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1 CAPÍTULO 1. NOTAS PARA UNA HISTORIA PRE-DISCIPLINAR DE LA PSICOLOGÍA Como señalábamos en la introducción, el inicio de la psicología como disciplina científica se puede fechar en momentos muy diferentes, según los criterios a los que nos atengamos. Si nos atenemos estrictamente a criterios institucionales (fundación de laboratorios y cátedras universitarias), el momento se sitúa claramente a finales del siglo XIX, con la fundación del laboratorio de Wundt como hito inaugural. Sin embargo, si vamos más allá de lo institucional y tenemos en cuenta la existencia de debates teóricos y metodológicos e incluso la publicación de libros y revistas, podemos situarlo ya claramente en el siglo XVIII; y si nos fijamos en la aparición y uso sistemático del término, en el marco de un nuevo proyecto antropológico, podemos remitirnos incluso al siglo XVI, en los albores de la modernidad. Ahora bien, adoptemos unos u otros criterios, no cabe duda de que en todos estos procesos entran necesariamente en juego elementos de tradiciones previas, que contribuyen, con más o menos giros y rupturas, no solo a dar forma a una parte importante del vocabulario y los conceptos sobre los que se edificará la disciplina sino al desarrollo y constitución del objeto mismo de la psicología, a saber, el individuo moderno. Aunque durante mucho tiempo ha primado una historia de las ideas más o menos erudita, a menudo descontextualizada, cada vez son más los trabajos que, desde una perspectiva inter o multidisciplinar, nos ofrecen imágenes más complejas de ese pasado en constante reinterpretación, situando las ideas en su contexto, en una historia social y cultural de mayores matices. Nos encontramos aquí en un punto de confluencia entre una historia de la psicología pre-disciplinar, de las ideas psicológicas que se desarrollan en ámbitos diferentes, desde la religión hasta el derecho o la medicina, y una psicología histórica, que apunta precisamente a cuestionar el carácter abstracto y universal del objeto mismo de la psicología, desde las formas de sentir y percibir hasta de pensar y experimentarse a sí mismo. Así, antes de ocuparnos de la historia de la psicología propiamente dicha, como disciplina científica e institucionalizada (con sus revistas, cátedras, laboratorios e institutos), nos dedicaremos en este primer capítulo a señalar algunos de los hitos de esa historia pre-disciplinar o, en todo caso, pre-institucional. A modo de resumen o repaso por
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Tema 1-Historia Predisciplinar de La Psicologi-A.pdf

Sep 29, 2015

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Historia de la psicologia uned tema 1
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    CAPTULO 1. NOTAS PARA UNA HISTORIA PRE-DISCIPLINAR DE LA

    PSICOLOGA

    Como sealbamos en la introduccin, el inicio de la psicologa como disciplina

    cientfica se puede fechar en momentos muy diferentes, segn los criterios a los que nos

    atengamos. Si nos atenemos estrictamente a criterios institucionales (fundacin de

    laboratorios y ctedras universitarias), el momento se sita claramente a finales del siglo

    XIX, con la fundacin del laboratorio de Wundt como hito inaugural. Sin embargo, si

    vamos ms all de lo institucional y tenemos en cuenta la existencia de debates tericos y

    metodolgicos e incluso la publicacin de libros y revistas, podemos situarlo ya claramente

    en el siglo XVIII; y si nos fijamos en la aparicin y uso sistemtico del trmino, en el

    marco de un nuevo proyecto antropolgico, podemos remitirnos incluso al siglo XVI, en

    los albores de la modernidad. Ahora bien, adoptemos unos u otros criterios, no cabe duda

    de que en todos estos procesos entran necesariamente en juego elementos de tradiciones

    previas, que contribuyen, con ms o menos giros y rupturas, no solo a dar forma a una parte

    importante del vocabulario y los conceptos sobre los que se edificar la disciplina sino al

    desarrollo y constitucin del objeto mismo de la psicologa, a saber, el individuo moderno.

    Aunque durante mucho tiempo ha primado una historia de las ideas ms o menos

    erudita, a menudo descontextualizada, cada vez son ms los trabajos que, desde una

    perspectiva inter o multidisciplinar, nos ofrecen imgenes ms complejas de ese pasado en

    constante reinterpretacin, situando las ideas en su contexto, en una historia social y

    cultural de mayores matices. Nos encontramos aqu en un punto de confluencia entre una

    historia de la psicologa pre-disciplinar, de las ideas psicolgicas que se desarrollan en

    mbitos diferentes, desde la religin hasta el derecho o la medicina, y una psicologa

    histrica, que apunta precisamente a cuestionar el carcter abstracto y universal del objeto

    mismo de la psicologa, desde las formas de sentir y percibir hasta de pensar y

    experimentarse a s mismo.

    As, antes de ocuparnos de la historia de la psicologa propiamente dicha, como

    disciplina cientfica e institucionalizada (con sus revistas, ctedras, laboratorios e

    institutos), nos dedicaremos en este primer captulo a sealar algunos de los hitos de esa

    historia pre-disciplinar o, en todo caso, pre-institucional. A modo de resumen o repaso por

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    cuestiones que damos por estudiadas en la formacin preuniversitaria, nos detendremos

    aqu en algunos de los momentos que nos parecen ms importantes de cara no solo a

    plantear la historicidad del sujeto y las categoras psicolgicas sino a comprender el sentido

    y alcance de algunos de los conceptos y debates en que sigue enredada la disciplina. Iremos

    as desde la filosofa clsica, donde junto a una nocin de alma inmortal, transcendente

    (recogida por Platn) se plantea otra ms naturalista, como principio de vida inseparable de

    los cuerpos, mortal (propia de Aristteles), hasta la revolucin cientfica del XVII, donde se

    impondr con Descartes y Locke la nocin de mente sobre la de alma, desarrollada al hilo

    del cristianismo a lo largo de la Edad Media y el Renacimiento Humanista.

    EL ALMA EN LA FILOSOFA GRIEGA Y ROMANA: ENTRE EL IDEALISMO

    PLATNICO Y EL NATURALISMO ARISTOTLICO

    Decamos en la introduccin que la aparicin del trmino psicologa en el siglo

    XVI estaba ligada a una nueva ola de comentarios, en el contexto de la Reforma, al Tratado

    del alma de Aristteles (siglo IV a. C.), en el que se aborda el problema de la definicin del

    alma. Este tratado, que se pierde a lo largo de la Alta Edad Media y se recupera en el

    mundo occidental a partir del siglo XIII, es en efecto considerado por muchos el primer

    manual de psicologa. Ahora bien, conviene dejar claro que el concepto de alma que

    desarrolla en ese texto Aristteles, y que desarrollarn sus sucesivos comentadores, est

    muy lejos del que se desarrollar a lo largo de la modernidad, donde la propia terminologa

    se deslizar, con Descartes, hacia la nocin de mente como espacio de la subjetividad.

    Probablemente, uno de los aspectos ms reseables del Tratado del Alma de

    Aristteles es el hecho de que forma parte de sus estudios de biologa. Podra parecer por

    ah que se anticipa a la creciente biologizacin de lo psquico, como hacen las modernas

    neurociencias. Ahora bien, a diferencia de la tendencia biologizante actual, marcada por la

    bsqueda de explicaciones ltimas del comportamiento en el sistema nervioso, Aristteles

    no pretende en modo alguno reducir (eliminar) el alma al cuerpo, y menos an al cerebro.

    Antes bien, el alma se entiende aqu como aquello que da vida al cuerpo (anima), y sera

    precisamente lo que vendra a explicar la diferencia entre los seres vivos y los no vivos

    (entre los seres animados y los seres inanimados). Estamos pues ante un dualismo (el de lo

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    animado frente a lo inanimado) muy diferente del que se impondr ms adelante, entre

    mente y cuerpo que supondr un autntico punto de inflexin en esta historia.

    Aristteles define el alma como la forma del cuerpo, la forma de un cuerpo natural

    que potencialmente tiene vida. Como tal forma, el alma es mortal, se corrompe y muere

    con el cuerpo. Se opone as a la tradicin platnica, para la que el alma, siguiendo

    planteamientos propios de la religin rfica y del pitagorismo1, era inmortal y eterna,

    sometida a un ciclo de reencarnaciones siendo el cuerpo la crcel o tumba en la que el

    alma vivira encerrada. Esta concepcin platnica, que sera retomada posteriormente por el

    neoplatonismo de Plotino (siglo III d.C.) as como por la filosofa cristiana, es muy

    diferente de la que plantea Aristteles en el marco de su naturalismo, como algo

    inseparable del cuerpo.

    Para explicar esta nocin de alma, Aristteles nos pone como ejemplo la relacin que

    existe entre la vista y el ojo. La vista sera como el alma del ojo, es decir, aquello que lo

    completa y lleva a la perfeccin, sin lo cual el ojo slo existe en potencia, incompleto e

    inacabado. En este sentido, el alma es aquello que da vida y completa al cuerpo, no slo al

    humano. Aristteles distingue una serie de poderes o facultades del alma, distribuidas

    jerrquicamente entre los diferentes seres vivos. En funcin de su presencia en diferentes

    seres en la escala de la naturaleza, Aristteles distingue tres tipos de alma, a saber:

    - el alma vegetativa, la nica presente en las plantas, a la que se asocian las

    facultades de la nutricin, la reproduccin y el crecimiento;

    - el alma sensitiva, presente en las plantas y en los animales, asociada al deseo, al

    movimiento y a la facultad sensitiva, dentro de la cul distingue entre los

    sentidos externos (tacto, vista, odo, gusto, olfato) y los sentidos internos, a

    saber:

    sentido comn, encargado de integrar las formas recibidas por los distintos

    sentidos externos,

    imaginacin, capaz de representar la forma de un objeto en su ausencia;

    1 La religin rfica u orfismo es una corriente religiosa de la antigua Grecia, cuyo nombre viene de Orfeo, personaje de la mitologa griega (cantor y trgico viajero del Ms All, maestro de los encantamientos), que predica una doctrina de salvacin sobre el hombre, su alma y su destino tras la muerte. El pitagorismo fue un movimiento filosfico dedicado a las matemticas, pero tambin y sobre todo una secta de carcter profundamente mstico, que comparta con el orfismo la creencia en la inmortalidad y transmigracin de las almas, as como el anhelo de salvacin y las prcticas de purificacin.

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    implicada tambin a la hora de juzgar de qu objeto se trata (inferir qu

    objeto est afectando a nuestros sentidos), as como si es bueno o malo para

    el organismo,

    memoria, algo as como el registro de las percepciones, disponible para ser

    recuperado a travs de la imaginacin,

    - y el alma racional o intelectiva, propia exclusivamente de los humanos, capaz

    de conocer los conceptos abstractos universales (a diferencia del conocimiento

    de los objetos individuales que permiten los sentidos). Sera lo ms parecido a lo

    que hoy en da entendemos por mente o actividad cognitiva.

