Placido Domingo 2015-09-19 Erika P. Bucio y Yanireth Israde Cd. de México (19 septiembre 2015).- Fotogalería Plácido Domingo está de vuelta en Tlatelolco. En 1985, en la cúspide de su carrera, se empolvaba las manos entre los escombros del Edificio Nuevo León. Acudía presto al auxilio de una Ciudad devastada por el terremoto. Treinta años después, en esta Plaza de las Tres Culturas, lo aguardan bajo la lluvia tres mil personas. Ese sitio que Elena Poniatowska declara sagrado ante una multitud expectante. "Aquí están nuestros muertos, aquí han sido asesinados los jóvenes. Se han caído edificios, como el Nuevo León, que se dobló como una ola", comparte la escritora.
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Placido Domingo 2015-09-19
Erika P. Bucio y Yanireth Israde Cd. de México (19 septiembre 2015).-
Fotogalería
Plácido Domingo está de vuelta en Tlatelolco. En 1985, en la cúspide de su carrera, se empolvaba las manos entre los escombros del Edificio Nuevo León. Acudía presto al auxilio de una Ciudad devastada por el terremoto. Treinta años después, en esta Plaza de las Tres Culturas, lo aguardan bajo la lluvia tres mil personas. Ese sitio que Elena Poniatowska declara sagrado ante una multitud expectante. "Aquí están nuestros muertos, aquí han sido asesinados los jóvenes. Se han caído edificios, como el Nuevo León, que se dobló como una ola", comparte la escritora.
Y en esa ola perecieron los tíos y un sobrino del tenor aquel 19 de septiembre. Han pasado ya 30 años. Domingo, de 74 años, voló desde Los Ángeles, donde cantó en Gianni Schicchi y dirigió a la orquesta en Pagliacci. Nada más terminar, subió al avión y, en pleno vuelo, revisaba la partitura del Réquiem de Verdi. El homenaje a las víctimas y rescatistas del terremoto. Llega a Tlatelolco, sin dormir, con saco y pantalón gris, sin corbata y un ensayo por delante. La lluvia amenazante. "Será el día de la ira, día terrible, día de luto. El mundo se hará cenizas", cantaba el coro Enharmonia Vocalis. Domingo arenga a la Filarmónica de la Ciudad de México: "Vamos a hacer todo con todo el sentimiento y la emoción". Y remataba con un chilanguismo: "Nos vemos al ratito". Y el tenor, antes de abandonar el escenario, junta las palmas de las manos e implora al cielo que no llueva. Pero el Réquiem comienza bajo una pertinaz lluvia, con José Areán en el podio. 15 minutos bajo el aguacero y de pronto el cielo escampa. Las cabezas, protegidas por capas de plástico, se descubren. Es el turno de Domingo. 30 minutos en el podio que lo dejan agotado pero satisfecho. "¡Gracias Plácido!". Una gratitud que los vecinos de Tlatelolco, que lo han recibido en su casa, sellan con palabras. "Plácido, tienes un lugar en el corazón de los tlatelolcas", le dice Cuauhtémoc Abarca, de la Coordinadora de Residentes. Y el grito de la multitud que no cesa: "Que cante, que cante". Pero Plácido, por primera vez al micrófono, se disculpa por no estar en condiciones. Cuenta la proeza conseguida la noche anterior en la Ópera de Los Ángeles. Y la emoción, de tan grande, tampoco se lo permite. "Vivamos con la emoción de hoy y con la esperanza de que nunca vuelvan a suceder las tragedias que han sucedido en este lugar", dice. Pero si Domingo no puede cantar, ahí está la gente para cantarle. "De la sierra morena, cielito lindo, vienen bajando....", surge entre la multitud. Y Plácido, conmovido, los ojos humedecidos, con un sombrero de charro en la cabeza que los vecinos le han regalado, se une al coro multitudinario, espontáneo, que retumba en la Plaza. Plácido Domingo se va con una promesa: volverá. La próxima vez no será un Réquiem. "Un concierto alegre porque las cosas vayan mucho mejor". Y se avivaron los recuerdos ¡Qué corra la nube, que corra, que no descargue!, suplicaba María Concepción Torres, de 73, años, pelo corto, aretes tornasolados, cuando el chipi chipi mojaba las 3 mil sillas dispuestas en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Faltaba una hora para el concierto de la Filarmónica de la Ciudad de México en memoria de las víctimas del terremoto del 85, con Plácido Domingo como batuta huésped. La multitud se encapuchó con los impermeables que cada silla plegable tenía amarrado del respaldo, obsequio de los organizadores. De repente desaparecieron los shorts, las minifaldas, el collarín de algún cuello, los suéteres, los sombreros, los moños: el gentío se uniformó. Eran entonces dos nubes grises: la del cielo, acechante, y la otra que tiritaba desparramada en la plaza. Había otros racimos que asomaba desde los edificios de Tlaltelolco, pero no precisaban de hule. María Concepción, residente de la colonia doctores, miraba hacia arriba, cada vez más dudosa de que su plegaria se escuchara: ¡que no descargue, que no descargue!. La nube le ensombrecía el regocijo de haber alcanzado un asiento aunque se formó a las 4 de la tarde. Sus amigas del deportivo Félix Azuela, "chicuelas" de entre 70 y 80 años, estaban allí desde las once, sin comer, sin desayunar.
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A un niño le apuraban las pantallas colocadas junto al escenario que proyectaban imágenes de edificios desplomados, maniquíes rotos, varillas retorcidas: "¡quítenlas se van a mojar!" Y descargó la nube al principio del concierto, a las 6 de la tarde. Un hombre de gorra lamentaba no poder aplaudir el "Réquiem" de Verdi porque debía sostener la sombrilla. Los paraguas de estampado geométrico, del PRD y de Morena, de la Sección Amarilla, de OFUNAM, de súper héroes o con orejitas de catarina, estorbaban la visión de Plácido y de los músicos. Cuando el cielo se despejó el público ni parpadeaba. "El concierto me removió todo: el olor a gas, el olor a muerte, la noche tenebrosa. Esto no se puede olvidar ni en 30 ni en 50 años porque ves a la gente corriendo, con un brazo roto, con sangre por todos lados", recordó Maria Eugenia Ponce, habitante del edifico Allende en Tlatelolco. Volvió aquella noche funesta para honrarla, remató Abraham, tenor que canta en la calle de Madero, quien llevaba a cuestas su letrero con el que pide que la gente coopere voluntariamente. Hora de publicación: 00:00 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=646109&md5=58b957e8774f2e0f1a11cf42959cce87&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mDxT8Avn Follow us: @reformacom on Twitter
El concierto, el memorial, en honor a los muertos del 85 desde el epicentro que fue Tlatelolco, dio inicio. Fue a las 18:09 cuando la velada, encabezada por Plácido Domingo dirigiendo la Filarmónica de la Ciudad de México, se instaló en el escenario, tras un ensayo previo del tenor con el ensamble, en el cual ejecutaron un fragmento del Réquiem de Verdi bajo una lluvia que se tornaba en llovizna. En La Plaza de las Tres Culturas se esperaba a 3 mil 500 personas. El tenor apenas había volado anoche desde Los Angeles hasta la Ciudad de México. Desde las 4 de la tarde se había comenzado a congregar el público, la gran mayoría vecinos de Tlatelolco, esa zona azotada por el desastre de hace 30 años. Pero también hubo quien vino de otros puntos de la ciudad, como Elena Poniatowska. "Estamos en una plaza sagrada. Aquí están nuestros muertos. Aquí han sido asesinados los jóvenes. Se han caído edificios como el Nuevo León", recordó la escritora y periodista. "Y aquí están todos ustedes. Son la gente más valiente, aquí debajo de la lluvia; la lluvia nos limpia, limpia al País", añadiría: "Vamos a escuchar con Plácido Domingo el Réquiem de Verdi, que es el homenaje más grande que podemos hacerle a los que ya murieron y ya se ganaron la gloria, que son hombres de bien como todos Ustedes". El concierto arrancaba con el director José Areán al frente de la orquesta, en la interpretación, precisamente, de Verdi, mientras Plácido Domingo aguardaba hacerse del escenario. Abajo, en los cientos de butacas, el paisaje era el de una Plaza de las Tres Culturas cubierta de plásticos y paraguas. Hora de publicación: 18:59 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=645941&md5=bed7c3f9c9a5b45a110e976e02306fd9&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mDyQGk00 Follow us: @reformacom on Twitter
Desde que las ciudades existen, han sido destruidas y saqueadas; han padecido incendios y sequías; sufrido bombardeos, hambrunas y sismos. Y, sin embargo, renacen. La historia de la Ciudad de México no es la excepción. La capital mexicana ha atestiguado a lo largo de sus casi siete siglos de vida conquistas, guerras, inundaciones y un sin número de terremotos. No obstante, sigue en pie. Nadie puede olvidar la experiencia de los devastadores sismos de 1985. Para quien los vivió y perdió familiares, amigos y posesiones siempre habrá un antes y un después. A la fecha nadie sabe a ciencia cierta cuánta gente murió. Lo que sí constituye una certeza es que para muchos, y para México mismo, el curso de la vida de la ciudad cambió para siempre. En el terremoto, los mexicanos descubrimos con azoro a una sociedad civil capaz de salvar vidas o encontrar torturados en los sótanos, de remover toneladas de escombros y capaz de producirlos. En efecto, esa sociedad civil que emergió en los sismos, en pocos años haría escombros al sistema político mexicano. Los mexicanos, antes que los alemanes, tiramos nuestro muro de Berlín. Empezamos a luchar con éxito, antes que en la Europa del este, contra los partidos de Estado y contra las ortodoxias de los partidos de izquierda. La avasalladora elección de 1988 en contra del régimen encuentra su explicación más inmediata en los sismos. El terremoto cimbró la ciudad y las conciencias. La mayoría de los análisis en torno al terremoto nos muestran un Estado desdibujado. Los relatos de los sobrevivientes hablan de medidas gubernamentales equivocadas, como enviar al ejército a acordonar la zona de desastre y no a trabajar en el retiro de toneladas de escombro para rescatar vidas, o bien, rechazar la ayuda humanitaria internacional argumentando que era innecesaria. El sistema entre los escombros quedaba al descubierto, como en el hecho de encontrar cadáveres con signos de tortura en los sótanos de la derruida PGJ del DF. El terremoto fue la caja de pandora que dejó al descubierto faltas y triquiñuelas cometidas en la ciudad, tanto por instancias gubernamentales como privadas, pero también de ella salió una sociedad solidaria y capaz de organizarse. Al igual que el número de pérdidas humanas, nunca quedaron claras las cifras de los inmuebles afectados por los sismos, lo cierto es que un número significativo de edificios sirven de muestra. Algunos de ellos quedaron totalmente destruidos, otros inhabilitados para su funcionamiento por daños estructurales. Los que más impactaron, sin duda, fueron los conjuntos habitacionales, el Multifamiliar Benito Juárez, y el Nonoalco-Tlatelolco. El sistema de salud fue gravemente afectado con la pérdida del Hospital General, el Hospital Juárez y el Centro Médico, reconocido como uno de los centros hospitalarios más importantes del continente.
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Ante la desesperación y el asombro fueron trastocadas las vidas de los visitantes a la ciudad. El Hotel Regis conocido como un ícono de la ciudad; el Hotel Continental, el Finesterre, el Versalles, el Romano, el de Carlo, el Prince, el Alameda... el Del Prado. Hubo un alto número de inmuebles gubernamentales derruidos, la Secretaría del Trabajo, la de Marina... Frente a estos hechos quedó una sensación de indefensión; por momentos parecía que ni el Estado mexicano quedaba en pie. El testimonio más sugerente de la falta de cultura en cuanto a protección civil fue el registrado en el noticiario Hoy Mismo con sus conductores tratando de calmar al público y convencerse a sí mismos de que el movimiento telúrico era pasajero y de que la población mantuviera la calma. Lo último que se escucha antes de perder la señal es que son las 7 con 20 minutos. Al mismo tiempo se desplomaba la torre de 30 toneladas de Televisa. La Ciudad de México está asentada en el antiguo entorno lacustre de los lagos de que abarcaban 2 mil kilómetros cuadrados. El temblor fue de 8.1 grados en la escala Richter, considerado el más fuerte del siglo XX ocurrido en el Continente. ¿Por qué esas mismas construcciones, con iguales características, ubicadas en otras zonas de la ciudad, no fueron afectadas? Una de las explicaciones es el subsuelo. El Dr. Jorge Flores Valdés, reconocido físico de la UNAM, observó que todos los edificios desplomados estaban construidos sobre el antiguo lago y que el centro de la ciudad está rodeado por zonas de sedimentos y rocas, lo cual provoca que la onda sísmica quede atrapada en el terreno acuoso. El proceso de recuperación y de aprendizaje está inconcluso. Hoy, a 30 años de los sucesos se desconoce la cifra exacta de las víctimas y de la cantidad de inmuebles afectados. Hoy, a pesar de los avances tecnológicos, desconocemos el paradero de 43 normalistas. Hoy, inicia la construcción de un nuevo aeropuerto en la zona lacustre de los antiguos lagos de la gran Tenochtitlán. La autora es editora de la versión digital del libro Terremoto: 30 años después, Editorial Ink, 2015
Leer más: http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=71776#ixzz3mE3HMbAw Follow us: @reformacom on Twitter
ASUNTO: Se solicita se declare la nulidad de actos de la Tesorería del Departamento del
Distrito Federal.
H. TRIBUNAL FISCAL DE LA FEDERACIÓN ----------------------------, con Registro
Federal de Causantes ----------, por derecho propio, señalando como domicilio para oír
notificaciones el mencionado al rubro, ante este H. Tribunal Fiscal de la Federación,
atentamente manifiesto:
Que por medio de este escrito demando se declare la nulidad de los actos de la Tesorería
del Distrito Federal que a continuación relaciono.
ACTOS QUE SE SOLICITA SE DECLAREN NULOS:
a) El aumento de la base del valor catastral para el cobro del impuesto predial en la cuenta
número --------- respecto del predio ubicado en el número ---- de las calles de ----
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Departamento --------- Edificio ---------------, de la Unidad Habitacional "PRESIDENTE
LÓPEZ MATEOS", Zona Postal 3 de esta Ciudad, a partir del ----bimestre de 1978, que se
venía liquidando mediante la cantidad de ----------, y por el que se pretende que se pague
actualmente la cantidad de ------------------.
b) La liquidación del impuesto predial correspondiente al 6° bimestre de 1978, de la cuenta
mencionada al rubro, formulada con base en el valor catastral aumentado, del cual se pide
sea declarado nulo y asimismo el 15% adicional a dicha liquidaci6n.
c) Todas las liquidaciones subsecuentes relativas a la cuenta del inmueble que se
mencionan que se lleguen a formular con base en el valor catastral aumentado, acto que se
combate en el inciso a) de este capítulo.
d) La liquidación formulada para el cobro de derechos de cooperación por limpieza,
desazolve y mantenimiento de la red de alcantarillado, correspondiente al año de 1978 por
la cuenta e inmueble mencionados, que asciende a la cantidad de $ 200.00 más el 15%
adicional, como cuota anual, y todas las liquidaciones subsecuentes que se llegaren a
formular.
e) El cobro de todas y cada una de las liquidaciones de las que se pide sean declaradas
nulas en los incisos precedentes.
Para los efectos de este juicio deberán tenerse como demandados: a) A la Tesorería del
Departamento del Distrito Federal, b) El C. Secretario de Hacienda y Crédito Público.
Fundan esta demanda los siguientes hechos y consideraciones de derecho.
HECHOS
1.- Hasta el 5° bimestre de 1978 inclusive, el valor catastral que ha servido de base a la
liquidación para el cobro del impuesto predial y 15% adicional a mi cargo en la cuenta e
inmueble que se mencionan en el inciso a) del capítulo precedente, ha sido por la cantidad
de ------------------------------.
2.- Con base en el valor catastral enunciado, el impuesto predial ha sido enterado
bimestralmente en la cantidad de --------------- PESOS, más el 15% adicional.
