Razn y visiones del socialismo Augusto N. Lapp
MntroduccinEntonces, Qu es realmente el socialismo: una etapa de
transicin; unaeconoma mixta, o un nuevo modo de produccin?Luego,
Qusignificael socialismodel sigloXX: unanuevasntesis;
unavadiferente, o simplemente es ms de lo mismo?Ahora bien, Qu es
ms importante en la construccin del socialismo: laeficiencia; la
ideologa, o la conciencia?Y, por fin, Quin es el sujeto histrico en
el nuevo socialismo: el proletariado; elpueblo, o una imprecisa
multitud?Resumen y conclusionesResumenEnesteestudioseintentahacer
unanlisiscrticodelaliteraturarelacionadafundamentalmente con la
propuesta de un socialismo para este siglo XX.Partiendo desde esta
perspectiva se trata de explorar las respuestas ofrecidas
pordiversascorrientesdel pensamientoacuatropreguntasgenerales:
1)Quesrealmente el socialismo?; 2) Qu significa el socialismo del
siglo XX?; 3) Ques lo ms importante en la construccin del
socialismo?, y 4) Quin es el sujetohistrico en el nuevo socialismo?
En cada uno de estos temas se revisan ideas ypropuestas, y
alfinalde cada punto se plantean algunas crticas y se
enuncianconclusiones.ntroduccinUna nueva crisis del capitalismo, el
fin de la "larga noche neoliberal" y elrenacimiento de las ideas de
redencin socialplantean la necesidad de analizarcon atencin y de
manera crtica las propuestas alternativas plasmadas tanto en
laliteraturaclsicacomorecientedel socialismo.Enestesentido,el
propsitodeeste ensayo es elde realizar ese anlisis enlo posible
rigurosoformulando encada punto las preguntas lgicas y necesarias
de manera que ellas nos permitan irencontrando las respuestas a
nuestras inquietudes y necesidades decomprensin,
deloqueseplanteaydeloquerealmenteaconteceenestecomienzodeunnuevosiglo.
nquietudesqueseincrementancuandohoyseconvocaarealizar
latareadeexplorar ydesarrollar unnuevosocialismoquesupere los
errores del pasado y, al mismo tiempo, de respuestas acertadas a
lasamenazas y desafos que la eterna voracidad capitalista le
presenta a todos losseres humanos y a su entorno. Pero el problema
que surge inmediatamente es
lavariedaddedefinicionesypropuestasqueasumenel
trminosocialismocomobandera. Yheaqu dondeyasurgelaprimerapregunta:
Decul socialismoestamos
hablando?Actualmenteexistetodaunaliteraturaquetratadeexplicar
loquesignificaelconcepto de socialismo, sin embargo, no siempre se
da una explicacinsatisfactoria. Asimismo, cabe advertir que si nos
remitimos a cualquier diccionarioo enciclopedia en busca del
significado del trmino socialismo tambin estaremosen cierta medida
insatisfechos, porque generalmente observaremos algunaslimitaciones
en las definiciones que se ofrecen. Adems, como bien destaca unade
las enciclopedias [1]elsignificado que sele ha dado aeste trminoes
muyamplioypuedevariar segnel exponenteal igual
quelosproyectosqueseaplicaran. Veamos, por ejemplo, algunas
definiciones y variantes del socialismo:Socialismo utpico: Es la
primera corriente delpensamiento moderno socialista,que se
desarroll en los siglos XV y XX en Europa. El socialismo utpico
surgecomo una crtica frente a las terribles condiciones
infrahumanas a las que eransometidos los obreros urbanos y los
campesinos proletarizados por el capitalismoindustrial de aquellos
aos. Realmente estos primeros pensadores no seautodenominaron as,
aunque Toms Moro (1478-1535), escritor y poltico ingls,fue quien
utiliz por primera vez el trmino "utopa", que literalmente se
traducecomo "lugar que no existe" en elsentido de una sociedad
ideal. Eltrmino fueintroducido posteriormente por Marx para
distinguir tal corriente utpica delsocialismo cientfico, basado ste
en el anlisis cientfico de la realidad
social.DeacuerdoconCarlosMarx[2]
lossistemasdeSaint-Simon(1760-1825), deFourier (1772-1873), de Owen
(1771-1858), etc., hacen su aparicin en el perodoinicial y
rudimentario de la lucha entre el proletariado y la burguesa. Pero,
por laforma rudimentaria de la lucha de clases, as como su propia
accin social,
lesllevaaconsiderarseporencimadelosantagonismosdeclase.
Sueanconlaexperimentacindesusutopassociales; conestablecer
falansteriosaislados,crear coloniasinterioresensuspasesofundar
unapequea"caria", todosconstruidos sobre la base de "la filantropa
de los corazones y de los bolsillos delos burgueses".As,
comosealaEmil CallesPaz[3] lapropuestaesencial
deestetipodesocialismosecircunscribialaideadeconvencer alosricos,
paraquenoexplotasen a los obreros. Tal idea poda considerarse
irrealizable y sinsustentacincientfica; noobstante,
lasobrasquelegaronylascrticasqueenunciaron constituyen la base de
muchas doctrinas posteriores. Particularmente,consideramos
importante su aporte en la dimensin moral y tica del
socialismo.Socialismo cientfico: Es elnombre con que se busc
distinguir almarxismo deKarl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels
(1821-1895) del resto de las corrientessocialistas existentes a
mediados del siglo XX, y que por no incluir sus premisastericas son
calificados de forma opuesta como socialismo utpico.
Estascorrientes, annocompartiendoideologa, s
resultabandelarespuestaaunmismocontextoeconmicoysocial:
laRevolucinindustrial, el triunfodelaburguesa,la condicin
delproletariadoyel surgimiento delmovimientoobrero,fenmenos que
aparecen originalmente en la nglaterra de fines del siglo XV yse
difunden por Europa durante el siglo XX.Laspremisastericasdel
socialismocientficoconcibenstecomoel anlisiscientfico de la
sociedad, que a travs del materialismo histrico extrae las leyesde
su evolucin, con una perspectiva determinista. Aunque el mismo
concepto desocialismo no sea original del marxismo (como movimiento
poltico se le encuentraprecedente fundamentalmente en los ciclos
revolucionarios franceses desde 1789hastalaRevolucinde1848), s
escompletamenteoriginal suaplicacindelmtodo dialctico (originada en
la filosofa idealista alemana de Hegel) a la cienciaeconmica clsica
(sobre todo inglesa: Adam Smith y David Ricardo). Mediante
laconjuncin de estas tres tradiciones europeas se llega al concepto
de plusvala yla interpretacin marxista de la lucha de clases, con
la conclusin de que por lanecesidad histrica se ha de terminar
imponiendo una dictadura del proletariadoque llevara en el futuro a
una sociedad sin clases o una sociedad comunista [4]El marxismo
ejerci una poderosa influencia en los movimientos y
partidospolticos de la clase obreraeuropeade finalesdelsiglo XX al
dotarles de unarazonable explicacin a sus condiciones materiales de
vida, as como tambin alfacilitarles las pautas para una efectiva
organizacin poltica y de clase. De igualmanera,estadoctrina jug un
papelfundamentalen laconstruccindelcamposocialista y los diferentes
movimientos anticoloniales y de liberacin nacional delsiglo
XX.Socialismo libertario: Es un grupo de filosofas polticas
antiautoritarias que siendoparte del socialismo apuntan a crear una
sociedad sin jerarquas
polticas,econmicasosocialesunasociedadenlaquelasinstitucionesviolentasocoercitivassedisuelvan,
yensulugartodaslaspersonastenganlibreeigualaccesoalasherramientasdeinformacinyproduccin,
oaunasociedadquetales instituciones coercitivas y jerrquicas se
redujesen drsticamente en cuantoa su alcance.Si bien muchas
variedades de socialismo hacen hincapi en el papel del Estado odel
partido poltico en la promocin del Estado y de ingeniera social,
lossocialistaslibertariosdepositansusfuerzasenlossindicatos,
losconsejosdetrabajadores, los municipios, las asambleas
ciudadanas, organizaciones de base,y otros medios de accin no
burocratizados y descentralizados (la autogestin, lademocracia
directa, la autonoma de los movimientos sociales,
ladescentralizacin o distribucin de poder, etc.).La mayorade los
socialistas libertarios buscanacabar o reducir el Estado,vindolo
como un baluarte del orden de clase capitalista. En ocasiones
seequiparasocialismo libertario aanarco-socialismo, sinembargo
notodos lossocialistas libertarios son necesariamente anarquistas.
Elsocialismo libertario esuna corriente con un trasfondo de respeto
y valoracin al sujeto o individuo, y queconsidera a la libertad
como el camino y el objetivo del socialismo, busca que laspersonas
decidan sobre sus vidas directamente [5]Socialismo democrtico: Es
una ideologa de crtica social que se usa por parte devarios
movimientos, tendencias y organizaciones para clarificar
tericamente quesu posicin y propsito son tanto el socialismo como
la democracia. A pesar deque eltrmino se utiliza a menudo como
sinnimo de "socialdemocracia" es enrealidad ms amplio, abarcando
diferentes corrientes.Enlaprcticapolticasehaencontradodifcil llegar
aunacuerdoacercadelsignificadodel trmino.
Lasdiferenciasprincipalessedanentrelasversiones"reformistas" o
"revisionistas", que ven el socialismo como resultado de
reformasdentro delsistema democrtico liberaloparlamentario,
yaquellaspercepciones"libertarias" y "utpicas" que ven la
construccin del socialismo como el resultadode la accin poltica de
la sociedad (la participacin ciudadana; poder popular o"socialismo
desde abajo") [6].En la versin "libertaria" los socialistas
democrticos eran el amplio agrupamientode la izquierda republicana
(jacobinismo radical, socialismo primitivo) que se formdesde la
Revolucin de 1792 hasta elprimer ao de la Revolucin de 1848
enFrancia. En general, sus peticiones de democracia estuvieron
vinculadas avisiones ms complejas de la sociedad justa, organizada
en torno a un ideal depequeas propiedades independientes y
autogobierno local". Por otro lado, entrelas posiciones
"reformistas" ms conocidas se encuentran las de Eduard
Bernstein(1850-1932). Bernstein, utilizando a su favor algunos
enunciados de Engels(particularmenteaquellosreferidosa"las leyes
objetivasdel desarrollodelasociedad"), postula una especie de
evolucin dentro del capitalismo[7]Socialismocristiano:
Estesocialismoesunintentodeconstruir el socialismodesdeel
cristianismo. Existendiversasversioneseinterpretaciones
deestastendencias, dependiendo de la versin de cristianismo
profesada y la afiliacin ono a alguna iglesia cristiana. La
corriente del socialismo cristiano se manifest yadesdeel
sigloXXenlaComunin Anglicana,
promoviendolaidentificacindecristianismo-socialismo.Algunos
aseguran que el socialismo cristiano proviene desde la poca de
Jess,indicandoqueJesspredicabaypracticabalaigualdadentrepersonas.
Msadelante, aseguran, laiglesiaqueformaronsus seguidores
seburocratizycorrompiel mensajedeJess.
Laspersonasquesiguenestainterpretacinpretender revivir los
principios de la iglesia primitiva y las enseanzas de Jesscomo una
forma de alcanzar elidealsocialista y en algunos casos, como en
elescritor ruso Len Tolstoi, el anarquista.Otra interpretacin es la
seguida por la Juventud Obrera Cristiana, basada en
elejemployenseanzasdeJosephCardijn, originalmentedentrodel
catolicismoromano pero extendida a otras iglesias cristianas.
