ROMANCE DE ABENAMAR1. LocalizacinEl autor.Este romance es de
carcter annimo.La obra.Esta poesa pertenece al romancero viejo
(conjunto de composiciones populares y annimas del siglo XV).
Dentro del romancero viejo lo podemos clasificar en romances
histricos (narran hechos reales protagonizados por personajes
histricos).En la poesa se representa cuando el rey Juan II de
castilla lleva ante los muros de Granada al moro Abenamar y este
ltimo hace una descripcin de la ciudad.Este texto pertenece al
gnero potico.
2. Anlisis del contenidoArgumento o resumen.Esta poesa narra la
historia cuando Juan II lleva a Abenamar ante los muros de granada.
ste ltimo hace una descripcin de Granada haciendo alusin a las
torres, palacios Por ltimo surge una personificacin ya que es como
si Granada cobrase vida en una mujer.Tema.Descripcin de
GranadaEstructura del contenido.El poema est compuesto por cuarenta
y cinco versos que se pueden dividir en tres partes. La primera
parte (versos 1-10) se hace una descripcin del personaje. En la
segunda parte (versos 11-36) aparece un dialogo, que a su vez,
lleva a la descripcin de Granada. La tercera parte (37-45) hay un
dilogo entre Juan II y Granada como mujer.Personajes, tiempo,
ambientacin, y punto de vista del narrador.Los personajes son Juan
II y el moro Abenamar. Por la forma en la que hablan podramos decir
que no estn en nuestro tiempo sino algo ms antiguo. Todo el poema
sucede en Granada o cerca de ella y el punto de vista del narrador
en objetivo (cuenta en tercera persona)
3. Anlisis de la expresinEl estilo.El lenguaje empleado es
natural, el tono serio y la cosmovisin del autor es
idealizada.Anlisis de la forma.En el plano fnico encontramos
sobretodo personificacin como el de Granada o en el de ponerle
nombre a los caones. Tambin encontramos anforas e hiprboles.
OTRO COMENTARIO DEL TEXTOIntroduccinLocalizacinLos Romances son
poemas cantados, tradicionales, annimos y ms bien populares, que se
transmitan oralmente de pueblo en pueblo, incluyendo en ellos una
amplia variedad temtica. Circulaban en hojas de pliego, ciegos, y
no fueron recopilados hasta finales del siglo XIX. Solan ser
annimos.El Romance de Abenamar es una de las composiciones ms
destacadas del Romancero Viejo, un conjunto de poemas annimos
elaborados durante los siglos XIV y XV donde tanto podemos hallar
la poesa pica (para Melndez Pidal, los romances tienen su origen en
la fragmentacin de la pica) como la lrica tradicional, con la que
comparte muchos rasgos de estilo. Se trata de un romance fronterizo
(romances histricos que hablan de los hombres de la frontera,
especialmente de la frontera granadina, donde son contados los
sucesos entre moros y cristianos) y de escena, puesto que te
introduce en un hecho, ya sea metafrico o real, sin desenlace, sin
continuacin.No obstante, existe de este romance una versin ms larga
en la que se describen ms hechos no descritos en esta versin trunca
y la que s contiene un desenlace determinado. (Tambin existe una
versin sefard y otras)Como hemos explicado, el Romance de Abenamar
es un romance fronterizo, histrico; a pesar de eso, destaca por su
calidad y su fuerza potica. Son justamente estos elementos
dramticos y lricos los que alejan al Romancero del estilo de la
pica y dotan a romances como ste de una innegable fuerza expresiva.
