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LUCIO ANNEO SENECA
M E D E AEDICION BILINGE
T R A D U C C I N E N V E R S O
POR
VALENTIN GARCIA YEBRA
&TORIAL GREDOS
MADRID
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o VALENTIN GARCIA YEBRA, 1982.
EDITORIAL GREDOS, S. A.
Snchez Pacheco, 81, Madrid. Espaa.
P r im e r a e d ic i n , noviembre de 1964. S eg u n d a e d ic
i n , mayo de 1982.
Depsito Legal: M. 14000 -1982.
IS B N 84-249-0330-7.
Impreso en Espaa. Printed in Spain.Grficas Cndor, S. A., Snchez
Pacheco, 81, Madrid, 1982. 5500.
ArmauirumqueArmauirumque
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Lucio Anneo Sneca, filsofo y poeta
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NOTA PRELIMINAR
La presente edicin de la Medea de Sneca no tiene carcter'
crtico, ni siquiera pretensiones eruditas. Hace veinticuatro aos,
cuando mi edad no haba alcanzado an esa cifra, ca en la ingenuidad
de traducir en verso esta tragedia, pensando que no faltaran
editores que quisieran publicar mi trabajo. Cuando, ms tarde, conoc
el oficio editorial desde dentro, comprend las cau- sas de mi
desengao. Y hasta me avergonc un poco de mi sinv pieza.
Desde aquel verano de 1940 ha pasado algo ms de la mitad de mi
vida. He traducido desde entonces muchas cosas, algunas con
bastante xito. Pero en ninguna he puesto ms entusiasmo que en sta,
que, a pesar del tiempo transcurrido, a m me sigue gustando; y eso
que, desde hace mucho, soy contrario a las traducciones en verso,
Esta ma tiene, indudablemente, defectos que yo mismo he censurado
en las de otros, y, si tuviera que hacerla de nuevo, no la hara en
versos de medida fija, sino en prosa rtmica o en versculos sueltos.
Pero creo que tiene tambin algunas virtudes, que acaso compensan,
al menos en parte, sus imperfecciones. Por eso me decido a
publicarla ahora, antici- pndome, por aquello de que quien da
primero da dos veces,
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a los muchos homenajes que el ao prximo se van a tributar a
Sneca para conmemorar el X IX centenario de su muerte.
Espero, amigo lector, que estas confidencias te ayuden a ver con
simpata los posibles aciertos y a excusar con generosidad las
deficiencias de este trabajo.
Madrid, noviembre de 1964.
NOTA PARA LA SEGUNDA EDICION
Esta es la primera traduccin que hice con intencin de
publicarla. Es tambin, en cierto modo, mi predilecta. Por eso,
agotada su primera edicin hace ya ms de un ao, no quiero que siga
ausente del mundo de la lectura. Sale de nuevo a l con ligeros
retoques en algunos versos y con una breve adicin a la nota 44. He
rectificado tambin la transcripcin de un par de nombres propios.
Dejo intactos el Prlogo y la Seleccin bibliogrfica, sta muy
incompleta y anticuada.
Como advierto en las primeras lneas de la Not preliminar, mi
edicin bilinge de la Medea no tiene carcter crtico ni pretensiones
eruditas. Cuando traduje esta obra, no me interesaba tanto la
crtica ni la erudicin como reproducir en versos castellanos la
fuerza expresiva de los versos de Sneca *. Si mi pasin de padre no
me engaa, sigo creyendo que no fracas del todo. Hago, pues, esta
segunda edicin. Y espero que no sea la ltima.
Madrid, mayo de 1982.
1 Quien busque ante todo la erudicin en una traduccin de la
Medea, puede ver la incluida en : Sneca, Tragedias, Introd., trad,
y notas de Jess Luque Moreno, vol. I, B. C. G., Madrid, Gredos,
1979 .
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P R O L O G O
I
BREVE NOTICIA BIOGRAFICA DE SENECA
No se conoce con exactitud la fecha en que naci Lucio Anneo
Sneca, situada generalmente entre los aos 8 y 4 a. de C. El lugar
en que vino al mundo fue Crdoba, que ya por entonces era un foco de
vida intelectual floreciente. Su familia perteneca a la clase de
los caballeros. Su padre admiraba las costumbres de los antiguos
romanos, pero amaba las letras e incluso las cultivaba
personalmente. Escribi una Historia romana a partir de las guerras
civiles, que no ha llegado hasta nosotros. Le interesaba
principalmente la elocuencia, y haba odo a la mayora de los
oradores y maestros de retrica notables en su tiempo. Lleg a
componer para sus hijos una recopilacin en que reproduca, segn sus
recuerdos personales, fragmentos de las mejores piezas oratorias
odas a sus contemporneos. Esta obra, conservada, ha hecho que su
autor sea conocido como Sneca el Retrico.
La madre de Lucio Anneo se llamaba Helvia. Fue mujer de gran
dignidad moral y llena de ternura para los suyos. Tuvo,
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adems de nuestro autor, otros dos hijos : uno mayor que l,
Novato, y otro menor llamado Mela, que fue el padre del poeta
Lucano. Sin ser extraordinariamente culta, supo infundirles a todos
el amor al estudio.
Siendo todava muy joven, Lucio Anneo fue llevado a Roma por una
hermana de su madre, cuyo marido lleg a ser prefecto de Egipto.
Esta mujer enrgica y sacrificada se consagr por completo a su
sobrino, cuidando su dbil salud y abrindole, con sus relaciones,
las puertas de la sociedad romana.
Sneca se sinti muy pronto atrado por la filosofa. Un tal Sextio
acababa de fundar en Roma una escuela de tendencias estoicas, que
alcanz durante la juventud de Sneca toda la intensidad de su efmero
brillo. Sneca sigui con entusiasmo sus enseanzas. Pero, aunque sus
preferencias eran para el estoi- cismo, no se limit a esta doctrina
; escuchaba gustoso todas las que tuvieran alguna grandeza moral :
al pitagrico Socin, igual que al cnico Demetrio. Con todo el
apasionamiento de su juventud y de su temperamento btico, observaba
las normas dictadas por estos filsofos hasta en sus detalles ms
rigurosos. Tal austeridad inquiet a su padre, que, poco inclinado
por naturaleza a la filosofa, tema sus consecuencias para la salud
de su hijo, y tambin para su porvenir poltico, pues los filsofos
eran mal vistos por Tiberio. Los ruegos paternos movieron al joven
Sneca a alejarse de los estudios filosficos, dedicndose entonces
con igual ardor al cultivo de la elocuencia.
Esta decisin estuvo a punto de serle fatal. Sus comienzos fueron
demasiado brillantes. Obtuvo la cuestura y pronto fue considerado
como uno de los primeros oradores de su tiempo. Tales xitos
suscitaron la envidia de Caligula, que tena pretensiones literarias
y, sobre todo, oratorias. La mala salud de Sneca le salv la vida.
Parece que Caligula, despus de orle defender elocuentemente una
causa en el Senado, le habra condenado a muerte si no le hubieran
asegurado que su rival se hallaba en el
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ltimo estadio de la tisis ; no vala la pena matarlo. Sneca juzg
prudente abandonar la elocuencia pblica. Por lo dems, la fra-
gilidad de su salud no le habra permitido aquella profesin du-
rante mucho tiempo.
Comienza entonces la segunda y definitiva etapa filosfica de
Sneca. Andaba ya por los cuarenta aos, y decidi presentarse como
maestro. Haba compuesto varias obras, cuando, el ao 41, cay sobre l
la tremenda desgracia que trastorn por com- pleto su existencia.
Tena abiertas de par en par las puertas ms distinguidas de la
sociedad romana: Crispo Pasieno, marido de Agripina, era uno de sus
mejores amigos, y mantena tambin estrecha amistad con las hermanas
de Caligula. Celosa de estas relaciones, la impdica Mesalina le
acus de adulterio con una de ellas, Julia Livila, haciendo que
Claudio desterrase a los supuestos amantes. Sneca fue confinado en
la isla de Crcega, entonces salvaje y semidesierta.
Nuestro filsofo soport al principio su destierro con fortaleza;
mas, a pesar de las doctrinas fundamentalmente estoicas que
profesaba, su sensibilidad permaneca viva, y no tard en acusar los
sntomas del desaliento. Para reaccionar contra l, se aplic ms
intensamente a la filosofa, dedicndose especialmente a la lectura y
meditacin de las mximas del estoicismo relativas al dominio del
dolor. Parece que en el destierro cultiv tambin la poesa. Aunque
los crticos no estn acordes sobre este punto, es posible que
compusiera en Crcega algunas de sus tragedias; la insistencia con
que en la Medea se refiere a lo temible que es la clera de los que
mandan pudiera ser expresin de lo que el poeta haba experimentado
en su propia vida. All escribi ciertamente el tratado Ad Helviam
matrem de consolatione, dirigido tanto a s mismo como a su
madre.
Pero la desesperacin acab triunfando, como puede verse en
aquellos versos patticos en que el poeta se contempla cual nuevo
Prometeo, encadenado a una roca, sin que faltara el buitre de-
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vorador de sus entraas : un tal Mximo, individuo brutal y soez,
que se complaca en atormentar a Sneca con sus burlas e insultos. La
desesperacin indujo a Sneca a dedicar a Polibio, liberto de
Claudio, una obra 1 en que, so pretexto de consolarle por la muerte
de su hermano, llega a la adulacin, no slo frente a Polibio, sino
tambin hacia Claudio, ordenador de su destierro ; claudicacin, por
lo dems, intil, pues no logr ablandar al emperador.
La cada y muerte de Mesalina y el casamiento de Claudio con
Agripina cambiaron la fortuna de Sneca. En la primavera del 49 fue
llamado del destierro, en el que haba pasado ocho interminables
aos, aproximadamente la octava parte de su vida. Disgustado, y no
sin motivo, de la vida poltica, se esforz ante todo en frenar su
ambicin. Pero las tentaciones fueron ms fuertes que su voluntad.
Agripina le ofreca la pretura y el precep- torado de su hijo Nern,
que entonces tena 11 aos. Nunca faltan pretextos para justificar lo
que se desea : no era una empresa noble guiar hacia el bien a un
muchacho que, por los manejos de su madre, pareca llamado a muy
altos destinos?
La carrera poltica de Sneca ha sido expuesta por Tcito y por Din
Casio. El ao 54 muere Claudio, envenenado por Agripina, y Sneca
colabora entonces activamente con sta para facilitar el acceso de
Nern al imperio, en detrimento de Britnico. En la Apocoloquintosis,
poema burlesco contra el emperador difunto, parece haber liberado
el odio, cuidadosamente disimulado durante largos aos, contra su
omnipotente enemigo. Poco ms tarde, al cumplir Nern los 18 aos,
compone un tratado sobre la clemencia, para ayudar al imperial
muchacho a vencer la inclinacin a la ira y a la venganza, que ya se
mostraba en l con fuerza inquietante. Por lo dems, su obra
literaria se vio casi to
1 Ad Polybium de consolatione.
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talmente paralizada durante este perodo por sus actividades
polticas.
La fuerza de Sneca se consolid rpidamente. Parece que lleg a
obtener el consulado, y*. a lo largo de ocho aos, tantos como los
de su destierro, goz en Roma, aliado con Burro, de un poder casi
ilimitado. Durante los cinco primeros ejerci sobre Nern un influjo
benfico; es el perodo llamado quinquennium Neronis. Sneca se
propona reducir el funcionamiento del Estado a una colaboracin
armnica entre el prncipe y el senado. Pero su vida cortesana estaba
llena de peligros. Por un lado, la fiera que su imperial discpulo
llevaba dentro poda en cualquier instante despedazar al que slo
temporalmente la haba amansado. En efecto, Nern desarroll muy
pronto su feroz instinto, llegando a asesinar a Agripina, que con
sus entraas le haba dado la vida y con sus intrigas el imperio. De
otra parte, sus enemigos polticos le atacaban cada vez ms
abiertamente. No les faltaban pretextos. Sneca haba acumulado una
fortura enorme. Viudo desde haca tiempo, y sin hijos, se haba
vuelto a casar con la bella Pompeya Paulina, mucho ms joven que l e
inmensamente rica. La envidia, como de costumbre, exageraba la
realidad y recurra a la calumnia. A Sneca, que haba colaborado con
Agripina para llevar a Nern al trono, se le acus de haber
colaborado en cierto modo con Nern para llevar a Agripina a la
tumba, redactando el mensaje imperial al Senado para justificar el
matricidio \
El peligro aviv en Sneca el gusto por la meditacin moral y
despert su instinto de defensa. Emple su influjo en hacer condenar
a sus enemigos, y Su talento en refutarlos. De vita beata, dirigido
al retrico Galin, es aparentemente un tratado sobre la verdadera
dicha ; en realidad, una apologa de su propia vida. Pero no tard en
llegar el momento en que la teora sostenida
1 Cfr. TX c An. X IV , 2.
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en De tranquillitate animi sobre la necesidad de cierta
participa- cin en los asuntos pblicos le parecera inviable.