3.- Nunca se ha notificado el avalúo que legalmente sirva de base a la modificación del
valor catastral del inmueble que se relaciona.
4.- Hasta la fecha, nunca se han presentado valuadores de la Tesorería del D. F. al
inmueble, no he sido requerido en forma alguna para permitir la práctica del avalúo y por lo
tanto no existe avalúo conforme al procedimiento legalmente establecido y se está violando
la Ley relativa.
5.- El edificio construido sobre el predio que se relaciona en el inciso a) del capítulo
precedente, consta de ----- departamentos y ----- locales comerciales, cada uno con su
respectiva cuenta para el pago del impuesto predial.
6.- Con fecha 15 de diciembre de 1978 recibí en mi domicilio los dos recibos que contienen
los actos que se combaten por este procedimiento.
DERECHO:
1.- El aumento del valor catastral y la liquidación del impuesto predial basada en el valor
catastral aumentado que se combaten por este procedimiento, viola los siguientes preceptos
legales:
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a) El artículo 66 de la Ley de Hacienda del Departamento del Distrito Federal, por estar
determinando la Tesorería del Distrito Federal un nuevo valor catastral del inmueble sin
haber practicado el correspondiente avalúo que determine su valor comercial.
b) El artículo 77 de la Ley invocada, porque no se me ha notificado el extracto del avalúo
que debió practicarse.
c) El artículo 69 párrafo segundo del ordenamiento invocado, porque se pretende un
aumento a la cuota del impuesto predial sin que se haya notificado el avalúo que debió
practicarse.
II.- La liquidación de derechos de cooperación por limpieza, desazolve y mantenimiento de
la red de alcantarillado que se combate por este procedimiento viola los siguientes
preceptos legales:
a) Los artículos 417 fracción X y 420 fracción X de la Ley de Hacienda en consulta, por
aplicación incorrecta, el segundo precepto establece la cuota anual de $ 200.00 pesos para
cada predio y no para cada número de cuenta que lleve la Tesorería del D. F., para los
efectos del pago del impuesto predial, como se pretende.
b) El artículo 15 de la Ley en consulta ya que, mediante el procedimiento combatido la
Tesorería del D. F. trata de cobrar la totalidad de la cuota anua1 establecida por cada
número de cuenta de las que tiene registradas para el cobro del impuesto predial y de
establecer una CUOTA DIFERENCIAL basada en el régimen de la propiedad, puesto que
los edificios que no estén sujetos al régimen de condominio o vendidos mediante
certificados de participación inmobiliaria no amortizables, tienen únicamente un número de
cuenta y pagan una sola cuota anual con independencia del número de departamentos y/o
locales comerciales y/o oficinas que lo integren.
A mayor abundamiento debe señalarse que, los derechos son contraprestaciones por
servicios prestados (Art. 30. del Código Fiscal de la Federación) y que el monto de los de
limpieza, desazolve y mantenimiento de las redes de alcantarillado no están determinados
por el número de departamentos, viviendas o locales que usen dicha red, sino por otras
circunstancias de índole diversa, por lo que no debe interpretarse la palabra "predio",
utilizada en la fracción X del artículo 420 en consulta, como unidad de habitación. En
cambio debe aplicarse la definición que de "predio" proporciona el artículo 46 fracción I
inciso a) de la Ley de Hacienda invocada, como "la porción o porciones de terreno,
incluyendo, en su caso, sus construcciones, que pertenezcan a un mismo propietario o a
varios propietarios en copropiedad y cuyos linderos con propiedades ajenas formen un
perímetro sin solución de continuidad".
c) El artículo 424 de la Ley de Hacienda invocada que establece expresamente: "Cuando se
trate de edificios sujetos al régimen de propiedad en condominio, divididos en pisos,
departamentos, viviendas o locales, se considerará que la totalidad del predio se beneficia
con la obra de construcción o reconstrucción; la cuota de los derechos a cargo de cada
propietario se determinará dividiendo el monto que corresponde a todo el inmueble entre la
superficie cubierta de construcción que resulte de sumar la de todos los pisos exceptuando
la que se destina a servicios de uso común y multiplicando ese cociente por el número de
metros que corresponda al piso, departamento, vivienda o local de que se trate.
111.- La competencia de ese H. Tribunal para el conocimiento de este asunto está
determinada por los artículos 23 fracción I de la Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la
Federación y 111 de la Ley de Hacienda del Departamento del Distrito Federal.
PRUEBAS
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Ofrezco y pido que se tengan como pruebas de mi parte, las siguientes:
1°.- DOCUMENTAL PÚBLICA: consistente en el recibo expedido por la Tesorería del D.
F., respecto del impuesto predial por el 60. bimestre de 1978 a mi cargo, que acompaño a
este ocurso, que contiene los actos impugnados en los incisos a), b) y c) del capítulo de
actos que se solicita se declaren nulos y que relaciono con el punto 6 de hechos de esta
demanda.
2°.- DOCUMENTAL PÚBLICA: consistente en el recibo expedido por la Tesorería del D.
F., respecto del impuesto predial por el 5° bimestre de 1978 a mi cargo, que acompaño a
este ocurso, que relaciono con los puntos 1, 2, 3 y 4 del capítulo de hechos de esta
demanda.
3°.- DOCUMENTAL PÚBLICA: consistente en el recibo expedido por la Tesorería del D.
F., que contiene el acto impugnado en el inciso d) del capítulo de actos que se solicita se
declaren nulos y que relaciono con el punto 6 del capítulo de hechos de esta demanda.
4°.- INFORME: que deberá rendir la demandada Tesorería del D. F. acerca de los
siguientes hechos que constan en sus expedientes:
a) Sobre el número de departamentos y locales comerciales que integran el edificio que
habito, con domicilio proporcionado con anterioridad en el inciso a) del primer capítulo de
esta demanda.
b) Sobre el número de cuentas respecto al impuesto predial que lleva y tiene registradas
dicha Tesorería del D. F., por departamentos o locales comerciales del edificio relacionado
en el inciso anterior y en el inciso a) del primer capítulo de esta demanda.
c) Sobre la cantidad y número de recibos que expidió esa misma Tesorería del D. F. en
relación con los derechos de cooperación por limpieza, desazolve y mantenimiento de la
red de alcantarillado, correspondientes al año de 1978, por la cantidad de $ 200.00 pesos
más el 15% adicional, a cargo de poseedores de departamentos o locales del edificio
mencionado en el inciso a) del primer capítulo de esta demanda. Relaciono este informe
con el punto 5 del capítulo de hechos de esta demanda.
5°.- INSPECCIÓN OCULAR que se practique en el predio edificado que se relaciona en el
inciso a) del primer capítulo de esta demanda, para que se dé fe de los siguientes hechos:
a) Que en ese predio se encuentra edificado el edificio cuyos datos se proporcionan en el
inciso a) del primer capítulo de esta demanda.
b) Que dicho edificio consta de departamentos y locales distribuidos en todos los niveles
que lo integran. Relaciono esta prueba con el punto 5 del capítulo de hechos de esta
demanda.
Por todo lo anteriormente expuesto y fundado, A este H. TRIBUNAL, atentamente pido:
ÚNICO.- Reconocer la personalidad que ostento, admitir esta demanda, señalar fecha y
hora para la audiencia de Ley, mandar emplazar a los demandados, ordenar la preparación
de las pruebas ofrecidas y en su día dictar sentencia declarando la nulidad de los actos
impugnados.
Protesto lo necesario.
México, Distrito Federal, a veintiséis de diciembre de 1978.
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"La autoadministración es el camino"
M A N I F I E S T O A los habitantes del Centro Urbano Nonoalco-Tlatelolco.
Cansados de pagar altas cuotas de mantenimiento y administración, y recibir a cambio cada
vez menos servicios, en enero de 1974 nos pusimos en pie de lucha numerosos residentes
de la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco.
Decretamos una huelga de pagos en contra del Banco Nacional Urbano de Obras y
Servicios Públicos y su filial Administradora Inmobiliaria S. A., para lo cual recurrimos al
procedimiento de depositar los pagos mensuales en Nacional Financiera (sin el arbitrario
aumento del 20% en las cuotas que se impuso entonces) y consignando tales depósitos ante
los Juzgados Civiles. Al mismo tiempo iniciamos un acelerado proceso de organización.
Se formaron Asociaciones Civiles de Adquirentes en numerosos edificios de la Unidad y se
integró un Comité Coordinador. Se desplegaron mantas de protesta en las fachadas de los
edificios, se realizaron asambleas, marchas, conferencias de prensa y otras acciones de
lucha que le dieron durante varios meses resonancia al movimiento y a sus cinco
principales demandas:
1.- Derogación del aumento del 20%;
2.- Mejoría sustancial profunda de los servicios de mantenimiento, limpieza, vigilancia, etc.
3.- Auditoría a AISA, para conocer el destino que han tenido nuestras cuotas.
4.- Autoadministración de los edificios por las propias Asociaciones de Residentes.
5.- Paso al régimen de Condominio.
El movimiento de Tlatelolco atravesó por muchas vicisitudes. Los primeros días se logró
que cayera el corrupto gerente anterior de AISA, el ingeniero Nava Ciprés, acusado por el
propio Banco de cuantiosos desfalcos. Vino entonces a ocupar su lugar el señor José
Salvador Lima Zuno, quien primero trató de neutralizar el movimiento con ciertas medidas
parciales y luego, al persistir y crear la decisión de lucha de los residentes, inició por fin un
diálogo irregular, muchas veces interrumpido, en ocasiones discriminatorio de algunas
asociaciones.
Esta primera etapa del movimiento culminó con una entrevista en septiembre de 1974 con
el Presidente de la República Lic. Luis Echeverría Álvarez en Los Pinos, donde el Jefe de
la Nación se pronunció en general en favor de los puntos de vista y las principales
demandas de los residentes de Tlatelolco, acordando que se procediera a otorgar la
autoadministración a las Asociaciones que la pidieran y demostraran contar con el respaldo
de la mayoría absoluta de los adquirentes de su edificio.
En esta misma ocasión el Presidente de la República giró instrucciones para que la Unidad
Habitacional de Tlatelolco se convirtiera en una Subdelegación del Distrito Federal, cargo
que ocupó el señor Lima Zuno.
Sobre la autoadministración el Presidente Echeverría declaró:
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"El movimiento de autoadministración de Tlatelolco lo vemos como parte de un necesario
movimiento nacional, como un elemento que contribuye, con otros muchos que
observamos en el país, en una vida sindical remozada o en un movimiento juvenil que sabe
que tiene que prepararse...
"Si no hay fatiga, si no hay indiferencia, si hay voluntad real, si se persiste y se es
sanamente terco en el mantenimiento de los objetivos de este movimiento de
autoadministración, se obtendrán resultados que no se imaginan...
"Todo esto tenemos que fomentarlo. Este éxito de ustedes es un reto y es una prueba de la
que estará pendiente todo el país...
"Los felicito muy efusivamente. Quisiera que en todo el país se reparara en este vigoroso
impulso cooperativo que se está haciendo en Ciudad Tlatelolco".
La conquista de la autoadministración fue, sin duda alguna, un triunfo importante de la
lucha organizada de los habitantes de Tlatelolco. Sin embargo, en los meses siguientes
surgieron ciertas dudas y tropiezos. Los trámites y requisitos legales para que
efectivamente tomaran las asociaciones el control de sus edificios se prolongaba; el Banco
y AISA retrasaban la información necesaria; algunos funcionarios procuraban desalentar a
los residentes diciendo que no podrían sufragar los gastos de mantenimiento, que la
cobranza de cuotas era baja a causa de muchos morosos, que se iría al fracaso, etc. Entre las
propias Asociaciones que habían participado en la lucha surgían dudas y no todas se
decidieron a dar el paso; otras prefirieron la coadministración como solución falsa y a
medias.
Hasta mayo y junio de 1975 se tomó la autoadministración en tres edificios: Atizapán,
Arteaga y Lerdo de Tejada. En septiembre lo hicieron los compañeros del edificio Tabasco;
en noviembre los del edificio Vicente Guerrero y luego, en diciembre, se estableció en el
edificio José María Chávez.
Así, poco a poco ha ido progresando el movimiento hacia la autoadministración en
Tlatelolco. Próximamente asumirán el control de los vecinos de los edificios Jesús Terán,
Tamaulipas, Molino del Rey, General Anaya, Altamirano, etc. Por ahora se ejerce la
autoadministración en 6 edificios de un total de 83, pero en ellos existen 832
departamentos, alrededor de 100 locales comerciales y varios cientos de cuartos de
servicio, o sea, que viven ya bajo este sistema casi el 10 por ciento de la población de la
Unidad. Además, la autoadministración ejerce también el control de varios
estacionamientos, garantizando que sean utilizados exclusivamente por los adquirentes en
forma ordenada. Igualmente importante es el hecho de que la autoadministración ha
demostrado su facilidad en todo tipo de edificios, aun los más económicos, pues actual-
mente opera con éxito en edificios tipo A, B, C, I, y M.
Hoy, tras varios meses de experiencia exitosa en dichos edificios todas las dudas se han
disipado: la autoadministración ha demostrado ser el único sistema mediante el cual
podemos los residentes de Tlatelolco conquistar servicios decorosos e inclusive pagando
cuotas más bajas.
Los edificios que han pasado a la autoadministración tienen ahora mejor limpieza y
vigilancia, conserjes por entrada, una atención más directa sin estar sometidos a
dependencias burocráticas como AISA, y todo ello con remanentes económicos impor-
tantes.
Por ejemplo, en el edificio Tabasco en sólo 6 meses de autoadministración se tiene un
superávit o ahorro en efectivo de más de cien mil pesos. En los edificios Arteaga y Lerdo se
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cuenta ahora con 10 conserjes, 6 policías, un plomero, una secretaria y el administrador.
En el pasado estos dos edificios sólo contaban con tres empleados de limpieza por 8 horas y
dos policías que cubrían la vigilancia de cuatro edificios a la vez, turnándose cada 12 horas.
Pero lo más significativo es que todo esto se ha logrado pagando los residentes una cuota
18 por ciento más baja que el resto de la Unidad y a pesar de ello en 10 meses se ha logrado
un remanente económico de 380 mil pesos, equivalente a más de dos meses de las cuotas
totales.
Los residentes reciben informes contables por escrito cada mes; participan en asambleas
también mensuales para decidir los servicios que se van a dar; se está realizando la primera
auditoría como control estricto del manejo de las cuotas y pueden en cualquier momento
remover a los miembros de la Mesa Directiva si su actuación es deshonesta o poco
satisfactoria. La autoadministración debe significar auténtica democracia.
La experiencia exitosa de la autoadministración en Tlatelolco nos señala el camino del
triunfo del movimiento iniciado hace más de dos años. Las cinco demandas que entonces
enarbolamos se pueden cumplir mediante este sistema y sobre todo se garantizan mejores,
más baratos y democráticos servicios, en favor de una vida decorosa para nuestras familias.
Mediante la autoadministración los residentes tomamos en nuestras propias manos, en
forma comunitaria, la solución de los problemas que padecemos, sin tutelas ajenas, sin
burócratas arbitrarios y conociendo el destino verdadero de nuestras cuotas.
Por todo lo anterior, las Asociaciones firmantes hemos decidido suscribir un PACTO DE
SOLIDARIDAD y constituir el CONSEJO DE AUTOADMINISTRACIÓN DE
TLATELOLCO, a fin de apoyar, orientar e impulsar el desarrollo de este sistema en toda la
Unidad, de acuerdo a los siguientes principios y bases:
1. Declaramos que la Autoadministración es, por ahora, el objetivo principal de la lucha
organizada de los residentes y adquirentes de Ciudad Tlatelolco, por lo que unimos nuestras
fuerzas en su defensa y desarrollo hasta lograr su implantación total.
2. Constituimos, a partir de ahora, un frente solidario de todos los edificios donde la
autoadministración se ha consolidado para defender sus logros, presentar en forma conjunta
nuestras demandas, apoyarnos mutuamente en las gestiones necesarias ante las diversas
autoridades, intercambiar experiencias y servicios, y auxiliar en todo lo posible a todas las
Asociaciones de Residentes que quieran establecer también la autoadministración en sus
edificios.
