer una larga carrera. Si bien fueron
concebidas en una etapa de la obra parsoniana anterior a la que ms
interesa aqu,26 y si bien no pueden ser directamente relacionadas
con los problemas que plantea la CS, parece relevante mencionarlas
porque en ellas se revela el esfuerzo por conectar las abstractas
categoras estructural-funcionales con intereses empricos de anlisis
histrico.
Mediante la elaboracin de estos pares de conceptos
(afectividad-neutralidad afectiva; orientacin hacia s
mismo-orientacin hacia la colectividad;
universalismo-particularismo; adscripcin-logro;
especificidad-difusividad) Parsons pretendi varias cosas a la vez:
identificar disyuntivas concretas y ante las que los actores deben
enfrentarse al elegir sus cursos de accin, es decir, al nivel
concreto de la experiencia comn, en la medida en que la conducta
concreta implica elecciones implcitas o explcitas (Almaraz, 1981:
289), pero tambin se encuentran en ellas articulaciones importantes
con los sistemas de la personalidad, la sociedad y la cultura. En
efecto, respectivamente, en las variables pauta se expresan tanto
disposiciones de necesidad inscritas en el sistema de la
personalidad de los actores, como definiciones
25 Habiendo ya sentado algunas bases tericas en (1964), al
presentar su concepto de universales evolutivos, el recorrido de
(1974a) comienza con las llamadas sociedades arcaicas y finaliza
considerando las sociedades de semillero (Israel y Grecia). La
consideracin de la sociedad moderna, y de sus fundamentos
premodernos, se realiza en otro libro, concebido como continuacin
del anterior (1974b). Esta fase de la obra parsoniana est
magnficamente sintetizada en Trevio (2001: xlix-lii), as como por
Fox, Lidz y Bershady (2005: 13-15). Cf. la interesante apropiacin
de los universales evolutivos parsonianos que desarrolla Mouzelis
(1999), para desarrollar una teora no eurocntrica de la modernidad,
ms sensible que Parsons para la identificacin de variantes de
modernidad. En versin revisada, este trabajo fue posteriormente
republicado en Mouzelis (2008).26 En efecto, un primer desarrollo
completo de las variables-pauta aparece en la fase
estructural-funcional de la obra parsoniana. Vase, sobre todo,
Parsons (1988).
-
institucionales de roles (que, como se sabe, corresponden al
sistema social), as como reglas de legitimacin y orientacin propias
del sistema cultural. Al volcarse hacia uno u otro de los polos de
estos pares dicotmicos, en el contexto de sus inter-acciones, los
actores ponen en juego la interdependencia y la interpenetracin de
estos sistemas.
Pero lo que interesa subrayar respecto de las variables pauta no
es slo la evidente intencin analtica de Parsons, sino el registro
histrico que tambin est implicado en ellas. As, Parsons tiende a
visualizar algunos de los polos de las variables pautas como
tpicamente modernos (por ejemplo, los compradores se relacionan con
los vendedores de mercancas siguiendo, de manera predominante,
orientaciones afectivamente neutrales), y otros como tpicamente
premodernos (por caso, la preponderancia del elemento adscripto por
sobre los logros). Pero las cosas no son tan sencillamente
esquemticas, y en ello vuelve a tallar fuerte la alta diferenciacin
de espacios normativos que es propia de las sociedades modernas, as
como los diferentes niveles de anlisis implicados. As, se vuelve
perfectamente posible que los afectos resulten prevalecientes en
las relaciones de intimidad, y que esto pueda muy bien coexistir
con la persecucin racional de intereses en las acciones pblicas (si
se las quiere llamar as) de los actores. Resumiendo: para algunos
de los exponentes de la sociologa clsica (en especial Tnnies y
Weber, aunque slo sea en parte de la obra de ellos), instalados
firmemente en el contexto epocal de la modernidad y aspirando a
constituir una suerte de autocomprensin de la misma, comunidad
parece referirse al pasado premoderno de las sociedades
tradicionales; por el contrario, el concepto parsoniano de la CS
est dotado de un nivel de generalidad y abstraccin tal que impide
su utilizacin para hacer referencia estricta a un momento histrico
determinado. Y esto puede afirmarse incluso cuando Parsons, como se
ha intentado demostrar, ha puesto tambin en juego importantes
teorizaciones acerca del cambio evolutivo de las sociedades.27
4.2) La comunidad societal como tipo-ideal?