    En De anima, Aristteles dedica un amplio espacio al alma sensitiva, sobre la que an

    se extendera ms ampliamente en otra obra llamada De sensu (sobre los sentidos). En esta

    obra, el alma sensitiva y los rganos sensoriales (como en el ejemplo que veamos de la

    vista y el ojo) aparecen igualmente como un conjunto inseparable. En lo que se refiere al

    alma racional o intelectiva (nous en griego), Aristteles realiza un ejercicio anlogo al

    que hace con la facultad sensitiva, distinguiendo entre un intelecto paciente (en potencia),

    y otro activo, que completara y llevara a la perfeccin al anterior. Ese intelecto activo

    o agente se encargara de actualizar las imgenes recibidas por los sentidos para

    convertirlas en conceptos y juicios, garantizando el conocimiento de los universales, es

    decir, el conocimiento racional ms all del conocimiento de las cosas que adquirimos a

    travs de la percepcin.

    El desarrollo que hace Aristteles de esta cuestin del intelecto agente constituye un

    pasaje controvertido que dar lugar a mltiples interpretaciones a lo largo de los siglos,

    especialmente en el momento de su recuperacin en la Baja Edad Media, donde la

    necesidad de asimilarlo al Cristianismo dar lugar a diferentes lecturas acerca de su

    inmortalidad y carcter individual. Y es que, si bien Aristteles reclama, como sealamos,

    que el alma es inseparable del cuerpo (y por tanto perecedera), este intelecto agente que

    garantiza el conocimiento universal, comn a todos los hombres, sera inalterable y como

    tal, eterno e inmortal. Se trata en todo caso de un problema planteado con ambigedad2.

    2 Algunos seguidores posteriores, como el filsofo y mdico andalus Averroes (1126-1198) defendern que, puesto que el alma no es separable del cuerpo, solo cabe hablar de la inmortalidad del entendimiento agente en acto puro, que se identificara con Dios (entendimiento divino) y sera comn a todos a los hombres (no individual). Por el contrario, Santo Toms de Aquino (1225-1274) defender que Aristteles no se pronuncia

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    Por otro lado, De Anima no es la nica obra de Aristteles donde encontramos

    desarrollos acerca de cuestiones que hoy llamaramos psicolgicas. Si aqu se sita en la

    perspectiva de la biologa y se interesa por todos los seres vivos y sus funciones, en otras

    ocasiones se centra en el ser humano e introduce otras distinciones igualmente relevantes

    para lo que hoy entendemos por psicolgico, en funcin de los objetivos prcticos de

    cada obra. As, por ejemplo, en la Poltica se ocupa de definir al hombre como animal

    social o poltico, determinando las caractersticas del espacio social en el que se ha de

    desarrollar la vida del hombre y analizando la experiencia de la vida colectiva; en la

    Potica trata de la experiencia esttica, desarrollando temas como la imitacin y la catarsis,

    entendida como purificacin del alma a travs de la experimentacin del drama de los

    personajes; y en la Retrica se ocupa de las formas de persuasin, atendiendo, entre otras

    cosas, a las emociones, los patrones de razonamiento y el carcter de los oyentes. Esta

    nebulosa de cuestiones, difcilmente se dejarn encerrar en un slo mbito de saber. La

    filosofa helenstica profundizar en muchas de ellas, con una diferencia importante:

    mostrar una preocupacin mucho ms clara por el individuo (ms all de la ciudad) y por

    ofrecerle recetas prcticas para la vida.

    MUNDO HELENSTICO Y ROMANO: LA FILOSOFA COMO TERAPIA PARA

    EL ALMA

    El mundo helenstico y romano es un perodo en el que la cultura griega, con las

    conquistas de Alejandro Magno, se extiende como elemento civilizador. Es un momento de

    expansin de lo griego pero, a la vez, de aparicin de nuevas unidades polticas y de

    fragmentacin del Imperio universal soado por Alejandro, donde reinar el caos y el

    desmoronamiento de los antiguos valores de la polis y la democracia. En ese perodo, las

    filosofas platnica y aristotlica, que se desarrollan en la Academia y el Liceo

    respectivamente, dejarn paso a otras filosofas que aspiran a ensear no solo a pensar sino

    a vivir. Estas nuevas filosofas, ya sea desde posturas subversivas (como en el cinismo o el

    escepticismo) o desde posturas ms conservadoras (epicuresmo, estoicismo), se presentan

    sobre la inmortalidad individual del entendimiento agente, lo que no quiere decir que la niegue. En todo caso, mucho antes de que eso ocurra, veremos desarrollarse otras filosofas que afectarn tambin a estas relecturas posteriores.

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    como sistemas de creencias y prcticas para la salvacin individual. Tratan de recuperar

    para el individuo, y ya no tanto para la ciudad o la sociedad, cuestiones como la libertad de

    accin y decisin, o la autosuficiencia, sobre la que poder garantizarse una existencia feliz3

    (Garca Gual y Jess Imaz, 2008)4.

    En este sentido, encontramos en las filosofas helensticas una serie de prcticas o

    recetas que implican una transformacin interior y que se presentan como terapias para la

    vida. Se trata fundamentalmente de actividades dirigidas al dominio de las pasiones,

    consideradas como la principal causa de sufrimiento. De ah que se presenten como

    prcticas de curacin del alma. Estos ejercicios, que eran muy conocidos y formaban parte

    de la vida cotidiana de las diferentes escuelas filosficas del helenismo, implicaban

    cuestiones relacionadas con la atencin, la memorizacin (de la regla de vida, de los

    principios de vida) y la meditacin, con el objeto de vigilar el espritu, concentrarse sobre el

    presente y dominar el pensamiento y la voluntad. En este sentido, adems de ejercicios

    intelectuales como la lectura, la audicin o la investigacin, haba ejercicios prcticos

    dirigidos a la creacin de hbitos, como el dominio de s mismo o el cumplimiento con los

    deberes de la vida social. Estas filosofas prcticas apuntaban as tanto al desarrollo de la

    nocin de individuo como de la conciencia y el gobierno de s, que sern clave mucho ms

    tarde, en el desarrollo del sujeto moderno (autnomo, libre, agente y responsable de sus

    actos, etc.) aspectos inexistentes, o muy titubeantes, hasta la modernidad.

    Mientras que los continuadores de la Academia platnica y el Liceo de Aristteles

    fueron tendiendo a la especializacin en diferentes mbitos de conocimiento, la filosofa

    helenstica se preocup ms por la coherencia del sistema de conocimiento y de las partes

    que lo componan. Sus desarrollos en lo que respecta a la nocin de alma se encuentran

    distribuidos en el conjunto de ese sistema y se vinculan por tanto a su concepcin de la

    fsica (o metafsica), la lgica y la tica. En lneas generales, con respecto a las filosofas

    anteriores, se mantendrn ms prximos del materialismo y naturalismo aristotlico que del

    idealismo platnico, negando la inmortalidad del alma: solo existe la vida que tenemos

    delante, sensitiva y corprea. Tambin se caracterizan por recuperar ideas de filsofos

    3 Este concepto de felicidad (eudaimona) poco tiene que ver con el que reivindica la actual Psicologa Positiva. 4 En lo que sigue, la exposicin que ofrecemos de las filosofas helensticas se basa fundamentalmente en la presentacin que hacen estos autores.

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    presocrticos como el atomismo de Demcrito5 o el logos o razn universal de Herclito6.

    Epicuro, por ejemplo, defender que el alma, perecedera, est compuesta de tomos

    distribuidos por todo el cuerpo (los ms sutiles de los cuales estaran en el pecho).

    El estoicismo, que fue la ms influyente de estas filosofas, manejar una nocin de

    alma muy cercana tambin a la que veamos en Aristteles, como forma del cuerpo.

    Ahora bien, esta idea se extiende ms all de los seres vivos al conjunto del Universo, que

    en una lnea ms platnica aparece dotado de inteligencia (logos). Como los epicreos, los

    estoicos defendern que el alma humana es material y perecedera. Ahora bien, el principio

    de vida del Universo, del que el alma humana sera una partcula, s sera eterno. El

    universo inteligente (logos) estara animado por un alma csmica (pneuma) indestructible,

    fuente de la eterna energa. Este alma del universo actuara como un principio estructurador

    de la materia, a la que dara forma. Su accin se ejercera tanto en los seres inanimados,

    como una fuerza de cohesin, como en los seres animados (plantas, animales y hombres),

    donde sigue una distribucin muy semejante a lo que veamos en Aristteles (alma

    vegetativa, sensitiva y racional), siendo el hombre el nico ser capaz de raciocinio (logos).

    El alma humana sera de hecho la forma ms elevada de ese pneuma que anima el universo.

    Su centro y elemento superior sera lo que los estoicos llaman un gua interior

    (hegemonikon), situado en el corazn, encargado de coordinar los impulsos y los sentidos.

    Este gua se regira por la racionalidad, entendida como una capacidad innata que permite

    superar los impulsos animales y moverse por objetivos ms valiosos; tambin proporciona

    libertad para la actuacin moral. As, mientras los animales se comportan de forma

    instintiva, el hombre, como ser racional, hace uso de su entendimiento a la hora de elegir, lo

    que le permite ser libre y moralmente responsable. El estoicismo postula as una moral

    autnoma, pautada por la propia razn; pero esa razn humana est en armona con la

    Razn universal (logos) que ordena el proceso csmico. De ah que, mientras la Fsica

    ensea a conocer la naturaleza, la tica ensea a vivir de acuerdo a nuestra naturaleza, que 5 Demcrito fue un filsofo griego que vivi entre los siglos V-IV a.C.. Su filosofa atomista parte de la idea de que existen partculas invisibles e indivisibles que se mueven eternamente en el vaco. Estas partculas, eternas, se denominan atomos (que quiere decir indivisible). 6 El logos es un trmino clave de la filosofa griega, que designa tanto la razn o inteligencia como el lenguaje (de ah proviene el trmino de lgica, as como el sufijo de los tipos de saber, como biologa por ejemplo). Para Herclito, el logos se define como razn universal, una ley comn que gobierna el mundo y hace posible el orden y la justicia. Se trata de una razn que slo los sabios pueden llegar a conocer y, a travs de ese conocimiento, actuar en consecuencia. El estoicismo retoma precisamente esta idea, segn la cual el logos es comn al hombre y al universo.

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    es conforme a la Razn universal.

    Gracias a esa armona con la razn universal, divina, el sabio estoico confa en el

    poder de su razn para alcanzar una vida serena y feliz. Su optimismo se basa precisamente

    en que se siente integrado en el proceso lgico universal, asumiendo el carcter de destino,

    de necesidad, en tal devenir necesidad que se identifica con un concepto de providencia

    inmanente, csmico7.

