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IICA Instituto Interamericano para la Cooperación Agrícola Fondo de Población de las Naciones Unidas Proyecto COL/95/P06 LAS MUJERES DESPLAZADAS POR LA VIOLENCIA EN MONTERÍA Informe Final Fernando Bernal C Ph.D. Eva Inés Gómez Mayo de 1997
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Rural women displaced by the violence of both the paramilitary and the guerrilla groups

May 15, 2023

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IICA

Instituto Interamericano para la Cooperación Agrícola

Fondo de Población de las Naciones Unidas

Proyecto COL/95/P06

LAS MUJERES DESPLAZADAS POR LA VIOLENCIA

EN MONTERÍA

Informe Final

Fernando Bernal C Ph.D.

Eva Inés Gómez

Mayo de 1997

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

ÍNDICE

I. Introducción 5

II. La Lógica del Desplazamiento 8

El Orden Social 8

Formas de Violencia Ejercida 13

Agentes Generadores de Violencia 15

III. Condiciones y Características del Desplazamiento 17

Caracterización del Proceso Migratorio 18

Etapas de la Migración 19

Temporalidad del Desplazamiento 19

Composición Demográfica del Desplazamiento 22

Entorno Cultural y Económico del Lugar de Asentamiento 25

IV. Características Demográficas de las Mujeres Desplazadas 27

V. Características Demográficas de la Mujer Desplazada Jefe de Hogar 34

VI. Características Demográficas de los Hogares de las Mujeres

Desplazadas 37

Estructura por Sexo y Edad 37

Actividad Económica 42

VII. Mortalidad: Familiares Muertos por Causas Violentas 44

Número de Familiares Muertos por Sexo 45 2

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Estructura por Edad de las Defunciones 47

Parentesco 48

Lugar 50

Viudez 51

Orfandad 51

Pérdida de Hermanos 52

VIII. Actividades Económicas e Ingresos de las Mujeres y sus Flias 55

Oficios Desempeñados por Padres y Esposos 55

Tipo de Tenencia de Agricultores y Ganaderos 57

Destino de la Propiedad al Momento de Migrar 60

Actividades Económicas de Padres y Esposos en Cantaclaro 62

Actividades Economicas de la Mujer: en el Lugar de Procedencia 67

Actividades Económicas de la Mujer: en Cantaclaro 69

Ingresos del Hogar 70

Decisión del Gasto 72

IX. Capital Social 74

Organización y Participación Cívica en el Lugar de Procedencia 74

Organización y Participación Cívica en Cantaclaro 79

X. Relaciones con el Gobierno Local 83

Identificación de la Estructura Institucional del Gobierno Local

85

Mujeres que Llevan Tres o Más Años de Asentamiento 88

Sobrevivencia y Relaciones de Carácter Político 90

Atención del Estado y el Sector Privado en la Movilización 92

XI. Estrategias familiares de Supervivencia 94 3

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Red Familiar y Extrafamiliar 94

Consumo: Decisión sobre el Gasto 95

Orgnización del Consumo 96

Preferencia por Miembros 96

Jornada de los Niños 97

Atención en Salud 98

División Familiar del Trabajo 98

Capacitación 99

Allegamiento Cohabitacional 101

XII. Actitudes Expectativas 102

Proyecto de Retorno 102

Cambio de Lugar de Habitación 103

El Futuro 104

Solidaridad 104

XIII. Características de Bienestar de los Hogares de las Desplazadas 106

Tamaño 106

Condiciones de Vivienda 106

Tenencia de la Vivienda 107

Material de los Pisos 107

Servicio Sanitario 108

Agua 108

Número de Cuartos 108

XIV. Bibliografía 110

XII. Anexos 113 4

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

I. INTRODUCCIÓN

El fenómeno del desplazamiento forzoso de las mujeres y sus familias en una manifestación de la

manera como sociedades rurales atrasadas y debilmente estructuradas del pais, sufren un proceso

de desintegración bajo el impacto de diferentes formas de violencia. Es un retraso que se origina en

una vida política organizada por estructuras de carácter clientelista autoritario, y un órden social

que se caracteriza por una aguda polarización de clases, que no ha contribuido a que los individuos

hayan elaborado estructuras de cohesión social, o de pertenencia. Se han creado asi niveles muy

bajos de cultura cívica, que han terminado por crear organizaciones sociales muy débiles para

resistir las fuerzas exógenas desestabilizadoras.

En estas sociedades, por la multiplicidad de papeles que desempeña, la mujer ha sido una de las

víctimas más visibles de este conflicto. Dentro de una población de desplazados

predominantemente menor de 25 años, cerca de dos terceras partes corresponde a mujeres, de las

cuales el 25,0 % son cabeza de familia. Afectada por el fenómeno de la viudez, su migración a las

áreas urbanas la ha llevado a asumir nuevos roles sociales y económicos.

En este contexto social urbano, las mujeres han tenido que entrar a establecer nuevas relaciones con

el Estado y nuevas formas de organización social orientadas a garantizar la existencia del núcleo

familiar. Formas embrionarias de redes de organización y participación cívica, para promover la

confianza interpersonal y la confianza en unas ausentes instituciones del Estado, han sido parte del

inicio de creación del capital social que estas mujeres han promovido en su proceso de adaptación a

su nuevo entorno.

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Este ha sido el caso de las mujeres del asentamiento subnormal de Cantaclaro, Montería. Por ser

uno de los terrenos ocupados en la década pasada, este barrio se constituye en uno de los

asentamientos subnormales más grande de Montería, con una considerable presencia de

desplazados de la violencia. Con una extensión aproximada de 70 hectáreas, Cantaclaro está

ubicado en el extremo sur de la ciudad de Montería. Enmarcado por el ángulo que forma la

intersección del canal de aguas negras con la carretera que conduce a la población de

Planetarica, al suroccidente de la ciudad. El barrio está dividido en 11 sectores 1. Llama la

atención esta división geopolítica realizada por los habitantes del barrio. Esta no obedece a

caprichos del pensamiento colectivo, sino a lógicas determinadas por la naturaleza de la

ocupación de esa porción de territorio, al medio ambiente local y a las necesidades de

asentamiento de la población. Estas fueron condiciones que en el curso de la acomodación de las

familias, se fueron corrigiendo con la asistencia técnica de las entidades de vivienda y

planeación.

Expulsadas fundamentalmente del área rural del Urabá Antioqueño y Cordobés, una encuesta

realizada a 465 mujeres residentes de un número igual de hogares, permitió encontrar que al

momento del traslado, el 64,0 % de ellas viajó acompañada de 1-5 personas, y el 23,0 % con 6-9

personas. Los desplazamientos en grupos más numerosos, de 10 y más personas, fue realizado por

el 12,0 %. En el CUADRO 1.1 se observa que apenas un 2.6 % del total de mujeres viajaron solas.

Al contabilizar el número de personas que viajaron con estas mujeres, se tiene que un total de 2963

personas se desplazaron con ellas. El total de familiares desplazados con estas mujeres fue de 2614,

lo que representa el 88.2 % del total de desplazados. El total de personas no familiares trasladadas

en estos movimientos fue de 337 (11.4%).

1 La Carretera, Níspero, Las Cañas, El Paraiso, La Represa, Ñipi Plan A, Ñipi Plan B, Ñipi Plan C, El Canal, La Unión, La Isla. 6

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Confrontadas con el agravamiento de sus condiciones de vida en este asentamiento subnormal,

estas mujeres y sus padres y esposos de manera primordial, han recurrido a nuevas alternativas

económicas a través de un masivo traslado del sector primario de la economía al sector informal de

la venta ambulante y al sector de la construcción, lo que les ha permitido comenzar a generar

ingresos en su nuevo entorno urbano. Confianza, solidaridad entre ellas, una nueva naturaleza en

sus relaciones con las instituciones del gobierno central fundamentalmente, son virtudes cívicas que

han empezado a ser construidas al interior de este grupo de mujeres y de sus familias.

Para ellas como para los que participaron en la invasión que dió origen al barrio, existe un sentido

de pertenencia “barrial” que las fortalece como seres sociales. Es un sentido de orgullo, estabilidad

e identidad que las lleva a manifestar su deseo de permanecer en el barrio y no querer salir de alli,

lo que contrasta con la situación de marginalidad y de pobreza en que se hallan.

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

II. LA LÓGICA DEL DESPLAZAMIENTO

El desplazamiento forzoso de un grupo humano como el que conforman las mujeres que han

llegado a asentarse a Cantaclaro, es un hecho lo suficientemente representativo del conflicto

que está teniendo lugar al interior de la sociedad, que su análisis es fundamental para entender la

naturaleza de dicho conflicto.

Para comenzar, es un hecho que tiene que ver con las características del orden social dentro del

cual se da esta forma de violencia. Sociedades rurales que no han creado una clase media

vigorosa, y que además conforman estructuras muy ineficientes para que sus miembros accedan

a niveles adecuados de bienestar. Además, tiene que ver con la naturaleza de los agentes

sociales que ejercen esta forma de violencia. Agentes externos o internos, quienes por diversas

razones se han dado a la tarea de exterminar grupos o clases sociales de la sociedad. Y

finalmente tiene que ver con las formas mismas que reviste la violencia. Es decir, las formas

psicológicas y armadas que ha presentado la violencia ejercida sobre la sociedad .

El Orden Social

En relación con el orden social un primer aspecto importante de señalar es que la totalidad de las

mujeres desplazadas por la violencia y asentadas en Cantaclaro, han salido huyendo de

sociedades fundamentalmente agrarias, en las que predomina un orden social rural, aún en los

asentamientos urbanos que estas sociedades contienen. Son sociedades que a través de

8

Page 9: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaelaboradas estructuras, han establecido una intensa y compleja red de relaciones políticas,

sociales, económicas, entre campo/ciudad, pero que básicamente pueden definirse como

sociedades agrarias.

En este sentido, un primer resultado importante de esta investigación indica que un 85.4% de las

mujeres desplazadas por la violencia y asentadas en Cantaclaro han salido huyendo de

asentamientos rurales de los departamentos de Córdoba y Antioquia, cercanos al área de

influencia de Montería ; sólo un 14.0 % provienen de los asentamientos urbanos, las cabeceras

municipales. De este total, alrededor de la mitad de las mujeres desplazadas provienen de

Córdoba y un 47,7 % de Antioquia. Tan solo un 1,0 % provienen de otros departamentos

diferentes (ver gráficas 2.1 y 2.2 y cuadro 2.1 ) Dos cuartas partes de las mujeres fueron

desplazadas de la zona rural de Antioquia y un 45% del área rural de Córdoba.

Al interior de estos departamentos se configura un mapa regional que muestra que los desplazados

asentados en Cantaclaro provienen del Urabá antioqueño (Apartadó, Necoclí, Arboletes, San

Pedro, San Pedro de Urabá, Turbo, Chigorodó, San Juan de Urabá, Carepa y Mutatá) y del Urabá

cordobés (Montería, Tierra Alta, Canalete, Valencia, Los Córdobas y Puerto Escondido). De dichas

zonas son oriundas el 86.4 % de las mujeres desplazadas, repartido por partes iguales entre el

Urabá antioqueño y cordobés, 43.2%.

En el Urabá antioqueño, los municipios que más mujeres desplazan son Apartadó, Necoclí y

Arboletes, entre los tres dan cuenta del desplazamiento de un 27,0 % de las mujeres, seguidos de

San Pedro y San Pedro de Urabá 10,0 %. En el Urabá cordobés por su parte, los principales

municipios expulsores son Montería y Tierra Alta, los cuales contabilizan un 31,0 % de mujeres

desplazadas y, en menor proporción, Canalete y Valencia 11,0 %.

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Page 10: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaDesde el punto de vista de la estructura de relaciones y la organización social, al interior de estas

sociedades los resultados presentados muestran que en el 45.4 % de los hogares de las mujeres

desplazadas, sus esposos o compañeros permanentes, pertenecían al grupo de asalariados

agrícolas, es decir, vivían de vender su fuerza de trabajo en actividades agrícolas. En otro grupo

importante de hogares, un 39,6 % de los esposos estaban dedicados a la agricultura y/o la

ganadería como productores directos, es decir, componían un grupo social de campesinos

independientes dedicados a la producción de alimentos. Un último grupo de esposos que

representaban un 9,1% estaban vinculados al sector urbano de servicios como artesanos

independientes o vendedores públicos. Estos resultados muestran que la composición social de

los grupos afectados por la violencia y posterior expulsión, es diversa, cubrió estratos diferentes

de una estructura social propia de sociedades agrarias. A juzgar por la baja capacidad económica

demostrada para rehacer sus vidas en el entorno urbano, en Cantaclaro, y la condición de

asalariados de cerca de la mitad de ellos, se puede pensar que pertenecían a estratos sociales de

bajos niveles de ingreso dentro de la sociedad de origen.

Desde el punto de vista de las normas de reciprocidad y redes de participación cívica, es decir, el

capital social que caracterizaba el orden de la vida social de las sociedades a que estos grupos

pertenecían, como más adelante se presentará (ver capítulo IX ) éstos se caracterizaban por la

muy débil estructura de cohesión social, y el muy bajo nivel de cultura cívica existente. Cerca

de un 80% de las mujeres no pertenecían a ninguna organización de carácter cívico, ni

participaba en ninguna actividad organizada por la comunidad. Este es un aspecto importante,

porque de alguna manera refleja el pobre vigor de la vida cívica de estas sociedades, y la pobre

noción de pertenencia de sus miembros. Es una señal de la limitada capacidad de las mismas

para enfrentar factores exógenos de violencia que atentan contra la vida social y la organización

económica. Esta es un señal de la debilidad del orden social establecido en estas sociedades, así

como de la escasa o nula confianza de estos grupos sociales en la institucionalidad existente.

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Page 11: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaDesde otro punto de vista de este orden social, se encontró que un 43.2 % de las mujeres

desplazadas eran nativas de la sociedad de la cual fueron expulsadas por la violencia y un 49,0 %

fueron expulsadas de lugares de los cuales no eran nativas. Es decir, hasta este punto del análisis

se puede afirmar que en términos del orden social, pero más concretamente del civismo y la

capacidad de organización de la sociedad a la que pertenecían las mujeres, no se encontró

ninguna diferencia el hecho de que éstas fueran nativas o no de la sociedad. Es decir, que tanto

las que habían migrado de otras regiones, como las nacidas allí mismo, presentaban las mismas

características de muy elementales señales de cultura cívica en lo que tenía que ver con su

integración a estas sociedades.

Desde el punto de vista del bienestar de estas sociedades, de acuerdo a los indicadores de

Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), para 1993 la población de Córdoba que se encontraba

en condiciones de pobreza era del 65,2 %, y un 36,5 % estaba en condiciones de miseria. El

cuadro Anexo 2.2 presenta la población de acuerdo a los indicadores de Necesidades Básicas

Insatisfechas (NBI) para los principales municipios expulsores de población del Urabá antioqueño y

cordobés.

Se observa que la mitad de la población de Montería tiene necesidades insatisfechas, y es altísima

la proporción en estas condiciones en el área rural, 78.2 %. En los municipios de Tierralta y

Valencia la situación es peor, 90,0 % y 88,0 % de población con NBI, respectivamente, y más de la

mitad en miseria. Otro tanto sucede en los municipios del Urabá antioqueño. En Arboletes,

Necoclí y San Pedro, un 80% o más de la población tiene NBI y en la zona rural las proporciones

ascienden a más del 90%. En Necoclí, dos de cada tres personas padecen miseria. En Apartadó, el

nivel de pobreza es un poco menor, 51,0 %, sin mayores diferencias por zona.

Es decir, son sociedades en las que las formas organizadas de producción predominantes, caso de la

gran explotación ganadera y la explotación bananera capitalista, no constituyen estructuras

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Page 12: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaeconómicas que permitan que los individuos miembros de estas sociedades puedan acceder a

niveles adecuados de bienestar. Es decir son sociedades no funcionales e ineficientes, pues solo

producen pobreza.

Formas de Violencia Ejercida

Desde el punto de vista de las formas mismas que toma la violencia que lleva a la expulsión de

las mujeres y de sus familias, estas mencionaron a la amenaza 44,0 %, como la principal de

estas formas de violencia ; en segundo lugar fueron señalados los asesinatos 23,2 %, y por

último un 19,0 % señaló al miedo. Es decir, la violencia psicológica es la forma predominante

de coacción de los diferentes agentes encargados de la misma en estas sociedades. De esta

manera, si a la amenaza se agrega el miedo señalado por las mujeres, el cual se puede

interpretar, en parte, como resultado de la amenaza, se tiene que esta última es la forma de

violencia más importante que produce la migración de las mujeres y sus familias.

Por otro lado, estos resultados están señalando que de hecho el individuo no tiene confianza en

las instituciones, bien porque éstas no existen o porque desconfía de ellas (Ver capítulo VII).

Así, ante la amenaza, el individuo solo contempla la opción de migrar porque considera que no

hay quien garantice sus derechos básicos, como el derecho a la vida, la propiedad, etc. Esta falta

de institucionalidad, acarrea el máximo costo para los individuos que pretenden llevar a cabo

cualquier actividad económica, cual es el de perder toda la inversión realizada. Esta forma de

violencia es más generalizada que el asesinato, el cual solo fue señalado por un 23,2 % de las

mujeres desplazadas. Ello a pesar de que un 40,0 % de las mujeres mencionaron la pérdida de

familiares por causas violentas en diferentes épocas de sus vidas.

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Page 13: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería El efecto claro de estas diferentes formas de violencia, es el de afectar a productores agrícolas y

asalariados agrícolas. Al destruir los grupos sociales básicos de estas sociedades, estas

sociedades están quedando desarticuladas e inhabilitadas para su reconstrucción en la forma en

que venían funcionando

Agentes Generadores de la Violencia.

Conocer la naturaleza de los agentes que directamente promueven la violencia en estas

sociedades, ilustra acerca de las características políticas del conflicto, y también de la rationale

económica del mismo.

La multiplicidad de actores que intervienen tienen sus especificidades regionales . En este caso

concreto, en que los desplazados provienen de Urabá principalmente, los actores específicos que

intervienen son la guerrilla y los paramilitares; los primeros, han consolidado su presencia en estos

escenarios, y los últimos, los paramilitares, están haciendo presencia, como respuesta para enfrentar

a la guerrilla.

Analizando el total de respuestas, se tiene que la guerrilla 71,0 %, es señalada como el principal

agente promotor de la violencia que los llevó a migrar; seguida en un lugar secundario por los

paramilitares 18,0 %. Estos grupos tienen gran presencia en el Urabá. Ellos, con las diversas

modalidades de violencia que ejercen sobre la población ( amenazas, desapariciones y desalojos),

han producido un 89,0 % de las salidas forzosas.

Las cifras revelan algunas de las características ya conocidas del conflicto. Es decir, que tanto en

Urabá como en Córdoba, la guerrilla ha sido el principal protagonista y por más largo tiempo del

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Page 14: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaenfrentamiento con el Estado; que el paramilitarismo más reciente, es menos identificado por la

población como generador de la violencia y le disputa a la guerrilla el predominio en la región.

La poca identificación de la actividad del paramilitarismo, bien puede deberse a que la población

desplazada tiende a identificar a los diferentes grupos armados con la guerrilla.

Es propio de regiones como la de Córdoba, que los grupos paramilitares promuevan el

desplazamiento forzoso, con intenciones políticas y además por razones económicas. Es este el

razonamiento que se encuentra en muchos de los análisis contemporáneos, de fenómenos como

el llamado “neolatifundismo”, el cual identifica al narcotráfico como el mayor comprador de

estas tierras.

Las mujeres desplazadas señalan como el origen de su desplazamiento forzoso a un único agente

armado; apenas un 7,0 % de las mujeres reportó o responsabilizó a 2 o más agentes armados,

incluyendo a la guerrilla con otros actores, especialmente con paramilitares, 5,0 % (GRÁFICO 2.4 )

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

III. CONDICIONES Y CARACTERÍSTICAS DEL DESPLAZAMIENTOONDICIONES Y CARACTERÍSTICAS DEL DESPLAZAMIENTO

Una de las mediciones importantes del alcance de la violencia al interior de una sociedad, está

dada por la dimensión del impacto que esta produce en la estabilidad de los asentamientos

humanos allí constituidos. El desplazamiento forzoso de sus miembros de los asentamientos

establecidos, sin duda se toma como la muestra de un nivel de violencia muy alto que la

sociedad no puede enfrentar.

