7/23/2019 Posmodernidad, Iglesia y Predicación http://slidepdf.com/reader/full/posmodernidad-iglesia-y-predicacion 1/40 POSMODERNIDAD, IGLESIA Y PREDICACIÓN Un análisis y propuesta radical Este artículo del Dr. Osvaldo Mottesi es el texto de un capítulo agregado a la nueva edición revisada de su libro Predicación y misión, celebratoria del 25 aniversario de la publicación original, que aparecerá a inicios del 2014. Esta obra ha tenido numerosas reimpresiones y ha servido a centenares de estudiantes en el mundo de habla castellana, como texto didáctico en cursos presenciales y a distancia sobre la ciencia y el arte de predicar. Esperamos que la nueva edición siga en las huellas de la primera. -----ooo0ooo----- " Voy el domi ngo a la montañ a porqu e la contemplación de la naturaleza me hace adorar a Di os, y no voy a la i glesia porque me paso el cul to pensando en l a mon tañ a" .Daniel Llaudet “ La iglesia no puede existir sin interrogarse constantemente a símisma, a la luz de la Escritur a, acerca de la fideli dad de su testimonio, de la coherencia entre su mensaje, su vida y su culto ” . José Míguez Bonino “Ninguna teología puede ser útil si se elabora de espaldas a lo que está sucediendo en el mundo… es una ‘teología que responde’: debe responder a las cuestiones implícitas en la situación humana general y en la situación histórica particular” . Alberto F. Roldán “ H oy en Amé rica L ati na se hace más necesar io que nun ca refl exionar teológicamente y poner ‘ toda nuestra mente ’ al servicio del Rein o de Di os. El explosivo crecimiento evangé li co nos ha satur ado de estr ategas del proseliti smo que pr ivil egian l a acción sobre todas las cosas. El afán por los números, el excesivo é nf asis en las emociones y la masificación de la f e, claman por verdaderos(as) teólogos(as) que orienten a la I glesia y recuerden con voz profé tica la centrali dad de las Escritur as. Aquíy ahora, los teólogos(as) han dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad prioritaria. Que la Teología deje oí r su voz ” . Harold Segura “No es difícil ser bíblico, si no te importa ser relevante. Y no es difícil ser relevante, si no te importa ser bíblico. Lo importante es ser bíblico y relevante al mismo tiempo” . John Stott
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Este artículo del Dr. Osvaldo Mottesi es el texto de un capítulo agregado a la nueva edición
revisada de su libro Predicación y misión, celebratoria del 25 aniversario de la publicaciónoriginal, que aparecerá a inicios del 2014. Esta obra ha tenido numerosas reimpresiones y ha
servido a centenares de estudiantes en el mundo de habla castellana, como texto didáctico en
cursos presenciales y a distancia sobre la ciencia y el arte de predicar. Esperamos que la nueva
edición siga en las huellas de la primera.
-----ooo0ooo-----
" Voy el domingo a la montaña porque la contemplación de la naturaleza me hace adorar a Di os, y
no voy a la i glesia porque me paso el cul to pensando en l a montaña" . Daniel Llaudet
“ La iglesia no puede existi r sin interrogarse constantemente a símisma, a la luz de la Escritur a,
acerca de la fideli dad de su testimonio, de la coherencia entre su mensaje, su vida y su culto ” .
José Míguez Bonino
“Ninguna teología puede ser útil si se elabora de espaldas a lo que está sucediendo en el mundo…
es una ‘teología que responde’: debe responder a las cuestiones implícitas en la situación humana
general y en la situación histórica particular” . Alberto F. Roldán
“ Hoy en América Latina se hace más necesar io que nunca reflexionar teológicamente y poner ‘ toda
nuestra mente ’ al servicio del Reino de Dios. El explosivo crecimiento evangéli co nos ha satur ado
de estrategas del proseli ti smo que pr ivil egian l a acción sobre todas las cosas. El afán por los
números, el excesivo énf asis en las emociones y la masif icación de la fe, claman por verdaderos(as)
teólogos(as) que ori enten a la I glesia y recuerden con voz profética la centrali dad de las Escri tur as.
Aquíy ahora, los teólogos(as) han dejado de ser un lu jo para converti rse en una necesidad
pr ior i tar ia. Que la Teología deje oír su voz ” . Harold Segura
“No es difícil ser bíblico, si no te importa ser relevante. Y no es difícil ser relevante, si no te importa
ser bíblico. Lo importante es ser bíblico y relevante al mismo tiempo” . John Stott
El marco teológico y pastoral desde el cual compartimos lo que sigue, tiene que ver con tres
convicciones como criterios:
1. Nuestra comprensión de la iglesia en su expresión congregacional: “La iglesia cristiana, uno de
los medios de la misión de Dios, no es un grupo de personas religiosas, sino una comunidad dediscípulos y discípulas de JesuCristo; es la comunidad del Reino dentro de la comunidad civil; es una
comunidad contracultural transformadora, es JesuCristo tomando forma en la sociedad, haciéndose
audible, visible y accesible en el poder del Espíritu Santo”.
2. Nuestra meta como pastor congregacional: Procurar el desarrollo de 1) una iglesia que
reconoce que el amor debe expresarse y compartirse con los demás y -por lo tanto donde el perdón
es esencial. 2) Una iglesia generosa que reconoce que Jesucristo es el Señor sobre todas las cosas,
lo que incluye nuestros recursos, tiempo y talentos. 3) Una iglesia que ora porque cree en el podery eficacia del orar sin cesar. 4) Una iglesia que adora y celebra al Señor a través de expresiones
generacionales y culturales de alabanza y adoración. 5) Una iglesia agradecida que da gracias a
Dios en todo y por todo. 6) Una iglesia sierva que ministra a las necesidades de todo tipo de gente,
siguiendo el modelo de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 7) Una iglesia pacífica y pacifista
activa, realmente comprometida con el cambio social no violento. 8) Una iglesia con propósito que
adora, ministra, evangeliza, vive en comunión, discipula y vive siempre en misión, potenciada y
capacitada en todo y para todo por el Espíritu Santo.
3. Nuestra convicción desde la cual intentamos este análisis y propuesta; La posmodernidad nos ha
dejado ya muy en claro que: 1) Es implacable con quienes la ignoran o ensalzan, la rechazan o asumen,
sin más. 2) Es imposible ser iglesia con impacto genuino y frutos permanentes, sin ser radicalmente
contextual. 3) Es irrevocablemente inaceptable cualquier teología o espiritualidad sincrética, en lugar del
evangelio del Reino. 4) Es impostergable reconsiderar ciertos criterios sobre ser iglesia y hacer misión.
5) Es imperativo desarrollar un nuevo perfil del predicador o predicadora y de la predicación pastoral.
La posmodernidad¿Quiénes se interesan realmente en escuchar sermones en nuestros días? Desde hace tiempo se
responde a esta pregunta afirmando que, entre otros factores, la gente está drogada y esclavizada por la
televisión. Es verdad, pero este diagnóstico es parcial en cuanto al rol social de la televisión, pues el
problema es mucho mayor. Esta adicción esclavizante ocurre como resultado de que nuestra sociedad ha
Pero eso no es todo, más recientemente el “tsunami” cibernético iniciado en la frontera de dos
siglos mediante el internet y sus múltiples y crecientes derivados, ha transformado las maneras en que las
nuevas generaciones reciben y procesan, entienden y responden a diferentes tipos de mensajes. Por otra
parte, esta nueva era manifiesta también un talante hostil creciente hacia la autoridad, sea la que fuere yvenga de donde provenga. Y de postre a lo anterior se agrega cierto tipo de cansancio y desaliento,
sospecha y cautela -por no decir desconfianza- hacia las palabras. La juventud está vacunada contra las
palabras, especialmente cuando estas provienen de las generaciones anteriores.
Estos síntomas, que son sólo aspectos parciales del diagnóstico de nuestro tiempo, manifiestan la
seriedad de los desafíos que la iglesia enfrenta progresivamente desde hace más de medio siglo. Porque la
salud de la iglesia depende mayormente de su predicación. Y la predicación ha sido hasta hoy sólo
comunicación oral, solo palabras, una experiencia exclusivamente acústica. Por eso hoy la predicaciónestá siendo devaluada crecientemente por los múltiples efectos de la era en que vivimos. Este tiempo que
llamamos sin mucha convicción y aún menos claridad, posmodernidad. Sin mucha convicción, porque el
“pos” no define una situación concreta sino solo algo difuso y tentativo, multifacético y escurridizo,
aunque muy real y -de todas formas- influyente.
Muchos miembros de nuestras congregaciones, al escuchar o leer este neologismo de cuño
relativamente reciente, se preguntan. ¿Qué es eso de posmodernidad? Y la pregunta expresa una doble
realidad muy importante.
Primero, que el fenómeno que llamamos posmodernidad ha sido analizado, ensalzado o criticado,
cuestionado o bienvenido por las élites urbanas de las clases medias y altas de tipo intelectual, pero las
grandes mayorías no comprenden sus causas, fenomenología y efectos, aunque los experimentan cada día
en múltiples niveles.
Segundo, esta nueva realidad bautizada como posmodernidad es un fenómeno desigual según sean
los contextos humanos que se consideren. En un mismo país americano o europeo, para limitarnos solo al
occidente, podemos encontrar mayormente en contextos rurales, bolsones de culturas pre modernas. En
otros contextos, aún cercanos geográficamente, la modernidad reina con sus presupuestos y actitudes,ideologías y hábitos. Porque hasta aquí la posmodernidad ha conquistado y se arraiga en los países más
industrializados, las mal llamadas potencias desarrolladas, pero en extensas regiones la mayoría de gentes
-aún en tales países- son ajenas a su impacto. Es decir, la posmodernidad, juguete de análisis, diagnósticos
y profecías de intelectuales de todo cuño, es una expresión desigual en cuanto a su influencia actual en el
mundo contemporáneo. De todas formas, su influencia crece y, aún en contextos todavía no conquistados
como los antes mencionados, coloniza vía informática la idiosincrasia de las nuevas generaciones.
Continuando con la posmodernidad es bueno indicar, a nuestro muy personal parecer, cuándo -si
es posible esto determinarlo realmente- se inicia esta nueva era. Y esto suele ser un ejercicio históricomuchas veces arbitrario, pero en parte necesario. Mi percepción me hace notar un desencanto inicial hacia
ciertos valores claves de la modernidad en los años veinte del siglo pasado. Claro saldo de posguerra. El
conflicto europeo de 1914 trajo consigo una progresiva toma de conciencia de los cambios que estaban
aconteciendo. En esos años, a un optimismo humanista le sucedió un pesimismo trágico. Una obra que
expresa tal sentir y fuera influyente en su tiempo, fue la de Oswald Splenger, La decadencia de occidente,
aparecida originalmente en alemán, en tres volúmenes, entre 1918 y 1922.
Sin embargo, a pesar de los malos presagios surgió poco a poco una nueva perspectiva. El fin delciclo liberal-burgués-progresista-optimista significaba el surgimiento de una nueva situación. José Ortega
y Gasset (1883-1955), verdadero profeta a mediano plazo de la secularización europea, y a largo plazo de
la posmodernidad, en su obra El tema de nuestro tiempo aparecida en 1921, afirma que su época
expresaba la consolidación de un impulso incontenible en favor de la vida humana.{1} Por ello detecta un
nuevo tipo de sensibilidad vital, que denomina “deportiva y festival”, esto es, no atada a afirmaciones
dogmáticas solemnes, ni determinada por principios que se entiendan como trascendentes a la existencia
humana. {2}
El período entre las dos guerras mundiales del siglo XX es lo que nos atrevemos a llamar la
prehistoria gestadora de la posmodernidad. Con los legados de la revolución bolchevique, la tendencia
liberal Kuo-Ming-Tan en China, el arribo al poder del conservadorismo japonés, el fascismo italiano, el
nazismo alemán y la trágica guerra civil española, no pudo menos que arribarse a la segunda guerra
mundial.
La segunda posguerra vio surgir nuevas potencias y alianzas, y una nueva geopolítica y geo-
economía al servicio de los poderes económico-políticos hegemónicos. Pero también comprobó
dramáticamente la ineficacia de las pautas culturales tradicionales, lo que sirvió para cuestionar la validezy universalidad de las mismas. A través del cruce de pensamientos diversos, tradiciones distintas,
{1) José Ortega y Gasset. Obras completas. Madrid: Editorial Revista de Occidente, 1957, Vol. III, pág. 178.
ideologías opuestas, surge un pensamiento que se llegó a denominar “adulto”, libre de trabas y tutelas
extrañas al ser humano y su experiencia. Era el comienzo de la secularización, de la que derivaría la
posmodernidad en el mundo norte atlántico. La secularización fue y es, a la vez, un hábito de vida y un
modo de pensar. Se caracteriza por una lealtad más funcional que ontológica. Rechaza todas las filosofasque pretenden ser sistemas omnicomprensivos. Esta fue el comienzo. Le siguió la posmodernidad
La posmodernidad ubica su momento inicial más explícito, con la primera eclosión cultural
durante “el mayo o verano caliente” de 1968, en los recintos de la Sorbona y en las calles de París. Allí la
juventud estudiantil y de tipo intelectual explota en su rebeldía acumulada ante una civilización occidental
moderna que les ha vendido principios e instituciones, ideologías e ideales, propósitos y hábitos, que se
han demostrado en bancarrota.