SituacinEl romance se sita en la poca del reinado de Juan II de
Espaa, antes de la llegada de los Reyes Catlicos, concretamente en
la ciudad de Granada. Se trata de los tiempos en que los musulmanes
estuvieron viviendo en la Pennsula Ibrica y tuvieron que convivir
cristianos y musulmanes en un mismo territorio. Parece ser que se
refiere concretamente al ao 1431, cuando un tal prncipe rabe
llamado Abenalmao ofreci sus servicios al rey Juan II para obtener,
una vez conquistada por los cristianos, el gobierno de Granada. No
obstante, no est demostrado que el romance nos hable exactamente de
este episodio histrico.ContenidoEl romance nos habla sobre el deseo
del rey Juan II de Espaa de incorporar Granada a su reino. Este
deseo nos es mostrado a travs de dos dilogos del rey con el moro
Abenmar y del rey con la ciudad de Granada respectivamente. Granada
aparece personificada y convertida metafricamente en una mujer. En
el primer dilogo, el rey quiere conocer las riquezas de la ciudad
admirada, y para eso invita a Abenamar a decirle la verdad. Apela
para ello a su naturaleza virtuosa, resultado de las circunstancias
favorables que rodearon su nacimiento (el mar en calma, luna
llena). ste le responde con una descripcin continuada de las
mayores grandezas de Granada. Le habla de la Alambra (Alhambra), de
la mezquita, de los Alixaresy lo hace atribuyendo una armnica y
admirable belleza a cada una de ellas. Ya en este primer dilogo
podemos entrever el gran inters del rey por la ciudad de Granada;
pero este inters se ver sobre todo al final del poema, puesto que
se manifiesta de manera ascendiente: cada vez se hace ms fuerte y
expresivo su deseo. Por ejemplo, en la segunda intervencin del rey,
la pregunta seguida de exclamacin sobre los castillos de Granada
nos delata ya su admiracin y su ambicin por poseer la ciudad:Qu
castillos son aqullos?Altos son y relucan!En el segundo dilogo, el
rey le propone a Granada que se case con l, ya sea en el sentido
literal de boda entre hombre y mujer, como en el sentido metafrico
entre el reino de Espaa y la ciudad: quiere que se incorpore a su
reinado. La Granada-mujer no rechaza al rey don Juan, ni tampoco
acepta la propuesta. Tan solo (slo) deja dicho que ya est casada
con un rey rabe, aunque no dice que ella lo quiera: solo constata
el gran amor que l siente por ella. De esta manera queda implcita
cierta incitacin al rey Juan a probar su valor como amante, a
demostrar con hechos que la fuerza de su pasin puede superar el
amor del rabe que la tiene. Adems, al final del texto, podemos
sentir como esta vaga incitacin enciende an ms el deseo del
rey.-Casada soy, rey don Juan,Casada soy, que no viuda;El moro que
a m me tieneMuy grande bien me quera.EstructuraEl romance se inicia
in media res, un comienzo muy habitual en el romancero, que
consiste en empezar a contar los hechos por la mitad de la
historia. Decimos que se inicia de esta manera por qu no se nos es
(porque no nos es) presentada una introduccin que presente a los
acontecimientos previamente: quienes (quines) son los personajes,
en que (qu) momento de la historia nos encontramos, cuales (cules)
son los hechos que han sucedido anteriormente, etctera. No hay,
entonces, una previa situacin en el tiempo y en el espacio. sta es
una tarea que debe ser ejercida por el oyente o el lector.El
Romance de Abenamar tampoco presenta un desenlace: es una historia
abierta, sin continuacin definida.Podramos decir que el romance
presenta solamente la parte intermedia de una narracin: el nudo o
el desarrollo de los hechos.Dadas stas circunstancias, no nos es
difcil afirmar que este poema es, claramente, un romance-escena, y
no una narracin.Des del (desde el) punto de vista del contenido,
podemos dividir el romance en dos partes, que corresponden a los
dos dilogos que sostiene el rey. La primera parte consiste en el
dilogo entre el rey y Abenamar y coincide con los versos 1-36 del
poema. As mismo, esta parte tambin consta de dos momentos
diferenciados: la corts exhortacin del rey a Abenamar a responder a
su pregunta con veracidad, cosa que el moro promete cumplir (tal
como afirma en los versos 11-20), y la pregunta del rey respeto a
la belleza de la ciudad, pregunta que el moro responde con gran
descripcin y exaltacin. La pregunta del rey ya empieza a manifestar
su deseo de poseer la ciudad, que sentimos crecer conforme avanza
la esplndida descripcin de Abenamar. Esta primera parte constituye
un dilogo perfectamente posible i (y) real. (Es importante sealar
que el moro es digno, puesto que esto otorga dignidad al enemigo,
como se hace en los poemas de Roncesvalles u otros romances en las
que los moros son merecedores de respeto, aunque en una de las
variantes del poema existe un verso que dice: hijo eres de un moro
perro/ y de una cristiana cautiva).La segunda parte, en cambio,
consiste en un dilogo fantstico y de gran fuerza potica entre el
rey y la ciudad de Granada, convertida metafricamente en una mujer.
La expresin del deseo del rey alcanza aqu su mxima intensidad al
equipararse con una pasin amorosa; y entendemos que la respuesta
ambigua de Granada (como la descripcin de Abenamar) no har sino
enardecer ese deseo. De esta manera podemos decir que el poema
posee una organizacin ascendente: a mesura que avanza va creciendo
la emocin, el deseo y los sentimientos. En el caso de esta versin
trunca, este deseo alcanza su mayor intensidad justo cuando se
cierra el texto; en la versin larga, menos expresiva y con un
desenlace aadido, no se hace tan patente esta gradacin.Para dar pie
a cada una de estas partes el narrador utiliza la frmula de
introduccin al dilogo de origen pico con la que anuncia la
siguiente intervencin y se dirige a los oyentes:All respondiera el
moro,Bien oiris lo que dira:[]All habl el rey don JuanBien oiris lo
que deca:[]Glosario de trminosAbenmar y Granada: nombres que nos
remiten a la tradicin musulmana (introduccin al tema
morisco-fronterizo).Moro, morera: otros trminos que nos introducen
dentro del espacio y el tiempo de la accin.Alambra, mezquita,
Alixares, Generalife, Torres Bermejas: edificios artsticos de la
ciudad granadina que nos remiten al arte musulmn (situacin).Seor:
signo de vasallaje, de inferioridad respeto a un superior: el
rey.Luna crecida: luna llena.Arras: bienes.Doblas: moneda antigua
castellana.
