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Sacapuntasen la escuela
Sobre educacin, poltica y pedagoga
El arte de la historieta - Entrevista a Jorge Rovella
A libro abiertoAportes para pensar la lectura literariaen la
escuela
De repente,las netbooksDiscusiones acerca desu llegada a las
escuelas
Ao 4 // Nmero 9 // Junio 2012 // $ 10.-
Compararestrategias
de resolucinLas puestas en comn enlas clases de Matemtica
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ndice3. Editorial
Hacen historia 4. El da que las tizas semancharon
Palabras maestras
6. De repente, las netbooks
Escriben los chicos 51. Fabricantes de leyendas
14. Meterse en problemas
Nota de tapa
10. De bsquedas y buscadores
2
48. El arte de la historieta
18. Comparar estrategias deresolucin
Equipo de redaccinMariana lvarez (Escuela 19 DE 9)Hernn Boeykens
(Escuela 12 DE 20)Facundo CantariniCecilia Chiappetta (Escuela 24
DE 12)Hernn Cortias (Escuela 3 DE 20)Augusto del Cueto (Escuela 20
DE 11)Jimena DigiglioSantiago Duarte (Escuela 1 DE 8)Julieta
Iurcovich (Escuela 19 DE 9)Federico Milman (Escuela 2 DE 7)Amal
Mohamed (Escuela 4 DE 7)Micaela Pino (Escuela 19 DE 15)
ColaboradoresCarolina Lifschitz
IlustracionesIvana Roitberg (Escuela 3 DE 7)Ezequiel Taborda
(Escuela Especial N19 DE 19)Natn PoniemanMagal Prez Fernndez (ISFD
n97- La Plata)Ignacio Soneira
Agradecimientos
A Tini por las historietas, a Caro y Sofi por
las escrituras, a Irina por salvar la edicin,
a Manuel y Juan por posar para la foto.
Mandanos tus comentarios [email protected]
Para consultar materiales, proyectosy secuencias ingres
awww.sacapuntasrevista.com.ar
Impreso en
Editor responsable: Federico Milman GuthmannPropietario:
Federico Milman GuthmannGodoy Cruz 1577 2do A - C.A.B.A - CP
1414Registro de la Propiedad Intelectual: 800572
En debate
Sobre gustos
24. De cierres y subsidios
23. Hctor Hugh Munro, SakiDante Elefante
Lo que pasa
26. A libro abierto
27. Mi voz buscaba el viento
31. Leer y despus
34. Se abre el teln, semultiplican las lecturas
38. Un misterio de novela
40. Historias en cuadritos
43. A travs de la selva
46. Abriendo las puertas:Qu pasa con las familiasfrente a los
conflictos educativos?
En debate
En el aula
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S seores, a libro abierto. sa es lapropuesta. Leer, leer todo lo
que nos estpasando por nuestras narices. Hacer lecturasde todos y
cada uno de los acontecimientosque nos suceden. Los que nos voltean
y losque nos levantan. Los que nos duermen y losque nos sacuden.
TODOS.
Dicen que leer es construir significados. Lasrespuestas que
damos a cada uno de loshechos se basan principalmente en
laslecturas que hacemos, no es as? Analicemosentonces las lecturas
de algunos conocidos ysupuestamente destacados lectores de nues-tra
cotidiana realidad
S seores, tenemos muchos y muy famososlectores entre nuestros
gobernantes. Em-pecemos por una conocidsima orado-ra, quien ante la
consistencia del recla-mo salarial por parte de la mayora delos
docentes, elabor su tancomentada lectura que indi-caba que si nos
quejba-mos de nuestro salario,no era tal vez por lo in-suficiente
del mismoni por las pauprrimascondiciones en las que desarro-llamos
nuestro trabajo; sino porquesomos vagos y no nos alcanza con
tra-bajar slo 4 horas y tener tres meses devacaciones.
O tambin la lectura de su vecino deenfrente (la parte de , si de
conflictosen frenteeducativos se trata, se refiere ms a laposicin
geogrfica de sus despachos en laPlaza de Mayo y no tanto a las
posturas queadoptan). El tambin lee, buenoTo Maurino nos animaramos
a decir que es l quien lee(ya que en ms de una ocasin ha
demostradosus exasperantes dificultades para entender larealidad ms
all de las puertas de un barrio
3
Sacapuntas
cerrado), pero s es seguro que tienecolaboradores que leen por
l. As es comoante las quejas de tantos de nosotros por
loantidemocrtico de su gobierno y de la falta deconsulta a quienes
mantienen vivas lasescuelas pblicas mediante su trabajo
diario(tanto nosotros, los maestros, como lacomunidad entera), los
hper-sper-recontra-preparadsmos ministros, con
vastsimasexperiencias en cualquier cosa menos eneducacin pblica,
elaboran su tan nefastalectura de que en la escuela pblica hace
faltaquitar la participacin de los maestros en lasdesignaciones y,
por sobre todas las cosas,achicar el estado (esto ya lo haba
probado
alguien en los '90, no?) y por eso mandaa cerrar grados.
S, seores. As estamos.Es as en-
tonces comosurge casi con esa
mezcla de bronca y de-terminacin desde nuestras ca-
bezas la siempre ausente pre-guntaY para
cundo res-ponder me-diante una
lecturaconjunta, he-
cha desde y para las escuelas?S, los maestros estamos listos,
preparados,
mucho hemos esperado y cada vez se hacems necesario dejarlo bien
claro: los maestrossabemos leer. Tambin sabemos lo quenecesitamos y
lo que necesita el lugar desde elcual decidimos trabajar para
cambiar elmundo Habr llegado la hora de aplicarnuestras lecturas?
Mientras tanto, sigamosluchando, sigamos leyendo.
Editorial
A libro abierto
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4Con el alma en una nube
y el cuerpo como un lamento
se marcha, se marcha el padre del pueblo
se marcha el maestro.
Patxi Andion
El da que las tizasse mancharon
Hacen historia
Los docentes van en caravana. Se proponen
hacer un corte de ruta. Uno ms, una medida ms
en una huelga que viene dura y difcil. El lugar
elegido es la ruta 22 a la altura de Arroyito.
El clima es tenso, se corta con cuchillo. Cuando
los docentes llegan, ni siquiera pueden empezar el
piquete. Son recibidos con balas de goma, gases
lacrimgenos y carros hidrantes. El corte no se
efectiviza y los docentes se repliegan: corren,
suben a los autos, se alejan como pueden de la
brutal represin que los acecha. Luego de un
intercambio con el uniformado a cargo, los
manifestantes se retiran en grupo hacia Senillosa,
escoltados por camionetas policiales.
Precipitadamente, los mviles de la polica
rebasan a los docentes, los acorralan y terminan
con lo que haban empezado. Vuelven los gases,
las balas y el garrote. Con saa.
De una camioneta bajan unos 20 policas.
Rodean a uno de los autos que se retira, se trata de
un Fiat 147. Los uniformados comienzan a golpear
el auto con las culatas de las escopetas para que se
detenga. Cuando su conductor trata de volver a la
banquina, un polica que viene por detrs, dispara
una granada de gas lacrimgeno a quemarropa y a
menos de un metro de distancia del vehculo. No
falla. El impacto da en la cabeza de Carlos
Fuentealba, quien muere al da siguiente.
El Rey del Colegio
Fue su mejor premio. Lo votaron los alumnos de
la escuela donde daba clases. Lo eligieron como el
mejor profesor y le dieron ese galardn: Rey del
Colegio. Carlos hizo de la escuela y de su
profesin un compromiso de vida y militancia. Era
un docente que se preocupaba mucho por los
problemas gremiales y ms an por sus alumnos.
Sin embargo, Carlos no llevaba muchos aos de
docencia cuando fue asesinado. Recin se haba
recibido dos aos atrs. Antes, trabaj de lo que
haba a mano: en un laboratorio, en un
supermercado y en una fbrica de jugo. Luego
comenz a desempearse en el gremio de la
construccin. Era administrativo, pero rpidamen-
te fue elegido delegado por sus compaeros para
defender sus derechos y militaba en las obras. As
lo hizo por muchos aos. Pero Carlos tena ms
inquietudes y ganas de crecer. Su mujer Sandra
Rodrguez, tambin docente, le recomend que
empezara a estudiar y as lo hizo. Con 38 aos se
convirti en profesor.
Desde ese lugar, tambin comenz a luchar por
los derechos de los docentes. En poco tiempo, sus
compaeros lo eligieron delegado del colegio. Era
de esos militantes que se ponan las actividades al
hombro. Tanto aquellas con las que acordaba
como con las que no. Era de esos militantes que
estaba en todas, o en todas las que poda. Porque
su mujer, Sandra, era como l. Entonces se
turnaban para ir a las actividades y para quedarse
con sus hijas. El 4 de abril de 2007 a Carlos le
tocaba ir al piquete y a Sandra cuidar a Camila y
Ariadna. Carlos se fue.
Ese abril
Ese 4 de abril de 2007, no slo los docentes
neuquinos se encontraban en conflicto. Haba
habido fuertes movilizaciones y paros en siete
provincias. Pero el paro nacional no llegaba.
CTERA se opona una vez ms a unificar las
medidas y menos an solidarizarse con el duro
conflicto neuquino.
Sin embargo, hoy la Celeste de CTERA le pone el
nombre de Carlos Fuentealba a sus encuentros,
congresos y plenarios. Dibujos de su rostro
aparecen en sus publicaciones y banderas. Pero el
da que Carlos muri, la CTERA estaba lejos, bien
lejos de Arroyito. Tan lejos, que el paro nacional
lleg tarde, despus de que muriera Carlos.
A 5 aos del asesinato de Carlos Fuentealba
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5con los asesinos de guante blanco, los que la
justicia no toca, los que cobardemente ordenan
las matanzas sin ensuciarse. El asesinato de
Fuentealba acab rpidamente con sus aspiracio-
nes presidenciales. 100% preparado deca su
eslogan de campaa. Sac un 1,56%. El nombre de
Carlos Fuentealba, en cambio, quedar en la
memoria como un ejemplo de lucha, de vida, de
coherencia militante.
Federico Milman
Ya pasaron cinco aos del asesinato de Carlos
Fuentealba, del maestro, del militante, del
compaero, del Rey del colegio. Jos Daro
Poblete, el polica que dispar, hoy est preso y
posiblemente quede en la historia como uno ms
de los asesinos a sueldo de las clases dominantes.
