IntroduccinEn los ltimos 50 aos se ha producido un encuentro
entre la Filosofa y la Economa en torno a las teoras sobre
justicia, como lo explican en detalle Roemer (1996) y Kolm (1998),
entre otros. El inters es la aplicacin de diversos conceptos sobre
justicia a la organizacin social; especialmente porque la Economa
se ocupa de la distribucin de recursos escasos, y de uso
alternativo, entre necesidades mltiples y jerarquizables. En ese
sentido, este encuentro disciplinario debe interpretarse como la
necesidad de hacer aplicable a la vida econmica la filosofa, para
incorporar un sentido tico al devenir econmico. Sin embargo, este
inters por aplicar conceptos filosficos abstractos parece haber
encontrado ms dificultades de las previsibles y hoy parece evidente
que no hay un slo concepto de justicia econmica. Aquello que en un
conjunto de conceptos se considera justo en otros no lo es.
Importantes autores reconocen hoy que parecen haber tantas
dimensiones de justicia econmica como teoras sobre ella1. La misma
idea de recursos escasos es interpretable, pues es evidente que los
recursos son escasos slo en relacin a las aspiraciones (o
necesidades) de los individuos (Kolm, (1998)). Sintetizar la
voluminosa literatura sobre el concepto de justicia en Economa est,
afortunadamente, lejos de los propsitos de esta Tesis Doctoral,
pero es necesario sealar que la idea de justicia en Economa ha
estado tradicionalmente ligada a la distribucin de la renta o, ms
generalmente, a la forma en que se distribuye el producto social.
Por ello no es raro que gran parte de las teoras sobre justicia, en
Economa, estn fuertemente vinculadas al problema de la desigualdad
de la distribucin de bienes.
1
Para un extensa exposicin comparativa de los criterios de
justicia, vase Sen (1995) y Kolm (1998).
Este problema, la desigualdad en la distribucin de los recursos
econmicos, ha preocupado, literalmente, desde hace milenios a las
personas. Platn y Aristteles se preguntaron por ello y el libro del
Talmud2 contiene reglas de reparto, consideradas justas desde hace
ms de 2.400 aos, que hasta hoy se estudian. No es sorprendente,
entonces, que las ideas sobre la forma justa de distribuir recursos
escasos entre las personas sean muy abundantes y tambin difciles de
sintetizar. De esa manera, y a riesgo de omitir ideas importantes,
en esta introduccin se mencionan slo algunas de las lneas de
pensamiento que estando vigentes actualmente son pertinentes para
el anlisis del principio de Igualdad de Oportunidades que
analizamos en esta Tesis Doctoral. Del mismo modo, esta breve
descripcin servir para justificar los criterios que se han adoptado
en la realizacin de este trabajo. Tambin es de inters mencionar que
una parte importante del debate sobre justicia y distribucin se
concentra en los instrumentos de medicin y en los mtodos de anlisis
de la igualdad de oportunidades y que sustentan las distintas
teoras como lo explican Sen (1973), Kolm (1998) y Roemer (1996)
entre otros. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, desde el
punto de vista metodolgico, tiene importancia el llamado enfoque
axiomtico, que explicaremos ms adelante, en algunas de sus
principales corrientes, pues, de hecho, es una lnea de trabajo de
importantes autores en el campo de la Igualdad de Oportunidades. La
lnea axiomtica se concentra en las condiciones y reglas de
negociacin entre agentes que consideran las respuestas, racionales,
de sus contrapartes. Las ideas de interaccin
2
En la religin juda, juega un papel muy importante la tradicin
oral que interpreta, codifica y comenta la Tor (que se supone de
origen divino). Uno de los textos que transcribe la tradicin oral
es el Talmud que, por su sentido interpretativo del mensaje divino,
no ha dejado de leerse hasta nuestros das. Por esa razn, los
contenidos de este texto no se pueden fechar con precisin.
estratgica tienen soporte terico en los trabajos de Von Neumann
y Morgenstern (1944), pero es Nash (1950) quin obtiene los primeros
resultados relevantes para la teora de la distribucin. De hecho, el
inters de Nash es el anlisis de las negociaciones entre agentes,
pero obtiene resultados de conveniencia mutua, entre personas con
intereses antagnicos, y una extensin natural de este resultado es
la distribucin de bienes escasos. El trabajo de Thomson (1991) y el
de Thomson y Lensberg (1989) son, de hecho, desarrollos axiomticos
que llevan a resultados ticos. Esta lnea de trabajo, para nuestros
propsitos, podra sintetizarse en la bsqueda de reglas distributivas
(principios) que sean mutuamente ventajosas para el conjunto de
todos los ciudadanos involucrados en ella. Esta lnea tiene
seguidores entre algunos tericos de la Igualdad de Oportunidades:
Bossert (1995, 1997) Bossert y Flauerbay, (1996), Flauerbay (1994,
1995); Flauerbay y Maniquet (1996, 1999); Maniquet (1998); Maniquet
(2002); Bossert, Flauerbay y Van de Gaer; (1999), quienes han
optado por la definicin de reglas de consistencia especficas a los
problemas y modelos econmicos que han estudiado en la lnea del
anlisis axiomtico. De hecho, un texto muy importante en este
enfoque, Theories of Distributive Justice de John Roemer (1996) es
en gran medida una sntesis axiomtica de las teoras sobre justicia
distributiva. La lnea axiomtica, sin embargo, presenta algunos
importantes problemas: (a)- No logra incorporar apropiadamente la
complejidad de algunos problemas econmicos al anlisis de la
justicia distributiva: Posiblemente, esto se derive del alto nivel
de abstraccin que se le impone a los modelos. Lo concreto, es que
los problemas tratados no logran especificaciones aplicables y
cuando lo intentan se obtienen soluciones poco convincentes. De
hecho, llaman la atencin los ejemplos que se usan en la literatura
axiomtica en Roemer, (1998) y Flauerbay y Maniquet; (1999).