Los desplazamientos, sin embargo, pueden presentar diversas categorías. Este puede ser un

desplazamiento forzoso de su población nativa de toda la vida ; de su población nativa de

retorno ; o de población inmigrante. El desplazamiento también puede ser temporal o puede ser

definitivo. Puede ser además un desplazamiento individual, involucrar la familia o involucrar

todos los miembros de la sociedad, es decir, ser colectivo.

La diversa combinación de estos factores puede llevar a que este producto de la violencia tenga

como resultado final la desaparición parcial o total de determinados grupos sociales y la

recomposición de la estructura social al interior de estas sociedades.

Caracterización del Proceso Migratorio

Desde el punto de vista de la condición migratoria de las mujeres, en el momento en que

fueron víctimas de la violencia que forzó su migración, se encontró que cerca del 50,0 % de las

mujeres desplazadas eran nativas del municipio de donde fueron expulsadas y un 49,0 % eran

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríainmigrantes. Dentro de este grupo un 64,0 % provenía de Córdoba, y un 28,7 % provenía de

Montería.

Esta población nativa puede subdividirse en:

* Nativas de toda la vida: Es decir, aquellas mujeres que no tenían una historia migratoria

anterior, pues habían vivido toda la vida en su lugar de nacimiento. Este tipo representa el 43.2 %

del total y el 85,0 % de población nativa.

* Nativas de retorno: Comprende la población que habiendo nacido en el municipio, había

emigrado en algún momento de su vida a otras localidades y regresado de nuevo a su lugar de

nacimiento desde donde fueron desplazadas a Cantaclaro. Esta clase alcanza un 15,0 % dentro del

total.

Población Inmigrante: Aquí se consideran los desplazamientos de población no nativa del lugar

desde donde fueron expulsadas, que son del orden del 49,0 %. Esta es una población que es

originaria principalmente del departamento de Antioquia (60.5 %).

Este flujo de población inmigrante se puede separar en

*Inmigrantes del departamento: Son los movimientos de población que aunque no nació en el

lugar de expulsión, es nativa de otros municipios del departamento. Ellos ascienden a 37,0 %.

*Inmigrantes de otros departamentos: Corresponde a los flujos de población inmigrante originaria

de municipios fuera del departamento. Representan el 31,0 % del total de desplazamientos. Ella

asciende al 62,7 % de los inmigrantes.

Etapas de la Migración 16

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Se puede además mencionar otras modalidades de desplazamiento según las etapas entre el lugar de

expulsión y el destino final. Estas serían directos o escalonados. En esta población concreta,

prevalecen los movimientos directos, apenas un 6.7 % realizó desplazamientos en etapas o con

tránsitos.

Considerando la zona de residencia en el lugar de salida y en el lugar de asentamiento, se pueden

categorizar como: urbano-urbano y rural-urbano. Para las mujeres desplazadas que se han

asentado en Montería, los primeros representan un 14,0 % y los últimos, rural-urbano, son los más

frecuentes, 85,0 % del total de desplazamientos.

Temporalidad del Desplazamiento

Este hace referencia al carácter definitivo del proceso migratorio en el transcurso del tiempo. No

obstante, aquí se presentan dificultades al tratar de categorizarlos, puesto que esta dimensión

temporal da grados de temporalidad e indefinición y es difícil saber cuando los traslados dejan de

ser indefinidos para convertirse en definitivos. Hecha esta salvedad, para la aproximación que aquí

se intenta, se decidió involucrar varios elementos. Estos fueron:

* el tiempo de residencia transcurrido en el asentamiento,

* la consideración sobre la temporalidad del movimiento,

* la intención de retorno al lugar de origen y

* la intención de cambiar de lugar de residencia.

De acuerdo a ellos, los desplazamientos fueron definidos como temporales o definitivos.

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Page 18: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería Desplazamiento Temporal Se consideran como tales los traslados recientes, sobre los

cuales no se sabe que dirección van a tomar. Por traslado reciente se entiende la población que

lleva como máximo un año de asentamiento en Cantaclaro.

El carácter temporal del traslado podría estimarse en alrededor de un 20,0 %: un 19.6 % de las

mujeres son inmigrantes recientes, y un 21.3 % consideran que el traslado es temporal.

Desplazamiento Definitivo Este podría situarse en cerca de un 80,0 %, teniendo

en cuenta el tiempo que llevan viviendo las mujeres en Cantaclaro. Más de la mitad son

desplazadas antiguas, con más de 3 años de residencia en el barrio y un 26,0 % lleva entre 2 y 3

años.

Además, entre estas mujeres desplazadas no parece existir la intención de retornar al lugar de

origen (apenas un 6.2 % quiere regresar).

Cambio de Residencia Al considerar el deseo de cambiar de residencia 37,0 %,

manifestaron deseo de cambiarse sobre todo a otro barrio de Montería o a otro sector de Cantaclaro.

Si se toma el 13,0 % que desea mudarse a otro sector del barrio, se tendría que solo un 24,0 %

quiere salir de Cantaclaro y si se suma el 17,0 % que desea trasladarse a otro barrio de Montería,

quedaría un 7,0 % de mujeres que quieren cambiar de lugar de destino.

Un 63,0 % no desea cambiar de lugar de vivienda, entre otras cosas, porque considera que está bien

en Cantaclaro. Al agregar las mujeres que quieren cambiarse a otro sector del barrio o de la ciudad,

se tendría que, por cada 100 mujeres, 76 no piensan salir de Cantaclaro, y 93 de la ciudad, por lo

menos por ahora.

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Page 19: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaLa apreciación, por parte de estas mujeres sobre la temporalidad del traslado, corrobora las cifras

anteriores: un 79,0 % considera el traslado como un hecho definitivo. Otro tanto sucede con el

retorno, el cual amerita un mayor análisis.

* Perspectiva de Retorno al Lugar de Origen (lugar de expulsión): Es significativo que un

94,0 % de las mujeres desplazadas no tiene la intención de regresar al lugar de residencia anterior.

Entre las razones que aducen están el miedo a la violencia 63,0 % y su contraparte, que ahora se

sienten tranquilas y en paz 22.4 %. Este es un indicio de las efectos psicológicos del

desplazamiento por causas violentas, sobre el individuo: la interiorización y generalización del

miedo, convirtiéndose éste en una constante en la vida de los desplazados.

Ante esta perspectiva, los traslados se convierten en definitivos, pues es poco probable que esta

población retorne, si además se considera que las condiciones en el lugar de

origen no se han modificado. Puede que cambien de destino y continúen ampliando su historia

migratoria, pero estarán desarraigados de su lugar de origen.

Y estos traslados definitivos son expresión del proceso de desarraigo que va experimentando la

población desplazada con el transcurso del tiempo, por la pérdida no solo material, sino por la

pérdida de sus principales referentes y vínculos vitales de su existencia (familiares, económicos,

sociales y culturales), de su sentido de pertenencia

Así lo sugiere la visión de un 'cierto retorno', a la pregunta de si le gustaría vivir en un lugar con

condiciones semejantes a las del lugar de origen: un 92,0 % contestó que sí. Y es que las razones

que dan las mujeres para regresar al lugar de origen: trabajar la tierra, estar con la familia y mejor

nivel de vida (aunque los datos no sean contundentes, pues son pocas las mujeres en esta categoría),

sugieren el anhelo por recuperar de alguna manera su universo personal perdido.

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Page 20: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería Composición Demográfica del Desplazamiento

Desplazamiento Familiar. La emigración del grupo familiar parcial o en su totalidad, ha

sido la característica del desplazamiento forzoso de las mujeres asentadas en Cantaclaro. Un

79,4% de las mujeres afirmaron haberse desplazado con su familia. Es decir, además de que es

una migración definitiva, en ésta se halla envuelto el grupo familiar, lo que claramente está

indicando el alcance del impacto de esta violencia en las sociedades de donde provinieron estas

mujeres y sus familias.

Estos grupos familiares han estado compuestos por un mínimo de miembros del núcleo familiar

que oscila entre 2 y 11 miembros. Tres cuartas partes de estos grupos desplazan entre 2 y 6

miembros, y una cuarta parte entre 7 y 11. En este tipo de desplazamientos se movilizaron 1.964

personas, con un promedio de 5.3 personas por familia. (pág. 15 ? ? ? ). Las mujeres en

ocasiones tienen que viajar solas con los hijos, pues el jefe ha salido con anterioridad, ha sido

muerto, ha desaparecido, o se queda.

Desplazamiento Colectivo Estos movimientos están conformados por miembros de la

comunidad como vecinos, amigos y compadres, que se movilizan, bien sea solos, o con su

respectivo grupo familiar, o parte de él. Un 18,0 % de las mujeres respondieron haber realizado su

desplazamiento en forma colectiva. En algunos casos, han viajado conjuntamente hasta más de 20

personas. Más de la mitad de estos éxodos trasladan entre 12 y 20 personas o más y un 40,0 %

entre 3 y 11. El total de población desplazada bajo esta modalidad fue de 987 personas, con un

promedio de 11.8 personas por grupo.

20

Page 21: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería Desplazamiento Individual Este tipo de emigración obedece a circunstancias inminentes o

extremas de amenazas o atentados contra la persona que se desplaza sola; suele ser muy escasa en el

caso femenino, ya que la principal víctima o blanco de este tipo de violencia es la población

masculina. En estas situaciones, la persona amenazada se moviliza primero de manera precipitada

y luego el resto de la familia (aunque en algunos casos la separación puede ser definitiva). De las

mujeres desplazadas asentadas en Cantaclaro, tan solo un 2,6 % se movilizaron solas, es decir, que

lo usual es que las mujeres viajen acompañadas y con la familia.

Esto contrasta con los resultados del estudio del Episcopado Colombiano sobre hogares

desplazados, en el cual estaban incluidos los jefes de hogar hombres. Este estudio reveló la

significación del desplazamiento individual, alrededor de un 20,0 %, mientras el colectivo era un

poco menor 12,0 % y el desplazamiento familiar se situaba en 67,0 %. Estos resultados podrían

explicarse quizá por el hecho de que la población encuestada en el estudio del episcopado, era

mayoritariamente masculina, sugiriendo diferencias, por sexo, en cuanto a las modalidades que

toma el desplazamiento.

Emigración Familiar Total/ Parcial Emigración Familiar Total/ Parcial Los desplazamientos familiares forzosos pueden

involucrar a la totalidad de los miembros del núcleo o por el contrario solo a algunos de ellos, con

la esperanza de que más adelante se reunirán. Un 85,0 % de las mujeres desplazadas que emigraron

con su familia lo hicieron con la totalidad de los miembros, es decir, viajaron con la familia

completa; tan solo un 15,0 % se movilizó con la familia incompleta. Esto sugiere que en el caso de

las mujeres es más frecuente que el desplazamiento familiar sea completo, con la totalidad de sus

miembros.

Al observar las condiciones familiares en Cantaclaro, se encuentra que apenas un 64,0 % están

reunidos actualmente un 20,0 % menos del que inicialmente había viajado unificado. Sin embargo,

21

Page 22: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríahay que anotar que los procesos organizativos posteriores al desplazamiento no siempre implican la

reunificación; en algunas situaciones esta reorganización conlleva separación y dispersión cuando

algunos de sus miembros de organizan de manera independiente; y, en otras, como consecuencia

del desplazamiento se produce la desintegración familiar.

Del total de mujeres desplazadas cuya familia no está reunida actualmente, un 64,0 % tiene la

intención, o por lo menos conserva la ilusión, de reunirse nuevamente. Sin embargo, la proporción

de mujeres que no tienen esa intención de reunificación familiar es elevada, un poco más de la

tercera parte 36,0 %. En estos casos parece definitiva la separación y se ha perdido la esperanza.

Entorno Cultural y Económico del Lugar de Asentamiento.Entorno Cultural y Económico del Lugar de Asentamiento.

Lugar de Asentamiento Lugar de Asentamiento Montería se ha convertido en lugar de recepción de

población desplazada del Urabá antioqueño y cordobés. La elección del lugar de asentamiento por

parte de los desplazados involucra consideraciones como la cercanía espacial, la presencia de

familiares y conocidos, las oportunidades económicas, la similitud cultural, entre otras condiciones

que parece ofrecer Montería.

De hecho, un 70,0 % de las desplazadas son nativas de Córdoba y un 32,0 % de Montería

específicamente. Además, existen vínculos culturales, económicos y una cierta idiosincrasia en la

región del Urabá. Y si bien los desplazados que huyen de la violencia, buscan cierto anonimato por

el temor que puedan correr sus vidas. Parece que en Cantaclaro encuentran garantías de seguridad,

tal vez por la circunstancia de existir allí una brigada militar y una organización de desplazados.

Del total de mujeres desplazadas residentes en Cantaclaro, una de cada cinco llegó en los 12 meses

anteriores a la encuesta y una de cada cuatro mujeres lleva entre 1 y tres años viviendo allí. Un

22

Page 23: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríapoco más de la mitad 54.6 % son residentes antiguas, con más de 3 años. Los sectores del barrio

donde se localizan principalmente estas mujeres son: Unión con un 32,0 %, seguido de Isla con un

17%. Los sectores de Ñipi A, B y C, agrupados, concentran un 20,0 % de las desplazadas.

Hogar de RecepciónHogar de Recepción El lugar a donde llegan a vivir inicialmente los desplazados

depende en parte de las posibilidades económicas, y de las relaciones familiares y sociales que se

tengan en el lugar de asentamiento escogido. La gran mayoría de las mujeres desplazadas tenían

relaciones familiares y/o sociales al momento de llegar a Montería 86.4 %. El 72.5 % de las

mujeres se ubicó en hogares de familiares y un 13.3 % con amigos.

Por condiciones económicas o tal vez por ausencia de relaciones en la ciudad un 10,0 % arribó a

hogares independientes. Es notoria la baja proporción de mujeres que habitaron en tugurios 3.4 %,

muy inferior a la cifra del estudio del Episcopado 16,0 %.

Aquí puede observarse el papel jugado por los lazos familiares y sociales, los que ponen en

funcionamiento redes de solidaridad que posibilitan la supervivencia. Un gran porcentaje de las

desplazadas asentadas en Cantaclaro han nacido en el departamento 70,0 % y una tercera parte es

nativa de Montería, por lo que no es difícil pensar que estas mujeres hayan mantenido nexos con el

lugar de origen o lugares cercanos a él. Este funcionamiento de redes solidarias explicaría, en parte,

que apenas una pequeña proporción de mujeres hubiera llegado a tugurios.

Condiciones Económicas a la Llegada Condiciones Económicas a la Llegada Las precarias condiciones económicas en

que llegan estas mujeres, víctimas del destierro forzoso, las obligó a permanecer en los hogares

receptores en calidad de “arrimadas”, y más de la mitad se encontraban en esta situación 53.5 %.

23

Page 24: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaPor posibilidades, o por exigencia, un 27,0 % colaboraba con los gastos del hogar al que se había

allegado y solo un 12,0 % de las desplazadas pagaba arriendo.

24

Page 25: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

.IV. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS DE LAS MUJERES DESPLAZADAS

En esta sección se presenta una breve descripción sociodemográfica de la población que ha sido

desplazada de manera forzosa. Además de la población femenina, en la cual está puesto el énfasis

de este estudio, se incluye en el análisis la población total que conforma los hogares de estas

mujeres y la población cabeza de estos hogares. Finalmente, se examinan algunas características de

los hogares de las mujeres desplazadas.

Población Femenina Desplazada Población Femenina Desplazada

Lugar de Nacimiento Como se observa en el GRÁFICO 4.2., la mayoría de la

población femenina desplazada establecida en Cantaclaro es nativa de los departamentos de

Córdoba y Antioquia 96,0 %, apenas un 4,0 % es originaria de otros departamentos. Más de dos

tercios de las mujeres nacieron en Córdoba 69.7 % una de cada cuatro en Antioquia, y alrededor

de un tercio en Montería. Estos representan el 46,0 % del total de nativas de Córdoba. Estas

últimas podrían calificarse como migrantes de retorno.

El lugar de nacimiento de las mujeres desplazadas, de acuerdo a la zona de residencia, es

mayoritariamente rural 76.8 %. Más de la mitad provienen del área rural del departamento de

Córdoba 53,8 % y cerca de una quinta parte de Antioquía 22,0 %. Es

decir, así como su lugar de residencia en el momento de ser desplazadas por la violencia era el

sector rural, en un alto porcentaje, también su origen por nacimiento es rural.

25

Page 26: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaEdad La distribución por edad indica que el desplazamiento afecta principalmente a las

mujeres adultas en edades jóvenes. No hay que olvidar que en esta distribución no se incluye la

población menor de 12 años y que el período de referencia del estudio es de 10 años, de tal manera

que, al momento del desplazamiento, las mujeres podían tener hasta 11 años menos de la edad

actual.

Examinando el GRÁFICO 4.3. se encuentra una cúspide dilatada, entre los 25 y 39 años: en este

rango se concentra la mitad de las mujeres, con una edad media de 36.5 años. A partir de los 40

empieza un descenso paulatino. Las menores de 25 años representan el 17,0 % y la población de 50

años y más ascienden a 16.4 %. Los datos están señalando como la violencia está afectando, de

manera primordial, al grupo de mujeres que se hallan en el rango de edad más productivo

económicamente.

Parentesco En lo que tiene que ver con el parentesco y el rol desempeñado por la mujer

desplazada, esta investigación encontró que un 56,0 % se desempeñan como esposas o compañeras,

y un 38,0 % se desempeñan como jefa de hogar. En el GRÁFICO 4.4. se ve claramente que la

condición por parentesco de las mujeres desplazadas es la de

jefa de hogar o la de cónyuge 95,0 %. Las hijas son tan solo un 3,0 % y los otros parentescos no

tienen relevancia.

Es significativo el nivel que alcanza la jefatura femenina del hogar, muy superior al promedio

nacional (este era de 22.5 %, para 1993 de acuerdo a la Encuesta CASEN). Es más, para el

departamento de Córdoba la proporción de hogares con cabeza femenina 21.9 % era, en la práctica,

igual a la cifra nacional. Este porcentaje refleja los efectos de la mortalidad de adultos hombres en

el rol reproductivo y económico que tiene que desempeñar las mujeres en estas sociedades afectadas

por la violencia..

26

Page 27: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaEstado Conyugal En lo que hace al estado conyugal de las mujeres desplazadas, tres de

cada cuatro mujeres han establecido algún tipo de unión. Entre estas prevalece la unión de hecho

57.6 % , sobre la legal 17,0 %. Esta es un tipo de práctica conyugal muy frecuente en la región

atlántica, en particular en la sociedad rural, en donde la prevalencia de la familia extensa sobre la

nuclear, facilita en parte, las uniones sucesivas y la diferente paternidad para los hijos de una

misma mujer. Un 12,0 % de las desplazadas es viuda, un 7,0 % se encuentra separada y otro tanto

es soltera. Es decir, que casi una de cada cuatro no tiene cónyuge (ver GRÁFICO 4.5.).

Educación El nivel educativo de esta población no es alentador. Aún si se compara

con el estudio del Episcopado, los resultados están indicando un nivel más bajo que el presentado

por la población de dicho estudio.

Así, en términos del analfabetismo, este se presenta en el orden del 31,0 %, y una tercera parte no

ha recibido ninguna instrucción. Por otro lado, el nivel de escolaridad de las mujeres que tienen

algún estudio es bajo. Los resultados indican que cerca de la mitad de estas mujeres han cursado

estudios primarios, pero solo un 15,0 % ha concluido este nivel. Un 14,0 % tiene estudios

secundarios, aunque apenas el 2.4 % los ha completado. El promedio de años de educación

resultante es 5.3; las mujeres menores de 35 años poseen un promedio un poco mayor, con 1.4 más

de años cursados que las mayores de 34 (5.8 vs. 4.4). Estos indicadores de educación, son una

muestra más de las precarias condiciones socioeconómicas de vida de esta población, a lo cual se

puede agregar los indicadores de NI que se presentaron para los municipios de donde fueron

expulsados.

