Literatura y Lingstica N
30135*EsteartculofueescritoenelcontextodelconveniodeDesempeodelPMIdelaUniversidad
deValparaso,siendosuautorProfesorTitulardelInstitutodeFilosofadedichauniversidad,
ycomoproductodelainvestigacin: AnthropologicalliteratureinChile.
Ahybridlanguagefor intercultural communication. (20013-2014).en la
Goethe-Universitt Frankfurt am Main.Financiado por elDeutscher
Akademischer Austauschdienst
(D.A.A.D).**Antroplogoysocilogo,DoctorenCienciasHumanasconmencinenLiteraturayLingstica,
postdoctorado en Filologa Romnica Universidad de Goettingen,
Alemania. Profesor Titular de la Universidad de Valparaso, Chile.
[email protected] 0716 - 5811 / pp. 135 - 162LA ANTROPOLOGA
LITERARIA. APUNTES TERICOS SOBRE SU POBLADA SOLEDAD Y SU
HISTORICIDAD* Miguel Alvarado
Borgoo**ResumenEsteartculoseadentraenlaAntropologaLiterariaChilena(ALCH)paradescribirla
comoungnerotextualemergente,mutanteyoriginal,surgidoenChileenlosltimos
40aos.
Apropsitodeestefenmenoculturaltransdisciplinario,queproponeuncruce
entrecienciassocialesyliteratura,nuestrahiptesisconsisteenairmarlaexistenciaen
esta textualidad de frontera, de un gnero emergente dotado de una
metalengua propia,
lacualevidenciasuscontornosexpresivoseidentidadtextual.Suestudioconstituyeel
acercamiento cientico a un fenmeno vivo, de notables dimensiones
culturales, a la vez que de una envergadura social nada desdeable
por su espritu y prcticas transgresoras,
almovilizarlalengua,lossujetosculturalesysuscontextossicosocialesenconstructos
estticos de alta originalidad y valores expresivos, lo cual
representamutaciones textuales y disciplinarias interesantes para
las ciencias humanas.Palabras clave: Antropologa, literatura,
antropologa literaria.THE LITERARY ANTHROPOLOGY. THEORETICAL NOTES
ON ITS HISTORICITY AND ITS POPULOUS SOLICITUDE.AbstractThis article
delves into the Chilean Literary Anthropology (ALCH) to describe it
as a textual
genrepop,mutantandoriginal,emergedinChileinthelast40years.
Apurposeofthis
transdisciplinaryculturalphenomenonthatsuggestsacrossbetweensocialsciencesand
literature,ourhypothesisistoasserttheexistenceinthis"bordertextuality"ofagifted
emerginggenreofmetalanguageitself,whichshowscontoursandexpressivetextual
identity. Their study is the scientiic approach to a living
phenomenon, remarkable cultural
dimensions,whileanegligiblesocialscalebyhisspiritandtransgressivepractices,
mobilizingthelanguage,culturalsubjectsandaestheticcontextspsychosocialconstructs
highoriginalityandexpressivevalues,representingdisciplinarytexualesmutationsand
interesting to the human sciences.Keywords: Anthropology,
literature, literary anthropology.Recibido: 03-06-2014Aceptado:
27-08-2014136La antropologa literaria / Miguel Alvarado
BorgooIntroduccinDurante las ltimas cuatro dcadas hemos visto
aparecer en nuestro
pastextosoriginales,dismilesyenalgunoscasosdesconcertantes,
surgidosdesdecamposcomoelcienticoyelliterario.Poseenellos
caracteresheterogneosysonsuscontextosdeformacinespacios culturales
como el periodismo, la etnoliteratura, la literatura etnocultural,
lapoesaexperimental,lascienciashumanasysociales,etc.Eneste
artculodaremoscuentadelsurgimientodeuntipotextualoriginal
bastantedesconocidoparaloscircuitosacadmicoyliterarios;estoes los
textos de la usualmente denominada antropologa potico-literaria
chilena1;ellosrepresentanundesafodesdeelpuntodevistadesu
clasiicacin y anlisis, lo cual nos permite pensar en el desarrollo
de una mutacin discursiva en un sector especico de la ciencia
social chilena: para algunos es antropologa potica o antropologa
narrativa, nosotros
nosinteresaremosenesteartculoenunaexpresinpuntualdeesta
mutacindisciplinaria,muyoriginaldenuestropas:LaAntropologa
Literaria
Chilena.DesdelaaparicindelaantropologacienticaenChilepodemos
apreciar un permanente vnculo transtextual con la literatura, y
tambin bsquedas expresivas por parte de antroplogos chilenos que
han reunido
ensuprcticaprofesionalyacadmicalascondicionesdeantroplogo
ydeescritor,oquehanrecurridoarecursosexpresivospropiosdela
literatura, los cuales se han introducido en su obra antropolgica:
algunos deloscasosmsrepresentativossonlosdenuestraltimoPremio
NacionaldeCienciasSocialesyHumanidadesSoniaMontecino(2013)
ydeautorestalescomoAndrsRecasens,ClementeRiedemann,Juan Carlos
Olivares, Carlos Pia, Francisco Gallardo, entre muchos otros.1
Elcorpuscompletodeestaantropologapoticaliteraturaensuversindelaantropologa
poticaylaantropologaliteraria,annohasidodeinido,especialmentedebidoaqueao,y
avecesmesames,aparecennuevasobrasquepuedanserincluidasenestecanonemergentey
de frontera. Por lo pronto existe cierto acuerdo en los
investigadores del tema, dentro de los que me encuentro, que las
obras fundamentales de este canon son las siguientes: Balada de un
nio y elperroyPueblosdemar.Relatosetnogricos,de
AndrsRecasens;Crnicasdelaotraciudad,de Carlos Piia; Diarios de
campo/de viaje, y Etnografas Mnimas, de Daniel Quiroz (ed.); El
umbral roto. Escritos en antropologa potica, de Juan Carlos
Olivares; La revuelta; Luna con Menguante. Biografa
deunamachiyLaolladeleitosa.CocinasmestizasenChile,deSoniaMontecino;KarraMaw'ny
Huekufe en Nueva York, de Clemente Riedemann; Metales pesados y
Alto Volta de Yanko Gonzlez; Registro fotogrico y Etnogrico.
Fotograia y Poesa. Atcamenos del siglo XX, de Ivonne Valenzuela y
Juan Pablo Loo; Valenzuela, Ivonne. Gracias por el favor concedido.
Las Animitas de Evaristo Montt, Elvira Guillen y Juana Guajardo.
Antofagasta: Imprenta Ercilla; Antropologa. Cruzando a travs, de
Francisco Gallardo; De todo el universo entero, de Claudio Mercado
y su informante Luis Galdames; La Imaginacin Araucana, de Pedro
Mege; Ritos de muerte en la Isla de Lemuy, de Yuri Jeria, entre
otros.Literatura y Lingstica N 30137Se trata de un fenmeno
escasamente conocido en el mundo literario y reconocido
marginalmente en el mundo de las ciencias sociales. En l conluye el
esfuerzo por dar cuenta de la diversidad cultural en nuestro pas
con el empeo simultneo por hacer uso de recursos expresivos de las
ciencias sociales. Para autores como Ivn Carrasco (2003) se trata
de unaliteraturaantropolgica,esdecir,deunaformadeliteraturaque,
surgiendo de la antropologa, posee una identidad literaria tanto
desde, unaperspectivaestilsticacomotambinpragmtica;noobstante,
asumimoslaideadeunaformaliterariadefronteraparadeiniraesta
experimentacintextualperooptamosporentenderlaheursticamente
comounaantropologaliteraria,entantosetratadeunamutacin
disciplinariaquerebasaloslmitesdelaantropologatradicional,no
obstante,seautodeinecomotextualidadantropolgica,peroque tambin que
en el contexto de nuestro pas se ha asumido naturalmente como
literatura.Parainiciaresteartculo,quizslanicametforapertinenteseala
RolandBarthes(1989)queasumealdiscursodelaHistoriacomoun
oiciodeescribidores.Ennuestrocasopodemosdecirqueeldiscurso de la
antropologa literaria es el de escribidores que dialogan con otras
formasescrituraleslimtrofes,comolosonlaantropologapotica,la
literaturaetnocultural,lasociologaexperimental,laetnohistoriayla
poesa
experimental.Enesteartculoqueremosdiferenciarlaespeciicidaddela
antropologa literaria diferencindola de la antropologa potica, ya
que vemos en la antropologa literaria los esbozos de una forma de
escritura que por primera vez en Chile y en Latinoamrica uniica una
raigambre esttico literaria con el deseo de construir un tipo de
canon textual, que
sinserliteraturaniantropologadacuentasdeladiversidadanivel tanto
narrativo como terico y que tiene a la memoria histrica como su
horizonte fundamental.Nada fcil, nada gratuitoLa inexistencia de un
espacio social para la ciencia antropolgica en Chile durante la
segunda mitad del siglo XX, se asemeja a la ausencia de un espacio
para la literatura chilena en la primera mitad del mismo siglo XX,
literatura que irrumpi sorpresivamente dando lugar a la
coexistencia
deinmensospaquidermos,que,noobstante,nopudieronconviviren 138La
antropologa literaria / Miguel Alvarado
BorgoolainmensallanuradelChiledeentonces.Hoytendemosacreerque
eltextonosurgedeunanecesidaddelcontexto,sinomsbiendeun deseo
colectivo que se cristaliza en ciencia y en literatura, como podra
canalizarse a travs de puentes polticos o religiosos, y que cada
forma textual es expresin de cambios en formaciones discursivas
amplias y en algunos casos transculturales. Pero el texto no es
gratuito ni se despliega como variable aislada. El sueo de
identiicar un grado cero: la lengua,
elestiloylaescritura(Barthes,1989)deunaformaverbosimblica,se
corresponde con la ilusin de reconocer el sentido de un proceso
cultural,
peroelloesenrealidadtanilusoriocomoidentiicarlacoherenciade
unprocesohistrico,sobrelabasedelasuposicinmetafsicadela identidad
entre realidad y razn, una ilusin interpretativa al mejor estilo
del historicismo positivista ms ingenuo y de la sociologa
funcionalista que aianz la ilusin desarrollista.
