Sociedad y Religión N° 13 1995 37 ¿Quién contó a los Umbandistas? Una aproximación a su realidad numérica en Montevideo Mariel E. Cisneros López Universidad de la República Montevideo - Uruguay ∗ Introducción En Montevideo, a mediados de la década de los años setenta (1974), la Umbanda hasta entonces limitada a sus locales de culto, comenzó a realizar actos públicos de diferente índole (congresos, festivales, festejos, etc.). Este hecho vino a provocar inquietud en amplios sectores de la población, generando preguntas acerca de la naturaleza y extensión de estos cultos, e inclusive algún temor referido al estremecimiento que produce lo extraño. Teniendo en cuenta estos hechos es que se comenzó a indagar sobre la verdadera entidad de la Umbanda, apuntando a determinar la cantidad de templos y fieles. Lo fundamental entonces, es ofrecer un panorama de la ciudad y sus barrios y establecer el número de templos de Umbanda, Quimbanda y Batuque a través de distintos informantes y de un minucioso relevamiento de los sectores que integran el cinturón periférico de Montevideo, puesto que allí precisamente es donde se concentra la mayoría de ellos. El conjunto de información que se ha dado a conocer, consiste en estimaciones por demás exageradas. Los umbandistas por su parte, suelen magnificar también el número de templos y fieles, procurando que por eso se les considere como una religión de mayor prestigio. Sus contendores, los pentecostales, los evangelistas y algunos católicos, utilizan estas amplificadas evaluaciones como apoyo a su discurso ideológico, es decir, para reforzar su concepción de que la Umbanda supone la satanización del mundo puesto que invocan espíritus y sacrifican animales. Al efectuarse -por primera vez- un relevamiento riguroso en toda la ciudad, se puso en evidencia la señalada tendencia a exagerar la entidad numérica del fenómeno. La razón primaria que impulsó esta pesquisa, fue la de proponer un modelo explicativo de la presencia de los distintos ∗ El marco institucional en que se realizó esta pesquisa hizo posible esta tarea que comenzó en 1992 junto a los estudiantes que integran el grupo PÁRR. (Programa de Antropología de la Religión) del Depto. de Antropología Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la Universidad de la República. Se hace extensivo un agradecimiento a las estudiantes y colaboradoras voluntarias Leticia Colgar, Montea Figueiras y Florencia Faccio por su apoyo en el procesamiento de los datos y en la elaboración de los avances de investigación.
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Quién Contó a Los Umbandistas -Mariel Cisneros López
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Sociedad y Religión N° 13 1995
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¿Quién contó a los Umbandistas?
Una aproximación a su realidad numérica en Montevideo
Mariel E. Cisneros López
Universidad de la República Montevideo - Uruguay∗
Introducción
En Montevideo, a mediados de la década de los años setenta (1974), la Umbanda hasta entonces
limitada a sus locales de culto, comenzó a realizar actos públicos de diferente índole (congresos,
festivales, festejos, etc.). Este hecho vino a provocar inquietud en amplios sectores de la
población, generando preguntas acerca de la naturaleza y extensión de estos cultos, e inclusive
algún temor referido al estremecimiento que produce lo extraño. Teniendo en cuenta estos hechos
es que se comenzó a indagar sobre la verdadera entidad de la Umbanda, apuntando a determinar la
cantidad de templos y fieles.
Lo fundamental entonces, es ofrecer un panorama de la ciudad y sus barrios y establecer el
número de templos de Umbanda, Quimbanda y Batuque a través de distintos informantes y de un
minucioso relevamiento de los sectores que integran el cinturón periférico de Montevideo, puesto
que allí precisamente es donde se concentra la mayoría de ellos.
El conjunto de información que se ha dado a conocer, consiste en estimaciones por demás
exageradas. Los umbandistas por su parte, suelen magnificar también el número de templos y
fieles, procurando que por eso se les considere como una religión de mayor prestigio. Sus
contendores, los pentecostales, los evangelistas y algunos católicos, utilizan estas amplificadas
evaluaciones como apoyo a su discurso ideológico, es decir, para reforzar su concepción de que la
Umbanda supone la satanización del mundo puesto que invocan espíritus y sacrifican animales.
Al efectuarse -por primera vez- un relevamiento riguroso en toda la ciudad, se puso en evidencia
la señalada tendencia a exagerar la entidad numérica del fenómeno. La razón primaria que
impulsó esta pesquisa, fue la de proponer un modelo explicativo de la presencia de los distintos
∗ El marco institucional en que se realizó esta pesquisa hizo posible esta tarea que comenzó en 1992 junto a
los estudiantes que integran el grupo PÁRR. (Programa de Antropología de la Religión) del Depto. de Antropología Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la Universidad de la República. Se hace extensivo un agradecimiento a las estudiantes y colaboradoras voluntarias Leticia Colgar, Montea Figueiras y Florencia Faccio por su apoyo en el procesamiento de los datos y en la elaboración de los avances de investigación.
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cultos en la capital uruguaya. Al abordar este tema se comprobó que el establecer un número en
extremo elevado de terrera1 ha sido un error en el que han incurrido varios investigadores;
algunos solamente aficionados o interesados en el fenómeno novedoso, otros que teniendo
formación en Ciencias Sociales no contaban con la experiencia suficiente. La falta de rigor en el
tratamiento de los datos y la aceptación de cualquier declaración procedente de los informantes
como verdadera han sido la causa de estas confusiones. En este trabajo se trató de ubicar en primer lugar los templos más conocidos, luego, con la
ayuda de informantes calificados se situaron otros templos, los que se fueron señalando en el
mapa de la ciudad. Más adelante se procuró contrastar esta información con la del Departamento
de Orden Público de la Jefatura de Policía de Montevideo, oficina que registra todos los centros
religiosos de la ciudad, excepto los de la Iglesia Católica, los protestantes clásicos y las
sinagogas.2
Los medios de prensa han aceptado de manera acrítica las cifras irrealmente elevadas de
templos y fieles de los cultos de posesión, sin procurar precisarlas. Así analizando los datos de la
prensa escrita en relación a la fiesta de Iemanyá3, durante los últimos años de la década de los
ochenta, en que comenzó, se aprecia que respecto del número de asistentes se limita a señalar y
registrar "una numerosa concurrencia". Ya en la década de los noventa se dice que los asistentes
son "miles" manejándose siempre con cantidades imprecisas.
La ubicación geográfica de los locales arroja luz sobre los estratos sociales que
mayoritariamente participan de los cultos señalados. Pero si bien la geografía urbana de
Montevideo aporta datos sobre los grupos sociales a los que estas organizaciones religiosas
apuntan, no es ese el enfoque de esta investigación.
Basados en un estudio del Instituto de Teoría de la Arquitectura y Urbanismo (ITU)4 se hizo una
caracterización socio-espacial de la ciudad de Montevideo. A partir de este estudio y sobre esta
base se ha querido demostrar gráficamente la presencia de los grupos religiosos considerados en
los distintos barrios. De esta manera se podrá hipotetizar respecto de las condiciones en que estos
procesos culturales se reproducen y comparar así sus características con las que puedan darse en 1 Las expresiones en negrita reflejan la forma como las expresan los informantes. 2 El Departamento de Orden Público déla Jefatura de Policía de Montevideo no posee información sobre lo que ocurre en el resto del país; para obtener esos datos sería necesario acceder a los archivos del Ministerio del Interior. Los datos manejados en esta pesquisa se refieren al Departamento de Montevideo; sólo se encontraron registrados aquellos centros religiosos que "puedan ser sospechosos y/ o peligrosos por sus actividades para el resto de la sociedad" (palabras de un oficial de dicha oficina). 3 Con referencia a este tema ver la ponencia presentada en el Congreso internacional Las Nuevas Religiones. Misiones v Misioneros: La Expansión Internacional de los Movimientos Religiosos. realizado en Recife/Pernambuco (Brasil) en mayo de 1994; Mariel Cisneros López et. nL: La fiesta de íemanyá en Montevideo 4 Estudio realizado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República
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otras ciudades latinoamericanas.