Tambin a partir de los trabajosde Cardijn, surge en Amrica Latina
la Teologa de la Liberacin en un intento porformular una teora
teolgica a la lucha social [8]Socialismo de mercado: El socialismo
de mercado es un sistema econmico en
elquelosmediosdeproduccinsoncontroladospor
lostrabajadoresencadaempresa y la produccin no est planificada
centralmente por el Estado. La ideacentrales que elmercado no es
mecanismo exclusivo delcapitalismo y que esplenamente compatible
con la propiedad por lostrabajadores de los medios deproduccin
(principio fundamental del socialismo). Los defensores del
socialismodemercadosealanquestecombinalasventajasdel
liberalismoconlasdelsocialismo.Dentro de la economa de mercado, se
pretende dar al Estado una capacidad deintervencin que permita
potenciar la propiedad social de los medios deproduccin a partir de
determinadosnivelesde volumende empleo,generandoincentivos parael
autoempleoylacreacindecooperativas queinundenelmercado de empresas,
que elaboren diferentes productos que permitan aumentarla capacidad
de eleccin de los individuos y alcanzar el pleno empleo.As, la nica
intervencin estatal en la economa sera la encaminada a corregir
lasfallas de mercado (bienes pblicos, bienes preferentes, efectos
de lasexternalidades,
fallasenlosprocesosdeproduccinyfallasderivadasdelascaractersticas
del mercado), especialmente en el mercado de trabajo, importantepor
sus consecuencias sociales. El trmino tambin ha sido empleado para
aludira los intentos de la economa sovitica para introducir
elementos de mercado ensusistemaeconmico. Msconcretamente, serael
primer intentodurantelosaos 20 de aplicar la Nueva Economa Poltica
(NEP) en la URSS, prontoabandonada. Posteriormente, elementos del
socialismo de mercado fueronintroducidosenHungra,
enlasexChecoslovaquillayYugoslavia(esteltimodenominado
socialismoautogestionario) en losaos70 y 80.China, Vietnam
yLaosenlaactualidadtambinsedescribenas
mismoscomosistemasdesocialismo de mercado[9]Socialismoposmoderno:
El trminoposmodernismooposmodernidaddesignageneralmente un amplio
nmero de movimientos artsticos, culturales, literarios yfilosficos
queaparecieron durante la segunda mitaddelsiglo XX, definidos
endiverso grado y manera por su oposicin o superacin del
modernismo. Aunque seaplica a corrientes muy diversas, todas ellas
comparten la idea de que el proyectomodernista fracas en su intento
de renovacin radical de las formas tradicionalesdel arte y la
cultura, el pensamiento y la vida social[10]La posmodernidad se
representa a travs de un discurso muy particular,
asentadoenunsentimientoestticoymoral
queabogaporlamuertedelascategorasfundamentales de la racionalidad
moderna: historia, sujeto, futuro, progreso,transformaciones, y
otras del mismo tenor. Los pensadores ms destacados de
lascorrientes posmodernas son Gilles Deleuze, Jean Baudrillard,
Jean FrancoisLoytard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni
Vattimo, Jacques Derrida, GillesLipovetsky, Slavoj Zizek, Alain
Badiou, entre otros.En relacin con el socialismo, Rigoberto Lanz
[11] sugiere que, luego del derrumbede la Modernidad y de la
implosin de la Unin Sovitica y sus satlites, ahora seplantea el
desafo intelectual de pensar nuevamente el socialismo pero esta
vezen "clave posmoderna". De acuerdo con Lanz, la figura de un
socialismoposmoderno sera el punto de llegada natural de una
elaboracin terico-polticaque se fundamentara precisamente en todo
un repertorio de lneas tericas queya se han hecho caractersticas
del discurso posmoderno, como aquellas referidasa: "una crtica a la
racionalidad tecno-cientfica, una perspectiva anti-histrica,
unavisin relativista, un cuestionamiento del "progreso", una ptica
comunitaria, unaecologa poltica, la irrupcin del gnero, un nuevo
multiculturalismo, eldescentramiento del "Sujeto", una
mundializacin solidaria, y una reapropiacin dela vida cotidiana de
la gente".Evidentemente las propuestas que asumen el socialismo
como bandera sondiversas, as como las definiciones que se ofrecen
de este trmino son variadas ypolmicas. Algunas deellas
sesustentanencriterios deorden temporal
(elsocialismocomounperododetransicin); otrasseidentificanconlas
tesisreformistasqueproponenunasntesisentreel capitalismoyel
socialismo(elsocialismo como una economa mixta); otras parten desde
un enfoque sistmico(el socialismo como un sistema o modo de
produccin diferenciado), mientras queotras lohacendesde una visin
socio-cultural(elsocialismo como un modo devida).Entonces, Qu es
realmente el socialismo: una etapa de transicin; unaeconoma mixta,
o un nuevo modo de produccin?El socialismo como revolucin
proletaria es la solucin de las contradicciones:
elproletariadotomael poder poltico, y,por mediodel,
convierteenpropiedadpblica los medios sociales de produccin, que se
le escapan de las manos a laburguesa.Coneste acto,redimelosmedios
deproduccindelacondicindecapital que hasta all tenan y da a su
carcter social plena libertad paraimponerse.Y el socialismo
cientfico como expresin terica del movimiento proletario, es
elllamado a investigar las condiciones histricas y, con ello, la
naturaleza misma deeste acto, infundiendo de este modo a la clase
llamada a hacer esta revolucin, ala clase hoy oprimida, la
conciencia de las condiciones y de la naturaleza de supropia
accin.Friedrich Engels (1821-1895). Del socialismo utpico al
socialismo cientfico,ltimos prrafos.Histricamente, las primeras
propuestas de socialismo surgieron a comienzos delsiglo XX como una
alternativa distinta a la explotacin capitalista. Plasmada en
unproyecto para abolir esa injusticia socialsu propuesta
esenciales: "para que elpueblo alcance el bienestar debe poseer lo
que produce y los instrumentos de esaproduccin". Pero tarde o
temprano todos los proyectos socialistas, ms all de
lossueosypropsitosdesusprotagonistas,
hantenidoqueenfrentarseconlarealidad econmica y social de sus
experiencias, determinando en algn momentolas grandes decisiones
sobre el curso de la revolucin, o simplemente
delimitandolaspolticasdel
gobiernofrenteaconcretosproblemasdesudesarrollo. Assucedi, por
ejemplo, con el viraje del "comunismo de guerra" a la "nueva
polticaeconmica"(NEP)soviticaen1921, el
cambiodeunsistemadeplanificacincentralizada al "socialismo de
mercado" en China en 1978 y Viet Nam en 1986, oel
"socialismoplanificadoconaperturaparcial al
mercadointerno"enCubaen1989. En cada uno de estos casos, en razn a
las necesidades de su desarrollo,los gobiernos se vieron obligados
a combinar medidas propias tanto delcapitalismo como del
socialismo.Como era de esperar, todas estas medidas siempre
produjeron encendidascrticasdepartedelossectorespolticosmsdiversos,
quevandesdeunaizquierda ortodoxa hasta la derecha conservadora,
cuestionando en cada caso elcarcter socialista de estos procesos.
Esta situacin ha reavivado hoy la discusinentornoalanaturalezadel
socialismo, plantendoselainterrogantedesi elsocialismo es una etapa
de transicin; una economa mixta, o un nuevo modo deproduccin. Esta
discusin est muy lejos de tener un carcter puramenteacadmico, porel
contrario, comoyadestacel profesoryfilsofovenezolanoNez
Tenorio[12]de ella dependen importantes consecuencias
tericas:existencia de una formacin social socialista o una forma de
transicin delcapitalismoal comunismo,
existenciadeleyeseconmicasobjetivasosimplesdescripciones y normas
modeladas intencionalmente (subjetivas),
existenciamismadeunaeconomapolticaodeunapolticaeconmica. Yenel
ordenprctico: tambin de ella depende como se evale la lucha de
clases y sus formas,as como el diseo de las polticas pblicas y las
lneas partidistas.1.En primer lugar,debedestacarsequetanto
losesquemas detransformacinsocialista que concibieron los clsicos
marxistas como las lecciones derivadas delos intentos de tal
transformacin indican la necesidad de un perodo de
transicinentreuna sociedad y otra.Demanera explcita,Marx plantea en
la"Crtica delPrograma de Gotha"[13] que el socialismo sera un
perodo de transicin ytransformacin entre la sociedad capitalista y
la sociedad comunista, cuyo Estadono sera otro que la dictadura
revolucionaria del proletariado. Por su parte,
Leninexplicabaqueesteperodoseraunafasetransitoriaenel
quesepersiguelareconstruccin econmica del pas para lograr el mximo
desarrollo posible de lasfuerzas productivas y de la conciencia
socialista, pero que al mismo tiempo es
unperodoquenopuededejardereunirlosrasgosolaspropiedadesdeambasformaciones
de la economa social, razn por la cual las clases sociales y la
luchaentre ellas no desaparecen en el curso de esa dictadura del
proletariado, lo nicoque hacen es adoptar otras formas[14]En un
principio, en este tema de la transicin parece no existir grandes
diferenciastericas, sin embargo, posteriormente surgieron
diferencias notables en cuanto alas apreciaciones sobre las
condiciones de la transicin, dependiendo si se tratade un pas
central y de economa avanzada, o si se trata de un
passubdesarrollado y perifrico. Estas apreciaciones han originando,
a su vez, seriosdebates en relacin con la velocidad y profundidad
de las transformaciones que serequieren, o las proporciones en las
medidas capitalistas o socialistas aimplementar, acerca de las
clases sociales y sus relaciones, o sobre el tamao y elpapel del
Estado, el mercado y la democracia.Por ejemplo, an perdura la vieja
discusin de los clsicos del marxismo sobre sien este perodo de
transicin el Estado asumir las caractersticas de unadictadura de
una clase en particular, denominada "dictadura del proletariado",
contoda la economa centralizada por una planificacin totalizadora y
dirigida por elestadoyunpartidonico, tal comosucedienel
fallido"socialismoreal"quepredomin en el siglo XX; o si esta etapa
se caracterizar ms bien por un Estadodemocrtico
yparticipativodetodoel
pueblo,dondelaarmonizacinentreunaplanificacinflexible(centralizadaydescentralizada),
unmercadoreguladoylaautogestin popular permitan, como propone Wim
Dierckxsens[15]la conciliacinentreel intersparticularylocal, por
unlado, conel biencomn, por el otro,coadyuvando todos ellos en el
desarrollo sostenido de las fuerzas de produccin yel bienestar
general de la poblacin, segn se propone en el llamado socialismodel
siglo XX.Otroaspectocentral del debateesel
referidoalasformasdepropiedadquepredominarn en esta etapa: Mientras
que algunas posturas radicales se inclinanpor una rpida transicin
hacia un estatismo y colectivizacin plena de laeconoma y los
factores de produccin, como la que marcaron las experiencias delos
primeros aos del socialismo, otros en cambio son partidarios de un
modelo desocialismo ms democrtico, concebido como un fase
preparatoria, dondetemporalmente se da la existencia de diversas
formas de propiedad y de
gestineconmica(pblica,privada,comunitaria,mixta,asociativa,etc.),de
talmaneraque el desarrollo de las fuerzas productivas reciba el
impulso de mltiples factorespromovindose con ello el incremento de
los coeficientes relativos de laproduccin y el consumo, y no que
una socializacin precipitada se constituya msbienenunfreno,
unatraso, opeor anenladestruccindelaeconoma,producindose entonces
lo que Marx llam la "socializacin de la indigencia"[16].Tambin el
perodo de transicin sera el tiempo necesario para lograr el
cambiode la racionalidad econmica capitalista por una racionalidad
alternativa: Deacuerdo con algunos autores[17]sera una racionalidad
econmica que se regirade modo progresivo por las necesidades
concretas de los seres vivos encomunidad, y no por la necesidad
privada de realizar perpetuamente ms valor oplusvala. Por tanto,
sera un rgimen que pueda juzgar o valorar su gestin y ellogro de
metas no en funcin de la preeminencia del capital,
sinofundamentalmente en funcin del trabajo y el bienestar social,
donde importantesinstrumentos de evaluacin administrativa, como la
eficiencia y la eficacia,parcialmente basados en criterios
puramente instrumentales y formales,
tambinpasenaregirseporcriteriosajustadosa
loscontenidos,talescomolos tiposycalidad de los
fines.Deigualmanera,enesteperododetransicin el
nuevobloquehistricoenelpoderprocuraralaindispensabletransformacindel
Estado, entantoquestesea necesario, de ser un instrumento de
dominacin de la burguesa en otro tipode mecanismo verdaderamente
eficiente y democrtico, mediante el cual se puedaaunar
losesfuerzosdelospoderesinstitucionalesconlaparticipacindelospoderes
populares constituyentes, a los fines de impulsar conjuntamente
eldesarrollosocialistadel pas. ComosealaDaniel
Bensaid[18]nosetratadedecretar abstractamente la extincin
delEstado, sino de ponerlo concretamentebajo el control
autogestionado en vistas a generalizarse, iniciando
unatransformacin social y cultural a travs de la cual la
colectividad asociada puedare-apropiarse concretamente del
ejercicio de las funciones administrativas ypolticas.Sera entonces
el tiempo necesario para que el pueblo logre formar la
concienciasocialista que le permita comprender que slo la comunin
de intereses y accionesde todos los hombres y mujeres, trabajadores
y trabajadoras del mundo,
puedenrealmentesalvarlosdelabarbariedelaexplotacincapitalista.
