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Reino de MacedoniaPara otros usos de este término, véase Macedonia.
Reino de MacedoniaΜακεδονία
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Bandera
Capital Pella
Idioma oficial Antiguo idioma macedonio
Otros idiomas Griego antiguo
Religión Griega
Gobierno Monarquía
Período histórico Edad del Hierro • Establecido siglo VIII a. C.
El Reino de Macedonia fue un Estado griego de la antigüedad clásica, en el norte de la
actual Grecia, bordeada por el Reino de Epiro en el oeste y la región deTracia en el este.
Este reino se consolidó durante el siglo V a. C. y experimentó un importante ascenso de su
poder durante el siglo IV a. C. con el gobierno de Filipo II, que convirtió Macedonia en la
principal potencia de Grecia. Su hijo Alejandro Magno conquistó la mayor parte del mundo
conocido, inaugurando el Período Helenístico de la historia griega.
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Macedonia se divide tradicionalmente en dos grandes regiones, la Alta y la Baja
Macedonia. Era un país de trigo y pastos, de aldeanos y jinetes, y con una costa marítima
reducida. Los historiadores creen que sus habitantes eran griegos de dialecto dórico, al
igual que los de la región de Epiro, Rodas y el Peloponeso, y que hablaban un dialecto
griego muy cercano al de estas regiones (véase Antiguo idioma macedonio).
Índice
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1 Historiao 1.1 Orígenes
2 Culminación 3 El ascenso de Macedonia
o 3.1 El Imperioo 3.2 Decadenciao 3.3 Las guerras macedónicas
3.3.1 Primera Guerra Macedónica 3.3.2 Segunda Guerra Macedónica 3.3.3 Tercera Guerra Macedónica
4 Organización socialo 4.1 El rey
4.1.1 La sucesióno 4.2 Las finanzas públicaso 4.3 La asambleao 4.4 El consejo (synedrion)o 4.5 Distritos regionales (merides)
5 Costumbres 6 Regiones 7 Véase también 8 Referencias 9 Bibliografía 10 Enlaces externos
Historia[editar]
Según los investigadores e historiadores, es muy complejo llegar a saber con toda
exactitud el origen de estos pueblos asentados en esta zona geográfica. Los antiguos los
llamaban bárbaros, usando como en tantas ocasiones un criterio cultural. Su procedencia
es incierta y de gran complejidad. Se sabe que se agrupaban en tribus y cada una tenía su
propio rey. El grueso de la población eran pastores que cuidaban el ganado de los nobles.
Estos últimos eran además grandes cazadores y buenos guerreros.
El historiador griego Tucídides (c. 460-400 a. C. ) describe a estos pobladores como gente
que constituía un conjunto de pueblos dispersos, en cada uno de los cuales se había
implantado una monarquía y que desarrollaban un intenso movimiento de masas.
Luchaban y competían entre sí, de manera que la historia de su consolidación está llena
de alianzas y conflictos entre los diversos grupos y reyes aspirantes a la hegemonía. En
algún momento de la Historia se elaboró una leyenda, según la cual, los macedonios
proceden de un hijo del dios Zeus llamado Macedón. De esta manera, el
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gran Alejandro sería descendiente de los Eácidas y de Heracles, orígenes plenamente
helénicos.
La arqueología también tiene su palabra sobre este pueblo macedonio. Han salido a la luz
tumbas reales que datan de finales del siglo VI a. C. , llenas de ricos ajuares y valiosas
obras de arte de tradición griega. Según Tucídides, el solar de los macedonios sería la
zona más montañosa al oeste de la Alta Macedonia, Elimea, Oréstide y Lincestis, donde
se establecieron en el siglo VIII a. C.
Orígenes[editar]
Los macedonios comenzaron a expandirse, a partir del 730 a. C. , hacia las llanuras
costeras, quizás debido a la presión demográfica que afectó a todo el norte de
los Balcanes, ejercida por los cimerios sobre lostracios al este, y por los ilirios al oeste. En
su avance, ocuparon primero Pieria y ganaron una salida al mar por el Golfo Termaico.
Seguidamente avanzaron hacia Ematia y desplazaron a los botieos. La conquista de la
llanura de Ematia convirtió a parte de la etnia macedonia de ganadera en agricultora. Allí
fundaron su capital, Egas y, a partir del siglo V a. C., Pella. Después conquistaron las
regiones de Almopia 1 y Eordea. Más tarde cruzaron el Axio y sometieron la región entre
este río y el Estrimón (Migdonia) y la ciudad de Antemunte, y las regiones
de Crestonia y Bisaltia. La expansión de los macedonios había concluido a finales
delsiglo VI a. C. y el reino emergió a principios del siglo V a. C. ya plenamente constituido,
aunque con una estructura arcaica y laxa.
Macedonia dispuso, entonces, de un territorio que casi duplicaba al de Tesalia, unos
30 000 km² frente a 15 000; la densidad de población no era muy alta y tampoco era muy
elevado el número de habitantes. Parte de los pueblos conquistados por los macedonios
fueron expulsados o exterminados, pero otra parte permaneció y se asimiló a los
macedonios. La comunidad de los pueblos macedonios reunía a todos los territorios que
reconocían la autoridad del rey. Macedonia era un reino dotado de una estructura muy
poco centralizada y se componía de dos partes esenciales:
por un lado, la arché del rey de Macedonia de la dinastía argéada, es decir, la Baja
Macedonia y la Migdonia, que estaban sometidas al control directo del soberano
por otro, los pueblos de la Alta Macedonia que conservaban cada uno su propio rey o
dinasta; como los lincestas.2 Aliados y sometidos al rey, no formaban parte de su
arché y el rey no ejercía una autoridad directa sobre ellos. Cuando la autoridad real
era débil, los príncipes de la Alta Macedonia tendían a convertirse prácticamente en
monarcas independientes, a desarrollar una política propia y contraria a los Argéadas,
y establecer vínculos de solidaridad con sus vecinos ilirios al oeste del Pindo.