Entonces, dirigindose al mismo Sereno ante quien haba defendido la
conveniencia de cierta actividad poltica, le predicar el
renunciamiento a los honores y la vida retirada.
Estamos en el ao 62. La muerte de Burro, a principios de aquel
ao, quebrant el poder poltico de Sneca, ya minado por la envidia y
la calumnia. Arrecia la campaa denigratoria contra l 2. Sneca
ofrece a Nern su fortuna y le pide venia para retirarse. El
emperador rehsa ambas cosas. Pero las suntuossimas construcciones
de Nern dan a su antiguo preceptor ocasin para devolverle
indirectamente parte de lo recibido de l, y, poniendo como pretexto
su delicada salud, Sneca abandona la vida poltica y se entrega por
completo a la filosofa. Escribe entonces sus principales obras : De
beneficiis, las Cartas a Lucilio, el tratado de fsica titulado
Naturales Quaestiones. La muerte viene a interrumpir sus trabajos
el ao 65. Acusado de participar en la conjuracin de Pisn, se le
ordena el suicidio. Sneca se abri las venas. En sus ltimos momentos
dict algunas pginas, revestidas por la situacin de trgica
grandeza.
II
FILSOFO Y POETA
A pesar de su agitada vida, Sneca fue uno de los escritores ms
fecundos y polifacticos de la antigedad. En conjunto, es una de las
figuras ms destacadas de su poca. El duro contraste entre el ideal
y la realidad le hizo caer en errores y debilidades
1 Cfr. TC., An. X V , 45-64.
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que agrietaron la coherencia de sus actos con sus doctrinas.
Pero lo cierto es que, cuando vio el naufragio de su obra junto a
Nern, supo renunciar espontnamente al poder y a la aparente
grandeza. Y, en los momentos decisivos, fue verdaderamente grande y
demostr la noble serenidad que aconsejaban sus preceptos.
Sneca es conocido ante todo como filsofo, y especialmente como
filsofo moral. Esta es, ciertamente, la faceta ms importante de su
obra, por la cual ha ejercido en la posteridad un influjo profundo
y duradero. La vida moralmente buena consiste para l en un absoluto
rigor consigo mismo, en la fidelidad a los principios, en el amor
al prjimo, manifestado en la compasin, en la dulzura, en el perdn
de las ofensas y en las buenas obras. Predica la veneracin de un
Dios personal, la inmortalidad del alma y la estimacin humana' de
los esclavos. Por todo esto, se halla realmente cerca del
cristianismo, al que, sin embargo, no lleg a pertenecer. Los
escritores cristianos antiguos le llaman el venerable Sneca. San
Jernimo no duda incluirlo en el nmero de los santos, y lo cita con
frecuencia; su Epistola ad Iovinianum se basa en el tratado de
Sneca De matri- mnio, hoy perdido. La correspondencia de Sneca con
San Pablo (14 cartas), inventada por un cristiano probablemente en
el siglo IV, parece haber sido conocida ya por San Jernimo y San
Agustn. Estas cartas, en las que Sneca aparece como un cristiano
que inicia a Nern en los secretos de la religin verdadera mediante
la lectura de las epstolas de San Pablo, carecen de valor
intrnseco, pero contribuyeron eficazmente a conservar los escritos
autnticos de Sneca.
Durante la Edad Media, Sneca fue considerado como un modelo. Es
el Sneca morale de Dante, el escritor tico por excelencia. Su
muerte lleg a ser interpretada como un episodio ms del martirologio
cristiano. Su dramtico fin se narra en la Leggenda aurea de Iacopo
da Varazze, en el Roman de la Rose y en el NovelUno.
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Al iniciarse el humanismo y difundirse cada vez ms el
pensamiento antiguo gracias a los traductores, algunas obras de
Sneca se leen ntegramente, con preferencia a los florilegios, tan
en boga durante la Edad Media y , con mucha frecuencia,
interpolados y falsificados. Gozaron de predileccin por este tiempo
las Cartas a Lucilio y el tratadito De providentia, que se tradujo
al francs y al toscano a principios del siglo X IV .
Ecos especialmente numerosos y profundos despert Sneca en Espaa,
donde siempre ha sido considerado como autor nacional: Hernn Lpez
de Guzmn, el obispo Alonso de Cartagena, el rey Alfonso V, el
condestable Pedro de Portugal, lo tradujeron e imitaron. Por otra
parte, su nombre arraig muy pronto en la entraa del pueblo, que
todava hoy lo usa como sinnimo de sabio. De todos nuestros
escritores slo Quevedo, tan senequiano \ se acerca a Sneca en este
aspecto.
En el Renacimiento, al prevalecer en el arte la esttica sobre la
tica, el poeta trgico llega a hacer sombra en Sneca al filsofo
moral. Desde fines del siglo X V se repiten sin cesar las ediciones
de sus tragedias. La prncipe se public en Ferrara el ao 1481. Adems
de ella, se publicaron otras siete en el siglo X V , veintitrs en
el X V I y treinta y cuatro en el X V II. Suman setenta y dos las
consignadas en la que public la Sociedad Bipontina en 1785.
La primera traduccin conocida de una tragedia de Sneca, si
prescindimos de la metfrasis francesa del Agamemnon, hecha por Ch.
Toustain, Pars, 1556, fue la del Thyestes al italiano, publicada en
las Tragedie tradotte da M. L. Dolce, Venezia, 1560. Poco despus
las tradujo todas a la misma lengua Jacinto Nani, de Siena. En 1566
public J. Sandley una metfrasis inglesa del
1 Quevedo fue uno de los ms entusiastas admiradores de Sneca,
que, a su juicio, es el ms feliz ingenio y la pluma de mejor sabor
que se reconoce por todos en aquellas tinieblas de la
gentilidad.
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Agamemnon. Conr. Fuchsinne las public todas en alemn, Frankfurt,
1620. El ao 1633 apareci en Madrid la versin es- paola de las T
royanos, por don Jos. Ant. Gonzlez de Salas, con un apndice sobre
la Nueva idea de la Tragedia y una Ejer- citacin escolstica sobre
el Teatro. Martn Opitz tradujo en verso al alemn esta misma
tragedia, que apareci incluida en sus Obras poticas, en Amsterdam,
el ao 1646. Dos aos ms tarde, en 1648, apareci en Londres la versin
inglesa de la Medea, por Ed. Sherburne. En 1660 vieron la luz en
Pars las Senecae Tragoediae con traduccin francesa de Mich, de
Marolles. Algunas escenas del Hercules furens y del Thyestes fueron
elegantsima- mente traducidas al alemn por Lessing e incluidas en
su excelente disertacin obre los trgicos latinos, publicada en la
Lessings Theatralische Bibliothek, ed. por C. F. Voss, Berlin,
1754. Finalmente, para no ser prolijo, citar los dos vols, de la
Tragische Bhne der Rmer, publicados por Onoldi en 1777 y 1778; el
primero contiene la trad, alemana de Hercules furens, Medea y
Troades; el segundo, la de Hippolytus, Oedipus y Thyestes.
I l l
LAS N U EV E TRAGEDIAS ATRIBUIDAS A SNECA
Las nueve tragedias atribuidas a Sneca llevan los siguientes
ttulos: Hercules furens, Troades (Hecuba en el Pseudoprobo),
Phoenissae (Thebais en la recension A), Medea, Herctdes Oetaeus,
Phaedra (Hippolytus en la rec. A), Oedipus, Agamemnon Thyestes. En
el fundamental cdice Laurentianus X X X V II, 13o Etrusco, que las
trae en este orden, su autor Anneus Seneca lleva dos prenombres:
Marcus Lucius.
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Se ha discutido mucho la atribucin de todas o algunas de estas
tragedias a Sneca el filsofo. Algunos opinaron que su autor era el
hijo que Lucio Anneo tuvo de su primera mujer, llamado Marco Sneca,
como su abuelo paterno, y mencionado por el filsofo en el cap. X V
I de la Consolacin a Helvia. Pero consta por el mismo pasaje que
este Marco muri siendo an muy nio, poco antes del destierro de su
padre. Otros consideraron dudoso si las tragedias perteneceran al
hijo, a uno de los hermanos o al sobrino de Lucio Anneo, el poeta
M. Anneo Lucano. N o falt quien afirmase que haban sido escritas
por otro Lucio Anneo Sneca distinto del filsofo, que habra
florecido en tiempos de Trajano. Fue Sidonio Apolinar (Carm. IX,
vv. 232 ss.) el primero en distinguir entre Sneca el filsofo y
Sneca el trgico, y esta opinin tuvo abundantes seguidores hasta el
siglo pasado, en que excelentes diccionarios latinos, como el de W.
Georges, la consideraban como la ms fundada, citando en
consecuencia los pasajes de las tragedias como de Sneca el poeta.
Pero ya N icols Antonio, en el lib. I, cap. IX, de su Bibliotheca
Hispana Vetus, afirma resueltamente la identidad de ambos Snecas.
Los crticos actuales, basndose en las alusiones de los antiguos, en
la evidente afinidad de pensamiento y estilo entre las tragedias y
los escritos filosficos de Sneca y en otros argumentos, piensan que
el filsofo y el poeta son la misma persona y le atribuyen casi
unnimemente, con algunas dudas para el Hercules Oetaeus, la
paternidad de las nueve tragedias.
Estas y la titulada Octavia, muchas veces editada tambin bajo el
nombre de Sneca, pero ya de antiguo segregada por los mejores
crticos, son las nicas que han sobrevivido de toda la produccin
trgica romana, slo representada, fuera de las diez mencionadas, por
algunos fragmentos, a pesar de su abundante y varia floracin en el
mejor perodo y de su ininterrumpida vitalidad incluso despus de l;
Desde este punto de vista, las tragedias de Sneca son un documento
valiossimo e insustituible.
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La materia del teatro de Sneca procede de la tradicin legendaria
griega. De ella seleccion el poeta los temas que pudieran darle pie
para estudiar a fondo la pasin humana. Sneca no es mero traductor o
adaptador, ni siquiera un fiel imitador de los griegos. La rigidez
o abstracin terica, casi matemtica, de hechos y personas, que se
presentan como universales en la tragedia griega, se colorea y
encarna, surgiendo predominantemente lo individual, lo personal...
En finura y profundidad de observacin psicolgica supera enormemente
el teatro de Sneca a la tragedia griega, aunque siga el filsofo
cordobs la evolucin ya iniciada por Eurpides \ Eurpides fue,
efectivamente, el iniciador de la tendencia humanizadora del teatro
griego, pero Sneca hizo aVanzar este proceso de humanizacin hasta
los lmites de la dramaturgia moderna.
Las tragedias de Sneca son dramas de pasin intensa, a veces
verdaderamente volcnica, muy de acuerdo con la poca en que fueron
escritas. La violencia de la situacin dramtica se mitiga
generalmente con los interludios corales, que, sin romper la
conexin de la accin dramtica, se relajan en descripciones de
carcter lrico.