3. Concebimos la Autoadministración como un movimiento profundamente democrático y
comunitario mediante el cual se debe lograr una mejoría sustancial en cantidad y calidad,
de los servicios necesarios para una vida decorosa en esta Unidad Habitacional. Por ello
identificamos la Autoadministración sólo allí donde exista una verdadera participación
directa de los residentes en la gestión de sus asuntos mediante asambleas e informes
regulares, y donde los dirigentes de la Asociaciones han sido democráticamente electos y
su actuación es honesta y responsable. Si con disfraz de Autoadministración se pretendiera
manejar las cuotas de los adquirentes de algunos edificios sin mejorar realmente los
servicios y sin practicar la democracia, este Consejo desconocerá y denunciará tales
maniobras como aviesos intentos de tergiversar y corromper los fines de nuestro
movimiento.
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4. Llamamos a todos los habitantes de Tlatelolco a organizarse en Asociaciones Civiles,
edificio por edificio, para conquistar la Autoadministración y ofrecemos para ello todo
nuestro apoyo práctico y la asesoría necesaria con base en la experiencia que se ha reunido
a lo largo de más de dos años de lucha.
5. Exhortamos al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, a la Administradora
Inmobiliaria, a la Delegación Cuauhtémoc, a la Subdelegación de Tlatelolco y a las demás
autoridades del Distrito Federal y del país, a otorgar todo género de facilidades y apoyo al
Movimiento de Autoadministración en Tlatelolco, de acuerdo al espíritu de las
orientaciones que sobre este asunto marcó el propio Presidente de la República, licenciado
Luis Echeverría Álvarez, desde septiembre de 1974.
6. Consideramos que la experiencia de la autoadministración, y en general, de nuestro
movimiento, puede ser de utilidad para los residentes y colonos de otras unidades de
vivienda popular, y declaramos nuestra solidaridad y simpatía con todas las luchas po-
pulares independientes de este tipo.
7. Con base en todo lo anterior se constituye el CONSEJO DE AUTOADMINISTRACIÓN
DE TLATELOLCO, integrado en tres niveles por:
a) Las Asociaciones de Residentes y Adquirentes de Tlatelolco que han tomado en sus
manos la autoadministración de sus edificios. Los representantes de dichas Asociaciones
formaran el Comité Ejecutivo del Consejo.
b) Las Asociaciones de Residentes y Adquirentes que están en proceso de asumir la
autoadministración, deseen mantenerse informados y apoyar nuestro movimiento y
suscriben las bases y principios contenidos en este manifiesto.
e) Los grupos de residentes en proceso de constituir legalmente su Asociación Civil para
conquistar la autoadministración.
CIUDAD TLATELOLCO, D. F., A 5 DE MAYO DE 1976.
Asociación de Residentes y Adquirentes de los edificios J. M. Arteaga y M. Lerdo de
Tejada de la Unidad Tlatelolco, A. C. Presidentes Arq. Rubén Cantú Chapa, Ing. Mario
Alatorre C., Asociación de Residentes y Adquirentes del edificio Tabasco. A. C. Presidente
Jesús Flores Marín. Asociación de Residentes del edificio Vicente Guerrero A. C.
Presidente Ing. Alfonso Tovar S. Asociación de Residentes del Edificio Atizapán A. C.
Presidente Rosalba D. de Sotelo. Asociación de Residentes del Edificio José María Chávez,
A. C. Presidente Dr. Carlos Juárez, Comité Coordinador de Asociaciones de Residentes de
Ciudad Tlatelolco A. C. Sergio Alcázar Minero, Ing. Juan Romero, Julio A. Rivas F., Profr.
Daniel Lartundo S.; Asociación de Adquirentes Ignacio López Rayón. Presidente Francisco
Gustavo Liévano; Asociación de Residentes Cuauhtémoc Tlatelolco, A. C. (edificios
General Anaya y Molino del Rey). Presidente Sergio Sánchez Estrada. Asociación de Resi-
dentes del edificio Vicente Riva Palacio A. C. Presidente Carlos Véjar Silva, Asociación de
Residentes del edificio Donato Guerra, A. C. Presidente Rosendo Navarro González.
Asociación de Residentes del edificio Guelatao, Presidente Sergio Alcázar Minero.
Asociación de Residentes del edificio Tamaulipas A. C. Presidente Lic. Roberto
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Domínguez. Asociación de Adquirentes del edificio Ignacio Manuel Altamirano A. C.
Presidente Teodoro Salas Rodríguez. Asociación de Residentes del Edificio Jesús Terán A.
C. Presidente Emma T. de Monroy. Asociación de Residentes del edificio Miguel Hidalgo
A. C. Presidente Miguel Ortega. Asociación de Adquirentes del Edificio Ignacio Allende,
A. C. Presidente Roberto Santana Ulloa.
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Andro Aguilar Distrito Federal (13 septiembre 2015).- La gravedad de la Suite de Bach, que una niña de 12 años reproduce con un violonchelo de unos centímetros apenas más pequeño que ella, cubre por momentos el espacio que hace 30 años ocupaban 288 departamentos en una mole de 40 metros de altura. Fernanda Nayelly frota las cuerdas sentada en una de las gradas del Reloj de Sol, construido en la huella de mil 989 metros cuadrados que dejó el edificio Nuevo León en la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco. Practica ahí antes de ensayar con una orquesta infantil en Tepito. Aún con el uniforme de la secundaria a la que asiste en la colonia Agrícola Oriental, la niña coloca sus partituras en el piso disparejo y las fija con una botella de agua. Acude tres veces por semana a la principal cicatriz del sismo de 1985 en Tlatelolco. Fernanda sabe que aquí es donde el tenor Plácido Domingo colaboró en los trabajos de rescate, un año después de participar en el filme de la ópera favorita de la niña y de su madre: Carmen. Sentada en el epicentro que simbolizó la caída del utópico México moderno de los 60, Fernanda tiene otra certeza: a los 22 años será directora de orquesta, como lo es también Plácido Domingo, quien se presentará esta semana en la Plaza de las Tres Culturas para conmemorar a las víctimas del sismo que devastó el corazón del país hace 30 años.
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Placido Domingo en Tlatelolco 1985 Podría parecer que, con la música de Bach que emite el chelo de Fernanda, los cimientos del Nuevo León que quedaron ahí, y sobresalen en el área, emergen tres décadas después suspendidos en el tiempo. Pero se trata sólo del efecto de hundimiento de la ciudad. El Reloj de Sol inaugurado en 1991, cuando la superficie plana permitía que la sombra de la manecilla marcara la hora sobre el piso, es un lugar de tránsito cotidiano por su cercanía con el Paseo de la Reforma. Pocas personas permanecen en el lugar. La mayoría sale a jugar con sus niños o a pasear con sus mascotas. Provienen principalmente de otras colonias, como Fernanda, o como la señora Olga Duarte, quien aprovecha el espacio para que su nieto juegue como no lo puede hacer en la colonia Morelos, donde viven. Mientras observa a su nieto de 7 años de edad trepado en la manecilla del reloj, Olga Duarte relata que ella también llegaba hace más de 30 años a Tlatelolco a jugar. Se divertía con otros niños a bordo de uno de los seis elevadores que tenía el edificio Nuevo León, hasta que algún residente los reprendía. Los "tlatelolcas", afirma, veían por arriba del hombro a la gente de colonias aledañas como ella. Una barrera que el sismo parecía haber derrumbado, cuando muchos de los voluntarios en las labores de rescate provinieron de esos barrios. "Me acuerdo y el cuero se me pone chinito de nuevo", confiesa Olga. * * * *
Con el terremoto de 1985, en Tlatelolco ocurrió un cisma social del que, tres décadas después, sus habitantes no han terminado de reponerse. En esta "ciudad dentro de la ciudad", como fue promovida en su estreno en 1964, la caída del Nuevo León dejó casi 500 muertes oficialmente, aunque los vecinos señalan más de mil, además de los damnificados de esas y otras viviendas. Los tlatelolcas recuerdan su colonia con nostalgia por los buenos tiempos. Algunos suspiran cuando describen los pisos blancos y brillantes de la Plaza de las Tres Culturas, los jardines puntualmente podados y los mosaicos venecianos en los muros de los edificios, cuya imagen poderosa, fotografiada por Armando Salas Portugal, fue el estandarte internacional del México boyante y próspero de hace cinco décadas. Los casi dos minutos de temblor sorprendieron a Tlatelolco en condiciones muy distintas a las del nacimiento de la unidad; el crecimiento del PIB ya no era de 6.73 por ciento como en 1964, sino de apenas de 0.18. El sismo no se llevó el pasado mejor en Tlatelolco; pero fue un corte de caja. La crisis
económica y el adiós definitivo al Estado protector se combinaron con la muerte de familiares y amigos, las modificaciones del espacio público y la huida de la mitad de los vecinos que dejaron el miedo, el estigma de riesgo y la puerta abierta para la llegada de miles de rostros desconocidos, que se incorporaron como los nuevos tlatelolcas en este territorio cargado de historia. * * * * Como hace tres décadas, Antonio Fonseca Martínez, ahora de 69 años, camina por el andador del edificio Nayarit en la tercera sección de Tlatelolco. Forma parte del comité editorial de la publicación Vivir en Tlatelolco, fundada en 2003 con la idea de reforzar la cohesión entre vecinos. Con la mano derecha jala un carrito para transportar la despensa que comprará en un centro comercial. Es el mismo camino que transitó la mañana del 19 de septiembre de 1985. Si el edificio Nuevo León siguiera en pie, tendría que cruzarlo para llegar a su destino. Pero Antonio Fonseca lo vio caer a menos de 15 metros de distancia, cuando iba a dejar a su hijo a la escuela. Esta última semana de agosto de 2015 se detiene justo en ese mismo punto. Relata que a las 7:19, cuando llegó el terremoto, se colgó la mochila escolar en el hombro derecho y se abrazó al tubo del andador. Con la mano izquierda, tomó la mano de su hijo, entonces de 8 años de edad. "Ahorita que se pase el temblor nos vamos a la escuela", fue la promesa que no pudo cumplir. Un grupo de trabajadores de la Subdelegación territorial comía tamales y bebía atole frente al puesto de una vendedora. Hacían chistes sobre su propio miedo. Pero la risa se detuvo conforme el sismo avanzó. Más de medio minuto y la tierra se seguía moviendo. Una vecina que salió del Nayarit cayó con sus dos hijas adolescentes que iban al Colegio Franco Español. Antonio estaba frente a la entrada "D" del Nuevo León, que parecía quejarse con crujidos. El ruido aumentó el nerviosismo de los trabajadores. El vaivén continuaba. Los vecinos que salían del Nuevo León no lograban mantenerse en pie. Antonio nunca había presenciado un temblor así. Vio salir a personas con ropa y sin ella. Una señora con bata, un hombre envuelto en una toalla y un bebé desnudo en los brazos... Calcula que se juntaron alrededor de 40 personas en la zona. Rebasado el minuto, las dos columnas que Antonio tenía enfrente comenzaron a desmoronarse. Escupían trozos de cemento, soltaban polvo, les brotaban agujeros. Fue el preámbulo de lo que él ilustra como si alguien tomara el extremo de una alfombra y la sacudiera de golpe. Todos se elevaron y cayeron al piso. También el Nuevo León. Dos de los tres módulos del edificio no soportaron. No lo supo en ese momento, pero cuatro pisos y la planta baja se sumergieron en la tierra; los nueve niveles restantes y los cuartos de azotea se vinieron abajo.
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Hubo caos en medio de una enorme nube de polvo. El gas natural escapaba por las tuberías rotas. La gente gritaba alterada. Envuelto en miedo, Antonio corrió sin rumbo con su hijo de la mano. Un poco más sereno, se dirigió a la Plaza de las Tres Culturas, donde quiso contar el terror de lo presenciado. -¡Naa, estás loco!- fue la respuesta que obtuvo de su amigo Fernando. Quizá Fernando tenía razón en no creerle. Cómo un símbolo de la modernidad que concentraba el trabajo de décadas de toda una nación, la utopía del México sin vecindades al que se refirió Carlos Monsiváis, se podía venir abajo en menos de dos minutos... Réplicas del 85: tiempo de recordar Con exposiciones, conferencias, obras de...
El sismo no se llevó el pasado mejor en Tlatelolco; pero fue un corte de caja. La crisis económica y el adiós definitivo al Estado protector se combinaron con la muerte de familiares y amigos...
Los efectos del sismo en Tlatelolco se ven en las camisas de fuerza de cemento que abrazan los edificios reconstruidos y en los huecos dejados por las demoliciones, pero una de las principales consecuencias es intangible. En la ciudad, por el sismo florecieron la solidaridad y la empatía; sin embargo, el tejido social, construido durante los 21 años de la unidad habitacional, quedó fracturado. Como refiere Ricardo Martínez, del Centro Cultural Universitario (CCUT) que la UNAM habilitó en Tlatelolco en 2007 -después de que el gobierno federal desalojó el antiguo edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que también debió pasar a la historia como icono de un México que se proyectaba moderno y cosmopolita ante el mundo-, los terremotos afectan a las personas más que a las construcciones. La cohesión comunitaria se rompió cuando 5 mil de las 12 mil familias huyeron por miedo. Personas con hábitos y condiciones socioeconómicas distintos llegaron a la zona señalada como exclusiva en los anuncios publicitarios de los años 60. Juana Martínez, una mujer de 54 años de edad que vive en el edificio Sonora, lo explica mientras camina frente a la iglesia de Santiago Tlatelolco, rumbo al CCUT. La vecina recuerda que para acceder al fideicomiso que les permitía habitar por 99 años los departamentos previo al sismo, los aspirantes debían cumplir con un perfil de cierto poder adquisitivo, eran, refiere, profesionistas o empleados del gobierno. Relata que en el edificio Chihuahua, por ejemplo, existían comercios enfocados al turismo, platerías y tiendas de artesanías contrastantes con las lavanderías o estéticas de hoy en
día. La mujer habla de una "invasión" que minó el nivel de vida. "Al ser personas de bajos recursos y de baja educación, empieza a haber vandalismo, comercio ambulante... Son personas sin reglas de convivencia sanas. Les da lo mismo tener un elevador pintarrajeado o dejar abiertas las puertas de los edificios. Ese tipo de cosas: los pequeños detalles que hacen una mejor forma de vida... "Antes era muy bonito vivir en Tlatelolco. Era una belleza, con reglas de convivencia sanas. Todo eso se acabó. Ya cada quién como pueda...", lamenta. Muchos coinciden con la señora Juana. Nahúm González suelta su conclusión sin reservas: "Tlatelolco se acorrientó". Este veracruzano fue desalojado del edificio Ignacio Comonfort que sería derrumbado en la segunda sección de la unidad, donde hoy se encuentra el Parque de la Paz. González atribuye la basura, el descuido de las jardineras y los daños en los edificios a los vecinos que se incorporaron después. "A los de las azoteas les dieron departamentos y los que tenían departamento perdieron. Hoy nadie se preocupa por nada, Tlatelolco está en el deterioro", se queja. Otros, como Jesús Verver, un abogado guanajuatense de 70 años que defiende los conjuntos urbanos por encima de enormes torres de departamentos actuales que aíslan a sus habitantes, reconoce que fue difícil la integración con los nuevos residentes, pero finalmente se adaptaron. El antropólogo Miguel Ángel Márez Tapia, tlatelolca que ha dedicado su vida académica al estudio del lugar donde creció, subraya la tensión que prevalece entre los que ya estaban y quienes llegaron después del sismo, esa reconstrucción sigue inconclusa: "El efecto social y comunitario fue uno de los más afectados en este proyecto". Márez Tapia explica cómo la convivencia social fue alterada cuando se modificó el espacio público durante la reconstrucción después del sismo. En los "cuadros", esos espacios libres que existen frente a los edificios, fueron instalados campamentos de trabajadores y locales comerciales, lo que interfirió con la convivencia cotidiana. "Los cuadros son el espacio donde se forjaron y construyeron las identidades, fortalecidas a través del tejido social implementado en los primeros 25 años del conjunto urbano". Y a menor tejido social, mayor inseguridad. El especialista lo explica a un costado del mural dedicado a Francisco Cabrera, un joven apuñalado en 2012 en un asalto. Ese asesinato se sumó a una cadena de delitos por los que los vecinos protestaron con el cierre del Paseo de la Reforma. Consiguieron la asignación de 102 policías en dos turnos y cinco números telefónicos disponibles 24 horas, para los casi 30 mil habitantes. Los delitos que predominan en la zona, según algunos vecinos, son el robo de autopartes y
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los asaltos a transeúntes. Preocupan también los robos a casas habitación, que han dejado tres asesinatos de ancianas en el último año. Al final de los horarios escolares, es común ver a niños en los cuadros, pero las rejas colocadas en los edificios por la inseguridad han generado pasillos solitarios. El antropólogo Márez Tapia profundiza en la apropiación del espacio público como factor para reducir la incidencia delictiva: "Hacíamos territorio jugando, compartiendo, socializando en los cuadros. Hoy se prefiere ir hacia la propia casa más que al espacio público. Pero si no tienes ahí relaciones de amigos, de grupos, de esparcimiento, adultos mayores u otras generaciones, estos espacios se convierten en islas desiertas inseguras y los ocupan otros. Y muchos de ellos son personas que se dedican a delinquir", explica. Otros factores identificados en contra de la cohesión comunitaria en Tlatelolco son la liquidación del fideicomiso, precipitado por el terremoto, y la conversión de Subdelegación territorial a Dirección territorial. Al convertirse en propietarios, los vecinos se enfocaron sólo en sus departamentos, a diferencia de lo ocurrido como participantes del fideicomiso, cuando tenían derechos comunes que defendieron organizados desde los años 70. La desaparición de la subdelegación territorial generó que la delegación Cuauhtémoc administrara las áreas verdes y deportivos de la unidad, en los que familias enteras de Tlatelolco establecían comunidad y donde hoy se reciben principalmente a personas de otras colonias. **** El multifamiliar cumplió 50 años en 2014 y aún así, el arquitecto Santiago Jordá desafía: "Es más fácil que se caiga la Torre Mayor que esta torre". Lo dice desde su oficina ubicada en el penthouse del edificio Veracruz, después de haber subido 21 niveles por medio de 354 escalones -más de un centenar de los necesarios para llegar a la cima de una construcción como la Pirámide del Sol de Teotihuacán-, debido a que el elevador fue inhabilitado por falta de pago de los vecinos. La primera vez que el arquitecto llegó a la construcción desde donde platica, Manuel Camacho Solís oprimió el botón para derrumbar con explosivos el módulo que había quedado en pie del Nuevo León. Jordá fue miembro de la comisión técnica encargada de la reconstrucción de la unidad habitacional y actualmente es asesor de los trabajos de cambio de red hidráulica que se realizan en la segunda y tercera sección de la unidad. En ocasiones, acude a dar pláticas a vecinos de distintos edificios sobre las estructuras de sus viviendas. Explica que los trabajos de reconstrucción fueron realizados bajo una norma emergente que resulta 25 por ciento más exigente que el reglamento actual.