Los objetivos básicos del rey de Macedonia eran asegurar, en primer lugar, la estabilidad
dinástica; en segundo lugar, controlar a los dinastas dependientes de la Alta Macedonia, y
por último, consolidar las fronteras del reino ante ilirios, tracios y calcídicos y, en menor
medida, epirotas y peonios.
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Culminación[editar]
Durante el siglo V a. C., los reyes de Macedonia completaron la conquista de Pieria con la
ciudad de Negotino, que nunca había sido dominada totalmente y se hicieron con el control
de las minas de plata del monte Disoro, al norte de Bisaltia, en el Estrimón, que rendían
un talento diario.
Fue entonces cuando se creó la leyenda que vinculaba a los reyes de Macedonia con
Heracles y Argos. Se difundió asimismo la cultura griega con la presencia
de Heródoto y Helánico de Lesbos en Macedonia, la participación en los Juegos
Olímpicos, la vinculación con los santuarios de Olimpia y Delfos, etc.
A pesar de todos los conflictos dinásticos, los reyes consiguieron controlar las tendencias
separatistas de la Alta Macedonia (Lincestis), y mantener la independencia frente a las
amenazas bárbaras (persas, ilirias), las apetencias atenienses y calcídicas y las presiones
espartanas.
El ascenso de Macedonia[editar]
Extensión del reino de Macedonia a la muerte de Filipo.
Ciudad (fecha de ocupación)
Guarnición macedonia
Batallas importantes Reino de Macedonia Territorios dependientes Territorios de los
molosos Tesalia Miembros de la liga de Corinto Estados neutrales Imperio persa
Cuando llegó al poder Filipo II, su empeño en expandir Macedonia y su capacidad militar
pronto lo llevaron a lograr grandes éxitos. Inmediatamente asentó el poder de la
monarquía macedonia tanto dentro como fuera de sus fronteras. En el interior, acabó con
los pretendientes que lo veían como un usurpador y dominó a los príncipes de las regiones
altas (Lincestia, Eilimia y Orestis). En el exterior, venció a una coalición
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de peonios e ilirios en358 a. C. , con lo que Filipo amplió sus dominios tierra adentro hasta
el lago Ócrida.
Luego aprovechó la Guerra Social (o Guerra de los Aliados) de 357-355 a. C. para
expandirse. En 357 a. C. tomó la colonia ateniense de Anfípolis, que controlaba las minas
de oro del monte Pangeo, reteniéndola a pesar de las promesas de devolvérsela a los
atenienses. Ese mismo año, Filipo se casó con la princesa Olimpia de Epiro, hija del rey
de Molosia. En el 356 a. C. conquistó Pidna y a continuación Potidea, ciudad que entregó
a la Liga Calcídica en contra de los intereses de Atenas. Tras derrotar a una nueva
coalición de tracios, ilirios y peonios, apoyada por Atenas, Filipo se sintió lo
suficientemente fuerte como para postergar a su sobrino, dejarse de ficciones y
proclamarse rey de Macedonia, con el nombre de Filipo II.
En el mismo 355 a. C. se apoderó de la ciudad de Crenidas (a la que bautizó con su
nombre llamándola Filipos o Filípolis) cerca de la costa del mar Egeo, a orillas del
río Hebro y al otro lado de la zona minera del monte Pangeo. Desde esta ciudad podía
tener el control absoluto de la producción de oro y a partir de ese momento, Filipo pudo
acuñar en este metal y dejar de lado la plata que patrocinaban otras ciudades.
También atacó Abdera y Maronea, en la costa de Tracia, ciudad que antes había
pertenecido a Atenas. Con la conquista de Metone, en la que Filipo perdió el ojo derecho,
finalizó la primera fase de expansión por la costa (354 a. C. ). Aliado con
los Aleuadas de Larisa, intervino en Tesalia, desgarrada por la Tercera Guerra Sagrada,
siendo derrotado por Onomarco en dos ocasiones (353 a. C.). Sin embargo, en la
llamada batalla del Campo de Azafrán, en 352 a. C., Filipo aniquiló por completo a las
huestes de Onomarco, el cual fue crucificado. Tres mil prisioneros fueron arrojados al mar,
y como consecuencia de la derrota, el tirano Licofrón fue expulsado definitivamente
de Feres.
Sin embargo, no pudo penetrar en la Grecia central, al estar bloqueadas
las Termópilas por los focidios de Failo, apoyados por atenienses y espartanos. Entonces,
reorganizó Tesalia bajo su hegemonía y se retiró hacia Epiro primero, y hacia el noreste
después, extendiendo sus dominios y sometiendo las ciudades costeras griegas del Mar
Negro hasta el río Hebro (352-351 a. C.).
Su siguiente ataque lo lanzó en 350 a. C. sobre la península Calcídica, con la que hasta
entonces había mantenido relaciones amistosas. Sincronizó la campaña con una revuelta
que instigó en Eubea para impedir la intervención ateniense. Ese mismo año
conquistó Estagira, y en el 348 a. C. destruyó su principal ciudad, Olinto, con lo que la
Calcídica quedó sometida al dominio macedonio. Con Macedonia y las regiones
adyacentes consolidadas, Filipo celebró unos juegos olímpicos en Díon. En el 347 a. C.
avanzó para conquistar los territorios orientales del Hebro y obligó a someterse al
príncipe Cersobleptes de Odrisios.