El gobernador de Neuqun, Jorge Sobisch, quien
diera la orden de desalojar la ruta de la forma en
que ocurri, est libre, como muchas veces ocurre
Hacen historia
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6Desde que se entreg una computadora a cada nio en las escuelas
primarias, los maestros de la Ciudad de
Buenos Aires vimos nuestro trabajo atravesado por una nueva
serie de cuestiones a discutir. En esta nota
partimos de algunas situaciones reales para hacernos muchas
preguntas y esbozar algunas respuestas.
De repente, las netbooks
En debate
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7Sacapuntas
En debate
A la derecha del signo igual, coloca la respuesta. Usa las
flechas derecha e izquierda para modificar tu respuesta, y
pulsa la tecla Retorno para comprobar si tienes razn. Si no,
intntalo de nuevo.
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8En debate
Algunos mitos en el discurso pedaggico sobre las netbook
En los Lineamientos Curriculares del Plan Sarmiento nos dicen
que con las netbook todo va a ser mejor: chicos
ms motivados, aprendizajes modernos, alumnos ms protagonistas...
ser as?
Cada uno trabaja a su ritmo y en lo que necesita
Esta afirmacin olvida que siempre, e inevitablemente, cada
alumno construye su , porritmo de aprendizaje
ms que el maestro desee con las mejores intenciones que todos
los alumnos aprendan a la vez. Lo que est
en manos de los maestros, en todo caso, es el Si las clases
consisten en proveer a cadaritmo de enseanza.
alumno de un programa o juego didctico diferente, cmo podramos
intentar construir conocimiento entre
todos? Es esto acaso el regreso de la mquina de ensear de
Skinner, un regreso al conductismo?
La diversin y la alegra son los nuevos ejes del aprender
Aunque parezca broma, ste es uno de los ejes que figura por
escrito en la justificacin del Plan Sarmiento.
Qu diferencia hay entre hacer una suma suelta en el cuaderno y
hacerla en la computadora? Muchos
dicen que aparece el tema de la motivacin: a los chicos les
gustara ms resolver cuentas cuando se trata de
un juego en la computadora. Ms all de lo cuestionable de los
aprendizajes que los chicos pueden o no
construir con esta clase de programas, no debera estar la
motivacin en el deseo de aprender en s mismo?
Aprender tiene que ser siempre divertido? Queremos que nuestros
alumnos se diviertan o que adquieran
placer por el conocimiento?
-
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9
Sacapuntas
En debate
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La llegada de Internet nos da la sensacin de tener todas las
respuestas al alcance del teclado. La
informacin que buscamos muchas veces est en la web, y contamos
con buscadores que agilizan esa
bsqueda. Sin embargo, es una frase sencilla que exhorta a una
accin muy compleja.Busc en Internet
Para encontrar lo que buscamos no alcanza con buena voluntad,
tambin hay que saber buscar.
De bsquedas y buscadoresUna experiencia sobre la bsqueda de
informacin en Internet
10
En el aula
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En el aula
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En el aula
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Sacapuntas
Cmo piensa el buscador?
Poco sabemos sobre cmo piensa el buscador y el buscador nada
sabe sobre lo que pretendemos al
momento de buscar. Eso muchas veces genera malentendidos que
llevan nuestra bsqueda a un resultado
mediocre o al fracaso.
Los buscadores cuentan con programas llamados spiders que
rastrean permanentemente los sitios de
Internet a fin de guardar las palabras incluidas en las pginas
que contienen y en sus enlaces, asocindolas
a la direccin o URL Esta informacin es conducida a una central
donde ciertos programas la clasifican y(1).
ordenan segn un algoritmo complejo que determina la relevancia
de los sitios y luego es almacenada en
una base de datos en forma de listas o ndices que contienen las
palabras asociadas a cada pgina web.
A pesar del inters de los especialistas por crear la web
semntica, la relacin que establece el buscador
entre las palabras claves que escribimos y la base de datos que
tiene disponible no es semntica. De ah lo
que nos suele suceder, por ejemplo, cuando escribimos rosario en
la barra de algn buscador: los
resultados que ste nos ofrece pueden tener que ver tanto con un
elemento religioso, como con una
ciudad de Santa Fe o el nombre de pila de algn personaje
conocido.
(1)Cabe sealar que los spiders slo rastrean informacin en una
parte de la web, llamada web superficial. Se estima que hay una
web profunda 500 veces mayor a la que tenemos acceso.
Para seguir leyendo:& Perelman et al. (2011): Enseando a
leeren Internet: pantalla y papel en las aulas.Buenos Aires:
Editorial Aique.& Siri, L. (2000): Internet: bsquedas
ybuscadores. Buenos Aires: Editorial Norma.
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ltimo orejn del tarro, las Ciencias Socialessuelen tener en la
escuela el estigma deasignaturas menores frente a las que
realmenteimportan. La mera transmisin de informacindesconectada
convalida esta idea. Sin embargo,da a da distintas formas de
enseanza se ponenen prctica en las aulas para destrabar
esteprejuicio. Aqu, una de ellas, en donde losproblemas son el
catalizador de un aprendizajems significativo.
Meterse enproblemas
En el aula
Cooperativismo. Sociedad comercial. Acciones.
Inversin. Tecnificacin. Si el trabajo se desarrolla
en unas pocas clases, la lista de conceptos
funciona como un abanico de posibilidades. Otra
mirada es posible, menos conceptual y ms
vivencial. Desafo intelectual. Ansias de tomar la
palabra. Un pan que se come a prisa, casi sin
masticar, para no perder el tren de la discusin.
Entusiasmo. Aunque tambin, absurdo invisibili-
zarlo, ciertos rostros indescifrables, que trans-
miten tal vez lejana, sueo, tristeza; o tal vez no.
Difcil aunque necesario es saberlo. Este es el
balance de una secuencia que solo en forma
tangencial busca ser contada.
La clase comienza como una ms. El (pre)texto,
los orgenes de la Revolucin Industrial. Similar
escena se repite con los movimientos migratorios,
su contracara. La chispa que acaba de encender la
explosin de manos alzadas y voces superpuestas
es una pregunta. En realidad, ms que una
pregunta. Se trata de un problema. Una familia
inglesa est por perder el terreno que hasta recin
los alimentaba, abrigaba y acoga. El cercamiento
de los campos sin ttulo de propiedad y su
posterior apropiacin en una sola mano los coloca
en una situacin lmite. Cmo harn para
sobrevivir?, es el problema que ya todos vivimos
(hiprbole mediante) en carne propia. Las
personas sin tierra se pueden unir y comprar un
campo grande, como hizo el otro seor. Alguien
interrumpe a Sabrina. Apura el paso de ese pan
que se resiste a ser engullido. Algunas risas ponen
en evidencia el desesperado intento por destrabar
esa masa de almidn. Lo logra. Y de dnde sacan
la plata?, pregunta finalmente Agustina entre
confundida e indignada. [sealando el texto]Ah
dice que no tenan mucha plata esas familias, que
algunos apenas tenan para comer. Luego, silencio
abrupto, murmullo o voces sobrepuestas. En los
detalles acallados por el registro de clase, la
memoria engaa. Lo cierto es que tras ese silencio,
ese murmullo, esas voces sobrepuestas, algunos
delinean las bases de una salida que ms tarde se
acercar al cooperativismo. No hace falta que
todos pongan plata. Los que menos tienen pueden
trabajar las tierras ms que el resto. As estn a
mano.
La discusin siguiente (retomada en anloga
situacin en un pueblito de Italia en tiempo de las
migraciones) da fruto a soluciones con matices o
diferencias marcadas. Algunos sealan la injusticia
de compartir las ganancias si no todos aportaban
dinero, y la necesidad de convertir a unos en
empleados y otros, en patrones. Una parte del
grupo, sutil intervencin mediante, sostiene la
igualdad de derechos en esa nueva sociedad
comercial, sin realizar una divisin matemtica del
capital aportado para distribuir las acciones. La
distancia entre las respuestas de los chicos y los
eventos histricos no representa un obstculo al
desarrollo de la clase. Si bien algunos alumnos
propusieron como solucin al problema la
bsqueda de empleo en las fbricas, la decisin de
resaltar las respuestas alejadas de los aconteci-
mientos efectivos tiene como finalidad sealar
que el trabajo con hiptesis no es autosuficiente.
Necesita de la intervencin docente para buscar
las inconsistencias, las contradicciones con la
informacin del texto. O, como este caso, con los
acontecimientos ocurridos, a pesar de la
coherencia lgica de las respuestas. Luego de
debatir cada una de las hiptesis volcadas en el
-
pizarrn (aquellas que tuvieron en cuenta la
informacin del texto o se destacaron por su
originalidad), el trabajo sobre el tema contina.
Un texto informativo, una redaccin grupal que
resuma el debate en clase, un cuadro con su
explicacin debajo. Los recursos son variados a la
hora de sistematizar o profundizar lo trabajado.
Oportunidades que se abren
Un riesgo que se corre al trabajar cualquier
contenido en la escuela es que la informacin se
torne poco significativa. Sin llegar a los casos ms
extremos (esos de la Biblia junto al calefn, que
llevan a recordar, con suerte, hechos o
caractersticas aisladas), existen otros ms sutiles.
La revolucin agraria y la mquina a vapor
posibilitaron el empleo de trabajo asalariado en
las fbricas. Frase factible de encontrar en
cualquier manual escolar. til si se trata del
puntapi inicial para trabajar una serie de ideas
clave. Jeroglfico o ideograma chino si, en cambio,
es slo una frmula veloz para sacarse de encima
informacin y expresiones que no pueden faltar
en una unidad sobre la Revolucin Industrial.
El problema es, precisamente, el no plan-
teo de un problema. Por qu en cierto
momento fue pensable y realizable la
construccin de una mquina ahorra-
dora de tiempo y mano de obra (y
antes no), el empleo de tra-
bajo asalariado (y no otro
tipo), la fbrica, el au-
mento de la produc-
tividad de la tierra,
son algunas pre-
guntas a ser
formuladas
para proble-
mas sin enun-
ciar. Por supuesto
que no es necesa-
rio plantearlas todas.
Ni tampoco son las nicas.
Tan slo ejemplos entre otros tantos que pueden
surgir.
Para comprender un proceso tan extenso es
importante establecer la mayor cantidad posible
(dentro de un tiempo limitado) de nexos entre
distinta informacin. Retomando la experiencia
En el aula
15
Sacapuntas
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16
En el aula
de clase anterior, el planteo de problemas abre el
juego para conectar el nacimiento de la empresa
agraria capitalista (capaz de alimentar a una
creciente poblacin que ahora no producira
alimentos) con el sur-gimiento de la mano de obra
fabril (que necesita de un salario para comprar los
productos antes obtenidos, de forma directa o
indirecta, a travs del autoabastecimiento), al
tiempo que permite a los chicos formular otras
soluciones que no por irrealizadas sean
irrealizables. Adems, y tal como lo seala
Ausubel, las mltiples conexiones que se tejen en
este tipo de trabajos dotan de sentido a la
informacin y evitan su rpido olvido.