(b) Parece haber poco acuerdo sobre los conceptos utilizados: La
discusin de las caractersticas (o axiomas) de lo justo tiene
diferencias importantes entre los diversos autores. As, conceptos
como altruismo Khalil (2004); Becker; (1976, 1981), prioridad; Sen
(1995) Moreno Ternero; (2004), caridad; Atkinson; (1987); Sen
(1995); equidad; Kolm (1998) o la correccin de algunos fallos de
mercado como la discriminacin (Especial de la Boston Review; 1985)
entre otros conceptos suelen mezclarse, a veces inadvertidamente,
en las ideas sobre justicia econmica y distributiva. En este
trabajo se considera que la Igualdad de Oportunidades es, ante
todo, un concepto que debe entenderse dinmicamente. De hecho, la
aplicacin de tcnicas de anlisis dinmico es, probablemente, la
principal contribucin de esta Tesis Doctoral. Por su importancia,
volveremos sobre este aspecto en varias oportunidades a lo largo de
este trabajo. As, diremos que la aplicacin del concepto de Igualdad
de Oportunidades, a algunos problemas especficos, debera
necesariamente producir resultados temporalmente consistentes. En
otras palabras, hablaremos de igualdad de oportunidades cuando los
grupos menos beneficiados socialmente, tienen la posibilidad de
acceder a mejores posiciones relativas en la sociedad, si las
circunstancias que los afectan son compensadas eficientemente y sin
que ello implique subsidiar permanentemente a las personas que
acceden a dichas mejores posiciones. De esa manera, la provisin de
Igualdad de Oportunidades es, adems de un imperativo moral, una
correccin a aquellos fallos de mercado que no tienen, en el actual
estado de desarrollo, mecanismos de correccin y equilibrio
automtico. Este enfoque, puede parecer cercano al tradicional
utilitarismo, si se acepta que la potencialidad de las personas las
hace ms semejantes que lo que indica la distribucin funcional de
los recursos. Pero no son ms que apariencias.
El enfoque utilitarista, plenamente vigente actualmente,
sostiene que la regla justa es aquella que maximiza la suma total
de la utilidades de los integrantes de una comunidad. Esta posicin
tiene dos pilares importantes: 1) La informacin sobre las funciones
de utilidad de las personas. En particular, la idea de que no es
posible establecer comparaciones entre niveles de utilidad. Sin
embargo, no es necesario hacer esta comparacin, pues basta con
conocer los rdenes de preferencia para obtener un equilibrio
paretiano. Tampoco es recomendable desde el punto de vista tico,
pues un componente importante de la libertad (un requisito
prioritario de la justicia) es precisamente la asimetra de
informacin. 2) La disponibilidad de recursos. Desde el punto de
vista utilitarista, las restricciones de recursos son las nicas que
podran limitar la mxima disponibilidad de bienes para el mximo de
personas que viven la mxima cantidad de aos (una extensin directa
de no comparar utilidades y de maximizar la suma de utilidades,
pero imposible de calcular). Este aspecto indica que el
utilitarismo extremo es, adems, insensible a la distribucin de los
recursos, y obliga a la utilizacin de funciones sociales de
utilidad, cualitativamente distintas a las obtenidas como suma de
las funciones de utilidad individuales. El utilitarismo puro es as
insostenible, pero alerta sobre la idea de imponer rgidamente
reglas centralizadas de asignacin de recursos. Adicionalmente,
proporciona una justificacin para el uso de funciones de utilidad
social, que incorporen variables como la aversin a la desigualdad,
o alguna prioridad en la asignacin de recursos a grupos menos
favorecidos. Nuevamente el fundamento de esta idea es la
constatacin de que las reglas adecuadas y simples de reparto,
suelen tener extensiones poco convincentes desded distintos puntos
de vista.
Sin embargo, es de hecho, un utilitarista Harsany (1955) quien
proporciona un instrumento bsico para la construccin de funciones
de utilidad social que llevan a repartos de recursos
igualitaristas; el denominado juego de roles o velo de ignorancia
(Gedankenexperiment). El juego es conocido; el velo de ignorancia
de Rawls (1971), es un ejercicio de reciprocidad en base a la
ignorancia de la posicin relativa de cada individuo respecto a los
dems. Dicho juego, lleva a un criterio de justicia distributiva
radicalmente distinto a lo que era habitual hasta el momento. Esta
es, probablemente, la primera teora igualitarista que cambia
principalmente dos conceptos: - El objeto de igualacin: Aparece una
ruptura entre la disponibilidad universal de ciertos bienes bsicos
(primarios) y el resto de los bienes. Los bienes primarios y bsicos
pueden constituir la base de las preferencias cardinales
individuales. Es decir, la disponibilidad de estos bienes bsicos es
comparable entre individuos y puede ser maximizable mediante
diversas reglas sociales, aceptadas universalmente como justas. La
justicia se puede lograr, as, estableciendo reglas de reparto
igualitario sobre un ndice de algunos bienes bsicos, en lugar de
utilizar el bienestar, la satisfaccin o la utilidad - El criterio
de igualacin: Aparecen individuos menos favorecidos por las reglas
de reparto, y eso lleva al principio de la diferencia que, en el
marco terico de Rawls (1971), busca ampliar las posibilidades de
consumo de quienes estn peor situados. El Principio de Diferencia
tiene variantes en Sen (1980) y en Kolm (1972). En el primero, la
igualacin no se mide sobre bienes, sino sobre las capacidades que,
real o virtualmente, poseen los individuos. La idea en Sen (1980)
es que la igualdad debe promoverse en base a aquellas capacidades
de los individuos que dependen de muchas combinaciones de bienes.