Sabido es que adems de constituir un tipo histrico, para la
sociologa clsica la comunidad haba sido a la vez un tipo ideal y,
en tanto tal, un constructo ficcional, ahistrico y abstracto, pero
que -como cualquier tipo ideal- estaba especialmente puesto al
servicio del anlisis histrico-emprico. En qu sentido puede decirse
que esto mismo vuelve a manifestarse en el caso del concepto de la
CS parsoniana? Para responder este interrogante ser necesario
realizar algunos rodeos argumentativos, por los que se llegar a
sostener que el sentido ideal-tpico de la comunidad en los clsicos
resulta fuertemente reconfigurado en la CS de Parsons.
As, por un lado, pareciera no haber en este autor relaciones
tpicas de comunidad, con todas las notas distintivas que a ella
iban asociadas, por ejemplo en Tnnies o en Weber (comunin, cohesin,
afectividad, intimidad, etc.). As, para l, todas las relaciones
interindividuales (o inter-acciones) son connotadas simplemente
como relaciones sociales. Y la CS se pretende instalar en un nivel
muy diferente que el tipo ideal weberiano o el concepto normal
tnniesiano, esto es, no precisamente en el nivel
emprico-descriptivo de las relaciones interindividuales sino en el
nivel analtico para
27 Sobre las tensiones entre cambio y evolucin en la etapa del
pensamiento parsoniano que aqu ms nos interesa vase el trabajo de
Pags y Rub en este mismo libro.
-
caracterizar a un subsistema del sistema social, justamente al
subsistema encargado de la funcin de la integracin. Ms an, el
nombre del propio concepto (comunidad societal), que en realidad
articula dos conceptos sociolgicos fundamentales, expresa el
intento de romper con (o de ir ms all de) la clsica distincin
dicotmica comunidad-sociedad, como ya se apunt ms arriba. As lo
afirma expresamente el propio Parsons,28 y as lo reconocen varios
de sus comentaristas.29
Por otro lado, no parece ser casual que para designar el
subsistema integrativo del sistema social, Parsons haya recurrido a
este sustantivo (comunidad) que a travs de la historia del
pensamiento social (y no slo de la sociologa) ha experimentado tal
carga semntica. Esta afirmacin se mantiene en pie aunque el
sustantivo lleve anexado el adjetivo societal. As, es indudable que
en la CS persiste algo del sentido tan claramente subrayado por
Weber como propio de las relaciones de Vergemeinschaftung, esto es,
la sensacin subjetiva (por el lado de los partcipes) de conformar
un todo, de formar parte constitutiva de un colectivo, de un
nosotros que se distingue de otros nosotros. Sin embargo, en el
caso de la CS, la inmersin en el colectivo parece tambin incluir un
componente voluntario, activo, de adhesin consciente, racional y
deliberada, y no tanto esa sensacin de fusin colectiva, de intensa
afectividad y naturalidad, de ribetes tan romnticos, y que es
propia de la versin alemana de la Gemeinschaft. As, la comunidad
societal en la versin parsoniana (de tonalidad tan anglosajona, por
cierto), parece incluir mucho ms los rasgos de una sobria civil
society y de una mesurada esfera cvica con rasgos individualistas,
contractuales y liberales, que de la tormentosa y bullente
comunidad primordialista, esencialista, culturalista, y tan cercana
a nociones de sangre y suelo, que suele aparecer invariablemente
-con la sola excepcin de Plessner (2002)- en el pensamiento alemn
sobre la comunidad.30
Retomando lo planteado ms arriba, debe recordarse que los
resquemores de Parsons respecto de esta famosa distincin, polaridad
o antinomia entre comunidad-sociedad ya se haban empezado a
manifestar muy temprano. En 1937 ya haba elaborado unas notas sobre
comunidad y sociedad (1971: 836-846) en las que expres sus reparos
por la forma polar que asumieron estos conceptos en la obra
tnniesiana y que, segn l, se habra prolongado, aunque modificada,
en la obra weberiana. Tambin en este contexto deben volver a
mencionarse las variables-pauta, para cuya elaboracin Parsons
tambin abrev crticamente en la obra de Tnnies, como ya se ha dicho,
aunque rompiendo con el sentido secuencial-histrico que, se sabe,
es central (aunque no de manera exclusiva) en el fundador de la
sociologa alemana.