El trabajo a partir de problemas, as mismo,
permite (es importante destacar la condicin de
posibilidad, ya que no existe estrategia que
funcione por s sola) el estudio en base a la
formulacin de hiptesis y la bsqueda de
inconsistencias. Por varios motivos, tal vez sea
ste el punto ms importante a destacar. En
primer lugar, porque invita a decir algo que no est
escrito. Las hiptesis son creaciones de los chicos.
Nacidas de sus palabras; atravesadas por sus
experiencias, sus deseos (y la informacin del
texto, claro est). Adems, permite balancear el
trabajo individual y grupal. Es necesario
establecer un tiempo acotado pero flexible para
las respuestas personales y otro ms extenso para
la socializacin de las hiptesis, la deteccin de
sus originalidades y su reformue inconsistencias -
lacin. Porque el llamado conocimiento colectivo
(complemento y no antnimo del pensamiento
individual, del cual se nutre), implica potenciar las
ideas cuando stas se comparten.
El planteo de este tipo de preguntas es tambin
una forma de acercar a los chicos al funcionamien-
to de las disciplinas productoras (en un sentido
universal) de conocimiento. Nadie investiga sin
plantearse problemas. se es el desafo que
moviliza a encontrar nuevas respuestas. Esta
mirada ayuda a ver la Historia, la Geografa, las
Ciencias Naturales, como reas mviles, no
limitadas a su funcin meramente enciclopedista.
Cambiar la lgica de trabajo (desentraar los
problemas a los que responden los textos) es tal
vez un propsito de mxima para otra instancia.
Pero podemos plantearnos objetivos ms
cercanos, aunque esto implique alejarnos a la
formulacin de preguntas para grandes
problemas. Tomemos a modo de ejemplo la
polmica Conquista del Desierto, enmarcada en la
construccin del Estado Nacional. En los distintos
textos escolares encontramos temas invisibiliza-
dos (en algunos, las matanzas y el proyecto
poltico y econmico de ), otros puestos sobrel pas
relieve (las gestas individuales y la recupe-
racin de territorios, en unos; el proyecto poltico
y econmico, en otros). El diferente tipo de
informacin sobre un mismo hecho esconde, en
muchos casos, divergentes,problemas (Cmo
"consolidar" la Nacin/expandir la produccin?).
Hacer explcitas las preguntas detrs de algunos
prrafos seleccionados es un ejercicio introducto-
rio til.
Llevarse Historia es de vago...si slo hay que
estudiar! (lase, recordar). Frase recurrente, en
especial bajo el calor de los exmenes. Necesario
es que los mltiples abordajes (los problemas son
slo una variante) contribuyan a cuestionarla y
revalorizar las disciplinas sociales. Para que la
solucin a la incgnita no sea nicamente un
nmero.
Facundo Cantarini
Pueden encontrar algunos ejemplos de
problemas de Ciencias Sociales en
www.sacapuntasrevista.com.ar
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Sacapuntas
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En el aula
Crear problemas
La redaccin de un problema tiene sus caractersticas. Un libro
til para meterse en esta tarea es Didctica
operatoria de las Ciencias Sociales, del profesor de Ciencias
Sociales Roberto Carlos Gargiulo. Aqu, unos
apuntes sobre las partes que componen un texto-problema, en
sentido inverso al orden en que aparecen
redactadas.
El problema
Hace referencia a una dificultad que personas en el pasado o
presente se han planteado. El motor puede ser
una necesidad bsica de cualquier individuo (obtencin de
alimento, agua, refugio, abrigo), una motivacin
ajena a la supervivencia entendida en sentido biolgico (riqueza,
poder) o una mezcla de ambas. Se formula
en forma de pregunta. En relacin con la expansin de las ciudades
industriales en Inglaterra, Alemania y el
norte de Francia a mediados del siglo XIX y la consiguiente
necesidad de alimentos para la poblacin y
materias primas para las fbricas en crecimiento, una
pregunta-problema posible es: Cmo pueden los
pases del oeste europeo abastecerse de alimentos y materias
primas de forma ms econmica?
Datos
Es toda la informacin necesaria para resolver el problema. La
tarea ms ardua, ya que se tiene que atender
a la particularidad del grupo en que se trabaje. Hay que buscar
un equilibrio entre los datos imprescindibles,
para evitar constantes intervenciones ad-hoc, y la informacin
excesiva, a fin de no guiar demasiado la
respuesta. En el caso anterior, datos que no pueden faltar
son:
*la agricultura y la ganadera son las actividades econmicas
principales de los pases no industrializados,
con ejemplos concretos, como el algodn de la India, el trigo y
la cebada en Europa oriental o Sudamrica
*los medios de transporte existentes son slo a traccin a
sangre
*dados esos medios de transporte, resaltar la lejana de esos
campos respecto de los puertos (medido en
das o semanas) y lo costoso del traslado (dos o tres veces el
valor de las mercaderas a transportar en
muchos casos)
Es necesario que los datos se presenten en forma narrativa
(no
enlistados como recin). Hablar en una oracin sobre su im-
portancia.
Ttulo
Es deseable que condense el conflicto. Siguiendo el pro-
blema antes planteado, un ttulo viable es Ciudades gran-
des, campos chicos. Otra alternativa es explicar un trmino
clave que resulte novedoso para los chicos. Un ejemplo para
la
conquista de Tenochtitln a manos de Pizarro, adaptado de un
ttulo
creado para otro contexto por el autor antes mencionado, es Los
invaso-
res rodean la ciudad: El sitio La ubicacin del trmino al final
de la defini-.
cin, y en un lugar destacado como es el ttulo, es una estrategia
til.
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18
Existen diferencias cuando se discute para qu hacer puestas en
comn en las clases de Matemtica.
Hacemos pasar al pizarrn a muchos alumnos para que todos puedan
mostrar lo que hicieron? Las
empleamos con la idea de evaluar si aprendieron? Es slo para la
autocorreccin? O analizamos algunos
procedimientos que van surgiendo para que los alumnos puedan
aprender nuevas formas de resolver y
validar las que ya tienen?
Comparar estrategias de resolucinAlgunas reflexiones sobre las
potencialidades delas puestas en comn en las clases de
Matemtica
En el aula
Marisa gast $48 en la carnicera y $42 en la
verdulera. Cunto dinero gast en total?
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19
Sacapuntas
En el aula
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20
En el aula
En la calesita hay lugar para 27 nios. Ya
subieron 24. Cuntos pueden subir todava?
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21
Sacapuntas
En el aula
El Centro de jubilados est organizando una
excursin a la montaa y decidieron alquilar
camionetas. En 6 camionetas iguales entran 72
personas. Cuntas personas entran en 9
camionetas iguales a sas?
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22
En el aula
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23
Sacapuntas
Sobre gustos
Libros recomendados
Dante ElefanteJavier RovellaDomus editora
Historietas para chicos hay pocas. Pero algunos no estn seguros
de que sea una de ellas.Dante Elefante
Pongamos clara esta confusin. En primer lugar, este libro
conforma, junto a ms de una decena de historietas la,
coleccin (coordinada por Csar Da Col e integrada por autores
argentinos de la talla de CarlosAventuras Dibujadas
Trillo) del Adems, Dante Elefante esMovimiento de Banda Dibujada
para la difusin de la Historieta Infantil y Juvenil.
un animal de permanente gesto refunfun que se ve envuelto en
situaciones de lo ms sencillas y cotidianas. Cambia,
por ejemplo, cada tantos cuadritos, de ser corredor de
motocicletas a karateca, de enamorado a colocador de piercings.
El dibujo es por lo menos sencillo, unos cuantos trazos pintados
a computadora, fondos limpios y prcticamente
ninguna palabra, a no ser por alguna onomatopeya suelta por
ah.
Hasta aqu vamos bien. Una seguidilla de historias ms que breves,
que a simple vista parece de gil lectura. Sin
embargo, detrs de una esttica que podra parecer inocente, hay en
estas tiras algo profundamente metatextual: el
paquidermo decide por s mismo qu globo de dilogo usar, pasea con
soltura por dentro y fuera de los cuadritos y,
hasta en ocasiones, los rompe por su propio peso. Parece que a
Rovella le divierte rerse de su propio gnero, y no duda
en compartir la irona, el absurdo y hasta el humor ms negro con
el pblico infantil. A lo largo de las pginas, el elefante
se ve sujeto a calamidades tales como el paso del tiempo, la
obesidad, los accidentes viales y la prisin. Muere por lo
menos tres veces y resulta herido otras tantas.
Quiz ahora s podamos comprender por qu refunfua el
paquidermo.
Cecilia Chiappetta
Muchas veces hemos hablado ya en esta revista, de diferentes
obras de Roald Dahl, destacando ese estilo crudo,
que a veces roza el humor negro, y que tantas reacciones y
admiraciones genera en nuestras aulas. En este caso,
rescataremos a uno de sus precursores, estamos hablando de
Saki.
Nacido en un colonia Britnica, vivi a pleno las frivolidades
propias de la sociedad victoriana de la Gran Bretaa de
fines del siglo XIX y principios del XX, plagada de formalidades
y reuniones de t a las cinco de la tarde.
Sus cuentos son ejemplo de brevedad y eficacia, donde la
realidad, la fantasa, el humor y el terror se mezclan de tal
manera que no dejan indiferente a nadie. Saki logra captar la
atencin con un lenguaje sencillo, no da vueltas al asunto,
acta de manera directa. Sus sarcsticos ataques a las costumbres
de las clases altas y a las formalidades sin sentido, sus
giros inesperados sobre el final, y las ironas constantes sobre
el mundo de los adultos hacen que sus cuentos sean, casi
podramos asegurarlo, adictivos.
Alguna vez otro famoso escritor britnico dijo que Si empiezas un
relato de Saki, lo terminars. Cuando lo hayas
terminado querrs empezar otro, y cuando los hayas ledo todos
nunca los olvidars. Nada ms claro: falta de respeto
por las costumbres, situaciones incmodas, nias horrorosamente
buenas, cuentos asquerosamente divertidos,
personajes diplomticamente incorrectos, pequeos -aparentemente
buenos y educados- que engaan a los ms
incrdulos adultos. Qu ms podemos pedir? Qu otra cosa podran
desear nuestros alumnos?
