Tema 5. Alfonso XIII o la crisis de la Restauración, 1902-1931. I.E.S. Virgen del Puerto. A. Feijoo. Pág. 1 T T E E M M A A 5 5 . . - - A A L L F F O O N N S S O O X X I I I I I I O O L L A A C C R R I I S S I I S S D D E E L L A A R R E E S S T T A A U U R R A A C C I I Ó Ó N N , , 1 1 9 9 0 0 2 2 - - 1 1 9 9 3 3 1 1 . . INDICE. 1. Sociedad y economía. 1.1. La sociedad. 1.2. La economía. 2. La crisis de la monarquía de Alfonso XIII, 1902-1923. 2.1. El período regeneracionista, 1902-1914. 2.2. La crisis final del sistema de la Restauración, 1914-1923. 3. La dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930. 4. El problema de Marruecos. 5. Extremadura: Restauración y dictadura, 1902-1931. 6. Estándares de aprendizaje. Actividades. 1 1 . . S S O O C C I I E E D D A A D D Y Y E E C C O O N N O O M M Í Í A A . . 1 1 . . 1 1 . . L L A A S S O O C C I I E E D D A A D D . . El crecimiento económico del período aumenta la desigualdad social y provoca una dualización geográfica, demográfica, social, económica y política. Junto a una periferia más desarrollada e industrial cpersistía un centro peninsular agrario y atrasado. La población sigue siendo mayoritariamente rural (50% al final del período), pero con un crecimiento muy grande de las ciudades por el inicio de un importante proceso de migración interior del campo a la ciudad (Madrid, y núcleos industriales del norte y Catluña). Asistimos a una transición del modelo demográfico Antiguo (altas tasas de natalidad y mortalidad) al Nuevo Régimen demográfico (bajas tasas de natalidad y mortalidad) en un proceso de Transición Demográfica que se alarga hasta años 60. En 1900 había 18,6 millones, y en 1930 23,5, y entre 1900 y 1940 la población aumenta en 7 millones. La distribución espacial de esta población continuó el modelo del siglo XVIII y XIX; descenso del interior (salvo Madrid) y Oeste; aumento del norte y este. La migración exterior se cifra en un millón de habitantes, sobre todo a Latinoamérica. A esto hay que sumar los efectos de la mal llamada “gripe española”, originada en una guarnición norteamericana y transferida a las trincheras de la I Guerra Mundial por los soldados norteamericanos, pero que manifestó su terrorífica mortandad en España, con 230.000 víctimas (38.000 sólo en Extremadura) y casi 8 millones de enfermos. Esta sociedad se estructura en clases. La elite social u oligarquía económica, social y financiera, la componen la aristocracia y la alta burguesía, que mantienen un pacto tácito que les permite ordenar y mandar en la sociedad y en la política, y que socialmente acercan posiciones: La aristocracia se aburguesa, la burguesía se ennoblece. La aristocracia se introduce en el mundo de los negocios industriales y financieros; la alta burguesía también compra grandes latifundios. La aristocracia se sigue localizando en el Centro y Sur de España; la alta burguesía Cataluña, País Vasco y Madrid. Copan los altos cargos empresariales, manda a estudiar a sus hijos a Inglaterra y nos traen el fútbol. Son aficionados a los concursos hípicos, al teatro, a la ópera y viven en los ensanches de las ciudades o en los barrios residenciales de la parte alta de las ciudades. Las clases medias dominaban las ciudades, integrada por pequeños empresarios, comerciantes, agricultores medios, funcionarios y profesionales liberales. Entre ellos había conservadores, liberales o republicanos. Impondrán su forma de vida al resto de la sociedad y popularizan la prensa, el asociacionismo (ateneos, tertulias, peñas, casinos, etc.) y la movilización de masas (manifestaciones, mítines, reuniones, etc.) como
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Tema 5. Alfonso XIII o la crisis de la Restauración, 1902-1931.
analfabetismo, alcoholismo, condiciones de vida antihigiénicas y abundancia
de abusos e injusticias, con una esperanza media de vida de 35 años, era lo
común entre este grupo social, sobre todo entre los jornaleros andaluces.
