Cap. I. Desintegracin del Imperio romano, por Ana Arranz GuzmnEn
la desintegracin del Imperio intervinieron al menos tres aspectos
fundamentales: Los conflictos internos de diversas ndole y las
invasiones brbaras
Valorar el hecho de que las distintas causas posibles del
derrumbamiento no tuvieron la misma incidencia en cada una de las
regiones del Imperio.
Observar que si su cada oficial se produjo en el ao 476, tras la
deposicin del ltimo emperador romano de Occidente, la idea de Roma
se intentara mantener viva, adaptndola a las nuevas circunstancias
del Medievo.
1. Factores InternosLa cada de Imperio romano de Occidente se ha
venido asociando al destronamiento de su ltimo emperador Rmulo
Augstulo (denominado as en lugar de Augusto por su juventud) por
Odoacro, rey de los hrulos, y al envo de las insignias imperiales
por parte de ste a Constantinopla, al emperador romano de Oriente
Zenn. Pero hoy no se otorga a este acontecimiento ms que un valor
anecdtico, ya que ni siquiera tuvo eco en la sociedad de la poca,
si lo comparamos con otros como el saqueo de Roma por Alarico en el
ao 410.Tiempos de crisis, tiempos de reformas
Desde el gobierno de Diocleciano (284-305) hasta el 476 hay
varias circunstancias que explican la precariedad del Estado, pese
a que fuera desde finales del siglo III cuando adems de ser
conscientes de los problemas del Imperio se empezaron a adoptar una
serie de medidas para intentar solucionarlos.
Desde Augusto hasta fines del siglo III se idearon diferentes
formulas de gobierno con el propsito de mantener la estabilidad
estatal. El Principado fue una de las mas sobresalientes. Basado
legalmente en el consensus universorum, al recibir el poder del
pueblo y del Senado, y representando un compromiso entre la
Repblica y la Monarqua, el Principado fue en la prctica una forma
de poder autocrtico en cuanto que su titular disfrutaba de poderes
ilimitados al habrsele reforzado la auctoritas o potestad
ejecutiva.
Tambin se intent encontrar la frmula sucesoria ideal, que fueron
desde el intento de educar a un familiar concreto para desempear
con posterioridad el cargo, hasta desembocar en la ms original de
todas ellas, la Tetrarqua de Diocleciano, pasando por el principio
hereditario bajo los Flavios, la eleccin entre los mejores con los
Antonios, o el puro golpe de estado llevado a cabo por los
generales fronterizos.Intentaron reforzar tanto la teora como el
ejercicio del poder. As se pasara de concebir al emperador como un
primer ciudadano a verle como un amo absoluto (dominus).
Progresivamente se subrayar el origen divino del poder imperial
como fundamento que lo justifica. De esta forma Diocleciano entraba
en comunin con la divinidad, recibiendo de Jpiter las cualidades
sobrehumanas que precisaba para el ejercicio del poder. Constantino
por su parte, dara un paso ms en la sacralizacin del poder imperial
con el reconocimiento del Cristianismo. El fundamento sagrado de su
poder se hizo mucho ms slido. Al menos Teodosio (379-395) lo
entendi as al declarar el cristianismo religin oficial del
Estado.
El ejrcito tambin vivi profundas transformaciones. Uno de los
motivos que las origin fue el fin de las conquistas romanas y la
distinta concepcin que sobre el limes se iba a tener a partir de
las presiones ejercidas sobre l por los barbaros ya desde la poca
de Marco Aurelio. Era necesario defenderse de los invasores, lo que
conllevaba modificar el esquema militar y destinar al ejrcito
mayores recursos. Se da la creacin de un nuevo sistema defensivo
por Constantino, completado mediante tratados (foedera) con los
jefes germanos que actuaban como aliados del Imperio. Pero a la
larga, a lo que se iba a asistir a una barbarizacin del ejrcito.Los
decuriones, integrantes del consejo municipal o curia, pertenecan
al grupo de ciudadanos propietarios de tierras y de un determinado
nivel de riquezas. Su cargo, hereditario, pas de ser un honor a
convertirse en una carga insoportable y odiada, a causa de la
obligacin que tenan de responder con su peculio del pago de los
impuestos debidos por la poblacin urbana. En cualquier caso, las
curias, una institucin milenaria, dejaran de reunirse a comienzos
del siglo VII, cuando desde haca ya dos siglos haban dejado de
tener su clsica configuracin y sus especiales
competencias.Diocleciano y Constantino llevaron a cabo la reforma
monetaria y financiera, empezando por el ejercicio de la regala
monetaria. Paralelamente, se adoptaron medidas para regular los
precios de los productos y los salarios de los trabajadores. Desde
el punto de vista fiscal, el Estado de los siglos IV y V, junto a
la denominada res privata (tierra propiedad del titular de
Imperio), los ingresos ordinarios y las regalas, hizo proliferar
los impuestos extraordinarios que se cobraban en especie para
mantener la annona alimenticia de los soldados y las obras pblicas.
Diocleciano con la indiccin, y Constantino aadi el censo de la
poblacin agrcola o capitatio. Sin duda la indiccin proporcion unos
sustanciosos ingresos a la Hacienda tardorromana, pero result
aplastante para buena parte de la poblacin.La estratificacin social
iba a resultar alterada desde el siglo III. Las guerras civiles y
defensivas, as como las diferentes medidas adoptadas por el Estado
repercutieron en todos los ciudadanos, aunque no con la misma
intensidad. Los grupos privilegiados lograron mantener su posicin;
las clases medias, pequeos propietarios y comerciantes,
desaparecieron. En el medio rural, el nmero de pequeos y medianos
propietarios fue disminuyendo progresivamente. Las causas
fundamentales, junto a la de las continuas fragmentaciones por va
de herencia, fueron la excesiva presin fiscal y el endeudamiento
progresivo. Su psima situacin les llev a buscar proteccin a travs
del patronato, es decir, entrando en encomendacin respecto a algn
latifundista, a quien cedan sus tierras o parte de ellas,
conservando el usufructo, a cambio de proteccin real tanto frente
al fisco como frente a la violencia existente. Tambin la situacin
de los campesinos no propietarios, arrendatarios o colonos se
degrad a lo largo del siglo IV, al encontrarse adscritos
personalmente al propietario de la tierra, quien poda perseguirles
si huan y maltratarlos fsicamente. El colono, adems, pagaba sus
impuestos a travs del propietario, y se hallaba incapacitado para
litigar con ste en juicio, as como para enajenar bienes sin su
consentimiento. Tales situaciones de dependencia no encajaban, sin
duda, con el Derecho Romano, al reducir a la mnima expresin las
libertades, que como ciudadanos del Imperio deban disfrutar los
campesinos, y asimilarlos a un Estado de servidumbre. La razn que
explica esta nueva situacin del campesino es clara: la obsesin del
Estado por retener la mano de obra que garantizar la cobertura e
sus necesidades agrcolas y el cobro religioso de los
impuestos.Expansin y consolidacin del cristianismo
La difusin y consolidacin del Cristianismo en el Imperio romano
coincidi tambin con su periodo de decadencia, por lo que una parte
significativa de los autores paganos de la poca se plantearon su
grado de responsabilidad en el derrumbamiento final. El conjunto de
escritores de la Antigedad tarda, aunque desde perspectivas
diferentes, coincidieron en observar que la integracin del
Cristianismo en la sociedad y en la vida poltica del Imperio supuso
un cambio fundamental.
Se han presentado muchas razones para explicar el triunfo del
Cristianismo: falta de homogeneidad religiosa en el Imperio; el
carcter universalista del Cristianismo, por encima de
peculiaridades regionales; el alto nivel moral y de solidaridad que
presentaban los cristianos de la poca; los mecanismos de la
psicosis de angustia existente que arrastraba a las gentes a buscar
ms la fe que la razn; el fortalecimiento numrico e institucional
cada vez mayor que presentaba la Iglesia, etc. Sin descartar
ninguna de ellas, todo parece indicar que el llamado Giro
constantiniano, la conversin del emperador Constantino, y el trato
de favor dado al Cristianismo a partir de ese momento, fue
definitivo en su consolidacin.Sobre la conversin de Constantino al
Cristianismo existen numerosas dudas, lo que ha provocado continuos
debates entre los historiadores. Constantino nunca renunci al ttulo
pagano de Pontifex Maximus, y presidi los ritos paganos
tradicionales en la fundacin de Constantinopla. Pero fueran cuales
fueran sus sentimientos y las condiciones que le llevaron a adoptar
el Cristianismo, lo cierto es que contribuy decisivamente a cambiar
la historia del Imperio. La conversin de Constantino supuso abrir
la puerta a numerosas novedades surgidas del reajuste en las
relaciones Iglesia-Estado. Un reajuste iniciado en el edicto de
Miln del ao 313, a partir del cual los cristianos iban a disfrutar
de la tolerancia estatal, pero que avanzara mucho ms y de forma
rpida. Constantino orden que se devolvieran a la Iglesia las
propiedades que le haban sido confiscadas durante las
persecuciones; eximi al clero de pagar impuestos; confiri a los
obispos autoridad judicial; autoriz a la Iglesia a recibir
donaciones y a que sus templos fueran lugares de asilo; dispuso
medidas ligadas al carcter humanitario del Cristianismo, como la
prohibicin de marcar esclavos con fuego o la crucifixin; inaugur la
poltica de construccin de iglesias a expensas del Estado (San Juan
de Letrn, baslicas de San Pablo, San Lorenzo y la primitiva de San
Pedro).
Pero, sin duda, el acontecimiento de mayores repercusiones fue
su intervencin en el Concilio de Nicea del 325, al suponer el
primer paso dado en la intromisin del poder laico en los asuntos
internos de la Iglesia, que tan larga e intensa trayectoria tendra
a lo largo del Medievo. El Concilio, bajo su presidencia y con la
asistencia de trescientos obispos, se reuni para resolver la
controversia teolgica arriana, inicindose as la serie de concilios
ecumnicos convocados por los emperadores que iban a ser
instrumentos de sus respectivas polticas, siempre destinados a
conseguir la unidad religiosa del Imperio, considerada
imprescindible desde ese momento para la buena marcha d los asuntos
dl mismo.Con la excepcin de Juliano el Apstata, los sucesores de
Constantino fueron dando pasos decisivos para la expansin del
Cristianismo y las relaciones Iglesia-Estado. El emperador Graciano
dej de ostentar el ttulo pagano de Pontifex Maximus en el 379.
Teodosio con el edicto de Tesalnica (380) hizo del Cristianismo la
religin oficial del Estado.
1. Factores Externos: los brbaros
El trmino barbaroi, bajo el que se designaba a todos aquellos
pueblos situados ms all de las fronteras polticas y culturales de
la Hlade, fue heredado de los griegos por Roma, al igual que su
carcter peyorativo, y su identificacin con gentes en un estado de
civilizacin inferior.
Los pueblos germanos y roma
En la actualidad se suele hablar de tres momentos en las
relaciones entre Roma y los pueblos germanos:
El de conquista y colonizacin, en el que las guerras de
fronteras con los brbaros formara parte del proceso de creacin del
Imperio.
El de las migraciones de parte de las poblaciones germanas a las
provincias imperiales, acompaados ya los guerreros de mujeres y
nios, con un carcter casi siempre pacfico y con el deseo de servir
a Roma, bien de manera individual como mercenarios, bien de manera
colectiva mediante tratados para proteger los limes de otros
pueblos.