Augusto del Cueto
Autores recomendados
Hctor Hugh Munro, Saki(Gran Bretaa, 1870-1916)
-
24
La escuela pblica es (o debera/podra ser) un espacio donde todos
los nios, adolescentes y adultos
podamos aprender y ensear. Un lugar de debate, de encuentro, que
haga su aporte para lograr una mejor
sociedad. Sin embargo, esto no es lo que propician las polticas
educativas. En este caso, analizaremos
algunas cuestiones desarrolladas por el gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires y en particular su decisin de
cerrar grados de primaria y cursos de media.
De cierres y subsidiosDecenas de candados para la educacin
pblica,
miles de millones de pesos para la privada
Lo que pasa
De los muchos ataques que puede recibir la
educacin, uno de los peores es que se cierren
aulas. Esto implica la desaparicin, incluso fsica,
de la posibilidad de aprendizaje de los alumnos y
coarta el derecho a trabajar de los docentes. Si
bien el cierre de cursos no es una poltica
novedosa (ver cuadro 1), el gobierno de Macri
inici este ao pretendiendo profundizarla.
Desde el macrismo, sostienen que impulsan
los cierres de grados porque hay aulas con pocos
chicos. Esto es cierto. Pero tambin es cierto que
el gobierno promueve cada vez ms que los
alumnos se vayan a las escuelas privadas y
abandonen las escuelas pblicas.
La situacin en la que estamos en la actualidad
muestra un aumento del presupuesto destinado a
las escuelas privadas (ver cuadro 2) mayor a
cualquier otro rubro de la educacin, alcanzando
la escandalosa cifra de $ . Las cifras1.332.869.952
ms altas de subsidios se encuentren en el DE 10
(127 millones anuales) y en el DE 9 (90 millones)
que es donde el gobierno de Macri intenta cerrar
la mayor cantidad de aulas.
En cuanto a la educacin pblica, en cambio, el
presupuesto para Infraestructura Escolar
desciende un 3% en 2012 respecto de 2011, sin
contar la inflacin (1). A esto summosle que hay
56 establecimientos educativos pblicos con
problemas de calefaccin. La lista, a la que
podramos agregar la falta de gabinetes
psicopedaggicos, la disminucin de las viandas,
la falta de fondo de las cooperadoras, los bajos
salarios docentes, la no construccin de escuelas
ni jardines, es casi interminable.
De todas las afirmaciones que el gobierno
hace, slo una es cierta: la situacin actual es
heredada de problemas de gestiones anteriores.
Ni los cierres de grado, ni los subsidios a las
privadas, ni los problemas de infraestructura
comenzaron en el 2007. Pero hay que decir que,
lejos de solucionar los problemas reales de las
escuelas, el gobierno los agrava cuando no agrega
nuevos, como la eliminacin de las Juntas
Docentes de Clasificacin en el 2011.
Hay nmeros que son claros para analizar la
situacin: mientras la poblacin aumenta en
todos los distritos con respecto al ao 2001, desde
ese ao se cerraron 245 grados de primaria. A esto
hay que agregar que en el 2000 haba 708.314
personas menores de 19 aos en la Ciudad,
mientras que en el 2010 la cifra aumenta a
2000
7028 6904 6897 6826 6825 6822 6783
3810 3961 3976 3993 3958 4039 4090
2005 2006 2007 2008 2009 2010AoEscuelas
Escuelas
pblicas
privadas
Cuadro 1: Cantidad de grados de primaria en la CABA Cuadro 2:
Subsidio a la educacin privada (en
millones de pesos)
-
en todo el 2011 se usaron 358 millones de pesos sobre
un total de 560 millones. La subejecucin de las
partidas destinadas a obras de infraestructura escolar
durante el perodo 2005-2009 suma ms de 400
millones de pesos. Slo durante 2010 el Gobierno de la
Ciudad no utiliz 270 millones de pesos que tena
asignados. Datos extrados de Dj vu noventista, o
cmo los privados se abusan del Estado, Miradas al
Sur, 25 de marzo de 2012.
25
Sacapuntas
761.028. Si hay menos aulas pblicas, a dnde
irn a estudiar todos esos chicos?
Las polticas educativas de los gobiernos de la
Ciudad de Buenos Aires, y sus resultados,
evidencian de esta forma que existe una paulatina
privatizacin de la educacin: hoy, tenemos tantos
alumnos en escuelas pblicas como en privadas.
As, Esteban Bullrich, licenciado en Sistemas y
Master en Administracin de Empresas egresado
Lo que pasa
de la Escuela Kellog, no
hace otra cosa que
cumplir el anhelo de
Carlos Pirovano, otro
funcionario del PRO,
que en 2011 escribi un
comentario en Twitter
que deca: Y si asumi-
mos que la educacin
pblica est muerta y
con esa plata le paga-
mos a los chicos una es-
cuela privada?
Sin embargo, esta
poltica por la que el
gobierno promueve
que los alumnos vayan a
escuelas privadas mien-
tras vaca las pblicas,
encontr, encuentra y
encontrar una gran
resistencia. No slo de
los docentes, s ino
tambin de padres y
estudiantes. Si logra-
mos pelear muchos y
juntos, con organiza-
cin y democracia, po-
demos lograr cambiar el
rumbo de la educacin.
Santiago Duarte
(1)Adems se subejecuta:
MAS EDUCACIN PBLICABASTA DE SUBSIDIAR A LAS PRIVADAS
NO LAS CIERREN
CONSTRUYANESCUELAS
EDIFICIOS DIGNOSPARA APRENDER
Y ENSEAR
NO AL CIERREDE GRADOS
VIVA LAESCUELAPBLICA
-
26
De abrir el libro y liberar los versos, las historias. De
prestar el cuerpo, de adentro y de afuera, de prestar la voz
para que Girondo o Daro puedan escapar por nuestra boca.
De subir al escenario para hablar como un gigante triste o
una bailarina eufrica. De iniciar un viaje por textos que se
cruzan como las rutas de un mapa. De mirar con lupa las
historias que atraparon las vietas y quedarnos con todo el
sabor de ese lenguaje para hacerlo propio a la hora de
escribir. De la espera que desespera por saber qu nos
deparar el prximo captulo de la novela. De leer literatura.
Nada ms ni nada menos que de eso se tratan estas pginas.
Esta vez decidimos olvidarnos del dnde dice?,
del selame con tu dedito. En este olvido voluntario de la
lectura como aprendizaje del sistema de la lengua optamos
por atender otros aspectos. Leemos por diversos motivos,
con distintas finalidades: el placer, la expresin, la
interpretacin son algunas de ellas. Para ello tenemos la
enorme responsabilidad de trabajar y desmenuzar el trabajo
con la lectura en la escuela, de permitirles a los chicos
intercambiar sentidos sobre lo ledo, de saber sobre los
autores, de entender cundo deben hacer una pausa o
colocar la voz en otro registro o de cambiar los tonos para
leerles a los dems, de analizar los recursos que hicieron
posible la sorpresa, la risa o el miedo, de entender cada
vez
ms lo que leen.
Lejos de las recetas, a vuelta de pgina, se podrn
encontrar con algunas propuestas de lectura que intentaron
llenar nuestras aulas de lectores. Nada ms y nada menos.
A libroabierto
-
Son cuatro relatos los de aqu abajo. Cuatrorelatos de dos
maestros que por separado hanledo poesa en sus aulas y han enseado
a leerpoesa a sus alumnos. El propsito de aquellasclases: leer,
leerles a los dems, y todo -o casitodo- lo que eso implica. Cuatro
experienciassueltas, reunidas.
Mi voz buscabael viento
27
Sacapuntas
A libro abierto
inconveniente si repiten la lectura del poema de
un compaero, la lectura siempre renueva lo que
se dice a travs de la forma que toma en la voz de
quien lee.
Las primeras lecturas son de un singular
atractivo para todos, el grado de atencin es tal
que no hace falta hacer ningn tipo de
sealamiento o advertencia. Se escuchan, se
reconocen, se interesan. Construyen un silencio
artesanal donde entran cmodas las palabras. La
lectura de Estado de nimo que hace Walter con
su voz de laguna es tan acertada que todos nos
quedamos en silencio un tiempo largo. Le explico
que ese silencio nuestro es un elogio porque
demuestra nuestras ganas de seguir escuchando.
Luca, alumna con una gran predisposicin
para el canto y la actuacin, sumada a su
desenfado natural, me propone cantar en vez de
leer el poema de Daro Ama tu ritmo. Como la
empresa me parece demasiado compleja para
que se lleve a cabo en la improvisacin total, le
propongo que esta vez nos lo lea y que ensaye una
interpretacin musical para ms adelante. Le
explico que el poema es en s muy difcil (los
versos encabalgados y el uso de palabras
desconocidas son la dificultad mayor), y que su
sola lectura le va a llevar trabajo. Acepta, pero
insiste que nos lo cantar la prxima. Nos parece
bien.
Todos los que leen reciben de parte del
auditorio de compaeros un silencio indito y
bajo mi recomendacin por ser los primeros
ensayos slo palabras elogiosas que destacan lo
positivo de la lectura, porque ya tendremos
oportunidad de marcar errores.
El timbre, que resulta tan ajeno a todo lo que
hemos logrado en cuarenta minutos, nos arrebata
la paciencia, la escucha y la palabra serena como
quien deja caer una pequea vasija al suelo.
Un ro Mississipi de manzanas
El lugar es un aula anaranjada, de techos
perfectamente altos. Hay silencio: hemos
esperado a un da en que no haya clase de
Educacin Fsica en el patio contiguo, hoy
Artesanos de la voz y del silencio
Estamos en la biblioteca recin comenzada la
maana. Los alumnos de sptimo deban escoger
de nuestra antologa un poema para leer en voz
alta. Antes de comenzar con la lectura hacemos
algunos ejercicios para relajar las cuerdas vocales
y mejorar nuestra postura. Es muy temprano y
muchos de nosotros no hemos usado la voz en
absoluto. Les explico cmo nuestro aparato
fonador emite el sonido de la voz y cmo
podemos ayudar a que sta sea ms clara.
Despus de los ejercicios les leo yo primero. Para
abrir la ronda de lectura eleg el poema
Vegetaciones del de PabloCanto general
Neruda. Luego, les pregunto quines quieren leer.
No todos levantan la mano, pero se anima la
mayora.