Durante el desarrollo de esta investigación se han manejado materiales de distinta
procedencia; en realidad la tarea fue la búsqueda de confrontación entre esos trabajos y los
resultados de nuestra propia indagación.
Como punto de partida, se apreció la necesidad de tomar en cuenta la dinámica de
desarrollo de estos grupos, ya que de esa manera se evita incurrir en errores como a los que se ha
aludido Las especulaciones descontextualizadas y poco comprobadas redundarán siempre en un
resultado equivocado. La cantidad que estimamos para estos templos está en relación directa con
las posibilidades económicas de los fieles de instalar un templo con todos los requerimientos que
esto implica. Llamar templo o terrera a una habitación pequeña, o a un altar con imágenes de
algunas entidades (congal), significa que quien efectúa el conteo no tiene los elementos necesarios
para discernir las diferencias entre uno y otro caso.
Se trata de clarificar el conjunto de información que se maneja, sin quitarle relevancia al
fenómeno social que se estudia, tratando sí de objetivarlo a través de los resultados que se
obtuvieron una vez realizadas las distintas tareas que una investigación de este tipo implica.
Umbanda y los barrios montevideanos
Tomando el barrio como unidad geográfica, se definen en el Departamento de Montevideo
sesenta y dos zonas barriales, según el Instituto Nacional de Estadística. En términos generales, el
área urbanizada de la ciudad presentó en el último censo (1985) una densidad global intermedia
en comparación con otras ciudades de América Latina; la población es de 1.800.000 habitantes
aproximadamente.
Montevideo tiene el aspecto de "...una ciudad amplia y abierta, el índice de ocupación
residencial del suelo también presentó un nivel intermedio; los sectores de altas densidades fueron
ocupados predominantemente por edificios donde la superficie destinada a otros usos no es
escasa" (ITU, 1990).
Los templos de Umbanda se ubican mayoritariamente en los barrios menos densamente
poblados, o donde el índice de población es intermedio -entre 15.000 y 25.000 habitantes. No se
registraron templos en los barrios de Pochos, Centro, Carrasco, Malvin y Punta Gorda. Las áreas
de diagnóstico que se utilizaron son precisamente los barrios donde el número de locales de culto
era notoriamente más abundante. Allí se observaron características peculiares, por ejemplo:
a) -están ubicados en la periferia de la ciudad.
b) - no son sectores con alta densidad de ocupación habitacional.
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c) - no son barrios exclusivamente residenciales, sino que también hay allí plantas
industriales y talleres.
d) - la ocupación territorial se caracteriza por edificaciones de planta baja con extensiones
libres al frente y fondo de las mismas. Este conjunto de propiedades los hace preferenciales frente
a otros al momento de decidir donde se instalará un templo.
Cuadro I. Zonas Barriales de Montevideo. Total de Población Censo Porcentaje de
Hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas.
Zonas Barriales
Pob/85
N.B.I.
Ciudad Vieja
19925
25.4
Centro
25427
14.5
Barrio Sur
15277
15.5
Cordón
45647
8.9
Palermo
15554
20
Parque Rodó
14438
9.6
Punta Carretas
23112
2.1
Pocitos
69545
3.5
Buceo
39230
6
P. Battle / V. Dolores
38555
4.9
Malvin 29982 4.3
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41
Malvin Norte
20825
8.1
Punta Gorda
16641
3.8
Carrasco
15818
2.9
Carrasco Norte
11710
18.6
Bañados de Carrasco
4478
33.9
Maroñas-P. Guaraní ∗
18851
16.5
Flor de Maroñas ∗
21162
20.4
Las Canteras
22166
16.6
P. Rieles / B. Italia
18211
36.1
Jar. del Hipódromo ∗
24244
28.7
Ituzaingó ∗
15616
19
Unión
47556
9.3
Villa Española ∗
227972
14.8
Mere. Modelo y Bolívar
18179
9.6
Castro Castellanos
15242
12.6
Cerrito 21229 17.8
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42
Las Acacias
23085
20.9
Aires Puros
19144
13.2
Casavalle 22693
45.9
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Piedras Blancas ∗ 18192 2
Manga / Toledo Chico ∗ 7955 36.3
Paso de las Duranas 13814 4
Peñarol - Lavalleja 32883 19
Cerro ∗ 32033 19.4
Casabo / Pajas Blancas 12731 43.8
La Paloma / Tomkinson 23542 36.4
La Teja ∗ 22369 11.6
Prado / Nueva Savona 24271 11.8
Capurro / Bella Vista 19001 11.8
Aguada 22115 15.3
Reducto 17652 14.4
Atahualpa ∗ 9747 3.1
Jacinto Vera 10858 3.9
Figurita 15521 5.5
Larrañaga 20817 3.4
La Blanqueada 11554 2.8
Villa Muños / Retiro 18645 1
La Comercial 14126 7.4
Tres Cruces 16773 5.5
Brazo Oriental 19798 6.1
Sayago 16304 6.6
Conciliación 13836 18.6
Belvedere ∗ 24926 11
Nuevo París ∗ 22754 25.2
3 Ombúes/Pueblo Victo 18173 25.9
Paso de la Arena ∗ 10258 29.8
Colón S. E. / Abayuba 11803 16.8
Colón Centro y N.E. 18680 13.4
Lezica-Melilla 11011 19.4
V. García/Manga Rural 8376 46.6
Manga ∗ 17410 31.9
TOTAL 1277954 14.1
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∗ Zonas barriales donde se halló la mayor concentración de templos. Fuente ITU
1990
Pi Rugarte (1993) nos dice "...para asentar una terrera de Umbanda, Quimbanda
o Batuque es necesario contar con un local de ubicación y dimensiones adecuadas*';
algunos pasos del ritual que realizan estos cultos exigen necesariamente que un templo
tenga jardín y/o patio a los efectos de cumplir rigurosamente con lo establecido en la
realización de ciertas instancias litúrgicas. Debido a esto es que la mayoría de País y
Mais instalan sus terreras en las zonas que se han mencionado5, por encontrarse en estos
barrios con mayor facilidad casas con jardín y/ o patio.
El asentamiento6 de un templo en las zonas céntricas resulta más dificultoso, no obstante
es imposible que se instale uno de ellos en un apartamento o casa sin algún espacio de
tierra. Si bien se han ubicado templos en edificios de apartamentos, los mismos in-
formantes sostienen qué allí solo se atienden consultas a los clientes y precisamente
se aspira a tener un lugar donde instalar "como debe ser, con fundamento"7 un verdadero
templo. La influencia que ejerce el valor simbólico de algunos ritos, hace que se
desprestigien aquellos que pretenden realizar actividades en un templo aparentemente
incompleto. El mapa de Montevideo demuestra que nuestras hipótesis no estaban equivocadas;
la distinción entre lo que significa -desde el punto de vista del ritual- una terrera y un
congal hacen al núcleo de nuestra investigación. Esto significa que, en una terrera se
llevan a cabo efectivamente ceremoniales, por ser el espacio adecuado a tales efectos y
contar con la mayor eficacia simbólica en el resultado de los mismos. En un congal
mientras tanto, apenas se tienen consultas con el responsable de la casa a la vez que se
realizan los rituales diarios que mantienen a las entidades protectoras del lugar. El
congal, que todo hijo que culmine su aprontamiento puede poner en un rincón de su casa,
donde luego ofrece las consultas, no necesita ser registrado en el departamento de Orden 5 Las palabras en negrita respetan (además) el sonido correspondiente a la pronunciación del castellano de Montevideo. 6 Asentar un templo significa realizar el ritual requerido para el establecimiento de uno nuevo, cuya parte principal consiste en la fijación del axé en el lugar elegido de la casa (GudolleCacciatore, 1972) 7 Palabras de un informante.