Mtrica y figuras retricasEl texto sigue el esquema mtrico propio
de los romances. Se compone de 56 versos octoslabos con rima
asonante en los pares (pese al uso de imperfectos en posicin de
rima, que crea diversas consonancias) aunque, considerando la teora
sobre el origen pico de la versificacin de los romances, deberamos
describir la estructura mtrica como una composicin de 23 versos
hexadecaslabos monorrimos, divididos en dos hemistiquios de ocho
slabas.Figuras retricasReduplicacin del vocativo Abenamar,
Abenamar!; Reiteracin caracterstica de muchos romances)Repeticin
formularia-darete en arras y doteA Crdoba y a SevillaRepeticiones
sinonmicasCasada soy que no viudaRepeticiones literalesCasada soy
rey don JuanCasada soy que no soy viudaRepeticiones (caractersticas
del estilo del Romancero) como:-Yo te la dir, seorAunque me cueste
la vida,..Por tanto, pregunta, rey,Que la verdad te dira.
Derivaciones descriptivasMoro de la moreraSeales (exclamacin de
esas seales extraordinarias)El da que t nacisteGrandes seales
haba
Que son smbolos (mar en calma y luna crecida simbolizan
favorables condiciones) y que se organizan en dos versos de
estructura similar:Estaba la mar en calmaLa luna estaba crecida
Hiprbaton: Altos son y relucan!El hiprbaton que antepone al
atributo alto destaca el poder de la ciudad, y el verbo relucir su
belleza.Tambin se haya otros hiperbatones:All respondiera el
moroBien oiris lo que dira..Que mentira no dijese
Libertad en el uso de los verbos:Por tanto, pregunta, reyQue la
verdad te dira (En vez de te dir)
Altos son y relucan! (En vez de relucen)
Oscilacin entre el presente y el imperfecto:Altos son y
relucan!Que envuelve a los castillos en una atmsfera irreal entre
el ahora de la narracin y un pasado mtico.
HiprboleCien doblas ganaba al da(Cantidad muy exagerada)
PersonificacionesSi t quisieses, Granada,Contigo me casara
Gradacin: organizacin ascendente del deseo del rey a medida que
van avanzando los dilogos, con una mxima intensidad al final del
poema.
Anforas (que)
Uso de la enumeracin (en la descripcin de Granada y de
anforas):-El Alambra____Y la otra la mezquita,Los otros los
Alixares,El otro ___Generalife,El otro Torres Bermejas
Aposiciones descriptivas (de carcter formulario que, en un solo
verso, destacan su valor y su belleza):Labradas a maravillaHuerta
que par no tenaCastillo de gran vala.
Metfora:Transposicin metafrica: (al final del poema, conversacin
entre Granada y el rey) del plano de la guerra al plano del amor:
la ciudad a conquistar se convierte en la mujer amada, el rey en
amante, la guerra en conquista amorosa la ambicin poltica del rey
se convierte en pasin amorosa.
Sistema metafrico: casada soy = gobernada; casarse con el rey
significa asimismo ser gobernada y conquistada por el rey (dos
significados de Granada: amor y poltica).
Comentario literal y metafrico:El sentido literal es la historia
de un rey que quiere incorporar una ciudad a su reino y que a su
vez, trata de cortejar a una dama; el sentido metafrico es el
deseo, la pasin, la ambicin y los intereses, as como el amor o la
exaltacin de la belleza. Tambin abunda el valor de la cortesa y la
elegancia.
Valoracin:El romance est dotado de un cierto lirismo que llena
de expresividad una escena que contada de otro modo carecera de
brillantez y sensibilidad, y este es uno de los aspectos que ms me
ha impresionado del poema. El tono ascendiente en que se expresa el
deseo del rey, la admiracin y el equilibrio con el que Abenamar
describe Granada, la breve y misteriosa contestacin de ciudad y
mujer, que nos abre camino al suspenso y a la imaginacin todo esto
me ha conmovido. Ahora, una vez terminado el comentario, me
pregunto sobre la verdadera y completa historia de este episodio y
sobre los sentimientos que todos ellos, los tres (cuatro)
personajes, sufren y sienten en el ms profundo de los corazones.
Realmente, sera bonito poder escuchar an en estos tiempos poemas
como estos, cantados y sentidos por seres humanos.