Por razones de espacio, no podr reconstruirse el recorrido
completo de los reparos que plante Parsons ante la famosa dupla
sociolgica Gemeinschaft-Gesellschaft, pero se citar un pasaje de un
texto que constituye un interesante punto de llegada de su
reflexin. Se trata de un manuscrito publicado pstumamente, cuya
escritura se vio
28 Vase, por ejemplo, la cita que se ha colocado como epgrafe al
comienzo de este artculo.29 Por ejemplo Sciortino (2010: 243).30 El
importante problema de las diferentes semnticas de la comunidad
implicadas en diferentes contextos de produccin cultural, aunque ya
mencionado incidentalmente en otros trabajos del autor de este
artculo, merece un anlisis detallado sobre el que lamentablemente
no puede avanzarse aqu. Vanse los trabajos de Grondona, Haidar y
Torterola, en este libro, que avanzan en parte en esa direccin al
abordar, entre otros temas, el pensamiento de la comunidad de la
Escuela de Chicago de Sociologa y sus antecedentes del pragmatismo
estadounidense. Numerosas sugerencias para el anlisis de las
diversas semnticas de la comunidad pueden hallarse en el - tan
breve como profundo - trabajo de Honneth (1999).
-
interrumpida por su muerte, en 1979,31 y donde Parsons lleg a
afirmar lo siguiente: Gemeinschaft y Gesellschaft tienen una
utilidad analtica limitada, no slo () porque esas categoras toman
como unidas entre s variables sobre las que, de hecho, puede
demostrarse que varan independientemente, sino porque no
constituyen en absoluto una genuina polaridad antittica. Una no es
la anttesis de la otra, sino que ambas se posicionan en una relacin
ortogonal (Parsons, 2007: 87; traduccin PdM).
La relacin ortogonal entre comunidad y sociedad es apenas
postulada pero lamentablemente no resulta profundizada de manera
explcita por el propio Parsons. Quizs haya sido slo una metfora til
a los fines de rechazar el carcter de anttesis polar de
comunidad-sociedad. La variacin independiente de las dos variables
podra sugerir que en Parsons, a contramano de muchos relatos
sociolgicos clsicos, no sera correcto afirmar que a ms sociedad
menos comunidad, y viceversa. Comunidad y sociedad, entonces, no se
derivan una de la otra, en el sentido de representar una secuencia
histrica donde una surge sobre las ruinas o como consecuencia de la
disolucin de la otra. Desde luego, queda pendiente elucidar qu tipo
de espacio o de plano es el que estn dibujando estos dos vectores
al relacionarse ortogonalmente. Quizs se trate, sin ms, del espacio
abstracto de la socialidad, en el cual cada uno de los infinitos
puntos que lo integran contiene, en proporciones diversas,
componentes de uno y otro vector, y resultan de proyecciones de
diferente longitud. Esto podra estar relacionado con lo apuntado ms
arriba en trminos de las reas de operacin normativa diversa. Segn
cul sea la localizacin o, mejor dicho, la proyeccin de cada punto
respecto de los respectivos vectores ser posible identificar mayor
o menor presencia de rasgos tpicos de cada uno.32
4.3) La comunidad societal como utopa keynesiana de
integracin
El argumento que se verter en esta seccin puede resumirse como
sigue: en la CS parsoniana, el sentido utpico de la comunidad tal
como apareciera en los autores clsicos permanece presente, aunque
sus contenidos resultan fuertemente reconfigurados. Esto se debe,
sobre todo, a que se halla bajo el paraguas de una racionalidad
poltica diferente (keynesianismo) a la que haba alojado al
pensamiento de aqullos o, mejor dicho, de la que fueron crticos
interlocutores (liberalismo). Formulado esquemticamente: la
moralizacin de un mercado desgarrado por el conflicto de clases que
haba ambicionado Durkheim, o la contencin del avance de la
burocracia a travs de la emergencia de un liderazgo poltico a la
vez fuerte y responsable propuesta por Weber, o la rehabilitacin de
la virtud comunitaria en clave postsocietal postulada por Tnnies,
medio siglo despus ceder su paso en Parsons a una posicin
diferente, aunque tambin dotada de una fuerte impronta utopista.
