ÚNICAS EN GUARDIA ALEJANDRA BENÍTEZ “ME APASIONAN LOS DEPORTES” MUJERES ADELANTE | BAILÁ AL RITMO DE ZUMBA FUERZA BRUTA ALUCINÁ CON ECOBAGS NUEVO GLAM ECOLÓGICO ARTE URBANO CONOCÉ MÁS SOBRE ESTE FENÓMENO CULTURAL ECO EMPRENDEDORAS VANGUARDIA PERSONAJES SALUD Y TENDENCIAS CRÓNICAS NOVEDADES
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ÚNICAS
ENGUARDIA
ALEJANDRA BENÍTEZ “ME APASIONAN LOS DEPORTES”
MUJERES ADELANTE |
BAILÁAL RITMODE ZUMBA
FUERZABRUTA
ALUCINÁ CON
ECOBAGSNUEVO GLAMECOLÓGICO
ARTE URBANOCONOCÉ MÁSSOBRE ESTEFENÓMENOCULTURAL
ECO EMPRENDEDORAS VANGUARDIA PERSONAJES SALUD Y TENDENCIAS CRÓNICAS NOVEDADES
PENSÁ EN VERDESIN PERDER EL GLAMOUR
L
ECO EMPRENDEDORAS
a onda verde está de moda. Avanza. Cada día nos concientizamos más acerca del cuidado del medio ambiente y el mundo de la moda no se queda atrás. Las bolsas reusables son furor en el mundo.
La moda ecológica se viene con todo. Podemos pensar en varios ejemplos internacionales. Tal es el caso de Stella McCartney que lucha de forma full-time por los temas ecológicos; Vivianne Westwood que es una incansable seguidora del movimiento ambiental. También tenemos el ejemplo de Giselle Bündchen, que elige donar la recaudación de su marca de sandalias Ipanema a total bene�cio del proyecto Bosques del futuro. Y la lista de famosas internacionales parece no tener �n.
En Argentina recién se está instalando esta tendencia con las bolsas reusables para ir de compras. La �rma BallyBag nos presenta una propuesta con diseño, muy colorida y con frases divertidas.
CREEMOS EN UN MUNDO MENOS DESCARTABLE, EN HÁBITOS MENOS EXPRESS, EN VOLVER A COSTUMBRES MÁS SALUDABLES. NOS DEDICAMOS AL DISEÑO Y CONFECCIÓN DE BOLSAS REUSABLES. LAS HACEMOS LINDAS PARA QUE LAS USES, Y COMPACTABLES PARA QUE NO LAS OLVIDES. CAMBIAR TU HÁBITO DE COMPRA ES UN PEQUEÑO GESTO QUE PUEDE HACER LA DIFERENCIA. SÉ BUENA Y RE-USÁ
En su sitio web, la gente de BallyBag explica que la misión que llevan adelante es la de crear un producto lindo, básico y funcional que se pueda usar para el reemplazo de bolsas descartables, tanto para las compras diarias como para el traslado de ropa, juguetes, accesorios de playa, lavandería o gimnasio. “La BALLYBAG es la bolsa reusable multiuso que está siempre a mano”.
De la mano de la diseñadora Ceci Maciel, llega This Charming Bag, una marca de bolsas originales y modernas, hechas de friselina e impresas en serigrafía. Lo más divertido de la propuesta es que las bolsas están inspiradas en famosas carteras de todos los tiempos. Si no tenés tu Chanel Bag original, podés empezar por tener tu TCB. Al ir de compras con este diseño súper chic, seguro que no vas a pasar desapercibida.
La tercera y última propuesta viene de la mano de ToteBag, es una marca que te da la posibilidad de tener tu ToteBag personalizada, como así también corporativa. Las podés llevar con vos a la o�cina, facultad, escuela, gimnasio, etc., ya que sus diseños tienen mucho GLAM.
SON REUSABLES PORQUE ESTÁN CONFECCIONADAS EN MATERIALES RESISTENTES, LAVABLES, IMPERMEABLES, QUE OFRECEN UNA LARGA VIDA ÚTIL. SU VARIEDAD DE COLORES Y DISEÑOS TE PERMITEN COMBINARLAS CON TU ROPA, ACCESORIOS, TU ESTILO, ACTIVIDADES, PERO PRINCIPALMENTE CON VOS
Tratemos de colaborar con el medio ambiente para comenzar a disfrutar los resultados. Moda divertida aliada a la ecología.
Buenas propuestas al alcance de la mano, la misma mano que le damos a la naturaleza.
3 ÚNICAS
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a onda verde está de moda. Avanza. Cada día nos concientizamos más acerca del cuidado del medio ambiente y el mundo de la moda no se queda atrás. Las bolsas reusables son furor en el mundo.
La moda ecológica se viene con todo. Podemos pensar en varios ejemplos internacionales. Tal es el caso de Stella McCartney que lucha de forma full-time por los temas ecológicos; Vivianne Westwood que es una incansable seguidora del movimiento ambiental. También tenemos el ejemplo de Giselle Bündchen, que elige donar la recaudación de su marca de sandalias Ipanema a total bene�cio del proyecto Bosques del futuro. Y la lista de famosas internacionales parece no tener �n.
En Argentina recién se está instalando esta tendencia con las bolsas reusables para ir de compras. La �rma BallyBag nos presenta una propuesta con diseño, muy colorida y con frases divertidas.
CREEMOS EN UN MUNDO MENOS DESCARTABLE, EN HÁBITOS MENOS EXPRESS, EN VOLVER A COSTUMBRES MÁS SALUDABLES. NOS DEDICAMOS AL DISEÑO Y CONFECCIÓN DE BOLSAS REUSABLES. LAS HACEMOS LINDAS PARA QUE LAS USES, Y COMPACTABLES PARA QUE NO LAS OLVIDES. CAMBIAR TU HÁBITO DE COMPRA ES UN PEQUEÑO GESTO QUE PUEDE HACER LA DIFERENCIA. SÉ BUENA Y RE-USÁ
En su sitio web, la gente de BallyBag explica que la misión que llevan adelante es la de crear un producto lindo, básico y funcional que se pueda usar para el reemplazo de bolsas descartables, tanto para las compras diarias como para el traslado de ropa, juguetes, accesorios de playa, lavandería o gimnasio. “La BALLYBAG es la bolsa reusable multiuso que está siempre a mano”.
De la mano de la diseñadora Ceci Maciel, llega This Charming Bag, una marca de bolsas originales y modernas, hechas de friselina e impresas en serigrafía. Lo más divertido de la propuesta es que las bolsas están inspiradas en famosas carteras de todos los tiempos. Si no tenés tu Chanel Bag original, podés empezar por tener tu TCB. Al ir de compras con este diseño súper chic, seguro que no vas a pasar desapercibida.
La tercera y última propuesta viene de la mano de ToteBag, es una marca que te da la posibilidad de tener tu ToteBag personalizada, como así también corporativa. Las podés llevar con vos a la o�cina, facultad, escuela, gimnasio, etc., ya que sus diseños tienen mucho GLAM.