ROMANCE DEL PRISIONERO1.- LOCALIZACINEs un poema completo,
concretamente un romance annimo que pertenece al Romancero Viejo,
tambin llamado Romancero Tradicional. Esta clase de romances se ha
transmitido oralmente desde la Edad Media hasta nuestros das.No
pertenece al gnero pico porque en l ni se cuenta casi nada ni se da
una visin objetiva por parte del autor, sino que todo va encaminado
a presentar un estado interior, los sentimientos del protagonista
(yo lrico), condicionados por el estado de nimo que le produce la
prisin en la que se encuentra. Se trata, por tanto de un romance
lrico.Domina la actitud interna intimista (subjetivismo lrico),
conjugada con una actitud externa (descripcin del mes de mayo). En
esta descripcin se seleccionan aquellos elementos que le interesan
a la expresin de su estado de nimo.El punto de vista es el de la
primera persona central (el yo lrico es el protagonista y presenta
su historia sin ningn narrador intermediario)
2.- ARGUMENTOEl romance presenta una leve trama argumental como
sostn del sentimiento lrico que expresa. Este leve argumento es el
siguiente: en el mes de mayo, cuando crecen los trigos, florecen
los campos, cantan los pjaros y aman los enamorados, un prisionero,
en oscura celda, no participa de este esplendor de la primavera. Su
nico consuelo y su nico medio para distinguir el da de la noche es
una avecilla; la muerte de sta por un ballestero sume al prisionero
en la soledad.
3.- TEMA Aunque el poema es enormemente sugerente, podemos
establecer como tema el sentimiento de tristeza, soledad y angustia
de un prisionero ante la imposibilidad de disfrutar en libertad de
la belleza de la naturaleza y de los placeres del amor.
4.- ESTRUCTURANos encontramos ante un romance escena, porque nos
presenta el momento clave sin explicarnos causas ni consecuencias.
Al no andar con prembulos, el poema gana en intensidad emocional.
Podemos distinguir cuatro ncleos esenciales: 1.- (Versos 1-8):
descripcin del mes de mayo (mundo exterior). En el mes de mayo todo
es alegra y vida: temperatura agradable, resurgimiento de la
naturaleza, amor. 2.- (9-12): lamento del prisionero por su
desdichada situacin (mundo interior). Estructuralmente, estas dos
partes son antitticas por el contraste entre la alegra de la
primavera y la tristeza de la prisin. 3.- (13-14): nostalgia de la
avecilla que aliviaba las penas del prisionero. 4.- (15-16):
maldicin contra el asesino de la avecilla, ltima esperanza.El ncleo
principal es el tercero y a l se subordinan los otros tres, que
sirven para explicarlo e ilustrarlo.
5.- ASPECTOS FORMALES
Nivel fnico El romance que comentamos est compuesto por 16
versos octoslabos. Hay sinalefas en los versos 1,4,6,10,11,13,14 y
15; adems observamos que todos los versos pares son oxtonos (la
rima aguda acrecienta la musicalidad del poema e intensifica el
sentimiento de dolor que manifiesta el personaje). Se advierte que
en el ncleo 1 (versos 1-8) y 3 (13-14) riman los pares en -or en
consonante, aunque se trate de un romance, mientras que los ncleos
2 y 4 riman en -n, Comprobamos, pues, que la rima -or /-n,,
distingue los dos momentos antitticos del poema: alegra de mayo /
tristeza del prisionero. Este aspecto mtrico refuerza la divisin
estructural que hemos establecido en el apartado anterior. Es
frecuente la repeticin de sonidos consonnticos y voclicos en los
versos, pero no tienen valor expresivo de aliteracin salvo en
cuando canta la calandria con la repeticin de nasales, y en
responde el ruiseor con la repeticin de la r. Se sugiere el canto
alegre de las aves.
Nivel morfosintctico En la primera parte, el poema comienza con
un que absoluto inicial; es decir, un que sintcticamente incoloro,
sin otra funcin que la de dar entrada inmediatamente al poema.