El de las invasiones violentas protagonizadas por guerreros que
guan a sus respectivos pueblos, siguiendo las directrices de un
jefe comn y cuyos desencadenantes podan ser varios: la presin de
otro pueblo, el fracaso de los pactos con Roma, su traicin o la
envidia y el deseo de vivir como los romanos.Es conveniente saber
quines eran estos barbaros. Cul era a grandes rasgos su
organizacin. El conocimiento de las grandes ramas dialectales
permiti una primera clasificacin de estos pueblos:
dialectos nrdicos o escandinavos,
dialectos sticos (gtico, burgundio, vndalo),
dialecto wsticos (francos, alamanos, bvaros, lombardos),
dialectos del Elba y del mar del Norte (anglos, sajones y
frisones).
Aunque todos estos pueblos conocan la agricultura sedentaria,
sus formas econmicas se hallaban ligadas fundamentalmente a la
ganadera. La forma de ocupacin del suelo era el poblado o dorf, con
sus tierras de labor en torno al mismo y el sistema de reservas
para futuras roturaciones o marcas, ms alejadas y utilizadas por
ganaderos, cazadores y leadores. Su artesana slo se distingue en
los ramos de metalurgia y orfebrera. La prctica mercantil era
tambin rudimentaria entre estos pueblos acostumbrados ms al
autoconsumo y al trueque.Su estructura social se fundamentaba en
tres tipos de solidaridades.
La primera era la sippe, o familia amplia, que aseguraba la
proteccin de la parentela en torno al padre, quien ostentaba el
mund, la autoridad o soberana domestica. La tribu
El gau o pueblo, formado por un conjunto de tribus y con un jefe
comn, que resultaba elegido durante la celebracin de las reuniones
anuales de sus guerreros o thing.
Respecto del derecho, los germanos carecan de norma escrita.
Tenan un derecho consuetudinario de transmisin oral, aunque por
influencia de Roma acabaran por codificarlo. Mantuvieron elementos
de derecho personal y territorial. Se dej gran parte de la
competencia de la justicia familiar, ya que a ella perteneca la
responsabilidad colectiva y la venganza de sangre; tambin ella
corresponda dar cuenta de los delitos, jurar la inocencia de una
persona, y el pago o cobro de multas judiciales. Asimismo, en
ocasiones, el derecho germnico previ la convocatoria de un combate
para determinar la culpabilidad, as como el juicio a travs de la
ordala; mtodos que a pesar de su primitivismo iban a subsistir en
algunas partes de Europa hasta la plenitud medieval.Sus creencias
religiosas se basaban en la concepcin del universo como un gran
campo de batalla, en donde los diferentes dioses y fuerzas
naturales median sus fuerzas. Junto a las deidades de la fecundidad
y los fenmenos atmosfricos se encontraban los dioses de la estirpe,
destacando Wotan u Odn, dios de los muertos, la magia y la guerra,
y Thor, dios del trueno y protector de los campesinos. El culto a
objetos o lugares considerados sagrados montaas, bosques, fuentes-,
as como a los das de luna llena o a los comienzos de los solsticios
fueron frecuentes.
Uno de los pasos ms relevantes en el proceso de integracin de
los germanos fue su aceptacin del Cristianismo ortodoxo. El paso de
los ya arrianos al catolicismo marc un momento clave en la historia
de pueblos como los visigodos. Pero an ms decisivo, y tambin ms
complicado, fue el paso directo del paganismo al catolicismo de
francos o anglosajones. As, pese a que la conversin de Clodoveo
(497) implic la de su pueblo con el bautismo en el mismo da de tres
mil guerreros francos, lo cierto es que la mayora de ellos no
recibieron instruccin cristiana alguna. El resultado fue que su
conversin formal no conllev la renuncia a sus antiguos dioses,
lugares sacros, o ancestrales costumbres religiosas, y el
paganismo, aunque no nominalmente, iba a mantener buena parte de
sus formas, en especial, en el medio rural. Esta amalgama de
paganismo y Cristianismo explica que, aunque en el siglo VII y
posteriores, personajes como Carlomagno (768-814) consideraran
oportunas las conversiones forzosas, a sangre y fuego, otros, de
mayor talla intelectual y de propsitos fundamentalmente evanglicos,
como el papa Gregorio Magno (590-604) pensaran que las nicas
conversiones firmes y duraderas tenan que llevarse a cabo con
especial cuidado, sin intentar arrancar en un da las creencias
acumuladas y vividas por estas gentes durante siglos; sin que
fueran en definitiva, traumticas. Las grandes migraciones del siglo
V
Los hunos que, tras vencer a alanos, ostrogodos y visigodos,
desde el 375 dominaran las estepas del Don y el delta danubiano,
encabezando una confederacin de pueblos.En el ao 376, los
visigodos, presionados por los hunos, atravesaron el Danubio. Al
emperador Valente no le qued otro remedio que aceptarlos y
mantenerlos a cargo de la annona. Pero el mal funcionamiento del
sistema de abastecimientos al que se hallaba supeditado, as como
los abusos perpetrados por funcionarios y mercaderes romanos
provocaron su sublevacin y posterior victoria sobre las legiones
romanas en la batalla de Adrianpolis (378), donde muri el propio
emperador. Los visigodos se dispersaron entonces por los Balcanes.
Slo la actitud de Teodosio I (379-395) iba a lograr
provisionalmente la paz, la situacin pudo mantenerse hasta la
muerte de Teodosio. A su muerte el Imperio se dividi entre sus
hijos. Arcadio recibi Oriente y Honorio, Occidente. Este ltimo por
su corta edad, cedi de hecho el poder a un militar de origen
vndalo, Stilicn, quien tuvo que enfrentarse continuamente a los
ataques de los brbaros, en especial a los protagonizados en Tracia
y Macedonia por el visigodo Alarico.En el ao 405 grupos de
ostrogodos, vndalos y alanos entraron en Italia. Aunque Stilicn
consigui aniquilar a la mayora, a Honorio no le qued otro remedio
que trasladar su corte a Rvena. El 406 los suevos, vndalos y alanos
lograron romper la frontera del Rin y extenderse por la Galias. La
apertura de este nuevo frente blico y el asesinato de Stilicn en el
408 iban a dejar desprotegida a Italia durante algn tiempo. Su
falta de defensa fue aprovechada por Alarico y sus guerreros,
quienes llegaron a asediar en tres ocasiones hasta su forma final
(410). El incendio y saqueo de Roma provocaron un hondo impacto
psicolgico en todo el orbe romano, ya que la ciudad se haba
mantenido inviolada desde la invasin celta acaecida ocho siglos
antes. Pero Alarico no tena la intencin de permanecer en Italia,
sino pasar al norte de frica. Su muerte, poco antes de que
terminara el ao, acabara con su sueo a la par que iba abrir un
nuevo periodo en el caminar del pueblo visigodo.
En el otoo del ao 409 los vndalos, suevos y alanos atravesaron
el Pirineo. Desde el ao 411 estos pueblos iban a comenzar a
instalarse de un modo permanente. Los suevos se acantonaron en
Gallaecia, as como los vndalos asdingos; los alanos se
desperdigaron por la Cartaginense y Lusitania, y los vndalos
silingos en la Btica.
En el ao 436, los burgundios, tras una lenta marcha iniciada en
la zona de Brandeburgo, acabaron asentndose en la cuenca del Rdano
como federado del Imperio.Atila
Entre los aos 450 y 451 tuvo lugar la mayor prueba de fuerza no
slo para el Imperio Romano, sino tambin para los pueblos germanos
ya asentados y parcialmente romanizados: la invasin de los hunos.
Este pueblo de las estepas, que hasta el ao 405 haba estado
asentado provisionalmente en las llanuras de Ucrania y Rumania,
contaba ahora con un caudillo excepcional, Atila, el azote de Dios
(441-453).Su muerte ocurrida durante la noche de bodas con una
nueva esposa, la germana Ildico, a causa de un nuevo ataque de
epistaxis, enfermedad que sufra desde haca aos, pondra fin a sus
propsitos y llevara la tranquilidad a Constantinopla y tambin a
Occidente. Con su muerte la disgregacin del conglomerado de pueblos
y grupos que le obedecan fue fulminante. El temible y heterogneo
Imperio de los hunos haba desparecido.
El final poltico del Imperio romano de Occidente
La muerte de Atila, sin embargo, no iba a significar ms que un
levsimo respiro. La inestabilidad del poder romano se acentuaba
progresivamente: Valentiniano III mandaba ejecutar a Aecio pocos
mese despus, y el propio emperador mora asesinado en el ao 454.En
las dcadas siguientes, hasta el destronamiento del ltimo emperador
romano de Occidente, Rmulo Augstulo, en el ao 476, fue consumndose
la descomposicin del poder imperial. De hecho, el poder se
encontraba reducido a una parte de Italia. La presencia vndala en
frica, el principal granero de Roma, y en el Mediterrneo occidental
dificultaba enormemente el aprovisionamiento triguero de la
capital.
Tras la desaparicin de la dinasta Teodosiana, los siguientes
titulares del Imperio de Occidente carecieron de fuerza y
prestigio, depositando el poder de hecho en los grandes jefes
militares de ascendencia germnica.
El destronamiento de Rmulo Augstulo en el ao 476 por su antiguo
protector Odoacro pona fin a cualquier nuevo intento de restauracin
del Imperio romano de Occidente. El caudillo hrulo remiti a
Constantinopla las insignias imperiales en seal de acatamiento al
nico emperador con poder efectivo que quedaba, Zenn, con el deseo
de seguir ejerciendo el poder militar en la parte occidental
mientras que la clase senatorial italiana mantendra la
administracin civil.Durante el ao 481, los francos se lanzaran
desde su ncleo de Tournai a ocupar un puesto fundamental en la
Galia. Su protagonista fue Clodoveo (482-511), quien acab con los
restos del dominio romano en la zona.
Por su parte los ostrogodos, bajo el mando de Teodorico el
Grande (493-526) se asentaran en Italia con el propsito de crear
una entidad poltica basada en un sistema de alianzas de los pueblos
germnicos para luchar contra Bizancio. La creacin de estos nuevos
reinos y puesta en marcha de sus proyectos, de mayor o menor xito,
lograran que el perfil de Europa fuera distinto a partir del siglo
VI.Cap. II. Los reinos germnicos, por Manuel Recuero Astray1.
Constitucin poltica y territorial
La desaparicin del orden y del poder imperial, despus del 476,
propicio la constitucin de nuevas monarquas germnicas que, junto a
las ya existentes, se convirtieron en la nica referencia poltica
vlida de Occidente.El vaco de poder en Italia fue llenado por los
ostrogodos, bajo el gobierno de Teodorico el Grande (500-526);
mientras que los francos, dirigidos por Clodoveo (508-511) se
apoderaron de todo el norte de la Galia, donde eliminaron tambin a
los poderes locales del viejo orden romano. Los francos atacaron a
otros pueblos germanos como alamanes, burgundios y visigodos, que
tuvieron que someterse a los nuevos invasores o abandonar la
antigua provincia romana.
Naci as uno de los ms grandes, el ms duradero de los reinos
germanos de Occidente, el reino franco de la Galia, bajo el
gobierno de la dinasta merovingia, de los sucesores de Clodoveo,
artfice en definitiva de la conquista de los territorios que lo
compusieron.
