Salazar__Construcción_del_Estado_en_Chile

8/9/2019 Salazar__Construccin_del_Estado_en_Chile

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humanos@DHH, enadelante).Puess610 esedere-cho,siefectivamentepracticado,puedegarantizarque 10s pm es os constructorm de Estado no fun-cionenco rn via libre para el despliegue selvllticode 10s m&sIuertes ("poderes fdcticos").Pues es desobra sabido que 10s "poderes fdcticos", al irrum-pir, &en traje dictatorial, y a1 retirarse, toga delegislador; que, por ello, dejantm i-en garantiade perpetuaci6n- un (socialmenteespurio) dere-choronstltuaonal'. Las violaciones de 10s DDHHa lavida provienen, demodo asi invariable, flsi-camente, de esos toboganes hist6ricos depragmatism0duro; pues all: 10s procesos cons-tructoresde Estado (quintaesencia de la historia)no estdn, sin0 por rara excepci6n, sujetos a &ticssolidaria,oa derechoparticipativo.Es a existenciadetalestoboganesloqueinduceapostularquelosDDHH no pueden se r reducidos (como sueleha-case) a principios juridicos de invocaci6nex post(estoes,despu&s econsumadasuviolaci6n); inodesarrollados como un derecho activo deimplemmtacidnpreuentiva,con capacidad para ge-nerar un control social permanente y efeetivoso-bre cualquier pmceso hist6rico que devenga enEstado.Losciudadanoss6lopuedengaranbzarelderecho a lavida y a la integridad de las personasd i t e l ejercicio de otro derecho aun n-dsfundamentalc el de tener una participacidnpmtag6nicasmanada desiy antesi- enelproce-sodeconstrucci6ndelordensocialypolitico(ius-q u e h de regir trist6ricamente su existenciatemnill.1Epaoiable qu eh s padres de a ciencia socialt(ldesdeEmile DurkheimaTalcottParsons,ydesde

que todosistemasocialy pollttco debefener,comocondici6n de organicidad y estabilidad, en susorigenestanto como a lo~largo es u historia, m aalta legitimidadsocial? La historia, sin embargodemuestra que &a ha sidoUM condici6n e6ricaun principio abstractoque seha diluidoen eLjuegprdctico de lasnormas de funcionamiento lalegitimidad como ajuste formal a las leyes fundamental- legadas por 10s poderes fdcticos),y anonadado en 10s toboganes donde el sistema global sautorreproduce. La legitimidadno haoperadoenla historiacomo fuerza ciudadana,sino,predominantemente, como ret6rica para justificar construcciones ilegitimas. Bajo lamirada hist6rica, esaadulteracidn se hace visible no s610 en 10s(abusivos) qeegimenes dictatorial-, sino tambienenaquellas vacilantes)democracias cuyos lideresdeben, por "razones de Estado", sembrar olvidosocial, a objeto de cosechar estabilidad politica.Cabe preyntar en Chile actual: las masas sociales que fueron dlctatorialmntesepuI adas en lahistoria reversa y democr&ticamentenvitadas aolvidarsu antigua identidad, je6mo seestdn relacionandocon el sistema (ahora legal) que las venci6? iHundi&ndosea imismas en la avalancha delor "nuevos tiempos", adorando 10s iconos de suvencedor? jSoIocando su legendario instinto de"volver'?LO $ que, ya en el fondo, estdn reagcuphdose, levantdndose10s UMS a 10s otros e iniciando UM larga aunque naufeagada marcha deLAzaro, una tortuosa transici6n por abajo?D i g h s l o de otra manera: iqu&hay bajo "etedio"que,cual convidadodepiedra, petrifica hoyla baja sociedad civil? iQu& historia reversadespolitiza a mente perono la sangre d e h uventud popular?,Qu6 decapitacidnde sueilos deprime a 10s hombres viejos y 10s aleja,de lapoliticidad?iNo er&acaso, ese halo de ilegitimidad que, desde elprincipio, nub16el recientepro-cesodeCOnstNCCi6n estatalenChile? LEseproble-ma hist6rico que nuestra contemporaneidad tan-tas v&es modemizada- nunca ha~esuelto? ,2 Un examen globillde esteproblem en P.