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Público ya que allí no se realizan actividades que puedan ocasionar molestias a la
vecindad, o resultar sospechosas a los ojos de la policía.
Por otra parte las terreras en las que se realizan sesiones requieren para su
instalación además de un local de ubicación y dimensiones adecuadas; la solicitud y el
trámite de inscripción en la Jefatura de Montevideo8. Los errores de cálculo en los que se
incurre cuando se analiza el fenómeno de la Umbanda, son precisamente por no entender
y/o efectuar las diferencias pertinentes en los términos utilizados. La mayoría de los
investigadores globalizan las expresiones y concluyen en cifras magnificadas. En
Montevideo es muy común encontrar resabios de las antiguas curanderas, que hoy se han
sincretizado con los cultos de Umbanda y demás rituales venidos del Brasil,
popularmente conocidas contó "viejas de congal"9. Estas representantes de la medicina
popular -hoy adaptadas a otra circunstancia- no cumplen necesariamente con los
requisitos formales que dan prestigio y reconocimiento a los templos instalados; se
conforman con la práctica del curanderismo centrada en la terapéutica tradicional-de "la
tirada del cuerito" y el "santiguado" contra el "mal de ojo". Precisamente parte del
desprestigio que sufrieron los umbandistas fue por relacionarlos con los curanderos;
puesto que en este país desde principió ¿de siglo y hasta la década de los años cuarenta se
persiguió implacablemente el curanderismo. Actualmente ambas modalidades subsisten
aunque las primeras han tenido que adecuar sus métodos para mantener la clientela.
Al analizar la población que ocupa los barrios donde se han ubicado una mayor
concentración de templos de Umbanda -Piedras Blancas, Flor de Maroñas, Cerro, Manga,
La Teja, Jardines del Hipódromo, Belvedere, Paso de la Arena, Nuevo París, e Ituzaingó-
se observó que los grupos socio-económicos marginales no son mayoría allí; tampoco los
pertenecientes a la clase alta. No se ha podido determinar si la ubicación espacial de los
templos, esta en relación directa con las probabilidades de reclutar fieles en el mismo ba-
rrio donde se instalan. Lo que sí se ha podido comprobar es que los fieles que ingresan a
estos cultos son en su mayoría pertenecientes a los estratos sociales de las clases baja, 8 En el Departamento de Orden Público, el trámite que toda institución religiosa debe realizar es simple-mente a los efectos de que esta oficina tenga conocimiento de las actividades que allí se realizan: esto no implica autorización de ningún tipo, Aún así los umbandistas hacen referencia a esto como una formalidad que legitima sus actividades. 9 Un ejemplo de esto es Doña Coca, que en su casilla de la calle China y Cuba en el barrio del Cerro, atiende los días sábados por la tarde. Durante la prospección, los vecinos no pudieron precisar cual era realmente el tipo de actividad que esta señora realizaba, aludiendo que hacia más de treinta años que curaba, sin referirla o asociarla a la Umbanda.
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media-baja y media-media. La presencia de la Umbanda es casi inexistente en los barrios
donde se agrupan los sectores socio-económicos marginales de la población
("cantegriles").
En cuanto a los clientes que visitan -con diferente grado de asiduidad- a un pai o
mai buscando solución a los problemas cotidianos que los aquejan, puede ser cualquier
integrante de la sociedad, no existen constantes en las categorías sociales que integran
las filas de la Umbanda. Existe una tendencia de parte de los umbandistas de crear mitos
referidos a consultas de clientes de clase alta, preferente mete si ocupan un lugar
importante en el quehacer gubernamental. No es corriente que estos personajes -en caso
de que esas relaciones no sean ficticias- se hagan hijos de religión y practiquen los
rituales de la Umbanda; es probable que eventual-mente alguno visite un templo
umbandista buscando una consulta personal.
Resulta por demás significativo que en el manejo de los datos se tenga en cuenta
este tipo de circunstancia, ya que la misma es la que ha llevado a otros investigadores a
incurrir en errores que les han hecho sobredimensionar el fenómeno.
Las cifras ilusorias
Las manifestaciones y festejos que los umbandistas han realizado en lugares
públicos ha sido el detonante para que se generalice una corriente de opinión que
sostenga el " impresionan te crecimiento" de la Umbanda. El 21 de marzo de 1974 en el
Palacio Peñarol, por primera vez se realizó un festival que según los umbandistas
En 1988, el 28 de febrero, en el Platense Patín Club se realizó el Primer Congreso
Nacional de Caciques y Jefes de Umbanda. Asistieron 17 casas de culto que reunieron
unas 260 personas (fieles), las cuales junto a los invitados conformaban 700 individuos
(ibid).
En 1989, el 23 de abril, se constituyó en otro acto público la Federación Afro-
Umbandista del Uruguay donde se congregaron unas 300 personas. El 13 de mayo de ese
mismo año, en el Ateneo de Montevideo, se conmemoraron los 101 años de la abolición
de la esclavitud -en Brasil-, evento organizado por jefes de distintos templos del cual no
se rescatan cifras. Entre el 23 y el 25 de junio del 89', también en el Ateneo, se llevó a
cabo el Primer Seminario Afro-Umbandista donde tampoco se contó cuantos asistieron
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(ibid).
En 1994, a propósito de los efectos previos a la inauguración de la estatua de
lemanyá en la Rambla costanera de Montevideo, se organizó un Congreso Internacional,
en los salones del Parque Hotel. Por primera vez se realizó una reunión con científicos
sociales de Montevideo y del exterior; asistieron en calidad de expositores y oyentes
aproximadamente 150 personas. El mismo año, el 13 de noviembre, en la sede del club
deportivo Sudamérica, se llevó a cabo la reunión para la entrega de la "Paloma de Plata"
a quienes "de una forma u otra han colaborado en el desarrollo, crecimiento y
legitimación de esta religión" (palabras del pai Armando Ayala, organizador de estos dos
últimos eventos y mentor de la comisión Pro-monumento a lemanyá) en esta ocasión se
contabilizaron unas 500 personas aproximadamente
Esta reseña de hechos de los últimos 20 años permite tener un panorama de
cuántos son los que asisten a este tipo de actividad; destacando que en su mayoría se trata
de fieles. Como se puede apreciar el número de asistentes nunca fue mayor a 1.000, por
lo que conviene tener en cuenta esta referencia. Si bien allí no se hacen presentes todos
los templos de Montevideo, se considera que son aproximadamente un 30% de los
mismos. Las diferencias entre los jefes de las distintas casas de religión se hacen más
notorias en este tipo de reuniones; a pesar de los intentos de unificar estos cultos aún no
se ha conseguido el efecto; asunto que redunda también en una falta de claridad al
momento de efectuar un conteo.
Los datos de la prensa
De la prensa escrita haremos referencia a algunas noticias aparecidas en distintas
fechas, de esta forma se busca ilustrar el manejo que los periódicos hacen del tema.
El diario La República del 22/8/89, nos dice: "los ritos umbandistas se practican
en 2.000 templos en nuestro país". En el vespertino El Diario, 6/7/ 91, el pai Beto de
Oshosi, (Alberto Parías) declara: "... el 80% de los uruguayos, no solo los que radican
aquí sino los que están en el exterior, han pasado por este lugar". Nuevamente La
República en 1991 expresa, acerca de los resultados de una encuesta de Gallup Uruguay10
que "existen 300 terreiros en Montevideo y otros tantos en el país".
El Día del 23/8/93 publicó en sus páginas las declaraciones del pai Jorge, de la
10 Empresa que se dedica a realizar encuestas en el marco de distintos núcleos temáticos
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ciudad de Salto, que en ocasión del I Congreso Afro-Umbandista del Litoral dijo: "... en
Salto los adherentes al Umbandismo suman más de 5.000 personas, de las cuales 3.000
son practicantes firmes... existen más de 20 centros de oración en los barrios y zonas
céntricas de la ciudad".