Se ha discutido desde antiguo si las tragedias de Sneca llegaron
a representarse, e incluso si fueron escritas con este fin. Aunque
no pueden descartarse absolutamente estas hiptesis, parece ms
probable la opinin negativa. Y esto por razones externas y, sobre
todo, internas. Sera bastante extrao que, habindose representado
pblicamente, no se conservase acerca de ello ningn testimonio
contemporneo, Por otra parte, la estructura misma de las tragedias
las hace poco aptas para la representacin : el dilogo ocupa en
ellas la menor, parte, siendo los mo
1 J. F. Y e l a U t r i l l a , Sneca. Labor, 1947, p. 242.
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nlogos extraordinariamente abundantes y extensos. Si
consideramos la Medea desde este punto de vista, vemos que, de los
1.027 versos de que consta, 258 corresponden a las cuatro
intervenciones largas del coro; de los 769 restantes, 293
constituyen monlogos puros, en que el personaje habla sin
interlocutor, y 282, parlamentos monologados, de los cuales algunos
tienen ms de 40 versos (uno llega a los 84). Tenemos, pues, 833
versos monologados frerrte a slo 194 de autntico dilogo. Y a veces
nos parece como si el dilogo no tuviera ms objeto que abrir el
crter por donde la protagonista arroja, en largos soliloquios, la
lava de su pasin arrolladora. En el acto IV, que es donde esta
pasin culmina y se prepara el terrible desenlace, hay ausencia
total de dilogo: consta de dos largos monlogos, uno de la Nodriza y
otro de Medea, seguidos de la cuarta intervencin del coro.
Se trata, pues, de obras ms aptas para la lectura que para la
representacin escnica. Como obras de lectura, alcanzaron en la
antigedad xito notable. Quintiliano, cuyo juicio les fue
desfavorable, advierte que en su tiempo Sneca era casi el nico
autor ledo por la juventud. Las tragedias de Sneca ejercieron
influjo evidente en el poeta Lucano, sobrino del autor; en el
epigramista Marcial y en Estacio. El mismo influjo se observa en el
gran poeta cristiano Prudencio.
En el Renacimiento, los crticos y fillogos les fueron
generalmente adversos. Pero no faltaron voces en su defensa,
algunas tn destacadas como la de Julio Csar Escalgero, que no dud
en considerar su fuerza y elegancia superiores a las de los
griegos. En los siglos X V I y X V II se suaviz la crtica, hallando
las tragedias favorable acogida en los grandes dramaturgos de la
poca: Shakespeare, Corneille, Racine. Los crticos de los siglos X V
III y X I X reactivaron la oposicin, tachndolas de excesivamente
filosficas y contraras a las leyes de la tragedia. En el siglo X X
se ha observado alguna reaccin favorable, aunque no
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con la intensidad que poda esperarse de una poca que tanto
estima la poesa de Gngora, tan afn, en muchos aspectos, a la de su
gran paisano.
IV
LA M EDEA
Estas reacciones favorables se dirigen principalmente a la
Medea, considerada por gran mayora de los crticos, antiguos y
modernos, como la mejor de las tragedias de Sneca. El motivo de la
Medea es la terrible sed de venganza de una mujer abandonada por su
marido. Sneca tuvo, sin duda, presente la obra de Eurpides sobre el
mismo tem a; pero en la concepcin dramtica, en la economa de la
accin, en el trazado de los Caracteres, en la actitud y en los
movimientos del coro, hay notables diferencias frente al griego,
debidas, no slo a la originalidad de nuestro poeta, sino tambin a
influjo de otros modelos ; el poema de Apolonio de Rodas sobre la
expedicin de los Argonautas, la Medea de Ovidio (perdida) y la
Hervida X II del mismo autor. Una particularidad chocante de la
tragedia de Sneca consiste en que la protagonista mata a sus hijos
coram populo, ante los ojos de los espectadores, contra el
principio formulado por Horacio en su Arte potica.
A n t e c e d e n t e s l eg e n d a r io s
Para comprender la Medea de Sneca es preciso conocer los
antecedentes que la motivan. En la pequea ciudad de Yolcos, en
Tesalia, reinaba Pelias, que haba desposedo del trono a su medio
hermano Esn. Este haba tenido un hijo, llamado Jasn, que, igual que
otros hroes de la leyenda griega, fue educado en la montaa, desde
nio,. por el centauro Quirn. Llegado
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Jasn a edad y fuerzas convenientes, se present en Ja corte de
Pelias a reclamar el trono de su padre. Pelias no rehus de plano
las pretensiones de su sobrino, sino que le impuso, como condicin
para acceder a ellas, una prueba en la que, a su juicio, el joven
hroe sucumbira: Jasn tendra que conquistar y traer a Yolcos el
clebre vellocino de oro, que era la piel del carnero sagrado que
Jpiter haba enviado a Frixo y a su hermana Hele, perseguidos a
muerte por su padre Afamante, para que, montados en l, huyeran por
los aires 1.
Acept Jasn la propuesta de Pelias, y convoc por heraldos a los
hroes de Grecia que quisieran asocirsele para tan arriesgada
empresa. Acudieron entre cincuenta y cincuenta y cinco (los
catlogos no concuerdan en el nmero) d e . los ms esforzados.
La primera dificultad consista en trasladarse a Clquid, situada
en la regin oriental del Mar Negro. N o se poda pensar en un viaje
por tierra, y la navegacin apenas exista entonces, pues los ms
audaces marinos se limitaban la de cabotaje, por no atreverse a
perder de vista la tierra protectora. Jasn pidi ayuda a Argos, hijo
de Frixo, y Argos, dirigido por Palas Atenea, construy una nave de
potencia extraordinaria para aquel tiempo, dispuesta para cincuenta
remeros. Con intencin de honrar a su constructor, y simbolizando la
calidad de la nave, se le dio el nombre de Argo, es decir, Rpida.
Fue construida con madera del Pelio (el monte donde Jasn haba
crecido y
1 Durante el vuelo, la muchacha cay al mar y se ahog, dando su
nombre al Helesponto. Pero Frixo lleg felizmente a Clquida y se
refugi en la corte de Eetes, padre de Medea. Sacrific el carnero en
honor de Jpiter, y regal a Eetes la piel con su velln de oro,
asegurndole que el reino que lo poseyera sera dichoso e invencible.
Eetes colg votivamente el preciado despojo en el bosque sagrado de
A res y lo hizo custodiar por un dragn insomne y siempre
alerta.
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se haba educado), excepto la pieza de proa, proporcionada por
Palas, y tallada por ella misma de una encina sagrada de Do- dona.
Esta pieza tena el don de la palabra y poda profetizar.
Argo fue botada en medio de gran concurso de gente, y los hroes
se hicieron al mar, despus de ofrecer un sacrificio a Apolo, con
presagios favorables, interpretados por el adivino Idmn, uno de los
expedicionarios.
Hicieron su primera escala en la isla de Lemnos, poblada
entonces slo por mujeres, que haban dado muerte a todos los hombres
de la isla. Los Argonautas fueron bien recibidos por ellas y les
dieron hijos. Navegaron luego hacia la isla de Samo- tracia, donde,
por consejo de Orfo, que formaba parte de la expedicin, se hicieron
iniciar en los misterios. Desde all, penetrando por el Helesponto,
llegaron a la isla de Ccico ; por un error lamentable, dieron
muerte a muchos de sus habitantes, incluso al rey, que los haba
recibido como amigos. En la etapa siguiente alcanzaron la costa de
Misia, situada ms al este. Fueron acogidos con presentes. Aqu se
produjo el incidente a que alude el coro del acto III, vv. 647-651
: mientras los hroes preparaban la comida, Hrcules, que haba roto
su remo de remar tan fuerte, se fue a un bosque vecino, en busca de
un rbol para hacer otro. Mientras tanto, Hilas, un muchacho amado
por l y que le acompaaba en la expedicin, fue enviado por agua
dulce para la comida. Al borde de una fuente, hall a las Ninfas
danzando. Prendadas ellas de la hermosura del muchacho, lo
raptaron, y lo ahogaron en la fuente para darle enseguida la
inmortalidad. Polifemo, otro de los Argonautas, que haba bajado
tambin a tierra, oy el grito de Hilas al caer al agua, y corri a
socorrerle. Por el camino se encontr con Hrcules, y ambos buscaron
al muchacho en vano durante el resto del da y toda la noche
siguiente. Mientras erraban por el bosque, los Argonautas, sin
esperarlos, partieron antes del alba, e hicieron sin ellos el resto
de la expedicin.
23
-
Arribaron al pas de los bbrices, cuyo rey fue vencido por Plux,
y, en una lucha posterior entre Argonautas y bbrices, fueron stos
completamente derrotados y puestos en fuga. Al da siguiente, los
Argonautas fueron sorprendidos en el mar por una tempestad que les
oblig a efugiarse en la costa de Tracia, orilla europea del
Helesponto. Era el pas de Fineo, gran adivino ciego, hijo de
Posidn. All sucedi el clebre episodio de las Harpas, en que se
distinguieron los hermanos Calais y Zetes (cfr. Indice de nombres
geogrficos y mitolgicos). Fineo, agradecido por haber sido liberado
de la maldicin que le oprima, revel a los Argonautas la parte del
futuro que les era lcito conocer. Les puso en guardia contra las
Rocas Azules (Cianeas) o Islas Entrechocantes (Simplgadas),
aconsejndoles que, antes de intentar pasar entre ellas, enviaran un
palomo explorador. Lo que sucediese al palomo les sucedera a ellos.
El palomo pas si ms dao que un ligero aplastamiento de las plumas
ms largas de su cola. Lo mismo hicieron los Argonautas, sin ms
averia que unos roces sin importancia en la popa de Argo. Desde
entonces las temibles rocas permanecieron inmviles.
Navegando por el Mar Negro, llegan al pas de los marian- dinos,
cuyo rey, Lico, los recibi amistosamente. All enferm y muri el
piloto Tifis, siendo sucedido en su puesto por Anceo. Pasan luego
la desembocadura del Termodonte, en cuyas orillas habitaban las
Amazonas. Finalmente llegan a Clquida, 'en la desembocadura del
Fasis, meta de la expedicin.
Desembarcan los expedicionarios, y Jasn expone al rey Eetes la
misin que le haba encomendado Pelias. Eetes no se neg a entregarle
el vellocino de oro, pero le puso como condicin que unciera, sin
ayuda de nadie, dos toros salvajes, de pies de bronce. Aquellos
toros, jams sometidos al yugo, echaban fuego por narices y boca. Si
Jasn lograba uncirlos, debera labrar con ellos cierto campo y
sembrar all los dientes de un dragn.
24
-
Se preguntaba el hroe cmo podra llevar a cabo tales empresas,
cuando Medea, hija de Eetes, ciegamente enamorada de fasn desde el
momento en que le viera, acudi en su ayuda. Hzole prometer que la
tomara por esposa si ella le proporcionaba medios para superar las
pruebas, y le dio un ungento mgico para untar su cuerpo y su
escudo, con lo cual sera invulnerable al fuego durante todo un da.
Al mismo tiempo le revel que de los dientes del dragn naceran
guerreros, que trataran de matarle. Pero este peligro desaparecera
con slo tirar de lejos una piedra en medio de ellos : acusndose
unos a otros de haberla tirado, se mataran todos entre s.
Con tales ayudas, no le fue difcil a Jasn cumplir las
condiciones que le haba puesto Eetes. Pero ste, lejos de cumplir su
palabra, quiso quemar la nave: y matar a los Argonautas. Antes de
que pudiera hacerlo, Jasn, nuevamente ayudado por Medea, que con
sus artes mgicas logr dormir al dragn que guardaba el vellocino de
oro, se apoder de ste y se hizo al mar. Medea se fug con l,
llevndose a su pequeo hermano Apsirto. Lnzase el rey a
perseguirlos. Pero Medea descuartiza a su hermano y esparce por el
mar sus restos, a fin de que su padre, detenindose a recogerlos y
enterrarlos, diera a los fugitivos tiempo de alejarse. Eetes recogi
y sepult los trozos de su hijo, y, comprendiendo que no podra dar
alcance a la nave Argo, regres a Clquida, enviando en pefsecucin de
Jasn y Medea varios grupos de coicos, con la amenaza de que, si
regresaban sin ellos, los matara a todos.