> . Rsardutia [ O W a 985).


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,&*&);el etadotendi6 afluir sobw dos prooesos:tun0 auuerior, donde se plant& la necesidad de,retin& el&@men "pksidenciatista" irnpuestoen,la fase fundacional, para pasar a otro"parlamentarista", apropiadoala fasede madurez;y ptrb inferior, donde se discda dunque sinintenci61iconstituyente- c6mo racionalizar la cre-~enteinfluen~delcapitalextranjeroenlaecono-mianacionalyc6moneutralizar,almismoiempo,la cmiente agitaci6n delictual y/o subversiva delas masas populares. 5e observa tambih que,mientras 10s problemas del proceso mferior seestmaron controlables, se crey6 oportuno pasar,en el proceso superior, del presidencialismo a1patlamentarismo;mas, cuando el problema eco-dmic o y socialse consider6critic0 y amenazante(especto a la estabilidad del sistema global), sec q 6 necesario volver del parlamentarismo a1presidencialismo. Se observa tambih que, cadau~zqueseprodujoeste~tomo,elstado sehalla-baenuna fasedecrisisestructural porilegitimidadsocialcreciente.Y &a fue,ya no su fase de madu-rez, sin0 de senitidad era e1momento just0 paraque se abriem 10s toboganes de la historia y seestimularael p r a p t i s m o timitado de10s pode-res f6cticos.BI ciclo completopodia, pues, repetir-se.De estemodo, seobserva que todos 10s proble-m s e la soaedad tendieron a resolverse alter-nandoundiscursopuramentekcnico ysincr6Ncopara kiempos de estabilidad (estoes:ajustando10smecanismsinternos del inismoEstado, a historiacerrada), yotropuramente pragm6ticoy diacr6ni-co, para tiempos inestables, de historia abierta.b Seobserva en defimitivaque,en 10s reiteradosp m e m d e ~oo11st1ucci6n reconstrucci6n delEs-tab.emEhiIe, la dase polltiea militar y la claseqdtica civil, en 6dIa Wlaboracdn can las &litesmersantMinan&as, han sido mia determinan-tes y, que los actores propiamentesmeiaka (sob= lo$ de tip0 popular) y, ~ u n ,q@qwkmi~t&mmaciudadana.ue, poreb.

aUt6nomAsamblea Constimyente, de clmusell0social.Peroesteevenivfueignorado or loslidare$de ambas class politicas, y el movimientoque logerm6fuereprimidordesmanteladQ.UnagNesapaletada de amnesiaoficial cay6 m6s arde sobretodo eso?Nila Historiani las Ciencias Socialeshan inten-tado, a1menos sistem6ticpnente, dar cuenta deestasanomaliasy promv er alternativasde mayorlegitimidad. En cuanto a esto, puede decirse quehan mantenido una t6cita complicidad con 10scerrados procesos centralistas que aqui sedenun-cianP

TRANSICIONES (ANVERSAS YREVERSAS)iSe est6 debatiendo hoy, en Chile, el problema dela legitimidad?Es probable que, en el context0 dela "modernidad avanzada", la hegemonlaindisputada de 10s "sistemas de relaciones" hayaconcluido por anacronizar todas las "esenciasso-ciales" (con su cl6sica expresi6n en los Estadosnacionalistas y populistas) y, con &as, el proble-ma mismo que en esta ponencia nos preocupa." Auna mirda reversamentehist6rica, sin embargo,

G.SalaJlawr. "LaAsamblevConstltuyentedetra~jjdoresintelectuales Chde1925':SURD.T.131(1992).Cnbedt~tnmbhel esfuerzodela Confederac16ndela roduce&y elComercio,enke1934y1938,pormbodununConsqoECon6rm~oy a d concertaa6nde actoresmaa1es)enlmquinana del Fstqdo. Gste esfuerzo tau~b~ba a d oignoradoPoresta compliodady otrasrazones,ClausOfkconaderaque las men- socrdesse han constltucdo de Who en'he~rdpagmbtlco4delmer"WelelosadmhwkadoreympomnbbdelapoUollbpg V&sela6r&rmcb$queas t e respecto hare John Kepne en In Intmduca6n delconoddoContmdiccumrsm el Esrada de BincSlar, d eOffe(Mrhid, 1990),p. 17,%ta twin ha stdo reiterpdwentesos~hwbIW


