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SIN ANIMO DE OFENDER
EN DEFENSA DE LA LENGUA DEANDALUCA
A la memoria deFerraman Aben Belaen el amor a nuestralengua.
Este libro es un trabajo realizadoa partir de diversas
reflexionesy artculos efectuados por:
Paco AlbadulLibero UbeyaMiguel Moya GuiraoXosse AlkassaYual
AlonHuan PorrahAntonio Jess Torres
Y adaptados por:Toms Gutier
NDICE
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- Prlogo- Introduccin- La lengua Andaluza Aljamiada- La
literatura en la lengua andaluza- Blas Infante y la lengua
andaluza- La doctrina oficial- En defensa del andaluz- Escribir en
andaluz- Vocabularioandaluz
UNA INTRODUCCIN COMOBIENVENIDA AL LECTOR
Una buena amiga, comprometida yprogresista, euskaldun (euske-ra
parlante,por msseas), sonrea este verano al oirhablar andaluz a mi
hijo Pablo.Espontneamente le pregunt porque lohaca. Ella me
respondi:- Porque le haca gracia, no poda evitarlo.De nuevo le
pregunt:- Y por qu en vez de hacerte gracia, nolo ves, simplemente,
como algo extrao?te ocurre lo mismo con otras hablas delEstado?No
recib respuesta alguna. Cruzamos
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miradas y ello nos ofreci luz a ambos.Comprendi que, ajena a su
voluntad,haba caido en el tpico que ella mismarechazaba
conscientemente para supueblo y el mo. Sin haberlo querido, yomismo
percib tambin hasta qu puntoelementos inconscientes,
supuestostpicos manidos y amarillentos de otraspocas, siguen
interiorizados en nuestrasmentes. . Con autocrtica creo que no
hacefalta insistir en todos los que desde estatierra soportamos
sobre los vascos.Este ejemplo nos ilustra sobre cuanto nosfalta a
los andaluces para tomar concienciade nuestra habla. Ha probado el
lector aque algn castellano parlante intenterepetir cualquier
palabra singular denuestro vocabulario andaluz?Posiblemente recurra
finalmente a la mofao a la grasia ampliamente conocida del olmi
arma chiquillo.. Suele pasar demasiado.Se desprecia lo que se
ignora que diraMachado, y la cultura oficial dominante noresulta
precisamente neutral en ello.Vayamos por partes, porque el asunto
noes fcil.El tema de los estudios lingsticos resulta,
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por spero y agrio, poco popular. Alguien,de quin nadie pone en
duda su capacidadintelectual, como es el caso de BlasInfante, evit
hincarle el diente enprofundidad. Presumiblemente l eraconsciente
de tanto como se esconde denuestra personalidad diferenciada
trasnuestra habla, pero aunque se implicaintelectualmente en un
amplio abanico detemas, no ocurre as con el que nos ocupa.S se
documenta, en cambio, que le atraeel vocabulario arbigo-andaluz por
susestudios sobre los orgenes del flamenco yen sus reflexiones
sobre el principio de lasculturas de su libro Fundamentos
deAndaluca (Fundacin Blas Infante, 1984).De forma que, tal y como
demuestranuestro texto, tambin llega a intuiracertadamente en el
terreno del habla.Por ello, lo primero que tenemos quesubrayar, en
este prlogo que con placerrealizo, es que Toms Gutier, en la
sntesispersonal que significa todo proceso demadurez personal e
intelectual, efecta enestas pginas un esfuerzo ingente a lahora de
hacer comprensibles y popularizaruna serie de cuestiones que hasta
ahora
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venan siendo objeto de especialistas. Ellibro posee, por tanto,
un indudablecontenido pedaggico y generador de undebate que
-precisamente- muchos ilustresdoctos y ctedras se niegan a ofrecer
ocreen abiertamente ya superado con suvisin integrista de la
realidad.Quienes as malviven aferrados a suverdad inmediata y
convencional, aisladosen su torre de marfil, desconocen que,nada ms
y nada menos que nuestroEstatuto de Autonoma, nos invita entresus
objetivos (art.12.3.2) a todo locontrario. Todos los andaluces
debenacceder a niveles educativos y culturalesque le permitan su
realizacin personal.pero es que, adems, afianzar laconciencia de
identidad andaluza viene dela mano de la promocin y
elreconocimiento que los andalucesrealizamos de todo un sinfn de
valoresque significan nuestra singularidad.Nuestra aportacin, por
s, al conjunto depueblos de este Estado, de Europa y de
laHumanidad.Mas parecera que algunos, lejos de todapluralidad y
tolerancia que implica la duda
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intelectual, se aferran a repetir loconvencional y a despreciar,
antes queevaluar con rigor, aquellas novedosasperspectivas que
emergen del estudio, eneste caso, del habla andaluza. Ellos
sonquienes, con idntica falta de rigor al quecritican, ponen su
nfasis en diluirsingularidades andaluzas en la pluralidadde hablas,
ya sean andaluzas, del Estado,e incluso de Amrica latina. Con ello,
lasaportaciones del andaluz, por fcilmenteasumidas, resultan
despreciadas. An as,es necesario recordar que ms de uneminente
lingsta ha sealado que elcastellano evoluciona hacia el andaluz,
yque, incluso, el principal enriquecedor deste es, con mucho,
nuestra habla.Lstima que esas reticencias no lamuestren tan
decididamente con laverdadera invasin del anglosajn,portavoz de una
globalizacin alienante.De esta forma, parece que olvidamos algotan
bsico como las consecuencias psico-sociales que se derivan del uso
(o abuso)de nuestra habla como andaluces. Y elloes, precisamente,
donde el autor pone sumayor nfasis: Qu implicaciones tiene
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para los andaluces el asumir que hablamosmal y que, en
consecuencia, no poseemoshabla propia como elemento cotidiano deuso
en nuestras vidas?Hoy nadie sensato pone en duda laexistencia de
unas caractersticas fonticasy fonolgicas en el andaluz, aunque no
porla singularidad deban ser homogneas enel conjunto de nuestra
gente o del territorio.El empeo de la cacareada "visin global"llega
de la mano de que todo, incluida elhabla andaluza, es una variedad
delespaol meridional o atlntico (); de formaque slo reconocen en el
castellano ()una pretendida unidad interna que nootorgan al resto.
Alegan que no todaAndaluca habla el mismo andaluz...,cierto,
pero... toda Castilla habla el mismocastellano?. Es el viejo truco
de aplicar lapluralidad slo al contrario que se deseadescalificar,
y defender por contra, unasupuesta coherente unidad en
aquelconcepto de cualquier ndole que se deseaproteger.Sabemos que
la geografa y el nivel sociocultural de los hablantes, as como
lasituacin donde se realiza la comunicacin,
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dan lugar a variaciones en el uso de lalengua. Somos conscientes
de que todasituacin lingstica es explicable tambina partir de la
historia. No obstante, si bienes comnmente aceptado que el
hablaandaluza deriva del castellano medieval,que no del moderno, no
es menos ciertoque nuevas teoras cuestionan esta visinortodoxa.El
autor, en gran parte de su estudio, nosapunta algunas de ellas con
la fuerza dequien no se conforma, pese a muyrepetidas, con
respuestas incoherentes yconvencionales. A los ojos de la
lingsticaclsica es impensable que el castellanoproceda del romance
aljamiado. Encambio, resulta natural, coherente y obvio -segn
anuncian- que aparezca en unmonasterio del camino del santo patrn
deEspaa. Parece lgico () de esta formaque el castellano -siempre se
ha dicho,procedente del latn- brote en la zona de lapennsula ms
rebelde y menosprivilegiada a la presencia de laromanizacin.
Impensable es que procedade la Btica senatorial, donde losandaluces
de entonces, parece ser,
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estuvieron mudos y sin literatura hasta quellegaron nuestros
reconquistadores. Sabiosseores que no slo nos traen -y lodecimos
con sorna- el habla correcta, sinoreligin verdadera, monarqua
unitaria yhasta una precoz vocacin europea. Dichode otra forma,
tuvimos por estas tierras lahabilidad lingstica de cambiar en
cincosiglos el latn por el rabe y, ms tarde, porel castellano. Como
bien se recoge en eltexto, fuimos tan torpes que no
supimosdesarrollar un idioma propio partiendo dellatn, cosa que s
hacen -en cambio- otrosterritorios con absoluta normalidad.Pero hay
ms. Se empean en defenderque el mozrabe estaba presente slo enlos
cristianos de al-Andalus. Como si amusulmanes y judos de esta
tierra se lenegara xenfogamente cualquier influenciadesde el latn.
Como antes expresamos, sepresenta fuera de toda duda que elmozrabe
estuviera extinguido cuandocomienza la conquista castellana ().
Escierto que los cristianos en la ltima etapade al-Andalus fueron
ms perseguidos,pero podemos atribuir a la escurridizarealidad
cultural las mismas prerrogativas
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que a los estrictos hechos militares?. Esms, si se habla de
persecucin, destierroo deportacin tanto de cristianos en
losprimeros momentos como de musulmanesy judos al final, podemos
entender quetodos los procesos culturales desde esosinstantes estn
ya perfilados o finalizadosen un sentido u otro? o se trata, por
elcontrario, de una realidad ms compleja,desdibujada y abierta ya
apuntada inclusopor Blas Infante en su Principio de lasCulturas?.Ms
bien creemos, junto al autor, que lasnegativas a valorar muchas
dudas queexisten, responden a una visin talibanadel asunto y, una
vez ms, a lamanipulacin de la historia para justificar ocompensar
el presente. (De qu mesonar esto?). Si la Real Academia de laLengua
no fuera consecuente con unahistoria en exceso centralista,
comoentonces se podra justificar tantopaternalismo americanista
realacadmicocon las hablas, por ejemplo, de Mxico,Cuba o Chile?. No
evolucionan las hablas,o qu esconde en realidad estecentralismo
lingstico?.
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Sobre esta base, Andaluca no puede serla excepcin que cuestione
una doctrinaoficial en todas sus variantes. Por eso,desde esta
concepcin centralizada de loshechos, se justifica la expulsin de
los malllamados rabes (en realidad andaluses).Y en la medida que
hubo vaco poblacionaly cultural (), debe existir, en
consecuencia,una repo-blacin que nos ensee, entreotras cuestiones,
a rezar, a amar la unidadde los reinos y a su institucin real...,
eincluso a hablar. Ya hemos advertido quees comnmente aceptado que
las fronterasnaturales en esta rgida concepcincultural, lo son
tambin para la aceleracino ralentizacin, segn convenga, de
losprocesos culturales. Qu esconderealmente el inters en poner
fronteras yaduanas a las mentalidades y a los
valoresculturales?.Por todo ello y siempre segn la versinoficial,
el andaluz tampoco puede procederde la conjuncin rabe-castellano.
Nuncase dio en Andaluca situacin de tal calibrede forma prolongada
() y, en conse-cuencia, no pudo existir interferenciasentre una y
otra lengua. En coherencia con
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las visiones tpicas que venimoscuestionando, una vez derrotados
yexpulsados los amigos de Boabdil, surgepor arte de magia un nuevo
panoramacultural uniformado (nunca mejor dicho) y,aparentemente,
aceptado de formavoluntaria (). La pervivencia en el tiempo yla
singularidad cultural de los moriscos,sencillamente no cuenta. Los
ocho siglosque tard en consumarse la conquistacastellana, tampoco.
