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mouro. iesalber ic ia@gmai l .com
n 24
WWW.IESALBERICIA.COM
EN RECUERDO DE LORENZO BOLADO
Los rugidos de la galerna no pueden acallar la voz del vate de
Mouro, y tampoco hay tinta que emborrone su estampa, la del amor
pirata que a fuerza de padecer ha enraizado a los pies de un faro
como la roca milenaria a donde van a morir las utopas (o a
nacer).
Maana, el principal problema no ser la liber-
tad de expresin, sino la capacidad para salir de la
comunicacin mediatizada para intentar una co-
municacin directa, humana y social
- Dominique Wolton, del artculo Escapar de la comunicacin
me-
diatizada publicado el Le Monde Diplomatique -
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Querido pap, querido Lorenzo:
Hola papi,
Tras muchos emails intercambiados, muchas cartas escritas,
muchas postales llegadas desde puntos diferentes del planeta, esta
ser la lti-ma vez que te escriba, la definitiva, una carta de adis,
de despedida.
Muchas veces me han hecho la misma pregunta, Quin es tu dolo? A
quin te gustara parecerte si pudieras escoger? Mi respuesta, sin
titubeo alguno, era siempre la misma, a mi padre.
El por qu es simple. Jams he conocido, ni creo que conozca, a
alguien como t. Hom-bre de pocas palabras pero de gran corazn. Tus
ojos claros lo decan todo, tu sonrisa era siempre verdadera, tus
consejos siempre sabios y tu actos siempre prudentes y sinceros.
Eras especial, diferente.
Todas y cada una de las personas que estn aqu hoy no saben que
eras un apasionado de la msica, lo que disfrutabas viendo el
Concierto de Ao Nuevo de Viena o que te gustaba tumbarte en el sof
y escuchar una pieza de msica cada da.
Tampoco saben que te encantaban los anacardos, levantarte en
mitad de la noche a tomar un vaso de leche con bizcocho o comer los
mejillones que te preparaba la ta Pili.Fuiste la persona que nos
inculco el amor por la fotografa, por el arte, por el cine, por
la lectura y por un sinfn de cosas ms
Me gustaba verte en pijama, en la mesa de la cocina estudiando
francs y que me preguntaras tus dudas, verte construyendo maquetas,
que me esperaras para hacer un puzle, tambin entrar por la puerta
de casa y or de fondo algn documental de la Segunda Guerra Mundial,
saba que estabas arriba, justo al final de las escaleras.
Te quedaron muchas cosas por hacer como ensearnos a jugar al
ajedrez, terminar la carrera de Derecho, ver a los nietos que algn
da llegaran y ser tan buen abuelo como padre.
No importa. Durante tus 56 aos viviste muchas cosas Quin podra
creer que pasaste tu infancia en frica? Cuando ramos pequeas nos
encantaban tus historietas.
Toda la comunidad educativa relacionada con el IES La Albericia
rindi el pasado 19 de noviembre de 2014 un clido homenaje al que
fue su director Lorenzo Bolado Revuelta. La msica, las imgenes y
las palabras llegaron a las personas que abarrotbamos el hall del
instituto en una tarde emotiva.Los recuerdos de su vida fueron
desfilando en una pantalla acondi-cionada al efecto y las palabras
de cario, agradecimiento y reconoci-miento emocionaron a los
asistentes. Entre los que subieron al estra-do, su hija mayor,
Paula Bolado, y el actual director del IES La Albericia, Miguel
ngel Ortiz, cuyas intervenciones reproducimos aqu.
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Recordar siempre tu humor ingls aunque nunca pudimos ir contigo
a Londres, los piques con Lidia en un BarcaMadrid, verte rer a
carcajada limpia en el cine mientas veamos To Be or not To be. Todo
un clsico como t decas
Pero sin duda lo ms importante que hiciste fue creer en
ti, creer en la vida, creer en los sueos. Fuiste una persona
luchadora, te levantaste tras cada cada, te enam-oraste, perdiste
al amor de tu vida, nuestra madre, y tuviste el valor de volver a
hacerlo de volver a enamo-rarte y de volver a ser feliz con una
estupenda mujer.
Ese es el recuerdo que nos dejas una persona feliz, orgullosa de
sus hi-jas que no seran lo que son hoy sin ti.
Gracias papa, por darnos a m y a mi hermana los valores
esenciales de la vida, por ensearnos todo lo que sabas, por darnos
todo lo que tenas y por confiar en nosotras.
Antes de cada discurso, eras t el que se pona frente al espejo y
anudndote la corbata me preguntabas inseguro Paula esto combina
bien? Hoy soy yo la que se siente inse-gura y har lo que t hubieras
querido hacer, dar las gra-cias a cada una de las personas que estn
aqu y a todas aquellas que quisieran estar y no han podido
acudir.
Gracias a todos por estar siempre. En cada problema, en cada
risa, en cada celebracin. Sois su familia y la nuestra tambin.
Gracias porque completabais su vida, l era feliz al levantarse cada
da y os adoraba a todos, compaeros y alumnos.
Todos sabemos que no ser fcil no verte recorrer los pasil-los
con tus libros bajo el brazo o sentado en tu despacho, ser difcil
no poder llamar y preguntar a Amparo, Ludy o Mara Est pap?, no
verte tumbado en la cama prepa-rando exmenes y corrigindolos
Pero nos queda tu trabajo, tu esfuerzo y el resultado. Lo has
hecho muy bien papa. Muy bien.
Ahora descansa.
Nada volver a ser igual pero tomamos nota. Sea lo que sea, ser
de verdad y s, seremos felices. Si t pudiste no-sotros
podremos.
Hasta siempre pap.
Paula
En primer lugar quiero agradecer vuestro apoyo durante estos dos
duros meses que nos ha tocado vivir y vuestra presencia hoy aqu
para mostrar el reconocimiento que se merece Lorenzo como profesor,
compaero, director de este centro y amigo de muchos de
nosotros.
No estoy seguro de que Lorenzo estuviera muy conforme con la
idea de meter tanto ruido en torno suyo. Recuerdo como se rea
cuando su hija le reprochaba en broma el jaleo que l haba provocado
con su ingreso hospitalario por
legionela hace ahora unos 10 aos. En cualqui-er caso, abusando
de la confianza y sabiendo que la opinin de la mayora era para
Lorenzo argumento de peso, nos hemos decidido a or-ganizar este
encuentro en torno a su memoria, o quiz mejor, en torno a su
presencia.
Alguien deca, y cito textualmente que un profesor trabaja para
la eternidad, nadie puede predecir donde acabar su influencia. A lo
largo de los ltimos 25 aos se dedic a la enseanza con
profesionalidad, honradez e
ilusin. En los ltimos das he recibido distinto mensajes de
antiguos alumnos; este llega desde lejos y dice: La verdad es que
puedo decir con rotundidad que ha sido el mejor profesor de ingls
que he tenido. Nunca tuve un nivel de ingls como ese ao. Era
cercano y estricto, era honesto y tranquilo, pero sobre todo era
buena persona. No puedo hablar por todos los alumnos que han pasado
por sus clases, pero s puedo afirmar que la huella que ha dejado en
nosotros, sus compaeros y amigos, perdurar para siempre.
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Lorenzo siempre entendi su trabajo con un gran sentido de
equipo, de grupo, buscando que todo el mundo se sin-tiera a gusto,
que pudiera desarrollar sus proyectos con la libertad y el apoyo
suficiente. La prudencia, la mano izqui-erda, y la reflexin unidas
a la inteligencia fueron siem-pre su gua en la manera de proceder.
Supo delegar en muchos momentos, ponerse al frente en otros y
siempre defendi con determinacin a sus compaeros y a nuestro
Centro. Seguro que en un partido de ftbol se identificara antes con
el rbitro que con cualquiera de los bandos, huyendo del
protagonismo, velando por el cumplimiento de las reglas del juego,
con firmeza pero sin ostentacin, marcando los tiempos y buscando un
segundo plano en las celebraciones - aunque tampoco se qued nunca
atrs a la hora de tirar los limones al aire.
En toda su trayectoria profesional ha sido un firme de-fensor de
la Enseanza Pblica y de calidad, abierta a la participacin de toda
la comunidad educativa, defensora de los valores democrticos y de
la creacin de ciudadanos libres y crticos y, en nuestro centro
especialmente en la atencin a las diferencias y dificultades de
nuestros alum-nos.
Para celebrar y reforzar ese espritu de Lorenzo de com-paerismo,
de respeto, de inclusin, de tolerancia, que ya
forma parte del ADN del IES de La Albericia, la comunidad
escolar ha decidido que el saln de actos del Instituto lleve en
adelante su nombre: Lorenzo Bolado.
No quisiera acabar sin recordar alguno de los muchos momentos
vividos muy cerca de Lorenzo durante estos ltimos 20 aos: recuerdo
muchas tardes de domingo vien-do los partidos de su Real Madrid,
algn defecto deba de tener, los maratonianos septiembres, en los
que el Instituto se converta en nuestra primera casa y su especial
hab-ilidad para encontrar arreglos a los horarios, su humor
inteligente que en su caso se puede decir que era doble-mente ingls
y, por ltimo, sus ganas de vivir y de luchar a pesar de los duros
momentos que tuvo que pasar.
Para terminar quiero agradecer a Paula y a Lidia, al resto de
sus familia, al presidente de la Permanente de Direc-tores, a los
representantes de la Administracin y al resto de compaeros su
contribucin a este acto e invitaros a todos a que posteriormente
utilicis este micrfono para compartir con todos nosotros aquellas
ancdotas, impre-siones o reflexiones sobre la figura de Lorenzo que
podis recordar con ms cario.
