8/9/2019 Prefacios Historia Contemporanea Amrica Latina Halperin Donghi
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8/9/2019 Prefacios Historia Contemporanea Amrica Latina Halperin Donghi
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Humanidades
Tulio Halperin Do nghi
Historia
contempornea
de Am rica latina
l libro de bolsillo
Historia
Alianza Editorial
8/9/2019 Prefacios Historia Contemporanea Amrica Latina Halperin Donghi
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Primera edicin en El libro de bolsillo: 1969
Decimotercera edicin, revisada y ampliada: 1996
Primera edicin en rea de conocimiento: H umanidades: 1998
Sexta reimpresin: 2005
Diseo de cubierta: Alianza Editorial
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra est protegido por la
Ley, que establece penas de prisin y/o mu ltas, adems de las corres pond ientes
indemnizaciones por daos y per ju icios , para quienes reprodujeren , p lagiaren ,
d i s t r ibuyeren o comunicaren p bl icamente, en todo o en par te , una obra
li teraria, art stica o cientfica, o su transfor mac in, interp retacin o ejecucin
artst ica fijada en cualquier t ipo de sopor te o comun icada a travs de cualquier
medio, sin la preceptiva autorizacin.
Tulio Halperin Donghi
Alianza Editorial,S.A., Madrid, 1969,1970,1972,1975,1977,1979,
1980,1981,1985,1986,1990,1993,1996,1998,2000,2001,2002,2004,
2005
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15;
28027 Madrid; telfono
9
393 88 88
www.alianzaeditorial.es
ISBN: 84-206-3515-4
Dep sito legal: M. 25.540-2005
Fotocomposicin e impresin:
EFCA,
S.A. f
Parqu e Ind ustrial Las Monjas :
28850 Torrej n de Ardoz Mad rid) *?
Printed in Spain
Prlogo a la presente ed icin
Publicada po r prim era vez en vers in i ta liana en
1967,
estaHis
toria contempornea de Amrica latina requera ya por esa ra
zn un a ampliacin des t inada a integrar en e lla
el
examen de las
dos dcadas largas t ranscu rridas desde entonce s . Bien pron to
se hizo claro q ue ello no era suficiente, ya que lo ocurr ido en los
l t imos veinte aos largos i lumina con u na luz dis t inta las e ta
pas inmediata men te anteriores en la his toria la t inoam ericana.
En consecuencia , mientras p ara los primeros c inco cap tulos de
la vers in original m e l imit a modificaciones m enores , que re
flejaban s obr e todo los avances de la indag acin h istrica en al
gunos temas especficos, me decid a reemplazar el captulo VI
y final, que cu bra la etapa pos terio r a la crisis de 1929, po r o tro
nuev o, consag rado a las t res dcadas entr e aqul la y ese otro
m om ento de rup tura que e s l a Revoluc in cubana , an te s de
agregarle otr o nuev o sobre la etapa abierta con sta.
Esa rees t ruc tu rac in pa rece t an to m s necesa r ia porque ,
desde una pe rspec t iva h i s t r ica - inasequ ib le cuando se ob
servan las cosas demasia do de ce rca- , la Lat inoam rica de la
segunda p os tgue r ra apa rece hoy do tada de un pe rf i l m s n
t ido de lo que se pod a advert i r hace dos dc adas . Pero hay
t o
dava otras ra zones qu e la hacen aconsejable y es tas l t imas la
tor nan a la vez pro blem tica . Es te l ibro de 1967 es t inevi ta-
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H ISTO R IA C O N TEMPO R N EA D E A MR IC A L A TIN A
blemente marcado por el
eitgeist
de su mom ento d e origen:
elproblema noesentonces que la imagen que pro pone del pa
sado entonces inmediato aparece quiz demasiado bo rrosa,
sino que la que imp lcitamente hace suya del presente y
el
fu
turo resulta hoy insostenible.
Estas dos dcadas, en efecto, han disipado el optimismo
reinante durante la ms avasalladora era de prosperidad co
nocida por el mu ndo desarrollado y han hecho en parte inac-
tual la impaciencia que no poder participar plenamente de
ella despertaba en su periferia; ambas actitudes subtendan
ms
de lo
que entonces
se
adverta tanto los diagnsticos acer
ca delpasado comolaspropuestas paraelpresente: las teoras
del desarrolloy lasrevolucionarias que por entonces disputa
ban el terreno se apoyaban unas y otras en anticipaciones del
futuro q uese lesaparecan dotadas de ms firme certidum bre
que la ms escrupulosa reco nstruccin histrica y que mos
traban cercana la meta
a
la cual vean encam inarse el proceso
histrico, meta cuya conquista vendraa justificar retrospec
tivamente el telar de desdichas que ste en buena medida h a
ba
sido.