Asistencia Escolar Dentro del grupo de desplazadas, un 86,0 % de las mujeres del

estrato de 12 - 19 años asistía a un centro educativo antes del traslado. Como consecuencia de 27

Page 28: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaéste, la asistencia escolar cayó dramáticamente, al 24,0 %, de tal forma que en la actualidad, cerca

de tres de cada cuatro jóvenes de este estrato, están por fuera del sistema educativo.

Esta inasistencia escolar actual muestra la magnitud de la deserción como consecuencia del

desplazamiento. Y podría interpretarse como un ajuste al interior del hogar ante la necesidad de

enfrentar la nueva situación. Este ajuste puede involucrar el abandono de los estudios por

insuficiencia de recursos y/o incorporación a la fuerza de trabajo, de nuevo por necesidad

económica del hogar.

Actividad Económica Esta información hay que mirarla con cierta reserva, ya que

una gran cantidad de las mujeres procede de áreas rurales, en las que la realización de ciertas

labores productivas hacen parte de las tareas del hogar. Además, la encuesta no mide realmente el

desempleo como tal, sino más bien la desocupación.

La participación de la población femenina en la actividad productiva era muy baja antes del

desplazamiento 15,0 %. Aproximadamente cuatro de cada cinco mujeres se dedicaban a las labores

del hogar. Después de la migración, la actividad se incrementó al 34,0 %, y el porcentaje de

mujeres en el hogar bajó a 64,1 %.

Posición Ocupacional De acuerdo con la distribución de las mujeres por categoría

ocupacional, se observa que más de la mitad de las mujeres estaba ocupada por cuenta propia,

(vendedoras y lavanderas) un 35,7 % era obrera o empleada. Le seguían las empleadas domésticas

11,4 %. Tras el desplazamiento, la estructura ocupacional varió: las categorías cuenta propia y

empleada doméstica aumentaron, en especial la primera 54,2 vs. 67,7, y también aumentó,

aunque en menor proporción, la categoría otra 6.6 %, entre las cuales se consideran a las madres

28

Page 29: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríacomunitarias. Por su parte la categoría obrera empleada descendió a menos de la mitad, de 35,7 % a

14,5 %.

29

Page 30: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

V. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS DE LA MUJER DESPLAZADA JEFE DE V. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS DE LA MUJER DESPLAZADA JEFE DE

HOGAR HOGAR

En esta sección se presenta una breve caracterización demográfica de la jefatura femenina de los

hogares de mujeres desplazadas, y se contrasta con la de los hogares con jefatura masculina. Se

tomó la población total de mujeres jefes de hogar 185, en vez de las jefas que habían sido

encuestadas 178, ya que la diferencia era escasa 1.5 %, con el fin de lograr las comparaciones por

género.

La jefatura femenina en esta población específica es muy elevada, del orden del 40,0 %. Casi el

doble del promedio nacional para 1993 que era 22.5 %, así como del promedio departamental, y

muy cercano al del país 21.9 %. (Rico de Alonso et al: 1996).

Composición por Sexo y Edad De acuerdo a la distribución por sexo y edad, un

27,0 % de las jefas son menores de 30 años y un 55,0 % menor de 40. Para los hombres, en

cambio, la jefatura de menores de 30 representa el 17,0 %.

En el CUADRO Anexo 5.1 se observa como las mujeres empiezan a ejercer la jefatura a edades

más tempranas, con la cúspide entre los 25 y los 34 años, en la cual se concentra el 30,0 % de las

mujeres cabeza de hogar y luego empieza un descenso irregular. La curva masculina comparada

con la femenina, muestra una cúspide más tardía, pero con

30

Page 31: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríamayor nivel en el tramo comprendido entre los 30 y 39 años, donde se encuentra el 41,0 % de los

jefes. La edad media de los jefes es de 40 años, sin diferencias por sexo.

Este comportamiento es atípico en relación al de la población nacional, el cual se caracteriza por

una mayor representación de la jefatura masculina y su presencia en edades más tempranas frente a

la jefatura femenina. El patrón que siguen estas mujeres desplazadas jefes de hogar, es

substancialmente diferente al de las jefas del país, cuya participación en la conducción de los

hogares es muy baja en las edades iniciales y va aumentando progresivamente con la edad y solo

después de los 40 años alcanza su pico. (Rico de Alonso et al: 1996).

Estado Conyugal La información sobre jefatura por estado conyugal confirma, en

parte, como la jefatura femenina solo se reconoce por la no presencia del hombre, como si ella fuera

asumida por factores externos, ante la ausencia masculina.

Así, mientras el 98.5 % de los jefes se encuentra unido, un 45,0 % de las jefas son viudas 28,6 %, o

separadas, que al sumarse a las solteras arroja un 57,0 % de mujeres jefes no cónyuges.

Educación Del total de mujeres jefes de hogar, un poco más de la tercera parte

37,0 % no lee ni escribe y no ha recibido ningún tipo de instrucción. La mitad de ellas han

realizado estudios de primaria, aunque solo un 13.5 % los ha concluido, y apenas un 10% ha

cursado estudios secundarios. El promedio de años de educación es de 5.

La situación educativa de los jefes es un poco mejor que la femenina, (ver CUADRO 4.9.). El

nivel de analfabetismo es menor y también la proporción de población sin educación. Además, es

mayor el nivel de instrucción, con 5.9 años promedio de educación, un año más que las mujeres.

31

Page 32: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaActividad Económica Casi la totalidad de los jefes hombres eran activos antes del

traslado 98.6 %, mientras que solo una de cada cuatro mujeres lo era. En la actualidad, los jefes

han mantenido su nivel de actividad y entre las jefas aumentó a 40.5 %. En consecuencia, se redujo

la proporción de mujeres dedicadas a labores del hogar 57.8 %.

Es notorio el incremento del desempleo, sobre todo el masculino. Después del desplazamiento, la

población de jefes desempleados llegó al 12.5 %, más del triple de su nivel inicial.

Posición Ocupacional La composición por sexo de la población por categoría

ocupacional muestra algunas diferencias. Más de la mitad de los jefes estaban ocupados como

obreros/empleados, seguidos de la categoría cuenta propia 43 %. Las mujeres, por su parte, se

ocupaban principalmente por cuenta propia 58.3 %. (cuadro ?)

Después de la emigración, las jefas en la categoría cuenta propia mantuvieron su participación, pero

las obreras/empleadas decayeron y las empleadas domésticas se duplicaron 29.3 %. Entre los jefes

hombres, se redujo al 40,0 % la categoría ocupacional obrero/empleado y las ocupaciones varias

aumentaron a 13,0 %.

32

Page 33: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

VI. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS DE LOS HOGARES DE LAS MUJERESVI. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS DE LOS HOGARES DE LAS MUJERES

DESPLAZADASDESPLAZADAS

Luego de haberse analizado en los capítulos anteriores las características del orden social, los

agentes generadores de la violencia, las formas que esta toma, la dinámica misma de la migración,

así como las características de la mujer desplazada, en este capítulo se procederá al análisis de la

población de los residentes de los hogares actuales de las mujeres desplazadas, incluidas las

desplazadas mismas. Resulta obvio que esta población no necesariamente es desplazada en su

totalidad, algunos de los miembros de estos hogares pueden no serlo. O también puede ocurrir que

la totalidad de las personas del hogar sea desplazada, pero provengan de diferentes hogares de

residencia anterior.

Estructura por Sexo y Edad

La población residente en los hogares de mujeres desplazadas asciende a 2495 personas, con un

promedio de 5.4 personas por hogar. La distribución total de la población por sexo es equilibrada,

con un índice de masculinidad de 100. Sin embargo, al interior, la estructura etárea varía un poco

entre los hombres y mujeres. En los tres primeros grupos de edad, hasta los 14 años, es mayor la

proporción masculina. En el grupo 15-19 se da el punto de inflexión, a partir del cual los índices de

masculinidad están en favor de las mujeres, por debajo de 100, comportamiento que se mantiene a

través de los grupos siguientes (GRÁFICO 6.1 ).

33

Page 34: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaLa población de los hogares desplazados es predominantemente joven, como lo revela la

composición por edad. Los menores de 10 años representan una tercera parte de esta población

(36.9 % para los niños y 30.7 % para las niñas) y hacia los 24 años ya se ha acumulado dos tercios

de la población (para los hombres 68.7 % y 62.5 % para las mujeres). La edad media se sitúa en los

20.6 años.

La población femenina en edad fértil representa el 24.3% del total de población y el 48.8 % del

total de mujeres. Estas cifras están por debajo del promedio nacional estimado para 1995, que es

de 27,0 % y 52,0 % respectivamente (Encuesta de Prevalencia de Profamilia, 1995).

De acuerdo al ciclo vital por el cual están atravesando los individuos de estos hogares, la mitad de

la población se encuentra en la etapa activa, entre los 15 y 59 años, con algunas diferencias por sexo

( CUADRO Anexo 6.1 ), un 53.1 % de las mujeres frente a un 45.8 % de los hombres. Un 47.5 %

son menores de 15 años, con variaciones por sexo también (51.4 % hombres vs. 43.5 % mujeres), y

la población de la tercera edad es apenas de un 3.1 %, lo cual da una población dependiente de

50.6 %.

Como consecuencia de esta estructura joven, las cargas son muy altas para la población adulta. Así,

la razón de dependencia infantil es de 0.96, lo cual da un altísimo índice de dependencia total, de

1.02. Es decir, que por cada 100 personas en edad productiva hay 96 menores de 15 años, para un

total de 102 personas para sostener por cada 100. Y lo que es más, esta composición poblacional

agrava la penosa situación económica de los hogares desplazados.

Esto contrasta con la situación del país para 1995, que muestra una estructura de población en

proceso de envejecimiento, donde los menores de 15 representan un 34.4%, la población en edad de

trabajar alcanza el 58.5 % y los mayores de 60 un 7.6 %, con una razón de dependencia de 0.64

(datos de la Encuesta de Prevalencia de Profamilia, 1995).

34

Page 35: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaParentesco La población de los hogares de desplazadas está representada principalmente

por hijos, que son aproximadamente la mitad, con variaciones por sexo, del orden de 7 puntos

porcentuales (hombres 55.7 % frente a 47.7 % en las mujeres).

Los jefes de hogar son el 22.4 % y las jefas el 14.8 %. Los cónyuges llegan a un 14,0 % pero las

diferencias por género son importantes (22.1% de la población femenina vs. 5.8 % de la población

masculina). Los otros parentescos tienen poca significación.

Estado Conyugal Con relación al estado conyugal, se tiene que más de la mitad de la

población se encuentra unida actualmente, siendo ligeramente mayor entre los hombres. El carácter

de estas uniones es principalmente de hecho. Se observa que los estados de viudez y separación son

esencialmente femeninos, representando un 14.4 % la disolución de uniones dentro de la población

femenina. Los solteros ascienden a 37.6 % y en esta población joven, es más frecuente entre la

población masculina.

Grupo Étnico De acuerdo a esta clasificación, el 90,0 % de la población es mestiza,

el grupo negro es apenas de 4.2 % y los blancos el 2.5 %. En contra de lo que inicialmente se

pensaba, en la realidad, esta pregunta no presentó mayores diferencias en este aspecto. La idea

original, al incluir esta pregunta, era la de captar flujos de población indígena, como los indios

sinúes, sobre los cuales últimamente se escucha y se lee en los medios de comunicación que han

sido afectados por las confrontaciones, y también, flujos de población negra, especialmente del

Urabá chocoano. Parecería que estas poblaciones se dirigen a otros lugares de asentamiento.

Educación Del total de población de los hogares, uno de cada cuatro miembros es

analfabeta. Es un porcentaje levemente mayor entre las mujeres 26.0 %. Por otro lado, más de la 35

Page 36: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríamitad tiene estudios primarios 57.3%, pero solo un 12,0 % los ha concluido. En ello no se presentan

diferencias por sexo. Solo un 16.6 % de la población ha accedido al nivel secundario. Dentro de

este grupo existe un diferencial por sexo a favor de los varones 18.1 % vs. 15.1 %. El promedio de

años cursados es de 4.9.

Aunque el nivel educativo de la población de estos hogares no es muy bueno, comparado con el de

las mujeres desplazadas encuestadas, estas presenta indicadores relativamente mejores. Es menor la

presencia del analfabetismo y de población sin ninguna instrucción, mayor el nivel de instrucción,

no obstante que el promedio de años de educación es levemente menor 5.3 vs 4.9, explicable por las

diferencias en la estructura por edad de estas poblaciones.

Igualmente, dado que esta es una población joven que se encuentra en edades de estudio, debe

considerarse la posibilidad de que la misma pueda avanzar aún más en su instrucción, incluso,

concluirla, al menos la primaria.

Asistencia Escolar Para el total de población menor de 20 años, la asistencia escolar

anterior era de 57.3 %, muy inferior al nivel de las mujeres encuestadas. En la actualidad, la

asistencia aumentó a 70,0 %. Contrariamente a los sucedido con la población de mujeres

encuestadas, la inasistencia escolar se redujo después del traslado.

Debe anotarse que la composición por edad de las poblaciones antes del traslado (hasta 11 años

menos), que puede implicar que los menores no se encontraban en edad de estudiar, de haber

iniciado sus estudios, puede afectar los resultados.

El anterior resultado podría sugerir: una preocupación por educar a los pequeños, por lo menos al

nivel de unos años de primaria, para calificar el recurso familiar, pensando hacia

36

Page 37: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríael futuro de los hijos; ciertas facilidades en el nuevo lugar de asentamiento, con respecto al acceso a

la educación.

Actividad Económica (Información del cuadro de población total)

Del total de población, un poco más de la tercera parte era económicamente activa antes de la

emigración. Sin embargo, la distribución por sexo indica que la mayor presencia le corresponde a

los hombres 58.2 %, cuatro veces mayor que la femenina. Más de la mitad de la población

femenina inactiva estaba dedicada a las labores del hogar y una de cada cuatro mujeres era

estudiante.

En la actualidad la composición se ha modificado. Así, la población activa aumentó en los dos

sexos por igual, aunque con niveles diferentes, siendo proporcionalmente mayor el incremento entre

las mujeres, al 24.5 %. En igual forma, el desempleo subió, sobre todo en la población masculina,

donde el aumento fue más del doble al 9.2 %. Aunque la inactividad descendió, los estudiantes

mantuvieron su participación dentro del total.

De nuevo, hay que hacer la salvedad de que las edades de la población han cambiado desde el

traslado a la actualidad. Parte de las transformaciones pueden resultar de este proceso evolutivo.

Posición Ocupacional La composición por sexo de la población ocupada por

categorías muestra algunas diferencias. Mientras un 44.6 % de los hombres están ocupados como

obreros/empleados, solo un 23.6 % de las mujeres se ubica en ella. La ocupación de empleada

doméstica es de 13.4 % entre la población femenina, en tanto que para la contraparte es

prácticamente nula. Y las otras ocupaciones ascienden a 17.3 %. En la categoría cuenta propia,

37

Page 38: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaque predomina entre los dos sexos, las diferencias son menores, 45.7 % hombres vs. 40.2 %

mujeres.

En la actualidad, las diferencias por sexo se han acentuado y en general, se han producido

modificaciones en esta estructura. Los obreros/empleados han perdido participación en el abanico

de ocupaciones, en ambos sexos. En el caso de los hombres se ha producido un aumento de la

categoría otra ocupación (14.6 %) y para las mujeres ésta ha descendido, duplicándose las

empleadas domésticas ( CUADRO Anexo 6. 3 )

Así, se configura un escenario desolador que pone de relieve las precarias condiciones de vida a las

que se encuentra sometida esta población.

38

Page 39: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

VII. MORTALIDAD: FAMILIARES MUERTOS POR CAUSAS VIOLENTAS

Uno de los hechos más significativos del desplazamiento forzoso es el factor de violencia implicado

en él, que acarrea un gran número de decesos con los consecuentes desequilibrios demográficos.

En las zonas de conflicto armado (lugares de expulsión), la población civil se encuentra en

condiciones de indefensión al estar expuesta a diferentes manifestaciones de violencia, tales como

las amenazas, asesinatos, masacres y desalojos, todo lo cual se traduce en un constante temor a ser

una víctima directa de algunos de los hechos violentos, si no lo ha sido ya.

De hecho, las muertes de origen violento, sobre todo entre la población masculina que es el

principal blanco de la violencia, por su frecuencia y crecimiento en los últimos años, nos ha hecho

merecedor del calificativo de país más violento, con una tasa de homicidios de 77.5 por cada cien

mil habitantes, llegándose a convertir en un problema de salud pública, por la magnitud y

dimensión que ha adquirido el asunto.

Aunque hay cierta resistencia y vaguedad por parte de las mujeres para identificar a los agentes y

causas del desplazamiento, es significativo que cerca del 60,0 % de las mujeres que han perdido

familiares reportan el asesinato como la causa directa del éxodo (las restantes mujeres , casi en su

totalidad, señalan la amenaza y el miedo como las principales razones).

39

Page 40: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaAdemás de los éxodos internos, estas muertes conllevan otras consecuencias sobre la población:

fenómenos de orfandad, viudez, disolución de uniones y recomposición familiar, asunción de la

jefatura del hogar, entre otros. No obstante, de todas maneras, es necesario enfrentarse a la fría

realidad de las estadísticas.

Número de Familiares Muertos por Sexo Número de Familiares Muertos por Sexo

Del total de mujeres encuestadas, un 40,0 % perdió familiares por causas violentas, antes del

desplazamiento, En muchos casos, estas mujeres han perdido a más de un familiar,

40

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

41

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

como se observa en el CUADRO 7.1 de hecho, un 18,0 % ha perdido a dos familiares y un 15,0 %,

entre tres y seis parientes, con un promedio de 1.6 familiares muertos por mujer desplazada.

Estas muertes corresponden, en forma preponderante, a hombres 96,0 %, que son las principales

víctimas de las confrontaciones. El índice de masculinidad de las defunciones en esta población es

de 23.8, es decir, que por cada 100 mujeres muertas se producen 2380 defunciones masculinas de

origen violento.

Es este un indicio de la magnitud de la sobremortalidad masculina, en las zonas de conflicto

armado, el que implica, además, que por las causas violentas hay pérdida en el promedio de vida de

la población masculina, de forma tal que las ganancias en la esperanza de vida son más leves y se

incrementa el diferencial por sexo.

Estructura por Edad de las DefuncionesEstructura por Edad de las Defunciones

La estructura por edad de las defunciones violentas no presenta diferencias, en la practica, al tomar

la poblacion total o la masculina, por el número reducido de defunciones femeninas.

El GRÁFICO 7.2 muestra una curva de cúspide temprana en el tramo comprendido entre los 20 y

24 años, a partir del cual empieza un descenso paulatino, aunque con leves oscilaciones. Se observa

una gran concentración en los grupos centrales, correspondientes a edades productivas en los

hombres: más de la mitad de los decesos ocurrieron entre los 20 y 39 años 56,0 % y más de una

cuarta parte corresponde a menores de 25 años 27,0 %, con lo que la edad media se sitúa en los 34.5

años.

42

Page 43: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaAsí, esta estructura de las defunciones muestra que entre los 20 y 39 años los hombres están más

expuestos a morir por causas violentas y que en el grupo entre los 20 y 24 años el riesgo es mayor.

Parentesco Parentesco

En cuanto al parentesco, tomando como base las mujeres que reportaron alguna pérdida familiar, se

tiene que un 16,0 % son viudas, una de cada diez son huérfanas de padre, cerca de un 12,0 % han

perdido hijos, a una de cada cinco mujeres le han matado a un

hermano y una cuarta parte de ellas ha perdido a un tío. La pequeña proporción de muertes

femeninas corresponde principalmente a hermanas y otros parientes.