Cualquier intercambioposible entre ambas comunidades no tuvolugar,
porque, si quedara algn resto ensuelo patrio liberado -y
permtanmecontinuar con la irona- seran siglos mstarde devueltos
todos a frica. Lugar, porotra parte, y como suelen decir, de
dondenunca debieron haber salido ().No podemos olvidar en esta
particularhistoria de Andaluca que la presencia deandaluces en la
colonizacin de Amrica,lo es siempre para hablar en
castellano.Difcilmente asumido, como podemos com-probar, por los
oidos indgenas. Por suertepara todos, la realacademia sigue
velandopor el espaol.Pero la objetividad, como apunta la
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bibliografa utilizada en el trabajo, tomaotros derroteros. Cada
vez son ms losestudiosos (Zoido) que apuntan incluso ala influencia
de la literatura andalus, nadams y nada menos que en el
Renacimientoitaliano. No est tan clara y cerrada lacuestin, amigos,
otra cosa es que, porintereses convencionales y de inters deEstado
se afirme lo contrario.En este libro, como hemos apuntado
conanterioridad, se insiste fundamentalmenteen cmo los andaluces
tenemosconciencia (si es que la tenemos) denuestra habla. De la
valoracin negativa ypeyorativa que realizamos sobre esadiferencia,
nos hace el autor algunasaportaciones interesantes. Me pregunto
siquizs los andaluces no hemos interio-rizado y asimilado en exceso
nuestrasupuesta inferioridad como pueblo a partirde la ajena
percepcin que poseemos denuestra habla. Quizs la usamos enexceso
para los chistes y de ah que, parala informacin se utilice un
pretendidocastellano castizo. O, como resulta mshumillante an:
contemplar el esfuerzo demuchos profesionales andaluces, empe-
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ados forzadamente en ser fisnos y, sinxito, en dejar de ser
incultos. Es decir,andaluces. Renuncian a ejercer deandaluces, por
entender () que se dirigena un pblico castellano parlante ().As
mismo, es razonable la denuncia decmo los poderes pblicos con
mayorresponsabilidad y competencia en lamateria (Junta de
Andaluca), han puestosu nfasis en sentido contrario alestatutario y
han presentado el hablaandaluza como una nueva variante de
louniversal multicultural. (siempre me hepreguntado el porqu de esa
fobia a queseamos nosotros mismos, como mejorforma de enriquecer la
realidad). Laspropuestas alternativas que se sealan enla obra, por
singulares, deben ser dignassiempre de una argumentacin seria en
unsentido o en otro.El autor de la obra nos regala de estaforma una
elaborada sntesis desde dondeinterpela con la humildad de quien
secuestiona para buscar respuestas anuevas preguntas. Annimo
lector, decaEinstein que las personas no son grandespor sus
respuestas, sino por sus
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preguntas. Y este libro entre tus manos noduda en abrir
interrogantes convencido deque no posee la solucin para todas
ellas.Entiendo que ese es el camino a laVerdad.Entre todas las
premisas en estudio, megustara subrayar al menos dos: hablarandaluz
no es, ni debe llegar a ser, algovulgar; y por otra parte, es
convenienteafrontar el estudio del andaluz sin
ningunaintencionalidad oculta. La conciencia quetengamos de ello
es, sin duda alguna, unsentimiento que incide en nuestro
ejerciciocotidiano de ser andaluces. Nos interesamucho pues, ver
como los andalucesvaloramos nuestra habla y, a partir de ah,como
siempre estar presente estapercepcin ntima, comenzar a
redescubrircon satisfaccin nuestra diferencialingstica. El complejo
de inferioridad alque nos induce nuestra habla, slo es unavariante
ms de la inferioridad social,econmica y cultural en la que
seencuentran inmersos muchos andaluces.Es hora pues, como deca
cierta cuapublicitaria radiofnica de la transicin, desentirnos
orgullosos de hablar andaluz.
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Habla bien, habla andaluz.Este no es un libro ms, porque en l
senos invita a profundizar sobre lo quefuimos, somos y debemos ser.
Y ello, parael Centro de Estudios Histricos deAndaluca es todo un
honroso deber.Toms, como amigo, compaero y socionos aporta un serio
material para ejercercomo andaluces. Con una copa de buenvino
chiclanero brindamos por ello. Quedaabierta la polmica. Salud y...
sin nimo deofender, que nos aproveche a todos.Manuel Ruiz
RomeroSecretario del Centro de EstudiosHistricos de Andaluca
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Universidad de Sevilla([email protected])
INTRODUCCIN
A comienzos del ao 2000 se celebraba enGranada un simposio
titulado: "Hablaandaluza, medios de comunicacin social y
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aula", cuando, en el tiempo destinado apreguntas de una ponencia
titulada "Elmapa lingstico del Estado espaol versuslegislacin
educativa", impartida por elprofesor de la Universidad de
Huelva,Jernimo de las Heras, se levant unapersona del pblico que,
despus deidentificarse como profesor de lengua oalgo parecido,
arremeti contra todo lo queall se haba expuesto:El andaluz no
existe, es la forma, un tantopeculiar y folclrica, que tienen
loshabitantes del sur de Espaa paraexpresarse en el idioma comn:
elcastellano o espaol. Todo lo dems, nosasegur, son inventos cuya
nicapretensin es entretener al personal sinbasarse en ningn mtodo
serio deestudio, por lo que es preciso denunciar alos que intentan
difundir en el aula algoque hace dao a los alumnos, es
necesariomarginarlos.Perdone seor, interrumpimos su soflama,podra
contestarnos a dos preguntas?Primera: Si el castellano empez
apropagarse aproximadamente en el siglo Xy los romanos dejaron de
ejercer su
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influencia sobre Andaluca en el siglo Vqu hablaron los andaluces
durante esosquinientos aos? Segunda: Si el castellanocomenz en un
monasterio de San Millnde la Cogolla, poblacin de La Rioja,lindando
con las Vascongadas, una de laszonas menos romanizadas de la
PennsulaIbrica cmo es posible que losandaluces fueran tan torpes y
no supierandesarrollar un idioma propio partiendo dellatn, al igual
que hicieron en otrosterritorios?Son ustedes unos incultos, nos
respondi,deberan saber que en Andaluca sehablaba una lengua llamada
mozrabe,que desapareci cuando la reconquista.Pero, si de la segunda
pregunta intuyo queintentan colegir o pretenden insinuar, queel
andaluz proviene de una lengua propiaderivada del latn, que se
trata de unalengua romance, apaga y vmonos!!apaga y vmonos!! Nos
gritabaencolerizado.Perdone que volvamos a insistir, pero...cmo va
a convencer a estos incultos siapaga y se va?. Dialogue, seor,
dialogue.Pero el filosofastro, supuesto experto en
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lingstica diacrnica no nos escuchaba,segua gritando muy ofendido
sindemostrarnos en qu basaba susafirmaciones.Esta ancdota es una
muestra de la actitudque constantemente nos encontramoscuando
intentamos dialogar sobre elandaluz: menosprecio. Creen que tienen
laverdad (y a lo mejor resulta que la tienen) ylos dems no
merecemos ni siquiera elbeneficio de la enseanza. Ni
intentandialogar, ni conocer otro punto de vista, niintercambiar
experiencias, simplementeapaga y vmonos.El simposio lo clausur una
conferencia delperiodista, dicen que andaluz, CarlosHerrera, quien,
en su ms puro estilo denadar entre dos aguas sin mojarse,asegur que
consideraba legtimo que losandaluces "pulieran" su acento,
criticandoa los "talibanes" que imponen modos dehablar, a la vez
que defenda "el uso cultoy sensato de la forma de hablar
andaluza"apostando por la conservacin de lasexpresiones "que no
vienen en eldiccionario pero que forman parte delcostumbrismo (sic)
en Andaluca". Lo
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dicho, todo el mundo contento.Y sta, no dudamos en agradecerlo,
esuna de las posiciones ms suaves que seconoce entre los
"entendidosconsolidados". Las dems sondemoledoras, porque cuando un
intelectualoficial opina sobre el andaluz, no opina,juzga.Ya en
1963, Gregorio Salvador Caja, en sulibro "La fontica andaluza y
supropagacin social y geogrfica" (Ofines,Madrid, pags. 183-188)
denunciaba loscambios fonticos "vivos y virulentos"..."amenazantes,
avanzando da a da,geogrfica y socialmente"... de un dialecto"vivo y
agresivo". Podramos pensar quenos alerta ante un cambio social
quepuede destruir nuestra civilizacin, pero noes as, se trata
simplemente de la forma deexpresarse que tiene un pueblo, habla
delandaluz. Posteriormente, en el ao 1997,precisamente en un
Congreso del HablaAndaluza celebrado en Sevilla, el Sr.Salvador
Caja, ya vicedirector de la RealAcademia de la Lengua Espaola
(RAE),nos adverta: "Hablar de un dialectoandaluz es de
imbciles".
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Y quines somos nosotros, pobresandaluces imbciles, para llevarle
lacontraria? Esta es la verdad oficial y si teatreves a
contradecirla eres un andaluz, osea, un inculto. De ah, con perdn,
el ttulode este libro: Sin nimo de ofender.Sinceramente, queremos
exponer otropunto de vista, pero que nadie se ofenda.Seguramente
estaremos equivocados en loque vamos a escribir, el papel es
muysufrido y lo aguanta todo. Ya iremosaprendiendo y conociendo la
verdad, peromientras tanto, la ignorancia es muyosada, permtannos
este libro dondeexpondremos nuestras errneasconclusiones. Somos
unos herejes, y loreconocemos.Al pueblo andaluz, le ofrecemos
estetrabajo para que tenga de su modalidadlingstica una visin
diferente a la oficial.A usted, intelectual, fillogo,
lingista,lexiclogo, persona que lleva tantos aosestudiando y conoce
profundamente eltema, le pedimos nuestras ms humildesdisculpas.
Clmese en su justa ira y no sepreocupe, seguramente este libro no
loleer nadie.
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Nos hemos informado bien y sabemos queya no existe la
inquisicin, por lo que, almenos, tenemos la tranquilidad de
noacabar en la hoguera. No obstante, paracalmar los nimos de los ms
exaltados,con la idea de que nadie se moleste y paraque se vea
nuestro nimo de no ofender alos intelectuales oficiales,
comenzamosnuestro trabajo declarando con la mayorsolemnidad que el
andaluz ni es un idioma,ni una lengua, ni un dialecto, ni un habla,
nin de n.... eppur si muove.
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LA LENGUA ANDALUZA ALJAMIADA
Segn nos dice Anwar G.Chejne en"Historia de Espaa musulmana"
(Ctedra,pag. 344) el trmino Aljama o aljamiado es"una corrupcin del
rabe achamiyyah(extranjero) y, en general, la expresinrabe acham y
su derivado achamiyyah seaplican a las gentes cuya ascendencia noes
rabe". En trminos lingsticos laAljama es la lengua no rabe o
romanceque conviva como lengua familiar, con elrabe como lengua
culta.Y, aunque los rabes llamaron Aljama alas lenguas de todos los
pueblos con losque histricamente tuvieron contacto (porlo que podra
aplicarse el nombre tambin
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a otras lenguas de la pennsula ibrica), laAljama, por
antonomasia, es la lengua deAndaluca, pues solamente en ella
tomentidad y personalidad propia.Debido a que el proceso de
arabizacin fuebastante lento "durante ms de los dossiglos primeros
de islamismo predomina laaljama en la Espaa musulmana" comoseala
Menndez Pidal en "El idiomaespaol en sus primeros tiempos"
(Espasa-Calpe, VII edicin, pg. 34), al trminoAljama tambin se le ha
calificado deromance o latinado por ser una lenguaderivada del latn
y, en las referenciasoficiales se le llama con el trminomozrabe,
identificando la Aljama con elromance que hablaban los
cristianos.Paralelismo interesado y errneo queesconde claros
prejuicios ideolgicos,tnicos y nacionales, pues se pretendereducir
el empleo de la lengua de Aljama alos cristianos andalusies o
mozrabes,trmino que designa a un grupo religioso,pero no lingstico,
pues la Aljama era lalengua familiar tanto de cristianos, como
demusulmanes o judos. Debido a laanacrona del trmino mozrabe,
la
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lingsta Rubiera Mata nos expondr endiferentes trabajos que el
nombre msapropiado para la Aljama sera el delengua romance de
al-Andalus, vocablocon el que la denominaremos msasiduamente en
este trabajo.Designar con la palabra mozrabe a lalengua hablada en
al-Andalus, no pareceun error originado por el desconocimiento ola
ignorancia, ya que est totalmenteconstatado que no existi una
suplantacinde la poblacin de la Btica por los nuevos"invasores".
Menndez Pidal, en la obracitada anteriormente, lo reconoce
sinambajes "...los principales centros depoblacin, como Sevilla,
estaban llenoscasi totalmente por los romanos-godos...".Los rabes
(0,5%) y bereberes (8,8%), nian en sus momentos de mayor
pujanzallegaron a representar el 10% de lapoblacin de al-Andalus.