SON REUSABLES PORQUE ESTÁN CONFECCIONADAS EN MATERIALES RESISTENTES, LAVABLES, IMPERMEABLES, QUE OFRECEN UNA LARGA VIDA ÚTIL. SU VARIEDAD DE COLORES Y DISEÑOS TE PERMITEN COMBINARLAS CON TU ROPA, ACCESORIOS, TU ESTILO, ACTIVIDADES, PERO PRINCIPALMENTE CON VOS
Tratemos de colaborar con el medio ambiente para comenzar a disfrutar los resultados. Moda divertida aliada a la ecología.
Buenas propuestas al alcance de la mano, la misma mano que le damos a la naturaleza.
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BALLY BAGS
• www.ballybag.com.ar
TCB
• www.thischarmingbag.blogspot.com
ToteBag
• www.ilovetotebag.com
DÓNDE LASCONSIGO
¡QUEREMOS NUESTRABOLSA YA!
VANGUARDIA
La actividad de un coolhunter es, básicamente, la recolección de información sobre temas de moda o tendencias. Principalmente en la vía pública e internet y con una mirada muy neutral sobre la sociedad o sobre el lugar de trabajo. Un coolhunter debe aceptar, comprender y analizar diferentes tipos de estereotipos. También debe estar actualizado en todos los ámbitos y obtener información a través de distintos medios y, concretamente, a través de internet.
Muchos coolhunters se desarrollan como profesionales, ya sea para �rmas o agencias de coolhunting, publicidad, marketing o grandes empresas. En otros casos suele ser un pasatiempo o trabajo parcial.
Más allá de profesionales dedicados a la identi�cación de tendencias, también se denomina Coolhunters (trendsetters o in�uenciadores) al colectivo de consumidores cuyas opiniones in�uyen en la toma de decisiones de las personas que los rodean de tal forma que crean tendencias, modas y tienen el poder de impulsar el desarrollo de una marca.
Internet y los medios digitales dieron lugar a nuevas técnicas de investigación y caza de tendencias que forman parte de lo que comúnmente se denomina coolhunting digital o coolhunting 2.0.
Aquí te presentamos algunas imágenes de las principales prendas y accesorios que se van a imponer durante el 2014 y que son tendencia mundial en este momento.
COOLHUNTERS CAZADORES
DE TENDENCIAS
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Para que estés en onda y no salgas a la calle con prendas que ya no están de moda, te presentamos lo “IN” versus lo “OUT” para la próxima temporada.
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IN IN ININ
IN IN ININ
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OUT OUT OUT OUT
OUT OUT OUT OUT
DESPLIEGUEBRUTAL
VANGUARDIA
Señoras y señores, todo lo que sucede aquí es real. ¡Prepárense!
l espectáculo de Fuerza Bruta no deja de asombrar, rompiendo con los esquemas tradicionales del lenguaje, el show constituye un espacio donde la presión de los sentidos afecta la
mente y donde la velocidad de los estímulos que recibe el espectador, supera la reacción intelectual.
Es uno de los shows más aclamados en Argentina y el continente europeo. Se trata de una compañía teatral Argentina originada en 2003 como proyecto independiente de De La Guarda y se caracteriza por un estilo experimental, por la innovación estética y por el despliegue escénico en grandes dimensiones.
Lleva en su ADN los rastros de otro espectáculo innovador, al que pertenecieron sus creadores, De La
Guarda, pionero del teatro aéreo y experimental. En mayo de 2005 y después de casi dos años de gestación, esta compañía argentina emerge como búsqueda del lenguaje corporal y el impacto visual, valiéndose de recursos tecnológicos que complementan, pero no irrumpen en su esencia primitiva. El show, que despierta las sensaciones más humanas, desconcierta desde su estructura: el espectador es parte de la obra tanto como los actores.
Este espectáculo propone quebrar el sometimiento intelectual del lenguaje. Utiliza todos los medios disponibles para operar e�cazmente sobre la sensibilidad del espectador. Crea un espacio, donde la velocidad de los estímulos recibidos supera la reacción intelectual, haciendo que la emoción llegue antes.
E
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La total libertad y desinhibición de los artistas al desplazarse por el espacio, impacta. Pueden tanto volar o nadar sobre las cabezas del público, como derribar paredes y bailar desaforadamente, contagiando ese espíritu que termina hermanando a toda la sala en una danza única y poderosa, que tiene algo de ancestral y a la vez de “rave”.
“Señoras y señores, todo lo que sucede aquí es real. Prepárense”, se escucha desde los altoparlantes que resuenan en un escenario atípico, donde los espectadores permanecen de pie, sin entender desde dónde emergerá (o caerá) la escenografía. La adrenalina de lo imprevisible es, con certeza, el sentimiento que invadirá la sangre de los presentes a lo largo de los
60 minutos de show. La energía que sube de tono súbitamente, alterará los sentidos de un modo primitivamente extraordinario.
El espectador se entrega, sabiendo que forma parte de un hecho artístico, una realidad paralela, etérea, bella, delirante y absolutamente más verdadera que la cotidiana y es conducido a estrellarse contra su propia sensibilidad. Una sensibilidad colectiva, universal, sin traducción, ni anestesia. Brutalmente feliz.
l espectáculo de Fuerza Bruta no deja de asombrar, rompiendo con los esquemas tradicionales del lenguaje, el show constituye un espacio donde la presión de los sentidos afecta la
mente y donde la velocidad de los estímulos que recibe el espectador, supera la reacción intelectual.
Es uno de los shows más aclamados en Argentina y el continente europeo. Se trata de una compañía teatral Argentina originada en 2003 como proyecto independiente de De La Guarda y se caracteriza por un estilo experimental, por la innovación estética y por el despliegue escénico en grandes dimensiones.
Lleva en su ADN los rastros de otro espectáculo innovador, al que pertenecieron sus creadores, De La
Guarda, pionero del teatro aéreo y experimental. En mayo de 2005 y después de casi dos años de gestación, esta compañía argentina emerge como búsqueda del lenguaje corporal y el impacto visual, valiéndose de recursos tecnológicos que complementan, pero no irrumpen en su esencia primitiva. El show, que despierta las sensaciones más humanas, desconcierta desde su estructura: el espectador es parte de la obra tanto como los actores.
Este espectáculo propone quebrar el sometimiento intelectual del lenguaje. Utiliza todos los medios disponibles para operar e�cazmente sobre la sensibilidad del espectador. Crea un espacio, donde la velocidad de los estímulos recibidos supera la reacción intelectual, haciendo que la emoción llegue antes.
La total libertad y desinhibición de los artistas al desplazarse por el espacio, impacta. Pueden tanto volar o nadar sobre las cabezas del público, como derribar paredes y bailar desaforadamente, contagiando ese espíritu que termina hermanando a toda la sala en una danza única y poderosa, que tiene algo de ancestral y a la vez de “rave”.
“Señoras y señores, todo lo que sucede aquí es real. Prepárense”, se escucha desde los altoparlantes que resuenan en un escenario atípico, donde los espectadores permanecen de pie, sin entender desde dónde emergerá (o caerá) la escenografía. La adrenalina de lo imprevisible es, con certeza, el sentimiento que invadirá la sangre de los presentes a lo largo de los
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60 minutos de show. La energía que sube de tono súbitamente, alterará los sentidos de un modo primitivamente extraordinario.
El espectador se entrega, sabiendo que forma parte de un hecho artístico, una realidad paralela, etérea, bella, delirante y absolutamente más verdadera que la cotidiana y es conducido a estrellarse contra su propia sensibilidad. Una sensibilidad colectiva, universal, sin traducción, ni anestesia. Brutalmente feliz.