Fecha Fecha

Alrededor de la mitad de las muertes de origen violento ocurrieron en el último cuatrienio del

período y entre 1986 y 1990 el 38,0 %. Lo anterior no implica necesariamente que entre 1986 y

1990 se haya recrudecido el conflicto, pues de hecho éste tiende a tener ciclos de agudización y de

relativa calma o distensión, a través del tiempo.

Además, es necesario recordar que al interior de la población desplazada, con el transcurrir del

tiempo, se presentan transformaciones, pues muchos van asimilando su nueva situación y dejan de

considerarse desplazados por la violencia. Esta circunstancia modificadora del fenómeno se

observó en el terreno.

Y es que la noción de desplazado involucra en alguna medida lo reciente y súbito del proceso de

emigración y el sentimiento de desamparo y zozobra respecto a la situación actual; pero en cuanto

43

Page 44: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríadicha población se asienta en un nuevo lugar y se consolida el proceso de ubicación y

reorganización, el concepto de desplazado se desdibuja y pierde parte de su validez.

Lugar Lugar

En cuanto al lugar en donde han sucedido las muertes, para efectos de este análisis, se asume que

éstas han ocurrido en el mismo lugar de expulsión de las mujeres. Según la zona de residencia, se

tiene que el 87,0 % son de origen rural, de las cuales casi la mitad, 48.8 %, pertenecen al

departamento de Córdoba y un 38,0 % a Antioquia.

Como se observa en el CUADRO Anexo 7.1, más de la mitad del total de defunciones le

corresponden a Córdoba y un 45.5 % a Antioquia. Y a nivel regional, es en el Urabá donde se

concentran éstas 90.6 %. El Urabá cordobés da cuenta del 48.8 % de las muertes, sobre todo Tierra

Alta y Montería, y el antioqueño del 41.8 %, especialmente Necoclí, Arboletes y Apartadó.

Consecuencias DemográficasConsecuencias Demográficas

Además del desplazamiento forzoso en sí mismo, se presentan otros efectos sobre la población,

como consecuencia de la mortalidad. Entre ellos cabe mencionar la inmensa cantidad de viudas y

huérfanos, en condiciones de gran vulnerabilidad, que deja la violencia.

Viudez

La pérdida del cónyuge o compañero, aparte de la población de huérfanos que deja, le implica a las

viudas enfrentar las responsabilidades del hogar y la crianza de los hijos sola, en medio de

44

Page 45: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríadificultades económicas. Además, afecta la nupcialidad por la disolución de uniones, disolución

que puede persistir o por el contrario, originar nuevas uniones.

Ya se mencionó antes, que del total de mujeres que perdió a un familiar por hechos violentos, un

16% enviudó y ellas representan el 6.9 % de la población encuestada. De cada cuatro de estas

viudas, tres persisten en el estado de viudez y una se ha unido nuevamente. Las viudas actuales de

la violencia representan el 42.9 % del total de viudas dentro de la población de mujeres

desplazadas. Es decir, que las viudas de la violencia contribuyen con 5.2 puntos al porcentaje total

de viudas en la actualidad 12,0 %, y solo un 6.8 % habría enviudado aparentemente por causas

distintas de las violentas.

Orfandad

Como se ha visto, entre las principales consecuencias poblacionales que la mortalidad trae consigo

está el fenómeno de la orfandad. La resultante población de huérfanos crecerá con ausencia de la

figura paterna y otro tipo de carencias, con las respectivas secuelas sobre el desarrollo psicoafectivo.

Un 10.6 % de las mujeres encuestadas, que perdieron algún familiar, es huérfana de padre

principalmente. (Solo se registró un caso de muerte de la madre por causa violentas). Al

contabilizar estas huérfanas y viudas se tendría una aproximación del número de hogares en que

falta al menos uno de los padres, operación que arroja un total de 52 hogares, lo que representa el

11,0 % de los hogares desplazados.

Se podría aventurar un cálculo aproximado del fenómeno de orfandad aplicando el promedio de

hijos nacidos vivos de las mujeres encuestadas en edad fértil, que es de 4.4 hijos, al total de

hogares de mujeres desplazadas con huérfanos. Esto daría un número de 229 huérfanos de hogares

de mujeres desplazadas. 45

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Obviamente, esta cifra es un cálculo burdo, que puede ser elevada si se considera el alto promedio

de hijos de estas mujeres. No obstante, no es posible hacer estimaciones de fecundidad, por

limitaciones de los datos. Y hay que tener en mente que estas mujeres provienen de zonas rurales,

de municipios de la región atlántica o del Urabá antioqueño (el que puede asimilarse más a las

características de la región atlántica), que tienen unos altos niveles de fecundidad.

Pérdida de Hermanos

Este aspecto también merece examinarse, pues dada la importancia del vínculo afectivo como

fuente de solidaridad y apoyo, su menoscabo pone en condiciones de vulnerabilidad al grupo que lo

padece.

De forma similar, como se hizo en el numeral anterior, se podría proceder con la muerte de

hermanos, sumando los hogares de aquellas mujeres que informan la muerte de hermanos y los

hogares cuyo familiar muerto es un hijo. Esto daría 59 hogares de mujeres desplazadas, 12.7% del

total de hogares y una población de 260 personas que han perdido un hermano.

Jefatura del Hogar

Finalmente, en este aparte, se analiza el impacto de la mortalidad masculina con relación a la

jefatura del hogar, como una consecuencia más sobre la población femenina desplazada.

Es un hecho que, ante la muerte del cónyuge, o incluso del padre, las mujeres se ven obligadas a

asumir la jefatura pues, por regla general, la jefatura femenina se ejerce por ausencia del jefe

masculino. En tales circunstancias ellas tienen que enfrentar esta situación bajo condiciones

46

Page 47: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaprecarias, sin los medios adecuados y necesarios para tal empresa, con el agravante de la adversidad

misma del proceso de desplazamiento (tener que empezar de nuevo, abandonar todo, aparte de la

pérdida afectiva y de la pérdida material).

Los datos confirman este hecho. Para el total de mujeres que han tenido muertes violentas en la

familia, la jefatura femenina es del orden de 46.8 %. Estos hogares representan cerca de una quinta

parte de los hogares totales 19,0 %.

Específicamente, en el caso de las viudas de la violencia encontramos que un 78.1 % de ellas han

asumido la conducción (jefatura) de sus propios hogares (estos hogares están

encabezados por la viuda). Las viudas restantes han encarado la situación de manera diferente, bien

sea con nuevas uniones 19,0 % o con el allegamiento al hogar de un hermano 3,0 %.

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Page 48: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

VIII. ACTIVIDADES ECONÓMICAS E INGRESOS DE LAS MUJERES Y SUS

FAMILIAS.

Oficios Desempeñados por Padres y Esposos

Como se presentó anteriormente, la gran mayoría de las mujeres asentadas en Cantaclaro fueron

expulsadas con sus familias de la zona rural de Antioquia y de Córdoba. De Urabá en la primera

de dichas regiones, y de la región de la serranía de Abibe en la segunda de ellas. Es un

fenómeno de expulsión que afectó de manera primordial a las sociedades rurales, y es allí

donde se dieron las principales manifestaciones del conflicto.

Con el objetivo de conocer la naturaleza la organización económica de estas mujeres y de sus

familias para asegurar su reproducción social y material, se les interrogó a cerca de las

actividades económicas en que sus padres y esposos, así como ellas mismas estaban vinculadas

antes de migrar a Cantaclaro.

Como era de esperar, del 89,0 % de mujeres que respondieron que tenían padre y/o esposo,

85,7 % de estos se hallaban dedicados a actividades en el sector primario, es decir, la agricultura

y/o ganadería. En Córdoba como en Antioquia se encontraron porcentajes similares, en los

diferentes municipios que ya fueron mencionados como lugar de expulsión. Del total

mencionado, el 46,0 % se desempeñaba como jornaleros

u obreros, es decir, estaban dedicados a la venta de su fuerza de trabajo; y un 39,5 % trabajaban

como agricultores dedicados a la producción directa de productos agrícolas. Es más numeroso el

48

Page 49: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríagrupo de asalariados que el de productores. Estos porcentajes también indican que dentro del

grupo de expulsados, tanto el dueño de la tierra como el que estaba dedicado a la venta de su

fuerza de trabajo, en porcentajes muy similares, fueron objeto de la violencia que los obligó a

salir. No se presentaron diferencias significativas entre estos dos grupos. (Ver tabla No 8.1)

Tabla No 8.1 Oficio de Padres y Esposos en el Lugar de Procedencia

Oficio Antioquia Córdoba Bolívar Chocó Sucre Total# % # % # % # % # % # %

Jornalero 48 24.5 61 28,5 1 50 110 26,5

Obrero 40 20.5 40 18,5 1 50 81 19,5

Ayudante 4 2,0 3 1,5 1 100 8 1,9

Albañil 6 3,0 5 2,3 11 2,6

Carpintero 3 1,5 8 3,7 11 2,6

Tendero 0 0 1 0,4 1 50 2 0,5

Vendedor 7 3,6 7 3,2 14 3,4

E. Público 3 1,5 3 1,5 6 1,5

Agricultor 80 41,0 81 37,8 1 50 162 39,1

Ganadero 1 0,5 1 0,4 2 0,5

Desempleado 3 1,5 4 1,8 7 1,7

Total 195 100 214 100 2 100 1 100 1 100 414 100

El restante 14,3 % estaban vinculados al sector de servicios como ayudantes, albañiles,

carpinteros, tenderos, vendedores públicos, y empleados públicos. Es un porcentaje igual al de

mujeres que dijeron haber sido expulsadas junto con sus familias, del área urbana de los

municipio de donde procedían. Ello revela una muy débil vinculación al sector servicios por

parte de la población que está siendo expulsada, bien porque dicho sector es muy atrasado, o

bien porque esta población no está siendo objeto directo de los efectos del conflicto que está

teniendo lugar en estas sociedades.

49

Page 50: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaFinalmente el 1.3 % de padres/esposos procedentes de Bolívar, Sucre y Chocó procedentes de

localidades como Ungía y San Marcos se desempeñaban en actividades tanto del campo como en

la prestación de servicios.

Tipo de Tenencia de Agricultores y Ganaderos

En lo que hace al grupo de padres y esposos de las mujeres desplazadas, un 39,5 % del total de

los que tenían algún tipo de actividad económica en el lugar de procedencia estaban dedicados a

la agricultura como productores directos. Es decir, era el grupo económico más importante,

luego de los asalariados agrícolas. Además, hay que señalar que en relación con la estructura de

la tenencia de la tierra que caracterizaba la organización social de su producción, un 59,0 % de

ellos eran propietarios, un 23,0 % tenían acceso a la tierra a través de contratos de

arrendamiento, y un 15,2 % ni eran propietarios ni arrendaban tierra, lo que lleva a concluir que

seguramente entraban en otro tipo de arreglo como la compañía, la aparcería, etc. De esta

manera, los propietarios de la tierra expulsados representan un 23,5 % del total de padres y

esposos de las mujeres desplazadas, dedicados a algún tipo de actividad económica.

Las cifras de tenencia también presentan diferencias regionales. La tabla No. 8.2 indica que de

los hombres dedicados en su lugar de origen a la producción agrícola en calidad de propietarios,

el 53,0 % estaban localizados en Antioquía y el resto en Córdoba. Con relación a las personas

vinculadas a la producción en calidad de arrendatarias, la situación es inversa. Los hombres que

proceden de las áreas agrícolas de Córdoba, acceden a la tierra a través del arrendamiento en un

más alto porcentaje 66,0 % que los de Antioquia 34,0 %. De las personas que no poseen nada el

68,0 % proceden de Antioquía, el 28,0 % de Córdoba y el 4,0 % de Bolívar y otros

departamentos respectivamente.

Tabla No 8.2 50

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Tenencia de la Tierra de Padres y Esposos en el Lugar de Procedencia

Agricultor/Ganadero Total % Propietario % Arrendata. % Otros % Sin nada %

Antioquía 81 49 51 53 13 34 0 0 17 68

Córdoba 81 49 46 47 25 66 3 100% 7 28

Bolívar 1 1 0 0 0 0 0 0% 1 4

Otros 1 1 0 0 0 0 0 0% 1 4

Total 164 100 97 100 38 100 3 100% 25 100

De esta manera, entre lo hombres vinculados a la agricultura como productores directos, la

propiedad parece como el tipo de tenencia más generalizado. Sin embargo en Córdoba el

arrendamiento sigue siendo una forma de acceso a la tierra importante. Cerca de un tercio de los

que proceden de allí afirmaron estar usando este tipo de arreglo

En lo que hace al tamaño de los predios que tenía las personas en su lugar de origen, la encuesta

pudo establecer que estos tenían en promedio 15.2 hectáreas, ocupadas por cultivos de pancoger.

Los predios ganaderos tenían un promedio de 45.1 cabezas de ganado.

En relación con los lugares en donde se llevaba a cabo la producción agrícola y ganadera, sobre

el total de los propietarios identificados en la muestra, se encontró que en el caso de Antioquía

el 49,0 % de los padres/ esposos, vinieron de los municipios de Necoclí, San Pedro, Arboletes y

Apartadó y allí tenían localizados sus predios; además de las anteriores, en San Pedro de

Urabá, Medellín, San Juan de Urabá, Turbo y Amalfí, también eran lugar de actividad

económica. Por su parte el 35,0 % de los arrendatarios vivían y alquilaban propiedades en

Apartadó, Arboletes, Necoclí y San Pedro. Finalmente aquellos que no poseían nada 44,0 %

vivían en los últimos cuatro municipios ya mencionados y en San Pedro de Urabá, Amalfí y

Turbo y Medellín.

51

Page 52: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaEn el caso de Córdoba, el 46,0 % de los propietarios vivían en Montería, Canaletes, Las

Córdobas, Tierralta, Valencia, Ciénaga de Oro, Cereté, Moñitos y Lorica y, tenían localizados

sus predios principalmente en los cinco primeros municipios ya mencionados. Por su parte el

60,0 % de los padres/esposos arrendatarios que vivían en sitios como Montería, Tierralta,

Valencia, Planetarica, Cereté, Ciénaga de Oro, Lorica, Pueblo Nuevo, Sahagún, San Andrés de

Sotavento, arrendaban principalmente en Montería, Tierralta, Valencia y Cereté. El 50,0 % de

los que no poseían nada, se concentraban en Montería, Tierralta, Valencia, Canalete, Ciénaga de

Oro, Lorica, los Córdobas, Montelibano, Moñitos, Planetarica, Pueblo Nuevo y Puerto

Libertador. Del 80,0 % de otras formas de tenencia no especificadas, el 40,0 % se concentraba

en Montería, el 20,0 % en Tierralta y Valencia respectivamente.

Destino de la Propiedad de los Agricultores al Momento de Migrar

“ En la finca de 35 hectáreas vivían cuatro hijos y los yernos trabajaban con él……. Mi papá tenía 54 años y mamá 53. Ellos también se vinieron hace tres meses, la finca está sola. Teníamos una cosecha de maíz. Mi papá dijo que nos fuéramos porque se oía el tiroteo en la Esperanza. A media hora habían combates. Al pueblo donde íbamos a mercar, a una hora, cada rato mataban gente. Eso estaba malo, por ese sistema que vivimos. Estábamos pobres pero estábamos rico. Teníamos la cama, teníamos la comida, gallinas; tenía ochenta animales entre gallinas y pavos. Había arroz, maíz. Teníamos mucho miedo, no queremos volver. Toda la familia se vino de allá. Nos aguantamos como año y medio. Nosotros pensamos que eso iba a pasar. El tiene títulos y cree que los perdió….. Nadie ha vuelto por allá…..Salimos con la ropa nada más…” María Beatriz González 

Tabla No 8.3

Uso Final de las Propiedades de los Migrantes

Concepto/Región Antioquía % Córdoba % Total %

Venta 22 35 31 42 53 39

Arriendo 1 2 4 5 5 4

Abandono 38 60 35 48 73 54

Traslado con animales 2 3 3 4 5 4

52

Page 53: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Total 63 100 73 100 136 100

Otro aspecto importante de estudio es el uso final que dieron a sus propiedades, las personas

vinculadas a la producción agrícola afectadas por el conflicto, y las decisiones que tomaron

antes de venirse a Cantaclaro. La manera como tuvieron que deshacerse no solo de las opciones

y de las actividades económicas escogidas, sino del mucho o poco capital que habían logrado

crear con sus familias. Interrogados los agricultores que trabajaban como propietarios o como

arrendatarios, escogieron la venta y el abandono de sus propiedades como las alternativas más

frecuentes. Del total de los padres y esposos el 54,0 % dejaron abandonadas sus pertenencias;

39,0 % vendieron todo lo que poseían, no siempre en el momento de salir, sino que en ocasiones

encargaron a sus amigos y regresaron a vender; sólo un 4,0 % de personas decidieron arrendar

y, una proporción muy baja de la población de ambos departamentos se trasladó con sus

animales. (Ver tabla No 8.3)

En Antioquia el abandono de las propiedades ha sido superior a las ventas, en contraste con

Córdoba donde las ventas y el abandono presentan porcentajes más semejantes. Es de alguna

forma una indicación de la intensidad del conflicto, y de las escasas opciones de participar en

las actividades productivas que tuvieron las mujeres desplazadas y sus familias en medio del

conflicto, e inclusive , de conservar los bienes acumulados a lo largo de su permanencia allí.

Ello significó simple y llanamente que lo perdieron todo y que solo pudieron cargar con una

parte mínima de sus pertenencias.

“Muchas gallinas las vendimos en Necoclí. Otras nos las comimos y una marrana que se la habían regalado a la niña, como no se pudo vender, la matamos y la salamos para traerla acá. Con la plata de la venta de las gallinas $20.000, juntamos para traer. La cama y otras cosas quedaron allá. Nos bajamos donde papá…. “ María Beatriz González 

53

Page 54: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaLas propiedades y bienes abandonados por los migrantes procedentes de Antioquia, estaban

localizados en los municipios de Necoclí, Arboletes y Apartadó; un 22,0 % de los que

vendieron se encontraban en estas mismas localidades incluyendo San Pedro. Por su parte los

migrantes procedentes de Córdoba que vendieron, abandonaron y arrendaron propiedades

provenían de la zona rural de Montería, Tierralta y Canalete.

Actividades Económicas de los Padres y Esposos en Cantaclaro

En el nuevo entorno económico se produjeron, sin dudas, cambios substanciales en la vida y en

las opciones económicas de las mujeres desplazadas, así como en las de sus esposos y sus

padres. Fueron cambios cuyo resultado final estuvo condicionado por la capacidad de adaptación

de las diferentes poblaciones a su nuevo entorno. La educación, la edad, el tamaño de la

familia, el número de personas en edad económicamente activa y en edad no económicamente

activa, los ahorros disponibles para iniciar una nueva vida en un entorno urbano para una

población mayoritariamente rural, fueron algunas de las variables más determinantes de dicha

adaptación. Por otro lado, también contaron las características económicas de dicho entorno, su

mercado de trabajo, su desarrollo sectorial, etc. y la capacidad para absorber el nuevo influjo de

población, y proveerle de servicios y de acceso al mercado de trabajo local.

En ese sentido, interrogadas las mujeres a cerca de la actividad económica a la que se han

vinculado sus padres y esposos en Cantaclaro, se encontró que entre esta población migrante se

han dado cambios substanciales en lo que tiene que ver con los sectores de la economía a los

cuales se hallan vinculados, o en trance de vinculación.

Para comenzar, hay que señalar que entre la población de padres y esposos que se hallaban

vinculados en sus lugares de origen a diferentes actividades económicas y la población de estos

54

Page 55: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríavinculados a algún tipo de actividad económica en Cantaclaro, existe una diferencia del 13,8 %

en el número total de personas encuestadas. Ello tiene que ver con el hecho de que algunas

mujeres quedaron viudas, y otras dejaron sus compañeros y esposos.

