Revista Tíquet Marzo 2012

Marzo 2012 Nº10 Año 2

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TíquetNº 10. Marzo 2012

Revista de la Sala de Arte Escénicode la Universidad de Playa Ancha

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Director: Equipo Sala de Arte Escénico de la Universidad de Playa Ancha

Editor revista: Medium ComunicacionesDiseño: instruccionesdeuso.cl

Fotografías: Nelson Campos, Archivos y Compañías.

Impresión: Oikos

Financia:

Patrocina:

Auspicia:

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Festival de las Artes

Editorial

Estamos muy contentos por la buena recepción del público a nuestros espectáculos, la que ha ido en aumento sostenido desde que inauguramos la Sala en agosto de 2010. En agradecimiento a nuestra audiencia hemos diseñado una excelente programación para el 2012, con grandes novedades que incluyen lo más selecto del teatro y la danza nacional y regional, dando así continuidad a nuestra premisa: ser un espacio para la difusión de montajes de calidad.Marzo es el mes del Discurso Socio-Político, así hemos denominado a la programación que da inicio a esta nueva temporada en la que prevalece la dramaturgia chilena. Estarán presente connotados escritores chilenos como Luis Barrales con “Patas de Gallo” bajo la dirección de Andrés Hernández o Marco Antonio de la Parra en un esperado re estreno de “Matatangos” en la dirección de Giulio Ferretto. Textos escenificados por dos compañías locales cuyas

propuestas refrescan y presentan nuevas lecturas. Y de lo emergente llegan a escena dos compañías que prometen y que disparan con la cabeza fría a la hora de revelar los problemas que nos aquejan como chilenos: la compañía “Teatro Ocaso” con el montaje “Cómo matar al presidente” de Eduardo León Silva que devela todo el proceso vivido en las “tomas” de las universidades mientras se desarrolló el conflicto estudiantil recién pasado; y también la joven y exitosa compañía santiaguina “Los Contadores Auditores” receptora de innumerables elogios por parte de la crítica especializada gracias a su obra “La tía Carola” escrita por Juan Andrés Rivera, una intrincada comedia negra que parodia los nuevos mecanismos de poder en Chile.

La invitación ya está hecha, los esperamos en Sala Upla.

Equipo Sala de Arte Escénico

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Juan Andrés Rivera, de Los Contadores Auditores

“NOS HEMOS TOPADO CON MUCHA GENTE QUE NOS DICE ‘HACE TIEMPO QUE NO LO PASABA BIEN EN EL TEATRO’ Y ESO NOS PARECE SÚPER GRAVE”

Por Daniel Labbé Yáñez

Cuando Juan Andrés Rivera y Felipe Olivares, directores de “La Tía Carola”, me entregaron un DVD con el trailer de la obra, este venía al interior de un sobre de papel… pero no uno cualquiera. A modo de carátula, con un lápiz habían dibujado en él una caricatura del personaje que le da nombre a su montaje. Da la sensación de que “Los Contadores Auditores” no pierden tiempo ni lugar para imaginar y

ficcionar; pero sobretodo, para divertirse. Así hacen ellos y el público con su último montaje -el tercero luego de “Karen, una obra sobre la gordura” (2009) y “Los Dinosaurios Desaparecidos” (2010)-, uno de los mejores estrenos teatrales del 2011. “El teatro no debería ser una sala de torturas”, creen estos diseñadores teatrales, que apuestan con éxito por una crítica social que va de la mano con el humor.

¿Cómo nace la idea de “La Tía Carola”, qué los motiva a hacer la obra?

La verdad es que el origen de “La Tía Carola” no difiere mucho de cómo han nacido nuestros otros proyectos. Surgen de ideas sueltas que aparecen en conversaciones, mientras vemos televisión, en la cotidianidad de nuestro quehacer como diseñadores, como ir a comprar ropa a la feria, etcétera. Nunca nace el tema primero, siempre la forma. Nos han preguntado a veces si es que queremos hablar de política y después buscamos el cómo, y en realidad, para nosotros, es al revés. Sale una idea descabellada de la nada, nos parece entretenida y vamos llenándola de significado para que pueda ser una obra de teatro como tal. Nuestra motivación siempre ha sido la de entretener mediante formatos novedosos y sobre todo cercanos al espectador, lo ideológico viene por añadidura.