¿LE DARÁ VÉRTIGO?
Deseo. ¡Qué palabra ambigua!
Pero más allá de sus diversos signi�cados, muchas compartimos ese deseo de bajar un cambio cuando llega el �n de semana, de compartir más tiempo con la familia y los amigos, de viajar a un mundo sin trajines y sin preocupaciones, como por ejemplo al Tigre, a tan solo 33 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta localidad, sobre el Río Paraná, es un laberinto de canales, islas e islotes, ideal para escapar de la bulliciosa Capital.
Una vez allí, se puede escoger entre distintas activi-dades para pasar la tarde.
Visitar el Puerto de Frutos, y perderse en un colorido mundo rústico donde se venden muebles de mimbre y madera, diversos adornos artesanales para la casa.Para las más aventureras y amantes de deportes acuáticos, excursiones en canoas y kayaks.
Mientras que aquellas que quieran descansar o pasar una velada romántica, pueden tomar una excusión en catamarán por las costas del Tigre, o tomar una lancha hasta uno de los recreos que se encuentran en el Delta para pasar el día.
De cualquier forma, los que visiten Tigre, podrán desenchufarse de la electricidad de Buenos Aires.
TIGRE
LUGARES
UN LUGAR PARADESENCHUFARSE
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s atractiva y genera el obligado suspiro de muchos hombres. A los 33 años, AlejandraBenítez Romero, actual Ministra del Poder Popular para el deporte venezolano, nombrada por el
mismísimo presidente Maduro; se ha convertido en una de las atracciones principales del Gobierno Venezolano. Además es Odontóloga y una talentosa esgrimista, que se ubica actualmente entre los primeros puestos del ranking mundial.
Para esta deportista venezolana representar a su país en unas olimpiadas fue algo “único y mágico”. ¡Te sientes embajadora de tu país!”, expresó risueña. Destacó que el hecho de poder formar parte de los juegos de Londres 2012 fue una experiencia inolvidable. “Llevar sobre tus hombros la responsabilidad de brillar fuera del país en unos Juegos Olímpicos es algo indescriptible, y al estar allí se te aguarapan los ojos”.
De chica soñaba con ser atleta de la selección Venezolana, viajar, obtener grandes triunfos, las
¡EN GARDE MADMOISELLE!
PERSONAJE NOTABLE
victorias llegaron muy rápido. En su primera presentación internacional logró ser campeona mundial juvenil. Su inmersión en este peculiar deporte se produjo gracias a su tía paterna, quien la llevó por primera vez a conocer la actividad.
Atletas luchadores
Afronta seriamente ser imagen y ejemplo para los chicos y los adolescentes venezolanos. “Nosotros como atletas deberíamos ser esa cara alentadora del país”, indicó.
“Pienso que nosotros deberíamos ser luchadores, trabajar en una campaña de concientización infantil”. A Alejandra le encantaría colaborar para fomentar a los atletas nacionales como ejemplos a seguir para su país.
A corto plazo espera armar una familia. “Tengo el deseo de ser madre, eso forma parte de mis proyectos personales y en lo profesional también soy odontóloga y
los 32 años la abogada María Teresa Moya decidió realizar un cambio esencial en su vida. Pero antes de hacer foco en este momento, nos parece bueno que conozcas la historia de esta
valiente chica Única que se animó a hacer realidad sus sueños. Teresa fue toda su primaria y secundaria al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio porteño de Flores, donde conoció a grandes amigos que aún hoy mantiene.
Hija de una familia numerosa (3 hermanos y una herma-na) fue criada en una gran casa ubicada en Caballito.
De chiquita tenía una melena con rulitos muy acentuados y muchas pequitas en la cara, uno de sus hermanos mayo-res la asimilaba con una muñeca, y la empezó a llamar
“poupée”, sobrenombre con el que aún hoy la llaman sus amigos y familiares.
A los 18 años decidió meterse en el mundo de las leyes (siguiendo los pasos de su madre), y comenzó su carrera en la Universidad de Belgrano.
“Poupée” siempre disfrutó viajar, y es así que a los 21 años realizó un recorrido por Europa durante 2 meses, pasando por España y Francia, y �nalizando en el sur de Italia, donde conoció a miembros de su familia. Nieta de Italianos provenientes de la región calabresa, de quienes parece haber adquirido su gran y característica hospitali-dad.
Siempre recuerda ese viaje, comenta que el hecho de estar sola recorriendo lugares desconocidos y de entrar en contacto con personas de distintos lugares del mundo
la ayudó a crecer culturalmente. “Era un permanente intercambio de historias, vivencias, anécdotas…”.
Durante las noches re�exionaba mucho. Pasó por distin-tos hostels, y la dinámica de estos alojamientos le permi-tió conocer y compartir experiencias con un montón de personas que todavía recuerda. Pero este viaje concluyó y nuestra protagonista regresó a la capital porteña…
A los 22 comenzó a trabajar para adquirir experiencia en el estudio jurídico de la familia, donde permaneció hasta tomar una de las decisiones más importantes de su vida.
Estuvo ahí 11 años, y tenemos que tener en cuenta que la ubicación del estudio no es un dato menor: pleno centro porteño, (Paraguay y Uruguay). Trabajaba de lunes a viernes y en algunas ocasiones también los sábados. En los primeros años 8 horas y luego sumaron 12.
Sus mañanas dentro de casa (un pequeño departamento de dos ambientes en el barrio de Belgrano) eran muy breves, siempre le costó madrugar y aún así lo conseguía con gran esfuerzo.
Se levantaba a las 6.30, se daba una ducha rápida, para luego elegir de dentro del placard algún atuendo formal, y así salir a la calle; nunca había tiempo para el desayu-no…
El clima que se respira dentro de un estudio jurídico no suele ser muy armonioso, Teresa comenta que eran frecuentes las discusiones, los reclamos de clientes, y en varias ocasiones se llegaban a oír gritos.
Tomaba alrededor de cinco cafés por día y su almuerzo casi siempre era un tostado del bar de al lado, que generalmente comía sin interrumpir sus tareas, tampoco había tiempo para disfrutar de un buen almuerzo. Eran frecuentes los dolores de cabeza y estomacales, claramente producto de su mala alimentación y del stress que le generaba el trabajo.
Todas estas situaciones poco agradables activaron un motor para iniciar el cambio. “Cada vez que llegaba al estudio empezaba a sentir que ese enorme portón verde se me venía encima”, aclara y hace alusión a esa puerta de madera, maciza y pesada, típica de los edi�cios antiguos, y hace hincapié en el color: “un verde institucio-nal oscuro”, que asocia con los uniformes escolares.
De manera cada vez más frecuente, al terminar la jorna-da laboral, salía a la calle y respiraba profundo mirando al cielo, buscando algo de calma, pensando e imaginan-do, proyectaba algo mejor. “Miraba el cielo, pero mi
campo visual se recortaba con la presencia de los edi�cios y eso empezó a hacerme ruido”.
Cada vez más irritada con el tránsito, con la indiferencia de la gente y con el sonido constante de su teléfono celular, entendió que debía hacer algo o se iba a volver loca.
Pero ella sabía que el cambio no tenía que ver solamente con reducir las horas de trabajo, sino que requería de algo mucho más radical.