Esta revolución cultural eurocéntrica cruza el Atlántico y se expande casi de inmediato en losrecintos universitarios norteamericanos. Paulatinamente se transforma en el fenómeno mundial que hoy
nos ha llegado. Sus expresiones afectan desde entonces las relaciones humanas, la moda y la música, la
arquitectura y las artes, el pensamiento y la política, y todo cuanto tenga que ver con la interpretación de
lo que sea. Es el nacimiento de algo nuevo, que aunque lleva ya décadas de desarrollo e impacto, es aún
imposible de definir claramente porque es el “ pos” de lo anterior que aún no ha muerto del todo -ni
mucho menos- y quizás el “pre” de lo aún desconocido. Pero sí es una filosofía de actitud, una
idiosincrasia consensuada, un talante ecléctico ante la vida, donde el pasado no cuenta, el presente es para
gozarlo, y el futuro no preocupa.
El espíritu posmoderno sospecha de toda autoridad, está incómodo con cualquier institución
establecida, y duda de la capacidad de la ciencia para responder a los más vitales interrogantes humanos.
Por su inconfesable pero real estirpe burguesa, se ha subyugado complaciente ante los avances de la
tecnología, le encanta el confort y está entregado sin inhibiciones a un consumo delirante. Por otro lado,
desconfía que esas realidades que consume y entre las cuales “flota”, tengan la capacidad o habilidad para
mejorar realmente la calidad de la vida humana.
La modernidad había propuesto primero la religión y luego la ciencia como ejes mediáticos paraconseguir las metas buscadas, el mejor bien para el mayor número posible. Desde comienzos del siglo
pasado la pre-posmodernidad, y más tarde esta misma, cuestionan ambas mediaciones. A esta altura
parecería imposible poder alcanzar ningún tipo de metas, por no llamarlas – como corresponde y en el más
La posmodernidad ha dejado atrás la cultura de la palabra y del concepto, y ha abrazado la moda
de la imagen y el efecto, la expresión y la impresión. El estímulo de los sentidos se ha convertido en el
valor dominante de la existencia humana. En gran medida lo estético ha reemplazado a lo ético. La
apariencia es más importante que la esencia. Más que el ser, importa el parecer. El tiempo en el gimnasioo el “spa” ha reemplazado al devocional cotidiano. Los tratamientos de belleza han desplazado, hasta con
cirugía, a la búsqueda de la sanidad interior. Se lee y piensa, se medita y escribe menos. La pregunta
existencial de los siglos ¿quién soy? -interrogante milenario mayéutico, paridor de sistemas de
pensamiento- está siendo reemplazada por el ¿cómo me veo?
Las películas y series televisadas más laureadas son, mayormente, las que exhiben más efectos
especiales. Ocho de las diez canciones más populares y mejor vendidas en la Argentina en 2012 son
cantadas en inglés, que la mayoría del país no entiende, especialmente en los giros idiomáticos, típicos delas juventudes de cada contexto. Cuando en un programa de televisión en Buenos Aires hice notar este
dato, quien lo conducía, un querido amigo pastor me dijo: “es que ahora parece que la música no es
necesario entenderla, sino sentirla”. ¡Y dio en el clavo!
En una misma página de Internet se mezclan impúdicamente ofertas de obtención rápida y fácil de
postgrados universitarios, citas amorosas programadas, diagnósticos astrológicos, “las diez leyes
universales de la prosperidad”, y hasta un último discurso presidencial. Como ejemplo indicamos sólo un
botón específico: Basta con abrir en el buscador que fuere una consulta sobre la histórica Iglesia de San
Ignacio de Loyola, en Buenos Aires, para que aparezca una oferta turística en la que se incluye a esta
iglesia junto con los mejores lugares de turismo gay, la mejor carne del mundo, escuelas y shows de
tango, bellas mujeres, opiniones presidenciales, etc.
Esta es una patética expresión del mercado posmoderno, que ofrece la posibilidad de no hacer
diferencia alguna entre el paseo turístico, el recorrido histórico, la peregrinación religiosa, el “tiempo
lúdico” y -muy importante- el shopping. Es la muestra gratis de una posmodernidad que, al ensalzar la
caída de los grandes relatos, arrastra consigo las distinciones clásicas entre lo sagrado y lo profano, el
templo y el burdel, lo público y lo privado, la autoridad y el autoritarismo, la libertad y el libertinaje, etc.El poeta argentino Enrique Santos Discépolo profetizó acertadamente al escribir en 1935, en la
letra y música de su tango “Cambalache”, el cual es considerado un epítome de la filosofía discepoloniana
en particular y tanguera en general, lo siguiente: “igual que en la vidriera escandalosa de los cambalaches
se ha tornado la vida, y herida por un sable sin remaches ves llorar la Biblia junto a un bandoneón”. {3}
En cuanto a la relaciones interpersonales, el perro ha dejado de ser el mejor amigo del ser humano, ahora
lo es la computadora.
La modernidad estuvo y está regida por el racionalismo, hijo dilecto del axioma cartesiano“pienso, luego soy”. La posmodernidad enfatiza el creer , o más bien confiar en cualquier cosa que hace
sentirse bien. Es una reacción pendular a la modernidad, y está gobernada por el muy subjetivo “siento,
luego soy”. A la tiranía moderna de la razón le ha sucedido ahora una explosión de la sensibilidad y de la
subjetividad. En algunos círculos, el ataque contra la razón y la objetividad ha alcanzado dimensiones de
cruzada, y algunos jóvenes hacen suya la afirmación anarco tremendista de Nietzsche: “Todos los
pensamientos son malos pensamientos... El hombre no debe pensar ”. Es decir, hemos ingresado al
imperio de lo "débil", de lo light. El lenguaje dominante actual es el de los símbolos generacionales, loscódigos virtuales, lo rápido y lo impactante, y todo aquello que parezca o huela a esotérico, lo que nos
haga “sentir bien”.
No pretendemos añadir aquí otro análisis minucioso más de la posmodernidad. Solamente nos
interesó compartir, en panorámica brevísima, junto con algunas de sus manifestaciones populares más
notorias, nuestra interpretación de su desarrollo prehistórico. Ya existe, desde distintas ventanas de
diferentes disciplinas, un verdadero mar de todo tipo de diagnósticos acerca de la posmodernidad. Es
incontable el número de ensayos y otros trabajos al respecto. Solo deseamos destacar algo mínimo y
genérico, en relación con el propósito de este ensayo, que es la comunicación del evangelio del Reino de
Dios. De lo mucho ya leído y releído por quienes hoy lean estas páginas, solo reiteramos, para refrescar la
memoria, lo que sigue.
Los cinco “sin” de la cultura postmoderna
1. Ideologías sin ideales: Mucho se escribió y algo se ha hablado a fines del siglo XX de la
ideología acerca de “la muerte de las ideologías”. Esta fue vaticinada y desarrollada por Francis
Fukuyama en su obra El fin de la historia y el último hombre, aparecida originalmente en inglés en 1992.Allí este autor inicia su reflexión con una afirmación significativa: “Puede decirse sin riesgo que el siglo
{3}. José Gobello (ed.). Letras de tango, Selección 1897-1984. Buenos Aires: Ediciones Centro Editor, 1987, Vol.II, pág. 222.
XX nos ha convertido a todos en hondos pesimistas históricos”. {4} Pero este pesimismo occidental
posmoderno no ha producido la muerte natural de las ideologías, sino la de los ideales. Lo que ha
realmente ha muerto, como afirma Norberto Saracco, es “la capacidad de soñar ”. {5}
Porque la mentada muerte de las ideologías no ha tenido otra alternativa que asesinar antes a lasutopías. Y esto, porque lo ideológico es lo imprescindible que implementa, articula y ofrece estrategias a
cualquier proyecto utópico. Y matar la utopía y sus mediaciones ideológicas es matar al ser humano,
destruirle la esperanza, transformarlo en un no ser, anularlo como corona de la creación, mediante la
dictadura del pragmatismo posmoderno.
El pragmatismo imperante, surgido ante la impotencia de las ideologías modernas para resolver los
problemas humanos existenciales, ha dejado de lado los ideales de libertad y justicia históricas que fueron
los verdaderos impulsadores de la modernidad. Estos, que constituyeron el fruto dorado y, a la vez, laenergía movilizadora de la modernidad, han ido muriendo. Tales ideales se han subjetivado e
individualizado al extremo y se han transvasado a una agenda egoísta. Lo que ahora realmente importa es
mi libertad o mi justicia, mis estudios o mi auto-superación, mi prosperidad o mi felicidad.
2. Acción sin reflexión: El hombre y la mujer de nuestro tiempo se caracterizan por su amor a la
velocidad. Son seres instantáneos y espontáneos, pragmáticos e impacientes. Todo se desea alcanzar en un
instante. Es la cultura “fast”, simbolizada con la proliferación del “fast-food” y la búsqueda de todo lo que
sea más rápido y a la vez efectivo. Los instrumentos de servicio más populares resultantes van desde el
horno de micro ondas en las cocinas, las computadoras para el trabajo y el ocio, hasta el crecimiento
acelerado de productos animales y vegetales para la alimentación, que saben todos lo mismo.
Otro aspecto de la cultura “fast” se manifiesta en la actitud y práctica del zapping desde la
inmediatez del control remoto. Hay crisis de paciencia. Se esperan al momento resultados instantáneos,
que satisfagan expectativas aceleradas. Todo el mundo quiere lograr en segundos algo concreto, que
sienta palpitando en sus manos. En consecuencia, hay una demanda urgente de efectividad -que no es
eficiencia-, de producción y placer. El humano de nuestro tiempo es un apasionado de todo servicio
tecnológico que le brinde respuestas fáciles y un confort falso, sin el precio del esfuerzo.
{4}. Francis Fukuyama. El fin de la historia y el último hombre. Barcelona/México, D.F/ Buenos Aires: EditorialPlaneta-Diagostino, 1992, pág. 29.
(5} J. Norberto Saracco. Instituto Internacional de Evangelización a Fondo. Consulta reafirmemos la fe. San José,Costa Rica: INDEF, 1996, pág. 3.
Es el primado de la experiencia sobre la ciencia, la acción sobre la razón, la intuición sobre el
conocimiento, el facilismo sobre la disciplina y el esfuerzo creador. La vida se reduce al "aquí" y al
"ahora". Sólo se valora el presente, la experiencia de cada momento. El futuro se muestra nebuloso y está
más allá de las posibilidades de alcance del momento. Crece la falta de motivación para la reflexióncrítica creadora y, aún más, para asumir compromisos a mediano y largo plazo.
3. Espiritualidad sin contenido: Y esto es fruto de una doble realidad. La primera, a nuestro
juicio es en principio positiva, pues significa que la posmodernidad es una época de desencanto del
racionalismo absolutista y, por lo tanto, comparte con lo mejor del pensamiento cristiano una resistencia a
agotar la realidad con la razón. La segunda es que tal “espiritualidad de protesta” -sublimada pero protesta
al fin- está afiliada a la cultura light y a la vez anti institucional, propia de la posmodernidad.
Frente a lo que consideramos un desorden establecido, se está generando un reencantamiento deluniverso, por vía de una trivialización de lo religioso. Este es localizado en la astrología y los horóscopos,
los ufologismos y la ciencia ficción, los encantamientos, la brujería y el misticismo oriental. En la
modernidad tardía todo fue desacralizado en el nombre de la ciencia. En la posmodernidad todo fue
sacralizado nuevamente, resultando en una sacralización que no es tal. Porque cuando todo es sagrado,
nada lo es. {6}
El multiforme y difuso, festivo y relajante movimiento de la Nueva Era es una de las
manifestaciones más representativas de esta espiritualidad posmoderna. Le ofrece al típico hombre o
mujer de nuestros días la posibilidad de ser “espiritual”, pero a la carta, al estilo bufet o cafetería. Es un
movimiento sin textos ni lugares sagrados propios, sin líder ni historia, sin organización particular ni
dogmas que tengan que aceptarse. Es una expresión de la espiritualidad creciente de nuestro tiempo en la
que, como una reacción pendular a la secularización moderna, se experimenta una renovada sed por lo
sagrado, lo trascendente, pero a la vez se rechaza cualquier expresión religiosa institucional y sus
exigencias, las que fueren. {7}
{6}. Ver al respecto el análisis de In Sik Hong, “Iglesia y posmodernidad” en Varios. Etica y religiosidad entiempos posmodernos. Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2001, págs. 5-32.
{7}. Recomendamos el trabajo de Roberto Bosca. New Age. La utopía religiosa de fin de siglo. BuenosAires/México: Atlántida/Océano, 1996, 134 págs., como un análisis excelente, publicado originalmente encastellano desde una quíntuple perspectiva: histórica, antropológica, teológica, sociológica y jurídica. Superando las perspectivas apologéticas y el estilo folletinesco típicos de estas publicaciones, Bosca nos brinda una verdaderallave de acceso a esta realidad religiosa y contracultural.
Por otro lado, como fruto de esta búsqueda desnortada surgen sectas de todo tipo, manifestaciones
de un sincretismo -buen número de sus expresiones en el nombre de JesuCristo- hasta hace poco
inimaginable, y de un nuevo tipo de caudillismo religioso. Tales movimientos ganan adeptos, no sólo en
las grandes urbes y entre las clases medias e intelectuales como pudimos observar desde los 70 enadelante, sino ahora también en contextos rurales. El ser humano abandonado totalmente a su suerte, sin
puntos de referencia, busca ciertas expresiones religiosas que no apelen a ningún tipo de compromiso.
Son las que le ofrecen fórmulas mágicas para “dejar de sufrir”, o “desarrollar el poder interior para
triunfar”, o “alcanzar la prosperidad”, es decir, un refugio seguro donde otros u otras piensen y guíen,
receten y decidan en su lugar.
