POEMARIO MAYERLI SIERRA 1103 INSTITUCION EDUCATIVA TECNICA NACIONALIZADA DE SAMACA
POEMARIO
MAYERLI SIERRA
1103
INSTITUCION EDUCATIVA
TECNICA NACIONALIZADA
DE SAMACA
SAFO DE LESBOS
(650/610-580 A. C
Igual parece a los eternos dioses
Quien logra verse frente a ti sentado:
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte: ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir; y rota
Calla la lengua
Fuego sutil dentro mi cuerpo todo
Presto discurre: los inciertos ojos
Vagan sin rumbo, los oídos hacen
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado:
Pálida quedo cual marchita hierba
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte
Parezco muerta
WILLIAN SHAKESPE
ARE
VEO MEJOR SI CIERRO MÁS LOS OJOS
Veo mejor si cierro más los ojos
Que el día entero ven lo indiferente;
Pero al dormir, soñando te contemplan
Y brillantes se guían en lo oscuro.
Tú, cuya sombra lo sombrío aclara,
Si ante quienes no ven tu sombra brilla,
¡Qué luz diera la forma de tu sombra
Al claro día por tu luz más claro!
¡Ay, qué felicidad para mis ojos
Si te miraran en el día vivo,
Ya que en la noche muerta, miro, ciego,
De tu hermosura la imperfecta sombra!
Los días noches son, si no te veo,
Y cuando sueño en ti, días las noches
FRANSISCO DE
QUEVEDO
DEFINICIÓN DEL AMOR
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
EDGAR ALLAN
POE
AL RÍO ¡Hermoso río! en el resplandor, límpida corriente
de cristal, errante agua.
Eres un emblema del brillo,
de belleza, de no escondido corazón,
la juguetona sombra de arte
en la hija del viejo Alberto;
pero cuando ella mira en tu ola,
que reluce entonces, y tiembla,
pues, entonces, el más bonito de los arroyos
se parece a su adorador;
ya que en su corazón, como en tu arroyo
la imagen de ella profundamente yace,
el corazón de él que tiembla ante el rayo de luz
de los ojos de ella que indagan el alma.
GARCILASO DE LA VEGA
SONETO V
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero
FEDERICO GARCÍA LORCA
ALBA
Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.
JOHN MILTON
EL PARAÍSO PERDIDO (FRAGMENTO)
¡Salud, mundo infernal! Y tú, profundo Averno,
Recibe a tu nuevo señor, cuyo espíritu
No cambiará nunca, ni con el tiempo, ni en
lugar alguno.
El espíritu vive en sí mismo, y en sí mismo
Puede hacer un cielo del infierno, o un infierno
del cielo.
¿Qué importa el lugar donde yo resida,si soy el
mismo que era,
Si lo soy todo, aunque inferior a aquel
A quien el trueno ha hecho más poderoso?
Aquí, al menos, seremos libres,
Pues no ha de haber hecho el Omnipotente este
sitio
Para envidiárnoslo, ni querrá, por lo tanto,
expulsarnos de él;
Aquí podremos reinar con seguridad, y para mí,
Reinar es ambición digna, aun cuando sea sobre
el infierno,
Porque más vale reinar aquí, que servir en el
cielo.
Pero, ¿dejaremos a nuestros fieles amigos,
A los partícipes y compañeros de nuestra ruina,
Yacer anonadados en el lago del olvido?
¿No hemos de invitarlos a que compartan con
nosotros
Esta triste mansión, o intentar una vez más,
Con nuestras fuerzas reunidas, si hay todavía
algo que
Recobrar en el cielo, o más que perder en el
infierno?"
CHARLES BAUDELAIR
E
A LA MUY QUERIDA, A LA MUY BELLA
A la muy querida, a la muy bella
Que llena mi corazón de claridad,
Al ángel, al ídolo inmortal,
¡Salud en la inmortalidad!