“La Tía Carola” expone una crítica social, principalmente al accionar de los poderes fácticos que

gobiernan Chile, pero siempre con humor, con ironía. ¿Por qué esa apuesta?

Por el mismo objetivo que mencionamos anteriormente, que se puede resumir en reivindicar el teatro como un espacio de entretenimiento, restarle un poco lo sagrado. La comedia surge casi sin pensarlo mucho, es nuestra manera de contar historias, y pensamos que resulta muy efectiva a la hora de reflexionar sobre temas sociales complejos.

¿Es muy grave el teatro chileno a la hora instalar problemáticas sociales?

Pensamos que sí. De alguna forma el teatro –al menos el que no disfrutamos- se ha situado como en un pedestal ético y moral superior al espectador, y sobre todo con una seriedad que muchas veces cae lisa y llanamente en lo fome. Nos hemos topado con mucha gente que nos dice “hace tiempo que no lo pasaba bien en el teatro” y eso nos parece súper grave. El teatro no debería ser una sala de torturas.

Además de entretenerse, ¿qué reacción o reflexión les interesa generar en el público que ve “La Tía Carola”?

Mmm… bueno, son dos cosas quizás. La primera es que puedan apreciar el teatro como un arte global, que encierra muchas disciplinas, no nos interesa hacer un “teatro de texto” o “de actores”, ni siquiera “visual” –que es nuestra especialidad-, sino ratificar la idea de un espectáculo donde la historia se cuenta a través de todos estos niveles. Lo segundo, es que lo político que contiene la obra pueda ser entendido como una pregunta que puede ser discutida más que como una tesis cerrada a la que le entran balas.

En el montaje ustedes ironizan con temas como el Transantiago o el rescate de los 33 mineros. ¿Hay algo de lo que nunca se reirían “Los Contadores Auditores” en una obra?

Esperemos que no. Ese ha sido un objetivo transversal de nuestro trabajo también, el hacer comedia con temas que no resultan cómicos a primera vista, e incluso aluden a todo lo contrario. Nuestra obra anterior, “Los Dinosaurios Desaparecidos”,

era una comedia sobre la Dictadura y los detenidos (desaparecidos), pero no se reía de ellos, sino de los mecanismos de una tiranía en pequeña escala. Creemos que hacer comedia tampoco es “reírse de”, sino que a través del humor es posible reflexionar sobre cualquier tema de forma lúcida e inteligente.

¿Hay alguna nueva obra en mente?

Sí, más pronto de lo que se imaginan, jajaja. Este año tenemos planeados dos estrenos. El primero, ya encima, se llama “Cho” (que en coreano significa hermoso), que se estrena en abril en el Teatro del Puente. Se trata del autor de la masacre de Virginia Tech, un surcoreano que mató a 32 personas y luego se suicidó. El caso es súper famoso por unos videos que grabó, y bueno, por ser el tiroteo más grande de Estados Unidos. Lo que nos interesó más y que da origen a la obra, es que este sujeto también escribía obras de teatro. Encontramos sus textos en Internet y creamos una historia a partir de ese material, los videos y su biografía. Es un trabajo mucho más experimental que las anteriores, pero está entretenido, y loco, para variar, jajaja.

LA TÍA CAROLA: UNA CLASE A LA QUE NO PUEDES FALTAR

política, revolución y cultura de masas. La dramaturgia de Juan Andrés Rivera se desarrolla en forma de historia lineal, conducida por dulces personajes en el umbral de lo terrorífico. La gran cantidad de referentes que menciona la obra evidencia una generación marcada por la avalancha mediática.