Miguel ngel Ortiz
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EDITORIAL
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T ermina el ao 2014 que para nuestra comunidad ha supuesto
simplemente la materializacin de una pesadilla anunciada de
antemano. Durante el curso pasado continu la ofensiva sin cuar tel
contra la enseanza pblica. Las consecuencias de los recor tes en
los recursos econmicos y humanos se han hecho cada vez mas insopor
tablemente evidentes. El aburrido mantra es inev-itable y adems
necesario repetido desde los despachos de la Consejera de Educacin
como justificacin de sus despropsitos ha acabado agotando incluso a
odos que se tenan como muy pacientes. Peor incluso ha sido la
estrate-gia elaborada desde los responsables de la innovacin
educa-tiva que parecen, a juzgar por sus resultados, un burda
tapad-era y deficiente compensacin de los desmanes cometidos en
esta legislatura. La puesta en marcha y el estrepitoso fracaso de
unos pretendidos planes de calidad -como el de-nominado Punto
Neutro cuyo resultado puede calificarse sin exageracin alguna de
escenario grotesco- ha evidenciado otra vez ms el perfil de unos
gestores que ya no merecen ni un minuto ms nuestra confianza. La
apelacin por par te de estos responsables del saqueo contra la
enseanza pblica, a nuestra profesionalidad e imaginacin, como
herramien-tas para contrarrestar las consecuencias de su poltica
ed-ucativa, constituye sin lugar a dudas un insulto intolerable a
nuestra dignidad como docentes y al mismo sentido comn. Es el
cuento del bandido generoso con otra vuelta de tuerca. No solo no
nos despojan de todo en un acto de prodigalidad encomiable, como en
el cuento tradicional, adems ahora tambin nos quieren orientar
sobre como podemos sor tear con inteligencia los trastornos y
dificultades producidos por el mismo acto del bandidaje.
Este ao de 2014 ha sido tambin un ao de aniversarios. Se han
cumplido 40 aos de la Revolucin Por tuguesa del 25 de abril que
puso fin a la dictadura ms larga de Europa occidental, y 40 aos de
la cada del rgimen de los coroneles en Grecia. Dictaduras, no lo
olvidemos, sostenidas por los mis-mos sectores sociales que ahora
imponen esta ofensiva brutal contra los derechos sociales y
polticos que edulcoran como poltica de ajustes necesarios. Nos
encontramos sin embargo en un periodo de retroceso de los valores
democrticos en esta vieja Europa. Aquellos principios de equidad y
liber tad que sacudan al mundo solo hace 4 dcadas parecen
rele-gados a un bal en el desvn de nuestras memorias. Es un captulo
negro de la lucha de la civilizacin contra la barbarie como dira
Hobsbawm. Se trata a fin de cuentas de la vieja lucha de la palabra
y la razn contra el oro y su terrible fuerza
de coaccin. No hay duda de que en los ltimos 30 aos las primeras
(palabra y razn) han retrocedido y han abandonado posiciones
estratgicamente impor tantes, aunque tambin se han conquistado
otras igualmente impor tantes a cor to, medio y largo plazo. Todava
hay pues barricadas que defender como sentenciaba Walter Benjamin
cuando esta misma barbarie, con el uniforme entonces del fascismo,
cometa atrocidades por los mismos territorios en los que ahora
despliega el pauperis-mo y la desolacin creciente entre una masa
social cada vez mayor, si bien actualizada hoy su indumentaria con
trajes de diseo y convenientemente librada de aquellos llamativos
cor-reajes. No es una afirmacin gratuita. Grandes corporaciones
europeas y conocidas familias (con nombres y apellidos) que
sostuvieron econmica y polticamente la barbarie nazi-fas-cista de
la dcada de los aos 30 y primera mitad de los 40, tienen hoy un
peso similar al que ostentaron entonces sobre la instituciones
europeas que disean en el presente las polti-cas de ajuste.
Pero, por otra par te, hay indicios de que este ciclo omino-so
est llegando a su fin. La indignacin parece aflorar donde hace poco
solo se manifestaba el miedo y la incer tidumbre. Gerald Brenan
reflexionaba en su El Laberinto Espaol publica-do en Gran Bretaa en
1943 sobre una peculiaridad constante en la Historia de la Espaa
Contempornea . El pueblo espaol -afirmaba- tiene una enorme
paciencia, pero cuando estalla no hay quien lo detenga.
Creemos en Mouro que es hora de movilizarse en defensa de la
razn y de los valores cvicos y hacer que sea ahora a la barbarie a
quien le toque dar marcha atrs muy pero que muy atrs.
EL FINAL DE UN CICLO OMINOSO?
Aquellos principios de equidad y liber tad que sacudan al mundo
solo hace 4 dcadas parecen relegados a un bal en el desvn de
nuestras memorias
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OPININ
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O PINI
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ISABEL COFIO
Desde hace seis aos la Univer-sidad de Cantabria, a travs del
Aula de Patrimonio Cultural, est promoviendo una serie de
actividades que tienen como fin acercar el Pat-rimonio
histrico-artstico de la regin a todo tipo de pblico,
independientemente de su edad y formacin. Entre ellas, las
Lecciones de Arte y Patrimonio, en las que se realizan visitas
guiadas a diferentes monumentos y lugares de inters de la regin,
son, sin duda, las que gozan de una ma-yor acogida, a juzgar por el
elevado nmero de personas que asisten a cada una de dichas visitas.
Sin embargo, se echa falta una mayor afluencia de jvenes, ya que la
edad media de los asistentes ronda los cuarenta-cincuenta aos.
Esto, unido a otra serie de consideraciones, como la falta de
conocimiento de los alumnos de Secundaria y Bachillerato sobre
aspectos relacionados con el Patrimonio de Cantabria, ha llevado al
Aula de Patrimonio a poner en marcha un nuevo proyec-to: el
Observatorio del Patrimonio, dedicado, en su primera edicin, al
anlisis de la situacin del Patrimonio en la Enseanza.Para ello se
reuni a un grupo de profesores de Secundaria y de la Universidad de
Cantabria, jun-to a responsables de la administracin y a
profe-sionales de diferentes mbitos relacionados con la conservacin
y difusin del Patrimonio. A lo
largo de una maana todos ellos abordaron di-versos temas, como
el conocimiento que tienen los jvenes sobre el Patrimonio, en
general, y de su regin, en particular ; la manera de enfocar desde
la Enseanza Secundaria y el Bachillerato la formacin en este rea de
conocimiento; las medidas que se pueden tomar desde la
admin-istracin para promoverlo o las consecuencias que se
desprenden del desconocimiento de los jvenes sobre los aspectos
relacionados con el Patrimonio.Para los all presentes, los escasos
o nulos cono-cimientos que tienen muchos estudiantes sobre aspectos
relacionados con el Patrimonio Cultur-al son un reflejo de la
actuacin de las adminis-traciones educativas, que no ofrecen
soluciones para paliar esta situacin que, adems, se ver agravada
con la nueva legislacin educativa. Por otro lado, los propios
museos y centros de in-terpretacin de la administracin cobran, en
mu-chos casos, entrada para la realizacin de activ-idades
extraescolares, lo que no deja de ser un obstculo para que stas se
lleven a cabo. ni-camente algunas iniciativas puntuales, fruto, en
muchos casos, de la inquietud de algn profesor, ofrecen a los
alumnos la posibilidad de iniciarse en el mbito del Patrimonio
Cultural. El resultado final es que un joven puede titularse en ESO
y en Bachiller sin saber nada o casi nada de Patri-monio.Tras
evaluar todos estos aspectos, tambin se
ofrecieron una serie de propuestas con la in-tencin de que
puedan servir como punto de arranque para mejorar la situacin
actual. Estas propuestas van desde la introduccin de cambi-os en la
legislacin educativa para que aspectos como el Patrimonio Cultural
formen parte de las programaciones de la Enseanza Secundaria y
Bachillerato, hasta hacer posible que los profe-sores dispongan de
ms margen para desarrollar proyectos propios, sin estar tan
supeditados a las pruebas de diagnstico o a la propia P.A.U.
Asimismo, se dio especial importancia a que dichos docentes tambin
cuenten con ms herramientas para formarse espe-cficamente en
ma-teria de Patrimonio, como paso previo indispensable para la
transmisin de es-tos conocimientos a los alumnos.No se puede
apre-ciar y valorar lo que se desconoce, de modo que debe-mos
empezar sensibilizando a los estudiantes con lo ms pr- ximo, con el
Patrimonio
Cultural de su entorno ms cercano (pueblo, mu-nicipio, comarca,
regin). Si conseguimos eso, lograremos impedir que muchos jvenes
asistan impasibles al deterioro o destruccin de elemen-tos del
pasado, en muchos casos irrecuperables.
La enseanza del Patrimonio Cultural en la Educacin Secundaria y
el Bachillerato: un reto para los docentes
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O PINI
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Casandra y la ltima llamada
Manifiesto ltima LlamadaEn este verano de 2014, un grupo de
cientficos (ingenieros, fsicos, bilogos, gelog-os y economistas
ecolgicos) junto con activistas sociales y ambientales, han
elab-orado el Manifiesto ltima Llamada, con el fin de advertir al
mundo poltico y a la sociedad espaola de la situacin de emergencia
que atraviesa la humanidad como
consecuencia de la sobreexplotacin y contaminacin de los
sistemas del planeta a
causa de nuestro modo de vida consumista y derrochador. La
crisis actual no es meramente
una crisis econmica, es una crisis de civi-lizacin.Como se dice
en el Manifiesto, estamos atrapados en la dinmica perversa de una
civilizacin que si no crece no funciona y si crece destruye las
bases naturales que la hacen posible. El mantenimiento de nuestro
modo de vida supone una huida hacia ade-
lante, continuar con el crecimiento econmico pase lo que pase. Y
lo que est sucediendo es que algunas fuentes de energa, como el
petrleo y el gas natural, se estn agotando y son muy difcilmente
sustituibles por lo que
sin energa suficiente jams podremos salir de esta crisis
econmica. Y lo que es peor todava. El cambio climtico, que ya es
evidente, amenaza con destruir las condiciones de existencia de
sociedades humanas complejas. Miles de personas en Espaa difunden
este mensaje en conversaciones entre amigos, impartiendo charlas, a
travs de sus blogs en la red y tambin, aunque muy pocas veces, lo
han podido hacer en cadenas de TV. Pero al parecer su mensaje est
tocado por la maldicin de Casandra.Casandra era una princesa
troyana que, tentada por el dios Apolo, accedi a tener un encuentro
carnal con l a cambio de dotarla con poderes adivinatorios. Una vez
que Casandra adquiri estos poderes profticos, se desdijo de su
compromiso y el dios Apolo, no pudiendo despojarla de estos
poderes, hizo que la gente hiciera caso omiso de los vaticinios de
la princesa.Queda un lustro, cinco aos para actuar. Y por eso lo
que pide este manifiesto es que se informe y se abra un debate
trasversal abierto a toda la ciudadana sea cual sea su color
poltico, para conocer la extrema gravedad de la situacin e intentar
mitigar los efectos de la crisis energtica y del cambio climtico
sobre los ecosistemas y la poblacin espaola. Esperemos que esta
propuesta se lleve a cabo y que, por fin, se rompa el maleficio de
Casandra que, hasta el momento, ha impedido informar y conocer la
situacin tan crtica que atraviesa el mundo. Os dejo con la pieza:
Manifiesto ltima Llamada.
