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Revista Derecho Penitenciario

Jun 03, 2018

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    Centro de Estudios Penales yPenitenciarios de la Facultad deDerecho de la Universidad Mayor

    Director:Juan Ignacio Rosas Oliva

    Subdirector:Federico Szczaranski Vargas

    Coordinadora:Mara Eugenia Hofer Denecken

    Editor periodstico: Andrs Chamorro Montenegro

    Diseo y Diagramacin:Roberto Ortega Cabrera

    Representante legal:Rubn Covarrubias Giordano

    Revista Derecho Penitenciarioes una publicacin trimestral delCentro de Estudios Penales y

    Penitenciarios de la Facultad deDerecho de la Universidad Ma-yor. Sus o cinas estn ubicadasen Av. Manuel Montt 367, piso 4,Providencia.

    Prohibida toda reproduccin totalo parcial del contenido de estarevista sin la expresa autoriza-cin de su equipo editorial.

    EDITORIALNDICE

    El Centro de Estudios Penales y Penitenciarios (CEPP)se form a nales del ao 2010. En esos momentos,en que el tema carcelario no guraba mayormenteen la agenda pblica, uno de los principales objeti-vos del CEPP fue trabajar para reactivar la discusin sobre laforma en que se ejecutan las s entencias penales. Poco tiem-po despus, el incendio en la crcel de San Miguel llev la cri-sis carcelaria a primera plana y se generaliz la convicc in deque importantes reformas eran urgentes. Fue en ese contextoen que el CEPP realiz el Seminario Internacional SistemaPenitenciario en Chile: Su presente y futuro inmediato, enel cual ms de 300 personas se congregaron a re exionar y

    proponer soluciones a la crisis penitenciaria. Ahora, que con el plan recientemente anunciado para des-

    congestionar crceles y la ley de indulto general que favore -cer a un nmero importante de personas penalizadas, y quelas luces pblicas sobre el asunto nuevamente se intensi -can, esta revista busca mantener en la discusin pblica losproblemas de nuestro sistema penitenciario, para lo cual es-peramos constituirnos en un espacio de anlisis e intercambiode ideas, que sea conducente a producir convergencia estra-tgica dirigida a perfeccionar el sistema de ejecucin penal.

    La ejecucin de la pena constituye un estado del proce-so penal que ha sido generalmente desatendido en nuestracultura jurdica y social. Esto ha llevado a que al momento detomar decisiones al respecto no se asigne toda la relevanciadebida a la evidencia internacional y al consenso cient co,traducindose ello en polticas pblicas que dist an de lo pti-mo. No basta con bogar por una reforma al sistema peniten-ciario, sino que se debe debatir y crear conciencia sobre lasdirectrices que deben impulsar los cambios, a n que no seanslo las presiones sociales contingentes las que determinenla direccin de las reformas venideras, sino que stas se apo-yen en el conocimiento disponible.

    Es en esta empresa en la que nos embarcamos, y espera-mos que muchos se sumen y nos acompaen.

    Los desafos y temas que buscamos abordar son mlti-ples: la evaluacin del sistema de concesiones, el estado yproyecciones de la oferta programtica, la reforma a la ley18.216, el anlisis de los modelos de gestin penitenciaria ylas propuestas de transformacin institucional del rgano deejecucin de penas son algunos de los principales.

    Con este N 1 damos comienzo al cumplimiento de lo quenos hemos propuesto.

    DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto de 2012 DERECHO PENITENCIARIO Junio - Ago

    P enitenciarioD erechoREVISTA

    orial .................................................... 3

    cias seminario ema penitenciario en Chile:debate necesario ..............................4-5

    Entrevista, Javiera Blanco Necesitamos contar con sistemasalternativos que no generen ms hacinamiento penitenciario ................ 8-15

    Opinin Sistemas Penitenciarios:Reformas y desa os. Por Olga Espinoza M. ........................16-18

    culo siderar la perspectiva mundial

    materia de hacinamiento carcelario.Mara Eugenia Hofer .......................6-7

    Federico Szczaranski Vargas ..................................................................................19-20

    nas prcicas dita Feria Laboral acerca a egresados del sistemaitenciario al mundo del trabajo ......................................................................................21

    versidad don 1.500 libros. Empresas ofrecieron puestos de trabajo .........................22

    cias en la web .............................................................................................................23

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    SEMINARIO

    Sistema penitenciario en Chile Un debate necesario

    Segn un estudio pu-blicado por KingsCollege London, Chile

    pa el tercer lugar de ma-poblacin penal en Sud-rica con 297 reos por

    a 100 mil habitantes y elmero 33 en el mundo. Enmes de marzo de 2011, se -

    Gendarmera de Chile,

    la poblacin penal estabaconstituida por 105.936, delos cuales 51.707 se encon -traban bajo el subsistemacerrado, es decir, detenidos,procesados, imputados ocondenados.

    Como resultado de ello,el hacinamiento y la sobre-

    poblacin penal produce quelas crceles sean insu cien -tes para la poblacin penalprivada de libertad, que vecmo su calidad de vida si-gue empeorando da a da.Destaca, entre otras esta-dsticas, que del total de re-cluidos durante el ao 2008,apenas un 4% (2.084) se vio

    bene ciado con cursos decapacitacin, mientras queslo el 33,5% realizaba algu-na actividad laboral.

    Tras la tragedia que costla vida a 81 presos en la cr -cel de San Miguel, el debateen torno a las condicionesdel sistema penitenciario en

    nuestro pas se hizo sentircon mucha fuerza, tanto enla agenda del Gobierno comoen el anlisis de todos los ac -tores nacionales que aportane intervienen en los temaspas.

    Lo que nosotros obser-vamos fue un tremendo ha-cinamiento. Si uno tiene unsistema que est bajo pre -sin en los ltimos diez aosy una organizacin que esten un manejo de crisis dondeel gobierno no est tomandoninguna poltica al respecto,se pueden dar este tipo detragedias. Uno poda ima-ginar que una tragedia aspodra pasar. Chile podrahaber previsto una tragediaas. As describi el analistabritnico Andrew James Bar -

    clay la situacin de las cr -celes en nuestro pas, la queconstat durante una exten-sa investigacin que realizdesde el ao 2001 al 2005.

    Fueron estos anteceden-tes los que el experto expusoen el seminario internacionalSistema Penitenciario enChile: su presente y futuroinmediato, organizado porla Facultad de Derecho de la

    Universidad Mayor en con- junto con la Fundacin PazCiudadana, oportunidad enla que asegur que ningnpas ha eliminado la super-poblacin solamente conla construccin de nuevascrceles, y todos los quelo intentaron, fracasaron,al tiempo que advirti quedebe haber una de nicinclara y aceptada sobre lacapacidad de cada prisin,acordada a nivel estatal y ju-dicial.

    Por su parte, Clara Szc-zaranski, Decana de la Fa-cultad de Derecho de la U.Mayor, indic que este temadebe ser abordado desde laperspectiva jurdica y juris-diccional, pero sin dejar depensar en el desarrollo eco-

    nmico, ya que una socie-dad no crece si la seguridadgeneral no est garantizada.Cuando el sistema peniten-ciario no est bien orienta-do, el tema de la seguridadpende de un hilo. Podemospedirle al Poder Legislativoque entregue a los jueces degarantas las tareas mnimasque cumple el Juez de Eje-cucin de Penas, de tal ma-nera que en Chile la funcin

    jurisdiccional sea las garantas conles de los infractotualiz.

    Esta posicinfue apoyada por eministro de JustiBulnes, quien mancualquier inversihaga en mejorar ntitucionalidad, inccucin de penas, ebien hecho que informa en la que -codad- nos planteamrechos humanos, lpenitenciaria y lapblica.

    En la oportunbin participaron de expositores y cada uno desde su

    tiva, la directora ela Fundacin Paz CJaviera Blanco; el Programa de JustPrograma Legislatituto Libertad y Desdrigo Delaveu; y laNacional, Paula Vi

    Para revisar los vponencias de todos lores de este seminariowww.umayor.cl/pen

    Lo que nosotros obser-vamos fue un tremendohacinamiento. Si unotiene un sistema queest bajo presin en losltimos diez aos y unaorganizacin que esten un manejo de crisisdonde el gobierno noest tomando ningunapoltica al respecto, sepueden dar este tipo detragedias. Uno podaimaginar que una tra-gedia as podra pasar.Chile podra haber pre-visto en unatragedia as.

    Andrew James Barclay

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    Foto: Juan Vargas T.

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    rehabilitacin y reinsercin.

    Aumentar la capacidad delas crceles, si es absoluta -mente necesario.