En enero de 1991, la revista Guambia comentó: "Adelantándonos a Yemanjá. Las
religiones Afro copan cada vez más uruguayos. Uno de cada siete uruguayos participan
de religiones de origen afrobrasileños... desarrollándose al margen de la cultura oficial,
las religiones de origen afrobrasileño... nuclean ya unos 450 mil uruguayos…” Cada 2 de
febrero, en ocasión de los festejos a lemanyá en las distintas playas de la costa
montevideana, los diarios se ocupan de llenar las primeras páginas con fotografías de los
centros religiosos que llegan al lugar y acompañan las noticias con comentarios respecto
del número de asistentes a la fiesta.
La primera referencia periodística después de la salida del régimen militar fue en
el diario La Mañana, en su edición del 3/2/85 en primera página, publicó una foto con
algunos comentarios al pie de la misma. Ya en 1987 además de la primera página le
dedicó una pequeña nota con detalles de la fiesta; este matutino no cubrió el evento en
1986, tampoco lo hizo en 1988 y 1989.
El País, por su parte publicó por primera vez una noticia sobre la fiesta el 3/2/86,
con una foto a color en primera página; al año siguiente agregó una nota, y así continuó
haciéndolo hasta 1994. En el diario El Día., la primera mención fue en 1987, también en
primera plana con una foto comentada; en 1988 incluyó un artículo sobre el tema.
Durante los años siguientes todos los periódicos han dedicado un espacio para informar
sobre el evento que tiene lugar en esta fecha. Es a partir de los años 901 que la prensa ha
tomado otra actitud frente a estos festejos, dándole en ocasiones más importancia que a
cualquier otra noticia. La República es el diario que más se ha ocupado en los últimos
tres años de seguir las actividades que realizan los centros umbandistas.
A ese respecto la compulsa de los ejemplares de este diario aportó los siguientes
datos:
-en su edición del 2/2/92 declaró que "...casi 2.000 templos -entre habilitados y
clandestinos- congregan unas 20.000 personas, según la última estadística realizada por
la Primera Asociación Umbandista del Uruguay"; en otra parte comentó que la mai Lola
"atiende a todos los enviados por Dios a su casa. Enviados (subrayado del diario), que
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suman unos 60 por día"; en el mismo artículo el pai Walter de Oshúm "...asegura que lo
visitan unas 30 personas por día entre empresarios, políticos y gente humilde". Al día
siguiente, el 3/2/92 publicó: "ayer fue el día de Iemanjá (sic), y como todos los años
miles de fieles y curiosos se congregaron en las playas para realizar las ofrendas a la
Diosa del Mar"(sic).
Hasta este momento, podemos observar que las cifras manejadas surgían de los
aportes de los propios umbandistas y de cálculos aproximados de lo que se podía apreciar
en las playas ese día.
Para el año siguiente con fecha 2/2/ 93, la noticia que a continuación se.
transcribe aparece avalada por la socióloga Carmen Appratto, quien afirma: "...más de 2
mil (son) los terreiros instalados en Uruguay, casi 20 mil los practicantes y creyentes y en
más de 120 mil los consultantes que han ido por lo menos una vez a solicitar ayuda. Con
fecha 3/2/93 el diario apuntó: "con mas de treinta mil fieles y la presencia del Intendente
de Montevideo, doctor Tabaré Vázquez se celebró en la víspera el día de la mae Yemanjá
reina del mar (sic). La ceremonia religiosa, que se conmemora todos los 2 de febrero en
el mundo entero (sic), contó en Uruguay con una importante cantidad de público donde
se destacó la presencia de renombradas figuras del quehacer nacional (sic)... a lo largo de
toda la costa del país, miles de personas; uruguayos, argentinos, brasileños y algunos
turistas (subrayado del autor) de otras partes se dieron cita frente al mar". La noticia
resulta claramente exagerada y redactada por alguien que no maneja demasiados datos
sobre el tema. Salta a la vista cuando refiere que el festejo se conmemora en esa fecha en
"el mundo entero", ya que como es sabido, la fiesta de Iemanyá se realiza en Río de
Janeiro el 31 de diciembre en tanto que en Bahía y Porto Alegre sí tiene lugar el 2 de
febrero; en muchas otras ciudades del Brasil no existe esta costumbre; en ningún otro
país de América se conoce esta conmemoración y no se tienen noticias de que este ritual
se lleve a cabo en algún país de Europa. En África es más que dudosa la existencia de un
festejo generalizado para esta divinidad, aún en la región nigeriana de donde procede el
culto a Iemanyá. La noticia apuntaba también a la presencia de autoridades y personajes
relativamente importantes de nuestra sociedad; este hecho nos recuerda lo mencionado en
párrafos anteriores donde señalábamos que era una característica de los umbandistas la
de crear mitos referidos a la importancia que le daban a estos cultos personas de prestigio
y renombre.
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Siete días después, el 10/2/93, La República comentó: "...sin duda la (playa)
Ramírez contó con el más impresionante marco de público... No parece exagerada la cifra
de 60.000 personas, que participaron en esta regocijada demostración". Con el titular:
"Tabaré: montevideano soy...", se transcribían algunos comentarios hechos por el
intendente capitalino que recorrió la playa Ramírez durante media hora ese día.
El mismo diario del 29/1/94 tituló: "Congreso Internacional de la Religión afro-
Umbandista en el Parque Hotel... el evento contará con más de 400 personas…, la nota
continúa diciendo respecto de la entidad de la Umbanda, que según estudios realizados
habrían "...unos dos mil templos con una afluencia de público de unas 150 personas por
día y por templo, entre adeptos y simpatizantes". Estas frases indican que el entusiasmo
por aumentar las cifras hace caer en exageraciones absurdas, puesto que si una casa de
religión atiende aproximadamente 150 personas por día, con un promedio de atención de
media hora por cliente, no alcanzarían las 24 horas de un día para que esto ocurriese. Por
otra parte, si el templo es lo suficientemente grande como para que en él trabajen varios
país de santo y/o hijos de prontos simultáneamente, sería necesario que hubiese no
menos de ocho atendiendo durante diez horas para alcanzar un promedio de 19 clientes
cada uno, y completar así la magnificada cantidad que el diario mencionado indica.
El 2/2/94 en cambio, las novedades eran las siguientes: "la Umbanda y otros
cultos de raíz africana como el Batuque, la Quimbanda y el Candomble cuentan en
Uruguay con unos 400 mil adeptos entre practicantes permanentes y ocasionales, según
recientes estimaciones de expertos en temas religiosos. De acuerdo con esas fuentes
existen en todo el país unos 3 mil quinientos (sic) templos consagrados a los cultos
afroamericanos...". El 3/2/94 el matutino informo que: "Anoche, ante una imponente
multitud, fue inaugurado el monumento a la orixá umbandista Yemanjá". El equipo de
investigación que trabajó en esta pesquisa cubrió -como lo hace habitualmente- las pla-
yas montevideanas, en esa oportunidad se constató que la "imponente multitud" fue
aproximadamente de unas 500 a 600 personas que rodeaban el monumento mientras
duró la ceremonia preparada a tales efectos. En el espacio de la vecina playa Ramírez se
concentraron entre tanto, como todos los años, varias terreras con sus hijos y segui-
dores; allí se encontraban mezclados: turistas, curiosos, periodistas, comerciantes (que
aprovechaban la ocasión para efectuar algunas ventas), estudiantes, profesores e
investigadores interesados en el fenómeno. Un grupo numeroso que se repite año a año
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es el de integrantes de iglesias evangélicas, quienes conducidos por algunos pastores,
suelen agruparse allí a fin de "no permitir que lleguen los espíritus de los muertos que
invocan los umbandistas" (palabras de un pastor evangelista). Con la ayuda de altavoces
e instrumentos musicales hacen "alabanzas a Dios y a Cristo'' (según la misma fuente) y
protagonizan esta escaramuza por motivos religiosos en un país como el Uruguay, que
se ha enorgullecido de su tolerancia en esta materia.
