1 UNIDAD 4 Fernandez Durán: Desestructuración global versus regeneración local. La necesidad de frenar y revertir el proceso incontrolado de urbanización planetaria Las dinámicas del nuevo capitalismo global están acelerando los procesos de urbanizacion a escala planetaria. Más de la mitad de la población mundial habita en áreas urbanas. Se va creando entonces una segunda piel artificial que va alterando los espacios naturales precedentes, es decir, no solo aquellos sobre los que se despliega lo construído, sino tambien terrritorios muy distantes que se ven afectados por la huella ecologica de los procesos urbanizadores. Ya casi no quedan territorios sin transformar por la actividad humana, sobretodo en los espacios centrales.Se descatan EEUU y Japón donde se desarrolla una agricultura altamente industrializada de elevado impacto abiental, que ocupa una muy reducida parte de su población activa. Se trata de una agricultura dominada por las grandes industrias del AGROBUSINESS que controlan el mercado mundial. Es en los espacios periféricos dónde las transformaciones en la actividad agrícola están siendo más importantes, pues este sector se incorpora a velocidad de vértigo a la lógica del capitalismo global, especializándose en abastecer a las demandas alimentarias de las poblaciones de los espacios centrales en detrimiento de la satisfacción de sus necesidades alimentarias. La pérdida de la soberania alimentaria para abastecer sus necesidades primarias hace que cada vez más espacios perífericos dependan del mercado mundial. Las exportaciones subsubvencionadas de productos agropecuarios desde los espacios centrales están desarticulando la actividad agricola ganadera de la periferia. Todo ello ha producido fuertes corrientes migratorias hacia las áreas urbanas, creando verdaderos monstruos metropolitamos: las megaciudades perifericas. Hoy las principales ciudades del mundo en terminos demográficos se encuentran en los paises perifericos. La alimentacion mundial cada vez mas bajo la logica del capital Quienes controlan la agricultura de exportacion en los paises perifericos, son en general, las grandes empresas del sector del agrobusiness mundial dominada por grupos empresariales de los paises del centro. Las empresas agroalimentarias amplian su dominio a escala mundial lo que permite a su vez garantizar un abastecimeinto alimentario barato que reduce el coste de reproduccion de la fuerza de trabajo en el centro y en la perisferia. El espacio central se va especializando a cambio de que los paises perifericos vayan cediendo el control en otros terrenos : privatizacion de servicios publicos, mercantoilizacion de bienes como la recursos hidrricos, biodiversidad, tierra. La nueva reforma de la Politica Agraria Comunitaria (PAC) se nos ha vendido como destinada a reducir al ayuda y subvenciones a la exportacion para limiar y restructurar gastos en el presupuesto comunitario orientando hacia una agricultura mas sustentable y al desarrollo rural. Pero esto en realidad significa que cada vez menos explotaciones puedan permanecer en activo, hciendo frente a una competencia acrecentada del mercado mundial, en donde solo sobreviviran los grandes, en los terrenos mas productivos. Hoy en dia manda el mercado mundial, y el que no pueda mantenerse en él tiene que desaparecer: lo poco que queda de agricultura campesina y las explotaciones no competitivas, quedando un aproducción de lujo, de carácter ecolçogico para aquellos consumidores de alto poder adquisitivo capaces de pagar los precios que ello supone. Agricultura transgénica Las corporaciones agroalimentarias yanquis son los grandes líderes mundiales en este terreno, la UE estableció una moratoria, y Estados Unidos a presionado enormemente para que se levante este embargo, defendiendo a sus empresas punteras en biotecnología, intentando convencer a la población europea de las ventajas de la biotecnología. Hace poco se levantó la moratoria a cambio de un etiquetado fiable que alerte de la modificación genética del producto. Este cambio en la UE será clave para la extensión de la producción de alimentos transgénicos a nivel mundial, pues muchos países eran reacios a la introducción de tecnologías en su agricultura de exportación, por el rechazo que tenia en el mercado europeo (hacen lo que Europa hace). Estados Unidos quiere hasta suprimir el etiquetado, quedando irrelevante el poder del consumidor de elegir libremente. Asi los consumidores, productores y los países quedarian en manos de lo que puedan decidir las corporaciones con consecuencias impredecibles para nuestra salud, el entorno ambiental y la soberania alimentaria = se quiere incorporar los territorios de la vida a la logica del capital, a costa de la salud de la población, En un momento donde la crisis de la llamada Revolucion Verde y sus impactos sociales y ecologicos ya son patentes a escala planetaria, la agricultura transgénica significará una intensificación sin precedentes de estos problemas. Se generará un
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Resumen 2º Parcial (Unidad 4, 5 y 6) - GeografÃa Humana
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UNIDAD 4
Fernandez Durán: Desestructuración global versus regeneración local. La
necesidad de frenar y revertir el proceso incontrolado de urbanización
planetaria
Las dinámicas del nuevo capitalismo global están acelerando los procesos de
urbanizacion a escala planetaria. Más de la mitad de la población mundial habita en
áreas urbanas. Se va creando entonces una segunda piel artificial que va alterando
los espacios naturales precedentes, es decir, no solo aquellos sobre los que se
despliega lo construído, sino tambien terrritorios muy distantes que se ven
afectados por la huella ecologica de los procesos urbanizadores. Ya casi no quedan
territorios sin transformar por la actividad humana, sobretodo en los espacios
centrales.Se descatan EEUU y Japón donde se desarrolla una agricultura altamente
industrializada de elevado impacto abiental, que ocupa una muy reducida parte de
su población activa.
Se trata de una agricultura dominada por las grandes industrias del
AGROBUSINESS que controlan el mercado mundial. Es en los espacios
periféricos dónde las transformaciones en la actividad agrícola están siendo más
importantes, pues este sector se incorpora a velocidad de vértigo a la lógica del
capitalismo global, especializándose en abastecer a las demandas alimentarias de
las poblaciones de los espacios centrales en detrimiento de la satisfacción de sus
necesidades alimentarias. La pérdida de la soberania alimentaria para abastecer sus
necesidades primarias hace que cada vez más espacios perífericos dependan del
mercado mundial. Las exportaciones subsubvencionadas de productos
agropecuarios desde los espacios centrales están desarticulando la actividad
agricola ganadera de la periferia. Todo ello ha producido fuertes corrientes
migratorias hacia las áreas urbanas, creando verdaderos monstruos metropolitamos:
las megaciudades perifericas. Hoy las principales ciudades del mundo en terminos
demográficos se encuentran en los paises perifericos.
La alimentacion mundial cada vez mas bajo la logica del capital
Quienes controlan la agricultura de exportacion en los paises perifericos, son en
general, las grandes empresas del sector del agrobusiness mundial dominada por
grupos empresariales de los paises del centro. Las empresas agroalimentarias
amplian su dominio a escala mundial lo que permite a su vez garantizar un
abastecimeinto alimentario barato que reduce el coste de reproduccion de la fuerza
de trabajo en el centro y en la perisferia. El espacio central se va especializando a
cambio de que los paises perifericos vayan cediendo el control en otros terrenos :
privatizacion de servicios publicos, mercantoilizacion de bienes como la recursos
hidrricos, biodiversidad, tierra.
La nueva reforma de la Politica Agraria Comunitaria (PAC) se nos ha vendido
como destinada a reducir al ayuda y subvenciones a la exportacion para limiar y
restructurar gastos en el presupuesto comunitario orientando hacia una agricultura
mas sustentable y al desarrollo rural. Pero esto en realidad significa que cada vez
menos explotaciones puedan permanecer en activo, hciendo frente a una
competencia acrecentada del mercado mundial, en donde solo sobreviviran los
grandes, en los terrenos mas productivos. Hoy en dia manda el mercado mundial, y
el que no pueda mantenerse en él tiene que desaparecer: lo poco que queda de
agricultura campesina y las explotaciones no competitivas, quedando un
aproducción de lujo, de carácter ecolçogico para aquellos consumidores de alto
poder adquisitivo capaces de pagar los precios que ello supone.
Agricultura transgénica
Las corporaciones agroalimentarias yanquis son los grandes líderes mundiales en
este terreno, la UE estableció una moratoria, y Estados Unidos a presionado
enormemente para que se levante este embargo, defendiendo a sus empresas
punteras en biotecnología, intentando convencer a la población europea de las
ventajas de la biotecnología. Hace poco se levantó la moratoria a cambio de un
etiquetado fiable que alerte de la modificación genética del producto. Este cambio
en la UE será clave para la extensión de la producción de alimentos transgénicos a
nivel mundial, pues muchos países eran reacios a la introducción de tecnologías en
su agricultura de exportación, por el rechazo que tenia en el mercado europeo
(hacen lo que Europa hace).
Estados Unidos quiere hasta suprimir el etiquetado, quedando irrelevante el poder
del consumidor de elegir libremente. Asi los consumidores, productores y los
países quedarian en manos de lo que puedan decidir las corporaciones con
consecuencias impredecibles para nuestra salud, el entorno ambiental y la soberania
alimentaria = se quiere incorporar los territorios de la vida a la logica del capital,
a costa de la salud de la población,
En un momento donde la crisis de la llamada Revolucion Verde y sus impactos
sociales y ecologicos ya son patentes a escala planetaria, la agricultura transgénica
significará una intensificación sin precedentes de estos problemas. Se generará un
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nuevo paisaje, ―campo urbanizado‖, territorio de cosechas transgenicas capaces de
soportar herbicidas y perticidas más potentes en consonancia con la exigencia de
una produccion a gran escala altamente mecanizada y tecnologizada, en dónde se
quiere reducir al minimo el trabajo humano.
La lógica de la acumulacion del capital aplicada al campo de la agricultura pondrá
en peligro de subsistencia de la mitad de la poblacion planetaria que todavia vive de
ella, agravando el problema de acceso a los alimentos para los más pobres. Esto
profundizará la desaparicion de los pequeños productores y de la agricultura de
subsistencia. La destrución de la agricultura campesina hace que se intensifique la
oleada migratoria a la ciudad = expansión de los procesos de concentración
urbana, incluso flujos supraestatales (perifera-perifera / periferia- centro). En las
grandes metrópolis de la periferia se ubicará en gran medida dicha población
excluida y altamente precarizada, y dónde se acumulará la pobreza extrema en
immensos tejidos urbanos de infravivienda y sin servicios de ningún tipo.
Se extiende el reino de los no lugares y del nowhereman o nowherewoman El espacio público ciudadano va sucumbiendo ante la movilidad motorizada que
genera la aglomeracion urbana dispersa, y su máxima expresion en el égora o plaza
pública fenece en esta lógica de no ciudad. Los ―no lugares‖ (centros comerciales,
autopistas, aeropuertos) han ido sepultando, sustiyendo o marginando a los lugares
tradicionales con rasgos propios, vestigios de lo que fue en su día la ciudad. En este
contexto, el nuevo ciudadano es un ser nómada, sin raices que lo liguen a ningun
lugar concreto. El mundo rural es un territorio cada vez más indiferenciado donde
crecen monocultivos, con islas naturales poco alteradas que se quieren tambien
privatizar (parques nacionales) porque son potenciales centros turísticos-
residenciales.
El nuevo capitalismo global genera un mundo cada vez más urbanizado y
polarizado, en el que sus estructuras metropolitanas se articualn entre sí de manera
cada vez más estrecha no solo en términos físicos también inmateriales a través de
las potencialidades que brindan las nuevas tecnologías de la informacioón y la
comunicación. No todo el espacio metropolitano queda fuertemente conectado a la
Economia Mundo, muchos barrios quedan desconectados (merginados) del
capitalismo global y tambien quedan determinados enclaves donde se ubican las
llamadas funciones globales y sus centros financieros centrales y emergentes.
La tercera piel, via momentaánea de escape de la realidad y vehículo principal
de un nuevo deterioro ambiental
La Aldea Global, la ―tercera piel‖, no solo desarticula las redes naturales de
relación social, acentúa la soledad y altera las relaciones de interacción social,
desplaza las preocupaciones humanas al espacio virtual y esconde el deterioro del
espacio real, la segunda piel donde habitamos fisicamente. Se produce una mezcla
de ficción y realidad que acentúa la incapacidad para conocer quienes somos, cómo
es al realidad que nos rodea, cómo reaccionar ante su deterioro. Más cuando esa
realidad virtual se ha instalado en el espectáculo y el entretenimiento para que no
pensemos.
Los flujos de comunicación e información están teniendo una importancia decisiva
en la desarticulación, reestructuración y expansión de la segunda piel artificial. El
capital trasnacional productivo y el financiero especulativo, se ha ido imponiendo
sobre los estados-nacion y permeando sus fronteras, como resultado del desarrollo
de las nuevas tecnologías de la informacion y comunicación y el dominio que
ejercen sobre ellas. A traves de la tercera piel, el capital financiero, en especial su
dimension mas especulativa (altamente desterritorializada) adquiere un poder sin
precedentes en la historia, sobredeterminando cada vez más hasta la actividad del
propio capital trasnacional productivo que opera en el espacio físico = asistimos a
una reconfiguración de los modelos territoriales como consecuencia de la
trasnacionalización de la propiedad productiva y se sobreimpone a esto el flujo
financiero – especulativo que altera profundamente la dimension territorial y física
(segunda piel)
Las divisas centrales actúan como vehículo de mercantilizacion total y su tremendo
poder (simbolico y real) le permite trascender el espacio y el tiempo, ampliando las
relaciones capitalistas a todo el planeta.
El capital global financiero se esta dando cuenta que opera sobre una realidad
virtual que opera sobre la nada, por eso recurre a estrategias de guerra para
apropiarse de unos recursos naturales cada vez mas escasos, lo que impacta en la
periferia produciendo despoblamiento rural y concentración urbana.
España, paraíso mundial de la especulaciçon inmobiliaria
Caso de españa: a lo largo del siglo XX ha dado un vuelco en su estructura
productiva y territorial ha sido enorme. A principio de siglo era una sociedad
principalmente agraria en donde la movilidad motorizada era reducida. A finales de
siglo, menos de un 25% de la población total permanecia en el mundo rural
absolutamente condicionado por als dinamicas urbano- metropolitanas, y menos de
8% era poblacion activa agraria. En los ultimos 20 años España se ha convertido en
un receptor neto de flujos migratorios, localizada principalmente en las metropolis.
En las ultimas decadas se inicia un proceso de creciente apertura al resto del mundo
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para adaptarse a la dura competitividad que impone el mercado. Como
consecuencia de ello el territorio español pierde población, la misma se asienta en
el arco costero mediterraneo, produciendose una litoralización y meridoinalización
del crecimiento urbano metropolitano, a excepcion de Madrid, centro de poder
economico y financiero. El modelo territorial se relaciona a la importancia que ha
ido adquiriendo la actividad terciaria, turismo y agricultura intensiva. El modelo
territorial provoca impactos ambientales (fundamentalmente la desertización).
En los últimos cuatro años la explosion urbano-metropolitana ha adquirido una
dimension absolutamente desproporcionada. Se construyen más viviendas en
relacion a otros países europeos cuando la poblacion española es cuatro veces
menor (quedan viviendas vacías). Esto solo puede explicarse mediante la avalancha
de capitales del resto de los paises centrales (fondos de pensiones e inversión) que
invierten en el territorio español en el sector inmobiliario ante als perspectivas de
El problema que plantea la extensión de la estructura metropolitana superponiendo
territorios urbanos continuos con una red articulada sobre la base de nodos de
centralidad, tejido residencial abierto y autopistas, es el de compatibilizar esta
―multiterritorialidad‖.
Es indudable que en la trama urbana, la movilidad y el transporte juegan un rol
esencial como conectores. Sin embargo, el transporte público que a través de los
canales podría constituir un flujo articulador es casi inexistente. En el resto de los
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servicios (recolección de residuos, seguridad) y de las redes de infraestructuras
básicas (gas, agua corriente, desagües, etc.) tampoco existe la integración con la
trama urbana; ya que las nuevas urbanizaciones cuentan con sistemas privados
propios, y los núcleos urbanos tradicionales dependen de la gestión pública local.
Por lo tanto, es evidente una fragmentación entre los sistemas públicos y privados
que afecta las condiciones de articulación entre los nuevos desarrollos suburbanos y
el tejido urbano pre-existente.
Otro punto que habría que repensar en función de la búsqueda de integración entre
los múltiples fragmentos de ciudad, es el de los denominados ―centros cívico-
comerciales‖ (áreas centrales internas de las ciudades privadas) emplazados en los
megaemprendimientos. En consecuencia, hay que destacar que la privatización de
la ciudad no sólo abarca la función residencial; paulatinamente, se van cerrando
otras actividades con sus correspondientes espacios adaptados y la ciudad como
espacio público, se va diluyendo y degradando.
En resumen, nos encontramos frente a una mutación de la periferia urbana
caracterizada por la superposición de lógicas de suburbanización diferentes que se
corresponden con etapas socio-económicas perfectamente determinadas, tanto por
su historicidad como por su especialidad. En esta nueva forma de expansión de los
suburbios metropolitanos sobresale la concentración de inversiones privadas de
manera puntual, en determinadas áreas y el acompañamiento de las mismas
mediante la inversión pública en infraestructuras, priorizando este crecimiento
planificado por el mercado, y descuidando, al mismo tiempo, la gestión y la
planificación urbana de los centros tradicionales.
Saskia Sassen: Ciudades en la economía global: enfoques teóricos y
metodológicos
1. Presentación
La afirmación de que las ciudades podrían volverse obsoletas en este contexto
económico globalizador ha sido refutada por un importante número de grandes
ciudades que vieron también aumentar su concentración de poder económico.
¿Qué explica la nueva o explosiva ampliación del papel de un tipo particular de
ciudad en la economía mundial? Es el resultado de dos procesos fundamentales:
-Crecimiento de la globalización de la actividad económica, lo que ha elevado la
escala de transacciones económicas, alimentando así el crecimiento de las
funciones de alto nivel en las sedes multinacionales y la expansión de servicios a
las empresas –servicios corporativos avanzados-.
- Crecimiento de la intensidad de los servicios en la organización de la economía.
Proceso clave de la perspectiva de la economía urbana
Demanda creciente de servicios por parte de las empresas en todas las industrias
Producidos aquéllos en las ciudades, por tener éstas condiciones específicas de
producción que requieren los servicios corporativos avanzados, haciendo de las
mismas el sitio clave de la producción.
[La autora se enmarca en las formas contemporáneas asumidas por la globalización
en las últimas dos décadas las cuales poseen requerimientos organizacionales y
posibilidades políticas específicas y que las nuevas tecnologías producen
oportunidades y capacidades específicas]
2. Hacia una nueva narrativa: recuperando lugar en la economía global
La dispersión espacial de las actividades económicas en los niveles
metropolitano, nacional y global han contribuido con la demanda por nuevas
formas de centralización territorial de la gestión de alto nivel y de control de las
operaciones. Los mercados nacionales y globales requieren de lugares centrales
donde el trabajo de la globalización se lleve a cabo. Las industrias de información
requieren una vasta infraestructura física que contenga nodos estratégicos con una
híper concentración de servicios. Las industrias de información superior son
típicamente conceptualizadas por la hipermovilidad de sus productos y el alto
nivel de pericia de sus profesionales.
El énfasis de su trabajo se traslada hacia la práctica del control global. El
trabajo de producir y reproducir la organización y gestión de un sistema de
producción global y un mercado global financiero –ambos en condiciones de
concentración económica-. La recuperación del lugar y producción implica también
que los procesos globales pueden estudiarse con detalle empírico.
La emergencia de mercados globales para servicios financieros y especializados, el
comercio de la inversión como forma principal de transacción internacional. Todo
ha contribuido a la expansión de funciones de comando y a la demanda por
servicios especializados para las empresas. Todo esto hizo de la ciudad un tipo de
lugar estratégico y de los productores de servicios un insumo estratégico.
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La combinación de dispersión geográfica de las actividades económicas y de
integración al sistema, ha contribuido a nuevas o ampliadas formas centrales y la
complejidad de servicios altamente especializados por parte de las empresas. Más
que volverse obsoletas, las ciudades a) concentran funciones de comando, b) son
sitios de producción postindustrial para las industrias líderes de este período,
financieras y de servicios especializados, y c)son mercados transnacionales donde
las empresas y los gobiernos pueden comprar instrumentos financieros y
servicios especializados.
a. La nueva economía urbana
La implantación de procesos y mercados globales ha significado que el sector
internacionalizado de la economía se ha ampliado notablemente. Los elevados
precios y los niveles de utilidad en el sector internacionalizado y sus
actividades secundarias hicieron crecientemente difícil para otros sectores
competir por espacio e inversiones en los años ochenta – ilustraciones de ello
son el reemplazo de los negocios de barrio-.
También fue necesario para el desarrollo de este nuevo núcleo en estas
ciudades la desregulación de los mercados financieros, la influencia de los
servicios financieros y especializados y la integración a los mercados
mundiales, la especulación inmobiliaria y la gentrificación comercial y
residencial de altos ingresos. La apertura de mercados de valores A los
inversionistas extranjeros y la privatización de empresas del sector público han
sido cruciales para la articulación.
Se dio también el incremento de la especialización financiera de las principales
ciudades del mundo -New York y London-. También reconoce la autora que la
industria manufacturera permanece como un sector económico crucial en todas
estas economías.
3. Surge un nuevo marco teórico
Los elementos claves en este marco fueron la aparición de varias ciudades
como puntos de base para el capital global, una jerarquía de tales ciudades y las
consecuencias sociales y políticas que tuvieron para ellas el hecho de ser tales
puntos de base.
En este apartado la autora nombra los aportes de autores que a partir de los
ochenta contribuyeron a la conformación de una teoría de la ciudad global.
Afirma que en la literatura actual sobre ciudades globales el factor
determinante es el de una red glotal de ciudades transfronterizas que funcionan
como sitios estratégicos para las operaciones económicas globales. No existen
entidades tales como una ciudad global por sí sola.
Por definición la ciudad global es parte de una red de ciudades.
A partir de esta afirmación la autora hace un recuento de diferentes trabajos
realizados y establece sus diferencias metodológicas. Además, propone una
agenda de temas de la investigación y de la teoría, a saber:
1- Aglomeración espacial en una economía global
Los actuales patrones organizacionales y de localización sugieren que la
aglomeración de los sectores principales de servicios al productor en las
grandes ciudades en realidad constituye un complejo de producción. Este
complejo de servicios al productor está ínfimamente relacionado con el mundo
de las sedes corporativas y a menudo se piensa que ellos forman un complejo
conjunto de servicios corporativos de sedes centrales. Aunque es cierto que
estas sedes tienden a estar desproporcionadamente concentradas en las
ciudades, muchas de ellas pueden hoy ubicarse fuera de las mismas, pero
necesitan un complejo de servicios al productor en alguna parte para comprar o
contratar servicios especializados y financieros.
En resumen las empresas con líneas de actividad mas rutinarias y mercados
predominantemente regionales o nacionales parecen tener crecientemente
mayor libertad para mudarse o instalar sus oficinas principales fuera de las
ciudades, mientras que las empresa de línea muy competitivas e innovativas
y/o fuertemente orientadas al mercado mundial parecen beneficiarse de una
localización central en los principales centros internacionales de negocios.
La globalización se vuelve una cuestión de escala y complejidad agregada
en un proceso que también está teniendo lugar en niveles más bajos de la
jerarquía urbana y con una orientación nacional o regional, más que global.
b. Espacio y poder: la nueva centralidad
Puede proponerse una versión más teórica de estas cuestiones locacionales en
términos de centralidad. En cuanto a su función económica, las ciudades
proveen algo que podemos pensar como economías de centralidad-
aglomeración, concentraciones masivas de información de última generación y
mercados. ¿Cómo alteran la globalización económica y las nuevas tecnologías
el papel de la centralidad y con ello de las ciudades como entidades
económicas?
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La reorganización propia de la globalización va desde la virtualización
espacial de un numero de actividades económicas hasta la reconfiguración de la
geografía del ambiente construido para la actividad económica. ¿Es acaso
posible una economía espacial, carente de puntos de concentración física, en un
sistema económico caracterizado por una concentración significativa de
propiedad control y asignación de utilidades? ¿Puede un sistema como éste
operar sin centros?
c. El espacio electrónico: ciudades globales y cadenas de valores
globales
La creciente digitalización de las actividades económicas no ha eliminado la
necesidad de grandes centros internacionales financieros y de negocios y todos
los recursos materiales que éstos concentran, desde internacionales financieros
y de negocios y todos los recursos materiales que éstos concentran, desde el
estado actual de la técnica de la infraestructura telemática hasta los grandes
talentos. La telemática maximiza el potencial para la dispersión geográfica y la
globalización impone una lógica económica que maximiza las
atracciones/ganancias de tal dispersión.
La transformación de correlatos espaciales de centralidad mediante nuevas
tecnologías y globalización engendra toda una nueva problemática de lo que
significa la centralidad en un sistema económico donde: 1) una parte de las
transacciones ocurre a través de tecnologías que neutralizan la distancia y el
lugar, y lo hacen a escala global y 2) la centralidad ha estado históricamente
incorporada a ciertos tipos de ambiente construido y forma urbana.
d. El lugar de la industria en la nueva economía urbana de servicios
Otro tema a discutir es la relación entre la industria y los servicios al productor
en la economía avanzada urbana. La nueva economía de servicios se beneficia
de la industria. Mientras que la industria, la minería y la agricultura alimentan
el crecimiento de la demanda por estos servicios, su actual localización es de
importancia secundaria en el caso de los servicios a novel global. Así sea que
una corporación industrial tenga sus plantas fuera o dentro del país puede ser
bastante poco relevante en la medida que compre sus servicios a las empresas
de alto nivel.
En segundo lugar la dispersión territorial de las fábricas sobre todo si son de
carácter internacional, en realidad hace subir la demanda por servicios al
productor debido a la creciente complejidad de las transacciones. También está
la importancia de la infraestructura convencional. La noción dominante parece
ser que la telemática elimina la necesidad de infraestructura convencional. Pero
es precisamente la naturaleza del proceso de producción en las industrias
avanzadas lo que contribuye a explicar el enorme aumento de los viajes de
negocios. Para que funcione la malla digital, la infraestructura convencional es
también una necesidad.
e. Nuevas formas de marginalidad y polarización
Si bien se da una geografía de centralidad, también se da una de
marginalidad. Combinación de globalización y nuevas tecnologías ha alterado
el criterio y los mecanismos a través de los cuales los factores de producción,
los insumos y los bienes y servicios son evaluados y sus precios calculados.
Esto ha tenido efectos devastadores. Asi los salarios de expertos financieros y
las utilidades de las empresas de servicios financieros han aumentado
rápidamente en los años ochenta, mientra que los sueldos de los trabajadores y
las utilidades de muchas empresas manufactureras tradicionales se hundieron.
f. La ciudad global y el Estado Nacional
La globalización ha transformado el significado de gobierno de las economías y
los lugares para ello. Una de las propiedades claves de la actual fase en la larga
historia de la economía mundial es la influencia de las tecnologías de
información, el asociado aumento de la movilidad y la liquidez del capital y la
resultante declinación de las capacidades regulatorias de los estados nacionales
sobre los sectores claves de sus economías. La autora se afirma dentro de la
hipótesis que afirma que la globalización no puede simplificarse a la noción del
significado declinante de Estado nacional, más bien es una triangulación de
Estado nacional, economía global y localidades estratégicas. La relación
estratégica no es más la díada estado nacional-economía global. El énfasis
excesivo sobre la hipermovilidad y la liquidez del capital es una estimación
parcial que tiende a oscurecer la relación entre política externa, política global
y economía global. Excluye la posibilidad de una participación de facto de las
ciudades globales en la política y práctica económica internacional y en
consecuencia, en la política externa, hasta el grado en que la política económica
se ha vuelto una preocupación creciente en la política externa.
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UNIDAD 5
Molinero, Fernando: Los espacios rurales
Introducción
La Geografía rural es aquélla que se ocupa de interpretar y valorar las estructuras
rurales: los elementos que las integran, los factores que las animan, las funciones
que desempeñan y la evolución histórica que han experimentado y que explica su
situación actual. La historia del espacio rural es la historia de su ocupación,
acondicionamiento y organización por las sociedades o grupos humanos que lo
explotan. En consecuencia, está sometida a un equilibrio inestable, puesto que las
sociedades humanas buscan constantemente nuevos modos de aprovechamiento y
explotación del espacio agrario, los cuales crean un paisaje cambiante.
El grado de evolución y modernización está estrechamente relacionado con la
capacidad técnica, la inversión de capitales y el sistema socioeconómico de la
sociedad que lo ocupa, de manera que frente a los espacios agrarios apenas
modificados y cercanos al paisaje natural, como parte de las selvas amazónicas o
las zaireñas, con algunos claros abiertos por el hombre, aparecen otros en los que la
naturaleza ha sido ―domesticada‖; en unos casos, a pesar de la escasa disponibilidad
de capitales y técnicas, como sucede en las terrazas del arrozal chino e indonesio;
en otros, contando con tales elementos como en los pólder holandeses. Y, por
supuesto, el modelo socioeconómico introduce cambios evidentes. Dichos cambios
han sido enormes alrededor del mundo, como por ejemplo e de pasar a tener una
subproducción a una superproducción. En los países desarrollados del mundo
occidental se han logrado en virtud de una política de subvenciones, grandes
excedentes agrarios, lo que lleva a elevados costos de almacenamiento y en una
competencia desleal con los países del Tercer Mundo. Esto también ha llevado a
cambios drásticos en algunas regiones, como por ejemplo en la India en donde se
han emprendido grandes planes de colonización y simultáneamente se produce un
éxodo rural, el cual se desarrolla con una modernización del campo a través de la
Revolución Verde.
En los países desarrollados no sólo se ha llevado a cabo la superproducción sino
también han desarrollado modificaciones introducidas en los usos no agrarios del
suelo, como por ejemplo en investigaciones referidas a la biotecnología.
En tanto la tarea de la Geografía Agraria es la de estudiar los espacios, la sociedad
y la actividad agraria, a cual tiende a satisfacer una demanda de productos agrarios
obtenidos en el campo. Las estructuras del campo son las que surgen de la actividad
agraria, y cuyos elementos, factores y flujos son el objeto de análisis de la
Geografía Agraria.
En la mayor parte del mundo desarrollado y en buena parte del Tercer Mundo el
espacio agrario no representa ya la base o el asiento de la propia subsistencia, sino
un medio de producción para la obtención de rentas. El cambio de una economía de
subsistencia por otra cada vez más comercial ha introducido un vuelco total en la
organización de los espacios rurales. Por ello, la organización actual de cada
espacio rural concreto obedece al modelo socioeconómico que en él domina, y al
grado de desarrollo técnico y de integración económica que mantiene, tanto en lo
que respecta a la estructura de los núcleos de doblamiento, como a las formas de
cambio de cultivo, a la propia densidad y distribución de la red viaria, así como los
flujos que desarrolle con otros espacios rurales o los núcleos urbanos inmediatos.
El espacio rural está también condicionado por unos factores físicos, representados
por el complejo ecológico que introduce una gran diversidad de aprovechamientos
agrarios. Al mismo tiempo, el número de pobladores y su estructura social inciden
estrechamente en la organización resultante como asimismo los factores jurídicos
que regulan el modo de apropiación de la tierra y el régimen de tenencia de la
tierra; los distintos condicionantes han dejado profundas consecuencias. Como
resultado de la conjugación de los hechos naturales, de los factores históricos y el
valor de los sistemas socioeconómicos actuales, va a cristalizar a escala planetaria
unos grandes sistemas agrarios. Algunas consecuencias drásticas derivadas de la
actual organización y explotación del espacio rural estarían relacionadas con la
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insuficiencia de las producciones agrarias y su inadecuada distribución, que
provoca hambre entre millones de seres humanos. Asimismo las grandes
transformaciones tales como la industrialización, la urbanización y los nuevos usos
del suelo y se estudian las disfuncionalidades que esto provoca.
Miguel Teubal: globalizacion y nueva ruralidad en america latina
Se asiste que la creciente mercantilización de numerosas esferas de la actividad
económica, social y cultural, así como también a una serie de procesos que
contribuyen a la integración de las diversas partes de la economía mundial en aras
de la construcción de un auténtico mercado mundial. Ese mercado es más global,
integra los patrones de producción y del consumo que surgen de una ramificación
creciente de la división internacional del trabajo, la interacción de los mercados
nacionales de bienes uy servicios, de capitales, divisas y trabajo, y mediante la
organización transnacional de la producción en el interior de las firmas. En este
trabajo se considera la influencia de los procesos de globalización sobre la
problemática agraria y agroalimentaria de América Latina y la forma que inciden
sobre lo que se ha denominado la ―nueva realidad‖.
Globalización y el sistema agroalimentario mundial
En estas últimas décadas América Latina transcurre por procesos de globalización
y ajustes estructurales, los cuales están generando profunda exclusión social.
Muchos de los fenómenos que se agudizaron en estas décadas reflejan la
intensificación del dominio del capital sobre el agro en el marco de un proceso
capitalista crecientemente globalizado: la difusión creciente del trabajo asalariado;
la precarización del empleo rural; la multiocupación, la expulsión de medianos y
pequeños productores del sector; las continuas migraciones campo-ciudad o a
través de las fronteras; la creciente orientación de la producción agropecuaria hacia
los mercados, los complejos agroindustriales, la conformación de pool de siembra,
etc. En el otro polo del proceso se manifiesta la importancia creciente que sumen
los complejos agroindustriales comandados por grandes corporaciones
transnacionales o transnacionalizadas, vinculadas al comercio internacional de
productos agropecuarios, la provisión de insumos y tecnología agropecuaria, el
procesamiento industrial y la distribución final de alimentos y la difusión de los
pools de siembra y otros mecanismos financieros que inciden sobre el quehacer
agropecuario. La transnacionalización de partes importantes del sistema
agroindustrial al que se asocia al medio rural y la estrecha articulación y creciente
integración vertical en el interior de importantes complejos agroindustriales, son
asimismo fenómenos que pueden relacionarse con los procesos de globalización
con ciernes.
En los años setenta los cambios en el panorama mundial incidieron
significativamente en el sector agropecuario del tercer mundo. Como consecuencia,
la ayuda alimentaria provista fue sustituida por exportaciones de cereales, lo que
generó una creciente dependencia de cereales externos de la mayoría de los países
del Tercer Mundo, como contrapartida, los EEUU promueven exportaciones de alto
valor agregado desde el Sur hacia el Norte en consonancia con algunas de las
tendencias de la revolución verde, una estrategia que servia a intereses financieros
mundiales por cuanto permitía a los países del Sur acumular las divisas necesarias
para el pago de sus respectivas deudas externas.
En los años de la posguerra, EEUU y Europa emergen como potencias
agropecuarias y agroindustriales en el panorama económico internacional, con
dificultades para colocar sus excedentes alimenticios en la economía mundial. Tras
la aplicación de diversos mecanismos se pudo dar lugar a dichos excedentes, por lo
cual creció la dependencia alimentaria de los países del Tercer Mundo, incluyendo
la dependencia cerealera, siendo los cereales los alimentos básicos por excelencia
de consumo popular masivo. Este proceso ha sido vinculado con la creciente
descampesinización operada en el agro latinoamericano.
En la actualidad, grandes corporaciones transnacionales agroindustriales (CTA)
dominan una parte importante del comercio mundial de productos agropecuarios.
Sin embargo las condiciones de vida de millones de medianos y pequeños
productores y trabajadores rurales del Tercer Mundo sigue en decadencia; con la
creciente liberalización del comercio mundial de productos agropecuarios se ha
contribuido a mejorar las ganancias de las grandes empresas, pero no
necesariamente la situación de los más pobres del medio rural. La división
internacional del trabajo en materia agroalimentaria fue modificándose
sustancialmente. Productos que de antaño sólo se cultivaban para el autoconsumo,
están siendo cosechados masivamente para la satisfacción de exportaciones lo que
reemplaza en muchos casos la producción realimentos básicos, lo que genera
escasez y alzas de los precios, por lo cual se afecta a la población mas pobre de la
comunidad. Asimismo se asiste a importantes problemas de salud y ambientales
como consecuencia de la utilización masiva de agroquímicos, en particular
pesticidas. En este contexto fueron afectados los pequeños productores
agropecuarios y campesinos, resultando muchos de ellos desplazados del sector al
no disponer de los recursos necesarios para poder realizar las inversiones que la
nueva producción requería. Los protagonistas de importancia, los principales
beneficiarios de estas nuevas exportaciones son grandes inversiones, compañías
41
extranjeras y distribuidoras, mientras que los productores mas pobres han sido
desplazados del mercado u obligados a asentarse en tierras marginales, o bien han
perdido su autonomía debiendo articularse a grandes complejos agroindustriales.
Los apoyos que tradicionalmente realizaban los gobiernos de muchos países
latinoamericanos a favor de la producción de alimentos básicos cayeron
estrepitosamente y fueron sustituidos por nuevos apoyos a productos de
exportación. Han cambiado las prioridades en materia agropecuaria: la tierra, vista
tradicionalmente como un recurso que debía ser utilizada para la producción de
productos básicos, se utiliza cada vez más para la producción agropecuaria
exportable capaz de generar recursos para pagar los servicios de la deuda externa.