Decidió ponerse en contacto con algunos amigos y empe-zaron a debatir propuestas, y así fue como distintos lugares del mapa nacional empezaron a resonar en las charlas. Desde Salta hasta Tierra del Fuego, se iba componiendo el boceto para consolidar el sueño…En el debate, el nombre San Martin de los Andes se hacía cada vez más presente, al igual que el rubro elegido: turismo.“Poupée” empezó a recordar su viaje a Europa, la experiencia allí vivida y llegó a la conclusión de que eso era lo que quería desarrollar: un lugar que le permitiera a jóvenes viajeros conocerse, intercambiar historias, cultivar amistades; un hostel.
Luego de un tiempo de preparación y de cierre de algunas cuestiones en la Capital, desembarcó en septiembre de 2007 en el destino elegido. Cargaba muy poco equipaje, y en su agenda solo contaba con un par de contactos cedidos por sus amigos.
Ese primer arribo estuvo cargado de sensaciones para Teresa, �nalmente había dejado la Capital atrás y era hora de empezar un camino nuevo. Nos relata como en
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noche a la mañana, no tanto por el trabajo de base sino por los discursos, todavía siente que le falta �uidez frente a otros personajes del campo político. “Cuando me dicen que me toca, en una sesión de la Cámara, defender un punto, siento el mismo cosquilleo, la misma angustia, los nervios que me atacan antes de una competencia. Además sé que todas las miradas están puestas en mí porque soy joven y atleta.”
Alejandra está casada con un basquetbolista y su familia es también muy a�cionada al ejercicio diario. “Todos somos amantes del deporte, te mantiene saludable y alegre.”
Aparte de la esgrima se reconoce como una fanática del baloncesto. Considera que ser Ministra de Deporte es un gran compromiso, pero lo que más le interesa es que los chicos de su país se puedan formar como verdaderos hombres de bien en el futuro, y que el deporte sea una parte importante de sus vidas, tal como lo fue para ella.
me gustaría ejercer mi carrera, aunque sea dos o tres horas a la semana”.
“Trabajar con más seriedad”
“Mi visión del deporte venezolano es la de la esperanza, el deporte nacional ha crecido muchísimo, por la gran inversión que le han dado. Los que hemos vivido el antes y el después lo podemos decir con mucha base y es muy esperanzador el futuro de Venezuela en el deporte”, manifestó la actual Ministra Venezolana.
Sin embargo, propuso: “hay que trabajar con más seriedad, con verdaderos planes de masi�cación, de trabajo de selecciones, y con una visión más amplia de lo que signi�ca el alto rendimiento”.
En cuanto a su actual carrera política Alejandra nos explica que es difícil insertarse en este mundo de la
los primeros días sentía una mezcla de ansiedad, nervios, intriga, miedo… Pero todos estos sentimientos fueron sofocados por el maravilloso aire de la montaña y su extraordinario paisaje.
El paso a seguir era conseguir un buen lugar para poder n antiguo con un amplio jardín, ubicado solo a 5 cuadras del centro y 6 cuadras del lago Lacar.
El sitio necesitaba de algunas reparaciones y de una gran cantidad de pintura. En el mes de diciembre llegó a San Martín “el refuerzo”, un grupo compuesto por amigos y familiares que se pusieron a disposición para cumplir con el objetivo principal: tener preparado el hostel para que pueda abrir sus puertas en enero de 2008. La llegada de 2008 se festejo en “La colorada” (nombre que recibió el hostel), bautizado así por Mariano, uno de los hermanos mayores, debido al llamativo y bonito color rojo con el cual se decidió pintar el lugar.
A los pocos días de enero se realizó la inauguración o�cial, y así fue como de a poquito distintos viajeros empezaron a llegar a “La colorada”, en busca de nuevas historias.
“Poupée” cambió los edi�cios por las montañas, las visitas a Tribunales por paseos en los lagos, el traje formal por un jogging y camiseta, (generalmente un poco emba-rrados), y el cambio más importante: el stress de la ciudad por la paz y serenidad.
Todas las mañanas prepara pan casero y pasta frola para los huéspedes, desayuna con ellos, les recomienda lugares para ir a visitar, nunca falta el termo cargado para que vaya circulando el mate, su mirada transmite tranquilidad, está feliz.
”Yo me quedo a vivir acá sin dudas” concluye “Poupée”.
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CRÓNICAS DE VIDA
PAZDECIDIÓ DEJAR TODO PARA
REFUGIARSE EN LA MONTAÑA, RECICLAR UNA CASONA
Y ABRIR UN HOSTEL.
los 32 años la abogada María Teresa Moya decidió realizar un cambio esencial en su vida. Pero antes de hacer foco en este momento, nos parece bueno que conozcas la historia de esta
valiente chica Única que se animó a hacer realidad sus sueños. Teresa fue toda su primaria y secundaria al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio porteño de Flores, donde conoció a grandes amigos que aún hoy mantiene.
Hija de una familia numerosa (3 hermanos y una herma-na) fue criada en una gran casa ubicada en Caballito.
De chiquita tenía una melena con rulitos muy acentuados y muchas pequitas en la cara, uno de sus hermanos mayo-res la asimilaba con una muñeca, y la empezó a llamar
“poupée”, sobrenombre con el que aún hoy la llaman sus amigos y familiares.
A los 18 años decidió meterse en el mundo de las leyes (siguiendo los pasos de su madre), y comenzó su carrera en la Universidad de Belgrano.
“Poupée” siempre disfrutó viajar, y es así que a los 21 años realizó un recorrido por Europa durante 2 meses, pasando por España y Francia, y �nalizando en el sur de Italia, donde conoció a miembros de su familia. Nieta de Italianos provenientes de la región calabresa, de quienes parece haber adquirido su gran y característica hospitali-dad.
Siempre recuerda ese viaje, comenta que el hecho de estar sola recorriendo lugares desconocidos y de entrar en contacto con personas de distintos lugares del mundo
A
la ayudó a crecer culturalmente. “Era un permanente intercambio de historias, vivencias, anécdotas…”.
Durante las noches re�exionaba mucho. Pasó por distin-tos hostels, y la dinámica de estos alojamientos le permi-tió conocer y compartir experiencias con un montón de personas que todavía recuerda. Pero este viaje concluyó y nuestra protagonista regresó a la capital porteña…
A los 22 comenzó a trabajar para adquirir experiencia en el estudio jurídico de la familia, donde permaneció hasta tomar una de las decisiones más importantes de su vida.
Estuvo ahí 11 años, y tenemos que tener en cuenta que la ubicación del estudio no es un dato menor: pleno centro porteño, (Paraguay y Uruguay). Trabajaba de lunes a viernes y en algunas ocasiones también los sábados. En los primeros años 8 horas y luego sumaron 12.
Sus mañanas dentro de casa (un pequeño departamento de dos ambientes en el barrio de Belgrano) eran muy breves, siempre le costó madrugar y aún así lo conseguía con gran esfuerzo.
Se levantaba a las 6.30, se daba una ducha rápida, para luego elegir de dentro del placard algún atuendo formal, y así salir a la calle; nunca había tiempo para el desayu-no…
El clima que se respira dentro de un estudio jurídico no suele ser muy armonioso, Teresa comenta que eran frecuentes las discusiones, los reclamos de clientes, y en varias ocasiones se llegaban a oír gritos.