    La nocin de alma humana que encontramos en el estoicismo, y especialmente esta

    idea de gua interior, profundiza ya, tentativamente, en la idea de conciencia de s,

    aunque la idea de interioridad todava est lejos del desarrollo que alcanzar muy

    posteriormente, a partir del Renacimiento y en la Modernidad. En ese momento, como

    veremos, los planteamientos estoicos volvern precisamente a cobrar gran importancia e

    influencia, con la reaparicin de ideas como la autonoma moral o la superioridad de la

    razn sobre las pasiones8.

    El estoicismo, que fue la ms influyente de las filosofas helensticas y romanas, entre

    otras cosas por su mayor complicidad con el orden social y poltico, y que funcion hasta

    cierto punto tambin como una religin pagana, sera sin embargo superado completamente

    por el cristianismo a partir del fin del Imperio Romano. En un tiempo de constantes guerras

    y penurias, dominado por la muerte, el cristianismo ofreca la promesa de un mundo mejor,

    una justicia tras la muerte y la inmortalidad de las almas en el ms all. Estas promesas, que

    adems apelaban a aspectos pasionales del alma humana que el racionalismo estoico haba

    dejado de lado, despertaban una atraccin incomparable. Ante su imparable avance, cada

    vez ms agresivo, y ante la incapacidad del epicuresmo y del estoicismo para hacer felices

    a los hombres, surga el ltimo de los grandes sistemas filosficos del helenismo: el

    neoplatonismo, que supone una actualizacin y profunda reinterpretacin de la filosofa de

    Platn.

    El neoplatonismo se desarrolla en plena decadencia del Imperio Romano. Plotino

    (204-270 d.C.), su mximo representante, lleva al extremo el idealismo de la filosofa

    platnica, rehabilitando un sistema filosfico en el que los dioses juegan un papel esencial,

    7 Se trata ste de un concepto de providencia diferente del que hablar la Biblia al afirmar la absoluta omnipotencia y trascendencia de Dios Padre. 8 Los conocidos ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola, en el siglo XVI, encuentran precisamente su origen en esta filosofa greco-romana, apareciendo como una versin cristiana de su teraputica de las pasiones (Hadot, 1993).

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    de una forma que resultara aceptable tanto para el mundo poltico como en el mbito de la

    filosofa. A diferencia del materialismo estoico, que planteaba la idea de una Razn divina

    (logos) inmanente y omnipresente en el mundo real, el neoplatonismo plantear la

    existencia de un mundo trascendente y divino, del que el mundo material, sensible, sera

    solo una copia degradada. Como planteaba Platn, a quien los cristianos reverenciaban,

    nuestra alma, inmortal, una vez liberada del cuerpo ira a ese mundo transcendente, ideal.

    Plotino, en todo caso, har algo ms que revitalizar el pensamiento de Platn: lo actualizar

    (centrndose en el problema de la relacin del alma con la verdad) e incorporar desarrollos

    aristotlicos y estoicos, entre otros. As, al tratar de la relacin entre el alma humana

    particular y el alma del mundo, principio de movimiento (pneuma), Plotino recurrir al

    tratado De anima de Aristteles, sealando que el alma humana pertenece a la vez al

    mundo sensible (alma inferior sensitivo-vegetativa) y al Intelecto agente, ese alma superior-

    intelectiva que est fuera del mundo.

    Para entender esta cuestin, hay que tener en cuenta el conjunto del sistema de

    Plotino. Bsicamente, la doctrina neoplatnica plantea una estructura de la realidad

    trascendente en trminos de un proceso o escalonamiento descendente, que ira desde lo

    que est ms all de todo ser (a lo que llama el Uno) hasta el mundo sensible y material. En

    esa escala, por encima de todo estara el Uno Absoluto, un principio que no es forma. El

    Uno engendrara la Inteligencia, el Nous, el lugar de las Ideas. Y el Nous producira el

    Alma, compuesta de una parte superior, que emana de lo eterno, donde reside, y otra

    inferior, de la que emanan las cosas sensibles. As, el alma humana para Plotino tendra dos

    partes: la superior-intelectiva, que vuelve al Nous para contemplar las Ideas (dotndose de

    Logos), y la inferior sensitivo-vegetativa, que procede de la superior, y que contempla las

    Ideas slo a travs de las imgenes que le llegan del Alma superior. Adems, el Alma

    inferior se contempla a s misma y, al auto-contemplarse, crear el mundo sensible. Lo har

    estructurando la materia a travs de la proyeccin de sus lgoi, que seran las imgenes

    (contempladas en s misma, en el alma inferior) de las imgenes (del alma superior) de las

    formas que habitan en el Nous. La materia sera as el receptculo no de las Ideas sino de

    sus reflejos ms o menos lejanos.

    El mundo material, copia de mala calidad de las formas transcendentes, sera, adems,

    el origen del mal, del que el individuo solo se salvara por su ser espiritual, por su

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    condicin anmica. El filsofo se recoge en s, y, mediante la contemplacin, cultiva al

    hombre interior, el alma que puede aprehender la verdad trascendente, fuera del mundo de

    los sentidos. (citado por Garca Gual y M. Jess maz, p. 171).

    Igual que para Platn, para quien la reminiscencia (el recuerdo de la visin de las

    Ideas) permita al alma reencontrarse con el mundo de las Ideas y liberarse de la crcel del

    cuerpo, para Plotino, el alma cada en el cuerpo, aunque muy unida a l por sus deseos

    inferiores, podr volver a levantarse e iniciar el proceso inverso de conversin o vuelta a lo

    Uno. Las almas, huyendo de lo exterior y volvindose al alma universal, podrn purificarse

    y ascender hacia el Bien. Ese proceso inverso de vuelta a lo Uno requiere de la prctica de

    virtudes, cvicas y purificativas, que llevaran a la ausencia total de pasiones, en la lnea de

    la moral estoica (completamente integrada en el neoplatonismo). Gracias a los ejercicios

    espirituales, podemos conocer nuestra alma, el Intelecto y sobre todo, el Uno, principio de

    todas las cosas.

    Situando en el hombre los tres elementos de su sistema (el Uno, el Nous y el Alma),

    Plotino abre la puerta a la unin mstica9. Esta unin no se dar a travs de la inteligencia

    o la capacidad discursiva sino por un acto sbito de comprensin que slo puede tener su

    origen en lo que de semejante hay en nosotros: la intuicin (una visin intuitiva no

    racional). Este tema de la unin del ser humano con un mundo transcendente a travs de la

    intuicin se mantendr en el misticismo cristiano as como en desarrollos metafsicos muy

    posteriores, que conviven incluso con la Ilustracin, en el siglo XVIII, acerca del alma

    humana y su posibilidad de entrar en contacto con otras almas, anglicas o divinas10.

    Frente al materialismo pagano, el neoplatonismo ofreca la ventaja de un alma

    humana inmortal y de un mundo espiritual transcendente, ms real que el mundo de la

    materia. Esto hizo que su influencia sobre los primeros filsofos cristianos, preocupados

    por dotar de un sistema filosfico a la fe cristiana, fuera de primera importancia11. Los

    9 Una vez purificada el alma, se conocer a s misma como parte del alma universal, como parte de lo divino y, sintindose iluminada por la Inteligencia, ver en s lo que de divino posee. A partir de este momento, se producir la unin mstica con Dios, el xtasis. (bid., p. 194). 10 Algo as encontraremos de hecho en la base de la llamada investigacin psquica (comunicacin con otros espritus) y la posterior para-psicologa, un fenmeno de primera importancia a finales del siglo XIX. 11 Aunque el mismo San Agustn se mostrara desconfiado ante aquellos postulados que haban sido retomados y acentuados por doctrinas herticas (como la de los Gnsticos), acercndose en ocasiones ms al propio Platn que a Plotino, otros filsofos cristianos como Nemesio (hacia el 450 d.C) asumieron el neoplatonismo como un sistema acorde al dogma cristiano. El escritor cristiano cuyo neoplatonismo ejercera una mayor influencia fue el Pseudo-Dionisio, que escribi a finales del siglo V y principios del siglo VI.

  • 11

    primeros filsofos cristianos, que ya veneraban a Platn, no tuvieron problema en

    incorporar el neoplatonismo. Ciertamente, la filosofa cristiana recogi tambin,

    adaptndolos, elementos clave del estoicismo como la providencia divina y su ordenacin

    del mundo y los ideales ascticos aspectos que haban sido incorporados ya por el propio

    neoplatonismo. Ahora bien, frente al logos csmico y natural del estoicismo, y yendo ms

    all del logos transcendente del neoplatonismo, el cristianismo ofreca un logos encarnado

    y revelado en la figura de Jesucristo.

    En todo caso, la filosofa cristiana adopt este carcter de filosofa prctica, para la

    vida, que continuaba la tradicin de los ejercicios espirituales (atencin, memoria,

    meditacin). Los primeros filsofos cristianos profundizaron en la meditacin y en las

    tcnicas de introspeccin para la contemplacin interior, afinando el anlisis del examen de

    conciencia. Esta cuestin sera retomada especialmente por San Agustn (354-430 d.C), que

    dar un gran impulso al estudio introspectivo del alma, en obras como sus Confesiones (400

    d.C). Ahora bien, hay que dejar claro que no se trata tanto de conocerse a s mismo en su

    individualidad u originalidad (tampoco lo era en la filosofa greco-romana) como de

    alcanzar el conocimiento de Dios12.

    Tras el cierre de la Academia platnica de Atenas (por Justiniano en el 529 d.C.), los

    representantes del neoplatonismo sufriran un xodo que los llevara hacia Oriente (primero

    a Persia y luego a Siria), donde las obras de Platn y Aristteles seran traducidas al rabe,

    al hebreo y al latn. Esas traducciones son las que terminaran volviendo a la Europa

    cristiana a travs de la expansin de la cultura rabe en Espaa, varios siglos ms tarde. A

    partir del fin del Imperio Romano y durante toda la Alta Edad Media, sera la filosofa

    cristiana, con San Agustn a la cabeza, la que dominara el pensamiento occidental. La

    filosofa cristiana, en tanto que prctica de los ejercicios espirituales, se mantendra en la

    vida monstica, sustituyendo los dogmas filosficos del estoicismo por los mandamientos

    y principios de la vida cristiana. Si filosofar es vivir conforme a la ley de la Razn, los

    cristianos filosofan porque viven conforme a la ley del Logos divino. (Hadot, 1993/2002,

    p. 79). El ejercicio por excelencia consistir en alcanzar la apata: librar al alma del cuerpo.