Desde un puntode vista lingstico, al-Andalus fue un pastotalmente
latino (90% de su poblacin),por lo que el empleo del trmino
mozrabepretende negar la latinidad de losandalusies y la
universalidad de la lenguaaljamiada en Andaluca, para atribuir
la
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exclusividad a la de Castilla.Pero la realidad es muy tozuda,
hoysabemos que esta lengua "vulgar" eraempleada por todo el mundo,
desde elcampesino hasta el califa, en susconversaciones familiares
e informales(segn las investigaciones de grandesespecialistas en la
historia de la lingsticahispnica como Menndez Pidal, Lapesa,Sanchs
Guarner, Garca Gmez o SamuelStern) quedando el rabe como
lenguaculta y de rezos junto al latn o el hebreo.Por lo tanto,
exista un perfecto bilingismo(incluso trilin-gismo) en la sociedad
de al-Andalus. Esta normalidad la podemos veren uno de los libros
ms interesantes quenos muestra la sociedad de la poca de losOmeyas
"Historia de los Jueces deCrdoba" de Aljoxami, traducido por
elarabista Julin Ribera (Aguilar, pag 502).En una de las ancdotas
que nos cuentaAljoxami se ve el perfecto bilingsmo deun musulmn tan
ilustre como poda ser eljuez principal de Crdoba "un da sepresent
una mujer ante el juez y le dijo enromance... le contest el juez en
romance".Por el contrario, en ese mismo libro vemos
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casos, aunque no muy comunes, entre laalta sociedad andalus de
religinmusulmana, que no saban hablar el rabey slo se expresaban en
la lenguaromance de al-Andalus.El romance aljamiado andaluz
compartemuchos rasgos con las lenguas romancesdel norte peninsular.
"Muchos de losrasgos lingsticos de la zona asturiana enese periodo
inicial coincidan con los queya hemos analizado a propsito
delmozrabe". "El romance gallegopresentaba muchos elementos en
comncon el romance andalus o mozrabe"(Coloma Lleal, "La formacin de
laslenguas romances peninsulares",Barcanova, pg. 160-161). "Los
rasgos delleons y gallego al Occidente y los delaragons y cataln al
Oriente... se unanpor el centro y por el sur mediante el
hablamozrabe de Toledo, de Badajoz, deAndaluca y de Valencia,
anloga a la delos extremos en muchos de sus rasgosprincipales"
(Menndez Pidal,"Orgenes...", pg 513). "Los dialectos delsur y los
occidentales conservaban losdiptongos ai, au. La forma
primitiva
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subsista entre los mozrabes -febrair,pandir, kerri, lausa-,
aunque no debanfaltar los grados ei, ou-Alpandeire,Capileira,
Lanteira, Poqueira, Perreirola, enla toponimia granadina-". (Rafael
Lapesa,"Historia de la Lengua Espaola", Gredos,pg. 181).Sin
embargo, la lengua romance de al-Andalus, a travs de los aos y
porinfluencia de la lengua culta del momento,el rabe, fue
incorporando trminos deeste idioma directamente, a travs de
unatransformacin fontica o por simpleasociacin de ideas o
conceptos. Enalgunas ocasiones, esta transformacinslo consista en
aadir el artculo rabe"al" a la palabra romance o,
simplemente,adaptar el vocablo a la pronunciacinpropia del pueblo.
Sea como fuere, elresultado de todas estas transformaciones,del
latn al romance o del rabe alromance, es la creacin de una
nuevalengua, que oficialmente se denominamozrabe y otros conocemos
comoAljama o la lengua romance de al-Andalus.Ya en la Enciclopedia
Universal Ilustrada,
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cuya primera edicin se inici bajo losauspicios del mayor fillogo
espaol de lostiempos modernos, Don Ramn MenndezPidal, se reconoce:
"En la parte dominadade modo ms o menos permanente por losrabes, la
poblacin hispanorromanaconserv su lengua latina y desarroll
eldialecto mozrabe. El rabe de losinvasores no pas de ser una
lenguaaristocrtica, militar y literaria, que convivacon el habla
popular romance".Una vez reconocida la existencia de estalengua en
Andaluca, nos preguntamos:cmo era esta lengua romance de
al-Andalus? En el periodo inicial secaracterizaba por su mayor
fidelidad allatn, lo que se refleja en la presencia deabundantes
arcasmos y la conservacinprcticamente inalterada de la
fonticalatina. Debido a la sustitucin del latn porel rabe como
lengua culta y de escritura,en Andaluca la lengua aljamiada no
selleg a representar con grafa latina,nicamente se utiliz como
lengua habladapor lo que slo se ha podido reconstruir
suinterpretacin a travs de los textos rabesen los que se emplean
trminos
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aljamiados. Pero con la dificultad queentraa escribir con
caracteres arbigosuna lengua tan distinta como el romancede
al-Andalus.Desgraciadamente, hasta nosotros slo hallegado una
pequesima parte de laliteratura en la lengua romance de al-Andalus.
Fundamentalmente han sidoencontradas en unas composicionespoticas,
cuyo final se llama Jarcha y que,segn Emilio Garca Gmez en
"LasJarchas romances de la srie rabe en sumarco" (Seix Barral, pag.
35) "las jarchasnacen dentro de una sociedadperfectamente bilinge".
As, vemos frasesenteras en romance como benid la pasqua,an sin
elle, / lasrando meu qorazun porelle./ Komo si filiyolo alyeno,/
non masadormes a mew seno,/ Alba de mewfogore!/ alma de mew
ledore!/ non estadnar-raquibe/ esta nojte ker amore.El texto ms
antiguo conocido quecontiene palabras en la lengua romance
deal-Andalus es el Calendario de Crdoba(siglo IX), existe alguna
lengua romancede mayor antigedad? Los primeros textosliterarios se
encuentran en los diwanes
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(colecciones de poemas) y entre ellosdestacan el Kitab d'Aben
Busra y el Yaisd'Aben al-Jatib. Entre las jarchas destacanpor su
calidad las de Aben Luyun, el rey AlMutamid de Sevilla, Abraham Ben
Erza oJuda Ha-Lev. Las Jarchas hebreas seencontraron en una Genizah
o sinagogavieja de El Cairo y, las de la serie rabe, enlibreras de
Oriente Medio y del MagrebEs en las Jarchas, en los tratados
debotnica, medicina o farmacopea, en lostratados de geografa o en
algn glosariolatino-rabe donde vislumbramos cmo eraen realidad el
romance aljamiado andaluza travs de los trminos que aparecen
enellos. As, los andaluces decan yenair(enero), meu amore (mi
amor), ledore(alegra), colombaira (palomar), lauxa(losa) o yengua
(lengua), conpronunciacin yeista de la ll.
(Mdez.Pidal,Orgenes...pg.432)Dicen los especialistas que no
existentextos con grafa latina que contenganpalabras aljamiadas,
sin embargo por otrolado reconocen que multitud de textoslatinos de
los monasterios del norte dondese ven anotaciones en rabe, estn
-
escritos claramente por notarios o clrigosmozrabes provenientes,
principalmente,de Andaluca. En el caso del reino deLen, Gmez Moreno
en "IglesiasMozrabes" nos dice que en la mayora delos textos
latinos escritos por los cartulariosde los monasterios de la zona
apareceninscripciones en rabe, unidas a una largalista de nombres
patronmicos rabes oarabizados y recogiendo tambin una largalista de
palabras arabizadas. El propioMenndez Pidal (Orgenes... pg
458-459)tambin ve procedencia mozrabe enestos notarios leoneses que
emplean unlatn romanceado arcaico en sus escritos.La historia nos
dice que durante variossiglos -del VIII al XII- hubo una
granemigracin de andaluces a diferenteszonas del norte de la
Pennsula Ibrica. Eslgico pensar que estos repobladorescultos que
llevaban su arte plasmado,sobre todo, en la multitud de
iglesiasmozrabes y en los cdices miniados,llamados Beatos- y su
cultura, tambinllevaran su habla, que en el caso delleons arcaico
se asemeja ms a la lenguaromance de al-Andalus (por eso, en los
-
textos aljamiados moriscos se ven todavaarcasmos que los
especialistas calificancomo "leonessmos").Entonces, si en Andaluca
hablabanAljama, no son aljamiadas las palabrasromances que estos
mismos clrigosinsertan entre sus textos latinos? Existenmultitud de
palabras romances entre lostextos latinos del norte escritos
durante lossiglos IX, X y XI, antes del nacimientoescrito de la
lengua que luego se llam"castellano", muchas de estas
palabrasestaban fuertemente arabizadas. En elprimer texto conocido
donde se nombraCastilla como un pequeo lugar de laBardulia, fechado
en el 800, aparecenpalabras claramente aljamiadas. Una deellas
"foze" (el alfoz andalus) va adeterminar la estructura
administrativa dela primitiva Castilla burgalesa. En laspropias
Glosas Emilianenses,consideradas como los primeros textosdonde se
escriben prrafos completos en"castellano" (actualmente puestos en
telade juicio por diversos estudios filolgicosentre los que
destacan los del alemnHeinz Jrgen Wolf), aparecen trminos
-
aljamiados y, segn Gmez Moreno,raspaduras de haber eliminado
multitud deanotaciones en rabe, aunque algunasolvidaron borrarlas
siglos despus.La semejanza de que nos hablan losespecialistas entre
los distintos dialectospeninsulares en la etapa de su formacinhasta
el siglo XI, la podemos deducir poruna serie de escritos de la
poca. Y lapodramos explicar por un sustrato latinocomn en zonas
bastante romanizadashasta varios siglos despus de ladominacin
romana, como puede ser laBtica, Mrida, Toledo y todo el
Levante,pudiendo unirles el norte de Lusitania yparte de Galicia.
Pero cmo explicar estasemejanza en zonas tan poco romanizadascomo
la cornisa cantbrica o con una zonatan despoblada y tan
desromanizada comola meseta norte? cmo se puede explicarque una
lengua romance, procedente dellatn, a la que se han ido
incorporandomultitud de trminos arabizados y en cuyadifusin han
intervenido los monjes (laspersonas letradas de la poca)
puedaprovenir, precisamente, de una zona comoel norte de Burgos, la
Rioja, Vascongadas
-
y, en general, la cornisa cantbrica, zonamenos romanizada, menos
arabizada yms tardamente cristianizada de toda lapennsula?.Un
estudio serio, sin concepcionespreestablecidas, llevara a la
lgicaconclusin de que si los textos dondeaparecen palabras romances
estnescritos por mozrabes, y si estosmozrabes hablaban en sus
tierras deorigen la lengua romance de al-Andalus ysi, segn esos
mismos especialistas, elromance que se deduce de los textoslatinos,
que incluso llevan anotaciones enrabe, es el mismo, tendramos
queconcluir con que el romance que apareceen el norte es tambin
Aljama llevado allpor los andaluces.Cosa curiosa, el intento de la
historiografaoficial de querer hacer descender el hablaandaluza
actual de los conquistadorescastellanos, puede, si recogemos
susmismos argumentos y los desprendemosde prejuicios, volvrseles en
su contra.Analizando todo lo anterior, hay datos paraargumentar que
el idioma llamadocastellano o espaol es la asimilacin por
-
parte de Castilla de la lengua romanceandaluza. Las evidencias y
los sucesivosdescubrimientos, estn terminando con lasteoras
oficiales y demostrando quecarecan de todo fundamento.