Tomaba alrededor de cinco cafés por día y su almuerzo casi siempre era un tostado del bar de al lado, que generalmente comía sin interrumpir sus tareas, tampoco había tiempo para disfrutar de un buen almuerzo. Eran frecuentes los dolores de cabeza y estomacales, claramente producto de su mala alimentación y del stress que le generaba el trabajo.
Todas estas situaciones poco agradables activaron un motor para iniciar el cambio. “Cada vez que llegaba al estudio empezaba a sentir que ese enorme portón verde se me venía encima”, aclara y hace alusión a esa puerta de madera, maciza y pesada, típica de los edi�cios antiguos, y hace hincapié en el color: “un verde institucio-nal oscuro”, que asocia con los uniformes escolares.
De manera cada vez más frecuente, al terminar la jorna-da laboral, salía a la calle y respiraba profundo mirando al cielo, buscando algo de calma, pensando e imaginan-do, proyectaba algo mejor. “Miraba el cielo, pero mi
campo visual se recortaba con la presencia de los edi�cios y eso empezó a hacerme ruido”.
Cada vez más irritada con el tránsito, con la indiferencia de la gente y con el sonido constante de su teléfono celular, entendió que debía hacer algo o se iba a volver loca.
Pero ella sabía que el cambio no tenía que ver solamente con reducir las horas de trabajo, sino que requería de algo mucho más radical.
Decidió ponerse en contacto con algunos amigos y empe-zaron a debatir propuestas, y así fue como distintos lugares del mapa nacional empezaron a resonar en las charlas. Desde Salta hasta Tierra del Fuego, se iba componiendo el boceto para consolidar el sueño…En el debate, el nombre San Martin de los Andes se hacía cada vez más presente, al igual que el rubro elegido: turismo.“Poupée” empezó a recordar su viaje a Europa, la experiencia allí vivida y llegó a la conclusión de que eso era lo que quería desarrollar: un lugar que le permitiera a jóvenes viajeros conocerse, intercambiar historias, cultivar amistades; un hostel.
Luego de un tiempo de preparación y de cierre de algunas cuestiones en la Capital, desembarcó en septiembre de 2007 en el destino elegido. Cargaba muy poco equipaje, y en su agenda solo contaba con un par de contactos cedidos por sus amigos.
Ese primer arribo estuvo cargado de sensaciones para Teresa, �nalmente había dejado la Capital atrás y era hora de empezar un camino nuevo. Nos relata como en
los primeros días sentía una mezcla de ansiedad, nervios, intriga, miedo… Pero todos estos sentimientos fueron sofocados por el maravilloso aire de la montaña y su extraordinario paisaje.
El paso a seguir era conseguir un buen lugar para poder n antiguo con un amplio jardín, ubicado solo a 5 cuadras del centro y 6 cuadras del lago Lacar.
El sitio necesitaba de algunas reparaciones y de una gran cantidad de pintura. En el mes de diciembre llegó a San Martín “el refuerzo”, un grupo compuesto por amigos y familiares que se pusieron a disposición para cumplir con el objetivo principal: tener preparado el hostel para que pueda abrir sus puertas en enero de 2008. La llegada de 2008 se festejo en “La colorada” (nombre que recibió el hostel), bautizado así por Mariano, uno de los hermanos mayores, debido al llamativo y bonito color rojo con el cual se decidió pintar el lugar.
A los pocos días de enero se realizó la inauguración o�cial, y así fue como de a poquito distintos viajeros empezaron a llegar a “La colorada”, en busca de nuevas historias.
“Poupée” cambió los edi�cios por las montañas, las visitas a Tribunales por paseos en los lagos, el traje formal por un jogging y camiseta, (generalmente un poco emba-rrados), y el cambio más importante: el stress de la ciudad por la paz y serenidad.
Todas las mañanas prepara pan casero y pasta frola para los huéspedes, desayuna con ellos, les recomienda lugares para ir a visitar, nunca falta el termo cargado para que vaya circulando el mate, su mirada transmite tranquilidad, está feliz.
”Yo me quedo a vivir acá sin dudas” concluye “Poupée”.
los 32 años la abogada María Teresa Moya decidió realizar un cambio esencial en su vida. Pero antes de hacer foco en este momento, nos parece bueno que conozcas la historia de esta
valiente chica Única que se animó a hacer realidad sus sueños. Teresa fue toda su primaria y secundaria al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio porteño de Flores, donde conoció a grandes amigos que aún hoy mantiene.
Hija de una familia numerosa (3 hermanos y una herma-na) fue criada en una gran casa ubicada en Caballito.
De chiquita tenía una melena con rulitos muy acentuados y muchas pequitas en la cara, uno de sus hermanos mayo-res la asimilaba con una muñeca, y la empezó a llamar
“poupée”, sobrenombre con el que aún hoy la llaman sus amigos y familiares.
A los 18 años decidió meterse en el mundo de las leyes (siguiendo los pasos de su madre), y comenzó su carrera en la Universidad de Belgrano.
“Poupée” siempre disfrutó viajar, y es así que a los 21 años realizó un recorrido por Europa durante 2 meses, pasando por España y Francia, y �nalizando en el sur de Italia, donde conoció a miembros de su familia. Nieta de Italianos provenientes de la región calabresa, de quienes parece haber adquirido su gran y característica hospitali-dad.
Siempre recuerda ese viaje, comenta que el hecho de estar sola recorriendo lugares desconocidos y de entrar en contacto con personas de distintos lugares del mundo
la ayudó a crecer culturalmente. “Era un permanente intercambio de historias, vivencias, anécdotas…”.
Durante las noches re�exionaba mucho. Pasó por distin-tos hostels, y la dinámica de estos alojamientos le permi-tió conocer y compartir experiencias con un montón de personas que todavía recuerda. Pero este viaje concluyó y nuestra protagonista regresó a la capital porteña…
A los 22 comenzó a trabajar para adquirir experiencia en el estudio jurídico de la familia, donde permaneció hasta tomar una de las decisiones más importantes de su vida.
Estuvo ahí 11 años, y tenemos que tener en cuenta que la ubicación del estudio no es un dato menor: pleno centro porteño, (Paraguay y Uruguay). Trabajaba de lunes a viernes y en algunas ocasiones también los sábados. En los primeros años 8 horas y luego sumaron 12.
Sus mañanas dentro de casa (un pequeño departamento de dos ambientes en el barrio de Belgrano) eran muy breves, siempre le costó madrugar y aún así lo conseguía con gran esfuerzo.
Se levantaba a las 6.30, se daba una ducha rápida, para luego elegir de dentro del placard algún atuendo formal, y así salir a la calle; nunca había tiempo para el desayu-no…
El clima que se respira dentro de un estudio jurídico no suele ser muy armonioso, Teresa comenta que eran frecuentes las discusiones, los reclamos de clientes, y en varias ocasiones se llegaban a oír gritos.
Tomaba alrededor de cinco cafés por día y su almuerzo casi siempre era un tostado del bar de al lado, que generalmente comía sin interrumpir sus tareas, tampoco había tiempo para disfrutar de un buen almuerzo. Eran frecuentes los dolores de cabeza y estomacales, claramente producto de su mala alimentación y del stress que le generaba el trabajo.
