Reflexiones de un talibán ecuestre sobre la equitación en España

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Reflexiones de un talibán ecuestre: ¿QUÉ PASA CON LA EQUITACIÓN EN ESPAÑA? www.ceropuntos.es

¿QUÉ PASA CON LA EQUITACIÓN?

Tomás Mateo [email protected]

Me apena enormemente ver el trabajo con el que algunas cosas llegan a la equitación, y otras en su mayoría, a

pesar de qué nos vendrían estupendamente el incorporarlas, nunca llegan. En otros países también, pero como el país en el que vivo es España, voy a hablar de lo nuestro, y no con afán de crítica, sino de que reflexionemos, al menos los que realmente quieran mejorar, como personas, jinetes, propietarios o entrenadores.

Creo que el problema viene en su mayoría condicionado por esa mezcla extraña de romanticismo y lo que en el mundo del caballo llamamos afición, que a la hora de la verdad, nos impide mejorar como deporte. Creo que

esta dichosa afición, es lo que realmente nos lastra para que caballos y amazonas & jinetes alcancen todo su

potencial, porque nunca nos lo llegamos a tomar como un deporte que debe nutrirse de la ciencia actual.En doma se sigue teniendo por referencia a la manida Escala de Entrenamiento Alemana, un sistema que tiene un

siglo de antigüedad y que se diseñó para unos caballos y unos jinetes muy distintos de los de ahora. No hay deporte ahora mismo en el mundo que emplee técnicas ni siquiera de hace diez años, porque se evoluciona

continuamente. Pero la doma, erre que erre con la escala. En salto, vemos que la mayoría se afana por saltar grande, pero muy pocos se interesan por saltar mejor.

Prueba de lo que en equitación gusta volver a lo de antes es lo que nos gusta recrearnos con frases aisladas de

aquellos maestros de tiempos atrás, y que repetimos una y otra vez y que ahora nos encanta compartir en las redes sociales. Está muy bien tener a los grandes maestros de otros tiempos como referentes, pero estamos en el siglo XXI, y la ciencia y la medicina deportiva equina y humana ya nos pueden aportar mucho. Pero nada, aquí que

seguimos con el romanticismo de lo que dijo tal maestro un día en lugar de fijarnos qué es lo que funciona de

verdad en el resto de deportes.

Y qué decir del estilo de vida de amazonas & jinetes en su mayoría. Distan mucho de ser verdaderos deportistas: no pisan un gimnasio en su vida, no corren, no calientan, no estiran y se alimentan de cualquier manera. Por no

hablar de que hay cantidad de profesores de equitación que fuman mientras dan clase ¿Y qué consecuencias tiene todo esto? La primera, es evidente: sus cuerpos de jinetes nunca rendirán todo lo bien que podrían hacerlo.

Reflexiones de un talibán ecuestre:

Y la segunda, es lógica: como no saben mucho sobre como entrenarse ellos mismos como deportistas, no tienen

ni idea de cuál es el mejor entrenamiento que deben darle a sus caballos, y por supuesto, como no saben cuán

importante es la alimentación en sus vidas, tampoco lo tienen en cuenta para con sus caballos, que les dan de

comer lo que sea y en cantidades y con unas pautas que no son las más adecuadas. Después vienen las manos a

la cabeza cuando hay problemas de estómago, de cólicos, de comportamiento, o lo que mucha gente ignora: que

una mala alimentación puede desembocar perfectamente en una lesión grave (¿con qué materiales prefieres construir una casa en la que vas a vivir? Los huesos, tendones, músculos y articulaciones se construyen con

materiales, y van suministrados en la alimentación)

TAMBIÉN ME APENA ENORMEMENTE VER CÓMO MUCHOS CABALLOS, QUE PODRÍAN HABER TENIDO UNA VIDA

DEPORTIVA PLENA, ACABAN EN HÍPICAS DE MALA MUERTE, EN MANOS DE TRATANTES E INCLUSO EN EL MATADERO. Y todo porque sus jinetes, domadores o entrenadores no supieron entrenarle, tratarle ni alimentarle.

Al final, es fácil decir: “en realidad este caballo no servía…”. Pero es muy probable que sean los métodos empleados con ese caballo, los que no sirven.

Los profesores de equitación en general, tampoco es que sepan mucho de estas cosas y por eso, no lo enseñan a

sus alumnos, y eso hace que este círculo vicioso, no tenga fin.

Hablo de todas estas cuestiones con toda clase de aficionados y profesionales de la equitación, y me miran, me

dicen que sí, que todo eso que digo suena muy bien, pero acto seguido siguen a lo suyo, es decir, a lo de siempre.