“Aunque lo parezca, no es una obra para niños”, es el slogan de este montaje de 75 minutos, el último proyecto del dúo de diseñadores teatrales que conforma la Compañía “Los Contadores Auditores”. Llega a Sala Upla este sábado 10 y domingo 11 de marzo con funciones a las 20:00 y 19:00 horas respectivamente. El valor de las entradas es de 3 mil pesos general y 2 mil estudiantes y tercera edad; domingo popular a sólo a 2 mil pesos.

Hasta un jardín infantil para los superdotados hijos de las familias más acomodadas de Chile llega de reemplazo la tía Carola. Con su voz aguda y su aparentemente inquebrantable buen ánimo, la mujer irá descifrando, a través de los niños, los secretos de las capas más altas del poder, develando la verdadera identidad de los bizarros personajes que habitan este jardín llamado Chicago Kids en alusión al grupo de economistas que instaló en los años 80 un sistema económico neoliberal que perdura hasta hoy.

“La tía Carola” es una intrincada comedia negra que parodia los nuevos mecanismos de poder en Chile, desarrollando un particular y macabro juego con nuestro imaginario social sobre

Fecha Función: sábado 10 y domingo 11Hora Función: sábado a las 20 hrs. domingo a las 19 hrs.Tiempo Duración: 75 Min.Lugar: Sala UplaValor Entradas: Sábado a $3.000 general $2.000 estudiantes y tercera edad / Domingo Popular sólo a $ 2.000 general

Sábado 10Domingo11

LA TÍA CAROLA

Nombre Espectáculo: LA TÍA CAROLATipo de Espectáculo: TEATRO

Dramaturgia y Dirección: LOS CONTADORES AUDITORESCompañía: CONTADORES AUDITORES

Diseño Integral: FELIPE OLIVARESIntérpretes: CARLA CASALI, MACARENA BÉJARES, TAMARA FERREIRA,

ANDREINA OLIVARI, JUAN ESTEBAN MONTOYA, IGNACIO YOVANE Y PABLO LÓPEZ

Técnicos Iluminación: FELIPE OLIVARESTécnico Sonido: JUAN ANDRÉS RIVERA

Objetivo: asesinar al Presidente

La historia

Un grupo de jóvenes en una facultad universitaria en toma, aburridos de las formas de protesta del conflicto estudiantil, decide asesinar al presidente y para ello idean un plan. De a poco, los personajes de “Cómo matar al Presidente” irán develando los aspectos miserables de ser parte del conflicto estudiantil, de pertenecer a un sistema neoliberal, y de vivir en un país brutalmente desigual.Una invitación a reflexionar acerca del drama que significa pertenecer a una generación apática.

La propuesta

Para el montaje, el colectivo “Teatro Ocaso” buscó a estudiantes de teatro con conocimientos dispares en el área del realismo, ya que la propuesta inicial del texto consistía en generar un tipo de actuación naturalista y a la vez discursiva.

“Para generar una nivelación en la calidad interpretativa del grupo –explican- se recurrió a buscar la verdad escénica en los intérpretes, a través de la ideología política y de su análisis para generar el motor de acercamiento al personaje, pues la idea era buscar la verdad escénica a través de un intérprete informado y crítico del discurso planteado por la obra. Por ende, comenzamos por conversar sobre los hechos históricos que la precedían y el sistema político y económico en el cual está inmerso la obra”.

“Bajo la premisa de lo cotidiano, lo íntimo y lo animal surge la necesidad de un lenguaje no teatralizado, es decir, un tono de habla conversacional, un lenguaje sucio y marcado por la falta de vocablo. Un reflejo de una generación que crece bajo la sombra de la ignorancia del capitalismo”, señalan.