Serael tiempoparaorganizarseeincrementar
lacapacidadparaauto-gobernarseenformademocrtica, participativa y
protagnica en las comunidades. Y aunque parezcacontradictorio,
tambin sera el tiempo para que el pueblo y sus organizaciones,ahora
protagonistas de su propia liberacin, logren el aprendizaje de los
mtodose instrumentos de administracin y gestin modernos, esas
"armas (no tan)melladas"quelehanpermitidoal
capitalismodesarrollarseysobrevivirdurantetressiglos, detal
maneraque, comoloindicanlosclsicosdel socialismo, elpueblo vaya
dominando con precaucin y en forma gradual esos mtodos y
esasarmasdelaburguesa,parautilizarlosconxitocontrael
mismocapitalismoysientan, a su vez, los cimientos de una economa
socialista.En este mismo sentido, Claudio Katz[19]sugiere que la
funcin de esta etapa seracrear las premisas econmicas
(productividad, eficiencia, integracin sectorial)
ysociales(disponibilidad debienesdeconsumo, aliviolaboral,
mejoraeducativa)indispensables para el inicio de un rumbo
socialista. Segn este mismo autor, unatransicinexitosadeberasortear
mltiplesrestricciones: crecer sinafectar elconsumo, invertir
enlaindustriasindescapitalizar el agro, introducir
patronesmundiales de productividad sin abrir las fronteras a la
invasin de mercancas ycapitales, fortalecer a la clase trabajadora
sin agredir a otros sectores populares.As, para Katz, combinar la
acumulacin socialista con el crecimiento balanceado,a travs de una
poltica sustentable de industrializacin y bienestar, debera ser
elpropsito de esta etapa.De esta manera un conjunto de autores
apuntan a la necesidad que tendra todasociedaddetransitar
determinadasetapasofasespreparatoriasparaqueellapuedaevolucionar
haciaestadiossuperioresdelibertadybienestar humanos.Ciertamente,
las experiencias histricas de todas las revoluciones sociales as
lodemuestran. As, al fijar etapas y fases en un rumbo claramente
orientado hacia elsocialismo se trata de establecer
metodolgicamente las caractersticasparticulares de cada coyuntura
en el desarrollo de este proceso. Como dira NezTenorio,
estaperiodizacinpretendeunapresentacinresumiday coherente,lgica e
histrica de perodos histricos concretos[20]Cada nueva etapa
indicabaTrosky- nosimponeel
anlisisconcretodelastendenciasydelasrelacionesreales, en su conexin
y en su constante interdependencia[21]En el caso contrario, de no
contemplarse etapas en la marcha al socialismo, secorre el peligro
de adoptar una visin oportunista o pragmtica como aquellas
queennombredeunsupuestorealismopolticonocontemplaobjetivosni
metasconcretas en el rumbo sealado. O bien el de evadir
determinadas postas o hitosenel caminohaciael
socialismoennombredeunamalentendida"revolucinpermanente",
presentadamuchasvecescomounconceptovagoypuramenteideolgico,
carentedecontenidopolticorealista. Evidentemente, todas
estasexperiencias histricas de indefinicin o desestimacin de
ciertas coyunturas, ascomolasexperiencias dehaber
abortadoodemoradoetapas produjeronenalgunos casos costosos
resultados al acometer a destiempo cambios,rectificaciones o
desviaciones en la marcha hacia el socialismo[22]2. Pero las
caractersticas del perodo de transicin arriba mencionadas tambinhan
ocasionado la polmica sobre si el socialismo sera o no una economa
mixta,o sea, "un hbrido" de varias formaciones de la economa
social, bsicamente delaseconomascapitalistaysocialista.
Losprimerosproponentesconocidosdeestatesisfueronlas corrientes
revisionistas socialdemcratas ylosllamados"socialistasdectedra",
quepropugnabanun"socialismoevolucionista" enlaEuropa de finales
delsiglo XX" (Por ejemplo: Bernstein, 1890; Brentano, 1890,entre
otros)[23].Posteriormente, amediadosdel sigloXX,
enloquesepudieraconsiderarunacontinuacin de las propuestas
anteriores, surgieron las tesis socialdemcratas de"una tercera va",
que ha sido a menudo descrita como una sntesis delcapitalismo y el
socialismo por alguno de sus proponentes. Actualmente
lospartidarios de este modelo se inspiran en las teoras de Anthony
Giddens (1998) yconsideran que sta es una reforma que necesita la
socialdemocracia para poderseguir defendiendo los elementos bsicos
del Estado de bienestar en la era de laglobalizacin, adoptando un
modelo econmico de corte "socioliberal", por lo quetambin se hace
llamar "socialismo democrtico o liberal".Hoyda, sinembargo,
seafirmaquelasposiciones"terceristas" enEuropayAmrica
Latinaestnmsinfluidas porvisionesneoliberales, aloms,conunligero
disfraz de socialismo o inters reformador producindose as un
movimientohaciapolticasdedesregulacin,
descentralizacinyreduccindeimpuestos,buscando disminuir lo que se
vea como sobredependencia del estado. En Europaesa posicin est
representada por algunos gobernantes como el que fuera
primerministro britnico Tony Blair (quien se refiri a su proyecto
como "The Third Way"),el antiguocancilleralemnGerhardSchrder,oel
exprimerministroholandsWim Kok. Como sus representantes en
Latinoamrica se sealan a losexpresidentes Ricardo Lagos, Fernando
Henrique Cardoso y otros, tales como laactual presidenta chilena
Michelle Bachelet20.La otra nocin ms reciente est relacionada con
las experiencias de "socialismode mercado" desarrolladas por China
y Viet Nam. En el primero de los casos, estaideadetransformar el
sistemadeplanificacincentralizadaenunaeconomasocialistademercado
fuepropiciadaporDengXiaopingenelmarcodel tercerPlenodel X
ComitCentral del PartidoComunistadeChina(1978). Laideabsica de esta
transformacin se apoya en dos elementos fundamentales: 1)
lanecesidadderealizar unamodernizacinencadena, lasas
llamada"cuatromodernizaciones", en los campos de la agricultura,
industria, defensa y ciencia ytecnologa, as como la poltica de
puertas abiertas al exterior, y 2) que las fuerzasdel mercado y la
insercin en la globalizacin, junto a la privatizacin y la
inversinextranjeradirectadirigidaspor el
PartidoComunistapuedentransformarseencomponentes para la
construccin del socialismo[24]En China estas polticas de reformas
han resultado en importantes
modificacionestantoenlasformasdeproduccincomoenlasrelacionesdepropiedad.
Porejemplo, deacuerdoaGonzlezArencibia, el sector deEmpresas
Estatalesdisminuy su aporte al producto industrial bruto de un 78%
en 1972 a un 48% en1992, mientras que el sector industrial no
estatal est compuesto,aproximadamente, en un tercio por empresas
privadas, que es el segmento quecrece ms rpidamente y el resto dos
tercios- por cooperativas, entre las cualesla gran mayora son las
denominadas Empresas de Pueblos y Aldeas, que son, enesencia,
cooperativas de propiedad de los municipios.Elresultado de este
proceso de modernizacin y transformacin ha sido que
laestructuraeconmicachinahaevolucionadorpidamente,
consolidndoseunaeconoma de mercado con una fuerte insercin en
diversas reas de laglobalizacin. Sin embargo esta insercin no ha
sido fcil. China ha reclamado porlargo tiempo que es tratada
injustamente en las disputas de comercio con Europa,EstadosUnidosy
otras grandes economasalarmadaspor elvelozsurgimientocomo gigante
manufacturero. As, por ejemplo, el ingreso de China a laOrganizacin
Mundial del Comercio (OMC) se produjo recin el 11 de noviembrede
2001, tras 15 aos de negociaciones![25]Deigual
modohasucedidoconlasolicituddeChinapararecibir el codiciadoEstatus
de Economa de Mercado (MES) por parte de la Unin Europea. Pekn
haestado buscando el MESde la UEdesde el 2004 para reducir riesgos
dearancelespunitivosparasusexportacionesycomounreconocimientoasusreformas
econmicas. No obstante, en ese mismo ao la UE rechaz la peticinpara
que este pas fuera considerado como "una economa de mercado" en vez
de"economa en transicin".Paraque la UE cambie de status,antes
Chinadeba cumplirconuna seriederequisitos de poltica de mercado que
son de un claro corte neoliberal[26]y queChina est aparentemente
dispuesta a cumplir. Sin embargo, a pesar de que en elinforme de la
Comisin Europea del ao 2008 ya se describa la economa chinacomo "un
sistema crecientemente moderno y basado en el mercado, que
ademstieneahoracasi todalalegislacinqueesnecesariaparael
otorgamientodelEstatus de Economa de Mercado" (Segn reporta William
Schombreg, Reuters,17 de septiembre de 2008), para el mes de
febrero del 2009 (fecha en la que seescribeesteensayo)
Chinatodavaaguardabapor el
otorgamientodedichoEstatus.Pareceevidenteentoncesquesi
Chinanosehaabrazadoal capitalismo, almenos aldeclararse como una
economa socialista de mercado insertada en laglobalizacin (tal como
ya hemos visto ha solicitado le sea reconocida por parte
detodoslosorganismosinternacionalesquerigenlamateria)
podradecirsequeprcticamenteseestasumiendocomounaeconomamixta. Pero,
comentaGonzles Arencibia, en el caso de China, pas que para muchos
analistas se hainsertado con xito en la globalizacin, las
perspectivas de su evaluacin varansegn los observadores, en el que
existe tambin el punto de vista del fracaso delsocialismo de
mercado. Con un enfoque optimista existe la idea de que China porla
va del socialismo de mercado ha logrado grandes xitos econmicos y
socialesy que habr que contar con ella como el socialismo del siglo
XX, fundamentandoque estos avances no son resultado de la aplicacin
del globalismo neoliberal.Estecriterio-el del "xito" aseguradopor
algunos autores, sigueexplicandoGonzlez-, sin
embargo,reconoceenChinamltiplesefectosnegativos que
separecenalosqueocasionaypromuevelapolticaneoliberal
alejndosedelaprcticasocialistaentreellos:
laexistenciadedesequilibriosterritorialesentreregiones,
estancamiento en la reduccin de la pobreza, distribucin
desigualdelingreso, ineficiente gestin de las empresas estatales,
deterioro del medioambiente, liberalizacin del mercado de bienes de
consumo, desmantelamiento delas comunas y creacin de unidades
pequeas, amplios mrgenes de reduccindelaparticipacinestatal
enlaproduccinindustrial, as comounaceleradoproceso de privatizacin
sobre todo en empresas pequeas[27]Por otro lado, para quienes hacen
una crtica del llamado socialismo de mercado yen general de
cualquier forma de economa mixta, su fracaso se explicara en
laincompatibilidad entre las lgicas de los dos sistemas, el
capitalista y el socialista.Por ejemplo, stvn Mszrov[28]argumenta
que:Las incompatibilidades parciales -para no referirnos a las
generales- entre los dossistemas, surgen de la incompatibilidad
radicalde sus modos de dimensionar elvalor. Para las paradjicas e
inalcanzables determinaciones internas del sistemacapitalista,
tenemosquesusproductosmercantilizadosnosonvaloresdeusopara sus
propietarios y valores de uso para sus no propietarios. En
consecuencia,todos deben cambiar de manos y entonces, las mercancas
deben ser realizadascomo valores antes de que puedan realizarse
como valores de uso.El modo temerario del capital en su trato de la
economa no como un disposicinracional sino como la ms irresponsable
legitimacin del derroche sin lmites es loque pervierte totalmente
este proceso histrico, al sustituir la rica diversidad de
lasnecesidadeshumanasporlealienacindel capital
quesemueveporlanicanecesidaddeampliar sureproduccinatodocosto,
amenazandoinclusoconponer fin a la propia historia humana.La razn
del por qu las determinaciones y relaciones de valor del
ordenalternativo no podrn ser transferidas al marco metablico
social del capital con elpropsito de mejorarlo radica en que an las
relaciones parciales ms pequeasdel
sistemaalternativoestnprofundamenteembebidasen
lasdeterminacionesgenerales de valor de un marco omnicomprensivo de
las necesidades humanascuyo axioma elementalinviolable, de acuerdo
a su ms ntima naturaleza es laexclusin radical del despilfarro y de
la destruccin.TampocoparaClaudioKatz[29]el socialismopuedeser
"unaeconomamixta"porque:Existe un antagonismo entre el capital y el
trabajo que obstruye estructuralmentelas mejoras que habitualmente
surgen de un choque social, pues elcapitalismoconduce a subordinar
las metas de la justicia social a las exigencias del beneficio.Bajo
elcapitalismo la intervencin estatalno persigue objetivos
socialistas, sinoque apuntala la acumulacin privada. Lejos de
promover un horizonte socialista deautogobierno de los trabajadores
este tipo de economa mixta refuerza el poder delas clases
dominantes.El capitalismo siempre amenaza los logros inmediatos y
atropellar maana lo queconcede hoy. El sistema de dominacin vigente
tiende a reproducir lasinequidades y a potenciar la explotacin,
expandiendo el desempleo y laexclusin.Construir el capitalismo para
favorecer la emergencia del socialismo es unproyecto insensato.