    12 As, en el libro X de las Confesiones, dedicado a la memoria, San Agustn comienza expresando el deseo de acceder al conocimiento de Dios, y para elevarse hacia el conocimiento de Aqul que lo ha creado, recorrer los tesoros de su memoria, sus recuerdos, ordenados, clasificados, donde encontrar no slo el resultado de las impresiones sensibles sino pensamientos y conocimientos, incluso tan abstractos como las matemticas. Todo ello para finalmente lograr acceder a Dios.

  • 12

    LA CIENCIA DEL ALMA EN LA EDAD MEDIA: DE LA FILOSOFA

    PLATNICO-AGUSTINIANA A LA ESCOLSTICA

    Con el auge y dominio del cristianismo, el carcter ms naturalista y materialista de la

    filosofa griega y romana se perdera en Europa durante la Alta Edad Media. La filosofa

    platnico-agustiniana, centrada en la introspeccin como forma de acceso al conocimiento

    de Dios, dominara el pensamiento medieval en Occidente hasta el reencuentro con la

    filosofa clsica, al final de la Alta Edad Media (siglos V-XI). Ese reencuentro estuvo

    marcado por el empeo de Carlomagno, nombrado en el ao 800 Emperador del restaurado

    Imperio Romano Germano (disuelto en 476), en restablecer las escuelas, para mejorar el

    estado intelectual y moral de los pueblos que gobernaba, como parte de un ambicioso

    proyecto para dotarlos de una cultura unitaria. Es lo que se ha denominado mucho despus

    como el Renacimiento Carolingio, un corto periodo de recuperacin de la cultura clsica

    latina (entre finales del siglo VIII y principios del siglo IX) en un contexto de decadencia

    intelectual y cultural. La admiracin por la cultura antigua y su voluntad de mantenerla era

    evidente en los objetivos educativos y culturales de la corte de Carlomagno, que se propone

    institucionalizar las siete artes liberales: el trivium (gramtica, retrica y dialctica) y las

    cuatro artes para conocer el mundo (aritmtica, geometra, astronoma y msica). La

    filosofa, centrada principalmente en el pensamiento platnico y afectada por un

    conocimiento muy escaso de Aristteles, y la teologa, basada en una interpretacin textual

    de las Escrituras (con un apoyo especial en la gramtica y la retrica), se estudiaban en ese

    marco.

    La autoridad de San Agustn y la del neoplatnico pseudo-Dionisio (Dionisio

    Areopagita) durante buena parte del medievo haba terminado llevando a muchos telogos

    a defender concepciones idealistas e innatistas que parecan irreconciliables con la filosofa

    aristotlica. En ese sentido, la recepcin en Occidente de las obras de Aristteles durante la

    Baja Edad Media (siglos XII- XIII) aport a la filosofa cristiana un enfoque nuevo sobre el

    conocimiento y el hombre. El naturalismo de Aristteles resultaba de partida incompatible

    con el dogma eclesistico, la visin cristiana de la inmortalidad del alma humana y la

    meditacin introspectiva como fuente del verdadero conocimiento. Los textos de

    Aristteles se vieron as sometidos a importantes transformaciones y su interpretacin dio

  • 13

    lugar a fuertes controversias.

    Desde que se empiezan a recuperar obras de la filosofa greco-romana clsica, surge

    todo un movimiento en las escuelas monsticas y catedralicias, donde una parte sustancial

    de los estudios se centraba en cuestiones teolgicas y filosficas, que intenta comprender la

    revelacin religiosa del cristianismo desde las nuevas perspectivas que esas obras

    aportaban. La filosofa desarrollada en ese contexto recibi el nombre de Escolstica

    (nombre que remite a estas escuelas, predecesoras de las primeras universidades

    europeas) y la denominacin persisti para referirse a dichas corrientes filosficas incluso

    tras haberse creado las universidades (a partir del siglo XII). Aunque buena parte de ese

    movimiento se basaba en la bsqueda de una compatibilidad entre fe y razn, en la prctica,

    la razn se supeditaba claramente a la fe, de modo que la filosofa, en realidad, se haca

    sierva de la teologa. Su mayor dominio se dio entre mediados del siglo XI y mediados del

    siglo XV, y su mxima preocupacin fue la creacin de grandes sistemas sin contradiccin

    interna, lo que propici un desarrollo extraordinario de la dialctica (a diferencia de lo que

    haba ocurrido durante el Renacimiento Carolingio, donde el nfasis se pona en la

    gramtica y la retrica).

    El apogeo de la Escolstica tuvo lugar en el siglo XIII, un momento especialmente

    importante en el plano de la reflexin teolgica (y psicolgica), con nombres como San

    Buenaventura o Santo Toms de Aquino. Es un siglo en el que vemos nacer un movimiento

    de reforma que, siguiendo el ejemplo de la iglesia primitiva, tiende a instaurar un modelo

    de vida basado en la mendicidad, el reparto de bienes con los pobres y la predicacin

    itinerante del Evangelio. Aparecen as las rdenes mendicantes, como la de los franciscanos

    y los dominicos, que sern integradas en la vida institucional de la iglesia. Estas rdenes

    van a rivalizar entre s, as como con las universidades recin constituidas13, en sus

    respectivos planteamientos filosficos y teolgicos. La orden de los franciscanos, a la que

    pertenece San Buenaventura (1221-1274), seguir una lnea ms acorde a la filosofa

    platnica, mientras que la orden de los dominicos, a la que pertenece Santo Toms (1224-

    1274), se alinear con la recientemente re-descubierta filosofa de Aristteles. Santo Toms

    tratar precisamente de conciliar la filosofa cristiana y la fe en Dios con el naturalismo y la

    13 Entre las primeras universidades, cabe destacar las de Bolonia, Pars o Salamanca. En esos momentos, haba bsicamente tres facultades, dedicadas a formar a los estudiantes en las tres profesiones que existan: teologa, medicina y derecho.

  • 14

    razn de la filosofa aristotlica.

    San Buenaventura subordina su trabajo filosfico a la bsqueda de lo divino, sin

    reconocer, a diferencia de Santo Toms, la autonoma de la filosofa. Adems, su

    pensamiento, como el de San Agustn, a quien considera su maestro, es mstico. En

    trminos generales Buenaventura plantea que el alma es capaz de dos tipos de

    conocimiento. Uno estara ligado a su unin con el cuerpo, con el que puede conocer el

    mundo exterior, pero que para alcanzar la verdad necesita de la iluminacin divina (no

    basta con la abstraccin a partir de los objetos particulares de la experiencia). El otro sera

    un conocimiento espiritual, de Dios incluido, cuya fuente es la meditacin introspectiva.

    Para San Buenaventura, nuestra alma, procedente de Dios y encaminada hacia l a travs de

    nuestra inteligencia, est dotada de una espontaneidad y carcter activo a todos los niveles

    del conocimiento, desde los sentidos.

    La orden de los dominicos se mostrar comparativamente ms abierta a la lectura y

    estudio de los clsicos. Alberto Magno (1206-1280), contemporneo de Buenaventura y

    maestro de Santo Toms, reivindicar el derecho a la especulacin filosfica y al

    conocimiento. En ese sentido, disertar sobre la naturaleza humana, sobre el intelecto

    agente y sobre la actividad del entendimiento, retomando aspectos de la filosofa

    aristotlica, que se haba empezado a recuperar a partir del siglo XII, a travs de los

    filsofos judos y rabes como Averroes. Sobre estas cuestiones profundizar su aventajado

    discpulo, Santo Toms, que plantear la separacin de la teologa y la filosofa, con el

    objetivo de abordar al margen de la revelacin divina diferentes aspectos del conocimiento.

    En el mundo islmico, tras una primera huella de neoplatonismo, desde la que se interpret

    a Aristteles, el alma se haba seguido estudiando fundamentalmente desde una perspectiva

    naturalista. La filosofa aristotlica, y en particular sus planteamientos acerca del alma, se

    combinaron con la medicina romana tarda, donde su mximo representante, Galeno (129

    216 d.C.), haba hecho del cerebro la sede del alma, identificndolo como rgano de los

    sentidos y del movimiento. El resultado fue una primera localizacin en el cerebro de

    diferentes aspectos del alma sensitiva y racional (que Aristteles ubicaba en el corazn). Se

    inauguraba as, por cierto, una tradicin localizacionista que sita las diferentes

    facultades o funciones en diferentes partes del cuerpo, y que se extender, de forma ms o

    menos continuada, hasta la frenologa de Franz Gall, a principios del siglo XIX, cuya

  • 15

    influencia llegar hasta las investigaciones ms recientes y conocidas de Broca sobre

    lenguaje.

    Siguiendo de cerca el planteamiento de Aristteles y sus comentaristas islmicos, y

    contrariamente a la idea platnico-agustiniana del cuerpo como tumba o prisin, Santo

    Toms definir el alma humana como la forma del cuerpo. Entre el alma y el cuerpo habra

    una unin sustancial: el alma se presenta como el principio de todas las operaciones,

    aquello no solo por lo que conocemos, sino por lo que nos movemos, nutrimos y sentimos.

    As, el alma humana vuelve a aparecer como algo inseparable del cuerpo, rompiendo con la

    identificacin del hombre con el alma racional, y planteando que toda operacin intelectual

    humana supone la intervencin del cuerpo.

    Santo Toms sigue igualmente su clasificacin de las facultades del alma,

    manteniendo la distincin entre aquellas propias del alma vegetativa, sensitiva y racional, si

    bien se cuid ms de introducir aspectos que separaban al hombre del animal,

    introduciendo algunos matices importantes que otorgaban al hombre un mayor control

    racional. As por ejemplo mantuvo la facultad estimativa introducida por Avicena, una

    especie de instinto natural con el que juzgar el posible dao o beneficio de los objetos

    externos, como parte del alma sensitiva, pero distingui entre la estimativa propiamente

    dicha, caracterstica de los animales e involuntaria, y una estimacin cogitativa, sujeta al

    control de la voluntad. Asimismo, se alejar de la nocin de intelecto agente planteada

    por los comentaristas islmicos, que lo haban identificado, infludos a este respecto por el

    neoplatonismo, con un plano divino14. En su lugar, Santo Toms devuelve el intelecto

    agente al alma humana, haciendo del conocimiento un producto activo del pensamiento

    humano y no un don de la iluminacin divina.

    Con este importante desplazamiento, Santo Toms restringe la razn humana al

    conocimiento del mundo de la naturaleza. La razn humana solo puede conocer el mundo,

    no a Dios. Contrariamente a la tradicin platnico-agustiniana, para la que el conocimiento

    de Dios constituye un ejercicio introspectivo, Santo Toms plantea que slo hay dos formas

    14 Avicena (980-1037) hablaba de una especie de intelecto anglico, que nos iluminara y guiara hacia el conocimiento de las Ideas. Esta idea de un intelecto agente independiente, en acto puro, sera la que llegara a Europa a travs de Averroes (1126-1198) en el siglo XII. Esta versin del intelecto agente, inmortal y separado del alma humana, dara lugar a controversias en el seno del cristianismo: si era idntica a todos los seres humanos, y en ningn caso equiparable a un alma personal, difcilmente poda ser juzgada en un supuesto Juicio final.