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lo alli puede conslituir y desplegar sucada din&mica epresentativa y corporati-vu.Suestiloresultaantag6nico con el verticalismopropio d e a CPC. Con odo, en la coyuntura ac-tual, ese antagonism0no ha Uegado a un puntocritico.Deunaparte, porquea l hacerse inminentela ocupaci6n civil del Estado hiper-centralizadolegado por el general Pinochet, la CPM opt6 porhdmitir determinados niveles de flexibilizacibn yparlamentarizaci6n delmismo.De oha parte, por-que la CPC intra-parlamentaria ha adhendo unl-nimementealaprermsamayorde~discursoestatalde laCPM la identidad capitalista y neoliberal delEstado de 1980. El senalado antagtmsmo no haincluido, pues -ni incluye-, el tema mayor de lareforma estructural del Estado liberal de 1980,sino, tan s610, desuoriginalmente alta concentra-ci6nvertrcalista. El problem de la legitimidadnoest6 pues en disputa entre las dares politicar.Enesteaspectosedaentre ellas,mlisbien,unconsen-so bdsico. En consecuencta, la puja de la CPC potacomodarse en el Estado legado por la CPM noincluye ningh objetivo tendiente a incrementarde modo sustantivo la participacih ciudadana en1asdecisionespriblras;niaestatixarm a socialiarlas decisiones autodticas del mercado, ni larpublic chofcesde 10s grandes inversionistas nacio-d e s y extrm)eros. Ni populism0 m esratismoaparecenenlosnortes dela penetraci6nestatalquepracticalaCPC.A cambio, tiende a esgrimtr cornbandera la "seguridad ciudadana"; la que, comoprincipio, time dos ventajas comparatrvas: una,permite implementar etiles 'ejercicios de enlace'mlaCPM; y,dos,permite legitlmaren etrospec-tiva (en lfiusula de defensa propia) cualquierailegitimdad perpetrada durante el (crudo) proce-so& Stnte-building anterior a 1989.Con odo, el forcejeo entre ambas clases politi-casnose reduce a la reap pa ci6n de la CPC en elmt rodelEstado y de la CPM en la periferia delver conelproblem de-inchoda resaca que

es de 10s antiguos y las

totalidad del eschdalo, pero siha iniciado la "dvoluci6n" de bs derechos desde el Estado a lSociedad Civil.Por esto,es deobvia conveniencelitaria que em resaca se mantenga flotando esuperficiesmanejables. Pues, si se a dejara erosioMI a fondolo$todavia dhbilesestratos amnbicosdaria pie para el desarrollo de cuestionamientoprofundos alrolhist6rico de lasFF.AA.-por ejemp b , deslegitimdo (casi) todo lo obrado poellas desde 1973 (0 aun desde antes). Ucuestionamiento de ew tipo, por contagro directosocavaria tpmbihn Ias bases sustentadoras del Estadode 1980,obligandoa la CPC-mi4nacomcda-da en el- a d e s d a r su linea de reconsti&ci0nretrocediendo hasta el hasfondo; o sea, hasta lsociedsdeivi1,fuentede cdakptimidad. Noesdmenorgravitaci6n el hecho de que la le@timaci6de oaDBHH haya hiciado el traspasode la 'fuente' de la derechos d d e el Estpdo a las baseciudadanas? Seeomprende,pos tanto -aunqwensejustifica-, quemlaCPMni IaCKehayandemoso voluntad polftlcapara permntode10sDDHHdesenvolviertcdasusCoRoeeueRc~as ist6rlcas, y que sehayaconcertadoa cambio (con mrpresa para muchospara regularloycont~r1o"dentrodeloosibleEn verdad, a esta altura del procero, cualquiemovimiento radical emanado de losDDHH onstituye, para ambas clases politicas, una amenazdud a su ahora compartida estabilidad. Como tanopuedenmenosque clasiflcaresa amenazacomunasuntoatingentea la segurrdad de la Naci6n.0a1menos,como una buena "raz6n de Estado", qulas mduce, en lo mfis alto, a negociar QUS espectvascuotasdepoderyestabilidad,yenlomdsbaa sellarm6shermhticamente10s cofres explosivohundidos en la memoria hist6rica popular.