Ella se extiende en mi vida
Como un aire impregnado de sal,
Y en mi alma no saciada
Derrama el sabor de lo eterno.
Saquito siempre fresco que perfuma
La atmósfera de un reducto querido,
Incensario olvidado que echa humo
En secreto a través de la noche,
¿Cómo -amor incorruptible-
Definirte con acierto?
¡Grano de almizcle que yaces, invisible,
En el fondo de mi eternidad!
A la muy buena, a la muy bella,
Que constituye mi alegría y mi salud,
Al ángel, al ídolo inmortal,
¡Salud en la inmortalidad!
ARTHUR RIMBAUD
AVENTURA
I
Con diecisiete años, no puedes ser formal.
-¡Una tarde, te asqueas de jarra y limonada,
de los cafés ruidosos con lustros deslumbrantes!
-Y te vas por los tilos verdes de la alameda.
¡Qué bien huelen los tilos en las tardes de junio!
El aire es tan suave que hay que bajar los párpados;
Y el viento rumoroso -la ciudad no está lejos¬-
trae aromas de vides y aromas de cerveza.
II
De pronto puede verse en el cielo un harapo
de azul mar, que la rama de un arbolito enmarca
y que una estrella hiere, fatal, mientras se funde
con temblores muy dulces, pequeñita y tan blanca...
¡Diecisiete años!, ¡Noche de junio! -Te emborrachas.
La savia es un champán que sube a tu cabeza...
Divagas; y presientes en los labios un beso
que palpita en la boca, como un animalito.
III
Loca, Robinsonea tu alma por las novelas,
-cuando en la claridad de un pálido farol
pasa una señorita de encantador aspecto,
a la sombra del cuello horrible de su padre.
Y como cree que eres inmensamente ingenuo,
a la par que sus botas trotan por las aceras,
se vuelve, alerta y, con un gesto expresivo...
-Y en tus labios, entonces, muere una cavatina...
IV
Estás enamorado. Alquilado hasta agosto.
Estás enamorado. Se ríe de tus versos
Tus amigos se van, estás insoportable.
-¡Y una tarde, tu encanto, se digna, ya, escribirte...!
Y esa tarde... te vuelves al café luminoso,
pides de nuevo jarras llenas de limonadas...
-Con diecisiete años no puedes ser formal,
cuando los tilos verdes coronan la alameda.
PAUL VERLAIN
MI SUEÑO FAMILIAR
Tengo a veces un sueño extraño y penetrante
de una mujer desconocida a la que amo y que me ama
y que no es, cada vez, en absoluto la misma
Porque ella me comprende, y mi corazón transparente
para ella sol, ¡ay! cesa de ser un problema
para ella sola, y los sudores de mi frente pálica
ella sola los sabe refrescar, llorando
¿Es morena, rubia o pelirroja?. Lo ignoro.
¿Su nombre? Recuerdo que es dulce y sonoro
como los de los amados que la Vida exilia
Su mirada es parecida a la mirada de las estatuas
y, en su voz, lejana, calma y grave, tiene
la inflexión de las voces queridas que se han
matado
WILLIAM BLAK
UNA PEQUEÑA NIÑA PERDIDA
Niños de una edad futura,
Al leer esta página indignada,
Sabed que en un tiempo pasado,
¡Al Amor, al dulce Amor, se le creyó un crimen!
En la Edad del Oro
Libres del frío del invierno,
Joven y doncella, brillantes
a la luz sagrada,
Se deleitan desnudos bajo los rayos del sol.
Una vez, una joven pareja,
Llena de tierno cuidado,
Se encontró en jardín claro
Del que la sagrada luz
Recién había quitado las cortinas de la noche.
Allí, en el día naciente,
Sobre el pasto jugaron;
Los padres estaban lejos,
Los extraños no se acercaban,
Y la doncella pronto olvidó su temor.
Cansados con los dulces besos,
Acordaron reunirse
Cuando el silencioso sueño
Se mece en las profundidades del cielo,
Y los cansados viajeros lloran.