A principios del siglo V, se dio tambin la constitucin de la
monarqua visigoda de Hispania. Derrotados en Voull, el ao 507, por
los francos, los visigodos pudieron pasa a Hispania, lugar en el
que ya tenan abiertas muchas vas de expansin, y constituir all un
nuevo reino, al principio con la ayuda de los ostrogodos de Italia,
pero despus consolidando su propio dominio sobre la pennsula e
instaurando su capital o centro de poder en la ciudad de Toledo.Los
ostrogodos de Italia y los vndalos en el norte de frica, iban a
desaparecer antes de que mediara el siglo, como consecuencia de la
contraofensiva bizantina en Occidente; mientras que los francos en
la Galia y los visigodos en Hispania, pudieron desarrollarse y
evolucionar poltica y territorialmente.
Caso aparte lo representa la llamada heptarqua anglosajona o
conjunto de reinos, entidades polticas muy pequeas e inestables,
que se constituyeron como consecuencia de la invasin martima y
progresivo avance territorial de los anglos, jutos y sajones por la
isla de Gran Bretaa, a costa de los antiguos habitantes.
Los anglos, que ocuparon el centro del pas, fundaron los reinos
de Northumbria, Anglia Oriental y Mercia; los sajones en las
regiones del Sur, constituyeron los de Essex, Sussex y Wessex;
mientras que los jutos en el sureste dieron vida al de Kent.
En este caso, se trata de un proceso lento, por la misma
naturaleza de la invasin, pues los desembarcos germanos en la isla
de Gran Bretaa no terminarn hasta finales del siglo VI, y la
resistencia bretona no ser neutralizada hasta el siglo siguiente,
cuando adems empiece un proceso de unificacin del mundo anglosajn.
Tambin durante la segunda mitad del siglo VI, entre 568 y 572, se
produjo la conquista de parte de Italia por los lombardos, a costa
del dominio bizantino, que haba acabado a su vez con el dominio
ostrogodo. El reino lombardo de Italia tuvo una vida bastante
agitada y una configuracin poltica muy inestable, condicionada
siempre por la propia situacin poltica y territorial de la Pennsula
italiana, donde convivan la autoridad imperial que dominaba en
Oriente, que conservaba parte de sus dominios del Sur y el Este; la
mxima autoridad religiosa cristiana y latina, en Roma; y un pueblo
germano, el lombardo, integrado tardamente en el proceso de
constitucin de este tipo de reinos. 2. El factor religioso
Desaparecido el Estado romano y destruido el orden clsico, la
Iglesia se convirti en la nica institucin capaz de trasmitir muchos
de sus legados, al tiempo que asimilaba las aportaciones de los
nuevos pueblos cristianizados.
La religin result ser un punto de encuentro y la fuente de
nuevos planteamientos, sobre la que se sustentara la nueva
civilizacin europea.
Una de las mayores dificultades de la cristianizacin de los
reinos germnicos fue que sta no se hizo en el seno de la misma
Iglesia a la que perteneca la mayora de la poblacin de origen
romano. Pueblos como los visigodos, vndalos, burgundios, suevos,
ostrogodos o lombardos conocieron una versin peculiar del
cristianismo: la arriana. Esta corriente ya haba sido desechada por
la mayora catlica del Imperio, despus de la celebracin de los
grandes Concilios de Oriente en los que, como sabemos, se
terminaron de definir las principales verdades de la fe catlica u
ortodoxa.
El arrianismo sobrevivi gracias a la labor realizada por el
obispo de origen germnico filas, que haba sido educado en medios
eclesisticos de Orientes afectos a esta hereja, y que transmiti sus
creencias al pueblo visigodo, a travs de una pequea comunidad
afincada en Mesia, de la que fue pastor casi cuarenta aos, y para
la que tradujo la Biblia a su propia lengua, que careca incluso
hasta entonces de alfabeto.
Cuando los visigodos penetraron en el Imperio, huyendo de los
hunos, realizando su larga y dilatada trayectoria desde Oriente
hasta la Galia, a finales del siglo IV y principios del siglo V, ya
era un pueblo arriano; es ms, hicieron de esta peculiaridad
religiosas una frmula poltica de diferenciacin nacional, con
respecto a la poblacin catlica con la que a partir de entonces
tuvieron que convivir en los distintos asentamientos que ocuparon,
ya dentro del Imperio, y a la que trataran de dominar tras la
desaparicin de este ltimo.
Francos y anglosajones se hicieron catlicos sin pasar por el
arrianismo. El artfice de esta conversin fue Clodoveo, el
conquistador de la Galia, casado con una princesa borgoa catlica.
Clotilde, quien sin duda ejerci una influencia importante a la hora
de su bautismo. En el siglo VII, la evangelizacin de las tribus
francas haba avanzado mucho, incluso en las zonas ms
septentrionales de la Galia, gracias a la llegada de monjes
formados en la tradicin irlandesa, con san Columbano (540-615) a la
cabeza.
En cambio, en la Inglaterra anglosajona la penetracin del
cristianismo fue bastante tarda, no se produjo hasta las
postrimeras del siglo VI, y a travs del reino de Kent. A partir de
entonces se iniciaron conversiones masivas en los distintos reinos,
Essex, Wessex, Anglia Oriental y Northumbria, aunque con el rechazo
de las cristiandades e iglesias clticas, que odiaban a los sajones.
Pero all, en Gran Bretaa, como en todas partes, el factor religioso
acab convirtindose en uno de los fundamentos del desarrollo
institucional y poltico de los reinos germnicos.
3. La realeza germnica
Los regmenes implantados por los germanos en sus dominios
tuvieron un carcter bastante simple, el propio de una banda
guerrera. Un marcado carcter militar, sin apenas referencias a los
poderes pblicos desaparecidos, reducidos a la voluntad privada de
los jefes, cuya actuacin se fundamenta en la fuerza y no en el
derecho. La realeza brbara o germnica en la mayora de los casos se
convirti en pieza clave de la organizacin poltica, que hubo de
restaurar o reparar algunas de las formulas gubernativas y
administrativas antiguas, o simplemente arbitrar otras nuevas para
el control de la situacin en los distintos reinos.
Esto explica la consolidacin de la propia realeza germnica, no
ya como concepto poltico, sino como una institucin llamada a
perdurar durante muchos siglos y como frmula de gobierno en el
Occidente europeo. Todos los reinos germnicos tuvieron sus dinastas
reales, verdaderas estirpes de donde procedan los reyes por eleccin
o sucesin: la familia de los Baltos de los visigodos y la de los
merovingios de los francos, junto a los malos ostrogodos.
La labor de estas dinastas reales est en principio limitada por
la propia concepcin patrimonial del reino que tienen los germanos,
lo que afecta no slo a sus formulas de gobierno sino tambin al
rgimen de sucesin dentro de esas mismas dinastas. En el caso de los
merovingios, la realeza est sometida a los principios de derecho
privado, hasta el punto de que el reino puede ser dividido en
porciones, de forma que distintos miembros de la misma estirpe se
las repartan para su gobierno, manteniendo una cierta unidad
monrquica pero sobre la base de una divisin real de los
territorios.
La muerte de Clodoveo, el ao 511, supuso el reparto del reino
franco de la Galia entre sus cuatro hijos:
Teodorico L (511-534)
Clodomiro (511-524)
Childeberto (511-558) Clotario (511-566)
Que se repartieron los territorios sin preocupaciones tnicas,
geogrficas o administrativas, sino simplemente como lotes o partes
de una herencia particular. Cada uno se asent o intent gobernar su
patrimonio desde una ciudad distinta: Metz, Orleans, Pars y
Soissons. Al cabo, el nico superviviente fue Clotario , que volvi a
reunificar el reino entre el 558 y el 561; pero las divisiones
volvieron a imponerse tras la muerte de este monarca y hasta bien
entrado el siglo VII, cuando la dinasta acab por perder toda su
fuerza y prestigio.
Los merovingios, los reyes de los francos, representantes como
hemos visto de la realeza germnica en su estado ms genuino,
sobrevivieron con su reino, pero su papel poltico fue decreciendo a
lo largo de todo el siglo VII, como consecuencia de una situacin
poltica en la que el poder real, adems de no haber alcanzado
suficiente eficiencia, tena que competir con otros poderes
emergentes que, como la de la aristocracia, medraban a la sombra
del desgobierno.
4. Situacin legislativa
Los primeros Cdigos o textos legales, por lo general breves
compilaciones con influencias romanas y dedicadas a regular algunos
aspectos de las comunidades germnicas asentadas en Occidente. El
Cdigo de Eurico (466-484), para los visigodos del reino de Tolosa,
es uno de los primeros y el ejemplo que seguirn otros muchos
pueblos, como el de los francos en su Ley Slica o los burgundios en
su Ley Gundobada, lo mismo se puede decir de las Leyes de Rotario
(652-668) para los lombardos.Los burgundios y los ostrogodos
propiciaron compilaciones de leyes romanas, a principios del siglo
VI. La pervivencia del Derecho romana se fundamenta en la poltica
de los reyes que, como Teodorico, trataban de apoyarse en la
tradicin y en los jurisconsultos romanos, para afianzar su poder.
Pero la muerte de Teodorico, el ao 526, marc prcticamente el fin de
este intento legislativo, que sus sucesores s no pudieron ni
aplicar ni mantener antes de la separacin definitiva del reino en
el 535.La Ley Slica, cuyos inicios se pueden remontar a la poca de
Clodoveo, es un Cdigo de tradicin eminentemente germnica, que fija
su atencin sobre todo en aspectos como el de las penas o
composiciones que habran de pagarse por los delitos, y que reconoce
explcitamente la personalidad de los reyes por las cuales cada uno
debera ser juzgado.
5. Gobierno y comunidad
Los conquistadores, ms que gobernar, tratan de controlar la
situacin en su propio beneficio, dando importancia tan slo a
aquello que pueda contribuir a consolidar su posicin. Los reyes se
rodean de un squito personal para su servicio, que son en realidad
sus clientes o socios a quienes encomiendan labores de carcter
pblico y privado, ms bien estas ltimas que se confunden con las
primeras.
Y es que los monarcas germnicos prescinden incluso de las
asambleas caractersticas de sus respectivos pueblos, e instauran un
rgimen de gobierno personal ms o menos limitado en sus
planteamientos. A partir del poder real pleno y absoluto, el
monarca germano, adems de sus fieles ms allegados, puede buscar
colaboracin en otros personajes, como los obispos o magnates,
crendose una oligarqua dirigente.El reino visigodo alcanz un
importante desarrollo poltico, cuya mxima expresin fueron los
Concilios de Toledo. De naturaleza mixta, eclesistica y civil,
estos Concilios fueron la mxima expresin de la intensa colaboracin
que los reyes germnicos llegaron a tener con las autoridades
eclesisticas a la hora de gobierno de sus reinos. Esta colaboracin
no siempre se desarrollo en el seno de los grandes Concilios, al
estilo visigodo. En muchos reinos, sobre todo en los arrianos, los
obispos catlicos fueron mas intermediarios que colaboradores de la
nueva realeza; en otros, a pesar de ser catlicos, su influencia
tardara en notarse desde el punto de vista poltico, por la falta de
un verdadero desarrollo institucional.