Tabla No 8.4Oficio de Padres y Esposos en el Lugar de Origen y en Cantaclaro

Oficio Procedencia Cantaclaro

Oficio Base Padre Esposo Base Padre Esposo

# % % # % %

Jornalero 110 0,5 26 33 9

Obrero 81 1,5 18 47 1 12

Ayudante 8 0,5 1,4 37 10

Albañil 11 0 2,5 43 12

Carpintero 11 1,25 1,25 14 4

Tendero 2 0 0,5 5 1,4

Vendedor 14 0 3,4 71 1 19,9

E. Público 6 0 1,5 20 5,6

Agricultor 162 4 39,1 28 1 7,8

Ganadero 2 0 0,5 2 0,5

Desempleado 7 1,7 57 2 15

Total 414 357

Por otro lado, como ya se señaló, inicialmente un 65,0 % de los padres/esposos estaban

vinculados fundamentalmente al sector primario de la economía, y se desempeñaban como

agricultores y jornaleros. Un porcentaje menor se desempeñaba como obreros, vendedores,

albañiles y carpinteros. Su llegada a Cantaclaro ha significado un cambio significativo en la

especialización de su actividad económica. Del sector primario han pasado al sector de servicios.

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Page 56: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaEn tanto que el primero de los mencionados solo permanece un 8,0 %, al sector de la

construcción y de vendedores públicos pasó un 54,0 %. Antes de llegar a Cantaclaro un buen de

número de personas, 38,0 % de 414 llevaban entre 5 a 7 años en un mismo trabajo, otro 39,0 %

realizaban oficios varios con tiempos de 1 a 2 años y, el 21,0 % tenían experiencia en sus

oficios entre 2 a 4 años. Ahora las personas que viven en el asentamiento mantienen

comportamientos similares en sus trabajos.

Como se observa por la forma en que esta investigación fue concentrada en las mujeres

desplazadas, los padres tanto en el lugar de procedencia como en Cantaclaro no se constituyen en

una fuerza de trabajo significativa dentro de la familia. Su contribución en actividades como

la agricultura o como obrero podría señalarse como modesta. En cambio los esposos participan

activamente en ambos sitios. Así, mientras que en el lugar de procedencia el 85,0 % de los

padres y esposos trabajaban en el sector agropecuario, bien como productores directos o bien

como jornaleros - obreros vendiendo su fuerza de trabajo, en Cantaclaro a esta actividad se

encuentran dedicados el 29,0 %, y de este porcentaje el 80,0 % como productores y el 21,0 %

como jornaleros u obreros. De esta manera hay una reducción de cerca del 80,0 % entre los

agricultores. En el caso de los asalariados agrícolas esta reducción es de cerca del 55,0 %. Es

decir, han contado con mayores posibilidades de continuar con la misma actividad los

asalariados que los productores. (Ver tabla No 6.4)

Con el decrecimiento de esta vinculación al sector primario, la fuerza de trabajo disponible entre

las familias de expulsados se vincula con mayor vigor al sector servicios en la economía

informal, y además ha crecido el número de desempleados.

Las actividades que han aumentado en forma significativamente son las de vendedores

ambulantes, albañiles y ayudantes, así como también es notorio el número de desempleados,

que del 1,0 % de padres y esposos en el lugar de origen, pasaron al 15,0 % en Cantaclaro. (Ver

tabla No 6.4)

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

“El trabaja en lo que puede, vende pescado, ahora de ayudante de construcción y yo lavando ajeno. Echa balastro para los patios en otras casas. Ha vendido tomate, patilla, cabezas de marrano y las ahuma en un fogón de leña, esas se venden para hacer sopa. Un tío mío le daba ropa de segunda para que vendiera y el se ganaba en el día $ 3.000 o $ 2.500”. María Beatriz González 

De los 162 agricultores registrados por la encuesta, un 42,0 % se caracterizó por llevar en

dichas actividades, en su lugar de origen, entre uno a dos años y un 38,0 % entre 5 a 7 años. En

la actualidad en Cantaclaro, sobre la reducida cantidad de agricultores (28) existe un buen

número, 54,0 % que no llevan más de 2 años desempeñándose como tal y un 32,0 % se

mantiene entre 5 y 7 años.

El oficio de jornalero, era desempeñado por 110 personas de las cuales un 30,0 % tenían entre

un y dos años y el 45,0 % entre 5 a 7 años. En la actualidad ese número ha descendido a 33 ,

de las que un 36,0 % no tienen más de 2 años y más de la mitad, 52,0 % con un tradición

entre 5 y 7 años se mantiene en dicho oficio.

El 41% de 81 obreros, no tenían más de dos años en dicha actividad mientras que el 32,0 %

venía realizando este oficio entre 5 a 7 años. En Cantaclaro este número se reduce a 47 personas,

como también la proporción de permanencia en el oficio de menos de dos años 36,0 %, y hay un

número de personas que lleva desempeñando el oficio por más de 5 años, 36,0 %. Un

comportamiento similar se presenta en los albañiles, en su lugar de origen. Sin embargo en la

actualidad es menor el número de albañiles que tienen entre 1 y 2 años de experiencia aunque

aumenta en 6 puntos los que tienen entre 5 a 7 años.

A pesar de que el número de ayudantes en el lugar de origen no es muy elevado cerca del 60,0

% de ellos tenían entre 1 y 2 años de experiencia y el 43,0 % entre 3 a 5 años. En la actualidad

57

Page 58: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaaunque aumenta el número de personas, la estructura proporcional con relación al tiempo se

mantiene.

Por su parte el 67,0 % de los empleados públicos que se desempeñaban como tal en el lugar de

origen, tenían más de 5 años de experiencia y una proporción bastante menor, 16,0 % no más de

2 años. Ahora en Cantaclaro aunque el número aumentó a 20 personas los tiempos de

permanencia son inferiores.

El 43,0 % de los vendedores públicos (14 personas) en su lugar de origen tenían experiencia

entre de 5 a 7 años y un número similar no superaba los dos años. En la actualidad la cantidad

de vendedores se aumentó a 71 pero los tiempos de permanencia en dicha actividad han

disminuido. El 34,0 % tienen entre 1 a 2 años y el 28,0 % entre 5 a 7 años.

El desempleo en el lugar de origen fue del 1.5 % donde la mayoría tenían entre 1 y 2 años sin

trabajar. En la actualidad de las 57 personas desempleadas, el 52,0 % no trabajan desde hace

dos años y el 32,0 % lleva más de 5 años.

Además en este comportamiento, en lo que hace a su vinculación laboral, no existen diferencias

significativas entre los migrantes asentados recientemente en Cantaclaro, y los migrantes

asentados hace más de 6 o 7 años.

En resumen, es a través de un relativamente alto porcentaje de informalidad como los esposos y

padres de las mujeres desplazadas por la violencia y asentadas en Cantaclaro, se han vinculado a

la economía urbana.

58

Page 59: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaLas Actividades Económicas de la Mujer: Oficio en el Lugar de Procedencia

Las mujeres desplazadas por la violencia, en un alto porcentaje 94,0 %, tenían como actividad

principal el hogar. Solo un 5,0 % desarrollaba actividades económicas de manera exclusiva fuera

del hogar. Ello se explica, en parte, por el hecho de que un 85,4 % de las mujeres desplazadas y sus

familiares son de origen rural, hecho que necesariamente determina las posibilidades de actividad

económica de hombres y mujeres.

En ese sentido, de ese 94,0 % inicial, esta investigación encontró que un 84,0 % se dedicaban

exclusivamente al hogar, es decir, a las actividades de ama de casa, y también a las actividades de

preparación de alimentos, transporte de estos, cuidado de los animales, cuidado de los hijos. Un

10,0 % combinaba las actividades del hogar con el trabajo fuera del hogar. Conjuntamente con el

5,0 % que se dedicaban exclusivamente al trabajo fuera de su hogar, las actividades escogidas

fueron las de vendedoras ambulantes, 30,0 %, el 24,0 % como lavanderas, el 24,0 % como

empleadas, el 11,0 % fueron jornaleras del campo y el 13,0 % se desempeño en actividades

domésticas (empleada interna, cocinera, otros). En los casos de las mujeres que afirmaron

desempeñarse como vendedoras y como empleadas, el error de muestreo es alto, 10,6 % para el

primero y 10,28 % para el segundo de los empleos. (Ver tabla No 8.5)

Así, ese 15,0 % que combinaban trabajo y hogar o estaban solo dedicadas al trabajo, reflejan su

origen rural y urbano en las opciones económicas escogidas. Venta de fuerza de trabajo en el campo

como jornalera, lavadora y vendedora de varios en el área urbana.

Analizadas desde el punto de vista de su origen se encuentra que un 60,0 % de las que reciben algún

ingreso por el trabajo provienen de Córdoba. De estas, las domésticas internas 83,0 % provienen

de Montería, Las Córdobas, Pueblo Nuevo y Tierralta ; las jornaleras 75,0 % vendían su fuerza

de trabajo en los campos de los municipios de Montería, Canalete, Cereté y Tierralta.

59

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Tabla No 8. 5Actividades Económicas de la Mujer

Oficio Procedencia Cantaclaro

Cantidad % Cantidad %

1.Hogar 390 84 307 66

2. Trabajo * 70 15 158

2.1 Hogar/trabajo 10 27

2.2 Trabajo exclusiva/. 5 7

Doméstica Interna 6 13

Cocinera 2 13

Lavandera 17 80

Jornalera 8 0

Madre Comunitaria 0 9

Vendedora de pescado 0 0

Vendedora varios 21 27

Empleada 17 23

Otros 1 0

4.Estudio 5 1 0

Total 465 100 465 100

* La suma puede dar más de lo indicado en el numeral 2 debido a la opción múltiple

Para las vendedoras 52,0 % el sitio de trabajo usual era Valencia, Tierralta, San Bernardo del

Viento, Planetarica, Montelíbano y Montería. Las empleadas 53,0 % se localizaban en Montería,

Canalete, Tierralta y Pueblo Nuevo y, las lavanderas 59,0 %, en estos mismos municipios y en

otras localidades como Montelíbano, Planetarica, Moñitos, y Valencia.

El 40,0 % de las mujeres que reciben ingreso por su trabajo provenían de Antioquia y allí se

desempeñaban principalmente como vendedora varios 48,0 % en San Pedro, Arboletes,

Apartadó y Medellín. Las empleadas 47,0 % trabajaban en Apartadó, San Pedro de Urabá, San

Juan de

60

Page 61: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaUrabá y Arboletes. Las lavanderas 41,0 %, se localizaron en Apartadó, Arboletes, Medellín, San

Juan y San Pedro de Urabá. Las jornaleras 25,0 % se ubicaron en Medellín y Turbo y, las

domésticas internas 17,0 % en Apartadó.

De esta manera, a pesar de provenir de forma abrumadora del área rural de sociedades

predominantemente rurales, menos de un 2,0 % de las mujeres estaban vinculadas a este mercado

de trabajo. En un más alto porcentaje las mujeres con origen urbano desempeñaban actividades

económicas por las que recibían ingresos, pero estas en su mayoría estaban vinculadas a la

economía informal.

Actividades Económicas en Cantaclaro

El nuevo entorno, igual que en el caso de los padres y los esposos, trajo un cambio significativo en

las actividades económicas de las mujeres. Para comenzar hubo una reducción de 18 puntos

porcentuales en el número de mujeres dedicadas al hogar. De un 84,0 % se pasó a un 66,0 % y el

porcentaje de las que combinan el hogar y el trabajo o están dedicadas solo al trabajo pasó del 15,0

% al 34,0 %. Es decir, se duplicó el porcentaje de mujeres dedicadas a actividades económicas por

las cuales recibían ingreso. (Ver tabla No 8.5)

En la nueva estructura del empleo de las mujeres desplazadas desaparecen las jornaleras, aumenta

de manera importante el porcentaje de las mujeres que se han vinculado al sector informal de la

economía urbana. Además de un 5,0 % que se han empleado, el 17,0 % de las mujeres son

lavanderas, el 6,0 % son vendedoras ambulantes, el 6% están dedicadas a las actividades

domésticas (cocinera, empleada interna) y el 2,0 % se desempeñan como madres comunitarias.

(Ver tabla No 6.5) Hay que señalar que en los casos de las vendedoras y las empleadas, el error

de muestreo se reduce a la mitad, y en el caso de las lavanderas crece al 8,0 %

aproximadamente.

61

Page 62: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Ingresos del Hogar: Lugar de Procedencia y en Cantaclaro

En lo que hace a los ingresos de las mujeres desplazadas, así como el de sus padres, esposos y del

hogar en general, los resultados de la presente investigación presentaron errores de muestreo altos.

Esto afecta el tipo de análisis y conclusiones que se pueden sacar de los mismos. El ingreso de

padres y esposos que se desempeñaban como agricultores y ganaderos en el lugar de origen era de $

72.400 mes, pero presenta un error de muestreo del 29,7 %; en Cantaclaro con un ingreso para el

padre de $ 77.300 y para el esposo de $ 90.700 mes, el error de muestreo sube al 18,8 %.

En lo que hace al ingreso de las 158 mujeres que respondieron que recibieron pago por la labor

económica que desempeñaban el mes inmediatamente anterior a la presente encuesta, el promedio

de ingreso fue de $55.400.

Entre las mujeres desplazadas que tienen como actividad principal el trabajo, en la actualidad

las mejor remuneradas son las empleadas, con $ 93.500, las vendedoras con $ 56.300 y las

madres comunitarias, con $ 58.900. Las de más bajos ingresos son las cocineras, con $ 35.400,

lavanderas y empleadas domésticas, con $ 49.000 y $ 47.000 respectivamente.

Al indagar sobre otras mujeres de la familia que trabajan y colaboran con los gastos de la casa,

las respuestas indican que en un 91,0 % de los casos no hay otras mujeres que trabajen y

colaboren con los gastos del hogar. Tan solo un 9,0 % de los casos afirmaron contar con otras

mujeres que apoyan y colaboran con los gastos del hogar, para lo cual se desempeñaban como

domésticas 1,0 %, vendedoras 3,0 % y como lavanderas 2,0 %.

En relación con el ingreso de los esposos de las encuestadas, 357 respondieron que en el último

mes, en promedio habían devengado $ 90.700. Entre estos, y con un error de muestreo del 18,8

%, los empleados públicos y los ganaderos presentaron la remuneración mensual más alta,

62

Page 63: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaentre $ 130.00 y $ 132.000. Siguieron en importancia las actividades comerciales y manuales 

en las que los tenderos obtuvieron $ 119.000, los carpinteros $ 107.100 y los albañiles $ 97.800.

Por su parte los jornaleros, obreros y ayudantes ganaron entre $ 81.400 y los $ 91.900 al mes. El

agricultor sigue siendo el menos favorecido, sus ingresos ascendieron a $ 76.600.

En una familia en promedio trabajan dos hombres. Además de los padres/esposos solamente en

un 11,0 de los casos, otros hombres colaboran con los gastos. Estos se desempeñan como

obreros, carpinteros, albañiles, jornaleros, vendedores o como empleados públicos.

Aunque para algunos grupos la vida en la ciudad le ha permitido el mejoramiento de sus

ingresos, es claro que los salarios asignados a las diversas ocupaciones siguen siendo bajos. La

inserción en el medio urbano los ha obligado a cambiar de oficio dejando de lado sus

tradicionales actividades del campo para convertirse en vendedores, empleados, tenderos, etc.

alcanzando tenues mejorías en su nivel de ingreso.

Tabla No 8.6Ingreso de los Hogares en Cantaclaro

Rangos Porcentaje

1 - 50.000

0

1001ert

EsOeNo

27,0

51.000 - 75.000 13,0

76.000 - 100.000 14,0

101.000 - 150.000 17,0

151.000 - 200.000 8,0

201.000 - 300.000 7,0

Con la estructura de ingreso de los hogares y teniendo presente el nivel de error de muestreo

señalado, al realizar la sumatoria de los ingresos por hogar, esta investigación encontró que un 40,0

63

Page 64: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería% de los hogares tienen un ingreso en efectivo que va hasta los $ 75.000 mensuales; un 31.0 %

tienen un ingreso entre $ 76.000 y $ 150.000; un 8,0 % entre los $ 151.000 y los $ 200.000; y un

7,0 % más de $ 201.000. (Ver tabla No 8.6)

Decisión del Gasto

En relación con las decisiones a cerca del gasto del dinero al interior de la unida familiar, de las

465 encuestadas, un 43,0 % respondió que las decisiones son tomadas en forma conjunta por las

parejas, el 31,0 % respondió que son los esposos quienes toman la decisión, el 12,0 % los

hijos, el 9,0 % las esposas y el 3,0 % personas solas o por otros. Al cruzar estos porcentajes de

decisiones con la estructura del nivel de los ingresos familiares, las respuestas fueron las

siguientes.

Entre los hogares más pobres, con ingresos familiares entre los rangos de $ 1a $ 50.000, de $

51.000 a $ 75.000, y de $ 76.000 a $ 100.000, se encontró que del total de las intervenciones del

esposo antes mencionadas, en estos rangos de ingresos tiene lugar un 58,0 % de las mismas; en

el caso de las decisiones tomadas por las esposas, en estos rangos tiene lugar un 57,0 % de estas,

especialmente en los rangos más bajos de ingresos; en estos mismos rangos tiene lugar un 48,0

% de las decisiones tomadas en forma conjunta; un 57,0 % de las decisiones tomadas por los

hijos; el 80,0 % de las decisiones tomadas por personas solas; y el 45,0 % tomadas por otros. En

la medida que aumenta los ingresos familiares la participación en las decisiones cambia. Cuando

el nivel de los ingresos están en los rangos de $ 101.000 a $ 150.000, y de $ 151.000 a $

200.000, tiene lugar un 29,0 % de las intervenciones de los esposos sobre los gastos del hogar;

tiene lugar el 30,0 % de las intervenciones de las esposas; el 27,0 % de las decisiones conjuntas;

el 7,0 % de las de los hijos; el 10,0 % de las de las personas solas; y el 33,0 % de las decisiones

de otros. En aquellos hogares con más de $ 201.000 de ingresos mensuales, tienen lugar el 5,0

%

64

Page 65: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríade las decisiones de los esposos; el 2,0 % de las de las esposas; el 10,0 % de las decisiones

tomadas en conjunto; el 7,0 % de las de los hijos; y el 11,0 % de las tomadas por otros.

65

Page 66: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

IX. CAPITAL SOCIAL

Una característica fundamental de las sociedades con lato nivel de cultura cívica es el grado de

organización de los individuos entre sí, las normas de cooperación y de reciprocidad existentes, así

como las redes de participación. Este capital social es la confianza interpersonal, la solidaridad

entre los individuos y la confianza en las instituciones. Esta confianza interpersonal y la confianza

en el Estado, se hallan fuertemente vinculadas con el desarrollo económico y la estabilidad

democrática. Son estos factores los que permiten establecer relaciones sinergéticas entre los

individuos y el Estado que permiten incrementar la eficacia de los programas de desarrollo que se

implementan en dichas comunidades.

En sociedades con un alto grado de conflicto y malestar social, como lo son el Urabá antioqueño y

Cordobés, de donde provienen la gran mayoría de las mujeres desplazadas por la violencia, como

ellas mismas lo han expresado, esta confianza interpersonal y la confianza en las instituciones del

Estado han desaparecido casi completamente. Es un colapso de estas y un altísimo sentido de

inseguridad que se refleja simplemente en las formas de violencia que han llevado a la destrucción

de grupos sociales importantes.

Organización y Participación Cívica en el Lugar de Procedencia

La manifestación más clara de la profunda crisis de confianza en el Estado que existe entre las

mujeres desplazadas por la violencia, se refleja en el hecho de que en medio

66

Page 67: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríade la crisis, un 85,0 % de las mujeres desplazadas y sus familias decidieron no acudir a nadie en

búsqueda de protección para ellas y sus familias. Dentro de ese 15,0 % que si acudió a alguna

persona o institución, tan solo un 4,0 % recurrieron a alguna institución a cargo del aparato

represivo del Estado como el ejército o la policía, y un 2,0 % a alguna otra autoridad civil del

gobierno local. Es decir, para la gran mayoría de las mujeres no existía en esas sociedades un

Estado que pudiera imponer la ley y el orden necesarios para el desarrollo normal de la vida

diaria de los ciudadanos, y de sus actividades económicas.