En algunos países ya no se investigan los problemas vinculados con las necesidades
de los medianos y pequeños productores. A esto se suma el uso desmedido de
pesticidas que las nuevas cosechas requieren, lo que conlleva la aparición de
nuevas pestes, la difusión de nuevos virus y el deterioro del medio ambiente; mas la
salud de los trabajadores, cada vez más afectada.
Las grandes corporaciones agroindustriales también inciden sobre la producción
mundial de productos agropecuarios a través de la provisión de insumos y el
procesamiento industrial de la producción agropecuaria. Son grandes corporaciones
las que dominan del mercado mundial de insumos –semillas, fertilizantes y
pesticidas- así como también son ellas las que están involucradas en la
investigación de ingeniería genética y la crianza de nuevas plantas y animales.
Podría afirmarse que esta etapa de la evolución del capitalismo se ha ido
consolidando un sistema agroindustrial mundial dominado por grandes
corporaciones transnacionales agroindustriales que operan en la provisión de
insumos y tecnología, procesan productos de origen agropecuario, comercializan
internacionalmente esta producción y realizan gran parte de la investigación de
punta en materia agropecuaria.
A partir de la revolución verde de la becada de 1960 muchas empresas
transnacionales químicas empezaron a comprar las pequeñas empresas familiares
que operaban en los países. Hoy por hoy existe una tendencia a combinar la venta
de semillas y agroquímicos, incluso en una misma semilla. En la actualidad
dependen cada vez mas de una semilla que les vende las grandes empresas
agroindustriales la cual generalmente es un híbrido que requiere el agroquímico que
la misma empresa les vende. Estas tendencias han contribuido a que se perdiera
significativamente la diversidad genética del globo terráqueo, se sabe que a lo largo
del siglo XX se han perdido las tres cuartas partes de las especies vegetales que
habitaban la tierra. En este contexto, la autonomía alimentaria se vuelve cada vez
más difícil. El control oligopólico de estas grandes empresas les otorga una
influencia desproporcionada sobre la calidad, cantidad, tipo, focalización y precios
de la producción y sobre el conjunto del sistema alimentario. Estos son los
elementos que nos permiten visualizar los procesos de globalización en los cuales
están involucrados una serie de importantes actores sociales, en particular grandes
empresas transnacionales agroindustriales. La concentración económica ha sido
acompañada por la correspondiente concentración del poder.
Cambios en las políticas y procesos agroindustriales en América Latina
Hacia fines de los setenta el modelo de industrialización por sustitución de
importaciones (ISI), el Estado benefactor y sus políticas proteccionistas parecían
llegar a su fin y estallaron desequilibrios y crisis sectoriales importantes. Durante la
etapa del ISI el proceso de modernización de la agricultura es impulsado en
América Latina. Se producen fuertes inversiones en infraestructuras, en apoyos
tecnológicos y en la consolidación de una serie de instituciones que regulan o
promueven la actividad agropecuaria. Sin embargo era necesaria una reforma
agraria para finiquitar los privilegios de las tradicionales oligarquías territoriales.
Durante el ISI la perdida de mercado externos para los tradicionales productos de
exportación obligo a las élites nacionales a promover industrias nacionales
productoras de bienes salario como de bienes suntuosos, orientados hacia el
mercado interno. En este contexto el sector agropecuario habría de proporcionar los
alimentos baratos y los requerimientos de divisas para el proceso de
industrialización. Nunca se produjo una redistribución de ingresos, pero si es
importante rescatar que se reafirmar numerosas reformas agrarias de diferente
tenor. Sin embargo hacia los años 70 la mayoría de los países latinoamericanos
comienza cambios en las eolíticas agrarias que modifican sustancialmente las
modalidades de funcionamiento del sector. Los ajustes estructurales empiezan a
tener efectos en el sector agropecuario al potenciarse desregulaciones de todo tipo,
aperturas y privatizaciones que afectan a gran parte del andamiaje institucional y
empresarial desarrollado en la etapa anterior. La nueva política gubernamental de
privatización de la economía, inversión extranjera y apertura comercial pretenden
crear las condiciones para transformar el capital privado nacional y extranjero en le
principal agente de reactivación del sector. Se percibieron abruptas medidas de
liberalización arancelaria y aperturas al exterior que en muchos casos impiden a las
agriculturas nacionales competir con productos y empresas internacionales
fuertemente subsidiados en sus países de origen. Se redujeron así mismo recursos
públicos destinados a la asistencia técnica, la extensión, la investigación científica y
tecnología e inversiones en infraestructuras. En Argentina, con la desregulación del
año 1991 se eliminaron de cuajo los principales organismos que habían regulado la
42
actividad agropecuaria desde 1930. Entre las medidas más ―estructurales‖ se
planteo el fin de la reforma agraria. Se busca con esto la readecuación de estructura
de tenencia de tierra de acuerdo con las necesidades impuestas por la privatización
y globalización, creando un marco jurídico mas favorable para atraer inversiones en
el campo, generar economías a escala y fomentar distintas formas de asociación
entre capital privado y los productores tradicionales con potencial productivo.
Asimismo comienza un periodo de consolidación de la gran propiedad y
desaparición continua de la mediana y pequeña propiedad.
Todos estos procesos de globalización apuntan al empobrecimiento e incluso la
desaparición de los tradicionales actores sociales del medio rural: campesinos,
medianos y pequeños productores agropecuarios, trabajadores rurales, etc.
Nidia S. Tadeo: La reconceptualización de lo rural en la Argentina. Un
tema para el debate.
La autora plantea una nueva percepción para el medio rural, entendiendo a éste
como una forma alternativa para mejorar la calidad de vida sea de manera
permanente o transitoria, en donde a la vez se intensifican las relaciones sociales
considerándolas como más personales.
Desde lo académico lo agrario, lo rural, son temas de debate. La geografía rural
tradicional dejó de interesar a los geógrafos por que era meramente descriptiva y
carecía de una metodología rigurosa. En la década pasada las problemáticas rurales
fueron cobrando un nuevo atractivo con una renovación teórico-metodológica y de
apertura hacia las otras ciencias sociales. Reconoce que los procesos rurales solo
pueden entenderse desde la perspectiva interdisciplinaria así como plantea la
necesidad de incorporar nuevos enfoques y temáticas.
A escala global, estamos asistiendo a fenómenos tales como la creciente
internacionalización del capital, la liberalización del comercio internacional, la
formación de bloques económicos y regionales, la aplicación de mecanismos para
mantener los subsidios agrícolas, políticas proteccionistas y barreras parancelarias,
la división internacional del trabajo en materia agroalimentaria1.
Los efectos de la restructuración económica en el agro argentino
1 La desconcentración de actividades económicas parecen inyectar un nuevo dinamismo al
medio rural de muchos países.
En la consolidación del modelo de acumulación profundizada en 1991 los motores
de reestructuración puso en marcha la opción de ―reconvertirse o desaparecer‖, lo
cual muestra un fenómeno contradictorio, por un lado la urgencia remodernizar el
agro y por el otro, la difícil situación de amplios grupos de productores, medianos y
pequeños, que carecen de los recursos necesarios para implementar la reconversión.
En este contexto, el nuevo papel del agro se presenta como un proceso complejo,
marcado por contradicciones donde se combinan lo moderno y lo tradicional;
también, la diferenciación regional y la especificidad de las producciones dan paso
a una diversidad de situaciones que impiden efectuar generalizaciones. La autora
plantea que no se puede definir un modelo general de estructura agraria para el
país. Si es posible reconocer el mantenimiento de una diversidad vertical. Esto es,
se acrecienta la expansión de grandes grupos económicos, con capacidad
financiera, son los megaproyectos. Se sustentan en la expansión de la escala de
producción con paquetes tecnológicos de elevado costo y productividad y
adoptando tecnologías que no atienden a la conservación del medio natural.
Utilizan escasa mano de obra permanente y abundante cantidad de trabajadores
zafrales para aquellas cosechas que aun no están mecanizadas. ¿Están estos grupos
provocando una reestructuración del espacio rural? La irrupción de todos estos
agentes económicos, principalmente a partir de la década pasada, no pone en
cuestión las producciones pero si se cuestiona el abandono de la actividad de
numerosos productores medianos y pequeños. Al funcionar como enclaves, las
megaempresas no actúan como un factor dinamizador a nivel regional, sólo aportan
al incremento del PBI local.
Por debajo de los megaproductores se halla una variedad de explotaciones
agropecuarias capitalizadas, acorde con una variedad de producciones y de
situaciones regionales, según se desprende de numerosos estudios realizados.
La situación de crisis de ciertas producciones y la disminución de la rentabilidad ha
dado lugar a la diversificación de actividades por ejemplo el agroturismo. Dos
fenómenos se manifiestan, uno la ya nombrada diversificación y el otro el
progresivo desplazamiento probablemente hasta la exclusión de pequeños
productores. El endeudamiento y la fuerte presión tributaria provocan un paulatino
empobrecimiento que obliga al productor a deshacerse de su parcela y a emigrar
con el grupo familiar. Cuando se presento el plan económico 1993-95 ―Argentina
en Crecimiento‖, un objetivo central para el sector agrario era la transformación
productiva con diversificación, expansión de cultivos, etc. Algunos funcionarios de
ese Ministerio evaluaron que el 60% de las explotaciones de la pampa húmeda
estaban condenadas a desaparecer.
43
El sector minifundista se encuentra sumergido en un proceso progresivo de
abandono especialmente en regiones del NOA y el NEA. Los productores de
pequeñas explotaciones logran permanecer en un nivel de subsistencia, su
pervivencia estaría respondiendo a un incremento del autoconsumo, en una
situación de pobreza estructural que se va agudizando.
En este contexto ¿cuál es la situación de los trabajadores rurales? ¿Qué formas
asume la organización del trabajo a partir del proceso de reformas
macroeconómicas y ajustes progresivos? Aquí la autora ejemplifica analizando la
situación de los mismos en la actividad citrícola en donde participan diferentes
agentes económicos. Las empresas integradas son las que tienen una mayor
participación en la producción primaria y en las etapas de industrialización y
comercialización del producto en el mercado interno y externo. Además de
viveros, plantas de empaque y estructuras para operar en el mercado internacional,
son propietarios de grandes quintas, arriendan otras y también comercializan la
producción de otros productores. A la vez existe una mayoría de productores con
distintos estratos de superficie que venden la producción a otros agentes del
complejo.
Las grandes empresas han ―tercerizado‖ la actividad utilizando empresas de
servicios, cooperativas y contratistas diversos. Las cooperativas de trabajo actúan
como agencias de empleo desde fines de los 80. Los trabajadores no perciben
beneficios, no se efectúan tampoco los aportes sociales correspondientes, por lo
cual el trabajador entra en la categoría de ―autónomo‖. Generalmente estas formas
responden a trabajadores en negro. Podemos afirmar que la organización del
mercado de trabajo rural da cuenta de las modalidades que adopta el proceso
general de restructuración económica a escala regional.
Lo agrícola y lo rural, lo rural y lo urbano
La nueva ronda del capital induce, organiza, determina la producción y la
comercialización, transformando la estructura agraria y modificando la vida en el
campo. Se presenta una realidad compleja que conlleva nuevos planteos, una
revisión y re elaboración de conceptos como agrícola- rural, rural/urbano.
El espacio rural se está modificando, como soporte de las actividades, como
construcción social, como lugar donde se vive, con un sentido de identidad y
pertenencia. Se agregan nuevas funciones, como una perdida relativa de la
significación económico-social de la actividad primaria y se observa una tendencia
a la terciarización. Se puede hablar de un nuevo fenómeno denominado neorural
en donde surgen formas reasentamientos de tipo urbano que tienden a desdibujar a
los de tipo rural. Hay una ―nueva forma de ser rural a la vez que lo urbano penetra
en lo rural‖.
Hoy el concepto de rural no parece asimilarse a lo agrícola. Algunos trabajan en el
campo, otros viven en los asentamientos rurales y realizan tareas agrícolas y otros
residen en los centros rurales y no desempeñan actividades agrícolas.
Por ultimo la integración de los complejos agroindustriales ha estrechado el vínculo
de la fase agrícola con las etapas de industrialización y comercialización en pueblos
y ciudades. Los cambios actuales nos permiten concluir que lo rural no es solo lo
agrícola, ambos pueden llegar a diferenciarse pero también la relación rural/urbano
se modifica en el enfoque actual ya no es valido el enfoque tradicional dicotómico,
sino que se da una complementariedad e interdependencia entre lo rural y lo
urbano.
Valeria Hernández : El fenómeno económico y cultural del boom de la soja
y el empresariado innovador
Fenómeno Sojero
Con la introducción en 1996 de la soja transgénica (resistente al Glifosato,
invención de Monsanto comercializada en la Argentina bajo el nombre de Soja RR
―roundup ready‖) se concretó definitivamente el cambio de perfil productivo que
comenzara en los años 80. la adopción masiva del paquete cerrado (soja
genéticamente modificada + herbicida glifosato) introdujo transformaciones en el
medio agropecuario y sus filiares agroalimentarias:
- conquista de nuevos espacios productivos: extensión de la frontera agrícola
sustituyendo la ganadería y cultivos regionales
- tercerización de servicios: contratista
- concentración de la producción (que no necesariamente supone la propiedad de la
tierra)
- presencia del capital financiero (inversores extraagrarios que integran los pools de
siembra)
- transnacionalización del sector insumos
- resignificación del mapa socio-institucional (roles y presentación de instituciones
tradicionales y aparición de otras)
- la siembra directa no rotura la tierra vía el arado evitando su exposición a la
erosión de los diversos agentes climáticos conservando la materia orgánica y la
humedad de los suelos. El punto problemático de la SD se sitúa en el plano del
control químico de los agentes patógenos que amenazan los cultivos y es el aspecto
superado por el uso del paquete tecnológico, ya que con su uso los productores
44
pueden hacer siembra directa aplicando un herbicida a medida reemplazando de
este modo al eslabón problemático del sistema, el cocktail de biocidas antes
necesario
- paquete tecnológico articulado a la siembra directa: dicha articulación no es
técnicamente necesaria ya que se puede aplicar el paquete con labranza
convencional y se puede hacer siembra directa con otros cultivos; ni temporalmente
coincidente (la siembra directa era practicada por algunos productores desde mucho
antes de la llegada de la soja al país)
- adoptando el sistema completo (SD+ semilla genéticamente
modificada+agroquimico) se obtiene una reducción sustantiva en el tiempo
dedicado a cada campaña, el costo del personal y los gastos fijos = simplificación
de la gestión de la explotación que seduce a los productores que pudieron asumir la
inversión necesaria para acceder al nuevo modelo, además del precio de la soja en
el mercado internacional.
- sojización del campo argentino por la siguiente coyuntura: paquete tecnológico a
primera vista beneficioso para cierto tipo de productor, una estrategia comercial de
las semilleras (financiamiento del paquete) adaptada a las condiciones locales del
sector agropecuario y un precio internacional más que interesante.
En este contexto de transformaciones la Aapresid (Asociación Argentina de
productores en Siembra Directa) son promotores de las innovaciones tecnológicas y
organizacionales. aapresid tomo forma institucional en el año 89 como una
asociación civil sus socios iniciales estaban preocupados por cuidar el suelo
(principal recurso productivo) mediante la siembra directa y vía SD se terminan
posteriormente articulando con la soja transgénica. su zona núcleo es en rosario,
para distanciarse simbólicamente de Bs. As. Luego de 17 años de experiencia y
2000 socios, Aapresid logro posicionarse como una entidad de referencia dentro del
sector agropecuario. tiene como figura emblemática a Gustavo Grobocopatel (el
bestia ese) ingeniero agrónomo de 46 años de edad dirigente de una de las empresas
más importantes del agro argentino. se presenta como el pastor de la sociedad del
conocimiento dirige un holding que siembra 80 mil has en argentina, 20 mil en
Uruguay y 6 mil en Paraguay.
A la autora le interesa analizar el perfil socioproductivo que estos actores del
paisaje rural plantean como una nueva modalidad del espíritu empresarial. La
caracterización identitaria que la autora hace se limita al modo en que los actores
son construidos y se presentan en la esfera pública.
Es posible señalar tres ejes en torno a los cuales construir su perfil identitario:
- categoría de empresarios demarcándose de quienes son sus antepasados los
agricultores.
- relación con la tierra de manera distanciada: factor de producción secundario y
subordinado al conocimiento (elemento principal) a la vez hay un trabajo de
producción simbólica en torno a la tierra.
- sociedad del conocimiento: ellos son la vanguardia nacional, anuncian y
promueven su advenimiento, en este escenario futurista, gobernado por la ciencia y
técnica ellos están llamados a asumir el rol de líderes, consientes de su
responsabilidad social ya que tienen que conducir exitosamente a sus
conciudadanos hacia ese nuevo modelo socio-productivo
Perfil identitario que los dirigentes de dicha asociación promueven: reivindican
para sí la figura de empresario innovador, con el fin de significar una evolución
mayor y profunda experimentada por el agro argentino evolución ligada según su
visión al proceso de globalización y el advenimiento de la sociedad de
conocimiento.
Según declara el coordinador del equipo técnico de la sociedad, se definen como
―una red de productores innovadores, receptiva a los avances de la ciencia que
reúne la capacitación y asistencia técnica, profesionalizando de este modo la
actividad agropecuaria‖
Hipótesis de que el esfuerzo consagrado a la producción de una identidad tan
compleja es la contrapartida simbólica del objetivo último de asegurarse la
captación de una renta cada vez más importante lo que supone disputársela a otros
como innovar en los modos de acumular valor.
Eje 1: Construcción en tanto empresarios innovadores
-Hablan de sí mismos usando la categoría de empresarios, no de agricultores, son
innovadores que despliegan su capacidad y saber en el sector rural.
-―vinimos a agrandar la torta agraria‖: podrán agrandar la torta agropecuaria ya que
la matriz productiva basada en la ciencia y la técnica producirá mayor valor
agregado en las actividades tradicionales del sector. los frutos así producidos
favorecerán a los productores para luego desbordar sobre todos los eslabones de la
cadena productiva (desde cuando eso se ve en la realidad ¿??) desde la industria a
los servicios, del mercado local a la exportación, de las tradicionales agronomías de
insumos agropecuarios a las nuevas empresas de biotecnología.
o De la producción a la gestión: red de redes
45
-Es crucial el gerenciamiento de los distintos factores y poco importa si este saber
organizacional se aplica a la actividad agrícola, industrial o de servicios. Los
miembros más emblemáticos del Aapresid despliegan sus actividades en una
asombrosa cantidad de sectores y ramas productivas y comerciales.
-Se sitúan más allá de la dicotomía agricultura vs. industria, ya que abarcan con sus
actividades varios pasos de la cadena productiva, como innovador su horizonte es
tan vasto como las ideas que sepa generar y gerenciar.
-La competitividad es resultado de la innovación en el modo de gerenciamiento de
la explotación: ―nuestra empresa es una red de producción (…) no sembramos
solos, lo hacemos en distintas sociedades con los dueños de las tierras, con
proveedores de servicios, insumos, a través de integraciones de distinto tipo, muy
flexibles (…)‖
-La gestión de la ―empresa virtual‖ se realiza gracias a las nuevas tecnologías de la
información y comunicación y a una inversión personal en tiempo, dinero y energía
para formarse en los nuevos cánones organizacionales. El holding de Gustavo G.
fue equipado con una infraestructura informática de última generación que pone en
red los distintos centros neurálgicos, con sala de videoconferencia para dictar
cursos a los miembros de la red ―universidad virtual‖. Gracias a la red los
empresarios avanzan en la construcción de su propio código de comunicación sobre
la base de la información genética y relacional. El espacio de intercambio genera
códigos de comunicación, permite hacer circular determinadas ideas y definiciones
de la realidad, produciendo pertenencias y referencias comunes a los miembros.
-Desterritorialización por el cambio en el modo de gerenciar la empresa.
-El eje es la coordinación de los agronegocios a partir de coordinar una red de
contratos, la competitividad está en la gestión de la tierra y no en su propiedad.
concentración del gerenciamiento, no de la propiedad.
o Fundación imaginaria de la identidad colectiva: empresario innovador como
agente superador de históricas antinomias
-Construyen una distancia simbólica en relación a los tradicionales estancieros,
situados en la cima de la escala ruralista y asociados a la Sociedad Rural Argentina
-Se diferencian de quienes están por debajo, los medianos y pequeños agricultores
asociados a la Federación Agraria Argentina, perdedores del nuevo modelo
agrícola. (que como sabemos, son fundamentalistas y proteccionistas). Se enfrentan
los modelos ―agricultura con agricultores‖ se niegan a convertirse en rentistas o en
contratistas.
-construyen ambas figuras sociales (terrateniente y el chacarero) como base para
presentarse como una opción superadora, representantes de otro concepto de
ruralidad. Esto está relacionado a su lucha por asentarse socialmente en un medio
con actores fuertemente arraigados y su búsqueda de conquistar cada vez más
espacios de poder.
-ellos identifican la figura la positiva -en tanto empresarios innovadores-
adjudicándose los rasgos de la modernidad.
-vienen a fundar paradigmas democráticos, en un medio históricamente regido por
órdenes de tipo oligárquico revolucionando el medio rural.
según los atributos que atribuyen a una y otra figura la autora hace este cuadro
comparativo:
terrateniente Empresario
Centrado en ganadería Implicado en una multiplicidad de sectores y
ramas productivas
Propietario de grandes
extensiones de tierras
Gerenciador de explotaciones en donde el
porcentaje de tierra en propiedad puede ser
incluso nulo
Asociado a flias criollas heredero
latifundista residente en Bs As.
Asociado a familias inmigrantes (trabajador
gringo), reside en la explotación o pueblos
cercanos a ella
Despreocupado por la gestión
cotidiana de sus explotaciones, la
delega al capataz y la peonada
Presencia y responsabilidad máxima en el
gerenciamiento. personal con alto nivel de
profesionalización y bajo en número (contrario
al terrateniente)
Poca integración vertical e
inexistente integración horizontal
Fuerte articulación e integración = pymes en
redes
Inversión en capital fijo y escasa
relación con capital financiero
Al revés que el terrateniente
Ve a la Industria es su
contrapartida antinómica
Ve a su rol productivo como articulado a la
dinámica industrial (agronegocios,
agroindustria, agroalimentos)
Eje 2: Subordinación del factor tierra y valorización de los bienes inmateriales
-es el nuevo sin tierra, ex productores devenidos rentistas o contratistas.
46
propiedad de la tierra como factor secundario respecto a la posesión del
conocimiento
o Heterogeneidad social y productiva en el paisaje rural
-prestador de servicios: se trata en su mayoría de ex productores que actualmente
alquilan sus campos y con esas rentas abren un comercio (venta de insumos o taller
mecánico, etc.) o compran alguna maquinaria para ofrecer servicios en su zona de
residencia (fumigación, cosecha)
-En el extremo opuesto esta el empresario innovador, actor que reúne capitales y
mediante distintos tipos de contratos logra disponer de un volumen de has que
gerencia, pudiendo ser o no dueño de las tierras que explota.
-administrador: asalariado de alto nivel que presta sus servicios a una empresa
agrícola, un pool de siembra, etc.
El empresario y el administrador basan su gestión en redes de contratistas
ahorrando o disminuyendo fuertemente la inversión de capital fijo (grandes equipos
y máquinas) y reduciendo costos mediante la tercerización de la mano de obra. El
capital financiero juega un rol mayor en la medida en que permite el cambio de
escala.
-Productor -contratista: propietario de toda o la mayor parte de la mayor de las
tierras que trabaja pero para terminar de amortizar la compra de un tractor o para
aprovechar al máximo sus equipos y su personal, siembra o cosecha para un tercero
de la zona. comienzan como empresas familiares con las tierras de herencia
familiar, la superficie puede extenderse gracias al arrendamiento o a la asociación
con otros productores de la zona. combinan mano de obra familiar y asalariada. Su
economía fliar depende de las ganancias obtenidas de la explotación a las que
generalmente se adicionan otras derivadas de una actividad comercial o profesional.
este actor no define su actividad en términos de gerenciamiento ni a su explotación
a través de las nociones de red de redes, sino que usan las categorías de productor
agrícola, tambero, ganadera, no obstante la presencia de elementos comunes con el
perfil de empresariado innovador, no se puede decir que gerencie su explotación
con estrategias de integración vertical y horizontal, organizando la dinámica de red
y las NTIC. Valoran el conocimiento e introducen poco a poco cambios en su modo
de administrar la explotación (y les preocupa aumentar la superficie de parcelas que
gerencian no tanto comprar nuevas tierras) para dar el gran salto, cambiar de escala
de ―jugar en la cancha de los grandes‖ (sueñan con ser un Grobocopatel)
Tanto el prestario de servicios como el empresario innovador comparten el hecho
de ser sin tierras en la medida en que ambos logran armar su negocio más allá de la
parcela que se tiene efectivamente en propiedad. Así interpretado (según el
Aapresid) el nuevo paisaje rural, todos son en igual medida empresarios, y la
posición de ganador se conquista gracias a la capacidad individual de innovar. En
esta definición de la realidad se oblitera tanto la condición social de heredero o no
de tierra, como la disponibilidad objetiva de un capital sociopolítico (red de
amigos/ conocidos) y la del capital financiero (posibilidad de invertir)
El sistema ya no tienen como eje la producción sino a los servicios
Eje 3: Filiación a la sociedad del conocimiento
-―conocimiento, el mejor fertilizante para la soja‖
-la sociedad del conocimiento como factor dinamizante de la actividad agrícola
-necesidad de renovar su formación conforme avanzan la ciencia y la técnica
-manifestaciones innovadoras del conocimiento:
-Propone cursos de capacitación en su instituto sobre temas técnicos y operativos
orientados a la formación gerencial específica de este nuevo tipo de productor
empresario que ellos representan.
-medios de comunicación: programa de radio ―darse cuenta‖ para transmitir
(predicar) su visión del mundo agrícola, su ―paradigma‖, stand en ferias rurales
anuales
-emprendimientos biotecnológicos: fundación de la empresa de biotecnología
Bioseres S.A (el conocimiento aparece ubicado en el nivel más alto de la escala de
valores)
o Invertir en gramos, invertir en cerebros … como gerenciar una empresa en
la lógica del capitalismo cognitivo
Bioseres es una empresa creada por empresarios agrícolas innovadores, con el
objetivo de establecer un puente en entre el sector público y el privado para realizar
proyectos científicos a través de los cuales se obtengan productos vegetales
destinados al mercado. La operación de creación de Bioseres SA supuso la
articulación de tres campos sociales con sus lógicas y actores: el sector rural, con
los socios del Aapresid, el sector científico público y el sector estatal, a través de
sus institutos de científicos y de personal administrativo que asumió la construcción
del marco normativo legal. Es una típica empresa del ―tercer capitalismo‖ ejemplo
47
de la economía basada en el conocimiento: no hay cadena productiva sino
reuniones de trabajo, no hay obreros o capataces sino que hay gerenciadores del
conocimiento y prestatarios de servicios, la producción es tan importante como la
circulación, la cual se realiza a través de la organización de nodos en red. La
empresa administra los saberes y los orienta de quienes los poseen/ generan hacia
quienes los necesitan/consumen. Así, no tienen laboratorios propios, ni empleados,
ni aparatos sofisticados, sino que eligen los proyectos de investigación que puedan
interesar a los productores -inversores, identificar los equipos científicos y armar el
edificio legal con los institutos públicos en los cuales esos equipos trabajan.
o De empresarios rurales a ciudadanos pioneros en la sociedad global del
conocimiento
Estos empresarios innovadores desbordan las fronteras tradicionalmente atribuidas
al sector rural. En el espacio de comunicación así configurado se posicionan como
actores centrales y aspiran a ser reconocidos por sus pares en virtud de las
dinámicas ultramodernas que han incorporado a los agronegocios. Conciben su
actividad como trasversal, y no se limitan al sector agrícola, sino que integran
verticalmente la cadena productiva, y es por eso que se convierten en el prototipo
de los agentes de la sociedad del conocimiento.
La soja, en su materialidad, resume elementos centrales del capitalismo cognitivo.
Esta semilla es el resultado de una inversión considerable en capital financiero, en
saber científico y técnico, en estrategia comercial, todo ello dentro de la mecánica
de globalización del mercado. ―Acá no es el campo o la industria, es el campo y la
industria, y la soja es el emblema‖.
El conocimiento no es un bien que se hereda sino algo que cada uno cultiva y
acumula al utilizarlo. Insisten en el carácter ―democrático‖ que tendría el hecho de
que los sin tierra puedan convertirse en productores exitosos, como quienes por ser
herederos, poseen de antemano la base material por la cual construyen su logro.
La norma tecnocientífica juega un rol central de legitimación ideológica. La soja es
un producto de la tecnociencia, lo que la hace intrínsecamente buena, por lo tanto,
¿cómo no suscribir las políticas que la sostienen, (a ella y a quienes la cultivan, la
venden, promueven?
Es sobre el solo registro técnico y científico que se desarrollan los argumentos, se
conduce al razonamiento, se intentan clausurar las controversias generadas en la
sociedad respecto de los beneficios/perjuicios ligados a este sistema
socioproductivo. Los que ―perdieron‖ intentan reintroducir en la discusión la
reflexión sobre las consecuencias sociales, políticas y medioambientales implicadas
en el nuevo paradigma.
Los emprendimientos biotecnológicos ponen en evidencia la flexibilidad social
(adaptación) y la polivalencia cognitiva (códigos) para transitar por todos los
campos sociales involucrados en estos emprendimientos.
Más allá del campo, más acá de la red
Si el espíritu empresario coloca a los actores más cerca del mundo del business que
del sector extractivo-primario, y si la presentación como los sin tierra pone el eje de
gravedad en el management y no en la producción, será a través de su filiación en la
sociedad del conocimiento que lograrán despegar definitivamente del territorio
rural para instalarse en la órbita de los global.
Esta refundación del espacio rural, que no es menor teniendo en cuenta que el
campo constituye una entidad simbólica y material central en la construcción
política y económica del país desde sus orígenes, proyectado por unos como el
salvador de la nación y considerado por otros como causa del atraso y la falta de
desarrollo moderno de la economía argentina por haberse basado en un modelo
agroexportador cuyos productos no tenían un valor agregado, en desmedro de la
producción industrial. En este marco de disyuntiva histórica: agroganadería vs.
industria, debe ser reemplazada por la que actualmente define la interacción
productiva reflejada por el dominio de la agroindustria. En un país como la
Argentina, estos innovadores proponen es entrar en la sobremodernidad (vía
biotecnología y las NTICs). Con su paradigma de empowerment (poder del
conocimiento), estos agentes de la sociedad del conocimiento responden a quienes
arguyen que la estructura de la economía ha vuelto a ser agroexportadora: estamos
frente a otro modelo agroexportador porque los productos agrícolas son
reformateados por conocimientos científicos y técnicos, circulan a través de redes
gerenciadas de manera innovadora que les da un valor agregado (la materia prima
lleva incorporada bienes inmateriales, los nuevos conocimientos).
Si estos empresarios se presentan como líderes, con proyección nacional, ello es
justamente porque se construyen sociales y políticamente como portadores de un
paradigma que integra la ―industria y el campo‖. Establecen un espacio social,
político y económico propio, a partir del cual construyen una posición de autoridad
legitimada sobre valores modernos e innovadores, cuestionando, por un lado, a los
terratenientes (hostil al verse compelida a entrega una parte no menor de la torta
agrícola). Por otro lado, este nuevo actor avanza sobre pequeños y medianos
productores a quienes le asignan distintas actividades dentro de las cadenas y redes
productivas por él gerenciadas, adoptado un tono pedagógico explicando a quienes
48
deben cambiar el rol que ello es consecuencia de una evolución histórica, una
expresión del ineluctable proceso de modernización del agro argentino.
Como agente económico, buscan maximizar sus ganancias, proyecto a lo que
contribuye el trabajo de legitimación social en el cual se comprometen. Todo
cuestionamiento sobre uno u otro rasgo es entendido como una amenaza a su
posibilidad de cooptar valor acrecentado de la renta agrícola y negocios conexos.
Es necesario interrogar al nuevo modelo socioproductivo innovador sobre su
capacidad de contribuir al desarrollo sustentable de los sectores de pertenencia de
los actores y del país en general. Desde la perspectiva antropológica, el modelo que
lideran es una construcción sumamente novedosa de articulación entre mercado,
ciencia y sociedad en el contexto de un país periférico, cuya dinámica es preciso
analizar en casos concretos. Ellos fundan formas institucionales originales de
entrecruzamiento de la lógica científica y de mercado, incorporando al Estado, sin
ser ni totalmente públicos, ni privados. Estos espacios recogen actores cuyas
practicas y campos profesionales son muy diferentes, confrontados en la tarea de
crear un código común de interacción exitoso en términos comerciales y
satisfactorio para los perfiles en interacción.
GRAS, Carla – HERNANDEZ, Valeria: El fenómeno sojero en
perspectiva: dimensiones productivas, sociales y simbólicas de la
globalización agrorrural en la Argentina.
Introducción.
El sector agrario y el agroindustrial tendrían un lugar destacado en esa recuperación
económica. Al crecimiento de la producción de granos y de las ventas al exterior, se
sumaba, en 2002, la reinstauración de las retenciones a ciertas exportaciones
agropecuarias, en particular, la soja.
La materialización del carácter central del campo para la economía argentina se
verificaría en el aumento de su aporte al Tesoro Nacional. Hace pie una nueva-vieja
utopía: la del país agroexportador que vuelve a ser potencia mundial gracias a sus
granos; desde un sector agroexportador cuyo perfil no puede asimilarse al de aquel
viejo modelo.
De la iconización de la soja se construyó no sólo una figura social, los sojeros, sino
que también se calificó un dinámica productiva, la sojización, y se le adjudicó un
signo moral, demonizándola o santificándola.
El nuevo modelo de producción, modelo de ruralidad globalizada, llevó al
desplazamiento de la llamada agricultura familiar y supuso para miles de familias
agropecuarias, o bien reorientar sus competencias para adecuarse al nuevo patrón
productivo, o bien cambiar de sector de actividad.
Etapas del cambio “paradigmático”: condiciones materiales del nuevo modelo.
La desregulación política, apertura económica e innovación tecnológica constituyen
las bases del cambio en el agro argentino. En el sector agropecuario, las medidas
neoliberales significaron el retraimiento del Estado en sus funciones reguladoras y
el afianzamiento en su rol de garante del libre juego del mercado. Se dejaron de
lado políticas proteccionistas y redistributivas, se eliminaron casi todos los
impuestos a las exportaciones, se privatizaron las empresas de servicios y se
desmantelaron las instituciones públicas de apoyo técnico.
La irrestricta apertura económica de los mercados de bienes y servicios, en el sector
agropecuario se tradujo en la transnacionalización del mercado de insumos y en una
importante presencia del capital financiero a través de los pooles de siembra y los
fondos de inversión directa, que tomaron la actividad agrícola como n espacio de
especulación de alto rendimiento.
Desaparición de los créditos bancarios blandos, sumamente importantes para los
medianos y pequeños agricultores.
Les permitía financiar su actividad frente a problemas climáticos, cambios en los
precios de mercado y/o variaciones en los costos de producción. Los procesos de
desplazamiento y exclusión de pequeños productores tienen como marca de origen
la situación de hiperinflación y de sobreendeudamiento en la que se encontraban.
Perdieron sus explotaciones.
Se liberó en 1996 la comercialización del primer cultivo transgénico utilizado en la
Argentina: la soja resistente al herbicida glifosato (el ―paquete cerrado‖). Clave en
el proceso de transformación del territorio rural dado que potenció la tendencia a la
agricultarización. La siembra directa simplificó el trabajo ―a campo‖; redujo de
manera sustancial los costos. La combinación de soja Roundup Ready (RR) +
glifosato + SD, permitió disminuir tanto la mano de obra como los insumos de
biocidas y el combustible necesarios en cada campaña agrícola.
Si bien la SD puede realizarse con cualquier cultivo, la presencia del paquete soja
transgénica + glifosato, determinó el vuelco masivo del productor a ese sistema de
siembre. Estrategia comercial implementada por las semilleras. Ofrecieron
financiación del paquete que permitía diferir su pago al momento de levantar la
cosecha. Los productores no necesitaban disponer de circulante, pero debían
profesionalizar su administración puesto que, sin una buena gestión se corría el
riesgo de no poder honrar los compromisos.
49
Las empresas con políticas comerciales más agresivas completaron su acción con
un tipo de implantación en el mercado semillero local conocido como ―club-red‖.
Monsanto: cooptación de lideres zonales, promoción de grupos de formación y
debate, producción de material pedagógico, esponsoreo de eventos. Dispositivo que
otorgó un poder de control muy alto sobre la red de expendedores del paquete a
quien tuviera la capacidad de organizar la oferta, definiendo las condiciones de
acceso al mismo.
Las principales multinacionales llegaron a acuerdos de licenciamiento con los
agentes comerciales locales y conformaron redes de distribución de sus productos y
servicios sumamente desarrolladas y eficaces. Acuerdos de exclusividad.
Si bien la financiación significó un oasis, también profundizó la dependencia;
disminuyó el margen de autonomía que ellos tenían sobre sus explotaciones.