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La de Tlatelolco fue la única unidad habitacional en la Ciudad de México reconstruida después del sismo, tras una lucha vecinal que exigió al gobierno federal cumplir la cláusula octava del Certificado de Participación Inmobiliaria. Doce edificios fueron demolidos, incluyendo el Nuevo León, y se hicieron trabajos de reducción de niveles, recimentación, reestructuración y acabados a 60 de los 90 edificios restantes. La "ciudad dentro de la ciudad" sería un poco menos gris si las fachadas y otros acabados no hubieran quedado inconclusos con la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia. A pesar de lo que explica Santiago Jordá con carpetas de planos sobre la mesa, Tlatelolco conserva el estigma de ser una zona con alto riesgo de caer, tanto por vecinos y personas externas. Los principales servicios que brinda Protección Civil cuando tiembla en la zona son para atender crisis nerviosas, afirma Julio César Corona, coordinador en la dirección territorial de Tlatelolco. Las únicas cuarteaduras que han hallado, asegura, son superficiales, de pintura. La delegación Cuauhtémoc realizó peritajes a los 90 edificios entre 2009 y 2011 y aseguró que no existen riesgos de derrumbe. Los vecinos, sin embargo, cuestionaron su veracidad y señalaron errores. Irene Zapata Moreno, con 24 años de edad y 12 viviendo en Tlatelolco, se mudó hace ocho meses a un edificio de menos niveles, por el temor a los sismos que percibía todos los días. "Sé que tiembla todos los días, aunque sean muy ligeros y casi imperceptibles. También sé que con las reparaciones que hicieron estos edificios no sé van a caer, ¡pero a mí me da pavor! ¡A lo mejor es psicológico!" bromea. ***** Los habitantes de Tlatelolco fueron punto medular de la Coordinación Única de Damnificados en 1985, por la organización previa con que contaban. Uno de sus representantes fue el médico Cuauhtémoc Abarca Chávez, quien por momentos fungió como interlocutor directo con el gobierno federal y llegó a gestionar la asignación de gran número de departamentos en Tlatelolco a los damnificados. Hoy, desde la terraza del departamento que adquirió tras el sismo, donde tiene la Plaza de las Tres Culturas a sus pies, Abarca sostiene que en Tlatelolco el principal pendiente desde el sismo es la justicia. "Hubo edificios que se cayeron porque fueron construidos bajo normas anteriores, pero otros cayeron por negligencia, como el Nuevo León, negligencia criminal de autoridades, de constructores, de supervisores", acusa. La vida personal del activista, relata, fue trastocada por el sismo. Durante años, ha recorrido
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países afectados por desastres naturales. Su participación, señala, ha sido en pos de un rescate no físico, sino de tipo emocional. Actualmente, forma parte del Comité Tlatelolco 19 de Septiembre, que organizó actividades conmemorativas de los 30 años del terremoto y gestiona una página en Facebook con 4 mil seguidores. Muchos lo conocen en Tlatelolco, pero ya no tiene el mismo arrastre. Las asociaciones que persisten en la unidad trabajan de forma independiente, a veces fragmentada. El médico lamenta que sólo con una catástrofe de magnitudes como las del sismo exista posibilidad de una participación masiva. * * * * Desde 2012, los mil 640 metros cuadrados de superficie que ocupaba el edificio Oaxaca, también derrumbado, se transformaron, de basurero a huerto urbano. Un sitio visitado de vez en cuando por dos águilas y un halcón que habitan en la zona. El espacio es administrado por Mireya Chavarín, de la asociación Cultiva Ciudad. La joven, con cuatro años de vivir en Tlatelolco, interpreta como magia el nacimiento de lechugas y acelgas donde antes reinaba el cascajo. En el huerto urbano se cultiva hinojo, ajenjo, yerbabuena, menta, mirto, lavanda, salvia y albahaca; además de manzana, durazno, guayaba, naranja, ciruela, nísperos, zanahoria, betabel, cebolla, ajo, poro Ahí se dan talleres gratuitos y los jueves hay un tianguis de productos orgánicos. Mireya cuenta orgullosa que algunos pericos verdes, ajenos a esos rumbos de la ciudad, ahora llegan a comer guayabas. La joven destaca el trabajo comunitario que se establece en el huerto y el contacto entre vecinos de Tlatelolco y con los de otras colonias. El huerto urbano se ha vuelto uno más de los orgullos de algunos tlatelolcas, cuya identidad se fortaleció en quienes vivieron el sismo y la posterior lucha vecinal. El CCUT, con su oferta de talleres y una amplia oferta cultural, tiene como uno de sus objetivos, la vinculación con la comunidad, no sólo de Tlaltelolco, sino con los vecindarios circundantes. En el Centro, existen colectivos artísticos que expanden sus actividades por todo Tlatelolco, como la azotea del arquitecto Jordá, donde se presenta una obra de teatro, o los muros de los edificios en los que se recrea la vida de algunos vecinos, además de los elaborados por el fallecido artista Nicandro Puente y la Red Urbana de Muralismo Comunitario, que incluyen el llamado Tlatelolco 1985, sismo y resurrección. Catalina García, una vecina del edificio Chihuahua, acude por las tardes a sesiones de yoga en el CCUT. Ella formó parte de la organización que su edificio estableció
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específicamente para demandar la reconstrucción de Tlatelolco, un parteaguas que le cambió la vida por los lazos de solidaridad que halló. "No viviría en otro lugar", dice, "aquí puedes hacer muchas cosas. No es que no haya problemas de seguridad como en todos lados, pero en general puedes vivir muy bien". Para estos antiguos y nuevos tlatelolcas -pobladores de un territorio donde se libró la última resistencia mexica ante la conquista española y donde cientos o miles de estudiantes fueron masacrados por su propio gobierno- la reconstrucción de su comunidad, 30 años después del sismo, continúa día a día. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=640092&md5=e5b08e9fb62fe29ed332ff00fd62dc51&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3lercUSNA Follow us: @reformacom on Twitter
Recorrido por los 30 años del sismo de 1985 https://twitter.com/columba_vertiz
Columba Vértiz De La Fuente
4 de septiembre de 2015
Ver, oír, aplaudir...
La devastación por el terremoto en la Ciudad de México.
Foto: Marco A. Cruz
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Durante el mes de septiembre, cada domingo se realizarán
recorridos por la arquitectura y los murales emblemáticos de la capital mexicana, así como museos,
recintos y avenidas para conmemoran los acontecimientos ocurridos durante el terremoto que sacudió
a la capital del país hace 30 años. Esto como parte del Programa Paseos Históricos de la Secretaría de
Cultura de la Ciudad de México, con más de 170 rutas en las 16 Delegaciones políticas, así como en
Luego de casi cuatro meses de éxito desde su inauguración como parte de las celebraciones por el
Año Dual México-Reino Unido, la exposición A Room of One’s Own. Fragilidades sobre el exterior
–que presenta trabajos de tres artistas ingleses que han desarrollado trabajos en México–, llegará a su
fin este domingo en el Laboratorio Arte Alameda del INBA. Curada por José Luis Barrios, integra las
videoinstalaciones Tlacochahuaya, de Melanie Smith; Trip the Ligth, de Katri Walker, y Se compra
sin É, de Jaki Irvine. Y paralelamente al cierre de la muestra, se llevará a cabo el taller infantil Una
habitación propia. Acercamiento al videoarte para niños, que tendrá lugar este 5 y 6 de septiembre de
10 a 14 horas, en el Auditorio del recinto. En ese taller, los participantes generarán su propia pieza de
videoarte y trabajarán a partir de diversos procesos creativos que conocerán de manera lúdica
utilizando distintos materiales. El laboratorio está en Doctor Mora 7, Centro (METRO Hidalgo).
“La Pasión según San Juan”, en versión coral
Dirigido por Horacio Franco, el Ensamble Escénico Vocal del Sistema Nacional de Fomento Musical
del Conaculta realizará dos presentaciones de La Pasión según San Juan. Se trata de una obra de
Johann Sebastian Bach, escrita para voces solistas, coro y orquesta creada en las fechas previas al
Viernes Santo de 1724, basada en los capítulos 18 y 19 del Evangelio de Juan. Las palabras de la
apertura, las arias, los recitativos y los corales se tomaron de diferentes fuentes, entre otras, de La
Pasión según San Juan, y de la traducción que Martín Lutero había hecho de la Biblia. En esta
ocasión, los 16 miembros del ensamble presentarán la versión coral de esta obra, que a decir de
Horacio Franco es una de las de mayor envergadura de la historia de la música, por sus alcances
estéticos y artísticos. Se llevará a cabo este sábado en el Antiguo Palacio del Arzobispado (Moneda 4,
Centro, METRO Zócalo) y el domingo en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro
de Sor Juana (José María Izazaga 92, METRO Pino Suárez), a las 12 horas.
La Ciudad de México a través de 100 pintores
La belleza de la Ciudad de México, su pasado y su presente, su estilo arquitectónico ecléctico,
sirvieron de inspiración a 100 pintores mexicanos quienes presentan sus obras en una exposición
abierta en el Club de Periodistas, donde estará todo el mes. El número de creadores ofrece un
panorama amplio de la urbe, ya que participaron artistas emergentes, profesionales y aficionados,
quienes hicieron sus obras a partir de temas inagotables que ofrece el Distrito Federal, por lo cual en
dos salas se encontrarán cuadros con el Ángel de la Independencia, el Palacio Nacional o el de Bellas
Artes, así como los alrededores de Xochimilco, principalmente, los cuales se han convertido en
paisajes icónicos de la capital mexicana. En la exposición Cien pintor’es mexicanos se pueden
encontrar obras de artistas emergentes y profesionales, como son Juan Bautista, Daniel Azuara,
Osvaldo Castañeda Martínez, Ana Curiel, Dolores Carrillo, Fabiola Delgado, Laura Deitx, Alejandra
González Flores, Dafne Ledesma, Armando Moreno, y Mashe Trujillo, por mencionar algunos.
Permanecerá hasta el próximo 30 de septiembre en Filomeno Mata 8, en el Centro Histórico, con
horario de 10 a 14 horas de lunes a viernes. La entrada es libre. Posteriormente se trasladará a
Villahermosa, Tabasco, para presentarse del 3 de diciembre al 3 de enero de 2016.
Último fin de Teatro de Movimiento
Este domingo llega a su fin el espectáculo Untitled Film Stills #2, dirigido por Alicia Sánchez y
llevado a escena por ASYC/El teatro de Movimiento. Se trata de una intervención plástica-escénica
que indaga en la creación del fenómeno espacial y visual, haciendo al público parte de la estructura
del espectáculo para que comprenda un poco más el fenómeno, pero desde su propia perspectiva. Se
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desarrolla a través de un juego de luces y cuerpos que crea una serie de imágenes inventora de
realidades. Simplemente una utopía contemporánea en la ciudad. Untitled Film Stills #2 es presentado
a partir de este viernes en uno de los foros escénicos de la Secretaría de Cultura del D. F., el Espectro
Electromagnético, ubicado en Joaquín García Icazbalceta 31, colonia San Rafael, delegación
Cuauhtémoc (METRO San Cosme). Las funciones son viernes y sábado a las 20 horas y domingo a
las 19 horas.
Obra “D-RotaDOS” en el A Poco No
Esta noche regresa al Foro A Poco No la pieza D-RotaDOS, escrita y dirigida por Yanet Miranda y
Ángel Luna con la Compañía Les Delicades. Se estrenó en el recinto de la Secretaría de Cultura en
2014 como parte de la programación del XII Festival Internacional de Cabaret y ahora, a las20:30
horas, la acoge el foro de República de Cuba 49, Centro Histórico (METRO Allende). Y aunque es el
primer montaje de Les Delicades y es una historia que conocida, dice sus componentes, “sin embargo
algo no concuerda: Alfonso se prepara para asistir a una fiesta con su novia Susana, sin embargo se
enfrenta a la hostilidad de su madre y de otras mujeres, como peluqueras, microbuseras y taxistas e
incluso la de su propia novia; en pocas palabras, lleva todas las de perder por ser hombre… Qué le
parece. Y por otro lado, Juanito, padre de Susana, padece acoso y abuso sexual de su jefa, debe
resolver las labores del hogar una vez que termina su jornada laboral y, un buen día, su esposa lo
abandona porque él no preparó la comida como ella quería. Al ver esto, la hija decide seguir a su
madre. Habrá temporada durante todo este mes en este espectáculo de Cabaret del Sistema de Teatros
de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (www.teatros.cultura.df.gob.mx.) Sábados y
domingos a las 19 y 18 horas, respectivamente.
México es Cultura
Cualquier tipo de actividad cultural en la ciudad puede encontrarla en la página electrónica
www.mexicoescultura.com del Conaculta, con información completísima en: búsqueda de museos,
recintos o centros, diversas ramas de las artes clásicas como teatro, danza, literatura, plástica, música,
arquitectura, cine… es decir, exposiciones, conferencias, conciertos, encuentros, lecturas, además de
visitas guiadas, eventos infantiles, hasta tradiciones populares. Consulta libre. También cuenta con un
número telefónico, 01800CULTURA.