Pero si son sociedades en las que la confianza en el Estado desapareció. Son también sociedades

que desde el punto de vista de la sociedad civil presentaron un nivel de capital social casi

inexistente. Así, en lo que hace a la red de organización y participación cívica, reciprocidad,

solidaridad, entre la gente, las que de existir llevan a la mutua confianza y al compromiso, y

permiten un mejor funcionamiento de las instituciones democráticas. Ello se refleja en el hecho

de que dentro del 9,0 % que acudieron a otras personas o instituciones diferentes del Estado,

6,0 % recurrieron a familiares y 3,0 % a amigos. Es decir, no acudieron a ninguna organización

de la sociedad civil. (Ver tabla No 8.1)

Desde otro punto de vista, esta debilidad de la cultura cívica de las sociedades de donde fueron

expulsadas las mujeres y sus familias, se refleja en el alto nivel de desconfianza, y alto nivel de

temor que existía entre los habitantes de estas sociedades. Estas tenían que ver además con una

percepción de incapacidad en el Estado y sus instituciones para demostrar legitimidad y mediar

en los conflictos. De hecho, una gran proporción 58,0 %, señalaron como principales causas

para no acudir al gobierno, el temor a las represalias y a la desconfianza hacia sus

conciudadanos, “no se sabe quien es el enemigo” . Ello refleja una total falta de cohesión social,

ausencia de inclusión y de pertenencia de los miembros de estas sociedades. Otras afirmaron

que recurrir al gobierno no significaba ninguna garantía en razón a que éste aunque conocía la

situación de

67

Page 68: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríatiempo atrás, no tomaba las medidas pertinentes en la región. Y para algunas fue tan impactante

y desconcertante su vivencia que no se les ocurrió solicitar apoyo. (Ver tabla anexo No 9.1)

Tabla No 9.1

Persona o Institución a la cual Recurrieron Durante el Conflicto

Actitud %

1. Si Acudieron 15,0

1.1 Familiares y Amigos 9,0

1.2 Gobierno 2,0

1.3 Policía/Ejército 4,0

2. No Acudieron 85,0

De hecho, la solidaridad obtenida tanto de familiares como por parte del Estado, se limitó a la

entrega de alojamiento transitorio, colaboración para el traslado, o protección temporal. Pero

este reclamo de las mujeres y sus familias no se tradujo en acciones del Estado orientadas a dar

protección para que estas pudieran permanecer en su lugar de habitación y les garantizara sus

bienes y sus vidas. De hecho solo un 1,0 % obtuvo protección del Estado

Desde otro punto de vista, esta debilidad de la cultura cívica también se refleja en el hecho de

que el temor a las represalias, la desconfianza hacia el gobierno y hacia sus conciudadanos se

tradujeron en el poco interés en las estructuras organizativas y comunitarias, tanto para expresar

su inquietudes y problemas como para lograr el apoyo individual y colectivo para desarrollar

acciones defensivas. Los resultados de la encuesta señalan que un 84,0 %, de las mujeres

desplazadas, en su mayoría hijas y esposas de agricultores y jornaleros, expresaron que ni ellas

ni sus familias pensaron adelantar ninguna tarea con el fin de organizar sus comunidades para

hacer frente a las amenazas y la violencia.

68

Page 69: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Tabla No 9.2Planes de Organización en el Lugar de Origen

Actitudes %

1. Si Pensaron Organizarse 16,0

1.1 Realizaron Actividades 2,0

Vigilancia 1,0

Asociación de Vecinos 1,0

2. No Pensaron Organizarse 84,0

Puede pensarse que fue una escogencia racional a la que llegaron los individuos muy

rápidamente luego de sopesar sus opciones de sobrevivencia. La falta de tradición en lo que hace

a la cultura cívica de organizaciones, como por la ausencia del Estado para jalonar este proceso

de creación de capital social, se encuentran detrás de las razones de esta actitud de las mujeres y

sus familias. A pesar de que un 16,0 %, consideró la posibilidad de organizarse, de éstos sólo

el 2,0 % fueron lo suficientemente activos y constituyeron grupos de vigilancia y agrupaciones

de vecinos. Es un porcentaje que refleja la total inviabilidad de esta sociedad para hacer frente al

conflicto. (Ver tabla No 9.2)

Esta es una característica común tanto dentro de los grupos de expulsadas recientemente, como

de las expulsadas hace 6, 7 años y que se encuentran asentadas en Cantaclaro.

Pero esta reacción tiene que ver indudablemente con el hecho de que estas son sociedades agrarias

con estructura autoritaria de organización de la vida política y un orden social poco democrático.

Este tipo de sociedades no se caracterizan por la confianza interpersonal y las instituciones

democráticas. De esta manera, no es sorprendente encontrar que al preguntar sobre el tipo de

actividades de carácter cívico en que la mujer participaba en su lugar de origen las respuestas

69

Page 70: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríafueron las siguientes : del total de encuestadas el 78,0 % de ellas no participaba en ningún

actividad comunitaria.

Tabla No 9.3Participación en el Lugar de Origen

Participación %

1. Si Participaba 21,0

JAC 9,0

Asoc. Padres de Familia 6,0

Iglesia 3,0

Madres C/tarias 1,0

Asociación/Cooperativa 2,0

2. No Participaba 79,0

La mayoría estaba dedicadas exclusivamente al trabajo doméstico como el cuidado de la familia

y la atención de los animales. Del 22,0 % que participaba en actividades cívicas, el 41,0 %

participaba en las actividades de las Juntas de Acción Comunal, el 27,0 % en las asociación de

padres de familia, el 9,0 % en grupos religiosos, y el 18,0 % en las mujeres comunitarias,

asociación y comités, actividades cooperativas y en la iglesia.

De esta manera el bajo nivel de organización de las mujeres en el lugar de origen se dio alrededor

de entes organizados y promovidos por el Estado, como lo son las JAC y las asociaciones de padres

de familia. Existía poco o ninguna actividad de las organizaciones autónomas de la sociedad civil.

Del total de mujeres que participaban en su lugar de origen en actividades comunitarias, el 79,0

% eran de origen rural y el 16,0 % urbano. Ambos grupos de población cooperaban con las

70

Page 71: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaJuntas de Acción Comunal y las asociaciones de padres de familias, aunque es mayor el

entusiasmo a nivel rural. Sin embargo existían diferencias. En el área urbana estaban más

desarrolladas las agrupaciones de madres comunitarias, los grupos religiosos, la iglesia, las

cooperativas y otros tipos de organizaciones, más propios de ese entorno social y físico.

La Organización y Participación en Cantaclaro.

“ En Cantaclaro … el primer año se logró hacer integraciones, hacer organizaciones, comités de coordinación, a los dos años se organiza la cuestión para el trazado de calles muy desordenadamente, sin ningún apoyo de alguna institución. Luego la gente comienza a robarse la luz del barrio vecino, luego el asunto del agua. El gobierno municipal no tomó represalias… A los tres años sigue llegando la gente.. A los cuatro años nosotros nos movilizamos, los líderes logramos hacer una integración de todas las acciones comunales, comités cívicos, juntas de padres de familia….”

El cambio en las estructuras de organización de las mujeres, como resultado de su migración a

Cantaclaro, es importante. Para comenzar, el porcentaje de mujeres que respondieron estar

participando en una u otra de las organizaciones existentes subió del 22,0 % al 49,0%. Estas entran

a participar de manera importante en organizaciones que no están lideradas por el Estado como lo

es el Comité de Desplazadas al cual se vincularon un 12,0 % de las mujeres desplazadas. Por otro

lado, la J.A.C., las asociaciones de padres de familia, y las madres comunitarias agrupan un 35,0 %

de las mujeres desplazadas.

Tabla No. 9.4Participación de las Mujeres en

Actividades Comunitarias en Cantaclaro

Tipo de Organización %

- J.A.C.- Asociación de padres de familia- Madres comunitaria- Iglesia

17 10 8 5

71

Page 72: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

- Comité de desplazados- Otro- Ninguna

12 4 51

Esto significa que crece en importancia el papel del Estado como jalonador de un proceso de

creación de capital social entre esta población. Pero también los individuos se hallan en un entorno

social y cultural urbanos en donde tienen necesidades de desarrollar una lógica diferente para lograr

una adaptación que les permita alcanzar un mayor nivel de seguridad económica. Ello de alguna

manera refleja un mayor grado de institucionalidad y confianza de la población en el Estado, pero

fundamentalmente refleja el hecho de que son poblaciones que se han sustraído de la influencia

directa de las estructuras social y política poco democráticas que ordenaban sus vidas en el entorno

rural. Han escapado a la ley de hierro de la clase hacendataria de dichas sociedades. (Ver tabla No

9.4)

En lo que hace a las características de las mujeres que participan y las que no participan, el

promedio de edad de las mujeres que no asiste a ningún tipo de reunión o actividades de barrio

es de 36 años. Sin embargo entre las mujeres que asisten a las juntas de acción comunal y a las

asociaciones de padres de familia como miembros activos que llevan entre 2 y 4 años o más de 5

de vivir en el barrio, el promedio de edad es de 38 años.

En Comité de Desplazados en el que participan un 12,0 % de las mujeres desplazadas, estas

presentan una edad promedio de 36 años. El 77,0 % de éstas tienen menos de 2 años de vivir en

Cantaclaro, el 11% coopera desde hace 6 años y 9,0 % desde hace 3 años. Otros grupos como

los religiosos están integrados por personas con edad promedio de 41 años y a los comités y la

iglesia asisten los que tienen 44 años. Por otro lado, en las asociaciones y cooperativas la edad

promedio de los participantes está entre los 21 y los 28 años. Es decir, en la asociación de

madres

72

Page 73: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríacomunitarias y en las asociaciones económicas participan mujeres más jóvenes que en las otras

organizaciones. De las 36 madres comunitarias el 52,0 % que tienen en edad promedio 30 años,

están ayudado a la comunidad desde hace más de 5 años y el 34,0 % hace 1 o 2 años.

Es de notar que la participación en las actividades comunitarias entre las mujeres desplazadas no

es del todo baja a pesar de los pobres antecedentes de trabajo comunitario. Algunas mujeres

participan en la directiva del Comité de Desplazados. Su trabajo es el de realizar actividades

sencillas de solidaridad para solucionar problemas como conseguir ropa, buscar sitios de

lavado de ropas o a ubicar las personas que van llegando. Este tipo de acciones son las que

contribuyen a construir un tejido de relaciones sociales que empieza a dar cohesión al grupo de

desplazados, sentido de solidaridad, e inclusión entre las personas que comparten un mismo

problema.

Si cerca del 50,0 % de las mujeres desplazadas participan efectivamente en algún tipo de

organización o actividad, el interés manifiesto de participación entre las mujeres es todavía mayor.

Así lo manifestó cerca del 80,0 % motivadas por razones del bien común.

En ese sentido se expresó el 60,0 % de las mujeres al aducir como razones de participación, al

bienestar de la comunidad, la ayuda mutua y la colaboración. Por otro lado, un 20,0 % adujo

razones de carácter personal tales como la de capacitación, superación personal. Es decir, prima el

deseo del bien común entra las razones expuestas. Entre el grupo de mujeres que no manifiestan

interés en participar, en la mayoría de los casos se aduce la falta de tiempo.

La totalidad de las mujeres encuestadas consideran que si es importante que ellas se organicen y

participen en las actividades comunitarias. De nuevo, las mujeres aducen como razón el bien

común, el impulso a obras que mejoren el nivel de vida y de bienestar de la comunidad. Además

expresan su deseo de colaborar con el gobierno y recibir ayuda de este, lo que garantiza que pueden

73

Page 74: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríahaber complementariedad entre las acciones del gobierno y la sociedad. Otro porcentaje menor da

como razones la de conveniencia personal.

74

Page 75: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

X. RELACIONES CON EL GOBIERNO LOCAL

Conocido el hecho de que las mujeres desplazadas venían de sociedades en las que de acuerdo a su

percepción había una pérdida total de confianza en el Estado, lo cual fue una de las principales

razones para que tuvieran que migrar, fue importante conocer la percepción que este grupo humano

tenía del gobierno local en su nuevo entorno urbano, y las relaciones que había establecido con el

mismo. El objetivo era conocer la naturaleza de las relaciones del individuo con el Estado, las

condiciones en que estas se daban y los instrumentos a través de los cuales se establecían estas

relaciones.

Para grupos sociales en los que el énfasis primordial de la organización de sus vidas está en la

seguridad física y la seguridad económica, es decir prioridades relacionadas con la sobrevivencia

fisiológica, su relación con el Estado tiende a ser la de las llamadas sociedades con valores

“materialistas”. Son sociedades que reclaman una fuerte presencia del Estado para garantizar su

bienestar y su seguridad física.

Relaciones con el Gobierno Local

Se comenzó por interrogar a las mujeres desplazadas a cerca de la imagen que estas tenían sobre el

interés de la alcaldía por los habitantes de Cantaclaro, habida cuenta de que estos constituyen un

asentamiento subnormal de Montería que les imprime una identidad frente al gobierno local

75

Page 76: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaPara un 62,0 % de las mujeres la alcaldía está poco o nada interesada en Cantaclaro y sus

habitantes. Un 38,0 % considera que sí esta interesada (Ver anexo No 8.1) Cuando la percepción

del gobierno local se hizo más personal y se interrogó a las mujeres a cerca de su opinión sobre el

interés que ella consideraba existía en la alcaldía por los problemas de las mujeres desplazadas hubo

un leve crecimiento y un 42,0 % consideraron que si hay interés en la alcaldía por sus problemas.

Las visitas constantes, el desarrollo de programas de bienestar, la soluciones de vivienda

alcanzadas, los programas de educación y capacitación que se han adelantado, el apoyo

recibido para la consecución de empleo de algunas personas, la construcción del puesto de

salud y de la escuela y la instalación del servicio de energía y aseo en el barrio, son las razones

expresadas. Sin embargo, para el 58% de las mujeres la alcaldía no está interesada en la

situación de las desplazadas. Las mujeres desplazadas dicen que esta anuncia apoyo en la

realización de acciones y obras para solucionar problemas como los de vivienda y no cumplen.

Se presentan sólo en el tiempo de elecciones. O se aducen razones específicas como que no

solucionaron los problemas de reubicación de la población en zonas de contaminación.

Al cruzar estas respuestas con el nivel de ingresos familiares, las opiniones sobre el interés de la

alcaldía en solucionar los problemas de las mujeres desplazadas está divididas en forma similar.

De las 271 personas que contestaron que no existe ningún interés de la alcaldía, un 53,0 % de las

ellas forman parte de los hogares más pobres cuyos ingresos familiares están entre mil pesos y

$100.000, pero a su vez, un 54,0 % de las que contestaron en forma favorable (194 personas),

corresponden a este mismo rango de nivel de ingresos.

Entre los hogares con ingresos entre $101.000 y $150.000, el 16,0 % de las mujeres opinan

en forma negativa sobe la alcaldía y el 18,0 % consideran positivo el interés de las autoridades.

Igualmente entre los hogares con ingresos familiares hasta $200.000 fueron el 9,0 % y 7,0 %

76

Page 77: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríarespectivamente. Para los hogares con ingresos superiores a los $201.000, un 8,0 % opina que si

hay expresiones favorables de la alcaldía a favor de las desplazadas y otro tanto porciento

menciona que no existe.

Identificación de la Estructura Institucional del Gobierno Local

En términos del set de instituciones a través de las cuales el gobierno local materializa ese interés

por la gente de Cantaclaro, un 28,0 % de las entrevistadas identificaron a la Red de Solidaridad y

un 24,0 % al Bienestar Familiar como las que más se interesan por la comunidad; le siguen en su

orden, el departamento y la brigada con 14,0 % y 11,0 %. Solo un 27,0 % considera que nadie se

interesa por ellas. Es decir, son las instituciones del gobierno central las que con más frecuencia son

identificadas. (Ver anexo No. 10.2)

En el campo de la realización de obras a cargo de estas instituciones, Bienestar Familiar con un

25,0 % y la Red de Solidaridad, con un 20,0 % son la más citadas; pero por otro la Brigada con un

20,0 % y la Policía con un 15,0 % son las otras instituciones que las mujeres identifican con más

frecuencia.

Tabla No. 10.1

Entes Gubernamentales que las Mujeres Consideran que se Interesan en sus Problemas

Ente %

1. Red de Solidaridad2. Bienestar Familiar3. Departamento4. Brigada5. Organización comunitaria6. Secretaría de Salud7. Policía8. Nadie

2824141153227

77

Page 78: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Con un porcentaje de apenas el 3,0 % para la Secretaría de Salud del municipio, la respuesta está

indicando que las mujeres identifican fundamentalmente las acciones emprendidas por entes

institucionales del gobierno central y se hallan completamente ausentes las entidades del gobierno

local. Además de ello, hay un 40,0 % que no sabe o que indica que ninguna entidad municipal ha

adelantado allí obras. (Ver anexo No 8.2)

Desde el punto de vista del beneficio directo que las mujeres desplazadas y sus familias están

recibiendo de estas diferentes entidades mencionadas que han identificado, es altísimo, el

porcentaje de mujeres que dijeron no estar recibiendo ayuda al momento de la realización de este

estudio 86,0 %. Es decir, existe una relativa identificación de las organizaciones del gobierno local

y nacional que atiende a la gente de Cantaclaro, pero un muy bajo porcentaje se siente beneficiada,

o considera que a ella y su familia están llegando estos servicios.

Para el 14,0 % de las que respondieron que si les llega ayuda, estas citan principalmente al

Bienestar Familiar y la oficina de participación comunitaria y, en una muy baja proporción,

la red de solidaridad, la alcaldía, el servicio de salud y la brigada. El tipo de ayuda recibido

tiene que ver con el cuidado de los niños, la prestación de servicios, el apoyo monetario, el

soporte afectivo y la recreación.

Dada la bajísima cobertura, es evidente que para Cantaclaro ni el gobierno local ni el gobierno

nacional aseguran recursos significativos, ni han construido la estructura institucional para atender

las mujeres desplazadas. De existir, y siguiendo la existencia de una estructura clientelista

generalizada para el manejo del Estado, habría de esperarse que a cambio de los servicios le

reclamaran a las mujeres algún tipo de reciprocidad en términos de dinero o lealtad política. Como

ello no es así, no es de sorprender que el grupo de mujeres que reciben servicios hayan contestado

que en general no le exigen nada por el servicio recibido. 78

Page 79: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Una de las características de la cultura cívica en sociedades pobres y atrasadas, es la fortaleza de sus

organizaciones y las intensidad de la participación en las actividades del Estado, y las relaciones de

carácter horizontal entre los ciudadanos y el Estado. En ese sentido, sobresales la distancia entre

el Estado y los individuos que se refleja en la frecuencia de los contactos directos entre uno y otro.

Al preguntar sobre la facilidad que tienen las personas del barrio para reunirse con los

funcionarios de la alcaldía las respuestas fueron las siguientes; para el 62,0 % de las 465

encuestadas, el acceso a los funcionarios es difícil, y para un 10,0 % imposible. Nunca

atienden las peticiones o reclamos, no tienen tiempo o siempre están ocupados, no los reciben o

se requiere de influencias para ello o están ausentes. Para un 11,0 % de las encuestadas es un

poco fácil en razón a que son escuchadas y recibidas ; sin embargo el grado de dificultad está en

que cuando se les solicita están ocupados o se demoran en conceder cita. Solo otro 11,0 % de

las personas respondió que es fácil obtener la atención de los funcionarios.

Planteada la situación hipotética de una más fluida comunicación con los funcionarios locales,

y una forma más democrática de gobierno local para que los individuos expresen sus peticiones

o solicitudes, las respuestas indicaron que el 79,0 % desea encontrar soluciones de

vivienda, el 39,0 % fuentes de empleo, el 8,0 % educación y salud para los hijos y el 2,0 % más

y mejores servicios públicos.