Antes de que ellos le den continuidad a la
ronda, subrayo que para lograr una buena lectura
la responsabilidad corre por cuenta del que
escucha y del que lee. El primero aporta su inters
en lo que el otro leer, tambin el silencio, y el que
lee hace su parte con las palabras compartidas, la
expresin, las pausas, el tono de voz. Los poemas
de la antologa ms elegidos son Estado de
animo (Benedetti), En la carpeta (Gelman),
Ama tu ritmo (Daro), Sombras de los das por
venir y La carencia (Pizarnik). No tenemos
-
28
A libro abierto
queremos escuchar.
No es la primera vez que nos encontramos con
el disco. Hace unos das, el poeta nos pidi
permiso para pasar, se present, y nosotros,
irreverentes, nos remos por primera vez de su
tono de voz, ntimo, quiz cansado de viajar desde
Isla Negra hasta nuestro barrio, Floresta. Omos
sus primeros versos, los de su juventud.
Hoy escuchamos un poema que ya les haba
ledo yo: Oda a la manzana. Seo, l lo lee mejor
que vos!- anuncia algn desacatado. Yo asiento.
Sin dudas, l lo lee mejor. Cuando vuelvo a poner
la pista, los chicos de tercero empiezan a imitar a
Pablo Neruda. Con naturalidad, arrastran, como el
poeta, los versos: los vuelven canciones, juegos de
palabras, en fin, poemas. Me sacudo mis restos de
solemnidad y, mientras ellos me esperan, jugando
a declamar, en el pizarrn copio unos versos que
aprend a querer, versos cuya estupenda
entonacin me seal un compaero, maestro y
poeta, cuando me prest el CD Pablo Neruda lee
sus poemas: Yo quiero / una abundancia / total,
la multiplicacin / de tu familia, / quiero / una
ciudad, / una repblica, / un ro Mississipi / de
manzanas, / y en sus orillas / quiero ver / a toda / la
poblacin / del mundo / unida, reunida, / en el acto
ms simple de la tierra: / mordiendo una manzana.
As, del pizarrn, lo leemos a coro, siempre
acompaados por la grabacin. Retrocedemos el
poema y volvemos a empezar. Una y otra vez, y
cada vez ms parecidos y unos con el universo,
exageramos y corremos, nos quedamos sin
aliento. An vivo, desde un grabador desvencija-
do, Pablo no est solo. Lo acompaan, a coro, las
vocecitas de los chicos de 3er grado.
Poemas de transicin
Fue el diciembre pasado, el mes en que me
invitaron a despedirlos de su escuela primaria.
Volv de esa fiesta con los bolsillos chorreantes de
recuerdos de mis primeros alumnos de la escuela
pblica. Te acords cuando grabamos el disco de
poesas?- me pregunt Ayln.
Fue ese disco, grabado ya hace casi cinco aos,
acaso, una excusa para leer en voz alta, como
justifiqu en mi planificacin anual de Prcticas del
Lenguaje? Que s, que es cierto, que cada clase es
una especie de ficcin para ensear algo. Pero all
-
29
Sacapuntas
A libro abierto
sucedieron tantas otras cosas.
Habamos ledo un buen nmero de poemas de
los autores ms diversos. Deseosa de contagiarles
el gusto, yo los copiaba, imprima y pegaba en las
paredes del aula, a veces acompaados de una
pequea foto de su autor. Un da, les propuse
grabar nuestro propio disco de poemas, y ellos
estuvieron de acuerdo.
Qu holgados me resultan los tiempos de
jornada completa. Nos dimos al menos dos
semanas ms, slo para elegir qu poema
grabara cada uno. De los veintitantos alumnos,
varios prefirieron a Garca Lorca, otros a Neruda y
alguno que otro a la contempornea Sha. Pero
algunos se detuvieron en el cubano, el poeta que
canta a la cultura mulata y tambin a la revolu-
cin, a la justicia. Mientras mis dos antologas de
Nicols Guilln circulaban por los bancos y las
casas, cada nio empez a practicar su lectura.
Los pensamientos de Ayln fluctuaban quin
sabe por dnde. Su atencin en clase pareca
imposible de atrapar. Cuando le pregunt qu
poema haba elegido para la grabacin, apret
entre sus manitas blancas el volumen del cubano
y lo abri, sin palabras, en el breve poema Caa:
El negro / junto al caaveral. / El yanqui / sobre el
caaveral. / La tierra / bajo el caaveral. / Sangre
/ que se nos va!
Ese poema no lo habamos ledo en clase,
aunque s otros tantos de . AylnSngoro Cosongo
haba descubierto este poema solita. Me atrev,
no sin rodeos, a preguntarle por qu lo haba
elegido. Ella alz los hombros, sonri con sus
pequeos dientes de caries, y yo decid no
preguntar ms.
Empezamos, entonces, con la etapa ms
interesante: las grabaciones en borrador que
escuchamos entre todos para hacer sugerencias y
destacar virtudes de los lectores. Todava no s
cmo logramos ese silencio total para que al
acercar el pequeo grabador de periodista a un
alumno, no hubiera ms que sus palabras y su
ligera respiracin.
Cuando escuchamos a Ayln por primera vez,
todos se sorprendieron: ese poema no lo
conocan. Entonces le ped que lo volviera a leer, y
ellos hicieron sus recomendaciones. Propusieron
que lo leyera ms lento y ms serio. Cuando les
pregunt por qu, ellos explicaron que el poema
hablaba de algo triste, de la guerra. Les dije que
quiz la palabra que buscaban era solemne.
Adems parece que estuviera cantando, porque
repite muchas veces la palabra caaveral- seal
alguno.
Karen y Brian, dos tmidos irremediables,
haban elegido el mismo poema: Cancin de cuna
para despertar a un negrito. Les suger leerlo
juntos, o alternndose, pero cada uno quera tener
su grabacin. An tras la prctica en la escuela y en
casa, Brian ley trastabillando con las palabras, por
lo que le propuse que elija una porcin breve del
poema para grabar. En cambio, Karen decidi
hacerlo de forma completa.
A la semana, todos omos sus primeras
grabaciones. Conmovidos por un Brian que ley
con parsimonia de alt iplano y profunda
musicalidad su , loscoco-cacao-cacho-cachaza
compaeros aplaudieron. Cuando lleg el turno de
Karen, en su lectura completa se destac el punto
ms alto del poema: Negrn, negrito, / ciruela y
pasa, / salga y despierte, / que el sol abrasa, / diga
despierto / lo que le pasa... / Que muera el amo, /
muera en la brasa! Las voces de los compaeros se
encimaron. -Eso lo tens que leer ms fuerte!
opin Melanie. - le grit laCon ms bronca!
efervescente Romina- porque el amo los hace
sufrir a los esclavos.
Varias semanas ms nos tom terminar las
grabaciones. En algunos casos hicimos hasta seis o
siete, en otros, slo dos. Para cerrar ese ao
maravilloso, repartimos copias del disco Poemas
de 3er grado a las familias y los escuchamos
juntos.
Casi al final de la audicin, empezaban a
soltarse las palabras de Nahuel, quien haba
elegido la del chileno Neruda:Oda al tomate La
calle se llen de tomates. / Medioda, verano. /
Corre por las calles / el jugo. Yo, que ya haba
-
30
A libro abierto
escuchado cada grabacin en mi casa al menos
una decena de veces, fui la primera en opinar: No
me digan que no ley hermosa esa parte del jugo!
Su mam, orgullosa, responde: Hace algo as
como que sube su vocecita cuando dice jugo.
Mientras el ao se nos iba, la voz de Nahuel,
liviana, nos dejaba su marca, como ese jugo.
Persuasin de los das
Decidida, les pregunto a los chicos de sexto qu
creen de la poesa. As, sin ms introduccin. Me
responden que la poesa , que la poesaes de amor
es rima que es para mujeres!, No resisto: digo que
a m, por lo menos, no me interesa tanto esa
poesa de amor ni me emociona mucho la rima,
pero que hay otra que s me gustara compartir
con ellos. Algunos se decepcionan (ellos s
queran poemas de amor!), otros solamente no se
entusiasman.
Pero pasa el tiempo, y en 6to B leemos en das
diferentes y desde sus libros a Neruda, a Lorca, a
Gelman, a Tun, a Guilln, a Pizarnik. Se me va
haciendo costumbre merodear anaqueles por la
calle Corrientes, rastrear atenta la poca poesa,
descubrir ediciones viejsimas en casas amigas y
acumular dinero para adquirir otras nuevas. En
esos das, los chicos y yo encontramos en los
p o e t a s c o s a s c o m u n e s , p e r o t a m b i n
particularidades. Ernesto afirma con gusto y cara
de sapiencia que era verdad que no todas las
poesas son de amor. A su vez, Paola, Camila y
Florencia ya tienen, aunque nadie ms que yo lo
sepa, una coleccin de poemas inventados en un
cuadernito, la mayora, s, de amor. Gonzalo dice
que la poesa habla tambin de lo que es justo, y
Brian asiente. Les pregunto a qu poetas o
poemas se refieren: me nombran los ya ledos La
luna con gatillo de Tun y Preguntas de un
obrero que lee de Brecht. Para Lorena, los
poemas son casi como canciones, porque tienen
partes que se repiten mucho, como si fueran
estribillos, y eso a ella . Ella prefierele gusta
escribir en papelitos rotos. Sigilosa, me entrega
uno que versa: Ser ciego para no ver / ser sordo
para no escuchar / ser diferente para ser nico /
ser igual para encajar / ser deliberadamente yo. La
delicada Guadalupe espera al recreo para robar-
me mi nueva antologa rosada de Alejandra
Pizarnik. Anota el ttulo en el libro de prstamos.
Adoro su tristeza, me susurra. Y lo hace en voz baja
porque sabe que lo que estamos haciendo tiene
una pizca de ilegal: ltimamente, a los libros de
poesa hay que sortearlos porque todos quieren
llevrselos a casa, a hacer sus propias lecturas,
esas que son privadas.
Hoy es el turno de Oliverio Girondo. Vamos
navegando por una compilacin de Colihue, que
yo, tmida, les leo como mejor me sale. Zarpamos
desde los turbulentos, sonoros y masmedulares
El puro no y Yolleo y llegamos hasta las
enumeraciones surreales de Cansancio y
Gratitud.
Y despus de tanta repeticin persistente, de
tanto sonido y palabra que no tiene por qu
cuadrar, la escritura se hace inevitable para todos.