Museos con visitas interactivas
Otra oferta interesante del Conaculta es la opción de la página del Museo del Palacio de Bellas Artes
que forma parte de los Museos Interactivos y que acaba de darse a conocer. Hay un mapa que le
mostrará el recorrido para ver los murales de manera digital y con zoom propio a diez centímetros de
distancia real. Así, recorra palmo a palmo y al detalle las obras de Diego Rivera, José Clemente
Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Jorge González Camarena, Roberto Montenegro y
Manuel Rodríguez Lozano en: www.museopalaciodebellasartes.gob.mx Pero también puede recorrer
en 3D y con tecnología de 360° otros tres recintos más: www.museocasadecarranza.gob.mx
www.museoculturaspopulares.gob.mx
www.museoferrocarrilesmexicanos.gob.mx
www.cultura.unam.mx
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Desde esa página web puede ver el diario digital Cultura.Unam y checar la programación en los
diversos espacios culturales que la universidad pone a la orden del día; de esta forma, al entrar usted
puede elegir ver la cartelera por fecha, el apartado de recomendaciones, o las actividades en las salas
del Centro Cultural Universitario. La página es una excelente opción para ver todo aquello referente a
las disciplinas artísticas y buscar la mejor opción para este viernes y fin de semana. Algunos eventos
son gratuitos y otros tienen costos mínimos, con respectivos descuentos a maestros, estudiantes e
Inapam. Un click y… ¡pase el dato a sus conocidos!
Cartelera auditiva del INBA
La cartelera de actividades del Instituto Nacional de Bellas Artes la puede encontrar en su portal web
en www.inba.gob.mx; ahí, del lado izquierdo, en el apartado “Radio INBA”, escuche los anuncios de
las actividades más importantes del momento y también, cápsulas temáticas, piezas de conciertos
pasados, audiolibros y diversos programas de su interés. Sólo dele click a la liga de arriba y entérese.
Cultura del D.F.
Para conocer la cartelera musical de la Secretaría de Cultura del gobierno del Distrito Federal, visite
la siguiente página: http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/musica.
Recuerda Peña 30 años de sismo del 85
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El Mandatario federal estuvo con los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional y Marina. Foto: Alejandro Mendoza
José David Estrada Cd. de México (19 septiembre 2015).-
Notas Relacionadas
El sismo no afectó mi carrera.-Bartlett
Destaca Peña preparación ante desastres
La sociedad civil al rescate de Jackson
De la Madrid no se escondió.- Gamboa
Preparan megasimulacro de sismo En el 30 aniversario del sismo que en 1985 causó la muerte de cientos de personas, el Presidente Enrique Peña Nieto encabezó el izamiento de la Bandera nacional a media asta en el Zócalo de la Ciudad de México. Ante elementos del Ejército, invitados especiales y empleados de su Gobierno, el Mandatario federal dio cumplimiento al decreto publicado en 1986 que ordena esto en señal de duelo. "Los sismos ocurridos los días 19 y 20 de septiembre de 1985 originaron luto nacional por la pérdida de vidas humanas y el dolor de quienes resultaron afectados en su integridad corporal o patrimonial por estos lamentables acontecimientos de la naturaleza", señala el decreto presentado por el ex Presidente Miguel de la Madrid. A las 7:11 horas bajó un helicóptero de Presidencia a Palacio Nacional. Seis minutos después, Peña Nieto salió caminando junto con los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional y Marina, así como del Comisionado del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el director del sistema Nacional de Protección Civil y el jefe de la Oficina de la Presidencia.
En su camino, la comitiva presidencial estuvo flanqueada por efectivos de la Policía Militar y por columnas con reflectores para iluminar su recorrido y el asta bandera de la Plaza de la Constitución. El lábaro patrio comenzó a subir en punto de las 7:19 horas. Después de llegar a la punta, fue bajado de nuevo hasta llegar a la mitad del asta. Al concluir el Himno Nacional, el Presidente caminó hacia la zona donde se encuentran sus invitados para saludarlos y después realizó con su comitiva un recorrido de 15 minutos por los extremos de la plancha del Zócalo. Visitó una exposición de medio centenar de ambulancias, coches de bomberos, patrullas de la Policía Federal, camiones del Ejército y vehículos de rescate, junto con efectivos de las fuerzas de seguridad y de protección civil, que brindan apoyo ante desastres naturales. Al terminar su recorrido, la comitiva abandonó la plancha del Zócalo en 17 camionetas Suburban, seguidas de tres motocicletas y una ambulancia. El Gobierno federal organiza este sábado a las 11:30 horas un macrosimulacro para conmemorar el sismo de 8.1 grados en la escala Richter que el 19 de septiembre de 1985 a las 7:19 de la mañana causó la muerte de 10 mil personas, según cifras extraoficiales y dañó más de 5 mil 700 edificios en el Distrito Federal. "La población capitalina se organizó para rescatar a las miles de personas atrapadas entre los escombros, en ausencia de ayuda de los soldados, policías y autoridades gubernamentales", recuerda una ficha informativa preparada por Presidencia de la República. Hora de publicación: 07:22 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=646307&md5=49f9be1454efe1aa65fbf0099be828c0&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCTFM9RX Follow us: @reformacom on Twitter
Alrededor de 200 vecinos y familiares de de las víctimas se dieron cita en el lugar pra honrar a víctimas. Foto: Diego Gallegos
Alfredo Páez Cd. de México (19 septiembre 2015).- Vecinos de Tlatelolco realizaron una misa en conmemoración de las personas que fallecieron durante el sismo de 1985.
Olvidan edificios dañados en el 85 La ceremonia fue llevada a cabo por la fraternidad Franciscana de Tlatelolco en la huella del edificio Nuevo León, el cual cayó a consecuencia del sismo hace 30 años. Alrededor de 200 vecinos y familiares de de las víctimas se dieron cita en el lugar donde además se cantaron canciones y hubo monólogos sobre la tragedia. "No es una celebración, es una forma de honrar a nuestros difuntos. Año con año se ha organizado esta misa y así seguirá", dijo Renato Robles, vecino de la zona. Al lugar asistió la brigada de Topos de Tlatelolco quienes recordaron que fue ahí donde se originó el grupo de rescate.
Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=646317&md5=36c532c9b6f6656cea1b4f301a7f830c&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCTrgv1a Follow us: @reformacom on Twitter
El edificio ubicado en Niños Héroes 139 está inclinado y fue catalogado por Protección Civil con riesgos estructurales. Foto: Alfredo Moreno
Dalila Sarabia Distrito Federal (18 septiembre 2015).- En la Ciudad de México existen 350 inmuebles con riesgo estructural, la mayoría como resultado del terremoto de 1985, los cuales se han convertido en un peligro en caso de que suceda un sismo. Sin embargo, las autoridades del Distrito Federal nada pueden hacer para intervenirlos, pues se trata de edificios y construcciones en manos de particulares. Fausto Lugo, secretario de Protección Civil de la Ciudad, explicó que el riesgo ha incrementado con el tiempo no por los efectos del sismo de hace 30 años, sino por el abandono y falta de mantenimiento por parte de sus propietarios. "Son 350 inmuebles que hoy en día representan un riesgo ante un sismo. "Algunos de ellos tienen que ver con el 85 (el sismo) y algunos de ellos es por deterioro, por falta de mantenimiento y, obviamente, los sismos que se han presentado en los últimos años los han ido posicionando en un riesgo adicional. "Edificios de Gobierno que fueron lesionados en el 85, no existe ninguno en las mismas condiciones, ya todos fueron recortados, remodelados o reforzados para continuar siendo útiles", aclaró el funcionario.
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Aunque no brindó mayores detalles de la ubicación de los inmuebles con daños estructurales, refirió que la mayoría de ellos se localizan en la Delegación Cuauhtémoc. Cuestionado sobre la existencia de un plan o programa del Gobierno del Distrito Federal para intervenir o derrumbar esas estructuras, Lugo señaló que es responsabilidad exclusiva de los particulares, pese a que representen un riesgo para la población colindante. "Están los apoyos que podría proporcionar el Gobierno y que deberían ser a través de un programa o un plan, pero estamos hablando de que la responsabilidad es del particular, no del Gobierno. "Sería un costo, por demás oneroso, pensar que el Gobierno tiene que hacer las adecuaciones para que los edificios mantengan la seguridad", agregó el encargado de Protección Civil de la Ciudad. "Tiene que haber todo un proceso judicial, tendrá que ordenarlo un juez, porque si no estaríamos violando los derechos humanos". ¿Aunque esto represente un riesgo para el resto de la gente?, se le cuestionó. "Tiene que llevarse a cabo un procedimiento de la población que acredite un riesgo ante ese inmueble, no es la autoridad la que puede actuar ahí, son propiamente los particulares o los vecinos y colindantes los que pueden acreditar el riesgo de ese inmueble", dijo Lugo. Y es que, explicó, un dictamen de Protección Civil que manifieste que el inmueble está en riesgo, no es suficiente. "Hay procedimientos administrativos que se tienen que cumplir", reiteró. "Estos inmuebles representan un riesgo y te lo confirmo con incidentes que tuvimos este año y ni siquiera obedece a temas sísmicos, sino a un tema de mantenimiento", recordó. Hora de publicación: 00:00 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=645287&md5=3c11e6e7550f72562ca8f667900fad6c&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCUGShDa Follow us: @reformacom on Twitter
Hoy se inauguró el Congreso Nacional de Sismología: Avances y Retos en Sismología, Ingeniería y Gestión de Riesgos Foto: Armando Vázquez
Mirtha Hernández Cd. de México (17 septiembre 2015).- Cerca de 7.4 millones de habitantes y 2.2 millones de viviendas de la Ciudad de México y su zona conurbada se encuentran en la zona sísmica tres, es decir, con suelo lacustre, que favorece la ampliación de las ondas sísmicas. Además, hay 334 centros de salud y 5 mil 210 escuelas en esa misma región, que obligan a retomar y fortalecer los esfuerzos de las diversas instituciones, para aplicar los conocimientos sísmicos a la mitigación de los efectos de estos fenómenos. Así lo afirmó el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Carlos Valdés, al participar en la inauguración del Congreso Nacional de Sismología: Avances y Retos en Sismología, Ingeniería y Gestión de Riesgos, a 30 años de los Sismos de 1985. En el evento organizado por la UNAM, Valdés expuso que los sismo del 19 y 20 de septiembre de 1985 no sólo marcaron al País, sino que fueron un parteaguas. A partir de ellos, señaló, ha habido muchos avances en el diseño de alertas tempranas, las redes de monitoreo, la sismo resistencia y seguridad estructural, entre otros. "Sólo transformando el conocimiento sísmico en políticas y acciones púbicas veremos el beneficio aplicado, mitigando el efecto de los sismos", dijo.
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El coordinador Nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, coincidió en que a partir de todos los estudios que se han realizado respecto a los sismos, se ha tomado conciencia de la vulnerabilidad a estos fenómenos y se trabaja por tener un México más seguro para los mexicanos y su patrimonio. "La sociedad se enfrentó aquella mañana (del 19 de septiembre de 1985) a situaciones que no conocía, la mano de uno apoyo a la de otro y la sociedad pudo levantarse para seguir caminando en esta Ciudad de México", dijo. Puente resaltó que en la actualidad los jóvenes no tienen una conciencia clara de lo que es enfrentarse a un sismo de la magnitud de aquel día, por lo que es necesario reforzar simulacros como el que se realizará el próximo sábado a las 11:30 horas. Al evento asistió el Secretario de Protección Civil del DF, Fausto Lugo, quien señaló que durante la prueba de la alerta sísmica de la semana pasada hubo fallas en 328 altavoces, de los 8 mil 200 que se hicieron sonar, lo que equivale a un 4 por ciento. Estos dispositivos están siendo revisados para que funcionen adecuadamente en el ejercicio del próximo sábado, al que también se sumarán las plazas comerciales. Hora de publicación: 17:16 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=644886&md5=eff028cbdc04eb6470a53fd09a64eabd&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCUrEBAH Follow us: @reformacom on Twitter
En el Centro Histórico hay centenas de viviendas deterioradas, tanto habitadas como desocupadas. Foto: Alfredo Moreno
Dalila Sarabia Cd. de México (17 septiembre 2015).- Han pasado 30 años del terremoto de 1985 y los capitalinos aún temen vivir en el Centro. La zona central de la Ciudad, que resultó ser la más dañada, ha perdido en promedio el 33 por ciento de su población en la últimas tres décadas, al pasar de 2.5 millones en 1980 a 1.7 millones de habitantes en 2010, de acuerdo con datos de Inegi. Esto, pese a que en el 2000 el entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, publicó el Bando 2 que establecía como política repoblar esa zona. La inestabilidad del subsuelo y la falta de vivienda accesible en Delegaciones como Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza son factores que han abonado a este despoblamiento, coincidieron especialistas. Pese a ser territorios que cuentan con todos los servicios básicos e interconectividad de transporte, pocos son quienes viven ahí. En contraste, en el mismo lapso, las demarcaciones rurales como Cuajimalpa, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco registran un incremento poblacional del 47.6 por ciento, en promedio, al pasar de 878 mil habitantes a 1.7 millones. Cinna Lomnitz, investigador emérito del Instituto de Geofísica de la UNAM, explicó las implicaciones que tiene que la Ciudad esté asentada sobre lo que era un lago y la respuesta sísmica que esto implica. "El lago ocupaba la parte más baja de la cuenca de México, que es una cuenca cerrada. Se conocen perfectamente los límites del anterior lago, esa zona se denomina Zona III y es la zona de mayor peligro sísmico. "La zona más alta en torno a la Zona III es la de las Lomas, (por ello) en el sismo de 1985 no hubo colapsos de edificios en las zonas I y II que son zonas de Lomas donde el lago no llegó. "La Norma Sísmica del DF es un reglamento de construcciones, y esa reglamentación cambia según la zona. El reglamento más estricto es para la Zona III, ¿por qué?, porque el movimiento en los sismos es hasta 5 veces más fuerte en la Zona III", detalló el investigador. Si bien es cierto, añadió, que la movilidad poblacional está relacionada con el temor a los sismos, el encarecimiento de la vivienda también ha sido un factor a tomar en cuenta. "Se ha permitido que algunas colonias decaigan por razones económicas y culturales, la gente se va pero no se va muy lejos", consideró Lomnitz. El cambio en el uso de suelo también ha sido motivo para que las familias dejen la zona central, por ejemplo, en la Delegación Cuauhtémoc, porque es ahí donde más actividad económica se produce al dársele paso a un sinnúmero de oficinas y comercios, opinó Verónica Montero, vicepresidenta del Colegio de Urbanistas de la Ciudad de México. Así, quienes desean vivir ahí o en otras zonas centrales no lo pueden hacer, abundó, porque el costo de la vivienda se ha encarecido hasta en un 50 por ciento, como en la Condesa. "Hace siete años podías conseguir un departamento en la Condesa con un valor de entre 20 y 22 mil pesos por metro cuadrado, una vivienda vieja con 50 años de edad en promedio. Hoy vas a encontrar que la misma casa vieja, están intentando venderlas entre 40 y 45 mil pesos el metro cuadrado, el doble en siete años", señaló Montero.
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'La casa está maciza' Carmen Limón y Esteban García han vivido en República de Perú, en el Centro Histórico, desde hace 46 años. Así como vieron nacer, crecer y casar a sus hijos, vivieron pérdidas familiares y el terremoto de 1985. Al recordarlo aún se les pone la piel chinita, pero descartan dejar de vivir en el Centro, pues la confianza en su casa no la pierden, "está maciza", aseguran. "Cualquier temblorcito se siente horrible, pero los muros están muy altos y las paredes muy gruesas entonces nosotros nos sentimos con confianza aquí (...) los cimientos están macizos", señaló don Esteban. De aquella mañana del 19 de septiembre de 1985 recuerdan cada detalle, los ruidos, los gritos, el llanto y cómo, de repente, el patio de su casa se empezó a fracturar. ¿Temen vivir en el Centro?, se les preguntó. "Luego sí nos da miedo, pero qué le hacemos, esta es nuestra casa, no la vamos a dejar, ¿a dónde nos vamos?", contestó la señora Carmen. La pareja informó que las casa que se desocupan, en muchos casos, eran de adultos mayores que mueren; y aunque se ponen en renta o venta, es muy difícil que sean ocupadas.