Tercer factor tiene que ver con las prácticas habituales del productor argentino. La
venta de semillas no fiscalizadas en circuitos informales. Se pudo acceder a la soja
genéticamente modificada al mismo precio que la soja convencional y evitó el pago
del costo de investigación científica. Asimismo, la normativa local permite al
agricultor guardar parte de su cosecha como semilla para la siguiente campaña.
Soja, cultivo autógeno, permite que luego de cosechar el producto guarde la semilla
para volver a plantar. Muchos recurrieron a este derecho eludiendo la onerosa
mediación del mercado.
El precio de la soja en el mercado internacional aventajó en mucho a las otras
opciones que tenía el productor. Las cotizaciones lograron convencer a los más
reticentes o tradicionalistas. Cada año las toneladas cosechadas, su rendimiento y
las hectáreas consagradas al cultivo de la soja RR, se incrementarían de manera
significativa.
Se consolidó un esquema de especialización cuyas actividades dominantes
responden a los parámetros de internacionalización productiva. Tuvo inicialmente a
la región pampeana como escenario para luego avanzar hacia otras, en particular el
norte.
El modelo de ruralidad globalizada no se acota a la soja sino que esa producción
resume de forma paradigmática las nuevas coordenadas.
Implicancias sociales del nuevo modelo.
Efectos sobre la estructura agraria. Entre 1988 y 2002 el número total de
explotaciones disminuyó cerca del 21% y se incrementó el tamaño medio de las
que continuaban en un 25%.
Total de tierras bajo arriendo aumentó en un 52% a expensas de la forma
propiedad. Las explotaciones que combinaban propiedad y arrendamiento de la
tierra aumentaron 7,5%, y la cantidad de hectáreas operadas bajo esta forma se
incrementó 49%. Las explotaciones con toda su tierra bajo propiedad disminuyeron
26%.
Expulsión de productores. La mayor concentración de la tierra, de la producción;
conquista de nuevos espacios productivos, así como una resignificación del mapa
institucional.
Estas transformaciones motorizadas por un conjunto de empresarios innovadores,
concentran grandes escalas, desplegando un vertiginoso ritmo de adopción
tecnológica.
El surgimiento de estos empresarios coexiste con la expulsión de agentes
productivos, principalmente los de menor tamaño, asociados a la agricultura
familiar. Fueron los productores familiares con cierta capacidad de acumulación los
que se vieron compelidos al cambio sin contar con aquel antiguo resorte.
El desplazamiento de estos productores implicó la emergencia de los minirrentistas,
casos en el que el abandono de la producción directa no implicó la pérdida de la
propiedad de la tierra. Un conjunto de productores familiares que operan en los
umbrales mínimos de sostenimiento. Dos categorías socioproductivas opuestas:
unos, aquellos que se apropiaron con éxito del nuevo modelo, y quienes se vieron
expulsados al papel de la pluriactividad.
La tradicional coexistencia de actores heterogéneos característica del agro argentino
fue tomando otros rasgos: el paisaje que involucraba a actores con distintas lógicas
productivas, escalas de producción y niveles de acumulación, integrados a las
cadenas agroalimentarias por relaciones de financiamiento y compraventa del
producto, deja lugar a la emergencia de un escenario con menor diversidad de
productores motorizados en el circuito de la producción por empresas que disponen
de los nuevos equipamientos pero no de la tierra, grandes contratistas propietarios
amplían su escala mediante el gerenciamiento de tierras de terceros. Figura
fundamental: los ingenieros agrónomos.
Participación del capital financiero mediante fideicomisos.
En la base de estas transformaciones no sólo está la cuestión tecnológica, sino
también un nuevo modo de representación social de la actividad agrícola que
involucra nuevas lógicas de acción e interacción en el interior del sector y de cara al
resto de los actores sociales, sustancialmente diferentes. La biotecnología tuvo
efectos en organización laboral, gestión empresarial, demandas de capitalización,
escalas productivas, modalidades de acceso y tenencia de la tierra. Se redefinió la
división social del trabajo.
El nuevo modelo tuvo sus grandes ganadores, sus perdedores y sus beneficiados
por el derrame. De ahí que la transformación del campo argentino vaya más allá del
50
fenómeno de agriculturización o de sojización, pues implicó, cuestiones
agronómicas y técnicas, un nuevo modo de representación social del sector.
El boom sojero supuso modos diferenciales de significar las transformaciones que
traía aparejadas. Hasta hace muy poco tiempo la discusión no estaba instalada en el
ciudadano común. A partir de marzo del 2008 se colocaron en la arena pública
distintas voces, cobrando relevancia inédita los componentes ideológicos y
políticos del nuevo paradigma productivo.
La construcción del fenómeno sojero: debates y controversias en torno a los
modelos de desarrollo implicados.
‗990 cercanía al Primer Mundo. La llegada de la biotecnología sería interpretada
como un rasgo de ultramodernidad.
La espectacular producción sojera propulsó la cadena productiva relativa al cultivo
de oleaginosa, desarrollando nuevas sinergias entre los eslabones e instituciones
que la componen. Se reorganizó la distribución semillera loca, se activaron puertos,
acopios y molinos, se dinamizó el mercado granarlo.
Fechas y eventos, 1998 primera cosecha récord de soja RR. Posiciones pro y anti
soja. Algunos críticos advirtieron sobre los peligros del monocultivo transgénico
para el suelo, la diversidad genética del ecosistema y la salud humana.
Aportes positivos gracias a su articulación con el sistema conservacionista de SD.
En un contexto nacional cuya estabilidad social y económica se iba perdiendo mes
a mes, el debate sobre el modelo sojero integraría las tensiones generadas por la
degradación de la situación general. El auge agroexportador del sector coincidió
con el comienzo del fin del plan de convertibilidad. Los sojeros, sector ganador.
Diferenciaciones internas: muchos chacareros devinieron sojeros, no por elección
propia, según los protagonistas, sino como resultado de la crisis de la ganadería o la
lecharía.
Grupo de Reflexión Rural: el modelo sojero prioriza el crecimiento antes que el
desarrollo y a la vez expulsa a pequeños y medianos productores, campesinos e
indígenas. Pone en riesgo la soberanía alimentaria. El hambre y la indigencia son
consecuencia lógica del modelo.
Son signo positivo, el paquete biotecnológico será caracterizado como aquella
locomotora que salvará a los argentinos.
Diciembre de 2001. Con la estabilización política posterior, las distintas arenas y
dinámicas institucionales fueron revisadas a la luz de la fisonomía social,
económica y política de la Argentina poscrisis. El fenómeno sojero no escaparía a
esta relectura.
Las PYMES originadas en el boom sojero son parte de esa complejidad del nuevo
ganador. Los sojeros no pueden ser asociados a los terratenientes. La razón e sque
el arriendo constituye una mejor opción para estos nuevos agentes
agroexportadoras, pues, evita hundir capital en el factor tierra. Nueva geografía
rural.
Otras voces señalan la desaparición de la vieja oligarquía pastoril, su reemplazo por
una nueva clase empresarial y la transformación de aquellos antiguos actores en
rentistas de sus propios campos.
Algunos analistas presentan el proceso de agiculturización como resultado de dos
factores centrales: por un lado, la expansión del área cultivada –en detrimento de la
ganadería y de las llamadas producciones regionales- y, por el otro, el incremento
de la productividad física por unidad de superficie, gracias a la incorporación de las
nuevas tecnologías.
Cambio actitudinal del productor, caracterizado como empresario. Estrategia
productiva intensiva en el uso de insumos tecnológicos. Algunos analistas hablan
del salto cualitativo del comportamiento productivo y, los propios protagonistas, de
cambio de paradigma.
una agricultura que es sólo un paso de mediación en la reproducción del capital
financiero, el cual invierte en el recurso tierra extrayéndole todo su potencial
rentable hasta agotarlo, expulsa a los agricultores y se va hacia nuevos destinos
más lucrativos, dejando un desierto a sus espaldas.
La innovación consiste, justamente, en reorganizar la dinámica productiva
articulando toda la cadena de producción y estableciendo un espacio concebido, en
adelante, como agroindustrial/agroalimentario.
Debate abierto.
A pesar de que a partir de 2003 hubo una mejora sustancial de la situación, las
condiciones de vida de la mayoría de la población siguieron siendo preocupantes.
Gran concentración será tema de debate público. Polarizaron en la segregación
espacial, transformación de las modalidades de consumo, nuevas estrategias de
diferenciación, reorganización de las formas de resistencia y protesta social. La
oligarquía ganadera decimonónica será asociada en este presente biotech con los
sojeros organizados en los pooles de siembra o las nuevas corporaciones.
Contraste entre los defensores y legitimadores del modelo y quienes lo critican. Los
primeros: la soja es una importante fuente de generación de empleo y que su trama
en red permite la participación de diferentes y heterogéneos actores, quienes
51
participan de la distribución de la riqueza generada, dando lugar a un interior
dinámico que ya no necesita mirar a la capital del país para conocer las nuevas
modas y los estilos de vida más sofisticados. Los críticos: la soja expulsa población
y reaviva el viejo problema del despoblamiento del campo, la migración a las
ciudades, la desaparición de pueblos y el crecimiento de las periferias de las
grandes urbes.
Nudo controversial: relación entre las nuevas tramas productivas y la
recomposición territorial del interior. Gras y Bidaseca: tres pueblos del corredor
sojero del sur de Santa Fe: estancamiento relativo en términos del número de
habitantes entre 1991 y 2001; llegada de familias originarias de provincias
marginales para la agricultura. La mención a un genérico despoblamiento del
campo oscurece. El agroturismo es una de las principales actividades económicas
del mundo; algunos territorios son áreas de recreo o testimonio cultural. Encuentra
cada vez más espacio en nuestro país.
Un segundo punto es el debate sobre las vías de desarrollo de un país
agroexportador como la Argentina y el papel del Estado en el actual contexto de
demanda mundial de alimentos (para humanos y animales) en lo que se refiere a su
capacidad regulatoria como a la promoción de actividades económicas y
mecanismos de redistribución de la riqueza.
Cómo y en qué medida la puesta en marcha de medidas intervencionistas del
Estado es respondida por aquellos que decantaron un nuevo perfil socioeconómico
al son del librecambismo de los ‘90, en el que también se señala, se generaron
dependencias entre la dirigencia política y los intereses de estos sectores.
Fragmentación de las identidades colectivas en el interior de las categorías medias
y pequeñas activas.
Mónica Arroyo: sobre el concepto de estructura agraria
En este trabajo la autora busca aclarar y puntualizar algunas ideas sobre el concepto
estructura agraria.
1) Una estructura agraria es como toda estructura social una excepción de las
relaciones existentes entre los hombres que componen una sociedad. Relaciones
que se establecen en el proceso de producción de bienes primarios, más
específicamente agropecuarios y que se materializan en el proceso de trabajo, los
hombres con su energía y aptitud para desarrollar dicha actividad y los medios de
producción. Entre estos últimos aparece la tierra con un rasgo que caracteriza su
doble función. Su condición general de producción y objeto de trabajo por lo cual
su existencia se hace indispensable para realizar el proceso de producción, ya que
posee cualidades intrínsecas tanto no producidas como producidas socialmente.
Ofrece así una serie de elementos naturales que en mayor o menor medida la hacen
apta para el desarrollo de cultivos. Posee una cantidad de trabajo social acumulado
que se manifiesta en construcciones materiales como por ejemplo los canales, las
obras de irrigación, la electrificación y que también facilita el proceso productivo2.
Es esto lo que convierte a la tierra en un pre requisito para la producción y además
es objeto de trabajo; es el elemento a partir del cual se realizan las actividades
necesarias para lograr la producción y por cuanto sufre modificaciones a lo largo
del tiempo. Lo peculiar de la tierra es que por un lado se diferencia de las
maquinarias y herramientas, por su origen: no es producto del trabajo humano. Es
un bien relativamente escaso y además su reproducción es limitada. Por otro, se
distingue de las demás partes físicas de la corteza terrestre por el hecho de ser
monopolizable. Esta captación de valor adopta la forma de renta, categoría
económica referida particularmente a aquellas porciones territoriales que son
apropiadas por un sector de la sociedad.3
La conformación de la estructura agraria depende entonces de las relaciones
sociales de producción y de la combinación que a partir de ellas se realice de los
elementos fundamentales en el proceso productivo: fuerza de trabajo y medios de
producción. Dicho proceso, si bien tiene su orígen en el nivel económico, se
vincula a su vez estrechamente con lo político e ideológico. Son las diversas
instituciones de estos tres niveles de la sociedad las que expresan de una u otra
manera en la pugna de intereses que van consolidando dicha estructura. De allí su
carácter histórico. En la sociedad capitalista domina el régimen de propiedad
privada y son sólo algunas personas o grupos los propietarios de los medios de
producción mientras que otros participan en el proceso de producción como
trabajadores asalariados, vendiendo su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Los
intereses diferentes de los distintos sectores de la sociedad se expresan en conflictos
sociales y adoptan distinto grado de complejidad y profundidad dependiendo de la
capacidad de movilización que cada grupo pueda desarrollar. Así puede ocurrir que
grandes propietarios asociados tengan influencia sobre los diferentes niveles de
decisión gubernamentales y consigan medidas político-económicas que los
favorezcan. Los trabajadores rurales vía agremiación pueden tratar de ejercer
2 Se distingue entre tierra materia y tierra capital. La primera aludea una extensiçon de
superficie sçolo con atributos naturales, mientras que la segunda se refiere a una tierra en la
cual se han introducido mejoras via incorporación de capital. 3 Marx dijo: que todas las fuerzas naturales son monopolizables y le aseguran al que las
emplea una plusganancia, en la forma de renta.
52
presión sobre el gobierno para que los proteja. Distintos sectores sociales hacen que
el Estado se convierta en árbitro de cada conflicto. Las relaciones sociales entonces
se expresan tanto en el nivel económico como en el ideológico y político
conformando una unidad que sólo puede explicarse por separado con fines
analíticos. En la explicación de la estructura agraria adquiere peso el proceso
productivo.
2) Una forma adecuada para comenzar el estudio de una estructura agraria es
preguntarse por aquello que es condicion necesaria para su existencia: los sujetos
sociales que actúan como sus agentes, y es importante también preguntarse por el
lugar que cada uno de ellos ocupen en el proceso de producción. En primer lugar se
distingue el productor del trabajador rural. El primer término se refiere a aquellas
personas físicas o jurídicas que están a cargo de una unidad productiva, cualquiera
que sea su forma de tenencia, sin que desempeñen necesariamente un rol activo en
el proceso de trabajo. El término de trabajador rural señala a aquella persona que
participa directamente en dicho proceso y permite con el uso de sus aptitudes el
logro material de un producto. Según su condicion ocupacional puede ser familiar o
asalariado y dentro de éste permanente o transitorio.
En segundo lugar aparecen otros agentes asociados a la esfera de la producción y de
la circulación, como los contratistas de servicios, los proveedores de insumos, los
técnicos agropecuarios, los acopiadores, etc, la autora los considera como agentes
secundarios dado que su existencia depende explusivamente de su vinculacion,
directa o no, con los productores. Estos, al ser quienes toman las decisiones para la
organización de las unidades productivas son los agentes principales de la
estructura agraria, y se convierten en el eje central de análisis.
Para definir a los productores interesa la forma que adopta el proceso de trabajo,
familiar o asalariado, ya que asi se puede conocer el tipo de relacion social que
domina en el proceso productivo y por otro, el uso y la distribución de los medios
de producción. A tal efecto resulta conveniente buscar una tipologia de productores
que de alguna manera exprese el desarrollo conceptual expuesto hasta el momento.
La autora se remite a la conceptualización efectuada por el grupo de Sociología
Rural de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación (mm)
Minifundistas: unidades agropecuarias de producción/consumo, bajo cualquier
forma de tenencia, que producen para el mercado en condiciones de: a) escasez de
recursos naturales (tierra y agua, en cantidad y calidad) y/o capital para la actividad
dominante en la zona y b) el factor trabajo en razón de las dos limitaciones
anteriores es fundamentalmente familiar, aunque en algunos casos puede estar
acompañado por trabajo asalariado. Esta configuración da por resultado la
inexistencia de beneficios economicos en el largo plazo.
Familiar capitalizado: incluye aquellas unidades agropecuarias de
producción/consumo, que bajo cualquier forma de tenencia, producen para el
mercado con una dotacion de recursos tal que les posibilita obtener beneficios, con
un monto inferior a la rentabilidad media obtenida por las empresas y por ello hay
participación en el trabajo del productor y su familia comoforma de ahorrar
salarios.
Empresaria agropecuaria: aquellas unidades agropecuarias que bajo cualquier
forma de tenencia, poseen una disponibilidad adecuada de capital asi como de
recursos naturales. Basadas en el trabajo asalariado y en las que el empresario tiene
funciones de organización y direccion o incluso esa funcion puede estar
intermediada por un administrador. Su disponibilidad de recursos y su forma social
le permite tener una rentabilidad que posibilita un ritmo de capitalización superior
al de los otros tipos sociales agrarios.
**Lejos de ser una categoria homog´nea, cada tipo en su interior sufre procesos de
diferenciación que otorgan dinamismo a la estructura y pueden permitir su
transformación. También plantea la necesidad de analizar las estrategias de los
productores para adaptarse a cada coyuntura y evaluar su influencia en el proceso
de transformación o reproducción de la estructura agraria. El análisis de las
estrategias exige plantearse una cierta indeterminación de las acciones individuales.
Infinidad de azares pueden incidir en las decisiones y en el curso de cualquier
acción.
Otro aspecto a destacar es la pertenencia a una clase social. ―el tipo social familiar
capitalizado sería el equivalente a una clase media rural, mientras que el latifundista
no puede acceder a esas condiciones de vida dada su situación estructural. Se asocia
a esto una determinada forma de pensar, de actuar, de relacionarse, un determinado
marco ideológico. Y, en el mismo sentido, se asocia a lo politico ya que las clases
no solo constituyen elementos estructurales de la sociedad sino agrupamientos de
intereses politico-económicos particulares, los cuales, en circunstancias históricas
específicas, adquieren conciencia de sí mismos y de estos intereses, y tienen la
tendencia a organizarse para la acción política. Se trata pues de una categoría
histórica ligada a la evolucion y desarrollo de una formación social determinada.
De alli que cada tipo agrario requiera analizar el contenido específico y concreto de
la clase social con la cual se lo identifica de acuerdo al momento histórico
correspondiente.
53
Retoma la autora el concepto de Archetti y Stolen quienes definen al ―farmer‖
como un productor que combina trabajo domestico y trabajo asalariado y que
acumula capital, lo que permite en lapso significativo ampliar el proceso productivo
aumentando la productividad del trabajo.
Por el contrario los campesinos sin productores que no acumulan. Desarrollan el
proceso productivo con el objetivo de garantizar ciclo a ciclo la reproducción de
sus condiciones de vida y trabajo. Pretenden maximizar el ingreso, única categoría
que guía la medición de sus actividades. Hacen un balance entre sus necesidades
presentes y futuras y evalúan la relación de los miembros de la familia que
consumen con aquellos que trabajan. Si esta relación es desfavorable –mayor el
número de consumidores que el de productores- aumentan la intensificación del
trabajo, es decir, aumentan su grado de autoexplotación. El ingreso anual solo
retribuye el trabajo familiar. Por ello debe considerarse al campesino como un
productor simple de mercancías. Es un proceso de vender para comprar, se trata de
un sistema con una tasa de crecimiento cero.
Queda claro que este tipo de productor se opone al capitalista, cuyo objetivo es
maximizar la tasa de ganancia y acumular capital. La racionalidad económica que
rige su actividad se basa en la delimitación de los componentes del ingreso o valor
agregado de su empresa: salario, renta y ganancia. Adelanta capital para obtener
una ganancia.
Entre ambos extremos se encuentra el ―farmer‖ quien se distingue del capitalista
por aceptar una tasa de ganancia inferior a la del mercado. A esto debe agregarse
por supuesto la participación directa del productor y su familia en numerosas tareas
de campo.
**A partir de una determinada situación estructural surgen tipos sociales que como
consecuencia de aquella, adoptan una lógica interna que los caracteriza y por ende
sirve para diferenciarlos. No se trata, pues de un criterio exclusivamente
cuantitativo en el cual se solucionaría al medio la cantidad de recursos productivos,
lo que importa analizar es de qué manera organizan la producción, cómo toman las
decisiones, qué motivaciones guían su comportamiento, etc. Al concepto de
minifundio es importante aclarar que no solo se lo entiende bajo una concepción
meramente económica; por el contrario, se lo considera un concepto de tipo más
abarcativo pues pretende reflejar una situación objetiva de marginación objetiva
cultural y política que genera una estrategia de tipo adaptativa en relacion a las
condiciones económico sociales imperantes.
HERNANDEZ—La ruralidad globalizada y el paradigma de los
agronegocios en las pampas gringas
Introduccion:
Se abordó el imaginario social (rural y urbano) que se construyó en torno de la
sojización de la Argentina. Si el quiebre de 2001 pudo ser superado en un tiempo
relativamente corto, ello se debió a la espectacular actividad de sector
agroindustrial. Denostada por unos, festejada por otros la soja "iconificada" ha
capturado en 2008 la atención pública durante el conflicto "campo versus
gobierno". Este movimiento" del interior" ha generado un debate social sobre el
"modelo sojero" que consideramos un emergente de un proceso más profundo: el
cambio de modelo socioproductivo vivido por "el campo" en los últimos quince
años.
El modelo de ruralidad globalizada ha cristalizado en el medio productivo y en la
prensa local a través de la noción de "paradigma de los agronegocios", que llevó al
desplazamiento de un tipo de agricultura familiar, ampliamente practicada por los
chacareros y los pequeños productores descendientes de aquellas primeras
generaciones emigradas de Europa. La expansión de ese sistema alteró la división
social del trabajo dentro del sector y entre sectores, al tiempo que priorizó las
necesidades del consumidor global respecto del local. Sin embargo, la intuición
colectiva asocia el cambio del patrón productivo con la soja transgénica: este
reduccionismo expresa la continuidad esencial que existe entre uno y otro, regidos
por la misma lógica a favor de la concentración por ampliación de escala y la
"managerialización" de las explotaciones familiares. En este sentido, adherir o
resistir el proceso de sojización es acompañar o rechazar el proceso de
globalización de la agricultura pampeana. Esperamos precisar las características
propias del espacio económico y social cuya construcción social se inició hacia
principios de los 90. Plantea q se va a abordar desde una perspectiva antropológica
Actores y contenidos del paradigma agribusiness
Además del cambio en las condiciones tecnológicas de producción (paquete
biotecnológico, la siembra directa (sd) y el nuevo contrato "club-red" con las
semilleros) el sistema de producción impulsado por el modelo de ruralidad
globalizada supuso una nueva organización social del trabajo: hacia adentro de las
explotaciones, rediseñando la empresa familiar para convertirla en una empresa-
red, y hacia afuera del espacio agropecuario, modificando la relación entre los
componentes de la cadena de valor de cada producto para la integración en una
trama agroindustrial más extendida y globalizada. Una empresa de agronegocios
54
tipo, puede pensarse como una red que integre la producción primaria, la
elaboración industrial de alimentos sobre la base de ese producto, el turismo rural
en la zona de producción, la prestación de servicios de management a otras
empresas menos desarrolladas, la formación de capacidades empresariales a través
de maestrías, etcétera. Los productores que lideran esta transformación material y
simbólica la conceptualizan como un "cambio de paradigmas". Se trata de dar lugar
al sistema de los agronegocios, en la que la Arg ya no es tanto el "granero del
mundo" —exportador de materias primas— sino más bien un país destacado entre
los grandes "supermercados del mundo", en tanto exportador de alimentos. Tal
reorganización redistribuye roles entre los actores económicos, inaugura ramas
productivas, revoluciona la institucionalidad que ordenaba el espacio rural y llega a
rejerarquizar los factores de producción, subordinando algunos —que en el modelo
de agricultura familiar eran prioritarios—, como es el caso del factor "propiedad de
la tierra", y revalorizando otros como el conocimiento.
Genealogía de un concepto
Podemos anclar los comienzos del concepto agribusiness en el trabajo pionero de
les economistas John Davis y Ray Goldberg (1957), quienes postularon como
necesaria la integración vertical y horizontal de la agricultura y la industria,
tomando como punto de partida al consumidor y dando prioridad a la tarea de
coordinación de los diferentes eslabones de la cadena de valor. Entre 1957 y la
actualidad, diferentes corrientes de pensamiento económico se han apropiado del
concepto de agronegocios, enriqueciéndolo y complejizándolo. Nuestra intención
es focalizar en la situación argentina, mostrando que quienes motorizaron el "nuevo
paradigma" se apropiaron del concepto, haciéndolo jugar en un determinado orden
de relaciones sociales. Aquella aspiración integradora, transectorial e
internacionalista postulada por los economistas norteamericanos en el contexto de
la Guerra Fría encontrará una coyuntura favorable en el contexto macroeconómico
de la globalización capitalista, cuando las nuevas tecnologías permitan incrementar
la conectividad entre las distintas ramas productivas, acerque las geografías y
acelere los tiempos de las transacciones. En el caso de la Argentina, el campo de los
agronegocios despunta a mediados de los 90, momento en que se dan las
transformaciones materiales y normativas inspiradas en la política neoliberal, a las
que hicimos referencia en el capítulo anterior; también se crean los primeros
masters y posgrados en agronegocios.
Será con la llegada del segundo milenio cuando esa nueva manera de ver el
"negocio agropecuario" se realizará en toda su potencialidad; afirmando su
aspiración hegemonizadora (plano productivo y político). Los efectos de la política
económica se conjugaban con la coyuntura tecnológica y la disposición subjetiva
de los actores rurales. Los factores objetivos (tecnologías, contexto normativo de
desregulación, etc.) constituyeron un aspecto central del proceso de transformación.
Sin embargo, creemos que se ha insistido relativamente poco en los factores de
orden subjetivo e ideológico que, al interactuar con los primeros, contribuyeron de
manera determinante para que el paradigma de
los agronegocios pudiese arraigarse en el paisaje rural argentino. En la Argentina
los rasgos intrínsecos del original sistema socioproductivo convertirán en
anacrónicos los términos en que era pensada la relación entre las diversas esferas de
la vida económica: asi la representación "industria versus agro" se verá superada
por la que actualmente define la relación interacción productiva agroindustrial. Se
afianzaron formas de institucionalidad que conllevaron su propio vocabulario -
agroalimentos, integración de la cadena productiva, cluster (empresas relacionadas
entre sí que conforman un polo productivo con ventajas competitivas), etc.-, sus
agentes de propaganda, su modalidad de cooptación política. El paradigma de los
agronegocios hace referencia a un modelo de organización societal que supone
mucho más que una mera opción de negocios. Es el marco ideológico que
construye sentido y legitima (social y políticamente) el nuevo modo de
relacionamiento agroproductivo argentino, cuyo horizonte se ha globalizado.
Geografías conceptuales e institucionales "innovadoras"
Delimitemos algunos de los contenidos básicos del paradigma agribusiness made in
Argentina, para lo cual nos apoyaremos en la reflexión teórica del ingeniero
agrónomo Héctor Ordóñez, quien fue uno de los actores centrales del proceso de
introducción de esta teoría.
Bajo la denominación "nueva economía y negocios agroalimentarios"(NENA), el
ingeniero Ordóñez construyó herramientas conceptuales que acompañaron la
necesaria transformación del capital social y cognitivo agropecuario. Se trataba de
explicar a los productores cómo debían entender su práctica económica, su unidad
de negocios, su horizonte comercial: ―la aproximación a los negocios
agroalimentarios es sistémica, delimita sistemas abiertos "del campo al plato"
incluyendo la industria de insumos, a los productores agropecuarios, la
agroindustria y al comercio minorista y exterior y los demás servicios anexos‖. Se
propone al productor otro tipo de territorialidad: "Del campo al plato", la nueva
geografía para pensar su práctica económica. Al nuevo espacio de negocios le
correspondía su propia unidad de análisis, la transacción sería la unidad de análisis
de las relaciones. ―El foco es el espacio de las transacciones. La unidad de análisis
55
es la transacción, el campo de análisis es el sistema agroalimentario: cadenas de
abastecimiento, redes o distritos‖.
Sin emb, a fines de los 90, incorporar el nuevo marco, con su complejidad
conceptual y su alto grado de abstracción, para la mayoría de los chacareros
suponía un trabajo nada desdeñable sobre la propia subjetividad. Se trataba de
pensar su actividad más allá de la relación con la tierra, de abandonar la
correspondencia entre necesidades-posibilidades familiares y organización-
especialización de la empresa, y de asimilar conocimientos expertos en forma
permanente. Apropiarse del paradigma agribusiness tenía como requisito
indispensable reemplazar el manejo ―artesanal‖ por una modalidad profesional: el
"management moderno". Ello no suponía solo dar el paso hacia la empresa familiar
—evolución sobre la que los organismos del Estado ( INTA) o las asociaciones
técnicas del sector venían insistiendo desde hacía décadas—, sino que suponía "una
revolución de las mentalidades". La noción de "innovación" jugará un doble papel:
*moral al instaurar la dinámica de cambio como deseable y hasta necesaria; *rol
performativo ya que el contenido de esa dinámica será determinado por el
paradigma, esto es, se innova si y sólo si se incorpora a las prácticas la visión de los
agronegocios, y no cualquier otro tipo de cambio. Asi, tranqueras adentro, el
productor deberá adquirir una nueva cultura empresarial que le permita la real
"managerialización" de los recursos; y, tranqueras afuera, la innovación pasará por
una integración económica que supere los límites del subsector y los del sector.
Desde la teoría de los agronegocios, estos cambios internos y externos se
potenciarán mutuamente, creando un "entorno" de extrema flexibilidad. En el
empresariado se instalará una nueva pauta cultural: el gusto por la innovación que
transformará la clásica ventaja comparativa de la pampa argentina en una ventaja
competitiva de las empresas de agronegocios.
Perfil identitario del agribusinessman: Los cinco desplazamientos subjetivos
del chacarero
1. De la explotación a la empresa innovadora
Quien quisiera arraigarse en el continente agribusiness debía abandonar la
referencia material de la "explotación", en beneficio de la "volatilidad" del capital.
Sólo rompiendo "la tranquera‖-límite simbólico de la agricultura familiar- el nuevo
hombre de negocios podría proyectarse sobre el sistema total global, sea éste
pensado en términos verticales (la cadena por producto), horizontales (filial,
cluster) o reticulares (red de producción).
Aquella imagen que mostraba al productor agropecuario "mate en mano, ceño
fruncido, bombacha bataraza y alpargatas" pertenece al pasado. En contraste, el
empresario rural es "el más competitivo del mundo. Se mueve con celular, con
internet, ultratecnologizado". El contraste entre ambas figuras sociales toma sentido
en el proceso de legitimación del aparato ideológico del agribusiness. El pasaje del
mundo de la agricultura familiar al de la ruralidad globalizada se presenta como una
cuestión evolutiva, camino que no puede sino ser más que positivo.
¿Cuáles son las claves del proceso evolutivo? Tenemos dos tipos de riesgo: *el
productivo: trabajamos con la diversificación geográfica y la diversificación de
cultivos. La red de redes con ocupación territorial; *el precio: hemos adquirido una
gran habilidad en el manejo de las coberturas de la volatilidad. Antes las
operaciones eran locales, ahora son internacionales. Los objetivos son captar
rentabilidad con flexibilidad y seguridad. El éxito está conectad con el
desplazamiento de la explotación a el posicionamiento del mercado y de la relación
de la tierra mediada por ―la red de redes‖. Esta sociedad anónima es transectorial,
internacional y tiene un armado reticular, integrando productores, acopiadores,
corredores, etc., en su negocio. Lo agropecuario ya no es el espacio de referencia
principal (como lo era en el modelo familiar) sino uno de los tantos momentos-
escenarios en que el holding captura valor, pasando a ser lo más importante la
capacidad de multiplicar los escenarios de transacción, lo que en la jerga de los
agronegocios queda plasmado, como vimos, en la noción de "capacidad
innovadora".
La flexibilidad organizacional: la forma reticular y virtual, facilitada por las nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación, permite una recomposición
permanente de la organización en virtud de los contextos y "oportunidades de
negocio". Otra de las innovaciones necesarias fue desarticular la estrecha relación
que en la agricultura chacarera existía entre familia y explotación (no permitía la
aprovechar las ―oportun d negocios‖ al ser una estructura rígida y de vínculos
estrechos).
2. De la gestión familiar al management moderno
Este desplazamiento fue uno de los más costosos de asumir. El espacio económico
poco conservó de la dimensión "familiar", lo cual supuso un cambio radical en el
interior de la firma, redefiniendo los criterios de pertenencia. Está totalmente
separado el vínculo familiar de lo que es la empresa en sí, con lo cual se alcanza un
criterio más objetivo en la toma de decisiones y se dejan en claro normas de
inclusión y exclusión.
Esta redefinición hacia el interior de la empresa también tuvo su correlato en la
56
división social del trabajo "hacia afuera" puesto que la nueva formación en "red de
producción" utiliza, en la mayor parte de los casos, la subcontratación o la
tercerización de servicios como medio de adaptación a los requerimientos del
mercado-consumidor. El sistema estimuló el desarrollo de empresas prestadoras de
servicio agropecuario, necesarias para responder a la demanda de estos grandes
pooles gerenciadores: estos "sin tierra" son quienes arriendan las parcelas de los
productores que no pudieron seguir el ritmo de la incorporación tecnológica o que
no pudieron adaptar el modo de gestión de su explotación a los parámetros de
"managerialización" exigidos por una economía globalizada. Ambos agentes, los
autobautizados "sin tierra", y los ex productores devenidos "contratistas" son partes
complementarias de un mismo proceso. Esta articulación productiva es
fundamental para comprender la "solidaridad de facto" que se dio en el plano
ideológico y en la práctica de protesta entre los pequeños y medianos prestadores
de servicio y los grandes pooles de siembra, lo que nos lleva al próximo
desplazamiento.
3. De lo agrario a lo transectorial: el contratismo, la red de redes, los híbridos
Las situaciones que conocieron los productores frente a esta evolución del
"negocio" fueron diversas: están quienes pudieron dar el salto cualitativo,
apropiándose de la identidad agribusinessman y los productores que no lo lograron.
Entre estos últimos: * se transformaron en rentistas, *si bien arrendaron el campo,
conservaron la maquinaria y comenzaron a prestar servicios a los grandes
empresarios que concentraron la producción; *se reconvertieron al sector
comercial, utilizando la renta para abrir un pequeño comercio ("reactivación
económica del interior"). Entre los menos afortunados se encuentran quienes
transitaron el camino de la exclusión del sector agropecuario (empleados en algún
comercio o industria), quienes conocieron el desempleo o los planes sociales, e,
incluso, el suicidio (buaaa ya se puso dramática la cuestión).De la multiplicidad de
destinos sólo dos se encuentran directamente imbricados en el modelo de
producción en red: "los sin tierra" que prestan servicios a esos otros "sin tierra"
("empresarios gerenciadores del conocimiento") grandes holdings transnacionales o
medianos pooles locales contratan un sinfín de pequeñas empresas de servicio.
Esta estructura en "cadena" lleva al segundo punto que evocaremos sobre el
desplazamiento hacia lo transectorial: la fundación de una institucionalidad que
permita expresar estas solidaridades y alianzas de interés. Las asociaciones por
producto (la cadena de la soja, maíz, girasol) las representaciones pluricategoriales,
las empresas y sociedades híbridas, público-privadas y transectoriales son algunas
de las formas organizacionales que estos actores, originarios de campos sociales y
económicos distintos, encontraron para encauzar tal encuentro en nuevas
solidaridades y alianzas.
Da el ej de los pooles de siembra4. En una primera fase de expansión, la
organización en pool benefició a quienes necesitaban financiar sus deudas y
producciones: El fideicomiso agrario subsanó la falta de crédito desde la
pesificación. El aumento de la competitividad -propio de este tipo de
organizaciones productivas- está dado por el ahorro que permite la gran escala: al
comprar los insumos agrícolas sin la intermediación de los actores locales (las
agronomías), estos gerenciadores consiguen reducciones que rondan el 20%.
Muchos de los medianos productores que estaban al borde de la quiebra lograron
cancelar sus deudas gracias a la demanda de servicios que estos pooles mantenían
activa, recuperando la inversión en equipos y maquinaria, además de equilibrar el
balance anual.
Después de la pesificación, la presión crediticia se relajó un poco y quienes habían
logrado resistir hasta ese momento pudieron beneficiarse de la dinámica y se
articularon, no ya solamente como contratistas, sino que algunos pasaron al
segmento de pequeños y medianos pooles, aunque con alcance más bien local. Esto
llevó a algunos actores a postular este modelo productivo como democrático y
superador del antiguamente predominante, basado en la propiedad de la tierra. Sin
emb, esta "alianza" temporal entre productores pequeños, medios y grandes se verá
tensionada por la tendencia concentracionista del modelo de ruralidad globalizada.