El proletariado industrial se convierte en un grupo localizado en las zonas
industriales de Cataluña, País Vasco, Madrid, Asturias, Cantabria,
Valencia....Sus condiciones de vida y de trabajo son pésimas; amplia
jornada laboral, bajos salarios, viviendas en malas condiciones (barracones
o casas de vecinos), paro, abusos, ninguna protección social,
analfabetización, trabajo infantil, etc.
111...222... LLLAAA EEECCCOOONNNOOOMMMÍÍÍAAA...
La economía española del primer tercio de siglo estuvo marcada, aunque con diferencias según las
coyunturas, por una tendencia general al crecimiento que quedó interrumpida por la guerra civil y la política
autárquica. Este proceso de crecimiento y de transformación estructural acortó algo las distancias
respecto a las economías de nuestro entorno, preparando y posibilitando la explosión desarrollista de la
década de los sesenta. Otra característica de este periodo es el aumento de las desigualdades económicas y
sociales produciéndose en España una dualización; dualización geográfica, demográfica, social, económica y
política. Junto a una periferia más desarrollada e industrial persistía un centro peninsular agrario y
atrasado.
Evolución económica general y política económica. Durante el primer tercio del siglo XX España conoció etapas de crisis económicas seguidas de otras de gran
desarrollo económico:
1. Crecimiento de principios de siglo: Las medidas fiscales, las políticas proteccionistas, la repatriación
de capitales coloniales y los avances tecnológicos aplicados lograron una gran recuperación de la
agricultura e industria.
2. I Guerra Mundial: La demanda de los países en guerra hizo que la economía conociera un desarrollo
espectacular: Los grandes beneficiarios fueron la siderurgia, el textil y los bancos. Las clases
bajas resultaron perjudicadas por el aumento de precios.
3. Crisis de posguerra, 1917-23: Al finalizar la guerra mundial el comercio se resiente por la ruina de
los países en guerra y la competencia de de las industrias extranjeras, por lo que las empresas
tienen que bajar la producción, reducir salarios y despedir obreros, además de pedir más
proteccionismo.
4. Entre 1923-30, con Primo de Ribera se produce un importante desarrollo económico, debido al
crecimiento internacional de los felices años veinte y a una política económica nacionalista, con una
gran intervención del estado, reforzando el proteccionismo, la concentración empresarial y, sobre
todo, una intensa política de obras públicas.
La política económica del período.
El proteccionismo: Desde finales del siglo XIX se produjo un importante avance en la intervención del
Estado, consolidándose el proteccionismo típico de la economía española del siglo XX. La consolidación del
proteccionismo arranca de la crisis agraria de finales de siglo cuando coinciden los intereses agrarios con
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los industriales y se va a ir consolidando a través de todo el siglo, con la excepción del periodo 19914-l919
donde se relaja-. Este proteccionismo o nacionalismo económico va a presentar dos modalidades; elevación
de las tarifas arancelarias y legislación de medidas que favorezcan la iniciativa privada.
Junto a las leyes arancelarias se fueron aprobando un extenso grupo de leyes que otorgaban exenciones y
privilegios fiscales, subsidios, primas y pedidos directos de la Administración, hasta llegar, en el caso del
carbón, a la obligatoriedad de su consumo para poder acogerse a las ayudas . Se anuló la franquicia
arancelaria para el material ferroviario, en 1896, favoreciendo así el desarrollo de la siderurgia nacional. La
intervención económica del Estado alcanzó su máximo en los años 20, plegándose a las peticiones de los
industriales vascos y catalanes, y con el político catalán Cambó como gran protagonista, continuándose este
proteccionismo nacionalista con Primo de Rivera. A esta política económica llevada a cabo durante casi
todo el primer tercio del siglo XX se le ha denominado NACIONALISMO ECONÓMICO.
