Top Banner
80

Quizás volver al Sur

Mar 23, 2016

Download

Documents

Pepe Morales

Libro de sonetos y fotografías de Argentina y Chile
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: Quizás volver al Sur
Page 2: Quizás volver al Sur
Page 3: Quizás volver al Sur
Page 4: Quizás volver al Sur

Quizás volver al SurGranada 2013

Autor: Francisco Vida Verdú

[email protected]

Fotografía: Francisco Vida, Juan Benítez, Ángel Fernández-Miranda y Manuel Guerrero.

Blog del viaje: http://caminoaushuaia.blogspot.com.esDisponible en http://issuu.com/pacovida/docs/integral

Colaboración en la maquetación: Taller del Sur Comunicación

Impresión: Aeroprint

Depósito Legal GR- 602-2013

Page 5: Quizás volver al Sur

QUIZÁS VOLVER AL SUR

Noviembre 2011Febrero 2012

Page 6: Quizás volver al Sur

- 4 -

Page 7: Quizás volver al Sur

- 5 -

Estos versos y fotografías son los majanos de un fantabuloso viaje de tres meses por Argentina y Chile, cuyo itinerario se refleja, más o menos, en su secuencia.

Cuatro amigos me acompañaron y nos soportamos durante buena parte del mismo. Para ellos - Mª Jesús, Manolo, Ángel y Juan - es mi dedicatoria. Por agobiarles con chácharas superfluas, en contra del precepto gongorino

muda la admiración, habla callando

y para que no sean los únicos afectados, amén de satisfacer mi propia vanidad, publico estas postales en forma de sonetos.

Con ellos sólo pretendo evocar y retener para siempre en la memoria los mágicos instantes y alucinadas sensaciones que nos ofrecieron las tierras sudamericanas. Y rendir agradecido tributo a chilenos y argentinos, que tanto contribuyeron a que fuese aquél un viaje inolvidable.

Granada, Diciembre de 2012

Page 8: Quizás volver al Sur

- 6 -

Page 9: Quizás volver al Sur

- 7 -

...ya no quedan imágenes del recuerdo;sólo quedan palabras.

Borges

Page 10: Quizás volver al Sur

- 8 -

Page 11: Quizás volver al Sur

- 9 -

VUELO

Penumbra funeral en la cabina,rumor a media voz de mal agüero,más el desesperante, plañiderolamento del rotor y su turbina,

conjuran impotencia que dominalos tristes pensamientos del viajeroen cárceles de nubes prisionerosobre la vasta soledad marina...

Cercado por atávicos terrores,maldigo el arrogante movimientode máquinas con frágiles motores

y, desterrado el sueño de mi asiento,escruto las tinieblas exterioresmientras abajo espera el mar hambriento.

Page 12: Quizás volver al Sur

- 10 -

Page 13: Quizás volver al Sur

- 11 -

REGINA CAELI AUSTRALIS

Mira la Cruz del Sur, lumbre andariega,bitácora estelar, a cuyos vuelos,

tras el confín de océanos y cielos,el tajamar andino se doblega.

La Cruz, la Cruz del Sur: síguela y llegamás allá de rugientes paralelosal último radiante de los hielosdonde la luz antártica te ciega.

Atrévete a ceñir dos hemisferios,a circunnavegar mares australes,

igual que el leviatán de polo a polo;

así, bajo la Cruz y sus misterios,mecido por eternos vendavales,

podrás, como el albatros, volar solo.

Page 14: Quizás volver al Sur

- 12 -

Page 15: Quizás volver al Sur

- 13 -

PENÍNSULA VALDÉS

Ajenos a sus propias dimensiones,gigantes al trasluz de amaneceresdisfrutan con benévolos placeresbebiéndose la mar a borbotones.

¿Quién fue capaz de levantar arponescontra la majestad de tales seres?

¿Quién hirió con sangrientos alfileressus misericordiosos corazones?

Que Dios tenga piedad del arponerohundido con su nave y con su acero

en húmedo sarcófago de arena;

y pueda restallar sobre las olascon francas y valientes fumarolas

el alto surtidor de la ballena.