Porque seguir con lo de siempre es fácil y cómodo, y todo lo que yo propongo supone cambiar nuestros hábitos a todos los niveles, de ritmo de vida, de entrenamiento, de alimentación, y todo eso mismo, aplicarlo a nuestros caballos.

CERO PUNTOS

Hice esta foto hace varios años. Es de una yegua con su potrilla. Siempre me ha gustado ver los potros en el campo, como a la mayoría de aficionados. Todos nos imaginamos el futuro de ese potro...¿pero cuántos de esos sueños se materializan? Si supiésemos más sobre los temas básicos de manejo y entrenamiento, muchos de esos sueños llegarían lejos.

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Otro factor por el que mucha gente no me toma en serio, creo yo, se da porque yo no compito. Nunca lo he hecho

porque mi trayectoria hípica ha sido muy variada, por llamarla de algún modo, aunque yo prefiero considerarla

como enormemente rica. Empecé en el campo, con vaqueros de toda la vida, y después fui interesándome por otras disciplinas, y a día de hoy, reconozco mi adicción total al completo, al salto y al raid. Pero no compito, y por eso, creo que hay mucha gente que no se decide a darle valor a mis palabras, que no son mías, sino de los grandes profesionales a los que se las he escuchado. Estoy seguro que si compitiera y obtuviese buenos resultados, quizás la gente se animase a tener más en cuenta todo esto, que insisto, no son ideas mías porque yo

me haya iluminado, sino que además es pura lógica deducible que podemos aplicar de lo que ya emplean otros deportes, y con notable éxito.

Hace ya tres años que he decidido quedarme solo con dos deportes en mi vida, precisamente para poder enfocarme en ellos y progresar de verdad, y porque realmente, son los que más me apasionan. Son además de

deportes, formas de vida. Junto a la equitación, practico artes marciales, concretamente Karate y Kobudo.

El haber compaginado mi faceta ecuestre con numerosos proyectos, es lo que me ha llevado a no competir, ya

que siempre he tenido claro que si compito, es porque llevo detrás un entrenamiento lo suficientemente sólido

como para irme contento a casa. Como cuando me presenté a mi examen de cinturón negro. Me entrené como si me fuera la vida en ello, convirtiéndome en una especie de animal que vivía, respiraba y exhalaba Karate

veinticuatro horas al día. Y precisamente, el estar involucrado en otros proyectos, y sobre todo, el venir practicando diferentes deportes desde la infancia, es lo que me permite darme cuenta de que la equitación está

terriblemente estancada.

Las clases de Karate a las que acudo como alumno, siempre empiezan con un calentamiento, hacemos algo de

carrera continua, combinamos ejercicios de calistenia con otros de reflejos, elasticidad y sincronización. Después entramos con las múltiples técnicas más propiamente del karate, aunque aquí las ramas son variadas, como los katas, las técnicas básicas o el kumite (combate), entre otras. Y para finalizar, los estiramientos y las técnicas de

respiración y de relajación.

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Y esta es la tónica que se sigue en la mayoría de deportes. ¿Alguien ha visto una clase de equitación que

medianamente se acerque a esto? Yo aún, ni una. Por no hablar de que mi maestro de Karate es una persona que

realmente acredita ser merecedor de un título llamado Técnico Deportivo, ya que es un verdadero deportista, y tiene unos conocimientos mínimos sobre nutrición, fisiología humana y otras materias que debe conocer un

deportista.

Pero jinetes & amazonas en su mayoría ni saben nada de esto a nivel humano, y equino menos aun. En cambio,

mi maestro de Karate, que ya hace algunos años que pasó los sesenta, no solo sabe de estos temas – insisto,

como otros tantos deportistas y entrenadores de la mayoría de deportes – sino que reconoce, que gracias a la

medicina y la ciencia, el Karate ha llegado a niveles impensables hace algunos años. En nuestras reuniones, me

habla de los entrenamientos demenciales de hace tres o cuatro décadas, en los que se hacían barbaridades. Barbaridades, que son las mismas que a día de hoy veo en la equitación:

- entrenar días seguidos lo mismo sin descanso. Ahora ya sabemos que el cuerpo y la mente responden mejor con el entrenamiento cruzado e intercalando días de descanso. En cambio, en equitación, los domeros machacando doma día tras día y en salto a saltar todos los días. Esta clase de entrenamiento, solo hace

machacar los mismos músculos, impidiéndoles que se desarrollen correctamente, a la par que aburre al caballo

(y a la persona) por hacer lo mismo de siempre.

- Entrenar sin calentar y terminar sin enfriar y sin estiramientos, tanto en jinetes como en caballos. Vamos, el día a día de la equitación en España.