MXIMO LUFFIEGO
Los ciudadanos y ciudadanas europeos, en su gran mayora, asumen
la idea de que la sociedad de consumo actual puede mejorar hacia el
futuro (y que debera hacerlo).Mientras tanto, buena parte de los
habitantes del planeta esperan ir acercndose a nuestros niveles de
bienestar material. Sin embargo, el nivel de produccin y consumo se
ha conseguido a costa de agotar los recursos naturales y
energticos, y romper los equilibrios ecolgicos de la Tierra.Nada de
esto es nuevo. Las in-vestigadoras y los cientficos ms lcidos
llevan dndonos fundadas seales de alarma desde principios de los
aos setenta del siglo XX: de proseguir con las tendencias de
crecimiento vigentes (econmico, demogrfico, en el uso de recursos,
gen-eracin de contaminantes e incremento de desigual-dades) el
resultado ms probable para el siglo XXI es un colapso
civilizatorio.Hoy se acumulan las noticias que indican que la va
del crecimiento es ya un genocidio a cmara lenta. El declive en la
disponibilidad de energa barata, los escenarios catastrficos del
cambio climtico y las tensiones geopolticas por los recursos
muestran que las tendencias de progreso del pasado se estn
quebrando.Frente a este desafo no bastan los mantras cosmticos del
desarrollo sosteni-ble, ni la mera apuesta por tecnologas
ecoeficientes, ni una supuesta economa verde que encubre la
mercantilizacin generalizada de bienes naturales y servicios
ecosistmicos. Las soluciones tecnolgicas, tanto a la crisis
ambiental como al declive energtico, son insuficientes.
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O PINI
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Memoria de la barbarieMARA JOS SAGASTI
Nadie vio ni oy nada. Eso es lo extrao. Olor a carne quemada y
humo denso al incinerar los cuerpos para que no quedaran huellas de
sus crmenes. La polica se los llev, el ejrcito estuvo presente, los
paramili-tares actuaron. Nadie oy los gritos, los golpes, la
angustia. Se los llevaron de noche. Les hicieron bajar del vehculo,
los tor-turaron, los quemaron vivos. Eran 43 jvenes estudiantes de
magisterio, de familias campesinas pobres. Despus se supo que antes
haban desaparecido otros 30 adolescentes en la misma ciudad y
tampoco nadie dijo nada. Empezaron a con-tarse por todo el pas,
pasaba de 100.000 asesinados y 30.000 desaparecidos. Jvenes,
mujeres, hombres, nios, ancianos,Nadie se haba atrevido a decir
nada hasta entonces. Amena-zas, extorsiones, crcel. Silencio de
tumba e Impunidad total del narcoestado terrorista en guerra contra
su propio pueblo. Los jefes de gobierno arriban a Veracruz para
celebrar la cumbre iberoamericana. Acuerdan crear una plataforma
dig-ital internacional para desarrollar la educacin. Los altos
mandatarios no hablaron de Ayotzinapa. Felicitaron a Felipe VI por
la sucesin al trono. 6 de diciembre de 2014.
Mxico. Siglo XXI. Memoria de la barbarie
Nadie dijo, ni vio, ni oy nada. Eso es lo raro. Olor a gas y
carne quemada, humo denso al incinerar los cuerpos para que no
quedaran huellas de sus crmenes. Los militares con el brazalete
rojo gamado se los llevaron, los sacaban de sus casas y nadie vea
ni oa nada. Las vctimas fueron presenta-
das como culpables, con una estrella cosida en la solapa. Les
hicieron bajar del tren, los torturaron lenta y brutalmente, los
asesinaron con eficiencia productivista. Cada da desaparecan miles,
despus se supo que fueron exterminados millones en toda Europa.
Jvenes, mujeres, nios, hombres, ancianos. Nadie dijo nada en aquel
tiempo, tampoco los que deberan haber hablado. Silencio de tumba e
impunidad total.
Alemania nazi. Siglo XX. Memoria de la barbarie
Sobre las fosas comunes desenterramos nuestra memoria, nuestra
historia robada y prohibida. Ms de 120000 jvenes, hombres, mujeres,
ancianos asesinados y arrojados a fosas comunes en toda la geografa
hispana. Los sacaban de sus casas o de las crceles, maniatados, les
daban el pasello. En las cunetas, en campo abierto y paredones
blancos de cementerio exhalaron el ltimo aliento. Balas por todo el
cuerpo, in-cluido el tiro de gracia en la nuca.Se impuso la
mordaza. Nadie oy, dijo, ni vio nada, estaba prohibido tras el
golpe de esta-do militar franquista. Despus convino el olvido a las
fuerzas
que pactaron la Transicin y lo llamaron reconciliacin, lo
dejaron escrito en sus documentos: Hay que olvidar. No hubo
reconciliacin porque no se hizo justicia, no se cont la verdad, no
se repar a las vctimas republicanas y a sus famil-ias
represaliadas. Impunidad total. No es de extraar. Pero hoy
desenterramos nuestra memoria porque los criminales cometieron un
grave error : no los quemaron. Nadie puede seguir callando, nadie
puede estar ciego ni sordo ante el hor-ror de una fosa comn.
Espaa 19362014. Memoria de la Barbarie
Por la aparicin con vida de los 43 estudiantes de magisterio de
la escuela Rural Isidro Brugos, de Ayotzinapa, Guerrero, Mxico.
Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Campaa de solidaridad
internacional. Alza la voz.
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L AS
LE
T
RAS
Las Letras
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L A S LETRAS
Era una maana fra de otoo. Desde la colina observaba el
silencioso pueblo que se tenda a mis pies. Muy de madrugada, cuando
el sol an no haba despertado, me escabull del suave calor de las
mantas y camin largo rato. El primer rayo de sol ilumin el cielo en
el momento en que me sent junto a aquel viejo rbol, sobre el cual
se meca una nica hoja que soportaba con tenacidad los embates del
viento. S, estaba huyendo. De ningn otro modo me habra levantado de
la cama en plena no-che. Una imagen se proyect en mi mente y record
aquel calendario. Mis padres me lo haban regalado haca tiempo, y lo
odi desde la primera vez que lo vi. Pero ahora ni siquiera era
capaz de mirarlo. El nmero veinte estaba enmarcado en un crculo
rojo, que yo misma haba trazado sobre l, y los das avanzaban sin
contemplaciones en su direc-cin.Cerr los ojos por un instante y
contuve la respiracin. Era esto lo que deba hacer? Haba llegado a
este mundo con un propsito tan trivial como este?Record cuando de
pequea soaba con vivir aventuras, extraas y apasionantes, siem-pre
diferentes y de algn modo mgicas. Tambin record el momento en que
cambi. Cuando al fin comprend el verdadero significado de las
cosas, y todo el mundo que haba creado en mi mente se desvaneci.
Aqu estaba ahora, en medio de una encrucijada que decidira el resto
de mi vida. No ms aventuras para m, lo nico que quedara sera
contemplar a mis futuros hijos vivien-do sus propias aventuras, sin
poder participar en ellas. Para m esa puerta se habra cer-rado para
siempre. Cmo poda optar por una vida as? Una vida de
superficialidad en la que mis hijos viviran malcriados, engullidos
lentamente por una sociedad egosta e impersonal que les vendera
juguetes que no necesitan, les atiborrara de comida grasienta
mientras en otros lugares del mundo nios como ellos sern utilizados
como marionetas en guerras que jams deberan conocer? Cuntas
posibilidades haba de que mis hijos creciesen en un mundo realmente
humano en que se ayudasen unos a otros?Con gran pesar asum mi
papel, quizs por conformidad. Me mantuve en silencio al regresar a
casa, don-de toda mi familia me esperaba ansiosamente. Me vistieron
y engalanaron con esmero y dedicacin, y finalmente me obsequiaron
con una cala, como smbolo de pureza. La msica comenz a sonar y
camin lentamente por el pasillo. Al final del mismo me esperaba mi
fu-turo marido.
Relato: Elena Caldern, Ilustracin: Francisco Rodrguezalumnos del
Ciclo Formativo Preimpresin Digital
Diseo: Francisco Rodrguez
Era una maana fra de otoo
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L A S LETRASAlba Garca,
alumna de primer curso del Ciclo Preimpresin Digital
La caja de galletas
An ahora recuerdo a los agentes, intentando emboscar a un
ejrcito que ms que personas parecan hor-migas. Ya no queda rastro
de ninguna flor, el otoo ya hace mucho que dej de tener
significado, no hay hojas que puedan caer. Slo quedamos algunos en
esta tierra yerma, de la cual no se puede salir. Hay rumores en las
afueras, todos dicen que all es mucho peor. No hay nada peor que
repetir una y otra vez en sueos la tragedia. Desper-tarse y estar
en las mismas calles en las que ocurri, quiz las afueras estn
infectadas, pero no estarn llenas de cuerpos calcinados de nios.