Se comprende que 10s desplazamientos cruzados de la CPC y la ClM en torno a1 Estado de 198hanconduido pordesecharel debateoriginalacerca de la naturaleza estructural de ese Estado; e

9. ElenhsisenImderechos avdes y la ueaente eugendeacmuntnbdrtyala Iaseplihc?y depar)rapalwnparalobases.W.4 acekmndo qlprocesode dwoluci6ndepdaresm tod~slobpaL5$vanza4os Vhase elbfwllnde D@ h e etal.,RnnwntingCornnmmf (New Ywk, 1993


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@id& impecci6n dello que debaten hgrlor eientirtaspaliticw chilenos(y alguno de 811sI colegasbrheos)meia 110 &lo el h b h Estadoadenho'que circunda la Mayorla de lor adis ismumidorarriba, rinohdi6n a antigua cepadeese debate, que se emparenhhist6ri@ambr onibs discuPiOMImodemizadorasde mediadmBdsiglo diecinuevs ( p a d a m e n h r i s m o ~ ~l rei-nante presidmeialismo),odecomlenzosd d vein-te (presidewiiliamocontra el reinante parlnma-t~ismo).Comorrobrerva,sMoC;lrret6nySartoriseaprrrtandelos&niclsmorpmpimdeestadico-tomla cUsic$;@Ipfiimero, rwalorizando la "articu-lacidn" entre politica y s o c i W , y elclastacdo Ia "sfmasmar' (es dacir, local) deldgirnen politico imprank. DssafortunadamPn-tc, el primer0 se sitba an una perspectivefsnornenolbgicanbs bien oqwncrndtlca,mhtraaelw n d o 18mrpweenun udliria depibilrdn.der,mp.ndolarprobsbilidador.

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mada*juventud;de 10sEO",1973& akse popufae tambi4w seWW wv id o, con no menos dedsfh, contra elneolbedismo in&&ior exterior, apoyando en-tonce$los nodelosnacional-populistasde 10s pre-eidmm Edriardo Frei (padre)y Salvador Allende.Por lo que tampoco ha de extrai5ar que esas expe-rieqcias+ambih se hayan grabado profundamn-M en su memoria hist6rica. Sobre todo, en estecaso, en la llamada "gemracib del '68".Despubs de 1989, a clasl popular. aceptandocongelar buena parte de su memoria hist6rica,dej6 espacb a la esperanaa de que la democracianeoliberalquesucedi6enelChb~em b diebdu-ra neoliberal del general Pi&$, M anto quedemocracia, wsolverfa,aunque fueraenparte, sus f t u a c l O n d e o r h e ~ e x c l u ~ , r ~ r s a i b n y p o ~ e -a. uatroo einco a h esDu&. seest6 mabando de 10s merudosinternos. Esunhw&p verdo que "los procosos org an iz ahph rmad

, -----obsolescencia e irracionalidad? iPodrd d w anecerla et arrepennmiento de la @erna t ~ fque antes de 1987 optaba por la realdad de02


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Ia m e m d y i a dentidad populates den-mismo tipo devida, encircuito cerrado.En e l d m lobddel modelo mercantil, el con-tdde las peri6dicas agitacionesdel pueblo mar-ginalsdloes posible, a la larga, ensanchatdo el rolde lo pdifico basta ncluir la zona infectada por lacrisisdelosocial;ensancheque,exaaarnente,llevaa reducir el territorio de lo mercantll. De modoque,afin e cuentas, el moddo liberal 8610pueda

orden del'dia emanadade laresod, en 10s oidos del bajodilema a &lo dos salidas: iogam como indivduos la batalla del mercado, o se pierden c o rmasa en el c ~ a sin fin de la "anomia marginal"!%Ese dilema, vigente desde antes de 1989, hconcluidop r roducir un resultado hisMrico drelevancia enhsl: la repriwtizacrdn de (todos) lop m w m devida dd "hjo iteldo".E@decir, la ssun

plazo, m S s ue esterilizar, tsndwgn,a f(soterrados)procesosdondaea memod se reciclany reproducm.