Una de las externalidades de la aparición de los pooles es la vertiginosa expansión
de los mismos, lo que ha contribuido a aumentar la renta de la tierra a raíz del
fuerte incremento de la demanda. Esto repercute de manera favorable sobre los
productores propietarios que prefieren dar sus tierras en arrendamiento en lugar de
enfrentar los típicos vaivenes a los que está sujeta la producción agropecuaria. Sin
embargo, quedan excluidos los productores arrendatarios que no pueden competir
con el pool. Este proceso de concentración de la tierra también repercute sobre los
4 El pool de siembra es una forma particular de explotar la actividad agropecuaria, llevada a
cabo por una organización en la cual cada integrante aporta uno de los factores de
producción necesarios (capital, tierra y trabajo). El objetivo es maximizar el beneficio del
negocio agropecuario a partir del aumento de la escala de producción y la disminución de
aquellos riesgos intrínsecos del sector. [...] Mediante el pool se integran contratistas rurales,
empresas de agroquímicos, productores y -como novedad- el inversor que no proviene del
agro. [...] para la constitución del pool se aconseja la figura legal del fideicomiso.
57
productores propietarios que desean expandir su producción, viéndose obligados a
pagar un mayor precio por arrendar nuevas superficies.
Así, el recalentamiento del mercado de tierras endureció las condiciones de ingreso
y de permanencia en el sistema. Se evidenciaron entonces distintos tipos de salida
(reconversión o exclusión) para quienes no pudieron sostener su posición de
productor. El nacimiento, crecimiento, maduración y muerte de pymes en este
mercado es dinámico. Esa es la clave de éxito de la competitividad de la
agricultura: el mercado dinámico de las pymes prestadoras de servicios.la
modalidad ―pool‖ comparte con las otras formas surgidas en este paradigma un
rasgo q nos introduce al 4º desplazamiento subjetivo: la nueva relación del
agrobusinessman con la tierra.
4. De la propiedad familiar al territorio virtual: “los sin tierra” de la pampa
La propiedad de la tierra, soporte material central en la construcción de la identidad
chacarera, pasa a tener un estatus totalmente subordinado en la dinámica de la
ruralidad globalizada en la medida en que el valor final del negocio se calcula sobre
la base de la suma de transacciones realizadas en cada una de las unidades del
sistema. En el marco de esta lógica, que sitúa la competitividad en la gestión de la
tierra y no en su propiedad, adquiere sentido la expresión "los sin tierra" como
emblema identitario de los empresarios "innovadores". El gerenciamiento se hace a
través del modelo de la red: inscripta en la lógica reticular, la empresa familiar
devenida sociedad anónima disuelve su materialidad territorial y tiene como
horizonte al consumidor global. Se trata de una operación central, pues el
establecimiento de esa distancia con respecto a la "tierra" y a "lo local" es
fundamental para construir la nueva identidad social: la propiedad no se está
concentrando, lo que se está concentrando es el gerenciamiento. ―Nosotros no
tenemos propiedad. Yo soy un sin tierra. El 80 por ciento de lo que siembro no es
en tierra propia. Acá se destruyó el mito del terrateniente‖. La distancia así
establecida respecto de la cúpula dominante clásica —los terratenientes- permite a
estos "líderes" del nuevo empresariado presentarse en tanto renovación
paradigmática del sector. Por un lado, respecto de quienes habían concentrado la
propiedad, pero, por otro, en relación con el perfil tradicional de productor. El
nuevo estatus subordinado de la propiedad de la tierra conlleva una identidad social
totalmente renovada respecto del chacarero o agricultor. El empresario del nuevo
paradigma se mueve en un espacio virtual –el de la red (cadena, cluster)- construido
mediante contratos ad hoc, en función de las necesidades del sistema, ellas mismas
cambiantes y flexibles por ser reflejo de los deseos de unos consumidores
permanentemente estimulados por el marketing. El responsable de este tipo de
empresa es un empresario con una importante formación-competencia en gestión
empresarial, pues tendrá que hacer frente a la cada vez más compleja red de
producción, si quiere permanecer competitivo. Además, deberá ser capaz de
multiplicar la cantidad de nodos que componen la red, pues ello le garantizará la
reproducción más eficaz del capital que por ella circula.
A la vez que se complejiza la noción de empresa, la cuestión de la gestión de
competencias se coloca como una condición del éxito económico: un
agribusinessman debe garantizar la flexibilidad productiva sin perder eficacia en la
organización. Para ello se hace fundamental el factor "conocimiento", el cual
supone un quinto desplazamiento subjetivo.
5. Del saber formal o heredado a las competencias: el empowerment
En el mundo que emerge, el empresario innovador no se identifica ya con la figura
del productor (y aún menos con la del agricultor), puesto que las competencias
necesarias para conducir exitosamente este tipo de estructura trata de despegarse
del estrecho territorio del conocimiento solo agronómico para orbitar el universo de
la economía global, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la
biotecnología, etc. La capacidald que tenga la red de convertirse en una "red de
redes" es fundamental, y para ello se precisa una dirigencia con una amplia gama
de experticias y competencias.
Se habla de dos grupos estratégicos de agronegocios, ambos dirigidos a un tipo de
consumidor final global:
*Los productos de los agronegocios de commodities son homogéneos, sin mayor
valor agregado y su ciclo de vida largo.(ej cereales, oleaginosos, las carnes rojas,
etc.) Su destino es abastecer de insumos a la agroindustria o atender a los mercados
masivos.
* Los productos de los agronegocios de specialities son diferenciados con identidad
propia frente al cliente. Tienen alto valor agregado y el ciclo de vida es corto.(
vinos, carnes, dulces, frutas etc., con marca propia o protegidos por una indicación
geográfica) Las claves para competir son la creciente especialización, una
economía de especialización, la innovación -ligada al "qué hacer"-, entendida como
una mejora continua de la calidad para el cliente, que requiere un fuerte énfasis en
la tecnología de producto.
Para el empresario innovador, lograr una buena inserción en el universo global
depende de la capacidad para interpretar la demanda, lo cual requiere un tipo de
58
herramientas que sólo se adquiere en el ámbito académico. Nos referimos a las que
enseña la ciencia del mercado, el marketing. Gracias a ese conocimiento, el
empresario podrá orientar correctamente sus negocios, haciéndolos sobresalir como
speciality en el oceano de las ofertas masificadas.
Esta manera de plantear la ecuación invierte la direccionalidad del progreso
económico, tal como éste era analizado en el modelo anterior: si en el mundo de la
agricultura familiar el productor ofrecía al mercado una serie de alimentos en
función de pautas objetivas (clima, tipo de suelo, etc.) y subjetivas (tradición
productiva le la región, experiencia y proyecto familiar, etc.), en el de esta
ruralidad globalizada se tratará de diversificar la red de producción en virtud de las
cualidades-especificidades de esos tantos consumidores.
El rol del conocimiento se advierte, entonces, en dos niveles: -en su faz de
"formación" de competencias necesarias para conducir el negocio agroalimentario
y, - en tanto factor directo de producción, en su versión aplicada, como tecnología
de la información y de la comunicación, biotecnología, instrumentos de precisión,
gestión del capital social, marke.ing, etc. Durante mucho tiempo, el saber
transmitido de generación en generación fue parte de la herencia familiar del
productor chacarero. Este tipo de conocimiento, derivado de la experiencia y del
trabajo duro, será superfluo en el sistema agribusiness.
El saber agronómico debe ser complementado con la capacidad managerial de un
administrador de empresas, con el saber jurídico-legal, el biotecnológico, el
informático y todo aquel conocimiento novedoso que sume complejidad a la red de
redes. Se subraya la presencia de un proceso de fetichización del conocimiento,
donde la noción de empowerment sería su expresión más acabada.
Con lo expuesto hasta aquí, parece claro que el hombre nuevo del agribusiness
world no tiene como aspiración social su integración a la clase terrateniente, lo cual
supondría convertirse en propietario, de latifundios, sino que siendo la movilidad
un principio fundamental del nuevo sistema, este empresario brega para que su
realidad local entre definitivamente en la dinámica de lo que se conoce como "la
sociedad del conocimiento" ("capitalismo cognitivo"). En la nueva economía
basada en el conocimiento, los capitales fluyen por las redes que él construye.
En este capitalismo global, el agribusinessman está permanentemente fundando
nuevos negocios, para lo cual su principal herramienta es su propia capacidad de
innovar. Toda institucionalidad está destinada a ser superada por una más flexible
aún. El imperativo de la movilidad está presente en todas las dimensiones del
modelo: la red, su forma, su dinámica, sus recursos humanos. El capital social y
cognitivo debe ser renovado en forma permanente.
El foro académico y el movimiento asociativista como aparatos culturales del
modelo agribusiness
A fines del siglo pasado, el hombre de negocios que el nuevo paradigma convocaba
no existía masivamente en el territorio económico nacional, aunque el contexto
neoliberal imperante había generado las condiciones necesarias para su iniciación
Fue necesario formar ese "capital social", proceso en el que colaboraron tres tipos
de espacios de socialización:
*académico: fundamental el rol desempeñado por los masters, los posgrados y las
especializaciones en agronegocios en tanto espacios de formación de recursos
humanos. Desde mediados del 90, comenzaron a multiplicarse las ofertas de este
tipo de formaciones (enseñanza pública y privada)
*asociativo: organizaciones rurales. Si bien la mayoría de las asociaciones técnicas
se fueron sumando al ideario innovador, una "pionera" fue AAPRESID.
*Mediático: los promotores de la nueva economía rururbana (redes incluyen ambos
espacios residenciales y productivos) comprendieron que los cambios de orden más
bien material, organizativo y conceptual serían mejor aceptados y elaborados por la
sociedad si estaban insertos en un dispositivo de comunicación que contribuyese a
asentar su legitimidad social. De este modo, quienes se reconocen como líderes de
la renovación agroindustrial con "responsabilidad social" se dieron una política de
comunicación. (Por falta de espacio, no volveremos sobre el escenario mediático;
sólo nos dedicaremos al foro acaaémico y al asociativista)
Formación de competencias y naturalización del nuevo paradigma
Las formaciones académicas en agronegocios fueron escenarios privilegiados para
asentar durablemente el nuevo paradigma. Una de las formaciones más reconocida
es el Programa de Agronegocios y Alimentos de la FAUBA, facultad nacional y
pública, referente en el rol de formación de recursos humanos para el sector rural
desde 1998. Hacia 2008, existían más de treinta formaciones en agronegocios (con
distintos nombres) en el país, oferta que involucra tanto el espacio público como el
privado, con sedes distribuidas en distintos puntos del territorio nacional.
Estas formaciones tuvieron un doble efecto en la dinámica de expansión de esta
visión particular del ―agronegocio": *produjeron las competencias y el capital
social necesarios para reproducir el modelo de ruralidad globalizada, asegurándole
continuidad temporal; *legitimaron científicamente tal visión del espacio rural, en
desmedro de otras formas de pensar el territorio y su rol en la dinámica de
desarrollo nacional. Las disputas entre los distintos proyectos de sociedad (qué es
un desarrollo deseable) comenzaron a tomar vigor a partir de los efectos negativos
que el nuevo modelo tuvo sobre ciertas categorías de productores (pequeños y los
59
medianos agricultores familiares), a los que se sumaron quienes comenzaron a
autoproclamarse "campesinos", habitantes que se vieron desplazados de sus
territorios por el avance de la frontera agrícola sobre zonas marginales (Chaco,
Formosa, Stgo del Estero, Salta).
La tendencia concentracionista llevó a la intensificación de las tensiones entre los
distintos proyectos políticos para el espacio rural (desarrollo económico, desarrollo
sustentable, desarrollo territorial, etc.). En ese contexto, el rol de legitimación
científica que la comunidad académica diera a quienes impulsaban el paradigma de
los
agronegocios fue clave: estos académicos efectivizaron el rol ideológico que tiene
la norma científica en tanto justificadora del nuevo orden sociopolítico.
Los intelectuales orgánicos y académicos de los agronegocios mantuvieron una
asidua presencia en los congresos agropecuarios, en las ferias rurales, en distintos
eventos ligados al sector privado (convenciones, lanzamientos de productos, etc.) y
en las asociaciones técnicas agropecuarias. AAPRESID fue la más dinámica
respecto de este paradigma. Su existencia formal se remontaba a 1989 su influencia
en tanto institución socialmente relevante comienza a ser importante hacia
mediados-fines de los 90, principalmente a partir de la llegada de los transgénicos
al país. La soja RR cambiaría radicalmente la percepción de los productores
respecto de la SD, inclinando la balanza a su favor. Para lograr la disposición
"hacia afuera" en la economía de producción (la soja en tanto portavoz del
"emblema" nacional y las reglas de la globalización alumbraban a los "empresarios
innovadores", únicos actores capaces de "bancarse" la exposición directa al
mercado internacional), los dirigentes aapresidistas colaboraron activamente en la
creación de espacios institucionales acordes con esta aspiración integradora (como
las ya señaladas ACSOJA, MAIZAR, etc.), pero también reorientaron instituciones
existentes, en las que se aggiornaron dinámicas colectivas coherentes con el
cambio de paradigma. Estos líderes del agribusiness se referirán a su accionar como
una cuestión de "conducción" de lo que consideran es "la segunda revolución de las
pampas". La articulación de lo productivo y lo político es un rasgo central de la
práctica militante que, a partir de 2000, desarrollará con fuerza la cúpula
aapresidista. La Asociación no sólo se encargará de organizar "salidas a campo"
para medir el rendimiento de tal cultivo o tal fertilizante, dictar cursos de formación
en su Instituto de Capacitación y publicar sino además promoverá actividades
orientadas a extender su auditorio más allá del sector agrícola, proponiendo al
debate público temáticas más amplias que las meramente productivas. En el marco
de este activismo, los congresos anuales de la Asociación jugarán un papel
relevante en tanto espacios que llaman a una participación amplia, transectorial.
Estos congresos de ser eventos locales o regionales, pasarán a ser manifestaciones
nacionales con proyección internacional. Acogerán a oradores de alta envergadura
académica (científicos nacionales, internacionales y hasta un premio Nobel),
empresarios exitosos y productores "innovadores", creando la polifonía necesaria al
tipo de sociedad que propugnan, una en la que la economía esté basada en el
conocimiento. El prestigio científico de estos académicos redundará en el proceso
de irrigación social de la nueva ideología. Este modo de sembrar la semilla de los
agronegocios en la cotidianidad de los productores y de los políticos tendrá réditos
inequívocos en cuanto a la legitimidad social que la identidad empresarial
innovadora irá ganando entre las distintas audiencias. Así, las voces del experto (el
científico), de la experiencia (el empresario) y del traductor social (el periodista)
colaboraron para darle densidad a la economía política del agribusiness world.
Bajo el llamado a "cambiar las mentalidades", los dirigentes aapresidistas explicitan
el importante trabajo sobre sí mismos, sobre la propia organización simbólica que
supone la adopción del modelo agribusiness. Hay que jerarquizar factores que antes
eran secundarios y subordinar otros que antes eran primordiales, cambiar el
"esfuerzo físico" por el "esfuerzo intelectual", valorizar el conocimiento en tanto
factor directo de producción. La nueva empresa tiene un nuevo hombre de
negocios, sus conceptos afines -como "responsabilidad social empresarial",
"sociedad del conocimiento" o "capital social"- y su propia moral, contenida en la
cultura de la innovación que legitima el orden económico globalizado.
El proceso que hicieron los protagonistas del giro agribusiness fue profundo y hoy
sus efectos pueden observarse en el tejido social total. Los expertos hablan de
"pampeanización" y de "commoditización" de la producción agropecuaria
nacional para referirse a algunos de los efectos más evidentes. Esta
hornogeneización del sistema de producción produjo, como subrayamos,
desplazamientos, exclusiones y nuevas solidaridades. Si bien la capacidad de
captación de la renta de un "nodo" a otro es muy disímil, todos resultan en alguna
medida afectados frente a una variación de las reglas del juego, sea de origen
interno (como es él caso de la política de las retenciones), sea derivada del mercado
internacional (demanda, acuerdos de comercio, etc.). En el extremo, aunque un
gran pool - concentra la producción de cientos de miles de hectáreas distribuidas en
distintas provincias y países- y un pool mediano - un chacarero que trabaja tierras
propias y las arrendadas a sus vecinos- representen categorías económicas
diferentes, el segundo está comprometido por la dinámica del primero en la medida
en que, para terminar de rentabilizar sus inversiones, le presta sus servicios al gran
pool, en su zona de trabajo.
60
Muzlera, J.: ―Transformaciones, continuidades y tensiones en el mundo
chacarero‖
La pampa gringa es el escenario del chacarero, quien se constituyó como sujeto
social luego de la oleada inmigratoria de fines del siglo XIX y comienzos del siglo
XX. El origen colono de estos chacareros atravesó sus historias familiares con
múltiples transformaciones, no exentas de tensiones. Los términos ―colonos‖ o
―chacareros‖ implican una divisoria de aguas entre quienes pretenden haber
superado esa forma de producir y quienes se aferran a ella. Ser chacarero determina
una identidad, un sentido de pertenencia, una manera de concebir la familia y la
producción agropecuaria, una especial relación con la tierra, una definida categoría
política.
Los chacareros durante décadas han conservado ciertos rasgos básicos que
históricamente los definieron: fuerte vínculo con la tierra, mano de obra familiar
como principal fuerza de trabajo y capacidad de acumulación. Los profundos
cambios del siglo XX afectaron esos rasgos.
En este trabajo nos proponemos explorar en qué medida los mecanismos de
herencia actúan en la reproducción de esta forma de organización social y cuál es el
rol de la subordinación al mandato paterno en la continuidad y la subsistencia de
una explotación.
-Los rasgos chacareros: son sujetos dinámicos que han experimentado numerosas
transformaciones y que han luchado por sostener su condición, adaptaciones
mediante.
-Nuevas tecnologías, nuevas tensiones: para ser chacarero no alcanza con ser
productor, debe ser el dueño de las máquinas y la tierra. Gracias a la maquinaria
cara trabajan con cada vez menos miembros de la familia y poseen menos
máquinas. El campo está dejando de ser un modo de vida para convertirse en un
medio de vida.
-Riesgo, trabajo físico y trabajo intelectual: los avances tecnológicos no son la
novedad, lo nuevo es su vertiginosidad y su radicalidad. La racionalidad, la
audacia, la capacidad de adelantarse, actitudes y competencias específicas
desplazan el trabajo físico y las habilidades en determinadas y múltiples tareas
típicamente chacareras. Los productores incorporaron una nueva noción de riesgo,
en la cual el mayor factor es el comportamiento de los mercados y las contingencias
climáticas.
-La gestión: lo último que estos chacareros abandonan es la gestión, la
planificación y la toma de decisiones.
-El chacarero profesional: el proceso de profesionalización implica una
capacitación y un aumento de la racionalidad formal en el manejo de la empresa y
un desplazamiento de los usos y las costumbres heredados. No está exenta de
tensiones. La especialización es uno de sus rasgos, asociada al conocimiento
científico-técnico que requiere la agricultura.
-La incorporación de tecnología: estatus y eficiencia productiva: para un
chacarero una herramienta es un símbolo de estatus, aunque dé pudor reconocerlo.
Excepto para aquellos con un perfil empresarial asumido.
-El valor de la tierra heredada: el origen de la tierra es un factor influyente en la
posibilidad de concebirla como un bien transable. La heredada por línea paterna es
la más difícil de enajenar, le siguen la línea materna y las adquiridas en el mercado.
La herencia funciona como un mecanismo de reproducción social y como núcleo de
prácticas de dominación masculina.
-Innovadores por tradición: el conocimiento ya no es transmitido de generación
en generación, los saberes circulan por otras vías y la palabra autorizada es la de los
profesionales.
-El peso de lo familiar y la herencia: el matrimonio es un rito por el cual se
ingresa a la familia y a la explotación, confirmando una superposición de una y otra
esfera. Importancia vital de las cuestiones de género: la explotación chacarera es
cosa de hombres. En las generaciones actuales padres e hijos comparten la
conducción de la explotación. Los nuevos tiempos se oponen a la continuidad de la
herencia que no contemplaba de la misma manera a todos los herederos. Una
práctica intermedia entre el mayorazgo y la herencia del derecho positivo es la
herencia en vida a determinados hijos, manteniendo el padre el usufructo de la
tierra.
Conclusiones
Las vinculaciones de los chacareros con sus prácticas productivas están atravesadas
por anclajes identitarios, valores y sentimientos muy marcados. La creciente
profesionalización que exige el nuevo modelo no ha hecho desaparecer por
completo el hecho que la actividad agropecuaria es un modo de vida, aunque las
transformaciones sean compulsivas, veloces y muchas veces desconcertantes.
Llegar al remate implicaba no haber pagado las deudas y ―un chacarero‖ cumple
con su palabra y paga lo que debe.
La explotación no sólo es la principal fuente de ingresos es además un símbolo
familiar; para muchos aún es una especie de credencial que los habilita como
chacareros. En algunos casos lograron seguir siendo chacareros y cumplir el deber
heredado. Así, muchos experimentan un conflicto interno entre los valores
61
tradicionales que conciben la tierra como un bien en sí mismo, y las características
que deben ser adquiridas para subsistir en el actual modelo productivo, que
presiona para que las unidades sean evaluadas sólo en función de su productividad.
Ser chacarero excede a la mercancía producida y al proceso de producción; es un
anclaje identitario, que está siendo transformado a fuerza de habitus desgarrados.
Clara Craviotti: Nuevos agentes en la producción agropecuaria ¿nuevos
sujetos del desarrollo rural?
Introducción
Las interpretaciones tradicionales de la pluriactividad o agricultura a tiempo
parcial, consideraban a los productores que encarnaban esta estrategia como
transicionales, ya sea como ―recién llegados‖ o como agricultores ―menos
exitosos‖. Si bien en los últimos años hubo un consenso relativo en relación a que
la pluriactividad constituye un rasgo estructural en la mayoría de los países su
visión como mecanismo de ajuste o estrategia de reproducción adoptada por los
productores o sus familias, ha tendido a predominar frente a su consideración como
mecanismo de ingreso a la actividad agraria, donde la combinación de ocupaciones
puede darse como una etapa del ciclo vital o bien constituirse en un esquema más o
menos permanente de organización laboral familiar.
En este trabajo la autora se refiere a situaciones en la que se verifica un cambio de
las condiciones de vida y de trabajo por parte de los sujetos con trayectorias
ocupacionales no agropecuarias.
En los países de la Unión Europea se ha identificado con dos corrientes en este
sentido: en la década de los setenta apareció esta idea de que el mundo rural era
idílico y se caracteriza por el neoruralismo, mientras que en segundo lugar producto
de la mayor desocupación imperante en la década de los noventa en esos país
supuso el traslado a las localidades rurales de personas con dificultades de inserción
laboral en el medio urbano con el objetivo de encarar un proyecto laboral y de vida
en contextos rurales.
Desde enfoques latinoamericanos se ha incluido la temática dentro de
consideraciones referidas a la nueva ruralidad. Se trata de un espacio rural
penetrado por el mundo urbano con nuevos y viejos personales, como los llamados
neorrurales, los asentados y los sin sin (sin tierra, sin empleo, sin casa). Este
enfoque vincula tres dimensiones: la diversificación de actividades ligada a nuevas
demandas sociales, la interrelación rural y urbana y la existencia de nuevos actores.
Para el caso argentino se pueden presenciar nuevos agentes en la producción
agropecuaria que peden resultar acotados frente a procesos estructurales de mayor
intensidad como la persistente tendencia a la disminución de la población rural o a
la concentración de la producción agraria. Resulta importante en términos
cualitativos ya sea porque aluden a un cambio en la composición social de algunas
áreas rurales o porque indican nuevas demandas sobre la activad agraria y el medio
rural, vinculadas al acceso de otros bienes, tales como la tranquilidad, el contacto
con la naturaleza y un ambiente menos contaminado. El argumento fundamental
desarrollado en este trabajo es que estos nuevos agentes presentan una importante
heterogeneidad interna, por lo cual constituye una topología para ilustrar dicha
heterogeneidad.
La heterogeneidad de los “nuevos productores” diversidad de trayectorias y
proyectos de vida
Resulta relevante acumular más evidencia empírica de la medida en que la
pluriactividad es un mecanismo de ingreso en la actividad agropecuaria. Estudios
recientes para el caso argentino han hecho referencia a situaciones de nuevos
productores que se ubican en el extremo más bajo de la estructura socia: se trata d
familias urbanas empobrecidas –algunas desempleadas que ocupan pequeñas
parcelas de tierra en áreas marginales con vistas a lograr una producción destinada
a la autosubsistencia.
La autora en este trabajo, teniendo en cuenta otro trabajo sobre agentes sociales que
encaran diferentes tipos de producciones no tradicionales de alto valor se alude a la
importancia que reviste el origen externo al sector. Por lo general, observa la autora
estos sujetos han desarrollado sus actividades laborales en ámbitos
extraagropecuarios y carecen de antecedentes familiares cercanos con la
producción, sino que han incursionado en la producción agraria a partir de la
inyección de pequeños capitales, en gran medida generados a partir de ocupaciones
extra-agropecuarias de tipo profesional. Si bien no todos los casos dichas
ocupaciones son conservadas, les permite sostener la entrada en régimen de las
actividades no tradicionales, más extenso que en otro tipo de actividades.
En su trabajo, que dijimos, esta basado en el descripto en el párrafo precedente (je
jeje me complique!) elabora una tipología de productores que encarnan actividades
no tradicionales de alto valor en áreas rururbanas, este análisis puede considerarse
como una tipología de ―nuevos agentes‖ presente en dichas áreas. Se trata de tipos
constituidos que suponen la selección, abstracción, combinación y acentuación
planeada e intencional de un conjunto de criterios con referentes empíricos que
sirve de base para la comparación de casos empíricos. Las variables tenidas en
62
cuenta fueron el grado de acceso al capital, el tipo de proyecto que sustenta el
ingreso en la actividad agropecuaria y el grado de involucramiento familiar en la
explotación, que depende en gran medida del carácter de las ocupaciones
extraprediales desempeñadas por el productor y su familia.
a- Los refugiados. Ingresan a la actividad agropecuaria como producto de la
expulsión que experimentaron de sus actividades anteriores, la visualizan
como posible fuente de ocupación que genere los ingresos necesarios para
el sostenimiento familiar ante la perdida de otras ocupaciones. El dinero
proveniente de las indemnizaciones o ahorros previos es canalizado a la
nueva actividad. Su situación se diferencia marcadamente de los otros tipos
por las dificultades que encuentran para acceder a la tierra y por la alta
participación familiar en las tareas productivas con el objeto de minimizar
gastos.
b- Los inversionistas. Ingresan en el sector agropecuario canalizando
excedentes provenientes de otra actividad. Su objetivo es obtener ingresos
complementarios o una renta en el futuro, el acceso a la tierra es vía
compra y la rentabilidad de la inversión es el aspecto que más claramente
determina las decisiones productivas. El mantenimiento de otras fuentes de
ingreso permite el acceso al capital circulante con el cual financiar la
actividad hasta su entrada en régimen, pero genera restricciones en la
asignación de tiempo del productor y su familia para la realización y/o
supervisión de las actividades y para su involucramiento en redes sociales
locales.
c- Los emprendedores. El grado de acceso al capital y la situación previa al
ingreso es similar al tipo anterior pero se diferencian en que detentan un
gusto por el oficio que no se percibe tan claramente en los inversionistas.
Traduce esto una mayor dedicación del productor y la posible participación
de la familia rn el proceso, lo que puede conducir a abandonar actividades
previas y a residir en la explotación.
d- Los neorrurales. Valoran ciertas características diferenciales del medio
rural (tranquilidad, contacto con la naturaleza, etc.) como lugar de
residencia o de recreación. Pueden encarar actividades productivas con el
objeto de licuar el peso de los gastos de mantenimiento de sus propiedades
aunque su grado de inversión productiva es acotado. Por lo general no
abandonan las actividades previas y su compromiso es acotado lo que
puede dar lugar a la recurrencia a terceros para su puesta en producción.
En los tipos analizados encontramos diferentes formas de pluriactividad: una
pluriactividad de gestión, donde el mantenimiento de las actividades externas se
corresponde con un reducido compromiso familiar con la explotación, en la que se
privilegia la realización de actividades de supervisión, una pluriactividad familiar
generada a partir de la fuerte dedicación de este a las actividades prediales y por
ultimo situaciones mas definidas de monoactividad, donde la actividad externa
constituye una etapa del ciclo vital de las familias.
El fenómeno de ingreso de nuevos agentes a la producción se conecta con procesos
sociales mas generales como la concentración del ingreso generado por las políticas
macro-económicas implementadas que dio lugar a un proceso de fragmentación de
las clases medias, en ascenso social canalizan excedentes hacia alternativas
productivas y residenciales vinculadas a lo agrario, mientras que grupos en
descenso- en los que la expulsión del mercado laboral tiene una causalidad
relevante- intentan nuevas formas de autoempleo a través de la producción
agropecuaria.
Los capitales puestos en juego son marcadamente diferentes en uno y en otro caso.
Los nuevos productores y el desarrollo social
En las instalaciones neo-rural lo que interesa es mantener el tejido social en el
medio rural, se combinan los programas de instalación con distintas modalidades de
indemnización compensatoria. En cambio en los países en desarrollo la persistente
situación de crisis de sus economías no ha favorecido la generación de políticas
orientadas a los ―nuevos‖ productores. Tampoco se visualiza el reconocimiento de
la especificidad de esta categoría, ni se plantea integrarlos en procesos de desarrollo
local. La respuesta desde lado de las políticas más bien parece ser una situación de
laissez-faire.
Las políticas debieran ser proactivas y convocar a la diversidad de agentes
existentes en los territorios. Existen requerimientos que varían según los tipos
previamente delineados:
a) Refugiados. La carencia de tierra es su problema fundamental, por lo que
necesitan de medidas que posibiliten el acceso a predios desocupados o
subutilizado. También requieren de asistencia técnica y financiera.
b) Pequeños inversionistas y emprendedores. Tienen recursos y saberes de sus
actividades previas que pueden ser canalizados a la actividad agropecuaria.
Requieren actividad técnica pre y post compra de sus predios proveniente
de fuentes confiables. También es importante el asesoramiento de las
instancias locales que intervienen en la regulación del uso del suelo.
c) Neorrurales. Quienes ingresan al medio rural con objetivos
fundamentalmente recreacionales o residenciales, deben necesariamente
compatibilizar sus intereses con quienes desarrollan actividades agrícolas.
63
Esto requiere una buena política de planeamiento a nivel local que sea
consensuada con los distintos actores.
Las tendencias actuales en las áreas rurales demandan nuevos modos de regulación
por parte del Estado que incluyan políticas ambientales y de planeamiento de uso
del suelo y agua junto con otras políticas orientadas al bienestar social de la
población rural. Algunas zonas rurales de los países en vías de desarrollo tienen
nuevas necesidades típicas de las sociedades urbanas modernas.
A modo de conclusión
La autora quiso mostrar que es necesario superar la situación de laissez- faire en el
mundo rural y que modalidades de regulación político privadas resultan
importantes para evitar impactos negativos en relación al contexto social y
ambiental en que se desenvuelven y la sustentabilidad de ellos mismos como
productores. Estas políticas son tendientes a recuperar la necesidad de nuevas
formas de interacción entre lo rural y lo urbano como medio para la revitalización
de los espacios rurales.
COPPI—La agriculturización en el contexto de una nueva ruralidad:
Nuevos actores pluriactivos en el Departamento Río Primero de la Provincia
de Córdoba.
Introducción
El fenómeno de la nueva ruralidad hace referencia a procesos complejos en los
cuales se manifiesta la interconexión entre espacios urbanos y rurales. En forma
creciente el ámbito rural es lugar de residencia de sujetos que trabajan en
actividades de servicios o incluso industriales, mientras que muchos productores
viven en pequeñas ciudades y localidades urbanas. En las actividades agrarias
coexisten productores puros (solo se dedican y viven de la explotación) y una gran
variedad de sujetos que desarrollan distintas actividades en diferentes sectores
económicos o que viven de ingresos provenientes de una multiplicidad de fuentes.
El objetivo del trabajo es analizar el surgimiento de nuevos sujetos agrarios
pequeños que recientemente ingresan a la producción agraria sin abandonar
actividades extra agrarias de origen urbano en dos localidades del departamento
Río Primero, en el contexto del proceso de agriculturización (promovido por el
cultivo de la soja) que se ha generado en las últimas décadas.
En este proceso de agriculturización, promovido especialmente por la expansión del
cultivo de soja, algunos actores se vieron muy favorecidos y presentan un
importante dinamismo como los contratistas de servicios, proveedores de insumos,
acopiadores, algunas empresas agropecuarias medianas y sobre todo las grandes.
Pero, por otro lado, se percibe un desplazamiento de pequeños y medianos
productores que no pudieron reconvertirse. En este contexto, así como muchos
productores (sobre todo pequeños) han dejado la actividad agropecuaria a través de
la venta o el arriendo, es interesante analizar, como en forma paralela aparece un
nuevo actor de dimensiones pequeñas, que parece beneficiarse por la dinámica
actual del agro.
Transformaciones en el ámbito rural: Hacia una nueva ruralidad.
Desde las últimas décadas del S. XX asistimos a una nueva etapa del modelo de
acumulación capitalista, el capitalismo globalizado. En esta línea Teubal plantea en
referencia a América Latina el nuevo rol asumido por los estados y la fuerte
impronta de las corporaciones transnacionales agroindustriales, insertas en todas las
etapas del proceso productivo desde la producción hasta la comercialización de
alimentos. Las tendencias apuntan al empobrecimiento e incluso la desaparición de
los tradicionales actores sociales del medio rural: campesinos, medianos y
pequeños productores agropecuarios, trabajadores rurales, etc. Tmb manifiesta
Craviotti que ―entre las transformaciones del medio rural en Arg, una de ellas es la
declinación de la agricultura como fuente de empleo y de la fase propiamente
agrícola de la producción agroalimentaria. Crece el peso de los eslabones no
agrarios de la producción y se incrementan las ocupaciones no agrícolas de los
habitantes rurales‖. Progresivamente, se ha generado una fluida interrelación entre
la fase agrícola con las subsiguientes etapas de industrialización y
comercialización.
Se dan planteos recientes de una nueva ruralidad. Sin embargo, si hablamos de
nueva ruralidad es porque hay una vieja ruralidad o una supervivencia de ambas;
nos referimos a la coexistencia de nuevas y viejas actividades, procesos, actores.
Diferentes autores proponen hablar de espacio rural y ya no de espacio agrario.
Algunos agentes viven en el campo o asentamientos rurales y desempeñan
actividades agrarias, otros desempeñan actividades no agrícolas. Hay agentes que
realizan tareas agrícolas y residen en el ámbito urbano. Las nuevas lecturas que se
hacen sobre el medio rural y los procesos han superado algunas de las concepciones
más tradicionales que veían las esferas campo – ciudad como dos ámbitos
separados por una divisoria muy rígida, con un modelo rural con poca conexión e
intercambio con el mundo urbano. El proceso de industrialización de la agricultura
ha sido muy diferente en países desarrollados y en países subdesarrollados.
64
Heterogeneidad y pluriactividad en el contexto de la nueva ruralidad
El agro argentino manifiesta una creciente heterogeneidad y diversidad dentro de
las dinámicas de la producción agraria. Por un lado se da la concentración y
aumento de escala de las explotaciones pampeanas, al tiempo que se profundiza la
heterogeneidad de los agentes sociales agrarios, a través de una gama de situaciones
generando una permanente composición y modificación de la trama de sujetos
agrarios. También otro cambio es el progresivo incremento de la pluriactividad
como una nueva estrategia de los productores agrarios.
Numerosos estudios dan cuenta de la importancia que ha cobrado la ―agricultura a
tiempo parcial‖ entre las explotaciones familiares de algunos países de Europa,
EEUU y Canadá. Mientras algunos autores prefieren plantear ese fenómeno en
términos de agricultura ―Part time‖ versus ―full time‖ poniendo el acento en el
tiempo dedicado al trabajo directo del productor y su familia en la agricultura, otros
adoptan la denominación ―pluriactividad‖ en contraposición a ―monoactividad‖
haciendo mayor hincapié en la combinación de ocupaciones y su integración en
distintos sectores de la actividad económica. Se considera que la pluriactividad ya
no es sólo un mecanismo de ajuste transitorio frente a las situaciones de crisis sino
un fenómeno diverso y complejo, que presenta tendencias estructurales y de
permanencia en las estructuras agrarias. Según Craviotti en algunos casos se
emplea el concepto para referirse a situaciones donde los hogares de productores
ejercen actividades que trascienden lo propiamente predial agropecuario (por
ejemplo la comercialización de la producción en la propia finca), mientras que en
otra vertiente analítica, se prefiere restringir su uso a situaciones donde la actividad
predial se combina con el ejercicio de actividades extraprediales no agropecuarias.
En nuestro caso proponemos una definición amplia que nos permita abordar el
tema de los ingresantes urbanos en la actividad agrícola, considerando a nivel de
los hogares la combinación de la ocupación predial agropecuaria con otras
ocupaciones, sean estas de carácter formal o informal, realizadas dentro o fuera
del sector agropecuario, en forma permanente o eventual.