Ese mismo da, antes de que todo ocurriera, les vi sonriendo por el
parque. Ahora son cuerpos desmembrados sobre la tierra rida. La
primera vez que tuve una de mis recurrentes pesadillas fue despus
de las explosiones. Estaba en el patio de la casa del pueblo.
Jugaba con muchos nios, algunos ni siquiera los reconozco. Un
adulto nos traa una caja de galle-tas, pero algo en su cara haca
ver que algo no iba bien. Intent avisarles, grit y grit. Pero de mi
garganta no sala ms que un sonido ronco de desesperacin. Todos se
acercan cada vez ms. Mientras yo suplico que no la abran. Cada vez
estn ms y ms lejos de m sonriendo impacientes. Me tapo los odos.
Abren la caja. Cierro los ojos. En el instante en el que la caja se
abre, salen luces de colores. Se oyen las primeras explosiones. Hay
un nio absorto que juega solo con un peluche. Y es que a algunos
les pill as, contentos, abstrados, en su mundo cmodo donde los
conejos hablan y bailan al son de una msica inventada. Cuando abro
los ojos, veo el fuego. Los cuerpos sin vida. Miradas sin expresin
alguna. Los ltimos gestos en sus caras pequeas. Horror. Miedo.
Muerte.
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L A S LETRAS
Otoo
Otoo, preciosa estacin del ao. Las hojas caen teidas de colores
mar-chitos, y a la vez clidos. Sinceramente me evoca aquellos
momentos de cuando te
conoc, era yo el chico solitario que de vez en cuando se diverta
jugueteando con sus pequeos cacharros, imaginando en su tierna
infancia que era un pequeo soldado con
un casco excesivamente grande, un enfermero con bata holgada, e
incluso una pequea estrella de la msica. Imaginando un nuevo mundo
en soledad, en el cual te sumergiras, t, aquella chica
contemplativa y curiosa. Poseas tal estrella, que la felicidad
que irradiabas, inundaba de energa todo lo que te rodeaba, capaz de
resucitar rboles podridos en esta estacin y de derretir la nieve
del invierno.
Esa eras t. Pasaba el tiempo, y el vaivn de tu movimiento era
incesante. Hoy aqu conmigo durante unos das, y
el resto del ao marchabas con la promesa de que volveras, irnico
porque convertas una poca mustia y de-sierta, en un clido y
divertido verano lluvioso, una primavera marroncea, pensaba que las
horas eran segundos mientras estabas.Dejamos atrs la infancia,
misteriosamente a pesar del tiempo, te mantuviste en mi
adolescencia, y al ser adultos prometiste definitivamente que jams
nos separaramos, una promesa tan fuerte que actualmente aqu estamos
de nuevo, los dos juntos.Otoo, preciosa estacin del ao. Las hojas
caen teidas de colores marchitos. Ahora te encuentras solitaria,
espe-rando ao tras ao mi vuelta. S que no poseo el poder de
irradiar tal cantidad de energa, pero espero que tras posar el
manto en tu fro nicho, puedas sentir el calor del verano otra
vez.
Fernando Garca,alumno de primer curso del Ciclo Preimpresin
Digital
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RAS Hierbas
aromticasHace poco tiempo hice un homenaje a las especias y no
sera justo si no hiciera lo mismo con la gran variedad de hierbas
aromticas que dan olor a nuestros platos y a nuestras cocinas.
Cuntas evocaciones nos provocan los aromas! Los antepasados del
hombre debieron sentirse atrados por los aromas producidos por los
que ahora se llaman aceites esenciales, que se encuentran en
distintas partes de las plantas. Es interesante sealar que estos
mismos aceites que atraan el olfato humano haban evolucionado en la
naturaleza como toxinas repelentes de los animales; las hojas de la
menta y la corteza del canelo (canela), por ejemplo, surgieron y
evolucionaron como proteccin frente a ungulados herbvoros e
insec-tos barrenadores de la corteza.Adems de usarse como medio
para conservar y mejorar el sabor de los alimentos, las especias y
las hierbas aromticas en general, han sido importantes instrumentos
de la medicina y, a veces, de la magia. Antes de la generalizacin
de los medica-mentos elaborados de forma industrial, solan
prescribirse remedios compuestos por hierbas, muchos de ellos
eficaces, que han sido redescubiertos y utilizados en nuestros das.
La gran variedad de aromas que desprenden las hierbas y especias se
producen en casi todas las partes de las plantas, des-
de las hojas hasta las races. La ajedrea, por ejem-plo es una de
las muchas plantas herbceas de hojas fragantes. En Espaa se utiliza
para elaborar la salsa en que se conservan las aceitunas.Al
contrario que las especias, que como se ha dicho suelen ser las
partes duras (como semillas y cortezas) de determinadas plantas,
las partes tiles de las hierbas aromticas suelen ser las hojas
fragantes.Vamos a mencionar unas cuantas hierbas de las que
utilizamos en nuestras cocinas. La mayora de las plantas descritas
a continuacin son de ml-tiples aplicaciones y de uso diario. Pueden
con-seguirse fcilmente en su variedad seca, aunque como muchas
hierbas, estn mucho mejor cuan-do son frescas. La mayora pueden
crecer en un jardn soleado o en un invernadero. Para con-servar las
hierbas y poder usarlas en el invierno, sin destruir su sabor, se
pueden congelar, o bien secarlas y tenerlas en un lugar templado y
bien ventilado.
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Perejil: el perejil fresco es, indudablemente, el adorno ms
corriente en cocina: picado o en una ramita da un toque alegre a
sus carnes, pescados y otros platos. El sabor del perejil es fuerte
pero en modo alguno pene-trante. Pquelo en una salsa blanca para
acompaar un pescado, pollo o ternera; mzclelo con pan rallado y
limn para aadir a un relleno o picadillo. Los tallos de perejil
sirven para dar sabor a sopas, caldos y estofa-dos, solos o unidos
a otras hierbas.
Tomillo: las flores secas del tomillo se desmenuzan en
parrilladas de cordero o pescado. La variedad con aroma a limn
acompaa a pescados, guisos de carne y caldos.
Laurel: las hojas del laurel son muy aromticas. En la cocina dan
buen sabor a platos salados y dulces. El lau-rel aromatiza caldos,
salsas de guisos de coccin lenta, salsas bechamel, y otras muchas.
Ponga unas hojas de laurel en un adobo, o en lquido de escalfar, en
carnes o pescados.
Romero: hasta la ms pequea ramita de romero, con sus hojas finas
y puntiagudas, dar aroma y sabor. Pn-gala en el interior de un
pollo, junto al hueso de una
pieza de cordero, de cerdo o de ternera, o mue-la las hojitas en
un molinillo de hierbas antes de espolvorearlas sobre chuletas o
filetes que vaya a asar en parrilla, as como para las marinadas de
casa.El romero seco, que puede desmenuzar fcilmente con los dedos,
queda igual que el fresco al ser utilizado en rellenos de ave y
carne, sobre todo con un poco de ralladura de
limn. Puede hervir una ramita de romero con leche o en infusin
con azcar para su pudin y sus dulces.
Menta y hierbabuena: si se emplea fresca, es la ms verstil y
refrescante de todas las hierbas. Pique unas hojitas de hierbabuena
en el yogur natural fro y en los quesitos de untar. La hierbabuena
picada batida con mantequilla reblandecida es ideal para aadir a
parril-ladas y verduras. Puede hacer salsas con hierbabuena, agua
hirviendo, azcar y vinagre.
Salvia: la salvia, de sabor muy penetrante y perfumado, tiene
que emplearse con moderacin.
La borraja: sus semillas proporcionan aceites esenciales
utilizados en medicina. Las hojas filosas y las flores azules y
brillantes de la borraja tienen ambas un sabor que recuerda al
pepino, lo que aade un excelente efecto si estas partes de la
planta se aaden al vino o a la sidra. El vino de borraja es adems
un excelente producto medicinal. Las hojas tambin son buenas en
ensalada.
El baslico o albahaca: es una planta maravillosamente picante,
tiene una afinidad natural con los tomates, una combinacin
italiana. Aade tambin un sabor mediter-rneo al pescado, al cordero,
a los huevos y a los platos con hgado, y las hojas frescas son
tambin buenas para aadirlas a las ensaladas, pero particularmente
con la de tomate, o aadida con aceite de oliva y el vinagre
para
la salsa de las ensaladas.
Eneldo: las hojas de eneldo frescas son plumosas y aromticas, y
son una adicin perfecta a la mayonesa hecha para acompaar platos de
pescados calientes
o fros, o patatas. Es adecuado para marinar pescados como el
salmn.
Organo: se trata de un tipo salvaje de mejorana, pero es mucho
ms picante. Usualmente se utiliza en la variedad seca, y se asocia
con la cocina italiana, por lo que es mejor conocido por aadirse a
las pizzas y a las salsas de las pastas.
Mejorana: el mejor tipo de mejorana para cocinar se conoce como
mejorana dulce, ninguna de las otras clases tienen tan buen sabor.
La mejorana dulce se usa de un modo similar al baslico, pero es
mucho mejor que ste para alguna carne (especialmente el cordero) y
los platos de arroz.
Estragn: las hojas picantes y delgadas del estragn aadirn un
autntico sabor francs a sus pla-tos, tanto en salsas calientes o
fras, o troceado en un plato de pescado o cualqui-er tipo de
verdura, caliente o fra. El estragn puede ser tambin aadido al
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vino blanco, al vinagre de vino blanco o sidra para mejorar su
sabor. Usar con precaucin; tambin va bien con el pollo o el pavo,
con bistecs y chuletas.