El proteccionismo favoreció y protegió la economía nacional con aranceles, contingentes y leyes fiscales,
pero esta protección también tuvo consecuencias negativas, perjudicando la modernización y la
competitividad, haciendo que el mercado español pagara nuestros productos 2 ó 3 veces más caros que en el
resto de Europa, con lo que perjudicó el ahorro y la acumulación de capital. Además fue una de las causas de
la radicalización del movimiento obrero. No obstante, en algunos sectores nuevos; el apoyo público a la
iniciativa privada fue esencial como en el sector químico, eléctrico y, sobre todo, naval.
Agricultura:
En los primeros 30 años del s. XX la pasamos de un 60% de la población activa española dedicada al campo a
un 50%, lo que indica una modernización agrícola importante, pero insuficiente, por lo que este porcentaje
todavía era mayor que en otros países, así como en la productividad, aunque la producción creciese casi un
50%, debido a tres factores: La intensificación del uso del suelo, sobre todo en la producción de cereales,
con el incremento de la superficie cultivada, la progresiva desaparición del barbecho, y un incremento de los
rendimientos; La especialización de la producción, sobre todo en la ganadería estabulada y la producción de
carne y leche en el norte; y la incorporación de nuevas técnicas con una incipiente mecanización, nuevos
aperos de labranza, y la incorporación de abonos químicos.
Pero en la agricultura española existían dos sectores bien diferenciados: Una agricultura mediterránea
exportadora, moderna y muy productiva orientada hacía la exportación (olivo, vid, pasas, cítricos,
almendras, avellanas, frutas...), vinculada a industrias agroalimentarias como la industria harinera en
Castilla, la del vino en Andalucía y la Rioja, la conservera en Logroño o la azucarera en Granada, Aranjuez y
Aragón; y una industria tradicional y atrasada tecnológicamente, de secano, cerealística y ganadera, incapaz
de renovarse y aumentar su producción, obligando a emigrar a muchos de sus trabajadores, vinculada al
latifundismo o al minifundismo de subsistencia, en el Norte o en Sur terrateniente, con una población rural
empobrecida y con muy poca capacidad adquisitiva.
En el atraso agrario tuvo una gran influencia la estructura de la propiedad de la tierra. Los latifundistas de
Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha tenían una gran aversión al riesgo y muy escaso interés por
aumentar la productividad de sus tierras. El minifundismo se encontraba con el problema de las economías
de escala.
El llamado círculo de pobreza agrario se mantuvo en Galicia y Asturias, por el minifundismo, y en el sur y
centro-oeste, donde dominaba la gran propiedad latifundista con explotaciones extensivas y trabajos
estacionales para una masa de jornaleros que trabajaba en pésimas condiciones y con un poder adquisitivo
escaso, por lo que el mercado interior era muy pobre cualitativamente hablando. Por tanto, a las
consecuencias negativas sociales hay que añadirle las económicas. Por último, el capital generado por estas
explotaciones revertía en el norte de España, ya que los
latifundistas no solían reinvertirlo en la modernización de la
explotación, sino en los Bancos, que preferían invertir en la
industria vasca o catalana.
Aunque la modernización fue evidente, aumentando la
producción y reduciendo la población activa agraria,
perduraron una serie de indicativos que no nos permiten
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hablar de revolución agraria. La población activa continuó muy alta, la mecanización escasa y solo en el
sector moderno, la influencia de los factores físicos muy alta y la utilización de abonos químicos y energía
mecánica estaba restringida al sector más modernizado de la agricultura. Habrá que esperar a los años
sesenta para que se produzca una verdadera revolución agraria en España, aunque no hay que olvidar que los
procesos ocurridos en el primer tercio del siglo XX ayudaron a ello
La Industria:
En el largo proceso de la industrialización española, el primer tercio del siglo XX constituye un periodo de
recuperación, iniciándose la transición de una sociedad agraria hacia una industrializada, sentando así las
bases de la expansión industrial de la década de los sesenta, aunque lastrado el crecimiento por una política
económica proteccionista, una vez que los industriales y los latifundistas agrarios impusieron esta política
interesada a los partidarios del librecambismo durante la crisis económica finisecular (final siglo XIX).