Ella estaba movida por unos deseos incontenibles de ampliacin de
las esferas de la ciudadana social, en el contexto de un esquema
balanceado que sin frenar los avances del proceso de la
diferenciacin funcional (y sin dificultar la optimizacin de los
rendimientos especficos de aquello que se diferencia) a la vez no
bloquee el
31 Dormido en los cajones del archivo de la Universidad de
Harvard, gracias a la tarea editorial de Sciortino, recin en 2007
pudo ver finalmente la luz.32 Es evidente que estas afirmaciones
requieren de mayores profundizaciones sobre las que lamentablemente
no se podr avanzar ahora. Es de esperarse que su ausencia no afecte
los propsitos de este artculo. Son de agradecer las ilustrativas
explicaciones de Ferdinand Simonowicz (en comunicaciones personales
con el autor de este trabajo) sobre el significado de las
proyecciones ortogonales en fsica y matemtica.
-
despliegue de la individualidad o limite las esferas de libertad
personal. Todo esto deber demostrarse a continuacin.
Ms an que en las partes previas de este trabajo, ser necesario
aqu subrayar con particular nfasis el contexto histrico-social y
poltico donde las conceptualizaciones parsonianas sobre la CS
tuvieron lugar: los EE.UU. en los aos 60 del siglo XX, lo cual
remite a dos rdenes de fenmenos, tanto internos como externos a esa
sociedad. Por el costado interno, se asiste a un escenario de
profunda conflictividad: luchas por los derechos civiles, pobreza
tnicamente sesgada y ghettificacin, revueltas estudiantiles,
inconformismo moral y generacional, secuelas del macartismo,
Vietnam, etc. Por el lado externo, las fuertes tensiones polticas y
armamentsticas derivadas de la Guerra Fra entre el mundo libre (a
cuya cabeza se localizaban y an pretenden seguir localizndose los
EE.UU.) y los pases detrs de la Cortina de Hierro.
Frente a todo esto, Parsons, un optimista verdaderamente
incurable, no da el brazo a torcer en lo referente a uno de sus
supuestos fundamentales, presente ya desde sus obras ms tempranas:
la realidad y la posibilidad de la existencia de un orden asentado
en un consenso en torno a unos valores compartidos y autnomamente
asumidos por los actores, tanto en lo referente a un orden domstico
como en los parmetros que podran regir las relaciones
internacionales. Y si tanto en lo interno como en lo externo
arreciaban las evidencias contra la existencia real de ese orden,
Parsons opta ms bien por redoblar la apuesta: in the long run,
justicia social e integracin habran de constituir un crculo
virtuoso, en especial en su propio pas.33
Alguna evidencia trata de aportar para ello. Un buen ejemplo
viene dado por su conocido ensayo Full citizenship for the Negro
American? (1965), donde describe en una larga y entreverada
exposicin histrica y conceptual los sucesivos avances realizados en
la integracin de los diversos grupos en la CS estadounidense y,
sobre todo, apunta las tareas an tristemente pendientes en
referencia a las poblaciones negras.
Precisamente en este contexto se inserta la intensa relectura de
Durkheim que realiza Parsons, en la cual recupera el viejo tpico
sociolgico de las formas de la solidaridad social. As, para l, el
aspecto mecnico de la solidaridad viene garantizado por la
ciudadana en el sentido de T.H. Marshall, es decir, incluyendo
tambin aspectos sociales, un suelo bajo el cual se supone ninguna
categora de personas debe caer (1974b: 140). En ello, todos somos
segmentos. La solidaridad orgnica, a su vez, revela facetas mucho
ms problemticas, como tambin lo eran para Durkheim, puesto que se
trata de cohesionar todo aquello profundamente diferenciado en
roles, y la diferenciacin de espacios normativos que ello trae
consigo.
El modelo estratificado y secuencial de la ciudadana de Marshall
encuentra intenso eco en varios trabajos de Parsons de aquellos
aos, en especial en el ya mencionado Full citizenship, as como en
la voz sistemas sociales de la Enciclopedia.34 Es justamente en
este tipo de trabajos donde los resbalones normativistas de
Parsons
33 Vase Fernndez Reyes (2010), quien tambin ensaya un ejercicio
que, como el que aqu se plantea, pone de alguna manera en tensin el
discurso terico normativista de Parsons con los caldeados aos 60
del pasado siglo.34 Mouzelis (2008), en especial en el captulo 2,
desarrolla sintticamente las apropiaciones del pensamiento de
Marshall que hizo el Parsons de los aos 60.