Perifolio: tiene un sabor picante y ligeramente anisado, que le
hace un maravilloso ingredi-ente para las sopas. Va particularmente
bien con huevos, queso, cerdo, ternera y una gran variedad de
verduras. Se puede congelar en manojos.
Hinojo: tanto las hojas como los frutos del hinojo tienen sabor
a ans; las primeras se uti-lizan para aliar los alimentos, sobre
todo pes-
cados (tambin acompaa bien las verduras), y los segundos para
aromatizar bebidas. Cmo hacer un ramillete de hierbas
Ramillete en fresco: ate cuatro ramitas de pere-jil, una ramita
de tomillo y una hoja de laurel, con un bramante largo para atar al
asa del puchero y poder sacar fcilmente el ramillete.
Ramillete en seco: en un cuadradito de gasa envuelva una
cucharadita de perejil seco, una de tomillo seco y una hoja de
laurel desmenu-zado. telo con un bramante largo.
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Hinojo
Organo.
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En la ltima dcada ha crecido, considerablemente, el consumo de
orujos y/o aguardientes de mayor o menor graduacin entre los jvenes
y los menos jvenes. A esto a contribuido nota-blemente la
implantacin de la moda del chupito. Tambin es verdad que existe un
gran descono-
cimiento de lo que es verdaderamente el orujo, de donde proviene
y cul o cules son sus mto-dos de extraccin.
A travs de una ficticia encuesta a un ficticio orujero de Libana
voy a intentar que se resuel-van estas cuestiones, antes
mencionadas, para todos aquellos y aquellas que no las conocis y
deseis saber lo que os metis al cuerpo:
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El orujo de LibanaProceso de elaboracin
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Una vez en la orujera, Alberto les present a Nisio, el dueo y
encargado de la misma, a la vez que pariente lejano de ambos.
Comenzaron la visita no sin antes repetir Alberto que preguntasen a
Nisio todo lo que se les ocurriese pues l estara encantado de
responderles. Asintieron con un movimiento vertical de la cabeza y
se dispusieron a comenzar la visita didctica.
Jorge sac un bloc pequeo y una minscula grabadora Canon y les
mir como si les demandase consentimiento para grabar las
respuestas. Cristina, a su vez ya tena en las manos su cuaderno
fosforescente y su boli anaranjado para ir anotando lo que a ella
se le antojase interesante para su objetivo literario.
Exactamente, qu es el orujo Nisio? dijo Jorge activando la
grabadora y orientando el pilotito rojo hacia su boca.
El orujo, tambin llamado aguardiente en otros lugares, es un
lquido al-cohlico resultante de la destilacin de los hollejos,
pepitas y raspones de las uvas. Ni ms ni menos que eso. Es un
lquido incoloro y transparente, al igual que el agua; pero no
inodoro debido a su contenido alcohlico.
Los hollejos, las pepitas y los raspones son todos los residuos
que han quedado de la pisa o prensado de las uvas de la ltima
vendimia que se han utilizado para elaborar el vino.
Nisio ya haba contestado a esta pregunta en numerosas ocasiones
por que lo haca con seguridad y convencimiento de qumico, adems de
la bata blanca que vesta. Mientras se iban acercando a una nave que
se mostraba muy limpia y aseada a la vista, de reciente
construccin, con un zcalo alicatado con azulejos blancos hasta de
su altura. El suelo era de color caldera, como el de las pistas de
tenis; pero sin polvo y brillante, muy brillante.
Ahora vamos a conocer la sala dnde se llevan a cabo las
destilaciones dijo Alberto sealando con el dedo hacia el interior.
Desde cundo elaboris el orujo aqu, en La Libana? esta pregunta se
la hizo Cristina con su boli naranja listo para menearse sobre el
papel. Se habla de que la elaboracin del Orujo en La Libana es
centenaria y hay autores que datan esta produccin artesana en el
siglo XIV o XV. De lo que no cabe duda es de aqu existen los viedos
desde la poca de los Romanos y posteriormente se mantuvieron con
los Monasterios. Lgicamente, el origen de la produccin ms moderna e
industrial es de unas dcadas atrs.
Es cierto que Las vias son de la poca de los romanos y la
desti-lacin es de los rabes? pregunt Cristina casi, casi
afirmndolo.
Pues s, porque la elaboracin como veremos dentro de un mo-mento
es por medio de destilacin en Alquitara. Parece ser que los rabes
fueron los descubridores de la destilacin y los inventores del
Alambique y la Alquitara. Tambin se dice que en el Antiguo Oriente
hacan algo parecido apostill Nisio; pero sin la seguridad ni la
conviccin de respuestas anteriores.
En qu poca del ao se elabora el orujo? asinti Jorge con la
ca-beza, mientras preguntaba, pues era obvio que era en la que
ahora mismo se encontraban y no se haba dado cuenta.
Como antes hemos visto se elabora despus de la fermentacin del
vino pues hemos de utilizar todos los hollejos y los raspones que
nos sobraron de la misma. Dependiendo de la meteorologa y de cuando
se haga la recolec-cin de la uva, normalmente septiembre y
principios de octubre, el orujo se suele elaborar los primeros das
de noviembre.
Qu es una alquitara Sr. Nisio? pregunt Jorge con cierta
dificultad en la pronunciacin de la palabra alquitara.
Ah delante tenis una hilera con ocho dijo Nisio sealando hacia
el fondo de la nave. Bien pulidas y conservadas, brillantes y
lustrosas. Es el artilu-gio en el que se lleva a cabo el proceso de
destilacin por el que obtenemos el orujo. Es invencin de los rabes
al igual que el Alambique; pero se diferencia de este en que los
vapores no se enfran a travs de un serpentn sino por me-dio de una
campana convectora lo que permite muy pocas rectificaciones. Las
Alquitaras son generalmente de cobre (material maleable y
resistente), aunque haya algunas de estao. Consta de tres partes
bien diferenciadas que se unen unas a otras en sentido vertical: la
parte inferior es la caldera, la intermedia es el capotillo y la
superior la copa con dos salidas en forma de canutillos cnicos, una
para el agua y otra para el orujo.
Observaban y tocaban el reluciente metal de las alquitaras tan
escrupulosa-mente alineadas e hierticas cual si fuesen soldados
hsares a lomos de sus cobr-izos caballos, cuando a Erica se le
ocurri escribir en su cuaderno que tena que profundizar y ampliar
sus conocimientos sobre los orgenes de las alquitaras, los
alambiques y, por qu no, del mundo y la cultura rabe. As lo hizo
con su boli anaranjado.
Por favor, Nisio, explcales los pasos bsicos o el orden de
opera-ciones necesario para elaborar el orujo hasta su embotellado
le dijo Alberto al lado de una de las alquitaras.
Yendo a lo fundamental os dir que se sigue elaborando igual que
hace siglos: lo nico que vara es el sistema de alimentacin del
fuego que ahora se hace por medio de quemadores de gas; estos que
veis aqu y antigua-mente se haca con lea, generalmente de encina o
de roble. Lo primero que se hace es llenar la caldera con el brujo
que no es otra cosa que los hollejos, pepitas y raspones de las
uvas despus de extrado el mosto. Se suele hacer
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una cama en el fondo de la caldera con paja y un poco de agua
para que no se adhiera el brujo al fondo de la misma. Seguidamente
se encaja el capotillo y se sella la junta con una pasta de harina
para evitar fugas. Repetimos la operacin acoplando la copa con agua
en su interior.
Una vez realizados todos los pasos anteriores, nicamente nos
queda prenderle fuego, bien al gas o bien a la lumbre.
En trminos generales, con 80/90 kilos de orujos se obtienen 12
litros de aguardiente.
La intensidad del fuego y el mantenimiento y control de la
temperatura pasan a depender ya, del buen entender de cada orujero
y de sus gustos. Ah est la clave y la maestra para elaborar un buen
orujo.
Cunto tiempo dura, ms o menos, todo el proceso que nos has
descrito? pregunt Jorge pensando sobre todo en la temperatura y en
el trabajo de los orujeros.
Como ya he dejado entrever antes, Jorge, la destilacin ha de ser
lenta y reposada, sin sobresaltos, ya que de ello va a depender la
graduacin alcohlica de cada destilacin. Siempre va a depender de la
experiencia y la preferencia de cada orujero. No obstante y para
que se hagan una idea puedo decirles que todo el proceso viene a
durar unas doce horas.
A partir de los 80 se empieza a destilar el alcohol, destilando
una me-dia de un litro por hora, aproximadamente.
Estas horas, cuando se destilaba en las casas particulares, se
presta-ban a largas conversaciones, ancdotas y recuerdos pues haba
que estar all, presentes, sin abandonar ni el fuego ni la faena.
Era cuando los nios y nias forjaban sus leyendas y miedos a seres
fantsticos que pasaban de generacin en generacin.
Qu nos puedes decir sobre las reglamentaciones Nisio? dijo
Al-
berto mientras, con un gesto a Jorge, le haca ver que era
interesante lo que le preguntaba. Una ley de 1986 estableci un
reglamento muy restrictivo que estu-vo a punto de acabar con el
orujo lebaniego. Se prohibi la elaboracin casera y las alquitaras
mviles fueron precintadas. Haba, cuando aquello, unos 400
elaboradores artesanos en la comarca que obtenan unos 60.000 l. de
orujo, al ao, de manera tradicional. Desde entonces, slo pudieron
elaborarlo los orujeros inscritos como fabricantes. El Orujo de
Libana est acogido a la De-nominacin Calidad Cantabria desde
1992.
Puedes explicarnos lo de las graduaciones alcohlicas? demand
Cristina, haciendo ver que se liaba un poco con todo lo referente a
los grados alcohlicos del orujo.