El patrimonio de la Corona, junto al Tesoro Regfio, fue el
verdadero sustento econmico del rgimen impuesto por los reyes
germnicos. Todos ellos posean grandes dominios territoriales,
provenientes del fisco imperial romano y de las confiscaciones y
apropiaciones sucesivas. En estas fincas rsticas, muy numerosas,
trabajaban los siervos fiscales bajo la supervisin de los
administradores reales: los siervos cultivaban las tierras, pagaban
rentas y realizaban servicios, siempre en beneficio de la realeza y
de sus servidores. 6. Poder y sociedad
La sociedad germnica continu manteniendo la divisin elemental
entre personas libres y siervos; pero las verdaderas desigualdades
no estuvieron determinadas por la condicin jurdica, sino que
dependan de situaciones de hecho muy diversas.Como el rey, muchos
miembros de la aristocracia dominante acaban teniendo su propio
squito de fideles o comitivas militares, a los que pagaban su
fidelidad con bienes y propiedades en una dinmica claramente
prefeudal.El poder de la aristocracia y los nobles de la sociedad
germnica acabara contrastndose con la propia monarqua, terminando
por suplantarla en su papel dirigente. Se trataba de una nobleza de
palacio que, adems de cargos y honores, fue acrecentando su
patrimonio territorial, sus propiedades.
Desde el siglo VII, por lo menos en el reino franco, esta
aristocracia llega a ser tanto o ms poderosa que la propia
monarqua, por la sencilla razn de que posee y administra ms
tierras; lo que le permite adems, controlar a muchas personas que
habitan en ellas.
El mismo decrecimiento del fisco, que facilita el afianzamiento
de la gran propiedad en manos privadas o eclesisticas, como frmula
de control de la explotacin de la tierra en beneficio de la clase
aristocrtica; incluye tambin, la dependencia campesina con respecto
a estos nuevos seores que detentan el verdadero poder poltico,
privatizado y compartimentado territorialmente.
De esta manera el peso social y el poder poltico tienden a
acumularse en pocas manos: en las de la clase aristocrtica o en las
de la Iglesia, mientras que las masas campesinas compuestas en gran
nmero por hombres libres, comienza a entrar en vas de dependencia a
travs de su encomendacin a los nuevos seores de la tierra.
La decadencia de la vida urbana, trajo consigo la de los grupos
sociales que le daban vida y la de muchas de sus actividades.
Muchos prefirieron dejar su condicin de propietarios e
integrarse en las explotaciones agrarias de los seores, laicos o
eclesisticos, capaces de protegerles. La frmula ideal para esta
integracin fue la villa romana: propiedad dividida, por una parte,
en la reserva de explotacin directa y, por otra, en mansos o
tenencias, que acogan a esos campesinos encomendados o a los
siervos, en condiciones diversas, sobre todo en cuanto a las
obligaciones con respecto al propietario de la tierra, pero con el
denominador comn de proporcionar a ste ltimo derechos y rentas.
Es necesario hablar de un proceso de barbarizacin de Occidente,
que no slo afecta a la mentalidad jurdica, sino tambin a las
costumbres, y que terminara por acrisolar una nueva sociedad; fruto
en definitiva de la fusin de lo romano con lo germano en los
distintos reinos.
La sociedad germnica se fue alejando progresivamente del modelo
clsico de Roma, sin renunciar a muchos de sus valores y
planteamientos; pero propiciando un cambio, que no en todos los
aspectos result ser en sentido negativo.7. Desarrollo poltico e
institucional
El desarrollo institucional y poltico de los reinos germnicos de
Occidente dependi fundamentalmente de dos factores: La pugna entre
el romanismo y el germanismo
El tiempo, es decir, la capacidad de asimilacin de los invasores
por los invadidos, y del xito de los primeros en su propsito por
consolidar su dominio.
8. Arte y cultura
Desde el punto de vista cultural, los reinos germnicos
protagonizaron una etapa de decadencia con respecto al mundo
clsico, de la que slo en parte fueron responsables. Se salv la
lengua latina frente a las habladas por los germanos, por su
carcter de lengua escrita y su valor literario; pero en una versin
vulgar muy empobrecida.
El elemento decisivo para la integracin cultural de los reinos
germnicos, fue sin duda el religioso. Se desarrollaron escuelas de
carcter eclesistico o monstico, cuya finalidad de formacin clerical
fue compatible con la difusin cultural, fundamentada en
planteamientos y conocimientos antiguos. Se podra decir que fue la
cultura cristiana la que vino a paliar las consecuencias del
retroceso cultural que aquej a los reinos germnicos. Sin embargo,
la falta de originalidad o de medios para continuar realizando
grandes obras arquitectnicas, no supone la decadencia irreversible
ni siquiera en este aspecto. Adems, el mundo germnico tuvo sus
propias aportaciones en algunas de las artes menores, como la
orfebrera.
Los godos aportaron tcnicas como el alveolado, es decir, el
engaste en alvolos o en placas horadadas de piedras preciosas,
prcticas que pasaron a otros pueblos germnicos.Cap III. El
nacimiento de una nueva sociedad, por Fernando Surez BilbaoNo cabe
duda que entre los siglos V y VIII surgi una nueva entidad que
sustituye a la antigua comunidad mediterrnea y que denominamos
comnmente Europa. Surgi como consecuencia de la llegada de los
germanos pero tambin por la divisin del Mediterrneo en dos mundos
con dos iglesias latina y griega.La asimilacin entre germanos y
romanos se vio dificultada durante dos siglos por diferencias
jurdicas y sociales que se tradujeron en la adopcin de credos
distintos. Era mucho ms fcil en los niveles bajos de la sociedad
que en los altos. La nobleza posea cierto barniz de romanidad en el
momento de la invasin; por eso la gran batalla contra los hunos el
451 adopta la forma de una lucha entre germanos romanizados y
autnticos brbaros prontos a destruir.1. Los nuevos pobladores
Dawson ha definido a los germanos como poseedores de una cultura
de grupo, kinsred, frente a Roma, cultura de Estado. Es en plano de
las estructuras socioeconmicas y de sus transformaciones
fundamentales en el que se experimentan ms cambios, y donde se
justifica el uso del trmino decadencia.
Las migraciones como hecho social constituyeron un fenmeno
lentsimo, iniciado a principios del reinado de Marco Aurelio. Los
germanos lograron instalarse como agricultores gracias al pago que
el Imperio les daba a cambio de los servicios militares. Se les
denominaba laeti, y se instalaban en tierras de bajo rendimiento o
abandonadas. De esta forma constituyeron colonias de germanos que
establecieron sistemas agrcolas propios, como la rotacin de
cultivos. Con el tiempo, estas tierras, lidiles, se equipararon a
las de los siervos y en tiempos de Carlomagno eran despreciadas.El
cristianismo result en parte modificado. Sin duda, la primaca del
papa era afirmada mucho antes de las invasiones, peo no pudo
desenvolverse con eficacia hasta que los germanos le libraron del
poder de los emperadores.
Se calcula que el 5% de la poblacin ingresaba al clero, y que
ste se nutra ms de hombres cultos que de gente del pueblo. El
celibato hacia que el producto de su trabajo se acumulase en la
Iglesia, unindose a las donaciones de los fieles. De ah su gran
riqueza. Durante los siglos IV y V los concilios trataron de
imponer una racionalizacin de la fe, como era el gusto latino, pero
a partir del VI cesaron y se impuso la sensibilidad, ms al alcance
de las masas.Los germanos romanizados: visigodos
En Espaa, los reyes consideraban su reino como un patrimonio que
podan repartir entre sus hijos y ejercan su autoridad de un modo
absoluto.
Usando como base el Tratado de 418, los visigodos se asentaron
en la Pennsula, repartiendo tierras; este reparto, cuyo detalle no
conocemos, afectaba tambin a los pequeos fundos. Sin embargo, la
instalacin se hizo, al parecer, con muy poca violencia y adaptndose
los recin venidos a la estructura econmica romana.
Los visigodos conservaron en principio las instituciones
romanas, incluido su derecho, pero edificaron enfrente una
codificacin de leyes propias, el Cdigo de Eurico, que a travs del
Codex revisus de Leovigildo, se integr en el Liber iudiciorum de
Recesvinto. Estas leyes no eran puramente germnicas, pues se haban
infiltrado en ellas influencias romanas y bizantinas, as como
eclesisticas. Al fundirse las dos comunidades, no se produjo
alteracin alguna en cuanto a la relacin poltica de rey a sbdito.
Subsisti el Estado con tres fines: la aplicacin de la ley, la
defensa del territorio y la proteccin de la Iglesia.La Francia
merovingia
La importancia que los merovingios adquieren para el historiador
actual procede del hecho que, tras la invasin musulmana, Europa
hubo de reorganizar su vida poltica en torno a Francia. La ley
slica, recopilada a fines del reinado de Carlomagno, presenta un
cuadro rudo en el que imperan la venganza privada y el juicio de
Dios; la familia, incluyendo los siervos, es un todo solidario en
su responsabilidad. Pero al instalarse en las Galias, los francos
conquistadores no establecieron diferencias entre ellos y la
poblacin preexistente; la fusin se hizo por niveles horizontales
entre las clases.La invasin anglosajona
En las islas britnicas la dominacin romana apenas tuvo ocasin de
influir, pues segn parece, los invasores exterminaron sin piedad o
expulsaron a la poblacin antes existente. Anglos y sajones
conservaron mejor ciertas agrupaciones tribuales, en detrimento de
la familia de consanguneos. Cuando las aldeas crecen se rodean con
cercas, sin cambiar esencialmente su carcter. El campesino libre
anglosajn haba recibido un lote de tierra de la que se senta
plenamente propietario; aparte estaba la tierra comunal que si en
alguna ocasin se entregaba, el usufructo vena obligado a satisfacer
en renta.El rey parece haber sido cabeza de una jerarqua bastante
mvil; por debajo de l hallamos nobleza de raza o de funcin
administrativa.La Italia lombarda
Italia se dividi en tres partes, el norte lombardo, el centro
pontificio y el sur bizantino. Las autoridades bizantinas se
entregaron a la tarea de helenizar sus dominios; stos a su vez,
trataron de reavivar las comunicaciones con los reinos germnicos de
Occidente, a la bsqueda de nuevas clientelas. La capacidad
adquisitiva
De tales clientelas se hallaba entonces muy mermada. Incluso en
territorio lombardo
parece haberse conservado la tradicin de las corporaciones de
oficios. Los latifundios se conservaron y pronto apareci una sola
clase de grandes propietarios. Ignoramos hasta que punto el
latifundio desbord a la pequea propiedad. La ruralizacin se hizo
general en Occidente, consumndose un proceso ya comenzado en el
Imperio romano. Sin embargo, el mundo germnico consigui romper el
crculo de la pobreza en que estaban sumidos los campesinos, gracias
a tres factores:
La desaparicin del fisco
El aprovechamiento de los avances tcnicos frenados por el
conservadurismo romano
La explotacin de tierras del Estado ahora libres
2. La organizacin de la tierra
Subsistieron las villas romanas, aunque muchas cambiaron de
mano; junto a ellas los vicos celtas permanecieron, como en Espaa o
Italia.