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Estos hechos provocaron que en Atenas se empezara a hablar de paz, aunque todavía
predominara la tendencia favorable a la guerra, por lo que Filipo esperó a la primera
ocasión favorable. Esta se dio en el347 a. C. , con ocasión del final de la Tercera Guerra
Sagrada: los beocios llamaron en su auxilio al poderoso Filipo, quien acudió
inmediatamente. En consecuencia, los focidios apelaron nuevamente a Atenas y aEsparta.
Sin embargo, aprovechando las disensiones internas de los focidios, Filipo llegó a un
acuerdo con su jefe Faleco, el hijo de Onomarco, que se había apostado en las Termópilas
con un ejército mercenario. Faleco dejó pasar a Filipo y se retiró al Peloponeso. Filipo
penetró en la Grecia central (346 a. C.), derrotando a los focidios en la batalla de la llanura
de Crocus. Esta batalla lo convirtió en el gobernador (tagus) de Tesalia, en donde reclamó
también el control de Magnesia, que tenía el importante puerto del Golfo de Pagasae.
Focea fue expulsada de la Anfictionía de Delfos, y sus votos pasaron a Filipo, que fue
admitido en la misma (aunque no de muy buen grado), con lo que adquirió una sólida
posición de poder y prestigio en el mundo griego. Filipo aprovechó su posición en la
Anfictionía para dominar los asuntos de Grecia y tener el control del Oráculo de Delfos, de
suma importancia para cualquier decisión militar o política que hubiera que tomar.
A Atenas no le quedó otra solución que la paz, que solicitó al monarca macedonio a través
de Filócrates. En ella se garantizaba a cada parte sus territorios conquistados, y se
establecía una alianza defensiva, lo que dio ocasión al orador Isócrates para exhortar a
Filipo a dirigir sus ejércitos contra los persas. Con las principales ciudades estado griegas
sometidas, Filipo se dirigió contra Esparta y les envió un mensaje:
Se os avisa para que os sometáis sin mayor dilación, pues enviaré a mi ejército a vuestras tierras y destruiré vuestras granjas, mataré a vuestra gente y arrasaré vuestra ciudad.
Su respuesta fue afirmativa, siempre y cuando Filipo los dejase tranquilos. Otros
interprentan la respuesta de Esparta de manera más sencilla tan solo;
Si
Esto debido a su costumbre de usar el laconismo en su forma de comunicación. (Ni Filipo
ni su hijo Alejandro intentaron invadir Esparta)
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Demóstenes.
A pesar de las advertencias de Demóstenes, los atenienses dejaron hacer a Filipo, que
consolidó su influencia en Grecia y reconoció la independencia de Mesenia y Arcadia. Al
mismo tiempo, asentó sus dominios en Iliria, reorganizó de nuevo Tesalia (343-342 a. C.),
intervino en Epiro, expulsando a Arribas y entronizando a Alejandro de Epiro, y firmó un
tratado con el Gran Rey de los persas, Artajerjes III (343 a. C.), lo que le permitió extender
sus posesiones en el territorio tracio, dirigiendo una gran expedición militar que conquistó
la ciudad fortificada de Eumolpia, renombrándola Philippoupolis (hoy Plovdiv). En
342 a. C., negoció un acuerdo secreto con Hermias, tirano de Atarneo, asistido
por Aristóteles, con el objeto de tener una cabeza de puente en caso de invadir Asia.
Demóstenes ansiaba la guerra contra los macedonios, considerados unos bárbaros, y con
sus discursos solivianta y prolonga la enemistad de Atenas con Macedonia: son las
famosasFilípicas. La expansión macedonia en la región de los Estrechos alarmó a los
atenienses, que, conducidos por Demóstenes, declararon la guerra a Filipo (340 a. C. ).
Este comenzó los asedios de Perinto (340 a. C.) y Bizancio (339 a. C. ), fracasados por su
carencia de fuerzas navales, y vio temporalmente comprometida su influencia en toda
Grecia. Sin embargo, aprovechó la Cuarta Guerra Sagrada para decidir el conflicto en
tierra. Nombrado hegemon de la Anfictionía, Filipo penetró en Grecia central y venció en
la Batalla de Queronea (338 a. C.) a los tebanos y atenienses aliados. En esta batalla, su
hijo Alejandro, de 18 años de edad, llevó a cabo su primera acción militar al mando de
1800 jinetes. Tras la victoria Filipo erigió un león de mármol en memoria del Batallón
Sagrado de Tebas por su valentía en la batalla.
Después de esta gran victoria, Filipo demostró una gran sabiduría política al no humillar a
los vencidos. El macedonio instauró su hegemonía sobre Grecia, constituyendo la Liga de
Corinto(337 a. C. ), que incluía a todos los estados griegos, a excepción de Esparta. La
Liga garantizaba la paz general, la autonomía interna de cada miembro, salvo para reprimir
revoluciones, y una alianza perpetua bajo el mando de Filipo, a quien la Liga concedió el
mando de la guerra contra Persia.
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Mientras se realizaban los preparativos de la expedición, con el envío de un ejército a Asia
Menor bajo el mando de Parmenión y Átalo, Filipo fue asesinado.
El Imperio[editar]
Extensión del Imperio de Macedonia durante el gobierno de Alejandro Magno, incluyendo ruta de
conquista.