4. Estética sin ética: Aquí nos encontramos con la cultura de la imagen. La importancia de
la estética externa, la cultura de la apariencia, y la ruptura con el pasado son cuestiones elementales,especialmente para los jóvenes postmodernos. La postmodernidad significa también la muerte de la ética,
pues la inexistencia de meta relatos con sus utopías y principios de acción, permite la anarquía en la
conducta. Como dice el cantautor y poeta español Joaquín Sabina, "… al deseo, los frenos le sientan
fatal… ¿Qué voy a hacerle yo, si me gusta el güisqui sin soda, el sexo sin boda, las penas con pan. Que
voy a hacerle yo si el amor me gusta sin celos, la muerte sin duelo, Eva con Adán?" {8}
Eliminada la historia como maestra de la vida presente y futura, ya no hay deudas con un pasado
pretendidamente arquetípico, ni tampoco obligaciones con un futuro utópico promisorio, el que fuere.
Cuando queda tan sólo el presente, sin raíces ni proyectos, cada uno puede hacer lo que le plazca. Ahora
la estética sustituye a la ética.
5. Participación sin compromiso: Esto es el fruto primario de la cultura del individualismo egoísta
ya mencionado y el facilismo lúdico. Con la quiebra de los grandes ideales modernos, ha desaparecido el
compromiso con los proyectos históricos. La cultura del compromiso y el sacrificio ha muerto. La gente
busca estar bien consigo misma y con los demás, pero no en base a convicciones ideológicas, sino a una
franca indiferencia por lo que crean, piensen o sientan los otros u otras. Estar bien significa tiempo libre y
cada vez más capacidad de consumo, lo cual es el requisito para la felicidad.Sin embargo, las implicaciones de la liberad posmoderna son diferentes de las de la modernidad.
No se basa en la libertad personal, social y política, sino enfatiza la permisividad subjetiva donde el único
criterio de valor es la felicidad individual. Tal felicidad consiste en la satisfacción material y palpable de
{8}. Joaquín Sabina. “Letra de Whisky sin soda”, Quedeletras. http://www.quedeletras.com.
salud y belleza, dinero y placeres, popularidad y poder. Ser libre para ser feliz es la clave de la vida para
el ser humano de hoy. En este sentido, la religión es uno de los productos a consumir para llegar a la
felicidad deseada. Religión en la cual creer, pero sin pertenecer. Y aquí usamos “pertenecer ” en el sentido
de compromiso con y servicio por los ideales de cualquier confesión religiosa.La filosofía implícita en la actitud “creer sin pertenecer” constituye hoy una tendencia que
notoriamente afecta, entre muchas otras, a las expresiones más institucionalizadas de la fe cristiana. Esta
realidad creciente es tema de serios estudios y la expresión “creer sin pertenecer” forma ya parte del
léxico de la sociología de la religión. {9}
La iglesia y la posmodernidad
Los cinco “sin” de la cultura posmoderna nos llevan ahora a sus correlatos directos en la vida ymisión de nuestras iglesias, influidas en mayor o menor grado por la posmodernidad. Destacamos que lo
que sigue, gracias a Dios, no puede aplicarse a todas las congregaciones cristianas, ni mucho menos. Es
un análisis panorámico, fruto de la última de las cinco décadas de nuestro ministerio, la primera mitad
intensamente itinerante, y la segunda en un también intenso ministerio pastoral. Estos correlatos son:
Los cinco “no” de la iglesia contemporánea posmoderna, que podríamos llamarlos también los cinco
sin de la iglesia de nuestros días:
1. No evangeliza, cree y se entusiasma con los eventos, cuanto más espectaculares sean, mejor. No
cree ni se invierte en procesos, aunque sean éstos los que hacen realmente crecer y desarrollar a un
organismo como es la iglesia. Los procesos le aburren e impacientan. No acepta que entre siembra y
cosecha existe la ineludible germinación. Ha sido cautivada por la cultura “fast”. Ama la velocidad. Es
impaciente. Quienes no encuentran en cierta congregación lo que buscan, lo que les agrada, cambian de
congregación. Es el principio del “zapping” televisivo aplicado a la vida eclesial. Es una iglesia a quien le
fascina todo lo impresionante, lo espectacular, lo acelerado. Afirma en genérico ciertos valores como, por
ejemplo, que la evangelización es la misión suprema de la iglesia, pero no los vive. La diferencia abismal
entre los valores que se creen y los que se viven es la gran tragedia y desafío para su misión movilizadora,la que el ministerio pastoral en general y su predicación en particular son llamados a generar.
{9} La Dra. Grace Davie, profesora de sociología en las universidades de Exeter y Upsala, una de las principalesexponentes contemporáneas de la sociología de la religión, acuñó y formuló originalmente esta expresión en suobra Religion in Britain Since 1945. Believing without Belonging, publicada en 1994.
2. No ora. “Orar sin cesar” no es parte de la agenda de su “religiosidad de consumo”, o aún
menos exigente en su “cristianismo dominguero”. Una de las más sabias y descriptivas de las definiciones
de la oración cristiana la debemos al gran predicador de la antigüedad Demóstenes, quien dijo que “la
oración es la respiración del alma”. Por nuestra respiración física los seres humanos vivimos, debido a que
el oxígeno que inspiramos nos purifica de la basura que se nos mete de afuera en nuestro organismo. La
oración es la respiración del alma del creyente y de la iglesia. Ella purifica, elimina la basura que -de
afuera- se introduce en el cuerpo de Cristo.
David Yonggi Choo es el pastor fundador de la Iglesia del Evangelio Completo Yoido en la
ciudad de Seúl, Corea del Sur, afiliada a las Asambleas de Dios, probablemente hoy la congregación
evangélica más numerosa del mundo, ya que registraba una membresía de más de un millón de miembros
en 2008. El 5 de febrero de ese año, el pastor estadounidense Rick Warren lo entrevistó en un desayunode colegas. Las preguntas fueron muy variadas y las respuestas interesantes. Solo deseamos destacar una
de éstas, referida a la oración y su relación con el ministerio pastoral y la misión de la iglesia. Warren,
cuando agonizaba la entrevista hizo la pregunta final: -
- ¿Qué le gustaría decirles a los pastores estadounidenses? A esto Yonggi Choo respondió:
- Bien, pastores estadounidenses... tienen maravillosos templos y una educación superior, pero usualmente
los pastores estadounidenses no pueden orar más de 15 minutos -así que este es el principal problema.
Siempre he dicho que ustedes tienen todo -finanzas, templos, educación- pero están fallando en la
determinación a orar. ¡No hay poder sin oración! Mucha gente aún no conoce la importancia real de la
oración -pero como ministro, deberías conocer que la oración es el fundamento del iglecrecimiento y del
avivamiento. Los pastores estadounidenses deberían determinarse a orar. Como tú sabes, en Corea
tenemos una reunión de oración en la mañana, y muchos pastores estadounidenses nos visitan. A veces
me preguntan: “¿Cómo hace para motivar a la gente a venir a orar temprano en la mañana?”, a lo que yo
respondo: “Primero, ¡tú mismo debes estar motivado!”. {10}
No habrá renovación y menos transformación en nuestras iglesias hasta que, como fruto de un
avivamiento de oración del pequeño remanente siempre fiel y presente, comencemos a vivir el “orar sin
cesar”.
{10}. “Desayuno con David Yonggi Choo y Rick Warren”. La Red Cristiana, http://www.unored.com, 30 de mayo,2001.
3. No desea ser enseñada. Ha reemplazado el axioma cartesiano “pienso, luego soy”, responsable
de credos y sistemas ultra inteligentes de pensamiento que han dado a luz a la modernidad hoy
moribunda, por el “siento, luego soy” o el “siento y me gusta”, descendiente dilecto de la posmodernidad,
tan afecta a todo lo que sea light y “fast”, sensorial y lúdico. Existen dos palabras muy comunes, usadasconstantemente para referirse a los hijos e hijas de Dios. Estas son: creyentes y cristianos. El vocablo
creyente expresa una experiencia humana insuficiente, que puede aún considerarse contraria a la Palabra
de Dios. Santiago afirma “¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen y
tiemblan” (2:19). En cuanto al término cristiano o cristiana, mucha gente en el mundo occidental afirma
serlo. Se habla hasta de naciones cristianas.
Es muy fácil ser creyente, es muy común ser cristiano o cristiana. También es parte de muchas
culturas ser religioso. Pero otra cosa muy distinta es ser discípulo o discípula de JesuCristo. El llamado aldiscipulado no es una opción para élites religiosas, o “gente de iglesia”. Todo lo contrario, es un
mandamiento universal, un desafío, una vocación y un ministerio para todo miembro del cuerpo de Cristo.
Es crecer en todo a la imagen de JesuCristo, para obedecerle, seguirle y servirle. Y este calibre cristiano
requiere la enseñanza intencional y persistente, constante y programada de la Palabra de Dios con el
propósito de hacer de cada hijo o hija de Dios un discípulo de JesuCristo. Pablo, como el inspirador de “la
cadena del discipulado”, es muy claro: Has escuchado mis enseñanzas confirmadas por muchos. Ahora
enséñaselas a personas dignas de confianza, que a su vez puedan enseñárselas a otros. 2 Timoteo 2:2.
4. No desea ser desafiada, y esto es un correlato directo de lo anterior. Esta sociedad que ha
heredado de la modernidad las especializaciones, ha triunfado en hacer pensar que así como debemos
buscar al mejor abogado, una excelente médica, y todo tipo de los mejores especialistas para cada una de
nuestras necesidades, también necesitamos de los especialistas para nuestras necesidades espirituales.
Esto ha revertido la ecuación que se deduce de todo el consejo bíblico, la pregunta eco de la de Saulo de
Tarso ¿Señor, qué quieres que haga?, es decir ¿qué puedo hacer por Dios y mi iglesia?, ha sido
reemplazada por ¿qué puede la iglesia hacer por mí? Por esto, la búsqueda no es por enseñanza y desafío
inspirador para crecer en el discipulado, sino por sermones de motivación y auto ayuda, para resolver, conun cristianismo al estilo del pensamiento positivo, sus “problemas”.
La misión no cuenta en el inventario de dones, tiempo y recursos personales y familiares. El
desafío es rechazado. La búsqueda es solo por terapias espirituales. Estas, tan necesarias en nuestro día a
día, son solo una dimensión de la vida cristiana. Entonces se deja el resto de la misión para esa gente que
5. No se compromete, y seguimos en correlación. Para esto se alega mayormente la falta de
tiempo. Y es verdad que el ritmo de la vida sigue acelerándose, aunque recientes estadísticas nos afirman
que continua creciendo el número de horas que todas las edades dedican a la televisión, sin contar las
horas de navegación en internet que pronto alcanzará, con su crecimiento espectacular, al reinadotelevisivo. ¡Estamos convirtiéndonos en una sociedad de navegantes!
El único compromiso eclesial, en los mejores casos, es ofrendar, o sea pagar para que los y las
“profesionales de la religión” hagan todo lo posible por hacerles felices, triunfar en la vida, “descubrir el
campeón o campeona que hay en cada quien”, ayudarles a mantener su familia unida, progresar en todo,
etc. Esto significa, entre otras muchas cosas, que la iglesia posmoderna vive a paso acelerado la
desaparición progresiva del sacerdocio universal de todos los creyentes. Y con esto, la dilución progresiva
del llamado bíblico, también universal, a ser pueblo de discípulos y discípulas. La tendencia cristiana posmoderna creciente es “creer sin pertenecer”. Y estamos convencidos que no existe vida cristiana
abundante sin comunidad. Es el pertenecer realmente a la vida comunitaria de la fe lo que nos inspira e
impulsa a comprometernos con la vida, visión y misión de nuestra iglesia.
Ante esta iglesia que no evangeliza ni ora, que no desea ser enseñada ni desafiada pues no se
compromete, hubo y hay quienes han encontrado como solución “la waltmartización de la iglesia”. El
término waltmartización se ha comenzado a usar en sociología no convencional, para referirse a la
aplicación de principios de corporación comercial a distintos tipos de realidades sociales. {11} Aquí
pretendemos inaugurar su uso en cuanto a la iglesia y su misión. Es una de las estrategias predominantes
entre los gestores y gestoras de las llamadas mega iglesias. Es decir, la transformación de la comunidad de
discípulos y discípulas de JesuCristo en una corporación con un eficiente personal de servicio entrenado
para cada operación. Donde la relación entre congregación y miembro es la de corporación-cliente. Y el
cliente marca la tendencia, el cliente siempre tiene razón, etc.
En medio de las realidades negativas que hemos brevemente presentado, y a partir de nuestra
comprensión del deber ser y quehacer de la iglesia, hacemos nuestra propuesta. Estamos absolutamente
convencidos que es necesaria una transformación radical en el Pueblo de Dios hacia una mentalidad yactitud afirmativas, que reinventen la vida y misión de la iglesia. Para esto necesitamos una “metanoia”
eclesial, una verdadera revolución de fondo y formas que nos permita vivir lo que sigue.