Mujeres que Llevan Tres o más Años de Asentamiento en Cantaclaro

Con el fin de conocer si las relaciones entre las mujeres desplazadas y las diferentes instituciones

del gobierno local presentaban algún cambio en el tiempo, o si estas reconocían una mayor acción

del Estado en sus comunidades, se decidió preguntar a aquellas que llevaban tres o más años de

asentamiento en Cantaclaro a cerca de las obras realizadas, su participación y el beneficio directo

recibido.

79

Page 80: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaPara comenzar, un 58,0 % de las mujeres desplazadas y sus familias pertenecen a esta categoría.

De este total, un 90,0% de este subgrupo admitió que el gobierno local ha realizado obras en el

barrio en el período en que han estado asentadas allí. Acueducto y electrificación, y en menor

proporción, son las obras más frecuentemente identificadas por porcentajes del 47,0 % y 37,0 %

respectivamente.

La casi totalidad de este subgrupo, el 51,0 % admite que la comunidad ha participado en la

realización de las principales tareas adelantadas por la alcaldía. Es decir, señalan que el espíritu

comunitario que ha acompañado la realización de estas obras, no solo ha sido la oportunidad de

expresar solidaridad entre los habitantes, sino de estructurar relaciones de complementariedad

entre las acciones del Estado y las acciones de la comunidad Para ello la comunidad ha aportado

dinero y trabajo de manera preponderante. También se destacaron inversiones realizadas en

actividades de salud y seguridad social como la construcción del puesto de salud y las campañas

de vacunación, aunque en proporciones muy inferiores.

En relación con los beneficios directos que las mujeres desplazadas y sus familias han recibido

de parte del Estado en forma de auxilios o subsidios, el 71,0 % menciona que no ha recibido

ningún tipo de asistencia. El 11,0 % ha recibido subvenciones para educación, el 9,0 % en

vivienda y otro 9,0 % para salud.

Entre las familias de más bajos ingresos, entre $ 1000 y $100.000 / mes, 54,0 %, opinó que en

los tres últimos años las autoridades municipales han realizado algún tipo de obra el barrio,

mientras que un 30,0 % de los que obtienen ingresos entre $101.000 y $ 200.000 son enfáticos

en asegurar que no se ha ejecutado ninguna obra.

Cuando se interrogó a toda la población a cerca de los cambios en su nivel de vida,

independientemente de su tiempo de asentamiento, 43,2 % respondió que su situación había 80

Page 81: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríamejorado desde cuando llegaron. De este total, el 44,0 % llevan viviendo entre 1 y 4 años y el

47,0 % entre 6 y 7 años. Para el 43,5 % que dice que su situación sigue igual, el 64,0 % llevan

entre 1 y 4 años y el 33,0 % entre 5 y 7 años; y finalmente para el 13,3 % que respondió que su

situación ha empeorado, el 65,0 % llevan de 1 a 4 años y el 32,0 % entre 6 y 7 años.

“En Cantaclaro nunca ha dejado de llegar desplazado, muchos se acomodan en casa de familiares, se encuentran hasta cuatro familias en una casa. Gente que lo abandonó todo y vinieron con la mera ropa, la gente les da apoyo, parte el patio para que monten una carpa…

Las mujeres que respondieron que las condiciones económicas de la familia han mejorado, dan

como razones el que han trabajado mucho, otras consideran que es la voluntad de dios, algunas

lo atribuyen a la buena suerte, o a que se han organizado. Para aquellas cuya situación ha

empeorado, sus argumentos son la situación económica difícil, la mala suerte o la falta de ayuda

del gobierno. Razones similares a las anteriores fueron expuestas por las personas que dicen

estar igual, sin avances o logros.

Sobrevivencia y Relaciones de Carácter Político.

Otro aspecto fundamental de su proceso de socialización y de adaptación al entorno urbano, lo

constituye el vigor cívico de sus organizaciones y las estrategias adoptadas. En este sentido esta

investigación quiso conocer en qué medida las mujeres construían relaciones políticas de carácter

clientelista como una de las estrategias de adaptación, o si simplemente estas no existían, bien

porque su urgencia de sobrevivencia no les daba espacio para establecer dicho tipo de relaciones, o

bien porque estas no eran funcionales para dichos propósitos.

81

Page 82: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaCon ese fin, se comenzó por preguntar a las mujeres sobre los principales problemas que estaban

enfrentando en Cantaclaro. El 83,0 % contestó que este era la vivienda, el 77,0 % contestó que era

la falta de empleo: En mucho menor porcentaje, mencionaron la educación y la salud.

En relación con estos dos problemas concretos, un altísimo porcentaje 90.0 %, respondió que no

había recurrido a nadie para su solución. Dentro del 10,0 % que si ha recurrido a alguien, solo un

1,0 % recurrió al Estado y el resto a organizaciones comunitarias como el comité central, 5,0 % y la

J.A.C., 3,0 %.

Es decir, permanece como constante a lo largo de este estudio la total ausencia del Estado y de una

estructura institucional que brinde opciones a esta población para solucionar sus principales

problemas básicos de bienestar. Si bien se han identificado al ICBF y a la Red de Solidaridad como

entes del Estado que actúan en Cantaclaro, para la solución de sus problemas básicos consideran

que el Estado no ha aportado soluciones.

En contraste la mayoría de las mujeres que han acudió a las organizaciones comunitarias considera

que sus peticiones han sido atendidas. Es alto su nivel de credibilidad en las mismas. Por otro lado,

este grupo de mujeres considera que el diálogo y las peticiones son los mejores mecanismos para

lograr que les presten atención y rechazan otros mecanismos más beligerantes como los paros y las

marchas.

En su gran mayoría cuando este grupo de mujeres acude ante el presidente de la J.A.C., al Comité

de Desplazadas, o a algún miembro del Comité Central, sus peticiones son de obras para la

comunidad. Es bajo el porcentaje de las que acuden a pedir favores de carácter personal para ellas o

su familia, es decir, se puede establecer que ni es fuerte la acción del Estado, ni se han elaborado

estructuras políticas de carácter clientelismo autoritario entre la población de desplazados.

82

Page 83: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaCarmen Alicia : “El Comité les ayudo mucho, se consiguieron los regalos, mercaditos, siempre hay mucha ayuda. Piensa que a través del Comité para la vivienda. Le gusta ir a las reuniones del comité…

Atención por Parte del Estado y del Sector Privado en la Movilización

De la misma manera como el Estado y otras instituciones de carácter privado estuvieron ausentes

en el momento en que la violencia golpeó a las mujeres y sus familias, también hubo una casi

total ausencia institucional para brindarle ayuda en el momento en que tuvieron que salir de sus

lugares de habitación. Solo un 15,0 % de las mujeres desplazadas recibieron ayuda. Esta provino

de familiares y amigos en un 14,0 % y un 1,0 % de parte de la Brigada. De esta manera un 85,0

% de las mujeres y sus familias no recibieron ayuda, y las que recibieron, esta provino de su

familia más cercana. Ello está demostrando que el Estado no tiene la capacidad ni puede hacer

presencia para paliar las consecuencias del conflicto.

Por otro lado, a juzgar por los resultados de la encuesta, la ausencia de este y de las

organizaciones privadas es también notoria en el momento de la instalación de los desplazados

en Cantaclaro. Aunque es mucho más alto el número de familias que recibió ayuda en el

momento de su llegada al asentamiento, 61,0 %, esta provino de nuevo solamente de familiares

y amigos. En contraste con el 39,0 % de ellas, que no fueron apoyadas por nadie. En ambos

casos al arribo de las familias ni el Estado central, ni Bienestar Familiar, ni el gobierno local, ni

el servicio de salud, etc, ni las organizaciones de desplazados o la iglesia se hicieron presentes.

Las personas que recibieron ayuda y que provenía principalmente de municipios de Córdoba,

venían de los municipios de Montería (18,0 %) y Tierralta (14,0 %). Aquellas oriundas de

Antioquía llegaron de Apartadó (10,0 %), Arboletes (9,0 %), Necoclí (7,0 %). En menor

proporción se presentaron personas procedentes de Canalete (5%), Valencia (4,0 %), Planetarica

(2,0 %). y San Pedro y San Juan de Urabá (6,0 %) respectivamente. Muy similar es la

83

Page 84: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríacomposición de las personas que dicen no haber recibido ayuda. Llegaron de Montería, Tierralta,

Valencia y Canalete, Medellín, Andes, Apartadó, Arboletes, San Pedro y Necoclí.

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Page 85: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

XI . ESTRATEGIAS FAMILIARES DE SUPERVIVENCIA

En los sectores populares de población son muy importantes las estructuras de organización, para

asegurar el proceso de reproducción al interior de la unidad familiar. En ello están envueltos las

conductas y los recursos disponibles para la satisfacción de las principales necesidades (bienes y

servicios como la alimentación, salud, educación, vivienda, etc). En el caso particular de la

población movilizada de manera forzosa, los hogares deben afrontar ajustes inesperados para

atender la nuevas condiciones resultante del desplazamiento. Estos son ajustes que deben ser

considerados como estrategias familiares de supervivencia.

El concepto general de estrategia familiar de supervivencia utilizado aquí es el de : “conjunto de

comportamientos -socialmente determinados- a través de los cuales agentes sociales aseguran su

reproducción biológica y optimizan sus condiciciones materiales y no materiales de existencia".

(Torrado: 1981)

Red Familiar y Extrafamiliar Red Familiar y Extrafamiliar

La supervivencia de estos grupos que se encuentran en condiciones sociales y económicas precarias

y vulnerables se da en gran medida o es facilitada, por las redes familiares y extrafamiliares que se

construyen ( en las cuales hay intercambios de bienes y servicios ) como parte de las estrategias de

supervivencia. Y estos grupos de desplazados no son ajenos a este tipo de organización.

85

Page 86: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaUna gran proporción de las mujeres desplazadas que viven en Cantaclaro tienen parientes dentro del

mismo barrio 76.3 %. Y hay que anotar que un 70,0 % han nacido en Córdoba. Dentro de esta red

extrafamiliar, los principales intercambios y colaboración, se dan a nivel de ayuda, apoyo afectivo,

dinero y servicios (GRÁFICO 11.1).

Aparte de esta red de intercambio, en los lugares de asentamiento se construyen otro tipo de

relaciones con vecinos y amigos, que amplían la red solidaria. Cerca de un 87,0 % de las mujeres

desplazadas tienen relaciones con vecinos y amigos, cuya cooperación es de diversa índole,

incluyendo, servicios, préstamo de dinero, ayuda y apoyo afectivo.

Consumo Consumo : Decisión Sobre el Gasto : Decisión Sobre el Gasto

Se relaciona con los comportamientos destinados a satisfacer las necesidades de consumo dentro del

hogar. Entre ellos se encuentran aspectos como la decisión sobre el gasto. En el interior de los

hogares de las mujeres desplazadas las decisiones sobre como gastar el dinero la toma el esposo en

un 31.2 % de los casos y la esposa en 9.5 %. Es significativa la proporción de hogares en los cuales

se decide conjuntamente, entre los dos cónyuges 42.8 %. En algunas ocasiones son los hijos los

que disponen sobre el gasto del hogar 12.5 %.

Cuando las mujeres encabezan el hogar la situación varía. Una de cada cinco jefas decide sobre el

gasto (tenga o no cónyuge) y un 36.5 % lo hace en conjunto. En este caso de las mujeres jefes, es

notorio, como se conserva la fuerza decisoria de esposos e hijos que siguen tomando decisiones en

este sentido: un 15,0 % de los esposos y un 27.5 % de los hijos. Esta última proporción, la de los

hijos con poder decisorio, es bastante alta, superior a la de las mismas mujeres jefes.

Organización del Consumo 86

Page 87: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Con el fin de optimizar los escasos recursos económicos del hogar, los gastos se organizan de forma

tal que cubran las principales necesidades, según la priorización que se haga de ellas. De acuerdo al

orden de importancia de las necesidades básicas, la destinación de los recursos se orienta, en primer

término, a la alimentación: las desplazadas señalaron casi unánimemente este ítem como el gasto

de primer orden 91.2 %. En segundo lugar de importancia están los servicios 23,0 % y la

educación 20.9 %, seguidos del vestido, vivienda y salud.

Finalmente, un 34.7 % de las mujeres señalaron la salud como tercer gasto en orden de importancia,

seguidos de los servicios, educación y vestido. Obsérvese como la vivienda, que es una de las

principales expectativas de estas mujeres, no ocupa un orden prioritario, pues ante otras necesidades

más primordiales para la sobrevivencia, esta tiene que ser pospuesta.

Preferencia por Miembros

Dentro de la organización del consumo que se da en el interior de los hogares, ante la escasez que

impide satisfacer las necesidades de todos los miembros por igual, suele haber preferencias por

alguno de ellos, en cuanto al consumo de ciertos bienes, sobre la base de diversas consideraciones

como: situación de crecimiento, gasto de energías por trabajo, aporte económico, vulnerabilidad

física -bien sea por edad o por enfermedad-, calidad de consentido, entre otras.

Aunque las mujeres, en especial las madres, tienden a negar este hecho, se pudo establecer que en

una tercera parte de estos hogares se da este tipo de preferencias. El miembro familiar que es el

principal sujeto de este privilegio son los niños 72.7 %, seguidos de adultos 15.5 % y adolescentes

9.1%. Estas preferencias se orientan principalmente a la alimentación y el vestuario, y en los dos

rubros, la niñez es la elegida 71.6 % y 76.9 % respectivamente, seguidos de nuevo por los adultos y 87

Page 88: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaadolescentes, aunque en cuanto al vestido, la preferencia es levemente mayor hacia los adolescente

con respecto a los adultos.

Jornada de los Niños Jornada de los Niños

La determinación de la jornada cotidiana u organización del tiempo de los menores de 12 años suele

estar determinada por los padres, sobre la base de consideraciones de diversa índole, como:

* posibilidades económicas que permiten el estudio o que, por el contrario, requieren de su mano

de obra, bien sea en trabajos independientes o de ayuda a sus padres;

* factibilidad del cuidado de los niños, por ayuda de vecinos o familiares, o por capacidad de

tenerlos en guarderías, o

* facilidades de la madre para tenerlos con ella, en casa o durante la jornada laboral.

El CUADRO 11.5 muestra que básicamente la jornada de los niños es el estudio o la permanencia

con su madre: cerca del 42,0 % de los menores están con sus madres y otro tanto se encuentra

estudiando. La proporción de menores que están en guardería es apenas de 12.8 % y al cuidado de

los vecinos tan solo un 1.7 %.

Atención en Salud Atención en Salud

Aunque el servicio de salud es primordial, el acceso a él por parte de sectores populares de

población de bajos recursos y por fuera del sistema de seguridad social suele ser difícil. A la

pregunta 'a quién acuden cuando alguien se enferma en el hogar' ?, más de la mitad de las mujeres 88

Page 89: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaseñalaron el puesto de salud 53.5 % y un 24.5 % el hospital. Hay que tener en cuenta que en

Cantaclaro existe un puesto de salud, además de organizaciones como el Comité Central y el

Comité de Desplazados, las que prestan ayuda en estos casos.

División Familiar del Trabajo División Familiar del Trabajo

Involucra la consecución del ingreso mediante la asignación de la fuerza de trabajo disponible a

actividades económicas generadoras de ingresos y al trabajo doméstico. Después del

desplazamiento, uno de los ajustes que se observa es la incorporación de nuevos miembros a la vida

productiva, como las jóvenes que deben abandonar sus estudios y las adultas que se encargaban de

las tareas del hogar, bien sea de forma parcial o total, independiente o colaborando con sus padres

en sus trabajos. Y muchas veces este ajuste se da en detrimento de la calificación de los miembros

del hogar.

En este universo, por ejemplo, la actividad económica entre las mujeres desplazadas pasó de 14.6 %

a 26,0 % y la proporción de mujeres en el hogar descendió al igual que el enrolamiento escolar. La

modalidad de ocupación también cambió: disminuyeron las obreras y empleadas y aumentaron las

empleadas domésticas y las actividades varias.

Capacitación Capacitación

La calificación del recurso humano está supeditada a diferentes circunstancias. Así, la consecución

del ingreso puede requerir de la movilización laboral de más miembros; dentro de la estructura de

gastos del hogar, el estudio puede no ser tan prioritario frente a otras necesidades, por lo cual debe

89

Page 90: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaser pospuesto. También está afectada por las valoraciones, que al interior del hogar, sobre la

utilidad de la educación para el futuro productivo de ese miembro.

Ya se ha visto que dentro de la población de mujeres desplazadas, los indicadores educativos

revelan una formación muy baja: alto analfabetismo 31,0 % y alta proporción de mujeres sin

instrucción 33,0 %. Después del traslado, la asistencia escolar descendió drásticamente, de 85.7 %

a 23.8 %. No obstante, dentro de la población total de los hogares de estas mujeres, con alta

proporción de población joven, el enrolamiento escolar aumentó de 57.3 % a 70,0 % en la

actualidad. Se presentan menores niveles de analfabetismo y población sin ninguna instrucción y es

mayor la proporción de población con estudios de primaria.

Localización Residencial Localización Residencial

Por localización residencial se entiende tanto la ciudad de destino, como el barrio donde de

establecen las mujeres desplazadas. Una de las consideraciones básicas para la elección del lugar de

asentamiento es la presencia de familiares y amigos en dicho lugar. De hecho, como se vio con

anterioridad, un 70,0 % de las mujeres son nativas de Córdoba y, específicamente, un 32,0 % nació

en Montería. Y además, un alto porcentaje de las mujeres que viven en Cantaclaro 76.3 %, tiene

parientes allí, más allá de los límites del núcleo familiar de residencia.

Otro de los criterios para la fijación de la residencia es 'cierta cercanía geográfica' del lugar de

destino con el lugar de expulsión. Más de la mitad de la mujeres emigraron de otros municipios de

Córdoba o del área rural de Montería, y un 43,0 % del Urabá antioqueño.

Finalmente, está la consideración sobre infraestructura de servicios en el barrio. En este aspecto,

hay que recordar que dentro de los asentamientos subnormales de Montería a los que suele llegar la

población desplazada, Cantaclaro tiene el atractivo de las obras de electrificación y acueducto

desarrolladas allí (ver numeral 4.4.2. sobre condiciones de vivienda). 90

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Allegamiento Cohabitacional Allegamiento Cohabitacional

Aunque no se dispone de la información sobre la extensión de la familia nuclear por la

incorporación a la unidad de residencia de otros parientes y no parientes, por las observaciones en el

terreno, se sabe que este tipo de organización familiar es frecuente. La composición por parentesco

de la población de los hogares de mujeres desplazadas, muestra una proporción del 12.6 % de otros

parientes y no parientes.

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

XII. ACTITUDES, EXPECTATIVAS

La organización de la vida de las mujeres desplazadas en Cantaclaro, así como las posibilidades

con que cuentan, están determinadas por factores tan diversos como el desarrollo institucional del

Estado para proveer servicios básicos de bienestar, el desarrollo de la economía urbana y del

mercado local de trabajo, el nivel de educación y de preparación de la mano de obra, el número

de personas económicamente activas al interior de los hogares, etc. Son los factores económicos,

conjuntamente con los factores políticos, y los factores de carácter cultural, los que se dan de

manera conjunta y en un patrón especial, y que determinan las diversas opciones de los individuos

al interior de estas sociedades.

La presente investigación quiso conocer algunos aspectos de la manera como las mujeres

desplazadas perciben estos cambios en su situación y las de sus familias, y las actitudes y

expectativas que tienen a cerca de ellos.

Proyecto de Retorno

Para comenzar se interrogó a las mujeres si estas tenían deseo de regresar a su lugar de origen. La

gran mayoría, el 94,0 % manifestó no tener deseo de regresar. El temor, el miedo a la violencia, a

las masacres, son las razones fundamentales esgrimidas por las mujeres para no querer regresar, o

simplemente porque se sienten tranquilas y contentas

93

Page 94: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríaen Cantaclaro. En este sentido, un 78,0 % de las mujeres consideraron que su actual lugar de

residencia es definitivo, es decir, para la gran mayoría son escasas las posibilidades de regresar a los

lugares de donde fueron expulsadas.