'He vivido a gusto' "Todos tenemos miedo cuando tiembla, porque no sabemos qué es lo que va a pasar, pero yo siempre he vivido a gusto aquí y mis hijos también", asegura Aquilina Gutiérrez. Ella vive en el Centro Histórico desde hace 50 años, a espaldas de la sede de la Asamblea Legislativa. A 30 años del terremoto de 1985 la ama de casa narró el dolor y miedo que sintió aquel jueves... habían pasado unos minutos que su hijo de 13 años había salido de casa rumbo a su secundaria, que se ubicaba en República de Brasil, a tan sólo unas cuadras. "Como empezó a temblar corrimos desesperados para la escuela, mi hijo acabada de salir. "Cuando llegamos ya habían cerrado las puertas y los niños estaban en el patio, no nos dejaban pasar y con las mamás empujamos la puerta hasta que cayeron para llevarnos a nuestros hijos", recordó. Unos minutos más tarde, con la tranquilidad de tener a su hijo entre sus brazos entendió la gravedad del sismo. "Regresamos a la casa, salí al balcón y clarito veía cómo se estaba quemando el (Hotel) St. Regis", compartió. Pese a los dolorosos recuerdos de la contingencia que hizo durmieran una semana fuera de su domicilio, a instrucciones del Gobierno de aquellos días, Aquilina dice sentirse más segura dentro de su casa que en cualquier otro lugar. "Yo pienso que es más fácil que se caiga una casa moderna a que se caiga este edificio.
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"Esa vez del sismo haz de cuenta que era un barco, para donde iba, iba la casa, ni siquiera el polvo se cayó, ni un cuadro, nada", aseguró. Hora de publicación: 00:00 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=644109&md5=f8195d859f08d784a2d251767479f6b6&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCVJWyjD Follow us: @reformacom on Twitter
Construyen torres que se mueven
La Torre Libertad, también conocida como el Hotel St. Regis, y la Torre Reforma tienen estructuras que las hacen desplazarse durante un temblor, evitando un derrumbo. Foto: Armando Vázquez
La Torre Libertad, también conocida como el Hotel St. Regis, y la Torre Reforma tienen estructuras que las hacen desplazarse durante un temblor, evitando un derrumbo. Foto: Armando Vázquez
Iván Sosa Cd. de México (16 septiembre 2015).- Construir rascacielos en el DF implica estudiar a detalle el suelo donde se levantará, y por medio de métodos científicos se analiza cómo se desempeñan las ondas de un temblor. Dicha tecnología ha llevado a ingenieros y arquitectos a diseñar diversos tipos de cimientos, como gatos hidráulicos, amortiguadores o una base de balines con la finalidad de que, durante un sismo, el edificio se mueva en su conjunto y evitar que se fracture la estructura. El ingeniero estructuralista David Serur y el arquitecto Benjamín Romano explicaron que después de 1985 la ciencia evolucionó para estudiar el comportamiento sísmico del suelo, así como las tecnologías y los materiales constructivos para asentar los edificios.
Rascacielos antisismos Serur, , supervisor de la estructura del Segundo Piso del Periférico y diseñador estructural de torres como Plaza Juárez, en el Centro, o el Hotel St Regis, en Reforma, explicó que la frecuencia, entendida como la curva de la onda sísmica, no debe coincidir con la resonancia del suelo. "Que no se junten, porque si es igual, el edificio se va a caer. La ingeniería ve que en un temblor, el piso y el edificio se muevan, pero que no se acelere tanto el edificio", comentó. Romano, arquitecto a cargo de la Torre Reforma, indicó que cuando hay un sismo, el edificio se va a mover. "Los cristales (se moverán), todo, en una sacudida brutal, entonces hay que diseñarlo para que se mueva", precisó. De repetirse otro sismo de 8.5 grados, el DF registraría daños menores a los sufridos en 1985, porque la ingeniería y la arquitectura deben sujetarse ahora a normas técnicas previstas por el Reglamento de Construcciones, el cual cuenta con un capítulo especial sobre desempeño sísmico, indicó Serur. "Es poco probable que un sismo de alta intensidad, como el de 1985, genere tantos daños como entonces, lo veo muy remoto, los habrá, sin duda, pero no tan dramáticos", comentó el ingeniero. Por su parte, en Torre Reforma, Romano diseñó un sistema con muros de concreto edificados para moverse con ventanas que, desde el interior, ofrecen panorámicas de la Ciudad. Las ventanas tienen la función de liberar energía sísmica a través de una columna vertebral de acero basada en una sucesión de cruces, la cual se desplazará con todo el edificio durante un sismo para volver enseguida a su sitio. "El ingeniero Heberto Castillo, con quien trabajé muchos años, decía que los elementos estructurales de un edificio no deben estar de flojos, sin hacer nada, hay que ponerlos a trabajar y hacerlos flaquitos, no gorditos, para que no pesen mucho", expuso Romano.
Supervisan obras La historia de la arquitectura mexicana siempre ha incorporado experiencia tectónica, porque la naturaleza geológica del subsuelo del Valle de México es sísmica, comentó el arquitecto Benjamín Romano. Esa experiencia se refleja en el Reglamento de Construcciones del DF, referencia internacional de la arquitectura y la ingeniería, que ha evolucionado a partir de las lecciones de los terremotos, con revisiones hechas por expertos como David Serur o Heberto Castillo. "El reglamento era inferior en 1985, ahora existen figuras que no había entonces, encargadas de ver por el cumplimiento de una serie de normas técnicas", anotó Romano.
El reglamento exige aspectos y pruebas para acreditar los estudios sísmicos, la frecuencia del edificio, el desplazamiento de los muros y los entrepisos, entre otras. Hora de publicación: 00:00 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=643536&md5=d82b4caf11427f0d67db34a57fa13017&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCVpSozk Follow us: @reformacom on Twitter
Xyoli Pérez Campos, jefa del SSN, destacó que en Michoacán, donde se originó el temblor de 1985, siguen faltando estaciones de monitoreo sísmico. Foto: Archivo
Diana Saavedra Cd. de México (19 septiembre 2015).- El Servicio Sismológico tiene hoy en todo el país 165 estaciones sísmicas y acceso directo a 25 estaciones de GPS. Si se suman los equipos de otros grupos que tienen este tipo de señales, en el País se llega a 100 estaciones de GPS. Sin embargo, en Estados Unidos, sólo el estado de California tiene 400 estaciones sísmicas y 200 de GPS, mientras que Japón tiene mil 200 estaciones en su territorio, las cuales están vastamente equipadas, dijo Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional. De ahí que el Servicio se ha planteado el reto de homogeneizar el monitoreo sísmico, para lo cual está buscando recursos para adquirir nuevos equipos. "En los últimos dos años hemos aumentado ocho estaciones, principalmente en el norte, y este año sumamos dos más en el Estado de Guerrero y tenemos un plan de crecimiento", comentó la especialista. Varios de los nuevos equipos sísmicos se han llevado a la zona Norte del País, por lo que se ha comenzado a registrar de forma constante la actividad en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Aguascalientes, precisó.
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A 30 años del sismo de 1985, Michoacán -sitio donde se originó el movimiento de 8.1 grados- sigue siendo un Estado crítico para el que se requiere mejorar el monitoreo sísmico, reconoció Pérez Campos. Pese a ser el sitio de origen del sismo de 1985, en ese Estado hacen falta más estaciones de monitoreo. "Si ahorita vemos de Jalisco a Chiapas, donde hacen falta más estaciones (sísmicas) es en Michoacán", admitió la investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM. Las cifras oficiales indican que, debido al movimiento telúrico de hace tres décadas, hubo al menos 6 mil fallecidos y pérdidas económicas que superan los 4 mil 100 millones de dólares. Hora de publicación: 00:00 hrs. Leer más: http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=646041&md5=8fa2a3abbcd21bdbd03e364cb4c19ea3&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe#ixzz3mCXsxYBr Follow us: @reformacom on Twitter
Eran las 7:19 de la mañana del 19 de septiembre de 1985 cuando un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter sacudió a la Ciudad de México. Miles de
edificios habitacionales y de oficinas se desplomaron, sepultando entre los
escombros a niños y adolescentes, adultos y ancianos. La ciudad quedó herida, incomunicada; impávidos, los gobiernos local y federal no supieron cómo actuar
durante las primeras horas. Y así, entre polvo y gritos de dolor e indignación, llegó la noche de ese aciago día, la más larga y oscura. Las manecillas de los
relojes dejaron de marcar el tiempo. Y fue en ese interregno cuando la población salió a las calles, comenzó a organizar los rescates de los heridos, a buscar a los
desaparecidos, a desenterrar cuerpos. Ese mes de septiembre, cuando el luto ensombreció los hogares mexicanos, cuando desaparecieron lugares
emblemáticos -el memorable hotel Regis, el edificio Nuevo León, en Tlatelolco, los hospitales Juárez y General, por citar algunos-, nacieron también nuevos
héroes: el topo Marcos Efrén Zariñana Guadarrama, La Pulga, el doctor Cuauhtémoc Abarca Chávez, la sindicalista Evangelina Corona, los llamdados
"niños milagro". Ese mes, debe subrayarse, la sociedad civil se movilizó como nunca antes y ayudó a levantar la Ciudad de México, su ciudad. Proceso dedica
su edición especial número 51 a esa trágica efeméride a 30 años de distancia. El
material recupera varios reportajes publicados las semanas posteriores al terremoto, e incluye nuevos ensayos, crónicas, testimonios y abundantes
imágenes de la ciudad herida, algunas de ellas inéditas, tomadas por el fotógrafo Guillermo Aldana.
El terremoto de 1985 sacudió a la
ingeniería estructural mexicana Por Arturo Sánchez Jiménez
vie, 18 sep 2015 15:16
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México, DF. Los principales riesgos para la población en México son el Volcán de Colima y el
Popocatépetl, los sismos, los huracanes y las inundaciones, y fenómenos como el mar de fondo, de
acuerdo con el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.
Luego de inaugurar el Congreso Nacional de Sismología, que se lleva a cabo en la UNAM, Puente agregó
que casi todo el país cuenta ya con atlas de riesgos y sólo tres entidades están pendientes, aunque no
precisó cuáles.
El funcionario federal indicó que todos los estados reciben a diario información de Protección Civil
Nacional y que hay 14 mil 700 refugios en el país para que sean usados por la población en caso de
emergencia.
Sabemos que en algún momento dado puede haber un sismo y tenemos que estar preparados. El mundo ha
cambiado en 30 años y México también; lo más importante es que hoy tenemos una sociedad más
consciente, señaló Puente.
Recordó que el simulacro que se realizará el próximo sábado a las 11:30 horas en varias entidades del país
tiene como fin ampliar la capacidad de conciencia entre jóvenes, niños y adultos respecto a lo que
representa un sismo.
Funcionarios y académicos consideraron en el congreso que el sismo que se vivió en la ciudad de México
en 1985 representó un cambio en la manera en la que la ingeniería estructural se desarrollaba en México.
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Adalberto Noyola, director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, sostuvo que el sismo de 1985
fue una llamada de atención brutal acerca de lo mucho que faltaba entender sobre los terremotos. Arturo
Iglesias Mendoza, titular del Instituto de Geofísica, mencionó que este acontecimiento marcó a varias
generaciones. Desde entonces, la situación ha cambiado notablemente y hoy se otorga mayor peso a
protección civil en los entes del gobierno.
Fausto Lugo, secretario de Protección Civil del DF, indicó que en el simulacro del pasado sábado 12 de
septiembre fallaron 328 altavoces de los 8 mil 200 instalados en la ciudad para emitir la alarma sísmica,
pero precisó que el objetivo era justamente eso, hacer una prueba para resolver los problemas que se
presentaran y que el próximo sábado la alarma suene en todos los lugares.
El congreso se lleva a cabo en el Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM y concluye el sábado.
Está dirigido a profesionales vinculados con el tema, la industria de la construcción, seguridad sísmica y
diseño estructural, protección civil, prevención de desastres y mitigación de riesgos, tanto de instituciones
y organismos como de los sectores público, privado y social.
Tienen estados del centro la normatividad más actualizada
Durante el primer día de las jornadas académicas que organizó la Universidad del Claustro de Sor Juana
para rememorar los 30 años del devastador terremoto de México en 1985, Hugo Hernández Barrios,
académico de la FES Acatlán-UNAM y profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Civil en la
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, señaló que hay estados que no tienen normatividad
de construcción vigente.
“Están usando la de 1987 y eso pone en riesgo a sus ciudadanos. Por el contrario, hay entidades que están
más actualizadas, principalmente las que están alrededor del DF: Morelos, Tlaxcala, Puebla.
Los daños estructurales más comunes que se registraron en el 85 fue por errores de diseño y mala calidad
de materiales.
(Cesar Arellano García)
Jesús Villaseca y los sismos de 1985 /
Luis Hernández Navarro
Hay fechas que marcan una generación y un país. Los sismos de 1985 son una de ellas. Para los habitantes
de la ciudad de México hay un antes y un después de ese terremoto.
Ese 19 de septiembre y durante un mes más, Jesús Villaseca, joven fotoperiodista, retrató como muy
pocos lo hicieron, la catástrofe de una ciudad conmocionada, el dolor y la tragedia de las víctimas, la
generosidad y solidaridad ciudadana, el pasmo y la incapacidad de las autoridades gubernamentales.
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En 1985 Jesús Villaseca trabajaba en el Novedades de fotógrafo de sociales. Estaba unido a ese diario
por lazos profundos. Desde los seis años de edad acompañó a su padre a su trabajo en ese periódico. Ya
entrada la noche, a un costado de las rotativas, su jefe le tendía una improvisada cama de cartón con las
tapas de los rollos de papel, y él se acostaba en ella y miraba cómo trabajaban las máquinas, hasta que el
arrullo de las planas de papel imprimiéndose lo dormían.
En 1982, con la secundaria terminada y sin expectativas de hacer la preparatoria, Villaseca estudió
fotografía. Entró a chambear a Novedades en 1983, primero de laboratorista y luego, un año más tarde, de
fotoperiodista.
Su amor por la fotografía venía de lejos. Era un chamaco cuando su papá lo llevó por primera vez a
conocer el cuarto oscuro donde los fotorreporteros revelaban sus rollos. Él quedó deslumbrado con los
focos rojos, y el misterio de ver cómo en un pedazo de papel blanco aparecían las imágenes de personas.
Su fascinación por el oficio se alimentó del encuentro con los fotógrafos del diario, que vestidos con sus
chalecos y la cámara al hombro, contaban las más increíbles aventuras de su profesión. En el imaginario
de Jesús, ellos eran en una especie de superhéroes de carne y hueso. Hasta que, con el paso del tiempo,
nada más salir de un periodo confuso y turbulento en su vida, él quiso ser uno de ellos.
A las seis de la mañana de cada día hábil, a bordo de un viejo Volkswagen, Villaseca llevaba a su esposa a
su empleo, en la guardería de la Torre de Pemex, y de allí se dirigía al periódico, donde entregaba y
revelaba las fotos tomadas el día anterior. El 19 de septiembre de 1985 no fue la excepción. El tenía
entonces 21 años.
Ese día, estaba ya muy cerca de las oficinas de Novedades cuando a las 7:19 su rutina cambió. Circulaba
sobre avenida Juárez y su vocho comenzó a sacudirse fuertemente. Villaseca se agarró al volante para no
perder el control del vehículo y siguió adelante hasta doblar en la calle de Balderas. Más adelante frenó y
se estacionó.
En pleno terremoto, Villaseca sacó una cámara fotográfica Mamilla de formato medio y disparó 10 placas.