Su hijo Alejandro Magno continuó la labor. Las ciudades griegas, encabezadas por Atenas
y Tebas, se volvieron a alzar contra Macedonia, y Alejandro dio resueltamente pruebas de
su fuerza militar: atravesó Tesalia, sometiéndola (ya había sido conquistada por Filipo),3 y
venció a los griegos tomando y destruyendo Tebas.4 Atenas se vio obligada así a acatar su
poder.5 Se hizo nombrar Hegemon, título que ya había ostentado su padre y que lo situaba
como gobernador de toda Grecia.6
Consolidada así la hegemonía macedónica, Alejandro se dispuso a cumplir el último
proyecto de su padre Filipo II, conquistar el Imperio persa. Y efectivamente, Alejandro
conquistó el Imperio persa,
incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y Mesopotamia, y
amplió las fronteras de su propio imperio hasta la región del Punjab. Antes de su muerte,
Alejandro había hecho planes para girar hacia el oeste y conquistarEuropa. También
quería continuar la marcha hacia oriente para encontrar el fin del mundo, ya que su tutor
durante su niñez, Aristóteles, le había contado historias sobre el lugar donde la Tierra
acababa y empezaba el Gran Mar Exterior. Alejandro integró extranjeros7 en su ejército y
administración, lo que ha sido definido por algunos historiadores como una «política de
fusión». Favoreció el matrimonio entre miembros de su ejército y extranjeras, y lo practicó
él mismo. Tras doce años de campañas militares continuas, Alejandro murió, posiblemente
de malaria, fiebre tifoidea o encefalitis vírica.
Con ello, su dinastía, encarnada en individuos incapaces o de corta edad, llegó a su fin, y
su imperio fue repartido entre sus generales, los llamadosdiádocos (sucesores), pero sus
conquistas resultaron en siglos de dominio y colonización griegas sobre áreas lejanas,
conocido como período helenístico, una combinación de las culturas griega y mesoriental.
Los generales del ejército macedonio los llamados diádocos (διαδοχος) o sucesores o
herederos, eran treinta y cuatro en total; cinco de ellos se repartieron los territorios
conquistados por Alejandro que se fueron convirtiendo en pequeños reinos y no dejaron
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nunca de luchar entre ellos. Se sabe que Alejandro había dicho en una ocasión: «Mis
generales me harán funerales sangrientos». Después de los viejos generales, gobernaron
los llamados epígonos (επιγονος), los nacidos después o sucesores. La lucha entre ellos
para obtener el poder y la hegemonía duró casi cincuenta años, hasta el 281 a. C. en que
murió el último de los diádocos, Seleuco.
Los protagonistas de los primeros tiempos fueron los comandantes Pérdicas y Meleagro,
con sus intrigas y maniobras. También el gran general Antígono, Antípatro (o Antípater) el
último general que quedaba de la época de Filipo II, y más tarde los hijos de
ambos Demetrio y Casandro.
Decadencia[editar]
Durante los siguientes veinte años no hubo más que peleas entre ellos. En un principio se
contentaron con llamarse gobernadores, esto fue en espera de la mayoría de edad del hijo
de Alejandro, pero ya en el306 a. C. tomaron el título de rey. Se repartieron el imperio de la
siguiente manera:
Asia para Antígono Monoftalmos. Era el que tenía más poder y más extensión de
tierras.
Egipto para Ptolomeo, cuya dinastía fue la más estable de todas.
Tracia y Asia Menor para Lisímaco
Babilonia y Siria para Seleuco
Grecia, y Macedonia para Casandro.
Antígono pretendió desde un principio ser el único y soñó con la gran unidad del imperio
de Alejandro. Pero los generales Ptolomeo, Lisímaco y Seleuco no se lo consintieron y le
declararon la guerra. Antígono fue vencido y muerto en la Batalla de Ipso (en Frigia, centro
de Asia Menor) en el 301 a. C.
Los epígonos (o nacidos después, o sucesores de los generales) continuaron con las
luchas internas y externas por conseguir el poder.
En el año 281 a. C. el gran imperio estaba dividido en tres grandes estados:
Macedonia (Dinastía antigónida).
Asia (Dinastía seléucida).
Egipto (Dinastía ptolemaica).
Las guerras macedónicas[editar]
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Macedonia durante el reinado de Filipo V.
A finales del siglo III a. C. , Macedonia era aún la gran potencia dominante en
el Mediterráneo Oriental. Su ejército, descendiente directo del de Alejandro Magno, aún
era temido, al igual que su estilo de combate, que enfatizaba las armas combinadas pero
cargaba mucha mayor responsabilidad sobre el poder de la falange que nunca hiciera (o
hubiera hecho) Alejandro. Mientras otras naciones como Roma preferían la movilidad y la
flexibilidad, la falange macedonia se caracterizó por ser la más rígida de las formaciones
militares.
Primera Guerra Macedónica[editar]
Artículo principal: Primera Guerra Macedónica
Durante la Segunda Guerra Púnica, el rey Filipo V se alió con Cartago. Aunque este
acuerdo no supuso ninguna batalla campal entre Roma y Macedonia, fue conocido
históricamente como Primera Guerra Macedónica. Tras escaramuzas de pequeña
importancia, se negoció una paz inestable que permitía a Roma concentrar sus energías
en la guerra contra Cartago. Según Livio, Filipo envió una legión al mando de Sópatro a
África para reforzar a Aníbal enZama.