Si bien en los últimos años, existe un consenso relativo en relación a que la
pluriactividad constituye un rasgo estructural en la mayoría de los países, su
carácter de mecanismo de supervivencia de pequeños productores o productores en
situaciones críticas -ya sea por la transición de una situación de agricultor ―puro‖ a
otra mixta, o por la combinación desde el principio de varias actividades-,
probablemente ha desplazado la atención de los casos que hacen el camino inverso:
inician una actividad agraria partiendo de ocupaciones previas, que pueden
abandonar o no. Por otra parte, varios trabajos de los Estados Unidos, Canadá,
Australia y Nueva Zelanda, entre otros dan cuenta de la importancia que cobra la
pluriactividad entre productores ―recién llegados a la actividad‖ (―newcomers‖),
procedentes de ciudades y con ocupaciones en otros sectores. Además, en estos
estudios se observa que esta es una tendencia creciente y que quienes entran a la
actividad desde otra ocupación parecerían tener más probabilidades de ser
pluriactivos o productores a tiempo parcial‖.
Craviotti sintetiza tres posibles situaciones involucradas en el ingreso de agentes
extra agrarios a la actividad agropecuaria:
a) ingresan buscando una fuente de ganancia en momento de alta rentabilidad
(―pools de siembra‖). Este no alude, s/ Coppi, estrictamt a caso d pluriactividad
b) los que buscan en el sector agrario un reaseguro, donde lo rural / agrario aparece
como una fuente extra de ingreso o rentas para mantener y reproducir los
excedentes generados en otras actividad
c) familias urbanas empobrecidas que ocupan parcelas en áreas marginales y que
las destinan principalmente a la autosubsistencia.
Actores sociales, prácticas, representaciones y transformación territorial
El espacio es un producto social que se genera a través del tiempo por las acciones
de diferentes agentes individuales y colectivos5. Es cada individuo el que toma
decisiones que implican fenómenos espaciales. El espacio social resulta así, de la
imprevista combinación de múltiples decisiones individuales que coinciden en un
momento dado, generando un determinado proceso como en este caso en las
localidades analizadas del departamento Río Primero con el surgimiento de nuevos
productores rurales de origen urbano que ingresan en el contexto actual de una
nueva ruralidad. ―Lo rural se construye socialmente y, como construcción social
está sujeto al cambio. Como consecuencia del cambio suelen experimentarse
sucesivos procesos de construcción, deconstrucción o reconstrucción / reinvención
de lo rural‖ (Duran) Este conjunto de reflexiones nos lleva a pensar la ruralidad
como un proceso dinámico en constante reelaboración. Y la pluriactividad como
fenómeno de esta nueva ruralidad puede ser entendida a partir del análisis del punto
de vista de los agentes sociales, de los significados de sus prácticas sociales que
reflejan esa interacción entre lo urbano y lo rural y que se plasman en el territorio.
5 Toma la concepción d espacio social de Ortega Valcárcel…les copio lo q dice x si ya se olvidaron o les da vagancia volver sobre los resúmenes jaja : Tras todas estas acciones, individuales y colectivas, se encuentran esas representaciones del entorno, que cada individuo posee y asimila, pero que tienen una dimensión social. Son representaciones que condicionan su comportamiento y que condicionan también los comportamientos de los agentes públicos, de los agentes colectivos, económicos y políticos, y modelan la construcción del espacio social en cada momento
65
Descripción del caso de estudio
La agriculturización hace referencia concretamente a un proceso de expansión
agrícola, a partir del cual progresivamente comienza a destinarse una mayor
superficie a la agricultura, en desmedro de otras actividades agrarias de la región
pampeana, especialmente ganaderas. En Argentina, este proceso, tuvo una
particular dinámica a partir de la expansión del cultivo de soja. Si bien es un
fenómeno que se manifiesta nítidamente desde la década del 80 y sobre todo del 90,
las transformaciones productivas y tecnológicas que dan origen a este proceso, nos
remiten a comenzar el análisis desde la década del 60, donde una conjunción de
factores e innovaciones sucesivas y espiraladas conformarán este llamado ―proceso
de agriculturización‖
Córdoba no queda al margen del proceso de agriculturización ya que de un sistema
de producción mixta que caracterizó a la provincia por mucho tiempo, desde los
años „80 progresivamente sufrió una significativa reorientación productiva hacia
una agricultura continua. Las dos localidades del departamento Río Primero
analizadas (Monte Cristo y Capilla de los Remedios) contaron con una fuerte
tradición agrícola desde fines del S. XIX, ya que el modelo agro exportador les
imprime una fuerte dinámica a partir de la instalación de la estación de Ferrocarril y
la llegada de inmigrantes europeos a la zona. Desde allí comienza una producción
mixta agroganadera con una fuerte impronta de la producción tambera.
En las últimas décadas del S. XX, estas localidades sufren una reconversión hacia
una agricultura continua, proceso que dinamizó el boom de la soja desde mitad de
la década del 80. Conjuntamente se percibe un progresivo desplazamiento de la
actividad ganadera, tambera, apícola y un proceso acelerado de desmonte. Actores
favorecidos: contratistas de servicios, proveedores de insumos, acopiadores,
algunas empresas agropecuarias medianas y sobre todo las grandes. Proceso de
concentración, sobre todo en el uso de la tierra a través del arriendo, ya que la
compra inmoviliza un importante capital y resta capacidad de maniobra.
Desplazamiento de pequeños y medianos productores que no pudieron
reconvertirse. En este contexto, en forma aparentemente contradictoria, aparece un
nuevo actor de dimensiones pequeñas, que parece beneficiarse por la dinámica
actual del agro. La llegada de nuevos actores que adoptan la actividad agraria como
complemento a actividades extra agrarias, es un fenómeno relevante en la zona.
Estos nuevos actores ―rurales‖ que entran en escena, en muchos casos llegan del
ámbito urbano para complementar su actividad urbana con la producción agraria.
Esta fracción de nuevos actores mencionados es la que nos interesa abordar.
Nuevos actores de origen urbano en el departamento Rio Primero
El fenómeno de los ingresantes pluriactivos de origen urbano es significativo en la
zona a partir de fines de la década del 90‟ y especialmente desde la crisis del 2001,
cuando se inicia el periodo post convertibilidad. Todos los casos entrevistados
manifestaron que su ingreso a esta actividad estuvo signado por los altos precios de
los cereales y por la rentabilidad de la actividad. Parecería en todos los casos
analizados que existe una intencionalidad de continuidad en la actividad, a pesar de
haberse generado altibajos en la actividad a partir de la crisis por el conflicto entre
el gobierno y el sector, el incremento de los gastos vía aumento de insumos y
retenciones, disminuciones en los precios de los comoditiès, importante sequia que
afecto la producción, etc.
Obviamente estamos en presencia de productores pluriactivos, complementándose
en todos los casos actividades agrarias y extra agrarias desarrolladas en el ámbito
urbano. En todos los casos entrevistados se dedican exclusivamente a la producción
de granos (soja, maíz, trigo), solo uno de los casos hace ganadería pero en una
explotación fuera del área de estudio. No disponen de mano de obra en las
explotaciones agropecuarias y solo eventualmente se contrata para realizar trabajos
muy puntualizados. Todos los servicios son requeridos a contratistas de servicios o
a productores vecinos que disponen de maquinaria y que ocasionalmente prestan
este servicio o lo hacen como complemento a la producción de su predio.
Craviotti (sisi otra vez esta mina…pa mi, aca HAY amor jaja) que el proceso de
agriculturización estuvo asociado con una serie de transformaciones sociales:
*la modernización de una parte de los grandes latifundios tradicionales
*la conversión de una parte de los pequeños productores en rentistas
* el surgimiento de los contratistas que prestan servicios con sus equipos en otras
explotaciones. Tipos básicos: -los productores familiares que utilizan
fundamentalmente mano de obra familiar y la capacidad ociosa de su maquinaria; -
la empresa contratista, que no tiene tierras y cuyo capital es primordialmente
maquinaria. (Tort considera contratista a todo aquel propietario de maquinas
agrícolas que vende servicios agropecuarios, cobrando por ello una tarifa en dinero.
Distinguiendo entre los contratistas puros y los productores contratistas eventuales).
Gras plantea que los productores que han incorporado cosechadoras, sembradoras
son aquellos que diversifican el trabajo predial con la venta de servicios
agropecuarios. Este negocio seria el que justificaría la inversión en maquinaria. Los
casos estudiados muestran que la concentración de la tierra y/o de la producción es
contraproducente para la actividad. Y la aparición de estos nuevos actores de origen
urbano genera demanda de servicios.
66
Tmb s/los entrevistados hay antecedentes familiares en la actividad agrícola que
motivaron la decisión de ingreso en la actividad agraria. Un dato significativo es la
herencia y la sesión de la tierra como elemento que influye en la génesis de muchos
de estos nuevos actores en el ámbito rural. La herencia se presenta como una de la
multiplicidad de causas que intervienen en el comportamiento de quienes antes solo
ejercían una actividad o profesión no agraria y comienzan a realizar una actividad
agraria. ―La persistencia de las explotaciones familiares se ve favorecida por la
existencia de la herencia y la transferencia de tierras entre familiares que se retiran
de la actividad y sus sucesores que ingresan a ella, sin que medie la participación
del mercado. Así, se conforma un mercado diferente, basado en la familia, con
particularidades y con leyes distintas a la oferta y la demanda. La existencia de la
herencia limita, en cierta medida, el mercado libre de tierras‖ (Bardomas). Frente a
la herencia las situaciones son muy diversas dependiendo de cada realidad familiar
como la venta de la herencia, el arrendamiento o la posibilidad de ser trabajada por
algún miembro de la familia. En la mayoría de los casos el acceso a la tierra es vía
herencia o a través de una cesión de tierras por parte de algún familiar directo que
le permite al productor una significativa flexibilidad en el porcentaje estipulado y el
pago del arrendamiento.
Según manifestación de los entrevistados, la actividad agropecuaria es la que
genera mayor rentabilidad, si se comparan las dos actividades realizadas, llegando
aseverar algunos que la actividad rural subsidia muchas veces a la actividad urbana.
Conclusiones Diversos estudios que en el último tiempo han abordado la cuestión de la
pluriactividad han abordado este fenómeno como una estrategia de estabilidad
productiva, para permanecer en el sistema, para lograr la expansión y además como
forma de ingreso en la agricultura de actores con ocupaciones externas al sector.
En este trabajo consideramos la pluriactividad como la combinación de la
ocupación predial agropecuaria con otras ocupaciones, sean estas de carácter formal
o informal, realizadas dentro o fuera del sector agropecuario, en forma permanente
o eventual. Este conjunto de reflexiones nos lleva a pensar la ruralidad como un
proceso dinámico en constante reelaboración a partir de los procesos imbricados y
de múltiple determinación entre el mundo urbano y el mundo rural.
Recientemente por una coyuntura aparezcan en forma casi simultánea un conjunto
de nuevos actores agrarios de origen urbano, en el caso analizado en dos
localidades del departamento Río Primero de la provincia de Córdoba, donde un
número significativo de nuevos productores que ingresando a la actividad agrícola,
sea por la impronta de su trayectoria familiar, por herencia, por inversión o por otro
motivo, adoptan pautas similares en sus decisiones de producción, como la de no
invertir en maquinarias e infraestructura, de contratar trabajadores ocasionalmente,
la de requerir a contratistas todos los servicios necesarios para poner su predio en
producción, etc.. Este ingreso, en el ámbito agrario complementando con otra
actividad previa, enclavada en la espacialidad urbana, tiene que ver con las
percepciones y las representaciones que individualmente y socialmente se
construyen, cuyas prácticas han influido en la dinámica de esta nueva ruralidad.
El análisis de las trayectorias familiares, es una faceta significativa, ya que desde
esa perspectiva, posiblemente se comprendan algunas de las prácticas de los actores
en juego.
Barbetta: El Derecho Distorcionado: Una Interpretacion De Los Desalojos
Campesinos Desde Un Analisis Del Campo Juridico.
Introducción:
En nuestro país desde la década de los 90, la tierra se convirtió en el símbolo de las
demandas de las organizaciones rurales que hicieron su aparición en la vida publica
y expresaron sus demandas por la tenencia legal de las tierras, el refinanciamiento
de las desudas crediticias y la regulación de los precios de productos agropecuarios.
Estas demandas revitalizaron algunas de las primeras luchas de los actores rurales y
el estado, visualizado con capacidades para dirimir las cuestiones imputadas.
Santiago del Estero es una de las provincias con tenencia precaria6 de la tierra solo
es superado por Neuquén y Jujuy. Recién a partir de los censos nacionales (CNA)
de 1988 se puede obtener una visión mas aproximada sobre esta problemática ya
que en los anteriores se habían utilizado cuestionarios simples, mientras que a partir
de este los mismos estuvieron orientados a captar los datos referidos a las
explotaciones agropecuarias sin limites definidos y permitieron identificar a un
sujeto social antes invisibilizado: el campesino ocupante.
En Santiago del Estero a partir de 1970, con la implementación de políticas
neoliberales se dio la configuración de un nuevo escenario socioproductivo, que dio
lugar a la expansión de de la frontera agropecuaria a través de la introducción de
cultivos orientados a la exportación (como la soja) y del incremento de los stocks
vacunos, ovinos y porcinos. El desarrollo de estas actividades implico la sustitución
de actividades de baja productividad, como la ganadería caprina y la extracción de
6 Tenencia precaria de la tierra: explotaciones sin límites definidos sumadas a aquellas con
límites definidos, con régimen de la tierra de contrato accidental, ocupación y otros
regimenes.
67
carbón de leña, y la disminución de la superficie cultivada de producciones
tradicionales como maíz, algodón y alfalfa.
Con la integración de cultivos otrora netamente pampeanos en la agricultura
santiagueña, se dio un giro en cuanto al papel del campesinado en los distintos
complejos agroindustriales. Se dio un proceso de arrinconamiento de la pequeña
producción campesina.
A partir de los 70´ se produjeron numerosos desalojos de campesinos cuando
grandes empresas reclamaban como propias las tierras ocupadas legítimamente por
ellos. Pero a partir de los 80´ se conformo la MOCASE 7, organización que asumió
como estrategia central la lucha por la tenencia de la tierra, amparándose en la ley
veinteñal8.
El objetivo de este trabajo se centrara en el análisis de la forma en que el conflicto
por la tenencia de la tierra se expresa en el ámbito judicial. Se prioriza este ámbito
ya que en el se determina lo que es justo y lo injusto, es decir, se determina la
medida en la que cada parte toma solo lo que le corresponde.
La inscripción en el campo jurídico del conflicto por la tenencia legal de la tierra se
presenta como el espacio donde campesinos y empresarios se someten a un poder
exterior a ellos que se les impone como poder judicial. Determina lo que es justo y
reglamenta los litigios.
¿En que medida las practicas judiciales y los jueces se adecuan a los principios
democráticos de libertad e igualdad? Abordar la expresión del conflicto por la tierra
en el campo jurídica no es otra cosa que interrogarnos acerca del funcionamiento de
la democracia, entendida como ―la institución de la política misma, el sistema de
formas de subjetivación por la cuales resulta cuestionado todo orden de distribución
de los cuerpos en funciones correspondientes a su naturaleza y en los lugares
correspondientes a sus funciones. El interrogante nos remite a la forma en la que lo
estatuido (ley veinteñal) permite o no la manifestación de formas de subjetividad
que expresan.
Desalojos, resistencias y emergencia del discurso jurídico:
La posibilidad de inscribir una demanda por la tenencia legal de la tierra en el
campo jurídico estuvo relacionada con un proceso de subjetivación política que
permitió la superación de la etapa de desalojos, la que estuvo condicionada por la
7 Movimiento campesino de Santiago del Estero.
8 Que otorga el derecho a la propiedad de un terreno a quien lo haya ocupado por más de 20
años y le haya introducido mejoras.
inserción de los campesinos en la comunidad política y en la estructura social
agraria.
ZLUTZKY, DANIEL: Los conflictos por la tierra en áreas de expansión
agrícola del NOA y NEA con especial referencia a la situación de los
pequeños productores y los pueblos originarios.
El trabajo analiza los cambios estructurales en la región agraria del NOA y NEA en
las últimas décadas como parte de la extensión de la agricultura pampeana en la
región y sus efectos sobre los actores sociales que dicho proceso excluye:
poblaciones indígenas y pequeños productores criollos. Se caracteriza la modelo
agrícola imperante en sus aspectos económicos, tecnológicos y sociales y las
modalidades particulares que dicho proceso generalizado adopta en la región del
NOA.
Entre las particularidades de dicho modelo se encuentra la incorporación de nuevas
tierras a la producción, tierras con monte degradado que eran la base de
supervivencia para los pequeños ganaderos criollos y de la población indígena.
La apropiación de tierras fiscales, el alambrado de t. privadas para destinarlas a la
nueva agricultura han ocasionado desalojos de sus pobladores tradicionales.
Introducción: la dinámica agraria del país experimenta transformaciones
sustanciales en sus aspectos productivos, económicos y sociales. Se dan cambios
paradigmáticos en el conjunto de las actividades agropecuarias, a pesar de que se
ponga énfasis en el caso de la soja.
Aquí se trata, asidamente, de la implementación de un modelo productivo-
económico- social que atraviesa las distintas especialidades agrícolas y ganaderas.
Este modelo agropecuario es capital intensivo, se caracteriza por requerir cada vez
mayores inversiones complementarias a la tierra para mantenerse y expandirse,
necesita mas insumos ( maquinaria de ultima generación, Sist. De riego, etc.)
Así, al requerir mayores cantidades de capital invertido, son los productores más
ricos los que tienen la pasibilidad de incorporar estos nuevos insumos costosos y
desarrollar una agricultura rentable y en mayor escala.
Pero esa misma agricultura es muy extensiva en la incorporación de mano de obra
tanto por la intensiva mecanización de todas las labores como por el hecho de que
la producción agropecuaria termina su ciclo en las actividades primarias sin
agregado de valor.
68
I- la expansión de la frontera agropecuaria en el NOA en las dos ultimas décadas:
*La “pampeanizacion” productiva del NOA: la capitalización del agro en nuestro
país fue promovida por un gran proceso de agriculturación en el uso de la tierra:
ampliación de la frontera agrícola y agricultura permanente con reducción de áreas
ganaderas, principalmente en la región pampeana. La superficie implantada creció
muchísimo entre 1988 y 2002 y esta se evidencia principalmente en la zona del
NOA que representa casi la mitad de la expansión de todo el país y se concentra en
las provincias de S. del Estero y Salta. Hipótesis: en la región pampeana el aumento
del área cultivada se produce como consecuencia de una mayor intensificación en
el uso de la tierra, lo que se ve en el doble cultivo en el ciclo agrícola; mientras que
en las regiones extrapampeanas dicho proceso tiene que ver con la incorporación de
tierras con monte nativo o ganadera extensiva, proceso de agriculturizacion
extensiva.
**la expansión de la frontera pampeana en el NOA y sus principales regiones: en
S. del Estero y Salta el avance de la frontera fue de un 400% y se debió sobre todo
al crecimiento del área oleaginosa, soja, tanto en regiones tradicionales como en
nuevas. Un aspecto importante es la expansión sojera a estas nuevas áreas de la
zona norte de Salta, donde se observan nuevas plantaciones de soja en grandes
extensiones. Dicha expancion aprovecho el ciclo húmedo en el clima local. Se debe
tener en cuenta que el desmonte de los suelos eliminaba la protección que le daba el
monte y permitía una aceleración de la desertificación. Por otro lado, la expansión
al este a zonas secas dependía de las innovaciones tecnológicas y de la posibilidad
de crear variedades transgénicas resistentes al stress hídrico. La extensión de la
frontera agrícola significa la eliminación de los montes y la expulsión de las
personas que viven allí.
***la expansión horizontal de la producción a costa del desmonte: este es una
tendencia que alcanzado un lugar central en esta región y que esta motorizado por
el fenómeno climático (humedad) y la posibilidad dada por la soja transgénica. ―los
bosques naturales son nuestro patrimonio, mejoran el régimen de humedad,
contribuyen al asentamiento del suelo y constituyen barreras geográficas
fundamentales para prevenir la erosión hídrica y eólica y las inundaciones.‖ En
torno a esto (ambientalismo) y a los beneficios económicos a girado siempre la
discusión respecto al problema del desmonte, en lugar de hacerlo en un contexto de
políticas agrícolas. A pesar de ello el mercado gana la pulseada y el desmonte y
siembra de soja siguen ganando espacio en nuestro país, ya que genera grandes
ganancias a corto plazo y a menor costo que en la región de la pampa húmeda.
(Habla todo el tiempo de pq debido al bajo precio de las tierras de esta región y aun
pagando desmontes les conviene invertir allí y no en la pampa, les da más
ganancias!!!!) este proceso de expansión de la frontera en el NOA tomo fuerza a
partir de la década del 90´.
****la capitalización de la producción agropecuaria regional: la década del 90´ se
caracteriza globalmente por la intensificación de la incorporación de capital como
requisito de una producción agropecuaria competitiva. La rentabilidad de las
explotaciones productoras de commodities pasó a depender exclusivamente de la
productividad de los factores, a partir de un precio internacional fijado
externamente. Así, la expansión de la frontera agrícola pampeana a estas nuevas
regiones se desarrolla bajo el modelo tecnológico (paquete tecnológico: soja
transgénica + herbicida).el modelo de capitalización creciente, ahorrativo de mano
de obra e intensivo en insumos, maquinarias e infraestructura, requería de grandes
inversiones. En la región pampeana se dio un desarrollo tierra-intensivo en el
sentido de que el doble cultivo sobre la misma superficie a permitido elevan
sustancialmente el valor de producción por unidad de tierra, mientras que en el
NOA se ha combinado la capitalización de la agricultura con la significativa
ampliación de la frontera agrícola, incorporando nuevas tierras, por lo que combina
el desarrollo intensivo y extensivo.
Indicadores de la capitalización de la agricultura en Salta: -expansión sojera
mediante la semilla transgénica. – mayor productividad del trabajo gracias a la
incorporación de maquinarias. –proceso de tractorizacion. –infraestructura de riego.
– introducción de la siembra directa.
*****el modelo social resultante: la expansión de la frontera agropecuaria en el
NOA y la obtención de cosechas record y en continuo aumento no se tradujo en
mas empleo, mejores condiciones de vida, etc. Aquí la demanda de trabajo fue muy
reducida debido a la mecanización de las actividades y la población debe emigrar
ante la falta de fuentes de trabajo, etc. El proceso de concentración de la producción
que requería de grandes capitales y hacia cada vez mas frecuente el cultivo en
grandes superficies que acorralaba más y más a los pequeños y medianos
productores y, en algunos casos, los llevan a querer incorporar mas tierras para
obtener una mayor rentabilidad, menores costos, etc. Este modelo productivo
implica la exclusión de mano de obra y de población hacia áreas urbanas de la
provincia, engrosando la población excluida de las periferias de las grandes
ciudades, regionalmente no hay desarrollo local sino concentración de riqueza y
expulsión de población. A los actores empresariales ya conocidos se les suman
megas empresas, pool de siembras, inversores de la región y extrarregionales, en
tierras propias o arrendadas, además de los latifundios ya existente, muchas de esas
tierras/montes fueron mantenidas por sus dueños, generalmente la oligarquía, como
69
reservas y así se valorizaron y entraron en producción con la expansión porotera. Se
debe resaltar el lugar que comenzó a ocupar el arrendamiento capitalista
caracterizado por un sector que puede o no tener tierras propias que busca aumentar
la cantidad de tierras para el cultivo. Esto generalmente va acompañado de
maquinarias modernas y grandes capitales.
II- los conflictos agrarios y la lucha por la tierra de los pueblos originarios y
pequeños productores.
En salta se desarrollo un amplio sector de ―obreros de la tierra‖, un sector de fuerza
de trabajo que depende para su sobrevivencia durante el tiempo muerto, de los
frutos del monte, de los ríos y de pequeñas parcelas de cultivos de subsistencia, en
áreas productivas marginales o que no interesaban en ese momento al gran capital.
Así, los ingenios y productores de poroto, se aseguraban mano de obra barata en las
épocas de cosecha mediante la migración de estos contingentes. A partir de la
extensión de los cultivos a áreas del norte la mano de obra estacional era aportada
por las poblaciones indígenas.
Con la expansión agrícola del 90´ (soja principalmente) la demanda de obra
comienza a ser cada vez menor y a su vez la necesaria comienza a ser calificada
para el manejo de las maquinarias. Ahora lo que se requieren son cada vez más
tierras, las que ocupaban tradicionalmente esos trabajadores hasta ahora marginales
para incorporarlas a la producción rentable. Los cambios climáticos, tecnológicos,
los incentivos a nivel provincial, el capital golondrina, etc., llevan a que extensas
áreas de la provincia, hasta el momento mantenidas como reserva sean
incorporadas a los nuevos cultivos. Para esto se requiere que dichas tierras estén
libres de ocupantes y aquí comienza el problema entre estos con los empresarios y
el estado, en lo que intervienen diferentes organizaciones sociales para defender sus
derechos, donde entran en juego las diferentes argumentaciones respecto a las
ventajas y desventajas de este nuevo de producción sobre las tierras que cumplen
determinadas funciones (antes mencionadas, relacionadas a la humedad del suelo y
eso.), a los derechos de los pueblos originarios sobre las mismas, la intervención
del estado en la venta de tierras provinciales y los intereses de los grupos
inversores/dueños de las mismas.
Se habla del caso de la venta del gobierno provincial de la ―reserva Pizarro‖ a pesar
de los numerosos reclamos que se hicieron. (no lo pongo pq es mas de lo mismo).
Ejemplifica situaciones de avance de la frontera agrícola: deforestaciones
ocasionadas por la extensión del cultivo d soja y los diversos reclamos de los
pobladores, desmonte. Esto amenaza la supervivencia de pobladores indígenas y
puesteros ganaderos criollos. El desmonte y los alambrados está afectando las
formas tradicionales de subsistencia de ambos grupos de pobladores — aparte de
provocar inundaciones—: * la economía tradicional de subsistencia indígena:
recolección de frutos, la caza y la extracción de miel, que mantiene sus importancia
estratégica, se ve limitada por la erradicación del monte; los alambrados
perimetrales extendidos por los propietarios impiden que los pobladores no pueden
transitar libremente por toda la región. *los criollos no pueden pastar sus animales
en dichos lotes.
En un momento de negocios globalizados, todo es posible: con tierras y mano de
obra barata estamos en condiciones de alimentar a la población China9, aunque la
propia población del área sobreviva en condiciones de constante indigencia.
Tampoco se dice nada de la población localizada en esas tierras objeto del proyecto
y que, es previsible, será desalojada en nombre del progreso. Otra vez, lo que es
bueno para la empresa individual, no es necesariamente conveniente, para el
conjunto de la sociedad.
Las zonas más áridas del chaco salteño que forman parte del departamento de
Rivadavia no han sido aún incorporadas al desarrollo capitalista empresarial,
debido fundamentalmente a la falta de una tecnología adecuada para ello; sin
embargo, es posible prever que estamos en el umbral de esta dinámica.
Con esto queremos indicar que al conjunto de intereses que impiden la concreción
del derecho indígena en algunas áreas se les suma ahora la posibilidad de
incorporar parte de esas tierras al proceso de ampliación de la frontera agrícola y el
accionar de grandes empresas que comienzan a tener intereses directos en la región
y que pueden dificultar aún más la posibilidad de una solución consensuada al
problema del reconocimiento de la territorialidad indígena.
En síntesis: en el contexto que se ha querido analizar, el "almacén primitivo de
víveres", el monte aún degradado, es defendido a ultranza por los pueblos
originarios puesto que constituye su último reducto de sobreviviencia física ante un
desarrollo del capitalismo agrario que no recrea un "ejército de reserva" que de
alguna manera era funcional al capitalismo industrial, sino que recrea una sociedad
de tres cuartos de excluidos.
Los casos de desmontes y desalojos de las poblaciones residentes se han
multiplicado en los últimos años motorizados por la revalorización de las tierras y
el potencial sojero; los enfrentamientos entre estas poblaciones y empresas de
desmonte apoyadas por las fuerzas policiales locales ha implicado la represión
9 Habla sobre un proyecto d expropiación d tierras privadas para un desarrollo conjunto con
los chinos para alimentar su población
70
armada, la judialización de la protesta de los de abajo, contándose dirigentes sobre
los que recaen decenas de juicios; etc.
La Ley Bonasso en vigencia desde fines del 2008, implica que las provincias deben
establecer condiciones claras, específicas y delimitadas geográficamente, de las
áreas que son factibles de desmonte y bajo qué condiciones, teniendo en cuenta el
objetivo de sustentabilidad del ambiente y respetando los derechos de las
poblaciones para las cuales el monte, el territorio, forma parte de sus cosmovisión
de vida y recursos fundamental de su sobrevivencia, como lo es para los pueblos
originarios. Ante el peligro que significaba la entrada en vigencia de esta ley para
los grupos económicos dominantes, éstos presionaron fuertemente al poder político
provincial, a fin de conseguir derechos de desmonte antes de su vigencia. Esta
nueva situación contribuyó a nuevas movilizaciones de los sectores afectados,
afianzando sus organizaciones y logrando involucrar en defensa de sus derechos a
amplios sectores de la ciudadanía. Y estas movilizaciones comienzan a mostrar
algunos resultados: las organizaciones campesinas e indígenas de Salta han logrado
que la Corte Suprema de la Nación se haga eco de sus reclamos para el cese de los
desmontes.
Frente a esas organizaciones, debe responder a la demanda de su política de
autorizar desmontes indiscriminados, sin tener en cuenta condiciones mínimas de
sustentabilidad ambiental y los derechos de los ocupantes tradicionales. En
marzo/09 la Corte Suprema Nacional se expidió en el sentido que instruía al
gobierno de Salta que debía impedir todo desmonte en los departamentos de San
Martín, Rivadavia, Oran y Anta, hasta que dicho gobierno presente un estudio de
impacto ambiental del efecto acumulativo de los desmontes. Información de terreno
da cuenta que dichos desmontes continúan.
Conclusiones
- la producción primaria del país está experimentando en la última década una
sustancial transformación en sus parámetros tecnológicos, en la organización de la
producción, en" su presencia regional y en la situación de los actores sociales
involucrados
- Estos cambios implican el desarrollo de una agricultura capital intensiva. Es decir,
cada vez más la producción competitiva depende de la incorporación en gran escala
de capital circulante y de inversiones costosas. Una agricultura con altos niveles de
productividad por hombre ocupado y en tránsito a lograr altos niveles de
rendimiento por unidad de superficie.
-Bajo las nuevas reglas de juego macroeconómicas implementadas en los 90" -
apertura indiscriminada, tasas de interés reales muy altas, convertibilidad con un
tipo de cambio que implicaba un peso sobrevaluado y, en general, precios
relativos campo-ciudad desfavorables para el primero, la rentabilidad de las
explotaciones
paso a depender casi exclusivamente de la productividad de los factores; la única
variable de control en manos de los productores paso a ser el costo de producción y
la incorporación de tecnología era la única variable abierta para minimizarlo.
- Estas nuevas condiciones productivas fueron desarrolladas por el sector de
productores con capacidad económica para afrontar esas inversiones y llevó a un
proceso de concentración de la producción. Una parte significativa de la mediana
producción debió ceder la producción directa de sus campos a otros empresarios de
mayor capacidad económica, a pool de siembra, a contratistas agrarios,
convirtiéndose muchos en pequeños rentistas o vendiendo sus tierras. El impacto
de este modelo agrícola capital intensivo condujo a que a pesar del proceso de
agriculturización pampeana, el sector no tuvo capacidad de generar empleo y por el
contrario se produce una significativa emigración de población rural y de los
pequeños pueblos, marginados de este auge productivo.
- Este modelo agropecuario impregnó el conjunto de las diversas actividades
productivas agrarias; en las provincias de Salta, Tucumán y Santiago del Estero,
adquiere la modalidad de extensión de la frontera agrícola pampeana sobre esos
nuevos territorios, expansión encabezada por el cultivo de la soja y bajo el modelo
capital intensivo. La soja sustituye áreas poroteras, pero fundamentalmente
incorpora nuevas tierras a la producción, mediante la eliminación del monte.
- El avance del área cultivada y de la soja fue posible por un ciclo húmedo y el
avance del mismo hacia el este de la provincia, lo que posibilitó que áreas hasta el
momento poco valorizadas, cubiertas de un monte en gran parte degradado por la
extracción forestal minera, con una ganadería extensiva, fueran incorporadas a la
producción empresarial de poroto y, en el último decenio, a la soja.
- la expansión sojera incorpora el modelo capital intensivo de la agricultura,
predominante en la actividad agraria nacional pero, a diferencia del área pampeana,
tiene el potencial de incorporar nuevas tierras a la producción.
Este modelo productivo rompió la tradicional articulación entre la gran empresa
agraria y los pequeños productores, campesinos, semiproletarios; éstos eran
necesarios como parte del ejército de reserva, para tener siempre disponible la
oferta de trabajadores para las actividades manuales. Los grandes ingenios se
apropiaron de tierras marginales para el cultivo con el objeto de fijar en esas tierras
a la mano de obra que requerían en la cosecha: el costo de su reproducción durante
los tiempo muertos de la agricultura eran asumidos por sus pequeñas parcelas de
subsistencia, pero como no podían sobrevivir con lo que las mismas producían,
71
estaban económicamente coaccionados a trabajar en la cosecha cañera. La
mecanización de las actividades culturales rompió la tradicional articulación entre
la gran empresa azucarera y los pequeños productores, campesinos semiproletarios;
lo mismo ha ocurrido con la expansión porotero. La población "sobrante" sobrevive
en condiciones de paulatina pauperización; los primeros pueblos a través de los
frutos y animales del bosque - cada vez más escasos. La población criolla formada
pequeños puesteros con ganado, sobreviven de los escasos ingresos provenientes de
una actividad ganadera en condiciones muy desfavorable.
-El avance sojero profundizó la carencia de fuentes de ingreso, de posibilidades de
trabajo y de subsistencia de una gran parte de la población x la mecanización y
también debido a la expansión geográfica de la nueva agricultura que implica la
eliminación del monte para poner esas tierras bajo cultivo y, por tanto, el paulatino
desalojo de la población que sobrevive del mismo: los puesteros criollos con una
ganadería marginal y los indígenas de los frutos del monte.
-La nueva producción agropecuaria no requiere, como en el pasado, de grandes
contingentes de mano de obra, pero sí de incorporar nuevas tierras a la producción,
lo que implica deforestación y desalojo de población.
- En la última década asistimos en las áreas recientemente incorporadas al
desarrollo agrícola empresarial al desalojo compulsivo y taxativo de pequeños
productores criollos y población indígena, que sobrevivía en el monte, en tierras
fiscales o privadas, o bajo la forma encubierta que se manifiesta frecuentemente por
el alambrado de tierras por parte de sus propietarios, impidiendo el acceso de
ganado y de los indígenas que se proveían de frutos, caza de animales menores, etc.
Casos mas significativos de esto: reserva provincial en pizarro, ruta 86, oran, SO
dpto. de Rivadavia (no está tdv pero se encamina a este proceso)
La reticencia del gobierno provincial al pleno reconocimiento de la propiedad de la
tierra de los primeros pueblos wichis que ocupan tradicionalmente el ángulo
noreste de la provincia y la privatización de sus áreas de mayor potencialidad
agrícola son, a nuestros entender, indicios de un potencial avance de la frontera
agrícola, con las posibilidades ciertas de nuevos conflictos ante la resistencia de los
pobladores a perder su fuente de subsistencia.
SAIDÓN, MARIANA: Biocombustibles en la Argentina: actores, discursos
y debates
El objetivo de este trabajo es el caracterizar y contrastar discursos de diversos
actores involucrados en discusiones actuales sobre biocombustibles en Argentina,
como país con potencialidad productora para abastecimiento al exterior y de
diversificación de su matriz energética.
La autora plantea trabajar tres ejes:
1. La oportunidad que representan para el país y sus beneficios.
2. El impacto ambiental que implican
3. La validez de la disyuntiva ―energía versus alimentos‖
Introducción:
Con este trabajo se busca generar nuevos interrogantes en la discusión por los
biocombustibles.
Se trata de un tema en permanente transformación., lo que implica procesos
dinámicos y abiertos.
actores involucrados:
De los destacados actores que intervienen en los debates actuales un amplio margen
provienen del ámbito internacional.
Estos agentes internacionales, han cuestionado fuertemente el modelo de los
biocombustibles por diversos intereses entre los cuales se pueden nombrar: rentas
petroleras, la dicotomía entre energía y alimentos, entre otros.
En el caso venezolano, en 2005, se anunciaba un intento de producción de etanol
por medio de la caña de azúcar, usando este biocombustible para sustituir aditivos a
la gasolina.
Cuba, también modernizaba la producción de caña de azúcar para el desarrollo del
etanol.
En Europa y USA, en el ámbito gubernamental se está argumentando que el
empleo de biocombustibles disminuye la dependencia económica de la demanda de
petróleo y los supuestos beneficios ambientales que trae aparejado.
Este discurso mitificar de los biocombustibles ha permitido estimular la producción
de los mismos.