Con dificultades, con el piso moviéndose aún, cambió el rollo y siguió capturando imágenes del desastre.
A su alrededor todo era caos. Un enorme anuncio de Mexicana de Aviación colocado en un edificio
pintado de rosa se cayó. Al llegar a la estación del Metro Juárez la polvareda le impidió ver más allá de un
metro. De repente observó cómo una de las torres de Televisa se venía abajo.
Escuchó entonces un ruido como de una paletada de tierra en su oído. El hotel Romano se derrumbó. De
inmediato fue hasta allí, para encontrarse a una mujer consciente, con bolsas del mandado llenas
periódicos y revistas, que tenía sus extremidades inferiores aplastadas por una enorme losa, mientras
imploraba la sacaran de allí. En frío, sin anestesia, con una sierra, los socorristas tuvieron que amputarle
los pies para librarla de su trampa. No resistió. A bordo de una ambulancia falleció. La escena invadió a
Villaseca y se convirtió en una pesadilla que lo visitaba todas las noches.
Sin película, fue a sus oficinas y, burlando la vigilancia policiaca que impedía entrar al edificio, dejó los
dos carretes con sus fotos, agarró una cámara Nikon, y se llevó 100 rollos de blanco y negro y otros 10 de
color, para 36 placas cada uno. De inmediato se lanzó nuevamente a la calle a capturar imágenes.
Esa mañana recorrió todo lo que pudo. Como sabía el significado de las claves a través de las cuales los
policías se comunicaban entre sí, se acercó a ellos para enterarse de los puntos claves de la tragedia.
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Y hacia a ellos se dirigió. Le impactaron profundamente los escombros del hotel Regis y del edificio
Nuevo León, en Tlaltelolco.
En su viaje a las tinieblas se encontró con escenas desgarradoras, como la del Parque del Seguro Social,
convertido en un macabro anfiteatro con cientos de cadáveres depositados en la cancha, con bolsas de
hielo en el rostro, a la espera de algún familiar que los identificara. Durante horas, miles de personas
hacían cola para entrar a la improvisada agencia funeraria a buscar a sus desaparecidos entre los cuerpos
sin vida y sin nombre rescatados de los escombros.
Villaseca pudo enfrentar el desafío de documentar una ciudad colapsada gracias a que fue hijo del barrio
bravo, chavo banda, atrabancado, rebelde, educado en la costumbre de enfrentar los peligros de la
inseguridad. El riesgo siempre había sido parte de su vida cotidiana. Esa formación inicial en la
adversidad le dio el temple para sortear una situación dramáticamente difícil.
A partir de los terremotos de 1985, Jesús se convirtió en una persona diferente. La sacudida le hizo
preguntarse: ¿quién diablos soy? Y su respuesta fue radical. De la indolencia pasó a la sensibilidad.
Comenzó a pesarle el dolor de los otros. En las calles, encontró que el 19 y 20 de septiembre no tembló
igual para todos.
Crónica excepcional a través de la imagen, su libro Memoria viva: a 30 años del terremoto de 1985 es una
herramienta privilegiada para no olvidar tanto lo sucedido entonces como lo que pasó después como
producto de los sismos. Es, también, un testimonio gráfico que rinde homenaje a los 10 mil muertos y
desaparecidos, a los 100 mil heridos, y a la multitud de socorristas y ciudadanos solidarios que
protagonizaron una epopeya cívica. Es, finalmente, y gracias al oficio magistral de Villaseca, un relato
vivo que llama a reflexionar sobre la ciudad que queremos.
Twitter: @lhan55
La solidaridad de la gente remplazó la
inmovilidad del gobierno Por Arturo García Hernández
La mañana del 19 de septiembre de 1985, de la tragedia surgió algo más poderoso que el miedo y el
asombro: la solidaridad. En una respuesta espontánea y conmovedora ante la emergencia, miles de
personas salieron de sus casas y acudieron a las distintas zonas de la Ciudad de México afectadas por el
terremoto, con un solo propósito: ayudar en lo que se pudiera.
Mientras las autoridades civiles se tardaban en reaccionar y el ejército se limitaba a acordonar los
inmuebles colapsados con el único propósito de inhibir el posible saqueo, la población tomó en sus manos
la acción más urgente para ese momento: sacar a los sobrevivientes de entre los escombros.
Como una respuesta de vida ante la magnitud de la catástrofe y ante la inoperancia gubernamental, unos
se improvisaron como rescatistas, otros se encargaron de trasladar a los heridos para su atención o llevar a
los muertos a los anfiteatros para su identificación e inhumación; amas de casa llevaban de comer y beber
a los rescatistas o se trasladaban a los campamentos para preparar ahí los alimentos; unos más
proporcionaban primeros auxilios a los heridos y otros ofrecían espacio en sus casas o simplemente
consuelo --lo cual no era poca cosa en esa circunstancia-- a los damnificados y a los familiares de las
víctimas.
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Esta reacción fue una de las grandes lecciones del terremoto. Así lo describió el escritor Carlos
Monsiváis en su crónica de esos días, incluida en el libro Entrada libre. Crónicas de la sociedad que se
organiza (Ediciones Era): “Gracias a esta gran vivencia comunitaria una fuerza desconocida (por
inesperada) desplegó las enormes recompensas de toda índole que aporta el trabajo colectivo”.
Al día siguiente del terremoto, en la portada de La Jornada, un cartón del caricaturista Rocha hacía
reconocimiento de esa solidaridad. Treinta años después, el propio Rocha evoca la experiencia con el
cartón que antecede a este texto. ¿Cuánto queda hoy de esa lección, de esa extraordinaria respuesta social
ante la tragedia?
Gestión documental, una necesidad para
México; afirman expertos Por Juan Carlos Miranda
México, DF. Pese a contar con un “extraordinario patrimonio documental” cuyos orígenes datan de 1790,
cuando se estableció en la Nueva España el primer archivo general para reunir en un solo lugar la
documentación concerniente al Virreinato, la situación actual de los archivos en México es un “auténtico
desastre”, sostuvo la directora general del Archivo General de la Nación (AGN), Mercedes de Vega.
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Al inaugurar el seminario México pierde información: hacia una política de gestión documental,
celebrado en las instalaciones del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la funcionaria
destacó en que si bien el país cuenta con leyes que obligan a los tres órdenes de gobierno a llevar un
manejo eficiente de sus archivos, el 50 por ciento de las entidades y dependencias del país no cuentan con
un sistema de control y gestión documental.
“Referirse a los archivos mexicanos en cifras obliga, si se quiere ser honesto y eludir los eufemismos, a
hablar sin tapujos del drama nacional que viven los archivos. Y si bien pude haber titulado la
presentación Las condiciones presentes de los archivos, ello es imposible cuando se trata de un autentico
desastre”, comentó.
El Director General de la Escuela Mexicana de Archivos, Ramón Aguilera Murgía, explicó que en muchas
unidades administrativas no existen verdaderos archivos de trámite sino una acumulación de carpetas
inmensas, integradas por documentos guardados juntos sin importar su origen y contenido, lo mismo se
trate de carpetas de correspondencia de entrada y salida, que de formas de autorización del mando
superior o acuerdo al origen del área que manden el documento, etcétera.
“Es una acumulación de documentos apilados en carpetas que no tienen ningún principio de orden
archivístico, los cuales después de unos años de haber sido usado se canalizan a bodegas intermedias, o en
el mejor de los casos a los archivos de concentración. Después de algunos años es muy difícil encontrar
una información, a menos que la revisemos carpeta por carpeta”.
Durante la inauguración del seminario el director general del CIDE, Sergio López Ayllón, enfatizó que el
país enfrenta el reto de articular 7 políticas que convergen en un mismo proceso de diseño
implementación regulación: Ley de Acceso a la Información, de Transparencia y Acceso a la Información,
de Gobierno Digital, de Gobierno Abierto, de Archivos en Gestión Documental, el Sistema Nacional De
Información y la reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología con el acceso abierto a los recursos de
formación científica, tecnológica y de innovación. Aguilera Murgía abundó que el primer elemento que
explica la perdida de documentos públicos es el factor humano, pues la apatía, la negligencia y el
desconocimiento del tema archivistico de los mandos superiores es frecuente.
“Desde el planteamiento de las normas jurídicas hasta su implementación encontramos el desinterés por
darle el lugar que merece en la organización y la conservación de la memoria corporativa, entendiendo
que el archivo es el CPU de la administración publica”, comentó.
Agregó que de 20 portales de obligaciones de transparencia correspondientes a dependencias federales el
75 por ciento (es decir 15) tienen asignadas sus coordinaciones de archivos al área de recursos materiales
y en general sus coordinaciones de archivo están en manos de un funcionario que no tienen que ver
directamente con los archivos.
Aunque en la reforma a la Ley de Transparencia se impulsó la obligación para que los sujetos obligados
elaboraran “instrumentos de control y consulta”, ésto se ha limitado al llenado de unos formatos y su
respectiva presentación en los portales de transparencia, lamentó Aguilera Murgía. “Se ha olvidado lo más
importante, la calidad de la información que se presenta”. La directora general del Archivo General de la
Nación sostuvo que el nuevo concepto de gobernanza, como una manera de gobernar comprometida con
el desarrollo de México resulta inviable si no hay el convencimiento de recurrir a los archivos,
modernizarlos, profesionalizarlos, ordenarlos, administrarlos y aprovecharlos para el mejor desempeño
de las instituciones en beneficio de la sociedad.
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¿Dónde está la sociedad civil?
Enrique Krauze
13 Sep. 2015
No me encontraba en México aquella mañana terrible de 1985. Estaba en un congreso en Washington. No sé cómo pude comunicarme con mi esposa y comprobar que los hijos y la familia estaban a salvo. Mi amigo Jorge Hernández Campos no fue tan afortunado: lloraba desconsoladamente en una cama de hotel porque alguien le comentó que su edificio en la Plaza Río de Janeiro se había derrumbado. No fue así. El edificio quedó inservible, pero su mujer e hijas se salvaron. Tardaría un día en saberlo. Sufrió una eternidad. De vuelta recorrí con mi hijo León la ciudad en ruinas: el cruce de Monterrey e Insurgentes, la Avenida Juárez, la Roma, la Condesa. Edificios ligados a la infancia, icónicos, académicos, multifamiliares, todos derrumbados por el hachazo asesino de la naturaleza. Nos detuvimos largamente en Tlatelolco. Lloré como tantos otros, recordando espontáneamente esa otra destrucción que siglos atrás había inspirado al poeta mexica: Llorad, amigos míos, tened entendido que con estos hechos hemos perdido la nación mexicana. Pero muy pronto advertí que por todas partes, en cientos o miles de actos heroicos, aparecía el milagro de la fraternidad. Aunque el gobierno -como de costumbre- reaccionaba tarde, reaccionaba mal o no reaccionaba, la sociedad civil (que esos días comenzó a llamarse así) encontró su vocación. Ella sí reaccionaba. ¿Quién no admiró las hazañas de los "topos"? ¿Quién no se conmovió frente a Plácido Domingo, removiendo escombros en Tlatelolco? Días más tarde publiqué una crónica de los hechos. Transcribo la parte dedicada a los jóvenes: Desde los primeros momentos las calles se llenaron de preparatorianos, boy scouts, universitarios de todas las clases, que espontáneamente organizaron brigadas de salvamento de las víctimas y de apoyo a los damnificados. Miles ... se arriesgaban entre las ruinas para lograr lo que se volvió voz común: "sacar gente". Cientos de automóviles ostentando una cruz o una bandera roja cruzaron la ciudad en un hormigueo incesante. Una imagen las contiene a todas: en algún lugar de Tlatelolco, un muchacho de escasos quince o dieciséis años encabeza el rescate. Lo obedecen todos: policías, militares, brigadistas. Porque sabe que la tragedia rebasa las posibilidades de esta o aquella autoridad, y porque intuye la lentitud de la reacción oficial, nace un líder natural.
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Los estudiantes desplegaron una auténtica cruzada de acopio y distribución de bienes, información y servicios. A las universidades privadas y, en menor medida, públicas llegaron agua, ropa, alimentos, mantas, medicinas, camas, juguetes, agua, mamilas, escobas, jeringas. En sus instalaciones se organizó de inmediato un sistema de información que cotejaba los recursos con las necesidades. Mientras en las cocinas se preparaban las comidas y en los almacenes se reservaban los productos que no era preciso distribuir de inmediato, miles de brigadistas salían a la calle -a los albergues, las colonias, las aceras, los parques, los edificios en ruinas- para distribuir bienes perecederos y necesarios. La operación en todas las universidades estatales y privadas estaba en manos de los alumnos. Hubo selección de víveres, verificación de necesidades, servicios de telecomunicación, cruce de información para evitar -a menudo inútilmente- duplicidad, envíos con recibo para dar transparencia a la operación, el censo y la organización interna en los albergues. De inmediato también se discurrieron los servicios más variados: desde el peritaje de edificios hasta la fotografía de cadáveres para su posterior identificación. Hasta aquí la crónica. Nótese que la sociedad civil que irrumpió en 1985 no fue puramente contestataria: advirtió el vacío de autoridad y se organizó autónomamente, en miles de iniciativas prácticas, para llenar ese vacío y servir al prójimo. Nunca se supo la cifra real de muertos. A treinta años de la tragedia, el mejor homenaje que podemos rendirles es el renacimiento de la sociedad civil. Un terremoto más prolongado y acaso más letal diezma nuestro país desde hace quince años o más: el del crimen organizado. Otros temblores lo acompañan y replican: la corrupción, la impunidad, la inseguridad cotidiana. Son hachazos de maldad humana que lastiman, humillan y avergüenzan a los mexicanos de bien (la inmensa mayoría). ¿Cuándo veremos aparecer a los jóvenes organizando a la sociedad civil de hoy, "sacando gente" de las ruinas de la injusticia, tomando la operación del país en sus manos? www.enriquekrauze.com.mx
Leer más: http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=71301#ixzz3lf0BHUeS Follow us: @reformacom on Twitter
ANTES México desde el punto de vista económico: Durante los últimos 40 años, anteriores a 1980, la economía mexicana crecía constantemente, de 1940 a finales de 1950, creció a un ritmo que jamás sea vuelto a ver, el PIB creció a un ritmo sostenido del 7% en el sexenio de Ávila Camacho y a un ritmo promedio de 5% en el sexenio de Miguel Alemán. Este crecimiento económico continuó, aunque a un menor ritmo durante los siguientes sexenios, hasta el sexenio de Miguel De La Madrid, cuya aplicación de políticas de ajuste macroeconómico, neoliberales y diseñadas por el Fondo Monetario Internacional, fueron encaminadas para reducir la inversión, el gasto público y la demanda agregada, dichas políticas llevaron a México a una profunda crisis, con gran desempleo, y rápido ascenso de los precios, fuga masiva de capitales , dramática disminución de la inversión, y otros factores que además de debilitar la economía, también debilitaron a la sociedad. Otro aspecto a considerar, y que se relaciona con el rápido crecimiento de la economía durante los años previos, fue el crecimiento de la ciudad, y con ello el crecimiento del sector de la construcción. Si bien es sabido que gran parte de la Ciudad de México está cimentada en lo que fue el lecho de un lago, no se tomaron en cuenta los efectos que un suelo de este tipo puede tener sobre diversos tipos de construcciones, y el reglamento de construcciones del DF vigente hasta 1985, quedó totalmente rebasado para un sismo de gran magnitud. Ni en aquel entonces, debió existir justificación en cuanto a la incertidumbre de cómo se pueden comportar las edificaciones en un sismo de gran magnitud en construcciones cuyo suelo no es firme; años atrás en 1957 se dio tal vez el primer aviso de los daños que puede sufrir la ciudad de México con sismos cuyo epicentro se encuentra a más de 300km de distancia, el sismo del 28 de Julio de dicho año, con una magnitud de 7.7 con epicentro en Guerrero, dejando casi 700 víctimas mortales y diversos daños.