Resulta un panorama muy complejo de aclarar en su contenido. Si bien pueden
calcularse globalmente los asistentes a esta manifestación -por su heterogeneidad- de
ninguna manera se obtendrá un dato concreto sobre la magnitud real y la totalidad de los
adeptos a la Umbanda y menos aún un número siquiera aproximado de los que visitan
como clientes los templos.
Otros medios de prensa, en la década de los años noventa destacaban las
siguientes noticias:
3/2/92, La Mañana: "la diosa del mar recibió en su día la demostración de cientos
de fieles".
3/2/92, El Día: "Yemanjá con asistencia masiva de fieles que piden monumento".
2/2/93, Ultimas Noticias: "El festejo que prevé la mayor cantidad de participantes
tendrá lugar a las 20 en la playa Ramírez. Allí participarán 10 templos umbandistas
uruguayos y dos argentinos.
3/2/93, también Ultimas Noticias: de acuerdo a la información aportada por
investigadores de las religiones afrobrasileñas en el Uruguay no menos de medio millón
de personas acuden regularmente a los cultos..." continua diciendo "UMBANDISTAS A
TODA COSTA: las espectaculares ceremonias de culto a Yemanjá, la reina del mar,
atrajeron anoche una cifra record de público. Desde el Intendente Vázquez ante quien
entraron a las contaminadas aguas de Ramírez centenares de adeptos, hasta curiosos y
oportunistas -que aún hoy buscaban joyas y otras valiosas ofrendas-, todo el mundo se
volcó a la costa". (!!)
4/2193, Ultimas Noticias: "sin preocuparse, aparentemente, por la admitida
variedad de colibacilos que habitan en las aguas de Ramírez estuvo el Intendente Tabaré
Vazques junto a miles de umbandistas que celebraron la fiesta de Yemanjá".
19/2/93, Brecha: "un trabajo de María P. de Gramuglia, publicado en Relaciones
en 1985, indica que el 60 por ciento de los practicantes de estos cultos son obreros o
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amas de casa y que otro 26 por ciento lo constituyen empleados y estudiantes". En otra
parte del artículo declara que "según la socióloga María del Carmen Appratto el
crecimiento del umbandismo ocurrió en la década del 60 y sobre todo en la del 70 como
consecuencia de la crisis económica, social y política del país...". Este semanario se
preocupa por recoger testimonios variados respecto al asunto; lamentablemente no
supera el tratamiento superficial de lo anotado por las distintas autoras -quienes no
fundamentan sus aserciones-, por lo cual permanece en un nivel meramente periodístico
y enunciativo.
Febrero de 1993, El Eco "10.000 cerrenses celebraron a la diosa del mar en la
playa del Cerro". Este mensuario del barrio del Cerro que editó en la oportunidad un
suplemento con la cobertura de la fiesta, maneja la idea de que es precisamente en este
barrio donde se concentra la mayoría de los templos de Umbanda (se supone que sola-
mente, en la Villa del Cerro habría unas 500 terreras)11.
2/2/94, La Juventud: "Refiriéndose a la realidad del umbandismo, en nuestro país,
el Babalorixá QMQ OGUIAN (subrayado del diario) Ayala explicó que "nosotros
hablamos de la existencia de unos dos mil templos umbandistas en todo el territorio, con
un promedio de afluencia diaria de unas cincuenta personas, en días festivos se calculan
doscientas. Estamos hablando de alrededor de un cuarto de la población de nuestro país
que concurre, y otros que son religiosos pertenecientes al culto". Obsérvese nuevamente
el error en los cálculos, 50 personas no podrían ser atendidas en un solo día por un jefe de
templo. Si se calcula que en 2.000 templos los días festivos asisten 200 personas, eso da
un total de 400.000 personas concurrentes, según Ayala "alrededor de un cuarto de la
población de nuestro país...". De acuerdo con el último censo de población (1985) el total
del Uruguay es de 3.100.000; un cuarto de este total serían unos 775.000. De todas
maneras y más allá de los errores aritméticos, se deja ver el afán de valorar muy
exageradamente la realidad de la Umbanda.
3/2/94, Ultimas Noticias: " ..miles de personas de diferentes edades provenientes
de distintos templos y público en general concurrieron... el Pae Armando Ayala se
dirigió a la concurrencia expresando que más de 500.000 personas practican esta religión
en los diferentes templos ubicados en todo el país y muchos al no estar muy bien in-
11 Ver página 36, resultados de la prospección hecha en el Cerro en diciembre de 1993 y 1994 respectivamente.
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formados no lo hacen por temor". Como se acaba de ver en estas dos últimas noticias,
existe una manifesta falta de precisión en el manejo de cantidades, aún de parte de los
propios interesados.
3/2/94, El País: "Más de cien mil fieles con sus velas, colores, flores y ofrendas
varias celebraron jolgoricamente (sic) el día de la diosa del mar Yemanjá, seguidos de un
si número de curiosos espectadores del espectáculo popular (sic), según quienes hicieron
la convocatoria".
De último momento y con fecha 20/ 1/94, la revista Posdata publicó en la tapa:
"EL AVANCE DE LAS NUEVAS RELIGIONES EN URUGUAY Hay más de 2000
templos UMBAN-DAS"; al interior en una nota titulada: "Los terreiros de Montevideo" (
págs. 23 a 34 ) vuelve a mencionar: "existen más de dos mil templos de Umbandas o
Quimbandas dispersos en el país". La periodista tomó datos del trabajo de María
Pallavicino12 y de una entrevista que realizó en una casa de religión.
Estos han sido los datos obtenidos hasta el momento en relación a la cuantía de
templos y fieles de Umbanda, en próximas páginas se anotan los obtenidos de otras
fuentes.
Los estudios académicos
En el análisis de la bibliografía existente sobre este tema se pudo constatar que los
autores mantienen una constante: repiten las cifras que les proporcionan los informantes
y siguen las pesquisas según las pistas que estos les dan de una manera acrítica.
América Moro y Mercedes Ramírez en su libro de 1981 "La Macumba y otros
cultos afrobrasileños en Montevideo", realizaron por primera vez en el Uruguay una
síntesis descriptiva de los cultos aludidos. Manejaron datos que le suministraron algunos
país y mais de Montevideo (Armando Ayala, Nilo de Ogúm y especialmente Félix de
Abaluaié (sic); además de los obtenidos en el Departamento de Orden Público de la
Jefatura de Policía de Montevideo. Ya por esa época las autoras declaraban tener amplias
dificultades para determinar "el número de templos y habitaciones en casa de familia
donde se practica… (1981,7) agregando que "aún sin poder realizar un recuento efectivo
-los datos que poseemos es que son 700 los registrados-no es de ninguna manera
12 Estos datos se manejan como si fueran de último momento; la periodista parece desconocer la realidad actual y los estudios que se están realizando.
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exagerado presumir que sobrepasan holgadamente el millar, sumados a los clandestinos...
" (ibid, 7). Cuando se refieren a los registrados, son los que el indicado Departamento de
Orden Público conserva en sus archivos. Sin embargo, las investigadoras no contaron con
un detalle: la mencionada, oficina solamente registra las inscripciones y jamás depura sus
legajos eliminando aquellos templos que cierran sus puertas y dejan de funcionar. Este
dato al que no se ha dado la importancia debida, cambia totalmente el sentido y contenido
de la información.
María Pallavicino en 1987, realizó su tesis doctoral para la Universidad de Roma,
trabajando en Montevideo. Contó con la colaboración de antropólogas uruguayas y
publicó bajo el titulo "Umbanda. Religiosidad afro-brasileña en Montevideo", un libro
que se presentó como síntesis de la aludida tesis y en el que, basándose también en la
fuente policial asegura la existencia de 700 templos en Montevideo, agregando que
"...funcionan casi otros tantos en forma clandestina..."(ibid, 14). Continúa diciendo:
"según mi experiencia personal, se puede calcular un promedió de 50-60 personas, entre
adeptos y fieles de cada templo. Este cálculo lleva alrededor de 35 a 40.000, los cultores
de estos ritos en los templos oficialmente registrados, y el doble si calculamos los
templos clandestinos (Ibid, 14).