Cundo vamos a escribir poesa nosotros?- me
preguntan. Entonces, as, como Oliverio, Rub se
cansa de tener sentimientos impdicos incapaces /
de carecer de alas / de carecer de confianza / de no
ser pjaro pero / no regurgitar ni que regurgiten /
el al imento; mientras que la sol itar ia y
autodenominada poetisa Johanna Mamani
agradece al ruido, las plantas, al nacimiento y a la
muerte / a los poemas / y al silencio que tanto
merezco; y Gonzalo Gonzlez usa y abusa de la
repeticin que tanto le pertenece cuando escribe
A veces me despierto / A veces me enojo / A veces
camino / A veces pienso que es viernes y es lunes /
A veces me ro / A veces pienso por qu tengo lo
que tengo / A veces sueo / Y a veces escribo
poemas / como ste.
Cecilia Chiappetta
Hernn Boeykens
Pueden encontrar la antologa de poemas aqu
mencionada y escuchar los poemas ledos en
voz alta por los alumnos en
www.sacapuntasrevista.com.ar
-
En nuestras aulas solemos recurrir a la lectura de literatura
con diferentes objetivos: para acercarnos a un
formato textual, como disparadora de una consigna de escritura,
para responder preguntas acerca del
contenido de los textos. Sin embargo, es poco frecuente que se
discuta sobre recursos literarios. A
continuacin, relatamos una secuencia de lectura que tuvo como
objetivo central el anlisis literario de
distintos libros lbum.
Leer y despusUna secuencia de lectura en tercer grado
En l, el efecto risueo se produce gracias a los
dibujos y lo escatolgico del tema: a un topo le
hacen caca en la cabeza e intenta descubrir quin
fue el culpable. Son los diferentes dibujos de la
caca los que hacen rer a chicos y esperaba que con
ellos discutisemos por qu ocurra esto. Si est
bien o no que la caca haga rer.
Mis alumnos se rieron mucho de la caca. S, el
humor en este caso funciona como transgresor. En
el Topito se habla de la caca y mucho, y eso hace
rer. Pero cuando lemos esto no surgi
rpidamente. Lejos de las risas generalizadas, lo
primero que se dej or cuando comenc a leer fue
un gesto de asco: dddddd. Pareci que
esperaban que yo habilitara el hecho de que eso
poda ser gracioso. Mi intervencin entonces
sirvi para destrabar: Ven la caquita?. La sola
palabra caquita fue un buen desencadenante.
Hay que aclarar que en el texto no aparece nunca
la palabra caca. Las risas afloraron. Pero el
Speryo de una alumna logr cohibir por un
momento al resto. La caca es asquerosa, no es de
risa, me dijo Diana con cara de enojada.
Repregunt si est mal rerse de la caca y Diana
estaba convencida: Si!. Fue necesario que yo
reconociese que a m me daba risa la caca en todas
sus formas para que el resto de los alumnos se
animara a dar su opinin.
El final inesperado es otro de los aspectos
interesantes que tiene el libro. Una venganza a
medias en la que el topo se desquita con el
culpable hacindole un poquito de caca en la
cabeza. Qu es lo que dio risa de que haya sido
tan pequeo el chorizo del Topito Birolo?
pregunt cuando leamos. Que ni le va a importar
A libro abierto
31
La escuela puede jugar un papel importantsi-
mo en la actitud de los chicos ante la lectura de
literatura. Sin embargo, por lo general solemos
recurrir a ella con el objetivo de escribir algo
despus. No queremos decir que esto est mal,
sino que esta tarea se debe complementar con
otra: la discusin acerca de lo que se lee, la
indagacin, el anlisis minucioso de los recursos
literarios que utilizan los escritores y, en el caso de
los libros lbum, los ilustradores.
En un tercer grado nos propusimos analizar
junto con los chicos los recursos en juego en los
libros lbum, poniendo el acento la construccin
de sentido. Se trat de contrastar las diferentes
interpretaciones, con el objetivo de empezar a
desarrollar las disposiciones especf icas
necesarias para la apreciacin de la literatura.
Los libros lbum permiten un juego intertextual
que se produce gracias a la interaccin entre los
cdigos de la imagen y del texto. Estos se
complementan perfectamente generando un ida
y vuelta constante, abriendo tremendas posibi-
lidades para la construccin de diversos modos de
apropiacin. En la secuencia que realizamos,
el hilo conductor fue el anlisis de los
distintos recursos utilizados para
generar el humor, tanto desde
el texto como desde la i-
magen. Cada ttulo fue
elegido para trabajar un recurso
diferente.
El primer libro que lemos
fue Del Topito Birolo y de to-
do lo que pudo haberle cado
en la cabeza (Wolf Erlbruch).
-
al otro, me contest Jess. Pero el topito se fue
contento, vieron?, acot. As, concluimos que en
esta parte lo que daba risa no era tanto por lo
asqueroso de la caca sino que la venganza
esperada llega a medias. Se veng, pero no se
veng tanto, resumi Julieta. Hablamos sobre
cmo lo inesperado fue lo que produjo el efecto
humorstico.
Otra de las cosas que analizamos fue el uso de
las onomatopeyas. A m me gusta como hacen los
ruidos, tatataata; Si, cuando hace PLOP.
Comentarios como este motivaron la discusin
acerca de cmo se llama a esas palabras que sirven
para describir a los sonidos y que contribuyen a
generar el efecto risueo de los lectores.
Otro de los ttulos que dio lugar a discusiones
interesantes fue (Isol) SeTener un patito es til, .
trata de un libro acorden en el que de un lado se
ven las imgenes en amarillo en las que el
narrador es un nio que cuenta qu hace con su
patito de hule. Cuando concluye este relato,
comienza otro. Los dibujos son los mismos y con
las imgenes slo celestes es el patito quien
cuenta esos hechos, pero desde su punto de vista.
Es un libro que habilita a rerse de cmo los
diferentes narradores cuentan su versin en la
historia. Este fue el recurso principal que nos
propusimos analizar con esta lectura: el humor
generado por las diferentes perspectivas de sus
narradores.
Cuando pregunt qu fue lo que les hizo rer
tanto de este libro, Fabrizio lo puso en un ejemplo
muy claro: Que cuando el nene cuenta cmo usa
al patito uno piensa que al patito no le gusta, pero
que cuando lo cuenta el patito te das cuenta que
en realidad el patito lo usa al nene para divertirse
l. Otros nenes usaron luego ejemplos parecidos.
Eso dio pie para hablar acerca de cmo otra
mirada puede ofrecer una nueva perspectiva de
un mismo hecho que puede resultar graciosa.
Los dibujos de este libro ofrecen varias lneas
narrativas. Y es a travs de las pistas que brindan
ambos cdigos, imagen y texto, que se puede
interpretar la relacin existente entre una historia
y otra y as desdoblar el hilo argumental. Esto lo
notaron mis alumnos y lo expresaron de distintas
formas. Ian lo expuso as: Estn los mismos
dibujos de los dos lados y cada uno cuenta lo
suyo. Cuando mostr mientras relea me
encontr un patito y lo agarr, me encontr un
nene y me agarr, pregunt nuevamente: Son
exactamente iguales?. Ian intent ahondar en su
explicacin: Dice lo opuesto. Para que explique
mejor su idea lo ayud con una pregunta: Quin
habla en cada caso? De un lado habla el pato y del
otro lado habla el nene y cada uno explica lo que
pasa como le parece. Julieta explic cmo esto se
puede notar a partir de las ilustraciones: Te das
cuenta por el color.
El tercer ttulo de la secuencia fue El misterioso
caso de Oso (Oliver Jeffers). En este libro el humor
se genera a travs de dos recursos: el absurdo y la
parodia. El objeto parodiado son los cuentos
policiales. El absurdo est dado desde un
comienzo, cuando un grupo de animales investiga
quin se roba los rboles del bosque y enjuicia al
culpable luego de encontrarlo. Este ttulo se
destaca adems por imgenes muy ricas y
detalladas, planos generales en los que se puede
ver al mismo tiempo a varios personajes de la
historia haciendo cosas diferentes, una ms
delirante que la otra: cerdos cocinando tocino de
desayuno o patos en la peluquera.
Los chicos destacaron que eran muy graciosas
distintas escenas: cuando apareca un osito de
felpa como culpable de un crimen (as como si
nada) o la naturalidad con la que un venado se
mostraba jugando a la Play Station.
Otra estrategia para generar el humor absurdo
es la postulacin de un universo regido por el
desorden. En este libro eso es muy claro desde el
comienzo. El delirio constante es el comn
A libro abierto
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-
denominador de cada pgina y as lo charlamos:
Recuerdas cuando el cerdo cocinaba otro
cerdo?, me dice Juan. Le pregunto por qu es
gracioso. Porque cocinaba a un familiar,
contesta. Es un cerdo canbal, agrega con una
sonrisa. Yo me re del avin con el oso arriba,
cuenta otra nena. Se refiere al final donde el Oso
viaja en un avin de papel Puede haber un.
avin de papel que soporte un oso?, me meto.
No, no existe. Es como muy pesado, dice Romina
acompaando con un gesto.
La mejor mascota (David La Rochelle) es una
obra interesante para analizar el humor absurdo.
En l, un nio pide una mascota a su madre y esta
accede con la condicin que sea un dragn, al que
el protagonista finalmente encuentra en una
farmacia. Se trata de un dragn muy civilizado que
se comporta como Homero Simpson. La discusin
a raz de la lectura dio lugar a charlas como la
siguiente: A m me hizo rer que el dragn vea la
tele y coma nachos, trae Juan. Pregunto si uno
espera que un dragn vea la tele y coma nachos.
Intento explicitar de alguna manera esta lgica
trastocada. No, que coman carne y que sean
terrorficos y vivan en cuevas, desarrolla Diego.
Asiento. Bien. Uno espera ms que sea malo y
mate a todos.
En el humor absurdo, la voz que narra no acude
a grandes esfuerzos de argumentacin para
convalidar lo insensato. En realidad, el truco de la
voz que cuenta, suele ser el de no advertir la
calidad extravagante de su material. Estrategia
decisiva es encajar lo inslito en el envoltorio
lingstico de lo conocido. Tambin discutimos
mucho sobre este aspecto tras la lectura del libro.
Es raro que un dragn aparezca en una farmacia,
explica Ivn. Interrogo: Qu genera eso, un
dragn en una farmacia as como si nada?.
Risas, me contesta. Pregunto si alguien en la
farmacia pareca sorprendido por esto. Con esta
intervencin trato de que salga a la luz cmo el
humor est generado por una situacin en lo que
lo extrao es percibido como natural. No, es
como normal, pero no es normal, argumenta Ian.
Les digo que eso tambin genera humor porque
en realidad todo el mundo se sorprendera de ver
un dragn en una farmacia. Que eso en el cuento
no pase, es gracioso.