El País Vasco y Cataluña lideran la industrialización, pero aparecen otros núcleos como el asturiano o el
valenciano de gran trascendencia posterior.
El País Vasco, con la siderurgia y la metalurgia, creció espectacularmente desde la fusión de varias
empresas en 1902 en Altos Hornos de Vizcaya,, dejando en un segundo plano al asturiano y hundiendo al
andaluz. Vizcaya aprovechó su hierro, la participación de los empresarios en las minas y la acumulación de
capital, la facilidad para importar el carbón inglés (fletes) y la política arancelaria para conocer un alto
desarrollo siderúrgico, con un máximo en 1914-1919. La producción para el ferrocarril y bienes de equipo en
Guipúzcoa, y el desarrollo de industrias eléctricas y navales, fue financiada con grandes bancos mixtos como
el Bilbao y Vizcaya.
En Cataluña continúa su tradición la industria textil, pero después del retroceso producido por el "desastre
del 98", se aborda la modernización tecnológica y al amparo del proteccionismo se inicia otro período de
expansión con la I Guerra Mundial, hasta la crisis de 1920. El desarrollo se produce en torno a Barcelona y
el valle del Bajo Llobregat, con apellidos como Rius, Güell, Muntadas, Ferrer, etc., y con la metalurgia, la
química y la eléctrica, también vinculados a sector bancario.
Madrid se convirtió en la tercera región industrial, seguida de otras regiones como Asturias y Cantabria,
sobre todo del sector siderúrgico, ligado al carbón astur y leonés y al hierro vasco, y con bancos como el
Herrero o el Santander. Se inicia la industrialización valenciana, ligada a la acumulación de capital
procedente de la exportación de cítricos.
A esta distribución territorial se suma una mayor diversificación sectorial que reduce el peso de la
industria textil y la siderurgia. Aparecen otras nuevas industrias, como la industria alimentaria del aceite,
vino, harinas, la remolacha azucarera, y la industria conservera del litoral cantábrico y atlántico. La
industria química se desarrolló en Cataluña y Cantabria, especializándose en tintes, fertilizantes y papel, así
como las primeras industrias del cemento, o la industria
automovilística con la fábrica Hispano-Suiza de Barcelona. A esta
diversificación industrial se une la aparición de las primeras
industrias de producción eléctrica durante la I Guerra Mundial, y
en los años 20 la aparición de las primeras industrial de
transformación del petróleo.
Durante esta etapa se va a consolidar y concentrar el sistema
bancario español, sobre todo a raíz de la bonanza económica del
1914 al 1918. Los bancos se van a dedicar a un doble tipo de
actividades; por un lado, a las actividades comerciales propias
(venta y compra de dinero) y con los ahorros captados se invierten en las industrias más rentables. Esto
convierte a los bancos en un elemento básico de la economía española y explica la endemización de
desequilibrios sectoriales y regionales, al captar ahorros que luego sólo se invierten en regiones o sectores
rentables. Aparecen el Bilbao, Vizcaya, Banesto, Hispanoamericano, en las zonas donde la acumulación de
capital es más importante; País Vasco, Cataluña, Madrid, Santander...