  • 16

    de conocer a Dios: bien por la revelacin sobrenatural que nos transmite la Iglesia, bien

    infirindolo, mediante las demostraciones a posteriori que podemos hacer a partir de sus

    efectos, de su obra en el mundo. Algo parecido ocurrira con el alma: no se puede observar

    directamente, slo se ve y conoce por reflexin y reconocimiento de sus efectos.

    A partir de Santo Toms se inicia progresivamente un proceso de independencia de

    la razn, que pondr fin a la filosofa medieval a partir del siglo siguiente y con el que dar

    comienzo la filosofa moderna. Aunque Santo Toms trat de conciliar ciencia y

    revelacin, introduciendo la perspectiva naturalista en el seno del cristianismo platnico

    tradicional, al separar la filosofa de la teologa en realidad lo que hizo fue sentar las bases

    para el futuro conflicto entre razn y fe. Ser en el marco de la filosofa moderna, y

    especialmente en la obra de Ren Descartes (1596-1650), donde veremos desarrollarse el

    concepto de mente como espacio interior, subjetivo, que, pasado por el barniz ms

    empirista de John Locke (1632-1704), constituir el primer objeto de estudio de la

    psicologa cientfica o experimental. Pero an falta tiempo para llegar a ese concepto

    fundamental, asociado al dualismo mente cuerpo que estaba por instaurarse. Si en Santo

    Toms el alma slo existe encarnada, entendida en la tradicin aristotlica como forma del

    cuerpo, en la tradicin platnica-agustiniana tampoco haba una oposicin en los trminos

    que presentar el dualismo cartesiano: el alma estaba en todo el cuerpo y en cada una de sus

    partes (Gantet, 2008).

    EL RENACIMIENTO Y LA REFORMA PROTESTANTE: LA CIENCIA DEL

    ALMA AL SERVICIO DE LA SALVACIN DEL HOMBRE

    Gracias al progresivo redescubrimiento de las fuentes clsicas15, a partir del siglo

    XIV y a lo largo del siglo XV tuvo lugar una vuelta a los valores de la cultura greco-latina

    que se impondra a la mentalidad ms rgida y dogmtica establecida en Europa durante la

    Edad Media. Dicho periodo, que ha recibido el nombre de Renacimiento, result de la

    difusin de las ideas del Humanismo, un movimiento filosfico y cultural que promova

    una nueva concepcin del hombre y del mundo. Inspirndose en el antiguo humanismo

    15 Algunas de esas fuentes clsicas, como hemos visto, haban sido traducidas al latn, entre otros, por Averroes; otras iban apareciendo gracias a la infatigable bsqueda de manuscritos por eruditos monjes humanistas en los monasterios de toda Europa.

  • 17

    griego, el siglo XV dejaba atrs el teocentrismo medieval, que otorgaba un lugar central a

    Dios, para situar al hombre en el centro. Frente a los estudios teolgicos y escolsticos,

    heredados del medievo, ms centrados en la lgica, los estudios humanistas (studia

    humanitatis) promovan una formacin ntegra a partir de las fuentes clsicas, que incluan

    gramtica, retrica, potica, historia y filosofa moral. La docencia humanstica, ligada a su

    vez al desarrollo de las ciudades y la vida urbana, promova en cierto modo un

    conocimiento de los individuos como agentes responsables, que saban lo que era natural y

    correcto hacer o sentir en determinadas circunstancias. Aunque el conocimiento del hombre

    segua ligado a cuestiones teolgicas y asuntos de fe16, se produce un cambio de primera

    importancia en el individuo, que deja de ser un mero sbdito para empezar a ser un

    ciudadano.

    Durante el Renacimiento humanista tuvo lugar adems la ms intensa de las

    exigencias de reforma en la historia del cristianismo. A comienzos del siglo XVI, en

    Alemania, Martin Lutero (1483-1546) denuncia la degeneracin de la institucin

    eclesistica, a la que acusa de avaricia y paganismo, e inicia un movimiento de renovacin

    evanglica. La repercusin de sus crticas fue inmediata. Lutero, que en sus sucesivas

    intervenciones lleg a cuestionar la autoridad de la Iglesia (y del papa), como mediadora de

    lo sagrado, no tard en ser declarado hereje y expulsado del Imperio (edicto de Worms,

    1521). La posterior obligacin de aplicar en los diferentes territorios el edicto de Worms,

    dio lugar a una protesta conjunta por parte de las autoridades polticas locales, prncipes

    alemanes y representantes de ciudades libres, contra el papado y la Iglesia que terminara

    dividiendo a la iglesia occidental. En 1555, con la paz de Augsburgo, que afirm el

    principio segn el cual el que gobierna una regin determina su religin, ratific la

    divisin confesional del Sacro Imperio Romano Germano y de Europa en dos campos: el de

    la confesin catlica y el de la luterana. Ms tarde se reconocera tambin la confesin

    reformada o calvinista as como el de la anglicana, dando lugar a un pluralismo religioso en

    el seno del cristianismo europeo, hasta entonces desconocido.

    Para frenar el avance de las doctrinas protestantes y la crisis provocada por la

    Reforma, la Iglesia romana llev a cabo una Contrarreforma, tomando una serie de medidas

    16 Pocos se planteaban an una superioridad de la razn sobre la fe, algo que no se empezara a plantear seriamente hasta el siglo XVII (Smith, 1997).

  • 18

    para poner fin a los abusos existentes. Estas medidas comprendan desde la formacin de

    los sacerdotes (con la fundacin de los seminarios), hasta el control de las prcticas y

    creencias de los fieles, especialmente de culto a los santos, mediante visitas pastorales.

    Junto a esta labor disciplinaria, que conllev una revitalizacin de la meditacin y la

    oracin como forma de control de las pasiones, el examen cotidiano de conciencia y la

    confesin, se desarroll tambin una importante va mstica. En este contexto se fundaron

    la Compaa de Jess, cuyo primer General ser San Ignacio de Loyola (1491-1556), autor

    de los Ejercicios Espirituales17, y la orden de los carmelitas descalzos, que renov la

    espiritualidad cristiana mediante la mstica, con figuras como Santa Teresa de Jess o San

    Juan de la Cruz.

    Salvo por el fortalecimiento de la figura del papa y la jerarqua eclesistica, muchas

    de las medidas de la Contrarreforma se acercaban bastante a lo que buscaba la propia

    Reforma Protestante, en la lnea de una revitalizacin de la filosofa greco-latina como

    terapia para la salvacin individual (si bien en trminos cristianos). El conocimiento del

    hombre, hacia el que haba girado el humanismo, se convierte en un objetivo central al

    servicio de dicha salvacin. Este, como veremos, era el foco fundamental de la medicina,

    donde se seguan muy de cerca los textos aristotlicos y en particular su De anima. Pero

    este conocimiento no se limitaba a la disciplina mdica: estaba repartido entre todas las

    materias de los estudios humanistas as como entre las otras dos grandes profesiones: la

    teologa y el derecho18.

    El protestantismo dara un nuevo impulso a este conocimiento del hombre, al servicio

    fundamentalmente de la moral. En la medida en que para el protestantismo todo lo humano

    est contaminado por el pecado (el hombre fue corrompido por el pecado original y la

    maldad siempre est presente en cualquier comportamiento humano), su misin

    fundamental es alejar al hombre de su naturaleza pecaminosa. Para ello necesitaba

    precisamente desarrollar conocimientos sobre el alma, que afectan tanto al cuerpo (la fsica)

    como al alma inmaterial. Adems de fomentar el estudio y la enseanza disciplinada sobre 17 Por este nombre se entiende todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar, de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones desordenadas (apegos, egosmos,...) con el fin de buscar y hallar la voluntad divina. (Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales). 18 Siempre desde un marco aristotlico, muchas de las discusiones tenan que ver con la relacin entre los rganos sensoriales y el alma racional. Por lo que respecta a la inmortalidad del alma, esta cuestin tena que ver sobre todo con cmo comprender la relacin entre aquello que conocemos por fe y aquello que conocemos por otras vas de conocimiento.

  • 19

    las capacidades del alma, todo telogo deba dominar las discusiones ms eruditas sobre el

    alma, sobre los cinco sentidos externos, sobre el saber y la voluntad (Gantet, 2008).

    Ser precisamente un discpulo de Lutero, al que mencionbamos en la introduccin,

    Felipe Melanchton (1497-1560), quien, siguiendo lneas del humanismo renacentista, se

    encargar de reconstruir la docencia en las universidades protestantes del centro de Europa,

    en las que se formaban los cuadros clericales y administrativos de los Estados territoriales.

    En dicha reorganizacin ocupaban un lugar primordial las artes prcticas para el manejo del

    alma, como por ejemplo la retrica, entendida como un medio de transformacin del

    alma humana y ayuda a su salvacin. El mismo Melanchton escribi un comentario al

    tratado sobre el alma de Aristteles, Commentarius de anima (1539-1540), enriquecido con

    una amplia actualizacin de las ltimas investigaciones en anatoma, que sera el ms

    influyente del siglo XVI (reimpreso hasta quince veces y utilizado en todas las facultades

    de Letras y Medicina), perpetuando la agenda aristotlica.

    A diferencia de Aristteles, en todo caso, Melanchton no solo afirmaba la

    inmortalidad del alma sino que centraba la discusin en trminos ms teolgicos,

    alejndose tanto de la perspectiva aristotlica como del marco de la filosofa natural desde

    el que se lea ya en su tiempo. As, mientras que Aristteles haca del alma el principio de

    todos los seres animados, su manual se centraba en los seres humanos. El conocimiento

    humano, segn Melanchton, se restringe por el pecado original a la experiencia sensorial,

    por lo que es necesario distinguir ese conocimiento limitado de las certezas de la fe.

    Dejando esto claro, Melanchton se apoya en Galeno para dar cuenta cuidadosamente del

    alma sensitiva y del cuerpo, situando cada una de las partes del alma en un rgano corporal:

    el alma racional, que comprende el intelecto y la voluntad, en la cabeza, el alma sensitiva

    en el corazn y el alma vegetativa, en el hgado. Por ltimo, ofrece toda una filosofa moral

    prctica para el dominio de las pasiones, integrando la descripcin aristotlica de las

    facultades del alma con la filosofa moral cristiana y pagana acerca de lo que es correcto o

    no. La filosofa moral, como sealbamos ms arriba, haba obrado de hecho una

    importancia especial en el currculum universitario renacentista (junto a la retrica y la

    historia), gracias al humanismo y su nfasis cvico. La filosofa moral llevaba al hombre a

    prestarse atencin a s mismo y a prestrsela a otros, reforzando el sentido de una identidad

    subjetiva y social (Smith, 1997, p. 68).