La clula esencial de explotacin era el manso, que inclua la
casa, el huerto y los cultivos. En cierto modo se puede entender
que las villas, eran agrupaciones de mansos. Para la explotacin de
las villas, se proceda a la distribucin de parcelas entre
campesinos, calculadas en principio para que bastaran al
sometimiento de una familia; a cambio de ellas, los usufructuarios
se obligaban a trabajar sin salario la reserva o indominicatus del
seor. Aunque subsistan los esclavos, cada vez en menor nmero, ya no
desempean ninguna funcin econmica sustancial.La tierra fue
prcticamente la nica forma de riqueza, pues la moneda apenas
circulaba y, al ser de oro o plata, se buscaba su atesoramiento. El
mismo rey quedo reducido a vivir de las rentas de su dominios,
muchas veces stos, como lo de los nobles y la de los monasterios,
cumplan cometidos colonizadores.
La paralizacin del comercio mediterrneo fue algo anterior, desde
los tiempos de Diocleciano y Constantino no volvi haber un trfico
martimo fluido, producindose un golpe mortal con el asentamiento de
los vndalos en el norte de frica. La paralizacin del comercio vino
determinada sobre todo por un cambio de mentalidad porque los
botines de oro y plata no servan para acelerar la circulacin de
capitales, sino para atesoramiento.
A partir del siglo V se produjo una transformacin en el sistema
comercial, no slo el mar dej de ser seguro, sino que las ciudades
como ya se ha dicho entraron en una profunda decadencia. En estas
circunstancias, los obispos asumieron las funciones administrativas
que antes ejercan las autoridades romanas.Fue con Carlomagno cuando
la economa se transform en Europa, aumentando la produccin de
alimentos, gracias a una mejor explotacin de la tierra. Se produjo
una gran presin sobre los pequeos propietarios libres, obligndose a
incorporarse a los grandes dominios, producindose una lenta pero
constante disminucin de los hombres libres en beneficio de los
siervos. El rgimen dominial se instal en principio entre el Loria y
el Rin a lo largo de los siglos VIII y IX, y desde ah fue
extendindose a otras regiones, aunque transformndose sus
estructuras. 3. Una civilizacin cristiana
Cuando se produjeron las grandes invasiones de principio de
siglo V en el Occidente romano haca ya tiempo que el Cristianismo y
la Iglesia haban dejado de ser ideologa e institucin hostiles al
orden establecido del Imperio. Para aquel entonces Cristianismo e
Iglesia haban ganado la batalla en un Imperio que se confesaba
tanto cristiano como romano.Sin duda para aquellos tiempos la
Iglesia occidental tena una ideologa por completo adaptada al
tradicional lenguaje del poder en el mbito local. Para ello fue
fundamental que la jerarqua eclesistica lograse ver reconocido su
total monopolio, acabando con el elemento perturbador que hasta
entonces haba supuesto la presencia de otras personas a las que la
comunidad tambin prestaba atencin: desde magos y mdicos a doctores
laicos de las Escrituras.
Esta solucin se asentaba en la afirmacin de la superioridad
indiscutible de la primaca episcopal, como intermediario
fundamental entre la comunidad terrenal y la celestial, compuesta
por los santos. Carcter intermediador que se explicitaba en tres
fenmenos:
Su capacidad exorcista, derrotando a los demonios que se
rebelaban
La custodia de las reliquias de los santos
La direccin de la ceremonia colectiva de la misa y dems rituales
litrgicos mediante los cuales se produca una sincrona entre el
tiempo terrestre y el celestial.
Desde tiempos de san Martin de Tours el control de las
reliquias, la construccin de baslicas y oratorios sobre las tumbas
de los mrtires y santos locales, considerados patronos de la
comunidad, se haban constituido en palancas de poder y prestigio
personal del obispo introductor del culto, y un medio para
perpetuar la funcin episcopal en el seno de una misma familia o
linaje aristocrtico
4. La difusin de los monasterios
El monaquismo apareci por primera vez en Oriente, tomando gran
fuerza en Egipto en el siglo IV, donde se desarrollo dos grandes
tendencias: la anacoreta y la cenobtica. La constitucin de la regla
de san Basilio Magno (360) sirvi para unificar en gran medida el
cenobitismo en toda la cristiandad oriental, que en tiempos de
Teodosio experimentara una enorme expansin.En Occidente, el
movimiento monstico fue algo ms tardo, aunque las causas del mismo
seran en gran parte iguales a las del oriental. En un primer
momento se intent la aclimatizacin de las prcticas orientales, con
su rigorismo y tendencia a la vida anacortica, no obstante que las
condiciones ecolgicas y climticas eran muy diferentes de las
desierto egipcio.
El gran impulsor del monaquismo oriental en las Galias sera
Martin de Tours, que lo desvi hacia modalidades cenobticas, con su
monasterio de Marmoutier.El movimiento monstico irlands Patricio,
un bretn educado en Italia, procedera a la primera cristianizacin
de la isla, organizando su iglesia. A imitacin del monaquismo
oriental se constituiran autenticas tepolis monsticas, con las
cabaas de los monjes solitarios agrupadas en torno a la del abad.
El monaquismo irlands se caracteriz por su extremado ascetismo de
origen oriental, y su desprecio por la vida eclesistica
secular.
En la pennsula ibrica, el movimiento monstico era antiguo. Ya a
principios del siglo V tenemos atestiguado monasterios urbanos y
rurales en la zona del nordeste, pudindose relacionar su fundacin
con miembros de la aristocracia teodosiana. Pero su intensificacin
sera en el VI, mostrando una gran singularidad en la segunda mitad
del siglo VII. Se debe destacar como las principales figuras de la
iglesia hispanovisigoda en esta poca que compusieron reglas
monsticas para monasterios fundados bajo su inspiracin: Juan de
Bclaro, Leandra e Isidoro de Sevilla, Justiniano de Valencia.
Pero sin duda, el movimiento mstico de mayor trascendencia para
el futuro sera el iniciado por Benito de Nursia , con la fundacin
hacia el 520 del cenobio de Monte Casino. El gran acierto de san
Benito y de su Regla consisti en limitar el rigorismo asctico del
monaquismo oriental, y el adaptarlo a la realidad del Occidente de
la poca. Se consideraba a cada monasterio como una comunidad
independiente bajo la autoridad de un abad. Los monjes no podan,
tras haber profesado, abandonar el monasterio en el que entraron, y
estaban obligados por votos de castidad, pobreza y obediencia a la
autoridad del abad. Rasgo caracterstico de la regla benedictina fue
la alternancia y mezcla de la labor contemplativa o intelectual con
la actividad manual, sobre todo el trabajo en los campos
dependientes del monasterio 5. El PapadoEl cristianismo fue el
nuevo lenguaje del poder, sustituyo la Ecmene romana por la
comunidad de la Iglesia.
La idea de que el obispo de Roma le corresponda la primaca entre
los restantes obispos era bastante antigua, como mnimo del siglo V.
la fundamentacin terica de la misma resida en la llamada comisin
pietrina . La Iglesia fundada por el mismo Cristo con el acto de la
comisin pietrina no era sino la sociedad entera de todos los
cristianos. Considerada la Iglesia como un cuerpo indivisible, lo
que aseguraba la cohesin de la misma era la Fe y la adhesin de
todos sus miembros a las normas de conducta deducible de ella. El
gobierno de la Iglesia consista en la transformacin por quienes
posean esa sabidura de la doctrina en regla de accin. Tal facultad
de transformacin exiga el ejercicio de unas potestas, el Papado
sostena que esa potestas haba sido concedida a san Pedro por
Cristo. La tarea esencial de los papas sera la de establecer
explcitamente la vinculacin entre los poderes confiados por Cristo
a Pedro y los del papa. Tuvo gran trascendencia Len I (440-461),
este se consider explcitamente indulto heredero de san Pedro.
Sucesin petrina que deba entenderse en el sentido de que el papa
haba heredado los poderes otorgados por Cristo a Pedro, haciendo
abstraccin de las cualidades personales de cada papa. La concepcin
de los poderes papales se mezclo con la idea de la disposicin
jerrquica de la sociedad, distribuyndose en ella el poder de forma
descendente. De esta forma, los papas, como sucesores de san Pedro,
no eran unos miembros ms de la Iglesia, sino que se encontraban
fuera y por encima de la misma. Hacia finales del siglo V se acuara
la frase que resuma tales ideas: el papa no puede ser juzgado por
nadie. Cap. IV. La pervivencia del Imperio romano en Oriente, por
Luis Garcia-Guijarro Ramos
La parte este del vasto territorio imperial fue la que recibi
primero las sacudidas brbaras que iban a conducir al
desmoronamiento de la construccin poltica tardorromana en las
dicesis occidentales. A partir de la victoria de Adrianpolis (378),
efectivos germanos, primero visigodos, mas tarde ostrogodos,
permanecieron inestablemente asentados en los Balcanes durante cien
aos ; desde la dcada de 420 y hasta mediados de siglo, los hunos,
motor externo de las invasiones brbaras por su presin sobre los
godos asentados en el arco noroccidental del mar Negro, devastaron
repetidamente zonas imperiales al sur del Danubio. Pero todas estas
graves perturbaciones solo afectaron de forma decisiva a Occidente,
donde la llegada y asentamiento de dichos pueblos contribuyeron de
forma distinta a la quiebra poltica del Imperio y al
establecimiento de reinos brbaros.
A la muerte del emperador Teodosio (379-395), la gestin de los
territorios imperiales qued dividida por decisin suya entre sus dos
hijos; Honorio (395-423) qued encargado del Occidente romano,
Arcadio (395-408) del Oriente. Al fragmentar el gobierno del
Imperio, Teodosio no innov y, sobre todo, no imagin una ruptura
permanente de una entidad bsicamente unitaria. La duplicidad de
augustos gozaba ya de una larga tradicin, que se remontaba a la
decisin de Diocleciano en 285 de desdoblar el cargo imperial para
hacer frente, de forma geogrficamente cercana, a los innumerables
problemas internos y externos que acechaban al imperio fruto de lo
que se ha venido llamando crisis del siglo III. La sucesin de la
tetrarqua dioclecianea por el gobierno de Constantino.Si al dividir
el Imperio, Teodosio se inspir en una tradicin establecida, ello
implicaba al propio tiempo la ausencia de cualquier idea de
segregacin definitiva. Tampoco Honorio, Arcadio o sus inmediatos
sucesores lo percibieron as. De hecho hubo circunstancias en la
primera mitad del siglo V que parecan propiciar una reunificacin,
bien en torno a la rama occidental o a la oriental de la familia
teodosiana.
La desaparicin de la contrapartida imperial en Occidente a
partir de 476 acentu en gran manera estos rasgos. Ya no exista
fragmentacin, sino un nico foco en Oriente, del que provendran en
el siglo VI esfuerzos de restauracin de la integridad territorial
del antiguo Imperio, pero desde un centro de gravedad que ya no era
lgicamente Roma, sino Constantinopla.1. Hacia la construccin de un
Imperio Oriental: los inicios de la identidad propia.
1.1 El espacio del Imperio en Oriente
Diocleciano remodel las antiguas circunscripciones provinciales
en unidades mas manejables, ensambladas en entidades superiores. La
agrupacin de las nuevas provincias en dicesis, a cuyo frente se
encontraban los vicarios, y de stas en cuatro prefecturas, dos para
cada una de las grandes zonas en que quedaba dividido el Imperio,
aspir a establecer un entramado jerrquico que permitiera una accin
rpida, efectiva y conjuntada en los distintos territorios. Para
evitar una concentracin de poder, la administracin civil fue
separada de la militar en las provincias. Dirigiendo las primera,
hallamos a los gobernadores; los duces eran los jefes de las
tropas; su mando poda abarcar varias demarcaciones
provinciales.