    Realizar actividades deinvestigacin y desarrollo enrelacin con los sistemas deinformacin para los secto-res judicial y penitenciario.

    Las estrategias destina-das a reducir el hacinamien-to deberan tener en cuenta

    las cuestiones deresponder e cazm

    necesidades de lovulnerables.

    La perspectivpuede ser fuenteracin en la admedidas dirigidasnucin de poblacpalmente recluidaclaro que no existepara copiar sino pconforme a nuestrnacional.

    Uno de los temas abor-dados en el 12 Con -greso de las Nacio-

    nes Unidas sobre Prevencindel Delito y Justicia Penal,realizado en Salvador de Ba -ha, Brasil, del 12 al19 de abrilde 2010, fue el examen deestrategias y mejores prcti-cas para prevenir el hacina-miento en los establecimien-tos carcelarios. El aceleradocrecimiento de la poblacinrecluida constituye uno delos problemas ms crticosque aquejan a los sistemasde justicia penal en todo elmundo. Segn el Centro In-ternacional para Estudios Pe-nitenciarios, en el mundo hayactualmente 9,8 millones de

    personas recluidas incluyen-do aquellas condenadas yen espera de juicio. El WorldPrison Brief, preparado pordicho Centro, indica que lapoblacin penitenciaria re-cluida aument en el 71% de191 pases estudiados y 114de stos exhiba una tasa deocupacin de las crceles dems del 100%, lo que indicahacinamiento. Considerandoeste panorama mundial, el

    Congreso prest particularatencin a las causas prin-cipales del hacinamiento y alas estrategias para reducir-lo, las que pueden resumirsecomo sigue:

    La ine ciencia del procesode justicia penal.

    Las polticas punitivas dela justicia penal y el uso ex-cesivo de la detencin y elencarcelamiento, particular-mente en la etapa previa al juicio.

    La inadecuada previsinlegislativa de medidas y san-ciones no privativas de la li-bertad, y la falta de polticas

    y directrices claras de imposi-cin de penas que estimulenla aplicacin de esas medi-das y sanciones.

    Los problemas que tienengrandes sectores de la socie-dad, especialmente las per-sonas pobres y vulnerables,para acceder a la justicia.

    La ine ciencia de las medidaspara prevenir la reincidencia.

    La falta o la utilizacin in-su ciente de programas depuesta en libertad.

    La falta o insu ciencia deestablecimientos y recursoscarcelarios.

    Asimismo, las estrategias

    elaboradas para reducir elhacinamiento en las crcelesvaran segn las necesida-des espec cas de las distin -tas jurisdicciones. Las prcti-cas ptimas consisten en unalabor concertada y amplia porparte de todo el sistema de justicia penal, con la coopera-cin y coordinacin de todoslos interesados de ese sector.Los Estados deberan anali-

    zar sus sistemas nacionalesde justicia penal en el contex-to de su realidad histrica, ju-rdica, econmica y cultural.

    Entre las estrategias con-cretas se mencionan las si-guientes:

    Velar que el proceso de justicia penal y los programasconexos se aborden median-te un enfoque integrado, sos-

    Considerar la perspectivamundial en materia dehacinamiento carcelario

    tenido y que abarque todo elsistema.

    Mejorar la e ciencia delproceso de justicia penal.

    Establecer polticas inte-grales sobre la imposicin depenas.

    Aumentar el empleo demedidas sustitutivas de ladetencin y la reclusin, apli-cando el principio del encar-celamiento como un ltimo

    recurso y el principio de laproporcionalidad.

    Fortalecer el acceso a la justicia y los mecanismos dedefensa pblica.

    Elaborar o reforzar, segncorresponda, las disposicio-nes para la puesta en liber-tad anticipada.

    Fortalecer las medidaspara prevenir la reincidencia,a travs de los programas de

    ARTCULO

    r Mara Eugenia Hofer D.

    ciloga investigadora delntro de Estudios Penales ynitenciarios de la Facultad DDerecho, Universidadayor y miembro delrectorio de Reforma Penalternacional.

    El acelerado crecimiento de la poblacin recluida constituye uno de losproblemas ms crticos que aquejan a los sistemas de justicia penal e todo el mundo.

    Foto: Unidad de Comunicaciones Gendarmera de

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    ENTREVISTA

    Abogada de la Uni-versidad Catlica ymagster en gestiny polticas pblicasde la Universidad deChile, es siempre unagrado conversar conJaviera Blanco o escu-char sus ponencias,no slo por sus dotesde oratoria sino queespecialmente portodos los conocimien-tos, datos y estadsti-cas que maneja.

    Antes que todo, graciaspor aceptar esta entrevistapara la primera edicin dela revista Derecho Peniten-ciario, y por cierto agrade-cer nuevamente la partici-pacin en el seminario querealizamos en torno al sis-tema penal penitenciario...

    E ncantada, encuentroque fue una gran opor-tunidad para debatirtemas que hoy da son un de-safo en las polticas peniten-ciarias, con invitados de pri-mer nivel, una discusin muybuena, acerca de un rea quehoy da se presenta como elgran desafo de las polticasde seguridad. Recuerdo ade-ms que me pareci notablela concurrencia que hubo enesa oportunidad.

    Sin duda es un tema que

    convoca y esperamos searelevante para todos. Pen-sando en la distribucin dede la poblacin a lo largodel territorio, cmo po-dras caracterizar el proble-ma del hacinamiento carce-lario en Chile?

    Primero enmarcara el te-ma. De partida estamos ha-blando de un rea de las po -lticas de seguridad que es

    relativamente joven. La se-guridad pblica como reade las polticas pblicas debellevar 20 aos, post 90. Ahse comienza a dar forma aeste tema que en un princi-pio tiene como representanteal subsecretario del Interiory que ya ve la luz nalmen-te a partir del 2006, como unproyecto de ley que crea unainstitucionalidad que se ter-mina de aprobar el ao 2010,que es el Ministerio del Inte-rior y Seguridad.

    Los aos 90 estuvieronms caracterizados por lasmejoras en el sistema de en- juiciamiento criminal: huboeste nacimiento de lo queera el plan cuadrante a ni-vel policial, despus los au-mentos de dotacin en am-bas policas, el empezar aincorporar la prevencin enla difusin de seguridad, laparticipacin del ciudadano,y hasta los primeros atisbos

    de planes estratgao 1998 en la poRuiz-Tagle. Despuestrategia nacionaldad pblica en 200Chile Seguro en 20hemos ido creciendbueno. Ahora biensin tendi a ser Y esa politizacintante en contra, palguna manera losms represivos de dura disociaban mlo que tcnicamenera viable. En este

    las polticas el temsuceda despus dela condena empezun poco botado.

    En los ltimomos visto que de auna suerte de neceha hecho ms pretenemos un sistemno da para ms y a todos encarceladsar que el problem

    Javiera Blanco:

    Necesitamos contarcon sistemas alternativos

    que no generen ms hacinamiento penitenciarioTexto: Federico Szczaranski V.

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    con la aplicacin de unadena, no es la solucin.e contexto claramente esproblema que ademsuiere particularidades es- cas en las distintas re -nes.

    El hacinamiento en gene-es bastante elevado: cer-de un 60% a nivel nacio-agravado post terremoto;

    o ese 60 % se distribuyemanera desigual, tene- problemas en las regio-octava y en la quinta. Lain Metropolitana, a pe-de ser la ms populosa,s la que tiene los ndicesaltos, y vemos proble -tambin en la tercera y

    a decimoquinta regiones.to a ello, observamos di-ncias cuando se analizatipo de establecimiento.centros de educacin y

    ajo hoy da tienen plazasonibles, tenemos una ca-dad ociosa de un 40%,

    ndo uno habla de hacina-nto, hay que desagregar

    poco ms.

    Hasta qu punto lasicas pblicas relativassistema penitenciario

    eneral reconocen esarsidad, re ejando queelincuencia es un pro-

    ma local y que uno tie-ue buscar solucioneses?