Observamos, tambin, la utilizacin del imperfecto en contraste con
los presentes de la segunda parte. Recuerda el comienzo de las
narraciones y cuentos populares "Erase una vez..." La repeticin de
por mayo destaca la importancia de este mes como elemento
encuadrador de la accin. En el segundo verso el impersonal hace
calor se rompe con la determinacin de calor con el artculo "la",
hoy con sabor de arcasmo. El tercer y cuarto verso guardan entre s
un paralelismo semntico (los trigos encaan- estn los campos en
flor) y un quiasmo sintctico (sujeto-verbo / verbo sujeto). Tambin
los versos 5 y 6guardan entra s una relacin paralelstica (cuando
canta la calandria / y responde el ruiseor). En los versos 7 Y 8 se
rompe la progresin de los elementos bellos de la naturaleza para
pasar a una accin humana: el amor de los enamorados. En el conjunto
de esta parte hay que destacar, adems, el valor anafrico del
cuando. Todos estos procedimientos de repeticin sirven para
resaltar la fuerza lrica del poema y para dotarlo de un fuerte
sabor popular (no olvidemos que en la poesa popular las figuras de
repeticin son claves con el fin de favorecer la memorizacin y la
transmisin oral del poema). Otros aspectos interesantes son: la
ausencia de adjetivos, lo que supone una concentracin en los
sustantivos, la reiteracin del tiempo verbal de presente, que
actualiza y vivifica el valor de la bella naturaleza primaveral,
frente al imperfecto del primer verso que sumerge el romance en la
lejana de las narraciones populares. En la segunda parte, nos
encontramos, de entrada, con la conjuncin adversativa sino, sobre
la que va a reposar la oposicin entre la bella naturaleza y la
tristeza del prisionero, al que se califica con los adjetivos
triste y cuitado. Este cambio brusco resulta extraordinariamente
expresivo por varias razones: en primer lugar, se acenta el
contraste semntico con la parte anterior; en segundo lugar, hay que
observar que en un poema con tan pocos adjetivos, los dos ms
importantes estn juntos, con lo cual recibimos la impresin de una
tristeza, una desdicha, emocionalmente ms intensa. Si a esto
aadimos que son casi sinnimos (podemos hablar de gradacin del
sentimiento) y que, adems, estn situados prcticamente en el centro
geogrfico del poema, est clara la intencin del autor por dar realce
a estos dos sentimientos. Los motivos de su tristeza son explicados
por dos oraciones introducidas por un que con valor causal repetido
anafricamente que realza, de nuevo, el dolor del prisionero. El
valor durativo de vivir agudiza el sentimiento de angustia que el
lector siente por su estado; al mismo sentimiento contribuye la
repeticin de ni y el quiasmo sintctico de ni s cundo es de da / ni
cundo las noches son. Quiasmo en el que, adems, sentimos el
desgarro del poeta ante la imposibilidad de distinguir, en su
prisin, entre el da y la noche. La tercera parte empieza del mismo
modo que la primera: con un sino que ahora marca el contraste entre
la actual situacin de aislamiento y la presencia, ya lejana en el
tiempo, del nico consuelo que le quedaba: el diminutivo "avecilla"
tiene un valor afectivo. Llama la atencin, tambin, en este verso,
el valor del imperfecto 'cantaba en doloroso contraste con el
presente. En la cuarta parte (15-16) destaca la anteposicin del
verbo al sujeto. Al realzar el pretrito perfecto simple (aspecto
perfectivo que marca un antes y un despus) se pone de relieve la
brutal accin que ha dado lugar al largo lamento del prisionero: la
muerte del ave supone la muerte de su nica esperanza, la
desaparicin no slo de su libertad fsica, sino tambin de su libertad
mental e, incluso, espiritual. El dativo tico me, que tiene un
valor de proximidad emocional, hace ms dolorosa esa desaparicin. No
es extraa, por tanto, la exclamacin imprecatoria del ltimo verso,
en la que se pone de manifiesto toda la angustia del poema.
Nivel semntico
En este nivel son pocos los rasgos nuevos que se pueden
destacar. Se trata de un lenguaje sustantivo e inmediato, sin
metforas. Precisamente en ello, reside la expresividad y fuerza
emotiva de este romance. Hay que destacar en el primer ncleo la
relacin semntica entre los distintos elementos asociados al campo
semntico de mayo: primavera, calor, trigo, campos en flor,
calandria, ruiseor, enamorados, amor. Todas las circunstancias
positivas del locus amoenus (paraso), que connotan alegra, vida,
amor, libertad. En el segundo ncleo, hay una vinculacin semntica
antittica con la anterior: tristeza, infelicidad, prisin, la
oposicin da-noche, sugieren, negativamente, tristeza, soledad,
angustia, falta de libertad para disfrutar de la vida y del amor.
(Lgicamente, el poema puede dar lugar a otras interpretaciones. El
hecho de que se haya mantenido en nuestra tradicin literaria desde
hace tantos siglos, es producto, precisamente, de las mltiples y
universales sugerencias que encierra en sus versos. Una de estas
interpretaciones puede relacionarse con un tema frecuente en la
literatura espaola del siglo XV: la crcel de amor, el amor como
prisin, como atadura, esclavitud. Desde esta perspectiva, el poema
se llena de significados simblicos y se convierte en una alegora
del amor imposible: la prisin poda responder al tpico cortesano del
amor como prisin y sufrimiento al no poder el hombre, por
cuestiones religiosas y morales, dar rienda suelta a sus instintos
amorosos.)
BIBLIOGRAFA1) FERNNDEZ JEREZ, M.C.: El Romancero, Madrid, Claves
Ciclo, 19892) DEZ BORQUE, J.M.: Comentario de textos literarios,
Madrid, Playor, 1986
ROMANCE DEL CONDE NIOEstamos ante un romance narrativo-lrico .Es
narrativo porque nos cuenta una triste historia de amor. Pero posee
tambin una enorme carga lrica ya que los sentimientos son aqu
importantsimos.Este bello poema narrativo-lrico es un romance,
posiblemente escrito en el siglo XV. Es annimo y nos ha sido
transmitido por tradicin oral. Los juglares lo recitaban, el pueblo
lo saba de memoria e iba de boca en boca, dando lugar as a muchas
versiones.Como muchos de los romances est escrito en forma de
dilogo entre dos personajes junto a la voz de un narrador. Al
contrario que algunos de ellos, tiene un desenlace claro. No nos lo
deja a nuestra imaginacin. Tambin es de destacar la intervencin de
lo sobrenatural, lo que da un tono de misterio a muchos romances.El
tema es el amor inmortal, el amor que sobrevive al odio y a la
muerte.