Page 16: Quizás volver al Sur

- 14 -

Page 17: Quizás volver al Sur

- 15 -

BARILOCHE

Querrán amortajarte los volcanescon un sudario pálido de tizay no podrá el sabor de la cenizajamás acibarar tus arrayanes.

Ni mancharán de sucios alquitranesel lago azul por donde se deslizala góndola del Sol, plata macizaimán de forasteros capitanes.

Eres luz, Bariloche, que no puedenoscurecer las fraguas de Vulcanocon vórtices de polvo en el aliento.

Y esas nieblas odiosas que te agredense llevarán las ráfagas de vientopor las puertas brillantes del verano.

Page 18: Quizás volver al Sur

- 16 -

Page 19: Quizás volver al Sur

- 17 -

RUTA 40

Caminante de España, peregrinoque buscas sacrificio en vez de halago:a la vuelta del mundo hay un caminoaún más Camino que el de Santiago.

A diestra mano, el espolón andino y un páramo a siniestra, que es amago

de la pampa sin fin y del cansino andar y andar por un desierto aciago.

Da tus pasos al Sur, hasta que llegues donde la mar al continente afrenta

batiendo la soberbia de sus pliegues.

Y al refrescar tu huella polvorientaes el momento de que te sosiegues

porque has sobrevivido a la Cuarenta.

Page 20: Quizás volver al Sur

- 18 -

Page 21: Quizás volver al Sur

- 19 -

MONTE FITZROY

Al cielo de las pampas infinitocon un ceño de nubes por frontera,opone la pujante Cordillerasus firmes alabardas de granito.

Cerro Torre y Chaltén, pasión y mito,dramática leyenda montañera,son muro vertical más que ladera;dan alas al terror y voz al grito.

Cuánto quisiera yo domar sin miedolas míticas paredes y las grandesalturas panorámicas icónicas...

Mas, falto de coraje, sólo puedotrocar el espinazo de los Andespor las inmensidades patagónicas.

Page 22: Quizás volver al Sur

- 20 -

Page 23: Quizás volver al Sur

- 21 -

PERITO MORENO

Yo quiero compartir sin profanarcon huellas de pisadas indiscretas,

medrosas de sus témpanos y grietas,la blanca pesadumbre del glaciar.

Porque no pueden sorprender al marcon sus fantasmagóricas siluetas,sollozan entre lágrimas secretaslos hielos peregrinos sin hogar.

Lloran también de los acantiladosmillones de fragmentos plateadosy al fin todo ese llanto se desata

en dádivas al lago, su destino,que fulge con el nombre de Argentinopor troquelar sus márgenes de plata.

Page 24: Quizás volver al Sur

- 22 -

Page 25: Quizás volver al Sur

- 23 -

TIERRA DEL FUEGO

El albatros, viajero de los mares,los mares erizados de galernas,

galernas engendradas por glaciares,glaciares que ya son nieves eternas.

Nieves eternas en el fin del mundo;mundo gris, con fatídicos entornos,entornos del cruel Cabo de Hornos,Hornos lares del pájaro errabundo...

Errabundo y al filo de la nada,nada más dulce que sentirse preso,preso del Sur, sin culpa ni condena.

Ni condena más triste que el regreso:regreso de una tierra desolada,

desolada también por nuestra pena.

Page 26: Quizás volver al Sur

- 24 -

Page 27: Quizás volver al Sur

- 25 -

LLAO LLAO( Cyttaria darwinii )

Sobre las tristes, solitarias, playasen los bosques de lengas olvidados,

vi racimos de glóbulos doradoscolonizar meridionales hayas.

Hongos tan dulces como dulces bayas,exiguo don de los benignos hados

a míseros indígenas armadosde toscos pedernales y azagayas.

¿Dónde fueron los indios patagonesonas, alacalufes y yaganes,

qué fue de su memoria, de sus vidas?

Hoy sólo mora el viento las regionesdonde razas, culturas, etnias, clanes,

borraron otros vientos genocidas.