Msbien,sielestiloeslareverberacindelamitologapersonal
quesegnRolandBarthes(1989),haceydeshacecontextos,ydialoga
consignoyestructurasocial,losmodiicaylossufre;As,mantiene
unvnculomanipulatorioyparadjicamentedependiente,que
generaunaescritura,quedesdelointrincadodelvnculoentreobray
escritor,dalugaraundocumentointrincadoyportantomsallde
lasmitologaspersonalesylosnarcicismosdiletantes,elcaminopara asumir
y entender las formas experimentales de la antropologa chilena
consiste en sacarla del sayo estrecho de la ciencia, pero tampoco
en este proceso comprometerla exclusivamente con la literatura,
sino que debe
hablarseensulugardeunadinmicaeintricadaescrituradefrontera. El
pensar desde el sentido no puede suponer que nuestra Antropologa
Literariasurgedesdeunpensamientodelatotalidad,niquepueda
sercaracterizadaensusorgenesydesarrollodeunamaneraabsoluta; cada
lector y hermeneuta deber ir interpretando estos textos, tanto los
actualescomolosfuturos,paraquedeesaformacadainterpretacin
setransformeenunaco-creacinoriginal,porquedesdeestepuntode partida,
la exgesis del proyecto antropolgico literario es una forma de
ontologa, la que transforma al sistema interpretante, no en un
aparato de observacin externo, sino en parte delapreguntaamplia por
el propio sistema observador. Decir algo sobre la obra de autores
propios de la Antropologa Literaria como: Sonia Montecino, Andrs
Recasens, Clemente Riedemann, Carlos
PiaeIvonneValenzuela,pornombraraalgunosyacanonizados,nos Literatura
y Lingstica N
30139obligaapreguntarnosporloslmitesdelacienciaylaliteratura,pero
tambinnoshaceconstatarelmodosinuosocomoenlaperiferialejos de las
grandes tendencias socioculturales del capitalismo, es posible ver
aparecer experimentos de frontera; una frontera ijada por los
cnones
cienticoyliterariooccidentalyeurocntrico.Estainterroganteamplia con
respecto a una escritura de frontera puede abrirnos a una airmacin
muchomsamplia;existeunamutacinenlasformasescrituralesque
sobrepasanloscnoneseurocntricos.Esperamosaportaraqualgunos
elementosiniciales,msallinclusodelosexperimentosdealgunos
antroplogos chilenos.A la manera de Gastn Bachelard (1987),
asumimos que todo proceso
socialocurreenelbosqueynoenellaboratorio,porlotanto,la aparicin de
los experimentos textuales de la Antropologa Chilena, no
sonproductodeunaplaniicacinculturalodeunavoluntadpropia
deunepistemedeinida,sinoquemsbienguardanrelacin,conla
correlacinsiemprecapciosaentrelasinterpretacionesdelacultura
enLatinoamricaylosdesarrollosdelaliteratura,elarteylaciencia.
Justamente,estainterpretacincapciosa,loesporqueesunespacio
socialreducido,eldela AntropologaenChileyenalgunamedidaen
Latinoamrica.Sonespaciospragmticosqueseinterrogansobres mismo,
respecto de discursos y en el discurso, en un vertiginoso proceso
gnoseolgicodelcualnoconocemoscertidumbressinosolamente
interrogantes atropelladamente sobrepuestas.El conjunto de obras
compuesto por la Antropologa Literaria Chilena (en adelante ALCH)
consiste en un tipo de produccin textual iniciadora de un nuevo
gnero discursivo, en tanto no responde pragmticamente
nialcanoncienticonialliterarioconexclusividad.LaAntropologa
Literaria es a nuestro entender, y en base al trabajo persistente
realizado desdelosestudiossobreAntropologaPotica(Alvarado2001,2002,
2006,Crcamo2007,Carrasco2003)enadelante,unaderivacin
especicaquesedesglosadelagranmutacindisciplinaria(Carrasco,
2002)quehasigniicadoeldilogoentreliteraturayantropologaen
ChileyLatinoamricaenlosltimos40aos.Elconceptomismode
dilogoresultauneufemismo,yaqueenesteprocesodemutacin vemos
cuestionados los cnones textuales, y ello sin consideracin de la
matriz epistemolgica de cada disciplina y de cada gnero; as el
dilogo signiica aqu, en algn sentido, la derrota de las ciencias
sociales frente
alaliteratura,claudicacinquefueplanteadaexplcitamenteporJos 140La
antropologa literaria / Miguel Alvarado BorgooJoaqun Brunner
(1997)2 en el 40 aniversario de FLACSO. A pesar de ello,
ensumayoralascienciassocialeslatinoamericanashanhechoodos
sordosdeestellamamientoalahumildad,lamutacindisciplinariase
encuentraenplenoprocesodeconsolidacin,subrepticiamente,ala manera
de un gesto barroco que, no obstante, ocupa espacios marginales
dentrodelosespaciosdelacienciasocialtradicional,principalmente
universitaria.Enpublicacionesanterioreshemosdemostradolaexistenciade
laAntropologaPotica(2002a,2002b)comounadimensindeesta
mutacin,lametalengua(Mignolo1986)deestaAntropologaPotica
seidentiicaconlaantropologapostmoderna,peroparadjicamente,
lamismaaparicindelconceptodepostmodernismoesposteriorala aparicin
de esta antropologa potica, y a la publicacin de los trabajos
fundamentalesdeestacorriente(mediadosdelossetentadelpasado
siglo).Msbien,elpostmodernismoes,anuestroentender,unamoda
culturalqueresultfuncionalparadarunsustentometatericoauna
corrienteculturaloriginal,desdeunajustiicacininnecesariaytan extraa
a nosotros latinoamericanos como los desvelos de polmicas como
lasdelempirismooelcartesianismo.Estesustentodescontextualizado va
generando sentido a la Antropologa Potica, ocupando el lugar que
enlacienciatradicionalocupalateora.PorsupartelaAntropologa
Literariaconstituyeunconjuntodeobrasconcaractersticasdiferentes;
enunestudioanteriorhemosdemostradocomola ALCHesdueade una tradicin
que se remonta a mediados del siglo XX desde los trabajos
deCarlosMunizaga;ellobajolainluenciadelpoetayantroplogo
AlfredMetraux,quedandomuchotrabajoporrealizarrespectodela
relacinentresurrealismoyantropologalatinoamericana.Porotra parte,
la ALCH est plenamente viva en los trabajos de Andrs Recasens,
Clemente Riedemann, Ivonne Valenzuela, Carlos Pia y Sonia
Montecino, yposeeunacoherenciaqueleproporcionaunairedefamilia,conlo
2 Conversando la otra noche con ngel Flisisch, fue l quien me
sugiri hablar en esta ocasin de
lasociologacomounlenguajeque,despusdesusclsicosyepgonos,alpareceryanotiene
muchoquedeciralmundo.