Los Argonautas navegan hacia el Danubio y, remontando su
corriente, llegan al Adritico (en la poca en que se elabor la
leyenda, el Danubio o Istro era considerado como una arteria
fluvial que comunicaba los mares Negro y Adritico). Jpiter,
irritado por el monstruoso crimen cometido con Apsirto, enva una
tempestad que aleja a los Argonautas de su ruta. Argo revela a sus
tripulantes la clera divina, que no cesara hasta que
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-
fuesen purificados por Circe. Remontan entonces el Eridano (P) y
el Rdano, a travs del pas de los Jgures y de los celtas. De all
regresan al Mediterrneo, bordean Cerdea y llegan a la isla donde
moraba la gran hechicera. Circe, que era, como Eetes, hija del Sol,
y por consiguiente, ta de Medea, purific a Jasn y a su sobrina, y
mantuvo con sta una larga entrevista, pero se neg a hospedar a Jasn
en su palacio.
Argo emprendi de nuevo el viaje, y, guiada por Tetis mis- ma,
que cumpla rdenes de Juno, cruz el Mar de las Sirenas. Al pasar
junto a la isla habitada por stas, Orfeo cant tan divinamente que
los Argonautas no sintieron el menor deseo de acercarse a la costa
fatal. Despus de sortear el peligroso estrecho de Escila y de
Caribdis, llegaron a la isla de Corcira (Corf), pas de los clebres
feacios, sobre los que reinaba Alcnoo. All encontraron grupos de
coicos perseguidores. Piden stos a Alcnoo que les sea entregada
Medea. El rey consulta con su mujer Arete, y les contesta que Medea
ser devuelta a su padre si todava es virg.en. Arete comunica
secretamente este designio a los fugitivos amantes, y Jasn se
apresura a cumplir la condicin que librar a Medea de ser entregada
a los coicos. Estos, no osando volver sin ella a su patria, se
establecieron en el reino de Alcnoo.
Los Argonautas continuaron el viaje. Una tempestad los arroj a
las costas de Libia, donde murieron dos expedicionarios, Canto y
Mopso. De all siguieron hacia Creta, donde Medea, con sus hechizos,
los libr del gigantesco y cruel autmata Talo, construido por
Vulcano y al que Minos haba confiado la defensa de la isla. En el
mar de Creta los sorprendi una extraa oscuridad, que les hizo
correr gravsimos peligros. Jasn or a Febo Apolo, quien, disparando
una flecha luminosa, les mostr un islote de las Espradas, donde
pudieron echar el ancla ; lo llamaron Anaphe, es decir (Isla de la)
Revelacin, y construyeron all un santuario a Apolo Resplandeciente.
Luego, tras una escala en
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Egina, bordeando Eubea, llegaron por fin a Yolcos. El periplo
haba durado cuatro meses.
En Yolcos, Medea quiso vengarse de Pelias, que haba tratado de
hacer perecer a Jasn envindole a conquistar el vellocino de oro. La
venganza fue monstruosa. Hizo creer a las hijas del rey que, con
las artes mgicas que ella les enseara, remozaran a su padre, ya
achacoso por la edad. Para ello tendran que descuartizarlo y
echarlo a cocer en el agua hirviente de una caldera. A fin de
convencerlas mejor, les demostr su afirmacin haciendo ella el
experimento con un carnero viejo, que sali de la caldera convertido
en cordero retozn. Las hijas de Pelias siguieron las instrucciones
de Medea; pero la macabra operacin fracas terriblemente.
Jasn y Medea, perseguidos por Acasto, hijo y sucesor de Pelias,
se refugiaron en Corinto. All vivieron tranquilos durante diez aos,
hasta el da en que a Creonte, rey de la ciudad, le apeteci casar
con Jasn a su hija Cresa. Las horribles consecuencias de esta boda
constituyen el tema de la tragedia.
E s t r u c t u r a d e la M e d e a
La Medea consta de cinco actos, de los cuales el primero y el
quinto son los ms breves, con 115 y 149 versos respectivamente. El
segundo tiene 264 ; el tercero, 290, y el cuarto, 209. En total,
1.027 versos.
Los actos primero y segundo son ms bien dos cuadros de un mismo
acto, que se suceden sin interrupcin. Debemos suponer que la escena
representa una plaza, a la que da la puerta principal del palacio
de Creonte. A un lado de la escena se encuentra Medea, atrada all
por la inminente realizacin de la nueva boda de su marido. La
acompaa su Nodriza, que durante el primer acto permanece muda y un
tanto retirada de su seora, Al otro lado se hallan los componentes
del coro.
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-
El acto primero carece absolutamente de movimiento escnico. Se
abre con un largo monlogo en que Medea invoca a los dioses del
cielo y del infierno para que castiguen a Creonte y a Cresa, y ms
duramente an al perjuro Jasn; al mismo tiempo se exhorta a s misma
a superar sus crmenes pasados en la venganza que va a tomar de sus
ofensores. A continuacin, un coro de jvenes corintios canta el
himeneo en honor de Jasn y de Cresa.
El acto segundo comienza con un nuevo soliloquio de Medea,
preado de tremendas, amenazas. Interviene la Nodriza para aconsejar
a la protagonista moderacin y prudencia. Pero los consejos de la
vieja no hacen sino excitar ms la clera de Medea y su anhelo de
venganza. El dilogo entre ambas mujeres se interrumpe al aparecer
Creonte, y se entabla otro entre el rey y la protagonista. Creonte
urge la ejecucin inmediata de su orden de destierro. Medea consigue
al fin el plazo de un da. Se cierra el acto con una nueva
intervencin del coro, slo aparentemente desligada del tema de la
tragedia, en que se censura la audacia de los primeros navegantes
de altura, es decir, de los Argonautas, que, como digno premio de
su impa hazaa, trajeron consigo a Medea.
El acto tercero se desarrolla ante la casa de la protagonista.
La Nodriza trata de retener a esta mujer enloquecida por los celos.
Pero Medea, en el paroxismo de la clera, amenaza con arrasarlo
todo. Aparece Jasn lamentando su suerte, y trata de excusarse ante
Medea por su involuntario abandono. Pero ella cubre a Jasn de
insultos, le recuerda sus grandes beneficios, le suplica que la
acompae al destierro, que le permita al menos llevarse a sus hijos.
Al negarse Jasn a todo, con un sbito cambio de actitud, finge
aceptar la decisin de su ex marido, mientras que, en realidad,
perfecciona monstruosamente sus planes de venganza. Es el momento
de mxima tensin de la tragedia. Interviene de nuevo el coro, que
pondera la violencia del odio
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que arde en el pecho de la mujer repudiada. Temiendo que Medea
vaya a ser instrumento de los dioses para imponer a Jasn el castigo
que ya han sufrido o van a sufrir los dems Argonautas, pide
clemencia para su nuevo prncipe.
Los actos cuarto y quinto constituyen el lento y fatal desenlace
de la tragedia. Comienza el cuarto con un largo monlogo de la
Nodriza, que describe los terribles preparativos de Medea.
Seguidamente la protagonista, tras invocar a los manes y a Ios-
dioses propicios a sus artes mgicas, ejecuta los ritos de la
hechicera y, por medio de sus hijos, enva a la recin casada regalos
mortferos. El coro interviene ahora casi directamente en la accin,
expresando su temor ante la furia de Medea y su. deseo de ver
pronto a la ciudad libre de tan temible amenaza.
Al comenzar el acto quinto, cuya accin se desarrolla tambin ante
la casa de Medea, se ha consumado ya en parte la venganza. En rpido
dilogo con el coro, un mensajero describe el voraz incendio del
palacio de Creonte y la muerte del rey y de su hija envueltos en
las llamas. La Nodriza aconseja a Medea una rpida huida; pero
Medea, exaltada por lo ya conseguido, se dispone a coronar su
venganza con la muerte de sus propios
\ hijos. ' Mata a uno de ellos, y sube con su cadver y acompaada
^ ' por el otro a la terraza de su casa. Llega entonces Jasn
con
gente armada, dispuesto a castigar a M edea; pero ella mata al
otro hijo ante los ojos del padre, arroja desde la terraza los
cadveres de ambos, y huye por el aire en un carro tirado por dos
dragones alados.
LO S CARACTERES
Sneca, que como filsofo cultiv principalmente la filosofa moral,
estaba bien preparado para ahondar en el estudio psicolgico de sus
personajes. Los caracteres de stos no son piezas monolticas, ni
siquiera, en el caso extremo de Medea, que, por
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su temperamento y por las circunstancias de la tragedia, poda
dejarse arrastrar a una clera permanente e inexorable. Si, como era
de esperar, domina en ella el odio irreprimible, no faltan rasgos
mitigadores, que humanizan un tanto esta figura tremen-- da. El
torrente arrollador conoce a veces la quietud del remanso, y el
voraz incendio remite cuando el viento se sosiega ; tambin el furor
de Medea deja paso a otros sentimientos. As, en el solilo- quio que
inicia el acto segundo, el ansia de venganza contra Jasn cede a una
mezcla de compasin y de amor, que induce a la mujer postergada a
desear que su infiel marido, al que declara inocente, conserve, con
la vida, el buen recuerdo de su antigua esposa y cuide de los hijos
que ella le ha dado. Es cierto que inmediatamente se reaviva la
llama del odio, dirigido ahora contra Creonte, a quien Medea
considera nico culpable de la ruina de su matrimonio. Pero, tambin
en el dilogo que a continuacin mantiene con el tirano, el odio
explosivo cambia de signo, y, aunque persiste reconcentrado en el
fondo de su alma, queda recubierto por un manto de serenidad y
cordura, que permite a Medea dar atinados consejos y mostrarse
incluso suplicante, hasta ablandar el corazn de Creonte. En la
primera escena del acto tercero vuelve a estallar la erupcin
volcnica del odio, que alcanza aqu su mxima intensidad. Pero en el
dilogo con Jasn, de la escena segunda, el odio remite de nuevo,
para dejar paso a la queja dolorida, no exenta de amarga irona ; a
la splica amorosa, al orgullo de casta, al amor materno, al
fingimiento astuto. Todos estos sentimientos matizan esta alma
femenina tremendamente violenta, que, si en la tragedia aparece
dominada por el ardiente anhelo de venganza, en otras
circunstancias se habra entregado, se haba entregado ya, al amor
con igual violencia. En el acto cuarto, su figura aparece deshuma-
nizada por la situacin, revestida del siniestro fulgor de los ritos
mgicos; pero, todava en los ltimos versos que preceden al coro, el
odio tiene un quiebro de dolor y ternura :
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vid, hijos.; id, retoos de una madre sin ventura. ..
Y, en el acto quinto, | qu lucha tan atroz desgarra su corazn en
algunos momentos!
Mi alma se horroriza! Yertos estn mis miembros!
H e de verter yo misma la sangre de mis hijos, fruto de mis
entraas?...
Perezcan! No son mos!...Que perezcan? Son mos! Y de nada
culpables!...
Corazn, por qu tiemblas? Por qu corren mis lgrimas?y,
alternando, me arrastran el amor y la ira?
Y sigue una espantosa escena, en que, perdido totalmente el
juicio y hostigada por alucinantes visiones, la madre hunde al fin
la espada en la garganta de uno de sus hijos, y prorrumpe en gritos
de jbilo desgarrado, de arrepentimiento, de vergenza, de lamentacin
y nuevamente de gozo dolorido, hasta que la presencia de Jasn
vuelve a levantar la llamarada del odio y mueve la lengua de Medea
a terribles sarcasmos y su mano a la consumacin feroz de la
venganza. Las ltimas palabras de Medea, al emprender su fuga con
apariencia de triunfo, fueron sin duda cortadas por un ronco y
prolongado sollozo.
Las dems figuras de la tragedia son, al lado de Medea, como
pequeos arbustos junto a una encina poderosa. Pero esto no impide
que sus caracteres resulten hondamente humanos.