Segunda Guerra Macedónica[editar]
Artículo principal: Segunda Guerra Macedónica
En el año 200 a. C. , siendo ya Roma la potencia dominante de Italia y el Mediterráneo
Occidental, Rodas y Pérgamo le pidieron ayuda contra las continuas agresiones
macedónicas en los Dardanelos y Egipto. La atención de Roma se volvió hacia el Egeo y
sus antiguas rencillas con Filipo V de Macedonia.
Roma exigió a Macedonia su retirada completa de Grecia. Filipo accedió en parte, pero
quiso mantener el control sobre las ciudades de Demetrio I de Macedonia,
en Tesalia; Calcis, en Eubea; y Corinto, en Acaya; a las que el rey conocía como «Grilletes
de Grecia».
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Una delegación griega fue enviada a Roma, para dar al Senado una lección de geografía
helena. Las negociaciones terminaron en un callejón sin salida. Sin embargo, como
resultado, el Senado envió al cónsul Tito Quincio Flaminino, al mando de dos legiones más
6000 infantes y 300 jinetes aliados para expulsar a Filipo de Grecia. Comenzaba
la Segunda Guerra Macedónica.
Tras una serie de combates en todo el territorio griego, los ejércitos de Filipo y Flaminino
se encontraron en la batalla de Cinoscéfalos (197 a. C. ). El rey macedonio fue derrotado,
debiendo firmar un tratado de paz por el que abandonaba sus pretensiones sobre Grecia.
Al mismo tiempo, un segundo ejército macedonio era derrotado por Átalo I, rey
de Pérgamo, en Asia Menor.
Tercera Guerra Macedónica[editar]
Artículo principal: Tercera Guerra Macedónica
Filipo V de Macedonia.
Filipo V mantenía la tradición macedonia de enseñoreamiento sobre los griegos, heredada
de Filipo II y Alejandro Magno. Aunque los romanos en la guerra anterior lo habían
derrotado y separado políticamente de Grecia, nunca renunció a la idea de deshacerse de
la influencia de Roma sobre su «patio trasero».
Por ello, una vez que logró poner las cosas en orden en su país, elaboró
una estrategia para mantener a los romanos ocupados mientras él se apoderaba
nuevamente de Grecia. Esta estrategia consistía en conquistar los territorios al sur
del Danubio y concertar tratados de alianza con las tribus bárbaras transdanubianas, con
el fin de lanzar a estas contra Italia. Esta última parte no pudo realizarla, pues murió en
el 179 a. C.
Su hijo y heredero al trono, Perseo, no continuó la política de su padre, quien veía a los
griegos como poco más que esclavos. Al contrario, Perseo buscó la alianza y la amistad
de muchas ciudades estado griegas y reinos helenísticos, logrando como resultado
que Prusias II de Bitinia, Seleuco IV de Siria (su suegro), Rodas, Bastarnia, Iliria, Etolia y
otros más fuesen sus amigos. En los 20 años posteriores a la Segunda Guerra
Macedónica, el odio hacia Roma en Grecia se había incrementado notablemente, pues el
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dominio que los romanos imponían indirectamente a través de la oligarquía reinante había
dado como resultado un empobrecimiento generalizado de la población.
Aprovechando esto, Perseo inició una política demagógica, invitando a quienes fueran
perseguidos por política o por deudas a refugiarse en Macedonia, donde les serían
reconocidos sus derechos y bienes. Pero el resultado de ello fue contraproducente, pues
las clases poseedoras, al ver sus intereses en peligro, volvieron sus ojos a Roma con el fin
de conseguir ayuda para deshacerse de Perseo.
Eumenes II de Pérgamo fue uno de los más ardientes impulsores de la guerra: logró llegar
al senado y presentar muchas quejas contra Perseo; como resultado, Roma declaró la
guerra a Macedonia. Sin embargo, las operaciones militares no se iniciaron de inmediato,
pues los romanos no estaban preparados para la guerra. De regreso a Pérgamo, Eumenes
II fue víctima de un atentado en la isla de Delfos, organizado por Perseo.
Perseo, por su parte, aun sabiendo que Roma estaba oficialmente en guerra con él, pero
no lo había atacado aún, asumió una postura defensiva. Decidió no ocupar con sus tropas
los puntos estratégicos más importantes de Grecia, lo que le habría dado una sustancial
ventaja inicial, y así los romanos tuvieron el tiempo suficiente para preparar
cuidadosamente la guerra.
Sin embargo, no todo era ventaja para los romanos. Aunque por la estrategia de Perseo la
mayor parte de sus amigos y aliados se habían alejado de él al considerarlo cobarde, al
iniciarse las operaciones militares (171 a. C. ), los macedonios lograron derrotar
en Tesalia a la caballería e infantería ligera romanas. Esto provocó que los antiguos
amigos y aliados reafirmaran su apoyo, pero Perseo, temeroso de la reacción romana,
evacuó sus fuerzas de Grecia y se retiró a Macedonia, renunciando a una guerra ofensiva.
Falange macedónica.
Durante los dos años siguientes la guerra fue pasivamente conducida por Roma y por
Macedonia; sin embargo, esta última desplegó una gran actividad diplomática que brindó
algunos resultados por el resurgimiento de la flota macedonia en el mar Egeo y por la
aparente incapacidad de Roma de dar fin a la guerra. Esto generó entre los rodios el
deseo de actuar como intermediarios para finalizar la guerra, dado que su comercio estaba
fuertemente contraído a causa de esta. Sin embargo, notando el Senado romano la actitud
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de los griegos hacia Roma, y viendo el peligro que esto representaba, decidió poner fin a
la guerra victoriosamente al precio que fuese.