-
adquieren la mayor visibilidad, justamente cuando las cosas no
necesariamente se estaban manifestando como deban ser. Por ejemplo:
La nueva comunidad societaria, concebida como institucin de
integracin, puede funcionar a un nivel diferente de los que son
familiares a nuestras tradiciones intelectuales; debe ir ms all del
dominio del poder poltico, la riqueza y los factores que los
generan, llegando a los compromisos de valores y mecanismos de
influencia (1974b: 154; nuestro nfasis, PdM.). Legtimo es
preguntarse qu hacer si estos compromisos de valores y mecanismos
de influencia no logran llegar ms all del reino del dinero y el
poder, como tan a menudo ha sucedido y sigue evidentemente
sucediendo.
En el mismo optimismo parsoniano, a veces rayano con la
inocencia, recaen algunos de sus comentaristas ms encomisticos,
como Sciortino, quien por otro lado afirma algo indiscutible: que
el periodo histrico en el cual Parsons vivi estuvo caracterizado
por una expansin que por entonces pareca irreversible de la economa
keynesiana. Pero luego agrega algo que puede resultar ciertamente
controvertido, y que requerira mayores evidencias empricas que las
que se pueden aportar en breves artculos como el suyo o como el que
aqu se presenta. Dice Sciortino: Seguramente la comunidad societal
en los Estados Unidos sigue estando fuertemente fragmentada a lo
largo de lneas religiosas, tnicas y raciales, pero es mucho ms
ampliamente inclusiva y des-etnicizada de lo que muchos
observadores podran haber estado dispuestos a aceptar cuatro dcadas
atrs (2010: 252; traduccin PdM). Por cierto, Sciortino afirma esto
en relacin a un pas donde la eleccin de un presidente catlico
suscit grandes escndalos hace apenas medio siglo, y que hoy ha
llegado a tener un presidente negro, pero que de todos modos sigue
albergando profundas desigualdades en las cuales el componente
tnico-cultural no ocupa un lugar menor.
Tambin en un texto reciente, un antiguo colaborador de Parsons,
Victor Lidz (2009), realiza un anlisis retrospectivo de Full
Citizenship 40 aos despus de que viera la luz. Sintetiza una serie
de cambios positivos experimentados desde entonces por las
poblaciones negras (desde inserciones comparativamente mejores en
el mercado de trabajo y en la participacin poltica, pasando por el
acceso a servicios de salud), pero tambin admite algunos costados
negativos (la persistente sobrerrepresentacin de los negros entre
los pobres y las personas encarceladas, la degradacin de los
servicios pblicos en zonas de fuerte presencia negra, etc.). Y
finalmente, identifica tres cuestiones que Parsons no pudo en su
momento prever, y que de haberlas conocido deberan haber mitigado
aunque sea parcialmente su acentuado optimismo por las capacidades
integradoras de la CS estadounidense: la fragilidad que a la postre
tuvieron algunas iniciativas polticas de los demcratas, que se
vieron fcilmente contrarrestadas por las posteriores
administraciones republicanas; el retroceso de la industria con el
consecuente aumento del desempleo en especial en poblaciones
negras; y los importantes cambios demogrficos acaecidos de la mano
del crecimiento de poblaciones asiticas y latinoamericanas, que si
bien matizaron el fuerte clivaje histrico blanco vs. negro en EEUU
plantearon un nuevo foco de competencia para los negros en el
mercado de trabajo, o en la recepcin de beneficios sociales.
En suma, las pautas de ciudadana que estn en la base de la CS no
parecen haberse desarrollado en esa direccin expansiva y
acumulativa que Parsons avizoraba, siguiendo a T.H. Marshall y
traducindolo de algn modo a la realidad de su pas, en ciertos
sentidos tan distinta a la de la mayora de los pases de Europa
Occidental. En efecto, esto no sucedi ni en EE.UU y tampoco, justo
es decirlo, en otras partes del mundo.
-
Porque apenas una dcada despus de que Parsons desarrollara su
teora de la CS, el castillo de naipes del Estado de Bienestar se
derrumb estrepitosamente, y a ello le siguieron por lo menos tres
dcadas de hegemona neoliberal, de la que lejos se est an de poder
postular su finalizacin, ms all de los problemas que evidentemente
ha venido mostrando, y de lo cual la actual crisis europea es una
fuerte expresin.