La obra se presenta en Sala Upla los días 15, 16, 17 y 18 de marzo a las 20.00 horas (domingo a las 19.00 horas).

jueves 15viernes 16sábado 17domingo 18

CÓMO MATAR AL PRESIDENTEFecha Función: jueves 15, viernes 16, sábado 17, domingo 18Hora: 20 hrs. Domingo a las 19 hrs.Lugar: Sala UplaTiempo Duración: 50 Min.Valor Entradas: Jueves, viernes y sábado a $2.000 general / Domingo Popular sólo a 2 x 1 Público reducido

Nombre Espectáculo: CÓMO MATAR AL PRESIDENTEDramaturgia y Dirección: EDUARDO SILVA LEÓN

Compañía: COLECTIVO TEATRO OCASO Intérpretes: BRAULIO VERDEJO, ELÍAS FLORES,

CONSTANZA SEGOVIA Y KARINA MERCADODiseño Integral: COLECTIVO TEATRO OCASO

Técnicos Iluminación y Sonido: COLECTIVO TEATRO OCASO

NADA NI NADIE

El pasado mes de enero, se presentaron en Valparaíso tres puestas en escena que, aunque tratan diferentes temáticas, una de ellas las sobrevuela: el descreimiento sobre cualquier sistema de valores o creencia que estén asociadas al sistema político en general, y a los políticos en particular.

Por Marcelo Islas*

I.

“Los últimos 25 años han sido uno de esos períodos, que llegan de vez

en cuando, de importante campaña organizada para intentar superar

lo que se percibe como crisis de la democracia y para reducir al

ciudadano a su papel apático, pasivo y obediente espectador. La política

es así”.

Noam Chomsky

En lo que va del siglo XXI, al igual que a principios del veinte, existe la voluntad por parte de ciertos sectores de la población de dar a conocer sus puntos de vista sobre los hechos que los rodean, los modifican, los golpean. Sabido es que las sociedades tienen momentos y lugares en los cuales sus verdades -las que le importan profundamente- salen a la luz y se colocan como piedra de tope ante el avance, por momentos indiscriminado, de factores de poder que intentan subvertir aquellos saberes que mantienen ciertos niveles de dignidad cívica a flote.

En 2011, en Chile, un hecho señaló el año completo por la

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Nfuerza de su empuje y el impacto logrado en la opinión pública: la movilización estudiantil.

Conformada por estudiantes secundarios y universitarios en su mayoría, dicha movilización se mostró como el camino elegido para hacer saber del descontento que anidaba en la sociedad y se caracterizó por las tomas de establecimientos educacionales, marchas multi- tudinarias y enfrentamientos con las fuerzas del orden público en todas sus formas y estilos. El movimiento nos dejó como reflejo que una gran parte de la juventud involucrada en la lucha por cambiar la sociedad no cree en nada ni nadie. Y esta certeza se las ha otorgado una sociedad manipulada por distintos tipos de corpora- ciones: políticas (la revolución pingüina), económicas (caso La Polar, Isapres, AFP, etc.), sociales, cuyas respuestas corporativistas, ajenas a los intereses de los reclamantes, han generado la conciencia de que el sistema social que debería incluirlos como ciudadanos en sus decisiones, los deja fuera y además, decide prácticamente

en contra de los intereses que generaron el reclamo.

Desde el campo del arte, más precisamente el teatro, han surgido respuestas a la situación. Condensaciones que intentan reflejar el descontento con la situación actual de nuestra sociedad chilena. No siempre estas apuestas devienen en actos poéticos resultantes de la indagación de un estado de cosas. Sin embargo, montados sobre la coyuntura político-social, logran generar expresiones artísticas que funcionan como crónicas mediatizadas por las visiones de los jóvenes creadores.

II.

“el anarquismo persigue la eliminación de cualquier punto de

control privilegiado desde donde se gobierne, la desaparición de

todo grupo que se asuma como poseedor de algún privilegio para usufructuarlo en beneficio propio

sometiendo a los otros”

“Bitácora de la Utopía: Anarquismo para el Siglo XXI” de Nelson Méndez y Alfredo Vallota

El pasado mes de enero, se presentaron en Valparaíso tres puestas en escena, que aunque tratan diferentes temáticas, una de ellas las sobrevuela: el descreimiento sobre cualquier sistema de valores o creencia que estén asociadas al sistema político en general, y a los políticos en particular. Nos referimos a “Diego Sánchez, la Tragedia” (de Marco trigo), “Cómo matar al presidente” (de Eduardo Silva León) y “La caja idiota” (compañía Teatro Breime).