Los lmites europeos entre las prefecturas orientales y
occidentales variaron repetidas veces a lo largo del siglo IV.
1.2 El papel integrador de un Estado burocratizado
El espectacular crecimiento de la nmina de soldados se produjo
en el reinado de Diocleciano, debi suponer un aumento de cerca de
un cincuenta por ciento para el conjunto del Imperio. La principal
incidencia de los crecientes requerimientos del ejrcito fue fiscal.
Implic una reorganizacin de la fiscalidad para incrementar el nmero
y la continuidad de las percepciones que cubran la annona
satisfecha en especie a las tropas. Se desarrollaron dos parmetros
impositivos uno sobre individuos (capitatio, cabeza) y otro sobre
un estndar de superficie agraria (iugatio, extensin arada por un
par de bueyes en un da).El centro de gravedad de la percepcin de
impuestos eran las ciudades, que administraban no solo el mbito
urbano, sino tambin el rural. La pertenencia al gobierno ciudadano
paso de ser un honor a convertirse en una carga, de la que
pretendan escapar las clases pudientes urbanas.La burocratizacin
del Estado que pretenda hacerse omnipresente para asegurar unos
ingresos con los que poder mantener sus objetivos militares y su
propia existencia; aun llevando en s mismo un elemento de
contradiccin, pues la magnitud de la gestin la hizo inmanejable,
contribuy a establecer pautas de cohesin hasta entonces
inexistentes en Oriente.
La racionalidad de un Estado engrandecido afect tambin a la
organizacin del poder en Constantinopla, donde se sedentariz la
administracin, a la par que lo hacan los distintos emperadores a
partir de Arcadio; incidi asimismo en la articulacin del ejercito,
cuya estructura interna ya haba cambiado. La ficcin del senado se
mantuvo en la nueva sede imperial, donde fue establecido por
Constantino I en clara voluntad de equiparacin con Roma, pero, al
igual que en sta, con prerrogativas reducidas. Sin embargo, a
diferencia de la institucin romana, no agrupaba un escaln ltimo del
poder econmico, sino a altos funcionarios que haban accedido a
travs de su cargo, y, desde luego, no operaba como asamblea, sino
como simple etiqueta distintiva de la clase social ms selecta y
privilegiada.
Las transformaciones en el ejrcito, las finanzas, el Estado, que
cambiaron por completo la faz del Imperio, sirvieron para aglutinar
los heterogneos territorios orientales en aras a una mejor defensa
del mundo romano frente a las mltiples amenazas que le acechaban.
1.3 Extensin del Cristianismo y cohesin religiosa
La tolerancia estipulada por Constantino I y Licinio en el
denominado Edicto de Miln (313) supuso en Oriente la libertad de
culto para todos los credos y la restitucin de las propiedades
confiscadas a las iglesias cristianas desde la persecucin en 303.
La actitud permisiva imperial permiti una rpida extensin del
Cristianismo en el este mediterrneo. La punta de lanza del
desarrollo de la nueva religin eran las ciudades, especficamente
las clases medias y bajas en ellas; los sectores mas ajenos eran
los intelectuales y el mundo rural, anclado en sus cultos
ancestrales.
Unas de las virtudes de la prctica del Cristianismo residan en
la versatilidad del compromiso individual, ms laxo o ms estricto
segn el rigor de cada creyente. La dificultad de vivir en el mundo
la pureza evanglica condujo, desde el siglo IV, a una vivencia
alternativa: el monacato. Surgi sintomticamente en Oriente, el
mbito en que el cristianismo iba modelndose como religin articulada
en todos sus aspectos, y mas concretamente en Egipto, dentro de una
doble vertiente, eremita, que implicaba praxis individualizada de
la ascesis (san Antonio, ca. 251-356), y cenobtica, que supona
bsqueda en comn regulada por una norma (san Pacomio, ca. 290-346);
pronto se extendi por Palestina, Siria y Asia Menor.
1.4 Helenismo y Romanismo: los lazos entre culturas diversas
En el momento en que Diocleciano accedi al trono (284), siglos
despus que el helenismo impregnara Oriente Prximo a travs de sus
sucesores de Alejandro Magno, el griego era lengua mayoritariamente
hablada slo en determinadas zonas: la Pennsula helnica, el oeste de
Anatolia, las islas, las costas y las principales ciudades. En el
resto del Imperio Oriental, las lenguas dominantes eran el copto en
Egipto, el arameo en Palestina, Siria y Mesopotamia, el tracio en
Tracia, y un sin nmero de lenguas locales en el centro y este de
Anatolia. En estas ltimas zonas, la penetracin del griego se vea
favorecida por la comn raz indoeuropea de las hablas autctonas; no
as en el mbito de lenguas camticas o semticas. El latn y el griego
actuaron como elementos aglutinantes. La primera lengua era de uso
obligado en la administracin; la segunda era el habla ms
generalizada y tambin el vehculo literario ms prestigioso, ya fuera
en el mbito cristiano o en el pagano. El griego result la forma
escogida para precisar las sutilezas doctrinales en su memento de
construccin conceptual; en esta lengua se vertieron los escritos de
la edad de oro de la patrstica oriental, los textos de los
denominados Padres de la Iglesia griega, entre Eusebio de Cesarea
(260-340) y Cirilo de Alejandria (370-444)
2. El oriente romano, 395-457: una divisin definitiva?
2.1 Legitimidad dinstica y escasa personalidad poltica de los
monarcas teodosianos: el protagonismo en su entorno
2.1.1 Arcadio (395-408), Eudoxia y Antemio La muerte sorprendi
al emperador Teodosio I en Miln a comienzos de 395. Haba dejado en
los territorios orientales como augusto a su hijo Arcadio
2.1.2 Teodosio II (408-450), Pulqueria y Eudocia
A la muerte de Arcadio en 408, ascendi al trono un nio de siete
aos, Teodosio II. La difcil coyuntura de la minora fue salvada con
xito gracias a la continuidad que imprimi Antemio al gobierno, cuyo
monarca reconoci de inmediato a Teodosio.La ltima noticias que
tenemos de Antemio data de 414. A partir de ese momento, empez a
destacarse la figura de Pulquera, hermana mayor del monarca, quien
con solo quince aos, comenz a ejercer protagonismo poltico a partir
de su proclamacin como augusta. Pulquera dio un giro a la poltica
de Antemio. Imprimindole un rigorista sesgo religioso, que inculc
en su hermano, al adoptar ella personalmente la responsabilidad de
la educacin de Teodosio. Este enfoque naci de una sincera actitud
personal, pues prest, junto a sus hermanas, voto de virginidad
perpetua.
El hecho de que Pulqueria dominara la corte hizo que fuera ella
quien propiciara el matrimonio de su hermano, y quien eligiera a
Atenaide, pagana, hija de un sofista ateniense, que hubo de recibir
el bautismo y tambin nuevo nombre, Eudocia, antes del matrimonio,
celebrado en 421.
El ascendiente de Pulqueria o la propia actuacin autnoma de
Teodosio II, cuya educacin, recordemos, haba sido moldeada por su
hermana y gener en l gran inters por toda suerte de conocimiento,
fundamentalmente el religioso, son perceptibles en actuaciones
tendentes a desarrollar la cultura cristiana o a depurar la
doctrina. Hasta entonces, la enseanza superior estaba prcticamente
monopolizada por las escuelas paganas, en especial las de Atenas.
En 425, el emperador fund o reorganiz una institucin, en la que a
travs de treinta y un ctedras, se imparti docencia en gramtica
griega y latina, en retrica, filosofa y derecho.
Las preocupaciones religiosas de la corte imperial se centraron
desde inicios de la dcada de 430 en un nuevo punto de controversia
doctrinal acerca del carcter y peso especfico de las naturalezas
divina y humana de Cristo. Las discusiones en el siglo IV haban
girado en torno a la relacin entre Padre, Hijo y Espritu Santo,
derivando en la ortodoxia trinitaria establecida finalmente en el
concilio de Constantinopla (381), sobre la base de la existencia de
tres personas distintas y un solo Dios. El triunfo de esta tesis
fue rpido, de tal manera que el arrianismo pronto desapareci en la
prctica. Pero a finales de la dcada de 420, empezaron a emitirse
opiniones acerca de la doble vertiente humana y divina de Cristo,
que abordaran, por tanto, un segundo conjunto de problemas capital
para la vertebracin doctrinal cristiana: establecido ya el hecho de
que Cristo era Dios, quedaba por determinar cul era el peso de su
humanidad y de su divinidad. Igual que el problema trinitario, este
cristolgico afectaba a la propia esencia del Cristianismo, pues si
haba una decantacin doctrinal hacia el predominio de la naturaleza
humana, el sacrificio de la cruz careca de trascendencia, ya que
slo era bsicamente un hombre el que mora, mientras que si la
balanza se decantaba a favor de la divinidad de Cristo, su pasin no
era plenamente redentora del gnero humano, al ser esencialmente
Dios el que se someta a un dolor, que en puridad no le afectaba de
la misma manera que poda hacerlo un hombre.