LA LITERATURA EN LENGUAANDALUZA
La modalidad lingstica andaluza nuncaha contado con un marco
poltico en el quepoder normalizar su uso y, por lo tanto,crear una
literatura propia. Al igual que elresto del Patrimonio Cultural
Andaluz,nuestra literatura ha sido expoliada por lossucesivos
ocupantes del pas.Por lo tanto, y a semejanza de otraslenguas que
tambin carecieron de unmarco poltico propio, nuestra literatura
vioreducida su produccin a temas religiososy a la poesa popular,
que en nuestro caso,mayoritariamente, se llama flamenco.Con una
presentacin lineal o cronolgica,
-
es imposible llegar a entender la literaturaandaluza. Con
frecuencia se superponenlos ciclos literarios y algunos, como
elTeatro Medieval, llega a prolongarse hastabien entrado el siglo
XVIII. Por todo ello,hemos renunciado a emplear un modelolineal,
recurriendo a los ciclos literariospara hacer ms comprensible
nuestraliteratura.Estos ciclos se podran resumir en: LasGlosas
Andaluses, el Mester Andalus, lapica Andalus, el Teatro Medieval,
elFlamenco y la Nueva Literatura Andaluza(con sus diferentes
corrientes y variantes).GLOSAS ANDALUSESSe denominan Glosas
Andaluses a unaserie de textos en los que se nos da unaimportante
informacin sobre la lengua y ellxico andaluz as como su
posteriorevolucin.
Podemos destacar varios tipos deglosarios:- Calendarios.-
Botnicos.- Tratados de Geografa.
-
- Tratados de Medicina.- Tratados de Historia.Junto a los
trminos en lengua rabe, losescritores anda-luses solan poner
lamisma palabra en el romance de al-Andalus o lengua de Aljama.
Gracias aellos se ha podido reconstruir la evolucinde nuestra
lengua, desde el latn de laantigua Btica al andaluz moderno,pasando
por la lengua romance aljamiada.Por medio de estos textos hemos
podidoidentificar miles de palabras vivas en elandaluz moderno que
provienen de lalengua romance de al-Andalus, as comoalgunas, aunque
en menor cantidad,apropiadas por el castellano.El texto ms antiguo
que contiene palabrasandaluzas es el Calendario de Crdoba,
definales del siglo IX o comienzos del X.Entre el resto de
glosarios destacan por sucalidad el Botnico Annimo Andalus delsiglo
XI y el Nuzhat al-Mustaq (Tratado deGeografa) de Al-Idrisi del
siglo XII. Anqueda mucho por inves-tigar.Recientemente, el
catedrtico de laUniversidad de Crdoba, Ramn Morillo-Velarde, nos
descubra la existencia de
-
palabras en la lengua romance de al-Andalus en unas glosas de la
Biblia deAlba, que data del ao 1433. A juicio deeste profesor, el
andaluz "es el habladialectal ms viva y con ms pujanza queexiste en
la actualidad".
EL MESTER ANDALUS
Llamamos Mester Andalus a la poesa detipo oral, cantada en
plazas y calles por lospoetas andaluses en lengua romance
deal-Andalus. Durante mucho tiempo secrey que la poesa lrica
provenzal habasido la primera gran muestra literaria de laslenguas
romances. Pero esto no era as.En 1948 un investigador israel, de
origenalemn, llamado Samuel Miklos Stern, dioa conocer pblicamente
algo que en 1933haba descubierto otro investigadorllamado H.Brody:
un puado de pequeospoemas, condensados, directos,bellsimos, con un
final que modificaba
-
totalmente las ideas que sobre las lenguasromnicas y su formacin
se tena. Setrataba de las Jarchas.Las Jarchas fueron llamadas por
elmaestro Dmaso Alonso "primaveratemprana de la lrica europea" y
formabanla parte final de unos poemas conocidospor el nombre de
Moaxajas que, escritasen lengua rabe o hebrea, contenan lasJarchas
o vueltas en lengua romanceandaluza, pero con grafa rabe o
hebrea.Este descubrimiento signific unreplanteamiento total, no slo
de losorgenes de la lrica peninsular y europea,sino del hecho
lingstico de al-Andalus.Que en al-Andalus se hablaba un romanceque
en absoluto tena que ver con elcastellano, ms que respecto al
troncolingstico comn latino, quedaba fuera detoda duda. Las Jarchas
aparecen y tomancuerpo en el siglo IX del calendariogregoriano,
mientras que Castilla tiene suorigen como condado a partir de
FernnGonzlez (923-970) en pleno siglo X.Continuando bajo la
proteccin de al-Andalus y no constituyndose en reinohasta que la
hereda Fernando I (1035-
-
1065), hijo de Sancho el Mayor de Navarray casado con Sancha de
Len. Por lotanto, el romance castellano o idiomaespaol, se forma
varios siglos despusdel origen de las Jarchas, la
primeramanifestacin literaria y potica delromance andalus.En
relacin con la Moaxaja podemosdefinir dos series del Mester
Andalus:- Una hebrea descubierta en 1948 porSamuel Stern en unos
textos encontradosen la Sinagoga Vieja de El Cairo ypublicadas por
l mismo en el nmero 13de la revista Al-Andalus (pags. 299-346) enun
transcendental artculo titulado Les versfinaux en espagnol dans les
muwaxajashispano-hbraques.- Y una serie rabe sacada a la luz
porEmilio Garca Gmez pocos aos despus(1952) y encontradas por ste
en librerasde viejo de Oriente Medio y el Magreb.(Veinticuatro
jarchas romances enmuwaxajas rabes. Revista Al-Andalus n17. Pags.
57 a 127). Entre los libros quecontienen la serie rabe, destacan el
ElKitab de Aben Busrra y el Yais de Aben al-Jatib.
-
Se cree que las Moaxajas fueron creadaspor el egabrense Mokdem
al-Kabri, en elsiglo IX, siendo, por tanto, el ms antiguopoeta
andaluz en la lengua romance de al-Andalus del que tenemos
noticia.As mismo, existe constancia del Zjel, unacomposicin
estrfica, poticamentederivada de la Moaxaja, que est formadapor un
estribillo y un nmero variable deestrofas compuestas de tres
versosmonorrimos seguidos de otro verso de rimaconstante igual al
del estribillo. El Zjel, adiferencia de la Moaxaja, est
escritontegramente en la lengua romance de al-Andalus y es, con
toda seguridad, anteriora cualquier composicin castellana, aun-que
los poetas de esta lengua copiaron sumtrica y rima a la hora de
componer,dando lugar a la llamada estrofa zejelesca.El Zjel ms
conocido descubierto hasta lafecha es el de Aben Kuzman y
seencuentra en su Diwan (siglo XII). Tambinnos han llegado los
nombres de otrosautores como Mohamed Ben Jaira, Al BenChahdar el
zejelero o Ahmed el de laMacarena.Tanto la Moaxaja como el Zjel
se
-
componen, sobre todo, para ser cantados,por lo que su
popularidad y divulgacindependen tanto de su calidad como de
lamsica que le acompaa. Antonio MartnMoreno, en su obra Historia de
la MsicaAndaluza (Edic.Anel, 1985, pag.63), nosasegura: "A lo largo
de estas pginashemos insistido en la originalidad de lacultura
andalus: los andaluces, al asimilarla msica oriental, la
transformaronconvirtindola en algo propio y original.
Taltransformacin es debidafundamentalmente al poeta ciegoMocdem Ben
Moafa, natural de Cabra,que vivi entre los aos 840 y 920 ycomenz a
cantar un nuevo tipo decanciones caracterizadas por el empleo dela
lengua romance, la habitual entre losandaluces de entonces. Apenas
hanquedado noticias del llamado "Ciego deCabra" que con su
innovacin literario-musical iba a ejercer notable influencia enla
lrica posterior."El Mester Andalus comparte una mismatradicin
cultural con la poesa primitiva detipo amoroso galaico-portuguesa,
italiana ycatalano-provenzal. Por el tema, la
-
estructura y el tratamiento que se da a lafigura femenina,
podemos decir que elMester Andalus no tiene nada que ver conla
literatura rabe o islmica, y s con latradicin grecolatina. Los
poetas delMester solan poner sus poemillas en laboca de una mujer,
en ellos se lamentabade la ausencia de su amado, contando suscuitas
a su madre, hermana o, en algunoscasos, a una amiga.Las Jarchas ms
antiguas son del siglo IXy X, datando las ms modernas del sigloXV.
Algunas de las ltimas conocidas seencuentran en el Cancionero de
Baena(reinando Alfonso XI, 1312-1350) y enalgunos diwanes con
poemas de AbenLuyun.Entre los poetas del Mester Andalus,destacan
por su calidad: Juda Ha-Lev,Aben Erza y Todros Abulafia. As mismo,
ya pesar de no conservarse de l nada msque una Jarcha, se recuerda
la figuramtica del rey Al Mutamid de Sevilla,debido, sobre todo, a
los trabajos quesobre el mismo efectu Blas Infante.LA PICA
ANDALUSHasta la fecha, los historiadores y
-
lingstas espaoles han intentado dar unavisin de la poesa pica en
la pennsulaIbrica, intentando interpretarla desde unpunto de vista
nrdico y pangermnico.Autores de la talla de Menndez Pidal
hanquerido ver el origen de la pica hispnicaen la francesa o
alemana, sin embargo yaJulin Ribera, en 1915, discrepaba de
lasteoras oficiales asegurando que tena suorigen en la pica
andaluza.Como se puede comprobar en diferentestextos histricos
hispano-rabes, la picaAndalus tuvo en sus orgenes un marcadocarcter
tnico y nacional, exaltando laprocedencia latina de los habitantes
de laBtica, frente a la minora rabe-bereber.En la pica Andalus
existen dos temasbsicos: La toma de Hispania por losrabes-bereberes
y las luchas de siglosentre castellanos y sus aliados
limtrofescontra los andaluses.Podemos diferenciar dos
pocashistricas, cuyas obras ms importantesabarcan los siglos IX y X
, la primera y lossiglos XII al XV la segunda. Del primerperiodo
podramos destacar LaGenerosidad de Artabas (siglo IX) y El
-
Primer Conde de Andaluca (siglo X),perteneciendo al segundo
periodo ElPoema del Mo Cid (siglo XII), el ciclo deLos Siete
Infantes de Lara (siglos XII alXIV), el Romance de Abenamar (siglo
XIV),La Prdida de Antequera (siglo XIV) y LaToma de Alhama (siglo
XIV).Algunos de estos poemas han llegadohasta nosotros en forma
oral comoromances o tons (primitivos cantesjondos), otros fueron
escritos en la lenguaromance de al-Andalus y
posteriormentecastellanizados. Concretamente el Poemadel Mo Cid,
segn algunos autores, fueescrito hacia el ao 1114 en romanceandaluz
por un mozrabe annimo yreescrito en castellano el ao 1307 por
elcopista Per Abat. Es destacable por sucalidad el ciclo de Los
Siete Infantes deLara con sus distintas variaciones: LosSiete
Infantes de Lara, Mudarra y LaVenganza de Mudarra que constituyen
unaautntica obra maestra de nuestraliteratura.Existen gran cantidad
de fragmentos de lapica andaluza en el romancero. Entre
lascolecciones de romances, podramos
-
destacar El Cancionero de Baena deFernndez de Constantina (siglo
XVI),Cancionero General de Hernando delCastillo (1511), Cancionero
de Amberes deMartn Nucio (1550), Cancionero deRomances de Esteban
Njera, CuarentaCantos de Fuentes (1550), Romancero deLorenzo de
Seplveda (1551), Coleccionesde Timoneda (1573), Romances de
lasGuerras de Granada de Prez de Hita(1573), Romancero General
(1600),Romancero de Jakob Grimm (1815) yRomancero de Wolf y Hofmann
(1856).EL TEATRO MEDIEVAL ANDALUZA partir de la decadencia del
imperioromano y las poste-riores invasiones de LaBtica por los
pueblos germanos (vndalosy visigodos), desaparece en Andaluca
latradicin teatral clsica greco-latina. Elteatro, como tal, no
reaparecera de nuevohasta el siglo VIII ligado a los tropos,dilogos
escenificados introducidos en losactos litrgicos, las secuencias,
prosa overso que se dice en ciertas misasdespus del gradual y las
trovas,composiciones amorosas cantadas por lostrovadores.
-
En al-Andalus, el Islm limit al interior delos templos cualquier
manifestacinreligiosa de la Iglesia Mozrabe (cristianosandaluses).
