6 / EL COMERCIO / PORTAFOLIO / Domingo21 de junio del 2015 JEFFRE Y D. SACHS Es profesor de Desarrollo Sustentable y director del Earth Institute enla UniversidaddeColumbia. L a reunión del G-7 hace al- gunas semanas en Schloss Elmau en los Alpes Bávaros marcó un avance importan- te en la política para el cam- bio climático. Las siete economías de mayores ingresos (Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) tomaron la decisión revolucionaria de descar- bonizar sus economías durante este siglo. Por primera vez en la historia, las principales economías ricas han lle- gado a un acuerdo sobre la necesidad de poner fin a su dependen cia de los combustibles fósiles. La canciller ale- mana, Angela Merkel, el presidente estadouniden se, Barack Obama, y los otros líderes del G-7 estuvieron a la altura de las circunstancias y mere- cen una fuerte aprobación global. El avance histórico quedó regis- trado en el comunicado final del G-7. Primero, los países del G-7 subra- yaron la impo rtanci a de mant ener el calentamiento global por debajo de 2° Celsius (3,6° Fahrenh eit). Esto significa que la temperatura prome- dio de la Tierra debería mantenerse dentro de los 2°C de la temperatu ra promedio que prevalecía antes del inicio de la Revolución Industrial (aproximadament eantesde 1800). Sin embargo, el calentamiento glo- bal hasta la fecha ya ronda los 0,9°C, casi en la mitad de camino hasta el límite superior. Luego, los líderes del G-7 hicieron algosin precedent es.Reconocieron que para mantener el calentamiento global por debajo del límite de 2°C, las economías del mundo tenían que terminar con su dependencia de los combustiblesfósiles:carbón,petró- leo y gas natural. Actu almen te, alre dedo r del 80% de la energía primaria a nivel mun- dial proviene de combustibles fó- siles, cuya combustión emite cerca de 34.000 millones de toneladas de dióxido de carbono. Este nivel de emisiones, si continuara en décadas futuras, llevaría las temperaturas muy por encima del límite superior de 2°C. De hecho, con un uso cre- ciente de la energía a nivel global, la continua dependenci a de los com- bustibles fósiles podría elevar las temperaturas entre 4 y 6°C, lo que conllevaríaconsecuenciaspotencial- mente catastróficas para la produc- ción global de alimentos y generaría mayores niveles de los océanos, me- gasequías,inundacionesimportan- tes, olas de calor devastadoras y tor- mentas extremas. La ciencia es más clara de lo que a muchos políticos les gustaría. Para que la humanidad tenga una posibi- lidad “probable” (al menos dos ter- cios) de permanecer por debajo del umbral de 2°C, una pequeña reduc- ción de las emisiones de CO 2 no será suficiente.Enverdad,las emisiones tendrán que caer a cero más avan- zado este siglo para frenar cualquier aumento adicional de la concentra- ción atmosférica de CO 2 . En otras palabras, la economía mundial debe “descarbonizarse”. CAMBIO POSIBLE El avance en la cumbre del G-7 fue que los siete gobiernos reconocie- ron esta realidad y declararon que el límite de 2°C requiere la “descarbo- nización de la economía global en el El G-7 abr aza la descarbonización La decisión de implementar políticas para reducir el uso de combustibles fósiles en estos países abre una esperanza para un acuerdo climático verdaderamenteglobal. ILUSTRACIÓN: PROJECT SYNDICATE