La controversia fue iniciada por Nestorio, patriarca de
Constantinopla desde 428, cuyas acerbas crticas morales provocaron
la irritacin de Pulquera. La actitud rigorista provoc la prdida de
futuro apoyo por parte de la corte, pero no inici el conflicto, que
tuvo su base en la negativa de Nestorio a denominar a Mara madre de
Dios (theotokos), sino slo madre de Cristo (christotokos), pues
consideraba inaceptable afirmar que la Virgen haba engendrado a
Dios. Esto implicaba la distincin en la persona de Cristo de dos
naturalezas, indisolublemente conjuntadas, pero de actuacin
separada, y una clara incidencia sobre la humanidad de Cristo. La
postura encontr rechazo inmediato de Pulqueria y del patriarca de
Alejandria Cirilo, quien encontr en la oposicin doctrinal una forma
efectista de encauzar las diferencias que el patriarcado egipcio
mantena con Constantinopla y las seculares divergencias
intelectuales con Antioqua, de donde proceda Nestorio y escuela en
la que se haba formado. El papa Len I, influido por la
interpretacin distorsionada que Cirilo le haba hecho llegar, conden
a Nestorio en un snodo romano de 431. La postura de Teodosio II era
favorable a Nestorio, a quien haba trado desde Antioqua y de quien
valoraba su firme defensa de un poder imperial fuerte. Sin embargo,
acab prevaleciendo la animadversin de Pulquera, signo de la
influencia que segua poseyendo sobre cuestiones decisivas de
gobierno.El emperador dictamin que la controversia se dirimiera en
un concilio a celebrar en feso. Su apertura y desarrollo a fines de
junio de 431 fue un golpe de mano de Cirilo, pues las sesiones
tuvieron lugar antes de la llegada de la delegacin de Antioqua y de
los propios legados papales, por lo que la lnea doctrinal del
patriarca egipcio fue aprobada sin oposicin. La clave de esta
postura resida en la indisoluble unin de las naturalezas en Cristo,
frente a la mera conjuncin propugnada por Nestorio; ello autorizaba
a otorgar a la Virgen el ttulo de madre de Dios. La doctrina
triunfadora contena elementos de ambigedad que derivaran pronto en
una interpretacin de radicalismo opuesto: el monofisismo, que a
partir de mediados del siglo V, vendra a cuartear el papel
aglutinador de Oriente ejercido hasta el momento por el
Cristianismo.Codex Theodosianus, as llamado en honor a su
promulgador, Teodosio II, cuyo objetivo fue sintetizar y aclarar la
maraa legislativa existente desde tiempos de Constantino I. Orden
todo el conjunto de leyes promulgadas por los emperadores entre 311
y 437; su redaccin en latn atestigua tambin una unidad que no tena
proyeccin hacia el futuro, pues las constituciones decretadas a
partir de ese momento slo seran aplicables en el rea para las que
fueran emitidas.La doctrina de Cirilo de Alejandra empez a ser
interpretada de forma radicalizada en el sentido de reconocer una
nica naturaleza en Cristo, la divina. Por ello, en el siglo VII,
este movimiento doctrinal comenz a ser etiquetado con el nombre de
monofisismo (monos: una; physis: naturaleza). El principal
divulgador de esta concepcin fue Eutiques, monje de Constantinopla
y representante de los intereses de Alejandra en la sede
imperial.2.1.3 Un reinado de transicin: Marciano (450-457)
En el ao 450 falleci Teodosio II por un accidente ecuestre. De
nuevo, la transicin entre los reinados era compleja, pues el
emperador no dejaba descendencia masculina, ni tampoco femenina que
pudiera hacerse cargo de la herencia. Solo la figura de Pulqueria,
que emergi del ostracismo, poda dotar de credibilidad dinstica a
cualquier aspirante. Pero la seleccin no dependi de ella, sino de
los dos militares mas relevantes del momento, el alano Aspar y el
isaurio Zenn, que optaron por un subordinado del primero, Marciano,
con el que cas Pulquera sin renunciar a su voto de virginidad. Esta
legitimidad por va conyugal no fue suficiente sin ms y los primeros
aos transcurrieron en la bsqueda de apoyos que fortalecieran su
posicin. Las lneas maestras de la poltica de Marciano en relacin
con los hunos, en el tratamiento fiscal y en la disputa
cristolgica, tan distintas de las seguidas hasta ese momento, le
hicieron ganar los reconocimientos necesarios hasta concluir un
reinado, que para el historiador posterior Tefanes (760-817) fue
una edad dorada en Oriente.
3. El Imperio reducido a un nico foco: permanencia y recuperacin
orientales, 457-518 3.1 La dinasta de Len I: el mantenimiento de
una legitimidad de hecho
3.1.1 Len (457-474) y el fin de la camarilla germana
Entre los aos 455 y 457 la casa teodosiana se extingui en las
dos unidades polticas del Imperio. La eleccin de Aspar, quien no
poda aspirar personalmente por arriano y brbaro, recay en Len I
(457-474), un oscuro oficial de origen balcnico. La coronacin fue
revestida de un hlito religioso. Por primera vez, la corona fue
impuesta por el patriarca de Constantinopla y toda la ceremonia fue
adobada de gran brillantez litrgica. Durante el primer decenio del
reinado, Len I respet el poder en la sombra de Aspar, a partir de
446, inici un despegue, buscando apoyos alternativos. Consigui
deprenderse del tutelaje germnico y construir una legitimidad de
hecho, sustentada en bases propias
3.1.2 Zenn (474-491): supervivencia poltica y bsqueda de una
superacin de la conflictividad religiosaLen I haba previsto una
tranquila sucesin dinstica, nombrando a su nieto Len II, hijo de
Zenn y Ariadne. A la muerte de su abuelo en 474, accedi, todava
nio, al trono. Su padre, Zenn fue pronto elevado al rango de
coaugusto, cargo que ejerci en solitario muy pronto, pues su hijo
falleci en ese ao. Los acontecimientos no crearon un vaco de poder,
pero si fuertes tensiones en la familia imperial, promovidas por la
mujer de Len I, la ex emperatriz Verina.
La sucesin de rebeliones, que puntearon gran parte del reinado
de Zenn, muestra la inestabilidad de un poder sin base de
legitimidad fuerte, mxime cuando dos claros pilares de apoyo, la
familia imperial y el sustrato tnico, se volvieron en su contra.
Pero adems exista otro elemento sustancial de debilidad, esta vez
mas estructural, que afectaba no slo al poder imperial, sino a la
propia consistencia del Imperio. Como hemos podido apreciar, el
Cristianismo, de ser un fenmeno de unidad en la primera mitad del
siglo V, se transform en causa de divisin, desde el momento en que
regiones enteras meridionales interpretaron Calcedonia, no slo como
afrenta a sus creencias, sino como desprecio de Constantinopla a
unos sentimientos regionales de los que aquellas eran vehculo. Zenn
procur atajar este problema, abandonando la rgida ortodoxia de
Marciano y Len I, en aras de una solucin poltica flexible, aunque
doctrinalmente difusa, que cosiera las distintas sensibilidades y
reintegrara Egipto y Siria a un proceso de cohesin. Iniciaba as una
lnea de acercamiento al monofisismo que seguiran, con poco xito,
varios emperadores posteriormente y que generara tensiones con el
papado, poco proclive a entender estos malabarismos
poltico-religiosos.
Zenn decidi atajar el conflicto doctrinal entre calcedonios y
monofisitas, promulgando un edicto de unidad, conocido como
Henotikon en 482, su objetivo era lograr el consenso de ambas
partes, mediante una definicin asptica que, tras condenar los
extremismos de Nestorio y Eutiques, se refera a Cristo sin mencin
expresa de las naturalezas, aprobando, por tanto, slo los preceptos
de los tres primeros concilios ecumnicos y desautorizando las
posturas distintas aparecidas despus de feso (431). Se aceptaba,
pues, la doble naturaleza del Hijo, pero sin entrar en
disquisiciones acerca de la relacin entre ellas.
La solucin asptica propuesta dej insatisfechos a amplios
sectores en ambas partes. Los monjes egipcios la consideraban una
traicin a sus principios, mientras el patriarca Calandion de
Antioqua o el monasterio de Akoimetoi en Constantinopla la juzgaban
como rendicin de los principios de Calcedonia. El papa condeno el
edicto en 484 y depuso a Acacio. La deposicin del patriarca abri un
periodo de rupturas de relaciones entre Roma y Constantinopla
3.1.3 Continuidad y reformas en el reinado de Anastasio I
(491-518) La muerte sin descendencia de Zenn en 491 aport a la
sucesin las dosis de incertidumbre habituales en situaciones
similares del pasado reciente. El patriarca Eugenio y el propio
monarca difunto haban apostado por la figura de Longinos, hermano
de Zenn, pero fue la emperatriz quien tuvo la ltima palabra,
seleccionando rpidamente a Anastasio, un oscuro personaje nacido en
la actual Durazzo, en Albania, que desempeaba un puesto
administrativo de escasa relevancia, decurin de los silentiarii,
cuerpo encargado de asegurar el orden en palacio. Sus conocidas
inclinaciones monofisitas, hicieron que el patriarca Eufemio slo
accediera a su coronacin en 491 previa afirmacin de Anastasio de
una declaracin de ortodoxia, tal como era entendida en el
Henotikon. Llegado al trono tomo dos decisiones destinadas a
fortalecer su posicin. Se caso con Ariadne, con lo cual entroncaba
con la familia de Len I y confera legitimidad a su elevacin a la
dignidad imperial. Solvent el problema de Longinos exilindole en
Tebaida, la provincia egipcia ms meridional del Imperio, donde
muri.
El emperador concentr su atencin a reformas econmicas, centradas
en la moneda y en la fiscalidad. La actuacin de Anastasio se centr
en el nummus (moneda de cobre), que diversific en distintos valores
de cuarenta, veinte y diez nummi, controlando la inflacin, que
revitaliz la economa.
Anastasio reajusto el fisco para adecuarlo a una nueva situacin
de menor presin militar, y en consecuencia, impositiva.
En el tema religioso, probablemente ms relevante, el emperador
mantuvo una lnea de continuidad respecto a Zenn con un
decantamiento final hacia el monofisismo. El emperador busc y
defendi la lnea intermedia del Henotikon, hasta el punto de deponer
al patriarca de Constantinopla Eufemio en 495 por intentar alejarse
de este edicto para favorecer la reconciliacin con Roma. Su
sucesor, Macedonio, tuvo un recorrido similar de Eufemio e idntico
final en 511; sin embargo, en esta ltima fecha, el giro abierto
hacia el monofisismo era ya un hecho; el nuevo prelado Timoteo, no
ocultaba su adhesin a esta interpretacin cristolgica.
El viraje monofisita de Anastasio produjo una rebelin de mayor
importancia. Vitaliano, comandante de las tropas federadas en
Tracia, inici en 513 una revuelta tras la negativa del emperador a
aprovisionar su ejrcito. Esta causa prxima se asentaba sobre un
profundo descontento en los Balcanes por la poltica religiosa, que
hizo a Vitaliano, defensor de la ortodoxia calcedoniana, ganar
mucho apoyo, en especial el de las tropas regulares de Tracia y
Escitia. Vitaliano dirigi tres veces su ejrcito contra
Constantinopla; en dos de ellas, se retir ante la promesa imperial
de retorno a la ortodoxia, que siempre result incumplida; en la
tercera, result derrotado, aunque sigui siendo una pesadilla para
Anastasio en sus ltimos aos de vida.La radical divisin religiosa,
ahondada progresivamente desde 451, expresiva de profundas
diferencias culturales, fue el gran tema sin resolver del Oriente
romano, las terceras vas propuestas por Justiniano y Heraclio
tampoco fueron ms tarde alternativa viable. Paradjicamente, solo la
traumtica amputacin final, producida por la conquista rabe de
Siria, Palestina y Egipto en el siglo VII, consigui dar al resto
del Imperio unidad religiosa, aunque pronto cuestiones nuevas iban
a quebrarla.
Cap. V. Justiniano y la Romanidad Oriental en el siglo VI 1. La
difcil cohesin de un Imperio agrandado
1.1 Las nuevas fronteras del Imperio
La rpida conquista del reino vndalo en el frica romana, la
ocupacin de una franja litoral del sureste hispnico, fruto de
querellas internas visigodas, y la larga y dura guerra en la
Pennsula itlica contra los ostrogodos, acciones llevadas a cabo por
Justiniano entre las dcadas de 530 y 550, supusieron un
considerable incremento en superficie de las tierras imperiales y
la alteracin de su centro de gravedad.
Los lmites de los territorios de Oriente no variaron. El Danubio
sigui siendo lnea de demarcacin septentrional, permeable a las
invasiones. En Anatolia, las cadenas de los Tauro y Antitauro
protegan Asia Menor; la zona de friccin con Persia se situaba ms
hacia el este, en Armenia, Siria y Palestina carecan de defensas
naturales; plazas fortificadas, alianzas con tribus rabes,
garantizaban la inestable seguridad. Por ltimo, Egipto y Libia,
abiertas al desierto, no se vean amenazadas por un fuerte poder
unificado, sino por inestables agrupaciones tribales.
1.2 Cambios Militares y Civiles en la administracin del Imperio
La reconquista justinianea de Occidente requiri un gran esfuerzo
militar y financiero, que llevo consigo transformaciones en la
milicia y en la administracin civil.
