Teología, Tulio Samayoa

La creación, el hombre y el pecado original

Tulio Samayoa 2014 1286

Se creó al hombre y a la mujer únicos entre todas las criaturas del mundo físico para dominar la

tierra.

Los hijos de Dios estamos hechos a su imagen y semejanza. Este término se usa también en el quinto capítulo de Génesis cuando describe el nacimiento del

tercer hijo de Adán: Set. Estos términos son utilizados para describir que todas las personas tienen una imagen y semejanza de que Dios es similar a la forma en que

un niño se parece a sus padres.

Ser creados a imagen y semejanza implica 3 verdades de nuestra existencia: 1. Somos como Dios. Existe una similitud entre las naturalezas de la humanidad y con Dios. 2. La vida humana es sagrada. Toda persona está creada a imagen de Dios. 3. Nuestro trabajo tiene un valor especial. Porque imitamos a Dios, nuestro padre.

Se puede llegar a entender la perfecta paternidad que tenemos con Dios por medio de sus características con un Padre ideal. Un padre ideal es responsable de

su familia y le ofrece todo lo que necesita. Está dispuesto a morir por sus hijos. Les educa en la fe e intelecto y los prepara para una vida virtuosa según sus

propias virtudes.

San Juan Pablo II explica que la libertad encuentra su verdadera y plena realización cuando el hombre se adapta a la ley de Dios. Esto enseña que el

hombre tiene el poder de decidir lo que es bueno y lo que es malo, en la medida de comprender y acoger los mandamientos de Dios.

Todos los hijos de Dios nacemos bajo la mancha del pecado original, a excepción de la Virgen

María.

Algunas secuelas del pecado original han creado que el hombre esté cegado respecto de la verdad, la bondad y la belleza de Dios. El pecado no solamente

afectó a Adán y a Eva, sino a todos sus descendientes. Los efectos del pecado son: Dolor hacia las mujeres en el parto, resistencia de relaciones familiares, dificultad

en el trabajo y muerte para todo ser viviente.

El conocimiento innato sobre el bien y el mal es conocido como la ley natural. Esta es comprendida solo por la razón. Al margen de las creencias católicas, se

puede deducir que actos como el asesinato, robo y adulterio son males morales. Cuando se elige lo bueno, elegimos el camino que nos ayudará a perfeccionarnos;

cuando se elige el mal, elegimos el camino que nos debilitará.

El proto-evangelio es el ‘‘Primer Evangelio’’. Este primer evangelio contiene un doble mensaje: el primero es el primer anuncio de la

llegada final de Cristo, y en segundo, se profetiza que Cristo vendría de «la mujer» o sea, la Virgen María.

La preparación del Mesías es cuando el antiguo testamento recoge el plan de salvación de Dios al preparar a su pueblo. Esto lo hizo por medio de una serie de alianzas, y revelando su Ley y mandamientos. Las alianzas son las siguientes: 1. Alianza de Dios con Noé 2. Alianza de Dios con Abraham 3. Alianza de Dios con Moisés 4. Alianza de Dios con David