dore hoy loque ayerquem6, yquem hoy oqueo, nobediencia a1 decreto iluslradode a d e r -

zadopor elcompls mercantil.Extirpan-una memoria madura de, por twotaloparcial-

I

pim sujetos opulam y QUS miem-asocincionpBajo la hegemonla cteciente de Iks rel~ionretorcer en su propia c a r e el giro de 180 marginder?t

10scostos no reembol-s por el sistema. Desechando dinAmicas dey agrupamiento lateral (tipiras de ladolas por una aceradaientada a conquistar,el exit0 1nercanti1.a~a


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os en supmpio pasa-y 0 6 , ada La memoria social del bajo pteblotiende, por eUo, a frag~t~entarse,stratificarse yesencontrarse. Las experienciasacumuladasporcada gm er ac ih se apilan una junto a la oha, sintocameo fusionerse:el viqo populism0 masculinoexitoso en 10s sesenta y t e m p r m setenta); elnuwo protagonismo femenino (creciente desdef i d e l o s etenta),yla protestajuvenil(abortadaa finesde 10s ochmta y co m i e m de 10s nwm-t A 10s electos desintegradores de la indivi-duaci6nneoliberalsesum,por tanto, la frapen-tad6n t edt ica y cronol6gica de la memoria hist6-nca popular, elquiebre generacional.Con ello, lastendencias asociativas laterales se deterioran yandan,debilitando el sentido de comunidd odepertenencia a identidades colectivas.Como actorocial,elbajopueblo,pues,sedesperfila.Estb,poranto,dqando de serun 'sujeto histbrico', y hans-o-dose en una 'masa an61nica'?~~Noobstantelo anterior,noes dificilobservaren

Luis 'Uno debsBandsproblemasdelppthlddad,queest5muydesarmlladonl a comum.eselindmduslumoLa~tePMoestdpreocvpadipw-~l~surutisfoc-d6npeftonalydesuhrmha Losj6venesdrcen ' q u l e n oconpstar~dtendodemp enremomohloons' Noksmtemsa a-er N el arte, ni la cultura, IW la pdibcaRe6eren'exharelprlo'conlosmgosPorquehpvenesm henenpmyecto. Hay un vado deul6@coqueH) hasushhudopolunconsmsmo dasnbenado So tratade*tar elpresente pnque no hay proyecto de huturnpara los 6vmes"(Taller de AdultosW 1,Cornurn SMJoaquin.I ' d n , G . Salazaretal, o a t)M: Los]*vMesylmpar~panen&plihca.Mbrbien.noet411 aW Poque ademdsos viqos nos [email protected] Ixabajplohdanl o s p ~ e q e s yxnpbusos selosllevabanlasn~os. smuyrudala polrtira.Y Imviqosmsublzan" (Tabde J6vbmx,ComUnsP Bsque, 2' malgunascomunasddsuryt 193mOe)sehahe& evi-ibidem)

elhj~ueblo,tambien xterio-te, genera l idas actitudes y conductas que expresan, de unmodo u otro, rebeldia, critrca, disidencia y oposici6nmanifiestahaciaelsistemaimperante.Locupone de relieve que,. en las bases populares, lindividuaci6n (consumista)exigida por el modelmercanti1,no ha anonadadoporcompletoalsujet(pensante),ni borrado del todo supercepci6nhiet6rica del "sindrome Sartori".Expresi6n tipica de ese supto popular es, poejemplo, su crltka a1 proceso de tramici6n a ldemocracia.Pues e a ransici6n -en la que se depositaronategrw esperanzas-no cmbi6 sus ondicionesdevidanialter6enlosustancial l ststernimpuesto por el r&gimen dictatorial.'3 Sipen vigentesel cwco pollcial y, en contrapunto,el "odia1 milico". Crece en sambro la critica a las nuevaofertas de la democracia: el muntopio y lalieitacioaespilblicasp r a proyectos de demrroll80cial.''%observa una desafiliici6ngeneralizad