Nadie puede demostrar que apuntalando la explotacin y lacompetencia
se desarrollarn la igualdad y la solidaridad.3. Por otra parte,
ciertos autores y tendencias presentan elsocialismo como unmodo de
produccin especfico con caractersticas y leyes particulares, o sea,
consus propios ttulos histricos, equivalente al capitalista
analizado por Marx. En unprincipio, este cambio de concepcin comenz
a manifestarse en varios escritosoficiales de la ex URSS entre los
aos de 1937 y 1950, cuando se consider quela misma ya haba
culminado la construccin delsocialismo y se encontraba envas de la
realizacin del comunismo. Estas tesis asumiran formas ms
concretasconelXXyel XXCongresodel PCUS,
enlapocadeKruschev,cuandoseoficializlateorade"lastresfasesdelasociedadcomunista":
transicindelcapitalismo al socialismo, el socialismo, y el
comunismo integral.Pero, tal como observara en su oportunidad Nez
Tenorio, la argumentacin delateorade"lastres fases"esconfusael
menosentresaspectos: 1)Porunaparte, en la tercera edicin del Manual
de Economa Poltica, de la Academia deCiencias de la URSS, ao 1966,
dice que el perodo de transicin comienza con lainstauracindel
poderproletarioyterminacuandosedacimaalatareadelarevolucinsocialista,
queeslaconstruccindel socialismo, primerafasedelasociedad comunista
(Pg. 334), 2) Luego, se establece que una vez culminada lafase
previa de transicin, el socialismo y el comunismo constituiran dos
etapas demaduracin de la nueva formacin econmico-social comunista,
poseyendo estasdos fases las mismas bases econmicas,
fundamentalmente un mismo rgimende propiedad social y el desarrollo
planificado de la economa nacional (Pg. 653);3)Sinembargo, tambinen
otraparte del mismotexto se defineel socialismocomo un modo de
produccin especfico con nuevas leyes y categoraseconmicas propias
(Pg. 446), con lo cual desaparece la definicin de ladictadura del
proletariado en tanto etapa de transicin del capitalismo
alcomunismo, y en su lugar aparece el socialismo con sus propios
ttulos histricos yno como mera transicin[30]As, en el Manual ya
citado se puede leer que:El perodo de transicin del capitalismo al
socialismo termina con la liquidacin delrgimenmultiformede
economayconlaconsolidacin del modosocialistadeproduccin tanto en la
ciudad como en el campo, es decir, con la edificacin entoda la
economa nacional de un sistema socialista de relaciones de
produccin yla creacin de la base tcnico-material altamente
desarrollada del socialismo, baseque descansa sobre el dominio de
la gran industria maquinizada contempornea(Pg. 409).Actualmente,
este cambio de concepcin est representado por algunos
escritosrecientesentornoal llamadosocialismodel sigloXX,
enloscualessehacealusin a slo dos etapas de la evolucin
histrico-social poscapitalista: el perodode transicin del
capitalismo al socialismo y el socialismo propiamente dicho, conlo
cualdesaparece la etapa delcomunismo. Y an otros ms, no sabemos
porcuales motivos, sipor alguna razn cientfica o bien por simples
prejuicios,
slohablandeunvagopostcapitalismoennotoriasustitucintantodel
socialismocomo del comunismo. No obstante, adverta Nez
Tenorio[31]esta concepcin delsocialismo como un modo de produccin
especfico significa una ruptura tericacon el anlisis del conjunto
propio del marxismo-leninismo. Esa ruptura fue la quemotiv a este
autor a desarrollar en su tesis toda una crtica
terico-metodolgicade esta concepcin. A continuacin veamos
brevemente algunas de susconclusiones:Primero, el
socialismonoessinounaetapadondesecombinanelementosdemuchos modos y
formas de produccin y no es una estructura estable derelaciones de
produccin (como lo es el capitalismo y el comunismo). Existe
unaformacin social socialista en forma de produccin compleja que
combina modosy formas de produccin variados- pero no hay lugar para
la existencia de un mododeproduccinsocialista. Sedaunsaltoenel
vaco, afirmaNez Tenorio,pasndose del primer al segundo nivel de
anlisis desarrollado por Marx:presentando una formacin social
histrico-concreta como un modo de
produccinhistrico-abstracto.Segundo,
estosignificaquelasleyeseconmicasobjetivasdeestaformacinsocial es
una articulacin combinada al menos del modo de produccin
capitalistay del modo de produccincomunista por construirse. A
nivel dela existencia amedias del MPC en el socialismo no habra
mayor discusin: est el ejemplo de lavigencia limitada de la ley del
valor por la existencia de la moneda y el
mercado.Demaneraquelarealidadhistrica"socialista"noesel
saltoabstracto(enelvaco) presentado como histrico. Las
"supervivencias" capitalistas repercuten ypresionan no slo a nivel
de las relaciones de produccin sino en plan poltico
eideolgico.Tercero, no basta en consecuencia trastocar las
relaciones de produccinburguesas en socialistas, a travs de la
colectivizacin o la propiedad estatal. Ellasno constituyen una
apropiacin socialrealniconstituyen una transformacin delconjunto de
las relaciones de produccin. Se requiere como dicen los chinos-
quela poltica proletaria est en el puesto de mando para que las
relacionesmercantiles y monetarias no domine el beneficio y en los
planes impuestos desdearriba y el exterior no gobierne la
produccin. Pero, para que la poltica proletariaest en el puesto de
mando, se requiere que la ideologa revolucionaria proletariasea
apropiada por las masas, de abajo a arriba, en el conjunto del
pas,combatiendo la ideologa burguesa en su prctica real,
especialmente en la luchapor la produccin.4. Y todava existe otra
concepcin, una que tambin define el socialismo como unmododevida.
Esteconceptode"mododevida"(thewayof life), queyaeraampliamente
utilizado por la cultura estadounidense, hizo su aparicin por
primeravez en la ex Unin Sovitica a partir del XXV Congreso del
PCUS del ao 1976, ydifundido posteriormente en unaserie de artculos
delarevista Kommunist. Enunodesuseditorialestitulado"La
Declaracindel SocialismoDesarrollado"(K.1976, 7) esta revista
proclamaba que los tres resultados esenciales del
desarrollosocio-poltico en la URSS desde Octubre de 1917 eran: "la
nueva sociedad", "elmodo de vida socialista sovitico", y "el hombre
nuevo". Por cierto, no deja de sercuriosa esta declaracin de
socialismo cuando apenas algunos aos antes el XXCongreso ya haba
proclamado la realizacin del comunismo en la URSS.Como quiera que
sea, en sus orgenes, la nocin del"modo de vida" no es
unconceptofilosfico,
sinoquepertenecealascategorasmsgeneralesdelasociologa.
SegnrefierenMarioSanojaeraidaVargas[32]citandoaautorescomo
Glezerman (1989) y Filipec (1985), "la categora modo de vida podra
serdefinida como el sistema de rasgos esenciales que caracteriza la
actividad de lospueblos,
clasessocialeseindividuosenunaformacineconmicosocial". Unmodo de
vida explican estos autores- est determinado, en primer lugar, por
larelacin material (factores objetivos) que existe entre la
sociedad y la naturaleza,por el nivel dedesarrollodelas fuerzas
productivas, por el carcter delasrelaciones sociales de produccin,
por el rgimen econmico imperante queconstituyelabasedetodoel
sistemadedichasrelaciones: as comolagenteproduce y reproduce su
existencia, as es su modo de vivir.Adicionalmente, el modo de vida
tambin se expresara en las diferentesdimensiones de la cultura de
un pueblo (factores subjetivos), en su vida cotidiana,en su vida
poltica, en su conducta, en sus valores ticos. Este concepto, dicen
losautores referidos, nos permite definir y resumir el sistema de
rasgos sobre los quese fundamenta unmodode vida: el
niveldeinstruccin y desarrollo cultural, eltrabajo, el bienestar
material y el acceso al consumo de los bienes esenciales
paraalcanzar unavidadigna, el nivel desaludentendidastacomoel
gradodebienestar general colectivo, el nivel de participacin
solidaria, social y poltica parala construccin de la sociedad
socialista.Enel casodelaformacinsocial
capitalistacontinanexplicandolosautoresreferidos- que est signada
por la desigualdad social, las diferentes
clasessocialesexpresangneros,
estilosdevidaosubmodosdevidadiferentes, sinembargo y por encima de
esas diferencias, aqu predominan valores no solidarioso egostas,
con preeminencia del individualismo y la competencia como
principiosdeldesarrollo socialy econmico. Por elcontrario, de
acuerdo con A. Bodnar
yotrosautores(1975),loscriteriosparadeterminarlosrasgosfundamentalesdeuna
sociedad socialista desarrollada seran: 1) bienestar material y
madurezcultural; 2) una autoconciencia popular altamente
desarrollada capaz deautocrtica; 3) direccin de la sociedad sobre
la base de los principios de la justiciasocial y la eliminacin
gradual de las diferencias y barreras sociales; 4) respeto
aladignidadylacalidaddevidahumanas; 5) autorregulacinsocial
yunaaltaefectividad de los rganos delpoder y la correspondencia de
su actividad a lasnecesidades sociales; 6) organizacin racional de
la sociedad sin menoscabo parala calidad de la vida, y 7) defensa
de todos los valores progresistas,revolucionarios y culturales.5.