A su padre de blancas sienes
Volvió la clara doncella;
Pero él con su mirada amante,
Como el libro santo,
Estremeció sus delicados miembros con terror.
¡Ona! ¡pálida y débil!
Háblale a tu padre:
¡Oh! el miedo tembloroso
¡Oh! ¡la triste inquietud
Que agita las flores de mi cabello cano!
CONSTANTINO
CAVAFIS
LA CIUDAD
Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás
viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no
esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.
Amargamente por nosotros Príamo y Hécuba lloran.
WALT WHITMAN
CREO QUE UNA BRIZNA DE
HIERBA
Creo que una brizna de hierba no es inferior a la
jornada de los astros
Y que la hormiga no es menos perfecta ni lo es
un grano de arena
Y que el escorzo es una obra de arte para los
gustos más exigentes
Y que la articulación más pequeña de mi mano
es un escarnio para todas las máquinas.
Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás
el origen de todos los poemas.
Creo en ti, alma mía, el otro que soy no debe
humillarse ante ti,
Ni tú debes humillarte ante el otro.
Retoza conmigo sobre la hierba, borra el freno de
tu garganta.
(...)
Creo que podría retornar y vivir con los animales,
ellos son tan plácidos y autónomos.
Me detengo y los observo largo rato.
Ellos no se impacientan ni se lamentan de su
situación.
No lloran sus pecados en la oscuridad de un
cuarto.
No me fastidian con sus discusiones sobre sus
deberes hacia Dios.
Ninguno está descontento. Ninguno padece la
manía de poseer objetos.
Ninguno se arrodilla ante otro ni ante los
antepasados que vivieron hace milenios.
Ninguno es respetable o desdichado en toda la
faz de la tierra.
Así me muestran su relación conmigo y yo así lo
acepto.
(...)
No pregunto quién eres, eso carece de importancia
para mí.
No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te
inculco.
FERNANDO
PESSOA
SI YO PUDIERA
Si yo pudiera morder la tierra toda
Y sentirle el sabor
Sería más feliz por un momento.
Pero no siempre quiero ser feliz
Es necesario ser de vez en cuando infeliz
Para poder ser natural.
No todo es días de sol y la lluvia,
Cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad
Naturalmente, como quien no se extraña
De que existan montañas y planicies
De que haya rocas y hierbas.
Lo que es necesario es ser natural y calmado
En la felicidad o en la infelicidad.
Sentir como quien mira
Pensar como quien anda,
Y, cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere
Y que el poniente es bello
Y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.
ELIZABETH
BAEET
EL AMOR POR SER AMOR
Y no obstante el amor por ser amor
es bello. Igual llamea reluciente
un gran templo y la hierba. El mismo fuego
arde quemando el cedro y la cizaña.
Y el amor es un fuego; y cuando digo
te quiero, oh Dios, te quiero, ante tus ojos
me transfiguro en esplendor y siento
mi cara centelleante que deslumbra.
En el amor no puede haber ruindad
aunque amen los más ruines de los seres,
que cuando aman a Dios Él los acepta.
Y en la apariencia ruin de lo que soy
refulge el sentimiento y purifica
por ser fruto de amor lo que es de carne.
Versión de Carlos Pujol
T.S.
ELIOT
EL PRIMER CORO DE LA ROCA «SE CÍERNE EL águila en la cumbre del cielo,
El cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y
nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
Trae conocimiento de la movilidad, pero no de la
quietud;
Conocimiento del habla, pero no dei silencio;
Conocimiento de las palabras e ignorancia de la
Palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra
ignorancia,
Toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
Pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en
conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en
información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
Nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.
RAINE MARIA RILKE
LAS ROSAS
Si tu frescura a veces nos sorprende tanto
dichosa rosa,
es que en ti misma, por dentro,
pétalo contra pétalo, descansas.