Amesaintuicinmepareciinteresante,puestenaqueverconlo que -de manera
abstracta y general; ms 'sociolgica", por lo tanto- yo quera decir
hoy, en el 40s aniversario de la FLACSO. Es sabido que en sus
orgenes la sociologa apenas lograba distinguirse de otros gneros,
entendidos stos como un universo ideolgico-verbal diferenciados
entre s. As,
porejemplo,hastamuytarde-entradoyaelsigloXIX-sudiscursosemantuvoentremezclado
dentro del campo semntico de la ilosofa, la historia, la literatura
y el ensayo. Slo con el tiempo lleg a constituir un lenguaje
separado, relativo, objetual y limitado a una profesin intelectual.
Una hiptesis posible de explorar es que, en ese proceso, la
sociologa mantuvo sin embargo, y prolong, algunos elementos del
gnero de la epopeya, intentando por el contrario separarse de la
evolucin de la novela, su eterna competidora.
http://www.redalyc.org/revista.oa?id=815Literatura y Lingstica N
30141cual podemos ya sustentar nuestra airmacin, respecto de la
existencia
deuncanonexperimentalantropolgicoliterario,loqueinvolucrael
desenvolvimiento dinmico de una mutacin disciplinaria.En el
contrapunto entre Antropologa Literaria y Antropologa Potica, vemos
en los trabajos concretos de la ALCH analizados desde la dcada del
90 y en la primera dcada del siglo XXI, una instancia de narracin,
pero tambin de relexin: he aqu el elemento fundamental que las
diferencian,
msalldelaseventualidadespragmticasdelaAntropologaPotica
Chilena(enadelanteAPCH),lacualsehaidodesarrollandodeforma paralela
bajo el alero del Fondo Matta (producto de la donacin de dinero
realizada por el pintor Roberto Matta para estos ines).
HoypodemosdiferenciarlasobraspropiasdelaAntropologa
LiterariadelascorrespondientesalaAntropologaPotica(Alvarado,
2011);as,lofundamentalesdecirqueenla ALCHprimandosrasgos:
unaaudaciaalnarrarqueseencuentramsalldelosmrgenesdela
antropologapostmoderna,yconviertealostextosdeestacorrienteen
obrasconunvalorliterarioycientico,peroellonoladistinguedela
Antropologa Potica; el factor macroestructural fundamental
(entendido como dimensin bsicamente temtica) es la existencia de
una voluntad
porlateora,unesfuerzointertextualymetalingsticoanudadoala narracin
y empeado en hacer una relexin terica, ello dentro de un original
acoplamiento creativo. Lo anterior nos permite pensar que a futuro,
ms all de la encomiable
estetizacindelaantropologachilena,elintentode hacerteoradesde la
periferia, no solamente guardar relacin con metas acadmicas, sino
que vemos a la ALCH vivenciando un vnculo complejo con la Academia,
producindose marcados distanciamientos y acercamientos. No obstante
aquello;ensuidentidadesunrasgomatriz:consisteenlaexistenciay
persistencia de una relexin terica (en un sentido cartesiano en
algunos casosypostmetafscoenotros);ellopermitepensarquealgopuede
decirse claramente de la Antropologa Literaria: que, sin abandonar
una bsqueda esttica, supera heursticamente el lirismo de la
Antropologa Potica.Setratadeunapotenciacomprensivaenelsentidomsiela
susformastextualesconcretasyenelsentidomsinterpretativodel
concepto. En toda esta antropologa experimental (APCH y ALCH) se
vislumbra un valor acadmico y esttico indudable, aspecto asociado a
la audacia de 142La antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgoola experimentacin, la cual an no es percibida y valorada
plenamente, nisiquieraportodosloscircuitosantropolgicos,ymenosanpor
losliterarios;noobstante,pensamosquehayunvalorinnegableenlo
realizadoanivelmetalingsticoporlaAntropologaLiteraria,yaque
nospermiteespecularnosolamenterespectodequeacadmicamente
enlaALCH,secompletaaquelciclodeltrabajoantropolgico,que
involucralalaborcientica,laborquerelacionarelexinyevidencia;
sino,queenelplanomspropiodelasociologadelconocimiento: creemos que
ello permite vislumbrar la posibilidad de que esta ALCH
tengaunrolenlasociedadchilena,ellomsalldelcircuitoestrecho de los
antroplogos mismos: Andrs Recasens ha inluido en la visin que el
Estado de Chile tiene de la pesca artesanal, Valenzuela ha abierto
una sensibilidad distinta respecto de la cultura atacamea del siglo
XX ydelareligiosidadpopularexpresadaenlasanimitas,Montecino es la
principal terica del gnero femenino en Chile gracias, en buena
medidaalimpactopragmticodesusobras,marcadasporuncariz
literario;sulibroMadresyhuachosesundeclogoparatodo(a)aquel (lla)
que se preocupe del gnero y en particular del gnero femenino en
Chile.Lo dicho nos permite pensar que la Antropologa Literaria no
signiica, nisigniicar,unarupturaradicalconlaantropologaenunsentido
clsico y tampoco obstaculizar el reconocimiento social de la
profesin de antroplogo, sino que ser un camino, no asumido ni
legitimado por toda la comunidad cientica social obviamente, de
reconversin creativa
yautnomadelaantropologachilenarespectodelospasescentrales (Europa y
Norteamrica), ello en relacin a lo que la antropologa chilena es y
especialmente en relacin a lo que podra llegar a ser en su dilogo
con el arte y la literatura.Una soledad poblada de letrasEn la
dialctica texto-contexto los desarrollos de la literatura chilena
son parte en numerosas ocasiones de los efectos mismos de la
casualidad y del absurdo; en 1842 se funda la Sociedad Literaria
Chilena por parte de Jos Victorino Lastarria y otros discpulos de
Andrs Bello, dando forma a una literatura de impronta nacional.
Luego de ello, se desarrollan una
seriedegalimatas,aexcepcindelaliteraturarealistadeBaldomero
Lillo,yaalgunosdelosmiembrosdelacomunidadliterariaquese Literatura
y Lingstica N
30143reneenlacolonia(tolstoyana)3delacomunadeSanBernardo,enla
periferia de la capital de Chile. Posteriormente ms que en un
silencio los poetas y narradores al principio del siglo XX, quedan
anonadados por el inlujo de la sonoridad como tambin de la
metalengua de Rubn Daro;
noobstante,sontambinunaformadesilencioestticoquenosolose neg a la
experimentacin simbolista, sino que tambin, represent una semntica
con poca capacidad perlocutiva ms all del remilgo amoroso o del
ditirambo
patriotero.Perointempestivamenteocurreelmilagro,apareceellibroLos
Gemidos de Pablo de Rokha: cuya primera edicin se vendi al por
mayor como papel para envolver carne en el Mercado Central de
Santiago. Se publica tambin el libro Crepusculario de Neruda, para
cuya publicacin,
debevenderelrelojregaladoporsupadre,y,simultneamentesevive
laaparicindelagenialidadmetalingsticadeVicenteHuidobro, genialidad
inclasiicable en el medio chileno, originalidad que se pareca ms a
las visitas de un poeta francs a Chile, que de un poeta
experimental propiamente
nacional.Enelrecursoalcartesianismoingenuoenlosdesarrollosde
nuestraantropologa,elprimeresbozoeslaobradelirantedeNicols
Palacios(Alvarado2013):RazaChilena,queparadjicamentesirvi
alasnecesidadesideolgicasdeladerechatradicionaloligrquica;
laantropologadecampoeshasta,mediadosdelsigloXX,unalabor
propiadeextranjerosextravagantespreocupadosellosmismosdel exotismo
como Martin Gusinde y Max Uhle. Tuvo ms signiicacin, el abandono de
s mismo que realiza Martn Gusinde en Tierra del Fuego, que el
trabajo de campo empirista de chilenos como Aureliano Oyarzn, Thoms
Guevara, Ricardo
Latchman.Solamentepodemoshablardeunaautnticaantropologa
experimental,originalyconpretensindecientiicidad,nodeltodo
eurocntrica, en Chile con la aparicin de la obra: Vida de un
Araucano de Carlos Munizaga Aguirre el ao 1959. Ms que hacer la
historiografa 3 La Colonia Tolstoyana consisti en una breve
experiencia artstico-comunitaria realizada entre los aos 1904 y
1905, liderada por Augusto DHalmar y seguida ms de cerca por