Las personas, para Sen (1980), utilizan los bienes para realizar
funciones que les reportan utilidad y, es la disponibilidad de
bienes para funcionamiento (determinantes de
las capacidades) lo que debe igualar la sociedad. Las diversas
funciones, individuos y circunstancias, utilizan distintos bienes y
combinaciones de bienes, de manera que las capacidades se deben
definir en un nivel ms general y abstracto (cultura, reproduccin
del modo de vida, movilidad social y espacial, vida saludable y
otros). En los trabajos de Kolm (1972), hay un sentido distinto de
la igualdad descrito anteriormente, pues desde su punto de vista,
las personas son fundamentalmente idnticas; y tienen preferencias
fundamentales, que hacen comparable su nivel de felicidad. Sin
embargo, los individuos estn sujetos a situaciones y circunstancias
que influyen en sus gustos, aspiraciones o inclinaciones, de tal
forma que sus preferencias pueden, y de hecho lo hacen, diferir. En
este sentido, la distribucin igualitaria es, por tanto, la nica
justa, pero esta distribucin ser ineficiente si la vida misma no es
justa. Inversamente, una distribucin eficiente no puede ser justa.
Por ello, Kolm (1972) define una Justicia Prctica que es
socialmente ptima, aunque puede no ser individualmente justa. El
elemento comn entre los igualitaristas, es la aplicacin del
principio del leximin, en el que un reparto social se evala
secuencialmente en funcin de los menos favorecidos por las reglas
de reparto sociales. De esa manera, la regla ptima de asignacin de
recursos es del tipo maximin, es decir, asignar ms a quienes se
encuentran menos favorecidos. Las diferencias entre los propios
igualitaritas son, de todos modos, muy grandes. De hecho, Kolm
(1972) y Sen (1980) parten de conceptos sustancialmente distintos
sobre la justicia. Ya se ha dicho, para Kolm (1972), las personas
son fundamentalmente iguales, mientras para Sen (1980), son tan
distintas que este simple hecho, impide situar las variables
igualizadoras slo en la utilidad o el bienestar de los individuos
o, alternativamente, en los bienes.
No deja de ser paradjico que en el desarrollo de las ideas sobre
Igualdad de Oportunidades, sea necesario mencionar una reaccin
anti- igualitaria a Rawls por parte de Nozick (1974) en el trabajo
Anarchy, State and Utopia. En su trabajo, Nozick (1974), parte de
la tradicin Lockeana3 respecto al derecho fundamental a la
propiedad privada que poseen los individuos. As, Nozick (1974)
propone que una distribucin justa resultar del derecho a la
apropiacin del trabajo, del derecho a transferir el resultado de
dicho trabajo y del derecho a corregir las injusticias que se
hubieran cometido en cualquiera de los anteriores procesos. El
primero de ellos, es el concepto Lockeano del derecho a la
apropiacin del producto, de la transformacin, mediante el trabajo,
de los recursos libres. El segundo, es el fundamento de las
transacciones de mercado, que slo son justas, si es que no hay
coercin en los actos comerciales. Dicho de otro modo, cuando los
bienes son escasos, la apropiacin del trabajo slo se puede producir
(con justicia) mediante compensaciones mutuamente acordadas. El
tercero, derecho a corregir las injusticias
producidas, se traduce en el derecho a ser defendido cuando en
las transacciones no se respeta el derecho de propiedad. En
realidad el concepto de Nozick (1974), es un alegato en favor del
respeto irrestricto al estado de derecho, y aunque, involucra tres
principios, la aplicacin estricta de stos produce un resultado que
no tiene ninguno. De hecho, Nozick (1974) postula que, cualquier
intervencin sobre los resultados de la actividad econmica,
involucra una violacin de alguno de los principios fundamentales. y
por ello, resulta insostenible e injusta. Esta idea de justicia
tiene dos implicaciones importantes para esta tesis:John Locke
(1632-1704) promovi un concepto de derecho poltico, basado en los
derechos individuales absolutos sobre la vida y la propiedad. Segn
este principio, la soberana reside en las personas, que no pueden
ser tratados ni entendidos como sbditos, ni sometidas a ninguna
forma de dominio o control social, y donde las autoridades polticas
son servidores pblicos y representantes de la voluntad popular, en
lugar de soberanos o monarcas.
(a) Al modo de Sen, una dimensin importante de la justicia es la
igualdad de libertad. Dicho de otra manera, la Igualdad de
Oportunidades, y cualquier otra teora de justicia, debe ser
parsimoniosa y, en principio, no es aceptable si la igualdad o
justicia distributiva se produce al nivel de bienes finales o
resultados econmicos, cuando ello involucra prdida de libertad. (b)
Cualquier grado de igualdad slo es posible mediante acuerdos
sociales o polticos. En otras palabras, la asignacin de recursos,
en la consecucin de objetivos igualitarios, debe ser polticamente
viable. De hecho, con los aportes de Nozick (1974), el problema de
la justicia se transforma fundamentalmente en un problema de
eleccin pblica. Por otro lado, el trabajo de Dworkin (1981) da una
perspectiva distinta al problema de desigualdad; de una manera
anloga a la de Rawls (1972). Aceptando que, efectivamente, no es
justo igualar bienestar o utilidad, en cuanto situacin final
derivada de la actividad econmica, propone una variante del velo de
ignorancia. El propone que lo velado, es decir lo que las personas
no conocen en el momento de decidir una distribucin justa, son
ciertos recursos inalienables, como por ejemplo el talento de las
personas, que, sin embargo, son necesarios para obtener el nivel de
utilidad o bienestar que deseen. As, las personas decidiran por un
seguro que los cubriera de la mala suerte en la lotera de la
naturaleza y, de ello, resultara una distribucin de recursos
transferibles (como por ejemplo, el ingreso) igualitaria. Este
concepto, traslada el problema de la igualdad a los recursos de los
que disponen las personas para alcanzar el bienestar. Pero en esta
formulacin falta, an, incorporar un elemento fundamental; la
responsabilidad de las personas en el uso de esos recursos. En
efecto, si en un grupo de personas, que adquieren el seguro contra
la adversidad de la naturaleza, slo algunos de ellos hacen uso del
seguro, deben quedar todos igualados
despus de pagar las indemnizaciones correspondientes. Esto, no
es del todo justo si es que el esfuerzo realizado no es el mismo.