Conjunto bien despierto cuyo centro
duerme, mientras se tocan, innumerables,
las ternuras de ese corazón silencioso
que suben hasta la extrema boca.
GUSTAVO ADOLFO
BÉCQUER
RIMA LXIII
Como enjambre de abejas irritadas,
de un oscuro rincón de la memoria
salen a perseguirme los recuerdos
de las pasadas horas.
Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerzo inútil!
Me rodean, me acosan,
y unos tras otros a clavarme vienen
el agudo aguijón que el alma encona.
RUBÉN DARÍO
YO PERSIGO UNA FORMA
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
al abrazo imposible de la Venus de Milo.
Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;
y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me
interroga.
PABLO NERUDA
VÍRESE
Hoy que danza en mi cuerpo la pasiòn de Paolo
y ebrio de un sueño alegre mi corazòn se agita:
hoy que sé la alegría de ser libre y ser solo
como el pistilo de una margarita infinita:
oh mujer -carne y sueño-, ven a encantarme un
poco,
ven a vaciar tus copas de sol en mi camino:
que en mi barco amarillo tiemblen tus senos
locos
y ebrios de juventud, que es el más bello vino.
Es bello porque nosotros lo bebemos
en estos temblorosos vasos de nuestro ser
que nos niegan el goce para que lo gocemos.
Bebamos. Nunca dejemos de beber.
Nunca, mujer, rayo de luz, pulpa blanca de
poma,
suavices la pisada que no te hará sufrir.
Sembremos la llanura antes de arar la loma.
Vivir será primero, después será morir.
Y después que en la ruta se apaguen nuestras
huellas
y en el azul paremos nuestras blancas escalas
-flechas de oro que atajan en vano las estrellas-,
oh Francesca, hacia dònde te llevarán mis alas!
MARIO BENED
ETTI
AY DEL SUEÑO Ay del sueño
si sobrevivo es ya borrándome
ya desconfiado y permante
y tantas veces me hundo y sueño
muslo a tu muslo
boca a tu boca
nunca sabré quién sos
ahora que estoy insomne
como un sagrado
y permanezco
quiero morir de siesta
muslo a tu muslo
boca a tu boca
para saber quién sos
Ay del sueño
con esta poca alma a destajo
soñar a nado tiernamente
así me llamen permanezco
muslo a tu muslo
boca a tu boca
quiero quedarme en vos
LORD
BYRON
A LA LUNA
¡Sol del que triste vela,
Astro de cumbre fría,
Cuyos trémulos rayos de noche
Para mostrar sombras sólo brillan!
¡Oh, cuánto se asemeja
De la pasada dicha
Al pálido recuerdo que del alma
Sólo hace ver la soledad sombría!
Reflejo de una llama
Oculta o ya extinguida,
Llena la mente pero no la enciende;
Vive en el alma pero no la anima.
Descubre, como tú, sombras
Que esmalta o acaricia
Y, como a ti, tan solo la contempla
El dolor mudo en ferviente vigilia.
PERCY BYSSHE
SHELLEY
CUANDO LAS VOCES SUAVES MUEREN
Cuando las voces suaves mueren,
Su música vibra aún en la memoria,
Cuando las dulces violetas enferman,
Su aroma pervive dentro de los sentidos que ellas
vivifican.
Las hojas de la rosa, cuando la rosa muere,
Se apilan en la cama del amante;
Y así en tus pensamientos, cuando tú te hayas
ido,
El amor mismo seguirá durmiendo.
JOHN KEATS
SOBRE LA MUERTE
I
¿Puede la Muerte estar dormida, cuando la vida no es más
que un sueño,
Y las escenas de dicha pasan como un fantasma?
Los efímeros placeres a visiones se asemejan,
Y aun creemos que el más grande dolor es morir.
II
Cuán extraño es que el hombre sobre la tierra deba errar,
Y llevar una vida de tristeza, pero no abandone
Su escabroso sendero, ni se atreva a contemplar solo
Su destino funesto, que no es sino despertar.