{11} Ver, Ángel Bush, “Análisis sobre la walmartización a nivel mundial”. Buenas tareas. www.buenastareas.com
Los cinco “si” correlativos de una iglesia contracultural transformadora
1. Sí, es una comunidad cuestionadora de corrientes y valores ajenos al Reino de Dios. Y esto, con
un positivo propósito transformador. Por lo tanto procura cada día que su naturaleza y actitud
contracultural sean a partir de un claro compromiso fiel con el evangelio del Reino de Dios. Su búsquedaes crecer con una clara identidad Reino céntrica, y busca fortalecerla en medio de los cambios de la
sociedad. Sin cálculos de política eclesiástica, con sincero respeto por las posiciones divergentes de otras
expresiones del cuerpo de Cristo, se expide con integridad -oficial y claramente- sobre temas que suelen
dividir al mundo cristiano. No busca popularidad ni aceptación proclamando un evangelio genérico que a
nadie molesta, que todo el mundo apoya, “que es lo que a la gente le gusta”. Cree firmemente que “aguar ”
principios e ignorar la necesidad de la toma de posturas, es negar el evangelio del Reino. Por eso siempre
procura la integridad bíblico-teológico-pastoral. No anhela fama, sino fidelidad.2. Sí, es una comunidad generadora de discípulos y discípulas, como agentes activos del Reino de
Dios. Es una iglesia que enseña bíblicamente, procura forma discípulos y es mentora de líderes
potenciales. Es, entre otras cosas, escuela de La Palabra. Entiende que el discipular es facilitar a hombres
y mujeres a "crecer en todo... en Cristo" (Efesios 4:15).
Discipular es uno de los mandamientos más difíciles de la misión. El énfasis unilateral por el
crecimiento numérico hace que muchas veces se descuide -algunos casi ignoran- el discipulado. Este es
el corazón mismo del crecimiento integral del pueblo de Dios. Esta convicción nos lleva a concluir que a
veces las conversiones multitudinarias, sin el ministerio del discipulado, pudieran no ser más que un
cambio superficial. Esto es, la transferencia de una religiosidad popular católica o pagana, a una
religiosidad popular evangélica. Es el cambio de la virgen, los santones y santonas folklóricos ilegales
para la institución, los astros, la brujería, las barajas del Tarot, o cualquier otro tipo de ídolos, por la
Biblia. La Biblia cerrada. La Biblia fetiche. Nada más.
Rogamos que no se entienda lo anterior como una afirmación elitista o antipopular. Es
absolutamente todo lo contrario. Sólo insistimos desde la Biblia y nuestra experiencia pastoral, que
divorciar la evangelización del discipulado es truncar el carácter integral de la misión. Esta colocaradicalmente juntos ambos mandamientos. Evangelización y discipulado son las dos caras inseparables de
la misma moneda llamada misión. Más aún, la verdadera evangelización concluye solo cuando quienes
son evangelizados se transforman en discípulos y discípulas de JesuCristo, es decir, nuevos
3. Sí, es una comunidad confrontadora de todo pecado, no sólo personal, sino también cultural y
racial, económico y político, sistémico y ecológico. El Dios de la Biblia ama al mundo entero y se
preocupa profundamente por el bienestar integral de toda su creación. Dios no se interesa sólo por nuestra
alma, sino por toda nuestra vida. No sólo por nuestra individualidad, sino por toda la humanidad en sucomplejidad. Y no sólo por la humanidad sino por toda su creación. Su proyecto político, el de Su Reino,
apunta a cada persona, pero alcanza todo lo creado. La política de Dios es personal y familiar, comunitaria
e internacional, cósmica y ecológica. Por eso nuestro Dios es un Dios político. Llama a Abraham que
salga de su tierra. Convoca a Moisés para liberar a Israel. Entrega una tierra para hacer de un grupo de
esclavos una nación. Usa a los profetas para condenar la corrupción política, la desigualdad económica y
la injusticia social en Israel.
La política es la ciencia y el arte de gobernar para la felicidad de todos los seres humanos. El pecado, que todo lo corrompe, ha envenenado la acción política. Por eso los cristianos y cristianas hemos
sido enseñados a “no meternos en política”. Eso ha sido y es un error muy grave, pues nuestro rol es ser
luz y sal de la tierra. Debemos evangelizar la vida política a partir de los valores de la política de Dios.
Esta, en el más puro y mejor sentido de la palabra, está en lo más profundo del corazón de Dios.
La historia de la salvación es el desarrollo del proyecto político del reinado de Dios. La iglesia
desde el Pentecostés hasta la consumación del Reino es llamada a ser fiel a la política según el corazón de
Dios. Tiene por vocación ser una comunidad política. Pero no en el sentido partidista o partidario del
término sino, como enseña JesuCristo, a partir de una tajante separación total -política, financiera e
ideológica- entre la iglesia y el estado.
Una comunidad contracultural transformadora debe, sin ninguna injerencia estatal escoger sus
líderes y financiar sus actividades. A la vez sus miembros, como diáconos y diaconizas del mundo y no
solo del altar, deben interesarse e involucrarse, según sus posibilidades, para servir en la transformación
de la vida comunitaria. Por otra parte, cada cristiano o cristiana puede pertenecer al ideal o partido
político que desee, pero la iglesia a la que pertenece debe permanecer autónoma de todo poder temporal.
4. Sí, es una comunidad movilizadora, al rescate y promoción de los valores no negociables delReino de Dios. Cree que la clave de su vocación está en “la movilización total de todos sus miembros para
llevar a cabo la misión total”. Como ya mencionáramos, por “misión total” no se entiende el mero agregar
gente, pues este tipo de congregación cree y busca el crecimiento integral.
Uno de los lemas movilizadores que presidieron nuestra reciente experiencia pastoral fue: “Una
iglesia grande en un centro grande”. Esto hizo necesaria la predicación y enseñanza intencional, para
lograr como congregación no solo entender, sino enamorarnos y casarnos con el concepto bíblico y
misionero de lo que es e implica ser “una iglesia realmente grande”, en otras palabras, una iglesia plena,
en contraposición con los criterios actuales del marketing cristiano.
El tamaño de la iglesia fue, es y será sólo un aspecto de lo que es una iglesia realmente grande.Porque el crecimiento sano, es decir armónico y pleno del cuerpo de Cristo es un crecimiento integral y
por lo tanto multifacético, que abarca e integra cuatro expansiones: numérica, orgánica, conceptual y
encarnada.
(1). Expansión numérica: Es el alistamiento de personas al Reino de Dios, por medio de su
confesión personal de Jesucristo como Señor y Salvador, y su incorporación a una comunidad local de
quienes habiendo hecho la misma decisión, adoran, obedecen y dan testimonio al mundo de la acción de
Dios en Cristo y de su poder liberador.(2). Expansión orgánica: Es el desarrollo interno de una comunidad; el sistema de relaciones que
logra establecer entre sus miembros; su forma de gobierno, liderazgo, estructura financiera, clases de
actividades que ocupan su tiempo y recursos, etc.
(3). Expansión conceptual: Es el grado de conciencia que tiene una comunidad respecto a su
naturaleza y misión en el mundo. Se trata de la imagen que va forjando de sí misma, la profundidad de su
formación cristiana, y la manera cómo ve a su mundo.
(4). Expansión encarnada: Es el grado de involucramiento de una comunidad en la realidad social
de su contexto. Es decir, su participación en las aflicciones de su mundo; su acción compasiva, profética,
intercesora, sanadora y liberadora en favor de “los hermanos y hermanas más pequeños de Jesús” (Mateo
25:40; Lucas 4:18-21).
Es muy posible que las congregaciones convencidas que trabajan y luchan por su crecimiento
integral con convicción y compromiso, no se constituyan en “mega iglesias”. Pero serán iglesias sanas,
plenas, reproductoras de otras congregaciones, semilleros de pastores, misioneras y maestros que saldrán
de éstas para servir en nuestra única parroquia que es el mundo entero.
5. Sí, es una comunidad militante en su compromiso activo -entre otros- por la paz y la justicia. Esuna iglesia pacífica y pacifista activa. Entiende, como el pastor Martin Luther King hijo lo afirmara, que
“los seres humanos dejarán de llevar armas, cuando aprendan a cargar la cruz”. Por eso asume con
muchos cuidados y reservas las metáforas del Antiguo Testamento del pueblo de Dios como ejército, la
misión como campo de batalla y todo ese vocabulario guerrero y guerrerista que, desde las Cruzadas, ha
Su predicación ineludiblemente condena hechos cotidianos que se han hecho parte aceptada del
paisaje del mundo y de muchas instituciones cristianas: iglesias transformadas en depósitos de armas;
mezquitas convertidas en cuarteles de guerra; ministros religiosos bendiciendo ejércitos; líderes cristianos
usando réplicas de espadas de líderes bíblicos, pero ciertamente muy guerreros, para “ungir” ministerios;
gobiernos condecorando “héroes” por la ciencia y el arte matar; países autodenominados “cristianos”
decidiendo ir a “una guerra justa por la paz mundial”; dictadores entregando réplicas enjoyadas de
espadas de libertadores políticos a sus amigotes; otros recibiendo doctorados “¡honoris causa!” por
suprimir la libertad de expresión; etnias y culturas quemando biblias y coranes, templos y gente en el
nombre de Dios. ¿Qué es en realidad todo esto? Son “las cruzadas del siglo XXI”. Simplemente, la locura
reiterada de la guerra.
Por todo ello, toda iglesia contracultural y transformadora es llamada a vivir en paz y perseverarcomprometidamente por la paz, a partir -entre otros- de cinco principios bíblicos claves:
(1). Nuestra fe nos demanda procurar la paz sin apelar a la violencia . “ La paz les dejo, mi paz les
doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden (Juan 14:27).
Nuestro punto de partida es amar con eficacia para procurar la paz. “Busca la paz y síguela”. La
juventud, lo mejor del presente y más aún del futuro de la iglesia, tiene la vocación de ser objetora de
conciencia. Obedecerán al gobierno, pero no para matar o ayudar a matar. Dios nos guarde de ser una
iglesia con las manos manchadas de sangre. ”Quien a hierro mata, a hierro muere”
(2). Nuestra fe nos demanda amar la verdad y sospechar de quienes están en el poder. “... y
conocerán la verdad, y solo la verdad los hará libres” (Juan 8:32). Ante todo intento -de parte de quien
sea- de exacerbar nacionalismos, proyectos patrioteros o pasiones expansionistas que pudieran generar
cualquier tipo de violencia, las preguntas cristianas -aplicando la hermenéutica de la sospecha- deberán
ser: ¿por qué? y ¿para qué? Estas preguntas se originan en la sospecha que es parte del mandamiento a ser
“mansos como palomas y astut os como serpientes”. Amar la verdad demanda vigilar constantemente a
los poderes de turno de este mundo, aun especialmente a aquellos que nos gustan y apoyamos. Sospechar
de “los poderes” debe ser siempre una metodología, nunca una actitud negativa. Jamás debe ser un problema personal, sino de ideas.
(3). Nuestra fe nos demanda sospechar de nuestros propios sentimientos. “Examíname, oh Dios, y
sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame
por el camino eterno”. Salmo 139: 23-24. Este principio es la contrapartida válida del principio anterior.
Porque siempre tendemos a escuchar más a quienes apoyamos. Nos molestan los argumentos con quienes
no concordamos. Debemos preguntarnos siempre ¿por qué creemos lo que creemos? Debemos examinar
constantemente las reales motivaciones que generan nuestras posiciones y actitudes.
(4). Nuestra fe nos demanda buscar la paz mundial antes que cualquier interés particular
“...busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. Mateo6:3. Dios no creó este planeta con fronteras, banderas e himnos nacionales. Estas realidades, para muchos
sagradas, son resultado del pecado humano. JesuCristo no criticó ni alabó estas divisiones, simplemente
fue más allá de ellas. Quienes le confesamos como Señor y Salvador hemos recibido en El una nueva
identidad. Somos ciudadanos y ciudadanas del Reino de Dios. Esto no significa negar o importarnos poco
nuestra identidad nacional y cultural, sino solo darle el lugar relativo que debe tener. Cuando los
cristianos o las iglesias entran en compromisos con ideologías o proyectos nacionalistas, el evangelio del
Reino es desacreditado. Nuestra prioridad es el Reino de Dios y su justicia.(5). Nuestra fe nos demanda compadecernos ante todo tipo de sufrimiento humano “Jesús,
viendo las gentes, tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas como ovejas sin pastor”.
Marcos 6:34. En la guerra -la que fuere- realmente nadie gana. El resultado es sufrimiento para todas
las partes. Un cristiano, pastor y pacifista, cargado de dolor afirmó: “ Eso de andar quemando seres
humanos con napalm, de llenar de viudas y huérfanos los hogares de nuestra nación, de inyectar la
ponzoñosa droga del odio en las venas de gente normalmente humanitaria, de devolver al hogar
desde tenebrosos y sangrientos campos de batalla a hombres inválidos y destartalados
psíquicamente, es algo que no se puede conciliar con la sabiduría, la just icia y el amor". {12
Predicación pastoral y posmodernidad
La predicación revisitada: definición y diagnóstico
Y aquí consideraremos brevemente, solo: 1) las implicaciones más importantes, que resultan de
nuestra definición actualizada de la predicación, y 2) nuestra lectura de lo que está ocurriendo como
tendencia -afortunadamente no generalizada pero sí creciente- en la predicación actual, como desafíos anuestro ministerio.
{12}. Martin Luther King Jr. “Sermón: Más allá de Vietnam, del 4 de abril de 1967 en la Riverside Church de Nueva York, EUA”. Cristianismo y Sociedad. Montevideo: ISAL, Año VI - Nos. 16-17, diciembre 1968: terceraentrega, págs. 41-56.
Afirmamos en el capítulo 1 de mi libro Predicación y misión {13}, como una definición de trabajo
mínima y básica, que “predicar es satisfacer necesidades humanas”. Ampliamos allí mismo esta
definición genérica y clave para la teología de la predicación -que hoy reafirmamos- diciendo que
“predicar es satisfacer necesidades humanas, a través de la verdad divina, mediante una personalidad
escogida”. Después de veinticinco años de plasmar estas definiciones, a la luz del contexto histórico
actual y el enfoque de este trabajo, decidimos ampliar aún más este escenario con una redefinición que
consideramos más acorde con nuestro tiempo. En esta adoptamos solo parcialmente algunas intuiciones
de John Stott, {14} teólogo y pastor, predicador y maestro recientemente fallecido. He aquí nuestra
definición para el siglo XXI:“Predicar es satisfacer necesidades humanas, abriendo y exponiendo el texto inspirado con tal
unción y fidelidad, sensibilidad y humildad, que hace oír la voz de Dios y la gente, convencida e
inspirada, la obedece”.