La señora Pallavicino de Gramuglia asegura además haber visitado 12 templos de
Umbanda Cruzada y 1O de Umbanda Blanca13 y haber realizado 205 entrevistas a
sacerdotes y/o adeptos; un conteo detallado nos daría que según esta investigadora habría
unas 80.000 personas practicantes de estos cultos; queda en esta información una duda
acerca de la diferencia entre adeptos y fieles, lo que redunda -como se ha visto hasta el
momento- ,en una imprecisión a la hora de enunciar cantidades.
En su libro "Las Sectas y las Nuevas Religiones a la conquista de Uruguay"
(primera edición 1988), el sacerdote católico de culto carismático, Julio César Elizaga14,
afirma que en el Uruguay hay "2.000 terreiros y solo en Montevideo mas de 800".
Respecto a los creyentes afirma que van de "12.000 a 15.000 en todo el país", los
asistentes calculados por Elizaga "son 120.000". Las cifras se repiten y este detalle que
llama la atención, conduce a pensar que las fuentes de donde provienen tales datos no son
13 La diferencia entre uno y otro templo radica en algunos aspectos del ritual y las vestimentas, aunque ambas se relacionan entre si en los aspectos relevantes 14 Elizaga dirige la Parroquia de Belén en un barrio de la ciudad y es un enconado enemigo de los practicantes de estos cultos.
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valederas; pero también que no hubo de parte de los autores un análisis de su
verosimilitud basado en las comprobaciones empíricas.
A continuación se expondrán los datos que en esta oportunidad se obtuvieron del
Departamento de Orden Público de la Jefatura de Policía de Montevideo15
A partir de la década de los años setenta la oficina del mencionado Departamento
llevó un minucioso registro de los templos religiosos (ver pág. 3) en la ciudad de
Montevideo.
Según esta fuente hasta 1985 se habían registrado 407 locales de Umbanda,
Quimbanda y Batuque, aunque en este listado se incluye una categoría que no tiene
explicitación alguna y es la de Umbandista/Espiritista. El cuadro que sigue es copia fiel
del archivo de la oficina de Orden Público y detalla la cantidad de centros religiosos de
diferentes cultos en la capital uruguaya.
Información Obtenida de la Jefatura de Policía de Montevideo
Síntesis de los locales religiosos registrados hasta 1985
Umbandistas 329) 407 Umbandista-espiritista (sic) 68) Evangelistas 160 Mormones 26 Kardecistas 12 Testigos de Jehová 12 Israelitas 8 Católicos 6 Ciencia Cristiana 5 Fe Bahais (sic) 3 Gnósticos 1 Luteranos 1 Total de Locales Religiosos 641 Fuente: Depto. de Orden Público, 1993.
El cuadro siguiente contiene la información de esta oficina tal como fue
brindada16, se relacionan algunas denominaciones barriales del censo con seccionales
15 Agradecemos al Comisario Roberto Costa Rocila, Director del citado Departamento y a los funcionarios policiales Cabos Roberto Antonio Díaz Cáceres y Miguel Ángel Cabrera, por la información brindada. Hacemos extensivo nuestro agradecimiento al Oficial Mayor, retirado de la pollera, Alberto Meyer, quien nos brindó informaciones de primordial importancia para nuestra investigación 16 Es en esta ocasión que por primera vez se transcriben los datos del archivo del Departamento de Orden
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policiales; las dos columnas contienen la cantidad de templos inscriptos en los períodos
entre 1978/1983 y 1984/1993. No se sabe si las cantidades de la segunda columna son
nuevos registros, o incluyen también total o parcialmente los anteriores.
Público de la Jefatura de Policía de Montevideo, los cuadros son copia fiel y literal de lo obtenido en esa oficina.
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Cuadro II
Seccional
Barrio
Período
1978/1983
Período
1984/1993
1a Ciudad Vieja 5 7 2a Centro 7 9 3a Paysandú y Cuareim 15 7 4a Retiro (Miguelete y Democracia) 16 22 5a Cordón 9 7 6a Aguada 20 11 7a Prado 8 8 8a Sayago 18 25 9a Parque Battle Estadio Centenario 5 6
10a Pocitos 5 3 11a Malvin - 9 12a Atahualpa 19 43 13a Jacinto Vera 34 22 14a Parque Rivera 1 3 15a Unión 21 30 16a Maroñas 49 56 17a Casavalle, Hipódromo 27 11 18a Villa Don Bosco 11 22 19a Belvedere 47 42 20a Santiago Vázquez 1 1 21a Colón 8 10 22a Lezica 2 4 23ª Paso de la Arena - 5 24a Cerro 32 37
Fuente: Depto. del Orden Público, 1993,
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La suma de ambas da un total de 760 ¿será este el origen de la afirmación -tantas
veces repetida- de que la policía tendría registrados más de 700 templos?
Teóricamente la Umbanda está amparada por la norma contenida en el artículo N° 5 de la
Constitución de la República, que establece la libertad de cultos en todo el territorio
nacional; a pesar de ello, durante el gobierno militar era obligatorio el cumplimiento del
trámite de registro del templo en la Jefatura de Policía. Cada vez que el interesado -el pai,
etc.- cumplía con los requerimientos del caso, se le otorgaba un certificado que aún puede
verse en muchos templos con una inscripción que dice: "PERMISO POLICIAL N°......",
que acreditaba la aceptación de ese local por parte de las autoridades policiales. Con el
advenimiento de la democracia, el trámite continuó realizándose, sólo que según los jerarcas
de la Oficina de Orden Público de la Jefatura de Policía, el mismo no significa una
autorización sino una forma simple de registro de los locales de culto como por ejemplo
ocurre con cualquier comercio17. De acuerdo a esta situación, actualmente no cabe hablar de
templos oficialmente reconocidos por un lado y de clandestinos por otro; esta distinción no
es necesaria, y efectuar un conteo sin atender estos detalles resultará un tanto absurdo,
además de conducir a conclusiones equivocadas.
Si se tiene en cuenta al manejar las cifras del Departamento de Orden Público que el
trámite realizado al procederse a la apertura de un templo no supone la obligación de
notificar a la autoridad al momento de cerrar las actividades de un local, se deduce que la
policía no dispone de las cifras reales. No sólo no hay control en este sentido sino que la
clandestinidad de los locales no es tal, como antes decimos. Es preciso pues concluir que
los datos de esta Oficina, apenas permiten llegar a un resultado inicial.
Una aproximación a la realidad
Se han manejado en esta investigación datos de distintas fuentes; la policía de
Montevideo; trabajos de otros investigadores; informantes dentro de la Umbanda; noticias
periodísticas de la prensa escrita y especialmente las comprobaciones resultantes de nuestro
trabajo de investigación en el campo. Se llevó a cabo un minucioso análisis de lo publicado
en la prensa desde 1980 hasta 1994; en esta tarea se rescataron 28 artículos que aludían a la 17 Palabras de un informante de la citada oficina.
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cantidad de templos y fieles de Umbanda. La selección que se publica en esta ocasión fue
elegida en razón de observar los detalles en cuanto a la asistencia de público y a las cifras
que se manejan, muchas fueron desechadas debido a una considerable reiteración de las no-
tas periodísticas. La constante alusión a estos asuntos determinó que la mayoría de lo
extraído de la prensa lo constituyeran notas publicadas en fechas próximas a la fiesta de
lemanyá, cuando no a las del propio día.