    Dentro de esta lnea deticas pblicas, que estivamente nueva, toda-tendemos a quedarnoslos grandes nmeros,

    las grandes cifras y ten-

    demos a invisibilizar lasparticularidades. En generalse dice que Chile tiene 60%de hacinamiento y nos que-damos ah, en vez de ahon-dar en que los delitos por losque mayoritariamente laspersonas cumplen penasson delitos contra la propie-dad. Cuando vemos esasparticularidades resultamuy enriquecedor adentrar-

    se, por ejemplo, en el mun-do del cumplimiento peni-tenciario de la mujer, ya quehoy en da la mayora de lasmujeres estn en los cen -tros penitenciarios por microtr co y obviamente en lasregiones del norte esto seagrava. Sin embargo, hayun estudio del Instituto deSociologa de la Universi-dad Catlica respecto de laprevalencia de drogas encentros penitenciarios delas distintas regiones y sedesmiti can muchas de lascosas que uno cree. En lazona norte, por ejemplo, elconsumo en las crceles de -bera ser ms alto que en lazona sur y no es as. Enton-ces, si uno no va a las par-ticularidades es imposiblegenerar programas que la

    evidencia internacional nosseala son los adecuados.Si nosotros pensamos quedesde el nivel central vamosa poder hacer una parrillaestandarizada nos vamos aequivocar. Hay que atenderlas particularidades porqueel problema es distinto se-gn el territorio que se tratey si esa problemtica no seaborda los programas van aresultar ino ciosos.

    Se est avanzando enun diagnstico en esa lnea?

    Si bien incipiente, yo creoque el diagnostico est bas -tante acabado. A diferenciade lo que pasaba en la dca-da del 90, tenemos centrosde estudios y universidadescomo la de ustedes dondelos temas ya se estn le -vantando. Hay un acopio de

    informacin desde el sectorpblico y privado bastantebueno. Yo creo que es posi-ble mejorarlo, hoy da a nivelde Gendarmera. La mismainstitucin reconoce que hayque hacer mejoras en los sis-temas de registros que ellostienen, pero con lo que hayes posible generar ese anli -sis particular. Yo dira que ahhemos avanzado bastante yhoy da el desafo ms gran -de es que el diseo de laspolticas pblicas pueda sertambin particular, pero creoque estamos recin viendola punta del iceberg, todavafalta mucho camino por reco-rrer.

    Siguiendo con la carac-terizacin de la poblacinrecluida, qu datos mane-

    jan ustedes respecto de l acomposicin en cuanto ala duracin de las penas?Hasta qu punto el haci-namiento del sistema sedebe a poblacin otante?

    Cuando uno habla de ha-cinamiento tambin hablade racionalizar el uso de lacrcel, no solo construir re-cintos. Se debe pensar enla diversi cacin de la res-

    puesta penal. En ese senti-do, tener a personas encar-celadas con penas de menosde un ao de duracin es uncontrasentido, porque estprobado que todos los indi-cadores empeoran respecto

    de las personas que cumplenpenas privativas de tan cor-ta represin: los niveles dereincidencia son ms altos, lareinsercin disminuye y ade-ms estamos hablando depersonas con complejidadesno tan severas porque poralgo las penas son de cortaduracin.

    Internacionalmente, setiende a evitar estas penas

    y poderlas cumplir en el me-dio libre, con un buen siste-ma de control, quizs concondiciones ms agravadaspero en libertad. Nosotrostenemos un 10% de nuestrapoblacin penal con penas

    cortas, lo que no es menor siconsideramos que tenemoscincuenta y dos mil personasen encierro, o sea estamoshablando ms de cinco milpersonas cumpliendo lo queantiguamente se llamaba uncanazo: lo metimos un ratitoa la crcel para volverlo a sol-tar. En este sentido hay queponer atencin en el proyec-to que se discute en el con-greso para modi car la ley

    18.216, que va en el sentidoadecuado de buscar reforzarlo alternativo. Pero en la dis-cusin legislativa se incorpo-r una norma que a mi juiciova en contra del espritu quequiso el Ejecutivo, que es jus-

    tamente fomentar esto. Es elcaso del extranjero, para elcual se ha establecido un pe-riodo mnimo de cumplimentode pena en el pas antes dela expulsin, ese periodo m-nimo es un canazo, es unapena de corta duracin.

    Casi un 40% de los delitosen Chile son contra la propie-dad y no los ms complejos.Por lo tanto, las probabili-

    dades de generar adecuados de rehson altas, no es qmos solo asesinosres en serie.

    Habiendo hecho

    descripcin del panocarcelario, cul sefactor gatillante quedisparar la cantidad clusos?

    Voy a partir qums obvio: somosdad bien represivala crcel como sanra bien, yo creo qte es bastante racse les pregunta en

    Tener a personas en-carceladas con penasde menos de un ao deduracin es un contra-sentido, porque estprobado que todos losindicadores empeoranrespecto de las perso-nas que cumplen penasprivativas de tan cortarepresin: los nivelesde reincidencia sonms altos, la reinsercindisminuye y ademsestamos hablando depersonas con compleji-dades no tan severas.

    Foto: Ju

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    uno qu pena daran en c adacaso, la gente seguramen-te va a buscar penas no tanaltas; pero en la multitud, loque prima es el discurso detodos contra la delincuencia y

    todos presos y ojal mil aospresos. Yo creo que eso hapermeado sin duda a la cla-se poltica, y vemos cmo entodas las elecciones este re-curso vuelve a estar en la pa-lestra. Es entonces cuandolos organismos tcnicos em-pezamos a tratar de permearese discurso para incorporaresta mirada de reinserciny rehabilitacin. Yo te diraque hay mucho de eso, pero

    no creo que eso explique losniveles de hacinamiento ennuestro pas.

    Por otro lado, nos faltauna institucionalidad ad-hoc,

    ya que Gendarmera bsica -mente se forma en un espri-tu de vigilancia y custodia, yno de reinsercin; por lo tan-to, todo lo que tiene que vercon esta mentalidad de reha-bilitacin y todo lo que vamosa generar con el cumplimien-to alternativo y cumplimien-to directo fuera de la crcel,tiene que estar bajo una ins-titucionalidad con una lgicadistinta y con un presupuesto

    distinto, porque adems es -tamos hablando de una po-blacin no menor.

    Adems, tenemos que dargarantas como Estado de

    que cumplir una pena en li-bertad puede ser tan e cienteen trminos de control comoel encierro. Nosotros hicimosun estudio de cuntas perso -nas sujetas prisin preventivareciben condenas privativasde libertad y es un 23%, esdecir, estamos hablando deque un 77% de las personaspas por prisin preventiva yno recibe una pena privativade libertad. Eso re eja que la

    prisin preventiva hoy en dano est siendo bien asigna -da, no tanto en nmero si noen el per l de la persona, yeso puede estar obviamentepermeado por el discurso. Lareforma procesal penal tuvoun impacto sin duda en los

    ujos hacia las crceles, peroesto no implica que sea res-ponsable del hacinamiento.

    Hay quienes estable-cen una relacin bastantedirecta entre los sistemaseconmicos y el tratamien-to a la delincuencia en ge-neral, y se termina diciendomientras ms neoliberales una economa, tiene ma-yores niveles de hacina-miento Hasta qu pun-to crees que esta relacinincide en el hacinamiento?

    Yo dira que todas las re-laciones que se han buscadoen los niveles de desarrolloeconmico y el problema dela delincuencia en generaltienen sus limitaciones, hayuna serie de factores quevan ms all de ese anlisis.Todo esto que de alguna ma-nera hizo muy popular Gary

    Becker con el rational choice ha ido dando paso hacia laincorporacin de otro panora-ma. Por ejemplo, pierde todotipo de vinculacin con unavariable econmica el fen-meno del desistimiento, quenos dice que la poblacin pe-nal llegada a cierta edad -porfactores externos- tiende adejar la actividad delictiva, ytiene que ver bsicamentecon el paso de los aos: nos

    vamos volviendo viejos y nosvamos poniendo ms reaciosa continuar en esta carrera. Ahora, esas condiciones quehacen que esto suceda tie-nen que ver con grados demadurez, con la llegada dehijos, con variables que exce-den a un anlisis netamenteeconmico de costos y bene-

    cios.

    Cuando se revisan los ni-veles de delincuencia en losdistintos modelos se advierteque tanto en modelos msneoliberales como en mode-los que tienden a tener unaparticipacin de lo pblico

    mucho ms importante, haycasos exitosos y fracasos.Ms que el modelo, hay quever que los factores en uno uotro modelo pueden ser tra-bajados, hay que identi caraquellas variables que sonclaves del xito y que puedenllegar a estar presentes den-tro de ciertas racionalidadesen una serie de modelos.

    Hoy tenemos un buendespertar del sector civil tan-to en lo acadmico como encrceles concesionadas, conprivados participando en lareinsercin laboral, con priva-dos insertndose en mesas

    de consejos localeridad porque sonrios del sector. Exhay varias, as qudel modelo son mentos comunes la dar resultados.

    Hasta qu punpuede atacar este prma con la legislacitual?