Todas estas situaciones poco agradables activaron un motor para iniciar el cambio. “Cada vez que llegaba al estudio empezaba a sentir que ese enorme portón verde se me venía encima”, aclara y hace alusión a esa puerta de madera, maciza y pesada, típica de los edi�cios antiguos, y hace hincapié en el color: “un verde institucio-nal oscuro”, que asocia con los uniformes escolares.
De manera cada vez más frecuente, al terminar la jorna-da laboral, salía a la calle y respiraba profundo mirando al cielo, buscando algo de calma, pensando e imaginan-do, proyectaba algo mejor. “Miraba el cielo, pero mi
campo visual se recortaba con la presencia de los edi�cios y eso empezó a hacerme ruido”.
Cada vez más irritada con el tránsito, con la indiferencia de la gente y con el sonido constante de su teléfono celular, entendió que debía hacer algo o se iba a volver loca.
Pero ella sabía que el cambio no tenía que ver solamente con reducir las horas de trabajo, sino que requería de algo mucho más radical.
Decidió ponerse en contacto con algunos amigos y empe-zaron a debatir propuestas, y así fue como distintos lugares del mapa nacional empezaron a resonar en las charlas. Desde Salta hasta Tierra del Fuego, se iba componiendo el boceto para consolidar el sueño…En el debate, el nombre San Martin de los Andes se hacía cada vez más presente, al igual que el rubro elegido: turismo.“Poupée” empezó a recordar su viaje a Europa, la experiencia allí vivida y llegó a la conclusión de que eso era lo que quería desarrollar: un lugar que le permitiera a jóvenes viajeros conocerse, intercambiar historias, cultivar amistades; un hostel.
Luego de un tiempo de preparación y de cierre de algunas cuestiones en la Capital, desembarcó en septiembre de 2007 en el destino elegido. Cargaba muy poco equipaje, y en su agenda solo contaba con un par de contactos cedidos por sus amigos.
Ese primer arribo estuvo cargado de sensaciones para Teresa, �nalmente había dejado la Capital atrás y era hora de empezar un camino nuevo. Nos relata como en
STreet art
adónde quiere llegar y aunque no lo parezca sabe muy bien lo que tiene que hacer. Las calles se hacen cada vez más estrechas y en las paredes de las casas y fábricas se pueden ver marcas de viejos graf�tis.
“Es acá… ¡Éste es el lugar!” anuncia Juan Pablo –conocido en el ambiente del Street Art como Chu- con entusiasmo antes de empezar a preparase para intervenir un viejo paredón del barrio. “Hace mucho que busco uno como éste y cuando lo vi, fue como si me hubiese
enamorado de la chica más linda del barrio”, explica mientras de su bolso saca aerosoles, pinturas y algún que otro pincel.Lo que podemos ver a nuestro alrededor es un gran paredón de cemento bastante destartalado, opaco, acompañado por alguna que otra planta que se cuela dentro del paisaje. Pero lo que podría ser una simple pared abandonada es –o seguramente lo terminará de ser en un futuro- una verdadera obra de arte gracias a la mano y a creatividad de Chu.
“Todavía falta bastante para terminar, pero de a poco va tomando forma”, dice Juan Pablo, sin sacarle la mirada a su aerosol que poco a poco va pintando de negro las
NOVEDADES
MAKE UP URBANO
19 ÚNICAS
Son las ocho de la noche, la oscuridad comienza a hacerse presente en el barrio de Colegiales mientras vamos adentrándonos cada vez más, buscando el “muro perfecto”. Nuestro guía camina
los primeros días sentía una mezcla de ansiedad, nervios, intriga, miedo… Pero todos estos sentimientos fueron sofocados por el maravilloso aire de la montaña y su extraordinario paisaje.
El paso a seguir era conseguir un buen lugar para poder n antiguo con un amplio jardín, ubicado solo a 5 cuadras del centro y 6 cuadras del lago Lacar.
El sitio necesitaba de algunas reparaciones y de una gran cantidad de pintura. En el mes de diciembre llegó a San Martín “el refuerzo”, un grupo compuesto por amigos y familiares que se pusieron a disposición para cumplir con el objetivo principal: tener preparado el hostel para que pueda abrir sus puertas en enero de 2008. La llegada de 2008 se festejo en “La colorada” (nombre que recibió el hostel), bautizado así por Mariano, uno de los hermanos mayores, debido al llamativo y bonito color rojo con el cual se decidió pintar el lugar.
A los pocos días de enero se realizó la inauguración o�cial, y así fue como de a poquito distintos viajeros empezaron a llegar a “La colorada”, en busca de nuevas historias.
“Poupée” cambió los edi�cios por las montañas, las visitas a Tribunales por paseos en los lagos, el traje formal por un jogging y camiseta, (generalmente un poco emba-rrados), y el cambio más importante: el stress de la ciudad por la paz y serenidad.
Todas las mañanas prepara pan casero y pasta frola para los huéspedes, desayuna con ellos, les recomienda lugares para ir a visitar, nunca falta el termo cargado para que vaya circulando el mate, su mirada transmite tranquilidad, está feliz.
”Yo me quedo a vivir acá sin dudas” concluye “Poupée”.
los 32 años la abogada María Teresa Moya decidió realizar un cambio esencial en su vida. Pero antes de hacer foco en este momento, nos parece bueno que conozcas la historia de esta
valiente chica Única que se animó a hacer realidad sus sueños. Teresa fue toda su primaria y secundaria al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio porteño de Flores, donde conoció a grandes amigos que aún hoy mantiene.
Hija de una familia numerosa (3 hermanos y una herma-na) fue criada en una gran casa ubicada en Caballito.
De chiquita tenía una melena con rulitos muy acentuados y muchas pequitas en la cara, uno de sus hermanos mayo-res la asimilaba con una muñeca, y la empezó a llamar
“poupée”, sobrenombre con el que aún hoy la llaman sus amigos y familiares.
A los 18 años decidió meterse en el mundo de las leyes (siguiendo los pasos de su madre), y comenzó su carrera en la Universidad de Belgrano.
“Poupée” siempre disfrutó viajar, y es así que a los 21 años realizó un recorrido por Europa durante 2 meses, pasando por España y Francia, y �nalizando en el sur de Italia, donde conoció a miembros de su familia. Nieta de Italianos provenientes de la región calabresa, de quienes parece haber adquirido su gran y característica hospitali-dad.
Siempre recuerda ese viaje, comenta que el hecho de estar sola recorriendo lugares desconocidos y de entrar en contacto con personas de distintos lugares del mundo
la ayudó a crecer culturalmente. “Era un permanente intercambio de historias, vivencias, anécdotas…”.
Durante las noches re�exionaba mucho. Pasó por distin-tos hostels, y la dinámica de estos alojamientos le permi-tió conocer y compartir experiencias con un montón de personas que todavía recuerda. Pero este viaje concluyó y nuestra protagonista regresó a la capital porteña…
A los 22 comenzó a trabajar para adquirir experiencia en el estudio jurídico de la familia, donde permaneció hasta tomar una de las decisiones más importantes de su vida.
Estuvo ahí 11 años, y tenemos que tener en cuenta que la ubicación del estudio no es un dato menor: pleno centro porteño, (Paraguay y Uruguay). Trabajaba de lunes a viernes y en algunas ocasiones también los sábados. En los primeros años 8 horas y luego sumaron 12.