Otros autores, como Gerhardt (2001; 2002) y Sciortino (2004;
2005; 2010), insisten en defender la actualidad y la pertinencia de
las teoras parsonianas de la CS para comprender fenmenos
actualmente en curso como la globalizacin, el multiculturalismo y
la reconfiguracin de nociones como sociedad civil. Pero otros
prefieren mantener una mayor distancia, francamente escptica ante
la posible actualidad de la CS parsoniana.
Tal es el caso de Alexander quien, en este sentido, ha
experimentado un recorrido mucho ms accidentado que sus colegas
recin mencionados en lo que se refiere a su apego o distanciamiento
de la obra parsoniana. En efecto, en relacin a Parsons, Alexander
ha transitado un camino sinuoso que va de la elaboracin en la misma
lnea abierta por Parsons (1983) a la creacin de nueva teora
claramente no parsoniana (2005), pasando por un momento intermedio
signado por la revisin y reconstruccin neofuncionalista (1989).35
En lo que especficamente atae a la CS, apenas se podan leer unas
pocas referencias incidentales en el volumen cuarto, el dedicado a
Parsons en su monumental Theoretical Logic in Sociology (1983).
Pero, aos despus, Alexander dedica un artculo entero a este tema,
de tono abiertamente crtico (2005), donde termina acusando a
Parsons de haber acuado una nocin de CS que, para l,
sospechosamente roza con pretensiones antidemocrticas de hegemona
cultural, y que peligrosamente sacrificara el valor de la justicia
respecto del valor (segn Alexander, para Parsons ms elevado) de la
integracin.36
No resulta intelectualmente honesto criticar a Parsons por los
fenmenos que, como resulta evidente, no pudo anticipar. Pero s
resulta posible, como aqu se ha hecho, localizar su posicin de
entonces en el contexto de una poca que, para bien o para mal, qued
definitivamente atrs. Queda en pie, entonces, explorar las
potencialidades analticas que reviste la CS parsoniana para
comprender nuestro presente. Esto se har, brevemente, en las
conclusiones del presente trabajo.
5) Conclusiones
Las conclusiones tendrn la forma de dos breves tesis que slo
apuntan a resumir el recorrido realizado en este trabajo, as como a
dejar preparado el terreno para futuras indagaciones en el contexto
de una tarea investigativa que, se advierte, se encuentra en pleno
desarrollo.37
1) Las claves de lectura utilizadas para comprender el
significado y alcances de la comunidad en los autores clsicos de la
sociologa (sintetizadas ms arriba, en el segundo apartado de este
artculo) mantienen slo una parcial vigencia a la hora de 35 Resulta
curioso ver cmo, en este sentido, Alexander (2005) encuentra
paralelos entre su propia Auseinandersetzung con Parsons y la que
Marx hizo con Hegel, o la que el propio Parsons realiz en relacin
con los clsicos de la sociologa.36 Cf. Opielka (2006: 306), quien
considera exagerada esta crtica de Alexander a su viejo maestro.37
En lo desarrollado hasta aqu en este trabajo se cree haber aportado
algunas evidencias para sostener la primera tesis, en tanto la
segunda quedar apenas postulada.