No te preocupes Cristina pues no eres la nica. Uno de los
detalles que ms llama la atencin en torno al orujo ha sido siempre
el de su grad-uacin alcohlica. Si en Libana, a un lugareo le
preguntas cuntos grados tiene el orujo te contestar ms o menos lo
siguiente: Lo mu tiene 22 grados, lo mu tiene 21 y mediu, te voy a
decir, que con 20 grados el oruju ya vale. Quiero decir con esto
que para cualquier forastero nefito que desconozca las graduaciones
pensar que el orujo tiene unos grados ms que el vino; pero no
muchos, 6 7. Creyendo eso se llevar una gran sorpresa cuando pruebe
el orujo pues, en realidad, eso no es as sino que los 21 22 grados
del lugareo equivalen a unos 50 en la escala centesimal.
Esto es debido a que siglos atrs, antes del XVIII, para medir el
alcohol se utilizaba generalmente la escala de Cartier, que, en vez
de ser centesimal como la Gay-Lussac, parta de 10 y terminaba en
44. Si comparamos las equiv-alencias vemos que el 10 equivale al 0
y que el 44 equivale al 100; por lo tanto 22 en la escala Cartier
equivalen a 50 en la escala centesimal.
Fue Napolen II, en el ao 1824, (en aquella, Francia era pionera
en lo que a alcoholes se refiere), el que dispuso que en adelante
todos los licores y sus mediciones se rigieran por el sistema
centesimal; pero aqu, en La Libana parece ser que ni Napolen II fue
capaz de borrar de nuestras duras memorias el sistema Cartier.
Este ltimo chascarrillo de Nisio provoc una amplia sonrisa en
los compo-nentes del grupo al tiempo que corroboraron lo
tradicional de los lugareos y el respeto que tienen por sus
costumbres y creencias
Agradecieron, todos, la amabilidad de Nisio y pasaron a una
cocina con hogar que estaba al lado. Se sentaron en una mesa
cubierta con un hule de cuadraditos rojos y blancos a picar unos
embutidos de la comarca, unos quesucos de Libana con pan de Vieda y
un porrn de vino tinto del lugar. Siguieron conversando sobre el
mundo del orujo y sus pormenores; pero, ya, de una forma menos
didctica y profesional.
Alcaravn
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COLABORACIONES
4 D e s d e L a A l b e r i c i a a T e x a s4 P o r l a s c a l
l e s d e E l C a i r o4 S a b a s q u . . .4 L a s c r n i c a s d
e A L J U B
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C O L ABORACIO
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FIRMA
Hace ahora doce meses se public en el BOE, como cada ao, la
convoca-toria para participar en el proceso selectivo de Profesores
Visitantes 2014-2015 en EEUUU y Canad. Por tercera vez decid
presentarme a esta convocatoria y probar suerte en el Estado de
Texas, puesto que era el que ms plazas ofertaba para profesores de
Ciencias de Secundaria (soy profesora de Biologa de Secundaria).
Despus de un sinfn de papeleo para demostrar que reuna los
requi-sitos exigidos en la convocatoria, fui convocada para
realizar una entrevista personal en Madrid durante el mes de abril
y afortunadamente fui seleccionada como profesora de Ciencias en
una escuela de San Antonio, Texas, llamada Legacy Middle School
(quiz algo tuvo que ver la entusista carta de recomendacin que
redact nuestro queridsimo director Lorenzo Bolado y por la cual
siempre le estar agredecida). A esta seleccin le sigui una
infinidad de procesos burocrticos que demostraran mi idoneidad para
conseguir un visado estadounidense y finalmente el 18 de julio
aterriz en Estados Unidos cargada de maletas, ilusin y dudas.
Ciertamente la adaptacin fue bastante ms fcil de lo esperado y
despus de cuatro meses en este pas me encuentro muy satis-fecha con
lo que esta experiencia me est aportando tanto en el terreno
personal como en el profesional. Durante mi corta estancia en
Estados Unidos he descubierto grandes contrastes entre el desempeo
de la labor docente en Espaa y en USA, que logran una positiva
valoracin de la situacin laboral que disfrutaba en mi pas y que a
continuacin os defino.Empecemos por el demoledor horario de
trabajo. Los profesores comienzan su jornada laboral a las 7.30
y finalizan a partir de las 16,30 horas. Durante este periodo
tienen dos tutoras de media hora cada una para as ayudar a los
estudi-antes con mayores dificultades, siete periodos de clase de
cuarenta y cinco minutos cada uno, cuarenta y cinco minutos ms de
reuniones y treinta minutos para comer. A continuacin, con el
entusiasmo que quede, es momento para preparar las lecciones de
prximos das, corregir actividades de 150 alumnos y publicar las
notas en el portal educativo (se exige un mnimo de dos
calificaciones semanales por escolar para que los padres puedan
controlar semanalmente su progreso).
Sin embargo no es el horario el aspecto ms negativo que he
experimentado en este sistema educativo, sino la sobrecarga de
responsabilidad para el profesor. El estudiante no es responsable
de su aprendizaje, sino que el profesor es el responsable del
mismo. El docente debe hacer su asignatura interesante para que el
escolar quiera aprender. Si el alumno no aprende, se entiende que
el profesor no est haciendo bien su trabajo. Si un escolar se
aburre en clase, el docente no sabe motivar. Resumiendo, se
desvincula al estudiante de cualquier responsabilidad en su proceso
de aprendizaje. Ni siquiera es respon-
sable de sus materiales. El profesor debe tener material escolar
en el aula (lpices, pinturas, tijeras) para aquel alumno que decida
no traerlo y fotocopias extras ya que los alumnos pueden perderlas
las veces que quieran y el docente tiene la obligacin de poner a su
disposicin tantas como soliciten. Adems el comportam-iento y
actitud del alumno no puede incidir en las notas acadmicas.Otro
punto bien diferente a la situacin que disfrutamos en Espaa son las
bajas por enfermedad, que aqu no existen. El profesorado tiene
derecho a diez das de ausencia por cada
curso escolar ; cinco por enfermedad y cinco por asuntos
propios. Utilizados estos diez das, cualquier da de ausencia ser
descontado proporcionalmente de tu sueldo. No quiero olvidar un
asunto que me produce cierta indignacin y es el fomento de lenguas
extranjeras. Ningn alumno tiene obligacin de aprender un segundo
idioma. Se ofrece espaol, pero casi todos los que lo eligen son
mexicanos o estudiantes procendentes de familias mexicanas. En
general no se contempla como un valor el conocimiento de otros
idiomas. Pero no es todo negativo. Algn aspecto encuentro positivo,
como por ejemplo que cada profesor posee su propia aula. Este
DE LA ALBERICIA A SAN ANTONIO, TEXAS
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C O L ABORACIO
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privilegio permite al docente permanecer con todos sus
materiales bien organizados en una misma aula, sin pasear por el
centro ordenadores, exmenes, libros, etc Por comentar otro valor de
este sistema (muchos profesores lo consideran otro obstculo ms,
pero personalmente me facilita la organizacin semanal), todos los
profesores deben presentar el lunes por la maana su programacin
semanal, con todo detalle. No quisiera olvidar lo que es por muchos
conocido y es el fomento de las disciplinas musicales y deportivas
desde los institutos estadounidenses. Msica y deporte
aqu son materias fuertes y los recursos con los que todos los
institutos cuentan para el desarrollo de estas materias son
envidiables. Disponen de instrumentos musicales para todos los
alumnos que deseen comprometerse en la prctica del mismo. Y los
campos de cualquier High School son comparables a las instalaciones
del complejo deportivo de La Albericia (no exagero). Msica y
deporte se nen en los partidos que tienen lugar cada 15 das en el
distrito. Todo un espec-tculo digno de ver con la banda, las
cheerleaders y los jugadores de ftbol americano.
Despus de describir la situacin laboral que estoy descubriendo
en Estados Unidos y aunque parezca imposible, quiero terminar
diciendo que me siento afortunada de vivir esta experiencia (al fin
y al cabo slo estoy de paso) y considero que cuando vuelva a Espaa
voy a valorar mis condiciones laborales y ser ms consciente de la
necesidad de movilizarse para manten-erlas. Un dato ms para
terminar ; la mitad de los profe-sores estadounidenses abandonan su
profesin durante los cinco primeros aos.