Sus mañanas dentro de casa (un pequeño departamento de dos ambientes en el barrio de Belgrano) eran muy breves, siempre le costó madrugar y aún así lo conseguía con gran esfuerzo.
Se levantaba a las 6.30, se daba una ducha rápida, para luego elegir de dentro del placard algún atuendo formal, y así salir a la calle; nunca había tiempo para el desayu-no…
El clima que se respira dentro de un estudio jurídico no suele ser muy armonioso, Teresa comenta que eran frecuentes las discusiones, los reclamos de clientes, y en varias ocasiones se llegaban a oír gritos.
Tomaba alrededor de cinco cafés por día y su almuerzo casi siempre era un tostado del bar de al lado, que generalmente comía sin interrumpir sus tareas, tampoco había tiempo para disfrutar de un buen almuerzo. Eran frecuentes los dolores de cabeza y estomacales, claramente producto de su mala alimentación y del stress que le generaba el trabajo.
Todas estas situaciones poco agradables activaron un motor para iniciar el cambio. “Cada vez que llegaba al estudio empezaba a sentir que ese enorme portón verde se me venía encima”, aclara y hace alusión a esa puerta de madera, maciza y pesada, típica de los edi�cios antiguos, y hace hincapié en el color: “un verde institucio-nal oscuro”, que asocia con los uniformes escolares.
De manera cada vez más frecuente, al terminar la jorna-da laboral, salía a la calle y respiraba profundo mirando al cielo, buscando algo de calma, pensando e imaginan-do, proyectaba algo mejor. “Miraba el cielo, pero mi
campo visual se recortaba con la presencia de los edi�cios y eso empezó a hacerme ruido”.
Cada vez más irritada con el tránsito, con la indiferencia de la gente y con el sonido constante de su teléfono celular, entendió que debía hacer algo o se iba a volver loca.
Pero ella sabía que el cambio no tenía que ver solamente con reducir las horas de trabajo, sino que requería de algo mucho más radical.
Decidió ponerse en contacto con algunos amigos y empe-zaron a debatir propuestas, y así fue como distintos lugares del mapa nacional empezaron a resonar en las charlas. Desde Salta hasta Tierra del Fuego, se iba componiendo el boceto para consolidar el sueño…En el debate, el nombre San Martin de los Andes se hacía cada vez más presente, al igual que el rubro elegido: turismo.“Poupée” empezó a recordar su viaje a Europa, la experiencia allí vivida y llegó a la conclusión de que eso era lo que quería desarrollar: un lugar que le permitiera a jóvenes viajeros conocerse, intercambiar historias, cultivar amistades; un hostel.
Luego de un tiempo de preparación y de cierre de algunas cuestiones en la Capital, desembarcó en septiembre de 2007 en el destino elegido. Cargaba muy poco equipaje, y en su agenda solo contaba con un par de contactos cedidos por sus amigos.
Ese primer arribo estuvo cargado de sensaciones para Teresa, �nalmente había dejado la Capital atrás y era hora de empezar un camino nuevo. Nos relata como en
líneas que componen su dibujo. Su mirada entremezcla bienestar y desafío, una característica propia de la mayo-ría de los artistas callejeros que tienen objetivos difíciles: decorar la Ciudad con un arte –por ahora– “ilegal”.
Nos cuenta mientras agita cuidadosamente una lata de pintura, las distintas intervenciones en las que ha participado, utilizando stencil, a�ches, stickers, proyecciones, instalaciones con conos de seguridad, hasta muñecos de tela gigantes. Comenzó hace muchos años a trabajar en el arte público y considera como una de las características más importantes de su desarrollo la búsqueda de distintos formatos y medios para alcanzar la “creatividad original”.
Para él, el Street Art representa una forma libre, social y contemporánea de expresión, un juego, una terapia, una �losofía y eso es realmente lo que uno puede notar cuando recorre las calles de barrios como Colegiales, Palermo, Chacarita y Villa Crespo. El arte callejero se transformó en los últimos años en una forma de vida para muchos artistas que comparten ideas, pasiones y objetivos. Son jóvenes, estudian y muchos trabajan en sus propios estudios de diseño, pero de noche aprovechan que nadie los ve y encarnan al mismísimo Bansky –�gura mundial del Street Art- en obras que quizás queden varios años decorando Buenos Aires.
El mural poco a poco va tomando forma y las horas de la noche se van transformando en madrugada. Entre cervezas, música y anécdotas el dibujo que Chu tenía en mente hace varios días se va transformando en realidad.
“Creo que pertenecemos a una especie rara de artistas reales, sobrevivientes y contemporáneos que funcionamos de manera multi-task, resolvemos y hacemos en busca de reacciones...” explica poco antes de acabar una lata de aerosol amarillo.
Y aunque en los últimos años el arte callejero fue llamando la atención del público y con eso el apoyo gubernamental –de alguna manera-, para Chu el Street Art sigue siendo simplemente “un escape a la hipocresía, una excusa para hacer amigos y conocer el mundo…”.
Existe hoy en día una organización dedicada a la promo-ción y exhibición de la creciente ola de graf�tis y arte urbano en Buenos Aires: Graf�timundo, cuyo objetivo central consiste en ayudar a las personas a que conozcan más sobre la escena local del arte callejero, y promover las obras de distintos artistas, que como Juan Pablo, cuentan con un increíble talento.
Esta organización ofrece al público interesado diferentes tours que revelan las historias que se esconden detrás de asombrosas piezas, centrándose en los barrios de Colegiales, Palermo y Villa Crespo.
Buenos Aires es un museo a cielo abierto y Graf�timundo te ayuda a descubrirlo.
20 ÚNICAS
los primeros días sentía una mezcla de ansiedad, nervios, intriga, miedo… Pero todos estos sentimientos fueron sofocados por el maravilloso aire de la montaña y su extraordinario paisaje.
El paso a seguir era conseguir un buen lugar para poder n antiguo con un amplio jardín, ubicado solo a 5 cuadras del centro y 6 cuadras del lago Lacar.
El sitio necesitaba de algunas reparaciones y de una gran cantidad de pintura. En el mes de diciembre llegó a San Martín “el refuerzo”, un grupo compuesto por amigos y familiares que se pusieron a disposición para cumplir con el objetivo principal: tener preparado el hostel para que pueda abrir sus puertas en enero de 2008. La llegada de 2008 se festejo en “La colorada” (nombre que recibió el hostel), bautizado así por Mariano, uno de los hermanos mayores, debido al llamativo y bonito color rojo con el cual se decidió pintar el lugar.
A los pocos días de enero se realizó la inauguración o�cial, y así fue como de a poquito distintos viajeros empezaron a llegar a “La colorada”, en busca de nuevas historias.
“Poupée” cambió los edi�cios por las montañas, las visitas a Tribunales por paseos en los lagos, el traje formal por un jogging y camiseta, (generalmente un poco emba-rrados), y el cambio más importante: el stress de la ciudad por la paz y serenidad.
Todas las mañanas prepara pan casero y pasta frola para los huéspedes, desayuna con ellos, les recomienda lugares para ir a visitar, nunca falta el termo cargado para que vaya circulando el mate, su mirada transmite tranquilidad, está feliz.