    En la actualidadProcesal Penal haespacio. Yo no crepor ah la discusiparece que la ley 1que mejorarla. El nal hay que sentacutirlo, es un cdquedado absolutatemporal a nuestrPero el gran xiteste tipo de asuntoen la gestin. La lmucho, pero hoy dleyes es posible serie de cosas. Pouno sabe que intemente hay progrtienen un impactotivo en trminos cin, como son lopsicosocial, los

    sicolgicos, los trde adiccin, los laborales; y despulas cifras que sehoy todava hay udonde crecer

    Tenemos un 40blacin interna al trabajo, de los60% son artesanocir, egresados quevivir de eso, te

    sando informacin demrica Latina y el Caribe,nstituto Latinoame-ano de las Naciones

    nidas para la Prevencinl Delito y Tratamientol Delincuente (ILANUD)ncluy lo siguiente:esafortunadamente, esrto que la delincuenciaaumentado en los pa-

    desde los aos ochen-; tambin es ciertoe nuevos proyectos deyes o leyes destinadas aucionar el problema de

    delincuencia e inclusoos problemas socialesravs de un castigo se-ro son frecuentementeoptados, a menudo connico objeto de mane-los apuros polticos a

    vs de una respuestaalarma social, y a veces

    cluso encendiendoha alarma con informa-

    n falsa o exagerada. Lambinacin de ambosctores ha resultado enaumento mayor y ace-ado de las poblacionesrcelarias

    a investigacin dispo-ble parece demostrare la relacin entre lasas de delincuencia yencarcelamiento no es

    ncilla. Canad y Esta-s Unidos han adoptadoerentes enfoques alntrol de la delincuen-: la alta encarcelacinEstados Unidos no ha

    ducido las tasas de de-cuencia, mientras quebaja encarcelacin ennad no ha resultado enaumento de tales tasas.

    Foto: Unidad de Comunicaciones Gendarmera de Chile, 2005.

    Foto: Unidad de Comunicaciones Gendarmera de Chile, 2005.

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    DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto de 2012 DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto

    mpresa privada, que es laca en el fondo de lo ques van a tener que enfren-slo hay 1.700 cupos engramas de reinsercint egreso, en circunstan-que son 23.000 los egre -

    os cada ao. Entonces,un tema de cobertura

    ortante pero tambin deionar estos espacios de

    nera distinta.Creo que Gendarmerapuede seguir siendo el a cargo de la vigilancia ybin de la rehabilitacin.

    y que ver pases comoaterra donde hay un sis-a de manejo de las sen-ias que tiene dos lgicasactuacin y una mismaca de casos: la personao haber pasado por elema de un lugar pero escaso que se contina a loo de toda esta trayecto-La suerte para nosotros,

    quizs llevar 20 aos deancia con un pas desa-lado, es que tenemos laibilidad de no equivocar-como ellos. No hay que

    entar nada nuevo, inde-diente de que hay queptarlo a la cultura propia.lo que ha sucedido afue-

    s relevante y claramentey es un factor, pero no esms determinante en minin.

    Cmo est la rehabi-in en general? Cadams la sociedades em-an a operar bajo la l-de evitar ser vctimaelitos y fortalecer laencin situacional; yanto de evitar que este

    individuo deje de ser delin-cuente, Cul es tu visinal respecto?

    En general, en todos lospases es comn encontrar-se con un discurso popularmucho ms inclinado haciala condena que hacia la re-habilitacin y eso es as enpases desarrollados y nodesarrollados. Pero hay dife-rencias en lo que las polticaspblicas pueden hacer, y eneso s hay un abismo entrelos pases que hace ya 20aos empezaron a invertir enrehabilitacin versus otrospases como los nuestrosque empiezan a incursionaren estos temas -y voy a sergenerosa- en los ltimos 10aos. Hay un abismo, porquenos llevan aos de diferenciay porque para nosotros estoparti con lo que estaba ha-ciendo ms agua en ese mi -nuto, que era el sistema deenjuiciamiento, en especiallos procesos; y me parecebien, no somos pases ricosque nos podamos dar el lujode iniciar un milln de refor-mas al mismo tiempo. Hubouna opcin que se dio msen temas de control, policas,

    sistemas de enjuiciamiento,que lo que se pudo dar enprevencin secundaria y ter-ciaria.

    Yo dira que estamos bienencaminados. Hoy da la gen-te entiende que no solo se ne-cesita construir ms crcelesy que cuando alguien pasa porpor una crcel o por un meca -nismo de libertad debe tenerla posibilidad que en los prxi-

    ridad? la gente pida rehabili-tacin, rehabilitacin! no se vaa dar nunca, pero pretenderpermear las decisiones de po-ltica pblica sin duda que esel desafo y yo creo que esoya empez.

    Eso s, los nmeros anson bajos. Tenemos un 23%de cobertura educacional enel sistema cerrado y un 40%laboral, y de stos la mayorparte son artesanos, mozos, jornaleros. Y las alternativasprivadas instaladas todavason muy incipientes, y seguirde este modo mientras el 80%de los penales sean pblicos,porque a duras penas tienenespacio para colocar genteque cumple penas y menosaun van a tener espacio parainstalar talleres. Hay progra-mas sper atractivos como Elhoy en tiempo, que es un pro-grama de reinsercin laboralpara jvenes, pero con solo350 cupos ya que se trata deun plan micro piloto.

    Necesitamos contar consistemas alternativos queno impliquen generar mshacinamiento y ms costosasociados para el Estado.

    Estamos pensando en unaserie de cumplimientos quese hagan en un espacio delibertad y que deberan nosolo tener la caractersticade un adecuado control sinouna adecuada oportunidadde rehabilitacin, lo que im-plica personal so sticado yaltamente entrenado. Yo creoque esa es la prxima discu-sin que debiera comenzar adesarrollarse.

    mos 3 aos pueda hacer algodistinto de su vida. Cada vezes ms claro que si esa per -sona sigue siendo adicta vaa seguir delinquiendo porquetiene que nanciar su adic-cin, y por lo tanto han em-pezado a tomar un poco msde fuerza todas estas lgicasde justicia restaurativa, en lasque se atiende a las causasque hacen que una personadelinca, no para que ello in-

    uya en la determinacin dela pena, pero s para que enel cumplimiento tengan pesolas condiciones personales,para efectos de que el planindividual se oriente mas a larehabilitacin. La responsa-bilidad penal adolescente, enla ley, pone mucho nfasis enesto; otra cosa es que en loshechos est teniendo algunosproblemas en la implementa-cin, pero en la ley se hablade plan de intervencin indivi-dual y se hace nfasis en lostemas de tratamiento de dro-gas, buscando una respuestadiferenciada.

    Todos los ltimos anunciosque se han hecho para buscarque la libertad condicional noquede en poder de una au-

    toridad poltico administrativay el indulto conmutativo demujeres con 2 tercios de lapena, me parece que van enel sentido adecuado, orien-tndose a despojar un pocoal sistema de poder encerrara per les que no debieron ha -ber jams ocupado una plaza. Ahora bien, pretender que enel discurso pblico cada vezque uno pregunte qu es loque la gente quiere en segu-

    En Cifras En Cifras

    62,6%de loscondenadosa penascortasreincide.

    50,5%de losegresadosde lascrcelesingresannuevamente ala crcel condenado por un nuevo delito.

    60%Lascrcelesen Chilepresentansobrepoblacin(abril 2011)

    Fuente: International Centrefor Prison Studies

    En Chile hay 297recluidos por cada100.000 habitantes.

    En marzo de 2012 haba50.827 personasrecluidas.

    Solo 724 condenados auna pena de reclusinestn en Centros deestudio y trabajo. (C.E.T).

    60%

    La mayor parte de las penas, noson presidio perpetuo, o sea,cuando vemos la exageracin depenas de 3 a 5 aos, estasalcanzan en chile a:

    23% 77%

    Estudio hecho por PazCiudadana, de cuantas personasestn sujetas a prisisin

    Privadasdelibertad

    En prisinpreventiva

    Las reformas a las leyes y las polticas de-bieran considerar plenamente la evidenciadisponible relativa a lo que posiblementesea efectivo en la consecucin de los nesestablecidos. Muchos comentaristas con-trastan de manera no favorable la forma enque los gobiernos adoptan las decisionesde cuidado de la salud y l a forma en quese acercan a la justicia penal. En el casode la salud, los gobiernos que abiertamen-te ignoran la evidencia cient ca en suspolticas son criticados por los riesgos alos cuales exponen a la poblacin y a lospases vecinos. En todo caso, dicha crti caes raramente dirigida a los gobiernos queignoran la evidencia de aquello que funcio-na para reducir la delincuencia en sus leyesy polticas de justicia penal y de esa formaexponen a las comunidades a mayorestasas de delincuencia.