Resumen:El Conde Nio canta mientras da de beber a su caballo, en
las orillas del mar. La reina lo oye y anima a su hija a escuchar
la cancin. La nia revela inocentemente el nombre del cantor,
destapando unos amores que no son del gusto de la madre que
anuncia.yo lo mandar matar. Se cumplen sus amenazas, mueren los dos
enamorados, los entierran y de sus tumbas cercanas nacen un rosal y
un espino. Las ramitas de ambos se juntan y que la reina los hace
cortar. Pero los amantes se convierten en dos aves que volarn
juntas. El amor ha triunfado.Estructura (partes del romance):I. El
Conde Nio lleva a sus caballos a las orillas del mar la maana de
San Juan y canta (doce primeros versos)II.- La reina escucha el
canto del Conde y llama a su hija (13 al 18).III.- La hija explica
la procedencia y motivo del canto (19-24).IV.- La reina promete
matar al Conde (25-28)V.- La princesa amenaza con su muerte de
cumplirse la promesa de su madre (29-30).VI.- Mueren los amantes
(31-32)VII.- Lugar de los enterramientos (33-36)VIII.-
Transformaciones de los amantes (37 al final)
Caractersticas formales:Son las propias de un romance. Estamos
ante una serie de versos octoslabos, con rima asonante los versos
pares, quedando libres los impares. Aqu son 52 versos y el sonido
que se repite a partir de la ltima vocal acentuada es el de la a(
Juan, mar, cantar).En este romance dialogado hay tres voces: la de
la reina, la de su hija y la del narrador. Empieza con un tono
dulce pero acaba con un tono trgico. La reina es una madre cariosa
que despierta dulcemente a su hija pero que bruscamente se
convierte en un ser odioso y vengativo. El dramatismo de los versos
va aumentando: las dos muertes anunciadas, las tumbas, las
transformaciones de los amantes muertos (el rosal, el espino, la
garza, el gaviln).Llama nuestra atencin el paralelismo sintctico,
presente en todo el texto .Consiste en repetir una misma
construccin sintctica:A ella, como hija de reyesla entierran en el
altar;a l, como hijo de condes,unos pasos ms atrs.
JORGE MANRIQUE1.1El AutorLas noticias que se tienen de la vida
de este gran poeta, muerto joven, son escasas y confusas. Era
sobrino de Gmez Manrique y pariente del marqus de Santillana.
Escribi poemas amatorios, de tipo trovadoresco; mas su fama se
debe, sobre todo, a las clebres Coplas, elega a la muerte de su
padre, el maestre de Santiago don Rodrigo Manrique. La profundidad
del pensamiento al considerar la brevedad de la vida humana, la
noble sencillez evocadora de las virtudes de don Rodrigo, la emocin
contenida, la sinceridad del verso, la pureza del lenguaje, hacen
de esta elega una de las cimas de la lrica castellana.
Se supone que naci en Paredes de Nava, (Palencia) , aunque
tambin cabe la posibilidad de que naciese en Segura de la Sierra,
(Jan) , cabeza de la encomienda que administraba el maestre don
Rodrigo, su padre, y principal estancia de los Manrique. Tambin se
suele afirmar que naci entre la segunda mitad de 1439 y la primera
de 1440, pero lo nico cierto es que no naci antes de 1432, cuando
qued concertado el matrimonio de sus padres, ni despus de 1444,
cuando Rodrigo Manrique, muerta doa Menca de Figueroa, madre de
Jorge Manrique y natural de Beas de Segura, pidi dispensa para
casarse de nuevo.La misma indeterminacin existe en torno a su
infancia, que quiz transcurri en Segura de la Sierra, y su
juventud, hasta 1465, ao en que un documento le cita por vez
primera. Lo que es seguro es que asumi por completo la lnea de
actuacin poltica y militar de su extensa familia castellana: como
sus dems parientes, fue partidario de combatir a los musulmanes y
tambin particip en las intrigas y luchas en torno a la subida al
trono de los Reyes Catlicos.Su padre, Rodrigo Manrique, Conde de
Paredes de Nava, que era maestre de la Orden de Santiago (aunque
nunca fue oficialmente reconocido como tal), fue uno de los hombres
ms poderosos de su poca y muri vctima de un cncer que le desfigur
el rostro en 1476. Su madre muri cuando Manrique era un nio. Estudi
Humanidades y las tareas propias de militar castellano. Su to, Gmez
Manrique, era tambin poeta eminente y autor dramtico, y no faltaron
en su familia otros hombres de armas y letras. La familia de los
Manrique de Lara era una de las ms antiguas familias nobles de
Espaa y posea algunos de los ttulos ms importantes de Castilla,
como el Ducado de Njera, el Condado de Trevio y el Marquesado de
Aguilar de Campo, as como varios cargos eclesisticos. Jorge
Manrique se cas en 1470 con la hermana de su madrasta, doa
Guiomar.A los 24 aos participa en los combates del asedio del
castillo de Montizn (Villamanrique, Ciudad Real), donde ganar fama
y prestigio como guerrero. Su mote era ni miento ni m'arrepiento.