Jasn, el hroe que haba mandado la expedicin de los Argonautas, a
quien el coro de corintios del primer acto ensalza como ms hermoso
que Baco y que Apolo y que los dos gerne-
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los Castor y Plux, se nos presenta en un conmovedor desamparo,
lamentndose de su suerte:
/Cuntas veces los dioses remediaron mis malescon mayores
desdichas!...
Batido por los vientos contrarios del temor a la muerte y del
remordimiento por su perjurio, quiere tranquilizar su concien' cia
asegurndose a s mismo que slo por amor a sus hijos ha consentido en
abandonar a Medea. Y va en su busca, despus de haber coronado el
abandono con las nuevas nupcias, para intentar calmarla con sus
ruegos. Pretende incluso convencerla de que le debe a l la vida, y
le aconseja que lo antes posible se marche al destierro. ] Qu lejos
este buen Jasn del hroe que aos atrs fuera jefe de jefes, con
permanente riesgo de su vida I Aunque muy humana, | qu pobre
resulta su figura al lado de Medea, volcnica para el amor lo mismo
que para el odio ! El, como amante, nunca haba representado un
papel muy airoso. El incidente de la corte de Alcnoo, donde slo
para evitar la extradicin de Medea consum su unin con ella, re-
vela un temperamento casi glacial. Y tampoco frente a Cresa
mantiene una actitud muy gallarda: no la ha tomado por es- posa
enamorado de ella, sino por amor a sus propios hijos. Teodoro
Haecker, comparando las figuras de Dido y Eneas en su relacin
amorosa, nos hace ver la mezquindad del hroe frente a la mujer
apasionada: Si, al lado de una casa que arde por los cuatro
costados, presenta uno su lmpara, asegurando que tambin ella arde y
que nunca se apagar que es, poco ms o menos, lo que hace Eneas-,
estticamente es un fracasado *. Medea, sin la gracia femenina de
Dido, es, en el amor, tan honda como ella, o acaso ms honda que
ella. Pero el pobre
1 T h . H a e c k e r , Virgilio Padre de Occidente; trad. esp.
de V . G .a Y eb rh, Madrid, 1945, p. 73.
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Jasn, al lado de Eneas, resulta... eso: un pobre hombre frente a
un hroe. Si Eneas no llega a abrasarse en la hoguera amorosa que
moral y fsicamente consumi a Dido, es porque, con un supremo
esfuerzo de voluntad y siguiendo imperativos ms altos que los del
amor, logra apagar con lgrimas y sangre la llama que tambin ha
prendido en su pecho. Pero en Jasn no hay fuego que apagar? hay, a
lo sumo, un calorcillo agradable, que recibe, a conveniente
distancia, de las llamas que abrasan a Medea. Y qu torpeza la suya
cuando, sin duda bien intencionado, hace a su abandonada esposa
aquel ofrecimiento, que es una nueva ofensa :
Si hay alguna cosaen casa de mi suegro que pudieraaliviarte el
exilio,pdeme este consuelo !
Tampoco como vengador de su nueva familia nos mueve a admiracin
su actitud. Pero el sbito y doloroso cambio de la amenaza a la
splica, que le es impuesto por la espantosa situacin con que se
enfrenta, excita ciertamente nuestra compasin. Lo cual, segn
Aristteles, es uno de los fines de la tragedia.
Creonte es un rey fantoche, pagado de s mismo y de sus
privilegios. N o le preocupa la justicia:
; Obedece el mandato del rey, justo o no justo/,
le grita a Medea; pero quiere pasar por ecunime y generoso, y
afirma no ser l de los que el cetro empuan con mano
intemperante,
ni de aquellos que apiadan con soberbia a los hombres cados.
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Es arrogante y dbil al mismo tiempo. Profiere contra Me- dea las
ms graves amenazas, pero acaba cediendo a su astucia y aplazando su
destierro por un da, que ella aprovechar para perderle.
Su hija Cresa es un personaje invisible, que ofrece a nes- tra
imaginacin muchas posibilidades. Su nombre (transforma- cin de
Creontia, es decir, cda de Creonte, con el mismo cambio fontico que
se produce en participios femeninos de la voz activa de los verbos
griegos) y el silencio de la tragedia con relacin a posibles
hermanos suyos nos hacen suponerla hija nica. Y podemos figurrnosla
como una muchacha dulce y sumisa, que al unirse a Jasn acata rdenes
de su padre (ste afirma en el v. 255 haber elegido l a su yerno), o
bien como una joven mimada y voluntariosa, acostumbrada a imponer
sus caprichos, uno de los cuales sera romper sin escrpulos el
matrimonio de Jasn y Medea para tener por marido al hroe que haba
capitaneado la expedicin ms sonada de la poca.
La Nodriza es uno de los caracteres ms completos de esta
tragedia. Fiel a su hija de leche y seora hasta la muerte, la ha
seguido desde Clquida como la sombra al cuerpo, y est dispuesta a
seguirla al destierro que le impone Creonte. La experiencia de sus
muchos aos y la autoridad de los servicios prestados le permiten
aconsejar a Medea, incluso con reproches :
Frena tu lengua. Deja ya, demente, de amenazar. ..
pero siempre con cario:.Hija, deten el mpetu furioso, pues ni
quieta y callada ests segura!
No es ms benigna, pero s ms cauta que Medea :
El que sufre con nimo paciente
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-
y en silencio los ms fieros agravios,triunfa por fin: la iraque
se oculta, consigue la venganza.
Es la confidente absoluta de la protagonista ; una confidente
singular, que, guardando fielmente sus secretos frente a todos los
personajes de la tragedia, nos los descubre a nosotros, haciendo de
narradora al comienzo del acto tercero y especialmente en el largo
monlogo con que inicia el cuarto.
Hay en esta tragedia dos personajes extraos, que se nos muestran
repetidamente (fin de la escena 2.a del acto IV y escenas 2.a y 3.a
del V) y desempean un papel importante, sin pronunciar una sola
palabra. N i siquiera se nos dicen sus nombres. Son los hijos de
Jasn y Medea, instrumento y vctimas de la venganza de su madre. A
mi juicio, este silencio es un grave fallo psicolgico de la obra.
Qu posibilidades de sentimiento ofrecan al autor estos dos seres
inocentes e indefensos ! ] Qu fcil le hubiera sido, con slo unas
palabras de ellos, estremecer de compasin a los espectadores o
lectores de la tragedia! Pero los nios no tenan antiguamente, ni en
la literatura ni en la vida, tanta importancia como ahora.
Finalmente, nos falta considerar el coro, que, aunque mltiple y
complejo, acta tambin como un personaje. En funcin propiamente
coral, son cuatro sus intervenciones. Con cada una se cierran los
actos primero, segundo, tercero y cuarto; al comienzo del quinto,
el coro dialoga brevemente con el mensajero, para pedir detalles
del incendio en que han perecido Creonte y su hija. A mi entender,
no debemos imaginarnos el coro de esta tragedia como un conjunto
invariable. En el acto primero, el que canta el himeneo en honor de
Jasn y de Cresa puede ser un grupo de jvenes corintios de ambos
sexos (no exclusivamente
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de mujeres, como indican algunas ediciones), que invocan a los
dioses y entonan, probablemente en forma amebea, las alabanzas de
los nuevos esposos; podran sealarse con probabilidad de acierto las
partes cantadas por todo el coro y las reservadas a vo- ces
masculinas o femeninas. Los conceptos plenamente conservadores del
coro del acto segundo dicen mejor en boca de hombres maduros que de
muchachos. (No podemos estudiar aqu el contenido de los cinco
ltimos versos de este coro, interpretados por algunos como profeca
del descubrimiento de Amrica \ Como muchos mitos y cuentos
antiguos, estos versos expresan sin duda una experiencia perdida en
el subconsciente de la humanidad y una esperanza oscuramente
motivada por aquella experiencia). El coro del acto tercero podra
estar compuesto de seguidores de Jasn, que habran quedado a cierta
distancia mientras l dialoga con Medea. Lo mismo que el del acto
cuarto* se muestra totalmente partidario de Jasn y condna la
violencia de la protagonista.
Contra lo que muchos han pretendido, los coros de esta tragedia
no expresan las opiniones ni los sentimientos del autor, sino los
que ste atribuye a los sbditos de Creonte.
El carcter de la poblacin de Corinto, tal como se refleja en los
coros que la representan en esta tragedia, es el de buenos y
pacficos ciudadanos, amantes de la tradicin y adictos a su rey, que
censuran como impo lo que tienda a alterar la situacin y las normas
establecidas.
1 Cfr. P. H . D am st, Seneca fatidicus, en Mnemosyne, 1918, p.
134.
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VSELECCIN BIBLIOGRFICA
(Prescindo en esta breve seleccin bibliogrfica de los estu- dios
sobre Sneca en general o sobre su filosofa, limitndome a indicar
algunos trabajos relativos a sus tragedias, que tal vez puedan
ayudar a quien desee profundizar en el tema.)
1. Ediciones principales: a) edicin prncipe, Ferrara, 1481 ; b)
ed. de G ronov , Leyden, 1661 ; c) ed. de R . P e ip e r y G. R ic
h t e r , Leipzig, 1867 (2.a ed. 1902) ; d) ed. de Fr. L e o ,
Berln, 1878- 79; e) ed. de L. H erm a n n , Pars, 1924-26; al
Prlogo de Hermann debe mucho la primera parte del mo, titulada
Breve noticia biogrfica de Sneca.
2. Estudios sobre el teatro de S.: A. PAIS, II teatro di Lucio
Anneo Seneca, Turin, 1890; O. R ib b e c k , Geschichte der
rmischen Dichtung. III. Estocolmo, 1892; O. R o s s b a c h , en Pa
u l y - WissowA, Real-Encycl., I, col. 2244 ss. ; U . M o ricca ,
Le trage- die di S., en Riv. di fol. cl., 1918ss. y 41 Iss. ;
1920ss. ; 1921, 161ss. ; C. M a r c h e s i, Seneca, Mesina, 1920
(2.a ed. ibid. 1934); E. C e s r e o , Le tragedie di S., Palermo,
1932.
3. Estudios sobre tragedias aisladas: C . M a r c h e si sobre
el Tiestes (1908); I. H il l e b r a n d sobre el Agamenn (1859V K.
L ie d l o f f sobre las Troyanos y Agamenn (1902); W. raun
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-
(1870), A. P a is (1888), A. Ba lsa m o (1902) y A. C ima (1904)
sobre las Troyanas; O. E d e r t (1909) y A. M o r p u r g o (1929)
sobre el Hrcules Eteo; L. CASTIGLION sobre la tragedia de H rcules
en Eurpides y en Sneca (1926); A. C ima (1904) y U. M o- ricca
(1917) sobre las Fenicias; C . W . S w a n (1857) y V. C r i- v e
lla r i (1889) sobre Fedra; P. R ajna (1872), A. C ima (1904), H e
r . L. C l e a s b y (1907) y Th. V e n t e (1909) sobre Medea.
4. Sobre la mtrica y los coros: M. H o c h e , Die Metra des
Tragikers S., H alle , 1862; Fr. L e o , en la edicin citada, I,
pp. 135-146, y Die Composition der Chorlieder Senecas, en Rhein.
Mus., L II, 1897, 509ss; G. Pr z y c h o c k i, Die metrische und
lyrische Kunst in den Tragdien Senecas (cfr. Bull, de I Ac. Polon.
des sciences et des lettres, diciem bre de 1932, p. 198).
5. Sobre relaciones de las tragedias de S. con los modelos
griegos y latinos: R. S c h r e in e r , Seneca als Tragdiendichter
in seinen Beziehungen Zu den gr. Originalen, Munich, 1909; Fr. S t
r a u s s , De ratione inter Senecam et antiquas fabulas romanas
intercedente, Rostock, 1887.
Villalba de Guadarrama, agosto de 1964
38
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D A
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A C T O P R I M E R OESCENA PRIMERA
MEDEA
Oh dioses conyugales!Oh Lucina \ que guardasel tlamo nupcial! Y
t, m aestra2de Tifis, que, siguiendo tus leccionesal pilotar su
nave,logr domar las iras del Ocano!Y t, cruel tirano3 de los mares
profundos!Oh Sol, que das al orbe la claridad del da!Oh Hcate
triforme, que presidescon resplandor propiciolos nocturnos
misterios silenciosos!