Ms ttulos como (Gusti),La mosca Piatas
(Isol) y Hctor: El hombre extraordinariamente
fuerte (Magal Le Huche) completaron la
secuencia. A travs de su lectura analizamos otros
recursos y profundizamos sobre otros ya vistos.
Con el correr de las clases las intervenciones de los
chicos comenzaron a ser ms precisas y las
discusiones, ms largas. Fueron encontrndole el
gusto a la charla literaria.
La secuencia que relatamos no tuvo que ver con
leer y charlar un poco sobre lo ledo al terminar,
sino con realizar diferentes tipos de intervencio-
nes durante y al final de cada lectura. Se trat de
volver hacia atrs cuando algn nio quiso
explicar algo o releer un fragmento para
analizarlo. Otras veces preguntbamos acerca de
alguna lnea argumental. Nuestras intervenciones
tambin apuntaron a resaltar un recurso
determinado o a repreguntar y pedir ejemplos. En
ocasiones se hizo necesario ser incisivo y pedir a
los chicos que desarrollen algunas ideas y en otras
poner en palabras ms adecuadas algunas de las
explicaciones de los compaeros: resaltar una
conclusin, poner nfasis en una acotacin, etc.
En el caso de los libros lbum es importante
tambin mostrar detenidamente alguna imagen
para que los chicos la contemplen y encuentren
detalles significativos para la lnea argumental de
los textos.
Son estas intervenciones las que dieron sentido
a la discusin acerca de los textos literarios ledos y
los recursos utilizados por los autores.
Federico Milman
A libro abierto
33
Sacapuntas
-
Decenas de miradas ansiosas se detienen, el silencio va
invadiendo lentamente el ambiente. Una vozirrumpe, mientras otra
reacciona. Continan dialogando una detrs de otra, frente a
innumerables ojosque casi no parpadean, y otras tantas sonrisas que
acompaan. El silencio vuelve, uno o dos segundos, y losaplausos, al
fin, estallan.
Se abre el teln,se multiplican las lecturas
Todos los nios juegan a ponerse los zapatos
del padre y de la madre. Para ser 'ellos'. Para ser
ms altos. Pero tambin, simplemente, para ser
'otra persona' Todo sirve. La imaginacin del
nio, si se la estimula para que invente palabras,
se aplicar sobre todos los aspectos de la
experiencia que desafen su capacidad
creadora. Gianni RodarI
No pocas veces desde la escuela se propone
abrir las puertas de la cultura escrita, y del gnero
teatral en particular. Por esto mismo, resulta
interesante repensar diferentes dinmicas, en
donde se fomente la interaccin entre los
compaeros, el docente, los autores y las obras
seleccionadas.
Antes de avanzar en las experiencias puntuales
resulta interesante diferenciar, retomando a
Rodari, lo que es 'Teatro para los chicos y 'Teatro
de los chicos'. En el primero, ellos toman el rol de
espectadores, buceando en nuevos mundos
fantsticos. En el segundo, en cambio, se ponen
en el lugar de otro, interpretan un papel, inventan
una vida, descubren nuevos gestos, desarrollan su
expresividad. Son dos dinmicas bien diferentes,
pero igualmente importantes. Si la una y la otra
estn, y saben ponerse al servicio de los
muchachos, se complementan.
En nuestras escuelas, ms all de los actos
escolares, resulta poco comn el desarrollo de
proyectos de 'Teatro de chicos'. Por este motivo,
narraremos aqu una experiencia de este tipo, sin
dejar de mencionar la importancia de salir a ver
teatro con ellos.
Manos a la obra
Desarrollar una propuesta teatral por fuera de
los tiempos y pautas de un acto escolar, nos brind
un marco de mayor libertad en donde los chicos
pudieron ser los protagonistas de gran parte de las
decisiones del proyecto.
La iniciativa que nos dio el puntapi fue la
presentacin de una funcin de teatro ledo, para
ser escuchado por compaeros de otros grados
(otras opciones podran haber sido: para que lo
escuchen las familias del grado, o grabarlo y
sonorizarlo al estilo de un radio teatro para luego
subirlo a un blog). Frente a la propuesta, la
respuesta fue un desborde de entusiasmo; ellos
seran los protagonistas de ese da y esperaban
ansiosos comenzar a prepararlo.
La primera intervencin fue proponer la lectura
de varias obras de teatro, para luego elegir una por
grupo o pareja (segn la cantidad de personajes de
la obra). Una vez desplegadas las diversas obras
escogidas por encima de las mesas, los chicos
comenzaron a explorarlas. Lean sus ttulos,
autores y contratapas. Ms tarde, en soledad o en
pequeos grupos, fueron buscando rincones del
aula para zambullirse en su lectura. Los minutos
pasaban y las miradas estaban cada vez ms
concentradas en aquellos dilogos. Esta dinmica
la repetimos en otras horas, y tambin en las
casas, con prstamos por el fin de semana.
En simultneo fuimos planificando y llegando a
acuerdos sobre la organizacin del proyecto:
A libro abierto
34
-
quin nos va a escuchar, los das de ensayos, la
distribucin de tareas, los materiales necesarios,
etc. A medida que los das pasaban y los chicos
vean que se iba concretando lo planeado, su
compromiso fue en aumento. Acercaban de sus
casas otras obras. Comentaban en clase lo que
haban encontrado en internet sobre uno de los
autores que les haba gustado. Planteaban la
posibilidad de pensar el vestuario, ms all de que
sea teatro ledo. Entre tantas otras propuestas.
Al mismo tiempo que fuimos haciendo estas
primeras lecturas, hicimos otras de manera
colectiva, en donde analizamos diferentes pasajes
en los cuales se manifestaba cierta intensidad del
relato o motivaciones de los personajes. Detena-
mos la lectura y comenzaba el juego teatral. Con
uno o dos dilogos, nos turnbamos para repre-
sentarlos. Pensbamos cmo expresarlo, y le
ponamos el cuerpo. De a poco la timidez
desapareca y las risas se multiplicaban. Voces
gordas y enojadas, otras flaquitas y tristes, nadie
quera dejar de leer, de ponerle su voz.
Tambin hicimos otros juegos teatrales. Uno de
ellos consisti en leer una sola frase, pero
interpretando lo que indicaba la tarjeta que le
haba tocado. As fuimos viendo qu tanto podan
cambiar esas mismas palabras segn el personaje
que lo dijera y sus sentimientos (viejita enojada,
un ogro tmido, una hormiga alegre, una bailarina
eufrica, una gigante triste). Como cierre de
estas actividades charlbamos sobre la necesidad
de conocer el personaje que lemos y poder
expresar sus emociones.
Otros das nos dedicamos a analizar los aspectos
ms tcnicos del guion teatral. Para eso fuimos
pensando Qu partes del texto dicen los
personajes? Para qu piensan que se usa la raya
de dilogo? Y los parntesis? Para quin estarn
escritos? Para el pblico, para los actores?. Con
todo esto fuimos armando un glosario con
A libro abierto
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Sacapuntas
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36
A libro abierto
trminos y frases especficas del gnero teatral:
acto y escenas, anunciador o presentador, guion
de dilogo, acotaciones, escenografa, puesta en
escena, etc.
Luego de todas estas lecturas, que se fueron
abriendo como ramillete en muchas otras, nos
lleg el momento de detenernos a pensar qu nos
gustara mostrar y cules eran las obras ms
adecuadas a nuestro pblico. As seleccionamos 5
obras y armamos cinco grupos para poder abarcar
todos los personajes y que nadie se pierda la
oportunidad. Comenzamos as con la relectura de
estos textos.
En esta propuesta, los ensayos (lectura y
relectura en voz alta) del material seleccionado
cobraron sentido para los chicos por el hecho de
que el texto iba a ser ledo ante un pblico que
tena que entender y, en lo posible, compartir el
placer de la lectura y las sensaciones que el texto
transmite y el lector recrea.
Para esto la consigna fue buscar lo que ms les
guste y lo que ms pueda atrapar a la audiencia
para leer en la funcin. La idea fue seguir
reflexionando sobre los diferentes matices de las
obras de teatro y su lectura, interpretar cundo
los personajes estn hablando, cundo se est
haciendo una aclaracin o cundo se enfatiza un
parlamento. A su vez, pensar que la
velocidad o lentitud de la lectura
de cierto pasaje permite al lector in-
terpretar el ritmo de la historia. Para es-
to fue importante proponer ciertas relec-
turas de pasajes seleccionados por noso-
tros referidos a la intensidad de las emociones o
de un rasgo de temperamento de los personajes.
El objetivo era no slo leer con clara diccin
delante del auditorio, sino adems, lograr un
efecto en quien escuchaba.
Algunas notas al pie
Nos interesa sealar tambin que la preparacin
de la funcin de teatro ledo nos dio un marco de
significatividad para proponer otras situaciones
de escritura tanto colectivas o en pequeos
grupos tales como: preparacin de los programas,
confeccin de afiches informativos, invitaciones,
cartas de permiso, entre otras.
No podemos dejar de recalcar tambin el
compromiso que despiertan en los chicos las
propuestas teatrales en la escuela. Incluso
tambin cuando la consigna fuera la produccin
escrita de un guion. Quedar para una prxima
nota contar esa experiencia.
Nos gustara, finalmente, aclarar que no se trata
de un proyecto limitado a la expresin oral y a la
lectura. Dedicarle su justo tiempo a esta
propuesta, implica analizar en mayor profundidad
-
los textos teatrales. Cuando los personajes hablan
se expresan de diferentes maneras: piden,
ordenan, ren, se quejan; es decir, la carga
semntica de algunos verbos empleados permite
inferir el tono con que se leer cada parlamento
para explicitar los actos de habla de los
personajes. Por otro lado los personajes
manifiestan sus estados de nimo durante la obra,
es decir se muestran contentos, enojados,
temerosos, asustados. Estas motivaciones
muchas veces se explicitan en el texto a travs de
las marcas lingsticas (signos de entonacin,
letras maysculas, detalles tipogrficos), y otras
tantas el lector debe reponerlas a partir de su
propia interpretacin.
Este proyecto nos aport un marco de
motivacin y sentido a la lectura y relectura de
una obra. De este modo, nos resultaron fructferas
las reflexiones acerca del lenguaje que fuimos
planteando, ya que los propios chicos fueron
apropindose de esas preguntas y de esas
respuestas que fuimos construimos y sistematiza-
mos entre todos.