43 T h eriumosh ma dequaungob io~~t~m*a UK o h a a combnr el .sunlo Qua Iba a k b e r mas~ ~ p ~ h a ~ ~ c o n m ~ r e c w n o s ,ha vbtg QW no.L o y ague tsud So meglan lw quebrrwrplatayhp0&err8grimwslendop&resA d d snoha cambwdu -to la rep re^& paqua10s pams y a lagaman a as pmww quevenden enI n a l e ~SUJIacLlavan Y mmdo unoham una p~oteoh p l oapnleanWorohw tuvLanor quek e r na bma y as presianardobramo para tener una c a d (Dmgente de Toma deb ~ a c o l e ~ ,~Liuwdrilconcha Intorme Proyeeto TAC,1993-94)"Haymu c h - qw odaviaes th muy atadas Toda-v hestannos gobemadmpa eloh0 gobierno Yo w e oestnmodgobemadmpo r dos gobrunm No pw uno En-ton- nuncavamosasab (PobladoradeL mhna,iCarchr& R de la Fuente, en Tramcdn a la democnaayorgmzaclonebp p u l s l e s " , T e w d e l a a t u r a , h c -lo& U Amp, 993,p 99)44 Marceb " h y un senhmiento gwmallwdo de falb deidentrhcaciln con el Munlclplo. y de hlta derepwsentahvidad realpor partedelasautondndesmUNopdes Parala, kabajadoreselMvlucipronohenenmgu-~ ~ 1 g n r f i ~ ~ 1 6 noeustenhnmnsdevokarovmcularlaexpMencls Iahralen el lmbito comunal Larelaa6n dela, eanosconelMunap10esmeramente mstrumenhl,ysedahndamentalmentea hav&delasluntndeVecrnos Enesta mmuna no enmte movmento obrero Tantola, tmb dore6mmo la, estudmntespasan todoeldk,fugade% comuna,demodo ue larelaahqueestablecanconlamhdmwdadcomunnlas- EstncomuMfa beadend"' (TalkdeAdult06No 2 C o w edroAguursCerda,S'&mop dt.)


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En Chile, en tres ocasionesdistintas pero conunmismo resultado liberal, 10s "ejercicios de I@-maci6n" h m sido ejecutadoscon dxit0 y rudezapor la CPM y la CPC; y sin bit0 N rodem, enposici6n antiliberal, por 10s movimientossociales.La triple ejecuci6n de tales ejerciciosha terminadopor sedimentar ~ ~ c u l t u r aoliticr liberaldeven-cedorery una cultura econ6mico-social de perde-dores. 0 $ea, una historia anversa de ilegitimi-dades legitimadas, y una historia reversa delegitimidades ilegitimadas!6Con todo, 10shechos indicw que, Rash ahora,pesea su riple imposici6n, el proyecto liberal noha producidoenChile ni la soluci6n de 10s proble-mas que afectaban previamente a 10s derrotadol,ni laefectivs adhesi6ndedstosalproyecto politicodesusv&ores.Loquenoespocodecir,pueselpoder que ha acumulado y manejado el proyectoliberalen 160afiosde historiadechile ha sidoy e.$,pordecirlomenoo, insuperable.La culturn liberalha tenido tiempo y recursos para extenderre no5610 sobre el plano macrofiricodel Estado y laSociedad Global, sino tarnbih sobre 10s planosmicrofisicos externor e internos de csda sujetosocial. Sin embargo,10s hxhos revelan que, en elplanodeloosujetospopulares,elriunfolibernlnoha sido exhaustivo.Que,por tanto, el "sindromeSartori"-"la longeva duraci6n de un regmen nopr an ti u nada si noes eficiente"- sigue frenando,alli, la exhaustividad de ese triunfo. Gbe decir,pues, que la longeva duraci6n del regimen liberalen Chile s610 prueba su poder para autorrepm-ducirse como sistema, pero no su capacidad para55. P.Abr~:'note.ontheDir~ful\ydShldyin%he9ate"(Oxford,U.K . , p a p e ; 19n),p. IS.56. AI eshldiar el Ephdo, dice P.Abrms eshldia 'Llegiitimad6ndeloilegiitimo";M. Poumuld lapolitic=CI lacontinuaci6nde la guerraporotrw medior".