A C T U S P R I M U S
MEDEA
Dii coniugales, tuque genialis tori,Lucina, custos, quaeque
domitorem fretiTiphyn novam frenare docuisti ratem,et tu, profundi
saeve dominator maris,darumque, Titan, dividens orbi diem,
5tacitisque praebens conscium sacris iubar,Hecate triformis,
quosque iuravit mihi
39
-
Oh dioses invocados al hacerme Jasn sus juramentos!Y vosotros,
oh dioses que yo puedo llamar con ms razn en mi socorro:Caos sombro
de la noche eterna,Reinos opuestas al celeste imperio 4,Manes
despiadados,Seor del reino triste 5,Reina en hora mejor que yo
raptada 6, escuchad todos mis aceptos lgubres!Venid, venid, h
diosasvengadoras del crimen! 7Venid con la espantosa
cabelleraformada de serpientes,trayendo en vuestras manos
sangrentadasla negra tea, igual que, en otro tiempo,vinisteis
pavorosas a mis bodas!Dad a la nueva esposa8muerte, y al suegro *,
y a l a real estirpe!
Pero es mayor el dao que deseo pedir para mi esposo 10 :
deos Iason, quosque Medeae magisfas est precari : noctis
aeternae Chaos,aversa Superis regna, Manesque impios, 10Dominumque
regni tristis, et Dominam fidemeliore raptam, voce non fausta
precor.
Adeste, adeste, sceleris ultrices Deae, crinem solutis
squallidae serpentibus, atram cruentis manibus amplexae facem.
15Adeste, thalamis horridae quondam meis quales stetistis. Coniugi
letum novae, letumque socero et regiae stirpi date.Mihi peius
aliquid quod precer sponso malum :
40
-
Vwa, mas ande errante por ciudades ignotas, mendigando,
desterrado, medroso, aborrecido, sin un hogar estable.Aore en m a
su esposa.Al buscar hospedaje en casa ajena, sea ya conocido.Pido
para l, de todas las desgracias, sta, que es la mayor: sean sus
hijos semejantes al padre y a la madre!
He parido, he parido la venganza!Soy madre! 11 Pierdo el tiempo
hablando y lamentndome.Es que no he de atacar al enemigo?Arrancar
las teas de sus manos y el fuego de los cielos!
No ve lo que sucede el Sol, de quien procede nuestra estirpe? 12
Pues cmo puede verlo y, en su carro sentado,
Vivat ; per urbes erret ignotas, egens, 20exsul, pavens,
invisus, incerti laris;me coniugem optet; limen alienum expetat,iam
notus hospes. Quoque non aliud queampeius precari: liberos similes
patri,similesque matri. Parta, iam, parta ultio est ! 25Peperi !
Querelas verbaque incassum sero.Non ibo in hostes? Manibus excutiam
faces coeloque lucem ! Spectat hoc nostri sator,Sol, generis? Et
spectatur, et curru insidens,
41
-
recorrer el sendero de costumbre por un cielo sin nubes?Cmo no
vuelve a Oriente desandando el camino de este da?
Permite, padre Sol, que por los aires en el paterno carro sea
llevada.Entrgame las riendas;deja en mis manos las ardientes
brifasde los corceles gneos,y Corinto, abrasada por las
llamas,dejar libre el paso a los dos marescuyas aguas detiene!
Esto tan slo falta: que yo misma con la tea nupcial alumbre el
tlamo, y, despus de las preces rituales, sobre el altar inmole las
vctimas votadas!
Si vives, oh valor, busca el camino para vengarte en las entraas
mismas!
per solita puri spatia decurrit poli? 30Non redit in ortus et
rmetitur diem?
Da, da per auras curribus patriis vehi.Committe habenas,
genitor, et flagrantibus ignifera loris tribue moderari iuga.Gemino
Corinthos litori opponens moras, 35cremata flammis maria committet
duo.Hoc restat unum : pronubam thalamo .feram ut ipsa pinum,
postque sacrificas preces caedam dicatas victimas altaribus.Per
viscera ipsa quaere supplicio viam, 40si vivis, anime ; si quid
antiqui tibi
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Si algo te queda del vigor antiguo, desecha los temores
mujeriles.Imita a los inhspitos habitantes del Cucaso.Contemple el
Istmo ahoralos crmenes que vieron Ponto y Fasis!
M i mente est tramando un crimen fiero, ignoto, pavoroso, que
har temblar al cielo y a la tierra.Las heridas, la muerte,el
esparcir los miembros del cadver 13,sern recuerdos nimios y
livianos.Esos fueron mis hechos de doncella.Surja el furor ahora ms
ardiente.Ahora que soy madre,quieren mis manos crmenes mayores!
Corazn, monta en clera!Vstete de furor para esta ruina!Cuntese
mi repudio como ejemplo
remanet vigoris, pelle femineos metus, et inhospitalem Caucasum
mente indue.Quodcumque vidit Phasis aut Pontus nefas,videbit
Isthmos. Effera, ignota, horrida, 45tremenda coelo pariter ac
terris malamens intus agitat. Vulnera et caedem et vagumfunus per
artus: levia memoravi nimis.Haec virgo feci. Gravior exsurgat
dolor.Maiora iam me scelera post partus decent. 50Accingere ira,
teque in exitium para furore toto: paria narrentur tua
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no inferior a mis bodas!
Mas cmo dejo a este hombre?Igual que lo he seguido.
Date prisa. La casa cuyas puertasse abrieron por el crimen,por
el crimen conviene abandonarla!
ESCENA SEGUNDA
C oroVenid, dioses celestes; venid, dioses marinos,
para asistir propicios a las bodas reales, mientras asiente el
pueblo, segn mandan los ritos.
Vaya delante un toro de blanqusima espalda que a los dioses
tonantes ha de ser inmolado, y arrogante camine con la cerviz
erguida.
Una vaca de cuerpo blanco como la nieve, que nunca sufri el
yugo, nos aplaque a Lucina.
repudia thalamis. Quo virum linquis modo?Hoc quo secuta es.
Rumpe iam segnes moras :quae scelere parta est, scelere linquenda
est domus. 55
C h o r u s
Ad regum thalamos numine prospero, qui coelum superi quique
regunt fretum, adsint cum populis rite faventibus.Primus
sceptriferis colla tonantibustaurus celsa ferat tergore candido.
60Lucinam nivei femina corporis, intentata iugo, placet. Et
asperi
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Y la que ata las manos del sanguinario Marte, la. que concede
pactos a los hombres en armas y guarda la abundancia en su prspero
cuerno '4, reglese apacible con una tierna victima.
Y t, que te presentas en las bodas legales 15 disipando la noche
con tu diestra propicia, acrcate con paso trmulo por el vino,
coronando tus sienes con guirnaldas de rosas.
Lucero que denuncias la maana y la noche, y siempre sales tarde
para los que se aman, las madres y las nueras con ansiedad desean
que tus lcidos rayos les enves cuanto antes.
Son con mucho inferiores 16 a la novia en belleza las vrgenes
cecropias 17,
65
70
75
45
Martis sanguineas quae cohibet manus, quae dat belligeris
foedera gentibus et cornu retinet divite copiam, donetur tenera
mitior hostia.
Et tu qui facibus legitimis ades, noctem discutiens auspice
dextera, huc incede, gradu marcidus ebrio, praecingens roseo
tempora vinculo.
Et tu quae, gemini praevia temporis, tarde, stella, redis semper
amantibus: te matres avidae, te cupiunt nurus, quamprimum radios
spargere lucidos.
Vincit virgineus decor longe Cecropias nurus,
-
y aquellas que ejercita del Taigeto en las cumbres, cual si
fueran mancebos, la ciudad no m urada18, y las que lava el agua de
la fuente Aonia, o del sagrado Alfeo.
Si compite en belleza con el esonio je fe 19, se dar por vencido
el hijo del Tonante, el que los tigres unce 20 ; y tambin el
hermano ce la spera doncella, el que anima los trpodes21 y, con su
hermano Cstor, Plux, nclito pgil.
et quas Taygeti iugis xercet iuvenum modo muris quod caret
oppidum; et quas Aonius latex
Alpheosque sacer lavat.Si forma velit aspici, cedent Aesonio
duci proles fulminis improbi, aptat qui iuga tigribus; nec non qui
tripodas movet frater virginis asperae; cedet, Castore cum suo,
Pollux, caestibus aptior.
-
Venza, oh dioses, la novia a todas las esposas, y supere el
esposo a todos los varones.
Cuando ella se presenta cercada de doncellas, el fulgor de su
rostro las oscurece a todas; as, cuando el sol nace, las estrellas
se apagan, y se ocultan los densos rebaos de las Plyades cuando
brilla la luna con esplendor ho suyo, religando su mole con los
cuernos en crculo.As el color d nieve se convierte, en rosado si se
baa de prpura. As, con la alborada, cubiertos de roco, contemplan
los pastores la gloria de la aurora, qu se enciende en los
cielos.
Esposo liberado del repugnante tlamo de la que al nacer eran las
riberas del Fasis 22 ;
Sic, sic, Coelicolae, precor, vincat femina coniuges, vir longe
superet viros.
Haec cum femineo constitit in choro,
90
unius facies praenitet omnibus. Sic cum sole perit sidereus
decor, et densi latitant Pleiadum greges,
95
cum Phoebe solidum lumine non suoorbem, circuitis comibus,
alligat. Ostro sic niveus puniceo colorperfusus rubuit, sic nitidum
iubar pastor luce nova roscidus aspicit.
100
Ereptus thalamis Phasidos horridis,
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t, que abrazfir solas a tu feroz esposa sin quererlo tus manos,
ahora, ya dichoso, estrecha entre los brazos a la virgen
eolia23.Ahora tienes suegros que te quieren por yerno 2i.
Mozos, hoy se permite: jugad a decir burlas; mancebos, ni un
momento cesis en vuestras chanzas, pues rara es la licencia justa
contra los amos.
Hijo noble y hermoso del tirsgero Lieo 2, ya de encender es hora
las astillas de pino.Haz con tus dedos lacios saltar fuego
solemne.Que el dicaz fescenino cante bromas alegres 2e.Dse la turba
al juego. Las calladas tinieblasvelen a la doncella que sale,
fugitiva,para darse a los brazos de un marido extranjero 27.
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effrenae solitus pectora coniugisinvita trepidus prendere
dextera,felix Aeoliam corripe virginem,nunc primum soceris, sponse,
volentibus.Concesso, iuvenes, ludite iurgio ;hinc illinc, iuvenes,
mittite carmina :rara est in dominos iusta licentia.
Candida thyrsigeri proles generosa Lyaei, multifidam iam tempus
erat succendere pinum : excute solemnem digitis marcentibus ignem.
Festa dicax fundat convicia Fescenninus.Solvat turba iocos. Tacitis
eat' illa tenebris, si qua peregrino nubit fugitiva marito.
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A C T O S E G U N D OESCENA PRIMERA
M e d e a . L a N odriza M. Perdida estoy! H a herido
mis odos el canto de himeneo 2S.Apenas si, aun oyndolo yo misma,
puedo creer en tan enormes males.
Tal pudo hacer Jasn? Abandonarme en lugares extraos, habindome
privado de mi padre, de mi patria y mi reino?Es que, orgulloso, mi
poder desprecia quien vio rendidos a mis maleficios las llamas y
los mares?O piensa que he agotado ya mis crmenes?
A C T U S S E C U N D U S
M e d e a , N u t r ix
M . Occidimus! Aures pepulit Hymenaeus meas.Vix ipsa tantum, vix
adhuc credo malum.Haec facere Iason potuit? erepto patre, patria
atque regno, sedibus solam exteris deserere? Durus merita
contempsit mea, 120qui scelere flammas viderat vinci et mare?Adeone
credit omne consumptum nefas?
49
-
Incierta, ardiendo en ira, busco en mi mente loca la ms feroZ
manera de venganza.Si l tuviera un hermano!... Pero tiene una
esposa29. Penetre en sus entraas el hierro! Mas no basta para
vengar mi ofensa este castigo.Si mis manos ignoran algn crimen que
hayan ejecutado las ciudades brbaras o pelasgas30, pnganlo aqu por
obra.