Adems, en el anlisis de Dworkin (1981) no es claro el motivo por el
que las personas no son responsables de sus circunstancias, pero si
deben serlo (completamente) de sus preferencias que, despus de
todo, podran ser tan arbitrarias como las circunstancias de
nacimiento. El problema de la responsabilidad, est presente en
Rawls (1971) y en Sen (1980), quienes, sin embargo, dejan la tarea
de decidir la forma especfica de su utilidad a los individuos. Este
problema de la responsabilidad individual es analizado, en detalle,
por Arneson (1989) y Cohen (1989), y ellos agregan al velo de la
ignorancia de Dworkin (1981) dos hechos importantes: 1) Si bien la
distribucin justa debiera compensar a los individuos, en aquellos
factores que explican sus resultados, pero que no son
responsabilidad propia de los individuos, hace que los factores de
los que los individuos son responsables y de los que no lo son,
deben estar claramente definidos. 2) La distribucin justa debe
permitir las desigualdades que se originan en los factores
asociados a la responsabilidad individual. En otras palabras; lo
igualizable debiera ser el acceso a la ventaja o a la oportunidad
para conseguir bienestar; pero no al bienestar mismo. Las
diferencias entre Arneson (1989) y Cohen (1989) tienen importancia
para el trabajo que se desarrolla en esta Tesis Doctoral y, por
ello, deben precisarse algo ms. En Cohen (1989), la igualdad de
oportunidades debe situarse en el plano de la mala suerte
responsabilidad y no en el de las preferencias recursos como le
atribuye a Arneson (1989). De esa manera, el criterio de justicia
se refiere al acceso a la ventaja, y no en la oportunidad por
bienestar. Esta diferencia, podra explicarse por el contenido de
los
trminos acceso-oportunidad y ventajabienestar que ambos le
atribuyen a los individuos. Pero la discrepancia (ms aparente que
real), refleja aspectos importantes del criterio implcito de
justicia. En este sentido, y en base a ejemplos, Cohen (1989)
arguye que el bienestar, en cunto satisfaccin o felicidad, est ms
asociado a la personalidad de los individuos, que a los recursos de
los que disponen. As, la igualacin del bienestar podra hacer que se
asignaran ms recursos, a quienes menos los valoran, para producir
su propio bienestar. Adicionalmente, Cohen (1989) considera que el
bienestar puede ser inconsistente temporalmente, de manera que, la
asignacin de recursos a personas poco ambiciosas puede producir ms
necesidades de las iniciales, precisamente por el acceso a bienes
desconocidos. Respecto a la controversia acceso oportunidad, para
Cohen (1989) la oportunidad supone que, las personas tienen
posibilidades parecidas. La realidad es que ciertos estados de la
naturaleza de las personas, pueden afectar a la posibilidad de
capturar las oportunidades que se les presentan. De esa manera, el
trmino acceso, se refiere a igualar de manera eficaz la posibilidad
(oportunidad) de obtener ventaja. En esta descripcin hay tres
aspectos destacables: i) El nfasis en la libertad de los
individuos. La controversia ventaja bienestar, no es ms que
constatar que la felicidad de las personas puede ser impredecible
y, por ello, difcil de usar como gua para la asignacin de recursos.
En este sentido, persiste una confusin adicional, pues algunas
magnitudes, como el ingreso, constituyen tanto una ventaja, cuando
se considera capital, como una forma de bienestar, cuando permite
acceder al consumo.
ii) La dimensin temporal, que no aparece tratada explcitamente y
slo se presenta como una limitacin en Nozick (1974). En efecto,
cuando se teme que las funciones de bienestar puedan ser
inconsistentes temporalmente, se dice que si un da se toma una
decisin de asignacin de recursos justa, en otro instante de la vida
de las personas, esa decisin puede no resultar justa. La defensa
del derecho a la propiedad de Nozick tiene, en parte ese propsito,
pues si lo justo es la distribucin de recursoss mediante reglas de
juego (apropiacin, transferencia y correccin) fijas, entonces no
hay manera de intervenir en la distribucin resultante, sin violar
las reglas del juego justo. Si a pesar de ello, se interviene
polticamente, el resultado ser peor para todos. Esto ltimo, no es
ms que la exigencia de consistencia temporal, que adems puede
considerarse a lo llargo de varias generaciones. iii) La idea de
que las circunstancias no controlables tambin pueden afectar a la
capacidad de aprovechar oportunidades, idea explcita en Cohen
(1989), es un paso decisivo. Aunque no hay seguridad de que Arneson
(1989) no lo considerara as, es Cohen (1989) el que propone usar el
trmino acceso en lugar de oportunidad. Ello permite distinguir este
aspecto del criterio de justicia, que, entre otros aspectos, impide
comparar adecuadamente las decisiones de personas, que estn sujetas
a distintas circunstancias no controlables. La comparacin
pertinente es, entonces, entre aquellas personas que comparten unas
circunstancias no controladas por ellas. A partir de este punto,
los trabajos referidos a la igualdad de oportunidades o acceso a la
ventaja, se concentran ms bien en cmo obtener aplicaciones
especficas del criterio. Los primeros trabajos en esta direccin son
los de Roemer (1996). El aporte de Roemer (1996) es,
principalmente, la propuesta de una manera de implementar este
criterio. La presentacin formal, de su propuesta, queda para el
Captulo 1 de esta Tesis Doctoral. Sin
embargo, es necesario mostrar algunos aspectos centrales de su
proposicin general que sirven de fundamento intuitivo. Un problema
importante a tener en cuenta en este tipo de trabajos, es que en la
sociedad se observan individuos cuyos resultados cuantificables
(ingreso, esperanza de vida u otros) son explicados, conjunta y
simultneamente, por circunstancias que estn fuera de su control
individual y, por decisiones y preferencias, sujetas a su propia
voluntad. Roemer (1996) sostiene que nadie, ni los propios
individuos, podran objetar su situacin, en el caso en el que
reciban la misma cantidad de recursos transferibles que aquellos
individuos que se encuentran en circunstancias iguales o similares.