Esto motiv que entre lossiglos VIII y IX aparecieran una serie
detropos religiosos, en los que seescenificaban la vida de Jess y
Mara. Laafluencia masiva de pblico a los actos endonde se
representaban, hizo que laIglesia prohibiera su representacin en
lostemplos y estos salieran a la calle comoobras (oficios)
desligados de la SantaMisa. Fue de esta forma como lassecuencias y
tropos litrgicos sesecularizaron, dando lugar al teatromoderno.Los
tropos tenan dos ciclos: de Pascua yde Navidad. Del primero podemos
rastrearalgunos elementos en representacionesbblicas como las que
se escenifican enAlcaudete (Jan) durante su SemanaSanta, destacando
entre ellas El Paso deAbraham. Del segundo ciclo conservamosuna
serie de tropos entre los que destacan:El Retablo de los ngeles, El
Auto de losReyes Magos, La Infancia de Jesucristo yel Auto
Sacramental de los Reyes Magos.
-
El Retablo de los ngeles debi escribirlo amediados del siglo XI
(antes de laocupacin castellana del reino de Crdoba)un religioso
mozrabe, no sabemos si en elactual pueblo de Obejo o en
eldesaparecido Castil de Flores. El texto hallegado hasta nosotros
en forma oral y enl se ve la clara intencin didctica de suautor al
intentar demostrarnos que Jesses Dios (concepto Trinitario), y no
unsimple profeta ms como nos ensea elIslam (concepto Unitario). La
obra fueescrita, sin lugar a dudas, con la intencinde combatir en
lo posible la islamizacin deal-Andalus, demostrando su
desconocidoautor una gran educacin y un perfectoconocimiento del
Islam. En resumen, es unclaro panegrico contra el Islam, por lo
queal escribirlo se jug la vida. Debido,probablemente, al
aislamiento fsicopadecido por Castil de Flores y Obejo,
almodificarse las rutas que unan el Valle delGuadalquivir hacia
Crdena (siglo XVI)primero y hacia Despeaperros (sigloXVIII) despus,
El Retablo de los ngelesha permanecido casi inalterado, con la
solaexcepcin del Villancico final introducido a
-
finales del siglo XVIII o comienzos del XIX.Hubiera sido muy
interesante podercomparar esta obra con el AutoSacramental de los
Reyes Magos de ElViso (Crdoba), la cual debi datar de esamisma
poca, pero del original de dichaobra slo conservamos el nombre.
Afinales del siglo XVIII se sustituy el textoprimitivo por un
fragmento de la Infancia deJesucristo. Sin embargo, s
podemoshacerlo con otras obras de claro origenmozrabe, por lo que
se puede hablar, portanto, de una escuela de teatro
popularromanceada andaluza.El Auto de los Reyes Magos, del siglo
XII,es considerado por algunos especialistasuna versin en
castellano de una obraanterior en la lengua romance de al-Andalus.
La copia actual fue descubierta elao 1785, en la catedral de
Toledo, y estescrita en una "lengua de compromiso"entremezclndose
la lengua romanceandaluza y el castellano.La Infancia de Jesucristo
fue escrita por elsacerdote Gaspar Fernndez y vila,recogiendo el
habla popular de la Sierra deMlaga por lo que constituye una
joya
-
lingstica, al hacernos llegarmozarabismos, hoy desaparecidos,
peroan vivos en el andaluz del siglo XVIII,como yenwua (lengua),
yussero (lucero),yuna (luna), etc. El, como a s mismo sedefine,
"cura ms antiguo de la IglesiaParroquial de la Villa de Colmenar",
seinspir al escribir su obra en la lengua y enlas tradiciones de su
tierra, Mlaga.Para algunos, La Infancia de Jesucristo esel primer
libro de la literatura dialectalandaluza y, para otros, el ltimo de
unalarga tradicin cultural y parte de nuestroteatro medieval.Tan
importante como el estudio de unaobra, es compararla con la cultura
y eldesarrollo social de su tiempo, por lo que alanalizar el Teatro
Medieval Andaluz vemosque posee una unidad en todas las obras yunas
caractersticas comunes. Podramosresumirlas constatando que sus
autoresson todos religiosos, por lo que la temticaes, as mismo,
religiosa, defendiendo alcristianismo frente al islam yensendonos
que Jess es Dios.EL CANTE FLAMENCODurante siglos hemos designado
como
-
rabe o moro todo aquello que noconocamos bien o no se terminaba
deentender por completo. El Flamenco oCante Jondo ha sufrido
constantementeesta incoherencia, siendo uno de esostemas sobre los
que los etnlogos,musiclogos, historiadores y socilogosnunca se han
puesto de acuerdo.Han pretendido hacer descender elflamenco desde
la postura que adopta elave del mismo nombre, hasta ladenominacin
que tenan losacompaantes del rey Carlos I queprovenan de los Paises
Bajos, pasandopor un cante de la etnia gitana, y siempre,sin que
entendamos bien como podanrelacionar una cosa con otra...
hacindolovenir de los rabes. Pero tuvo que ser elPadre de la Patria
Andaluza, Blas Infante,quien nos diera la clave al descubrirnosque
la palabra flamenco proviene del rabe"felah mengu" (campesino
huido), siendo laexpresion de su alegra, dolor o tristeza
yconstituyendo el grito desgarrado delandaluz sin
tierra.Etimolgicamente el trmino "felah mengu"es rabe, pero no as
la msica flamenca,
-
a la que ciertos historiadores hispano-rabes catalogaron de
rons, romi o latini(procedente del latn) y nunca como rabe.No
existe la menor duda de la influenciaque los elementos musicales
islmicos hantenido en la formacin del Cante Jondo,pero no son los
nicos. Es necesariocomenzar a valorar otros elementos comolos
latinos, la msica religiosa judaica, lagreco-bizantina, persa, etc.
El Flamenco noes, por tanto, una variante de la msicarabe, como
interesadamente se nos hapretendido vender, sino una msicaautctona
del pas con un marcadocarcter nacional andaluz.En este sentido, es
necesario destacar lasaclaraciones que Ricardo Molina nos haceen su
libro Misterios del Arte Flamenco.(Editoriales Andaluzas Unidas,
1985, pgs.28-29) "Dentro del terreno un tantoinseguro de nuestros
conocimientos delcante flamenco, lo nico evidente, y queapenas
necesita discusin, es que elfenmeno se inscribe entre
coordenadasgeogrficas precisas. Geogrfica ygenticamente hablando,
el cante es unfenmeno estrictamente andaluz... El cante
-
flamenco est ligado al terruo con fuerzabotnica y de la tierra
prende su savia yvigor."Un claro indicio de la actitud
quetradicionalmente se ha mostrado hacia loandaluz lo tenemos al
comprobar cmoalgunos clrigos musulmanes de los siglosX al XV
atacaban y perseguan las lailas,nubas y zambras por
considerarlascostumbres de cristia-nos latinos y noislmicas. Y cmo
los conquistadorescastellanos hicieron lo mismo por creer queera
cosa de muslines. Ninguno de elloslleg a comprender que,
simplemente, esamsica, cante y baile era unamanifestacin de la
cultura andaluza.Dentro del incesante ir y venir de cantoresy
msicos de Andaluca a las cortescristianas, se inscribe la hiptesis
que nosda Antonio Carrillo Alonso en su libro LaPoesa Tradicional
en el Cante Andaluz(Editoriales Andaluzas Unidas, 1988, pag.20),
cuando llega a la siguiente conclusin:"un nmero considerable de
"letras" delflamenco proviene -con mayores omenores modificaciones-
de primitivascancioncillas andaluzas, muy conocidas en
-
los ambientes populares de al-Andalus,que siguieron dos caminos
paralelos en eltiempo hasta llegar a nosotros: por un lado,se
conservaron y fueron transmitindosedesde tiempo inmemorial en la
intimidad delos hogares de Andaluca; por otro, fueronrecogidas en
los ambientes cortesanos eincluidas ms tarde en los
grandescancioneros castellanos..."El Calendario Annimo Cordobs
(siglo IX)y el Calendario de Granada (siglo XIV),adems de
informarnos de un sinfn detrminos (glosas) en nuestra lengua,
nosdan una valiosa informacin sobre lamsica y costumbres de la
poblacinandalus. Lo primero que salta a la vista esque ambos se
basan en el calendarioJuliano (romano), lo que confirma
lapervivencia de una latinidad cultural en al-Andalus. Quedamos
gratamentesorprendidos al comprobar que losandaluses, tanto si eran
musulmanescomo cristianos, celebraban la Natividad,Ao Nuevo, Reyes,
etc., a pesar de lapresin ejercida por los maestros de lasescuelas
cornicas.Es cierto que los primitivos origenes del
-
Flamenco estn en las nubas y en elmsico oriental Ziryab, pero se
les olvidadecir que el creador de las nubas era kurdoy educado en
Bizancio. Por lo tanto, sehace necesario buscar los origenes en
losrawi (narradores o recitadores) que enplazas y mercados cantaban
moaxajas,lailas, nubas, zambras y zejeles. En ellasencontramos las
bases de las queposteriormente saldran las tons y todoslos dems
palos (sole, seguidilla,fandango, etc.) que forman el cante
fla-menco. El eslabn entre unas y otrasdebieron ser las "Canciones
de Ciego", lascuales se remontan a las moaxajas yzejeles cantados
en las calles y plazas deal-Andalus.Durante siglos, el Cante Jondo
y suspoemas orales fueron la principalmanifestacin artstica en la
modalidadlingstica anda-luza. Tmidamentecomienza su recuperacin
hacia 1780 en laBaja Andaluca. Pero tuvo que llegar elRomanticismo
o la satisfaccin de unanhelo en forma artstica, para redescubrirel
cante flamenco. Ese movimiento quedurante el siglo XIX busca un
mundo
-
distinto, apasionante, remoto en el tiempoy en el espacio, y que
despierta uninusitado inters por todo lo popular,valorando las
costumbres, cantes, bailes,literatura, etc., en su justa
medida,encuentra en el Cante Flamenco unsentido a su
bsqueda.Comienza as un proceso de recuperacinque, partiendo de la
poesa flamenca, tienetres etapas:- Una primera en la que los
folcloristas selimitan a recoger de viva voz los cantesflamencos,
dejando constancia de ellos. Elescritor ms representativo de esta
pocaes Antonio Machado y lvarez (Demfilo),y su libro "Cantes
Flamencos".- Un segundo periodo donde no se limitana recoger los
cantes, sino que se creanexprofeso, imitando las formas
populares.El autor ms importante de este periodo esJos Mara
Gutirrez de Alba con suantologa "El Pueblo Andaluz, sus
tipos,costum-bres y cantes".- Y un tercer periodo en el que los
poetasandaluces ya no imitan la mtrica popular(poesa aflamencada),
pero s escriben enla lengua de su pueblo. De este periodo es
-
Jos Mara Martnez lvarez de Sotomayory su obra "Rudezas, poesas
regionales".Entre 1870, fecha en que Demfilo publicsus "Cantes" y
1913 en que lvarez deSotomayor public "Mi Terrera", los poetasy
folcloristas andaluces lograron crear unatradicin literaria
andaluza propia e iniciarlos primeros estudios sobre
nuestralengua.LA NUEVA LITERATURA ANDALUZALa nueva literatura
andaluza estntimamente ligada a un movimientoliterario y lingstico
nacido en laspostrimeras del franquismo y que tom elnombre de
"L'Aina Andalussa" (AmanecerAndaluz).No nos faltan noticias, antes
del siglo XVI,sobre la manera de hablar de losandaluces, diferente
al resto de Espaa ysiempre criticada. Francisco Delicado ensu
Retrato de la Lozana Andaluza(Venecia, 1528) responde a las
crticasrecibidas por su forma de escribir: "Y siquisieren
reprehender que por qu no vanmunchas palabras en perfeta
lenguacastellana, digo que, siendo andaluz y noletrado...
conformaba mi hablar al sonido
-
de mis orejas, qu'es la lengua materna y sucomn hablar entre
mujeres". Dos cosasnos quedan claras. Primera: Delicado, aligual
que los actuales andaluces, tenacierto complejo de inferioridad,
"siendoandaluz y no letrado". Segunda: a pesar detodo no le
importaba escribir tal comoentonces se hablaba en Andaluca,
aunsabiendo las consecuencias que le iba aacarrear.Para abundar ms,
tomemos unos datosde Antonio Zoido, quien, a su vez,reconoce "haber
tomado prestados" de untrabajo presentado en la Consejera deCultura
y cuyo autor le fue imposibleencontrar: "De esta manera,
HernandoColn y otros muchos "reinventaron" labiblioteca, alma
cenando cuestiones,palabras, conceptos y reflexiones venidosde
todas partes, y Juan de Mal Laraescribi su Philosophia Vulgar, en
la queestudiaba los refranes popularesconvencido de que la cultura
popular tenasentido por s misma aunque no lograradesentraar la razn
de ello, cosa queintentaran realizar, tres siglos despus,nuestros
folcloristas. Con ello se afianza en
-
el idioma el lxico y los conceptospopulares que pasan a engrosar
aqu, msque en ningn otro sitio, el espacio de loculto.