Page 28: Quizás volver al Sur

- 26 -

Page 29: Quizás volver al Sur

- 27 -

HMS BEAGLE

Costas del Cono Sur, milla tras milla,descubren el misterio en cada escala,de tierras que sorprende y circunvalael surco roturado por tu quilla.

Granero de razón hecha semilla,vinculas los pretéritos del alacon la estirpe del saurio que resbalapor ásperas rompientes en la orilla.

Levantas a tu paso tempestadesde lúcida pasión y no de viento,con el veraz clamor de las edades

y das al arsenal del pensamientocontra supersticiones, realidades,contra revelación, conocimiento.

Page 30: Quizás volver al Sur

- 28 -

Soy el albatros que te espera en el final del mundo.Soy el alma olvidada de los marinos muertos

que cruzaron el Cabo de Hornosdesde todos los mares de la Tierra.

Pero ellos no murieron en las furiosas olas;hoy vuelan en mis alas hacia la eternidad,

en la última grieta de los vientos antárticos.

Sara Vial

Page 31: Quizás volver al Sur

- 29 -

CABO DE HORNOS

En el final del mundo hay un ave que esperacon alas desplegadas, hambrientas de volar,vuestras almas henchidas de la pasión viajera,marinos sepultados por la furia del mar.

Donde el Cabo de Hornos oculta sus siniestrosescollos puntiagudos bajo la tempestad,en alas del albatros cabalgaréis con vuestrosespíritus errantes ebrios de eternidad.

Las ráfagas antárticas de ventiscas polaresos llevarán de nuevo a procelosos maresy seréis para siempre caballeros del viento,

vigías de las olas, veleros sin destinos,pero ya nunca muertos, intrépidos marinos,mientras aquellas alas os den al firmamento.

Page 32: Quizás volver al Sur

- 30 -

Page 33: Quizás volver al Sur

- 31 -

NEURAS DEL CAMINANTE

Adolezco de un síndrome viajeropor la cuerda del pozo conocido,

que surge a la mitad de un recorridoy vuelve atrás al más aventurero.

En medio de un viaje placenterote vienen ganas de volver al nido;inviertes de tus pasos el sentido

y tornas otra vez al agujero.

El síndrome fatal te da coraje,ya que parte por dos cualquier viajecuando falta quizás el mejor trozo.

Por eso hay que llevar en el hatillounas buenas tijeras o un cuchillo

para cortar la cuerda de aquel pozo.

Page 34: Quizás volver al Sur

- 32 -

Page 35: Quizás volver al Sur

- 33 -

PUERTO NATALES

No dejaré de ver en lontananzacuando me lleve el mar, como la vida,

esa dársena rota, malheridapor el seno de Última Esperanza.

Menoscabados troncos, alianza de firme resiliencia, tan unida

que ni el trueno glaciar los intimidani el hielo del fiordo los alcanza.

Está mi corazón, Puerto Natales,desarbolado y náufrago en los bellos

ribazos de tus límites australes.

Vencido por la súplica de aquelloscisnes interrogando litorales

con el oscuro signo de sus cuellos.

Page 36: Quizás volver al Sur

- 34 -

Page 37: Quizás volver al Sur

- 35 -

TORRES DEL PAINE

Talladas por heleros sempiternos,tres torres altaneras cual ningunas,

reflejan en las cándidas lagunasun linaje glaciar de mil inviernos.

¿Qué colusión de vómitos internosalzó las negras lavas de sus cunas

y coronó de caperuzas brunaslas crestas afiladas de sus cuernos?

Hay un brillo de ópalo en su basedonde un estanque pálido rebosa

cuando el hielo se funde al Sol que abrasa.

Y, al cabo, será el hielo quien arrasesu triple soledad majestuosa

que sólo turba el cóndor cuando pasa.

Page 38: Quizás volver al Sur

- 36 -

Page 39: Quizás volver al Sur

- 37 -

PROCELLARIA OCEANICA

Los viejos galeones, carabelas,aquellos carismáticos veleros,

no subordinan ya sus derroterosal viento del Pacífico en las velas.