    Por ejemplo, investigaciones recientes rela-tivas a la relacin entre la poltica guber-namental y la investigacin conducida porla Universidad de Hudders eld en el ReinoUnido revel que en general, apareceque la evidencia es menos importante enla creacin de polticas de justicia penalque las de salud, y slo en la esfera de lasalud encontramos ejemplos concretos de

    normativas establecidas para promoverel cuidado a la salud basado en la eviden-cia. Recientes ejemplos de la creacinde polticas de justicia penal, incluyendoprogramas de reduccin de la delincuenciaa gran escala e intervenciones nanciadaspor el Departamento de Justicia Juvenil,sugieren que las polticas de justicia cri-minal estn principalmente in uenciadaspor factores distintos a la evidencia, talescomo la conveniencia poltica. Asimismo,tambin se descubri que el nanciamientode la investigacin penal es desproporcio-nadamente menor que lo que se gasta ensalud (estiman que el nanciamiento de lainvestigacin como porcentaje del costo dela delincuencia fue de un 0,07 por ciento). La legislacin, polticas y prcticas se-veras y represivas en con icto con losestndares internacionales sobre derechoshumanos, con la evidencia emprica ocon la buena prctica internacionalmentereconocida, no debieran partir o fundamen-tarse en razones de conveniencia poltica.Hacerlo es perder la oportunidad de unareforma que podra reducir la delincuenciaaumentar la seguridad pblica y administra

    justicia y proveer de seguridad para todosen forma justa.

    Fuente: Creando leyes y polticas que funcionen, Penal Reform International, Ediciones Jurdicas de Santiago, 20

    F o

    t o :

    U C G C H

    , 2 0 0 5

    .

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    OPININ

    si esta propuesta la inversin ms aimplementar en mtenciaria, tomandoel elevado gasto ppuede conllevar.

    2. Principales desafo

    Fortalecer la ilidad del sistema rio. Mediante la fonormativa, en los corresponda, as cvs del diseo de ca de recursos humformacin y preppecial, acorde conque desempearnde un recinto penaridad, administrac

    o reinsercin). Fortalecer lo

    mos de excarcelaracionalizacin dla privacin de lsea mediante la pde un sistema altecumplimiento de a travs de la prolibertades condicioquienes renan sitos o mediante

    truccin de crceles, comoha sido el caso de Chile. Seplantea que esta opcin re-suelve el problemas de la fal-ta de recursos para aumentarplazas, mejora la calidad delservicio dado por el sistemapenitenciario y, en general,acta con ms e ciencia ye cacia en la reinsercin so-cial.

    El ao 2000, el Estadochileno decidi licitar la cons-truccin y administracin par-cial de 10 nuevas prisiones(que ampliara la capacidadpara 16.000 reclusos). Laconstruccin de esos pena-les sera nanciada por laempresa adjudicataria, el Es-tado reembolsara el costo a

    lo largo de 20 aos y, duranteese perodo, la empresa ad-ministrara los servicios dealimentacin, salud, man-tenimiento y rehabilitacin,recibiendo tambin una sub-vencin por interno. Gendar-mera de Chile, a cargo de laadministracin penitenciaria,mantendra la administracinsuperior del establecimiento,la custodia de los reclusos yseguridad externa (Martnez

    & Espinoza, 2009). Para ellose aprob un presupuesto to-tal de US$ 294 millones. Laconstruccin se licitara encuatro grupos y su puesta enmarcha se prevea iniciar el2005 y culminar el 2010.

    Este proceso se ha desa-rrollado con algunas di culta-des, manifestadas en el retra-so en la entrega de las obras,en desajustes provocadospor la falta de un modelo es-pec co de construccin enlas bases de la licitacin (ge-nerando un sobrecosto parael Estado)2, en problemas detipo econmico (el costo porinterno en los establecimien-tos concesionados es tres

    veces superior al de los pe-nales tradicionales: US$ 35vs. US$ 11 por da (Dammert& Daz, 2005).

    A pesar de los proble-mas descritos, es posibleidenti car algunas ventajasen el sistema de crcelesconcesionadas: permiti re-novar los establecimientospenitenciarios en uso y otrosobsoletos en su diseo y/o

    condiciones; mejor las con-diciones de habitabilidad y lacalidad de los servicios deacuerdo a normas y estnda -res de infraestructura y tra-tamiento de un alto nivel deexigencia; separ a las per -sonas privadas de libertaden funcin de su compromisodelictual, previa clasi caciny segmentacin (disminu-yendo las oportunidades deabuso entre internos); y unavez transcurridos los veinteaos que dura la concesin,el Estado dispondr de 10establecimientos bien cons-truidos y mantenidos.

    Sin embargo, esta mayorinversin en la mejora de los

    estndares de habitabilidadno garantiza necesariamenteun resultado ms efectivo enla reintegracin de las per-sonas y, por ende, en la dis-minucin de la reincidencia.No existe evidencia empri-ca que demuestre mejoresresultados en trminos dereinsercin en ninguno de lospases que aplican este mo-delo. En funcin de ello, con-viene analizar con atencin

    Sistemas Penitenciarios: Reformas y desa os1. La reforma de los siste-mas y principales tenden-cias

    Amrica Latina es unalas regiones que congregaa pases con sistemas peni-tenciarios en crisis: por faltade institucionalidad (cuerpospenitenciarios inestables, fal-ta de leyes espec cas, etc.),escasez de mecanismos deexcarcelacin y un uso pocoracional de la prisin preven-tiva, poltica de recursos hu-manos de ciente, ine cientesistema de clasi cacin ysegmentacin de personasrecluidas, carencia de ofer-ta adecuada y su ciente dereinsercin, sistemas de pro-duccin de informacin limi-tados, falta de perspectivaintersectorial e interinstitu-cional en la gestin del sis-tema penitenciario, y escaso

    control de la ejecucin de laspenas (Espinoza & Francia,2011).

    En el plano poltico cri-minal, los ltimos aos hanestado marcados por el in-cremento de las sancionespenales sustentado en labsqueda por frenar la cri-minalidad, no obstante, laevidencia no ha demostradohaber conseguido los resul-

    tados esperados 1. Se puedea rmar que en la mayora decasos las modi caciones pe -nales han sido motivadas porla comisin de ciertos hechosque generaron conmocinsocial y fueron divulgadospor los medios de comuni-cacin, por lo que estamos,no ante una poltica criminalplani cada, sino ante una po-ltica guiada en gran medidapor decisiones coyunturalesy reactivas (se puede citarcomo ejemplo la ley de Cr-menes Hediondos en Brasil;en Chile, la ley de AgendaCorta Antidelincuencia -quedeclara prisin preventivapara reincidentes-; las leyescentroamericanas de manodura), que han incrementadoel nmero de presos sin nin-guna preocupacin respectode este resultado.

    La poltica penitenciariadestinada a dar respuesta alproblema de hacinamientoy sobrepoblacin ha estadodireccionada hacia la cons-truccin y mejoramiento dela infraestructura carcelaria. As, diversos pases han cen-trado sus recursos hacia laconstruccin de nuevos es-tablecimientos penales y elmejoramiento de la infraes-tructura existente: reparan-

    do espacios o construyendonuevos ambientes al interiorde las crceles, muchas ve -ces ya hacinadas.

    Sin embargo, para enfren-tar la sobrepoblacin penaly el hacinamiento han sidomenores los esfuerzos porbuscar estrategias para dis-minuir la poblacin penal, ta-les como promover el mayoruso a las penas alternativas.Los bene cios de implemen-tar penas alternativas sondestacables, en tanto se tratade una sancin de bajo cos-to, menor efecto estigmatiza-dor sobre el imputado/a y sufamilia y que ha demostradoresultados prometedores enreinsercin social. As porejemplo, la reincidencia dequienes recibieron una Me-dida Alternativa en Chile, enel ao 2006, fue de 16%,

    mientras que se indica quela poblacin privada de liber-tad presenta una reinciden-cia mayor al 50% (GENCHI,2007).

    Respecto de la estrategiapor aumentar la capacidadde las prisiones o construirnuevas crceles, dada laescasez de recursos de losgobiernos algunos han opta-do por concesionar la cons-

    r Olga Espinoza M.

    bogada. Magster en Derechor la Universidad de Sanblo (Brasil).

    oordinadora del rea detudios Penitenciarios,ntro de Estudios enguridad Ciudadana, delstituto de Asuntos Pblicosla Universidad de Chile.