Ni una ni otra de esas fes rivales dom inaba sin duda
esta tentativa de historia contempornea de Latinoamrica,
pero en la relecturaseme hace evidente quelossupuestos que
ambas comp artan sin saberlo, porque eran parte
de
la atms
fera en que haban surgido, subtendan tambin un texto de
masiado cauteloso para arriesgarsea laprofeca.
Aunque sta fuese cuidadosamente esquivada, no dejaba
de hacerse sentir, apenas la narracin histrica se acercaba a
los tiempos actuales, esa tan curiosa co mbinacindeoptimis
ta seguridad en el futuroeimpaciencia ante la dificultad para
alcanzarlo en la que hoy reconocemos sin dificultad un rasgo
de poca, y que haca que aun la ms cruda d escripcin del
impacto alcanzado por problemas aparentemente insolubles
estuviese como ilum inada por la implcita confianza
en que la
solucin llegara en la prxim a vuelta del camin o.Esnecesa
rio decir que de esa confianza queda muy po co en la versin
que aqu se ofrece, que sin duda est a su vez marcad a con el
PR L O G O A L A PR ESEN TE ED IC I N
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sello de un pasado m s reciente, que cuenta entre las etapas
ms trgicas de una historia que abund a en ellas?
Ese inevitable cambio de perspectiva no ha llevado por
cierto a proponer como nueva moraleja para la exploracin
del pasado latinoam ericanoaninguna d e las hoy tan p ruden
tes y favorecidas por la desencantada sabidura qu e ha here
dado de las alucinadas fes de hace veinte aos la ambicin de
guiar la marcha de Latinoamrica hacia el futuro. P or el con
trario,
la nica que quiz alcanzara a propo ner es otra m s
negativa:asaber, que en Latinoamrica, ms an que en otras
regiones que han logrado sedim entar un perfil ms preciso a
travs de una experiencia histrica m s prolongada, la noc in
de que la consuma cin delostiempos nos est esperando tras
el prximo recodo en su ruta histrica es necesariamente en
gaosa;si suspeligros como fuente de inspiracin poltica son
ya patentes pa ra tod os, los que ofrece como gua para la ex
ploracin del pasado no son menos reales.
TULIO HALPERIN DONGHI
Berkeley,junio de1988
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Prlogo a la prim era edicin
Una historia de Latinoamrica independiente: he aqu un
tema problemtico. Problema
es
ya la unidad del objeto m is
mo;
el extremo abigarramiento de
las
realidades latinoam eri
canas suele ser lo primero que descubre el observador extra
o ;
con cautela acaso recomen dable, Lucien Febvre titulaba el
volumen que losAnualesdedicaron al subcontinente tra
versles Amriques latines.Las Amricas latin as, enton ces,
tantas como
las
naciones que
la
fragmentacin postrevolucio-
naria ha creado? He aqu una solucin que tiene sobre todo el
encanto de la facilidad: son muc hos los manuales que la pre
fieren, y alinean diligentemente una veintena de historias pa
ralelas. Pero la nacin ofrece ella misma un seguro marco
unitario? Cuando Simpson quiso recoger en un libro el fruto
de decenios de exploracin adm irablemente sagazde lahisto
ria mexicana le puso por ttulo Many M exicos;estos muchos
Mxicos no eran tan slo los que van desde el esplendo r ind
gena hastalarevolucin del siglo xx; tambin son los que un a
geografa ato rmen tada y una h istoria compleja hacen subsis
tir ladoalado sobre el suelo mexicano.Lageografa antes qu e
la historia opone entonces a la meseta mexicana, de sombra
vegetacin, el desierto y la costa tropical; la que en o tras na
ciones est en el pun to de partid a de diferenciaciones no me-
1
PR L O G O A L A PR IMER A E D IC I N
u
nos profundas: as como ocurra con las Am ricas latinas, el
plural parece imponerse tambin, contra toda gramtica,
para reflejar los desconcertantes contrastes aun de pases re
lativamente pequeos, como
el
Ecuador
o
G uatemala...
Problema es tambin la posibilidad de una consideracin
propiam ente histrica del tema: aun sin seguir el ejemplo de
quienes buscando por caminos acaso demasiado fciles) su
brayar la originalidad latinoamericana, niegan que Latino
amrica tenga en rigor historia, es preciso admitir que, en
cuanto a ciertos planos de la realidad social, la historia se
mueve acaso ms despacio aqu que en otras partes. De all el
avance de los exmenes ahistricos d e la realidad h ispanoa
mericana pasada o presente; ese avance, a ratos excesivo y
prepote nte, si por una parte compleme ntalasperspectivas de
un a
histoire vnementielle
que en Am rica latina no suele ser
menos intelectualmente perezosa que en otras comarcas, no
est tampoco exento de aspectos negativos;elgegrafo, el so
cilogo, el antroplogo social, al ignorar la dimensin his
trica de los problemas que les interesan, corren riesgo de
entenderlos m uy mal... No reduzcam os, sin emba rgo, el pro
blema a una querella de especialistas sensiblesa laslimitacio
nes ajenas ms qu e a las propias: la gravitacin de esas cien
cias del homb re que se diferencian de la historia en cua nto
ponen el acento en el estudio y descripcin de complejas es
tructuras -exa mina das al margen del proceso temporalalque
deben su existencia- no se debe tan slo al contexto cultural
enelcualsedan hoylosestudios latinoamericanos;esen parte
requerida po r el objeto mismo .