  • 20

    Posteriormente, una serie de tensiones en el seno del luteranismo haran que el

    manual de Melanchton fuera retirado de circulacin en 1600. Su manual pas entonces a

    ser sustituido por los tratados de Francisco Surez (1548-1617), un jesuita espaol19 que

    haba renovado la tradicin escolstica y cuya influencia haba trascendido el mbito

    catlico, llegando a las universidades protestantes. En su escolstica aristotlica, el padre

    Francisco Surez se cuidar de introducir algunos matices que permitan garantizar el

    conocimiento de Dios ms all de la fe y la autoridad de la Iglesia. Del empirismo

    aristotlico de Santo Toms se desprenda que el alma humana no contiene ningn

    conocimiento natural de Dios, lo cual poda resultar bastante imprudente, sobre todo en un

    momento en el que la autoridad de la Iglesia estaba en juego. En ese sentido, lo que har

    Surez es introducir argumentos ms conciliadores con el innatismo de la tradicin

    platnica, si bien respetando el esquema aristotlico del alma como forma del cuerpo. As,

    Surez ir ms all de Santo Toms en el papel de intelecto agente, abriendo la puerta al

    conocimiento innato de Dios un innatismo, por cierto, que no tardaremos en encontrar en

    Descartes (E. Gilson, 1975). Atendiendo a criterios metodolgicos, Surez dividir el

    estudio del hombre en: 1) el estudio del cuerpo (animado), examinado en la fsica, y 2) el

    estudio del alma separada, inmortal, como parte de la metafsica, junto a la ciencia de Dios

    (teologa) y de los ngeles. Esta ciencia de Dios y de las inteligencias es la que recibir el

    nombre de pneumatologa o pneumtica.

    Es precisamente en estos momentos, a finales del siglo XVI, cuando empieza a

    aparecer, como en los textos de algunos discpulos de Melanchton que sealbamos al

    inicio, el trmino psicologa20. Su uso, sin embargo, no parece significar ninguna

    transformacin importante en el estudio del alma. La irrupcin del trmino, resultado de

    una traduccin helenizante21 de lo que se vena llamando ciencia del alma (Gantet, 2008),

    no significa que existiera ya entonces la psicologa como una ciencia unitaria en el sentido

    en que lo entendemos hoy unidad, por otro lado, ms que discutible. 19 La Compaa de Jess, que haba hecho un voto de obediencia incondicional al papa, se centr en la educacin y las misiones, pero tambin se dedic de manera importante a la reflexin teolgica y filosfica. 20 Smith, 1997, p. 124: It was Protestant scholastics who used the Word psychology. Goclenius in 1590, followed by Otto Casmann in 1594, defined psychology as the study of the nature of the human spirit or logical soul. The word was more common by the mid-seventeenth century, though still in predominantly Aristotelian contexts where it denoted the study of the intellective soul. 21 Recordemos que a mediados del siglo XV tena lugar un redescubrimiento del griego, con la llegada a Europa de los sabios bizantinos como resultado de la cada de Constantinopla y el Imperio de Oriente en manos de los turcos otomanos.

  • 21

    Sea como fuera, en el siglo XVII ni siquiera se puede hablar de un intento de

    integracin en torno a un mbito de saber. El estudio del alma se daba de forma ms o

    menos fragmentada entre diversos mbitos: la fsica, donde se estudiaba la parte del alma

    ligada al cuerpo, es decir, a los sentidos (ms o menos lo que hoy llamaramos fisiologa);

    la llamada pneumatologa, dedicada al estudio de los espritus (alma inmortal); y la filosofa

    moral (tica y poltica), dedicadas al escrutinio del alma racional, compuesta de

    entendimiento y voluntad as como de una conciencia moral, juez interno, registro de la

    culpabilidad, ante el que responden aquellos actos de la voluntad que no pasan por el

    entendimiento (los afectos). Desde esta perspectiva, el estudio del alma constitua un asunto

    prioritario para cortesanos y gobernantes, del que pasara a ocuparse toda una literatura

    poltica y moral cuya finalidad era precisamente educar, fortalecer la voluntad y modelar el

    entendimiento (Gantet, 2008).

    El Renacimiento supone as, con su vuelta al humanismo clsico, una dignificacin

    del hombre y un paso ms en la exploracin de su conciencia. Asimismo, con la Reforma y

    la disolucin del Santo Impero Romano Germnico, lo esencial de la religin pasa a residir

    en la conciencia de cada cristiano. La antigua comunidad cristiana jerrquica queda disuelta

    en numerosos Estados individuales, a la vez que cada estado se entiende como una

    asociacin (societas) de hombres individuales (Dumont, 1985). Los tericos del Derecho

    Natural deducirn de esta idea de individuo, sujeto de derechos determinados en la

    naturaleza humana (previos y superiores a las leyes sociales), los principios de la vida

    social y poltica que sentarn las bases del Estado democrtico moderno. Diferentes teoras

    del contrato, jurdicas, ticas y polticas, a lo largo del siglo XVII (Hobbes, Locke) y XVIII

    (Rousseau), tratarn de explicar la unin entre esos individuos que ahora aparecen como

    originalmente aislados.

    La nocin de individuo independiente y autnomo, base de la sociedad moderna, se

    encuentra en pleno despegue. Ahora bien, tampoco aqu se puede hablar an de esa

    conciencia psicolgica propia de la modernidad, ligada al concepto de mente como espacio

    de la subjetividad. Segn Smith (1997), ms que la dignificacin del hombre en s, propia

    del Renacimiento, lo que marcar el paso a la modernidad ser sobre todo la dignificacin

    del alma como va de conocimiento a travs de los sentidos, de la experiencia, resultado de

    una confianza en las capacidades humanas. En ese proceso, los trabajos de Francis Bacon

  • 22

    (1561-1626), Johannes Kepler (1571-1630) y Galileo Galilei (1564-1642) resultarn

    fundamentales a la hora de hacer valer dichas capacidades, a travs de la experiencia, el

    razonamiento y la experimentacin en la construccin del conocimiento. Esta va, abierta

    en ltima instancia por la propia filosofa aristotlica al afirmar que no hay nada el intelecto

    que no est primero en los sentidos, llegara a convertirse en la segunda mitad del siglo

    XVII en el conocimiento por excelencia, desbancando progresivamente la autoridad de la

    Iglesia. A partir de ah, empezaremos a encontrar un conflicto entre ciencia y religin, que

    se saldar con un (al menos aparente) triunfo de la razn en el siglo XVIII, tambin

    llamado de las Luces o Ilustracin.

    LA CIENCIA MODERNA Y LA MENTE COMO ESPACIO DE LA EXPERIENCIA

    SUBJETIVA

    Los verdaderos responsables del nacimiento de la psicologa moderna, como seala

    Canguilhem (1956/2009), son los fsicos mecanicistas del siglo XVII. Esta nueva filosofa

    natural se opona a la filosofa natural aristotlica, caracterizada por la atribucin de

    poderes a la materia (como por ejemplo, en su tratamiento de los imanes, que se

    consideraban dotados del poder de la atraccin magntica). Estas ideas iban en contra del

    catolicismo de la reforma que, en su desarrollo de una sensibilidad religiosa ms puritana y

    austera, reservaba el poder activo slo para Dios. En este contexto, los reformadores

    catlicos ms comprometidos con el desarrollo de la ciencia (la filosofa natural) se

    preocuparon especialmente por las ideas del naturalismo renacentista. En un giro hacia el

    mecanicismo, hicieron de la materia algo completamente inerte (sin capacidades). La

    materia, incluyendo el cuerpo humano, se volva as algo mecnico, movido nicamente

    por la mano de Dios.

    En ese marco cientfico y religioso desarrolla su trabajo Ren Descartes (1596-1650).

    Formado en la tradicin escolstica en el colegio jesuita de La Flche (cerca de Pars),

    Descartes se propona desarrollar un mtodo, un conjunto de reglas, que nos permitiera

    ordenar nuestro pensamiento y no confundir lo verdadero con lo falso. Fue precisamente su

    contacto con la fsica lo que le haba convencido de la necesidad de desconfiar de los

    sentidos, que a veces nos llevan a engao.

  • 23

    Para probar la falsedad de algunas ideas, y sobre todo, para luchar contra el hbito de

    fiarnos de nuestros sentidos, Descartes desarrolla sus Meditaciones, que, en el sentido de la

    filosofa clsica greco-latina, no se presentan como una teora sino como un ejercicio a

    practicar (Gilson, p. 186). Se propone as dudar sistemticamente de todas sus creencias,

    rechazando como falso todo aquello de lo que se pueda dudar. En el proceso de esta duda

    metdica, Descartes concluye que lo nico de lo que no poda dudar era de que, al estar

    pensando, era algo: exista. As lo recoge su famosa expresin Cogito ergo sum, Pienso

    luego existo.

    De ese yo pensante indudable, Descartes dedujo no solo su propia existencia sino la

    existencia de Dios y, basado en la perfeccin de ste, el concepto de ley natural. Luego

    dedujo que el mundo consiste solo en materia (sustancia extensa) y movimiento, siendo

    ambos (materia y movimiento) modos de existencia claros y cuantificables. A partir de ah,

    el conocimiento del mundo se convirti en un problema de geometra analtica, de

    relaciones entre puntos y lneas. Explicar algo se reduca a describir la sustancia extensa en

    trminos matemticos. El mundo aristotlico de las cualidades, espritus, causas formales y

    finales, quedaba as sustituido por un sistema mecnico de definiciones precisas y

    demostracin matemtica. Este giro, del que Descartes dio cuenta en su Discurso del

    mtodo para conducir bien la razn (1637), tuvo un gran impacto en la historia de la

    ciencia, especialmente en la mecnica y la fsica, inspirando los trabajos de Boyle, de Ch.

    Huygens as como los del joven Newton. Tambin supuso un cambio radical en la

    concepcin del hombre.

    El concepto cartesiano del Yo pensante es descrito como una sustancia que se

    distingue por: la capacidad de pensar y por ser lo contrario que la materia, es decir:

    inextensa, indivisible e incuantificable (no requiere de ningn lugar ni depende de nada

    material para existir). Ese yo, alma inmaterial e inmortal, se presenta as en trminos

    radicalmente opuestos al cuerpo, desmarcndose totalmente de la nocin de alma de

    Aristteles, que la defina como forma del cuerpo. En su lugar, Descartes establece una

    nueva divisin ontolgica, el famoso dualismo cartesiano, entre el cuerpo, entendido

    como una mquina cuyas operaciones pueden ser perfectamente explicadas como procesos

    fsicos sin necesidad de recurrir a fuerzas vitales, y el alma en general, la res cogitans,

    algo que duda, entiende, afirma, niega, desea, rechaza pero que tambin imagina y siente.