Paralelamente a esto tiene lugar otrofenmeno en el polo
contrario:... laconsagracin del dialecto potico andaluzpor Fernando
de Herrera que, aunqueparezca raro, parte del mismo punto delque
empezaba Mal Lara para reivindicar elsaber popular: la idea
renacentista delvalor de la naturaleza humana en smisma... Se est
abriendo paso otramanera de escribir: la del que usa para eltexto
aquellas palabras que tambin usa lagente, incluso
ortogrficamente..." (AntonioZoido Naranjo, Ni Oriente ni
Occidente,Signatura Ediciones de Andaluca, 1998,pags. 286-287)
A partir de aqu encontramos constantesreferencias en la
literatura posterior y, conms insistencia, en el teatro.
Aunquecorresponde a Cecilia Bhl de Faber, ensus novelas de corte
realista, el intentarreflejar, tmidamente, y como nos dice enel
prlogo de La familia de Alvareda(1856), "el habla de las gentes de
campo
-
andaluza". Vindose obligada en una obraanterior, Clemencia
(1852) a adjuntar unglosario de 37 voces andaluzas noincluidas en
los diccionarios, para ashacerla comprensible.Haba existido una
cierta concienciacin dela necesidad de una lengua andaluza enlos
trabajos efectuados a finales del XIXpor Antonio Machado y lvarez
(Demfilo)y, posteriormente, por los folcloristasRodrguez Marn, Jos
M Gutirrez o JosMartn Santiago. Los hermanos lvarezQuintero y otros
literatos, en sus obras,han transcrito parcial y folclricamente
elhabla de andaluces y andaluzas, inclusoJun Ramn Jimenez se rebel
contra laletra g. Pero los escritores que hacen suobra en andaluz
son despreciados por laclase intelectual. Poetas como Jos Carlosde
Luna, Manuel Gngora o Rafael deLen, son tenidos por "poetas
menores"precisamente porque escriben en andaluz.Luego, la llamada
Generacin del 27,plagada de andaluces, dej pasar la granoportunidad
de haber creado una literaturapropia andaluza.Los primeros estudios
sobre la lengua
-
andaluza los efecta el alemn HugoSchuchardt (Fontica Andaluza),
quien en1881 publica "Die Cantes Flamencos",posteriormente Julin
Ribera da a la luzsus "Estudios sobre la pica Andalus" yen 1933 se
edita un "Vocabulario Andaluz",escrito por Antonio Alcal
Venceslada,curiosamente con todas las bendiciones dela Academia de
la Lengua Espaola. Hastala fecha, nico referente para conocer
yvalorar el ingente caudal lxico del idiomaandaluz. Pero es Blas
Infante al publicar sulibro "Cuentos de Animales" en 1921,
quieninicia, realmente, la nueva literaturaandaluza.La diferencia
entre estos autores,anteriores a la Guerra Civil, y elmovimiento
literario posterior, radica en losdescubrimientos de Stern y Garca
Gmezde los aos cincuenta. El grado deconciencia lingstica, de la
percepcin quesobre s mismos, sobre su lengua y culturatienen los
escritores despus del hallazgode las Jarchas, en una lengua
romanceandalus, y la constatacin de la existenciade una realidad
lingstica y cultural propia,anterior a la ocupacin castellana,
trastoca
-
todos los conceptos. Mientras que antesesa realidad se intua, en
la actualidadpodemos verla claramente, lo que produceuna autntica
revolucin cultural quedesemboca en la idea de rupturalingstica e
independencia frente alcastellano.Por tanto, los escritores de
L'Ainareivindican que el Andaluz no es undialecto del castellano,
sino una evolucindel latn que da lugar a una lenguaromance autctona
de Andaluca,proponen dotar a nuestra lengua de unaortografa propia
transformndola en lalengua del pueblo andaluz y defienden laidea de
escribir en andaluz, haciendoposible la creacin de un
movimientoliterario en la lengua andaluza.
-
BLAS INFANTE Y LA LENGUAANDALUZA
Cuando el 11 de agosto de 1936 seasesina al Padre de la Patria
Andaluza, seintenta acabar con un referente deidentidad y la
posibilidad de organizar a unpueblo en torno a sus intereses,
subandera, su nacin y sus formasparticulares de expresarse,
incluida sulengua.Blas Infante, en defensa de una
identidadandaluza, tuvo que partir prcticamente decero. Lo poco que
hasta la fecha se habatrabajado en defensa de lo andaluz y
lodisperso de lo editado, haca imposible unconocimiento popular del
tema. Pareca,ms bin, que la influencia del poder paraabsorber de
nuestra cultura todo loabsorbible, adulterando y ridiculizando
elresto, haba posibilitado, como recoge en
-
su "Historia de las Hablas Andaluzas", J.A.Frago Gracia, que
desde la Edad Mediaalgunos personajes despreciaran la formade
hablar del andaluz, desprecio queincluso alcanzaba a Antonio de
Nebrija,autor de la primera GramticaCastellana?, al que se acusaba
de ser"demasiado andaluz". Su coetneo JunValds nos dej escrito: "Ya
tornies avuestro Librixa. No os tengo dicho que,como aquel hombre
no era castellano, sinoandaluz, hablava y escriva como en
elAndaluza y no como en Castilla?...Vosno veis que aunque Librixa
era muy doctoen la lengua latina, que esto nadie se lopuede quitar,
al fin no se puede negar queera andaluz, y no castellano y que
escriviaquel su vocabulario con tan poco cuidadoque parece averlo
escrito por burla?... Enla declaracin que haze de los
vocabloscastellanos en los latinos, se engaatantas vezes que sois
forado a creer unade dos cosas, o que no entenda laverdadera
significacin del latn, y esta esla que yo menos creo, o que no
alcanavala del castellano, y esta podra ser, porquel era de
Andaluza, donde la lengua no
-
est muy pura".Pero este menosprecio hacia la forma dehablar de
los anda-luces no es algo nuevo.Rafael Lapesa en su Historia de la
LenguaEspaola (Gredos, Madrid, 1980) recogeuna ancdota referida al
emperadorandaluz Adriano y su peculiar forma depronunciar el latn
con un acento especialque lleg a provocar, durante un discursoante
el Senado Romano, la risa de lossenadores. Si un hombre culto y
conaspiraciones, como Adriano, conservabaen la Roma del siglo II
peculiaridadesfonticas de su Btica natal, mucho msacentuadas
estaran stas entre las clasespopulares. Precisamente ser el
pueblollano quien, en su hablar cotidiano, vayaalterando el latn
dando lugar con el tiempoa una nueva lengua.La estrategia
nacionalista de reivindicar unnico idioma para la "nacin espaola"
haencontrado en Andaluca fieles aliados enuna "intelectualidad"
que, muy a menudo,abomina de todo lo que les huele aidentidad
andaluza diferenciada de lacastellana. Si las personas "cultas",
piensael pueblo, no quieren nada con el anda-luz,
-
probablemente llevarn razn y tengamosque cambiar nuestra
"inculta" forma dehablar. Con lo que se consigue un dobleobjetivo:
anular la identidad de un pueblo yque nos autodespreciemos. Se
intentacrear un estereotipo de andaluz que no seautovalore y as,
con nuevos contenidos"coloniales", poder dominarle fcil-mente.La
lengua andaluza, a la que todos losfillogos serios reconocen como
de grancapacidad de arrastre -ah est suinfluencia en Latinoamrica-
y queconserva muchas claves de nuestro ser, lapresentan como
ejemplo de "no saberhablar", cuando es una muestra de laresistencia
que nuestro pueblo opone a laimposicin que supuso la
conquistacastellana. Nos ocultan nuestra historia,nos impiden
conocer nuestra forma dehablar.En relacin a todo esto, Blas Infante
nosdeja uno de sus textos ms lcidos: "Nobasta querer una cosa, es
preciso estudiarel modo de conseguirla y saber cul es laaccin ms
eficaz para la liberacin delpueblo andaluz.Yo s que el camino es
largo, lleno de
-
incomprensin y dificultades; pero sabedque a cada hombre que le
hagis llegar aconocer la historia de Andaluca, lapersonalidad de
sus gentes, la manera deser y de entender la vida y la forma,
sobretodo de expresarla y desarrollarla, ser unpiedra firme de ese
edificio que entre todoslos andaluces, sin poltica falsa, sino
conactuacin legtima del querer hacia elpueblo, tenemos que levantar
lmpiamentey hacerlo relucir, con los valores que sonpropios de
nuestra cultura, para ejemplo deesta humanidad perdida, hoy, en el
caosde su conformismo.Ser entonces, cuando todos losandaluces
conozcan su verdadera historiay esencia, cuando logremos llegar
aobtener el poder necesario para exigir elrespeto a nuestra
personalidad, tandiferente de aquella que tratan deimponernos y, en
cierta forma, la hanhecho asimilar a nuestro desgraciadopueblo,
indefenso y perdido, entreambiciones de todo tipo:
econmicas,polticas y hasta culturales, tratando dematar previamente
la nuestra ..."A Blas Infante le preocupa profundamente
-
la lengua andaluza, la estudia y habla deella con conocimiento
de causa. Aunque esun conocimiento imperfecto ya que en esapoca an
no se haban descubierto lasJarchas, pero intuye que falta lgica en
ladoctrina oficial: "Las variantes sintcticas,prosdicas y
sustantivas o de nombres dellenguaje andaluz le determinan como
unorganismo en evolucin particularizante;como un dialectal
rpidamente formado delcastellano; no tan castellano como
pudieraparecer, pues el romance se inici enAndaluca, como lo tiene
demostrado ensus estudios, don Julin Ribera. A losandaluces les
prohibieron losconquistadores hablar su lengua hasta enel recinto
familiar y emplear su alfabeto.Pero el pueblo conquistado sigui
usandode sus particulares sonidos articulizantesde los cuales no se
les pudo despojar,porque para esto hubiera sido precisosuprimirle o
injertarle la garganta yempez, en seguida, a transformar elidioma
del conquistador adaptndolo a suscondiciones diferentes fisiolgicas
ypsquicas. Tal vez, se encontrase unaprueba complementaria del
nacimiento del
-
romance en Andaluca en el hechoestudiado por el sabio patriarca
de nuestrahermandad don Mario Mndez Bejarano,de ser, precisamente,
la prosodiaandaluza, la que se transmite al propagardicho idioma a
las regiones principalmentede ultramar".Qu cerca estaba don Blas!Qu
claro tena que conocer nuestrahistoria y asumir nuestra lengua
ayudaratremendamente a nuestro proceso deautoconsciencia. Empeado
en procurarpara Andaluca "la restitucin de laconciencia de su
personalidad cultural,creadora de las ms intensas culturas
deOccidente".