Fernando Santivn y Julio Ortiz de Zrate. Durante dcadas, constituy
una leyenda de la vida cultural chilena, hasta que el mismo
Fernando Santivn, en 1955, publicara su obra Memorias de un
tolstoyano, revelando
muchosdatosquecontribuyeronadesmitiicartantoalproyectodelaColoniamismacomoa
supretendidofundador.Esasquehanexistidohastaahoradosinterpretacionesrespectodela
tentativatolstoyana:unalecturatradicionalyconiada,porunlado,yunasospechosa,porotro
(Galgani, 2006).144La antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgoode una trayectoria es necesario identiicar los puntos de
articulacin de la antropologa potica como balada postmodernista y
de la antropologa literaria simplemente como un esfuerzo, un tanto
aislado, por constituir
unaantropologaielalatradicindelpensamientosocialyliterario
nacional,comotambin,comounaapelacinenfticaalamemoria histrica:
justamente es en este ltimo punto donde estas textualidades de
frontera se invocan o evaden su identidad y su sentido.Olvido
culpable y la apelacin a la memoria.Resulta signiicativamente
contradictorio que la Antropologa Potica surja en el contexto de la
dictadura militar chilena, es decir, en el momento cuando ms
injusticia social y crmenes polticos se producen en nuestro
pas.Entoncesapareceallunesfuerzodealineacinyalienacin,que
msquerealizarunaapelacinalaurgenciadelascircunstancias, aquello que
se realiza es sobrevolar la memoria impresionando a travs de la
capacidad expresiva de la literatura; cuando a inales de la poca de
los 80, algunos antroplogos chilenos se deinen como postmodernistas
nohacenmsqueencontraryusarunapostmetafsicacomocoartada para su
falta de compromiso
histrico.Perosilamemoriaestinvitadaincmodamente,lorecedetodas
formas,vigentealhacernosunapreguntasistemticarespectodeun
sistematextualproducidoporunasdecenasdeautoresyqueresulta
desconocido a nivel internacional; es la antropologa potica y
literaria,
queaparecendemanerasimultneaperodeinidasdesdedistinciones morales
totalmente distintas. Son parte de un esfuerzo expresivo, que lejos
de ser una manifestacin postmodernista, es ante todo una
continuidad
conservadoradelaanalogaestticapresenteenlaescriturarespecto
delaalteridadenLatinoamrica.Resultaarriesgadousarlapalabra
conservador, pero lejos de fundar u originar los experimentos
literarios antropolgicoschilenos,sonlacontinuidaddeuntipodeanaloga
esttica.Aqusenosestpresentandoalgomuchomscontundente: todo examen
de la realidad latinoamericana producido desde mediados
delsigloXIX,harecurridoaunaestticayporlotantoaunapotica,
msqueaunsistemadepensamientocoherente(enelsentidodel logos
occidental); Jos Mart, y Domingo Faustino Sarmiento, son actas
fundacionales, uno anticipadamente en cada hemisferio del planeta,
de las necesidades expresivas que surgieron desde el Estado Nacin
del siglo XIX y que hoy parecen refundadas en los desvelos
multiculturalistas de Literatura y Lingstica N
30145principiosdelsigloXXI.Existeungradoceroparalaescrituradela
diversidad latinoamericana, este es el conjunto de desvelos de las
elites intelectuales del siglo XIX, que como persistencia
reaparecen a inales del
sigloXX;ysetratamsdeunabsquedaexpresivaquedeunintento racional.El
verbo de las imprecisionesEn un reciente congreso de estudios
interculturales4, nos sorprendi
laplenacoincidenciaentrenuestrolibroAculturaciones(2013)ylas
preguntasdelgremiodelosProfesoresenChilerespectodelconcepto
deinterculturalidad;elloguardarelacin,anuestroentender,conla
ambigedad polismica con la que hoy se usa el concepto de cultura y
con el hecho de que esta ambigedad se proyecte a nivel de la
multiplicidad de conceptos que de esta palabra derivan, como lo
son: multiculturalidad, aculturacin, enculturacin, etc. Sin
embargo, ello no solo se proyecta en
unadiscusinoalgunaincertidumbredetipoterica,sinoqueguarda relacin
con otro fenmeno que podramos denominar como la sociologa de la
antropologa; y ms concretamente en una particular dimensin de esta
sociologa, la cual se corresponde con un hecho casi obvio, pero no
por eso menos signiicativo: la ciencia antropolgica, como la mayora
de las ciencias sociales, son un invento de la sociedad europea y
surge para
develarlascomplejidadesdelamodernidadydelaindustrializacin, por lo
tanto, son ciencias producidas por mentes eurocentradas, incluso en
el caso norteamericano. Si conectamos la imprecisin conceptual con
la experimentacin esttica, no puede el texto antropolgico literario
ser sino gnoseolgicamente aquello que se pierde y se recupera
convertido ya en otra cosa: un canon experimental, impreciso y
emergente como es el propio de la ALCH.As como Marvin Harris
(2004), da cuenta de los resultados en Estados Unidos de los
efectos del surgimiento de antroplogos provenientes del
mundoobreronorteamericano,enAmricaLatinayChilepodemos
presenciarlaaparicindeliteslocales,primerooccidentalesyluego
inclusoindgenas,quehanremecidoelespectrodelmundooccidental
conunaantropologaqueintentaserdescolonizada,yporlotanto,
representar otra mirada de la mismidad desde un acentuado
relativismo 4
EncuentromsrecientesobreInterculturalidadyEducacin,desarrolladoenlaUniversidadde
Concepcin, organizado por la Central Unitaria de Trabajadores
(CUT).146La antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgoocultural;esindudablequeparanarrardesdeestepuntodemiralos
estilosretricosdelacienciatradicionalresultanlimitados;esall donde
aparecen las formas de antropologa estetizada y por ello mismo,
respondenanecesidadesexpresivasynoamodasintelectualescomo
elpostmodernismo(cmoyahemosplanteadoaqu);escasiirrisorio
quesetratedeaduciruncontenidopostmodernocuandoenrealidad
parecieramsbientratarsedeunaaoranzadelasformasexpresivas de la
literatura. La ambigedad del concepto de cultura parece ser una
variable concomitante para comprender la explosin de metforas
propias delasantropologaspoticayliteraria.Desdelaimprecisinterica
surgenretricasdelaimprecisin,quesetransformaronenpoticas
experimentales y del mismo modo coherentes, coincidentes mucho ms
con la historia de la escritura en Amrica Latina, que con las
formas de experimentacineurocntricascontemporneas.Perolaimprecisin
puede tener efectos y vnculos insospechados: la originalidad
expresiva se cruza y por momentos se contrapone con vigencias
ticas.El rasgo que caracteriza a la experimentacin textual de la
ALCH es quemsalldesumetalengua,vemosuntipodeapelacinalsentido
queseiniltraenmediodeunexperimentalismopretendidamente nihilista, a
la manera de la interpretacin que Heidegger (1996) hace de
lafraseDioshamuerto,planteadaporNietzscheenlaGaiaCiencia; la crisis
de la metafsica suele ser una crisis de planteamiento y no una acta
de defuncin. La coherencia entre la crisis de la metafsica
occidental europeaylosintentosdesuperacindelametafsicaeneldiscurso
antropolgicolatinoamericano,demuestranlaimposibilidadmismade
laliberacindelsentidoporpartedecualquierformadenarracin de la
alteridad. La huida de la opcin tica que intentan la antropologa
poticaolanarrativadelageneracindelosochentarepresentadaen Chile por
Alberto Fuguet, son expresin tanto del deseo del sinsentido,
comodelaimposibilidadmismadesalirsedelsentido;porqueenesta huida de
la opcin tica la narracin queda capturada en una retrica de la
descripcin, que lejos de ser neutral, solo es un pendn en el
abanico
delosefectossocialesyculturalesdelcapitalismo;cualquiernarracin que
intente pasar por alto temas como la inequidad social se transforma
enunsonidohueco,enundesiertoinerte,peroenelcualpenanlas
expectativas, a la manera de los fantasmas de Juan Rulfo.