Veamos algunas implicaciones que resultan de esta afirmación. Estas pueden calificarse como
características pastorales.
Dos convicciones:
1) Predicar es comunicar un texto inspirado, la revelación especial de Dios, las Escrituras
absolutamente confiables, seguras y autoritativas como guía irreemplazable para la fe y vida cristianas.
Cualquier negación o relativización de esta realidad por las razones que fueren, aunque fuera a medias,
quita toda autoridad y poder a la predicación. Predicar es comunicar la Biblia, el alma y conciencia de la
iglesia, la Carta Magna del Reino de Dios.
2) Predicar es comunicar un texto parcialmente cerrado, pues así comprendemos e incorporamos la
expresión “abriendo y exponiendo”, dado que en el canon que ya cerró la iglesia, los personajes e
historias que en el texto se mueven son realidades abiertas que se hacen vivas en el Espíritu, y en las que
podemos encontrarnos y vernos a cada instante. Ellas nos hablan, inspiran y amonestan, son ejemplo de lo bueno y de lo malo, nos hacen “volver en sí”, decidir cambiar, e intentar ser como JesuCristo.
{14}. Ver, John Stott. El cristiano contemporáneo. Un llamado urgente a escuchar con los dos oídos. Grand Rapids,MI: Nueva Creación, 1995, 433 págs, 199-210.
1) Predicar demanda unción espiritual, pues este ministerio es resultado de un doble don de la
gracia de Dios, quien nos escoge y capacita para exponer La Palabra, y quien nos unge en el Espíritu, nos
energiza y dinamiza espiritualmente para que esa exposición humana se haga palabra contemporánea ycontextual de Dios.
La experiencia cultual que solo se expresa en manifestaciones emocionantes y no se traduce en
misión fiel y obediente, no es fruto de una predicación pastoral realmente ungida. Sin unción no hay
misión, sino solo religión. Solo genuina unción espiritual produce misión integral. Unción en el púlpito
que genera unción en la congregación. Y esta, inspirada y movilizada, hace la misión, la de Dios.
2) Predicar demanda fidelidad absoluta a la Palabra antigua , el “libraco” de la iglesia, que es la
eternamente contemporánea revelación del Señor, autoritativa en materia de fe y misión. Y esa fidelidaddemanda que el Señor y el mensaje de Su Libro nos prediquen, quebranten y transformen primero a
quienes habremos de comunicarlo. Solo desde allí, desde el perdón habilitante, desde la experiencia
transformadora y la unción movilizadora, proviene el calibre de fidelidad e integridad requeridas para
predicar de verdad.
Dos actitudes:
1. Predicar requiere sensibilidad para con el mundo que hoy nos rodea. Es nuestro contexto
ineludible, un desafío contemporáneo con todas sus luces y sombras, virtudes y mediocridades, aciertos y
y paradojas. Sus pecados y falencias merecen, más aún necesitan la crítica, pero ésta solo cobra autoridad
a través de nuestra sensibilidad y empatía, Es ponernos auténticamente en sus zapatos, actitud y acto que
sólo provienen de la compasión genuina, la de JesuCristo. Porque la misión de la iglesia es un gran acto
de compasión. Sin la sensibilidad propia de tal compasión, no hay predicación; esta será solo “metal que
resuena o címbalo que retiñe”.
2. Predicar requiere humildad, porque la predicación es una acción que es por naturaleza es
insensata. El apóstol Pablo comenta con honestidad despiadada, que Dios lo exhibió públicamente como a
un insensato (1Co 4:9-10). Para que el Espíritu genere el clima propicio y nos habilite para experimentaruna conexión íntima con quienes reciben la predicación, debemos ofrecer en sacrificio nuestra
vulnerabilidad. Es bajarnos de nuestros pedestales, descaminar distancias soberbias, e incorporarnos por
palabra y gesto entre quienes está necesitados, necesitadas del mensaje. Muchas personas, ávidas de
trasparencia y modelos auténticos, acuden a nuestras celebraciones mayormente a observar si quienes
proclamamos las buenas nuevas somos personas de tal calibre.
Reiteramos que nuestra predicación debe estar permeada de la autoridad delegada por la gracia y
encomienda de Dios. Pero tal autoridad se hará poderosa para salvación y edificación, cuando se exponga
con la humildad de quien se siente un instrumento del único Se Esta es la tensión paradojal del
ministerio de la predicación. José Míguez Bonino lo puntualiza muy bien:“… dada la naturaleza de la fe cristiana, fundada en la acción gratuita de Dios, el
predicador cristiano no puede presentarse como un poseedor de la verdad sino sólo como
un servidor. Lutero hubo de decir en una ocasión que el cristiano es como un mendigo que
dice a otro mendigo: ‘Vamos juntos, yo sé dónde nos darán pan’. No otra cosa es lo que
intentamos”. {15}
Dos expectativas;
1). Predicar requiere esperar que se haga oír la voz de Dios, pues la Biblia es Dios predicando. Nos hacemos eco del sabio suizo Karl Barth cuando afirma, al comenzar a definir la predicación cristiana,
la tensión dialéctica siempre presente en la misma entre Palabra de Dios y palabra humana:
“La predicación es la Palabra de Dios pronunciada por él mismo. Dios utiliza como le
parece el servicio de un hombre que habla en su nombre a sus contemporáneos, por medio
de un texto bíblico… Para este hombre se trata de anunciar a sus contemporáneos lo que
deben oír de Dios mismo, explicando, en un discurso en el que el predicador se expresa
libremente, un texto bíblico que les concierne personalmente” {16}
Al cerrar el mismo capítulo de su libro Barth reitera: “…la predicación no tiene más que un
sentido: indicar la verdad divina. No puede ir más allá…”. {17}. Por eso quien predica toma la iniciativa
del evento acústico y, a la vez debe estar en actitud expectante. Es la espera humilde y confiada en que la
manifestación reveladora, milagrosa de Dios por su Espíritu Santo y a través de Su Palabra, habrá de
ocurrir.
2) Predicar requiere que la gente obedezca. El producto final de la enseñanza que emana de toda
buena predicación no debe ser más conocimiento bíblico o teológico, sino más obediencia al Señor de la
Palabra, a partir del conocimiento recibido. La trilogía integrada aquí es creer, conocer y obedecer. O sea
{15}. José Míguez Bonino. Espacio para ser hombres. Buenos Aires: Tierra Nueva, 1975, pág. 8.
{16}. Karl Barth. La proclamación del evangelio. Salamanca: Ediciondes Sígueme, 1969, pág. 13.
fe, razón y acción. Pero no como tres pasos, o etapas, o momentos que culminan en la obediencia. José
Míguez Bonino describe la unicidad de la fe, la razón o conocimiento, y la obediencia:
“Conocer al Señor es orientar la vida propia según la creación de Dios… La obediencia no
es una consecuencia de nuestro conocimiento de Dios, ni tampoco una precondición deeste conocimiento: la obediencia está incluida en nuestro conocimiento de Dios… la
obediencia es nuestro conocimiento de Dios. Esto es lo que quiere decirse cuando se
subraya la demanda intrínseca de que la verdad cristiana se vuelva histórica”. {18}
En otras palabras, las del profeta: ¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que
de ti espera el S EÑOR: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8.
Esto es predicar para que a partir de la obediencia, nuestro pueblo desarrolle no meramente creencias, sino
fundamentalmente convicciones. Estas son las que levantan genuinos discípulos y discípulas quienes, enla obediencia responsable, desarrollan conductas como las de JesuCristo.
Dos propósitos:
1. Predicar procura convencer. Ya sea por el método deductivo o inductivo, o cualquier otro fruto
del genio homilético, lo que realmente importa es, que con el mayor respeto por la libertad y actitudes de
quienes escuchan, el mensaje interese, inquiete y preocupe, “rasque donde realmente pica”, mueva a
pensar. Un pesar que genere un sentir, Sentir y pensar, pensar y sentir, Ese es el camino hacia el posible
convencimiento. Que ocurra cuando sea, no importa eso. Lo que importa es sembrar la semilla de tal
manera, que llegue a germinar.
2. Predicar procura inspirar. Que es nada más y nada menos que el: “y volviendo en sí …” del hijo
pródigo. El convencimiento puede ser, y lo es muchas veces, solo acuerdo, aceptación intelectual. Pero
para que esto se transforme en obediencia responsable, se necesita la inspiración que sólo el poder de la
Palabra de Dios en el ministerio de Espíritu Santo puede generar. La admiración e incluso inspiración que
la estética de un sermón puede y debe generar, no es de lo que estamos hablando. Nos referimos al
preámbulo de la “metanoia”, el nacer otra vez, o retornar al Camino del cual nos desviamos, es decir,
“volver en nosotras, nosotros mismos”. Y este género viene de Dios. El precio: nuestra total entrega en las
manos del Espíritu Santo, como comunicadores y comunicadoras del evangelio de JesuCristo.
La predicación hace o deshace una iglesia. La salud de toda comunidad de fe depende de una
predicación bíblica en su fondo y forma, y a la vez atractiva y entendible, pertinente y persuasiva,
enfocada y propuesta a satisfacer las reales necesidades humanas.La predicación en el mundo de habla castellana manifiesta en nuestros días enormes vacíos
específicos y superficialidad general en su fondo o contenido. A la vez presenta un exagerado énfasis
en el manejo de formas espectaculares de comunicación. Estas la asemejan más al monólogo que
entretiene, al show que distrae o al espectáculo que deslumbra, que a la comunicación fidedigna de
claras verdades bíblicas, organizadas a través de un sermón bíblico en su fondo, teológico en su
articulación, y persuasivamente aplicativo en su presentación, es decir, eficaz en todo sentido.
Cada vez es menos distinguible la distancia que separa a quien predica del “showman”. Elestilo y la técnica, la estrategia y el manejo comunicativo de los grandes gurús del potencial humano ,
la motivación y la autoayuda guiada, están siendo la influencia mayor de quienes ocupan los púlpitos
más visibles y audibles, ya sea en las mega iglesias o en las diferentes expresiones de la iglesia
electrónica, todas fieles a las premisas del marketing religioso. No extraña entonces que gran parte
de la predicación actual, la que sigue las reglas del mercadeo, se haya reducido a un simple discurso
religioso de afirmaciones espirituales que no se corresponden con un pasaje de la Biblia, aunque
usen un texto como pretexto y salpiquen la exposición, aquí y allá, con versículos bíblicos.
La luminotecnia y el sonido en particular, y la tecnología en general, al servicio de todo tipo
de efectos especiales, son componentes claves y fundantes de la predicación de hoy. Una verdadera
actuación escénica de predicadores y predicadoras se elabora para cautivar al auditorio, quien ávido
por consumir cumplidamente las enseñanzas de sus maestros y maestras, acude ansiosamente a su
cita semanal, a fin de encontrar una nueva verdad que le dure hasta la semana siguiente. La meta es
poder afirmar: “¡qué hermoso sermón, con éste tengo para toda la semana!” Es decir, recibir
mensajes para el consumo espiritual de una semana.
Los pastores y pastoras somos desafiados hoy por las nuevas formas humanas de atraer laatención y mantener el interés, de percibir y sentir, de procesar y expresarse. Estas, para nuestra
labor pastoral en general y de la predicación en particular, nos exigen la investigación del
antropólogo, la percepción de la psicóloga, la dedicación del misionero, la paciencia de la santa, la
curva didáctica del niño, la astucia de la ladrona, el vigor del atleta, las destrezas del ingeniero, y la
Pero por encima de los desafíos arriba mencionados, todos importantes e inescapables, el más
importante de todos es recapturar para el púlpito contemporáneo el carácter cristiano radical,
contracultural y profundamente transformador en su propósito, que esta época de mil claudicaciones
dentro y fuera de la iglesia demanda. Por esto, nos atrevemos a proponer:
Los cinco “si” de una predicación pastoral contracultural
Y aquí consideraremos brevemente solo las realidades que hacen a la actitud, estilo y énfasis
centrales de la predicación.
1. Sí, es una predicación preñada de autoridad. Debe ser proclamación en y desde la autoridad
delegada por la gracia y propósito de Dios. La predicación pastoral eficaz, que es fruto del estudio
constante, necesita tomar siempre nota de las nuevas corrientes de moda en la homilética, especialmentecuando éstas provienen de contextos ajenos a los nuestros. Aquí necesitamos aplicar también la necesaria
lectura crítica o la antes mencionada hermenéutica de la sospecha. El púlpito es cátedra pastoral desde la
que se hace la teología orgánica y por eso contextual de cada día, al servicio del pueblo de Dios y el
mundo. Por eso, no solo sus contenidos sino también sus metodologías necesitan ser cuidadosamente
consideradas.