  • 24

    De esta divisin fundamental, se desprende una idea de especial importancia, a saber, la

    realidad del alma inmortal22, que le permita satisfacer tanto su propia fe as como la de los

    telogos catlicos, temerosos de su crtica de la filosofa aristotlica. Por otro lado, de esa

    divisin tambin se desprenda otra idea fundamental: que la presencia combinada de alma

    y cuerpo slo se da en el ser humano, eliminando la posibilidad de que los animales tengan

    alma.

    Descartes quera que los lectores vieran que su mente no era el alma de

    Aristteles, por lo que recurrir explcitamente al empleo del trmino mens, que se

    refiere nicamente al principio en virtud del cual pensamos, por oposicin al de anima,

    por el que se entiende el principio vital por el que nos nutrimos, crecemos y dems

    funciones que compartimos con los animales (Mengal, 2000, 2005). Con esta mente

    opuesta al cuerpo, propiedad exclusiva de los seres humanos, Descartes sienta las bases

    para crear el objeto del que se ocupar la moderna psicologa: una sustancia inextensa,

    indivisible e incuantificable, excluida radicalmente de la filosofa mecnica.

    A partir de aqu, lo opuesto a alma (anima, principio de vida) ya no ser la ausencia

    de vida, sino el cuerpo, que pasa a ser un cuerpo mecnico. Se desarrolla entonces un nuevo

    discurso sobre la naturaleza humana, la mente y la subjetividad, que subrayar la idea de

    reflexin y autocontrol, traduciendo los valores sociales en formas de refinamiento

    individual (Smith, 1997). El siguiente paso para la creacin de un lenguaje sobre la mente

    y la conciencia, lo dar John Locke (1632-1704).

    Como Descartes, Locke defiende (contra el pensamiento aristotlico-tomista) que la

    mente slo conoce sus propias ideas (no conoce formas o esencias, ni siquiera objetos en s

    mismos). A diferencia de Descartes, sin embargo, cuya filosofa recibe la etiqueta de

    racionalismo (por su bsqueda de certezas en la naturaleza misma del razonamiento),

    Locke subrayar el papel de la experiencia y de la asociacin, negando que las ideas sean

    innatas. Para Locke, cuya filosofa recibir el nombre de empirismo, todas las ideas

    (Dios, sustancia, identidad, nmero, espacio, etc.) provienen de la experiencia, como refleja

    la metfora de la mente como una tabula rasa, una pizarra en blanco donde la sensacin

    imprime un registro de lo que ocurre. Nuestros contenidos mentales ms complejos y

    22 La salvacin del alma pasaba as por restarle poderes al cuerpo, al que se le venan atribuyendo los poderes del alma sensitiva (como la sensacin, la percepcin, el sentido comn, la imaginacin o la memoria).

  • 25

    abstractos no seran sino el resultado de procesos asociativos que operan sobre las

    sensaciones, dando lugar a nuestros conceptos ms abstractos y generales, a partir de una

    serie de leyes que, al modo en que entendemos las leyes de la fsica, rigen la asociacin de

    las sensaciones ms simples. Estas leyes son la ley de semejanza, ley de contigidad y ley

    de causalidad.

    Locke niega el carcter innato de las ideas, pero no todo innatismo. Para l la mente

    tambin posee poderes innatos. En particular, se refiere a la capacidad de reflexin, es

    decir, la capacidad para percibir y reflexionar sobre las operaciones internas de nuestra

    mente. El Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) usa precisamente este anlisis

    (reflexivo, introspectivo) para examinar el origen de todas nuestras ideas. A travs de la

    introspeccin no del alma, para conocer a Dios, sino de la mente, para saber cmo

    funciona y fundamentar el conocimiento, el mtodo analtico, que permite de paso

    clarificar el significado de los conceptos y remediar los abusos escolsticos del lenguaje,

    cobra ahora una importancia excepcional.

    La aproximacin de Locke a la experiencia est sin duda relacionada con la mirada

    cientfica de la modernidad. Apenas tres aos antes de la publicacin de su Ensayo, que

    sera reeditado numerosas veces, haban aparecido los Principios Matemticos de la

    Filosofa Natural de Newton (1687). Pero tambin, como en el caso de Descartes, estaba

    vinculado con asuntos de fe y la salvacin, como recuerda Smith (1997). Defensor de la

    moral cristiana, Locke insista en que la fe deba ser consonante con la razn. Su anlisis

    del entendimiento apuntaba en ltimo trmino a la posibilidad de que diferentes

    experiencias dieran lugar a diferentes ideas, abriendo la puerta a la tolerancia religiosa, un

    problema de primer orden a finales del siglo XVII en Inglaterra. Aunque la filosofa

    posterior vera en esa misma apertura la puerta a la relatividad de la verdad, y al

    escepticismo (con Hume), Locke no estaba an en ese punto. Su anlisis del entendimiento

    humano tena ms que ver con su preocupacin por la moral que por el conocimiento:

    esperaba precisamente encontrar el fundamento de un orden moral en las leyes de la

    naturaleza humana que rigen nuestra experiencia. Filsofos morales posteriores como

    Jeremy Bentham se apoyaran en sus ideas para desarrollar una teora natural de la

    motivacin como el utilitarismo, segn la cual nuestras acciones buscan siempre maximizar

    el placer y minimizar el dolor. Sin embargo, Locke consideraba que las personas son libres:

  • 26

    gracias a la reflexin, tenemos la capacidad de suspender nuestros deseos (provocados por

    las sensaciones de placer y dolor) y examinar y juzgar la bondad o maldad de la accin. Por

    ltimo, el papel otorgado a la experiencia le hizo conceder una gran importancia a la

    educacin, que tendra gran influencia en filsofos como Rousseau.

    Si en el mundo moderno Descartes constituye la referencia principal del

    Racionalismo, por su confianza en la razn, Locke ser la referencia fundamental del

    Empirismo, por su confianza en los sentidos. Ambos, en todo caso, comparten una

    concepcin de la mente y del conocimiento que supone un punto de inflexin con respecto

    al realismo aristotlico, segn el cual percibimos directamente la forma de los objetos. En

    su lugar, tanto Descartes como Locke plantean que no conocemos directamente las cosas, la

    realidad, sino las ideas que tenemos en nuestra mente. Estas ideas, a diferencia de lo que

    ocurra en la filosofa idealista platnica, no existen en un mundo transcendente (mundo de

    las ideas), divino. Las ideas ahora son nicamente contenidos mentales, imgenes, copias o

    representaciones de la realidad. A lo largo del siglo XVII, indagar en este alma racional

    constituir una preocupacin fundamental para la mayora de los pensadores, y ese anlisis

    de la razn resultar un pilar fundamental para el desarrollo de las ciencias humanas.

    A este respecto, cabe destacar la figura del filsofo, lgico y matemtico Gottfried

    Wilhelm Leibniz (1646-1716), que contestar la obra de Locke con unos Nuevos ensayos

    sobre el entendimiento (publicacin pstuma, en 1765, redactado entre 1703-1704). Como

    Descartes, Leibniz admita la existencia de ideas innatas y desconfiaba de la experiencia

    sensible en los procesos de conocimiento. El empirismo, al carecer de garantas acerca del

    conocimiento que tenemos del mundo a travs de la experiencia, abra la puerta al

    escepticismo. A la vez, como hiciera unos aos antes el filsofo Benedict Spinoza (1632-

    1677), Leibniz se enfrentaba al problema de la relacin entre mente y cuerpo que haba

    abierto el dualismo cartesiano. Cuestionando el dualismo cartesiano y buscando un modo

    de garantizar la verdad del conocimiento, Leibniz desarrollara una compleja metafsica

    racionalista, a la que llam Monadologa (1714). Segn dicho sistema, el universo estara

    compuesto por una infinidad de mnadas (una especie de tomos), cada una de las cuales

    estara en cierto modo viva (animada) y poseera un cierto grado de conciencia. Aquellas

    mnadas provistas de percepciones conscientes y razn formaran el reino de los

    espritus. Como una forma de combatir el escepticismo, Leibniz plante que entre dicho

  • 27

    reino (la razn) y el reino de la naturaleza (el mundo fsico), habra una armona pre-

    establecida (por Dios), que garantizara la verdad del conocimiento. El sistema de Leibniz

    resulta tan complejo como obscuro, pero tendra implicaciones importantes para la

    psicologa. En particular, las dos caractersticas fundamentales con las que defini la mente

    eran: actividad (frente a la pasividad de las tradiciones empiristas y asociacionistas) y la

    unidad de la vida mental, rasgos que como seala Smith (1997) se convertiran en

    principios centrales de la psicologa de habla germana23_.

    El nfasis que estos nuevos sistemas metafsicos pondrn en el poder de la razn

    sentar de alguna forma las bases para el desarrollo de la Ilustracin a lo largo del siglo

    XVIII. Pero sern sobre todo los escritos de Locke y su recepcin en Francia, en una

    filosofa natural que vendra a socavar las bases del Antiguo Rgimen, los que tendran un

    mayor impacto en ese sentido. Su defensa de la libertad de conciencia como derecho

    fundamental, sera el pivote respecto al cual se integraran los dems derechos y libertades

    que la Revolucin Francesa exiga. La Declaracin de los derechos del hombre y del

    ciudadano, adoptada en 1789 por la Asamblea Constituyente, marcara de alguna forma el

    triunfo del Individuo (Dumont, 1985).

    LA ILUSTRACIN: DEL ANLISIS DE LA MENTE A LA PSICOLOGIZACIN

    DEL SER HUMANO

    Uno de los conceptos clave de la Ilustracin era el de naturaleza humana, as como

    el de sociedad y su carcter natural, plantendose incluso el problema de la clasificacin de

    los seres humanos, que mostraban una gran diversidad fsica y cultural24. Los relatos que

    llegaban de la colonizacin, con extensas descripciones de nativos, favorecan estos

    debates. La contraposicin entre una Europa civilizada (superior pero artificial) y un

    supuesto estado natural (salvaje), estaba ampliamente extendida (Smith, 1997). 23 Asimismo, Leibniz abra la puerta para una actividad mental no consciente al reconocer la existencia de percepciones imperceptibles y confusas (lo que llamaba petite perception). Sera a travs de la apercepcin, eje de nuestra actividad mental, como llegaramos a tener una conciencia unitaria de esas percepciones, que se convertiran as en sensaciones. Volveremos sobre ello ms adelante, cuando hablemos de la psicologa de Herbart, en el captulo 3, as como en el captulo 5, sobre Wundt. 24 En ese contexto, el francs G.-L. Leclerc, conde de Buffon (1707-1788), desarroll una historia natural del hombre que intentaba explicar la variedad humana en funcin de la geografa y el clima, enfatizando la influencia del medio. Sus ideas tuvieron gran influencia, sobre todo en la filosofa de Charles Bonnet y los idelogues Destutt de Tracy y Cabanis.