Lapretensindehuirdelsentidoydeabandonarlametafsicaes ante todo una
suerte de ideal eurocntrico, que nadie ha demostrado que Literatura
y Lingstica N 30147sea posible, como tampoco que sea algo positivo
en el plano social; si se trata de huir del sentido en trminos
metafsicos occidentales eso ya fue
intentadohace2600aosporelbudismo,lamayoradelasreligiones naturales
(arcaicas) no se sustentan en una metafsica del bien y del mal ni
en valores que podemos identiicar como universales, conirmndose la
nocin estructuralista que ms all del tab del incesto, no existe
otro principioqueseauniversalmenteaplicable.Elloaumentalaansiedad
en los sectores conservadores, mientras el mundo progresista es
tentado con un relativismo axiolgico, que lo hace contradecirse
respecto de los
idealesemancipatoriosdeldiscursoilosicodelamodernidad;noes posible
narrar ya desde un juego ditirmbico entre la utopa arcaica y la
redencin modernizadora. En ambos casos, la narracin de la
diversidad se transforma en una ilpica, ya sea en una suma contra
los gentiles o
enunasumadeapologadelosgentiles,conigurndoseunasuerte de tomismo
antropolgico que de apelar desesperadamente al sentido, termina
renunciando al sentido mismo. As, de querer narrar el escndalo
nostransformamosennarradoresescandalosos,ypasamosdesdeel
cartesianismohastaunaevasindelsentidoqueintentasernarracin
descomprometida; pero somos escritores occidentales sobre quienes
pesa la maldicin o la bendicin, segn se le mire, de la apelacin al
sentido iniltradaennuestranarracin,probablementelanicaconclusin
respectoaestepunto,esquenielcompromisototalmenterelativizado ni el
descompromiso absoluto son algo que pueda realizarse al menos en
nuestro
lenguaje.Desdelalibretadecampohastaelmssoisticadoilmetnogrico,
siempreelpuntodemiraestardeinidoporlaculturaoccidentaly
enesteaspectoesellenguajeelportadordeunsentidoquedesmiente
cualquier forma de pulcritud asptica en la narracin. Por lo tanto,
toda construccin de la alteridad o la mismidad, es siempre una
etnoiccin, y toda iccin es en trminos lacanianos (Lacan, 1984) el
punto de encuentro
entreloimaginarioylosimblico.Loimaginarioeselmodoenqueel
narradoretngrafoconstruyeunavisindeaquelloquequierenarrar,
ylosimblicoesellenguajellevadoalplanoderecursoelementalde la
narracin. Ninguna narracin etnogrica ni teorizacin antropolgica es
posible fuera del lenguaje. El acto fallido o la hipnosis profunda,
son algo que supera la visin de un observador para develar las
expectativas,
contradicciones,limitacionesytambinelaltruismodeuntipode narracin y
de relexin, que no puede poner de un lado la antropologa 148La
antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgooydelotrolaiccin,puesambascosassonlomismo.Laetnoiccin (Auge,
1997) se construye en las palabras y desde el imaginario de quien
narra,comotambinlaetnografa.Ambostipostextualesnopodran surgir
desde otro umbral. El absoluto de la memoriala prudencia que es la
derrota en la ancianidadPablo de
RokhaHoyenChilea4deseptiembrede2013,sepreparandostextos,
msespecicamentedosdiscursos,unodelPresidentedelaRepblica Sebastin
Piera, el otro de la ms probable ganadora de las elecciones de
noviembre, la ex presidenta Michelle Bachelet. Estos discursos
versarn respectodeundapuntual,unespacioenqueparecieraqueeltiempo
quedsuspendido,el11deseptiembrede1973;ambostextosgirarn
entornoalosdosejesquecruzanestemomentoaxialdelamemoria chilena: el
del pasado, aduciendo que all estn las causas y el del futuro,
asumiendotambin,queallseencontrarnlosefectos.Enambos
discursoslanitidezseperderenlamedidaenquenosacerquemos
msalpresenteyenquenosalejemosmsdelpasado;perodesobra sabemos que
ningn pasado rememorado podra hablar de la violencia
ybarbariedeesemomento,yqueelfuturoseretrotraealpasadoeste mes de
Septiembre en Chile como un rito de desconcierto. El pasado nos
embiste, hace acto de presencia, recordando dolores, rencores,
culpas. Lapalabraperdnesunasuertedecoartadasacral,yritualmente
sacramental;elverboresponsabilidadesunmecanismode
vaciamientoparaasumirculpasqueseesfumanenelatolladerodelas
angustiascolectivas.Perodebemospartirdelsupuestoplanteadopor Gastn
Bachelard de que en las ciencias humanas estamos en el bosque y as
el vuelo de una mariposa en Chile, incide en el mercado de valores
deTokio,yportantotodoslosquerespirabanesedaaxialdelao73
delsiglopasadotienenresponsabilidad.Peroesonosigniicanada,da
cuentadelavidasocialcomounhechovariableydelaoperacinde la dicotoma
entre lo objetivo y lo subjetivo, de esa dicotoma falsa que
hacerepartirresponsabilidadesyprestidigitarculpas.Enresumen,no
hayculpablesniinocentesalmomentodehacerunaescrituraquesea
hermenuticadelaHistoriasolocuandolamemoriadestilavalores,la
culpayeldaotomansulugarenlanarracinyenlateora.Elacto Literatura y
Lingstica N
30149delperdnesmsbienelactodeintroyectareltraumaalaesperade
circunstancias ms propicias, quizs esperando espantados el momento
en que para quienes lo vivimos el golpe y posteriormente la
dictadura tendraelpesodeunaviolentaglaciacinounainfernalerupcin,que
suponemos horrenda pero de la cual quedan huellas en una piedra
dura e inmutable; el trauma ser paisaje y mientras tanto, y ambos
discursos
presidencialesdilapidarnpalabras,noparaexplicar,sinoparaser
polticamente correctos con el propio bloque histrico, como si la
idea de punto medio fuese una llave para los consensos
comunicacionales, (nunca comunicativos). As, se asume neurticamente
que el concepto de verdad
noesunordendiscursivodelamicrofsicadelpoder,sinounasunto de
resentidos y neurticos que la idea de futuro elimina. En el
discurso poltico oicial suele no haber futuro para la memoria; y la
memoria, se
transformaenunasuertedeleprosahabitandolasinmediacionesdela
comunidad,dondeselearrojaalimentoscomoexpresindeunaculpa muy bien
canalizada, una culpa, que es una cuerda ms dentro de una
armonaquemantieneelritmohistrico,porinjustoqueesteritosea. No es la
tica de la memoria lo que prima hoy sino la funcionalidad del
olvido, y el remedio de la memoria es un espacio hueco de sentido,
una alegora sin peso perlocutivo, es un visitante incmodo pero
recurrente, comoeldementequeesenviadoasucasaeldadeiesta.Puedela
antropologadefronteraserunaporteparaesteestancamientoenel
procesamiento de la memoria? No hay Antropologa honesta sin memoria
histricaLa superacin por parte del psicoanlisis lacaniano de la
clnica de la mirada, tiene un equivalente en el cuestionamiento de
la etnografa clsica. Cuando la antropologa descubre que el
informante es deliberante
yqueenmuchasocasionesdiceloqueloellacreequeeletngrafo
deseaescuchar;asseintegrandospersonajesenescena:primero,el
propioetngrafoqueasumesuproduccincomoescritura,yluego,al
receptorcomocomponentedeltexto,admitiendoquelaslecturasdel
lectordeltextoantropolgiconosonlasdellectormodeloarquetpico, sino
todas las formas posibles de miradas de los paisajes
socioculturales,
quesederivandelasininitascadenassigniicantesposibles.Acaso todo
intento antropolgico literario sigue la huella de Jean Genet, Jorge
Luis Borges o Juan Goytisolo, deambulando entre lenguas y
tradiciones 150La antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgooculturales; con una escritura vivencial, etnogrica y
compleja. El esfuerzo antropolgico literario no es nuevo como
intento de narrar la alteridad,
paraunespecialistaenliteraturaencualquierpartedelmundo;lo
novedosoesquedesdeChile,consucarcterculturalmenteinsulary
delmismomodo,comosociedadvidadelaltimanovedadeuropea o
norteamericana, se desarrolle un gnero textual que es bsicamente, y
sin quererlo en algunos casos, un tipo de texto contracolonial y
disonante respecto del Chile de principios del siglo XXI.