Resumen y conclusiones: Hemos revisado en esta seccin lo que la
literaturapolticanospresentacomodefinicionesyvariantesdel
socialismo. Asimismo,hemos intentado explorar brevemente los
anlisis y crticas que se hacen de susdiferentes vas y propuestas.
En este recorrido por la literatura notamos que noexiste en la
literatura socialista un punto de vista uniforme, destacndose ms
bienla diversidad y complejidad tanto en los enfoques y criterios
existentes como en laaplicacin prctica de los mismos, un hecho que
reflejara la naturaleza siempreinacabada o evolutiva del
pensamiento socialista. Desde luego que esta situacinno nos debe
extraar, pues esto es lo que cabra esperar al tratarse de
procesossociales que estn determinados por un tiempo histrico
cambiante, as como porcircunstancias y realidades nacionales
distintas[33]ncluso ya en el mismo terreno de las definiciones
observamos algunasdisparidades. Mientras algunas fuentes definen el
socialismo como un sistema deorganizacin social y econmico basado
en la propiedad y administracin colectivao estatalde los medios de
produccin, otras ven socialismo como un estado
dedesarrollodeseadodeunasociedadigualitaria,
dondelacomunidadasumedemanera directa elcontrolpoltico y econmico
en funcin de lograr elbienestarcolectivo. Pero tambin hay
concepciones que sealan que el socialismo no debeverse como un
sistema o modelo definitivo y estructurado, sino ms bien como
unprocesosocial, quede una manera gradual y diferenciada, pero
continua eininterrumpidamente, busca elestablecimiento de esa
sociedad idealde justicia,igualdad y libertad.Asimismo, se observan
algunos dilemas en cuanto a determinar tericamente
eltiempoqueserequiereparapasar deunasociedadaotra:
Mientrasalgunascorrientes, muy minoritarias por cierto, proponen
una transicin rpida delcapitalismo al socialismo y a una economa
totalmente centralizada, otrascorrientes plantean la necesidad de
un perodo de transicin ms o menosprolongado, caracterizado por la
existencia de formas de produccin complejas,dondesecombinanmodos y
formasdeproduccinvariadas talescomolasprecapitalistas,
capitalistas, y socialistas. El propsito de este perodo
detransicinserael dereconstruir yreordenar
lasociedadysueconomaparapoder avanzar hacia estadios superiores de
produccin y de vida donde dominenplenamente las relaciones
social-socialistas. Aeste estadio superior algunosautores lo
denominan socialismo desarrollado, otros lo llaman comunismo, y
aunotros postcapitalismo.De acuerdo a Gonzles Arencibia, en la
prctica la historia de la transformacinsocialista conoce tres
nociones que han sido bsicas en el
desarrollosocialistabajounavisinmarxista:
1)SocialismoCentralmentePlanificadoporel Estado(incluye todos los
pases del antiguo campo socialista), 2) Socialismo de Mercado(China
1978 y Viet Nam 1986, 3) Socialismo Planificado con Apertura
ParcialalMercado nterno (Cuba 1989). Segn observa este autor, el
denominador comnde estas transformaciones ha sido su identificacin
con la lgica socialista, perocon cambios sustanciales de un tipo a
otro. gualmente, las prcticas delsocialismo mencionadas dejan ver
la posibilidad de cuanto ha cambiado, que seha abandonado de esta
concepcin, y que idea podra conducir a unatransformacin socialista
de manera indita y sostenible[34]De modo que las visiones y las
prcticas para una transformacin socialista sonvariadas, pero esta
diversidad de criterios y experiencias no debe llevarnos a
unavisineclctica, ni pragmtica, ni muchomenosoportunistadel
socialismo. Porsupuesto quetampocosetrata de unpensamiento
dogmticonide un modelouniversal e inalterable; Cualesquiera sean
las soluciones que impongan lascircunstancias histricas y
nacionales, esas variantes debern estar guiadas
porlosprincipioscientficosyticosquesiempreledieronraznycontenidoalsocialismo.
De acuerdo a los pensadores clsicos, los principios y
lascaractersticas ms resaltantes de un socialismo pleno son:Ruptura
radical con la sociedad capitalista;Eliminacin de la propiedad
privada sobre los medios de produccin;Establecimiento de la
propiedad colectiva sobre esos medios;Desaparicin de las clases
explotadoras y reino de las relaciones de colaboraciny ayuda
mutua;Planificacin de la actividad productiva;gualdad en la
distribucin de la riqueza social;Aseguramiento del bienestar
colectivo;Desarrollo pleno y libre de la personalidad humana.Segn
algunos tericos[35]de todas esas caractersticas antes sealadas las
querevisten mayor trascendencia transformativas seran las tres
primeras, ya que sinstas no podran darse las siguientes. Sin
embargo, es importante destacar que elsocialismo est muy lejos de
tener un sentido puramente econmico, slopreocupado por eldesarrollo
de las fuerzas productivas y la multiplicacin de lariqueza
material, sino que igualmente est dirigido hacia un fin socio-tico,
ya quetambinsepreocupapor el contenidodelas relaciones sociales y
el plenodesarrollo del gnero humano y su libertad. Tal es pues la
esencia del socialismo.As entonces, siguiendo el pensamiento (o
sustancia-gua) de Engels con el queencabezamos esta seccin, creemos
que el socialismo debe ser entendido en sudoblenaturalezade
teorayproyecto, estoes, comoun pensamientocrtico aligual que un
proyecto alternativo al capitalismo, que comprende las
dimensionesfundamentales de la accin humana (econmico-social,
ideo-poltico, tico-moral ycultural) y se basa en formas colectivas
de produccin, apropiacin y distribucincomo condiciones esenciales
de un modo solidario de vida. De esta manera seasegura el carcter
integral del socialismo. En efecto, si alguna versin se definecomo
socialista pero carece de un proyecto concreto y revolucionario
seguramentesu accionar terminar en pura crtica y la charlatanera;
igualmente que si formulaproyectos sin el debido sustento terico
muy probablemente acabar en actitudespragmticas o en el
oportunismo.Luego, Qusignificael socialismodel sigloXX:
unanuevasntesis; unavadiferente, o simplemente es ms de lo
mismo?Tenemos que reivindicar elsocialismo como una tesis, un
proyecto, un camino,pero un nuevo tipo de socialismo, un socialismo
humanista que pone a los sereshumanos y no a las mquinas o al
Estado antes que todo.Hugo Chvez Fras, Presidente de la Repblica
Bolivariana de Venezuela.Segn algunas fuentes[36]este concepto o
modelo de socialismo fue ideado porHeinz Dieterich Steffan, a
partir de 1996, y muy difundido desde el 30 de enero del2005 por el
Presidente de Venezuela Hugo Chvez en el V Foro Social Mundial.En
esa ocasin, el Presidente no fue muy explcito pero claramente
manifest queeste socialismo sera distinto a los desarrollados en el
siglo XX, as comodesechaba la tercera va como modelo de desarrollo.
Luego, a mediados del ao2006, en un evento en Viena, asent que no
es un socialismo predeterminado,sino que se trata de "transformar
el modo de produccin hacia un nuevosocialismo al que hay que
construir todos los das". Chvez tambin ha afirmado,en 2007, que
elSocialismo delSiglo XX acepta en cierta medida la
propiedadprivada, adiferenciade la posturamarxista-leninista, y
debe nutrirsedelascorrientes ms autnticas del cristianismo, dentro
de una democracia participativay protagnica, que debe conjugar
igualdad con libertad. Estas ideas han llevado ala gente a
preguntarse: Qu significa el socialismo del siglo XX: Ser acaso
unanueva sntesis de ideas y proyectos; ser tal vez una va diferente
a las frmulasya establecidas enelpasado, o simplemente ser una
variante msdentro delmodelo de acumulacin nacional-capitalista?1. A
partir de las fechas sealadas, se ha desencadenado una abundante
literaturadifundida por diferentes medios: libros, monografas,
artculos, entrevistas, etc., enlos que se formulan diversas y a
veces contradictorias ideas y propuestas en tornoalsocialismo
delsiglo XX. Tampoco las crticas se han hecho esperar,
algunoscrticos de la izquierda marxistas lo consideran un
socialismo falaz y la derechaestimaquesebasaenideascaducas y
perimidas. Detal maneraquehoypodemos observar en esos medios todo
un bazar de opiniones donde se
exhibendesdelosviejos"caletres"deciertaizquierdadogmtica,
pasandoporalgunas"novedosas" propuestas del reformismo
desarrollista, como tambin por
lascorrientesanti-reformasdefensorasdel "purismo"marxista,
hastalasinfaltablescrticas y "refutaciones" por parte de la derecha
y renegados de la izquierda.En primer lugar, y como era de esperar,
en estos anlisis se aprecia un desmarquegeneralizado con respecto a
la experiencia fracasada del socialismo "real" de la exUnin
Sovitica, as como de la "democracias populares" del Este de Europa.
Ensegundo lugar, se estudian los temas relacionados con las nuevas
condiciones delaglobalizacinyel
mercadocapitalistaysusinfluenciassobrelaseconomassocialistas.
Tercero, se revisan nuevamente las teoras marxistas del
valor-trabajoy sus crticas; sobre el origen y el papel de sus
categoras fundamentales: el valorde cambio, la plusvala, la
explotacin, la alienacin; y tambin sobre la vigenciade las "leyes
naturales" de la produccin capitalista. Cuarto, en el terreno
poltico-jurdico se contina debatiendo acerca de las caractersticas
y el papel del Estado,as comosusrelacionesconlasociedad;
sobrelostiposdedemocraciayelrgimendegobierno. Peroel temaprincipal
deestosanlisisobviamenteestcentradoenVenezuela, el
presidenteChvezysupropuestadeunsocialismopara el siglo XX.As, por
ejemplo, para el socilogo y filsofo de origen alemn
HeinzDieterich[37]"Hugo Chvez se ha puesto a la cabeza de la
Revolucin Mundial aldefinircomounanecesidadterico-prcticamundial la
invencindel socialismodel siglo XX, es decir un socialismo
"ambientado al nuevo siglo". Segn Dieterich,"loqueel
ComandanteChvezylosmarginadosdelahumanidadbuscanynecesitan,noesunanuevacrtica(negacin)alamalarealidadcreadaporelcapital,
sino la alternativa viable de una nueva civilizacin ms humana, es
decir,una alternativa antisistmica y anticapitalista". En tal
sentido, este autor proponeentonces suNuevo Proyecto Histrico de
laDemocraciaParticipativa. En elprologo de su ms reciente libro se
describen brevemente los puntos principalesdel proyecto: Democracia
Participativa propone Dieterich como la nueva nstitucinpara
sustituir la caduca Democracia Representativa; una Economa
deEquivalencias, para echar a un lado y desterrar para siempre las
prcticascapitalistas de la Crematstica Nacional de Mercado; y, un
Estado no Clasista querompera con el tradicional Estado de Clases
que conocemos; para que una
vezconsolidadacadainstitucinnosacerquemosal ser humanoracional,
ticoyestticoquedebemosser. Peroantes, esnecesarioempujar el
DesarrollismoDemocrtico Regional que, segn explica el autor, sera
la etapa de transicin alSocialismo del siglo XX, a travs de la
integracin militar, econmica y cultural delBloque Regional de Poder
Latinoamericano.El ncleo de esta Patria Grande, dice Dieterich,
solo puede ser el Mercosur que esel nico espacio econmico regional
no controlado directamente por Washington,con incipientes
estructuras de un proto-Estado regional. Este bloque regional,
porsupuesto, es un ente capitalista, talcomo fue la Patria Grande
planteada por elLibertador SimnBolvar.