Mis maldades me animen! Vengan todas juntas a mi memoria: la
gloria ilustre arrebatada al reino 31 ; el cuerpo de mi hermano32,
que, nefanda, divid con la espada, mortal congoja que v.ifer a mi
padre; el cadver sembrado por el ponto, y los miembros ancianos del
rey Pelias cocidos en el bronce,
Incerta, vecors, mente vesana feror partes in omnes; unde me
ulcisci queam?Utinam esset illi frater! Est coniux. In hanc
125ferrum exigatur. Hoc meis satis est malis?Si quod Pelasgae, si
quod urbes barbaraenovere facinus quod tuae ignorant manus,nunc est
parandum. Scelera te hortentur tua,et cuncta redeant; inclitum
regni decus 130raptum, et nefandae virginis parvus comesdivisus
ense, funus ingestum patri,sparsumque ponto corpus, et Peliae
senis
50
-
y la funesta sangreque tantas veces derram, malvada.
A todos estos crmenes no me movi la ira. Pero, ahora, el amor
infeliz pide venganza.
Mas qu pudo Jasn, puesto al arbitrio de poderes extraos?Debi
ofrecer el pecho al hierro amenazante!...
Habla mejor, dolor enloquecido!Viva Jasn, si puedevolver a ser,
como antes lo fue, mo.Mas, si esto no es posible..., tambin viva, y
conserve el regalo que le hice, guardando mi memoria.
La culpa es de Creonte, que, abusando del cetro, disolvi mi
casamiento y ahora priva a mis hijos de su madre, quebrantando la
fe que se ligaba
decocta aheno membra. Funestum impiequam saepe fudi sanguinem!
At nullum scelus 135irata feci. Saevit infelix amor ...
Quid tamen Iason potuit, alieni arbitrii iurisque factus? Debuit
ferro obvium offerre pectus ! . . . Melius, ah melius, dolor
furiose, loquere. Si potest, vivat meus, 140ut fuit, Iason; sin
minus, vivat tamen, memorque nostri, muneri parcat meo.Culpa est
Creontis tota, qui, sceptro impotens,coniugia solvit, quique
genitricem abstrahitnatis, et arcto pignore adstrictam fidem
145
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-
con tan estrechos vnculos 33,De este slo vengarmequiero, y darle
el castigo merecido.
Reducir a cenizas su morada, y Malta, donde doblan los navios en
su largo rodeo, contemplar los negros remolinos que formar la
hoguera.
N. Calla, te ruego, y guardalas quejas en tu pecho dolorido.El
que sufre con nimo paciente y en silencio los ms fieros agravios,
triunfa por fin: la ira que se oculta consigue la venganza; los
odios manifiestos la malogran.
M. Es el dolor ligero,si puede por consejos gobernarse, y
esconderse. N o suelen permanecer ocultos grandes males.Yo anhelo
la venganza!
dirimit. Petatur solus hic; poenas luat quas debet ! . . . Alto
cinere cumulabo domum.Videbit atrum vorticem flammis agi Malea,
longas navibus flectens moras.
Sile, obsecro, questusque secreto abditos 150manda dolori.
Gravia quisquis vulnera patiente et aequo mutus animo pertulit,
referre potuit. Ira quae tegitur, nocet; professa perdunt odia
vindictae locum.
Levis est dolor qui capere consilium potest 155et clepere sese :
magna non latitant mala.Libet ire contra.
N.
M.
52
-
N . Hija, detn el mpetu furioso,pues ni quieta y callada ests
segura.
M. La fortuna respeta a los valientes y oprime a los
cobardes,
N. Tan slo aquel valor debe alabarseque en momento oportuno se
demuestra.
M. Acaso puede haber para el valiente momento inoportuno?
N. La esperanza no allana los caminosal nimo turbado.
M. El que ya nada esperatampoco puede ya desesperarse.
N . Estn lejos los coicos,y has sido por tu esposo abandonada.De
tan grandes recursos nada tienes.
M. An tengo a Medea!Y aqu ves mar y tierra, y hierro, y fuego,y
a los dioses, y el rayo!
N. Teme del rey las iras.
N. Siste furialem impetum,alumna : vix te tacita defendit
quies.
M. Fortuna fortes metuit, ignavos premit.N. Tunc est probanda,
si locum virtus habet. 160M. Nunquam potest non esse virtuti
locus.N. Spes nulla monstrat rebus afflictis viam.M. Qui nil potest
sperare, desperet nihil.N. Abiere Colchi ; coniugis nulla est
fides,
nihilque superest opibus e tantis tibi. 165M. Medea superest;
hic mare et terras vides,
ferrumque, et ignes, et deos, et fulmina.N . Rex est
timendus.
53
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M. Pues no era rey mi padre?N. N o te asustan las armas?M. Nt
aunque brotar las viera de la tierra.N. Morirs!M. Lo deseo!N .
Huye!
M. Me pesa ya el haber huido!Es que va a huir Medea?
N. Eres madre!M. Ya ves
para quin he parido yo a mis hijos!N. Dudars en huir?M. Huir;
mas, antes,
he de tomar venganza.N. , Te seguir el verdugo.M. Tal vez yo lo
detenga!
M. Rex meus fuerat pater.N. Non metuis arma?M. Sint licet terra
edita.N . Moriere.M. Cupio.N . Profuge !
Paenituit fugae. 170Medea fugiam?
N . Mater es.M. Cui sim vides !N . Profugere dubitas?M. Fugiam ;
at ulciscar prius !N . Vindex sequetur.M. Forsan inveniam
moras.
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Frena tu lengua. Deja ya, demente, de amenazar. Aplaca tus
furores.Hay que adaptarse d tiempo.
Puede privar la suerte de riquezas;pero de nimo, nunca!...
Mas a impulso de quin rechina l gozne de las puertas
reales?...
Es el mismo Creonte, que se ufana de dominar a las pelasgas
gentes.
ESCENA SEGUNDA
C r e o n t e . M e d e a
Todava no aleja sus pasos de mi reino Medea, hija malvada de
Eetes, el de Clquida? Algo trama. Notorios son sus fraudes y
crmenes. A quin perdonan stos? A quin dejan seguro Haba ya
dispuesto poner fin a esa peste horrenda con la espada. Pero triunf
mi yerno
Compesce verba ; parce iam demens minis, animosque minue :
tempori aptari decet.
Fortuna opes auferre, non animum, potest...Sed cuius ictu regius
cardo strepit?,..Ipse est Pelasgo tumidus imperio Creon.
C r eo , M ed ea Medea, Colchi noxium Aeetae genus,
nondum meis exportat e regnis pedem?Molitur aliquid : nota
fraus, nota est manus.Cui parcit illa? quemve securum sinit?Abolere
propere pessimam ferro luem equidem parabam; precibus evicit
gener.
-
con sus ruegos. La vida le ha sido concedida.Pero que deje
libres de temor mis dominios, marchndose tranquila! Mas qu es esto?
Furiosa, llameando amenazas, se acerca para hablarme! 34 Siervos,
echadla fuera! Lejos! Que no me toque! Imponedle silencio! Que
alguna vez aprenda, a obedecer al rey! Vete de aqu ahora
mismo!Aparta de mis ojos, visin cruel y horrible!
M. Qu crimen, qu pecado castigas desterrndome?C r . Pregunta la
inocente la causa del destierro!M. Escchame, si juzgas; pero, si
reinas, manda.C r . Obedece el mandato del rey, justo o no justo!M.
Poco duran los reinos que apoya la injusticia!C r . Ve a quejarte a
los coicos!M. Llveme quien me trajo!C r . Y a est dado el decreto.
Tarde llegan tus quejas.
Concessa vita est. Liberet fines metu, 185abeatque tuta... Fert
gradum contra ferox, minaxque nostros propius affatus petit ! . .
.Arcete, famuli, tactu et accessu procul !Iubete sileat! Regium
imperium patialiquando d iscat!... Vade veloci via, 190monstrumque
saevum, horribile, iamdudum avehe!
M. Quod crimen, aut quae culpa mulctatur fuga?Cr. Quae causa
pellat, innocens mulier rogat !M. Si iudicas, cognosce; si regnas,
iube.Cr. Aequum atque iniquum regis imperium feras. 195M. Iniqua
nunquam regna perpetuo manent.Cr. I, querere Colchis.M. Redeo. Qui
advexit, fetat.Cr. Vox constituto sera decreto venit.
56
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Quien dict la sentencia sin or a una parte, aun siendo justo el
fallo, cometi una injusticia.
C r . Diste atroz muerte a Pelias despus de haberle odo ? Mas
habla; haz la defensa de tu excelente causa!
M. Cun arduo es el dominio de un corazn airado, y cun honroso
creen seguir por el camino que una vez emprendieron los que empuan
un cetro con sus manos soberbias, lo aprend en mi palacio. Pues,
aunque estoy ahora sumida en la desgracia, desterrada, llorosa,
sola y abandonada, y por doquier batida, goc de noble cuna, y del
Sol esplendente procede mi linaje.
Cuanto fecunda el Fasis de plcidos meandros y cuanto el Ponto
esctico contempla a sus espaldas,
200
205
210
do las aguas palustres endulzan las marinas; cuanto el clibe
ejrcito, con adargas armado 35,
M. Qui statuit aliquid, parte inaudita altera,aequum licet
statuerit, haud aequus fuit.
Cr. Auditus a te Pelia supplicium tulit?Sed fare. Causae detur
egregiae locus!
M. Difficile quam sit animum ab ira flectereiam concitatum,
quamque regale hoc putet sceptris superbas quisquis admovit manus,
qua cepit, ire, regia didici mea.Quamvis enim sim clade miseranda
obruta, expulsa, supplex, sola, deserta, undique afflicta, quondam
nobili fulsi patre, avoque clarum Sole deduxi genus. Quodcumque
placidis flexibus Phasis rigat, Pontusque quidquid Scythicus a
tergo videt, palustribus qua maria dulcescunt aquis; armata peltis
quidquid exercet cohors
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que vive en las riberas del Termodonte, aterra... todo esto es
el imperio que obedece a mi padre.
Tal mi sangre. Dichosa, brill como una reina, y tuve
pretendientes que son hoy pretendidos.
Mas siempre la fortuna fue ligera y mudable, y, quitndome el
reino, me conden al destierro.
No confes en reinos; que el azar inconstante puede volcar los
tronos. Lo que tienen los reyes de ms alto y sublime, que no
destruye el tiempo, es aliviar miserias y recibir, benignos, a los
desamparados36. Esto slo me queda de mi reino de Clquida: el haber,
por m misma, conservado la vida de los hombres gloriosos, nclita
flor de Grecia, potente baluarte de la nacin aquea y progenie de
dioses37.Orfeo, a cuyo canto se estremecen las rocas y le siguen
los bosques, me es deudor de la v id a38.
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220
225
inclusa ripis vidua Thermodontiis, hoc omne noster genitor
imperio regit. Generosa, felix, decore regali potens fulsit
Petebant tunc meos thalamos proci qui nunc peduntur. Rapida Fortuna
ac levis, praecepsque regno eripuit, exsilio dedit. Confide regnis,
cum levis magnas opes huc ferat et illuc casus... Hoc reges habent
magnificum et ingens, nulla quod rapiat dies; prodesse miseris,
supplices fido lare protegere. Solum hoc Colchico regno extuli:
decus illud ingens, Graeciae florem inclitum, praesidia Achivae
gentis et prolem deum servasse memet. Munus est Orpheus meum, qui
saxa cantu mulcet et silvas trahit ;
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Doble deuda conmigo tienen Castor y Plux.Y los hijos d Breas 39.
Y Linceo, que otea remotas lejanas ms all de los mares.Y todos los
de Minias. Callo al jefe de jefes 40, por el que nada pido. Este me
lo reservo.Quedaos con los otros; yo quiero ste tan slo.