Debemosaclarar,queelintentodeesteartculonoconsisteen identiicar
fuentes u orgenes a la manera evolucionista, o a la manera de una
cadena monogenista, en la cual sin duda abundaran los eslabones
perdido; el objetivo de estas notas no es realizar una
historiografa de la Antropologa Literaria Chilena; ni siquiera es
establecer una arqueologa
deellaalamanerafaucaultiana;setratadealgodiferente:darcuenta
delaexistenciadeunamutacintransdisciplinariaenlaantropologa chilena
que, desde sus orgenes a mediados del siglo XX, intent generar una
voz propia desde la imitacin fundamentalmente de la antropologa
socialclsicabritnica,hastaelnexopermanenteconlaliteraturabajo
laexistenciadeformasintertextuales,retricasysemnticasdeorigen
literario.Sinembargo,elsentidodeestetrabajoestcentradoenla
identiicacindelametalenguadeestacorriente,bsicamentepara
realizarunademostracin,quepuedeparecerelemental,peronolo
es:laexistenciadelaAntropologaLiterariacomoairmacinsebasa
ennuestrosupuesto,dequeexisteungnerodiscursivoqueinvolucra una
mutacin, en el canon textual de la antropologa; esta mutacin, sin
duda se corresponde con los esfuerzos desarrollados desde Claude
Lvi- Strauss en adelante, en paralelo con la apropiacin del aporte
de autores
comoMichelLeirisoGeorgeBataille(Alvarado2011),peroposeeun rango de
originalidad notorio, siendo ella un fenmeno con una notable
historicidad,yaquevienedesarrollndosealomenoshace40aosen
Latinoamrica. No deja de ser una coincidencia signiicativa que el
Golpe de Estado ocurri en Chile hace 40 aos.La frontera es siempre
un lugar para
optarYaposeemosclaridadrespectodequeenlaALCHseencuentra presente
permanentemente la denuncia tica respecto del costo social de
losvalores,lejosdelpostmodernismo(comosocurreenla APCH),no hay aqu
nihilismo sino un condolerse respecto del sufrimiento del otro y
Literatura y Lingstica N 30151desde all denunciar este sufrimiento,
ello generado invariablemente por elcosto social de los valores
queelcapitalismo, en este caso perifrico, implica para Chile.
Adems, es fundamental destacar la existencia de un deseo de belleza
en la escritura, que se expresa: en el amor heterosexual,
elamoralpaisaje,labsquedadelapurezaencontextosdeextrema opacidad;
este mismo compromiso tico se transforma en lo que Pound llamara en
sus Cantos amor, ello es un rescate esperanzado de aquello que va
ms all de la belleza y que permita la superacin del costo social
delosvalores(Alvarado2011),tantodesdeunlirismopormomentos
delirante,comotambinimpulsadoporobjetivosprcticosqueson
partedelatradicindeintervencinsocialpropiadelaantropologa
profesional a nivel universal. Asociado a este desarrollo semntico
macroestructural (Van Dijk 1989)
vemosenperspectivalageneracindeunnuevovocabularioqueentra en la
ALCH bajo la forma de neologismos, que dan lugar a tipos ideales
enelsentidowebereano,losquetendrnsurazenlaliteraturapero ampliarn
la capacidad narrativa e interpretativa de la antropologa; estos
neologismostendern,tantoaunavariedadlxicaampliacomoauna profundidad
semntica, que ir de la potica a la teora. Ello involucrar a mediano
plazo la canonizacin de nuevas metforas, las que no solamente sern
instrumentos narrativos, sino que, desde una relexin terica bien
fundada,tendrntardeotempranoinluenciasocial;estainluenciales
permitirproveerdetextualidadaloannonarradoporsunovedad,
ytambinaloquedesertanevidentenorequerasernombrado,yal ser nombrado
resulta este nombrar en una nueva mirada por parte de la
sociedadcomoconjunto.Esteeselprocesoquehaceesencialelestudio
delaAntropologaLiteraria.Enesteprocesoenmarchaellenguajede
laALCHseencuentraenraizadoenunbarroquismoesencialelcual
articulaalametforaasumiendolametaforizacincomounpunto
centraldelasupremacadelsigniicante(Lacan,1984);ellonoporun
asuntosolamentedeestiloescritural,sinotambinporlanecesidadde
exacerbacin de la forma que da lugar de manera ostensible a la
generacin
decategorasnarrativaseinterpretativasque,alamaneradeLezama
Lima(ysuescueladeneobarrocoliterario)(Sarduy,1999),emanado
delbarrocopopularamericanoydelproyectoecumnicodelbarroco,
setransitardesdeelclasismodelaantropologahastalaexacerbacin
barrocadellenguaje.Segenerarnnuevaspalabrasparadarcuentade
nuevasdiversidadesyenestecontextolosneologismosnosernun 152La
antropologa literaria / Miguel Alvarado Borgooobstculo, sino un
instrumento para el logro de esta utopa tica y tcnica fundamental
de toda antropologa, esto es la comunicacin intercultural.En lo
referido al plano de la incidencia de lo histrico contextual de
laALCH,lacontraposicinentrebarrocoyclasicismorepercuteenla
contraposicin entre barroco y modernidad; basa su visin de la
cultura
latinoamericanaenlaidentiicacinpersistentedeunsincretismoque
hacedelbarroconosolamenteunhitohistrico,sinounarealidadque
msquehbridaessincrtica,elloenlaacepcinantropolgicamente
msclsicadesincretismo:estoeselproductodelencuentroentre
dosomsformasculturalesquedanlugaraunatercera,lacualnoes
unarplicadesusformasoriginariassinounasensibilidadyunmodo especico
de organizar las relaciones sociales y productivas. Vemos en la
AntropologaLiterariaunasensibilidadbarrocacomomacroestructura
semntica y epicentro metalingstico, lo que puede surgir desde
aquello quegenialmenteSarduyllamla"perlairregular"(Sarduy1999).El
barrocoesunaconstruccinculturalgeneradaporungrupohumano, a nivel
tangible tanto como a nivel ideal, pero en nuestra interpretacin
preferimoshablardeunaespiritualidadbarroca,quedcuentade
aquelloquehemosllamadoamor,entrminosdeEzraPound,yque
sehacevidaenlaopcinpoticadenuestraAntropologaLiteraria:
elbarroconoessolamentelamanifestacindelosgrupospopulares
latinoamericanos, como tampoco es expresin exclusivamente de
aquello quenosdiferenciacultural,socialyeconmicamentedelasociedades
delospasescentrales;esuntipodeespiritualidadqueemanaderaz
catlica,peroquelasecularizacinhaconvertidoenunaestticadela
exacerbacin,yestonosolamenteseextraeaniveldelosproductos
estticos,sinopropiamentedeunaespiritualidad,entendiendopor
espiritualidad la conjuncin entre una estructura psquica y sus
patrones culturalesquedanlugaraformasestticasydesdelacualsepretende
aportarsentidoalasincertidumbresdelvnculoconlosotros.Esta
espiritualidad es expresin, no de las expectativas del goce
simplemente, sino del deseo como utopa y como norte; es un amor,
que aora y que idealiza, que desborda y que
contiene.Asimismo,nuestroplanteamientoparalaAntropologaLiteraria
consiste, en el plano de la autora, en que se trata de unos alter
ego que
recibennombresdiversos:eletngrafo,elcientico,elautortextual,el
sujeto,elnativo,etc.,ounnosotrosabstracto.Noobstante,todosellos
representan lo que por ejemplo Fernando Pessoa (Alvarado 2011)
utiliz Literatura y Lingstica N
30153bajolaformadesusnumerososheternimos.Setrataporlotantode asumir
que el antroplogo al escribir expone una imaginacin colectiva, una
sorpresa y un arraigo frente a los estilos de vida, que tambin
relexiona respecto de ellos. Sin embargo, ni siquiera el escribir
en primera persona libera de que instantes despus de haber sido
escrito el texto pasa a ser una entidad libre, donde el antroplogo
es una estrategia narrativa, una identidad semitica, decir yo ya es
decir otro, el antroplogo literato es un sistema de heteronimias,
por ello ms que robo del habla o proyeccin
delpsiquismodelantroplogo,laAntropologaLiterariautilizay
utilizaresterecursodemanerainsistente,nocomodemostracinde una
debilidad sino como una forma de expresin de la intertextualidad,
de los mltiples hipertextos que operan en la escritura del
antroplogo.
Ellodarlibertad.Laincertidumbresobreelorigendelaescritura
antropolgica ya existe, aunque muchos antroplogos no tengan
siquiera conciencia del fenmeno. La esencia de estas relexiones se
fundamenta en considerar que la ALCH es ms que un surrealismo sin
inconsciente (Cliford, 1986), por ello supera la experimentacin
textual postmoderna, en tanto si bien contiene una metalengua en
proceso, vemos a la ALCH
comolaclaraexpresinculturalydiscursivadeprocesospsquicosy sociales
conjugados, donde el inconsciente y el devenir sociocultural se ven
amalgamados, y por ello contexto y substrato inconsciente del texto
son aquello que para nosotros lo deine.