Todo aquello que tenga que ver con autoridad es sospechado de entrada pues es productor de injusticia por su misma naturaleza: sea carabinero, presidente, o un sistema económico que produce una TV que idiotiza más de lo entretiene. Autoridad implica abuso, obediencia significa humillación, por lo tanto, están descartadas. No quiero ninguna autoridad a la que tenga que obedecer ni sentirme humillado. Estas representaciones del Estado “anormal” de nuestras sociedades, es una muestra fehaciente de que las nuevas generaciones no ven un futuro cercano promisorio. Tampoco ven

que su presente sea un bienestar acorde con sus acciones. Más bien, los jóvenes de hoy -y eso es lo que reflejan sus obras- ven la falta de certeza sobre un futuro posible en el cual la sociedad se acerque un poco a sus deseos, a sus necesidades y los incluya, más que los discrimine. Por lo tanto, el presente es lo que define mis acciones y mis consecuencias, sean estas las que sean: matar al presidente, vengar a mi hermano de una mejicaneada o quejarme a viva voz de la situación opresiva en la vivo.

III.

“Hay épocas en que algunas ideas flotan en el ambiente, hacen parte de la atmósfera y penetran en los organismos más refractarios para

recibirlas…”

“Anarquía”, de Manuel González Prada

Si la democracia se fundamenta en el respeto al ordenamiento jurídico escrito y no escrito y en el castigo a quienes lo quebrantan (todo al amparo de principios fundamentales para que el

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Nsistema en unidad funcione) somos iguales ante la ley. O al menos deberíamos serlo. Como espectadores, al ver estas obras, nos queda la sensación de desigualdad. Al menos eso se desprende al escuchar los dichos de los personajes, al ver la atmósfera general de cada una de las puestas en escena mencionadas. No creer en nada ni nadie es un estado respetable (aunque no se comparta) ya que expresa el disconformismo con la situación nacional y mundial.

Las tres obras a las que nos hemos referido, tal vez no sean suficiente muestra para hablar de una sensación generalizada de descontento social, pero sí nos hacen ver el desagrado y la iracundia que expresan sus ideas. Aunque aún no estén terminadas y puedan seguir siendo objeto de indagación poética, nos dicen a la cara que el respeto al Estado de Derecho se terminó, porque no se sienten respetados ni contenidos por él. Por lo tanto, en algunos casos habrá violencia como respuesta a lo que se considera

la violencia represiva por parte del estado. En otros, el nivel del conflicto excede a la autoridad y se sitúa en sectores de la población en los cuales la ley, si no ha desaparecido, está en vías de hacerlo. Y en otros, la virulencia del reclamo desde el escenario sobre la caja idiota de la televisión.

*Profesor de Teatro en la Universidad de Playa Ancha.

La Semana Santa es el contexto donde se desata el trágico destino de una familia, incapaz de sortear el peso de la realidad. La obra “Patas de Gallo” se presenta por primera vez en Sala Upla el viernes 23 y sábado 24 de

marzo a las 20:00 horas.

CONTRA EL PESO DE LA REALIDAD

Bajo la dirección de Andrés Hernández (“Malacrianza y otros crímenes”), llega a Sala Upla la adaptación de la exitosa obra “Patas de Gallo”, cuya dramaturgia pertenece a Luis Barrales (“H.P. Hans Pozo”, “Niñas Araña”, “La Mala Clase”).

Carina Aspillaga, Christian Riquelme, Alexander Castillo y Estefanía Aedo, forman el elenco de esta obra que narra la historia de una mujer de clase media, madre de dos hijos de distinto progenitor, que encarnan el estereotipo de la adolescencia desamparada. Ellos conviven con un padre postizo, matarife de profesión,

un ser aparentemente inofensivo, pero que carga con una horrible frustración: su infertilidad.