Permaneci un tiempo preso en Baza (Granada), donde muri su hermano
Rodrigo, tras su entrada militar en la ciudad para ayudar a sus
aliados, los Benavides, frente a los delegados regios (el conde de
Cabra y el mariscal de Baena). Se enrol despus con las tropas del
bando de Isabel y Fernando en la guerra contra los partidarios de
Juana la Beltraneja. En esa guerra, en una escaramuza cercana al
castillo de Garcimuoz en Cuenca, defendido por el Marqus de
Villena, fue herido de muerte en 1479, probablemente hacia la
primavera. Como con el nacimiento, hay distintas versiones sobre el
suceso: algunos cronistas coetneos como Hernando del Pulgar y
Alonso de Palencia dan testimonio de que muri en la misma pelea,
frente a los muros del castillo, o justo a continuacin. Otros, como
Jernimo Zurita, sostuvieron con posterioridad (1562) que su muerte
tuvo lugar das despus de la batalla, en Santa Mara del Campo de Rus
(Cuenca), donde estaba su campamento. Rades de Andrada seal cmo se
le encontraron entre sus ropas dos coplas que comienzan Oh mundo!,
pues que me matas. Fue enterrado en el monasterio de Ucls, cabeza
de la orden de Santiago. La guerra termin pocos meses despus, en
septiembre.Seor de Belmontejo, comendador de Montizn, Trece de
Santiago, duque de Montalvo por concesin aragonesa y capitn de
hombres de armas de Castilla, fue ms un guerrero que escritor, pese
a lo cual fue tambin un insigne poeta, considerado por algunos como
el primero del Prerrenacimiento. El idioma espaol sale de la Corte
y de los monasterios para encontrarse con el autor individual que,
frente a un hecho trascendental de su vida, resume en una obra todo
el sentir de su corta existencia.
1.2La obraDurante el siglo XV los poetas castellanos muchas de
ellos pertenecientes a la nobleza practicaron un tipo de poesa que
se recopil en cancioneros. Esta poesa se basaba en la poesa
provenzal, abordando los temas amorosos segn los postulados del
amor corts.La obra est dentro de la poesa cancioneril castellana.
Las Coplas a la muerte de su padre es una larga elega lamentando la
muerte de don Rodrigo Manrique, padre del autor.En genrico potico,
la obra consta de 40 coplas formadas cada una por 2 estrofas de pie
quebrado.La copla I hace una introduccin al pensamiento de
fugacidad y brevedad de la vida que ser el argumento de toda la
obra.
1.3 CronologaRepresentante de una nobleza ilustrada e interesada
por la cultura, Jorge Manrique se dedica a la creacin potica.
Particip activamente en luchas polticas como era propio de la
nobleza de este siglo.
2. Anlisis del contenido.2.1 Argumento o ResumenLa vida terrenal
es slo un paso para alcanzar la vida eterna y hay que saber
apreciar el momento en que se vive porque nunca se sabe cundo
llegar la muerte.
2.2 TemaLa fugacidad de la vida
2.3 Estructura del contenidoRealizado en estrofa de pie quebrado
que combina versos octoslabos y tetraslabos segn el esquema 8a 8b
4c 8a 8b 4c 8d 8e 4f 8d 8e 4f
2.4 Personaje, tiempo, ambientacin y punto de vista del
narradorEl autor nos hacer reflexionar sobre la brevedad de la
vida, de los placeres y riquezas por lo que hay que aprovechar y
vivir el momento.
3. Anlisis de la expresin.3.1 El estiloEl autor emplea un
lenguaje sencillo para ser fcilmente entendido. Su deseo de ensear
desde su poesa le hace ser bastante claro. Con emocin contenida,
expresa su dolor por la muerte de su padre dando una visin realista
de lo que es la vida y de la necesidad de ser la mejor persona
posible durante la misma.
3.2Anlisis de la forma.Recuerde el alma dormida; 8aavive el seso
y despierte, 8bcontemplando 4ccmo se pasa la vida, 8acmo se viene
la muerte 8btan callando; 4ccun presto se va el placer 8dcmo despus
de acordado 8eda dolor; 4fcmo a nuestro parecer 8dcualquiera tiempo
pasado 8efue mejor. 4F
Dos estrofas de pie quebrado que combinan versos octoslabos y
tetraslabos segn el esquema 8a 8b 4c 8a 8b 4c 8d 8e 4f 8d 8e
4fExiste repeticin simtrica o paralelismo de la estructura
sintctica cmo se pasa, cmo se viene, alegora hablando del alma,
anttesis vida muerte, dormida despierte, personificacin avive el
alma dormida.Como tpicos literarios tenemos el tempus fugit , el
tiempo transcurre inexorable y conduce al ser humano a la
muerte.