Asvistonuestrofenmeno,reconocemoscomoautnomala Antropologa
Literaria, pero ella sustentada en dos lugares: por una parte un
sistema simblico nutrido desde una metalengua barroca, coherente
con el desarrollo de la literatura y de la cultura latinoamericana,
el universo simblico es por tanto exacerbado y multiforme, pero
esta exacerbacin de la forma, no es gtico degradado, sino un
barroco que da cuenta de
unaracionalidadespecicamentelatinoamericana.Yestesimbolismo
barrocoseamalgama,vistopsicoanalticamente,conununiversodelo
imaginario, que es la forma especica que en este la antropologa
toma elmbitodeaquelloqueCortzaryGarcaCanclini(Alvarado2011)
denominaroncomolofantstico.Lofantsticoasnoesaquelloque
carecederealidadsinoaquelloquepermite,desdelasuperacindela
evidenciaemprica,asumirelabsurdoydeestamaneranoexigirala
realidadqueseidentiiqueconloracional,yaquelaracionalidadque subyace
no es una racionalidad ilustrada sino una racionalidad barroca, es
una perla irregular, a decir de Sarduy. 154La antropologa literaria
/ Miguel Alvarado
BorgooLoimaginariodeinidodesdelofantsticoylosimblicodeinido desde
lo barroco da lugar a una realidad que lejos de ser un surrealismo
sin inconsciente es un escritura barroca latinoamericana, la cual
narra la realidad, pero aquella realidad barroca identiicada por la
relectura que hace Lacan (1984) de Freud, en la cual lo real surge
de la fusin entre lo simblico y lo imaginario. Nuestra Antropologa
Literaria es congruente
consucontextoculturalysudevenirhistrico,asapelaaunrealismo radical,
pero a un realismo que no se desvirta en la evidencia sensible sino
que se nutre del inconsciente colectivo para que lo fantstico deina
una realidad que va ms all de la
evidencia.SideinimoshipotticamentealaALCHcomountipodediscurso de
cruce, que se nutre tanto de la discursividad cientico social como
delaliteratura,deberemosairmarqueelestablecimientodeunperil
msprecisodeestasolamentepuedeestablecersedesdelarespuestaa
dospreguntasmuysimilaresensuestructuracinperodismilesenel
tipoderespuestaquerequieren,estasson:Porqula ALCHnoesen
smismauntipomsdediscursoantropolgico,dentrodelainmensa
variedadquedeestosexisten?Ymuyrelacionadoconloanterior,
PorquestaAntropologaLiterarianoesensmismaliteratura,
conalgunasvariantes,peroliteraturaalinyalcabo?Porunaparte podemos
airmar que esta Antropologa Literaria no es literatura porque
sulectorysuautormodelo(Eco1981)estndeinidosrespectodela
cienciaantropolgicaysusgrandesmacroestructurassemnticas,ello se
conigura en trminos de Cliford y Marcus (Cliford y Marcus, 1986) en
una intensin de sus autores. Agregaramos nosotros que desde Eco
setratadeautoresmodelotantocomodeautoresempricos,locualle
coniereuncarcterfuertementeautorreferencial,entantoesteautor modelo
es un antroplogo que deine su posicin en el mundo y por lo tanto en
su obra, desde su condicin disciplinar. As se asume y se predica
demaneratantoimplcitacomoexplcitaquelaantropologaserauna forma de
vida. Reconocemos que el concepto de intencin deinido desde
ClifordyMarcussereiereaunaintencinterica,mientrasqueEco
habladeevidenciatextual,noobstante,estaintencintraspasaelnivel
terico mismo para inundar la composicin del texto de la ALCH. Si no
supisemos nada de la antropologa contempornea, an reconoceramos una
intencin no literaria en estos textos.Desde la consideracin de lo
anterior vemos que la intencin del autor modelo saca al texto
antropolgico literario de los marcos exclusivos de Literatura y
Lingstica N
30155laliteratura,sinembargo,estaintensinnobastaparaconstituirala
ALCH en un texto exclusivamente antropolgico segn la normatividad
que este discurso posee en la ciencia normal, como caracteriza
Thomas Khun(1992).Enloquerespectaallectormodelopresenteeneste
discurso,podemosairmarquesetratadeunsujetoarquetpico(ypor
elloincontrolable),alguienconconocimientosmsqueelementales
deantropologa,conocedordealgunosavataresdeestadisciplinaen
nuestropas,queenelmbitoaxiolgicosedeinedesdeunapostura
crticafrentealarealidadchilena,yquefundamentasuaccesoal
textodesdelaaceptacinaprioridelautilizacinderecursosesttico-
literarios en la elaboracin del discurso antropolgico. Un curioso
lector, culto al extremo, que es capaz de ir desde la poesa
experimental hasta conceptos tcnicos en el mbito de la intervencin
social, pasando por la intra historia del gremio antropolgico en
Chile. Paradiferenciaranmslasaguasrespectoalpostmodernismo
antropolgico, resulta pertinente recordar que el contexto de
surgimiento delaantropologapostmodernanorteamericanaestdeinidoporla
corriente denominada genricamente como Estudios Culturales, la cual
se deine desde la interdisciplinar y la transdisciplinaria, lo cual
supone uncontextoderecepcinconocedordelosrudimentosdevariadas
disciplinas acadmicas. No es este el contexto en que surge
histricamente la ALCH, siendo esta una explicacin posible para que
estos textos sean
ledossimultneamenteenalgunoscontextoscomoantropologayen otros como
literatura, no logrndose an en nuestro pas asumirlos como textos
hbridos de una gnero emergente, ello en tanto se requerira que los
lectores empricos dominaran reas como la teora antropolgica, la
etnografa, junto a la teora e historia de la literatura. Ese lector
modelo subyaceenlostextosdenuestraAntropologaLiteraria,perocomo
lectoremprico,anuestroparecer,ennuestropasnoexistenmsall
dereducidosespaciosacadmicos,yestonopuedeserasumidocomo
postmodernismo: ni hay un contexto postmoderno de emisin y recepcin
delaALCHnihayunamanejogeneralizadotaninterdisciplinario.La igura
especica del lector modelo nos pone frente a un tipo de textos que
resultan expresivos de una modernidad barroca, el cual surge de
manera muyanterioralpostmodernismodelospasescentralesyresultams
bien un tipo peculiar de mutacin cultural y disciplinaria y no una
mera copiadecorrientesnorteamericanasyeuropeas;sloposteriormenteal
surgimientodevariasdelasobrasquecomponenelcorpusdeanlisis 156La
antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgoodenuestroestudioesquealgunosdesusautoresseabanderizan,en
unsimulacronobienmontado,conlacorrientepostmoderna,ellonos permite
diferenciar a nuestra Antropologa Literaria desde su metalengua y
recoger un elemento distintivo de su identidad escritural.El autor
modelo por su parte (asumindolo como un recurso esttico
literario)deinesuposicindesdeloqueMarcAug(1986)denomin
comounotrointeriorizado,queseconstituyedesdeunasuertede
idealizacinesttica,cuyabasesurgedeantecedentesetnogricos,de la
propia experiencia de campo, de la literatura y de la propia
realidad experiencial y psquica del antroplogo literato. Este
sujeto autor modelo se encuentra incmodo con muchos de los moldes
de su propia cultura, su clase y su disciplina cientica (obviamente
la antropologa como en Chile
sepractica),ydescubreenlaliteraturaunconjuntodeprocedimientos
textuales, capaces de hacer salir de sus cauces un nuevo otro
dentro de suconstruccindiscursiva.
As,esteotrointeriorizadoseconstituyeen un sujeto autoconsciente del
modo en que su propio acondicionamiento sociocultural lo lleva a
mirar la cultura, y por ello a desarrollar la escritura
antropolgica, la cual se sale evidentemente de los lmites
disciplinarios,
paraconstituirseenuntipodetextohbrido;porlotanto,hemos
denominadocomohermenuticacultural(Alvarado2013)alconjunto
deprocedimientosdesarrolladoporestosautoresmodelo,loscuales
representan toda la contingencia de sus autores empricos, con lo
cual el accesoalotrointeriorizadoseconstituyebsicamenteenunaformade
reairmacin del yo, en la lgica de la concepcin psicoanaltica del yo
que plantea Lacan (1984). Hay un ejercicio de tremenda
autorreferencia en esta hermenutica, que entiende al ser de cada
cultura como expresin del yo proyectado en el otro. Ese otro
interiorizado es por tanto, ms
quelabsquedadelaalteridad,esunencuentroconelmodoenque el autor
emprico construye un otro desde los procedimientos del autor
modelo, el que apela a un lector modelo no muy distinto de s mismo.