Pero hay otros intereses en juego como puede ser la posibilidad de debilitar la
integración regional sudamericana.
72
Europa y USA se presentan como los futuros demandantes de este tipo de
biocombustibles, ellos remarcan su incapacidad y desinterés para autoabastecerse.
El gobierno de Brasil junto a USA está buscando impulsar un mercado de etanol.
Aunque esta unión sufrió diferentes críticas.
Argentina, en tanto, tiene un menor impacto en la discursiva global, en los acuerdos
internacionales y condiciones menos competitivas de producción. De esta manera,
la ventaja competitiva se desarrolla en el campo del biodiesel a partir de la soja.
Otros actores son las grandes empresas refinadoras de petróleo y las
multinacionales dedicadas a los agros negocios.
Las empresas refinadoras estadounidenses promueven el desarrollo de
biocombustibles para frenar el precio del petróleo crudo.
Otras empresas dedicadas a la agricultura y la biotecnología apuestan a las
inversiones en materia de biocombustibles. Es el caso de Syngenta, Monsanto,
Bayer, Dow.
La concentración en los agronegocios llegó a dimensiones desconocidas.
Organismos internacionales, ambientalistas como otros ámbitos que intervienen en
los debates.
A favor de la energía por medio de biocombustibles se encuentra la OLADE, BID,
OEA.
Los opositores a estos grupos son: ciertos sectores del FMI, BM que manifiestan la
culpabilidad de la suba de precios alimenticios por la implementación de los
biocombustibles.
La ONU, ha generado un panel de estudio respecto a esta temática.
CEPAL y FAO, han emitido un informe que sostiene la posibilidad de que LatAm
produzca en gran escala biocombustibles sin afectar la seguridad alimentaria, pero
otros estudios plantean la disyuntiva con los riesgos sobre los alimentos.
Ámbito académico, es otro agente de representación.
MCM: medios de comunicación masiva
En el ámbito local
Grandes productores de granos prevén beneficios de la producción de
biocombustibles y están a favor de su instalación.
Otros grandes empresarios no perciben este nuevo negocio como rentable y se
muestran cautelosos frente a este nuevo fenómeno.
El gobierno nacional y los gobiernos provinciales y municipales están
involucrados. Hay una total falta de claridad de las atribuciones que en este ámbito
le competen a los diferentes niveles del gobierno. Los discursos que provienen del
sector público no son unánimes.
En el ámbito académico local: hay diversas opiniones, cabe destacar que muchas
de las investigaciones en la materia se han realizado por medio del financiamiento
de grandes empresas o de actores involucrados en el desarrollo de los
biocombustibles.
Medios de comunicación locales: participan transmitiendo el fenómeno,
subrayando las virtudes o las debilidades de la apropiación de este nuevo tipo en el
desarrollo actual. Sin olvidar la interrelación entre medios de comunicación y
grandes corporaciones transnacionales.
Organizaciones ambientalistas y sociales locales, participan de la discusión
advirtiendo los posibles problemas que traen aparejado este modelo de desarrollo.
Otros actores con menor presencia son los trabajadores del campo sobre todo los
pequeños.
Los actores no son homogéneos y su heterogeneidad viene dada por distintos
puntos de vista, información sobre las especificaciones del modelo, la vinculación
con otros sectores e intereses diversos.
Debates sin resolver
Oportunidad para quienes:
Una ventaja estratégica es que los biocombustibles son una fuente de energía
renovable, sin embargo esto hoy se encuentra en discusión.
Son fácilmente adaptables a los sistemas de distribución y almacenamiento
Pocos países se pueden considerar productores y proveedores mundiales de
biocombustibles en gran escala. Uno de ellos es la Argentina.
Nuestro país es uno de los cinco con mayores posibilidades en exportar ese
biodiesel.
73
Se dice nuevamente que el biocombustible es un potencial instrumento para el
desarrollo económico del país.
En Argentina, hay una intención de comenzar a buscar formas fuentes de energía
alternativa.
Escepticismo respecto a los biocombustibles.
La falta de credibilidad de los combustibles para el abastecimiento significan
amplias y crecidas necesidades locales y globales, acotada disponibilidad de tierras
para producir biocombustibles a partir de la soja y el maíz, por la necesidad de
producir alimentos y otros productos o de generará productos exportables.
Limitada capacidad de generación de energía neta.
Otros discursos señalan el elemento dependiente de una mono producción de
biocombustibles, ya sea climática y económica.
Otra cuestión de panorama incierto es la que resalta el horizonte a largo plazo:
desarrollo tecnológico, ya que se continúan buscando nuevas formas de energía
alternativa al petróleo.
Otros productores añaden cuestiones que tienen que ver con los costos y la
rentabilidad económica, hoy los biocombustibles no son rentables internamente.
Falta de garantías sobre qué ocurrirá con la rentabilidad a futuro, la incertidumbre
según las políticas que puede llegar a tomar el estado, fueron desinflando el énfasis
puesto en los biocombustibles.
Los beneficiarios si se pudiera desarrollar biocombustible serian: beneficios para
países en desarrollo, otros plantean el beneficio para todo el país (Grobocopatel),
beneficios para el mundo entero. Pero dentro de este panorama, los que se oponen
al desarrollo plantean que los países en desarrollo eran los más perjudicados.
Estas estrategias discursivas plantean homogeneidad en cuanto hacen referencia a
las categorías de países, que a su interior nada tienen que ver con la realidad de
cada ámbito o de cada sector.
Otros beneficiados serían los grandes productores del campo y las empresas
locales y multinacionales.
De este debate se desprenden otras cuestiones relacionadas con la concentración de
la tierra, exclusión de comunidades, desmontes, impacto desigual en el ambiente.,
otro aspecto importante es el empleo que se verá diezmado aun más.
Impacto ambiental
Hay un debate planteado en torno a los costos de la producción de biocombustibles
y a sus beneficios ambientales que de él se obtienen.
Toda generación de energía tiene algún impacto ambiental.
En los países europeos se hace referencia a los biocombustibles como promotores
de ventajas ambientales y para la salud por la disminución de emisiones nocivas
respecto de otros combustibles.
Permitirían frenar el cambio climático global, evitar la lluvia acida.
No obstante ello, se sabe que ciertos biocombustibles pueden generar más
emisiones y afectar la salud y el ambiente. La producción de biocombustibles
requiere de maquinarias pesadas para la utilización intensiva, transporte, herbicidas
y fertilizantes.
Lo biocombustibles no serían una opción para la disminución del cambio climático.
La expansión de la frontera agrícola, los desmontes y la pérdida de flora y fauna
genera consecuencias negativas para la biodiversidad.
Energía versus alimentos:
Hay dos posturas radicales y opuestas:
1. En la que predomina la cuestión de que la producción de biocombustibles
realizada por medio de cultivos generados para tal fin hacen que el suelo
cultivable dispute su asignación entre los alimentos y este tipo de
producción. Esta presión sobre el agro, haría que disminuyeron los
alimentos y que su precio aumentara.
2. Sostiene que la disyuntiva entre alimentos y agro combustibles no es
válida.
El caso mexicano es un ejemplo de esto: por la producción de biocombustibles en
base al maíz, aumento su precio y es la base de la dieta mexicana.
Dentro de la disyuntiva de los dos modelos, se puede ver la disputa por los espacios
de poder, por un lado las multinacionales que se autoproclaman como las indicadas
para alimentar al mundo; por el otro, organizaciones de diferentes tipos que luchan
por que no se sigan comprometiendo los alimentos para toda la población.
Reflexiones finales:
Argentina se inserta en el tema de los biocombustibles como potencial productor.
Existen distintos posicionamientos respecto al tema principal.
74
Es necesario no tratar a los biocombustibles como un todo uniforme, dentro de ellos
hay distintas posibilidades y alternativas.
BUSTAMANTE MARINA Y OTROS (2009) Actores sociales en el agro
pampeano argentino hoy. Algunos aportes para su tipificación.
Introducción
Objetivo del trabajo: rever y significar algunas nociones básicas con
respecto a los sujetos sociales que conforman el campo.
Los roles que desempeñan los actores tradicionales tienden a desdibujarse y
redefinirse. Es posible percibir una nueva disposición de los actores que
intervienen en este escenario socio-productivo: se puede distinguir entre
protagonistas y aquellos que son relegados, entre ganadores o perdedores.
Definición conceptual y caracterización de los grupos identificados en el sur
cordobés (tipificación)
1. Grandes empresa agropecuarias:
Alto grado de innovación técnica y organizativa
Intensivas en capital y tecnología con relación a la mano de obra
Alta competitividad
Clases:
Complejos agroindustriales: aceitero y harinero. Distintas
modalidades de integración hacia atrás (incorporando prod.
Primaria)
Empresas agrocomerciales: pueden ser acopiadoras o
cooperativas agropecuarias. Integración con el sector primario
y agentes productivos: integración vertical directa (explotación
realizada de manera directa por la empresa); integración
vertical indirecta (acuerdo entre empresa y productor, éste
asume los riesgos y la entrega a tiempo, la empresa pone
insumos); integración vertical asociativa (ambas partes
participan en la explotación, compartiendo beneficios y
riesgos).
2. Sociedades agropecuarias coyunturales
Se establecen en un momento determinado, para hacer frente a
situaciones puntuales y operar durante el término de una campaña, y
después se disuelven.
Cada integrante aporta uno de los factores de producción necesarios
(capital, tierra y/o trabajo).
Clases:
―Pools‖ de siembra: sociedades de hecho o como contratos de
agricultura a porcentaje.
Fideicomiso o Fondos Comunes de Inversión Agrícola: el
origen de los capitales es altamente diverso. Buscan lograr altas
tasas de rentabilidad, a través de la maximización de los
beneficios y la disminución de los costos de transacción y de
los riesgos intrínsecos del sector.
3. Contratistas rurales
Comportamiento netamente empresarial y profesional.
Posee como factor productivo de capital equipos de maquinarias
agrícolas.
Combinación de actividades productivas: contratista de servicios,
contratista de producción y/o productor agropecuario.
Trae aparejado alto niveles de productividad y eficiencia en la
búsqueda de rápidos resultados económicos, lo que marca un
desfasaje con los ciclos naturales y con el equilibrio socio-
territorial.
Clases:
Contratistas capitalistas o de producción: están capitalizados en
maquinarias y deciden arrendar tierras de manera transitoria
para trabajarlas por su propia cuenta, bajo la modalidad del
contrato accidental.
Contratistas de servicios o de maquinarias: prestan servicios de
laboreo, cosecha y protección de cultivos a terceros.
4. Productores agropecuarios
Productores rurales, agricultores y ganaderos, arrendatarios y/o
medieros, que emplean su propia fuerza de trabajo (personal y
familiar) y tienden a comprar fuerza de trabajo asalariada.
Emplean tecnología propia o alquilada a empresarios contratistas
75
Se apropian de una masa de ―plustrabajo‖ que transfieren como
renta al propietario de la tierra, o acumulan cierto nivel de
excedente bajo la forma de ganancia.
Clases:
El productor agrario tradicional: aun mantiene la explotación,
propia o arrendada, contrata servicios de maquinarias y laboreo
pero sin delegar el control y responsabilidad de los procesos.
Productor-empresario agropecuario: aquellos que se adaptaron
a las nuevas circunstancias para lograr una mayor
competitividad. Son propietarios y pertenecen a familias de la
elite cultural y de raigambre terrateniente.
5. Trabajadores rurales dependientes
A cambio de un salario percibido en dinero y generalmente
complementado en especie, vende su fuerza de trabajo a un
productor rural, un contratista de maquinaria, un acopiador,etc.
Quienes se apropian del ―plusvalor‖.
Clases:
Trabajadores permanentes o asalariados.
Trabajadores temporarios o jornaleros.
Aclaraciones:
Existe una fuerte polarización de ingresos con respecto a los beneficios
extraordinarios que obtienen los empleados y sus empleadores: los
productores de la Región Pampeana.
Estrategias de adaptación y supervivencia: tendencia a la multi-
ocupación, surgimiento de nuevos trabajadores transitorios
cualificados.
La franja de ganadores está constituida por las grandes empresas
agropecuarias, las sociedades agropecuarias coyunturales, los
productores-empresarios y algunos productores agropecuarios
tradicionales y contratistas rurales. El sector más vulnerable: los
trabajadores rurales.
UNIDAD 6
Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible. josé manuel naredo
Introducción
Tras la aparición de Informe sobre Nuestro futuro común (1987-1988) coordinado
por Gro Harlem Brundtland en el marco de las Naciones Unidas, se fue poniendo
de moda el objetivo del "desarrollo sostenible" entendiendo por tal aquel que
permite "satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de
las generaciones futuras para satisfacer las suyas". A la vez que se extendía la
preocupación por la "sostenibilidad" se subrayaba implícitamente, con ello, la
insostenibilidad del modelo económico hacia el que nos ha conducido la
civilización industrial. Sin embargo, tal preocupación no se ha traducido en la
reconsideración y reconversión operativa de este modelo hacia el nuevo propósito.
Ello no es ajeno al hecho de que el éxito de la nueva terminología se debió en
buena medida al halo de ambigüedad que la acompaña: se trata de enunciar un
deseo tan general como el antes indicado sin precisar mucho su contenido ni el
modo de llevarlo a la práctica. En lo que sigue recordaremos cual fué el caldo de
cultivo que propició su éxito, cuando otras propuestas similares formuladas con
anterioridad no habían conseguido prosperar. Propuestas que van desde la
pretensión de los economistas franceses del siglo XVIII, hoy llamados fisiócratas,
de aumentar las "riquezas renacientes" sin menoscabo de los "bienes fondo"... hasta
las preocupaciones por la "conservación" en la pasada década de los sesenta o por
el "ecodesarrollo" de principios de los setenta, a las que haremos referencia más
adelante. Anticipemos, pues, que no es tanto su novedad, como su controlada dosis
de ambigüedad, lo que explica la buena acogida que tuvo el propósito del
"desarrollo sostenible", en un momento en el que la propia fuerza de los hechos
exigía más que nunca ligar la reflexión económica al medio físico en el que ha de
tomar cuerpo. Sin embargo, la falta de resultados inherente a la ambigüedad que
exige el uso meramente retórico del término, se está prolongando demasiado, hasta
el punto de minar el éxito político que acompañó a su aplicación inicial. La
insatisfacción creciente entre técnicos y gestores que ha originado esta situación,
está multiplicando últimamente las críticas a la mencionada ambigüedad conceptual
y solicitando cada vez con más fuerza la búsqueda de precisiones que hagan
operativo su uso.
76
El presente documento tratará de responder a las mencionadas demandas de
operatividad. Para ello se impone una clarificación conceptual previa que pasa por
identificar las diferentes y contradictorias lecturas que admite el consenso político
generalizado de hacer sostenible el desarrollo. Porque mientras la meta sea ambigua
no habrá acción práctica eficaz, por mucho que el pragmatismo reinante trate de
buscar atajos afinando el instrumental antes de haber precisado las metas. Sólo
precisando las metas se podrán elegir instrumentos de medida apropiados para ver
si nos alejamos o no de ellas y para evaluar las políticas y los medios utilizados
para alcanzarlas. Para poner en práctica este esquema, se analizará primero el
origen del término "desarrollo sostenible" y la utilización que se ha venido
haciendo del mismo, para añadir después precisiones al propósito de la
"sostenibilidad" desde los distintos sistemas de razonamiento que se contempla.
Este esclarecimiento conceptual permitirá avanzar más sólidamente tanto en la
búsqueda de aplicaciones operativas del mismo en el terreno que nos ocupa, como
en el enjuiciamiento y la presentación del catálogo de buenas prácticas para una
ciudad sostenible, que se abordan a lo largo de este documento.
Sobre el origen y el uso del término "sostenible"
La aceptación generalizada del propósito de hacer más "sostenible" el desarrollo
económico es, sin duda, ambivalente. Por una parte evidencia una mayor
preocupación por la salud de los ecosistemas que mantienen la vida en la Tierra,
desplazando esta preocupación hacia el campo de la gestión económica. Por otra, la
grave indefinición con la que se maneja este término empuja a hacer que las buenas
intenciones que lo informan se queden en meros gestos en el vacío, sin que apenas
contribuyan a reconvertir la sociedad industrial sobre bases más sostenibles.
Reflexionemos sobre el origen de este término, para hacerlo luego sobre su
contenido.
El extendido uso del epíteto "sostenible" en la literatura económico-ambiental se
inscribe en la inflación que acusan las ciencias sociales de términos de moda cuya
ambigüedad induce a utilizarlos más como conjuros que como conceptos útiles para
comprender y solucionar los problemas del mundo real. Como ya había advertido
tempranamente Malthus en sus "Definiciones en Economía Política" (1827), el
éxito en el empleo de nuevos términos viene especialmente marcado, en las
ciencias sociales, por su conexión con el propio statu quo mental, institucional, y
terminológico ya establecidos en la sociedad en la que han de tomar cuerpo. El
éxito del término "sostenible" no es ajeno a esta regla, sobre todo teniendo en
cuenta que nació acompañando a aquel otro de "desarrollo" para hablar así de
"desarrollo sostenible". Recordemos las circunstancias concretas que propiciaron el
éxito de este término y que enterraron aquel otro de "ecodesarrollo" que se
empezaba a usar en los inicios de los setenta.
Cuando a principios de la década de los setenta el Primer Informe del Club de
Roma sobre los límites del crecimiento, junto con otras publicaciones y
acontecimientos, pusieron en tela de juicio la viabilidad del crecimiento como
objetivo económico planetario, Ignacy Sachs (consultor de Naciones Unidas para
temas de medioambiente y desarrollo) propuso la palabra "ecodesarrollo"como
término de compromiso que buscaba conciliar el aumento de la producción, que tan
perentoriamente reclamaban los paises del Tercer Mundo, con el respeto a los
ecosistemas necesario para mantener las condiciones de habitabilidad de la tierra.
Este término empezó a utilizarse en los círculos internacionales relacionados con el
"medioambiente" y el "desarrollo", dando lugar a un episodio que vaticinó su
suerte. Se trata de la declaración en su día llamada de Cocoyoc, por haberse
elaborado en un seminario promovido por las Naciones Unidas al más alto nivel,
con la participación de Sachs, que tuvo lugar en l974 en el lujoso hotel de ese
nombre, cerca de Cuernavaca, en Méjico. El propio presidente de Mejico,
Echeverría, suscribió y presentó a la prensa las resoluciones de Cocoyoc, que
hacían suyo el término "ecodesarrollo". Unos días más tarde, según recuerda Sachs
en una reciente entrevista [Sachs, I. , 1994 ], Henry Kissinger manifestó, como jefe
de la diplomacia norteamericana, su desaprobación del texto en un telegrama
enviado al presidente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente: había que retocar el vocabulario y, más concretamente, el término
"ecodesarrollo" que quedó así vetado en estos foros. Lo sustituyó más tarde aquel
otro del "desarrollo sostenible", que los economistas más convencionales podían
aceptar sin recelo, al confundirse con el "desarrollo autosostenido" (self sustained
growth) introducido tiempo atrás por Rostow y barajado profusamente por los
economistas que se ocupaban del desarrollo. Sostenido (sustained) o sostenible
(sustainable), se trataba de seguir promoviendo el desarrollo tal y como lo venía
entendiendo la comunidad de los economistas. Poco importa que algún autor como
Daly matizara que para él "desarrollo sostenible" es "desarrollo sin crecimiento",
contradiciendo la acepción común de desarrollo que figura en los diccionarios
estrechamente vinculada al crecimiento.
Predominó así la función retórica del término "desarrollo sostenible" subrayada por
algunos autores [ Dixon, J.A. y Fallon, L.A. , 1991 ], que explica su aceptación
generalizada: "la sostenibilidad parece ser aceptada como un término mediador
diseñado para tender un puente sobre el golfo que separa a los `desarrollistas' de los
`ambientalistas'. La engañosa simplicidad del término y su significado
aparentemente manifiesto ayudaron a extender una cortina de humo sobre su
77
inherente ambigüedad" [O'Riordan, T. , 1988 ]. En fin que parece que lo que más
contribuyó a sostener la nueva idea de la `sostenibilidad' fueron las viejas ideas del
`crecimiento' y el `desarrollo' económico, que tras la avalancha crítica de los setenta
necesitaban ser apuntaladas.
De esta manera, veinte años después de que el Informe del Club de Roma
preparado por Meadows sobre los límites del crecimiento (1971) pusiera en
entredicho las nociones de crecimiento y desarrollo utilizadas en economía,
estamos asistiendo ahora a un renovado afán de hacerlas "sostenibles" asumiendo
acríticamente esas nociones que se habían afianzado abandonando las
preocupaciones que originariamente las vinculaban al medio físico en el que se
encuadraban. La forma en la que se ha redactado y presentado en 1992 un nuevo
Informe Meadows, titulado "Más allá de los límites" [Meadows, D.H. y D.L. , 1991
] constituye un buen exponente de la fuerza con la que soplan los vientos del
conformismo conceptual en el discurso económico. El deterioro planetario y las
perpectivas de enderezarlo son bastante peores que las de hace veinte años, pero los
autores, para evitar que se les tilde de catastrofistas, se sienten obligados a estas
alturas a escudarse en la confusa distinción entre crecimiento y desarrollo
económico, para advertir que, "pese a existir límites al crecimiento, no tiene por
qué haberlos al desarrollo" [Meadows, D.H. y D.L. , 1991 ] y a incluir el prólogo de
un economista tan consagrado como es Tinbergen, y galardonado además con el
premio Nobel, en el que se indica que el libro es útil porque "clarifica las
condiciones bajo las cuales el crecimiento sostenido, un medio ambiente limpio e
ingresos equitativos pueden ser organizados".
Sin embargo, a la vez que se extendió la utilización banalmente retórica del término
"desarrollo sostenible", se consiguió también hacer que la idea misma de
`sostenibilidad' cobrara vida propia y que la reflexión sobre la viabilidad a largo
plazo de los sistemas agrarios, industriales... o urbanos tuviera cabida en las
reuniones y proyectos de administraciones y universidades, dando lugar a textos
como el que estamos elaborando que pretenden avanzar en la clarificación y
aplicación de esta idea.
Reflexiones sobre el uso acrítico y banal del término "desarrollo sostenible" Con todo, frente a la tendencia todavía imperante entre políticos y economistas a
asumir acríticamente la meta del crecimiento (o desarrollo) económico, se acusa
también la aparición reciente de algunos textos marcadamente críticos y
clarificadores del propósito de moda del desarrollo sostenible. Entre éstos destacan
el "Diccionario del desarrollo", dirigido por Wolfgang Sachs y el libro de Richard
B. Norgaard titulado "El desarrollo traicionado". En la introducción al primero de
ellos Sachs señala que " la idea del desarrollo permanece todavía en pie, como una
especie de ruina, en el paisaje intelectual... Ya es hora de desmantelar su estructura
mental. Los autores de este libro tratan conscientemente de trascender la difunta
idea del desarrollo con el ánimo de clarificar nuestras mentes con nuevos análisis"
[Sachs, W. , 1992 ] . Por su parte Norgaard subraya la inconsistencia de unir las
nociones de sostenibilidad y desarrollo, concluyendo que "es imposible definir el
desarrollo sostenible de manera operativa con el nivel de detalle y de control que
presupone la lógica de la modernidad" [Norgaard, R.B. , 1994 ]. Y, en el reciente
Congreso Internacional sobre "Technology, Sustainable Development and
Imbalance", que tuvo lugar en Tarrasa (14-16 de diciembre de 1995) se levantaron
voces críticas señalando que el objetivo de la sostenibilidad se revelaba
incompatible con el desarrollo de un sistema económico cuya globalización origina
a la vez la homogeneización cultural y la destrucción ambiental [Norgaard, R.B. ,
1996 ] . Llegándose incluso a calificar a la "cultura del silencio" sobre estos temas
que propició la retórica del "desarrollo sostenible", de verdadera "corrupción de
nuestro pensamiento, nuestras mentes y nuestro lenguaje" [M'Mwereria, G.K. ,
1996 ]. Es en el fondo esta "corrupción mental" la que ha impedido la clarificación
conceptual y la revisión crítica del statu quo que reclamarían los avances
significativos en favor de la sostenibilidad global. Para ello habría que bajar del
pedestal que hoy ocupa la propia idea del crecimiento económico como algo
globalmente deseable e irrenunciable y advertir que la sostenibilidad no será fruto
de la eficiencia y del desarrollo económico, sino que implica sobre todo decisiones
sobre la equidad actual e intergeneracional.
Cuando el término "desarrollo sostenible" está sirviendo para mantener en los
países industrializados la fé en el crecimiento y haciendo las veces de burladero
para escapar a la problemática ecológica y a las connotaciones éticas que tal
crecimiento conlleva, no está de más subrayar el retroceso operado al respecto
citando a John Stuart Mill, en sus Principios de Economía Política (1848) que
fueron durante largo tiempo el manual más acreditado en la enseñanza de los
economistas. Cuando se aceptaba que la civilización industrial estaba abocada a
toparse con un horizonte de "estado estacionario", este autor decía hace más de un
siglo: "no puedo mirar al estado estacionario del capital y la riqueza con el disgusto
que por el mismo manifiestan los economistas de la vieja escuela. Me inclino a
creer que, en conjunto, sería un adelanto muy considerable sobre nuestra situación
actual. Confirmo que no me gusta el ideal de vida que defienden aquellos que creen
que el estado normal de los seres humanos es una lucha incesante por avanzar y que
aplastar, dar codazos y pisar los talones al que va delante, característicos del tipo de
sociedad actual, e incluso que constituyen el género de vida más deseable para la
78
especie humana... No veo que haya motivo para congratularse de que personas que
son ya más ricas de lo que nadie necesita ser, hayan doblado sus medios de
consumir cosas que producen poco o ningún placer, excepto como representativos
de riqueza,... sólo en los países atrasados del mundo es todavía el aumento de
producción un asunto importante; en los más adelantados lo que se necesita desde
el punto de vista económico es una mejor distribución... Sin duda es más deseable
que las energías de la humanidad se empleen en esta lucha por la riqueza que en
luchas guerreras,... hasta que inteligencias más elevadas consigan educar a las
demás para mejores cosas. Mientras las inteligencias sean groseras necesitan
estímulos groseros. Entre tanto debe excusársenos a los que no aceptamos esta
etapa muy primitiva del perfeccionamiento humano como el tipo definitivo del
mismo, por ser excépticos con respecto a la clase de progreso económico que excita
las congratulaciones de los políticos ordinarios: el aumento puro y simple de la
producción y de la acumulación". Sin embargo, los afanes que concita el simple
aumento generalizado de éstos permanecen bien vivos, mientras que el problema de
exceso de residuos predomina hoy sobre el ocasionado por la falta de recursos que,
hace un siglo, se veía como el principal freno que impondría al sistema un
horizonte de "estado estacionario". La situación actual se revela más problemática
porque, en que en vez de toparse la expansión del sistema con el límite objetivo que
impone la falta de recursos, esta expansión está provocando un deterioro ecológico
cada vez más acentuado, con lo que la moderación y reconversión del sistema no
sólo habría que aceptarla, como hacía J.S.Mill viendo su parte positiva, sino incluso
promoverla para evitar que prosiga el mencionado deterioro. Es decir, hace falta
que la sociedad reaccione a las señales de deterioro en las condiciones de
habitabilidad de la Tierra, corrigiendo el funcionamiento del sistema económico
que lo origina.
Sobre el contenido del término "sostenible" Poca voluntad, se aprecia, de hacer planes de reconversión de la sociedad actual
hacia bases más sostenibles o físicamente viables, por mucho que las referencias a
la sostenibilidad aparezcan en multitud de publicaciones y declaraciones. Si hubiera
verdadero afán de aplicar ese propósito habría que empezar por romper ese "cajón
de sastre" de la producción de valor, para enjuiciar el comportamiento físico de las
actividades que contribuyen a ella. Esto es lo que con poca fortuna pretendieron los
autores hoy llamado fisiócratas cuando, hace más de dos siglos, proponían
aumentar la producción de riquezas "renacientes" (hoy diríamos renovables) sin
detrimento de los "bienes fondo" o de los stocks de riquezas preexistentes, siendo
descalificados en este empeño por los economistas posteriores, que erigieron el
mencionado "cajón de sastre" del valor como centro de la ciencia económica,
separándolo del contexto físico y social en el que se desenvolvía. Vemos, pues, que
no se trata tanto de "descubrir la pólvora" de la sostenibilidad como de desandar
críticamente el camino andado, volviendo a conectar lo físico con lo monetario y la
economía con las ciencias de la naturaleza.
La mayor parte de la indefinición vigente procede del empeño de conciliar el
crecimiento (o desarrollo) económico con la idea de sostenibilidad, cuando cada
uno de estos dos conceptos se refieren a niveles de abstracción y sistemas de
razonamientos diferentes: las nociones de crecimiento (y de desarrollo) económico
encuentran su definición en los agregados monetarios homogéneos de "producción"
y sus derivados que segrega la idea usual de sistema económico, mientras que la
preocupación por la sostenibilidad recae sobre procesos físicos singulares y
heterogéneos. En efecto, la idea de crecimiento (o desarrollo) económico con la que
hoy trabajan los economistas, se encuentra desvinculada del mundo físico y no
tiene ya otro significado concreto y susceptible de medirse que el referido al
aumento de los agregados de Renta o Producto Nacional. Es decir, de agregados
monetarios que, por definición, hacen abstracción de la naturaleza física
heterogénea de los procesos que los generan, careciendo por lo tanto de
información y de criterios para enjuiciar la sostenibilidad de estos últimos: para ello
habría, como se ha indicado, que romper la homogeneidad de ese "cajón de sastre"
de la producción de valores pecuniarios para analizar la realidad física subyacente.
En primer lugar hay que advertir que la ambigüedad conceptual de fondo no puede
resolverse mediante simples retoques terminológicos o definiciones descriptivas o
enumerativas más completas de lo que ha de entenderse por sostenibilidad (al igual
que ocurre con las nociones de producción o de desarrollo, que encuentran
implícitamente su definición en la propia idea de sistema económico): a la hora de
la verdad, el contenido de este concepto no es fruto de definiciones explícitas, sino
del sistema de razonamiento que apliquemos para acercarnos a él. Evidentemente
si, como está ocurriendo, no aplicamos ningún sistema en el que el término
sostenibilidad concrete su significado, éste se seguirá manteniendo en los niveles de
brumosa generalidad en los que hoy se mueve. Sin que las brumas se disipen por
mucho que intentemos matizarlo con definiciones explícitas y discutamos si
interesa más traducir el término inglés originario sustainability por sostenibilidad,
durabilidad o sustentabilidad.
Por lo tanto, clarificar la situación exige, en primer lugar, identificar cual es la
interpretación del objetivo de la sostenibilidad que se puede hacer desde la noción
usual de sistema económico, cuáles son las recomendaciones para atenderlo que se
extraen dentro de este sistema de razonamiento y cuáles son las limitaciones de este
79
planteamiento. Afortunadamente estas cuestiones han sido ya respondidas por un
economista tan altamente cualificado para ello como es Robert M. Solow. Este
autor, que había sido galardonado con el premio Nobel en 1987 precisamente en
razón de sus trabajos sobre el crecimiento económico, se tomó la molestia de
definir la sostenibilidad "desde la perspectiva de un economista" [ Solow, R. , 1991
] y en hacer las oportunas recomendaciones al respecto [Solow, R. , 1992 ]. Tras
advertir que si queremos que la sostenibilidad signifique algo más que un vago
compromiso emocional, Solow señala que debemos precisar lo que se quiere
conservar, concretando en algo el genérico enunciado del Informe de la Comisión
Brundtland arriba mencionado. Para Solow lo que debe ser conservado es el valor
del stock de capital (incluyendo el capital natural) con el que cuenta la sociedad,
que es lo que, según este autor, otorgaría a las generaciones futuras la posibilidad
de seguir produciendo bienestar económico en igual situación que la actual. Para
Solow el problema estriba, por una parte, en lograr una valoración que se estime
adecuadamente completa y acertada del stock de capital y del deterioro ocasionado
en el mismo, por otra, en asegurar que el valor de la inversión que engrosa
anualmente ese stock cubra, al menos, la valoración anual de su deterioro. "El
compromiso de la sostenibilidad se concreta así en el compromiso de mantener un
determinado montante de inversión productiva", pues, según este autor, "el pecado
capital no es la extracción minera, sino el consumo de las rentas obtenidas de la
minería" [ Solow, R. , 1992 ]. El tratamiento del tema de la sostenibilidad en
términos de inversión, explica que se haya extendido entre los economistas la idea
de que el problema ambiental encontrará solución más fácil cuando la producción y
la renta se sitúen por encima de ciertos niveles que permitan aumentar
sensiblemente las inversiones en mejoras ambientales. Como explica también la
recomendación a los países pobres de anteponer el crecimiento económico a las
precupaciones ambientales, para lograr cuanto antes los niveles de renta que, se
supone, les permitirán resolver mejor su problemática ambiental.
Como no podía ser de otra manera, vemos que la lectura del objetivo de la
sostenibilidad que se puede hacer desde la idea usual de sistema económico, es una
lectura que se circunscribe lógicamente al campo de lo monetario. Pero, como el
propio Solow precisa, ello no quiere decir que el problema así planteado pueda
encontrar solución en el universo aislado de los valores pecuniarios o de cambio, a
base de que los economistas especializados descubran nuevas técnicas de
valoración de los recursos naturales y ambientales y practiquen los oportunos
retoques en las estimaciones del stock de capital y de los agregados, obteniendo así
el "verdadero" Producto Neto que puede ser consumido sin que se empobrezcan las
generaciones futuras. Solow reconoce que los precios ordinarios de transacción no
aportan una respuesta adecuada y advierte que "francamente, en gran medida, mi
razonamiento depende de la obtención de unos precios-sombra aproximadamente
correctos" para lo cual, concluye, "estamos abocados a depender de indicadores
físicos para poder juzgar la actuación de la economía con respecto al uso de los
recursos ambientales. Así, el marco conceptual propuesto debería ayudar también a
clarificar el pensamiento en el propio campo del medio ambiente" [Solow, R. , 1992
]. Con independencia de la fe que se tenga en las posibilidades que brinda el
camino sugerido por Solow de corregir los agregados económicos habituales,
subrayemos, como él mismo hace, que su propuesta no está reñida con, sino que
necesita apoyarse en, el buen conocimiento de la interacción de los procesos
económicos con el medio ambiente en el que se desenvuelven, restableciendo la
conexión entre el universo aislado del valor en el que venían razonando los
economistas y el medio físico circundante o, con palabras diferentes, abriendo el
"cajón de sastre" de la producción de valor para analizar los procesos físicos
subyacentes.
Con todo hay que advertir que el tratamiento de las cuestiones ambientales (y, por
ende, de la propia idea de sostenibilidad) ha escindido hoy las filas de los
economistas. En efecto, por un parte, se han magnificado las posibilidades del
enfoque mencionado sin subrayar su dependencia de la información física sobre los
recursos y los procesos. Por otra, toda una serie de autores más o menos vinculados
a la corriente agrupada en torno a la revista y la asociación "Ecological
Economics", advierten que el tratamiento de las cuestiones ambientales, y de la
propia idea de sostenibilidad, requieren no sólo retocar, sino ampliar y reformular
la idea usual de sistema económico. La principal limitación que estos autores
advierten en la interpretación que se hace de la sostenibilidad desde la noción usual
de sistema económico, proviene de que los objetos que componen esa versión
ampliada del stock de capital no son ni homogéneos ni necesariamente sustituibles.
Es más, se postula que los elementos y sistemas que componen el "capital natural"
se caracterizan más bien por ser complementarios que sustitutivos con respecto al
capital producido por el hombre [Daly, H. , 1990 ]. Esta limitación se entrecruza
con aquella otra que impone la irreversibilidad propia de los principales procesos
de deterioro (destrucción de ecosistemas, suelo fértil, extinción de especies,
agotamiento de depósitos minerales, cambios climáticos, etc.). Ehrlich apunta que
el flujo circular en el que la inversión corrige el deterioro ocasionado por el propio
sistema que la produce, es inviable en el mundo físico: "es el simple diagrama de
una máquina de movimiento perpetuo, que no puede existir más que en la mente de
los economistas" [Ehrlich, P.R. , 1989 ]. Por eso sólo cabe representar el
funcionamiento de organismos, poblaciones o ecosistemas en términos de sistemas
80
abiertos, es decir, que necesitan degradar energía y materiales para mantenerse en
vida. La clave de la sostenibilidad de la biosfera está en que tal degradación se
articula sobre la energía que diariamente recibe del Sol y que en cualquier caso se
iba a degradar (y no en que la biosfera sea capaz de reparar tal degradación).