  • 28

    Segn Vidal (2000), la amplia difusin del Ensayo sobre el entendimiento humano de

    Locke har que a lo largo del siglo XVIII asistamos a una psicologizacin de los

    discursos ms diversos relativos al ser humano. Es en esos momentos, adems, cuando el

    trmino psicologa se sistematiza y su uso implica una verdadera transformacin

    conceptual: la psicologa se convertir en el siglo XVIII en una de las ramas de la filosofa

    acadmica, dotada de un lugar anlogo al de otras ramas en los manuales y en la docencia.

    Se producirn entonces numerosos tratados antropolgicos y psicolgicos identificados

    como tales (Vidal, 2000). Y este desarrollo sin precedentes de la psicologa como disciplina

    acadmica tendr lugar fundamentalmente en Alemania. All, el filsofo Christian Wolff

    (1679-1754) introducir la psicologa (trmino que no apareca en ninguno de los filsofos

    anteriores referenciados) como una rama de conocimiento en su sistema, utilizando el

    trmino mismo de psicologa. A partir de ese momento, se desarrollar una creciente

    literatura psicolgica.

    Fuera de este contexto alemn, marcado por la influencia del sistema de Wolff, la

    psicologa est menos claramente dibujada. En Gran Bretaa, tras Locke, el anlisis de la

    mente ocupar un lugar tan inestable como ambivalente, entre la pneumatologa (ciencia de

    los espritus) y una versin ms emprica, que se identifica ms bien con la lgica y el

    mtodo analtico. De fondo, lo que hay es una tensin entre, por un lado, el mximo

    heredero de Locke, David Hume (1711-1776), que llevar a sus ltimas consecuencias el

    empirismo en su escepticismo moral y epistemolgico, y por otro, la denominada Escuela

    del Sentido Comn de Thomas Reid (1710-1796). Esta ltima se enfrentaba a la idea de la

    mente como tbula rasa, afirmando la existencia de un sentido comn que permite a la

    especie humana aprehender lo real y fundar sus verdades morales. Frente a la mente como

    un conjunto de imgenes (representaciones, copias) de la realidad (sin garanta de

    correspondencia), esta escuela defender la antigua concepcin realista aristotlica segn

    la cual podemos conocer el mundo tal como es.

    En el mbito francfono, por otro lado, como decamos, las ideas de Locke fueron

    recibidas con gran entusiasmo. En Francia entusiasmaba todo lo ingls, especialmente el

    empirismo de Locke y la fsica de Newton. Voltaire (1694-1778), por ejemplo, mostraba su

    admiracin por el logro que supona, despus de tantas leyendas sobre el alma, explicar la

    razn humana del mismo modo en que un anatomista explica las partes del cuerpo. La

  • 29

    filosofa natural que se desarrolla entonces, con filsofos como Condillac (1714-1780) a la

    cabeza, reduca todo lo mental a sensaciones (sensualismo) y negaba la existencia de

    facultades. Asimismo, esta filosofa defenda un materialismo que llevaba a sus ltimas

    consecuencias la concepcin mecanicista del cuerpo de Descartes, rechazando el concepto

    de alma y negando en ltimo trmino toda validez a la psicologa, por emprica que fuera.

    El posterior rechazo de esta filosofa por parte de Napolen, sin embargo, contribuir al

    desarrollo de otra tendencia, ms espiritualista, que se inspirar, entre otros, en la Escuela

    escocesa del sentido comn de Thomas Reid25.

    Sin el intercambio con estos desarrollos britnicos y franceses no podra entenderse el

    desarrollo inicial de la psicologa como un mbito relativamente autnomo de saber. Sin

    embargo, su despunte, como decamos, alcanza su mxima expresin en Alemania,

    especialmente a partir de la obra Wolff.

    Inspirndose en la obra de Leibniz (aunque alejndose de su idea de mnada y de la

    armona pre-establecida) y oponindose al emprimo de los philosophes, Wolff llevar a

    cabo una sistematizacin del racionalismo, fundando su filosofa sobre un mtodo

    deductivo. Dicho mtodo permitira alcanzar en las distintas reas de la filosofa la certitud

    demostrativa que se vena reservando a las matemticas, asumiendo que el hombre era

    capaz de alcanzar un conocimiento objetivo de lo metafsico a partir del ejercicio puro de

    su razn. En su divisin de la filosofa, aparece por primera vez, de forma explcita, un

    apartado para la psicologa. Bsicamente, Wolff divida la metafsica en tres

    partes: cosmologa o estudio del mundo natural; teologa o estudio de Dios; y psicologa o

    estudio del alma.

    Como las dems reas, la psicologa se divida a su vez en una parte racional y otra

    emprica. La psicologa racional se ocupaba del conocimiento a priori de la esencia y

    naturaleza del alma, deduciendo las cualidades de sustancia inmaterial e inmortal del alma;

    y la psicologa emprica, del conocimiento a posteriori, mediante la observacin de los

    acontecimientos de nuestra alma de los que somos conscientes.

    Ser esta psicologa emprica, cuyo conocimiento se basa en la experiencia, la que

    25 Ser esta filosofa espiritualista la que lidere el desarrollo acadmico de la psicologa desde principios del siglo XIX en Francia (representada por Victor Cousin), si bien no tardara en ser atacada por el positivismo (de la mano de Auguste Comte, Hyppolite Taine, Thodule Ribot) aunque tambin sera revitalizada, a principios del siglo XX, por autores como Henri Bergson.

  • 30

    cobre una gran importancia en esos momentos. Frente al discurso racional, la psicologa

    emprica se presenta como el ncleo de una ciencia general del hombre. Segn Vidal

    (2000), esta ciencia alcanzar un rango casi profesional en apenas un cuarto de siglo.

    Aunque no cuenta an con facultades o ctedras (como ninguna otra disciplina, por cierto,

    pues en esos momentos apenas existan cuatro facultades: Teologa, Medicina, Derecho y

    Filosofa, que era la de menor rango, supeditada a las otras tres), s se ensea y trata en

    artculos, monografas y manuales. Curiosamente adems la literatura psicolgica adopta

    tambin una forma popular, en ensayos, novelas y escritos periodsticos dedicados a la

    indagacin en el alma, tanto la ajena como la propia (autobiografas), en un lenguaje menos

    tcnico y ms descriptivo. As, por ejemplo, la revista psicolgica ms conocida en el fin

    de siglo alemn, Magazin zur Erfahrungsseelenkunde (Revista de psicologa emprica),

    se ocupa de estudios de caso destinados a una especie de medicina moral, capaz de

    mejorar la humanidad a partir del conocimiento de s (Vidal, 2000). Su director, K. Ph.

    Moritz (1756-1793), que en la revista se dedica a indagar en las almas de otros, escribir

    tambin una especie de novela autobiogrfica, Anton Reiser (1790), en la que indaga sobre

    su propia alma, desplegando toda su subjetividad (Montiel, 2010).

    Asimismo, se desarrolla a lo largo del siglo XVIII un discurso metodolgico acerca

    de las posibilidades y lmites de la psicologa emprica y la introspeccin (Vidal, 2008). El

    propio Kant intervendr en este debate, tanto a lo largo de sus lecciones desde los aos

    1760 como en el desarrollo de su filosofa crtica. Segn viene recogiendo de forma

    sistemtica la historiografa convencional, Kant negara a la psicologa toda posibilidad de

    ser una ciencia. Esta afirmacin, sin embargo, requiere de importantes matices, tal como ha

    puesto de manifiesto la historiografa ms reciente (en especial, Sturm, 2006), como

    veremos en el siguiente captulo. De hecho, lejos de infravalorar la psicologa emprica,

    Kant se interes mucho por ella y su transformacin en una disciplina universitaria (Vidal,

    2000). En ese sentido, Kant apostar por su sistematizacin e independizacin de la

    metafsica siguiendo el ejemplo de la fsica.

    Como parte de ese movimiento, segn Vidal (2000), tiene lugar en esos momentos un

    esfuerzo por llevar a cabo una historia de la psicologa, haciendo un uso retrospectivo del

    trmino psicologa, para ordenar cronolgica y temticamente una serie de problemticas

    dispersas en las diferentes ramas de la filosofa. Ese esfuerzo historiogrfico, el de aislar

  • 31

    retrospectivamente todo aquello relativo a problemticas psicolgicas, contribuir a dar

    autonoma a la disciplina misma. Como seala Vidal, la creacin de la psicologa como

    materia histrica es uno de los aspectos de su desarrollo conceptual e institucional (2000,

    p. 50). Los contornos se delimitan, y todos aquellos aspectos relativos a la inmortalidad y al

    intelecto agente, propios de la psicologa aristotlica, empiezan a quedar fuera. Tras una

    serie de obras de historia de la filosofa en las que se va dibujando cada vez con ms

    claridad un mbito psicolgico, en torno a la asociacin de ideas principalmente (por

    ejemplo, la Historia de la doctrina de la asociacin de ideas de Hissmann, 1777), la

    presencia de la psicologa en la historia de la filosofa se va convirtiendo en un fenmeno

    corriente26 hasta la aparicin, en 1808, de la primera historia dedicada especficamente a la

    psicologa, la de Friedrich August Carus.

    Podemos decir entonces que el despegue de la psicologa como ciencia universitaria

    tiene lugar en el siglo XVIII, fundamentalmente en Alemania, marcado por la

    psicologizacin del discurso filosfico que impone el anlisis del entendimiento de

    Locke. Dicho despegue se alimenta sobre todo de la importancia que adquiere la

    psicologa emprica a partir del lugar que le atribuye Wolff en su sistema filosfico y los

    desarrollos metodolgicos que la acompaan, as como de la apuesta kantiana por hacer de

    sta una disciplina independiente de la metafsica, entendindola como una descripcin

    natural del alma.

    El proyecto kantiano, la reaccin romntica a la Ilustracin y su excesiva confianza

    en la razn, y la filosofa del espritu de Hegel terminarn de dar forma a ese espacio de la

    subjetividad moderna del que se ocupar la incipiente disciplina, cuyas elaboraciones, a la

    vez, no dejarn de contribuir, de una u otra forma, a su definicin.

    BIBLIOGRAFA

    Canguilhem, G. (1956/2002). Quest-ce que la psychologie ? En tudes d'histoire et de philosophie des sciences concernant les vivants et la vie. Paris: Librairie philosophique (p. 365-382). Dumont, L. (1985). Essais sur lindividualisme. Une perspective anthropologique sur lidologie moderne. Paris: ditions du Seuil.

    26 Vidal (2000) ofrece una serie de ejemplos a travs de los manuales de Appiano Buonafede, Dietrich Tiedemann, Wilhelm Bottlieb Tennman y Georg Gustav Flleborn.

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