Frentealascrticasylaindisposicinpor partedealgunosciudadanosaluchar
por unproyectocapitalista, el autor
plantealassiguientesreflexiones: Losprogramasdecambionacional quese
realizarnencoordinacin con el bloque regional latinoamericano, son
la respuesta inmediata ala situacin latinoamericana actual. El
horizonte estratgico de Nuestra Amrica,como el de toda la
humanidad, es la democracia participativa o el nuevosocialismo. Sin
embargo, plantea Dieterich, "la alternativa actualpara los
paseslatinoamericanos no se define entre la implementacin del
capitalismo regional odel socialismo regional, sino entre la anexin
neoliberal a Estados Unidosmediante elALCA y elPlan Colombia, y la
profundizacin de la balcanizacin
yafricanizacinnacionalesqueestamosviviendo.
Porquenosolonoexisteunprogramasocialistalatinoamericanoarraigadoenlasmasas,
sinoquetampocohay sujetos sociales organizados y con capacidad
operativa para realizarlo". Por lotanto concluye Dieterich-,
plantear la implementacin del socialismo regional hoycomo
alternativa no sera ms que un deseo".[38]Tales son los argumentos
del autor a favor del desarrollismonacional, oel"capitalismo
proteccionista de Estado", al que considera como "la nica
estrategiade desarrollo que en la historia moderna ha sido exitosa
para salir delsubdesarrollo neocolonial". As, segn Dieterich:La
simbiosis del viejo nacionalismo desarrollista y del nuevo
desarrollismodemocrtico regionales la estrategia de desarrollo
viable en la actualidad, paradetener el
procesodeafricanizacinquesufreNuestraAmrica, porqueeslanica que
permite unificar las fuerzas econmicas, polticas y
culturalesnecesarias. Launificacindetodaslasfuerzas
latinoamericanas
progresistasdetrsdeesteprogramadedefensaytransformacin,esporlotanto,latareapoltica
ms importante del momento. [39]Contraponindose a las posturas antes
referidas, el intelectual gals Alan Woods,dirigente de la Corriente
Marxista nternacional, ofrece tanto en su ms recientelibro[40]como
en otros diversos artculos una exposicin razonada de la
actualidaddel marxismo en todos los terrenos del pensamiento, al
mismo tiempo que haceuna crtica en profundidad y desde el punto de
vista del marxismo a lo que l llamalas posiciones reformistas de
Heinz Dieterich y sus seguidores. gualmente,partiendo de la
aplicacin prctica del materialismo dialctico a losacontecimientos
actuales, elabora una alternativa marxista a los problemastcticos y
estratgicos de la revolucin venezolana y mundial, a la vez que
critica"la debilidad de la posicin de las sectas con relacin a
Venezuela que se basanen ideas preconcebidas sobre como "debera
ser" una revolucin, al mismo tiempoque les traiciona su completa
ignorancia de lo que es una revolucin".ParaWoods,
enausenciadeunpartidomarxistarevolucionariodemasas, lasfuerzas de
la revolucin se han congregado alrededor de Chvez y el
MovimientoBolivariano. As -segn este autor-, Hugo Chvez es el
hombre en el centro de latormenta. No importa lo que se piense
sobre este hombre, l ha roto la presa yabiertolas compuertas. l
solosehaatrevidoaenfrentarseal poder delaoligarqua y desafiar al
poderoso imperialismo norteamericano. ncluso susenemigos declarados
y sus crticos no pueden negar que ha demostrado un valorcolosal.
Para Woods, el Movimiento Bolivariano no es un partido
estalinistamonoltico, sino esencialmente un movimiento de masas
amplio donde haydiferentes tendencias y corrientes. El ala de
izquierdas, reflejando las aspiracionesrevolucionarias de las
masas, intenta llevar hacia adelante la revolucin, superar
laresistencia de la oligarqua y armar al pueblo. El ala de derecha
(los reformistas ysocialdemcratas), enlaprctica, deseanponer
unfrenoalarevolucin, oalmenos ralentizarla y llegar a un acuerdo
con la oligarqua y el imperialismo.As, de acuerdo a los anlisis de
Woods:Podemos describir ampliamente el programa y la poltica del
MovimientoBolivariano como el de una democracia pequeo-burguesa
revolucionaria. Comotal, no va ms all de los lmites de una
democracia burguesa muy avanzada. Larevolucin ha llevado a cabo un
programa ambiguo de reformas en inters de lasmasas, pero no ha
abolido el capitalismo. Esto constituye su principal debilidad yla
mayor amenaza para su futuro.Por lo tanto, afirma este autor:Lo que
estamos presenciando en Venezuela es una variante peculiar de la
teorade la Revolucin Permanente. Es imposible consolidar las
conquistas de larevolucin dentro de los lmites delsistema
capitalista. Tarde o temprano habrque elegir: o la revolucin
liquida el poder econmico de la oligarqua, expropia alos banqueros
y a los capitalistas y emprende el camino en direccin al
socialismo,olaoligarquay el imperialismoliquidarnlarevolucin. (As)
Larevolucinvenezolana ahora se enfrenta a una dura eleccin. La
revolucin est rodeada deenemigos, tanto interna como externamente,
que intentan acabar con ella.
Paraderrotaralasfuerzasdelacontrarrevolucinesnecesariounprogramayunapoltica
claros. Estos slo pueden ser proporcionados por una tendencia
Marxista.[41]Otro intento de anlisis del proceso venezolano, que
tambin merece sermencionado aqu, es el trabajo colectivo realizado
por los argentinos NoraCiapponi, GuillermoCieza, Miguel Mazzeo,
SergioNicanoff, FernandoStratayPablo Solana[42]Particularmente
Miguel Mazzeo, en la presentacin dellibro[43]nos comenta las
conclusiones a las que arribaron estos autores. Veamos:En primer
lugar, plantean que con la Revolucin Bolivariana estamos frente a
uncasohistricodecomposicindepoder popular. Por
supuestocontradictorio,dondeconvivenfuerzasdesignototalmentediverso,
peroqueaparecencosasque sondisruptivas, tantopara lateora
polticacomopara lapolticaasecas,sobre todo para la poltica
revolucionaria.En segundo lugar, ven que en la Revolucin
Bolivariana sucede algo que es muydistinto a unanueva matrizen el
marcodeunmodelodeacumulacin.SegnMazzeo, haba una mirada, una visin
del proceso venezolano que planteaba quelo que estaba ocurriendo en
los ltimos tiempos era simplemente eso, una variableredistributiva
de un modelo de acumulacin basado en la renta petrolera.En Tercer
lugar, les parece que el proceso venezolano va mucho ms all de
unnuevo nfasis en la centralidad del Estado, as como tambin va
mucho ms alldel planteo de una democracia social. Ven, por ejemplo,
un Estado y un gobiernoque no interfieren en la consolidacin de los
distintos colectivos populares. Msbienel poder popular
enmuchoscasosseconsolidaencombinacinconlapoltica del Estado. Un
ejemplo sera el de las misiones. Y por otro lado, ven quemuchas
organizaciones populares se aprovechan de una especie de
negociacinhorizontal con el Estado.En cuarto lugar, consideran la
Revolucin Bolivariana como un proceso cambiante,que pasa por
distintos momento, distinto hitos, en los cuales se va
radicalizando.Plantean que cada momento, cada hito, abre un nuevo
campo de contradiccin. Yque esas contradicciones tienen una forma
de resolucin, que a su vez abre otrocampo de contradicciones, cuyo
eje constante es elprotagonismo de las
clasessubalternas.Enquintolugar,paraestosautoreslaRevolucinBolivarianaseraunprocesoasincrnicoentrelosdiferentesplanosdelarealidad.
Segnlapercepcindeestos autores, es evidente que enplano material
predominanlas relacionestpicamente capitalistas, existen empresas
privadas, al margen de lo que ocurre enlos otros dos planos, el
poltico y el ideolgico. Y esto plantea un proceso indito
yoriginal.Finalmente, Miguel Mazzeo escribe que:La Revolucin
Bolivariana nos convoca a pensar-actuar en trminos de
transicin,costumbre que haba cado en desuso, categora de arriesgada
frecuentacin. Elpasaje de la necesidad a la libertad no se puede
concebir como un acto nico,abruptoyunidireccional.
Existenmediaciones. Yexistenporqueel procesodeconstruccin del
socialismo no se desarrolla en el vaco, sino en el marco de
unadeterminadarealidadhistrica. Laconcienciadeamplios sectores
queestnprotagonizando la revolucin es auspiciosa: seven asmismos
transitando losprimeros tramos de un proceso de construccin
contra-hegemnica.De tal manera que:La transicin venezolana tuvo,
tiene y tendr brillos y opacidades. Jams podrser lineal e
incontaminada, dado que se trata, nada ms y nada menos, de salirdel
capitalismo, de su cultura totalizante, de sus lgicas que combinan
laexplotacin, ladominacinylareproduccin. Setratadeconstruir
unavisinlatinoamericana del socialismo y un nuevo paradigma
emancipador. [44]Por otro lado, desde una de las fracciones del
trotskismo, MiltonD"Len[45]escribe un artculo en la Web (diciembre
del 2006) donde se proponedescalificar agriamente el proyecto del
socialismo bolivariano encabezado por elpresidente Chvez. All se
anuncia que la intencin de su artculo es mostrar "larealidad de la
Venezuela actual, por fuera de todas las retricas de Chvez y
lasproclamas del "socialismo del siglo XX", viendo realmente hacia
dnde apunta suproyecto y quines son los que realmente se han venido
beneficiando en estosaos de crecimiento econmico y de "revolucin
bolivariana". Segn D"Len, "loque intenta impulsar Chvez no va ms
all de una especie de tmidoneodesarrollismo alimentado por la alta
renta petrolera, sin nada que se parezca ala transformacin en las
relaciones sociales de produccin y cambio, donde a
lostrabajadoresytrabajadoras, el campesinado, juntoal
pueblopobresoloselesreservanlasllamadasMisiones-fuertesplanessocialesdel
gobierno-, mientrasque a los grupos capitalistas que se aproximan
al gobierno se le tienden puentespara desenvolver negocios
lucrativos". Segn el anlisis de este autor:El
caminoqueproponeChveznollevaalaliberacinnacional,
alaunidadlatinoamericana y mucho menos al socialismo, pues rechaza
los tres
pasoselementalesparainiciaresecamino:nacionalizacindelosgrandes
mediosdeproduccin y la tierra, monopolio del comercio exterior y
ruptura con elimperialismo. Su poltica slo irrita a la gran
burguesa, sin quebrar las bases desu poder, y confunde a los
trabajadores y el pueblo, sin prepararlos para tomar ensus propias
manos el aplastamiento de la reaccin, adormecindolos con la
ilusinde la colaboracin de clases con la burguesa
nacionalEnfinconcluyeesteautor-,
esunacondicinindispensableparaconstruir
elsocialismolarevolucinobreraypopular quedestruyael
Estadoburgusquegarantizaladictaduradisfrazadadelaclasedeloscapitalistaseinstaureladictadura
delproletariado. Se trata pues delcontroleconmico, poltico y
militarpor parte de los trabajadores de la ciudad y el campo, con
la clase obrera al frentede las masas explotadas y empobrecidas.