Por lo tanto, las circunstancias, si pudieran establecerse, deberan
explicar la forma en la que las personas definen una vida exitosa,
as como su plan de vida. As, las circunstancias individuales,
podran incorporar el origen familiar, su grupo tnico, su
nacionalidad, cultura, salud (fsica y mental) y su inteligencia,
talento o habilidad, siempre que supongamos que estos factores son
los determinantes exgenos del desempeo de los individuos. Si adems
suponemos que en cada circunstancia, as definida, hay un grupo
grande de personas, (que llamamos tipo en adelante), podremos
igualmente observar diferencias en los resultados medibles. Pero
estos resultados estn, entonces, asociados a factores de
responsabilidad individual. De hecho, nadie podra objetar esas
diferencias si es que las personas que comparten las circunstancias
(es decir son del mismo tipo) han recibido los mismos recursos
transferibles (ingreso). Adems, las diferencias de resultados entre
las personas del mismo tipo son, de esa manera, una medida de la
responsabilidad individual en el uso de los recursos sociales.
Si suponemos adems que los tipos de personas obtienen, en
promedio, los mismos resultados (es decir, lo que reciben como
transferencia ms el resultado de sus propias decisiones, es igual
en promedio para cada tipo de individuos), entonces nadie podra
objetar el trato que se le da a su grupo circunstancial o tipo,
pues el resultado promedio es igual para todos los grupos. En otras
palabras, las circunstancias que desfavorece a cualquier grupo de
individuos habrn sido compensadas. Agreguemos algunos detalles que
resultan discutibles. Un primer aspecto tiene relacin con algunas
caractersticas de las distribuciones de resultados de cada tipo. En
las distribuciones de resultados, se suponen preferencias
individuales neutras al riesgo, de tipo Von Neumann Morgenstern, es
decir, distribuciones en las que slo importa el valor esperado de
ellas (media). Caractersticas tales como la varianza, la
concentracin o el apuntamiento de las distribuciones de resultados
por tipo, o sus diferencias entre ellas, no tienen importancia en
este criterio. De hecho, la varianza de los resultados en cada tipo
de individuos es el reflejo de la dispersin de los factores de
responsabilidad de los individuos, de manera que no tiene el
sentido estadstico convencional para poblaciones grandes.
Explcitamente, este aspecto no tiene relevancia en el principio de
Igualdad de Oportunidades, pues, como se ha dicho, las
caractersticas de la distribucin de resultados, controlada por las
circunstancias de los individuos, es atribuible fundamentalmente a
las preferencias individuales. Sin embargo, tanto desde el punto de
vista prctico, como desde el terico, la distribucin de los
resultados por tipo puede tener importancia, y con mayor razn, si
es que son distintas entre ellas. De hecho, las personas trabajan e
invierten en actividades de distinto riesgo (por lo que perciben
beneficios distintos), de manera que la aversin al riesgo, es parte
de la funcin de utilidad de los individuos. Adems, el riesgo no
diversificable, tambin debe influir en el valor esperado del
trabajo e inversin. Este aspecto, sin duda fundamental, no se
estudia en esta tesis y por ello no se analiza con ms profundidad,
pero es un aspecto que debiera estudiarse en investigaciones
futuras por su importancia en los resultados finales. Un segundo
aspecto que ha sido criticado, con fundamento, es el uso de las
observaciones estadsticas. Como se ha dicho, el programa es decir,
la aplicacin prctica en los trminos de Roemer (1996) para igualar
oportunidades, requiere la separacin de individuos por tipos, cuyo
criterio de agregacin son aquellas circunstancias no controlables
por ellos. Este, es un proceso poltico tcnico, que ha sido sujeto
de algunas objeciones, que por ahora ignoraremos, pero que puede
producir ms dificultades que las previstas. Una vez que la sociedad
ha definido sus tipos, las distribuciones de resultados dentro de
cada tipo sirven para medir la responsabilidad (voluntad, esfuerzo
u otra decisin) de los individuos en la consecucin del objetivo
implcito. Ello se hace mediante la posicin relativa de los
individuos, respecto a los dems de su mismo tipo. En otras
palabras, se compara el resultado relativo de cada individuo con el
obtenido por los otros que son de su mismo tipo. Esto permite
calibrar las distribuciones de resultados, asignando a la mediana
observada, el valor representativo del esfuerzo o voluntad de cada
tipo o, en otras palabras, el grado de responsabilidad que le cabe
a cada individuo entre los de su tipo. De esa manera, las
distribuciones cuantlicas de los individuos nos permiten comparar
la asignacin social de recursos transferibles a las circunstancias
y, eventualmente, compensarlas. Este procedimiento ha sido
criticado por numerosos autores, entre los que citaremos a Fleurbay
(1994, 1995), Bossert (1995, 1997), Bossert y Flauerbay (1996),
Flauerbay y
Maniquet (1996, 1999), Maniquet (1998), Maniquet (2002),
Bossert, Flauerbay y Van de Gaer (1999), quienes han optado por la
definicin de reglas de consistencia especficas, a los problemas y
modelos econmicos que han estudiado. Como ya se seal, es la
corriente axiomtica del enfoque del principio de Igualdad de
Oportunidades. Posiblemente el punto central de la divergencia es
la utilizacin de las distribuciones cuantlicas para medir, y
calibrar, la responsabilidad de los individuos y, el valor, medido
en recursos transferibles, de las circunstancias. El uso de stas
circunstancias violara el axioma de la anonimicidad de la justicia
distributiva, en varios sentidos: (i) La utilizacin de muestras
distintas, puede llevar a compensaciones por circunstancias
diferentes. (ii) (ii) La posicin relativa de los individuos
respecto de una mediana, se utiliza como medida de la
responsabilidad, y eso tambin puede hacer cambiar las
compensaciones sociales en muestras diferentes, o incluso entre
grupos, dentro de la misma muestra. No parece haber acuerdo sobre
estos problemas, pues en las primeras proposiciones de poltica de
Roemer (1996), se dice que la distribucin cuantlica debe
interpretarse como una medida de probabilidad en muestras grandes.