La corriente de moda más reciente en homilética tiene su origen en destacados expertos y expertas
en la materia, mayormente estadounidenses, cuyas credenciales y trayectoria en el púlpito y la docencia
son extraordinarios.{19} Esta escuela procura renovar, hacer más aceptable e influyente el púlpito
contemporáneo, a través de cambios formales como por ejemplo -y mencionamos solo el más importante
a nuestro entender- movernos del proceso homilético deductivo tradicional, al acercamiento o desarrollo
inductivo. Afirmamos enfáticamente la pertinencia de incorporar el abordaje inductivo en la preparación
de sermones. Creemos y hemos probado su valor a través de nuestra experiencia teórica y práctica. El
problema está en que tal énfasis inductivo, cuando es unilateral, convierte de hecho al proceso deductivo y
{19}. Entre los más influyentes autores solo destacamos el trabajo creador y pionero de Frebd B, Craddock,ministro ordenado de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), quien es “The Bandy Distinguished Professor ofPreaching and New Testament, Emeritus, en la Candler School of Theology de Emory University. Ha escrito buennúmero de libros. Casi todos, en alguna medida, relacionados con la comunicación del evangelio y comoherramientas para el predicadora o predicadora estudiosos. También ha publicado numerosos artículos en diferentesrevistas académicas. Con respecto a nuestra inquietud y comentario aquí, destacamos As One WithoutAuthority,1971 (con nuevas ediciones revisadas en1974 y 1979), Overhearing the Gospel, 1978. Hay quienesconsideran a Craddock el padre de la nueva escuela homilética estadounidense.
proposicional en la predicación como falto de pertinencia para nuestro tiempo. Al respecto se han hecho
análisis que algunos rayan en lo caricaturesco. Y en esto estamos en total desacuerdo.
Creemos que la pertinencia del púlpito contemporáneo no está en su forma sino en su fondo.
Eliminar la propuesta o proposición sermonaria, de la que se deduce y desarrolla el sermón, y hacer esto para no caer en imposición o autoritarismo, denota un exagerado respeto que raya en claudicación ante un
sesgo típico de la posmodernidad, que es su sospecha y rechazo de toda autoridad. Por eso afirmamos que
predicar sólo para sugerir , “como quien no tiene autoridad” -en una relación del tipo corporación-cliente y
con la ideología implícita de que “el cliente tiene siempre la razón”- es propio de una iglesia castrada en
su sesgo profético, fruto y no levadura de la decadente sociedad actual.
Reiteramos: El sermón inductivo, excelente propuesta iniciada por Fred Craddock y ampliada o
matizada por otros colegas en otros aspectos de la disciplina homilética como, por ejemplo, la importanciade recuperar una predicación narrativa vibrante {20}, el énfasis en el valor de la estructura y dinámicas
propias del texto bíblico para la estructura sermonaria {21}, y la importancia de la predicación étnica, que
no racial {22}, representan expresiones creativas del genio homilético contemporáneo de la iglesia. Les
damos la bienvenida como una bendición que enriquece los recursos homiléticos de quienes predicamos.
Pero no aceptamos hacerlo, si es en desmedro u olvido, desecho o destitución del llamado sermón
deductivo. Esto no lo hacemos solamente porque el abordaje deductivo haya sido hasta aquí el enfoque
primario de nuestra escuela homilética y, por lo tanto, no estaríamos dispuestos a un cambio. Todo lo
contrario. Creemos y promovemos todos los cambios de forma y de fondo, realmente transformadores,
que la iglesia y la predicación requieren. No nos extendemos aquí en nuestra objeción mencionada, por no
ser parte del propósito de este trabajo. Sí lo hacemos en otra sección de la nueva edición de Predicación y
Misión, de la cual este trabajo y tal sección serán parte.
El estilo de predicación que utilizó JesuCristo en el Sermón del Monte no ha sido considerado con
toda la importancia y la necesaria divulgación que merece. Haya sido un solo sermón o la compilación de
varios, es la pieza oratoria más larga del Señor en el Nuevo Testamento. Si lo analizamos, notaremos un
{20}. Ver, Eugene Lowry, The Homiletical Plot. The Sermon as Narrative Art Form. Atlanta: Westminster JohnKnox Press, 2001,138 pages
{21}. Ver, David Buttrick. Homiletics. Moves and Structures. Philadelphia: Fortress Press, 1987, 497 págs.
{22}. Ver, Henry Mitchell. Black Preaching. The Recovery of a Powerful Art. Ashville: Abingdon, 1990.143 págs.
profundo sentido de autoridad y urgencia desde el comienzo al fin. Las multitudes sintieron su autoridad
(Mateo 7:2,-29). Jesús no estaba citando a una que otra autoridad del pasado o de su tiempo. El declaraba
la Palabra de Dios. Reconocemos que lo hacía desde su muy propia y única autoridad, que le permitía
reiterar “pero yo les digo”. Si enfatizamos que él es nuestro paradigma, modelo por excelencia en todo y para todo, entonces sigámosle a él, vivamos como él, y prediquemos como él, con autoridad y solo para la
gloria de Dios. El evangelio del Reino no se puede proclamar con fidelidad radical, si lo hacemos como
una opción válida entre muchas, como se cree en nuestra cultura postmoderna. Debemos proclamarlo con
autoridad,
Creemos que la iglesia, como una comunidad contracultural transformadora, es administradora al
mundo de la meta narrativa de salvación y nueva creación, que es el evangelio de JesuCristo. Por eso debe
proclamar, con autoridad -la que ha recibido por gracia y comisión y que paradojalmente debe ganarsecada día con su testimonio- lo que siempre ha sido, es y será el evangelio, la gran propuesta de Dios.
2. Sí, es una predicación con carácter y talante de manifiesto. Y esto es correlativo a lo anterior. La
palabra manifiesto proviene del latín manifestus, y suele ser un documento escrito a través del cual se
hace pública una declaración de principios e intenciones, propósitos o doctrinas. Los manifiestos suelen
aparecer en el ámbito de la política o del arte.
JesuCristo insertó este estilo de comunicación en un contexto religioso. En talante de manifiesto
presentó la plataforma de su ministerio cuando leyó, en la querida sinagoga de su barrio Nazaret de
Galilea, su programa ministerial. Este era y es el manifiesto de lo que sería el propósito ministerial y la
intencionalidad ética de toda su vida (Lucas 4: 14-22).
Volvemos a lo ya reiterado: la predicación pastoral pertenece a la escuela de la proclamación que,
según las circunstancias y necesidades, puede y debe ser afirmación teológica, evento educativo,
Una generación, a inicios del siglo XX, tomaba un período de longevidad de unos 25 a 30 años. La
sociología académica habla todavía hoy de sólo cuatro generaciones desarrolladas en los últimos cien
años: los silentes (primera mitad del siglo XX), los “ baby boomers” (segunda mitad del siglo XX), la
generación X, y la generación “YouTube” o “Web” (principios del siglo XXI). Otros analistas hablan dela generación “ baby busters” (subproducto de los “ baby boomers”). Además incluyen “la generación Y”
también llamada “la generación mosaico” (surgida entre los 80 y 90), y “la generación Z” (nacida de 1995
en adelante). Y podemos leer también acerca de la generación “beat”, los “twixters”, “la raza cosmética”.
“la generación light”, “la era buey (güey)”, “la raza virtual”, “la generación Big Bang”, etc.
Estemos o no de acuerdo con las diferentes conclusiones que en miles de páginas podemos leer
hoy acerca de estas realidades, hay algo incuestionable, y es lo que llamamos “la aceleración
generacional”. Es decir, que cada cinco, no más de seis años, surge una nueva “generación” que -para noentrar aquí en conflicto con los gurús de la sociología académica- decidimos denominar “sub-
generaciones”. En otras palabras, expresiones muy contextuales que se dan especialmente en los grandes
centros urbanos de los países más industrializados. El criterio clave para denominarlas como lo hacemos,
es que cada una de ellas desarrolla sus propios mitos y símbolos, lenguajes y habilidades, hábitos y
adicciones, actitudes y tendencias.
Por lo anterior, una congregación mediana en nuestros días puede contener hasta cinco o seis
diferentes generaciones o “sub-generaciones. Cinco o seis universos, necesidades y expectativas, intereses
o indiferencias distintos. ¡Tremendo desafío, que intentamos sólo mencionar o destacar más adelante!
4. Sí, es una predicación desafiadora a una vida comprometida con Dios y con la gente. Proclama
con convicción y pasión lo que, según la iglesia light, es el impracticable Sermón del Monte, el cual se
considera implícitamente producto de un predicador místico e idealista, desenchufado de su real realidad.
Ocurre que la iglesia influida por la posmodernidad experimenta un doble cansancio. 1) Está
agotada ante un púlpito desafiador. Lo que sí anhela, consciente o inconscientemente, es un púlpito
“resuelve problemas”. Le agobia que la desafíen a quijotadas por el Reino. Lo único que desea es relajarse
y que le resuelvan sus problemas. 2) Está cansada de apelaciones, pues solo desea soluciones. Le fatiga elEvangelio de las demandas del Reino, pues es una apasionada del evangelio de las ofertas. Su fatiga
evangélica le lleva a buscar “el púlpito dulce” y alejarse del que proclama “el Cristo amargo” que llama a
cargar la cruz, a bendecir a nuestros enemigos y a orar por quienes nos ultrajan y nos persiguen. {23} Por
eso, le fascina la iglesia electrónica y sus grandes shows , atentos a las directrices del “marketing”
religioso, sabias en el manejo de quienes solo quieren “creer sin pertenecer”
Lo anterior, que no es crítica agria desde el balcón, sino diagnóstico triste en el camino, es larealidad desafiante que enfrenta la predicación actual. Pero solo hay una alternativa. Como afirmamos al
comienzo de este libro, la comunidad cristiana es convocada por el Señor a proclamar a tiempo y fuera de
tiempo, con convicción y autoridad, el Evangelio. Nuestra vocación es, entre otras, la de predicar con la
misma fidelidad por Dios y por el prójimo, y hacerlo de tal manera que el mundo pueda exclamar como
los alguaciles de Jerusalén dijeron de Jesús: ¡Nunca nadie ha hablado como este hombre! (Juan 7:46).
5. Sí, es una predicación edificadora de una iglesia y un mundo nuevos. Parte de una escatología
que no es detallista ni partidista, sino simple y humildemente optimista. Esta afirma que JesuCristo fue, esy será el Señor. Su esperanza no se adhiere a escuelas o teorías almidonadas de interpretación
escatológica, por pedantes, sectarias y sectarizantes. Con humildad reconoce que por encima de todo,
Dios, el Señor de toda escatología, es misterio. Por eso, el centro de su proclama y esperanza es que Dios
es Reyes de Reyes y Señor de señores y que JesuCristo, nuestro segundo Adán, culminará la historia y
abrirá los cielos y tierras nuevos de la nueva creación. Lo demás, aunque parezca importante, entre otras
cosas para hacer millonarios a ciertos autores de obras apocalípticas, es accesorio. Lo central del ser y
quehacer de cada discípulo y de todo el Pueblo de Dios es la afirmación que Dios en Cristo ya venció,
reina y reinará.
Lo anterior no significa abandonar la escatología como muchos hacen. ¡Todo lo contrario! Quien
esto escribe es un enamorado y estudioso de la literatura bíblica apocalíptica en general y del libro de
Revelación en particular, que hemos enseñado del principio al fin en más de una ocasión. El asunto no es
cuánto, sino cómo, con qué actitud y grado de fidelidad a este texto en su contexto lo proclamamos, para
inspirar a la comunidad de fe a constituirse en agentes en la marcha hacia el mundo nuevo de Dios.
Los sietes núcleos articuladores de una predicación pastoral contracultural
Y aquí consideraremos brevemente solo las perspectivas y núcleos que articulan el contenido de la predicación.
{23}. La expresión “el Cristo amargo” fue acuñada por predicadores campesinos, líderes de distintas expresionesdel ala radical de la Reforma Religiosa del XVI en Alemania, en especial Tomás Müntzer, por su interpretación dela vida cristiana como un llamado radical a cargar la cruz y seguir a JesuCristo. Ver John Howard Yoder(compilador). Textos escogidos de la Reforma Radical. Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1975, 490 págs.
1, Debe ser una predicación pos individualista, que deja de apelar al individuo como una isla y a la
sociedad como la mera suma de individuos. Por lo tanto asume la realidad integrada del humano como
ser-en-comunidad y el drama del pecado como realidad no solo personal sino también social o sistémica.
Por ello, el “shalom” de Dios en Cristo, en cualquiera de sus manifestaciones, es para cada vida, para toda
la sociedad, y la creación entera.
Este tipo de predicación se concibe así misma como evangelística no solo al apelar al individuo al
arrepentimiento y al cambio radical personal, sino también al anunciar proféticamente el pecado social y
llamar a la comunidad al cambio radical de sus estructuras de pecado e injusticia. Quien entiende así la
evangelización, entiende a su vez que nuestro amado y admirado colega Billy Graham fue y es un modelo
de evangelista masivo dirigido a los individuos, y que el pastor Martin Luther King, hijo, fue y es modelo
también de evangelista, que dirige su mensaje y acción a las estructuras de pecado, para su conversiónradical.
2) Debe ser una predicación pos racionalista, es decir existencial, como lo hemos enfatizado en
cuanto al sermón expositivo existencial en el capítulo 3 de este libro. En cuanto a esto, quien predica debe
anhelar ser consecuente con las prioridades de Jesucristo, quien siempre puso la vida por encima de la
doctrina, el amor por encima de la ley, y la reconciliación por encima de la sentencia.
Agustín de Hipona enseñaba que había que: “exponer con elocuencia y vivir con excelencia”. Hoy
la elocuencia posmoderna se ríe de aquella elocuencia, quizás por abstracta y elitista. ¡Pero siempre hay
un lugar para la elocuencia que hace que la ciencia homilética sea también el arte de la comunicación!