Esto requiere de organismos de poderpropios de las masas en
contraposicin al Estado de los capitalistas, organismosde
democracia directa que sern las instancias del nuevo estado obrero
como lossoviets o consejos obreros y campesinos
rusos.Posteriormente han aparecido otros artculos en la misma Web
en los que tambinsecriticael
gobiernodeChvezyseponeendudassuorientacinsocialista,comolos
quefueronescritosen ocasindelas medidasquetomel gobiernopara
enfrentar dos crisis importantes, una de carcter interno y otra
internacional,que surgieron en diferentes momentos pero estn
afectando por igual a laeconoma nacional[46]Por cierto, los
asiticos dicen que las crisis sonoportunidades, pero tambin es
cierto que son una verdadera prueba para evaluarla orientacin y
gestin de cualquier gobierno.Otroanlisisms,
peroestavezdesdelaaceraopuesta, esel queescribeeleconomista y
profesor universitario Jos Guerra[47]con elque pretende
tambin"refutar" el socialismo que se est tratando de construir en
Venezuela. De acuerdocon el prologuista del libro, ste "es el nico
intento que se ha hecho hasta hoy pordilucidar lo que ha sido slo
una consigna vaca, rellena de medidassocialistoides". Sin embargo,
a pesar delesfuerzo, parece que una vez ms "lamontaa pari un ratn",
dado que en ninguna de las dos partes que componeneste libro
pudimos encontrar nada que sea significativamente nuevo. En la
primeraparte, que aparenta ser una crtica general del socialismo
marxista, no se muestraalguna elaboracin terica distinta a las
mismas viejas crticas y tesis revisionistasqueyaformularanenel
siglopasadolostericossocialdemcratas(Kautsky,Bernstein, Roemer) y
neoliberales (Bohn Bawerk, Mises, Hayek, Popper). Y en lasegunda
parte, donde se intenta refutar el Socialismo del siglo XX en
Venezuela,el autor no hace otra cosa que reproducir los mismos
argumentos trillados, llenosde semiverdades y falsedades, que
suelen esgrimir ciertos "analistas" de laderecha y ex izquierdistas
arrepentidos, asiduos invitados a los medios decomunicacin
comerciales.Por ejemplo, es evidente la intensin del autor de
vincular el socialismo bolivarianocon los ensayos del socialismo
"real" del siglo pasado, que ya han
sidoreiteradamenteanalizadosycriticadospor
lagranmayoradelossocialistascontemporneos. As
comotambinsepretenderelacionar
lasestrategiasdelsocialismovenezolanoconciertas ideas
inconsistentesdealgunas
personas,ideasestasquesonconvenientementeacomodadasargumentalmenteparaaspoder
propinarle golpes bajos al adversario. Veamos una muestra:Aunque se
afirme lo contrario dice Guerra-, las fuentes y bases sobre las que
seintenta edificar el Socialismo del siglo XX en Venezuela no son
significativamentediferentes de aquellas que le sirvieron de
fundamento al socialismo del siglo XX(aqu se refiere al socialismo
"real" de la URSS, N. del A.). Ello es perceptible tantoenel
mbitodeloeconmicocomodelopoltico. El procesodedecantacindesde
posiciones nacionalistas hacia una concepcin socialista ha sido un
largorecorrido en zigzag que finalmente ha terminado abrazado al
marxismo como sucolumna vertebral. Lapropuestadel Socialismodel
siglo
XX,catalogadocomoNuevoProyectoHistricooDemocraciaParticipativa(serefiereal
proyectodeDieterich, N. del A.), se asienta en dos pilares bsicos,
la teora del valor trabajo ysus correspondientes acciones de
poltica y organizacin social; y la democraciadirecta, lacual
consistiraenlacapacidaddelamayoraciudadanadedecidirsobre los
principales asunto polticos.2. Tales son algunos ejemplos de los
diversos anlisis que se realizan en torno ala revolucin venezolana
y el socialismo del siglo XX. De acuerdo a esos anlisis,hasta ahora
no se observa una perspectiva consensuada en torno a este
proyecto:mientras algunos autores plantean la posibilidad de una
diversidad de corrientes yexperiencias, otros ms ortodoxos afirman
que a pesar de los matices elsocialismo es uno solo. Pero, no
obstante estos diversos planteamientos, crticas yobjeciones, todava
otro autores consideran que el pensamiento socialista en
estenuevosiglo pudieraencaminarsehaciaunanueva confluencia o
sntesis depropuestas. Tal confluencianoseraalgoextraordinario,
puesencadapocahistrica y en ciertos sistemas de pensamientos
frecuentemente se ha dado unaconfluencia e incluso la fusin de
aspectos contenidos en sistemas filosficos queantes se haban
desarrollado separadamente. Por ejemplo: en la Antigedad, en
elsistemauniversal de Aristteles(384-322a. den. e.), conel
queculminabaeldesarrollodelafilosofaclsicagriega,
seunanenunasntesislaslneasdelmaterialismoydel
idealismoqueprocedandelasescuelasfilosficasgriegasanteriores, as
como tambin de una fuerte influencia de las corrientes filosficas
ymsticasorientales. Otroejemplo, estavezenlaEraModerna, esel
pasodelmaterialismo cartesiano (Ren Descartes: 1596-1650) y el
empirismo ingls, queseguidamenteseconvirtienel
sensualismodeJohnLocke(1632-1704), almaterialismofrancsdel sigloXV.
Yanotroejemplomsesel pasodeladialctica idealista de G. W. F. Hegel
(1770-1831) y del materialismo metafsico deL. A. Feuerbach
(1804-1872) almaterialismo dialctico de KarlMarx y
FriedrichEngels.[48]En torno al ltimo de los casos, Lenin
(1870-1924) destacaba que la doctrina deMarx surgi como la
continuacin directa e inmediata de las doctrinas de los msgrandes
representantes de la filosofa alemana, la economa poltica inglesa y
elsocialismo francs[49]Pero Marx y Engels no crearon sus doctrinas
delmaterialismo dialctico y el socialismo moderno mediante la
simple yuxtaposicinde la dialctica de Hegel, el materialismo de
Feuerbach, las ideas econmicas deAdam Smith y David Ricardo, y los
proyectos socialistas de Owen y Fourier, entreotros;
ellosreelaboraronradicalmentelasconcepcionesdesuspredecesores,creandodoctrinas
cualitativamente nuevas: comoel materialismodialcticoehistrico, en
el que la dialctica, el materialismo y la historia se
penetranmutuamente. SegnexponaEngelsen1880: "el
socialismomodernoes, enprimer trmino, por su contenido, fruto del
reflejo en la inteligencia, por un lado, delos antagonismos de
clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedoresy
desposedos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado,
de la anarquaquereinaenlaproduccin. Pero, porsuformaterica, el
socialismoempiezapresentndose como una continuacin, ms desarrollada
y ms consecuente, delos principios proclamados por los grandes
ilustradores franceses del siglo XV.Como toda nueva teora -sigue
exponiendo Engels-, el socialismo, aunque tuviesesus races en los
hechos materiales econmicos, hubo de empalmar, al nacer, conlas
ideas existentes"[50].Ms tarde, el mismo Lenin, a comienzos del
siglo XX, asumi la tarea de sintetizardesde el punto de vista de la
filosofa materialista los ms importantes adelantosde la ciencia en
el perodo comprendido desde Engels hasta l, y de someter aprofunda
crtica las tendencias antimaterialistas entre los partidarios del
marxismode su poca, prosiguiendo el desarrollo del marxismo bajo
las nuevas condicionesdel capitalismo y de la lucha de clases. As,
el leninismo es considerado como elmarxismodelapocadel
imperialismoydelarevolucinproletariaenRusia.Luego, en el primer
cuarto del siglo XX encontramos los desarrollos realizados porMao
Tse-Tung (1893-1976) a la teora del socialismo. Si bien Mao
tambinincursionenalgunosaspectosdel materialismodialctico,
sonparticularmenteimportantes sus aportes a la teora y la prctica
del partido revolucionario y de laestrategia militar, que lsupo
desarrollar en China durante la guerra popular deliberacin nacional
contra el imperialismo y su poltica colonialista.Otro intento de
sntesis durante el siglo XX fue el realizado por la llamada
"teoracrtica" de la sociedad, que tuvo asiento en la escuela de
Frankfurt[51]Alemania.Particularmente en su primera etapa
(1920-1939), la teora crtica ocupa un lugardestacadoentre los
muchos intentos emprendidos durante eseperodoparadesarrollar el
marxismo. Entonces, explica Julio de Len[52]la utilizacinsistemtica
de todas las disciplinas de la investigacin de la ciencia socialen
eldesarrollo de una teora materialista de la sociedad era la
finalidad principal de lateoracrtica; deesemodo, esperabaocupar el
lugar del prolongadopurismoterico del materialismo histrico y
posibilitar una fusin fecunda entre la cienciasocial acadmica y la
teora marxista.Sin embargo, en lo que respecta especficamente a las
ciencias sociales, al menosen el mundo occidental, los enfoques que
se manejan estn mucho ms dispersosy desconectados que los que se
dan en otros campos del saber, predominando enmuchos casos las
visiones reduccionistas o los "ismos" en las
principalesdisciplinas, comolaeconoma, lasociologay lapsicologa. Si
biensehanrealizado algunos intentos de complementacin cientfica en
la antropologa social,slo es en el campo de la educacin donde se
observa una confluencia efectiva deestascienciassociales,
dondetradicionalmentesehavenidoconsiderandoaleducandocomounser
humanointegral, estoes, comounser bio-sico-social.Ciertamente,
comoafirmaLucienGoldmann[53]"esenlaestructuraeconmica,social
ypsquicadel grupoquesufrelainfluenciadondehayquebuscar lascausas
principales de ella, de suerte que los anlisis materialistas tienen
an queexplicar las influencias, y no stas reemplazar, en la
explicacin, la accin de losfactores econmicos y sociales".Por otro
lado, y particularmente en la ciencias tericas y aplicadas, tambin
se danconfluencias o fusiones, los llamados "nudos tericos", ya
entre lneas deinvestigacin diferentes, o ya entre lneas
complementarias. Un ejemplo de nudoterico, en el que a fines del
siglo XX y comienzos del XX se juntaron las lneasfundamentales de
desarrollo del materialismo en las ciencias naturales a lo largodel
siglo XX, fue la sntesis orgnica de la idea de la discrecin de la
materia y lanocin del movimiento de la misma (de su energa) y, al
mismo tiempo, la sntesisde los principios de la conservacin de la
materia y la energa, o el
descubrimientodeladependenciadelamasarespectodel movimiento,
dondetuvieronunasignificacin decisiva la teora de los cuantos de
Planck y la teora de la relatividadde Einstein (Alemania)[54].Otro
ejemplo ms reciente es la confluencia que se est dando en este
perodo detransicin del siglo XXal XX entre la informtica, la
microelectrnica y laelectrnica, la biotecnologay larobtica,
quehadado como resultado unaimportante revolucin en el terreno de
las ciencias. Segn escribe MorenoLen[55]los tres pilares o motores
de la revolucin cientfica que estamos viviendoestn representados
por la Revolucin Cuntica, la Revolucin de la informtica ypor la
Revolucin del ADN o Revolucin biomolecular. La confluencia entre
estastres revoluciones ha permitido adelantar, entre otras
investigaciones, el asombrosoProyecto Genoma Humano, en el cual
estn involucrados cerca de 500 mdicos,bilogos y fsicos expertos en
sistemas computarizados, en la ciencia biomoleculary la gentica.
Por cierto, si bien no es el propsito declarado de estos
cientficos(algunos hasta se oponen a ello), todos estos avances de
la ciencia vienen unavez ms a contrarrestar las teoras idealistas y
creacionistas y a dar apoyo o aconfirmar las tesis del
materialismo.En fin, todas estas experiencias de continuidad,
confluencias, fusiones, peridicassntesis y hasta
revoluciones[56]que se presentan en el desarrollo delconocimiento
humano indican que no sera aventurado pensar en la posibilidad
deque el socialismo realice una nueva sntesis de sus teoras y
praxis mssignificativas, de manera que se desarrollen a un nivel ms
elevado los grandesaciertos de pasadas experiencias, pero que al
mismo tiempo se corrijan las
fallas,exageracionesyomisionesenlasqueciertamenteincurrieronlosprecursores,afinandoviejosconceptosas
comoelaborandonuevastesisacordesconlasrealidades del siglo XX.