En el 169 a. C. , se nombró cónsul a un noble sin fortuna, Lucio Emilio Paulo, hijo del
cónsul del mismo nombre muerto en Cannas durante la Segunda Guerra Púnica, padre
biológico de Publio Cornelio Escipión Emiliano. Emilio Paulo contaba con muchos años de
experiencia militar adquirida en las guerras de Liguria yHispania, poseía fama en Roma de
intachable honestidad. Llegado al teatro de operaciones, rápidamente restauró la disciplina
que se había relajado y logró penetrar en Macedonia hasta la ciudad de Pidna, donde
estaba Perseo y su ejército. Allí se desarrollaría la famosa batalla de Pidna, cuyo resultado
fue la derrota definitiva de Macedonia y el derrocamiento de la monarquía macedonia.
El primer choque entre romanos y macedonios fue tan fuerte que las vanguardias romanas
fueron destrozadas y las legiones se empezaron a retirar a las alturas boscosas que
rodeaban el campamento romano. Inmediatamente las falanges macedonias abrieron sus
filas para dar persecución a los romanos. Emilio Paulo se aprovechó de esta circunstancia,
y lanzó sus reservas a los desprotegidos flancos y la retaguardia de las falanges,
terminando por romper totalmente su formación, y los legionarios perseguidos dieron la
vuelta y cercaron a los macedonios. La caballería macedonia, al ver la derrota de la
infantería, optó por retirarse del campo de batalla.
Todo el enfrentamiento terminó en menos de una hora, con el resultado de
20 000 macedonios muertos y 11 000 prisioneros. Las pérdidas romanas fueron muy
inferiores. Perseo, al ver su derrota, huyó del campo de batalla llevando su tesoro consigo
(unos 6000 talentos) dirigiéndose a Samotracia, en cuyo santuario confiaba en encontrar
un refugio seguro. Pero los romanos, lo obligaron a rendirse con sus tesoros y sus dos
hijos, y fue confinado en Italia, donde murió algunos años después. Su hijo mayor, Filipo (y
técnicamente heredero del trono de Macedonia) murió dos años después que el padre,
mientras que el más joven se convirtió en escribano.
Como resultado de la guerra, Macedonia fue dividida en cuatro repúblicas nominalmente
independientes, cuyos habitantes no podían tener relaciones diplomáticas, comerciales ni
matrimoniales entre ellos. Macedonia tenía prohibido comerciar con madera, materiales de
construcción, metales preciosos ni sal con quien fuese. Las fortalezas fueron
desmanteladas y la población desarmada. La monarquía macedónica fue destruida para
siempre.
El empobrecimiento resultante y el recuerdo de la libertad y antigua gloria de Macedonia
hizo que 20 años después, al presentarse un impostor que se hacía pasar por el fallecido
hijo de Perseo, Filipo, losmacedonios se rebelaran contra Roma, conflicto cuyo resultado
final fue el sofocamiento de la rebelión y la transformación de Macedonia en una provincia
romana.
Organización social[editar]
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La organización política del Reino de Macedonia formaba una pirámide de tres estratos:
arriba estaban el rey y la nación, abajo, las organizaciones cívicas (ciudades y éthnē), y
entre ambos, los distritos. El estudio de las diferentes instituciones se ha renovado
considerablemente gracias a la epigrafía, que ha dado la posibilidad de releer las
indicaciones que dejaron los autores clásicos, como Livio y Polibio. Estos muestran que las
instituciones macedonias se parecían a las de las alianzas de las ciudades-estado griegas,
como por ejemplo la Liga Etolia o la Liga Aquea, cuya unidad, ente caso, era reforzada por
la presencia de un rey.
El rey[editar]
El rey (Βασιλεύς) llevaba la administración central del reino. Gobernaba desde la capital
del reino (que fue primero Egas, y luego, desde el reinado de Arquelao I en
adelante, Pella) y en su palacio real se conservaba el archivo del estado. El secretario real
(βασιλικὸ�ς γραμματεύς) le ayudaba en el gobierno, por lo que era de vital importancia, así
como el Consejo.
El rey era el jefe del ejército, cabeza de la religión macedonia y el encargado de las
relaciones diplomáticas con otros reinos. Por ello, sólo él podía establecer tratados y,
hasta el reinado de Filipo V, ordenar la acuñación de monedas.
El número de funcionarios civiles era limitado: el rey dirigía su reino de una forma casi
indirecta, apoyándose en los magistrados locales con los que mantenía frecuente contacto.
La sucesión[editar]
La sucesión real en Macedonia era hereditaria y patrilineal, y generalmente respetaba el
principio de primogenitura, pasando la corona al primer hijo varón del rey. También había
un elemento electivo: cuando el rey moría, su heredero, que sería generalmente pero no
siempre su hijo mayor, tenía que ser aceptado primero por el Consejo y posteriormente
presentado ante la Asamblea general para ser aclamado rey y hacer el juramento de
fidelidad.
Como puede verse, la sucesión estaba lejos de ser automática, considerando que muchos
reyes macedonios murieron de forma violenta, sin haber decido quién les sucedería, o sin
haber asegurado que sus sucesores serían respetados. Es el caso de Pérdicas III,
asesinado cruelmente por los ilirios, Filipo II, asesinado por Pausanias de
Orestis, Alejandro Magno, que murió de una repentina enfermedad, etc. Las crisis por la
sucesión eran frecuentes, especialmente a partir del siglo IV a. C. , en el que las familias
prominentes del norte de Macedonia aún tenían la ambición de derrocar a la dinastía
argéada y ascender al trono.