En Extremadura, la dictadura de Primo de Rivera (1923-1931) fue acogida con relativa indiferencia. La
oligarquía trató de acomodarse a los nuevos poderes, mucho más militarizados, y las organizaciones obreras
y campesinas se mantuvieron a la expectativa. Los poderes de los gobernadores civiles fueron asumidos por
el Ejército y se formó un partido único, la Unión Patriótica, de carácter conservador y católico. En Badajoz
asumió la presidencia de este partido García Guerrero, destacado líder de las organizaciones católicas más
moderadas; en Cáceres, lo hizo López Montenegro, procedente de una rica familia de hacendados y
trashumantes.
El régimen de Primo de Rivera fue intensamente centra-lista, lo que no impidió que surgieran diversas
iniciativas que favorecieron el progreso de Extremadura. Se practicó una política activa de obras públicas,
que incidió en la red de transportes. Se dio mayor importancia a las comunicaciones a través de la Vía de la
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Plata: primero se creo el Instituto de enseñanzas medias en Zafra, luego, en 1926, se inauguró en Mérida el
primer matadero industrial de Extremadura y, en 1927, se abrió el nuevo puente de Alconetar, que por fin
permitía vadear por carretera el Tajo y comunicar las comarcas del norte de la región con las del sur.
También se reactivo el sector ferroviario y comenzaron las obras del ferrocarril de Villanueva a Logrosán,
que debía vertebrar el centro-este de Extremadura. Asimismo, se tomaron iniciativas de carácter sanitario,
como la creación del Instituto Provincial de Higiene en Badajoz y el primer centro antipalúdico en
Navalmoral.
En materia agraria se produjeron algunos avances aun-que muy limitados. Se aumento la eficacia en la
extinción de las plagas de langosta, minimizando sus efectos sobre la región. En la comarca del Tietar se
comenzaron a llevar a cabo los primeros ensayos para el cultivo en regadío del tabaco. Se inauguro, por fin,
en noviembre de 1923, la colonia agrícola de Cañamero, después de un sinfín de trabas legales, y que supuso
trabajo en la vid para más de 400 familias de la localidad. La competencia sobre cuestiones agrarias pasó a
depender del Ministerio de Trabajo y se creo el Patronato de Acción Social Agraria, que subvencionó las
parcelaciones de algunas fincas en Jerez de los Caballeros, Sierra de Fuentes y Campo Lugar, donde se
asentaron unos 400 colonos.
El final de la dictadura
Sin embargo, el fin de la dictadura y los gobiernos Berenguer y Aznar no sirvieron para detener las ansias
de cambio. A pesar de que solo uno de cada cuatro extreme-nos pudo votar en las elecciones municipales del
12 de abril de 1931 y que solo uno de cada dos lo hizo, las opciones republicanas resultaron
mayoritariamente elegidas aunque no lo fueran por un amplio margen. Las expectativas y el desenlace de los
acontecimientos hicieron el resto Restos del antiguo puente romano de Alconetar, destruido en el siglo
XIII, recuerdan que hasta 1927 no se pudo volver a atravesar el Tajo por carretera.
666... EEESSSTTTÁÁÁNNNDDDAAARRREEESSS DDDEEE AAAPPPRRREEENNNDDDIIIZZZAAAJJJEEE YYY AAACCCTTTIIIVVVIIIDDDAAADDDEEESSS... (En estos apuntes se hay que insistir y estudiar, sobre todo, los estándares establecidos por la legislación vigente.)
– Define en qué consistió el “revisionismo político” inicial del reinado de Alfonso XIII, y las principales medidas adoptadas.
– Representa una línea del tiempo desde 1902 hasta 1931, situando en ella los principales acontecimientos históricos.
Especifica la evolución de las fuerzas políticas de oposición al sistema: republicanos y nacionalistas.
– Explica las repercusiones de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa en España.
– Analiza las causas, principales hechos y consecuencias de la intervención de España en Marruecos entre 1904 y 1927.
– Analiza la crisis general de 1917: sus causas, manifestaciones y consecuencias.
– Describe la evolución de la dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio militar al Directorio civil y su final.
– Explica los factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del siglo XX.