La imposibilidad física de un sistema que arregle internamente el deterioro
ocasionado por su propio funcionamiento, invalida también la posibilidad de
extender a escala planetaria la idea de que la calidad del medio ambiente esté
llamada a mejorar a partir de ciertos niveles de producción y de renta que permitan
invertir más en mejoras ambientales. Estas mejoras pueden lograrse ciertamente a
escala local o regional, pero el ejemplo que globalmente ofrece el mundo industrial
no resulta hasta ahora muy recomendable, ya que se ha venido saldando con una
creciente importación de materias primas y energía de otros territorios y con la
exportación hacia éstos de residuos y procesos contaminantes. Lo cual viene a
ejemplificar la posibilidad común en el mundo físico de mantener e incluso mejorar
la calidad interna de un sistema a base de utilizar recursos de fuera y de enviar
residuos fuera. La otra posibilidad supondría rediseñar el sistema para conseguir
que utilice más eficientemente los recursos y, en consecuencia, genere menos
pérdidas ya sea en forma de residuos o de pérdida de calidad interna. El problema
estriba en que una diferencia cualitativa tan capital como la indicada no tiene un
reflejo claro en el universo homogeneo del valor, como tampoco lo tiene en general
la casuística de los procesos físicos que se oculta bajo el velo monetario de la
producción agregada de valor.
Viendo las limitaciones que ofrece la aproximación al tema de la sostenibilidad que
se practica desde el aparato conceptual de la economía estándar, la mencionada
corriente de autores trata de analizar directamente las condiciones de sostenibilidad
de los procesos y sistemas del mundo físico sobre los que se apoya la vida de los
hombres. Se llega así, según Norton [Norton, B.G., 1992], a dos tipos de nociones
de sostenibilidad diferentes que reponden a dos paradigmas diferentes: una
sostenibilidad débil (formulada desde la racionalidad propia de la economía
estándar) y otra fuerte (formulada desde la racionalidad de esa economía de la física
que es la temodinámica y de esa economía de la naturaleza que es la ecología). En
lo que sigue nos ocuparemos de esta sostenibilidad fuerte, que se preocupa
directamente por la salud de los ecosistemas en los que se inserta la vida y la
economía de los hombres, pero sin ignorar la incidencia que sobre los procesos del
mundo físico tiene el razonamiento monetario. Pues es la sostenibilidad en el
sentido fuerte indicado, la que puede responder a la sostenibilidad de las ciudades y
de los asentamientos humanos, en general, sobre la que se centra este documento.
El segundo paso para superar el estadio de indefinición actual se centra así en la
sostenibilidad de procesos y sistemas físicos, separadamente de las precupaciones
económicas ordinarias sobre el crecimiento de los agregados monetarios.
Reflexionemos, pues, sobre la noción de sostenibilidad fuerte para disipar sus
propias ambigüedades, dejando ya de lado el tema del "desarrollo". Para ello, lo
primero que tenemos que hacer es identificar los sistemas cuya viabilidad o
sostenibilidad pretendemos enjuiciar, así como precisar el ámbito espacial (con la
consiguiente disponibilidad de recursos y de sumideros de residuos) atribuido a los
sistemas y el horizonte temporal para el que se cifra su viabilidad. Si nos referimos
a los sistemas físicos sobre los que se organiza la vida de los hombres (sistemas
agrarios, industriales,...o urbanos) podemos afirmar que la sostenibilidad de tales
sistemas dependerá de la posibilidad que tienen de abastecerse de recursos y de
deshacerse de residuos, así como de su capacidad para controlar las pérdidas de
calidad (tanto interna como "ambiental") que afectan a su funcionamiento.
Aspectos éstos que, como es obvio, dependen de la configuración y el
comportamiento de los sistemas sociales que los organizan y mantienen. Por lo
tanto la clarificación del objetivo de la sostenibilidad es condición necesaria pero
no suficiente para su efectiva puesta en práctica. La conservación de determinados
elementos o sistemas integrantes del patrimonio natural, no sólo necesita ser
asumida por la población, sino que requiere de instituciones que velen por la
conservación y transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras, tema éste
sobre el que insiste Norgaard en los textos citados.
Es justamente la indicación del ámbito espacio-temporal de referencia la que da
mayor o menor amplitud a la noción de sostenibilidad (fuerte) de un proyecto o
sistema: cualquier experimento de laboratorio o cualquier proyecto de ciudad puede
ser sostenible a plazos muy dilatados si se ponen a su servicio todos los recursos de
la Tierra, sin embargo muy pocos lo serían si su aplicación se extendiera a escala
planetaria. Hablaremos, pues, de sostenibilidad global, cuando razonamos sobre la
extensión a escala planetaria de los sistemas considerados, tomando la Tierra como
escala de referencia y de sostenibilidad local cuando nos referimos a sistemas o
procesos más parciales o limitados en el espacio y en el tiempo. Asi mismo,
hablaremos de sostenibilidad parcial cuando se refiere sólo a algún aspecto,
subsistema o elemento determinado (por ejemplo, al manejo de agua, de algún tipo
de energía o material, del territorio) y no al conjunto del sistema o proceso
estudiado con todas sus implicaciones. Evidentemente, a muy largo plazo, tanto la
sostenibilidad local como la parcial, están llamadas a converger con la global. Sin
embargo, la diferencia entre sostenibilidad local (o parcial) y la global cobra
importancia cuando, como es habitual, no se razona a largo plazo.
81
El enfoque analítico-parcelario aplicado a la solución de problemas y a la búsqueda
de rentabilidades a corto plazo, predominante en la civilización industrial, ha sido
una fuente inagotable de "externalidades" no deseadas y de sistemas cuya
generalización territorial resultaba insostenible en el tiempo, siendo paradigmático
el caso de los sistemas urbanos. Ya que las mejoras obtenidas en las condiciones de
salubridad y habitabilidad de las ciudades que posibilitaron su enorme crecimiento,
se consiguieron generalmente a costa de acentuar la explotación y el deterioro de
otros territorios. El problema estriba en que este crecimiento no solo se revela
globalmente insostenible, sino que pone también en peligro los logros en salubridad
y habitabilidad, por lo que los tres aspectos deben de tratarse conjuntamente. El
Libro verde del medio ambiente urbano (1990) de la Unión Europea (UE) superó
los planteamientos parcelarios habituales, al preocuparse no sólo de las condiciones
de vida en las ciudades, sino también de su incidencia sobre el resto del territorio.
Este planteamiento coincide con la sostenibilidad global antes indicada y se
mantiene en documentos posteriores: en particular el Informe final del Grupo de
Expertos sobre Medio Ambiente Urbano de la UE, titulado Ciudades Europeas
Sostenibles (1995) señala que "el desafío de la sostenibilidad urbana apunta a
resolver tanto los problemas experimentados en el seno de las ciudades, como los
problemas causados por las ciudades". Sin embargo, cinco años depués de haber
enunciado la meta de la sostenibilidad global, todavía no se han establecido ni el
aparato conceptual ni los instrumentos de medida necesarios para aplicarlo con
pleno conocimiento de causa y establecer su seguimiento: el nuevo documento
mencionado se lanza a discutir las políticas favorables a la sostenibilidad sin apenas
añadir precisión sobre el contenido de ésta, ni sobre la compleja problemática que
entraña la amplitud del enfoque adoptado, dadas las múltiples interconexiones que
observan los sistemas intervenidos o diseñados por el hombre sobre el telón de
fondo de la biosfera (en relación, claro está, con la hidrosfera, la litosfera y la
atmósfera). Si queremos enjuiciar la sostenibilidad de las ciudades en el sentido
global antes mencionado, hemos de precuparnos no sólo de las actividades que en
ellas tienen lugar, sino también de aquellas otras de las que dependen aunque se
operen e incidan en territorios alejados. Desde esta perspectiva enjuiciar la
sostenibilidad de las ciudades nos conduce por fuerza a enjuiciar la sostenibilidad
(o más bien la insostenibilidad) del núcleo principal del comportamiento de la
civilización industrial. Es decir, incluyendo la propia agricultura y las actividades
extractivas e industriales que abastecen a las ciudades y a los procesos que en ellas
tienen lugar. Ya que el principal problema reside en que la sostenibilidad local de
las ciudades se ha venido apoyando en una creciente insostenibilidad global de los
procesos de apropiación y vertido de los que dependen.
Fernandez Durán: EL ANTROPOCENO: LA CRISIS ECOLÓGICA SE HACE
MUNDIAL. La expansión del capitalismo global choca con la Biosfera
Introducción
El Antropoceno sería una nueva época de la Tierra, consecuencia del despliegue del
sistema urbano-agro-industrial a escala global, que se da junto con un incremento
poblacional mundial sin parangón histórico. Todo ello ha actuado como una
auténtica fuerza geológica con fuertes implicaciones ambientales. El Holoceno, la
etapa histórica que coincide con el inicio de la agricultura y la expansión y
evolución de las distintas civilizaciones humanas, grosso modo los últimos 12.000
años, ha tocado a su fin. Estaríamos en una nueva era histórica marcada por la
incidencia de la ―especie humana‖ en el planeta Tierra. Pero no es toda la especie
humana la que así actúa, sino q la misma se ve impulsada y condicionada por un
sistema, el actual capitalismo global, que ha logrado alterar por primera vez en la
Historia el sistema ecológico y geomorfológico global. Una tremenda fuerza de
carácter antropogénico, activada y amplificada por un sistema que se basa en el
crecimiento y acumulación (dineraria) ―sin fin‖.
El enorme despliegue del capitalismo urbano-agro-industrial a escala global en el
siglo XX, así como el incremento de la población, producción y consumo que ha
llevado aparejado, no hubieran sido posibles sin ciertas ayudas decisivas: * energía
abundante y barata, *disposición también barata y abundante de recursos claves
(agua, minerales, alimentos y biomasa), * oferta en ascenso de fuerza de trabajo
asalariada, y trabajo doméstico no remunerado (prioritariamente femenino) que
hacía viable su reproducción.
Son estos factores los que han hecho posible un crecimiento económico mundial sin
parangón. Todo ello no hubiera sido factible sin un sistema tecnológico, una
megamáquina global, y sin la consolidación y profundización de unas
megaestructuras de poder político, económico y financiero que lo impulsaran, que
operan con importantes tensiones y conflictos entre sí, condicionadas igualmente
por la conflictividad político-social. Todo ello forma un Todo, interrelacionado,
que en el siglo XXI se empieza a agrietar y desmoronar, por sus contradicciones
internas y por chocar con los límites geofísicos y biológicos planetarios. Una sola
especie, la especie humana, ha logrado desviar en su propio beneficio una gran
parte de los recursos del planeta.
Impactos perniciosos en sectores claves para el mantenimiento de la vida: el agua
potable, la tierra fértil, las pesquerías oceánicas, los bosques, la diversidad
biológica y la atmósfera planetaria. Además, la explotación de pesquerías, bosques
y tierras fértiles ha llegado a su máximo histórico, y enfrenta un declive progresivo
82
x su agotamiento y el cambio climático en marcha. En definitiva, en los siglos XIX
y XX se pensaba que la Biosfera era un espacio inagotable, pero en las 2/3 últimas
décadas el sistema urbano-agro-industrial ha actuado por encima de la capacidad de
regeneración del planeta Tierra. El sistema mundo capitalista vivió de espaldas a
este hecho, y todavía lo siguen haciendo auspiciados por la capacidad de
enmascaramiento y ocultación que posibilitan la Sociedad de la Imagen y la Aldea
Global.
La repercusión global del metabolismo urbano-agro-industrial mundial
La ideología dominante a lo largo del siglo XX, de fuerte raíz en la llamada
economía neoclásica (conformada a finales del siglo XIX), con su fe en el
crecimiento continuo y el progreso indefinido, sostiene que la expansión del actual
modelo productivo y de acumulación se produce como en una burbuja aislada y
autosostenida, desconectada de los procesos históricos, y de la realidad social y
ambiental. FALACIA. Atendiendo al ámbito de lo ambiental, el metabolismo del
capitalismo global no se puede entender sin un consumo creciente de recursos de
todo tipo (inputs biofísicos)(materiales y energía), para ser posteriormente
procesados por un sistema tecnológico y organizativo (el capital productivo), con el
concurso fundamental del trabajo humano (asalariada), generando una producción
que en parte es acumulada en forma de stock construido (edificios, infraestructuras,
etc.), al tiempo que produce también mercancías de toda índole destinadas al
consumo. Ambos procesos engendran importantes residuos o emisiones de muy
diversa naturaleza (los outputs biofísicos) que son vueltos a lanzar al medio
natural. La economía neoclásica da por supuesto la disponibilidad d los inputs
biofísicos, y piensa que son ad eternum; y no considera repercusión
medioambiental de los outputs biofísicos, resultado de los procesos productivos y
de consumo. Y considera que ninguno de los dos puede afectar a su dinámica de
expansión ―sin fin‖.
Los impactos de metabolismo urbano-agro-industrial sobre la Biosfera, co resultado
de los inputs demandados y outputs generados, han ido fuertemente in crescendo a
lo largo de este periodo, con efectos acumulativos. En la naturaleza no hay
―recursos‖ ni ―residuos‖, todo funciona como un sistema interrelacionado, activado
por la energía externa solar. Lo que es un residuo para un organismo, es un recurso
para otro, cosa que no pasa en el sistema neoclasico.
Este auge perverso del metabolismo urbano-agro-industrial se aceleró aún más en la
segunda mitad del siglo XX, en especial en las dos últimas décadas, tras las crisis
energéticas de los setenta. La utilización masiva del petróleo (el oro negro) fue la
energía clave que lo hizo, y lo hace, viable, gracias tmb a la expansión del proceso
de transporte motorizado.
Las repercusiones del metabolismo urbano-agro-industrial se están exportando cada
vez más hacia los espacios periféricos y semiperiféricos. Así, el capitalismo global
adopta una configuración geográfica de Estados y regiones metropolitanas
―ganadoras‖( acumuladoras de capital, atractoras de población, sobreconsumidoras
de recursos y sobregeneradoras de residuos); mientras que otros Estados y regiones
se configuran como espacios ―perdedores‖ (se extraen los recursos, los capitales y
la población, sumideros de los residuos a escala mundial, junto con los mares, los
océanos y la atmósfera planetaria). Y ello es así por una división internacional del
trabajo y una especialización funcional de los territorios que ha sido impuesta y
está gobernada por la Regla del Notario10
. Los territorios centrales se especializan
en las actividades de mayor valor añadido, a través de la terciarización creciente de
sus economías, mientras que los territorios semiperiféricos y periféricos lo hacen
cada vez más en los procesos industriales, sobre todo en aquellos de menor valor
añadido, y principalmente en actividades de carácter extractivo. En los territorios
centrales predominan pues las funciones mejor remuneradas, más intensivas en
tecnología y de menor intensidad material (menor impacto ambiental); mientras en
los territorios semiperiféricos y periféricos se desarrollan en general las actividades
industriales más contaminantes, más intensivas en trabajo humano y en recursos
materiales.
El capitalismo global se convierte en el principal agente geomorfológico
El actual sistema urbano-agro-industrial pone en movimiento cada año un tonelaje
de materias primas muy superior a cualquier fuerza geológica. El grueso del
movimiento de materiales que se produce actualmente es de recursos físicos,
extracción y transporte de rocas y minerales, no de biomasa, como era el caso en las
civilizaciones agrarias. Afirmamos taxativamente que el capitalismo urbano-agro-
industrial mundial se ha convertido ya en la principal fuerza geomorfológica
10
―En la construcción de una casa el mayor consumo energético y de materiales se lo llevan
la remoción de tierras, los materiales de construcción, el cemento, el vidrio, y el acero que,
sin embargo tienen un reducido precio unitario. Por el contrario, cuando la operación
finaliza en la mesa del notario, éste, el promotor, el registrador y el Fisco, consumen en su
actividad muy poca energía y materiales y, sin embargo, reciben una buena fracción del
precio final de la venta‖ (Naredo y Valero, 1999).
83
planetaria. La desmesura es consecuencia directa de la expansión global del sistema
urbano-agro-industrial, pero especialmente de la imparable dimensión
metropolitana de su expresión territorial y de la explosión de transporte motorizado
que la ha acompañado. Y lo que la hecho principalmente viable todo ello ha sido la
utilización masiva del petróleo como energía clave (aunque no se excluyen otros
combustibles como fósiles, carbón, gas y otras energías…) Con el aumento
demográfico desproporcionado, se han creado verdaderos monstruos urbano-
metropolitanos, con una huella directa cada vez más difusa sobre el territorio
(urban sprawl).
La edificación del espacio urbanizado conlleva una fuerte demanda de materiales
de alto impacto territorial en sus lugares de extracción y elevado consumo
energético en su elaboración. La evolución del consumo de cemento en el mundo
indica la impresionante actividad constructora que se ha llevado a cabo en los
últimos cincuenta años del siglo XX. El funcionamiento diario del sistema urbano-
metropolitano comporta asimismo una bulimia sin freno de recursos energéticos,
manufacturados y bióticos (principalmente alimentos), con sus correspondientes
huellas ecológicas. Se privilegia el transporte vertical, en vez del horizontal11
. El
actual sistema urbano-agro-industrial opera de forma absolutamente contraria a este
funcionamiento de la Naturaleza. Y para hacer factible ese desplazamiento
horizontal masivo de materiales, manufacturas y personas necesita de
infraestructuras que lo posibiliten (carreteras, autopistas, aviones, etc.) que invaden,
destrozan y trocean el territorio. Además, ese desplazamiento motorizado exige de
una diversidad de vehículos cuya construcción requiere una muy importante
demanda de minerales metálicos para cuya extracción es preciso una gran remoción
de materiales no metálicos, de fuerte impacto territorial y que se efectúa con
maquinaria activada por derivados del petróleo. Son los llamados flujos ocultos y
las ―mochilas ecológicas‖ correspondientes.
La movilidad motorizada explota a lo largo del siglo XX, sobre todo en su segunda
mitad; y es a partir de entonces cuando estalla el comercio internacional de
materiales y alimentos. El transporte motorizado es el que ha permitido el
incremento de la capacidad de carga del territorio, junto con una tecnología de
11
transporte vertical es el generado por el intercambio de materia entre el reino vegetal, la
atmósfera y el suelo, y por el flujo interno de nutrientes dentro de las propias especies
vegetales. El transporte horizontal solo lo realizan los animales. El transporte horizontal a
largas distancias, como es el caso de las migraciones de grandes animales terrestres y de
aves, es generalmente una rareza en la Naturaleza
extracción de materiales de la corteza y la superficie terrestre cada vez más
compleja. Sin ellas, hubiera sido inviable la tremenda concentración poblacional
mundial en los espacios urbanometropolitanos. El petróleo es el que ha hecho
factible este ―milagro‖, es decir, tanto la capacidad de extracción como el
transporte motorizado. El impacto de los espacios urbano-metropolitanos se deja
sentir no solo en sus entornos más o menos inmediatos (de donde provienen gran
parte de los materiales de construcción), sino en los mundos rurales cercanos,
lejanos y muy lejanos (de donde provienen los alimentos), lo cual está convirtiendo
el Planeta de Metrópolis en una Gran Mina.
El siglo XX se abre con importantes levantamientos indígenas como contestación al
inicio de la explotación de petróleo. Y esa tendencia va a estar presente a lo largo
de todo el siglo conforme se va expandiendo y configurando la actual Gran Mina
Global. Sin embargo, estas resistencias no han logrado frenar el avance imparable
de la actividad extractiva. Aunque lo han condicionado a veces. Quizás el principal
problema que se han encontrado era la falta de apoyos en las poblaciones urbano-
metropolitanas, que son incapaces de vislumbrar que sus formas de producción y
consumo son las responsables de la destrucción y desarraigo que ocasiona la
extracción de los inputs biofísicos necesarios para mantener y expandir la Sociedad
Industrial. Los impactos se perciben tan ―remotos‖ que no suscitan la mínima
atención. A finales del siglo, esas resistencias se intensifican en muchos de los
territorios periféricos mundiales, en paralelo al cada vez mayor despliegue en los
mismos de la Gran Mina Global. Las resistencias campesinas e indígenas a la
extracción de recursos mineros y energéticos han sido (y están siendo)
particularmente intensas en América Latina y tmb en África en alg zonas.
La Primera Piel planetaria, su cubierta natural, la Biosfera, no hace sino mermar y
degradarse, modificándose el paisaje originario; pues éste se ve también alterado y
artificializado. El diálogo de siglos entre los núcleos urbanos preindustiales y sus
entornos naturales inmediatos había generado paisajes culturales de enorme belleza,
que han sido reemplazados por el Monólogo Metropolitano. Ese es el proceder
actual de la Segunda Piel urbanizada, que se expande fuertemente, pero a un ritmo
inferior al que retrocede y se degrada la Primera Piel natural.
Residuos y contaminación, el lado oculto del metabolismo urbano-agro-industrial
El impacto territorial y ambiental de las demandas de materiales y energía
permanece oculto en el enfoque económico dominante, en las estadísticas oficiales
y a los ojos de la ciudadanía que habita en las metrópolis, q a su vez se haya alejada
de estas consecuencias. Se cierran los ojos ante porque en muchas ocasiones tienen
menor visibilidad física y aquejan principalmente a los territorios más periféricos y
84
empobrecidos, mientras que se manifiestan con menor intensidad en los espacios
centrales. Por dos razones: *se exportan las actividades más contaminantes y los
residuos a la Periferia, *regulaciones y medidas correctoras que se tomaron a lo
largo del siglo XX en los espacios centrales. Eran las llamadas ―medidas de final de
tubería‖, que permitían reducir los efectos más nocivos en los entornos más
inmediatos de los espacios urbano-industriales del Centro Occidental, pero que no
eliminaban la acumulación negativa a escala global.
Pero dicha ―basura‖ se resiste a hacerse invisible. Crecen de forma exponencial los
residuos sólidos, líquidos y gaseosos, y su carácter en muchos casos contaminante.
En la segunda mitad del siglo XX, y especialmente en sus últimas décadas, hemos
entrado en una civilización consumista basada en el ―usar y tirar‖, lo que ha
dificultado aún más el cierre de los ciclos de materiales, y ha agravado las
consecuencias de la contaminación urbano-agro-industrial.
La explosión de los residuos sólidos, tanto urbanos (domésticos, industriales y
terciarios) como agroindustriales, se acelera en la segunda mitad del siglo XX por
la intensificación de los procesos de metropolización y por el fuerte incremento de
la producción industrial. Los residuos de muchos sectores de la actividad terciaria
son menores, pero ésta no es una actividad inocua. El fuerte crecimiento de la
producción y distribución a gran escala, ha hecho inviable (por falta de
rentabilidad) la retornabilidad y reutilización de los envases, experimentando una
evolución espectacular el uso de envases de plástico, no retornables y difícilmente
reciclables: ahorros considerables para el productor y el distribuidor, aumento coste
de la recogida de residuos urbanos en ascenso imparable sobre los contribuyentes,
mientras que grandes actores empresariales hacen negocio con su recolección y
tratamiento. El hecho de que los kms recorridos por los residuos sean crecientes es
otro factor que contribuye al encarecimiento de la recogida y tratamiento de los
mismos.
En los últimos 50 años del siglo XX, asistimos a una expansión de la industria
química, que ha generado, aparte de un estallido de la producción de plásticos
(petroquímica), una enorme variedad de sustancias sintéticas de carácter tóxico y
persistente. Ello ha provocado que las enfermedades por exposición ambiental a las
sustancias químicas se hayan disparado.
Por otra parte, es importante resaltar la contaminación química, biológica y
radiactiva provocada a lo largo del siglo XX por la guerra y la industria militaren
1GM, 2GM y Guerra Fría.
Finalmente, las resistencias sociales en relación con los impactos medioambientales
y humanos que provocan los outputs biofísicos han sido menores que las
resistencias a los impactos de sus inputs biofísicos. De todas maneras, las formas de
contaminación más intensas no se han producido sin una fuerte contestación social
que propiciaron en muchos casos la toma de medidas para reducir los impactos
ambientales y sociales. Sin embargo, el advenimiento a finales del siglo de la
llamada Sociedad del Riesgo12
a escala global, en la que dicho riesgo se intensifica
en territorios periféricos, hace que éste pase a ser considerado como una forma más
de facilitar la gobernanza política del capitalismo global. La activación del miedo
de masas ante presentes o futuros riesgos, y sobre todo el tratamiento mediático de
los riesgos que proliferan en la Periferia, hace que la población valore la mayor
―normalidad‖ de los territorios centrales, en donde ―esas cosas‖ que ―allí‖
acontecen ―aquí‖ no pasan.
El impacto en la Hidrosfera y la conversión del agua en el “oro azul”
En el siglo XX, la repercusión ambiental del capitalismo global no queda
circunscrita a las tierras emergida sino que salta definitivamente de éstas a los
mares y océanos afectando a gran parte del ciclo hidrológico. Sobre todo a la
circulación de éste como agua dulce en su contacto con la geoesfera: ríos, lagos,
acuíferos, humedales, glaciares, etc. El agua dulce sólo supone menos del 3% del
total de la hidrosfera y es la que está sometida a mayor demanda y presión. Las
actividades humanas, y muy en concreto las demandas del sistema urbano-agro-
industrial, se apropian de más de un 50% del agua dulce líquida del mundo. Pero
este consumo de agua es muy desigual e incluso podriamos relacionarlo con los
niveles de renta y modos de vida. Además, el agua dulce de ser en general un bien
relativamente abundante, libre y desigualmente repartido geográficamente, va a
pasar a convertirse en un recurso progresivamente escaso, y cada vez más
mercantilizado y contaminado. La razón es su sobre-explotación y deterioro.
Especialmente, porque el agua dulce que utiliza el presente sistema urbano-agro-
industrial global, es luego devuelta al ciclo hidrológico en general contaminada,
provocando una degradación del recurso y una mayor dificultad de acceso al
mismo.
El gran aumento del consumo de este recurso en el siglo XX no esta marcado por
el uso directo de las personas sino por las demandas en ascenso imparable del
sistema urbano-agro-industrial global, y por una distribución de las rentas y los
consumos hídricos cada vez más desiguales. El aumento del consumo se debio a la
12 Los accidentes y peligros como chernobil y el d india, además d las armas nucleares de
la llamada Sociedad Industrial llevaron a Beck (1994) a caracterizarla como la Sociedad del
Riesgo.
85
intensificación de los procesos industriales y especialmente a la agricultura
industrializada, así como a consumos crecientemente suntuarios de parte de las
poblaciones
urbano-metropolitanas. Especialmente de aquellas de mayor renta. Aparte de que
las poblaciones del Centro ―importan‖ también agua de la Periferia en forma de
mercancías, pues su uso y abuso está presente en la producción de todos los
productos manufacturados. Sin embargo, es la agricultura industrializada la que
tiene el mayor consumo de agua dulce, y la que es cada vez más responsable de su
deterioro. En el siglo XX la superficie regada mundial se multiplicó por cinco,
siendo la agricultura industrializada la principal responsable de ese incremento; lo
que fue factible por la energía barata que permitió explotar acuíferos a gran escala
mediante el bombeo masivo de agua.
Sin embargo, la época de la explotación industrializada de los acuíferos será
probablemente una época pasajera, excepto en aquellos sitios donde se extraen por
debajo de su tasa de reposición. En la actualidad, la minoría de las explotaciones
del planeta. El caso más extremo sería el de Arabia Saudita, que cultiva hasta trigo
en el desierto. Pero lo mismo ocurre en otras petro-monarquías de Oriente Medio, o
en Libia, con consumos de agua absolutamente irracionales y fastuosos, para el
entorno en que se hallan enclavadas. En Dubai hasta para alimentar la mayor pista
de esquí cubierta del mundo.
La agricultura industrializada es uno de los principales responsables de la creciente
contaminación de los recursos hídricos, a la que se suman los efluentes urbanos e
industriales. El volumen de nutrientes químicos sintéticos de la agricultura
industrializada, junto con la toxicidad de herbicidas y pesticidas, están ocasionando
un muy serio deterioro de las aguas superficiales y subterráneas. A lo que se suma
la ausencia de un tratamiento adecuado de las aguas de los complejos
metropolitano-industriales, sobre todo en los territorios periféricos, donde es
prácticamente inexistente. La depuración de las aguas residuales es una realidad
solo en los territorios urbano-metropolitanos de los espacios centrales. Pero solo
una realidad incompleta, pues la eliminación de determinados componentes
químicos persistentes es muy difícil y costosa de alcanzar. Lo cual provoca la
creciente eutrofización y contaminación de muchos lagos y embalses, además de
un impacto en ascenso en los mares interiores y en las zonas litorales con presión
urbano-industrial y turística.
La agricultura industrializada ha contribuido igualmente a la creciente salinización
de muchos de los suelos y acuíferos existentes, debido a la sobreexplotación o a la
intrusión marina en zonas costeras. Especialmente reseñable es el caso de la cuenca
del Indo entre Pakistán e India, donde se ha desarrollado el plan de regadío más
importante del mundo, hoy tocado de muerte gran parte de él por la salinización,
sobre todo en su parte paquistaní.
Pero los megaproyectos de regadío han abundado a lo largo del siglo XX, como
parte de la promesa del Desarrollo en los países del Sur, arrastrando tras de sí
fuertes impactos ambientales en la gran mayoría de los casos. Y casi todos ellos
estuvieron vinculados a megapresas, que se levantaron también en muchas
ocasiones para impulsar el desarrollo industrial, a través de la electrificación. La
construcción de grandes presas se disparó en el siglo XX, especialmente una vez
más en su segunda mitad, provocando muy serios daños ecológicos. Parecería
como si cuanto mayor fuese el Estado, mayor debía ser la represa a ejecutar. Un
símbolo más de poder de los nuevos Estados emergentes.
Por otra parte, la proliferación de metrópolis millonarias a escala global acabó
demandando una construcción adicional de grandes presas y obras hidráulicas con
el fin de garantizar su abastecimiento de agua. Al tiempo que se canalizaban, y en
algunos casos desviaban, los ríos que las atravesaban, creando gigantescos
proyectos de fontanería regional. Pero el abastecimiento de algunas inmensas
metrópolis ya estaba chocando con sus límites naturales a finales del siglo XX,
después de haber arramplado y arrasado gran parte de los recursos hídricos en sus
territorios cercanos. Sin embargo, en este trasiego de aguas por la superficie
terrestre, con magnas y costosas obras de ingeniería, se pierde gran parte de ellas
evaporada o filtrada antes de llegar a sus usuarios finales, incluidos los campos de
cultivo. Todo ello está provocando la regresión de muchos deltas del mundo, al
alterar el curso y el flujo normal de los ríos, y además porque sus sedimentos
quedan atrapados en las presas que se aterran. Además se da una importante
pérdida de biodiversidad al hormigonar y hasta entubar muchos de los cauces
fluviales, pues en paralelo se desecan también lagos y tierras pantanosas, para que
se desparrame sin freno la lengua de lava urbano-metropolitana. Un ejemplo de
ingeniería hidráulica sea el caso de Holanda, donde la mitad de su población vive
ahora bajo el nivel del mar.
Sin embargo, ninguno de estos megaproyectos hubiera sido factible sin energía
barata, en concreto petróleo, y sin agua abundante. Pero también necesito un
contexto de crecimiento continuo, disponibilidad de recursos financieros (de los
Estados, organismos internacionales y mercados financieros), y por lo tanto de
endeudamiento creciente. Todo esto esta llegando a su fin.
Finalmente, deberíamos señalar que a finales del siglo XX el agua se empieza ya a
convertir en un recurso enormemente preciado y en un mercado que auguraba
importantísimos beneficios futuros, debido a su creciente demanda, escasez y
86
privatización. Un mercado en fuerte expansión en muchos territorios del mundo,
ante la degradación de la calidad del agua
y su creciente escasez. Además, el agua embotellada es un muy suculento negocio,
pues no en vano su precio suele ser más
de 1000 veces el precio de la que sale por el grifo. Y ello hace que el agua
embotellada rivalice ya con el petróleo como la mercancía que genera más dinero;
no en vano un litro de agua embotellada ―vale‖ más que uno de gasolina. Esta
mercantilización del agua embotellada, impulsada fuertemente por la publicidad,
provoca un volumen ingente de residuos y un consumo de energía en ascenso, por
la elaboración de los envases y el transporte del producto hasta la población.
En definitiva, a finales del siglo XX el agua dulce mundial empezaba a escasear, y
seriamente ya en muchos territorios, agudizando las tensiones socio-políticas en
torno a este recurso al tiempo que se convertía en un mercado en expansión
imparable. Y los costes de esta dinámica lo soportaban cada vez más las
poblaciones más empobrecidas del planeta. En paralelo, la contaminación y
degradación de este recurso básico para la vida iba en aumento, provocando
enfermedades y hasta muertes, y su creciente uso humano lo imposibilitaba para
otras especies, agravando su creciente vulnerabilidad. Por consiguiente, la
domesticación de los ríos y el drenado de tierras húmedas, junto con el deterioro de
los recursos hídricos, están entre los mayores impactos ambientales acontecidos en
el pasado siglo. Los plásticos empiezan ya a superar en muchos espacios marinos al
fitoplancton y a inundar todas las playas del planeta. Lo que hace que
paulatinamente se vaya degradando el conjunto de aquello que define a nuestro
planeta a escala intergaláctica. Ya que no por casualidad lo llamamos el Planeta
Azul.
De la incidencia en la atmósfera local, al cambio climático planetario
La atmósfera es una delgada y delicada cubierta gaseosa de unos 100 kms en torno
a la Tierra, que permite que se desarrolle la vida. Hasta comienzos del siglo XX, su
alteración como resultado de los procesos de industrialización y urbanización había
tenido un carácter exclusivamente local, pero a finales del pasado siglo la
repercusión del metabolismo urbanoagro-industrial va a alcanzar una dimensión
mundial. Es más, llegará hasta modificar el clima, entre otros impactos. El sistema
urbano-agro-industrial no se va a convertir sólo en una fuerza geomorfológica, sino
también en el principal responsable de la transformación del clima, como nunca en
cientos de millones de años, con consecuencias en todos los órdenes. Este proceso
se acentuará por supuesto en el siglo XXI, pero sus bases se establecen
definitivamente en el siglo XX, así como el conocimiento de que ese proceso está
en marcha.
Pero en el siglo XX la contaminación se va a intensificar, democratizar,
regionalizar (primero) y globalizar (después). La primera mitad del siglo va a estar
muy marcada, todavía, por el predominio del carbón, y además las concentraciones
industriales en ascenso se desarrollan cada vez más en torno a las ciudades, por la
extensión y reducción de los costes de transporte motorizado, que aún seguía
siendo mayoritariamente por ferrocarril. Los focos de contaminación principal van
a ser pues las grandes concentraciones urbano-industriales del ―Norte‖ planetario.
En la Periferia, tan solo India y China tenía complejos industriales significativos
ligados principalmente al textil, controlados desde Europa Occidental, en especial
por Gran Bretaña. Eso sí, muy contaminantes.
Por otra parte, el principal combustible doméstico en las ciudades del Norte
industrial era el carbón, y eso agudizaba los problemas de contaminación,
democratizando su impacto. Londres, la principal ciudad del mundo entonces, se
convertiría en el paradigma de la contaminación urbano-industrial, haciéndose
famosa por su ―smog‖. Pero la expansión irrefrenable del tráfico urbano desde la
mitad del siglo pasado iba a traer un nuevo tipo de contaminación a unas metrópolis
en plena expansión, que se sumaría a la contaminación industrial y doméstica,
ligeramente domesticada; sobre todo a partir de los setenta, por las medidas de
―final de tubería‖ y la extensión del gas natural, más limpio, en los países centrales.
Los coches y los autobuses empezaron a inundar las metrópolis del Norte, primero,
y del mundo entero, después.
Mientras tanto, desde mitad del pasado siglo, la imparable industrialización
provocó también graves impactos ambientales cada vez a mayor distancia, a través
del aire. En Occidente y en el Este empezó a proliferar el fenómeno de la llamada
―lluvia ácida‖ con importantes impactos transfronterizos, lo que repercutió
gravemente en bosques, tierras, lagos y ciudades. Al mismo tiempo, desde los
sesenta, la proliferación de la utilización de gases CFCs (clorofluorocarbonados)
en la industria de la refrigeración y de aerosoles, empezó a alterar la composición
del Ozono (O3) de la estratosfera. Los CFC´s tienen la capacidad de destruir la fina
capa de Ozono que envuelve la Tierra, al reaccionar con dicho gas, lo que provoca
graves impactos sociales y medioambientales. La capa de Ozono tiene como
función absorber o filtrar los rayos ultravioletas (UV) que llegan del sol, lo cual
hace posible la vida sobre la Tierra. Y, por ello, el agotamiento del Ozono en la
estratosfera produce niveles más altos de radiación UV sobre la corteza terrestre,
poniendo en peligro el fitoplancton marino y las plantas, animales y seres humanos.
En la actualidad han firmado el Protocolo de Montreal todos los países del mundo,
87
y se ha establecido un Fondo para ayudar a los países periféricos a la
transformación de su producción hacia otros gases más ―amigables‖ con el entorno.
*El capitalismo global capaz de alterar el clima mundial
Pero el mayor problema ambiental que condicionará el futuro del Planeta y de la
Humanidad es muy probablemente el llamado Cambio Climático, producido por el
metabolismo del sistema urbano-agro-industrial. A finales del siglo XX estaba ya
claro que el capitalismo global estaba siendo capaz de modificar el clima
planetario. Un ―logro‖ que parecía difícil de alcanzar hace apenas unas décadas. La
creciente concentración artificial en la atmósfera de los GEIs (emisión de gases de
efecto invernadero) es la causa del cambio climático en marcha, pues éstos impiden
que el calor recibido del sol vuelva al espacio. Si bien hay una tasa natural de GEIs
que permite el equilibrio del clima y el desarrollo de la vida.