Esto es posible a través de una elocuencia llena de lo vivencial, que apela no sólo a los resortes mentales,
sino a las fibras íntimas de lo emocional. Esto ocurre cuando la mente y el corazón vibran en la misma
sintonía y mueven la voluntad. Entonces sí hay comunicación eficaz.
El predicar debe estar motivado, más que por convicciones intelectuales siempre importantes, por
realidades existenciales que nos deben marcar pastoralmente. Hemos descubierto por lo menos cuatro.
Estas son: 1) Un gran amor por la vida, es decir, no dejar de vivir sin proclamar el camino de la vida
plena, aunque lo hagamos desde las limitaciones de esta vida. 2) Un gran amor por el ser humano. Y aquínecesitamos preguntarnos con honestidad despiadada ¿estamos enamorados, enamoradas de nuestra
predicación, más que de la gente a quienes predicamos? Si la respuesta íntima es afirmativa, necesitamos
un cambio radical. 3) Una profunda convicción sobre la realidad de lo trascendente. Porque si el
imperativo es hacer que nuestra proclamación “aterrice”, eso solo es posible sin claudicaciones, poniendo
muy en alto “al Verbo que se hizo carne”. 4) Un profundo compromiso con la esperanza. Y esto nos lleva
a la simple pero rotunda afirmación pastoral del pensador cristiano Jürgen Moltmann: “nuestro único
pecado mortal es perder la esperanza”.
3) Debe ser una predicación pos dualista, es decir holística. Esta es una palabra nueva para una
época nueva, que implica una cosmovisión integral, donde se percibe cada realidad específica como parteindivisible de un todo. A partir del quiebre radical del dualismo carne y espíritu, manifestado en la
encarnación del “Logos” -el verbo creador hecho pesebre palestino- es posible una nueva visión y
abordaje de lo real. Esto permite y hace necesario a la vez, recapturar una visión fresca del Evangelio del
Reino. El ser humano, perdido en una sociedad fragmentada y egocéntrica, necesita encontrar la realidad
total que da sentido y significado para sí mismo o si misma, y para el universo. Y lo que da sentido al
todo se expresa en una realidad: Jesucristo es el Señor, el segundo Adán, la cabeza de una nueva creación,
y el modelo de vida para todo ser humano en cualquier condición. Nadie puede estar completo o entera,cabal o íntegro, plena o holístico, sino es semejante a Jesucristo. En esta afirmación y en su desarrollo, la
predicación se hace esperanza.
4) Debe ser una predicación JesuCristo-céntrica, que requiere aplicar la perspectiva holística
mencionada en el párrafo anterior. Es decir, que no es sólo comunicación cristocéntrica, doctrinalmente
correcta, sino mensaje donde el Cristo de la fe y la teología, está permanente, no eventualmente,
encarnado en el histórico Jesús el galileo. Predicación donde JesuCristo es lo particular histórico como
paradigma, modelo pleno y universal indivisible de la vida de Dios. Es la integración del Creador con su
creación, la eternidad con el tiempo, la Verdad con la historia, el poder creador con el perdón
transformador, “el todo en todos” con el hijo de un carpintero de Nazaret, el cosmos universal r edimido
desde un pesebre, una cruz y una tumba vacía. ¡Es la locura holística de la predicación!
5) Debe ser una predicación Reino-céntrica, que no comunica un mensaje de ofertas espirituales,
parcial y amputado, ni la noticia “del campeón o campeona que hay en cada quien”, sino el evangelio del
Reino de Dios, con todos sus desafíos y demandas ineludibles. Este es mensaje donde la ética del Reino
no es desplazada -para brillar- por la estética de ayer o de hoy. Aquí la estética es resultado glorioso de la
ética. Es que la convocatoria ética al seguimiento de JesuCristo fecundiza y brinda filo cortante a laestética del mensaje majestuoso del Reino de Dios.
Menciono tal majestuosidad con emocionada gratitud al Espíritu Santo. Fue El quien me la hizo
descubrir en plena adolescencia, escuchando predicar por primera vez en Buenos Aires a quien sería
desde entonces mi mentor homilético, el cubano Cecilio Arrastía. Ante esa conjunción de ética y estética,
apelación a la razón y al corazón, ante tal majestuosidad profética, Dios me transformó en un joven
enamorado de la predicación, un aprendiz constante en la comunicación del Evangelio del Reino, esa
bella e irreemplazable llamada ética a salvación y nueva creación.
Con la agudeza que lo caracteriza, Alberto Roldán concluye uno de sus trabajos sobre
posmodernidad, en este caso en relación con la ética del Reino de Dios, de esta forma:Historia para muchos, leyenda para algunos, lo cierto y concreto es que la vida de Jesús y su
enseñanza ética centrada en el amor, ha calado tan hondo en la cultura humana y en la historia que
-como ha admitido el propio Vattimo- en Occidente no se puede hacer filosofía sin la referencia al
cristianismo. Podríamos parafrasear, diciendo que no es posible hablar de ética sin referirnos a
Jesús de Nazaret como el marco referencial principal de una ética que toma en serio al prójimo y
nos invita a amarlo como a nosotros mismos. Porque es en el amor, en última instancia, donde se
resume la motivación principal para el comportamiento ético. {24}El Reino de Dios expresa no sólo un imperativo ético insoslayable, sino la gloriosa belleza de la
armonía del “shalom” de Dios. La consumación del Reino de Dios es la utopía revelada acerca del cosmos
radicalmente transformado. De esto es realidad central una sociedad humana plenamente saludable, anti
jerárquica, igualitaria, dialógica y comunitaria. Es el triunfo final del “grano de mostaza” sobre todo poder
opresor. Es el reinado, el jubileo eterno del amor hecho justicia y salud (ética), belleza y armonía
(estética) en Dios. ¡A enamorarse pues, del matrimonio sagrado de lo ético con lo estético en nuestra
predicación Reino-céntrica!
6) Debe ser una predicación radicalmente contextual, es decir, comunicación que está motivada,
preocupada y ocupada en satisfacer necesidades que son fruto y están marcadas por una situación humana
particular. El testimonio del profeta Ezequiel, ministrando entre compatriotas como él deportados, debe
ser el nuestro: «Me senté donde ellos estaban sentados» (3:15).
La tarea clave de toda predicación que procure ser radicalmente contextual tiene ahora un sentido
más profundo. No tiene la misión de trasladar al ser humano de su mundo histórico concreto a otro mundo
ideal y espiritual, sino la de visitarle en su mundo actual con las equivalencias dinámicas del mensaje
eterno para aquí y ahora, que respondan a la realidad de sus necesidades. El predicador o predicadoradebe actuar como Pablo en Atenas, como un pontífice. Predicar contextualmente es crear puentes
(24}. Alberto Roldán. “Cómo volver a los valores éticos en la sociedad posmoderna”. Revista Teología y cultura.http://www.teologos.com.ar/, Año 9, volumen 14, noviembre 2012.
múltiples entre la fe cristiana y las nuevas realidades culturales, las actuales sensibilidades espirituales, las
multifacéticas percepciones sensoriales, y las reales necesidades humanas.
Edificar tales puentes, pegar tamaño salto histórico, cultural y cualitativo del tiempo bíblico al
nuestro, para descubrir y aplicar las equivalencias dinámicas entre ambos contextos, es tarea de titanes. Necesitamos entender la vida y la forma de pensar del hombre y la mujer comunes de hoy, para
alcanzarlos con la luz del evangelio. Pero si esta tarea que, como enfatizamos al comienzo de este libro
nunca fue sencilla, hoy requiere como nunca antes, disciplina especial, esfuerzo y perseverancia en la
observación, la participación y el análisis crítico de todo lo que nos rodea y de nuestra realidad personal.
El desafío es grande, pero el Espíritu Santo está de nuestro lado.
7) Debe ser una predicación dialogante, y no solo dialogada, pues esto último puede ser solo
asunto de metodología o técnicas. Predicación dialogante -se haga realidad o no tal evento acústico- escomunicación “comadrona”, mayéutica, paridora de respuestas concretas de salvación y esperanza, de
obediencia y compromiso con Dios y su Reino, por parte de una congregación “que responde”.
Esto lo confirmamos vivenciándolo, como parte de una congregación afroamericana histórica, la
de la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta, Georgia, EUA. Fue durante nuestros tres años de estudios
doctorales al inicio de los 70. Martin Luther King, padre, “Daddy King”, luego de décadas frente a esa
congregación, se retiraba del pastorado. Eso nos brindaba la bendición privilegiada de escuchar cada
domingo a los más destacados representantes de la predicación afroamericana de aquella época, como
candidatos potenciales para aquel púlpito. Allí vimos en acción el poder de la narración ágil, la aplicación
testimonial vibrante, las ilustraciones históricas contextuales, el canto entretejido en la prosa, y todo al
servicio de un diálogo intenso e inspirador, creativo y movilizador. Diálogo gestado en el Espíritu desde
un púlpito dialogante. ¡Eso es predicar!
Realidades posmodernas y estrategias comunicativas pastorales
Cada semana en los EUA más de 75 millones de personas, un cuarto de la población actual del
país, representando seis o siete diferentes generaciones o sub-generaciones con sus peculiares universosde símbolos, códigos y mitos, crisis, angustias y expectativas, escuchan más de un billón de palabras en
un período promedio de 30 minutos en sermones sabatinos y dominicales. Pero ¿escuchan? Y si lo hacen
¿cómo y cuánto entienden? Y si entienden ¿hasta cuándo lo recuerdan? Y si lo entienden y recuerdan ¿lo
practican? ¡He aquí las preguntas responsables del insomnio y el estrés, la frustración y la depresión, el
desencanto y… la deserción pastoral creciente de nuestro tiempo! {25}
Necesitamos entender cuáles son las realidades principales que hoy desafían a una comunicación
eficaz del evangelio del Reino y, a partir de éstas, desarrollar estrategias claves para nuestra predicación pastoral.
Las realidades principales que enfrenta hoy la predicación pastoral: No reiteraremos aquí las
ya mencionadas aparentes barreras o impedimentos, obstáculos negativos que ya han sido parte de nuestro
brevísimo diagnóstico de la actualidad. Todo lo contrario. Deseamos apuntar a las realidades que
constituyen, en algunos casos, elementos positivos de la posmodernidad, a lo menos en cuanto a la
proclamación del evangelio del Reino.
1. La cultura light, donde prevalece la levedad del ser y el pensamiento débil y -por otro ladocorrelativo- la ya mencionada intolerancia a los absolutos, especialmente a las cosmovisiones de todo
tipo, llamadas últimamente meta relatos o meta narrativas. Esto es resultado del “desencanto de la razón”.
Y aquí la posmodernidad se acerca a lo mejor del pensamiento cristiano radical, pues en ambas
expresiones hay un impulso constante de resistencia frontal a agotar la realidad con la razón.
El posmodernismo así comprendido en su expresión más genuina, no es un politeísmo grosero o
un paganismo pos crítico, como se lo diagnostica al observar sus manifestaciones populares, lo que hemos
hecho mayormente en este trabajo. Por otra parte, la demoledora influencia occidental en el cristianismo
ha pretendido alcanzar la impecable infalibilidad teológica incuestionable de la iglesia, como resultado de
su entrega sin reservas a la modernidad racionalista. {26}
Creemos que la posmodernidad y el cristianismo radical representan búsquedas, por caminos muy
distintos pero búsquedas humanas al fin, de las raíces de una interpretación holística, integral e integrada
de la vida en todas sus manifestaciones. El anarquismo ecléctico de la posmodernidad se debe a que ha
rechazado toda ideología, cosmovisión y utopía, y se ha lanzado a aletear en el vacío de un aparente
nihilismo sin retorno. Busca y no encuentra, quiere volar, pero no tiene brújula. Pero la fe cristiana radical
{25}. Los datos estadísticos son citados por Rick Warren, El propósito de la predicación, Predicando para cambiarvidas, 1. http://www.convencionbautista.com, pág. 36.
{26}. Concordamos al respecto con varios autores, especialmente con Mardones, investigador español dedicado alanálisis de la posmodernidad y la religión. Entre varios de sus trabajos, recomendamos: José María Mardones. Paracomprender las nuevas formas de la religión. Estella, Navarra: Verbo Divino, 1994, 193 págs. A pesar de haber sido publicado hace casi dos décadas, este trabajo continua vigente en sus conclusiones.
es, debe ser, respuesta racional pero no racionalista para la posmodernidad, a partir del gran meta relato;
el del proyecto político y holístico de Dios para salvación y transformación de la creación. {27}
2) El imperio creciente del relativismo y la subjetividad. La modernidad estuvo regida por el
racionalismo, hijo dilecto del axioma cartesiano “pienso, luego soy”. La posmodernidad no enfatiza elcreer, sino un confiar light en cualquier cosa que hace sentirse bien. Las creencias están en crisis. Las
convicciones están desapareciendo. No existe tal cosa como la verdad, porque todo es relativo. Existen
verdades, y cada una es de acuerdo al cristal desde el cual se observe, y como nos haga sentir. Todo esto
es una reacción pendular a la modernidad, a partir de un “siento y me gusta, luego soy”.
Frente a esto, la predicación cristiana es llamada a afirmar hoy que es correcto creer que no existe
una verdad absoluta, cuando la misma es concebida como una realidad abstracta, construida teóricamente,
pero que sí existe la verdad única e irreemplazable, y que esta es una realidad objetiva, una personahistórica concreta: JesuCristo. Por ello, la pregunta clave para el ser humano no es ¿qué es la verdad? sino
¿quién es la verdad? La invitación a quienes nos escuchan debe apelarles a que respondan con una
afirmación personal -y es válido expresarse de esta manera- como ésta: “pienso y siento, comprendo y
reacciono, obedezco y actúo; luego soy y deseo vivir como un discípulo o discípula de Jesucristo ”.