Frente al hecho que tan frecuentemente se dan cifras globales desmedidas o a partir
de apreciaciones superficiales, es interesante analizar los resultados de la única encuesta
técnicamente realizada hasta el momento. Se trata de la efectuada en 1991 por Gallup
Uruguay (La República, 16 de abril de 1991), donde se afirmaba que en Montevideo los
creyentes de Umbanda, Quimbanda y Batuque eran 5.000, mientras los eventuales consul-
tantes de templos serían 60.000; los primeros eran estimados en 9.000 y los segundos en
100.000 en todo el país; consideraba que el número de templos en la capital era de 300.
Conociendo la metodología empleada por Gallup, puede concluirse que se ha extrapolado
al conjunto de la población lo verificado en el muestreo que corrientemente esta empresa
utiliza para los estudios de opinión/No se conocen detalles de este trabajo, ni de la
representatividad de la muestra, pero considerando estos resultados podemos calcular que si
en Montevideo hay 400 templos, y se sostiene que son unos 5.000 los fieles que practican
esta religión, tendríamos como promedio menos de 20 personas por templo. La propia
experiencia de nuestra investigación lleva a estimar como prudente esta conclusión. La ob-
servación de los distintos templos ha permitido comprobar que este cálculo es válido; en
este sentido debe señalarse que los locales de culto en su gran mayoría son de pequeña o
mediana dimensión, superando difícilmente los 20 metros cuadrados, por lo que pueden
alojar un máximo de entre 30 y 50 personas en ocasión de reuniones importantes: batuques,
fechas especiales, aniversarios, etc.. En Montevideo los templos de grandes dimensiones no
superan los 10o 12. Nos estamos refiriendo al templo como el espacio en que se efectúan
reuniones rituales; las instalaciones adyacentes como lo son la cocina de religión;- los
baños, vestuarios y salas de espera, no se toman en cuenta en estos casos.
Los elementos analizados hasta el momento ofrecen la posibilidad de proponer un
modelo aproximado a la situación de la Umbanda en Montevideo. A partir de la
comprobación empírica resultante del trabajo de campo y de lo aportado por los datos
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secundarios, se puede concluir que Montevideo actualmente cuenta con aproximadamente
200 terreras que practican los rituales de Umbanda, Quimbanda, Batuque y Candomble
(siendo sólo en dos que se desarrolla esta última modalidad). A fin de que se aprecie
debidamente el fundamento de esta afirmación, a continuación se exponen algunos
elementos metodológicos de la investigación así como las alternativas que tuvieron las
salidas al terreno cuando se procuraba llegar a una definición más clara del desarrollo del
fenómeno estudiado.
En primer lugar se pudo comprobar que no se manejaban definiciones convenientes
para algunos términos por parte de quienes se refirieron a esta realidad, como por ejemplo
las categorías de asistentes a los cultos considerados. Surgen así las preguntas siguientes:
¿qué diferencias hay entre un fiel, un cliente y un simpatizante?; ¿cuál de estas categorías va
efectivamente en aumento? Si se habla de un crecimiento importante entre los creyentes de
la Umbanda debería existir una referencia que sirviera de punto de comparación con los
números que se echan a rodar. Para demostrar la veracidad de los cálculos hechos por los
investigadores referidos, y por los periodistas y umbandistas que han difundido tales cifras,
deberían haber propuesto un número alternativo resultante de alguna pesquisa concreta
anterior con la que comparar las cantidades, dejando de lado las especulaciones.
Es válido recordar que entre otros cálculos se ha manejado la existencia de 12.000 a
15.000 fieles (Elizaga, 1988); otros han sostenido que los umbandistas son entre 35.000 y
40.000 (Pallavicino, 1987) -y algún diario capitalino afirmó que según los propios
miembros de "la religión" en Montevideo uno de cada siete habitantes sería umbandista.
Para justipreciar la verosimilitud de esos datos, cuando nos referimos a cantidades
concretas, estamos refiriéndonos exclusivamente a los que integran la categoría de fieles, ya
que las otras -clientes y simpatizantes-son demasiado amplias y de dudosa comprobación.
Un hijo de religión como suele llamársele a los fieles, no sólo puede ser reconocido por sus
actividades y formas de vestir al interior de los rituales, sino que también se siente más
comprometido y difícilmente niegue esa calidad al interrogarlo. Si tomáramos como válida
la proporción de uno de cada siete habitantes de esta ciudad, contando con que la misma
tiene 1.800.000, estaríamos hablando de un 14% de la población total, es decir que los
umbandistas serían aproximadamente 260.000. ¿Acaso se ha tenido en cuenta la entidad de
una cifra como esa?
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Establezcamos alguna comparación a fin de relacionar esas cantidades con otros
fenómenos. El estadio Centenario, que es el más grande del país, tiene capacidad para
70.000 personas; ¿hay sólo en Montevideo una cantidad de fieles de Umbanda. como para
llenar casi cuatro estadios ?...
Cuando se habla de 500.000 umbandistas, ¿se tiene en cuenta que esa cantidad se
aproxima a la de los votos del Partido Colorado que en las últimas elecciones nacionales
obtuvo la mayoría y llevó por segunda vez a la presidencia a Julio María Sanguinetti? Si
realmente existiera una fuerza religiosa de esa magnitud, el Uruguay de hoy tendría otras
características. En un país como este, con una firme trayectoria liberal en materia religiosa,
una realidad de la dimensión que se viene queriendo mostrar, resulta poco admisible. A ¡os
efectos de comparar, señalemos que oficialmente la Iglesia Católica estima que en
Montevideo son 16.000 los fieles que asisten con una frecuencia semanal a misa; esto
también conduce a dudar de que en esta ciudad pueda haber una cantidad tan elevada de
fieles de Umbanda.
Como ejemplo de lo que la comprobación empírica aporta, de destaca apenas lo
obtenido mediante la indagación en un barrio -el Cerro- en el cual los umbandistas han
venido sosteniendo que existen más de 500 terreras. El resultado muestra una evidente
mitificación de la realidad, pues se encontraron:
- 20 terreras, es decir, templos de Umbanda donde se realizan cesiones.
- Se detectaron también tres congales a cargo de pais o mais que sólo atienden
- público, pero no realizan cesiones.
- Ocasionalmente estaba en Montevideo al momento de la prospección una india
guaraní – brasilera, Jurasí, que dijo realizar trabajos con yuyos y que tendía la
pluma del Caburé, lo que le permitía “abrir caminos, mejorar y atraer la salud y
era un llamador del trabajo y del dinero”18
- Videntes, energizadores, parapsicólogos, astrólogos y curanderos de todo tipo
integraron la larga lista de personajes que habitan e el barrio del Cerro y que son,
18 El mencionado personaje fue entrevistado por los integrantes del grupo de investigación; los vecinos del barrio recomendaron la acción por considerar que era prácticamente lo mismo, que tenía la misma eficacia que aquello que nosotros “pretendíamos” buscar. Queda claro que los entrevistados no comprendían el por qué de nuestra tarea, confundiendo el estudio y la prospección con la búsqueda de un curandero o pai de santo para solucionar problemas.
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tal vez, lo que lleva a confusión cuando se habla de cantidad de fieles de
Umbanda19
La equivocación ocurre por asociarse erróneamente con la Umbanda los poderes de
curación, ayuda espiritual, consejos financieros y sentimentales que esas otras opciones
también ofrecen. En ocasión de los festejos a lemanyá, el 2 de febrero, muchos de los
ofrendantes y asistentes que llegan hasta las costas montevideañas dijeron ser practicantes y
bautizados católicos, pero tener una muy fuerte devoción por "esta virgen"20; esto nos pone
en evidencia de que una entidad umbandista como es lemanyá, ha pasado a integrar el grupo
de santos y vírgenes que se veneran en el catolicismo popular. También nos alerta sobre la
pertenencia de una cantidad tan importante de público a las filas de los cultos de Umbanda
en Montevideo y lo confuso y difícil de esta tarea
Al profundizar en el análisis de los datos obtenidos durante las salidas de campo al
barrio del Cerro, quedó de manifiesto que la tríada salud, dinero y amor, no es exclusividad
de la Umbanda, sino que varios son los que han adoptado últimamente esta modalidad de
trabajo. Se podría parafrasear a Juan Cueto (1986), diciendo que nos encontramos en "los
arrabales de lo sagrado", donde al igual que otros negocios de lo irracional como la hipno-
sis, el magnetismo, el control mental, la meditación trascendental y los cultos de la New
Age, la Umbanda debe competir para mantener el estatus y la clientela en este complejo
panorama de posibilidades que coexisten en el plano de las especulaciones místicas.