La respuesta, an en esos casos, no es completamente convincente
desde el punto de vista prctico, porque la disponibilidad de datos
que permitan explicar completamente las circunstancias de las
personas, para inferir la responsabilidad individual no es
frecuente. En el Captulo 1 se analiza una aplicacin del Principio
de Igualdad de Oportunidades al sistema tributario y a pesar de la
gran calidad de las encuestas, la cantidad de datos utilizables
resulta escasa pues debe trabajarse con muestras muy filtradas. An
as, los resultados pueden ser dudosos, porque, entre otras
razones, no es seguro que se estn capturando todas las variables
que expliquen las circunstancias de los individuos. Por otra parte,
las soluciones axiomticas no son sencillas, pues buscan medidas ms
directas del esfuerzo y/o de la responsabilidad de los individuos,
tal como el nmero de horas trabajadas, y eso equivale a cuantificar
exgenamente la responsabilidad individual en cada caso.
Adicionalmente, como se trata de modificar la asignacin de recursos
transferibles, esta medida de la responsabilidad debe suponerse
insensible a la asignacin de recursos y esto parece poco probable.
Al comparar las aplicaciones, se observan diferencias importantes
entre el enfoque bienestarista y el axiomtico. Por su importancia
para este trabajo, reseamos un ejemplo brevemente. El ejemplo lo
encontramos en el diseo de sistemas tributarios justos. Flauerbay y
Maniquet (2002) llegan a una proposicin de subsidio (o impuesto
negativo) asociado al salario, otorgado slo para los trabajadores
pobres que tienen una jornada completa de trabajo. Mientras, en el
trabajo de Roemer et al (2003) se disea un sistema tributario
basado en una tasa, que maximiza ingresos de los menos favorecidos,
mediante impuestos proporcionales y transferencias distributivas de
valor fijo. La principal diferencia es que Flauerbay y Maniquet
(2002) estiman que el salario por hora es un indicador adecuado de
la productividad, o del talento individual, del cual no es
responsable el trabajador. Por lo tanto, ser la jornada de trabajo
la que reflejar las preferencias individuales. En esas
circunstancias, el caso de un trabajador de bajo salario que tiene
una jornada a tiempo completo es el de una persona que hace un
esfuerzo, tambin normal, pero cuyas circunstancias no le permiten
alcanzar un mayor nivel de ingresos o de consumo. En ese caso, se
establecen condiciones de consistencia (axiomas) que hacen
aceptable y justo un impuesto negativo al salario de esos
trabajadores.
El punto de vista de los bienestaristas es que las personas de
bajo salario trabajarn menos justamente por ese hecho, ya que
reciben menos del trabajo. De esa manera, habr individuos que no
trabajarn una jornada completa an cuando su valoracin por ocio no
sea especialmente alta. Hay argumentos razonables en uno sentido y
en el contrario, sobre el efecto del salario y su influencia sobre
la jornada de trabajo, pero parece importante considerar, que el
salario (por hora) es una variable multidimensional que puede
reflejar, a veces,: (i) Decisiones anteriores a la entrada del
individuos al mercado del trabajo, de manera que en un contexto
dinmico, la garanta de un impuesto negativo puede implicar que las
personas que se encuentran en su etapa de formacin anticipen su
demanda por ocio. (ii) Decisiones como la migracin, que responden
precisamente a circunstancias econmicas (geogrficas o temporales),
como la escasez de ciertos tipos o especialidades de trabajadores,
que a nivel agregado no estn coordinadas, pero que a nivel
individual suponen una decisin voluntaria; aceptar un salario menor
para no emigrar. (iii) Diferencias en el riesgo y en otras
condiciones no pecuniarias del trabajo desempeado. Una razn
conocida para que existan diferencias de salario son las llamadas
diferencias igualizantes que permiten que personas con distintas
preferencias individuales (es decir no compensables) acepten
puestos de trabajo con menos remuneracin. (iv) La denominada
jornada normal es una decisin poltica. De hecho, la extensin de
esta jornada es diferente entre los pases, de manera, que es
posible que la asignacin de impuestos (positivos y negativos) al
salario sin efectos en la oferta de trabajo, sea vlida slo en
plazos cortos y medianos. Finalmente, debe recordarse un aspecto
que ya se ha comentado. Una medicin (o determinacin poltica) del
conjunto de variables que representan (o se consideran) factores de
responsabilidad, involucra una posible prdida de libertad
individual. Con mayor razn,
si es que esta libertad se asocia a compensaciones de recursos
transferibles. En otras palabras, si se pudiera observar
directamente la responsabilidad individual, estaramos en posicin,
no slo de compensar sus circunstancias (no controlables), sino
tambin de exigir el cumplimiento de dicha responsabilidad. La
responsabilidad pierde esa manera hasta el nombre, pues se tratara
de un nivel de desempeo que se hace exigible y controlable. La
presente tesis Doctoral se organiza de la siguiente manera: En el
primer captulo, se presenta formalmente el principio de Igualdad de
Oportunidades y una aplicacin del mismo al sistema tributario,
propuesta por Roemer et al (2003) y aplicado a pases de la OCDE. El