Si
hoy Fernand Braudel pue
de reivindicar com o la conquista acaso ms valiosa de la his
toriografa ltima el haber d escubierto que la historia no es
slo ciencia de lo que cam bia, sino tambin de lo que p erma
nece, ese descubrim iento es para el estudioso de la Amrica
latina incomparablemente ms fcil; quiz por eso mismo
puede tambin seramenu do meno s fructfero.
Descubrir que
la
historia
es
tambin ciencia
de lo
cambian
te ,
que tras las ancdotas coloridas o mo nton as en que sue-
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H ISTO R IA C O N TE MPO R N EA D E A MR IC A L A TIN A
len perderse con delicia tantos historiadores latinoamerica
nos,
junto con tantos de otras latitudes, existen procesos que
puede ser interesante rastrear,
es
en cambio m enos fcil; entre
los relatos polticos y patriticos ylasconstantes a cuyo exa
men se consagran otras ciencias human as, la historia halla di
fcil en Latinoamrica enco ntrar su terren o pro pio.
A
esa empresa difcil, orientada hacia un objeto problem
tico,
est consagra do este
libro.
En l
se
ha querido,
a
pesar de
todo, ofrecer una historia de la Amrica latina moderna, a
partir de la crisis de independen cia que lacre.Una historia
que procure no ignorar qu servidumbre impo nen realidades
que se presentan inmviles no slo en la perspectiva limitada
que ofrece el trayecto temporal de una vida humana, sino
tamb in en la ms amplia que prop orcio nan los siglos. Pero
que no p or eso renuncie a ser historia; es decir, examen de lo
que en
ese
marco
se
transforma
y a
la
vez lo
transforma.
Una historia de Amrica latina que pretende hallar la ga
ranta de su unidad ya la vezde su carcter efectivamente his
trico al centrarse en el rasgo que do minalahistoria latinoa
mericana desde su incorporacin
a
una unidad m undial, cuyo
centro est en Europa : la situacin colonial. Son las vicisitu
des de esa situacin, desde el primer pacto colonial cuyo ago
tamiento est en
el
punto de partida
de la
emancipacin, hasta
el establecimiento de un nuevo pacto, ms adecuado, sin
duda, pa ra las nuevas metrp olis, ahora industriales y finan
cieras a la vez que mercantiles, pero m s adecuado tambin
para una nueva Latinoamrica ms dom inada que antes de la
Independencia porlosseores delatierra,yunavezabiertala
crisis de ese segundo pacto colonial, la bsqueda y
el
fracaso
de nuevas soluciones de equilibrio menos ren ovadoras de lo
que suponana la vez suspartidariosy susadversarios; menos
renova doras, sobre tod o, de lo que las transformac iones del
orden m undial exigende lospases marginalesque noquieren
sufrirlasconsecuencias de un de terioro cadavezms rpido.
Y
finalmente
el
desequilibrio y las tensiones de
la
hora actual,
que confluyen en conflictos planteados a escala planetaria.
PR O L O G O A L A PR IMER A ED IC I N
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Dentro de esta perspectiva se ha intentado aqu ordenar
una realidad cuya riqueza no quisiera traicionarse.Apesar de
todo,las limitaciones son necesarias, y este libro no pretende
ser una historia total
de la
Am rica latina:
se
buscarn
en
vano
en l los cuadros -frecuentemente demasiado rp idos - que
suelen ofrecer, paralelamentea lahistoria sin adjetivos,lahis
toria literaria
e
ideolgica
a
travs de un puad o de nomb res
y
fechas, y de caracterizaciones escasam ente evocadoras para
quienes no conocen por experiencias ms directas la realidad
en ellas aludida . No es sa la nica carenc ia que el auto r se ha
resignadoaaceptar para su obra; muchas otras que no advier
te lasdescubrir sin dudaellector, cruelmente evidentes. Aun
as estelibro,
que no
se
prop one ser un comen tario de actuali
dad, pero tampoco rehuye acompaar hasta hoy el avance a
men udo a torme ntado de Amrica latina, no ha de carecer de
alguna utilidad si logra ayudar -c on la perspectiva que preci
samente slo la historia pod ra ofrecer- ala comprensin de
esta hora latinoamericana , en que los crueles dilemas que tan
largame nte han venido siendo eludidos se presentan con ur
gencia bastante como para ganar para este subcontinente, de
masiado tiempo contemplado p or
el
resto del mund o con mi
rada distrada, una atencin por prim era vez alerta, yaratos
alarmada.