Cambio de Lugar de Habitación

Desde otro punto de vista, como habitante urbano que se desenvuelve en el entorno y economía de

un asentamiento urbano marginal, cerca de dos tercios de las mujeres, 63,0% manifestaron que no

quieren cambiarse de lugar de vivienda. La gran mayoría consideran que están bien allí y el resto

manifestaron que no tienen recursos para poder cambiarse.

Entre el 37,0% que si quieren cambiarse, las razones aducidas tienen que ver con una conciencia

más crítica de las pobres condiciones de bienestar en que se hallan y el deseo de que los hijos

tengan mejores oportunidades de educación y de vida. Sin embargo entre este grupo, solo la mitad

desea salir de Cantaclaro, y la otra mitad aspira a trasladarse a otro sector a un lote o casa propias,

dentro del mismo Cantaclaro.

Para tener una idea del tipo de personas que quieren o no cambiarse del barrio, se cruzaron

dichas respuestas con la distribución de ingresos, y se obtuvieron los siguientes resultados. En

ambos casos un 54,0 % de personas con ingresos familiares muy bajos, entre uno y cien mil

pesos, se dividen en pro o en contra del cambio. Igual posición asume un 25,0 % de las personas

con ingresos entre $ 101.00 y $ 200.000 y el 7,0 % de las familias que reciben más de $ 201.000.

El Futuro 94

Page 95: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Sobre el futuro y calidad de vida que espera a sus los hijos las mujeres mantienen una actitud

optimista. El 92,0 % cree que este futuro será mejor. Para ello aducen las mayores facilidades de

estudio, las condiciones de vida y oportunidades, el ambiente es diferente, la obtención de

empleo es más fácil y porque vivirán fuera de la violencia. El 4,0 % restante de mujeres

considera que los hijos no van a tener mejor vida por el aumento del desempleo y el incremento

de la violencia en el país.

A pesar de todo, las mujeres tiene esperanza en el futuro, así lo afirma el 99,0 % de las

encuestadas. Para la mayoría de ellas está presente las expresiones de amor y consideran que su

vida dentro de un año será mejor. Quieren principalmente tener educación, vivienda y empleo y,

son muy pocas las que asumen actitudes negativas con sentimientos de miedo y desamor.

María Beatriz González : “ Yo veo mi vida mal, con tantos niños, ni marido casi no tiene trabajo. Lo que deseamos es una vivienda. Yo para el campo no vuelvo, en Córdoba si, pero en Urabá no..”.

Solidaridad

El sentimiento de comunidad en Cantaclaro es muy fuerte, particularmente entre el grupo de

desplazados y los que estuvieron en la misma situación y ya no son desplazados. Se establece

amistad durante toda la vida, asisten a las mismas escuelas, se divierten en los mismos lugares y

establecen relaciones afectivas entre si.

Con relación al apoyo dentro de la comunidad de Cantaclaro, el 76,0 % de las mujeres

encuestadas dice que la gente del barrio es solidaria porque hay apoyo mutuo. Se colaboran en

situaciones difíciles, o cuando se necesita dinero en calidad de préstamo, para la obtención de

mercados y víveres, el suministro gratuito de agua, el uso del servicio sanitario y la realización 95

Page 96: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríade brigadas de aseo. Sin embargo hay otras razones que llevan a un que un 24,0 % de las

mujeres consideren que no hay solidaridad. Estas mencionan que solo se da la búsqueda del

beneficio propio, la desconfianza y desunión, las negativas a las peticiones de ayuda, la falta de

colaboración y apoyo mutuo o las pretensiones de desalojo de las personas ubicadas en

determinadas partes del barrio.

Al referirse específicamente a las condiciones de seguridad del barrio el 37,0 % de las mujeres

desplazadas expresaron que se sentían seguras, el 53,0 % menciona que es regular y el 10,0 %

la considera mala. Las mujeres por su parte se visitan una a otras, se prestan alimentos, se fían en

las tiendas y se ayudan mutuamente, dentro del marco de redes informales de solidaridad.

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Page 97: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

XIII. CARACTERÍSTICAS DE BIENESTAR DE LOS HOGARES DE LAS MUJERES XIII. CARACTERÍSTICAS DE BIENESTAR DE LOS HOGARES DE LAS MUJERES

DESPLAZADAS EN CANTACLARO. DESPLAZADAS EN CANTACLARO.

El entorno de la jefatura de acuerdo al sexo, junto con el tamaño del hogar y las características de

vivienda, están asociadas con las condiciones materiales de vida de los hogares. El promedio de

hogares por vivienda es de 1.1. y, como se había anotado antes, 40,0 % de los hogares tienen cabeza

femenina, promedio muy alto comparado con otras poblaciones.

Tamaño

El CUADRO 4.13. muestra la distribución de los hogares según tamaño. En ella se observa que

uno de cada cuatro hogares tiene 5 miembros, que los hogares con máximo 3 personas son el 17.4%

y con 4-6 ascienden a 60,0 % del total. La proporción con 7 personas y más es de 22.8 %, mientras

la existencia de hogares unipersonales es en realidad nula. El tamaño promedio de estos hogares es

de 5.4 personas.

Condiciones de Vivienda

Las condiciones de la vivienda en cuanto a tenencia, disponibilidad de servicios y características

físicas de la misma son indicadores de calidad de vida. En este estudio se tomaron algunas de estas

características con el fin de indagar sobre este aspecto del hogar y los cambios ocurridos a este nivel

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Page 98: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríacomo consecuencia del desplazamiento, como una forma de evaluar los cambios operados en el

nivel de vida de la población desplazada.

Tenencia de la Vivienda

Del total de hogares, un 44,0 % residía en viviendas propias, un 30,0 % en viviendas de propiedad

de la familia y un 24,0 % pagaba arriendo. Después del traslado, variaron las condiciones de

tenencia, la proporción de propietarias ascendió a 64,0 % mientras que la propiedad familiar se

redujo a un 10,0 %, mientras que los hogares en viviendas arrendadas mantuvieron su participación

(25,0 %).

Parecería que en Cantaclaro, existe cierta facilidad para acceder a la vivienda. No obstante, al mirar

al interior de los hogares los cambios ocurridos en cuanto a la propiedad de la vivienda, se observa

que no todos han sido favorecidos de igual manera, que de hecho, para algunos se ha deteriorado la

situación en este aspecto (ver CUADRO 4.15). De las propietarias anteriores, un 21,0 % ha pasado

en la actualidad, a la calidad de arrendataria y otro tanto ha sucedido con las mujeres que vivían en

propiedades familiares. En cambio, más de la mitad de las mujeres que antes eran arrendatarias,

hoy en día han accedido a su propia vivienda.

Material de los Pisos

El material predominante de los pisos en el lugar de residencia anterior era tierra o arena (87,0 %) y

lo sigue siendo en Cantaclaro. Como lo muestra el CUADRO 4.14., en este aspecto no han

mejorado ni empeorado los hogares.

Servicio Sanitario

98

Page 99: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

En cuanto al acceso a los servicios básicos, se han presentado importantes cambios. Mientras un

70,0 % de los hogares no tenían servicio sanitario, esta proporción ha descendido en la actualidad a

un 19.6%, un 71.4% posee conexión con pozo séptico y un 9,0 % tiene inodoro conectado a

alcantarillado. Estas variaciones obedecen al cubrimiento diferencial por zona de residencia, que es

muy bajo en la zona rural de donde provienen principalmente las mujeres, y a las obras de

infraestructura desarrolladas en Cantaclaro.

Agua para Preparar Alimentos

Para más de la mitad de los hogares, la fuente de abastecimiento de agua para preparar los

alimentos eran los pozos o aljibes (58,0 %) y cerca de una cuarta parte de los hogares la conseguía

de fuentes naturales, como quebradas o nacimientos y solo un 14,0 % estaba conectado al

acueducto. Ahora, en Cantaclaro, gracias a la instalación del acueducto, el 98,0 % de los hogares

dispone de esta fuente de agua para preparar sus alimentos.

Numero de Cuartos

Antes del traslado, más de la mitad de los hogares disponía de 3 cuartos o más (56,0 %) y solo un

16,0 % tenía 1 cuarto. Hoy en día, el panorama es diferente: un 78,0 % tiene entre 1 y 2 cuartos.

Es más, los miembros de dos de cada cinco hogares duermen en un mismo cuarto y apenas un 22,0

% posee 3 o más cuartos. El promedio por hogar es de 1.9, es decir 1 cuarto menos del que se

disponía en la residencia anterior (2.9 por hogar).

El promedio de personas por cuarto es de 2.8 e indica cierto grado de hacinamiento. Y aunque no

se puede calcular este promedio antes del desplazamiento, considerando que el promedio de cuartos

99

Page 100: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríadisminuyó, y en algunos casos aumentó incluso el tamaño del hogar, es factible suponer que el

número medio de personas por cuarto era inferior y que el hacinamiento actual es resultante de

dicho desplazamiento.

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

XI. B I B L I O G R A F I A

Arizpe, Lourdes. "Indígenas en la ciudad de México. El caso de las 'Marías'". México, SepSetentas, 1975.

CODHES. "Conflicto armando y Derecho Internacional Humanitario". En Jorge E. Rojas (comp.). "Desplazamiento, derechos humanos y conflicto armado". Bogotá, Codhes, 1993.

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DNP. "Alternativas de solución al problema de los desplazados por la violencia". Ponencia presentada al Seminario taller "Políticas integrales para el desplazamiento interno en Colombia". Universidad Javeriana, 1994.

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GRUPO DE TRABAJO INTERNACIONAL PARA LOS DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA. "Conflicto armado, Derechos Humanos y Derecho Internacional

101

Page 102: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Humanitario". En Jorge E. Rojas (comp.). "Desplazamiento, derechos humanos y conflicto armado". Bogotá, Codhes, 1993.

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Lomnitz, Larissa de. "Cómo sobreviven los marginados". México, Siglo XXI, 1981.

Martínez, Ciro. "Lineamientos de política para el tratamiento del problema de los desplazados en Colombia".

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Page 103: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaVargas, Alfredo. "El desplazamiento violento en Colombia; efectos de la violación de los derechos humanos y el conflicto armado interno". En Jorge E. Rojas (comp.). "Desplazamiento, derechos humanos y conflicto armado". Bogotá, Codhes, 1993.

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Page 104: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

1. Anexo Metodológico

Universo : Este está compuesto por las mujeres mayores de 16 años que habitan el asentamiento

subnormal de Cantaclaro, Montería, a marzo de 1996

Marco Muestral : Para definir el marco muestral se tuvo en cuenta la cartografía del

asentamiento de Cantaclaro disponible en el INURBE, con fecha de Septiembre de 1992. Dicha

cartografía se actualizó en terreno. Para ello se realizó el recuento de lotes (viviendas) en el cual

se incluyeron las zonas verdes ubicadas a lo largo del canal y las áreas que inicialmente no

habían sido diseñadas para habitación, en las cuales los inmigrantes recientes han establecido sus

viviendas.

Este asentamiento está conformado por 10 sectores:

1. Ñipi A

2. Ñipi B

3. Ñipi C

4. La Unión

5. Isla

6. Represa

7. Paraiso

8. Níspero

9. Carretera

10. Cañas

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Page 105: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaEstos 10 sectores están compuestos por un total de 236 manzanas, las cuales a su vez contienen

un total de 4.067 lotes (ver anexo 1). Además de lo anterior, durante la prueba del cuestionario

se detectó la presencia de nuevos asentamientos, inexistentes en la cartografía. Estos nuevos

asentamientos ascienden a 221 lotes, los cuales se encuentran concentrados a lo largo de la zona

del canal y de las llamadas zonas verdes de todos los sectores a excepción de: Paraíso, Carretera

y Cañas.

Para efectos de poder incorporar estos lotes en el muestreo general, con base en las

características generales de la composición de las manzanas de Cantaclaro, se decidió que 20

lotes serían equivalentes a una manzana. Por lo tanto los sectores Ñipi A, Ñipi B y Ñipi C que

poseen 31 zonas verdes equivalen a 1.5 manzanas, el sector la Unión con 71 zonas verdes

equivale a 3 manzanas; la Isla con 23 equivalen a 1 manzana, Represa con 32 equivale a 1.5

manzanas y Níspero con 2 zonas verdes equivale a 1 manzana.

Tamaño de la Muestra

Tipo de Muestreo Muestreo multietápico estratificado.(3 etapas) Número de estratos 10.

(sectores) 100 % Unidad primaria de muestreo : Manzanas 100 %* Unidad secundaria de

muestreo : (Lote) proporcional Unidad final de muestreo: mujer desplazada por la violencia,

mayor de 16 años (para la encuesta de profundidad)

Tamaño

Filtros: N = 1200

Encuestas: N = 500

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Page 106: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaEl tamaño de muestra calculada de filtros fue de 1200 mujeres. El error de muestreo fue del 3%,

con una confiabilidad del 90 % y un porcentaje de mujeres desplazadas de 0.5%, con lo cual se

asegura un mayor tamaño de muestra.

El tamaño de muestra se calculó de la siguiente manera:

Fórmula

n = z 2 . p . q

e2

n = 3.8 x 0,5 x 0,5 = 0.96 = 1.066 1200

(0,03)2 0.0009

A las 1200 mujeres contactadas se les aplicó un “Filtro”. cuyos objetivos eran:

1. Identificar las mujeres desplazadas a Cantaclaro por la violencia.

(Seleccionar la informante).

2. Medir de la población total de mujeres mayores de 16 años habitantes de Cantaclaro, la

proporción desplazada por la violencia al asentamiento subnormal de Cantaclaro.

Selección de la Muestra

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Page 107: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaPara la selección de la muestra se tomaron las 236 manzanas existentes en Cantaclaro.

SECTOR No. TOTAL

MANZANAS

1. Ñipi A 19

2. Ñipi B 17

3. Ñipi C 24

4. La Unión 50

5. Isla 25

6. Represa 24

7. Paraíso 42

8. Níspero 16

9. Carretera 10

10. Cañas 9

236

A ese total de manzanas por sector se le sumó el Número de manzanas de las zonas verdes y con

base en los datos, se calculó la distribución de la muestra por sectores.

En cada uno de ellos se seleccionaron proporcional y aleatoriamente las manzanas a trabajar, y

en cada manzana se seleccionaron proporcional y aleatoriamente el número de lotes. Dentro de

cada lote se seleccionó una persona a la cual se le aplicó la primera pregunta del filtro (lista de la

mujeres mayor de 16 años que habitaban en el hogar) Luego aleatoriamente se seleccionaba la

informante que era la persona que terminaba de contestar el filtro. Si la razón de su

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Page 108: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Monteríadesplazamiento del sitio anterior a su actual vivienda era la violencia se le aplicaba la encuesta

de profundidad. En caso contrario se terminaba el contacto.

Con base en los datos se calculó la distribución de la muestra por sectores:

SECTOR No. TOTAL

MANZANAS

% No.

MANZANAS

TRABAJADAS

1. Ñipi A 19 6

2. Ñipi B 17 11

3. Ñipi C 24 11

4. La Unión 50 20

5. Isla 25 8

6. Represa 24 12

7. Paraíso 42 26

8. Níspero 16 10

9. Carretera 10 6

10. Cañas 9 6

Como se observa en la tabla anterior, la selección de las manzanas a barrer se hizo

proporcionalmente al tamaño del sector, de manera que pudiéramos “barrer” todo el sector y

hubiera representatividad y pudiéramos establecer generalizaciones al momento de interpretar

los datos arrojados por la investigación.

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Page 109: Rural women displaced by the violence of  both the paramilitary and the guerrilla groups

Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, MonteríaSe aplicaron en total 1305 filtros. La razón de que este número sea superior a los 1200

estimados, fue el bajo porcentaje encontrado, 14,7 % de mujeres que hubieran admitido haber

sido desplazadas a Cantaclaro por la violencia.

Una vez aplicados los 1305 filtros aplicados el porcentaje (14.7%) no varió porque se detectó

temor en las personas a aceptar ser desplazadas por la violencia. (Error de no muestreo) Por lo

anterior se cambió el método de muestreo para completar el tamaño de muestra propuesto

inicialmente. Por esta razón los 168 primeras encuestas se seleccionaron mediante la

aplicación del filtro; y para efectos de completar la muestra (297 - muestreo no probabilístico) se

recurrió a los líderes comunitarios y a su conocimiento de la comunidad, lo que llevó a recorrer

la totalidad del asentamiento.

Considerando que la muestra final se obtuvo por medio de dos métodos de muestreo, uno

probabilístico con el cual se pueden calcular los errores de muestreo, y el otro no probabilístico

(referido) con el cual es imposible calcular errores de muestreo, como se acordó en una reunión

con los técnicos del DNP, la única solución fue la sumar las muestras.

Procesada la información de las 465 encuestas, se procedió realizar un análisis de comparación

de medias entre la población con filtro y la población sin filtro para las variables de edad, tiempo

de permanencia en el asentamiento, etc con el fin de buscar si había diferencias significativas.

Realizadas las pruebas t, no se presentó diferencia

significativa entre las dos poblaciones . Ello permitió concluir que los dos métodos de selección

produjeron muestras de iguales características.

SECTOR No. TOTAL

MANZANAS

No. DE FILTROS

REALIZADOS

Promedio encuestas

realizadas por manzana

1. Ñipi A 19 132 7 109

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

2. Ñipi B 17 126 7

3. Ñipi C 24 134 6

4. La Unión 50 288 6

5. Isla 25 127 5

6. Represa 24 123 5

7. Paraíso 42 202 5

8. Níspero 16 77 5

9. Carretera 10 51 5

10. Cañas 9 45 5

<=236

<

<=1305

<

ESTUDIOS DE CASO

Para complementar la información que nos lleve a cumplir con los objetivos del proyecto de

investigación sobre mujer desplazada de la violencia, nos propusimos adelantar un trabajo

de campo en el asentamiento subnormal de Cantaclaro, que nos proporcionara una mejor

comprensión antropológica y sociológica de la naturaleza del problema de la mujer desplazada.

Para ello decidimos adelantar la selección de cuatro estudios de caso. Este trabajo tuvo una

duración de 38 días, repartidos en dos jornadas (del 25 de enero al 10 de febrero de 1996 y del 28

de febrero a 20 de marzo de 1996).

La Metodología

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Siguiendo los parámetros generales de la investigación etnográfica, el proceso de investigación se

llevó a cabo a través de las siguientes acciones realizadas :

1. Mantener y desarrollar una relación con la gente para asegurar la afluencia de los datos, lo

que implicó un compromiso en lo personal y lo profesional, dada las condiciones de vida de estas

personas y la necesidad de proporcionarles información que les orientara en sus distintas actividades

para su desarrollo.

2. Emplear una serie de técnicas de investigación para recoger un amplio número de datos. En

este caso el de la técnica de estudios de caso y de observación y participación en actividades de la

vida cotidiana de las mujeres desplazadas.

3. Lo anterior implicó permanecer en el campo un tiempo suficiente para observar actividades con

frecuencia, para así poder discriminar lo relievante para la interpretación.

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

Tabla Anexo No. 7.1Razón por la que no Acudió al Gobierno

¡Error! Marcador no definido.Razón %

1. Temor/miedo a represalias2. Desconfianza (no se sabe quién es el enemigo)3. No se le ocurrió4. Gobierno sabe y no da solución5. Temor a que le soliciten pruebas6. Gobierno no hace presencia7. Otro

44.014.0

9.09.09.02.01.0

Tabla Anexo No. 8.1Interés de la Alcaldía en los Habitantes de Cantaclaro

Grado %

1. Muy interesada2. Interesada3. Poco interesada4. Nada interesada

4342923

Tabla Anexo No. 8.2Oficinas de la Alcaldía que Han Realizado Obras en Cantaclaro

¡ . Entidad %

Bienestar FamiliarRedBrigadaPolicíaOrganizaciones comunitariasDepartamentoSecretaría de SaludNingunaNo sabe

252020257631525

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Mujeres Desplazadas por la Violencia : el Caso de Cantaclaro, Montería

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