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(Imagen2: Mapa de la ciudad de México, se muestra superpuesta las principales calles en la actualidad sobre lo que fue el antiguo lago y por lo tanto, hoy el terreno es blando). Para 1957 la Torre Latinoamericana, ubicada en el centro de la Ciudad de México, resistió dicho sismo pues implementó la tecnología de los “gatos hidráulicos”, que atenuaba los movimientos propios del sismo y la amplificación producida por el tipo de suelo, quizá por esta razón, al ver que una estructura de tamaño importante pudo resistir un gran sismo, no se dio un amplio seguimiento a las normas de construcción. El segundo aviso ocurrió con el conocido sismo de la Ibero que ocurrió el 14 de marzo de 1979 con una magnitud de 7.6 y epicentro en Petatlán Guerrero. Además de provocar el derrumbe de edificios de la universidad Iberoamericana, también provocó afectaciones en lugares del centro de la ciudad. Es probable (aunque no hay fuentes que puedan afirmarlo con estudios) que los daños que causaron este sismo, y que no fueron debidamente atendidos, hayan sido los precursores de los grandes daños que se sufrió tan solo 4 años después el 19 y 20 de Septiembre. En los sismos de 1957, 1979, así como en otros sismos de magnitudes superior a 7, se evidenció que además de existir nula preparación ante los desastres por parte del gobierno, también evidenció la falta de memoria colectiva y que en un corto lapso, de tan solo cuatro años entre un sismo y otro, nos olvidamos del riesgo que existe por la actividad sísmica.
DURANTE La mayoría de los mexicanos despertó como habitualmente lo hacen, enfocados en la familia y el trabajo, y tal vez algunos otros con la mira hacia el próximo año pues México sería sede por segunda vez de un campeonato mundial de fútbol. Sin embargo, la vida de millones de personas cambiarla a partir de las 7:19hrs (tiempo del DF), pues apenas dos minutos antes se estaba desarrollando un sismo de magnitud 8.1(Mw), con epicentro en las costas de Michoacán (frente a Lázaro Cárdenas). La energía liberada equivale a 32mil bombas nucleares como la de Hiroshima.
(Imagen3: Mapa de la brecha de Michoacán, son señaladas las zonas de fractura durante el Sismo del 19/09/85 y 20/09/85 además de otros sismos importantes). El sismo se originó por el choque de las placas de Cocos que se subduce bajo la Norteamericana, el último gran sismo que se había registrado en la zona (previo al de 1985), ocurrió el 7 de Junio de 1911, con una magnitud de 7.9, desde entonces la energía comenzaba a acumularse hasta el sismo de Playa Azul en 1981 con una magnitud de 7.3(Mw), sin embargo, (se cree, y así lo demuestran los sismos de 1985) que este sismo, no alcanzó a liberar la energía acumulada durante estos 72 años. A más de 400km de la Ciudad de México, esta brecha sísmica se localiza desde, Zihuatanejo, Gro. hasta Maruata, Mich. y ha sido causante de los sismos de 1985, y más recientes, de los sismos del 21 de Abril de 2013 (5.8Mw) y del 11 de Abril de 2012 (6.4Mw) Este fuerte sismo, generó el primer Tsunami en México que pudo ser observado de manera científica directamente y no a través de registros y relatos históricos. La altura del Tsunami fue de 2 a 4 metros y no produjeron víctimas.
Por lo general, grandes sismos causan destrucción y generan víctimas en lugares cercanos al epicentro, en Michoacán los daños más importantes fueron en Lázaro Cárdenas, justo frente a la zona del epicentro y Playa Azul, cabe destacar que a pesar de la gran magnitud e intensidad, en las localidades cercanas al epicentro, existe una cifra aproximada de 100 muertos, entre los estados de Michoacán, Guerrero, Colima y Jalisco. A 400km de distancia ¿Por qué fue tan destructivo? La explicación más conocida es el tipo de suelo de la ciudad de México: en algunas zonas muy blandas y saturadas de agua que amplifican las ondas sísmicas.
(Imagen4: Estructura dañada en Michoacán, hotel La Loma). El SSN, en su reporte del 25 de Septiembre de 1985, dio a conocer también las siguientes causas: I) El patrón de radiación Aparentemente, la ruptura se propagó en dirección sureste, lo que daría lugar a un patrón de radiación que produjo efectos direccionales con rumbo a la ciudad de México. Esto provocaría que llegaran al valle de México ondas elásticas con una cantidad de energía mayor que lo que hubiera sido normal para un sismo de las magnitudes del 19 de septiembre. Esto contribuyó a que las aceleraciones fueron mucho mayores (un factor de tres), que las observadas en sismos anteriores. II) Similitud con un movimiento armónico Como se mencionó al llevar a cabo el análisis del movimiento registrado del terreno en la parte blanda de la Ciudad de México, se encontró que el mismo se asemeja mucho a un movimiento armónico. Esto propició que las estructuras entraran en resonancia, lo que explica en parte su mayor destructividad. III) Resonancia del terreno blando La amplificación del movimiento debido a la presencia del terreno blando fue excepcionalmente alta en la zona dañada, como consecuencia de que en terreno firme (registros de CU) el movimiento fue regular, con periodo de 2 segundos.
De haber existido un sistema de Alerta Sísmica Temprana, como el caso de SkyAlert, cientos, tal vez miles de vidas pudieron haber sido salvadas. Este aviso hubiera proporcionado al menos dos minutos antes de sentir los efectos destructivos en la ciudad de México. Sin embargo, este sismo marcó un antes y un después en la historia de la protección civil en México. DESPUÉS Segundos después de haber terminado el sismo, inmediatamente comenzaron a escucharse ambulancias y cuerpos de auxilio que acudían a llamadas de rescate, el horizonte se encontraba cubierto por un manto de polvo y humo, producto de derrumbes e incendios. Cientos de casas y edificios públicos y gubernamentales sufrieron grandes daños, algunos (los más representativos o conocidos) son: Tlatelolco Edificio Nuevo León en el Conjunto Urbano Nonoalco Multifamiliar Juárez Televisa Chapultepec Los Televiteatros Conjunto Pino Suárez El Hotel Regis Fábricas de ropa en San Antonio Abad En el Hospital General de México (ginecología y la residencia médica) Centro Médico Nacional Hospital Juárez, (Recién nacidos fueron rescatados a los 7 días).
(Imagen6: Tal vez la imagen más emotiva y que mostró la solidaridad de los mexicanos, un bebé es rescatado de los escombros después de 7 días, sin agua, alimentos. Esta historia se repitió varias veces).
Inmediatamente se notó la falta de respuesta del gobierno, el ejército se dedicó a cuidar las calles en vez de participar en labores de rescate, los ciudadanos por cuenta propia tomaron la iniciativa de rescatar, surgieron héroes anónimos, algunos con el paso del tiempo se convirtieron en héroes que quedarán para siempre ahora institucionalizados como TOPOS. La ayuda llegó tanto de México así como de Estados Unidos, Francia, Alemania, entre otros países que fueron solidarios con México. La cifra final de muertos varía de fuente a fuente pero se estima que superaron las 10mil personas en la ciudad de México, más de 4mil personas fueron rescatadas con vida entre los escombros. El parque de beisbol del seguro social fue utilizado como anfiteatro, recibiendo centenares de cuerpos en espera de ser identificados por sus familiares. El sismo más la crisis económica que se había estado generando, golpeó de una manera que no se puede imaginar a aquellas personas que lo perdieron todo, no solo era el dolor por la pérdida de familiares amigos, también porque el patrimonio que habían conseguido con años de esfuerzo, se había perdido en tan solo un par de minutos mientras que el futuro no parecía nada prometedor, pues la crisis económica se agravaría en los siguientes años. Se estima que los costos causados por el sismo ascendieron a más de 4mil millones de dólares, de aquél año Hoy en día aún se encuentran edificios con daños causados por aquél sismo, algunos en espera de ser demolidos, mientras que otros, pese al gran riesgo, continúan siendo habitados. La semana del 16 de Septiembre, dos ciclones tropicales azotaron las costas de ambos litorales, y de nueva cuenta evidenciaron la falta de respuesta de algunas autoridades locales, mientras que las personas volvieron a mostrar su solidaridad, dando apoyo a quienes lo necesitan. Pese al conocimiento que implica el riesgo de vivir en lugares de alto riesgo como zonas de ríos, laderas inestables, zonas costeras con probable ingreso de marea alta por los ciclones, la prevención ha sido mínima. Los sismos del 19 y 20 de Septiembre de 1985, también nos dejaron:
Creación del Centro Nacional Para La Prevención De Desastres (CENAPRED), creado el 20 de Septiembre de 1988 como respuesta a esta tragedia, como finalidad el estudio técnico para la prevención de desastres.
Un año después comenzó el desarrollo de la alerta sísmica, implementada hasta 1991.
Cada 19 de Septiembre a partir del 2001, se realizan simulacros por decreto en el marco del “Día Nacional De Proteccion Civil”, del cual poca gente lo toma con seriedad, hay casos donde la gente no realiza dichos simulacros al encontrarse en edificios mayores a diez plantas.
Normas de construcción más estrictas tomando en cuenta las características del suelo de la ciudad de México y nuevas tecnologías (caso Torre Mayor)
Organizaciones de rescate como los TOPOS
¿Está preparada la Ciudad de México para un sismo similar o mayor? Los sismos pueden ocurrir en cualquier momento, sociedad y gobierno no deben bajar la guardia, simulacros deben tomarse con absoluta seriedad, ejemplos como Japón cuyos simulacros son muy apegados a la realidad, demostraron que el sismo del 11 de Marzo de 2011 salvó miles de vidas por la amplia preparación y conciencia de las personas. CENAPRED www.cenapred.unam.mx Brigada De Rescate Topos Tlatelolco A.C. http://www.topos.mx/ Primeros Momentos del Sismo de 1985 (Televisa) http://www.youtube.com/watch?v=Ug8y8DE1xgo Documental Grandes Terremotos: Ciudad de México http://www.youtube.com/watch?v=e9jcmp_xmGc Breve documental sobre la Torre Mayor (doblaje España) http://www.youtube.com/watch?v=xJZ4OwxTK2g Decreto Día Nacional de Protección Civil http://www.proteccioncivil.gob.mx/work/models/ProteccionCivil/Resource/6/1/images/dddnpc.pdf
Hace 30 años, ocurrió el mayor desastre en la historia de ciudad de México. Pero la mitad de sus habitantes actuales no lo vivieron.
A las 7:19 del 19 de septiembre de 1985 la capital del país se sacudió con un sismo de magnitud 8,1.
El movimiento devastó a la zona centro de la ciudad, provocó daños severos en cientos de edificios y causó la muerte de miles de personas.
No se conoce el número exacto de víctimas: el gobierno dijo que fueron 3.692. La Cruz Roja Mexicana señala que la cifra superó los 10.000.
El número de personas afectadas por el desastre, entre damnificados y quienes sufrieron secuelas psicológicas, tampoco se conoce.
Los cambios
Tres décadas después, la ciudad colapsada por la naturaleza es otra.
Tenía 4 años y (recuerdo estar) sentada en la sala (…) en las piernas de mi mamá (…) Empieza a temblar y se escucha un grito desgarrador (…) que sale de la radio: 'ESTÁ TEMBLANDO'
Los edificios derruidos se reconstruyeron o cedieron su espacio a parques o centros culturales.
Hay nuevos reglamentos para que las construcciones resistan un movimiento telúrico de gran magnitud.
En marzo de 2012, por ejemplo, ocurrió un sismo de magnitud 7,2 que no causó daños.
Muy diferente a lo ocurrido en 1985.después, este es el sitio que ocupó el Hotel Regis.
De entre las miles de personas que ayudaron en el rescate de las víctimas o atendieron a damnificados, surgieron movimientos sociales que impulsaron cambios políticos en el país.
Se creó una cultura de protección civil que no se limita a los movimientos de la tierra, sino que incluye la prevención en inundaciones por huracanes o incendios.de los alumnos", le cuenta Israel
Martínez a BBC Mundo. por lo menos una vez al año se realizan simulacros de evacuación de escuelas, edificios públicos y algunas empresas.
Legalmente las dependencias públicas y empresas del país están obligadas a contar con personas capacitadas para reaccionar en casos de desastres.
Para 4 millones de capitalinos que nacieron en 1985 o después, ésta es la única fachada que conocen de Ciudad de México.
Alerta sísmica
El sismo de 1985 ocurrió frente a las costas de Michoacán, en el océano Pacífico.
Su onda expansiva tardó dos minutos en llegar al centro del país.Mundo.
Los habitantes de Ciudad de México se dieron cuenta cuando el piso empezó a moverse.
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Muchos de quienes perdieron la vida en el sismo aún dormían o no tuvieron tiempo de salir de sus casas antes que se derrumbaran.
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En 1991, se estableció un sistema para vigilar los movimientos telúricos que ocurren en el Pacífico frente a las costas de Guerrero.
Científicos mexicanos eligieron esta zona por la cercanía con la capital del país, la conformación del suelo de la región y porque no ha sufrido un sismo mayor a 7,5 desde 1911.
El sistema es una red de sensores que detectan las ondas sísmicas superficiales que son mayores a magnitud 5 en la escala de Richter, y que son las de mayor riesgo para las zonas urbanas.
El sistema permite alertar del movimiento 50 segundos antes que se presente en Ciudad de México.
A partir de 2003, la red se amplió para vigilar los movimientos del subsuelo desde otros estados ribereños al océano Pacífico.
La decisión de concentrar el Sistema de Alerta Sísmica, como se conoce, en la región oeste del país es por la actividad constante de las placas tectónicas que se encuentran en esa zona del planeta.
Lecciones
Algo que llamó la atención de muchos capitalinos después del sismo de 1985 es que muchas de las construcciones que colapsaron eran relativamente nuevas.
Las viejas casonas y palacios, construidos algunas desde la época de la Colonia, sufrieron daños menores.
Una de las explicaciones fue que las normas para construir en la capital no tomaron en cuenta las condiciones del suelo, que en sitios como el Centro y la colonia Roma se componen fundamentalmente de arcilla.de avenida Juárez, pero 30 años después.
Pero otros argumentaron que los constructores no cumplieron con los reglamentos gracias al aval de autoridades locales.
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El resultado fue que más de 800 edificios se vinieron abajo y miles de casas resultaron afectadas.Isabel la Católica del Metro, 30 años después del sismo.
Después de la catástrofe en la capital las leyes se endurecieron. Ahora las construcciones deben realizarse con materiales más ligeros y con una estructura capaz de resistir movimientos telúricos mayores a magnitud 8.
Otra de las consecuencias fue crear instituciones para prevenir o mitigar los efectos de un desastre natural.
Así nació, por ejemplo, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), que no sólo atiende el problema de los sismos sino que en las últimas decadas se concentra cada vez más en las afectaciones por huracanes e inundaciones.
Los "Topos"
En las primeras horas después del sismo, las autoridades permanecieron virtualmente paralizada.
Así, en las primeras horas la ayuda quedó a cargo de miles de voluntarios que en muchos casos con sólo las manos rescataron a las personas atrapadas bajo los escombros.
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Lea también: Los Topos, los rescatistas mexicanos clave en catástrofes internacionales
Los árboles y las casas se ondulaban, no sabía si se iban a derrumbar las paredes, es una experiencia muy fea, había experimentado algunos pequeños temblores, nunca nada igual.
De entre estos rescatistas improvisados surgieron organizaciones que se especializaron en esta clase de desastres y que son conocidos a nivel internacional.
El más famoso es el grupo Topos, que incluso ahora suelen ayudar en los desastres sísmicos de varios países.accede a Plaza de la República, 30 años después de la catástrofe.
Pero una de las mayores enseñanzas del sismo de 1985, dicen especialistas, es que ahora existe más conciencia sobre cómo prevenir un desastre y la forma de sobrevivirlos.
Es la llamada "cultura de protección civil" que se ha convertido en un área específica de los gobiernos de cualquier nivel.
En 1985, muchos edificios se derrumbaron. Muchos se reconstruyeron o se convirtieron en otros más nuevos o lujosos.
Es parte de la cara actual de Ciudad de México, 30 años después del desastre.
Plácido entre Verdi, la lluvia y los fantasmas del sismo Raúl Díaz