-
analizar la CS parsoniana.1.1) La CS no aparece como un hito
histrico en el mismo sentido que la comunidad lo fue para los
clsicos, sino como un concepto instalado en un nivel
trans-histrico, como subsistema integrativo del sistema social que
puede desplegarse en momentos distintos del desarrollo evolutivo de
las sociedades. As, la CS disuelve la vieja polaridad conceptual
sociolgica entre Gemeinschaft y Gesellschaft, en la cual se hallaba
empotrada una suerte de filosofa de la historia.1.2) La CS
parsoniana tampoco reviste propiamente un carcter ideal-tpico. As,
no pueden detectarse en Parsons rasgos tpicos de una accin o
relacin de carcter comunitario tal como todava le resultaba posible
hacerlo a los clsicos. Sin embargo, resulta notable que para la
designacin del subsistema integrativo del sistema social Parsons
haya elegido un sustantivo tan cargado semnticamente como
comunidad, an cuando venga con el aadido del adjetivo societal.1.3)
En contraste con los dos puntos anteriores, la CS parsoniana no slo
se presenta como concepto analtico, sino que asume un costado
utpico-normativo de primer rango. Ese esquema tetrafuncional de un
substrato general de valores (L) especificado en normas (I), que a
su vez regulan la direccin poltica (G), la cual finalmente controla
a la economa (A), si es que alguna vez tuvo validez, as sea
relativa, slo pudo serlo en aquellos breves 30 gloriosos que dur la
experiencia estadobienestarista. Esto es, ni siquiera un autor tan
ambicioso como Parsons logr desinstalar ese complicado interjuego
entre juicios de hecho y juicios de valor que, desde Weber en
adelante por lo menos, ha venido aquejando a vastas legiones de
socilogos.38
2) Ms all de las crticas que necesariamente merece, la CS
parsoniana sigue resultando analticamente promisoria y a la vez
tiene rasgos polticamente emancipatorios, en tanto postula la
existencia de una esfera autnoma de socialidad que deriva de una
concepcin ampliada de la ciudadana, anclada en normas y valores
consensuados, y no en el dinero y el poder. 39 Viejos desafos
progresistas ya planteados an bajo otras coordenadas de la
racionalidad poltica por los socilogos clsicos (de manera notable
por Durkheim) siguen an pendientes, y podran reformularse, hoy, del
siguiente modo: cmo hacer, pues, para habilitar los mecanismos que
permitan o para neutralizar los mecanismos que obturan- la
generacin de normas y smbolos culturales lo suficientemente
estables y motivacionalmente vinculantes como para que la
solidaridad prevalezca sobre el autointers, pero que sean al mismo
tiempo lo suficientemente abstractos y universalistas como para que
los diferentes grupos y subgrupos que componen una sociedad
compleja y diferenciada como la moderna puedan adherirse
voluntariamente a ellos sin sentir sojuzgada o avasallada su
peculiaridad y su particularidad?
Las respuestas a estas preguntas debern despojarse de toda
nostalgia por los ya perdidos tiempos keynesianos y debern encarar,
con imaginacin poltica, la construccin de nuevos espacios-tiempos,
postneoliberales. As como Parsons podra suministrar algunas pistas
para ello, tambin resultar necesario ir decididamente ms all de
l.
38 Sobre este mismo problema avanzan, tambin en este volumen,
los trabajos de Sadrinas y Pags-Rub.39 Alexander (2005) es
francamente escptico respecto de las posibilidades emancipatorias
del concepto parsoniano de la CS. Su anlisis pone el mayor nfasis
en la distincin que Parsons establece entre el core group de la CS
y el resto de los grupos sociales, que tambin participaran de ese
consenso pero ocupando un lugar subordinado y francamente
heternomo.
-
Coda
Es evidente que la segunda de las tesis que se vierten en las
conclusiones le ha cambiado fuertemente el tono al texto, el cual,
debe tambin admitirse, ya vena cambiando desde la seccin 4.3. Con
ello, se ha pretendido simplemente seguir las ambivalencias de la
veta parsoniana, mostrar la diversidad de proyectos que anidaban en
su Proyecto, e ilustrar acerca de un problema que arrastra la
sociologa desde sus tiempos fundacionales y que ni siquiera un
autor como Parsons logr solucionar: la superposicin de ambiciones
analticas (propias de la ciencia) con deseos normativos (propios de
la poltica), y la mezcla entre los esfuerzos por describir las
cosas como son y el deseo de que sean de determinada manera (y no
de otra).
As, la comunidad societal parsoniana, ms que una llave para dar
cuenta de manera abstracta y general de todos los modos de
integracin societales, pasados, presentes y por venir, as como de
las transiciones histricas que han tenido lugar entre ellos, no
habr terminado siendo -tambin ella- una suerte de limitada
autoconciencia de la racionalidad poltica keynesiana? Quizs no haya
habido entonces ninguna torre de marfil en Harvard, sino ms bien lo
contrario: un concepto pretendidamente transhistrico que termina
estando fuertemente anclado en su poca, y en los debates de su
poca. Y yendo ms lejos an: si todo esto le ha sucedido incluso a
Parsons, no estar realmente toda reflexin sociolgica de alguna
manera condenada a tensionar su orientacin histrica y su orientacin
sistemtica, y a su vez ambas con los propsitos de intervencin en el
mundo prctico, administrando problemticamente la coexistencia de
todas estas variadas orientaciones pero sin poder reconciliarlas
jams?
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