”Yo me quedo a vivir acá sin dudas” concluye “Poupée”.
los 32 años la abogada María Teresa Moya decidió realizar un cambio esencial en su vida. Pero antes de hacer foco en este momento, nos parece bueno que conozcas la historia de esta
valiente chica Única que se animó a hacer realidad sus sueños. Teresa fue toda su primaria y secundaria al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio porteño de Flores, donde conoció a grandes amigos que aún hoy mantiene.
Hija de una familia numerosa (3 hermanos y una herma-na) fue criada en una gran casa ubicada en Caballito.
De chiquita tenía una melena con rulitos muy acentuados y muchas pequitas en la cara, uno de sus hermanos mayo-res la asimilaba con una muñeca, y la empezó a llamar
“poupée”, sobrenombre con el que aún hoy la llaman sus amigos y familiares.
A los 18 años decidió meterse en el mundo de las leyes (siguiendo los pasos de su madre), y comenzó su carrera en la Universidad de Belgrano.
“Poupée” siempre disfrutó viajar, y es así que a los 21 años realizó un recorrido por Europa durante 2 meses, pasando por España y Francia, y �nalizando en el sur de Italia, donde conoció a miembros de su familia. Nieta de Italianos provenientes de la región calabresa, de quienes parece haber adquirido su gran y característica hospitali-dad.
Siempre recuerda ese viaje, comenta que el hecho de estar sola recorriendo lugares desconocidos y de entrar en contacto con personas de distintos lugares del mundo
la ayudó a crecer culturalmente. “Era un permanente intercambio de historias, vivencias, anécdotas…”.
Durante las noches re�exionaba mucho. Pasó por distin-tos hostels, y la dinámica de estos alojamientos le permi-tió conocer y compartir experiencias con un montón de personas que todavía recuerda. Pero este viaje concluyó y nuestra protagonista regresó a la capital porteña…
A los 22 comenzó a trabajar para adquirir experiencia en el estudio jurídico de la familia, donde permaneció hasta tomar una de las decisiones más importantes de su vida.
Estuvo ahí 11 años, y tenemos que tener en cuenta que la ubicación del estudio no es un dato menor: pleno centro porteño, (Paraguay y Uruguay). Trabajaba de lunes a viernes y en algunas ocasiones también los sábados. En los primeros años 8 horas y luego sumaron 12.
Sus mañanas dentro de casa (un pequeño departamento de dos ambientes en el barrio de Belgrano) eran muy breves, siempre le costó madrugar y aún así lo conseguía con gran esfuerzo.
Se levantaba a las 6.30, se daba una ducha rápida, para luego elegir de dentro del placard algún atuendo formal, y así salir a la calle; nunca había tiempo para el desayu-no…
El clima que se respira dentro de un estudio jurídico no suele ser muy armonioso, Teresa comenta que eran frecuentes las discusiones, los reclamos de clientes, y en varias ocasiones se llegaban a oír gritos.
Tomaba alrededor de cinco cafés por día y su almuerzo casi siempre era un tostado del bar de al lado, que generalmente comía sin interrumpir sus tareas, tampoco había tiempo para disfrutar de un buen almuerzo. Eran frecuentes los dolores de cabeza y estomacales, claramente producto de su mala alimentación y del stress que le generaba el trabajo.
Todas estas situaciones poco agradables activaron un motor para iniciar el cambio. “Cada vez que llegaba al estudio empezaba a sentir que ese enorme portón verde se me venía encima”, aclara y hace alusión a esa puerta de madera, maciza y pesada, típica de los edi�cios antiguos, y hace hincapié en el color: “un verde institucio-nal oscuro”, que asocia con los uniformes escolares.
De manera cada vez más frecuente, al terminar la jorna-da laboral, salía a la calle y respiraba profundo mirando al cielo, buscando algo de calma, pensando e imaginan-do, proyectaba algo mejor. “Miraba el cielo, pero mi
campo visual se recortaba con la presencia de los edi�cios y eso empezó a hacerme ruido”.
Cada vez más irritada con el tránsito, con la indiferencia de la gente y con el sonido constante de su teléfono celular, entendió que debía hacer algo o se iba a volver loca.
Pero ella sabía que el cambio no tenía que ver solamente con reducir las horas de trabajo, sino que requería de algo mucho más radical.
Decidió ponerse en contacto con algunos amigos y empe-zaron a debatir propuestas, y así fue como distintos lugares del mapa nacional empezaron a resonar en las charlas. Desde Salta hasta Tierra del Fuego, se iba componiendo el boceto para consolidar el sueño…En el debate, el nombre San Martin de los Andes se hacía cada vez más presente, al igual que el rubro elegido: turismo.“Poupée” empezó a recordar su viaje a Europa, la experiencia allí vivida y llegó a la conclusión de que eso era lo que quería desarrollar: un lugar que le permitiera a jóvenes viajeros conocerse, intercambiar historias, cultivar amistades; un hostel.
Luego de un tiempo de preparación y de cierre de algunas cuestiones en la Capital, desembarcó en septiembre de 2007 en el destino elegido. Cargaba muy poco equipaje, y en su agenda solo contaba con un par de contactos cedidos por sus amigos.
Ese primer arribo estuvo cargado de sensaciones para Teresa, �nalmente había dejado la Capital atrás y era hora de empezar un camino nuevo. Nos relata como en
¡A ZUMBAR!
NOVEDADES
Entrevistamos a Loredana Gramaglia, una Instructora de Zumba que nos cuenta acerca de este nuevo programa que está muy de moda en Estados Unidos y en Europa y que, básicamente, combina pasos de baile con movimientos de toni�cación muscular.
21 ÚNICAS
los primeros días sentía una mezcla de ansiedad, nervios, intriga, miedo… Pero todos estos sentimientos fueron sofocados por el maravilloso aire de la montaña y su extraordinario paisaje.
El paso a seguir era conseguir un buen lugar para poder n antiguo con un amplio jardín, ubicado solo a 5 cuadras del centro y 6 cuadras del lago Lacar.
El sitio necesitaba de algunas reparaciones y de una gran cantidad de pintura. En el mes de diciembre llegó a San Martín “el refuerzo”, un grupo compuesto por amigos y familiares que se pusieron a disposición para cumplir con el objetivo principal: tener preparado el hostel para que pueda abrir sus puertas en enero de 2008. La llegada de 2008 se festejo en “La colorada” (nombre que recibió el hostel), bautizado así por Mariano, uno de los hermanos mayores, debido al llamativo y bonito color rojo con el cual se decidió pintar el lugar.
A los pocos días de enero se realizó la inauguración o�cial, y así fue como de a poquito distintos viajeros empezaron a llegar a “La colorada”, en busca de nuevas historias.
“Poupée” cambió los edi�cios por las montañas, las visitas a Tribunales por paseos en los lagos, el traje formal por un jogging y camiseta, (generalmente un poco emba-rrados), y el cambio más importante: el stress de la ciudad por la paz y serenidad.
Todas las mañanas prepara pan casero y pasta frola para los huéspedes, desayuna con ellos, les recomienda lugares para ir a visitar, nunca falta el termo cargado para que vaya circulando el mate, su mirada transmite tranquilidad, está feliz.
”Yo me quedo a vivir acá sin dudas” concluye “Poupée”.
TAN ÚNICAS,COMO ESTA
OBRA DE ARTECALLEJERO.
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