Pero dejan idénticas estelasfugaces en la mar sus herederos,que toman por efímeros senderoslos petreles, albatros y pardelas.

...Y seguirán cerniéndose las avessobre futuras sendas de otras navescon hélices en vez de arboladura;

por más que prevalezcan diferentesalas, embarcaciones, continentes,

el inmortal Océano perdura.

Page 40: Quizás volver al Sur

- 38 -

Page 41: Quizás volver al Sur

- 39 -

CHILOÉ

Alegres palafitos de maderaresueltos a zarpar, casi navíos,impávidos al viento y a los fríosbesos de la pleamar en la ribera:

portal del horizonte donde esperael lívido Caleuche en los bajíos,

lanzáis abigarrados desafíosal rostro de la nubla Cordillera.

Cromáticos fortines pescadores,aunque no sé si bogaréis un día

usando vuestros zancos como remos,

siempre iluminarán esos colorescada rincón de la memoria mía

y al fin del mundo nos encontraremos.

Page 42: Quizás volver al Sur

- 40 -

Page 43: Quizás volver al Sur

- 41 -

CURANTO

Con tal de cautivar los sentimientosdespliega Chiloé todo su encanto

sin desdeñar sentidos y, por tanto,son pura tentación sus alimentos.

Frutos de mar y tierra suculentosque nalcas apadrinan con su manto,

sucumben a los ritos del curantoy lanzan sus aromas a los vientos.

Almejas, picorocos y choritossubliman diferencias con el chancho

en un compás de sápidos niveles

y surgen del hogar profundo y anchomontañas de manjares exquisitoscubiertas de milcaos y chapaleles.

Page 44: Quizás volver al Sur

- 42 -

Page 45: Quizás volver al Sur

- 43 -

ISLA NEGRA

Tú, que fuiste crisol de tantas cosasy párvulo feliz con su presencia,las has dejado todas en herenciaal mismo litoral donde reposas.

Vidrios y caracolas, mariposas,forja, cincel y alfar en convivenciacon el arte mayéutico y la ciencia

de conformar tus manos prodigiosas

un canto general con cada objeto,un laberinto mágico y secreto,una saloma torrencial y muda,

que sólo escucharán los mascaroneserrantes por pasillos y salones

de tu casa en el mar, Pablo Neruda.

Page 46: Quizás volver al Sur

- 44 -

Page 47: Quizás volver al Sur

- 45 -

VOLCANES

Cuántas veces rugió la Pachamama,cuántas bocas abrió, cuánto metal

brotó de su regazo maternalcon chorros de vapor, ceniza y llama.

Qué dolores de parto en Atacama,qué muros de basalto y de cristallevantan catedral tras catedral

en rigurosa, interminable trama.

Columna vertebral del Continente,cada volcán es lanza, flecha o diente

que al mar perseverante desafía.

Y al Norte mineral suben del Sur,- Osorno, Tronador, Licancabur... -sus conos de implacable geometría.

Page 48: Quizás volver al Sur

- 46 -

Page 49: Quizás volver al Sur

- 47 -

ATACAMA

El Sol del Altiplano se equivocacuando fulmina el mar y siembra sales,porque han multiplicado sus cristales

la sed incandescente de la roca.

Yunque de magma y luz, el yermo trocamil géiseres en tibios manantialesque dan a los sedientos minerales

limosna tan cordial como tan poca.

Bajo la seca piel al rojo vivode cegadora sal y ardiente duna,hay un raudal incógnito cautivo

esperando que al Valle de la Lunavuelvan las aguas idas sin motivopara resucitar desierto y puna.

Page 50: Quizás volver al Sur

- 48 -

Page 51: Quizás volver al Sur

- 49 -

CARDONES ( Trichocereus pasacana )

Esos postes prehistóricos hirsutosde fustes al crecer petrificados,

son entre las quebradas y nevadosmonarcas y señores absolutos.

Actores de marciales atributos,en son de libertad movilizados,

fingieron trampantojo de soldadospara recolectar épicos frutos.