Las finanzas públicas[editar]
El rey era simplemente el guardián y administrador del tesoro de Macedonia y del suyo
propio (βασιλικά), pues realmente este pertenecía a los macedonios, y los tributos que
pagaban los pueblos derrotados también iban para el pueblo macedonio. Incluso si el rey
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no llevaba la administración de las sumas del reino, se sentía responsable de
defenderlas: Arriano cuenta que durante el motín de los soldados de Alejandro
en Opis (324 a. C. ), este detalló las posesiones que su padre tenía cuando murió para
probar que no había hecho un uso abusivo de las mismas.
Se sabe por Livio y Polibio que el basiliká tenía ingresos de las siguientes actividades
económicas:
Moneda de Filipo II.
Las minas de oro y plata (por ejemplo, las del Pangeo), que pertenecían
exclusivamente al rey, y que le permitían acuñar moneda, un privilegio también único
del rey hasta el reinado de Filipo V, quien concedió a las ciudades y distritos el
derecho a acuñar monedas de menor valor, por ejemplo, de bronce.
Los bosques, cuya madera fue muy apreciada por las polis griegas que la usaban para
construir sus barcos. De hecho, se sabe que Atenas hizo tratados comerciales con
Macedonia en el siglo V a. C. para importar la madera necesaria para la construcción y
el mantenimiento de su flota de guerra.
Las tierras conquistadas, que se anexionaban al reino y que el rey explotaba
directamente, en particular a través de esclavos que obtenían de los prisioneros de
guerra, o indirectamente a través de un sistema de arrendamiento.
Aduanas en el comercio (impuestos de importación y exportación).
La forma más común de explotar estas fuentes de riqueza era por
arrendamiento: Aristóteles, en su "Económica", cuenta que Amintas III (o quizá Filipo II)
dobló las aduanas con la ayuda de Calístrato, que se había refugiado en Macedonia, y que
rentaban de 20 a 40 talentos cada año. Para conseguir esto, todos los años se elegía
como oferta para la explotación privada de las aduanas la más alta. También se sabe por
Livio que las minas y los bosques se arrendaban por una suma acordada durante el
reinado de Filipo V, y parece ser que lo mismo ocurrió bajo la dinastía argéada: puede que
el sistema de arrendamiento del Egipto ptolemaico tenga aquí su origen.
Excepto las propiedades del rey, la tierra de Macedonia era libre: los macedonios eran
hombres libres y no pagaban impuestos por terrenos privados. Incluso los tributos
extraordinarios que pagaban los atenienses en tiempos de guerra no existían. Hasta en
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épocas de crisis económica, como la de Alejandro en el 334 a. C. o la de Perseo en
el 168 a. C. , la monarquía no gravaba con impuestos a sus súbditos sino que recaudaba
fondos a través de préstamos, que sus compañeros reales tenían que dar, o aumentaban
el coste de los arrendamientos.
El rey podía conceder el atelíē (ἀτελίη), cuyo poseedor se veía exento de pagar impuestos.
Alejandro se lo concedió a aquellas familias que tuvieron muertos durante la batalla del
Gránico en mayo del 334 a. C. , por lo que no tuvieron que pagar tributos de arrendamiento
ni tasas comerciales.
Se obtenían ingresos extraordinarios gracias al pillaje, y el botín de guerra se repartía
entre el rey y sus hombres. En tiempos de Filipo II y Alejandro el pillaje proporcionaba
grandes sumas de dinero. Una parte considerable de los objetos de oro y plata obtenidos
en las campañas de Europa y Asia se fundieron en lingotes y fueron enviados para acuñar
monedas a Pella y Anfípolis, las cecas más activas del reino en aquella época: se estima
que durante el reinado de Alejandro, Anfípolis acuñó cerca de 13 millones
de tetradracmas de plata.
La asamblea[editar]
Artículo principal: Koinón de los macedonios
Todos los ciudadanos/soldados se reunían en una asamblea popular al menos dos veces
al año, en primavera y en otoño, al principio y al final de la temporada militar.
Esta asamblea (koinê ekklesia o koinon makedonôn), en la que acudía el ejército en
tiempos de guerra, y el pueblo en tiempos de paz, la convocaba el rey y tenía un
importante papel en el nombramiento de nuevos monarcas y en juicios importantes; podía
ser consultada (sin ningún tipo de obligación) para asuntos exteriores (declaraciones de
guerra, tratados) y para ascender a altos oficiales del estado. En la mayoría de estas
ocasiones, la Asamblea no hacía más que ratificar las propuestas de un órgano menor, el
Consejo. Fue abolida por los romanos cuando reorganizaron Macedonia en el 167 a. C. ,
para prevenir, según Tito Livio, que un demagogo hiciera uso de ella para rebelarse contra
su autoridad.
El consejo (synedrion)[editar]
Artículo principal: Sinedrión de Macedonia
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Restos arqueológicos de Pella.
El Consejo era un grupo restringido de personalidades importantes del reino, elegidas y
reunidas por el rey para secundarle en el gobierno. No era un asamblea representativa,
sino que era ampliado en ciertas ocasiones con representantes de las ciudades y unidades
cívicas del reino.
Los miembros del Consejo (synedroi) pertenecían a tres categorías:
Los sômatophylaques (en griego antiguo, literalmente «los guardias de corps») eran
los nobles macedonios elegidos por el rey, que eran siete en el reinado de Alejandro
Magno, y le servían como guardia de corps honorífica, pero sobre todo como
consejeros. Era un título, aunque honorífico, particularmente prestigioso.
Los Amigos (philoi) o los Compañeros reales (basilikoi hétairoi) eran nombrados en
vida por el rey entre la alta nobleza macedonia.