La historia ocurre durante Semana Santa, en la abstracción de un paradero de micros en pleno barrio Franklin. Un hombre frustrado, una mujer que carga con un terrible secreto, un hijo que tiene el don de predecir el futuro (encarnando una especie de -oráculo-) y una niña que, a pesar de todo, aún sueña con ser santa, dan vida a una serie de acontecimientos que definirán el destino trágico de una familia que nada puede hacer para defenderse del inmenso peso de la realidad.

[EXTRACTO]“Fui un niño normal, tomé teta hasta los cuatro, me meé hasta los cinco, aprendí a leer a coscachos, le tuve miedo a mi papi, me pegué los piojos, creí que era adoptado, los escuché culiando en la pieza de al lado, me enamoré de una prima, le corrí mano en los juegos, me gustó el Colo Colo, tuve ataques de asma, soñé que lo hacía con mi mami, manché las sábanas y me dio pavor, me eduqué en la calle, vi tele como enfermo, me calenté con la yayita, me masturbé en patota, llegué más lejos que todos, me fumé unos Record, me dio la pálida, probé los pitos, le robé a mi mami de la chauchera, matamos un gato pa ver cuántas vidas tenía, fui a la escuela de fútbol, canté en el coro, me encerré en mi pieza a escribir poemas, me creí Kurt Cobain, fui a catequesis y me hice acólito, un diácono se pasó

de listo, fui a las fiestas del liceo, di mi primer beso, me acosté con una compañera, le dije que no era la primera, me dio un tiempo por la metafísica, quise desdoblarme, aprendí mecánica popular, robé copete en el súper, hice la chancha, me fui a los fliper, bailé lambada, fui a ritos satánicos, llamé a la Quintrala, jugué a la botella, me confundí con un hombre y le saqué la chucha, me dio por el pool, hice dedo, me fui a acampar sin ni uno, cagué a un amigo con su polola, me pegué sus saques, quedé repitiendo en tercero y no fui más al liceo, me gustó la política, tiré panfletos, voté por Aylwin y después me arrepentí, hablé conmigo mismo, no me entendí, canté canciones en inglés así como sonaban, anduve depresivo, me sentí sensible, creí que el mundo estaba echo de puro miedo y que la ley de gravedad se combatía

con alegría, me echaron de la casa, le pegué cura’o a mi papi, dejé embarazá a una cabra, abortó con misotrol, fui a mirar minas a la salida del liceo, ahí la vi por primera vez, la piropeé, no medio esfera, le grité que era maraca y ahí miró pa’ atrás, pesqué la mochila y me fui de viaje, no llegué muy lejos, lloré todo el camino, pedí monedas en la calle, almorcé en el hogar de cristo pero nunca fui a dormir, me metieron preso por vago, le vi la punta a la tortura, me fue a 26 buscar mi mamá, me dio tanta vergüenza que llorando me hice canuto, acepté al señor pero cuando le rezaba de rodillas quiso que se la chupara y cuando le di la espalda me violó, créeme, se aprovechó de mi, me vengué leyendo la Biblia como apóstata y le saqué hojas pa hacer pitos, rayé paredes

con grafitis, escribí y ya cayó, te amo Susana y Cristo viene, me compré una cadenita que juré no sacarme nunca, me metí con una mujer casada, tomaba desayuno con sus hijos, pan con queso y café eco, me secó por dentro en dos semanas, me arranqué del marido, pedí pega en un taller, me dejaron de goma y no me pagaron, me robé una caja de cambios, la cambié por pitos, me quedé sin pieza, vendí la cadenita que juré no sacarme, me hice amigo de las putas, me la dieron gratis, me pilló un cafiche, me fui a dormir a un sitio eriazo, llorar de frío me hacía no llorar de pena, me hacía preguntas difíciles, me reía sólo, le hablé a Dios en voz alta, tuve miedo de volverme loco…”

TEXTO: “Patas de Gallo”, de Luis Barrales

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PATAS DE GALLOFecha Función: viernes 23 y sábado 24Hora Función: 20 Hrs.Lugar Función: Sala UplaTiempo Duración: 70 Min.Valor Entrada: $3.000 general y $2.000 estudiantes y tercera edad