37
Sacapuntas
A libro abierto
Las voces no callan
As lleg el esperado da, toc el timbre de fin del
recreo y los chicos festejaron. Nuestra aula ya
estaba convertida en auditorio. De a poco se
fueron acomodando nuestros pequeos invitados
para la primera funcin. El silencio fue invadiendo
lentamente el ambiente. Una voz irrumpi, otra
reaccion(1). Innumerables ojos que casi no
parpadearon y enormes sonrisas nos acompaa-
ron. El silencio volvi uno, dos segundos, y los
aplausos estallaron.
Hernn Cortias
(1) La Calle de los Fantasmas de Javier Villafae,
ediciones varias.
Pueden encontrar obras de tatro en:
& Villafae, Javier: ,Cuentos y tteres
Ediciones Colihue.
& Fernndez, Ren: ,Reinas y leyendas
Ediciones Teatro Papalote.
& Basch, Adela: , Sudame-Llegar a Marte
ricana.
& Basch, Adela: El reglamento es el
reglamento, Sudamericana.
& Pescetti, Luis Mara: Historias de los
seores Moc y Poc (dilogos), Sudamericana.
& Pescetti, Luis Mara: (dilogos)Natacha ,
Sudamericana.
& Coleccin de EdicionesMascaritas
Colihue
-
Es posible crear una comunidad de lectores enel aula? Qu puertas
nos abre leer una novelaen tercer grado? Qu lugar le cabe a la
lecturapor placer en nuestras clases? Una experiencialiteraria para
seguir pensando estas preguntas.
Un misterio de novela
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A libro abierto
Una experiencia de lectura en 3er grado
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Sacapuntas
A libro abierto
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40
A libro abierto
En un segundo grado de una escuela pblica delbarrio de
Caballito, las historietas hicieron lahistoria. En esta nota pueden
leer unaexperiencia, un camino posible entre tantos, paraabordar la
lectura y produccin de historietas enel aula.
Historias encuadritos
Haba una vez un proyecto de lectura y escritura
que comenzaba distinto. Esta vez no haba una
vez. A las letras a veces confundidas de los chicos
que recin empezaban segundo se sumaron otras
formas que dejaba el lpiz. Al lpiz negro se le
aadieron los colores. El lenguaje del abecedario
se contamin con dibujos. En este caos de trnsito
entre las palabras y otras formas distintas de
contar, nos embarcamos cuando empezamos a
trabajar con historietas.
De mltiples lecturasA menudo en la escuela primaria nos
olvidamos
que el cuerpo, las imgenes, la voz tambin
pueden ser buenos narradores. Como fruto
inevitable de esta amnesia colectiva antes de
encarar el proyecto me invadieron no pocas
dudas: Podrn los chicos contar una historia que
se entienda fundamentalmente a travs de
dibujos? Cmo enseo el meticuloso lenguaje
del dibujo, el uso de los planos, los colores, los
movimientos? Y si se pasan completa, la jornada
simple dibujando y pintando? Escribirn poco?
Desoyendo estas inquietudes tom coraje -y
unas cuantas historietas- y empezamos a andar.
Lo nico que tena claro es que primero
debamos leer mucho. Y bajo esta idea empez a
armarse una biblioteca del aula slo con
historietas. Junto con los chicos, organizamos la
biblioteca y los prstamos para llevar a casa. Los
viernes era el da elegido para la gran cita: el
bibliotecario, elegido minutos antes ordenaba en,
mi escritorio las historietas que haban devuelto el
da anterior. Por turnos iba llamando a sus
compaeros, que desde su silla hacan malabares
por descubrir si an permaneca en el lugar aquel
librito en el que haban puesto el ojo y por el que
estaban esperando. Mientras tanto los que
esperaban su turno cumplan con la tarea a la
perfeccin: del murmullo al bochinche, en sus
pequeos grupos se encargaban de comentar
sobre aquello que haban ledo. Yo serpenteaba
entre los grupos disfrutando sus comentarios y
pidiendo explicaciones: Qu te pareci Mayor y
Menor? Por qu te gust? Qu te parecieron las
ilustraciones? Sabs que es del mismo autor que
Misin + cota? Pronto la ansiedad y la voracidad
lectora de los chicos hizo que crecieran a dos los
das de prstamo y que los ms de treinta ttulos
que tenamos en el aula no alcanzaran y
tuviramos que ir por ms.
Otra actividad habitual de lectura de historietas
se daba dentro de la escuela. Logramos justificar,
en parte, el cuantioso gasto de la pizarra digital,
que sirvi para que todos pudiramos leer en
simultneo la misma historieta. Poco a poco
pasamos de ser lectores de dilogos a lectores
mltiples: de letras, de colores, de los gestos de los
personajes, de los planos, de los textos, del uso de
los cuadros. Las preguntas y respuestas
circulaban: Por qu en este cuadro aparece slo
la cara del personaje en grande? Por qu habrn
dibujado este globo como con pinches? Qu
quiere decir el autor con toc toc? Por qu salen
estas rayitas de los pies de los personajes? Y esa
lamparita que sale de una cabeza? Por qu el
ltimo cuadro en esta historieta es ms grande
que los dems? Todo deba ser ledo para ir enten-
diendo el lenguaje en el que nos contaban.
Debamos ir descubriendo los recursos de los
historietistas para hacerlos propios a la hora de
producir. Pronto para los chicos los cuadraditos o
marquitos empezaron a llamarse vietas y
expresiones como onomatopeya o globo de
pensamiento fueron de uso cotidiano.
De lectores a dibujantesCuando lleg el momento en que las manos
ya
queran ponerse a la obra, la vieta en blanco no
pareca la mejor manera de comenzar.
-
41
Sacapuntas
A libro abierto
Es bien sabido que antes de comenzar a escribir
un cuento muchos escritores planifican la historia,
hacen un punteo, bosquejan un esqueleto.
Planificar un cuento es una actividad habitual
antes de ponerse a escribir en los primeros
grados. Las historietas por estar dibujadas, a veces
padecen la mala fama de parecer un trabajo
espontneo, a mano alzada, hasta fcil pero sin
embargo con ellas no ocurre lo contrario. No son
el producto inmediato de la inspiracin de algn
genio, tambin se planifican. A esas planificacio-
nes se las llama guin de historieta. Y por ah
continuamos.
Los chicos leyeron guiones de historietas para
saber como deberan escribir los suyos.
Aprendieron que en los guiones se escribe cuadro
por cuadro, tanto lo que el dibujante debe dibujar
como los textos que van a aparecer en forma de
dilogo, carteleras o cartuchos.
Leyeron guiones y dibujaron las historietas en los
cuadros a partir de lo ledo, tuvieron que traducir
el personaje camina enfurecido del guin, por
cejas puntiagudas de enojo, hombros alzados y
rayitas de movimientos entre una pierna y la otra.
En este viaje del lenguaje escrito al lenguaje
plstico tuvieron que poner en juego aquello que
con tanto detenimiento habamos analizado en las
lecturas anteriores.
Los trabajos con los guiones continuaron. Los
cuadernos comenzaron a llenarse de consignas:
Complet el ltimo cuadro de este guin,
pensando el final para la historieta, Mir
atentamente lo que dice el primer cuadro y el
ltimo de este guin y escrib que podra suceder
en el cuadro del medio, Le atentamente lo que
pasa con los personajes de esta historieta y escrib
los dilogos.
Nuestra propia FloripLo que comenz como una posibilidad remota
se
convirti en un hecho: un historietista de verdad,
Clemente Montag, dibujante de Patoruz y autor
de conocidas historietas iba a visitarnos. A sus
pequeos colegas de mi grado, que tachaban en el
calendario hasta los segundos que faltaban para la
visita, se les ocurri esperar al invitado con una
sorpresa. As fue que decidimos comenzar a
trabajar con un personaje creado por l y sus
historias: Florip. Esa
b r u j a e n a n a y
traviesa de Montag
se multiplic por
cada uno de los chi-
cos. Ellos crearon
sus propios brujos,
les pusieron nom-
bre, los dotaron de
elemento mgico y
escribieron una fr-
m u l a p a ra s o l u -
cionar problemas
semejantes a los que
resolva nuestra mu-
sa. En un primer cua-
dro de historieta,
apareca Florip ob-
servando a un ven-
dedor de globos que
-
a fuerza de stos comenzaba a despegar del suelo.
Acto seguido Florip apareca en primer plano
sentenciando sus palabras mgicas para resolver
el problema en la vieta siguiente, transformando
los zapatos del vendedor en un pesado calzado de
hierro. Los chicos se animaron a replicar la magia a
travs de sus propios brujos que, enfrentados a la
misma situacin, resolvan la ltima vieta atando
al vendedor a la vereda con los hilitos de sus
propios globos, convirtiendo las piernas del
globero en las races gordas de un rbol para que
no se vuele o simplemente transformando sus
globos en plumitas.
De dibujantes a guionistas: ida y vueltaExpertos en este asunto
de los guiones y las
vietas, lleg el momento de comenzar a pensar
en historias de su absoluta autora y para ello en
sus personajes. El aula se colm de brujas,
superhroes, chicos como cualquier otro,
conejos ladrones y otros personajes que salieron
de sus cabezas y aterrizaron directamente en sus
cuadernos. Les pusieron nombre, gustos,
ocupaciones, enemigos. Les probaron vestuario,
formas, colores. Les eligieron un escenario donde
andar sus aventuras. Y ya los tuvieron preparados
para meterlos en una historia.
Con un lpiz negro y mucha goma comenzaron a
circular los borradores de los guiones que ponan
en accin a esos personajes. Los revis, los
revisaron, los revisamos.
Ellos haban aprendido que a veces las
historietas tienen dos autores: un guionista y un
dibujante. Y por ese motivo los guiones deben ser
lo ms claros posibles para poder transmitir a
otro, cuadro a cuadro, la idea de la historia. Como
si todo lo anterior hubiera sido poco, los guiones
de los chicos tambin enfrentaron esta prueba.
Cada uno encomend el guin a un compaero
que asumi el rol del dibujante, poniendo a
prueba la eficacia comunicativa de sus escritos.
Manos a la obraYa habamos planeado que tanto trabajo se
mereca un final a gran escala. Habamos
desechado hace ya algn tiempo la idea de la
revista con las historietas propias como producto
final, cambindola por un festival de historietas.
Las historietas que estaban a punto de tomar
cuerpo en el papel iban a ser expuestas en las
paredes de la escuela y para ello las hojas nos
quedaron chicas.
Armados entonces con cartulinas, lpices,
tmperas y acuarelas, varias veces los chicos
tuvieron que zambullirse de panza en el piso del
saln de actos para dibujar aquello que dictaban
sus guiones. Los guiones -siempre a mano- se
fueron metamorfoseando a partir de los tmido