Los principales generales del ejército (hégémones tôn taxéôn) también nombrados por
el rey.
El rey tenía menos libertad de lo que podríamos pensar para elegir la composición del
Consejo, puesto que muchos miembros de la alta aristocracia del reino eran miembros de
derechos ex officio.
El Consejo ejercía esencialmente una función probouléutica con respecto a la Asamblea:
elaboraba y proponía las decisiones que esta debía luego debatir y votar, en numerosos
dominios, tales como la designación de los reyes y regentes, pero también de los grandes
administradores, y las declaraciones de guerra. El Consejo estaba encargado de la
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instrucción judicial de los procesos capitales. Era también la primera y la última instancia
para todos los casos que no entrañaban la pena capital.
El Consejo se reunía a menudo y constituía el principal órgano de gobierno. Cualquier
decisión importante del rey era primero objeto de una deliberación.
En el interior del Consejo reinaban los principios democráticos de isegoria (igualdad de
palabra) y de parresía (libertad de uso de la palabra), a los cuales el rey se sometía como
los otros miembros.
Después de la destrucción de la monarquía antigónida por los romanos en el 167 a. C. , es
posible que el synedrion subsistiera, al contrario que la asamblea, y quedara como la única
instancia federal de Macedonia dividida en cuatro mérides.
Distritos regionales (merides)[editar]
La creación de un escalón administrativo territorial intermediario entre el poder central y las
ciudades debe probablemente ser atribuida a Filipo II: esta reforma corresponde a la
necesidad de adaptar las instituciones políticas a la considerable extensión del reino bajo
su reinado. No era posible entonces reunir fácilmente al conjunto de los macedonios en
una sola asamblea primaria, y la creación de cuatro distritos regionales, cada uno provisto
de una asamblea era la respuesta aportada a este problema. No se trataba de divisiones
territoriales que recortaran los grupos tribales, sino de un recorte administrativo artificial.
Sin embargo, hace falta subrayar que la existencia de estos distritos no está en realidad
atestiguada realmente (por la numismática) más que a partir del comienzo del siglo II a. C.
Los distritos eran los siguientes en la época antigónida, donde su número de orden es
suministrado por la numismática :
Primera méris: Anfípolis o la Parastrimonia y Paroria. El distrito debe su nombre a la
única ciudad en hacer una contribución al levantamiento nacional macedonio a finales
del siglo V a. C. Sus habitantes no helenizados eran reclutados en unidades distintas,
llamadas bisaltias, mientras que los reclutados de
Anfípolis, Filipos y Oesymé integraban la falange. La política de los reyes macedonios
era no mezclar a los soldados heleno hablantes con los macedonios en el seno de las
unidades.
Segunda méris: Anfajítida. Su frontera era el río Axio el oeste y el Estrimón al este; la
capital era Tesalónica.
Tercera méris: Botiea Correspondía a Pieria y Emacia, en el corazón del histórico
reino macedonio, así como la región litoral comprendida entre el Axiós y el Peneo; la
capital era Pella.
Cuarta méris: Alta Macedonia. Reunía a Lincestis, Tinfea y Atintania. La Oréstida
salió muy pronto del reino propiamente dicho. En la época romana, la capital estaba en
Pelagonia.
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La primera función de estos distritos era la de servir de base territorial de reclutamiento
para el ejército.
La existencia de una moneda propia en estos distritos suponía una autonomía financiera e
instituciones políticas propias (mal conocidas). Según las inscripciones, puede pensarse
que cada méris disponía de una asamblea primaria que reunía a todos los macedonios de
la región, y elegía anualmente un strategos, magistrado epónimo, cuya doble función era
representar a la asamblea y al poder central, especialmente en materia militar.
Estas asambleas continuaron existiendo en época romana, y se convirtieron en las
principales asambleas primarias de Macedonia, después de la supresión de la Asamblea
común.
Costumbres[editar]
Los jóvenes tenían una obligación iniciática que era la de matar un jabalí. Aquel que
no lo hubiera hecho no merecía sentarse con los demás en los banquetes.
Cuando, por las circunstancias que fueran, un hombre no había matado aún a un
enemigo, tenía la obligación de llevar una cuerda atada al cuerpo.
Regiones[editar]
Mapa del Reino de Macedonia.
En el siglo V a. C. , el reino se dividía en tres grandes regiones:8
La Alta Macedonia o Macedónide, que se extendía al este del monte Pindo, desde el
lago Ocrida, hasta las fuentes del río Haliacmón. Comprendía una serie de
«comarcas» que se identificaban con determinados ethne:
La Elimea, en el sureste, en el bucle del río Haliacmón y los confines de
la Perrebea (habitada por periecos telalios).
La Oréstide, en el oeste, hacia el nacimiento del Haliacmón y el sur del lago
Ocrida, fronteriza con las tribus ilirias.
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La Eordea, que se extendía al norte del Haliacmón hasta el lago Vegorítida.
La Lincéstide o Lincestis, que estaba situada al noroeste del lago Ocrida y que
limitaba la norte con Peonia.
La Baja Macedonia se extendía desde las laderas meridionales del Olimpo hasta el
río Axio. Era el área más rica y urbanizada y constituía el verdadero corazón del reino.
La Baja Macedonia incluía a:
Pieria , que se comprendía el área desde el sur del Haliacmón, en la costa, hasta
Tesalia.
La llanura de Ematia.
Botiea (o Botia), situada al sur de Ematia, llegaba hasta el Golfo Termaico.
Migdonia era una región que ocupaba el territorio entre el Axio y el Estrimón.
Véase también[editar]