3) La sospecha de, o más bien el rechazo a la religión institucional y su liderazgo. Y esto también
es positivo, no es un problema sino un desafío, pero solo si la iglesia institucional está dispuesta a aceptar
con honestidad, arrepentimiento y humildad, en todo lo que implica, el imperativo de su transformación.
La iglesia es llamada, en el poder y la guía del Espíritu Santo, a reinventarse para un siglo XXI que le está
dando la espalda. Hay que dejar de ser monumentos con olor a incienso, organizaciones jerárquicas y
dogmáticas, burocráticas e inoperantes, para transformarse en un movimiento vitalizador de la historia de
salvación en esta sociedad necesitada de Dios.
La posmodernidad está dando nacimiento a una nueva civilización global. En medio de esta
transición fenomenal quienes predicamos somos convocados, llamadas a potenciar a nuestro pueblo para
transformar a los escogidos y dotadas, en líderes con mentalidad de siglo veintiuno, que sirvan al reino de
Dios con muchos frutos, a través de una iglesia reinventada para hoy.
{27} Para una comprensión de las implicaciones de la misión holística, ver el excelente documento final:“Ministerio holístico: reflexiones de la Comisión de Teología de la Alianza Evangélica Mundial. Consulta sobreministerio holístico”: Bangkok, Tailandia, 24 de octubre de 2008, en www.redcristianaradical.org/documentos.
Algunas estrategias para la predicación pastoral contemporánea:
1) Presentar la Biblia como una realidad vivencial y relacional. Necesitamos asumir la Biblia hoy,
como lo hiciera el pastor y campesino colombiano Don Víctor Landero. Este me compartió en 1968 su
entendimiento de la Palabra de Dios, mientras tomábamos café en un retiro pastoral en Montería,Colombia: “La Biblia es un dedo que señala a JesuCristo”. Su declaración estaba potenciada por su
testimonio. Don Víctor, cuando era propietario y regenteaba un prostíbulo, recibió de un colportor un
Nuevo Testamento de regalo. En un momento de tremenda crisis, se encontró con este librito. Su lectura
dificultosa, pues no era muy letrado, lo llevó a JesuCristo sin ninguna otra ayuda. En 1968 su ministerio
evangelístico y de plantación de iglesias había generado ya decenas de congregaciones bíblicas en el
Caribe colombiano. Esa es una comprensión y proclamación vivencial y relacional de la Palabra de Dios,
y esos son los frutos que produce, cualquiera sea el contexto geográfico, humano y cultural.2) Presentar a la persona de JesuCristo como el único absoluto de toda verdad. Y esto es
reiteración necesaria por su importancia. Porque la verdad no es ni puede ser, como lo pretendiera la
modernidad, una idea o fórmula, teoría o sistema de pensamiento, ni aún los denominados cristianos. La
verdad no es una abstracción intelectual; es una vida encarnada en la historia. Se llama JesuCristo. Él es
no sólo nuestro Señor y Salvador, sino también el paradigma, modelo por excelencia, para discernir y
optar, decidir y actuar, vivir y servir como El. ¡Ese es el mensaje que la iglesia y el mundo necesitan hoy!
Lo anterior, que no es nada nuevo, me trae el recuerdo grato del viejo y amarillento, ajado y muy
marcado librito que me prestara para leer, dos semanas antes de mi bautismo, Don Manuel Blanco, mi
primer maestro de la escuela bíblica dominical. Su título es En sus pasos o ¿qué haría hoy Jesús en mi
lugar? Esta novela clásica, afortunadamente reimpresa y accesible hoy, aunque en forma condensada,
marcó mi vida adolescente. {28} Su orientación actualmente continúa influyendo en cada una de mis
decisiones. La recomendamos como una gema, es decir, algo pequeño pero muy valioso, que será de
tremenda ayuda a quienes -cualquiera sea su edad o longevidad de vida cristiana- deseen caminar como
discípulos o discípulas de JesuCristo.
(3) Deportar del púlpito la jerga religiosa y las palabras “de salón”. Y en esto los evangélicostenemos un muy largo camino por recorrer. Recuerdo al respecto un viejo chiste compartido hace años
entre predicadores. Este relata de una mujer emocionada llegando para saludar a su pastor al finalizar el
{28}. Charles M, Sheldom. En sus pasos ¿Qué haría Jesús? El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, Decimoquintaedición, 2008,92 págs.
- ¡Que tremendo sermón, pastor! ¡Esa palabra, esa palabra que Dios le dio, hoy ha tocado mi vida!
- ¿Cuál palabra hermana? responde curioso el pastor.
- ¡Mesopotamia…, sí, sí Mesopotamia! ¡Gracias, gracias pastor!En otras palabras: “estoy embelesada, pero no entendí nada”
En cuanto al abuso en enseñar en la predicación ciertos significados de palabras de los idiomas
bíblicos u otros, o utilizar expresiones teológicas, “palabrotas de seminario”, Rick Warren comenta:
“Vi un chiste gráfico recientemente. Un individuo le está predicando a una iglesia casi
vacía y todos los que están allí están dormidos y dice: ‘Algo muy interesante es que la
pala bra en latín para tapioca es...’. Usar demasiados estudios de palabras griegas en
realidad anima la falta de confianza en el texto traducido. Si siempre estás diciendo, ‘la palabra aquí en realidad significa esto…’, entonces lo que ellos están diciendo es, ‘no
puedo confiar en mi Biblia’. Y la gente se deprime creyendo ‘nunca podré entender el
verdadero significado porque no sé griego… Las personas, cuando se describen a sí
mismas dicen, ‘estoy acabado... me estoy haciendo pedazos... estoy en un túnel sin
salida...estoy a punto de hundirme...’. Ellos no dicen, ‘¡estoy experimentando total
depravación moral! La verdad es que eso es exactamente su problema, pero no usan esos
términos. ¡No los usemos nosotros!”{29}
Marco Fabio Quintillano, el maestro de retórica casi contemporáneo de JesuCristo, que tanto tuvo
que ver con lo que hasta hoy entendemos por predicación, sabiamente afirmaba: “si no deseamos
realmente que nos entiendan, merecemos que nos abandonen”.
(4) Eliminar la crítica apologética de otros credos o expresiones religiosas, no por tolerancia o
displicencia irresponsables, actitudes típicas de la indiferencia posmoderna actual donde “todo vale”, sino
como expresión genuina de respeto profundo hacia los demás, sus ideas y creencias. Nuestro llamado es a
predicar el evangelio. Nuestra comunicación debe ser positiva. Criticar las herejías porque sí, las que
fueran, cuando no están afectando la vida y misión de la congregación, salvo cuando es imperativamentenecesario en defensa de la fe, es perder un tiempo precioso. Por otro lado, la mente posmoderna,
equivocada o en lo cierto, percibe tales apologías como expresiones de inseguridad en la fe y las
convicciones cristianas de quien comunica. El sentir es ¿por qué te defiendes si nadie te ataca? Por lo
tanto, con la autoridad y entrega, unción y devoción propias de quien necesita compartir no una, sino La
Verdad ¡prediquemos a JesuCristo!
(5) Describir a la iglesia como familia de compañeros y compañeras, palabra preciosa que
proviene de dos vocablos del latin cum, que traducimos: con, y panis, que significa: pan. Es decir,hermanos y hermanas con quienes partimos y compartimos el pan, en una comunidad íntimamente
relacional, una comunidad cotidiana alternativa de amor concreto. Esta realidad la constituye, de hecho,
en una comunidad contracultural en esta sociedad individualista, egoísta y competitiva.
¡Qué importa que dictaduras y populismos políticos de todo tipo hayan desvirtuado el significado
original de la palabra compañero o compañera! Desde el púlpito y la enseñanza es necesario crear
conciencia que somos una familia de compañeros y compañeras. Y que lo somos, especialmente, porque
tenemos una misión en común. Que el énfasis correctísimo en el carácter comunitario de la fe cristiana notransforme a nuestras congregaciones en “pequeños pueblos muy felices”, guetos introvertidos y
divorciados de nuestros contextos, sino en iglesias encarnadas y extrovertidas, “JesuCristo tomando
forma, haciéndose audible, visible y accesible en la sociedad”, verdaderos movimientos centrífugos
expansivos y transformadores, en el camino hacia el Reino.
(6) Usar medios multisensoriales accesibles para comunicar a generaciones programadas
mentalmente por y para la televisión, el internet y sus derivados. Si aspiramos a conectarnos con, e influir
en las nuevas generaciones, necesitamos usar la computación en sus muchas expresiones, el video
proyector, efectos de sonido, bosquejos o notas móviles tableta en mano, y todo aquello que permita
diversificar nuestra experiencia comunicativa.
Los niños y niñas que hoy utilizan el celular, la pizarra electrónica y las computadoras en la
escuela primaria, los adolescentes y jóvenes que someten sus tareas escolares por internet y chatean con
su gente, el creciente número que en todo el mundo toma cursos online, no sólo no prestarán la más
mínima atención a una comunicación exclusivamente oral, sino mucho más: la rechazarán por unilateral y
arcaica, poco clara y obsoleta, Esto seguirá fortaleciendo el estereotipo posmoderno que identifica lo
religioso con lo arcaico, y a la iglesia como una reliquia arqueológica. ¡Pongámonos al día de una vez!
Concluyendo
La posmodernidad es una realidad relativamente reciente, emergente, distinta y desafiante. No
sabemos para qué llegó, si es para quedarse o para ser transición hacia un futuro desconocido aún. Como
toda realidad humana, está compuesta de luces y sombras. En sus expresiones más populares representa,
para la vida y misión en general y la comunicación del Evangelio en particular, un tremendo desafío.
En cuanto al desafío de la posmodernidad a la iglesia, es tal la radicalidad del mismo, que a la
comunidad de fe no le basta hoy con un “aggiornamento”, un renovar de algunas formas, sino unarenovación radical, es decir, una transformación de criterios y formas, presupuestos y hábitos, metas y
prioridades de ser iglesia y hacer misión, bajo la guía e inspiración irreemplazable del Espíritu Santo
iluminándonos el evangelio del Reino de Dios. Y todo lo anterior, a partir de un ineludible cambio que
debe comenzar en cada líder, hacerse visión, implementarse como misión, y transformar a todo el Cuerpo
de Cristo, en el poder del Espíritu Salto. Sugerimos algunos desafíos transformadores:
1. En cuanto al liderazgo: 1) Nos convertimos de los valores que creemos, a los valores que
vivimos. 2) Nos transformamos de coordinadores y coordinadoras de eventos a movilizadores ymovilizadoras de procesos. 3) Entendemos, creemos en, e implementamos con convicción y pasión
nuestro modelo de crecimiento integral. 4) Modelamos, inspiramos y movilizamos un proceso integrado
de crecimiento. 5) Enfatizamos que nadie va o viene de la iglesia, sino que todos, todas somos la iglesia.
6) Capacitamos a cada miembro del cuerpo de Cristo, no meramente para ser “obreros/as del altar y sus
alrededores”, sino diáconos y diaconisas del mundo.
2. En cuanto a la congregación: 1) Es impactada por los valores que vive su liderazgo. 2) Se
convierte de los valores que cree a los valores que vive. 3) Se transforma de espectadora de eventos a
participante en procesos. 4) Entiende, cree y participa en un modelo contextual de crecimiento integral. 5)
Se compromete a dejar de ser un grupo de personas religiosas, para transformarse en una comun idad de
discípulos y discípulas de Jesucr isto ; una comunidad del Reino dentro de la comunidad civil; una
comuni dad contracul tural transformadora; es decir, JesuCr isto tomando forma audible, visible y
accesible en la sociedad. 6) Se constituye en un testimonio personal y corporativo transformador de su
comunidad circundante. Y de ahí… hasta lo último de la tierra.
En cuanto al desafío de la posmodernidad a la predicación, creemos haber compartido en este
trabajo ya bastante al respecto. A demás, estamos convencidos que todo lo que ya se ha escrito sobre eltema no solo aquí, sino en miles de páginas impresas y electrónicas, quizás pueda recibir la aceptación
intelectual de muchos compañeros y compañeras colegas. Pero en la vida cristiana el producto final de la
formación y el crecimiento ministerial no es el conocimiento, sino la obediencia responsable.
Por lo anterior, nuestra convicción es que necesitamos vivir en el poder de Dios una experiencia
transformadora de conocimiento, coraje y compromiso. 1) Conocimiento, fruto de sensibilidad humana,
disciplina de estudio, y trabajo pastoral, acerca del mundo real que es nuestro contexto, y de las
herramientas que la ciencia y el arte de la predicación nos ofrecen. 2) Coraje, armados de fe y procurandosabiduría de lo alto para enseñar e inspirar con unción y convicción, de tal suerte que nuestra visión de
una iglesia reinventada, sana y plena, como resultado se constituya en el pedido urgente de una
congregación convencida, que hace suya la visión, para convertirla en misión. ¡Eso es genio pastoral! 3) y
Compromiso, para continuar la lucha, guiando a una comunidad que ahora sabe quiénes son y porqué lo
son, dónde están, y hacia dónde se han comprometido a peregrinar sirviendo.
Lo expuesto se lee hermoso en el papel, suena atractivo a los oídos, pero parece inalcanzable ante
la decadente realidad. ¡No importa lo que parezca! El poder que nos ha hecho iglesia desde el Pentecostéshasta aquí, sigue fiel y activo, y espera nuestra fidelidad y acción. Recordemos: En JesuCristo somos más
que vencedores, porque todo lo podemos en El, quien nos fortalece. Dios está de nuestro lado ¡Adelante!