19 El Cerro fue seleccionado para una prospección y posterior estudio, no sólo por los datos que recibimos de los informantes sino también porque cuenta con las principales características que hacen a un barrio propicio para instalar una terrera. Esta zona se extiende al oeste de nuestra capital; abarca una superficie de 47 kilómetros cuadrados y su población total es de 102.050 habitantes distribuidos en seis barrios. Siendo esta una zona de tan grandes dimensiones se hizo necesario escoger en su interior un barrio; el área de trabajo fue la del casco del Cerro, delimitada por las calles: Carlos María Ramirez, Vigo, Egipto, Camino Cibils y Suiza (Ver mapa). Fueron relevadas 234 manzanas (el trabajo fue efectuado por los integrantes del Programa de Antropología de la Religión) y los objetivos concretos del relevamiento fueron: actualizar y ampliar nuestros datos; corroborar en las ocasiones correspondientes si se estaba frente a una terrera tal como debería estar instalada y si ahí se llevaban a cabo cesiones y rituales correspondientes a la liturgia de estos cultos. En caso de encontrarse ef4ectivamente frente a una de estas, el procedimiento fue: registrar el nombre del responsable de la casa; su filiación religiosa, la antigüedad en el barrio y demás datos sobre la organización interna del local. Al interrogar a los vecinos, las reacciones fueron muy diversas, desde rechazo por desconfianza y desconocimiento del tema, hasta una posterior recomendación de quien sería el mejor curandero para obtener buenos resultados. La confusión no tardó en hacerse evidente; al efectuar la pregunta sobre la presencia en el barrio de algún pai o mai se nos derivó a los lugares más insólitos; ello dio lugar al encuentro con personajes pintorescos que nada tenían que ver con lo que nos convocaba en esta ocasión. 20 Palabras de un informante que se encontraba realizando una ofrenda en la playa del Buceo el 2de febrero de este año.
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Cabe aquí reiterar una vez más que a partir de las cifras obtenidas en esta tarea de
búsqueda y comprobación de los templos en un barrio, sumado a los identificados en otras
partes de la ciudad resultan muy poco creíbles los números que se proponen. Si en el depar-
tamento de Montevideo se sospecha que hay 700, 1.000, 1.500 y hasta 2.000 terreras,
difícilmente pueda continuar manteniéndose esta postura cuando en el barrio del Cerro solo
se encontrároslo. Aún asumiendo que en algunos barrios la cantidad de templos sea algo
mayor que en el Cerro, es preciso tener en cuenta que hay barrios que por diversos factores
(características estructurales de la edificación, disponibilidad de espacio a frente y fondo de
las viviendas, etc.) la presencia de los mismos es mínima cuando no nula. Lejos de caer en
especulaciones simplistas o llevamos por subjetividades se ha discutido arduamente en el
transcurso de esta indagación, sobre la marcha del trabajo, durante el procesamiento de los
datos y sobre los métodos utilizados, tanto los nuestros como los de otros. La certeza de que
se está en un camino próximo y partiendo de la seguridad -por comprobación real- de que se
han registrado 112 terreras en Montevideo, se puede inferir que el número de éstas no va
más allá de 180 o 200. Tomando en cuenta, por observación directa, que en sesiones
normales (es decir habitualmente cuando no se trata de festejos), no hay más de 20 a 25
personas por templo, se llegaría a una cantidad de 5.000 fieles, siempre hablando de la
ciudad de Montevideo.
Aún manejando estos números se está muy lejos de los que corrientemente se
proponen. Un dato más que nos llevó a reflexionar en este sentido es el tiempo que le
insume a cualquier individuo la formación como pai de santo o pronto en Umbanda,
cumpliendo con los pasos específicos y los requisitos inherentes. En tal caso, teóricamente
deberán pasar no menos de 7 a 9 años, para que un hijo de religión esté en condiciones de
abrir su propio templo. Se descuenta que también debió realizar una importante inversión en
materia económica. Si sabemos que la Umbanda está en el Uruguay desde finales de la
década de los años sesenta -1968 aproximadamente- en 27 años es prácticamente imposible
que se hayan abierto tantos templos suponiendo que todos cumplan con los pasos específi-
cos relativos a esta tarea.
Con respecto a la realidad en algunas ciudades del Brasil y de manera comparativa,
pueden observarse los trabajos de Reginaldo Prandi (1991) y Lisias Nogueira Negráo
(1994), que aportan datos de la ciudad de San Pablo. No se tienen cifras actuales de las
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ciudades de Babia, Recife, San Luis de Marañon, o Porto Alegre; pero valdría la pena
preguntarse ¿habrá en el Uruguay más templos que en la ciudad de Bahía, considerada la
cuna del Candomblé?; ¿tendrá Montevideo un porcentaje mayor de fíeles de los que pueda
haber en cualquier ciudad de Brasil?. Los aportes de Reginaldo Brandi en este sentido son
los resultantes de un importante trabajo de campo realizado durante dos años y medio en la
región metropolitana de San Pablo, Según palabras de este investigador21: "... conocí San
Pablo hasta donde no hay asfalto, allá donde el terreiro está en el monte; viajé desde el
centro en los trenes suburbanos hasta la Bajada Fluminense, anduve en San Pablo cerca de
diez mil kilómetros con mi auto..." (ibid, 37). En esta minuciosa pesquisa Prandi registró 60
casas de Candomblé; cuatro de ellas también practicaban rituales de Umbanda, la tarea en
realidad era la de identificar y localizar en esta ciudad casas y sacerdotes que hubieran
tenido que ver con el origen del Candomblé en San Pablo o que actualmente estuvieran en
proceso de transición para el citado ritual (ibid).
Lisias Nogueira Negráo realizó un trabajo que aportó los siguientes datos: para la
ciudad de San Pablo que cuenta aproximadamente con 14.000.0OO de habitantes habría
más de 10.000 terreiros sólo en la capital, no se conocen detalles de la metodología de in-
vestigación ni de la duración y entidad de la misma. El lector podrá cotejar porcentual
mente las cantidades manejadas en los distintos trabajos; puede verse comparativamente en
relación a la población de Montevideo, que la cifra de 200 terreras significa en proporción
una décima parte de la de la ciudad de San Pablo, lo que nos pone frente a una cantidad
admisible y con un criterio muy próximo a la realidad estudiada.
Un balance de lo aportado en esta ocasión permite dar una mirada a la situación que
en Montevideo tienen los cultos de Umbanda, Quimbanda, Batuque y Candomblé, y el lugar
geográfico que estos templos ocupan nos permite definir la magnitud y crecimiento de los
mismos. Posteriores avances de investigación darán la posibilidad a los lectores interesados
de aproximarse a esta realidad que parece -en ciertos aspectos- similar a las de algunas
ciudades de los países vecinos.
En este sentido conviene destacar que esta manifestación de religiosidad popular
uruguaya experimenta modificaciones constantes que deberán ser tenidas en cuenta al 21 Reginaldo Prandi es sociólogo y profesor desde 1976 en el Departamento de Sociología de la Universidad de San Pabló (USP), con larga trayectoria como investigador en estos temas. Su obra has nutrido nuestras discusiones en el marco de estas pesquisas.
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momento de buscar una mejor comprensión y explicitación de los fenómenos de este tipo.
Mariel E. Cisneros López
Montevideo, enero 1995.
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