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C O L ABORACIO
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POR LAS CALLES
DE EL CAIRO
Es la una y veinte de la madrugada. Aterriza-mos en El Cairo
despus de una escala de 7 horas en Roma. Mustafa, nuestro profesor
de rabe, nos espera en el aeropuerto. A la salida no deja de
sorprendernos el bullicio y la vida que se respira en la ciudad, a
pesar de lo avanzado de la hora. Es el Cairo!, afirma Mustafa. Un
taxi nos conduce a nuestro hotel en Doky, un barrio situado a la
orilla del Nilo donde se encuen-tran la mayora de las embajadas y a
menos de me-dia hora a pie de Middan Tahrir, centro neurlgico de
las revueltas que han tenido lugar en El Cairo en los tres ltimos
aos. La situacin en la ciudad ha vuelto a la normalidad. A estas
horas las calles estn abarrotadas de gente y la presencia de los
antidisturbios y de la polica ha desaparecido. Middan Tahrir ha
recobrado su
aspecto de antao y ya est abierta al trfico. Las fachadas de los
edificios que rodean la plaza estn siendo restauradas y las
pintadas de esta zona han desaparecido, en un intento de borrar las
huellas de las revueltas pasadas. Los cimientos de la ciudad de El
Cairo fueron es-tablecidos por los fatimes, dinasta procedente del
norte de frica, en el siglo X sobre la antigua Fus-tat, ciudad
fundada por Amribn al- As, general que conquist Egipto para el
Islam en el ao 642. Los fatimes bautizaron a la nueva ciudad con el
nom-bre de AlQahira (la Victoriosa). An se conservan en la
actualidad edificios impresionantes de la ciu-dad de los fatimes:
la imagnfica Bab Al-Zuweila (S. X), acceso sur de la antigua ciudad
medieval y que no nos cansamos de visitar siempre que tenemos
oportunidad; los muros y puertas del norte Bab
an Nasr y Bab al Futuh; la gran Mezquita y la universidad de
AlAzhar, entre otros. Las piedras empleadas para las
fortifica-ciones de Al Qahira fueron extradas de la antigua ciudad
de Menfis.Pero ha sido en El Cairo mameluco don-de, en esta ocasin,
se ha centrado nues-tro inters. Su huella est presente en buena
parte la ciudad y no dejas de hallar magnficos edificios en los
rincones ms inesperados; algunos restaurados y otros que descubres
en una calle cualquiera formando parte de la vida cotidiana de los
cairotas. Son estos hallazgos los que nos producen mayor
satisfaccin, porque son el resultado de mucho callejeo entre el
sofocante calor, el ajetreo, el trfico intenso y cmo no, de
deliciosos ts en cualquier terraza donde puedas comu-nicarte con la
gente del lugar.Al Malik al-Salih, prncipe ayyub, que en 1240
ostentaba el poder en El Cai-ro, haba tratado de reclutar soldados
para reforzar su poder frente a sus pa-
rientes. Hay que tener en cuenta que el territorio estaba
dividido en una serie de principados formado por territorios
conquistados por Saladino en su lucha contra los cruzados. Esto fue
posible porque entre 1237 y 1241 los mongo-les haban invadido las
llanuras del Vol-ga y sometido a las poblaciones turcas no
musulmanas que all vivan. En ellas esclavizaron a numerosos jvenes
que fueron puestos a la venta en los puertos del mar Negro o en los
mercados de Anatolia. Al-Malik al-Salih pudo reunir as a un millar
de hombres que formaron un ejrcito de caballera.A la muerte de
Al-Malik al-Salih, para prevenir la intervencin armada de los otros
prncipes de la familia ayyub, los mamelucos elevaron al sultanato a
la viu-da de Al-Malik (flanqueada por el mame-luco Aybeg). Ms
tarde, al darse cuenta de que el conflicto era inevitable, Aybeg
tom el ttulo de sultn.La intervencin de las tropas mamelu-
MARIVI GUERRAVICENTE ARGESOEL CAIRO MAMELUCO
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C O L ABORACIO
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cas frenando el avance de los mongoles y de los cruzados, hizo
que estos fueran legitima-dos frente a los ojos de rabes y que
per-manecieran en el poder hasta el siglo XVI.Muchos son los
monumentos que se con-servan en El Cairo precedentes de esta poca,
monumentos concentrados principal-
mente, en el llamado Cairo Islmico. El imponente complejo
Al-Ghouri (final de la
era de los mamelucos) formado por la gran mezqui-tamadrasa de
Al-Ghouri, el mausoleo y la wikala o caravansarai, cuyo patio sirve
de sala de conciertos, teatro y donde se representa dos veces por
semana la llamada danza de la tannura. La danza de la tannura es
una representacin mitad folklrica, mitad msti-co-suf a la que
acuden tanto los cairotas como los pocos turistas que en estos
momentos se encuentra en El Cairo. Merece la pena tanto por el
colorido del espectculo, como por la maestra de los bailarines y de
los msicos que intervienen en este espectculo Qansuh al-Ghouri fue
el penltimo sultn mameluco. Muri luchando contra los turcos
otomanos y su cuer-po nunca fue encontrado. En su mausoleo se
encuen-tra el cuerpo de su sucesor, Tamanbey, ahorcado por los
turcos en Bab al-Zuweila, uno de los principales lugares de reunin
en tiempos de los mamelucos.Es en Sharia al Muizz li-Din Allah
donde se encuentra una de las agrupaciones ms fascinantes de
minaretes, cpulas y torres, todas restauradas: la madrasa y el
mausoleo de Barkuk , la madrasa y el mausoleo de An Nasir Mohammed
y la madrasa y el mausoleo de Qa-laun. Esta fue la va de
comunicacin ms importante de El Cairo medieval.
Sharia al-Gamaliyya fue la segunda va ms impor-tante. Esta calle
fue uno de los lugares elegidos por los mamelucos para construir
alguno de sus edificios ms importantes: la mezquita y mausoleo del
sultn Baibars al-Gashankir, la mezquita de Gamal ad-Din y la
madrasa y el mausoleo de Qarasunqur. El descu-brimiento de esta
calle, al anochecer, al final de una tarde de largas caminatas, nos
llen de satisfaccin al intuir que aquellos monumentos situados en
una calle humilde eran autnticas joyas. Volvimos en varias
oca-siones. El corazn de El Cairo en los siglos XIV y XV se
en-contraba en una calle conocida como Darb al-Ahmar (carretera
roja). Est formada por calles estrechas y zigzagueantes y oscuros
callejones sin salida que prob-ablemente haya cambiado poco desde
entonces. Casi todos los monumentos de esta zona datan de fina-les
de la era de los mamelucos. Desde el comienzo de la calle hasta el
final, se hace patente una vez ms la maravillosa arquitectura de
los monumentos y la amabilidad del vecindario. Esta calle fue una
novedad para nosotros porque, habiendo visitado El Cairo en varias
ocasiones, no tenamos noticia de su existencia, aun estando situada
en una zona cntrica de El Cairo islmico. Tomamos la calle desde Bab
al-Zuweila y ya desde el comienzo empezamos a disfrutar de los
nu-merosos monumentos que aparecan ante nosotros: la mezquita de
Qijas al-Ishaqi (1481), el mausoleo de Amir Tarabay y al Sharif
(1504); la mezquita de AlMaridani (1339), que nos llam
es-pecialmente la at-encin por sus ce-losas de madera y por su
tranquilidad que contrastaba con la algaraba del barrio; la
mezquita Azul (que no pudi-mos visitar), la ma-drasa del prncipe
Itomoush al-Bengasy (1383). Todo esto mereca, por lo menos, otra
visita.Volvimos a los dos das. Comenzamos con el mismo recorrido,
esta vez detenindonos sin prisa en cada monumento, pero fuimos ms
all. Al final de Darb al-Ahmar, tomando una desviacin a la derecha,
dimos con otra calle, que como la anterior, fue una autn-
tica sorpresa: Sharia Mohammed Al. Estaba oscureciendo, seguimos
hasta el final de la calle hasta llegar a la magnfica mezquita del
sultn Hassan (S XIV), la obra de principios de la era de los
ma-melucos ms exquisita de El Cairo. Pero esta mezquita ya la
habamos visitado varias veces, ya era de noche y haba que desandar
lo andado; es decir, volv-er recorriendo Sharia Mohammed Al, Darb
al-Ahmar, llegar a Bab al-Zuweila y
recorrer desde all unos dos kilmet-ros ms, hasta lle-gar a la
estacin de metro que nos acercara a nuestro barrio: Doky. Nos
quedaba pendiente patear la calle que acabbamos de
de-scubrir.Sharia Mohammed Al es otra calle
que merece realmente la pena. Esta vez volvimos acompaados de
Musta-fa, nuestro profesor de rabe. Hicimos una excepcin haciendo
la visita por la maana, saliendo temprano y dando la clase por la
tarde. Su compaa nos fa-cilit el acceso a varios monumentos que se
encuentran en esta calle como
la mezquita de Qaisum, la mezquita del prncipe Almas y el
palacio del Emir Tazz (1352), magnfico palacio en el que tie-nen
lugar conciertos determinados das a la semana.La maana fue
agotadora pero muy grat-ificante, al completarse la visita a este
calle con visitas a monumentos, normal-mente no visitados por
turistas. Accedi-mos a ellos acompaados por Mustafa y su familia,
que se incorpor ms tarde: el cementerio fatim, la mezquita de
Shaida Aisha, la mezquita de Shaida Nafisa y la mezquita de Shaida
ZeinabNo podra concluir este recorrido por El Cairo mameluco sin
hacer una visita a la gran necrpolis, situada debajo de la
Ciudadela de Saladino, en la que los soberanos construyeron grandes
com-plejos de edificios armoniosos, a los que incorporaron sus
mausoleos. Habamos ledo varias opiniones desaconsejando esta
visita. La gente normalmente acu-de acompaada de un gua o desde el
interior de un autobs turstico. No-sotros ya habamos recorrido las
calles de El Cairo antiguo en varias ocasiones sin ningn problema,
por lo que alquil-amos un taxi que nos dej a la entrada de la
popularmente conocida como Ci-udad de los Muertos y nos recorrimos
sus calles tranquilamente y sin reservas,
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C O L ABORACIO
NES
disfrutando con cada uno de sus monumentos. La mezquita y
mausoleo de Qaitbey, uno de los ltimos lderes mamelucos, es uno de
los mon-umentos ms significativos. Su cpula est con-siderada como
la obra maestra del refinado tra-bajo de la piedra de la poca tarda
del dominio mameluco. Dicha cpula presenta un trabajo ge-omtrico de
estrellas combinado con un arabesco floral de gran belleza. El
portal y el alminar estn trabajados tambin con gran maestra. A
partir del siglo XIV las cpulas y los alminares se empezaron a
construir con piedra maciza, tallada con gran perfec-cin por los
canteros. Prximo al mausoleo de Qaitbey visitamos el mau-soleo de
Ibn Barquq, tambin monasterio suf. Una familia que all reside,
encargada de su custodia, lo muestra a las escasas visitas. El
monumento es fcilmente reconocible por sus tres cpulas y sus dos
alminares, al contrario de la mezquita-mausoleo de Qaitbey, que
tiene una sola cpula y un alminar. La nervada cpula central, que
cubre la sala de oracin, aparece flanqueada por dos cpulas
decoradas con dibujos en zigzag y que cubren respectivamente dos
mausoleos: uno el del sultn y los varones de su familia y el que se
encuentra a su derecha, mausoleo destinado a las mujeres. En la
parte central, se levantan dos minaretes gemelos ri-camente
adornados.Fueron ms los monumentos que visitamos en este barrio,
todos interesantes y otros, que nos quedaron por ver. As termina
nuestro re-corrido por una poca que ha dejado una huel-la tan
profunda en esta ciudad y que nos parece tan fascinante. Esta es
nuestra visin; subjetiva, sin duda. Pero como dice el gran poeta
persa Nezami (SXII) en su gran obra titulada Layla y Majnun, para
contemplar la belleza de Layla hay que tener los ojos de
Majnun.