- No tener en cuenta que el desarrollo muscular, y del cuerpo en general viene propiciado por el entrenamiento correcto, los días de descanso, y la alimentación adecuada, es decir: la ingesta de PROTEINAS,

GRASAS, HIDRATOS DE CARBONO, MINERALES, AMINOÁCIDOS Y VITAMINAS. Y esto vale para humanos y equinos.- La falta de formación. Antes los deportistas solían ser muy autodidactas, mientras que ahora, casi todos hacen

cursos de nutrición, musculación, programas de puesta en forma, etc. En equitación, seguimos lastrando una

falta terrible de formación, y la que hay, es bastante deficiente.

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Estos son a grandes rasgos, las “locuras” que mi maestro me cuenta y que se hacían hace 30-40 años en su

deporte, hasta que los profesionales del Karate se fueron dando cuenta que la ciencia podía ayudar mucho a la

hora no solo de evitar lesiones, sino del propio avance deportivo de la disciplina. Y entonces, vinieron progresos impensables en los atletas y el deporte en general.

He ido a varios seminarios de artes marciales, he dado clase con varios maestros, y todos, absolutamente todos, siguen las técnicas más modernas de calentamiento, descanso, estiramientos, etc. He ido también a diferentes clinics de equitación, y en cambio en todos se siguen los sistemas de siempre, que en nada tienen que ver con lo

que otros deportes están haciendo. ¿Por qué seguimos tan anticuados en la equitación con respecto a otros deportes?

Tengo además la suerte de conocer a deportistas de otros deportes, algunos de ellos compitiendo a muy alto

nivel. Los veo como se cuidan en su alimentación, el conocimiento que tienen del cuerpo humano, los entrenamientos que hacen, tan metódicos, y en los que combinan rutinas de entrenamiento cruzado en toda

regla, y se me cae la baba. Yo, a pesar de que no soy deportista profesional, sí que llevo una vida de deportista, y me cuido en lo que como, cómo entreno, y por supuesto, lo aplico con los caballos que están bajo mi tutela. En

cambio, pocos jinetes & amazonas veo que lleven una vida parecida ni de lejos.

No, en la equitación preferimos obsesionarnos con la genealogía de un caballo, que ceda bien a la pierna o que

salte grande…y así nos va. Y nos olvidamos que el verdadero progreso de un deporte viene en cuanto nos lo

tomamos como algo que debe evolucionar de la mano de la ciencia, de la medicina y de la incorporación de lo

que ya funciona en otros deportes.

CERO PUNTOS

Ahora, tras leer este texto, pueden ocurrir varias cosas:- Que te sientas enormemente ofendido. Ya me

ha pasado más veces cuando he hablado de estos temas. En ese caso deberías plantearte que quizás una parte de tu cuerpo sepa que no estás haciendo

las cosas bien, y por eso te ofendes. Si tuvieses 100%

claro que eres todo un atleta y tu caballo también, y que tienes en cuenta todo lo que he citado, no te

sentirías ofendido.

- Que te de igual todo esto y sigas a lo de

siempre, porque total, de toda la vida has hecho las cosas así, y a fin de cuentas, tú estás en esto de los caballos para divertirte, no para hacer las cosas del mejor modo posible.

- Que te des por aludido y ese texto te invite a

hacer un cambio, aunque sea pequeño. Que te

anime a reflexionar sobre aquello qué puedes mejorar, cómo otros deportes pueden ayudarte

aplicando cosas que a ellos les funcionan, y en

definitiva, te animes a conocer mejor tu cuerpo y el de tu caballo para que ambos os entrenéis mejor, os alimentéis mejor, y en definitiva, viváis mejor y rindáis más.

© Tomás Mateo/0Puntos

CERO PUNTOS

-Si consigo que UNA SOLA PERSONA HAGA ESTO ÚLTIMO, habré dado por buena esta iniciativa. Porque me

siento en deuda con el deporte que me lo da todo cada día. Hace tres años tuve una crisis personal de la

que creía que no saldría en la vida, y con una mano me agarré al Karate y con la otra a la Equitación. Con

fuerza tiré hacia arriba y conseguí salir del pozo. Desde entonces ni un solo día he dejado de estar con

caballos. Domingos, festivos, me da igual. Ellos me hacen levantarme de la cama temprano, y quiero estar a

su lado con frío y calor, sol y lluvia, aunque solo sea para ver que se encuentran bien o sacarlos a que

pasten y se estiren.

Un deporte que me hace ser mejor persona cada día, porque aunque no compita, sí que lo hago conmigo

mismo para hacerlo mejor que el día anterior. Por eso, me siento en deuda con él, y por eso, creo que debo

decir lo que pienso sobre cómo podríamos hacer de nuestro deporte, de nuestra forma de vida, algo mucho

más potente, con atletas equinos y humanos alcanzando todo su potencial.

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