Blas Infante constata la dificultad quetienen los andaluces para
trasladar porescrito lo que expresan en palabras.Quinientos aos
despus de la conquistacastellana y, en algunos casos,ochocientos,
los pretendidosdescendientes de la repoblacin castellanatienen
problemas para expresar lo quesienten en el idioma de sus
supuestosancestros. Hay algo que no concuerda, lasteoras oficiales
se caen solas e Infante
-
deja constancia de su perplejidad: "Ellenguaje andaluz tiene
sonidos los cualesno pueden ser expresados en letrascastellanas. Al
"alifato", mejor que alespaol, hay necesidad de acudir parapoder
encontrar una ms exactarepresentacin grfica de aquellos sonidos.Sus
signos representativos hubieron losrabes de llevrselos con su
alfabeto,dejndonos sin otros equivalentes en elalfabeto espaol. Tal
vez hoy alguien seocupe en la tarea de reconstruir unalfabeto
andaluz. Pero mientras tanto, espreciso que nos vengamos a valer de
lossignos alfabticos de Castilla. En el dilogodel texto, siempre
que usemos la h, seentender que sta debe ser aspirada. La jindicar
un sonido ms fuerte que el de lah simplemente aspirada y mucho
mssuave que la j castellana. La r tiene en ellenguaje andaluz un
sonido ms suave queen el castellano, y la z un sonidointermedio
entre z y s".En sus manuscritos nos deja unaafirmacin contundente:
"Yo no he ganadotodava el premio que ms me estimulara:el poder
vivir en andaluz, percibir en
-
andaluz, ser en andaluz, escribir enandaluz".As se expresaba
Blas Infante haceochenta aos. Ahora, reconocidooficialmente como el
Padre de la PatriaAndaluza y con nuestras autoridadesaceptando, no
les queda otro remedio, sussmbolos, himno y bandera, se
encuentrancon el problema de tener que ocultar unaparte de la
doctrina Infantiana. Si BlasInfante llevaba razn en sus teoras
sobre"regionalismo", "esencia de Espaa","autonoma" y dems
manipulacionesoficiales de sus escritos Qu hacemoscon sus trabajos
sobre la lenguaandaluza?. Con subvenciones callan a unay a unos. Qu
van a hacer cuando elpueblo andaluz, poco a poco, conozca
"suverdadera historia y esencia"?Estos, al igual que los de la
carretera deCarmona el 11 de agosto de 1936, seequivocan. Blas
Infante contina vivo.
-
LA DOCTRINA OFICIAL
Cuando todo esto de las autonomas y laexplosin de sentimiento
andaluz del ao1977, cogi a contrapie, tanto a quienesostentaban el
poder como a quienespretendan ostentarlo, no tuvieron msremedio que
hacer de tripas corazn y"convertirse" al "andalucismo", pues
eldominar Madrid, pasaba primero porcontrolar Andaluca. La situacin
estabanegociada y pactada: Catalua,Vascongadas y una acompaante,
molestapero necesaria, llamada Galicia. El resto:Espaa. Y Andaluca
como "esencia deEspaa". Pero el 4 de diciembre de 1977los andaluces
y las andaluzas salieron a lacalle, y todo se trastoc. El partido
polticoque pretendiera contar en el futuro tenaque poner una A
detrs de sus siglas y elnico que no lo hizo a tiempo, desapa-reci.
La situacin de Andaluca oblig aque se hiciera "caf para todos" y
nuestranacin mir al futuro con optimismo. Pero,una vez ms, no pudo
ser. Un partidopoltico se envolvi en la verde y blanca, se
-
adue de nuestra voluntad y Andalucaentr en un letargo del que
todava no hasalido.Aprobamos un Estatuto de Autonoma enel que
pomposamente se declara que lospoderes de la Comunidad Autnoma
tienencomo objetivo bsico de su actuacin:"Afianzar la conciencia de
identidadandaluza a travs de la investigacin,difusin y conocimiento
de los valoreshistricos, culturales y lingsticos delpueblo andaluz
en toda su riqueza yvariedad".Por lo tanto, era preciso guardar
lasapariencias, "ser autonomista" y esoconllevaba la obligacin de
incluir algosobre Andaluca en la educacin. Para ello,el Gobierno
Andaluz aprueba leyes, peronadie se preocupa de su cumplimiento.
Un60% de los libros de texto de primariaincumplen la legislacin y
un 54% de losde ESO. El tratamiento de Andaluca enellos se reduce a
mostrarla como unterritorio pobre, sin industrias, nocompetitivo,
con un pasado o una historialigada a la de Espaa, donde la
emigracin"prefiri" Catalua y algunos pases de
-
Europa para buscar un trabajo.Probablemente cualquier profesor
nosasegure que, actual-mente, la forma dehablar del andaluz goza de
respeto en lasaulas, se promueve y protege. Oficialmentese llama
educacin transversal, sin quesepamos muy bien si se refiere a
laprimera acepcin del diccionario: "que sehalla o se extiende
atravesado de un ladoa otro", a la segunda: "que se aparta odesva
de la direccin principal o recta" o aotra definicin ms acorde con
el objetivoque se pretende.Sea como fuere, efectivamente en teoraes
as, y no ponemos en duda que algo seha avanzado, (por ejemplo -y se
trata deun gran paso- a los alumnos y alumnasandaluces ya no se les
suele ensear "lareconquista de Andaluca") pero una cosaes la teora
y otra la prctica. En realidadse contina menospreciando a quin
hablaen andaluz y podemos comprobar laexistencia de muchos colegios
donde laasignatura optativa "Patrimonio Cultural deAndaluca" se
ofrece para su enseanza,pero no se puede dar al no
existirprofesorado que domine el tema.
-
En los planes de estudio de primaria, delos 12 objetivos, slo 2
hacen referencia aAndaluca, de los 14 nucleos temticos,slo 2 se
refieren a Andaluca. En la ESO,de 17 optativas que se ofertan slo
hayuna con Andaluca en su ttulo: "PatrimonioCultural de Andaluca".
De los 59 temasque figuran en el decreto que aprueba laESO, hay 16
en cuyo ttulo figuraAndaluca (un 20%). En el Bachillerato,slo un 7%
de las materias (entrecomunes, propias de cada modalidad
yoptativas) se refieren a Andaluca. Ynunca, nunca, se habla de la
modalidadlingstica andaluza definindola como elhabla de un
pueblo.Cuando en el aula se trata el idiomaandaluz se le dice a los
alumnos: "El hechode pertenecer el alumnado andaluz a unaregin
dialectal dentro del mbito delespaol no debera representar, en
teora,ninguna situacin especial, puesto quetodos los hablantes del
espaol,andaluces, toledanos, leoneses, tinerfeos,cubanos,
chilenos..., son hablantesdialectales. No obstante, s que
surgenproblemas de hecho, y la publicacin de un
-
documento como ste sobre Las hablasandaluzas (subrayado en el
original) entrelos materiales curriculares es una pruebade ello.
Problemas que se originan a partirde los dos fenmenos siguientes:a.
La desigual consideracin que laspeculiaridades del modo de hablar
espaolen nuestra regin tienen respecto a otrasvariedades, sobre
todo las del nortepeninsular, entendidas tradicionalmentecomo ms
aceptables, ms correctas, porno decir las nicas correctas.b. La
falta de homogeneidad lingstica dela regin andaluza, sobre todo por
lo quetoca a la pronunciacin, que es, adems, ladimensin ms
representativa de nuestrasingularidad dialectal.Puede existir una
mayor manipulacin?Hablamos espaol de forma diferente alnorte
peninsular, que es la nica formacorrecta. Cada zona de Andaluca
habla deuna manera diferente, por lo tanto, lellamamos hablas. Por
lo visto, el castellanoo espaol, se habla igual en todos
lossitios.En el mismo documento se nos dice: "Eneste sentido,
incluso desde lo
-
estrictamente lingstico, se ha afirmadoque la causa de nuestro
exageradoevolucionismo fontico, podra ser, lapereza articulatoria
del hombre andaluz,quiz ocasionada por el clima y lapsicologa"
(Antonio Llorente Maldonado,Fontica y Fonologa Andaluzas, RFE,1962,
pag. 227). Le estn ense-ando alos alumnos andaluces que hablan
malporque son unos flojos?Finalmente se nos machaca: "Desde
lalingstica no estn del todo claros losconceptos de lengua y
dialecto, ya queambos son definidos desde perspectivasmuy diversas
y, a veces, con criteriosextralingsticos. No obstante, lingistas
ydialectlogos suelen estar de acuerdo enque el andaluz no es una
lengua ... Desdeun punto de vista diacrnico, gentico, elandaluz es
un dialecto del castellano...Desde un punto de vista sincrnico,
elandaluz en el momento actual es unavariedad, una modalidad
lingstica delespaol...La lengua de los andaluces es lalengua
espaola. Por consiguiente no sepodra hablar de dialecto." (En
negrita en eloriginal).
-
El trabajo sigue en muchas pginas ms,pero... para qu continuar?,
ya est elalumno donde se pretenda,completamente destrozado, con
suautoestima por los suelos, ya hacomprendido que pertenece a un
puebloinferior, por lo que, si quiere medrar, tieneque ocultar sus
seas de identidad paraser "alguien" entre el resto de
ciudadanos.As, no es extrao que, como nos revela unestudio del
catedrtico de Filologa de laUniversidad de Granada, Emilio
GarcaWiedeman, ms del ochenta por ciento delos andaluces
encuestados identificaban elhabla culta con el espaol
septentrional, esdecir, con aquella forma de expresarsedonde no hay
ceceo ni seseo. Por elcontrario, la forma de hablar de
losandaluces, era considerada por losencuestados como rasgos
propios de unnivel cultural medio o bajo.Por todo esto, produjo una
gran ilusin lasconclusiones del VII Congreso sobreEnseanza de la
Lengua en Andaluca,celebrado en Sevilla, en el que losprofesores de
Lengua Espaola enAndaluca, integrados en Aprela
-
(Asociacin Pedaggica para laRenovacin de la Enseanza de la
Lenguaen Andaluca), pidieron la dotacin dectedras de Lingstica
Andaluza en lasFacultades de Filologa y en lasUniversidades de
Andaluca, con el fin, nosdecan, de vertebrar y coordinar
losestudios dialectales y sociolingsticos delas hablas andaluzas.
As mismo,solicitaron a la Consejera de Educacin dela Junta de
Andaluca mayor coherencia ala hora de aprobar libros de texto
ymateriales curriculares con el fin de hacercumplir la LOGSE de
forma conve-niente.Como ven, todo muy suave, sin exigir, nipedir
grandes cosas. Pues bien, hanpasado cerca de cuatro aos desde
lacelebracin de este Congreso y laadministracin ha dado la callada
porrespuesta.
-
LA DOCTRINA OFICIAL
Cuando todo esto de las autonomas y laexplosin de sentimiento
andaluz del ao1977, cogi a contrapie, tanto a quienesostentaban el
poder como a quienespretendan ostentarlo, no tuvieron ms
-
remedio que hacer de tripas corazn y"convertirse" al
"andalucismo", pues eldominar Madrid, pasaba primero porcontrolar
Andaluca. La situacin estabanegociada y pactada:
Catalua,Vascongadas y una acompaante, molestapero necesaria,
llamada Galicia. El resto:Espaa. Y Andaluca como "esencia deEspaa".
Pero el 4 de diciembre de 1977los andaluces y las andaluzas
salieron a lacalle, y todo se trastoc. El partido polticoque
pretendiera contar en el futuro tenaque poner una A detrs de sus
siglas y elnico que no lo hizo a tiempo, desapa-reci. La situacin
de Andaluca oblig aque se hiciera "caf para todos" y nuestranacin
mir al futuro con optimismo. Pero,una vez ms, no pudo ser. Un
partidopoltico se envolvi en la verde y blanca, seadue de nuestra
voluntad y Andalucaentr en un letargo del que todava no
hasalido.