    Foto: Unidad de Comunicaciones Gendarmera de C

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    efectivos de reduccinpresos preventivos (por

    mplo, en Brasil se gestio-la realizacin de Multi-, especie de campaasxcarcelacin).

    Favorecer la reinsercinal al interior de las crce-y luego de que las perso-egresan de ellas. El obje-de reinsertar o rehabilitar

    e ser un eje transversaldas las etapas de la eje-n penal, desde que laona comienza a cum-su condena y la primeraa, de al menos seis me-hasta que sale de prisinlagra, 2008). Una polticaitenciaria con nfasis enreinsercin social debecar fortalecer los equiposrgo de su ejecucin; co -er los per les criminolgi-de la poblacin que aten-

    ; plani car el trabajo, larvencin y el presupuestoejecutar; identi car la

    ta pblica disponible; yarrollar alianzas con or-ismos pblicos y privadosacten en el plano localnicipal). Por ello, los prin-

    cipios que deben inspirarlason: la evaluacin y plani -cacin permanente, la inter-sectorialidad de la gestinpenitenciaria; la interinstitu-cionalidad y la cooperacinpblico privada; la interven-cin individual de acuerdo alas necesidades particularesde cada persona recluida; laincorporacin de la familia yla comunidad en el procesode reinsercin; el diseo dela oferta programtica basa -da en la evidencia; y el enfo-que territorial de la reinser-cin social.

    Fomentar la existencia decontroles externos de la eje-cucin penal (pudiendo ser jueces de ejecucin penal,defensores penitenciarios,ouvidoras penitenciarias,agentes pastorales, y otros).Esta instancia resulta bene-

    ciosa, no solo porque estnhabilitadas para scalizar elcumplimiento de los serviciosque competen a la adminis-tracin penitenciaria y velarporque se respeten los dere-chos humanos de las perso-nas recluidas, sino tambin

    porque pueden tornarse enmediadores para la solucinde con ictos de diversa n-dole generados al interior deun recinto carcelario (entreinternos, entre internos conla administracin, y entre fun-cionarios penitenciarios). Fi-nalmente, se debe aseverarque una funcin adicional ala ejercida por estos actoreses la de facilitar el proceso dereintegracin social.

    Incorporar la perspectivade gnero en el diseo de lapoltica penitenciaria, de talforma que sta responda a lasnecesidades de las mujeres,evitando incrementar los fac-tores de riesgo crimingenode su familia y de su entorno

    y eliminando los obstculosque complejizan su procesode reintegracin social.

    . Mejorar los mecanismosde produccin de informa-cin. La produccin e cientey e caz de informacin per -mite generar insumos para eldiseo de una poltica peni -tenciaria que genere impactopositivo en el aumento de laseguridad y en la reduccinde la reincidencia delictual.Esta informacin facilitar laidenti cacin de modalidadesdelictivas, tendencias o modi-

    caciones en el per l crimin-geno de la poblacin penal y,en general, disear una pol -tica coherente y e ciente conaspiraciones de e cacia.

    DAMMERT, Luca / DAZ, Javiera (2005): El Costo de Encarcelar. En Observatorio, n 9. Santiago: FLACSO.DAMMERT, Luca / ZIGA, Liza (2008): La crcel. Problemas y Desafos para las Amricas. Santiago: FLACSO.COYLE, Andrew (2009): La administracin penitenciaria en el contexto de los derechos humanos: Manual para el personal penitenciario. Londres: Centro Internacional parael Estudios de Prisiones.ESPINOZA, Olga / FRANCIA, Luis (2011): Hacia una propuesta de poltica penitenciaria. El caso peruano. En: SPOSATO, Karyna (ed.): Direitos Humanos e Poltica Penitenciaria. Salvador de Baha [en imprenta].MARTNEZ, Fernando / ESPINOZA, Olga (2009): Crceles concesionadas en Chile. El camino a la privatizacin? En Revista Debates Penitenciarios, n9.Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana: Santiago. En: http://www.cesc.uchile.cl/publicaciones/debates_penitenciarios_09.pdf [05.01.2011]VILLAGRA, Carolina (2008): Hacia una poltica post penitenciaria en Chile. Santiago: RiL Editores.VILLAGRA, Carolina (2010): Bases tericas para la construccin del programa Volver a Con ar. En: ESPINOZA, Olga (ed.): Volver a Con ar. Caminos para la integracinpost carcelaria. Santiago: Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana / Andros Impresores.

    IBLIOGRAFA

    1 En EEUU durante los ltimos 20 aos se han incrementado las sanciones penales a travsde leyes como la tercera es la vencida, ocasionando un crecimiento desmesurado de la po-blacin penal (ms de 700 presos por cada 100 mil habitantes). Esta situacin ha provocadoque varios Estados de este pas hayan comenzado a implementar diversas estrategias paradisminuir la poblacin penal. Ver algunas estrategias en Internet: http://www.justicereinves-tment.org2 Poco despus de adjudicada la licitacin, el Ministerio de Justicia y Gendarmera hicieronpeticiones a la empresa concesionada para aumentar las reas de capacitacin, educacin ydistraccin de los reos, adems de agregar medidas adicionales de seguridad e incorporacinde tecnologa para seguridad y vigilancia. As, los ajustes incrementaron en 60% los trabajosy en 10% los metros cuadrados a construir. (Martnez & Espinoza, 2009).

    OPININ

    En diciembre de 2011,el Centro Democraciay Comunidad public

    el informe Sobre el SistemaCarcelario Chileno y Com-promisos de Gobierno, enel cual se analiza el nivel decumplimiento de una seriede medidas anunciadas porel Ejecutivo relacionadas connuestro sistema penitencia-rio.

    Ahora bien, ms all dela relevancia de este docu-mento a la hora de sistema-tizar las medidas propuestasy permitir evaluar el cumpli-miento de los compromisospor parte del Ejecutivo, elInforme deja en evidencia lamanera en que en el discursopblico se minimiza la inci-dencia que tiene en el siste-ma penitenciario la magnitudde la pena asignada a cada

    delito. Al respecto, cabe men-cionar que de todas las medi-das analizadas, slo entre laspropuestas realizadas recincon posterioridad al incendiode la crcel de San Miguel esposible encontrar referenciasa la necesidad de modi carlas reglas conforme a las cua-les se determinan las penas,lo que se hace principalmentebajo el anuncio de fortalecerlas penas alternativas a la pri-

    vacin de libertad y de con-mutar penas privativas porservicios a la comunidad.

    Lo anterior no puede sinoser considerado un despro-psito. Si se a rma que losprincipales puntos crticosdel sistema penitenciario enChile corresponden al haci-namiento, el trato otorgado areclusos, las de ciencias enrehabilitacin y los problemasespec cos del sistema penalde menores y adolescentes;de inmediato se hace eviden-te que el hacinamiento incidems en los otros puntos cr -ticos de lo que ellos in uyenen ste: mientras mayor seael hacinamiento, ms difcil escombatir los dems proble-mas; los cuales, en cambio,no parecen in uir directa-mente al menos- en los nive-les de hacinamiento 1. Este, a

    su vez, se encontrar deter -minado tanto por la capacidadfsica de los establecimientospenitenciarios, como por los

    ujos de ingresos y egresosde condenados. Si eso es as,las preguntas propiamentepenales, como lo son aque-llas relativas a lo que debeser penado, y especialmente,la referida a la magnitud dela pena a aplicar, tienen unarelevancia (doble)2 difcil de

    sobreestimar.Por lo mismo,

    damente negativo justamente la seestas cuestiones upuntos que tradicse dejan de lado esin dogmtica pea simple modo den la segunda etateora de la penano va ms all que la magnitud ddebe correspondermedida objetivadgacin de personaha tenido lugar coComo destaca Siltercera versin dese ofrece una tesispleta al respecto,que la magnitud da imponer se encoterminada por la de salvaguarda cla vigencia de la n

    ver in uida por ecial de la norma vusituacin de asecognitivo en que tra la norma y la del autor 5.

    Si bien este ngar para adentrarproblemas de la tpena, dada la excsu trabajo y la uel mismo puede p

    Por Federico Szczaranski V. Abogado U. de Chile. Magsteren Derecho Penal por laU. de Talca y Pompeu Fabra.Coordinador e Investigadordel Centro de EstudiosPenales y Penitenciariosde la Facultad de Derecho,Universidad Mayor.

    La pena justay el hacinamiento

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    DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto de 2012 DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto

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    tructuracin del sistemapenas, vale s hacer pre-e el esfuerzo de Andrew

    Hirsch6 por ofrecer unrio y una metodologa derminacin de la magni-de la pena, que se haga

    go de compatibilizar lasensiones retributivas y

    ventivas de aquella, inten-do evitar los defectos de lara de la Unin7.