Desde luego, esta sntesis no debe convertirse en lo queEngels
denominaba "una especie de socialismo eclctico y mediocre",
constituidopor una simple adicin o mescolanza de corrientes
filosficas particulares y hastahostiles. En este sentido, pese a
las objeciones que pudieran hacrsele a ciertastesis del autor,
consideramos oportuno transcribir algunas de las ideasadelantadas
por elprofesor Monedero, donde se proponen algunas pautas paraesa
sntesis del socialismo, as como la necesaria garanta de su
consecuencia.Segn Monedero, "el socialismo del siglo XX debe
conjugar reforma, revolucin yrebelda paraconstruir unmundoms
justo". Entonces, paraesteautor, "elsocialismo del siglo XX debe
esforzarse por encontrar aquello que une a los queluchan por la
emancipacin. Cada grupo debe traducir a los dems grupos en
quconsiste su emancipacin concreta. De esta manera, hay grandes
posibilidades deque se den saltos y esos grupos que hacen esa tarea
de traduccin construyansntesisquesuperentantoel
problemacomolasdiferenciasquetienenentreellos".[57]Asimismo, l
propone que "el socialismo del siglo XX debe encontrar la
necesariasntesisentrelavoluntadylanecesidad,
entrelarelevanciadeactoresquequieren romper con un estado de cosas
y las obligaciones objetivas que marca undeterminado desarrollo
social". En fin, parafraseando a Luis Tapia, el autor sugierequeel
socialismodel sigloXX tienequehacer
"unasntesisdememoriayproyecto".[58]De cualquier forma -advierte
Monedero-, "el socialismo del siglo XX mantiene elsustantivo.
Essocialistaporquesesitademaneraclaraydefinidacontraelcapitalismo y
la explotacin que conlleva, incorporando a la
transformacincualquier tipo de dominacin (adems de la de clase, de
gnero, raza,medioambiental, sexual, etc.)".[59]Obviamente esas
pautas son muy generales, sin embargo, el socilogo
ysacerdotebelgaFrancoisHoutart[60]ofrece, plasmadosenel
proyectode"unsocialismo para el siglo XX", breve pero sistemtico,
los siguientes niveles de losobjetivos y estrategias concretas y
necesarias que bien pudieran ser las bases deun posible acuerdo
para construir esa sociedad nueva que queremos
losrevolucionarios.De acuerdo con este autor, el proyecto nuevo
debe empezar por unadeslegitimacinclarayradical del capitalismo,
ensulgicamismayensusaspectosconcretosencadasociedad. ParaHoutart,
laconcienciaquenosepuede humanizar el capitalismo constituira la
base del nuevo proyecto concreto. Aeste propsito propone tres
niveles de reflexin: el nivel de los objetivos o la utopa(qu
sociedad queremos?); los medios y finalmente las estrategias.
Tratando deaplicar esos tres niveles a los varios componentes de la
realidad humana:ecolgicos, econmicos, polticos y culturales,
almismo tiempo que propone demanera muy sinttica, una serie de
hiptesis como base de discusin.Por su parte, Atilio Born[61]tambin
aporta, de acuerdo a sus propias
palabras,"algunasideascentralesquepodranser
examinadasenunfuturotrabajodeelaboracin colectiva, tendientes a
lograr una definicin cada vez ms precisa delhorizonte socialista".
Esas ideas son:Losvaloresyprincipiosmodulares, quedebenvertebrar
unproyectoquesereclame como genuinamente socialista. Segn Born, se
trata de un tema clave,porque un proyecto socialista no puede
manifestar la menor ambigedadaxiolgica en relacin con su crtica
intransigente y radical a la sociedad burguesa.Sin embargo, el
autor subraya que un socialismo renovado de cara al siglo XX
nopuede quedar reducido a la construccin de una nueva frmula
econmica, pormsresueltamenteanti-capitalistaquestesea.
Deloquesetrataesdelacreacin de un hombre y una mujer nuevos, de una
nueva cultura y un nuevo tipode sociedad, caracterizado por la
abolicin de toda forma de opresin yexplotacin, el primado de la
solidaridad, el fin de la separacin entre gobernantesy gobernados y
la reconciliacin del hombre con la naturaleza.El programa de ese
proyecto, es decir, el trnsito desde el universo de los
valoresalaagendaconcretadelaconstruccindel
socialismoylaspolticaspblicasrequeridas para su implementacin. Este
programa debe evitar la tendenciapertinaz en la izquierda de
reducir la construccin del socialismo a la aplicacin deuna receta,
un modelo, una frmula.Finalmente, eltema del"sujeto histrico" (o
los sujetos) de ese proyecto, y suscaractersticasdistintivas. (Para
este autor, noexisteun nicosujeto y muchomenos un nico sujeto
preconstituido- de la transformacin socialista).3.
Resumenyconclusiones:
Enestaseccinhemosanalizadolasdiferentesposicionessostenidasenrelacinconel
procesobolivarianoyloquesehallamadoel socialismodel sigloXX.
Enesteterrenodel debatesedestacanalgunasposicionesbienmarcadas: Por
unlado, estnlosqueadversanesteproyectodesdeposicionesradicales,
tantodelaizquierdacomodeladerechapoltica. En general, estos crticos
argumentan que el proceso bolivarianovenezolano, identificado con
el socialismodel siglo XX, no va ms all derepresentar unavariantems
del modelodeacumulacinnacional-capitalistapromovida por un estado
centralista. Obviamente las propuestas sustitutivas porparte de
estas dos corrientes son radicalmente distintas: Mientras que los
sectoresde la derecha continan insistiendo en las soluciones
neoliberales y las alianzasestratgicas tipo ALCA o TLC con el
imperialismo; en contrario, los sectores de laizquierda radical
siguen basando su solucin en el camino del internacionalismo yla
dictadura del proletariado.Por otro lado, estnlosque
destacanelvalor y la sincera voluntad polticadelpresidente Chvez
para adelantar un nuevo proyecto socialista, no obstantearguyen que
las condiciones se muestran adversas a semejante proyecto, por
loqueensulugar sepronuncianafavor
deunaetapapreviasustentadaenlademocracia participativa y un nuevo
desarrollismo democrtico regional,construido en torno a una alianza
entre las clases populares y algunos sectores dela burguesa
progresista y nacional, para as conformar un Nuevo Bloque de
PoderLatinoamericano, alianza sta que sera apoyada a su vez por un
Mercado ComnLatinoamericano o Mercosur.En tercer lugar, observamos
los anlisis que muestran al movimiento bolivariano ysu propuesta de
un nuevo socialismo para el siglo XX como un procesocambiante,
asincrnico y contradictorio, en el cual evidentemente aparecen
cosasquesondisruptivastantoparalateorapolticacomoparalaprcticapolticarevolucionaria,
pero donde sucede algo muy distinto a una matriz en el marco deun
modelo de acumulacin, o a la conformacin de una simple democracia
social.Por elcontrario, estos analistas ven la Revolucin
Bolivariana como un procesoque transita los primeros tramos de una
construccin contra-hegemnica, con unavisin democrtica y
latinoamericana del socialismo, fundamentada principalmenteen el
ALBA como un eslabn hacia la integracin regional
postcapitalista.Detal maneraquelaconvocatoriaaconstruir el
socialismodel sigloXX
queformulChvezhareplanteadolosdebatessobrecaminos,
tiemposyalianzaspara forjar una sociedad no capitalista. gualmente
ha originado toda una serie deanlisis en torno a este nuevo
proyecto, sus estrategias y objetivos[62]En estosdebates tambin se
ha planteado la necesidad de evitar las copias acrticas defrmulas
universales de socialismo y por el contrario ha promovido la
posibilidadde realizar fusiones y hasta sntesis de enfoques, ideas
y proyectos que son tantouniversales como propias de realidades
regionales y locales.Pero esa sntesis no podra efectuarse
fusionando proyectos opuestos ocontradictorios, ni
ensamblandolomalodetesisanterioresconlobuenodeanttesis posteriores
(Engels),sino fusionandoracionalmente proyectosafines
ocomplementarios como los que Latinoamrica se expresan, por
ejemplo, enalgunas vertientes del marxismo, en el antiimperialismo,
el nacionalismorevolucionario, el socialismo indoamericano, el
humanismo socialista, lademocracia directa, o la teologa de la
liberacin. De manera que esta visin delsocialismo no es dogmtica,
pero s lleva necesariamente a superar laspropuestasderegular
ohumanizar el capitalismomediantelastesisdel "neo-desarrollismo", o
los fracasados programas socialdemcratas, ahora camufladosen una
supuesta "tercera va", que slo llevan a perpetuar el sistema
capitalista.Tal como afirma Claudio Katz:Postular queel
socialismopuedeser iniciadoenunperodocontemporneoconduce a defender
sin ocultamientos la identidad socialista. Favorecer en cambiouna
etapa neo-desarrollista induce al titubeo en la lucha contra el
capitalismo (.)
Laausenciadeproyectossocialistasenlaizquierdaesmuchomsnocivaquecualquier
desacierto en los diagnsticos del capitalismo contemporneo. Por
esoresulta indispensable retomar el uso del trmino socialismo, sin
prevenciones, nisustituciones. Este concepto no es un vago sinnimo
de "lo social".
Aludeconcretamenteaunsistemaemancipadodelaexplotacinynoagenricosinconvenientes
de cualquier agregacin humana. No bastan las difusasreferenciasal
"post-capitalismo" paraesclarecer cmodeberaconstruirseunasociedad
futura. Hay que exponer programas alternativos.[63]Lgicamente habrn
variantes y matices de acuerdo con cada realidad nacional,sin
embargo, como ya lo enuncibamos en la seccin anterior, aqu no debe
haberconfusin: elsocialismodebe ser entendidoen sudoblenaturaleza
de teora yproyecto, esto es, como un pensamiento crtico al igual
que un proyecto alternativoal capitalismo,
dirigidoalaconstruccindeunnuevotipodesociedaddondepredominan las
relaciones social-socialistas. Entonces, como atinadamente
sealaAtilio Born, esto implica que el socialismo de cara al siglo
XX no puede
quedarreducidoalasimpleconstruccindeunanuevafrmulaeconmica, por
msresueltamente anti-capitalista que esta sea. De lo que se trata
es de la creacin deun hombre y una mujer nuevos, de una nueva
cultura y un nuevo tipo de sociedadplasmada en un proyecto
verdaderamente democrtico y humanista, acorde conlos principios
sustanciales del socialismo pero tambin con las
realidadesdistintivas de este nuevo siglo.Ahora bien, Qu es ms
importante en la construccin del socialismo: laeficiencia; la
ideologa, o la conciencia?Lamoral, lareligin, lametafsicaycualquier
otraideologaylasformasdeconcienciaqueaellascorresponden, pierdenas
laaparienciadesupropiasustantividad. Notienensupropiahistoriani
supropiodesarrollo, sinoqueloshombres que desarrollan su produccin
material cambian tambin, al cambiar estarealidad, su pensamiento y
los productos de su pensamiento. No es la concienciala que
determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia.C.
Marx y F. Engels (1845). En: La deologa Alemana.Este punto se
refiere a tres conceptos cuyo importancia y aplicacin han
generadopolmicatantoenlapraxisdelosproyectossocialistascomoenlaliteraturarespectiva.
Estosconceptossonlosdeeficiencia, ideologayconciencia. Porejemplo,
muchos artculos de opinin referidos a una evaluacin de los xitos
yfracasos en las diferentes experiencias socialistas reflejan los
(pre)juicios, criteriosy valoraciones en cuanto alpapelque estos
elementos usualmente cumplen endichos procesos sociales.
Particularmente, en la lectura de ciertos artculospublicados
recientementeenalgunos medios seapreciaquepudieranexistiralgunas
diferencias o dilemas en el manejo de estos conceptos, generando lo
queaparentemente seran enfoques distintos dentro de algunos
proyectos socialistas.Desconocemos si estas opiniones influyen o no
en los planificadores de polticaspblicas, pero, en cualquier caso,
preguntmonos: realmente existirn talesdilemas?1. En primer lugar,
comencemos por precisar que eficiencia, junto a eficacia, sonlos
dos conceptos que forman un modelo de evaluacin del funcionamiento
y losresultados logrados po