Los proyectos de reconquista territorial de Justiniano en
Occidente, plasmados primero en la ocupacin del reino vndalo
iniciada en 553, despus en Italia y, ms tarde, en el sureste
hispano, se asentaron sobre esta slida, aunque insuficiente, base
militar.
La novedad ms sobresaliente fue el establecimiento de un
destacamento en Armenia, habitual punto de friccin con Persia, que
reanud las hostilidades en 540.
La multiplicidad de frentes hizo insuficiente el nmero de tropas
en la segunda mitad del siglo VI. Tiberio II (578-582) hubo de
recurrir a federados, soldados mercenarios bizantinos o barbaros,
para cubrir las necesidades puntuales al este o al oeste del
Imperio.
A extensin de frentes y soldados incidi, como es lgico, en las
finanzas imperiales, abultando sobremanera la partida de gastos. El
aumento de poblacin, y en consecuencia de contribuyentes no
debieron ser suficientes para absorber la fuerte subida, sobre todo
teniendo en cuenta que los desembolsos civiles de Justiniano en su
primera dcada de reinado fueron tambin considerables (construccin
de la iglesia de Santa Sofa, por ejemplo). El conjunto debi
conducir a importantes tenciones presupuestarias, acrecentadas en
gran manera muy pronto por efectos de la peste, que merm
sustancialmente las fuentes fiscales. Todo ello deriv en una
obligada reduccin del gasto militar.La organizacin de la
administracin civil experiment tambin transformaciones durante el
siglo VI, especialmente durante el largo reinado de Justiniano. La
burocratizacin estatal por la necesidad de controlar a los sbditos
con fines fiscales desde la poca de Diocleciano, haba derivado en
prcticas corruptas que erosionaban la eficacia y cuanta de las
percepciones.
Medidas controladoras de la administracin o de freno hacia el
orden senatorial haban sido frecuentes antes de Justiniano; sin
embargo, fue l quien aglutin este conjunto de medidas en una
poltica tendente a reforzar su poder personal, sometiendo el
aparato estatal a su dominio y alejando cualquier veleidad
intervencionista de las clases privilegiadas. No slo se dren la
riqueza de stas, sino tambin se fren su influjo social, derivado de
habituales actuaciones benefactoras que generaban popularidad. Una
de las formas utilizadas fue el bloqueo a su acceso a la dignidad
de consl, cuyo mandato se significaba por la celebracin de fiestas
populares. A partir de 541, ningn ciudadano privado lleg al
consulado, que quedo monopolizado por el emperador, convertido en
financiador de las actividades en teatros e hipdromos. No deja de
ser sintomtico que la ms alta magistratura de la repblica romana,
convertida en honorfica durante el Imperio, y asignada como premio
a particulares, fuera absorbida como una titulacin mas por
Justiniano. El gran propulsor de la romanidad dilua en el magma de
los atributos de la figura imperial la dignidad romana ms
prototpica.
Justiniano suprimi el escaln territorial intermedio entre
prefecturas y provincias, las dicesis, aunque en determinados
momentos hubo de recrear puntualmente sus poderes para hacer frente
a problemas supranacionales, como los ocasionados en distintas
partes de Anatolia por la peste, fundamentalmente la inseguridad
generada por ella. La desaparicin de la figura de los vicarios y de
los burcratas de las dicesis incremento el peso de los gobernadores
provinciales, cargo que dej de ser susceptible de compra; al propio
tiempo, el declive de la curia urbana y de los decuriones elev la
figura eclesistica del obispo a protagonismo civil en las ciudades.
Surgan los logotetas con funcin de control fiscal en diferentes
niveles de la administracin. Al propio tiempo, la tradicional
divisin bajoimperial de cometidos civiles y militares comenz a
dejar paso en regiones alejadas a una direccin nica que una ambas
atribuciones; nacan los exarcas, limitados al mundo itlico y a
frica.1.3 De la expansin a la depresin econmica: la incidencia de
la peste bubnica
El ciclo secular expansivo se mantuvo durante el reinado de
Justino I (518-527) y en los primeros tiempos del gobierno de
Justiniano (527-565). La bonanza del presente, el colchn financiero
legado por Anastasio y la eficaz captacin de recursos sobre las
clases altas, llevada a cabo por el prefecto del pretorio Juan de
Capadocia a partir de su nombramiento en 531, permitieron a aquel
ltimo emperador una actuacin poltica de altos costes en distintos
mbitos durante la dcada de 530. Inici y culmin la conquista de
frica vndala; tras ella, comenz la que iba a ser una larga lucha
contra los ostrogodos en la Pennsula italiana. La captura de los
tesoros de ambos pueblos en 534 y en 540 debi significar un
estimable ingreso. Estableci una paz con los persas que implicaba
un alto tributo anual.
Pero es quizs en la fiebre constructora donde mejor se aprecia
la abundancia de recursos. Justiniano no tard en reparar los
cuantiosos destrozos causados a comienzos de 532 por la revuelta de
Nika. La intervencin ms espectacular fue la que llev a cabo en la
iglesia de Santa Sofa, destruida por el fuego en los disturbios de
aquel ao. La reconstruccin del templo, cuya fbrica primera data de
360 y haba experimentado un primer incendio destructor a manos de
los partidarios de San Juan Crisstomos en 404, se inici en el mismo
532 y trascendi la mera recuperacin del edificio. Los arquitectos
Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto planificaron una obra nueva,
cuya identidad era una cpula de colosales dimensiones (31 metros de
dimetro). Quedaba convertida en el lugar central de culto en el
Imperio, expresivo de la munificencia y del poder de
Justiniano.
La inversin del ciclo se produjo en los aos cuarenta. La peste
contribuy de forma importante al cambio de tendencia, aunque
resulta discutible atribuirle un protagonismo explicativo absoluto,
que por otra parte, tampoco tuvo la gran pandemia tardomedieval, la
que asol la mayor parte de las regiones europeas a partir de 1348.
La plaga, difundida a travs del mar Rojo por los intercambios de
larga distancia con India, descendi por el valle del Nilo hasta
afectar en octubre de 541 al puerto de Pelusium en el delta. La
activa conexin martima egipcia con el resto del Imperio fue vector
de transmisin rpido y eficaz de la plaga, que en la primavera de
542, alcanz Constantinopla y al resto de las provincias orientales.
Afect a todo tipo de personas. El jurista y alto funcionario
Triboniano fue una de las vctimas, Justiniano tambin enferm, aunque
pudo recuperarse.
Pero al igual que en el siglo XIV, la pandemia, desaparecida en
su primer ataque en 544. Rebrot no menos de seis veces entre esa
fecha y el ao 610, impidiendo cualquier recuperacin duradera. Las
zonas ms afectadas fueron las regiones hmedas, pobladas y con
abundante movimiento humano. Por ello, Anatolia, la franja costera
de Siria y Egipto se vieron duramente azotadas, al igual que la
mayora de las ciudades. Aquellas regiones secas, alejadas de la
costa y con poco trnsito resistieron mejor, caso de Libia y el
interior de Siria, donde los puntos urbanos de Damasco y Alepo
llegaron incluso a crecer en el transcurso del siglo VI.Es obvio
que la peste produjo una ruptura interna, pero la clave est en
determinar si ella por s misma invirti la tendencia secular
favorable o fue un elemento acentuador y dinamizador de
contradicciones de la propia romanidad, que hubieran acabado
emergiendo ms pronto o ms tarde, aunque no de forma tan brusca y
virulenta. Una de las cuestiones a dilucidar es si el Imperio
hubiera podido resistir a largo plazo el ritmo de gastos al que lo
someti Justiniano en la primera dcada de su reinado. En el caso del
ejercito, los costes respondan a las necesidades militares de una
romanidad extendida, con responsabilidad en varios frentes
(Balcanes, frontera persa, y Occidente, frica, sureste hispnico e
Italia). En el caso de las construcciones de todo tipo, resaltaba
la voluntad de un patronazgo imperial dominante que anulara las
posibles ofrendas privadas de todo tipo y su impacto social.
El propio emperador fue consciente de que el ingente presupuesto
de los inicios de la dcada de 540 no era sostenible, por lo que
adelgaz mediante la eliminacin de la soldada en metlico a las
tropas fronterizas. Los problemas resultaron indiscutiblemente
agravados por la peste, aunque obedecan quizs a una imposibilidad
estructural de reconstruir la romanidad en todo el conjunto del
Mediterrneo. El Imperio careca de la suficiente capacidad econmica
y, en consecuencia, militar para defender adecuadamente Oriente y
occidente. El esfuerzo titnico condujo ms adelante a la prdida de
la mayora de las tierras del oeste y tambin de una parte sustancial
de los territorios ancestrales del Este. La peste no fue causante,
aunque s precipitante del giro negativo que se inici a mediados del
siglo VI.1.4 Elementos de disgregacin en el seno de un Cristianismo
hegemnico
Durante el siglo VI, el Cristianismo acentu su hegemona sobre la
poblacin oriental. Los restos marginales de paganismo quedaron
prcticamente anulados. Las comunidades judas eran pequeas y estaban
decreciendo. De las denominaciones herticas, slo el monofisismo
conservaba gran vigor. El arrianismo estaba agotado, incluso entre
los germanos. En el interior del Imperio pervivan algunos
seguidores de Nestorio, aunque el mayor nmero de adeptos de esta
interpretacin cristolgica se hallaba en la Mesopotamia persa. Por
ltimo, el cisma acaciano, ms poltico que doctrinal, finaliz poco
despus de la llegada al trono del monarca ortodoxo Justino I.
Las posiciones teolgicas iban poco a poco aproximndose. El punto
de mayor encuentro se logr en el edicto promovido por Justino II en
571, que tena la virtud expositiva de conjuntar la unidad y
diversidad de las naturalezas en Cristo de manera aceptable para la
ortodoxia calcedonia y tambin para los prelados monofisitas. stos
admitieron la solucin, pero pronto hubieron de dar marcha atrs ante
la decidida oposicin de sus fieles. Llama la atencin la incapacidad
eclesial e imperial de conducir el tema, sobre todo, cuando exista
el precedente exitoso de la lucha contra el arrianismo en el siglo
IV, de nuevo, hemos de recordar que esta interpretacin trinitaria
no se identificaba tanto como el monofisismo con sensibilidades
regionales.Las relaciones entre Roma y el mundo oriental en el
siglo VI estuvieron presididas ms por las suspicacias derivadas de
la ordenacin jerrquica eclesial que por discrepancias doctrinales,
a pesar del episodio justinianeo de los Tres Captulos. La primaca
romana era, si no cuestionada abiertamente, s ignorada de hecho por
Constantinopla, que estimaba que aquella deba corresponder a la
Nueva Roma y al prelado de la capital poltica del Imperio. Por
ello, la utilizacin por Juan IV el Ayunador en 588 del ttulo
patriarca ecumnico, que denotaba en puridad superioridad sobre la
Iglesia oriental, no universalidad de su jurisdiccin, encontr la
decidida oposicin de los papas Pelagio II (579-590) y Gregorio I
Magno, lastrando la conjuncin de esfuerzos en aras a la defensa de
la ortodoxia de las concepciones cristolgicas.A pesar de la va de
agua interna que supona el monofisismo, la hegemona total del
Cristianismo signific un paralelo fortalecimiento de la Iglesia, ya
absolutamente integrada en el entramado poltico, social y econmico.
El cdigo de Justiniano es buen termmetro del grado de permeabilidad
de la moralidad cristiana sobre la sociedad civil. E