autoritario ejecutado dracda&mnte entrey 1980vio, pese a todo, caminar laa supsis63y 1987.- ,+&?La relecturade lahistoriap6blica)ci Fep10s recuerdos privados muestrciente que, bajo la rnacro-ffsicaedominac16nliberalen

a impulsos del rnurrnullopnes horizontales de labmidad, en si, rube deasociaciones, y de las ormientos sociales. La legprincipio vital, la urdirnbre co

limites del sistema polfticovlo, a traves del tiempo, consigomismo.57 'Uno pcdria erpsrar que el colapo de IEuropa Onental hubma pr0duado.mfuerterevaluaci6nde nuesko ustema deaunquermhmfaltadoenhlsmtas,storaabsolutoelspntirpopular.ALtales ~ 0 t hay lejor de apmuendogobenwdo. lagentela lustom*ffind ofStsfc?58. LUIS 'Genera.

V I d a . . odriaSeTuna entiorgamaaaresssdalesaw


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entos sociales no puzden definineen 3htle, sin embargo, se ha hecho-ion= reivindicativas nemciadas n-&mal&nte, de cara al Estado, por i1ipJn (pan)actor colectivo. Es decir, por actores conformistasen raz6n de su identidad estructural, peroinconformistas en r d n de su oportunidad co-y u n t ~ r a l . ~ampoco pueden entendersecomo fe-n6menosepis6dicos o efimsros,por el h$chodeque s610 esporddicamenteernergen sobre el em-nariocupular de la historia anve m. Nielenfaquosocial-estructuralista ( d la Touraine), ni eltomcmtlelle de lor cientistaopolIhs,d un la#largas duraciones puramente estratiplficas (& laBraudel), recogen adrcuadnmente la dinbmEaprofundade loa movimientoa social-popula~@nunapaisdonde-cornoenChila-elr8gim@nlibernlha sido friplemente ineficiente.aEl problema que realmente aqueja al movi-mientosocial popular chilenonomslrfe ,puar,ensu falta de relacidn p i t i v a em la lqitinidad,sin0en su deficiente capaddad opp.rscloal paracmstruir Estado a partir de ella.ba- que ya no es postble comfruir "demoernriasrepresentativas como lap diWadas a eomignzosdeestesiglo". s decir,como quellasque intenta-

Jo& Luis Cea selial4-corn0 se astot6

rondisefbrlosSnavimientontosyW r e spropte socialesen oposici6na 0s iniQuis0, conesa afimci6n, prohistoria polltica" para 10s movila consolidaci6nperpehta del poder ingenleril?C a b decir que, except0 en algunos clrculochilenor,esatesisnoBsactualmentedefendidapninglih eientista social o politico internacionzlmente relevante.Pese a1briunfo rnundial de modemidad liberal, lor intelectualesde nota popularlzanb y n paradigma cfitico deemmodeectual releva hoy la

co ssipply-side, com

individuahw neur6tEco y fortaletiendo, pomp%licasde4 poden~~t iment - labo~~a1de drsarrollo ecodmico a la vez que capeidad de integraci6cornunitaria(Alemania y JapBn).Elconjunto de situacibn evoludona en el sentido de producprocesosde cambio Iento, insidimmente criticoque tieden a llamarse de posmodemizaci6nlP2Es evidente pues que, en Chile,10s movimietos sociales (populares)se hallan en una fase dn odo,el panorama gen

I hudidns en la histor61 La rrcrent% roducci6n poUtoldgin de Europa, EEtadUnrdos, CanadS y Auatrahaescomcidenteensenalarqe n ~ p a i s e s R % g @ n e r a l ~a cn'teaa lapolihcaprosod , mienbas %eeuge w aumen(0 sustnd~vodeparhapaa6naudadana en d gobierno c o m d AlgsllrvlivocurreenvarrmpmsesdeAmHcaLati~ 6 wpor qempb, de Wa em h i e s , To Gel Out of thr MuNogklvwhwd and Asaocptivh in Rmfr (Amslexdm

lpw).62.Pore p h p b A. Pneworslu,apitulism Yh id Daormc(canlbrldge,198s).T a ~ i ~ b S n,Crook,op.at


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