sistema propuesto por Roemer et al (2003) se aplica al caso de
Chile y se analizan sus resultados. Del anlisis de los resultados,
quedan de manifiesto varios problemas prcticos. En particular hay
que considerar que el modelo, sugiere que una poltica de Igualdad
de Oportunidades hara necesario disminuir la carga tributaria
directa chilena y, con ello, empeorar la distribucin del ingreso,
medida por el coeficiente de Gini. Esta recomendacin, de disminuir
la carga tributaria, puede encontrar oposicin social y poltica en
Chile pues es un pas cuya distribucin del ingreso se considera mala
en relacin a su nivel de desarrollo. Adems, esta recomendacin
resulta cercana a la obtenida por Roemer et al (2003) para pases ms
ricos y con mejores distribuciones iniciales de ingreso (Blgica u
Holanda entre otros). La explicacin de este resultado, tal vez se
deba, a que la desigualdad en Chile podra producirse: a) Porque en
Chile existira mayor heterogeneidad de preferencias (factores de
responsabilidad presentes en cada tipo), de manera que la
desigualdad no sera compensable desde el punto de vista del
principio de Igualdad de Oportunidades. b) Porque el modelo no
logra capturar todos los factores asociados a la desigualdad
estructural (es decir desigualdad de circunstancias) existentes en
Chile. Una limitante
importante de lo propuesto por Roemer et al (2003), es que se
trata de un modelo esttico, de manera que es posible que ambas
explicaciones estn relacionadas dinmicamente. Dicha posibilidad es
una de las razones que nos han llevado a elaborar un modelo que
permita recoger polticas dinmicas, que consideren la evolucin de
generaciones sucesivas de individuos. Un segundo problema detectado
es el costo de eficiencia de las polticas de Igualdad de
Oportunidades que, en el caso de Roemer et al (2003), los autores
juzgan pequeo por tratarse de magnitudes cercanas al 1% del ingreso
agregado. Sin embargo, si consideramos que se trata de una prdida
peridica (anual), se puede interpretar ese 1% como prdida de la
velocidad de crecimiento y, en esos trminos no es una magnitud
menor. De hecho, an cuando se interprete como un costo por una vez,
no hay que olvidar que las aportaciones de ayuda al desarrollo de
los pases de la OCDE an no alcanzan esa cifra. Eso indica que dicho
costo de eficiencia no es marginal y debe aclararse con mayor
precisin su cuanta y la influencia que puede tener sobre el resto
de las principales variables econmicas.. La diferencia entre un
juicio apriorstico sobre lo grande o lo pequeo, y la comparacin
rigurosa con los efectos dinmicos de la aplicacin de distintas
polticas, es el aporte ms relevante de esta Tesis Doctoral, pues
aqu se muestra que un coste pequeo conduce a costes relevantes en
el largo plazo. De hecho, los anlisis sobre conceptos de justicia
y/o igualdad distributiva son, con pocas excepciones, anlisis
estticos. Las excepciones en el caso de la Igualdad de
Oportunidades, se muestran en los captulos siguientes, pero hay que
reconocer que incorporar apropiadamente los efectos de polticas
distributivas en el anlisis dinmico no es una tarea sencilla.
En el segundo captulo presenta el modelo que se ha desarrollado
para el anlisis dinmico de la Igualdad de Oportunidades. Se trata
de un modelo de generaciones solapadas que, algunos autores como
Moran (2001), denominan proletario, pues en el modelo
propuesto, los hijos son una inversin de los padres que generar
los recursos necesarios para el consumo en la etapa del retiro
laboral. En el modelo propuesto, se considera que los individuos
viven tres perodos; el primero, es una etapa en la que estudian y
dependen de sus padres; posteriormente, una segunda en que
trabajan, tienen hijos y deciden cunto trabajar e invertir en la
formacin del Capital Humano de sus hijos; y una tercera etapa de
retiro, en la que su consumo depende, exclusivamente, de la
productividad de los hijos. El modelo propuesto es un modelo con
certeza plena y, se asume que las personas slo difieren en su
preferencia por ocio. La preferencia por ocio se modela como una
variable que toma slo dos valores (preferencia por ocio alta y
baja), ambas de igual probabilidad. La preferencia por ocio influye
en las decisiones de los individuos en su etapa laboral y
estudiantil. De esa manera un individuo con alta valoracin por ocio
ser un estudiante y un trabajador menos productivo que un individuo
de baja valoracin por ocio. El modelo tiene una funcin de oferta de
trabajo asociada que es sensible al salario obtenible.
Adicionalmente, se supone un mercado del trabajo competitivo, de
manera que el salario es siempre igual a la productividad. Adems,
se impone un lmite tecnolgico exgeno en el modelo, que impida que
el crecimiento de la productividad sea explosiva. Este lmite a la
productividad, extraamente, no se considera en el resto de los
modelos de justicia distributiva, a pesar de que no se han
construido criterios de justicia distributiva que incorporen
formalmente los mercados tecnolgicos. No se necesita destacar la
importancia del cambio tcnico en el desarrollo global, pero, del
mismo modo, es evidente que el cambio tcnico y los problemas de
justicia e igualdad son completamente distintos.