ConclusionesEnnuestroplanteamientoinicialcomenzbamossealandoque
elconjuntodeobrascompuestoporlaALCHconsisteenuntipo
deproduccintextualiniciadoradeunnuevognerodiscursivode
frontera,entantonorespondepragmticamentenialcanoncientico
nialliterarioconexclusividad.Respectodeestaaseveracininicial
pensamosqueentrminosgeneraleslalecturaintensivadelostextos
Literatura y Lingstica N
30157seleccionadosendistintosprocesosdeinvestigacinenlosltimos20
aos,ysucontextualizacinrespectodelcanonliterarioycientico,
nospermiteairmarqueefectivamentenosencontramosfrenteaun
gnerotextualhbridoyfronterizo,encuantopragmticamenteno responde a
los circuitos de circulacin de la literatura pero tampoco son
estasobraslegitimadasporloscircuitosantropolgicostradicionales,
generandoestostextossuspropioscircuitosdecirculacinyporlo tanto de
recepcin y lectura. Espacios institucionales y culturales como
losonelDepartamentodeAntropologadelaUniversidaddeChile,
ydiversosproyectosFondartyConicyt(Fondosdeapoyoaproyectos cienticos
inanciados por el Estado), que se constituyen como espacios
deproduccin,desdedondelostextosconvocanasupblicoreceptor. Dichos
textos se sitan en concordancia con el lector y el autor modelo
identiicado: en cada uno de los textos analizados. Este autor es
ante todo un antroplogo, portador, ya sea, de una sensibilidad y
prestancia para el experimento textual frente a la diversidad
sociocultural, como a su vez, poseedor de un cierto nivel de
conocimiento respecto de los desarrollos de la literatura y la
ciencia
antropolgica.Lametalenguaexplcitaeimplcitadeestostextosexcluyela
literatura,puesnohaylaintencindemoversepragmticamenteen
elmbitoliterariodepartedesusautoresymenosanseintentaque
lostextosseanrecepcionadoscomoliterarios,noobstante,tampoco esta
metalengua coincide del todo con el canon antropolgico, en tanto
resienteelconceptomismodecienciaylaposibilidaddeacumular verdad
desde la relexin y la escritura presentada: ha nacido un gnero
textualhbrido,peroesteesungneromuyparticularyrupturista,y
sediferenciadelaAntropologaPotica;setratadeunanuevaforma
textualantropolgicaynodealgunaformanuevadeliteratura,porlo
quesuhibridezestructuralubicasucontornoenlaantropologaysus
contornos y base de articulacin son de carcter literario.Por otra
parte, airmamos que en este nuevo gnero se interconectan el uso de
elementos macroestructurales e intertextuales (desde la literatura
hacia el texto antropolgico literario) y metalingsticos, propios de
los gnerosliterarioycientico,locualconiguraunaidentidadgenrica
quesuperaelplanodelopragmticamentefuncional,paraconigurar un tipo
de produccin textual particular, la cual es posible de identiicar
por medio del anlisis del conjunto de textos que conforman el
corpus de esta corriente y que no agotamos en este estudio. En lo
que respecta a este 158La antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgoopuntodeberemossercautosyairmarquesibienlaliteraturaconiere
unabaseexpresivaaesta AntropologaLiteraria,enloquerespectaal
nivelintertextual,alageneracindesuperestructurastextuales,ala
metalengua presente en la corriente, y tambin a sus
macroestructuras y semnticas. Por sobre todo, hemos identiicado que
responden al modo antropolgico de producir un texto, centrado por
ello en la temtica de la diversidad. Adems de que especicamente
responden a la lgica de la produccin de artefactos culturales, cuya
meta es producir una ruptura en el campo cientico antropolgico,
pero no el crear una nueva manera de hacer literatura.En el plano
metalingstico ni una sola de estas obras se reconoce a s misma como
un texto literario, ms bien ocurre lo que Sonia Montecino
deinecomocruce(Alvarado2011),dondeelusodelametfora,la
intertextualidaddeorigenliterario,oelimitareldiscursonarrativo
literario,elutilizartemticasyatrabajadasdesdelaliteratura,sonms
bieninstrumentosdondeseutilizanestosrecursosfundamentalmente
desdelaconstatacindeloslmitesylasprecariedadesdeldiscurso
antropolgico tradicional. En el nivel de las macroestructuras
textuales, estas provienen bsicamente del mbito antropolgico
tradicional, as lo hemos demostrado desde la reiterada constatacin
de la mantencin del rito (Alvarado 2011) como tema eje en cada uno
de los textos analizados:
msquetomarsetemasdelaliteratura,setomaronproblemticasde
carcterantropolgico,paraluegodescubrirqueengranmedidaestos
problemascienticosyahansidotratadosdesdeunapticaliterariay
conellosesuscitaunprocesofundamentalderecurriralaliteratura
comofuenteexpresiva,noobstante,lasmacroestructurastextuales
sonbsicamenteantropolgicas.Esporelloquecuandoautorescomo Carlos Pia
(crnicas en un sentido literato y amplio) utilizan estrategias
narrativasdelcuento,oAndrsRecasensutilizaeltipotextuallrico,
oSoniaMontecinorecurrealosgnerostestimonialyalaensaystica
literaria, su aproximacin a estos tipos textuales se deine desde un
plano instrumental. Por ello la macroestructura de corte
antropolgico permite
elusodesuperestructurastextuales(tipostextuales)decorteliterario,
quevanenauxilio,justiicadasporlametalengua,delantroplogo
extraviadoenunmundoinconexo,querequieredelaliteraturapara expresar
lo que intenta expresar aquello que hemos entendido como lo
fantstico.Literatura y Lingstica N 30159Esta base antropolgica del
nuevo gnero textual se ve reairmada en el modo que desde la
pragmtica se han deinido en cada uno de los textos,
autoresylectoresmodelo,quecirculanenloscircuitosantropolgicos,
ningunadeestasobrassondirigidasaunpblicomasivo,ycreemos
queelextraointentodeLunaconMenguantedeSoniaMontecino,de
convertiraltextoenunobjetodeconsumo,lotiendeacaricaturizar,
convierteuntextodeautorreferenciadelaautorarespectodesu
encuentroconlaalteridaddeunaMachi(chaman),enuntextodeun exotismo
fabricado, no por la autora sino por el paratexto que acompaa al
libro como producto en un mercado. La coniguracin pragmtica de
estenuevognerodiscursivolehacenadquirirestehabitus(Bourdieu 1995)
de creacin que se evidencia en las obras que lo componen. As en
esta dialctica entre texto y contexto, artefactos culturales que
expresan lasdesilusionesymarginalidaddeungrupodeprofesionalesqueen
tantoautoresempricosoperansobresustextos,tindolosdeese matiz,
tonalidad entre comprometida y dolorosa, frente a fenmenos tan
concretos como la pobreza o la violencia poltica, lejos estn no
obstante,
deconformaruntipodetextoantropolgicooliterariocomprometido
polticamente,sinoquemsbienexpresanesasdesilusionesfrente
aunalgicahistricaquesuponequelarealidadsocialpuedeser
racionalmentedescritaporqueseencuentraracionalmenteorganizada. Es
por ello que desde el autor modelo navegando en su incertidumbre,
vemoscmofabricaaunlectormodelo,aquienefectivamentesele
intentaprovocar el placer conmaysculaa decir de Barthes (1989) que
involucra la identiicacin con las incertidumbres del autor textual,
que son sociolgicamente las del autor emprico. As el antroplogo
literato crea su pblico, en tanto el texto crea su contexto de
recepcin, este es el de un circuito intelectual, donde tambin
reinan las incertidumbres y las
dudas,yunmododeesquivarlaspreguntasporelsentido,otambin
unaposibilidaddeencontrarlasrespuestastanesquivas,esestefuerte
recurso a la diversidad. El otro es un espejo donde el lector
modelo deber retratar sus dudas y el goce se logra cuando existe ms
certidumbre respecto de constantes antropolgicas. Cada uno de estos
textos retrata algn tipo de encuentro
conunotro,perounencuentroquesegenera,nodesdelafabricacin
delexotismo,sinoapartirunencuentrodesdelaincertidumbreenlas
queelotro,elpescador,lamachi,elsujetopopularurbano,laanimita, 160La
antropologa literaria / Miguel Alvarado
Borgooetc.esunafuentedecertezas,unmodeloarquetpicoqueentregaal
autormodelolascertezasquesuspersonajesonarradoresbuscantan
desesperadamente.Porelloelmbitoderecepcinsefabricaencada uno de
estos textos, desde la premisa bsica de que en el encuentro con
elotrosehallarnrespuestasfrentelasincertidumbres,quenisuclase ni su
cultura, sin su disciplina cientica, le proporcionan al antroplogo
literato, y que tampoco le entregaron a quien recepciona el texto,
sea este antroplogo o no. Solamente basta compartir la
incertidumbre para ser
unreceptoradecuado,ydeesereceptorestpobladalapauperizada clase
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