Nombre Espectáculo: PATAS DE GALLODramaturgia: LUIS BARRALES,

a partir de la idea original de OMAR MORÁNDirección: ANDRÉS HERNÁNDEZ

Intérpretes: ESTEFANÍA AEDO, CARINA ASPILLAGA, ALEXANDER CASTILLO Y CHRISTIAN RIQUELME

Diseño Integral: MIGUEL ALVAVAY

EL MITO GARDELIANO

El reestreno de “Matatangos” de Marco Antonio de la Parra en la Dirección de Giulio Ferretto en Sala Upla trae la historia de tres guitarristas de Gardel que aparecen justo en el contexto de la muerte del cantante. Un juego, una ficción, una excusa al fin al cabo para mirar al Zorzal y asesinarlo de verdad (o mentira). La travesía por el mundo inventado de Gardel que estos músicos accionan desde el humor, la ironía e incluso el melodrama; un lenguaje que retrotrae el misterio y la magia de las letras de los tangos y también el sentido trágico y melancólico de nuestras vidas, eso es “Matatangos”.

Cuando fue estrenado en 2002, el montaje fue catalogado como la recuperación de un clásico del Teatro Chileno, una obra política con un lenguaje poético y popular. Hoy, después de 10 años de su estreno, su director Giulio Ferretto quiere actualizar ese sentido político que hoy tiene otra cara y otras reacciones en Chile. Por ello, el mito gardeliano sigue y seguirá siendo memoria, asesinato, risa y nostalgia.

Un imperdible en la programación de Sala Upla con funciones el Jueves 29, viernes 30, sábado 31 de marzo y domingo 01 de abril.

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MATATANGO (re-estreno)Fecha Función: Jueves 29, viernes 30, sábado 31 y domingo 01 de abrilHora Función: 20 hrs. / Domingo 01 a las 19 hrs.Tiempo Duración: 80 Min.Lugar: Sala UplaValor Entradas: $ 3.000 general y $2.000 estudiantes y tercera edad Domingo Popular a sólo $2.000.-

Nombre Espectáculo: MATATANGOS (RE- ESTRENO)Director: GIULIO FERRETTO

Dramaturgia: MARCO ANTONIO DE LA PARRACompañía: INVESTIGACIONES PRIVADAS S. A.

Intérpretes: MARIO GATICA, OMAR PRASTHAN Y RODOLFO CEPEDA

Diseño Integral: CLAUDIA SUAREZRealización de Vestuario: MARÍA TERESA ESCOBAR

Técnico Iluminación: DANIEL BENÍTEZCo- Producción: SALA DE ARTE ESCÉNICO

Vehículo: Tomar la costanera Avda. Altamirano (continuación Av. Errázuriz) desde el centro de Valparaíso en dirección al poniente. Se puede subir por Av. El Parque al llegar a la caleta El Membrillo o por Carvallo en el siguiente semáforo.

Locomoción colectiva: Tomar los buses en dirección al sector de Playa Ancha en Av. Errázuriz, Chacabuco, Av. Pedro Montt o en Av. Brasil (desde la altura de Plaza Victoria) de Valparaíso. Y en calle Arlegui o en Av. Uno Norte de Viña del Mar. Por Av. Errázuriz (y desde Viña del Mar): líneas 602, 603, 606 y 605. Por calle Chacabuco/Brasil: líneas 505, 510 y 518. Desde Av. Pedro Montt/Brasil: líneas 501, 703 y 705. Por Av. Errázuriz (desde Villa Alemana, Quilpué y Viña): línea 109. Por Av. Pedro Montt/Brasil/Blanco: línea 705 (ex N).

Metro Regional de Valparaíso: Bajar en Estación Puerto y tomar buses en dirección al sector de Playa Ancha en Av. Errázuriz.

Guillermo González de Hontaneda 855,Playa Ancha, Valparaíso.

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