4.ConclusinJorge Manrique expresa un dolor humano ante la prdida
de la muerte del ser querido y nos hace reflexionar sobre la
brevedad de la vida.
Copla IIINuestras vidas son los rosque van a dar en el mar, que
es el morir;all van los seorosderechos a se acabar y consumir;all,
los ros caudales,all los otros medianos,y ms chicos;allegados, son
igualeslos que viven por sus manosy los ricos.
1. Localizacin. Mirar Copla I
2. Anlisis del contenido
2.1 Argumento o resumen.Explica que todo el mundo, sea rico o
pobre, acaba como todo el mundo, en la muerte.
2.2 TemaLa imparcialidad de la muerte
2.3Estructura del contenidoLa primera parte asemeja las vidas
con los ros ya sea grande o pequeo, rico o pobre, llegar al mar que
es la muerte.La segunda parte nos recuerda que todos somos iguales
ante la muerte.
2.4Personaje, tiempo, ambientacin y punto de vista del
narrador.El autor reflexiona haciendo una comparacin con los ros
sobre el fin de la vida: la muerte para todos.
3. Anlisis de la expresin3.1El estiloEl autor emplea una metfora
sencilla fcilmente comprensible de lo que es la vida el ro y la
muerte el mar.
3.2Anlisis de la formaNuestras vidas son los ros 8aque van a dar
en el mar, 8bque es el morir; 4call van los seoros 8aderechos a se
acabar 8by consumir; 4call, los ros caudales, 8dall los otros
medianos, 8ey ms chicos; 4fallegados, son iguales 8dlos que viven
por sus manos 8ey los ricos. 4F
Dos estrofas de pie quebrado que combinan versos octoslabos y
tetraslabos segn el esquema 8a 8b 4c 8a 8b 4c 8d 8e 4f 8d 8e 4fA
modo de metfora compara la vida con los ros y la muerte con el mar.
Los ros caudalosos con los ricos y los medianos y chicos con los
pobres. Emplea el paralelismo con all los ros all los otrosComo
tpico literario aparece la muerte igualadora, gran niveladora de
las diferencias sociales en la vida
4. ConclusinJorge Manrique habla de la igualdad de ricos y
pobres ante la muerte con la metfora como medio de expresin y con
sencillez de lenguaje.
Copla VEste mundo es el caminopara el otro, que es moradasin
pesar;mas cumple tener buen tinopara andar esta jornadasin
errar;partimos cuando nacemos,andamos mientra vivimos,y llegamosal
tiempo que fenecemos;as que cuando morimosdescansamos.
1. Localizacin. Mirar Copla I2. Anlisis del
contenido2.1Argumento o resumenLa vida es un camino largo y cansado
en el que al final nos espera el sosiego, que es la muerte.
2.2 TemaLa muerte es el descanso del caminante.
2.3 Estructura del contenidoLa primera parte nos habla de que la
vida es un camino hacia la muerte y la segunda parte hace una
metfora entre un camino en el que empezar es cuando nacemos,
vivimos cuando andamos y el final de este camino es la muerte para
poder descansar.
2.4 Personaje, tiempo, ambientacin y punto de vista del
narradorEl poeta hace una metfora explicando cmo el sendero, a
veces duro, que es la vida, tiene su recompensa al morir queriendo
dar una luz de esperanza ante la imposibilidad de comprender el
dolor que produce la muerte.
3. Anlisis de la expresin3.1El estiloCon lenguaje sencillo, el
autor compara la vida y la muerte con un camino y su final, dando
la impresin que se ha convencido de que la muerte nos ayuda a
descansar de la vida.
3.2Anlisis de la formaEste mundo es el camino 8apara el otro,
que es morada 8bsin pesar; 4cmas cumple tener buen tino 8apara
andar esta jornada 8bsin errar; 4cpartimos cuando nacemos,
8dandamos mientra vivimos, 8ey llegamos 4fal tiempo que fenecemos;
8das que cuando morimos 8edescansamos. 4f
El autor realiza una metfora entre la vida y un camino, y la
muerte y una posada y el discurrir de la vida desde que nacemos
como el principio de este camino, el caminar, que es la vida, y el
final que es la muerte donde descansamos.Durante el camino hay que
ser buena persona para disfrutar del final, el descanso
merecido.Como tpicos encontramos el Homo Viator o el hombre
caminante, en el que la vida es un viaje en el que hay que ir
purificndonos.
4. ConclusinComo muchos autores de la poca, el autor ve la vida
como un camino hacia la muerte y durante la vida hay que hacer
mritos para conseguir un buen fin.Retrato (perteneciente a la
coleccin Lorenzana, pintado en el siglo XVIII, y por tanto
imaginario) de Jorge Manrique, poeta y soldado que milit en el
bando de la reina Isabel.