    El punto de partida de sua se encuentra en el en-er que la pena, al consti-una privacin para quien

    ufre, implica un juicio desura por haber actua-mal. Esta declaracin deoche, a su vez, recalcamportancia de los dere-s vulnerados a la vctimaeconoce en el ofensor aagente moral, dndole

    oportunidad de asumir loo de sus acciones. Luego,virtud de esta dimensinobatoria, se a rma que la

    gnitud de la pena a impo-debe ser proporcional aondenable de la conduc-re ejar as lo reprensiblea accin8. Por otro lado,

    dimensin de sufrimientopia del castigo indepen-

    nte de la reprobatoria- selica mediante nalidadesventivas, las cuales sos -e el autor- se armonizanla primera dimensin en

    medida que la apelacin alimiento como desincen-es entendida como una

    ple razn adicional, dedencia, cuya justi cacinencuentra en reconocersi bien el destinatario de

    norma es un sujeto mo-

    ral, tambin es falible, por loque es conveniente generardesincentivos prcticos9.

    En este modelo, la pre-vencin no puede in uir en laseveridad de la pena a impo-ner, ya que hay primaca enla reprobacin: el aumento depena por razones preventivasimportara reprochar de for-ma desproporcionada 10.

    Finalmente, se sostieneque la determinacin de lo re-prochable de un acto depen-de de la forma en que steafecta el estndar de vida dela vctima, entendiendo queste se encuentra referido alos medios y capacidades que-en trminos generales- sir-ven para alcanzar una deter-minada calidad de vida11. Eneste punto, el autor proponeun interesante mtodo para juzgar la incidencia de distin-tas acciones delictivas en losdiferentes factores relevantespara el estndar de vida 12, yargumenta a favor de un an-claje de la escala de penas enbase a la relacin entre los in-tereses afectados por el delitoy la pena asignada, cuyo lmiteinferior se encuentra dado por

    la prdida de e cacia preven-tiva13.

    Este conjunto de postu-lados, que ac slo puedenmencionarse de manera su-per cial, lleva al autor a con-

    gurar una teora de la penade indiscutible relevancia, quea pesar de sus debilidades 14 bien puede contribuir en casode ser considerada- en la me- jora del sistema penitenciario.

    BIBLIOGRAFA

    1 Se podra decir del hacinamiento que ste corresponde a lo que Lorenz denomina material relativamenteindependiente de la totalidad; en: LORENZ, Konrad. El todo y la parte en las sociedades animal y humanas:un examen metodolgico; en EL MISMO, Consideraciones sobre la conducta animal y humana, Barcelona:Plaza & Jans, 1980, pp. 157.2 No se puede olvidar que una regla que determina la medida de la pena no slo incide en el ujo de ingresosal sistema penitenciario, sino que tambin condiciona el ujo de egresos: si se acuerda que la magnitud de lapena debe ser tal que con ella (por ejemplo) se asegure la vigencia cognitiva de la norma, luego no se podrestablecer una institucin de egreso cuya aplicacin suponga anular el efecto reestabilizador psicolgico dela pena originalmente impuesta.3 Sobre la evolucin de la teora de la pena en Jakobs: CANCIO MELI, Manuel y FEIJOO SNCHEZ,Bernardo. Prevenir riesgos o con rmar normas? La teora funcional de la pena de Gnther Jakobs; en:JAKOBS, Gnther. La pena estatal: signi cado y nalidad, Trad: CANCIO MELI, Manuel y FEIJOO SN-CHEZ, Bernardo; Navarra: Civitas, 2006, pp. 15 a 81.4 JAKOBS, Gnther. Sobre la teora de la pena, Trad: CANCIO MELI, Manuel, Bogot: Ed. UniversidadExternado de Colombia, 1998, pp. 25. Al respecto: CANCIO MELI y FEIJOO SNCHEZ, Prevenir riesgos,pp. 50.5 SILVA, Jess. Del derecho abstracto al derecho real, Barcelona: InDret 4/2006, pp. 4.6 En una lnea similar a la de este autor se encuentran tambin los trabajos de Hrnle: Determinacin de lapena y culpabilidad. Notas sobre la teora de la determinacin de la pena en Alemania, FRANCHINI, MaraBeln; Buenos Aires: Fabin J. Di Plcido, 2003, pp. 118; Distribution of punishment: The role of a victims

    perspective; en: Buffalo Criminal Law Review, 1999, Vol. 3, pp. 175 a 209; Offensive behavior and Germanpenal law; en: Buffalo Criminal Law Review, 2001, Vol. 5, pp. 255 a 278; La proteccin de sentimientos enel STGB, en: HEFENDEHL, Roland, La teora del bien jurdico: fundamento de l egitimacin del derechopenal o juego de abalorios dogmticos?, Trad: MARTN LORENZO, Mara; Madrid: Marcial Pons, 2007, pp.383 a 399.7 Al respecto, como apunta con toda claridad Jakobs si se reforma a un asesino para convertirlo en unapersona pac ca -si es que ello es posible-, el trato con l -dicho de modo coloquial- no puede interpretarsede un solo trazo tambin como retribucin de culpabi lidad; pues la culpabilidad se retribuye a un responsable,mientras que se reforma al objeto de necesidades preventivas; en JAKOBS, Sobre la teora, pp. 13.8 VON HIRSCH, Andrew. Proportionate sentences: a Desert perspective; en: VON HIRSCH, Andrew; AS-HWORTH, Andrew; ROBERTS, Julian. Principled sentencing. Reading on theory and policy, Oregon: HARTPublishing, 2009, pp. 116 y 118.9 VON HIRSCH, Andrew. Censurar y castigar, Trad: LARRAURI, Elena; Madrid: Editorial Trotta S.A., 1998,pp. 39 y 40. Se trata, en de nitiva, de mantener los comportamientos predatorios dentro de lmites tolerables;en VON HIRSCH, Proportionate sentences, pp. 117 y 11810 Es decir, si se diera una pena adici onal, que slo tuviera carcter preventivo, entonces esa pena no expre-sara reproche y no tratara al infractor como agente moral; en: VON HIRSCH. Censurar y castigar, pp. 44..11 VON HIRSCH, Andrew. Seriousness, severity and the living standard; en: VON HIRSCH, Andrew; AS-HWORTH, Andrew; ROBERTS, Julian. Principled sentencing. Reading on theory and policy, Oregon: HARTPublishing, 2009, pp. 144.12 Se parte por parcelar los intereses afectados por delitos y graduar distintos niveles de calidad de vida;en: VON HIRSCH. Seriousness, severity, pp. 144 y ss. En igual sentido: EL MISMO. Censurar y castigar,pp. 64 y ss.13 VON HIRSCH. Censurar y castigar, pp. 72 a 76.14 De partida, como el mismo autor lo reconoce, su teora se encuentra pensada primordialmente para casosde delitos contra vctimas comunes; as en: VON HIRSCH, Andrew; JAREBORG, Nils. Gauging criminalharm: Aliving-standard analysis, en: Oxford Journal of Legal Studies, Vol. 11, pp. 33 y 34.

    BUENAS PRCTICAS

    Valparaso

    En el marco de la recinaprobada Ley de Indulto, quecontempla que condenadospor delitos de baja comple- jidad y con buena conductapodrn cumplir lo que lesqueda de su pena en libertad-bajo un rgimen de vigilancia-,estudiantes de IngenieraComercial de la Ponti ciaUniversidad Catlica de Val-paraso realizaron la FeriaLaboral y de Productos In-tegra.

    La actividad, impulsada enel contexto de la asignaturaGestin e Innovacin Em-presarial, busca consolidarsecomo un espacio que facilitael encuentro entre personasegresadas del sistema pe-nitenciario y empresas y or-ganizaciones dispuestas aentregarles oportunidades dereinsercin laboral.

    Entre los bene ciadosse encuentra Rodrigo Ailln,

    Indita Feria Laboralacerca a egresados del sistemapenitenciario al mundodel trabajo

    Estudiantes de Ingeniera Comercial de la Ponti cia Universidad Catlica de Valparaso realizaron la Feria Laboral y de Productos Integra.

    quien cumpli condena ybusca reintegrase al mundolaboral. Creo que esta feriaes muy buena para perso-

    nas que, como yo, estamosperseverando y necesitamosuna oportunidad de trabajo,porque es difcil encontrar

    empleo con antcomo los mos, aucapacitado como expres.