Es decir, del metabolismo base del sistema urbano-agro-industrial (producción
industrial, actividad agropecuaria industrializada, transporte, generación de energía
eléctrica, calefacción, etc.). Además, el hecho de la fuerte desaparición de bosques
desde mediados del siglo XX, como luego veremos, hace que se reduzca de forma
muy sensible uno de los principales sumideros de carbono. el otro gran sumidero de
carbono que son los mares y océanos está saturándose cada vez más en esta
función, debido también a la elevación de temperatura de los mismos (como
resultado del cambio climático en marcha), lo que aumenta al mismo tiempo su
grado de acidez, con efectos potenciales negativos en la vida marina.
En cualquier caso, el Cambio Climático era un fenómeno tan sólo incipiente en el
siglo XX, aunque ya fuera denunciada su existencia en las últimas décadas del
mismo, señalándose su origen antrópico y su rápida evolución, en términos
históricos. La accion de diferentes organizaciones y congresos relacionados al tema
han obligado a los países signatarios a ―reducir‖ tímidamente sus emisiones, al
tiempo que promocionaba soluciones basadas en la expansión del mercado
(comercio de emisiones, ―mecanismos de desarrollo limpio‖, etc.), como (falsa e
injusta) vía para atajar el Cambio Climático en marcha.
Por otro lado, las tesis negacionistas del Cambio Climático estaban en pleno auge a
finales del pasado siglo, impulsadas sobre todo por la industria petrolera, los
sectores republicanos de EEUU, y los principales países extractores de recursos
petrolíferos. Pero los problemas ecológicos fundamentales, entonces, se
desarrollaban por así decir a ras del suelo, principalmente, y estaban relacionados
solo tangencialmente con el Cambio Climático. Esto es, el progresivo agotamiento
de recursos (sobre todo no renovables) y la alteración y contaminación de los
ecosistemas, como seguiremos viendo a continuación. La atmosfera mundial estaba
cambiando lentamente. la historia de la producción industrial y la combustión
fósil del siglo XX ha determinado ya en gran parte las condiciones de la atmósfera
para los próximos siglos. Es más, en el pasado siglo empieza también, otra vez en
su segunda mitad, y especialmente en sus últimas décadas, la progresiva
colonización de la propia atmósfera. Ésta se halla cada vez más saturada de satélites
circunvalando la Tierra, puestos en órbita por las distintas potencias en su ánimo de
dominar el espacio, con fines políticos-económicos y sobre todo militares. Pero esta
proliferación de objetos aéreos, y sobre todo el fin de su vida útil, así como la
existencia de propulsión nuclear en muchos de ellos, esta generando una basura
espacial crecientemente peligrosa y tóxica.
La perturbación de la Biosfera: Un golpe de Estado biológico
Ahora se apuntara a la repercusión más directa de los mismos sobre la vida los
impactos en la Biosfera del sistema urbano-agro-industrial en el siglo XX. Hasta
ahora ha habido cinco extinciones masivas, la última la del Cretácico, hace 65
millones de años, cuando desaparecen los dinosaurios, entre otros muchos millones
de especies, y ahora estaríamos entrando en la sexta. Ésta última, la actual, como
veremos, ha sido denominada la del Holoceno, o periodo geológico de la evolución
hasta el presente. Pero ya hay declaraciones científicas y autores que la relacionan,
como decíamos al principio, con la entrada en una nueva era geológica: el
Antropoceno. La causa principal de la extinción masiva no es el cosmos, los
meteoritos, los volcanes o las grandes glaciaciones es el presente capitalismo global
y la Sociedad Industrial.
- Insostenibilidad de la industrialización de la agricultura, explotación de bosques
y Pesquerías.
La intensificación de la utilización de recursos en teoría renovables, mediante la
industrialización masiva, va a convertirse en el pasado siglo en una actividad cada
vez más insostenible, aunque aún continúe manifestándose. Su funcionamiento bajo
la lógica del mercado, basada en el imperativo del crecimiento continuo y la
aplicación de tecnologías que serían impensables sin el consumo masivo de
combustibles fósiles, han sido la causa de ello.
- La Revolución Verde, un gigante depredador y tóxico con pies de barro.
Se busca aquí resaltar el impacto ambiental. En primer lugar, cabe destacar que el
balance energético de la agricultura industrializada es absolutamente deficitario, es
decir, consume bastante más energía que la que produce, en contraste con la
agricultura tradicional y su gran incremento de productividad y ―éxito‖ es causa de
un enorme consumo energía fósil, especialmente de oro negro. Al tiempo que los
grandes agroexportadores centrales erosionaban gravemente la viabilidad de las
88
agriculturas autóctonas periféricas (pocas o nada industrializadas) en base a un
comercio mundial totalmente asimétrico.
Pero esta Revolución Verde, como se la ha denominado, ha estado basada, y ha
provocado, crecientes impactos ecológicos. Por un lado, los ocasionados por la
extensión de la ―frontera agraria‖, lo que ha alterado ya más del 10% de la tierras
emergidas mundiales (cinco veces la extensión del espacio construido mundial)
(Murray et al, 2005), sobre todo aquellas más llanas y, en principio, más fértiles; al
tiempo que ha presionado muchas veces para desplazar a la llamada agricultura de
subsistencia (y el pastoreo) hacia tierras más marginales y con orografía más
accidentada, acentuando el impacto ambiental. Por otro lado, están los impactos
derivados del metabolismo agrario sobre los ecosistemas acuáticos y terrestres: la
eutrofización de recursos hídricos subterráneos y superficiales (ya mencionada, y a
la que contribuye activamente); la degradación de los suelos, como resultado de la
intensificación de sus ritmos naturales, al igual que la salinización creciente del
mismo; y el fuerte incremento de la tasa de erosión y, en definitiva, la pérdida de
suelo fértil en muchas ocasiones. De hecho, la agricultura industrializada ha
incrementado entre dos y tres veces los ritmos naturales de erosión, acentuando los
problemas de desertificación que afectan, como dijimos, a un tercio de las tierras
emergidas del mundo; y, además, ha degradado una cuarta parte de la superficie
cultivada mundial. Todo ello ha generado auténticos ―desiertos verdes‖, donde no
se escuchan los sonidos de la primavera, y ha agravado la proliferación de plagas,
al alterar los equilibrios ecológicos; haciendo necesario un cada vez mayor aporte
químico (pesticidas y herbicidas) para mantener la productividad, y ampliando el
impacto tóxico sobre los ecosistemas agrarios. Sin embargo, a finales del siglo XX,
la destrucción ambiental promovida por la expansión de la agricultura estaba ya
empezando a pasar factura. Los altos rendimientos de productividad alcanzados en
los últimos cincuenta años del siglo XX, cuando casi se triplica la producción
mundial agraria, excediendo el crecimiento poblacional global, se empiezan a
erosionar, haciendo cada vez más necesarios aportes químicos crecientes, y la
producción mundial se estanca. Al tiempo que se empiezan a percibir los primeros
síntomas del impacto del Cambio Climático sobre la productividad agraria.
- La explotación industrializada amenaza los bosques del mundo
Más de la mitad de los bosques originarios del mundo han sido ya talados o han
sufrido un deterioro irreversible. Principalmente por las posibilidades que brindó la
explotación mecanizada e industrializada de las masas forestales, en concreto en la
segunda mitad del pasado siglo, con la ayuda inestimable e imprescindible del
petróleo. Hasta entonces, el enorme requerimiento de mano de obra había frenado
la tala rápida y masiva, sobre todo en el Sur del Planeta. Sin embargo, la aparición
de la motosierra y la maquinaria pesada eliminó cualquier tipo de traba a la
explotación forestal intensiva. De esta forma, desde 1950 la deforestación se
plasmó de forma prioritaria en el Hemisferio Sur, en especial en sus selvas
tropicales, verdaderos paraísos de biodiversidad. Mientras que, en general, la
destrucción arbórea en el Hemisferio Norte remitió en gran medida.
Las causas de todo este proceso son múltiples. La tala y destrucción de bosques
viene determinada sobre todo por: la expansión de la frontera agraria, la explosión
del crecimiento urbano-metropolitano, y la consiguiente construcción de
infraestructuras de conexión, etc. Por otro lado, la reforestación, y en general su
posterior explotación, se debe principalmente al fomento de la industria papelera,
como resultado del incremento exponencial de la demanda mundial de papel.
Las consecuencias de esta pérdida de masa forestal mundial, y del deterioro de la
misma, son dramáticas. En primer lugar, por la pérdida de biodiversidad que
conlleva sobre todo en las selvas tropicales donde se hallan los grandes almacenes
de la biodiversidad planetaria. Pero también esta pérdida de biodiversidad se da en
los bosques secos y montes bajos tropicales, los más afectados por la presión
agraria, el sobre-pastoreo, la expansión urbanometropolitana y la búsqueda humana
de leña. El combustible de prácticamente la mitad de la Humanidad, los pobres del
mundo. Igualmente, la pérdida de bosques también conlleva otros procesos que
acentúan indirectamente estas dinámicas. La pérdida de pluviosidad y de suelo
fértil, así como el incremento de la sequedad del suelo y la erosión. Por último, la
sustitución del bosque originario por ―ejércitos de árboles‖ reforestados, muchas
veces no adaptados a la vocación de los suelos conlleva una fuerte degradación de
los ecosistemas donde se desarrolla.
Toda esta destrucción no se ha llevado a cabo sin fuertes resistencias sociales, que
en ocasiones han conseguido frenar o revertir, en parte, los procesos.
La pesca industrializada arrasa con las pesquerias mundiales.
El pescado es la principal fuente d proteínas para unos 1000 millones d personas.
Esta importante fuente d proteínas, y verdadero placer culinario, esta gravemente
amenazada. Es preciso recordar q cerca d un 30% d las capturas se destinan a uso
no humano.
La creciente captura d los niveles tróficos inferiores pueden provocar una brusca
fractura en los ecosistemas marinos, d carácter irreversible.
La próxima generación puede ser la ultima q pueda comer peces en estado salvaje.
Eso sí, solo una parte muy reducida d ella, porq la oferta será muy limitada y los
precios probablemente se pondrán por las nubes. El resto d la población mundial se
vera obligado a comer peces ―cultivados‖.
89
Hay una nueva tecnología q permite estas capturas: los nuevos gigantes del mar
equivalen a más d 1000 barcos d pesca artesanal. Estos pesqueros exigen una
compleja tecnología y consumo energético provocando una competencia desleal
afectando a comunidades enteras q se dedican a esta actividad.
Fue Perú el q exigió y consiguió la creación a partir d los 70 las llamadas Zonas
Económicas Excluyentes, d 200 km., q asignan el control d las plataformas marinas
continentales a los Estados ribereños. En el momento histórico en q la soberanía es
un arma d doble filo, pues hace q los países periféricos, ante su asfixia económica,
vendan por un ―plato d lentejas‖ el acceso a sus caladeros. Además la quiebra d las
flotas artesanales esta produciendo la proliferación d la piratería para exigir rescates
millonarios.
Así pues, la actv pesquera mundial se ve obligada a orientarse cada vez más hacia
la acuicultura, ante el creciente desfondamiento d las especies marinas salvajes. Lo
cual supone un fuerte deterioro d la calidad y salubridad del pescado obtenido.
El progresivo colapso de la biodiversidad planetaria.
La creciente insostenibilidad d la agricultura y la pesca industrializada, así como d
la gestión industrializada d los bosques, junto con las expansión física del modelo
urbano-industrial, y el impacto negativo d su metabolismo, son las causas d la
acelerada perdida y degradación d la biodiversidad planetaria. Estamos asistiendo a
un verdadero GOLPE DE ESTADO BIOLOGICO por parte del sist urbano-agro-
industrial mundial.
Se esta generando una creciente homogeneización y simplificación intercontinental
e interoceánica de la flora y fauna d graves consecuencias sobre la biosfera. Los
ejemplos de bioinvación son muchos: (ej.: el conejo procedente d España se
multiplico como una verdadera plaga, pues no tenia depredadores, generando una
fuerte degradación ambiental. Además el conejo consume la mitad del pasto q
podría ir al vacuno o a las ovejas).
La propia actividad humana ha hecho progresar un puñado d especies ―elegidas‖
(ratas, cucarachas, palomas, gaviotas, etc.), en las grandes áreas
urbanometroplitanas. Estas ocupan y demandan cada vez más espacio ambiental
global. El vacuno se multiplico por 4, los cerdos por 10 y las aves d corral por 20
veces haciendo q la biosfera esté cada vez mas condicionada por el sistema urbano-
agro-industrial creado por el hombre.
La sexta extinción ya esta en marcha… y sus posibles consecuencias.
El ritmo de desaparición d las especies esta siendo unas 100 veces más rápido q su
velocidad natural. La quinta extinción, hace unos 65 millones d años, abrió el
camino para los mamíferos.
La biodiversidad es la mismísima base d la vida en la Tierra, y el principal sustento
d nuestra existencia, pues sin ella nuestra propia vida no seria factible. No hay
reemplazo posible para reconstruir artificialmente la biodiversidad, su pérdida esta
afectando a los ciclos vitales (del agua, del carbono, etc.), y viceversa. Esta
dinámica se acentuara por dos razones: por la aceleración q esta experimentando la
pérdida de biodiversidad planetaria debido a la expansión del sistema urbano-agro-
industrial, y por los efectos del cambio climático sobre la misma. Esto alterara el
funcionamiento de los llamados ―servicios ambientales‖13
claves para el
funcionamiento de la Sociedad Industrial y la propia vida. Los sectores con mas
poder y mas favorecidos por el sistema han podido solucionar la limitada capacidad
d carga y degradación d sus territorios recurriendo a la importación d biodiversidad
y ―servicios ambientales‖ d otras zonas del mundo, pero esta dejando de ser así.
Desbordamiento de la biocapacidad del planeta y deuda ecologica.
Al final del s XX la especie humana estaba apropiándose del 40% de la biomasa
planetaria. Es decir q el homo sapiens d la sociedad industrial estaba ocupando y
apropiándose d un ―espacio ambiental‖ sin precedentes, lo q suponía una enorme
merma para el resto d las especies. Estaríamos en un déficit ecológico q es preciso
solventar d alguna forma con el fin d garantizar su funcionamiento. Lo cual se
realiza sobreexplotando sus propios recursos o, principalmente, importando
―sostenibilidad‖ del resto del mundo.
A la biosfera le costaría 1,2 años regenerar aquello q la humanidad consume en un
año.
No todos los territorios ni los sectores sociales consumen la misma biocapacidad: el
―norte‖ del planeta ha venido adquiriendo una enorme deuda ecológica con los
espacios del ―sur‖ del mundo, sin el cual es imposible entender el ―desarrollo‖ d los
espacios centrales del capitalismo global.
13
Servicios ambientales: son los procesos ambientales indispensables para la vida y la salud
física y mental (fotosíntesis, regulación natural del clima, depuración del agua y del aire,
polinización de plantas, edafogenesis –creación d suelo-, control natural d la erosión,
belleza y equilibrio del entorno. Etc.) tbn para el abastecimiento d agua dulce, madera,
alimentos, recursos minerales, etc.
90
Tal solo el 10% de la áreas naturales emergidas del planeta quedarían ―intocadas‖,
y un 50% estarían transformadas por las actividades humanas, en espacial por el
sist urbano-agro-industrial.
Gestion institucional de la crisis ecoogica y retorica del poder.
Así surgen las primeras organizaciones en defensa del medio ambiente en los EE
UU d carácter elitista, romántico y conservacionista, q impulsan la necesidad d
protección d la naturaleza. Todo esto acontece en un contexto de fuerte
industrialización y militarización. Todavía no podemos hablar d movimientos
ecologistas propiamente dichos hasta finales de los años 60 y principios d los 70.
En 1972 se convoca a la primera conferencia internacional sobre la problemática
ambiental en Estocolmo bajo el titulo ―Medio Ambiente Humano‖, esta conferencia
tiene lugar en un contexto d importantes tenciones Centro-Periferia, así como en
pleno conflicto de la Guerra Fría. La conferencia establece q el combate contra la
pobreza era imprescindible para proteger el medio ambiente y este combate tenia q
hacerse con mas ―desarrollo‖.
Hacia el ―desarrollo sostenible‖, giro en los discursos y practicas de poder.
En 1987 se aprueba el llamado Protocolo de Montreal para prohibir la producción
de CFCs q estaban destruyendo la capa de ozono. Protocolo q no es firmado por
China, India ni los grandes del sur. El Desarrollo sustentable se apunta como la
solución mágica a todos los problemas, era un termino q pretendía tender un puente
entre los planteamientos desarrollistas y los conservacionistas, intentando contentar
a ambos extremos. El sustantivo ―desarrollo‖ (o mejor dicho, crecimiento), se
imponía sobre el calificativo ―sostenible‖.
El Desarrollo Sostenible se definía como ―el desarrollo q permitía satisfacer las
necesidades d las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad d las
generaciones futuras para satisfacer las suyas‖. Ese desarrollo iba a permitir
combatir la pobreza y la crisis ecológica. Para nada se plantea la necesaria
solidaridad y justicia social y ambiental entre las gentes de la misma generación a
escala global y estatal.
Se vincula directamente el deterioro ambiental a la pobreza, se resalta el q
desarrollo del norte estaba permitiendo resolver mejor los problemas ambientales.
La cumbre de la tierra de río, el triunfo del simulacro ambientalista.
En la Cumbre d la Tierra (1999) se corona definitivamente el Desarrollo
Sustentable. En Rio se va a aprobar una Declaración sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, así como una Agenda 21 en donde se dejaba claro q el Desarrollo
Sustentable solo seria posible liberalizando y profundizando el comercio mundial,
entre otras medidas d corte liberal. El Desarrollo Sostenible era la forma d acabar
con la pobreza y resolver la cuestión ambiental a través del crecimiento.
La Agenda 21 era una guía política para gobiernos, autoridades locales y regionales
d carácter voluntario, sin compromisos obligatorios. Lo acontecido en Rio de
Janeiro se puede considerar como un gran simulacro. Ese mensaje dura casi toda la
década, a partir d Rio todo se hacia en nombre del Desarrollo Sostenible.
El mercado iba a ser el gran triunfador en la sombra d lo acontecido en Rio 1992,
no en vano la década de la Globalización Feliz iban a ser los años dorados del
capitalismo financiero globalizado, tbn en el campo ambiental.
El Capital y el FMI, BM y OMC, los verdaderos Masters de la Naturaleza
Mientras que el mundo asistía embelesado a lo que sucedía en la Cumbre de la
Tierra, un capitalismo crecientemente globalizado se iba desembarazando de las
regulaciones estatales. El capital financiero y las grandes corporaciones van a reinar
cada vez con menos cortapisas políticas, sociales y ambientales, a pesar del
Desarrollo Sostenible que se nos prometió en Río. La dinámica de profundización
en la mundialización de los mercados hacía que el Norte occidental tuviera que
acometer poco a poco una creciente desregulación ambiental, pues era cada vez
más incapaz de competir con un Sur Global que basaba su competitividad en muy
bajos costes laborales y sociales, y asimismo en una ausencia prácticamente
absoluta de regulación ambiental. Incluso en la muy ―ambientalista‖ UE. La
normativa ambiental se empieza a flexibilizar y los estudios de impacto a agilizar.
El Fondo Monetario Internacional va a tener un intenso protagonismo en el Sur
Global en los 90. Primero porque va a continuar imponiendo los Programas de
Ajuste Estructural a los países periféricos. Por lo que no cabían protecciones
ambientales posibles a unas actividades depredadoras que les proporcionaban cash
para enfrentar su endeudamiento. Lo mismo que las políticas de industrialización
salvaje de sus territorios. Era preciso promover un crecimiento a ultranza, sin
remilgos medioambientales. Y en eso era un maestro su compañero de ubicación en
Washington, el Banco Mundial (BM), un verdadero experto en el manejo de la
retórica ―ambientalista‖, junto con la de la ―lucha contra la pobreza‖. El BM, un
organismo fuertemente contestado a escala mundial, va a desarrollar en los noventa
un abanico de iniciativas de ―marketing verde‖ para simular que tenía en cuenta las
críticas, mientras que seguía con su Bussiness as Usual.
El ―Consenso de Washington‖ de las instituciones de Bretton Woods llegaría tal
vez a su paroxismo en 1997-98. Van a imponer unas políticas de ajuste que en el
caso del Sudeste Asiático adquirieron una enorme gravedad. Pero centrándonos en
91
su repercusión ambiental, este agudo endeudamiento externo incentivó una mayor
―reprimarización‖ de sus economías, fomentando intensamente las actividades
extractivas de todo tipo y la tala de sus bosques con el fin de obtener cash en
dólares para pagar una ingente. El impacto ambiental fue (y está siendo)
mayúsculo, con una enorme pérdida de biodiversidad, lo mismo que en otros
países de la región.
En cuanto a la OMC (Organización Mundial del Comercio), ésta se crea en 1995,
tras la Ronda Uruguay del GATT (la tercera pata de Bretton Woods), su actividad
va a reforzar las dinámicas del capitalismo global mediante la mundialización del
comercio y la inversión, a través de la creciente eliminación de trabas estatales a su
expansión. Y parte de esas trabas eran las de carácter ambiental. Es por eso por lo
que ha sido muy denunciado cómo la OMC torpedea los tratados y convenios
medioambientales internacionales. Las políticas de la OMC son de obligado
cumplimiento para sus Estados miembros, y ésta puede establecer sanciones
económicas si se incumplen; mientras que los tratados internacionales en el marco
de NNUU son mucho más difíciles de instrumentar, debido a la ―sacrosanta‖
soberanía estatal. La OMC fomenta pues la Biopiratería, aparte del libre comercio
de transgénicos. Lo mismo podríamos decir sobre los Tratados de Libre Comercio,
de los países centrales con los espacios periféricos, que fomentan políticas y
dinámicas parecidas.
Hacer negocio con el deterioro ambiental, y profundizarlo con la tecnología
eficiente
Desde los ochenta, empieza un debate sobre la llamada ―Tragedia de los Bienes
Comunes‖. El nuevo planteamiento es que los bienes comunes globales: el agua, la
tierra, las pesquerías, la biodiversidad, etc., son sobreexplotados porque no hay una
propiedad privada de los mismos que cuide de ellos. Y es el hecho de la
inexistencia de una propiedad clara de dichos recursos lo que favorece su
esquilmación y deterioro, lo que no ocurriría en caso contrario. Sin embargo, este
planteamiento es absolutamente falso y además engañoso, y lo que va buscando es
la privatización de los últimos ámbitos de los bienes comunes planetarios. Las
comunidades locales han preservado en multitud de casos durante siglos
ecosistemas a través de una gestión comunal de una explotación que respetaba los
ciclos y las tasas de reposición natural. Y ha sido la explotación industrializada e
indiscriminada de los mismos la que está acabando con ellos y degradando su
calidad.
Como decía Polanyi, hay determinados bienes a los que es muy difícil, y en algunos
casos imposible, poner precio de mercado. Son las llamadas mercancías ficticias.
La degradación de los llamados ―servicios ambientales‖ de la Naturaleza, hasta
ahora gratuitos, hace que se abra un campo enorme de potencial mercantilización
de éstos, con el fin de permitir su acceso y disfrute sólo a aquella población o
actividades industriales y de servicios decididas a pagar por ellos. El caso del agua,
como hemos visto, es el ejemplo más claro de ello.
Pero al capital privado no le gusta ir solo en este terreno tan resbaladizo, pues la
crisis de legitimidad ante una actividad en este campo abiertamente privatizadora
puede ser grave. Es por eso por lo que busca la compañía de los Estados y de las
ONGs, y hasta de la UICN, para hacer más vendibles ante la ―opinión pública‖ su
práctica depredadora. Se intenta cada vez más incorporar a grandes ONGs
ambientalistas (WWF, especialmente) a las nuevas estrategias de privatización,
gestión y apropiación de los recursos naturales. Esa estrategia va a quedar
consagrada en el décimo aniversario de Río, la Cumbre del Desarrollo Sostenible
de Johanesburgo (2002). En ella se pone el acento en este tipo de tratados,
llamados tipo ―Dos‖, de carácter voluntario, es decir, sin compromisos de ningún
tipo y sin supervisión internacional. Los tratados tipo ―Uno‖ serían aquellos en los
que sólo se involucran los Estados, los únicos actores, y que tienen carácter en
teoría vinculante, de acuerdo con el marco de NNUU. La Cumbre de Johanesburgo
se llama abiertamente del Desarrollo Sostenible, aunque abría un gran boquete
hacia una mucho mayor insostenibilidad. Esta Cumbre cabe situarla también en el
mundo post-11-S, y en un contexto en que la administración Bush estaba
quebrando el marco multilateral de NNUU y promoviendo un capitalismo global
cada día más salvaje.
En consonancia con todo ello, se da una tendencia creciente a medir todo
monetariamente, incluidos los recursos y los servicios ambientales, en un intento de
proyectar el simulacro de que lo ambiental forma parte del aparato estadístico,
cuando lo que abre es la perspectiva de una mayor penetración de la lógica de
mercado. Esta visión de los impactos biogeofísicos permanece convenientemente
alejada de las políticas estatales y privadas de gestión ambiental, y sin práctica
incidencia en las mismas. Prima pues un enfoque de la ―sostenibilidad débil‖, de
monetarización de las externalidades ambientales, en consonancia con la lógica
del mercado, como ha sido denunciado. Mientras que permanecen marginados del
enfoque ambiental institucional los planteamientos de ―sostenibilidad fuerte‖,
relacionados muchos de ellos con la llamada Economía Ecológica, que se niegan a
aceptar la reducción de los impactos a una única variable cuantitativa, la monetaria,
y que plantean la necesidad de recurrir a una multiplicidad de valoraciones
biogeofísicas y cualitativas para hacer frente a la gestión ambiental.
92
En estos últimos treinta años, tras la crisis de los setenta, hemos asistido a un muy
importante desarrollo tecnológico, este avance en la eficacia ha provocado un
mayor uso de los recursos. En el caso de la energía la paradoja implica que la
introducción de tecnologías con mayor eficiencia energética puede, a la postre,
aumentar el consumo total de energía. En la actualidad se conoce también como el
―efecto rebote‖. Con lo que el pretendido incremento de la eficiencia se ve
absolutamente rebasado por el auge imparable del consumo. Sobre todo en un
sistema basado en la necesidad del crecimiento y acumulación constante, y en el
que las desigualdades sociales y la capacidad de consumo de una parte importante
de la Humanidad ha aumentado de manera manifiesta. Y muy especialmente la de
las elites. Eso es lo que ha sucedido desde los años ochenta hasta la llegada de la
Crisis Global. La expansión de las energías renovables no ha contribuido a reducir
el consumo energético fósil, sino que al contrario ha ayudado a incrementar aún
más el consumo energético total, pues su progresión se ha sumado a un importante
avance del consumo fósil (y nuclear), en lugar de sustituirlo.
Capitalismo global, Sociedad de la Información y degradación de Gaia
El nuevo capitalismo global tiene una renovada y cada vez más desmesurada
dimensión monetario-financiera, con implicaciones medioambientales cada día más
evidentes y graves, que se añaden a los impactos del sistema urbano-agro-
industrial que lo sustenta. El sistema financiero de los países centrales contribuye a
ampliar su capacidad de compra sobre el resto del mundo. Queremos resaltar cómo
dicha dinámica ha sido una fuente adicional de deterioro ecológico, aparte de haber
sido la causa principal de la concentración de la riqueza y la polarización social a
escala planetaria.
En el estallido de ese turismo intercontinental de larga distancia cumple un papel
clave el importante incremento de la capacidad de compra de las clases medias y
altas de los países centrales, provocado por la revalorización de sus divisas respecto
de las de los países periféricos desde los años ochenta, como resultado de los planes
de ajuste estructural del FMI y el BM. Hecho que se acentúa aún más en los
noventa, como consecuencia de las crisis monetario-financieras de los países
periféricos, causadas por ataques especulativos. Esta revalorización, junto con la
paralela caída del precio de la energía, y sobre todo el abaratamiento del transporte
aéreo, creó las condiciones para la expansión del turismo de larga distancia. No es
hasta los años ochenta que se dispara el turismo de intercontinental de masas, como
resultado de la participación en el mismo de las clases medias de los países
centrales.
Todo ello supone una presión adicional, en algunos casos muy considerables, sobre
muchos territorios frágiles y de alto valor ecológico. Es más, la propaganda resalta
en sus reclamos la belleza y el carácter idílico de los destinos turísticos, como
forma de atraer un mayor volumen de visitantes. Por otro lado, la llegada masiva
de turistas no solo tiene un impacto directo sobre el territorio y sus hábitats, que
quedan bruscamente alterados, sino asimismo sobre las poblaciones y culturas que
habitan dichos espacios, que hasta entonces vivían en mayor equilibrio con el
entorno.
La mercantilización de los destinos turísticos y la monetarización de las formas de
vida de sus poblaciones, así como su dependencia de la actividad turística, supone
supeditar la gestión de sus ecosistemas a esta actividad en general depredadora de
los mismos. Igualmente, la brusca modernización subordinada de los patrones de
vida de las comunidades locales implica una pérdida de autonomía y autoestima de
las mismas. Todo lo cual provoca una mayor dependencia del mercado y de la
economía monetaria, así como un incremento de los flujos de energía y materiales y
de la generación de residuos.
Así, los espacios sacrificados a escala mundial a la ―producción turística‖ ocupaban
a finales del siglo XX una superficie similar a la del Estado español (medio millón
de km2), y los requerimientos energéticos de la industria turística se elevaban a un
consumo energético fósil equivalente al de Alemania y España juntos. Y si a ello se
suma que una parte notable de las emisiones de CO2 del transporte relacionadas
con el turismo tiene lugar en las capas altas de la atmósfera, a consecuencia de la
aviación, y que tienen carácter muy perjudicial para el efecto invernadero, el
turismo global lejos de ser una actividad que alimenta la ―Alianza de Culturas‖, se
acaba convirtiendo en una de las actividades más letales para la Biosfera.
La tremenda concentración de riqueza por parte de sus principales actores
empresariales y financieros hace que estos actores hayan adquirido en estos últimos
treinta años una tremenda capacidad de compra sobre el suelo y los recursos
naturales del mundo entero. Todo ello se ha visto asimismo facilitado por la
progresiva mercantilización de la tierra y sus recursos. Esta progresiva
concentración de la riqueza natural mundial, aparte de incentivar la expulsión de las
poblaciones que ocupaban dichos espacios, para nada está derivando en una mejor
conservación de las áreas de gran valor natural. Es más, dicha dinámica está
intensificando en general los procesos de apropiación y explotación de recursos
naturales progresivamente escasos (agua, biodiversidad, recursos energéticos y
minerales, etc.). Por otro lado, las poblaciones expulsadas y privadas de los
recursos básicos para su subsistencia están presionando en ocasiones sobre nuevos
hábitats de valor más marginal sobre los que se asientan, lo que ahonda el deterioro
93
ecológico; o acaban engrosando los barrios marginales de la Megaciudades Miseria
del Sur Global.
La falsa desmaterialización de la Sociedad de la Imagen y la Información
Nos centraremos ahora en resaltar brevemente el impacto medioambiental de la
propia Sociedad de la Imagen y la Información, que se nos han presentado casi
como inocuas.
No debería ser difícil imaginar la cantidad de materiales, sobre todo de carácter
estratégico, que estos artefactos y toda la cacharrería electrónica demanda (iPod,
MP3, cámaras electrónicas, PlayStation, etc.), aunque normalmente se oculte este
lado oscuro de dichas tecnologías. Además, la cacharrería electrónica es
sistemáticamente infrautilizada y cada día más obsolescente, requiriendo en
general de pilas altamente contaminantes para su funcionamiento, cuya producción
y reciclaje genera también serios problemas ambientales. Y todos ellos conllevan
un importante consumo de agua en su fabricación, aparte de una compleja división
del trabajo internacional que requiere un considerable transporte de materiales,
dispositivos electrónicos y productos manufacturados.
El funcionamiento del ciberespacio y la Sociedad de la Información demanda una
muy considerable cantidad de energía eléctrica. Los impactos ambientales de
Internet y de la llamada Nueva Economía se dan tanto en la fabricación de las
infraestructuras (cables, satélites, antenas, etc.) y productos de las NTIC, como en
los ―efectos rebotes‖ generados por los mismos, que transforman la eficiencia y el
ahorro, que en teoría promueven algunos de ellos, en un mayor consumo posterior
de recursos, autocancelando la llamada eficiencia y generando huellas ecológicas
para nada despreciables. Este hecho choca con la cultura del ―gratis total‖ que
promueve Internet.
La Sociedad de la Imagen y la Información ayudan a ocultar aún más la gravísima
crisis ecológica que enfrentamos. Sobre todo porque incentiva el desplazamiento de
la atención de la Bioesfera a la Infoesfera (ciberespacio, realidad virtual),
invisibilizando todavía más el deterioro de la Primera Piel, de la Madre Naturaleza.
La Sociedad de la Información parece que puede procesar una enorme cantidad de
información, pero este es un volumen bastante limitado si lo comparamos con el
que puede procesar Gaia, capaz de retener la energía del sol, impulsar la vida sobre
el Planeta y regular los ciclos de materiales de forma sostenible.
La fuerte concentración de poder reduce aún más la capacidad de regular y cerrar
los ciclos de materiales y energía. Por otro lado, cuando se alejan en el espacio (y
en el tiempo) las consecuencias de las decisiones aumentan las conductas
irresponsables y antiecológicas, ya que es más que probable que no se reciba la
retroinformación adecuada. La mayoría de las decisiones con mayores impactos
ambientales se toman en base a consideraciones puramente monetarias.
―Invisibilidad‖ de la crisis ecológica mundial al entrar en el siglo XXI
La capacidad de crear una realidad virtual separada de su sustrato material, ocultaba
el carácter cada día más extractivista del actual sistema urbano-agro-industrial, sus
crecientes impactos, y la absoluta imposibilidad del crecimiento económico
ilimitado en un planeta finito. La Sociedad de la Imagen encubría que el actual
capitalismo global se separaba cada vez más del funcionamiento de la Biosfera,
pues abandonaba el menor uso de materiales y los mecanismos de recuperación y
reciclaje que habían caracterizado a otras sociedades humanas en el pasado,
disparando la producción de residuos, al tiempo que hacía estallar como nunca en
la Historia el transporte (motorizado) mundial. Los bajos precios de los
combustibles fósiles y materias primas, así como la libre disponibilidad de
―servicios ambientales‖ esenciales y de los sumideros planetarios, como
decimos, lo permitían. Pero sobre todo fue la disponibilidad de energía abundante
y barata la que hizo todo esto posible en última instancia. En suma, fue la energía
fósil, y muy en concreto el petróleo, lo que permitió que funcionara todo este
espejismo.
Algunos de los minerales claves de cara a una mayor expansión del actual sistema
urbano-agro-industrial que empezaban a mostrar ya los primeros signos de futura
escasez, sin que los mecanismos de mercado lo anunciaran. Se estaban agotando los
mejores yacimientos y minas. Y lo mismo podríamos afirmar acerca de los
―servicios ambientales‖ y de los sumideros planetarios, pues su creciente uso y
abuso los deterioraba sin freno, pero la factura económica de todo ello era todavía
muy residual.
Hasta los mismos que habían apuntado los ―Límites del Crecimiento‖ en los setenta
nos señalaban en los noventa que quizás se podría entrar en una nueva etapa ―Más
Allá de los Límites del Crecimiento‖, en base al desarrollo tecnológico y a un
mejor aprovechamiento de los recursos, así como a partir de una progresiva
―desmaterialización‖ de la economía. Se nos señalaba el crecimiento económico no
como una amenaza, sino como la verdadera solución a todos los problemas. Sobre
todo a los dos centrales: pobreza y medio ambiente. Y se seguía cargando en la
sobrepoblación mundial, en especial del Sur Global, gran parte de la problemática
medioambiental, en una especie de nuevo maltusianismo. Al tiempo que se
magnificaba, una vez más, la fe en la tecnología como salvadora del Planeta y la
Humanidad.
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Pero a esta ―invisibilidad‖ de la problemática ambiental ha contribuido también
decisivamente la expansión del Planeta de Metrópolis, debido a la aguda y
creciente concentración de la población mundial en ―ciudades‖ (en torno al 50%), y
al predominio global de los valores urbano-metropolitanos y su proyección sobre
los mundos rurales del planeta a través de la Aldea Global. Las metrópolis
ayudaban también a ocultar el océano de desorden ecológico mundial que la
creación de estas islas de orden aparente estaba impulsando. Pero también la
explosión de las Megaciudades Miseria periféricas contribuye a la profundización
del desorden ecológico global.
Un aspecto muy importante que explica esta invisibilidad de la crisis ecológica es
la propia aproximación a la Naturaleza por parte del pensamiento occidental
dominante. Un pensamiento basado en la idea de Progreso constante, y en los
mitos de la producción y crecimiento, que finalmente se acaban imponiendo en el
mundo entero. Pero este pensamiento está basado también en fuertes dualismos