Esas recias columnas alveolares,acentos de la música puneña,

custodian el Tin Tin y los hogares

del indio que camina mientras sueña por cárcavas desérticas andinas,

contiendas del cardón y sus espinas.

Page 52: Quizás volver al Sur

- 50 -

Page 53: Quizás volver al Sur

- 51 -

HUMAHUACA

Viracocha, señor de los señores,tras concebir el mundo de la nada,

diseminó por toda la quebradasu celestial paleta de colores.

Vino después el inca y sus laborescon savia de los Andes encauzada,prendieron una verde llamarada

y la policromía de las flores.

Locura de pintor, delirio coya,estratos amarillos, verdes, rojos,color sobre color en cada cerro

desde cuya pared, vitral y joya,palpitan en el fondo de los ojos

venas de cobre y corazón de hierro.

Page 54: Quizás volver al Sur

- 52 -

Page 55: Quizás volver al Sur

- 53 -

JUAN EN MACHU PICCHU

Lejos de mí, desparramado en Saltarenuente a perseguir mitos lejanos,

extiendes por los cielos peruanosel fuego de la llama que me falta.

Enfrente de tu cumbre, la más altamuralla de perímetros arcanosalzada por extintos soberanos,

pared astral que sólo el tiempo asalta.

Por no retar al cóndor en su nido,razones y pretextos baladíes

hurtaron mi propósito del tuyo;

pero cuánto mejor hubiera sidoganar desde los valles calchaquíes

las atalayas del Tahuantinsuyo.

Page 56: Quizás volver al Sur

- 54 -

Page 57: Quizás volver al Sur

- 55 -

SETAS

Imagen otoñal, vivaz alfombraproducto de hojarascas y tocones,

ejércitos del bosque en los rincones,aliadas con el musgo entre la sombra.

Quién sabe el sortilegio que las nombra,los turbios protocolos, las razones

que mueven sus quiméricas legionescuyo lábil imperio nos asombra.

Debajo de las yungas y pradera,una matriz reticular extiendesutiles filamentos, en espera

de lanzar sus carpóforos allende;y cada tumescente semiesfera

será dulce morada para un duende.

Page 58: Quizás volver al Sur

- 56 -

Page 59: Quizás volver al Sur

- 57 -

ESTEROS DEL IBERÁ

Decidme, correntinos, cómo fueque, próximas al río Paraná,las aguas germinaron y son yasomero pantanal bajo mi pie.

Almácigas flotantes que dan fede pánicos revuelos, cuando estámirando su bastión del Iberácon ojos de topacio, el yacaré.

Ocultos en el verde laberinto urdido por nenúfar y jacinto,acechan terroríficos luceros.

Rendijas de cristal, gélidas llamas,vanguardia de mandíbulas y escamasque no conceden paz a los esteros.

Page 60: Quizás volver al Sur

- 58 -

Page 61: Quizás volver al Sur

- 59 -

IGUAZÚ

Allá donde coinciden tres fronterasy dos cauces también de sendos ríos,

acuden a morir los pocos bríosque restan de mis hégiras viajeras.

Allá, por entre ceibos y palmeras,presagian el jaguar escalofríos

de luces tiritando en los sombríoslinderos bajo las enredaderas.

Esa muralla tropical de vidadetiene mi carrera enloquecida

y me confortan indolencias gratas,

ajeno a la deriva del torrenteanónimo y sonámbulo de gente

que viene a devorar las cataratas.

Page 62: Quizás volver al Sur

- 60 -

Page 63: Quizás volver al Sur

- 61 -

REGRESO

Por fin, por fin termina este viajeque mis expectativas sobrepasa;

cruzando el ancho mar, retorno a casacansado de arrastrar el equipaje.

¿Qué aduana, frontera ni peajedejé de traspasar y en qué se basa

mi contumaz presencia entre la masasedienta de violar cualquier paisaje?

No sé por qué vagar sin fundamento,pudiendo ser feliz cada jornada

con libros y el sillón donde me siento.

Si quiero caminar, mejor Granaday si es fatigar nieves lo que intento,

no puedo pedir más: Sierra Nevada.