El modelo propuesto se compara con una situacin sin gobierno y
con el caso de que exista un gobierno utilitarista. En el primer
caso, modelo sin gobierno, cada generacin obtendr los recursos,
para su consumo en la edad de retiro, de sus propios hijos. En el
caso de un gobierno utilitarista, ste reparte los recursos de
inversin entre todos los individuos de la generacin nueva,
diferenciando en funcin de la productividad esperada de stos. El
gobierno, tambin repartir los recursos para el consumo de la
generacin pasiva, para todos por igual. El modelo contiene varios
detalles importantes en la obtencin de resultados. Pero a modo de
resumen hay que destacar que, por la cantidad de variables
involucradas, la comparacin se realiza con simulaciones
computacionales y, en base a esos resultados, la evaluacin se hace
con tres criterios: (a) Nivel de ingreso alcanzado en las
generaciones sucesivas. En este caso, observamos que en todos los
casos se obtienen niveles de ingreso estacionarios, con clara
ventaja del modelo con gobierno. (b) Distribucin del ingreso:
Utilizando el coeficiente de Gini para medir la distribucin de los
ingresos. Estas distribuciones tambin convergen, con un coeficiente
que se estabiliza en pocas generaciones (sucesivas). Nuevamente la
distribucin obtenida en el caso un gobierno utilitarista es
superior a la situacin sin gobierno. (c) Movilidad social. En este
caso no se ha usado un ndice especfico para medir la movilidad
social, pues ninguno de los existentes resulta satisfactorio. Por
esta razn, se ha optado por tabular el promedio de ingresos de la
ltima generacin, por niveles de ingreso de generaciones anteriores.
De esa manera se obtiene una perspectiva del rezago que tendran los
ingresos en cada caso. Nuevamente, el modelo con gobierno tiene
ventajas claras sobre el caso sin gobierno.
El captulo concluye con las principales observaciones reseadas
que se pueden sintetizar en una conclusin general. Bajo las
condiciones del modelo, la intervencin del gobierno, an cuando se
considere un gobierno utilitarista, obtiene resultados superiores
en todos los sentidos (nivel de ingresos, distribucin y movilidad)
que una situacin sin gobierno, en la que la formacin de cada
generacin depende de las decisiones y preferencias de las
generaciones anteriores. El tercer captulo, se aplica el modelo
dinmico del principio de Igualdad de Oportunidades presentado en el
captulo 2. Para ello se asume que las preferencias por ocio son de
responsabilidad unicamente individual. El ingreso del hogar de
nacimiento determina las circunstancias del individuo. Del mismo
modo que en Roemer (1996), se usa la mediana de la distribucin del
ingreso de los padres de cada generacin como criterio de separacin
entre tipos. Los individuos tipo 1 sern aquellos que provienen de
un hogar cuyo ingreso es superior o igual a la mediana de los
ingresos de su generacin. Los individuos tipo 2 son los que
descienden de padres con ingresos inferiores a la mediana de su
generacin. Se presenta y resuelve el problema de maximizacin de un
gobierno que iguala oportunidades en cada generacin, mediante una
combinacin de impuestos distributivos e inversin en capital humano
en cada generacin. El fundamento para utilizar dos instrumentos es
que, desde el punto de vista del principio de Igualdad de
Oportunidades, se considera explcitamente el coste de un programa
igualador de oportunidades. Adems, todos los individuos de cada
generacin tienen igual importancia (es decir, no existe descuento
por el bienestar de las generaciones futuras). De esa manera, no es
lcito sacrificar algo de bienestar de algunas generaciones para
aumentar el de generaciones posteriores o a costa del bienestar de
algunas generaciones precedentes.
El resultado es sorprendente porque la solucin, que es continua,
indica que es posible obtener este objetivo con distintas
combinaciones de impuestos y gastos distributivos adems de inversin
en Capital Humano diferenciado por tipo. As, en un extremo es
factible un impuesto de tasa unitaria, es decir, que recaude todos
los ingresos y luego los distribuya como subsidios e inversin en
Capital Humano. Esta solucin, que tambin obtiene de manera
ligeramente distinta Moreno Ternero (2004) es obviamente superior
desde el punto de vista de la distribucin del ingreso y desde el
punto de vista de la movilidad social, pero es en extremo
ineficiente desde el punto de vista social, pues el ingreso
derivado del trabajo y del esfuerzo personal se anula. En el otro
extremo, se encuentra una solucin sin ningn gasto distributivo. En
esta solucin, slo se recaudan impuestos para asignarlos a aquella
inversin en Capital Humano que sea igualadora de oportunidades.
Cuando se comparan numricamente estos resultados, es decir,
aquellos sin gasto distributivo con los obtenidos en el modelo del
captulo 2 se observa que la poltica que iguala oportunidades es
indistinguible estadsticamente de la situacin sin gobierno. En
otras palabras, el resultado dinmico es inferior desde el punto de
vista del nivel y distribucin de ingresos y de movilidad social al
que se obtiene con un gobierno que sigue una poltica utilitarista.
Este resultado es un desafo conceptual importante al principio de
igualdad de oportunidades. Se observa que aunque analticamente los
resultados obtenidos en los tres casos (sin gobierno, con gobierno
utilitarista y con gobierno que iguala oportunidades) no guardan
ninguna relacin evidente, la comparacin numrica es tan
significativa entre el caso sin gobierno y el caso con un gobierno
igualador de oportunidades que se asume idntica. Esto sugiere la
posibilidad de que el criterio de Igualdad de Oportunidades deba
reformularse para, en lugar de compensar por circunstancias,
enfatizara los estmulos a los
factores de responsabilidad individual. En todo caso, esa es una
tarea que excede largamente los alcances de esta Tesis
Doctoral.