Ven ahora, y recuenta la serie de mis crmenes.Lo confieso: Un
delito imputrseme puede:Es el retorno de Argo. Si hubiera preferido
el virginal recato y el amor a mi padre,Grecia entera habra sido
con sus jefes vencida, y el primero tu yerno habra sucumbido a las
voraces llamas de la boca del to ro41.
Que trate la fortuna como quiera mi causa.N o siento haber
salvado el honor de tantos reyes.Todo el lucro que obtuve por este
mi delito
geminumque munus Castor et Pollux meum est; 230satique Borea,
quique trans Pontum quoque summota, Lynceus, lumine immisso videt,
omnesque Minyae. Nam ducum taceo ducem, pro quo nihil debetur: hunc
nulli imputo.Vobis revexi ceteros, unum mihi. 235
Incesse nunc et cuncta flagitia ingere.Fatebor. Obici crimen hoc
solum potest :Argo reversa. Virgini placeat pudor,paterque placeat:
tota cum ducibus ruetPelasga tellus. Hic tuus primum gener 240tauri
ferocis ore flammanti occidet.Fortuna causam qua volet nostram
premat.Non poenitet servasse tot regum decus.Quodcumque culpa
praemium ex omni tuli.
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se guarda en tu palacio 40. Condname, si quieres, pero dame mi
crimen...40. Soy culpable, Creonte.Por tal me conocas cuando, a tus
pies postrada, implor, suplicante, la ayuda de tu brazo.Concdeme,
te ruego, para llorar mis males, tan slo un vil refugio, un rincn
en tu tierra.Si juzgas oportuno de tu corte arrojarme, dame un
lugar remoto dentro de tus dominios.
C r . Que no soy yo de los que el cetro empuan con mano
intemperante, ni de aquellos que aplastan con soberbia a los
hombres cados, pienso haberlo mostrado claramente al elegir por
yerno a un desterrado 40, confuso y abatido por el miedo; pues
Acasto, que ocupa el trono de Tesalia, quiere dar a tius crmenes
castigo.
hoc est penes te. Si placet, damna ream; 245sed redde crimen.
Sum nocens, fateor, Creo.Talem sciebas esse, cum genua attigi
fidemque supplex praesidis dextrae petii.Terra hac miseriis angulum
et sedem rogo, latebrasque viles. Urbe si pelli placet, 250detur
remotus aliquis in regnis locus.
Cr. Non esse me qui sceptra violenter geram, nec qui superbo
miserias calcem pede, testatus equidem videor haud clare parum,
generum exsulem legendo, et afflictum, et gravi 255terrore pavidum,
quippe te poenae expetit letoque Acastus, regna Thessalica
obtinens.
60
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Te acusa de la muerte de su padre,dbil y por los aos achacoso,y
del horrendo crimenque, por ti seducidas, sus hermanascometieron
piadosas,desmembrando el cadver del anciano 4~.
jasn puede salvarse, si separas tu causa de la suya.Sus manos
inocentesno se han teido en sangre,ni empuaron la espada.Lejos de
vuestro gremio, qued limpio.Pero t, que eres hembra en la
maliciapara tramar los ms feroces crmenes,y varn por la audacia en
cometerlos,ni te importa la fama,mrchate de mi reino. Quede
limpiode ti! Lleva contigotus ponzoosas hierbas!
Senio trementem debili atque aevo gravem patrem peremptum
queritur, et caesi senis discissa membra, cum dolo captae tuo
260piae sorores impium auderent nefas.
Potest Iason, si tuam causam amoves, suam tueri: nullus innocuum
eruor contaminavit. Abfuit ferro manus,proculque vestro purus a
coetu stetit. . 265Tu, tu, malorum machinatrix facinorum, cui
feminea nequitia, ad audendum omnia virile robur, nulla famae
memoria est, egredere, purga regna ; letales simul
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Aleja de mis sbditos el miedo!Irrita en otras tierras a los
dioses!
M. Me obligas a marchar? Dame la nave 4,\ y dame el compaero 40.
Por qu sola habra de marchar? No vine sola!Si temes a la
guerra,explsanos a entrambos de tu reino.Por qu distingues entre
dos culpables?En favor de Jasn fue muerto Pelias, que no en
provecho, mo.Aade a esto los robos y la fuga, mi padre abandonado,
mi hermano hecho pedazos; todo lo que Jasn ensea siempre a sus
nuevas esposas. . . 44 adt fue en mi provecho!Tantas veces
culpable,ni una vez sola para m lo he sido!
Cr. Debieras ya estar lejos. Por qu, hablando, demoras tu
partida?
tecum aufer herbas! Libera cives metu! 270Alia sedens tellure
sollicita deos!
M. Profugere cogis? Redde fugienti ratem, et redde comitem.
Fugere cur solam iubes?Non sola veni. Bella si metuis pati,utrumque
regno pelle. Cur sontes duos 275distinguis? Illi Pelia, non nobis
iacet.Fugam rapinasque adice; desertum patrem, lacerumque fratrem.
Quidquid etiamnum novas docet maritus coniuges, non est meum.Toties
nocens sum facta, sed nunquam mihi. 280
Cr. Iam exisse decuit. Quid seris, fando, moras?
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M. Al marchar, slo pido, suplicante,que no paguen mis hijos
inocentes las culpas de su madre!
C r. Descuida, que en m i senohe de acogerlos cual si fueran
mos.
M. Por el feliz sucesode estas bodas reales te lo pido;por tus
futuros nietos, por la dichade tus reinos, que puede, en su
inconstancia,trastornar la fortuna,concdeme algn tiempo, antes que
huya,para, dar a mis hijoslos besos ltimos que da una madreque va a
morir tal vez!
Cr. Para tus fraudesme pides este tiempo.
M. Pues qu engaopuedes temer en tiempo tan exiguo?
C r. Cualquier tiempo es bastantepara que el odio se convierta
en crimen.
M. Supplex, recedens, illud extremum precor,ne culpa natos
matris insontes trahat.
Cr. Vade : hos paterno, ut genitor, excipiam sinu.M. Per ego
auspicatos regii thalami toros, 285
per spes futuras perque regnorum status,Fortuna varia dubia quos
agitat vice, precor, brevem largire fugienti moram, dum extrema
natis mater infigo oscula, fortasse moriens.
Cr. Fraudibus tempus petis. 290M. Quae fraus timeri tempore
exiguo potest?Cr. Nullum ad nocendum tempus angustum est malis.
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M. H asta el plazo ms breve rehsas a mis lgrimas?
C r . Aunque temo el engao de tus splicas, aplazo por un da tu
destierro.
M. Con menos me bastara.Yo misma me apresuro.
C r . Pagars tu traicin con la cabeza,si no sales del Istmo
antes que el claro Febo traiga el da...
Los ritos de la boda me reclaman, y las preces alegres de
Himeneo requieren mi presencia.
ESCENA TERCERA
C o ro 45
Audaz en exceso quien surca el primero los mares traidores en
frgil barquilla,
M. Parumne miserae temporis lacrimis negas?Cr. Etsi repugnat
precibus infixus timor,
Unus parando dabitur exsilio dies. 295M. Nimis est; recidas
aliquid ex isto licet.
Et ipsa propero.Cr. Capite supplicium lues,
clarus priusquam Phoebus attollat diem nisi cedis Isthmo. Sacra
me thalami vocant : vocat precari festus Hymenaeo dies. 300
C h o r u s
Audax nimium qui freta primus rate tam fragili perfida
rupit,
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y, viendo su tierra quedar a la espalda, confa su vida a las
(Luras volubles.
Hendiendo las ondas con dudoso rumbo, en dbiles tablas navega
tranquilo, mientras una linde demasiado estrecha separa las sendas
de vida y de muerte.
Nadie an los cielos haba observado, ni entonces marcaban caminos
los astros que adornan el ter; an no podan las barcas hurtarse a
las lluviosas Hiadas.
N i la Cabra olenia 46, ni los Carros rticos 47 que sigue y
dirige, con paso cansino, el viejo Boyero 48 ; ni el Breas, ni el
Cfiro
tenan an nombre.
Mas Tifis, osado, despliega las velas
terrasque suas post terga videns, animam levibus credidit auris,
dubioque secans aequora cursu, potuit tenui fidere ligno, inter
vitae mortisque vias nimium gracili limite ducto.Nondum quisquam
sidera norat, stellisque, quibus pingitur aether, non erat usus;
nondum pluvias Hyadas poterant vitare rates; non Oleniae sidera
caprae, non quae sequitur flectitque senex arctica tardus plaustra
Bootes ; nondum Boreas, nondum Zephyrus
nomen habebant.Ausus Tiphys pandere vasto
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por los vastos mares, y dicta a los vientos leyes inauditas. Ya
tiende las velas en toda su anchura; ya, largando escota, recibe
las brisas que soplan de lado; ya en medio del mstil pone las
antenas, ya, audaz, tos sujeta del palo al extremo, cuando el
navegante, avaro en exceso, quiere toda brisa, y arriba flamean
rojos gallardetes.
Oh tiempos felices de nuestros mayores, que no conocieron
malignos engaos! Viva contento cada uno en su tierra, y a viejo
llegaba en los campos paternos. Con poco era rico; no ansiaba ms
bienes
carbasa ponto, legesque novas scribere ventis : nunc lina sinu
tendere toto; nunc prolato pede transversos captare N otos; nunc
antennas medio tutas ponere malo ; nunc in summo religare loco, cum
iam totos avidus nimium navita flatus optat, et alto rubicunda
tremunt
suppara velo.
Candida nostri secula patres videre, procul fraude remota.Sua
quisque piger litora tangens, patrioque senex factus in arvo, parvo
dives, nisi quas tulerat
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que aquellos que brindan las tierras natales.La nave tesalia 49
perturb las leyes
del mundo, que estaba bien distribuido, y dom los nutres a
golpes de remo, volviendo las aguas motivo de espantos.
Mas fue castigada con males terribles, sufriendo los miedos de
muchos peligros, cuando ambas montaas que cierran el ponto 30, por
sbito impulso de pronto agitadas, crujieron con ruido semejante al
trueno, y el mar, oprimido, roci las estrellas
y el cielo nuboso.
El osado Tifis afloj las riendas con plido rostro y abatidas
manos. Perdi su sonido la lira de Orfeo,
natale solum, non norat opes.Bene dissepti foedera mundi traxit
in unum Thessala pinus, iussitque pati verbera pontum, partemque
metus fieri nostri mare sepositum. Dedit illa graves improba
poenas, per tam longos ducta timores, cum duo montes, claustra
profundi, hinc atque illinc subito impulsu, velut aetherio gemerent
sonitu, spargeret astra nubesque ipsas mare deprensum.
Palluit audax Tiphys, et omnes labente manu misit habenas;
Orpheus tacuit torpente lyra,
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y quedse mudo el orculo de Argo.Al abrir a un tiempo sus
mltiples fauces
la scula virgen que en Peloro habita51, cercado su mentre de
perros rabiosos,quin no sinti espanto por todos sus miembros, a
tantos ladridos de un nico monstruo?
Las falsas sirenas con su voz canora hechizaban crueles los
mares ausonios 52; pero el tracio Orfeo, con ctara pieria 5\ por
poco no atrajo detrs de la nave a la que cantando sola
retenerlas.
Y cul era el premio de tantas fatigas?Una piel dorada y un
monstruo, Medea, ms madre de males que la mar maligna:digno
cargamento del primer navio!
Ahora los mares se sienten vencidos
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ipsaque vocem perdidit Argo. Quid, cum Siculi virgo Pelori,
rabidos utero succincta canes, omnes pariter solvit hiatus?Quis non
totos horruit artus, toties uno latrante malo?Quid, cum Ausonium
dirae pestes voce canora mare mulcerent, cum Pieria resonans
cithara Thracius Orpheus solitam cantu retinere rates paene coegit
Sirena sequi? Quod fuit huius pretium cursus? Aurea pellis,
maiusque mari Medea malum, merces prima digna carina.Nunc iam
cessit pontus, et omnes
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y aceptan las leyes que dictan los hombres.N i es ya necesaria
la clebre nave de remos potentes movidos por reyes, que fue
construida por mano de Pal