Page 64: Quizás volver al Sur

- 62 -

Page 65: Quizás volver al Sur

- 63 -

BITÁCORAS

Fundir en un sendero de rengloneslas treguas del sudor con la escritura

es como destilar literaturade tantas montañeras excursiones.

Rememorar aquellas sensacionesen cómodos trayectos de lectura;subir al monte desde la llanura

sin botas ni mochilas ni crampones.

Volver a dilatar los horizontesque brinda la gentil Naturaleza

sin tener que trepar altas paredes.

Porque, saciados ya de tantos montes, amamos cultivar nuestra pereza

en las pantallas de la Red de redes.

Page 66: Quizás volver al Sur

- 64 -

Page 67: Quizás volver al Sur

- 65 -

PUNTO FINAL...

He viajado por Chile y Argentina,escuchado el crujir de los glaciares,poblé de nuevos astros nuevos mares,di vértice al volcán, luz a la mina.

Supe que la mirada no terminaen el límite sur de nuestros lares;hallé viejas culturas y lugaresperdidos en América Latina.

No recorrí medio planeta en vano,ni serán alejados de mi menteentre tanto recuerdo americano,

dos que son contenido y continente:el idioma español, no castellanoy la cálida entraña de su gente.

Page 68: Quizás volver al Sur

- 66 -

Page 69: Quizás volver al Sur

- 67 -

… O NO

Besar el pie del indio en Punta Arenas,morder el fruto azul del calafate,serán manumisión que desbarate

las áncoras del tedio y sus cadenas.

Recobrarán el pálpito mis venascon la clarividencia del rescatey la voz de su pulso, donde late

un trémolo de flautas y de quenas.

Quizás volver al Sur sobre mis pasos...Rendido al esplendor de los ocasos

que dan a luz insólitas estrellas,

iré por los fiordos y canalesdejando atrás zozobras, penas, males,

hasta que el mar austral borre mis huellas.

Page 70: Quizás volver al Sur

- 68 -

Page 71: Quizás volver al Sur

- 69 -

OCEANUS VINCULA RERUM LAXETNEC SIT TERRIS ULTIMA THULE

Séneca

Page 72: Quizás volver al Sur
Page 73: Quizás volver al Sur

- 71 -

ÍNDICE

Pag.

VUELO 9 REGINA CAELI AUSTRALIS 11 PENÍNSULA VALDÉS 13 BARILOCHE 15 RUTA 40 17 MONTE FITZROY 19 PERITO MORENO 21 TIERRA DEL FUEGO 23 LLAO LLAO 25 HMS BEAGLE 27 CABO DE HORNOS 29 NEURAS DEL CAMINANTE 31 PUERTO NATALES 33 TORRES DEL PAINE 35 PROCELLARIA OCEANICA 37 CHILOÉ 39 CURANTO 41

Page 74: Quizás volver al Sur

- 72 -

ISLA NEGRA 43 VOLCANES 45 ATACAMA 47 CARDONES 49 HUMAHUACA 51 JUAN EN MACHU PICCHU 53 SETAS 55 ESTEROS DEL IBERÁ 57 IGUAZÚ 59 REGRESO 61 BITÁCORAS 63 PUNTO FINAL... 65 … O NO 67

Page 75: Quizás volver al Sur
Page 76: Quizás volver al Sur
Page 77: Quizás volver al Sur

Este libro se terminó de componer en Granadapor el viajero, poeta, maquetista y editor Paco Vida,llevado todo el rato de la manita por Pepe Morales,de Taller del Sur Comunicación, sin cuyo magisterio,paciencia y conocimientos, las pretensiones del autor

hubieran sido irrealizables.

Para su composición se ha utilizado la fuenteTimes New Roman, tipografía del tipo serif

encargada por el periódico The Times en 1931.Diseñada por Stanley Morison, Starling Burgessy Victor Lardent, fue publicada por primera vez

por Monotype Corporation en 1932.

Page 78: Quizás volver al Sur
Page 79: Quizás volver al Sur
Page 80: Quizás volver al Sur