Aprobamos un Estatuto de Autonomaen el que pomposamente se
declara quelos poderes de la Comunidad Autnomatienen como objetivo
bsico de suactuacin: "Afianzar la conciencia de
-
identidad andaluza a travs de lainvestigacin, difusin y
conocimiento delos valores histricos, culturales ylingsticos del
pueblo andaluz en toda suriqueza y variedad".Por lo tanto, era
preciso guardar lasapariencias, "ser autono-mista" y esoconllevaba
la obligacin de incluir algosobre Andaluca en la educacin. Para
ello,el Gobierno Andaluz aprueba leyes, peronadie se preocupa de su
cumplimiento. Un60% de los libros de texto de primariaincumplen la
legislacin y un 54% de losde ESO. El tratamiento de Andaluca
enellos se reduce a mostrarla como unterritorio pobre, sin
industrias, nocompetitivo, con un pasado o una historialigada a la
de Espaa, donde la emigracin"prefiri" Catalua y algunos pases
deEuropa para buscar un trabajo.Probablemente cualquier profesor
nosasegure que, actual-mente, la forma dehablar del andaluz goza de
respeto en lasaulas, se promueve y protege. Oficialmentese llama
educacin transver-sal, sin quesepamos muy bien si se refiere a
laprimera acepcin del diccionario: "que se
-
halla o se extiende atravesado de un ladoa otro", a la segunda:
"que se aparta odesva de la direccin princi-pal o recta" oa otra
definicin ms acorde con el objetivoque se pretende.Sea como fuere,
efectivamente en teoraes as, y no ponemos en duda que algo seha
avanzado, (por ejemplo -y se trata deun gran paso- a los alumnos y
alumnasandaluces ya no se les suele ensear "lareconquista de
Andaluca") pero una cosaes la teora y otra la prctica. En
realidadse contina menospreciando a quin hablaen andaluz y podemos
comprobar laexistencia de muchos colegios donde laasignatura
optativa "Patrimonio Cultural deAndaluca" se ofrece para su
enseanza,pero no se puede dar al no existirprofesorado que domine
el tema.En los planes de estudio de primaria, delos 12 objetivos,
slo 2 hacen referencia aAndaluca, de los 14 nucleos temticos,slo 2
se refieren a Andaluca. En la ESO,de 17 optativas que se ofertan
slo hayuna con Andaluca en su ttulo: "PatrimonioCultural de
Andaluca". De los 59 temasque figuran en el decreto que aprueba
la
-
ESO, hay 16 en cuyo ttulo figuraAndaluca (un 20%). En el
Bachillerato,slo un 7% de las materias (entrecomunes, propias de
cada modalidad yoptativas) se refieren a Andaluca. Ynunca, nunca,
se habla de la modalidadlingstica andaluza definindola como elhabla
de un pueblo.Cuando en el aula se trata el idiomaandaluz se le dice
a los alumnos: "El hechode pertenecer el alumnado andaluz a
unaregin dialectal dentro del mbito delespaol no debera
representar, en teora,ninguna situacin especial, puesto quetodos
los hablantes del espaol,andaluces, toledanos, leoneses,
tinerfeos,cubanos, chilenos..., son hablantesdialectales. No
obstante, s que surgenproblemas de hecho, y la publicacin de
undocumento como ste sobre Las hablasandaluzas (subrayado en el
original) entrelos materiales curriculares es una pruebade ello.
Problemas que se originan a partirde los dos fenmenos siguientes:a.
La desigual consideracin que laspeculiaridades del modo de hablar
espaolen nuestra regin tienen respecto a otras
-
variedades, sobre todo las del nortepeninsular, entendidas
tradicionalmentecomo ms aceptables, ms correctas, porno decir las
nicas correctas.b. La falta de homogeneidad lingstica dela regin
andaluza, sobre todo por lo quetoca a la pronunciacin, que es,
adems, ladimensin ms representativa de nuestrasingularidad
dialectal.Puede existir una mayor manipulacin?Hablamos espaol de
forma diferente alnorte peninsular, que es la nica formacorrecta.
Cada zona de Andaluca habla deuna manera diferente, por lo tanto,
lellamamos hablas. Por lo visto, el castellanoo espaol, se habla
igual en todos lossitios.En el mismo documento se nos dice: "Eneste
sentido, incluso desde loestrictamente lingstico, se ha afirmadoque
la causa de nuestro exageradoevolucionismo fontico, podra ser,
lapereza articulatoria del hombre andaluz,quiz ocasionada por el
clima y lapsicologa" (Antonio Llorente Maldonado,Fontica y Fonologa
Andaluzas, RFE,1962, pag. 227). Le estn enseando a
-
los alumnos andaluces que hablan malporque son unos
flojos?Finalmente se nos machaca: "Desde lalingstica no estn del
todo claros losconceptos de lengua y dialecto, ya queambos son
definidos desde perspectivasmuy diversas y, a veces, con
criteriosextralingsticos. No obstante, lingistas ydialectlogos
suelen estar de acuerdo enque el andaluz no es una lengua ...
Desdeun punto de vista diacrnico, gentico, elandaluz es un dialecto
del castellano...Desde un punto de vista sincrnico, elandaluz en el
momento actual es unavariedad, una modalidad lingstica
delespaol...La lengua de los andaluces es lalengua espaola. Por
consiguiente no sepodra hablar de dialecto." (En negrita en
eloriginal).El trabajo sigue en muchas pginas ms,pero... para qu
continuar?, ya est elalumno donde se pretenda,completamente
destrozado, con suautoestima por los suelos, ya hacomprendido que
pertenece a un puebloinferior, por lo que, si quiere medrar,
tieneque ocultar sus seas de identidad para
-
ser "alguien" entre el resto de ciudadanos.As, no es extrao que,
como nos revela unestudio del catedrtico de Filologa de
laUniversidad de Granada, Emilio GarcaWiedeman, ms del ochenta por
ciento delos andaluces encuestados identificaban elhabla culta con
el espaol septentrional, esdecir, con aquella forma de
expresarsedonde no hay ceceo ni seseo. Por elcontrario, la forma de
hablar de losandaluces, era considerada por losencuestados como
rasgos propios de unnivel cultural medio o bajo.Por todo esto,
produjo una gran ilusin lasconclusiones del VII Congreso
sobreEnseanza de la Lengua en Andaluca,celebrado en Sevilla, en el
que losprofesores de Lengua Espaola enAndaluca, integrados en
Aprela(Asociacin Pedaggica para laRenovacin de la Enseanza de la
Lenguaen Andaluca), pidieron la dotacin dectedras de Lingstica
Andaluza en lasFacultades de Filologa y en lasUniversidades de
Andaluca, con el fin, nosdecan, de vertebrar y coordinar
losestudios dialectales y sociolingsticos de
-
las hablas andaluzas. As mismo,solicitaron a la Consejera de
Educacin dela Junta de Andaluca mayor coherencia ala hora de
aprobar libros de texto ymateriales curriculares con el fin de
hacercumplir la LOGSE de forma conve-niente.Como ven, todo muy
suave, sin exigir, nipedir grandes cosas. Pues bien, hanpasado
cerca de cuatro aos desde lacelebracin de este Congreso y
laadministracin ha dado la callada porrespuesta.
EN DEFENSA DEL ANDALUZ
La situacin actual de la lengua andaluzano es sino el reflejo
del momento en que
-
se encuentra la cultura andaluza engeneral: represin,
menosprecio,marginacin, manipulacin.La peor de las represiones que
puedesufrir una lengua es su ridiculizacin y esoes, precisamente,
lo que ha sucedido conla peculiar forma de hablar que tienen
losandaluces y las andaluzas. Los medios decomunicacin ya nos han
acostumbrado aidentificar a quien habla en andaluz comouna persona
de baja instruccin acadmicao un "gracioso". Es muy normal
consideraral andaluz, sobre todo en crculosuniversitarios, como un
castellano malhablado. Sin ir ms lejos, en el nmero 1de
"Sociolingstica Andaluza" -revista dela Universidad de Sevilla- se
daninstrucciones para que "el buen gusto" delos profesores de EGB
seleccione yperfeccione en los nios andaluces suforma de hablar,
corrigiendo lasexpresiones incorrectas que no sigan loscnones de la
Real Academia de laLengua Espaola. Segn su autor, elvasco Vidal
Lamiquiz, conocido entre suscolegas como "el maestro",
"esteperfeccionamiento del habla sera objeto
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de la estrategia pedaggica de la primeraetapa de EGB".Si lo que
se pretende es que el alumnoaprenda el idioma castellano, es
normalque se den esas instrucciones. Pero eljoven tiene un
problema: en la calleescucha como a su alrededor se habla deotra
manera y nada le dicen de esa otraforma de hablar. Nadie le informa
de queeso se llama andaluz, es algo diferente alcastellano y, por
hablarlo, no se pierde ladignidad. En la estrategia de anulacin
dela identidad de un pueblo, el andaluz seignora y se ridiculiza.
Como mucho, segnnos dice el propio Vidal Lamiquiz, cabeaceptar una
forma culta de hablar andaluzque "mantiene su propio acento
entonativo,un recatado seseo fontico, una suaveaspiracin y la
expresin salpicada devivas imgenes y logrado colorido. Es, ensuma,
la lengua hablada de los hablantescultos andaluces y es tambin la
lengua delos escritores andaluces". Es decir, seadmite una nota "de
color", que hastaqueda bien. Todo lo que se salga de ah,son
arcaismos, vulgarismos o "tartajear",como seala Rafael Lapesa en su
obra
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"Sobre el ceceo y el seseo de losandaluces": "...cecear exista
desde el sigloXIII y tena, adems, la acepcion detartajear".Cuando
un andaluz intenta imitar el hablade los castellanos, suele hacer
el mayor delos ridculos. Esta actitud provoca laindignacin de los
andaluces sensatos,pero hay que ser comprensivos, es muchala presin
que se recibe. Veamos unejemplo: en televisin aparece un seorque
constantemente repite la mismacantinela en andaluz: "po s". Al oir
estasdos palabras, todo el estudio, incluidospresentadores e
invitados prorrumpen engrandes risas y sonoras carcajadas, comosi
hubieran escuchado el mejor de loschistes. Ahora, alguien nos hace
unapregunta y tenemos que contestar con lamisma frase que el
"personaje" de la tele.Qu hacer? Si hablamos en andaluzpodemos
provocar igual hilaridadSeremos el hazmerreir de
nuestrointerlocutor? No sabemos qu responder...dudamos... al fin se
nos ilumina elsemblante, y con una sonrisa desatisfaccin
contestamos: "puess sis".
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Cuando los actuales medios decomunicacin ridiculizan el andaluz,
nohacen nada nuevo. Todo esto viene demuy atrs. Por ejemplo, el 23
denoviembre de 1925 se celebr enAndaluca "la cruzada del bien
hablar".La imposicin del castellano y la represindel andaluz que se
ha llevado durantesiglos a travs de la escuela, ha calado tanhondo
en el subconsciente de losandaluces que, sin querer, de
maneraautomtica, se tiende a "pronunciar bien"cuando se habla en
pblico. Peroconfundimos pronunciar bien - o seavocalizar, empleando
las palabras en susjustas acepciones, con coherencia yriqueza de
vocabulario - con pronunciarimitando el acento de los habitantes
deValladolid. En este aspecto, los discursosde los polticos
andaluces suelen causarvergenza ajena, si en Andaluca hay
unatremenda falta de identidad, en nuestrospolticos, sean del matiz
que sean, estedficit raya en el esperpento.Sin embargo, las
personas que apenashan pasado por el filtro castellano de laescuela
son las que conservan el andaluz
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ms vivo, precisamente por haberpadecido menos "las correcciones"
delcolegio. En este sentido, es fcil constatarcmo las personas que
se han instruido enlenguas diferentes del castellano (loshabitantes
de Gibraltar o los hijos deemigrantes andaluces que han recibido
sueducacin en otro idioma) y su lenguafamiliar es el andaluz, son
las queconservan un andaluz ms autntico, y noson precisamente
analfabetas. EnAndaluca se da un claro "bilingismo detipo
diglsico", caracterizado por hablar lamayora de la poblacin
cotidianamente enandaluz y, a su vez, hablar en castellanolos
estamentos oficiales, los medios decomunicacin y la enseanza.La
diglosia andaluza es del tipo llamado"ortogrfico", es decir, la
poblacin hablaen una lengua (andaluz) mientras recibe sueducacin y
escribe en otra (castellano).Esta situacin ocasiona cantidad
deproblemas lingsticos, dificultando elproceso de aprendizaje
escolar, lo queproduce una baja calidad educativa, creaun fuerte
complejo de inferioridad y haceque ms de la mitad de los
escolares
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andaluces terminen con un incorrectodominio de la
escritura.Pero, a su vez, ayuda a mantener unasituacin de claro
colonialismo poltico,econmico y cultural, por lo que desde elpoder
poltico nunca ha existido voluntadalguna de cambiar la actual
situacinsocio-lingstica de Andaluca. La escuela(la enseanza en
genera