  • 8/13/2019 Revista Derecho Penitenciario

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    DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto de 2012 DERECHO PENITENCIARIO Junio - Agosto

    El evento, que se desarroll el 19 de abril en el Parque CulturalValparaso, cont con la participacin de diversas empresas de lain que instalaron sus stands en los que atendieron a interesadoscupar puestos de trabajo y entregaron informacin sobre las es-

    egias que se requieren a la hora de encontrar empleo.En la oportunidad estuvieron presentes el Vice Gran Canciller de

    Universidad, padre Dietrich Lorenz; el rector de la PUCV, Claudio

    rtegui; el gobernador Pablo Ziga; la seremi de Justicia, Marael Ancarola; y representantes de Gendarmera de Chile y Sence.La PUCV, a travs de su rector, don 1.500 libros para los be -ciarios de la Corporacin de Rehabilitacin Social, CORESOL, yeg dos becas para cursar estudios en el CFT UCEValpo.

    Este encuentro nos identi ca como institucin que tiene, desdeundacin, una marcada vocacin de servicio. Nuestra universi-genera y apoya actividades de este tipo que van en ayuda de la

    munidad, sobre todo sta, que es una forma en que nos hacemosgo como sociedad de quienes han pagado su deuda y que aho-ecesitan reintegrarse, expres el rector Claudio Elrtegui, quieneg que este tipo de iniciativas contribuyen a la transicin de laedad chilena hacia una con mayor justicia e igualdad.

    Universidad on 1.500 libros

    Empresas ofrecieronpuestos de trabajo

    En la oportunidad, se reunieron aproxi-madamente diez empresas que ofrecieronalrededor de 50 puestos de trabajo. Ade -ms, el gobernador Pablo Ziga anunci laorganizacin de plataformas de emprendi-miento y capacitaciones a travs de Sence.

    Asimismo, un grupo de egresados del

    sistema penitenciario tuvo la oportunidadde exhibir productos fabricados por ellos,principalmente muebles y artculos de arte-sana.

    Esta actividad busca ser el punto departida para poder romper de alguna formael crculo vicioso de la delincuencia a travsdel ofrecimiento de trabajo y oportunidadesa estas personas, sostuvo el estudianteEsa Vsquez, quien form parte del equipoorganizador junto a sus c ompaeros IgnacioLarraguibel y Rodrigo Valenzuela.Fuente: http://prensa.ucv.cl/?p=10032

    NOTICIAS EN LA WEBCHILEPlan Jvenes:Ministerio de justicia y SERNATUR inician programa de concienciaturstica para jvenes infractores de leyFuente: Ministerio de JusticiaDesde este mes de mayo los jvenes privados de libertad de los centros de Servicio Nacional de Menore(SENAME) y de las secciones juveniles de Gendarmera de Chile, tendrn la oportunidad de conocer lostursticos y las tradiciones de nuestro pas, mediante...Leer ms: http://www.minjusticia.gob.cl/es/noticias-subsecretaria/859-plan-jovenes-ministerio-de-justicinician-programa-de-conciencia-turistica-para-jovenes-infractores-de-ley.html

    ESTADOS UNIDOSCada ao, 216.000 reclusos son vctimas de agresiones:

    EEUU aplica por primera vez medidas para evitar abusos sexualesen las crcelesFuente: El PasEl Gobierno de Estados Unidos ha aprobado un plan detallado de medidas para implementar la Ley pacin de la Violacin en las Prisiones (PREA, por sus siglas en ingls), aprobada en 2003, e imponer as lcero con los abusos sexuales en las crceles del pas. Con su entrada en vigor, casi una dcada despusLeer ms: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/22/actualidad/1337720704_691144.html

    NICARAGUAReclusos se capacitarn en elaboracin de puros:Exportarn tabaco desde la crcel en NicaraguaFuente: El Nuevo Diario En un plazo de un mes, en el Sistema Penitenciario Regional de Estel, cien privados de libertad trabajarelaboracin de puros de exportacin. El proyecto se enmarca en el concepto de humanizacin de las crcestn manejando las autoridades de Gobernacin en el pas, y est siendo posible con la alianzaLeer ms: http://www.elnuevodiario.com.ni/departamentales/252161-exportaran-tabaco-carcel

    CUBACifra entregada por peridico o cial Granma:Cuba sabe por primera vez cuntos presos tieneFuente: Havana TimesEl nmero de reclusos en crceles cubanas es de 57.337, segn revel el peridico o cial Granma tras dsilencio en torno al tema. La cifra sita a Cuba en una mejor posicin que EEUU, pas con ms de 700 pcada 100 mil habitantesLeer ms: http://www.havanatimes.org/sp/?p=64652

    INGLATERRAPrimer ministro rechaza iniciativa en Inglaterra:David Cameron se opone al plan de votacin en prisionesFuente: The I ndependentDavid Cameron entr en curso de colisin con Europa, al a rmar que se opondr a los planes de la Cortede Derechos Humanos que buscan forzar a Reino Unido a dar derecho a voto a los reclusos. El Primer Minsisti que la decisin corresponda a los Parlamentarios y no a un tribunal extranjero, luego queLeer ms: http://www.independent.co.uk/news/uk/politics/david-cameron-to- ght-prison-voting-plan-77html?origin=internalSearch

    http://prensa.ucv.cl/?p=10032http://www.minjusticia.gob.cl/es/noticias-subsecretaria/859-plan-jovenes-ministerio-de-justicia-y-sernatur-inician-programa-de-conciencia-turistica-para-jovenes-infractores-de-ley.htmlhttp://www.minjusticia.gob.cl/es/noticias-subsecretaria/859-plan-jovenes-ministerio-de-justicia-y-sernatur-inician-programa-de-conciencia-turistica-para-jovenes-infractores-de-ley.htmlhttp://www.ojp.usdoj.gov/programs/pdfs/prea_ria.pdfhttp://www.ojp.usdoj.gov/programs/pdfs/prea_ria.pdfhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/22/actualidad/1337720704_691144.htmlhttp://www.elnuevodiario.com.ni/departamentales/252161-exportaran-tabaco-carcelhttp://www.havanatimes.org/sp/?p=64652http://www.independent.co.uk/news/uk/politics/david-cameron-to-fight-prison-voting-plan-7781521.html?origin=internalSearchhttp://www.independent.co.uk/news/uk/politics/david-cameron-to-fight-prison-voting-plan-7781521.html?origin=internalSearchhttp://www.independent.co.uk/news/uk/politics/david-cameron-to-fight-prison-voting-plan-7781521.html?origin=internalSearchhttp://www.independent.co.uk/news/uk/politics/david-cameron-to-fight-prison-voting-plan-7781521.html?origin=internalSearchhttp://www.havanatimes.org/sp/?p=64652http://www.elnuevodiario.com.ni/departamentales/252161-exportaran-tabaco-carcelhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/22/actualidad/1337720704_691144.htmlhttp://www.ojp.usdoj.gov/programs/pdfs/prea_ria.pdfhttp://www.ojp.usdoj.gov/programs/pdfs/prea_ria.pdfhttp://www.minjusticia.gob.cl/es/noticias-subsecretaria/859-plan-jovenes-ministerio-de-justicia-y-sernatur-inician-programa-de-conciencia-turistica-para-jovenes-infractores-de-ley.htmlhttp://www.minjusticia.gob.cl/es/noticias-subsecretaria/859-plan-jovenes-ministerio-de-justicia-y-sernatur-inician-programa-de-conciencia-turistica-para-jovenes-infractores-de-ley.htmlhttp://prensa.ucv.cl/?p=10032
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    24 DERECHO PENITENCIARIO Octubre-noviembre 2011

    El Centro de Estudios Penales y Penitenciarios (CEPP) de la Facultad de Derecho de laUniversidad Mayor, identi ca los desafos y oportunidades para impulsar reformas en el mbitopenitenciario, efectuando propuestas, promoviendo la discusin y el estudio comparado de los

    sistemas que funcionan con efectividad.

    A travs de estudios, seminarios, conferencias, publicaciones y otras actividades, el CEPPse conforma como un espacio especializado de anlisis, proposicin y fomento de lastransformaciones conducentes a perfeccionar el sistema penitenciario, generando interaccin

    entre los diferentes actores del mbito pblico y privado.

    La Revista de Derecho Penitenciario busca generar y divulgar informacin emprica sobreproblemas relevantes, impulsar medidas de mejoramiento (transicin) conjuntamente con unareforma al sistema penitenciario en Chile y contribuir a la bsqueda de convergencia estratgica

    de todos los actores involucrados que la hagan viable econmica, social y polticamente.

    P enitenciarioD erechoREVISTA