Como dice el gran poeta persa Nezami (S. XII) en su gran obra
titula-da Layla y Majnun: Para contemplar la belleza de Layla hay
que tener los ojos de Majnun
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C O L ABORACIO
NES
Este trimestre, los alumnos de 1 ESO hemos viajado por FRICA .
Hemos descubierto que su nombre pro-cede del griego Afrike que
quiere decir tierra sin fro; pero hemos encontrado montaas con
nieve todo el ao, como en el Kilimanjaro.Nuestro viaje comenz en
Algeciras, pasamos el Es-trecho de Gibraltar y llegamos a Tnger,
que est en Marruecos; de all nos dirigimos a Marrakech.Todos
queramos ver los zocos, los encantadores de serpientes, los
tenderetes de artesana. Estuvimos en la plaza la Jemaa el Fna, por
la maana, es como un merca-do de aqu, pero por la tarde todo cambi,
aparecieron magos, msicos, bailarines...Tambin descubrimos la
KUTUBIA, que quiere decir en rabe mezquita de los libreros, y se
llama as porque en el siglo XII y XIII los vendedores de
manuscritos se instalaban en sus proximidades. Nos sorprendi saber
que las mezquitas de Marruecos no se pueden visitar si no eres
musulmn.No nos podamos marchar de frica sin pensar que aqu gran
nmero de personas viven en la miseria, que el hambre es una
situacin muy preocupante, que el desierto avanza y las tierras
cultivables disminuyen, que las guerras han hecho que millones de
personas hayan tenido que abandonar sus casas para salvar sus
vidas. Durante estos das nos hemos enterado qu es el bola, una
enfermedad que est en frica desde hace muchos aos y que solo ahora
al contagiarse gente del primer mundo se le ha dado
importancia.
Hasta pronto FRICA!... Volveremos
1ESO1-1ESO2-1ESO3 (Ciencias Sociales)
Sabas que...
Sobre estas lneas, el Kilimanjaro con sus nieves perpetuas. A la
derecha, la Kutubia de Marrakech.
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Una vez ms las previsiones meteorolgicas son desfavorables; pero
eso no nos desanima, y preparados para casi todo, nos encaminamos
(es un decir, porque vamos en ese magnfico transporte colectivo que
es el tren) hacia Cabezn de la Sal.Nuestro objetivo es visitar la
ilustre villa foramontana, y en especial el Parque Mu-nicipal Conde
de San Diego. All, gracias a unos familiares de nuestra compi Beln
que donaron la finca al municipio, y a los conocimientos de Mximo y
Trini, podemos reconocer (entre otros) un haya llorona, una secuoya
siempreverde, algunos pi-nos algo raros o los tulperos (los nicos
que yo conoca por la forma peculiar de sus hojas); todos ellos
rboles magnficos, catalogados como singulares en nuestro patrimonio
natural.A continuacin nos encaminamos (ahora s) a recorrer la villa
y degustar su afamado patrimonio vincola, lo que no es nada fcil
porque nos cuesta encontrar un lugar adecuado para ello. En esto
estamos cuando hete aqu que encontramosuna ferretera. Y qu pasa?
Pues que misteriosamente perdemos a Trini, cuya pasin por
ferreteras (y ferreteros?) es de todos conocida.Gozosamente
reencontrados, y a la espera de la incorporacin de Laura y Canto,
que vienen en un tren posterior al nuestro, vamos a celebrarlo al
bar de una antigua alumna (qu raro!) de Felipe. Al entrar vemos que
llega (motu propio, obligado por sus ocupaciones) Pedro. Y cul no
sera nuestra sorpresa al ver que llega acompaa-do de tachn, tachn!
AURELIO. Qu estupendo a sus noventa aos! Algunos no le veamos
desdeUna gran alegra y un motivo ms de celebracin. Y entonces,
mientras nos dirigimos a comer, decidimos que, por una vez sin que
sirva de precedente en la acrisolada limpieza que caracteriza
nuestros habituales sorteos, haremos trampa de modo que en esta
ocasin el agraciado sea Aure-lio. Y maquinamos, urdimos y
organizamos para que as sea. A la hora del sorteo, despus de comer
(por cierto que lo hicimos bastante bien), con todo preparado la
inocente mano de Pilar saca el nmero agraciado que, para nuestra
sorpresa, esel de Aurelio. S, s; el de Aurelio. Sin trampas,
limpiamente. Nos cuesta convencer al grupo de que no ha habido
intervencin humana (de otras intervenciones no aseguramos nada),
pero al final lo conseguimos (creo). Y con gran alborozo le hacemos
entrega del regalo, que resulta ser un estupendo cencerro-llavero.Y
como vamos preparados con un plan B (que no trampa, por favor) por
si el agraciado resul-taba ser otra vez Don Jos (pues no hay dos
sin tres, y a algunos ya sabis que les toca siempre la lotera),
hacemos un segundo sorteo. La suerte recae en Marisina, afortunada
ganadora de una pequea muestra de ese precioso producto que da
apellido a la ilustre villa de Cabezn.
Y tras un breve paseo y/o la degustacin de una copita, iniciamos
el retorno.
Las crnicas de ALJUBC O L A
BORACIO
NES
26 de noviembre de 2014
CABEZN DE LA SAL
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ACTIVIDADES 4 I F E R I A D E L A C I E N C I A
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A C TIVIDA
DES
Por qu hemos participado?En algunos ambientes escolares, pasados
y pre-sentes, se suele detectar una visin bastante es-tereotipada
de la ciencia, con cierta tendencia hacia considerar a las
disciplinas tpicamente cientficas como el hueso duro de roer, que
los alumnos tienden a evitar. Dentro de nuestra la-bor como
docentes, pensamos tenemos la re-sponsabilidad de luchar contra la
tpica imagen de cientfico loco (del gnero masculino), que trabaja
en solitario en un laboratorio un tanto inhspito, siempre receloso
de que alguien se le pueda adelantar en su prximo descubrim-iento.
Una forma de combatir esta visin tan errnea, es participar con
nuestro alumnado en actividades como la Feria de la Ciencia, y as
poder darles una visin ms realista y amena sobre el trabajo de los
cientficos.En este caso, hemos desarrollado un proyecto asequible y
relativamente fcil de realizar en un laboratorio de un centro
educativo, pero con un inters aplicado, que encierre la dosis de
emocin que siempre conlleva trabajar con organismos vivos.
Cules han sido nuestros principales obje-tivos?Hemos perseguido
objetivos de carcter tanto actitudinal, como conceptual y
procedimental. Entre los primeros podemos incluir los cuatro
siguientes:
El IES La Albericia participa en la I Feria de la Ciencia de la
Universidad de Cantabria
Un grupo de alumnos de 4 de ESO, que cursan la asignatura de
Biologa y Geologa, presentaron el 27 de noviembre de 2014
un proyecto de investigacin titulado: Afecta la ingesta de
lactosa al ritmo cardiaco de las Daphnias?
I) Involucrar a los alumnos, como protagonistas activos de su
propio aprendizaje.II) Desarrollar actitudes favorables al trabajo
en grupo, el respeto a las opiniones de los dems y el autocontrol,
para no opinar sin fundamento.III) Catalizar actitudes crticas haca
el mundo que nos rodea.IV) Promover una cultura y alfabetizacin
cientfica de la sociedad actual.
En lo que respecta a los objetivos conceptu-ales y
procedimentales, se han considerado los siguientes:
I) Comprender y utilizar las estrategias y los conceptos bsicos
de las Ciencias de la natu-raleza para interpretar la respuesta de
Daphnia (pulga de agua) ante las variaciones del medio.II) Obtener
informacin sobre la lactosa y las Daphnias, utilizando distintas
fuentes, inclui-das las tecnologas de la informacin y la
co-municacin, seleccionarla y sintetizarla, y em-plearla, valorando
su contenido, para orientar, organizar y fundamentar el proyecto
cientfico desarrollado.III) Investigar el efecto de la lactosa
sobre las pulgas de agua, utilizando los siguientes
pro-cedimientos: discusin del inters del prob-lema planteado,
formulacin de hiptesis, elaboracin de estrategias de resolucin y de
diseos experimentales, manejo de material de laboratorio, anlisis
de resultados, consid-eracin de aplicaciones y repercusiones del
estudio realizado y bsqueda de coherencia global.IV) Comprender y
expresar mensajes con con-tenido cientfico utilizando el lenguaje
oral y escrito con propiedad, interpretar diagramas, grficas,
tablas y expresiones matemticas elementales, as como comunicar
argumenta-ciones y explicaciones en diferentes mbitos.
Rubn Higuera Ruiz. Departamento de Biologa y Geologa
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A C TIVIDA
DES
Repetiremos el prximo curso?El trabajo tuvo muy buena acogida
por parte del pblico asistente y, aunque en esta ocasin nuestros
estudiantes de 4 de ESO no pudieron conseguir el primer premio,
fueron felicitados por parte del jurado de la feria, indicndoles
que habran con-seguido una meritoria segunda posicin. De cualquier
forma, todos quedaron muy satisfechos por la experiencia vivida,
muy enriquecedora tanto desde el punto de vista acadmico como
personal.Por ltimo, queremos resaltar tambin la participacin en la
jornada de varios alum-nos de 2 y 3 de la ESO de nuestro centro,
junto con sus profesoras Mara Guijarro y Pilar Cabeza, seguro que
ellos tambin repiten en la prxima edicin.